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empezó a hacerse readad gracias a la sensibilidad y colaboración de un grupo de arauitectos quienes, para este caso, piensan aue la arquitectura debe "ser una venia y dejar que las cOsas pasen" como es el caso de los arquitectos Juan Carlos Zapata y Luis Martín Piccini.

El clamor de treinta años de lucha de Mamá Adelina, presidenta de ANFASEP la Asociación Nacio nal de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desa parecidos del Perútue la que tocó la conciencia ética y social de los artifices de la iniciativa, quienes asurmieron el reto de transformar esa necesidad de tener un lugar para honrar a Sus muertos en un proyecto de espacio publico, en el Santuario de la Memoria de La Hoyada, ubicado en la provincia de Huamanga, Ayacucho. Las palabras de Adelina: "Nosotros no queremos ser viC timas de nada, lo que queremos es tener un espacio para poder llevar una flor, no dejan de retumbar aún en sus oidos

Zapata conoció la historia de Mamá Adel1na Cuando ella vino a Lima para un homenaje y tue por ello entrevistada cn un canal por cable Su discurso le impacto tanto que, ayudado por la casualidad -estaba junto a sus socios realizando proyectos en Ayacucho y

Aproximaciones a la trama de exhumación Y proceso de diseño en el que participala escultora Milagros Arias.

Los terrenos contiguos a la zona han sido porinvadidos traficantes de tierras.