Z
O
H
A
R
NÚMERO I – INVIERNO 2016
ARTE, CULTURA Y PALABRA.
ZOH A R Arte, cultura y palabra.
Si el Arte es silencio - mysterium-, la cultura es palabra -logos- de este silencio, -su
y
pneuma-
fortalece
y
esta
última
constituye, aúna
relación íntima.
esta
AVISO LEGAL: Queda prohibida su reproducciรณn o distribuciรณn sin contar con la autorizaciรณn de los autores.
Índice
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Venice sauvée
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Cantos
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René Crevel: Klee
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Carta al Museo Francisco Sobrino
Venice SauvĂŠe
“…hay un viento constante, un viento que es el autor de las catedrales.” Auguste Rodin
Lo arquitectónico fue expansión, extensión de lo escultórico. El arropar de lo escultórico, albergue del descanso peregrino. La plenitud de lo escultórico se constituye dejándose ir. Un olvido que lo arquitectónico arropa, haciendo que el vacío escultórico manifieste la obra, quedando el viento: el obrar de la obra. Catedral que velas los ídolos para que podamos rezar en la dirección del horizonte. Pocas edificaciones nos permiten ver este horizonte, mientras que la escultura y su arropar que transforma en obrar la obra nos señala la naturaleza de esa nuestra patria.
Estas imágenes pertenecen a la documentación de la defensa de los monumentos italianos durante la Primera Guerra Mundial. El periodista, escritor y crítico de arte Ugo Ojetti, responsable de la tutela del patrimonio en Venecia, se ocupa de preparar una publicación ilustrada con el resumen de los trabajos: I monumenti italiani e la Guerra (Alfieri & Lacroix, Milán, 1917). Al mismo tiempo aparece La difesa del patrimonio artistico italiano contro i pericoli di guerra (E. Calzone, Roma, 1917), de Corrado Ricci, que se sirve de las mismas fotografías. Los autores se encuentran entre los fotógrafos más importantes del momento en Italia. Entre ellos Tomaso Filippi, Oreste Bertani o Carlo Naya. Muchas otras están tomadas por fotógrafos anónimos del Ministerio de la Marina.
Cantos Transcripciones poĂŠticas
Proemio
Me gustaría realizar una serie de apuntes al comienzo de esta sección, buscando ubicar mejor su naturaleza, una naturaleza que pretende ser en un primer vistazo de transcripción: transcripción de unas canciones populares con el objetivo de ser oídas nuevamente, o aún mejor, escuchadas con oídos nuevos. Podría decirse que el concepto de transcripción no abarca por completo la intención de estos escritos. Los tintes mecanicistas de este término en la actualidad incitan a matizarlo, al menos cualitativamente. Toda transcripción – como toda traducción–, echa por mano humana claro está, es permeable. Contiene en mayor o menor grado un proceso que le es connatural, que no es ajeno a la gestación de lo que se pretende transmitir, llámese proceso interpretativo fundamental o como se quiera. Una transcripción impersonal, en tercera persona, tiende a la anomalía. Se necesita de un humus fértil del que nacer y desarrollarse, si no quiere acabar por atrofiarse. Dicho de otra forma, el que transcribe lo hace de su puño y letra, y pasa a formar parte y totalidad de lo transcrito, se hace uno con lo dicho y lo convierte al anunciarlo, lo recrea. Sabido es que todo buen historiador es al tiempo novelista y poeta. La actualmente en boga fidelidad,
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CANTOS documental en este caso, no puede menos que quedar en entredicho cuando hablamos de estas prácticas. Quede solo apuntado. Quizá podría arrojar una luz el tratar de recuperar el sentido esencial y aún operante, en toda su amplitud, del concepto de “tradición”. Tradición que nada tiene que ver con la recta doxa, sino con la presencia real en renovación que se justifica nada menos que por su peso y resonancia en la vida. En este sentido he querido titular a este apartado “Cantos”. Intentando superar –sin descartar– un sentido que evoque lo netamente escritural. Un deseo que pasa de la vista al oído, a la actualidad del tiempo, o si se prefiere, a nuestro día a día. Para facilitar una posible recepción más completa, me gustaría poner sobre la mesa unas consideraciones previas a la lectura: I. En estos cantos predomina una conciencia autoral constitutivamente
indeterminada,
debido
a
su
índole
popular. Sentimiento que es digno de mención, pese a estar soterrado hoy por completo en aquellos canales culturales predominantes. No es que insinúe la necesidad de cortar de raíz la noción de autor, pero sí alentar a que no sea traducida únicamente en términos de una individualidad solipsista: los “derechos de autor” no deberían medir exclusivamente su peso ni económica ni jurídicamente. II. El espaciado entre versos se sigue de una percepción subjetiva de las frases cantadas, tomando una libertad que creo necesaria: al fin y al cabo sólo el poeta conoce la duración de sus puntos y sus comas. III. Con el fin de buscar en algunos casos la mejor
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DANIEL DEL RÍO consonancia de los versos, se ha procedido a transcribirlos en su jerga original. IV. Un último punto, no menos importante y que ya ha sido esbozado al comienzo: no hay tal cosa como la transcripción perfecta, al igual que no existe la copia perfecta, y menos aún en lo que pretende ser vivido verdaderamente. La música no se transcribe, se interpreta.
Confiamos en mostrar al lector en las líneas que siguen, en el silencio de la lectura, lo esencial de un gesto poético – su canto. Queriéndose transmitir por su posición de genuina realidad poética, porque lo sagrado, si se nos permite aseverar más de corazón que de razón, es el canto.
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Daniel del Río
RenĂŠ Crevel
Klee
Presentación
Al poco tiempo de suicidarse, René Crevel se convirtió en uno de los símbolos más reconocidos del surrealismo. Su espontaneidad, sus ambiciones y sus contradicciones nefastas le convirtieron en la perfecta imagen de toda su generación. Crevel nace el 10 de agosto de 1900 en París, en el seno de una familia burguesa. Su madre es un ama de casa autoritaria, que da a sus cuatro hijos una estricta educación religiosa. Una de esas señoras “que mantienen la costumbre de poner fundas a los sillones” y “detestan a las mujeres y los hombres alegres” 1. Su padre, que dirige una imprenta especializada en partituras musicales, se cuelga en el salón de su casa cuando Crevel tiene 14 años. Inicia la primera Guerra Mundial. El joven asiste al aristocrático instituto Janson-de-Sailly, a pocas manzanas de su casa. Estudiará derecho y letras en la Sorbona, donde dedica la mayor parte de su tiempo a la lectura de autores tanto clásicos como contemporáneos. Se obsesiona con André Gide, Alfred Jarry, Lautréamont… y en los últimos años realiza el servicio militar hasta finales de 1923. Es entonces cuando nace “la impresión de vivir realmente sólo desde
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PRESENTACIÓN hace pocos meses.” 2 En los barracones del ejército conoce a un grupo de estudiantes que como él se interesaba vivamente por la escritura: Roger Vitrac, Max Morise, Marcel Arland, Georges Limbour y Jacques Baron. Con ellos inicia una nueva etapa marcada por el entusiasmo de nuevos proyectos tras la desazón de la guerra. En 1921 fundan la revista Aventure, al mismo tiempo que frecuentan las reuniones de los dadaístas en el café Certâ y se contagian de una literatura sin libros. Ésta había pasado a encontrarse en el bullicio de las tabernas, en el devaneo de los sonámbulos o en la atmósfera luminosa de los pasajes comerciales, recorridos por Aragon en Le Paysan de Paris. En 1924 firma el Manifiesto Surrealista. Crevel se gana la vida escribiendo artículos para numerosas revistas. 3 Atraído por todo lo que le rodea, extiende sus escritos al teatro, el cine, y los music-halls, al mismo tiempo que colabora con revistas como Littérature (primera publicación del grupo surrealista) o trabaja como figurante en las representaciones de sus amigos. Por iniciativa suya tiene lugar en estos días la primera experiencia de sueño hipnótico en casa de Breton. Contribuye así a uno de los momentos más memorables de la llamada époque des sommeils [época de los sueños], cuando inmerso en un estado de trance, comienza a relatar historias de criminales y situaciones sin sentido. 4 Un supuesto intento de ahorcarse en una de las sesiones obligaría a Breton a poner fin a la aventura hipnótica. En 1924 publica su primera obra, Détours, a la que le siguen Mon corps et moi (1925) y La Mort difficile (1926). Su escritura en estos años se vincula a los experimentos del surrealismo en torno al éxtasis de las palabras y la investigación introspectiva del poeta. Aunque pronto se desmarca de la “escritura
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M. CANTAREL automática”, su trabajo parte de la misma concepción del lenguaje: se trata de encontrar unas relación más inmediata entre la existencia del escritor y su obra. Nada tiene que ver con la adherencia a una doctrina o a una forma literaria sino con la búsqueda de una realidad diferente, de una sur-realidad,
(Ojo) en la obra dadaísta Coeur a gaz de
Tristan Tzara, julio de 1923.
Jacqueline Chaumont (Boca) y René Crevel
en la que el individuo se libera de sus imposiciones y sus
Georges Auric, Valentine Hugo, Paul Éluard, René Crevel y Gala, 1927.
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PRESENTACIÓN inercias socioculturales. Por este motivo las obras de Crevel, como las del resto de sus compañeros, nacen en primer lugar como una firme oposición a lo que se concibe como real, ya sea con la intención de trascenderlo, de superarlo mediante el espíritu y la imaginación, ya sea mediante una suerte de materialismo mágico. En cuanto a los contenidos, Crevel recurre con frecuencia a la experiencia autobiográfica. Temas como el suicidio de su padre o el resentimiento contra su madre son convocados de manera sistemática con un tono de desdén y humor negro.
Mitad arcángel, mitad boxeador En las fotos de los miembros del grupo, nuestro autor siempre destaca por su mirada y la alegría de su rostro, que a menudo es el más joven de todos. Ezra Pound le describe como la “eterna juventud”. 5 Se declaraba a sí mismo enemigo de la religión, la familia, la patria (cuyo nombre identificaba con la matanza de la guerra), así como de cualquier institución y forma de autoridad. Frente a la grandeza de las apariencias, oponía la insignificancia de las ratas, convencido en la posibilidad de un mundo nuevo, menos miserable. Tenía una inteligencia y una sensibilidad que le permitían acceder a los círculos más privilegiados de la cultura parisina y, en ocasiones, le procuraban un aire atormentado y taciturno que le devolvía a la más desangelada soledad. Michel Leiris le recordaría como un sonámbulo. 6 Entre los retratos más bellos que le hicieron se encuentra el de su amigo Klaus Mann, hijo del famoso escritor Thomas Mann: “Su atractivo avasallador (era la persona más dotada de atractivo que jamás he conocido) tenía un componente trágico y salvaje, un toque
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Sin datar, mediados de los años 1920s
René Crevel, por Marc Allégret.
M. CANTAREL
de violencia desesperada que brotaba del núcleo de su ser y se comunicaba de manera excitante a todos sus gestos, palabras, miradas.” Contra lo que pueda pensarse, no se parecía en nada al típico cliché del hombre de letras parisino. Solía vestir con colores estridentes en sus camisas, jerséis, calcetines... “A menudo su aspecto era, efectivamente, bastante excéntrico, pues a la indumentaria insólita se le unía una fisonomía poco corriente, mitad arcángel, mitad boxeador, con gruesos labios infantiles, pelo revuelto y esos ojos increíbles.” 7 Hacia finales de 1925 le diagnostican tuberculosis. El “pobre Crevel”, como se le refiere a menudo los testimonios de sus amigos, pasará el resto de su vida en constantes idas y venidas a los sanatorios. De París a Berlín, de Morzine y Champsel-les-Bains en Alta Saboya a Seelisberg, Leysin o Davos en Suiza. A propósito de sus vaivenes y de su carácter inestable, su amigo Salvador Dalí escribía lo siguiente: “Crevel se llamaba René, lo que muy bien podía provenir
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PRESENTACIÓN del participio pasado del verbo renaître (renacer), o sea, «renacido». Al mismo tiempo, conservaba el Crevel por apellido, que evocaba el acto de crever (reventar), o, como dirían los filósofos un poco filólogos, «el impulso mortal de reventar».” Cuando la enfermedad recaía, “ingresaba deshecho para reaparecer renaciente, floreciente, nuevo, resplandeciente y eufórico como un bebé. Pero eso duraba poco. El frenesí de la autodestrucción volvía a adueñarse rápidamente de él y volvía a angustiarse, a fumar opio, a debatirse entre irresolubles problemas ideológicos, morales, estéticos y sentimentales, y se abandonaba sin medida al insomnio y a las lágrimas hasta reventar”. 8 René Crevel era un ave fénix. 9 Esta circunstancia, unida a su temperamento y a su escepticismo enfermizo, hicieron del poeta un amasijo de contradicciones. En primer lugar, su libertad sexual le convertía en un extraño dentro del grupo surrealista: se declaraba abiertamente bisexual; creía en el marxismo y luchó por allanar el camino a la revolución proletaria, pero era un asiduo de la alta sociedad que le cortejaba; adoraba a Breton y al mismo tiempo le aborrecía y militaba en grupos que se oponían a Breton y le atacaban sin piedad. Este tipo de paradojas asaltan sus escritos con una intensidad privilegiada. Sin embargo los opuestos circulan como los colores en el caleidoscopio, libres de la hipocresía de las fronteras. Ya no existe lo interior-exterior o lo físicopsíquico. “Los límites se han quebrado, se han enviado al diablo los muros, las torretas de las falsas murallas” 10. Todo en Crevel es una lucha por ensombrecer la diferencia a través de la diferencia, cuyo fin no es otro que la subversión del status quo. En lugar de un orden de las cosas fruto del pensamiento
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M. CANTAREL lógico, con sus deducciones y categorías, se propone la reordenación de la experiencia de una manera más intuitiva y emocional. En octubre de 1927 publica Babylon. Si bien la temática es similar a las anteriores obras (la ciudad, el amor, el sexo, la muerte…), Crevel abandona el estilo de los primeros años para adquirir una línea argumentativa más intermitente, desordenada tanto en el espacio como en el tiempo. La tendencia al género narrativo deja paso a un estilo discordante que conjuga la interrogación introspectiva con un tono comprometido que estará siempre latente. Todo lo que genera sumisión y hastío se convierte en el blanco principal de sus escritos. En estos años Crevel se apasiona por la pintura surrealista de su amigo Max Ernst, aunque también por Giorgio de Chirico, Paul Klee y el cubismo de Picasso.
De Berlín a Leysin: “Merci, Paul Klee” En enero de 1928 se instala en Berlín para asistir a la clínica de un reputado especialista. Por mediación de Klaus Mann, a quien había conocido años antes, es acogido por la élite intelectual berlinesa. Pero será el famoso galerista Alfred Flechtheim quien le descubra la “sinfonía de la gran ciudad”, con sus cabarets, sus orgías y la terrible inflación, pero también su sobriedad y su elegancia como capital del estado prusiano. Crevel se encuentra con la Babilonia de sus escritos. Berlín le angustia, le aflige, y en otros momentos la adora y “quisiera encontrar un trabajo estable, de ciertas horas al día.” 11 Cuando no está demasiado ebrio dedica su tiempo a escribir conferencias y artículos. Uno de los más
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(Êtes-vous fous?, Gallimard, París, 1929).
más alta de un sanatorio rasca cielos”
El pájaro de fuego “le llevó a la planta
Postal del Grand-Hotel, Leysin, 1932.
René Crevel y Man Ray, 1933.
Salvador Dalí, Yves Tanguy, Max Ernst,
Paul Éluard, André Breton, Hans Arp,
Los surrealistas de París: Tristan Tzara,
PRESENTACIÓN
importantes es el prefacio para el catálogo de la exposición de Paul Klee celebrada en Flechtheim (“Danke, Paul Klee”), que se convertirá en el germen de la publicación que presentamos a continuación. Hasta entonces Crevel no se había ocupado del alemán, aunque ya formaba parte de su grupo de pintores predilectos. Su fuerza poética, los temas y la iconografía (que va desde los acuarios y los bosques hasta los equilibristas y las ciudades orientales), pronto despiertan el interés de los surrealistas,
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M. CANTAREL que no tardan en reclamarle como “uno de los nuestros”. 12 El texto ocupa apenas tres páginas en las que domina la retórica típicamente surrealista del encuentro inesperado. 13 Ante todo destacan las alusiones a un mundo onírico, construido a partir de fragmentos e imágenes fabulosas, como sus “animales de alma, pájaros de inteligencia, peces de corazón, plantas de ensueño” 14 . La lectura de Crevel encierra por otro lado un característico espíritu de resistencia. El poeta admira la capacidad de Klee para hablar en plural y contribuir a que la gente “salga de su cueva, (…) que viva en un hábitat digno.” 15 Basta un paseo por las calles de las grandes ciudades –escribe años más tarde, acercándose quizá más a Grosz que a los grabados de Klee– para darse cuenta de que los peces gordos que acumulan la riqueza hacen bastante poco por la consecución de dicho orden. 16 La fría ironía de la Neue Sachlichkeit [Nueva Objetividad], el teatro de Piscator y Brecht o películas como Metropolis (1927) o Tiempos modernos (1936), son otras de las respuestas a la misma cuestión. Ahora en Berlín su pintura es un desahogo.
A mediados de febrero sufre un primer neumotórax y vuelve a ser hospitalizado para poner en marcha una compleja
operación
en
el
diafragma. 17
Permanecerá
ingresado hasta la inauguración de la exposición y al día siguiente regresará a París. 18 En el transcurso de los próximos meses escribirá Êtes-vous fous?, obra en la que el autor expresa en primera persona lo sucedido a lo largo del año anterior. Como el propio Crevel escribe en una carta a Marc Allégret, existe algo de enfermizo en ese relato. 19 Una sensación que se extenderá a lo largo de toda su obra, 20 evocada a través de la soledad, la inutilidad de todas las
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PRESENTACIÓN cosas y la percepción del suicidio como la única solución. 21 Entretanto se publicará su texto en francés “Merci, Paul Klee” 22 , en ocasión de una nueva exposición en París (galería Georges Bernheim) y aparecerá el “Segundo Manifiesto del Surrealismo” en el último número de La Révolution Surréaliste. Con él se inicia una nueva etapa en la historia del movimiento, en la que Breton antepone las cuestiones políticas al ensimismamiento de los paisajes oníricos, convirtiéndolo de este modo en un imperativo moral. Entre los firmantes se encontrará Crevel, si bien los miembros han variado mucho por sus diferencias ante las imposiciones de Breton. 23 En julio de 1929 se traslada a Leysin para ingresar una vez más en un sanatorio. 24 El invierno es el más detestable que ha conocido en 30 años: “como si los últimos 29 pudieran consolarme de esto”, escribirá Crevel. 25 En una carta a Marie-Laure de Noailles, cita los textos que se encuentra redactando: “he trabajado Brönte, Sintenis, Klee”. 26 Se trata de sendos artículos sobre las hermanas Brontë, la escultora alemana y bronce olímpico Renée Sintenis (también representada por Flechtheim), y una reelaboración del texto del Paul Klee, que aumenta de tamaño considerablemente. 27 Frente al frío y el largo reposo que le mantiene inmovilizado, Crevel se dedica plenamente a la escritura y vuelve de nuevo a las figuras centelleantes y ligeras del maestro de la Bauhaus. No obstante, nada parece consolarle lo suficiente: “entre las olas de sombra que se estrellaban contra el sanatorio, nada podía surgir que fuera, en lirismo o en grandeza, complementario de la decadencia carnal, como el rojo lo es al verde.” 28
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M. CANTAREL
Prière de m’ incinérer. Dégoût 27 de abril de 1930, Paul Éluard: “Crevel, nuestro desdichado amigo, está en París, más trágico que nunca. Tiene el costado espantosamente disminuido”. 29 El libro sobre Klee se ha publicado a principios de este mes. El escritor ha vuelto a participar activamente en las reuniones de los surrealistas, que trabajan en el proyecto de una revista que canalice los nuevos aires del grupo: Le Surréalisme au service de la révolution. A pesar de las frecuentes recaídas (dos meses después vuelve a Suiza para ser operado), inicia para Crevel un periodo de gran intensidad literaria. Se publican Dalí ou l’anti-obscurantisme (1931), Le Clavecin de Diderot (1932) y Les Pieds dans le plat (1933). En ellas multiplica sus ataques y sus escritos adquieren un carácter casi panfletario. Se postula contra el antisemitismo, la xenofobia, la homofobia… Ya no basta, como defiende Carassou, con que la imaginación esté liberada. Además hay que reconciliar el sueño y la acción, la acción y el sueño. El mundo surreal no puede seguir siendo diferente del real. 30 De sde 1933 hasta la fecha de su muerte, apoya enérg icamente a los intelectuales alemanes que luchan contra el nazismo, y aporta su ayuda en las colectas y comités que trabajan por la liberación de los antifascistas encarcelados, así como a favor de los insurgentes de Asturias, en 1934. También visita Madrid, donde conoce a Luis Buñuel y a Pablo Neruda. Su sed de militancia le lleva a ingresar en febrero de 1935 en las filas de la AEAR (la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios), próxima al Partido Comunista Francés. Mientras tanto, Crevel continúa escribiendo artículos (para
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PRESENTACIÓN
René Crevel, por Berenice-Abbott, París, 1927.
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M. CANTAREL Minotaure, por ejemplo, pero también para Commune o l’Humanité) e impartiendo conferencias sobre diversos temas literarios y políticos. En primavera, y convencido de su recuperación, trabaja con gran entusiasmo en el proyecto de un Primer Congreso Internacional de Escritores por la Defensa de la Cultura, una reunión por la literatura comprometida tras el ascenso del fascismo al poder. 31 El obstáculo principal que se le plantea es la hostilidad de algunos de los miembros del comité hacia los surrealistas, que se tachan de burgueses e incluso llegan a ser acusados de pederastas y sodomitas. Una bofetada de Breton a Ilya Ehrenburg una semana antes del Congreso, en la noche del 14 de junio, descarrila los esfuerzos de Crevel por la aceptación del grupo, aunque seguirá luchando hasta el final por su representación en el simposio. Tres días más tarde recibe los resultados de unos análisis médicos que juzga como “inquietantes” pero no sabe muy bien cómo interpretar. A las pocas horas se los muestra a un joven médico que había conocido en el Deux-Magots y por la reacción y sus palabras medidas es capaz de percibir la gravedad del diagnóstico. Crevel tiene tuberculosis renal. Esa misma tarde asiste como todos los días a la junta de la directiva, que continúa con los preparativos. Los acontecimientos que sucedieron entonces han sido narrados en numerosas ocasiones y solo nos remitiremos a los testimonios más cercanos 32: finalizada la reunión en torno a las 11 de la noche, Crevel sube a un taxi junto con Cassou y Tzara para volver a su apartamento. Durante el viaje les expresa su decepción por el Congreso, así como sus dudas ante el futuro del movimiento revolucionario. Cuando se aproximan a su calle, el coche se detiene y Crevel se
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PRESENTACIÓN despide de sus amigos de la misma forma que lo había hecho siempre. Una vez en su casa, ingiere un puñado de sedantes y deja abierta la llave del gas. “Una taza de té en la estufa, la ventana bien cerrada, abrí la llave del gas y me olvidé de encender una cerilla” 33 , había escrito en su primera novela, 11 años antes. Al día siguiente encontraron una nota en la solapa de su chaqueta: “Ruego que me incineren. Asco.”
*
*
*
La obra de René Crevel ha comenzado a traducirse al castellano recientemente: Desvíos (El Nadir, 2008), ¿Estáis locos? (Cabaret Voltaire, 2008), Babilonia (Ediciones Simurg, 2010), Mi cuerpo y yo (Arena libros, 2012) y, en formato digital, La muerte difícil (Ediciones de la Mirándola, 2013). El texto que presentamos a continuación es una traducción inédita del publicado por Gallimard en 1930 (colección Les peintres nouveaux 34). Se trata de la primera obra de importancia
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[Antikes Stadtbild], 1927. 43.5 x 63.2 cm.
Paul Klee, Vista de una antigua ciudad
consagrada a Paul Klee en lengua francesa, y un excelente
M. CANTAREL ejemplo de escritura surrealista por la intensidad de sus
imágenes, su voluntad agitadora y la indiferencia frente a las distinciones entre las distintas artes. La leyenda en torno a la figura de Crevel ha desviado muchas veces la atención sobre su obra. La reedición y traducción de sus escritos se presenta hoy en día como un acto de justicia literaria con un escritor más conocido por su tragedia que por la belleza de sus palabras. Antes de finalizar, quisiéramos recordar el título de la primera versión de este texto (“Merci, Paul Klee”), así como la anécdota que le daba sentido: aquella del encuentro inesperado con sus imágenes, como quien encuentra un palmeral de satisfacción en pleno desierto. Desde Zohar quisiéramos subrayarlo y hacer extensible el agradecimiento a nuestro poeta parisino, zahorí revolucionario, dandi del interior, ¡gracias, René Crevel! “René Crevel, René Crevelerá [Renacido Reventará], soy yo quien te llama: René, renace. Y tú, en un perfecto castellano, me respondes: –¡Presente!” 35
M. Cantarel
48
PRESENTACIÓN
Notas 1 René Crevel, Détours, Pauvert,
de una frente sufriente sobre este
París, 1985, p. 19.
astro resplandeciente.” Klaus Mann,
2 René Crevel, «Autobiographie»
Cambio de Rumbo. Crónica de una vida,
(1926), Feuilles éparses, Louis Broder,
Alba, Barcelona, 2007, p. 204-205.
Paris, 1965, p. 86.
8 Salvador Dalí, Diario de un genio,
3 Como Disque vert, Montparnasse,
Tusquets, Barcelona, 2004, p. 112.
la Revue européenne o Sélection entre
9 Ibid., p. 114.
otras.
10 René Crevel, “L’Esprit contre
4 André Breton, “Entrada de los
la Raison” (1926), en L’Esprit contre
médiums” (1922), Los pasos perdidos,
la Raison et autres écrits surréalistes,
Alianza,
Pauvert, París, 1986, p. 49.
Madrid,
1987
pp.
111-
118; René Crevel, “La Période des sommeils”, This Quarter, vol. 5, n° 1, septiembre, 1932.
11 Pierre Bertaux, Un normalien à Berlin, Pia & Cappa, Asnières, 2001, p. 151.
5 Ezra Pound, “Rene Crevel”, The Criterion, v. 18, nº. 71, Enero de 1939, p. 227. 6 Testimonio recogido por François Buot en Crevel, Grasset, Paris, 1991, pp. 25-26.
11 François Buot, Crevel, GrassetFasquelle, París, 1991. 12 En las publicaciones del grupo su nombre aparece por primera vez en 1922, en el número 6 de la revista Littérature. Un artículo de Louis
7 “Sus ojos, dos grandes astros
Aragon escrito en Berlín rezaba
luminosos, abiertos como en un
lo siguiente: “Aquí todavía no se
constante ataque de pánico o de
han dado cuenta de que las jóvenes
embeleso,
misterio
generaciones preferirán a Paul Klee
indescriptible. Ojos de esta magia
frente a sus predecesores.” (“Le
apenas se encuentran en nuestra
dernier été”, Littérature, serie nueva,
época tan reducida. No eran de un
n° 6, noviembre, 1922, p. 22). Aunque
color determinado sino que parecían
probablemente fuera Max Ernst,
hechos de luces cambiantes; de su
que le conoce personalmente en
agitada profundidad emanaba un
1919, quien les hablara por primera
fluido aterrador: a explosiones de
vez del pintor (Paul Éluard adquiere
electricidad ultraterrenas seguían
en 1921 una pequeña acuarela de
súbitos oscurecimientos como si
Paul Klee por recomendación suya).
las sombras del dolor descendieran
En La Révolution surréaliste volverán
tenían
un
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M. CANTAREL
Tristan Tzara y René Crevel, por Man Ray,
Página preliminar de Klee (Gallimard, 1930)
1928.
con grabado de Georges Aubert.
a aparecer varios grabados, y ya en
Surrealismo y la pintura: “El arte no
el Manifiesto le encontraremos junto
trata de representar lo visible, sino
a un grupo de pintores considerados
de hacer visible lo invisible”; y en
de algún modo “surrealistas”, como
última instancia, recuerda también
Seurat, Moreau, Matisse o Picasso.
a Novalis, a Hölderlin, a Jean-Paul.
(No obstante, Breton se olvidará
13 El encuentro tuvo lugar en otoño
de él en Los Pasos Perdidos y en El
de 1925, en ocasión de la primera
surrealismo y la pintura. Solo volverá
exposición individual del artista
a mencionarle en 1941, en un texto
en Francia (galería Vavin-Raspail,
titulado Génesis y perspectiva artística
París. Del 21 de octubre al 14 de
del surrealismo, por su “automatismo (parcial)”). al
alemán,
Por
lo
debe
que
noviembre; 39 acuarelas), a la que
respecta
señalarse
Crevel asiste junto a los demás
que
miembros del grupo surrealista.
jamás mostró ningún interés por
Louis Aragon, que había viajado a
el surrealismo, si bien no debe
Berlín en 1922 y conocía bien la obra
ignorarse que existía una verdadera
del alemán, sería quien escribiese el
afinidad intelectual entre las dos
texto para el catálogo, que también
partes. Uno de los aforismos más
incluía un poema de Paul Éluard. La
famosos del pintor recuerda con
siguiente exposición se celebrará de
fuerza las palabras de Breton en El
nuevo en Vavin-Raspail, del 16 al 31
50
PRESENTACIÓN de marzo de 1927, con una muestra de 23 acuarelas. 14 René Crevel, “Merci, Paul Klee”, L’Esprit contre la Raison…cit., pp. 38. 15
René
Crevel,
“Discours
aux
peintres”, Commune, n°22, junio de 1935. 16 Íbid. 17 Pierre Bertaux, Op. cit., p. 212. 18 Del 18 de marzo al 24 de abril de 1928; 56 obras. El catálogo se edita el 14 de febrero con el texto de Crevel: “Danke, Paul Klee”, traducido del francés por su amiga Thea Sternheim. Poco después aparecerá
Otto Dix, El marchante Alfred Flechtheim, 1926.
en el nº 4 de la revista berlinesa Der
Óleo sobre lienzo, 120 x 80 cm.
Querschnitt (abril, 1928, pp. 253-254), dirigida por el propio Flechtheim y consagrada a todas las formas de creación en Europa. 19 Michel Carassou, René Crevel, Fayard, París, 1989, p. 145.
sifilíticos. El suicidio es un medio de selección. Se suicidan los que no tienen la casi universal cobardía de luchar contra cierta sensación en el alma, tan intensa que hay que tomarla, por el momento, como
20 “Una cierta fatalidad de la
una sensación de lo verdadero.
enfermedad”, en palabras de Buot.
Solo
Véase su artículo “Crevel, Guibet: La
aceptar
Littérature et la maladie”, Mélusine,
justa y definitiva de las soluciones:
nº 22, número especial “René Crevel
el suicidio.” “Réponse à l’enquête
ou l’esprit contre la raison. Actes du
Le Suicide est-il une solution?”, La
Colloque international”, Burdeos,
Révolution surréaliste, n° 2, 15 enero,
21-23
1925, p.13. Véase también “Mais si
noviembre
2000,
L’Age
esta la
sensación
permite
probablemente
más
d’homme, 2002, pp. 167-172.
la mort n’était qu’un mot”, Le Disque
21 “Dicen que uno se suicida por
Vert, 4ª serie, n° 1, enero 1925.
amor, por miedo, por enfermedad...
22
No es cierto. Todos aman o creen
1 al 15 de febrero, 1929; Galería
amar, todos tienen miedo a alguna
Georges Bernheim et Cie., Moderne
cosa, todos son más o menos
Imprimerie, París.
51
“Exposition
Paul
Klee”,
del
M. CANTAREL 23 El primer Manifiesto aparece
Malkine, Morise, Naville, Noll, Péret,
suscrito por Aragon, Baron, Boiffard,
Picon, Soupault y Vitral. El Segundo
Breton,
Manifiesto por Alexandre, Aragon,
Carrive,
Crevel,
Delteil,
Desnos, Éluard, Gerard, Limbour,
Bousquet, Breton, Buñuel,
Char,
Crevel, Dalí, Éluard, Ernst, Fourrier, Goemans,
Nougé,
Péret,
Ponge,
Ristitch, Sadoul, Tanguy, Thirion, Tzara y Valentín. 24 “Crevel está en el Grand-Hotel”, julio de 1929. (Paul Éluard, Cartas a Gala: 1924-1948, Tusquets, Barcelona, 1986, p. 81). 25 François Buot, Op. cit. 26 Ibid. 27 Los tres estarán fechados en el verano de 1929 en Leysin, y se publicarán
al
año
siguiente.
El
texto de las hermanas Brönte (Les Sœurs Brontë, filles du vent) aparecerá ilustrado
por
5
litografías
de
Marie Laurencin en Édition des Quatre Chemins, mientras que el de Renée Sintenis se editará en la colección “Sculpteurs Nouveaux” de Gallimard. 28 René Crevel, ¿Estáis locos?, Cabaret Voltaire, Madrid, 2007, pp. 60-61. 29
“…después
de
un
mes
de
tuberculina [hacia el 1º de octubre], si no hay mejora, se cortan las costillas, probablemente
en
Lausanne”
extracto de una carta inédita de Crevel a Gala, Leysin, s.f. (Paul Éluard, Óp. cit., pp. 99 y 377) 30 Michel Carassou, “René Crevel Necrología de Crevel en L’Humanité,
¿surrealista?”, Litoral, nº 174/176, 1987,
21 de junio, 1935.
p. 363.
52
PRESENTACIÓN 31
El
Congreso
finalmente
se
durante
celebraría días
André Thirion, Révolutionnaires sans
21
Révolution, Robert Laffont, Paris,
y 25 de junio y contaría con la
1972, pp. 319-320, 380-381; David
presencia
como
Gascoyne, “A propos du suicide de
Cassou, Ehrenburg, Guilloux, Gide,
René Crevel”, Europe, n° 63.679, 1
Malraux,
Valle-Inclán,
noviembre, 1985, p. 90.
Pasternak,
Huxley,
de
los
celebridades
Brecht,
Nezval…
Por
España fueron invitados: Ramón del
Valle-Inclán,
Antonio
Manuel
Machado,
Juan
Azaña, Ramón
Jiménez, Luis Araquistain, J. Alvarez del Vayo, Federico García Lorca, César M. Arconada, Ramón J. Sender y Carranquo de Ríos. (Heraldo de Madrid, Madrid, año XLV, nº 15.377,
33 René Crevel, Détours, cit., p. 34. 34 La colección (1920-1945) nace como una serie de monografías ilustradas a modo de “guías de la nueva pintura”, dirigida por Roger Allard y posteriormente por André Malraux. Esta obra, Klee, ha sido reeditada en su versión francesa por
jueves 13 de junio de 1935, p. 7)
Fata Morgana (2011).
32 Salvador Dalí, Óp. cit., p. 119;
35 Salvador Dalí, Op. cit., p. 119.
Paul Klee, Castillo de los creyentes [Burg der Glaübigen], 1924. Acuarela y gouache sobre papel, 23 × 32.5 cm. Esta obra, junto con Palábras parsimoniosas del avaro y Diecisiete, extravío, aparece en las páginas de La Révolution Surréaliste (nº 3, 1925) ilustrando la sección de “sueños”.
53
Litografía, 31.8 x 22.8 cm.
Paul Klee, Escena hoffmannesca [Hoffmanneske Szene], 1921.
M. CANTAREL
Paul Klee, Coemdia [Komödie], 1921. Acuarela y óleo sobre papel, 30.5 x 45.4 cm.
54
PRESENTACIÓN
Paul Klee, La máquina de gorjear [Die Zwitscher-Maschine], 1922. Óleo, acuarela y tinta sobre papel, 64.1 x 48.3 cm.
55
Paul Klee René Crevel
L
e plus brave des hommes, oserait-il regarder, en plein dans les yeux, un hippocampe, point
d’interrogation à tête de cheval, tout droit jailli des profondeurs à la surface du rêve? Ce beau-fils des mers, plus vertical dans son ascension qu’un lift dernier cri, ce Centaure dont la simple présence trouble au point que tout doit être remis en question, quel autre symboliserait mieux l’œuvre de Klee? Or, comparés à ce fatal et solitaire petit Pégase, combien moins redoutables nous apparaissent les mastodontes pesamment affirmés. C’est que toujours il y a eu, et toujours il y aura, une quelconque Réalité pour servir de bergère au monstrueux troupeau. Paissent en paix les baleines parmi les plus glacées des steppes liquides. Si j’en crois mes souvenirs du temps d’histoire naturelle, ces bonnes grosses mères, aussi peu fortes pour plonger que les dondons des plages petites bourgeoises, parce qu’elles n’ont point (telles ces dites dondons) l’hiver venu, la ressource des magasins où chiffonner rubans, soies 56
Paul Klee René Crevel
¿O
saría el más valiente de los hombres, mirar de lleno a los ojos, a un caballito de mar, signo
de interrogación con cabeza de caballo, directamente surgido de las profundidades a la superficie del sueño? Ese hijastro de los mares, más vertical en su ascensión que un ascensor de último grito, ese Centauro cuya sola presencia desconcierta hasta el punto en el que todo debe volver a cuestionarse, ¿qué otro simbolizaría mejor la obra de Klee? Ahora bien, comparados a este fatal y solitario pequeño Pegaso, cuánto menos temibles aparecen los mastodontes pesadamente afirmados. Siempre ha habido y siempre habrá una Realidad cualquiera para servir de pastor al monstruoso rebaño. Pastan en paz las ballenas entre las más heladas de las estepas líquidas. Si confío en mis recuerdos de los tiempos de historia natural, aquellas buenas y robustas madres, tan poco hábiles para sumergirse como las gordinflonas de las playas pequeño-burguesas, porque para ellas (las llamadas gordinflonas) el invierno no ha llegado, la fuente de 57
RENÉ CREVEL
et galons, crachent de grands jets qui métamorphosent l’eau en panaches jumeaux des plumes, d’un si bel effet sur les galurins régionalistes, au fin fond du fin fond des provinces, car, Dieu merci, les sous-préfètes, les notairesses, les colonelles n’ont point toutes, malgré le siècle, perdu le sens de majesté. Baleine, impératrice des océans polaires, comme la rose est la reine des fleurs, et le poireau l’asperge du pauvre, aimable cétacé, souveraine sans prince consort, géante trop sage pour aller chercher midi à quatorze heures, entre vos banquises, vous vous pavanez, libre de toute crise de conscience, et vous engraissez plus et mieux qu’une reine batave, car les icebergs vous épargnent toute tentation, même de tulipes. Parce que votre destin est d’apparat, persuadée que tout va pour le mieux dans le meilleur des mondes, vous concluez: chacun son métier. C’est que vous avez plus d’un tour dans votre sac à main et vous aimez les dictons. Or, aussi mondaine et frivole avec vos proverbes que M. de La Rochefoucauld avec ses maximes, vous oubliez que les uns et les autres se retournent comme des gants. Parlez de métier. Les enfants des villes sont assez maigres pour avoir le droit de vous répondre qu’il n’en existe que de sots. Et, en fait, depuis que la science moderne a bien voulu nous apprendre que les vaches, elles-mêmes, étaient sujettes à la tuberculose, il ne nous importe guère qu’elles soient un peu plus ou un peu moins mal gardées. Nous n’aimons ni les asperges du pauvre, ni les poireaux du riche. Arraché le masque des métaphores faciles, nous
58
PAUL KLEE
comercios donde los arrugados lazos, sedas y galones, que metamorfosean el agua en penachos gemelos de plumas, de tan bello efecto sobre los sombreros regionalistas, en lo más recóndito del final de las provincias, ya que, a Dios gracias, las comisarias, las notarias, las coronelas, no han perdido todas, a pesar del siglo, el sentido de majestad. Ballena, emperatriz de los océanos polares, como la rosa es la reina de las flores, y el puerro el espárrago del pobre, amable cetáceo, soberana sin príncipe consorte, giganta demasiado sabia como para tratar de buscarle cinco pies al gato, entre tus hielos te pavoneas, libre de toda crisis de conciencia, y engordas más y mejor que una reina bátava, ya que los icebergs te eximen de toda tentación, incluso de los tulipanes. Porque tu destino es aparentar, persuadida de que todo marcha bien en el mejor de los mundos, concluyes: cada uno a sus asuntos. Guardas un as en la manga y te encantan los refranes. No obstante, tan mundana y frívola con tus proverbios como el Sr. de La Rochefoucauld con sus máximas, olvidas que tanto los unos como los otros se voltean como los guantes. Habla de tus asuntos. Los niños de las ciudades son lo bastante delgados como para tener el derecho a responderte que no existen más que bobos. Y de hecho, desde que la ciencia moderna se ha esmerado en enseñarnos que las vacas estaban expuestas a la tuberculosis, ya apenas nos importa que estén mejor o peor resguardadas. A nosotros no nos gustan ni los espárragos del pobre, ni los puerros del rico. Arrancada
la
máscara
59
de
las
metáforas
fáciles,
RENÉ CREVEL
trouverons de belles injures pour vitrioler la sagesse des nations. Et surtout il ne faut plus de cette sensiblerie dont s’endimanchent
les
pseudo-intellectuels,
les
pseudo-
artistes. Nous avons déjà une belle vengeance, une belle joie positive puisque les gouffres que votre peur fait semblant de dédaigner, baleine, fleurissent de très subtils mystères. Les scaphandriers d’Europe, il est vrai, ont les doigts bien lourds et les plongeurs polynésiens, qui échappent au martyre des semelles de plomb, n’aiment à cueillir, dans leur promenade entre les flots, que les perles douces, rondes, à l’image des paupières de leur sommeil ingénu. Dès lors, comment ne point appeler miracle, Paul Klee, cette excursion au plus secret des mers d’où vous êtes revenu, avec, dans le creux des paumes, un trésor de micas, de comètes, de cristaux, une moisson d’hallucinants varechs et le reflet des villes englouties. Tout ce que vous avez rapporté des abîmes se révèle digne, en transparence, des poissons dentelés. Les crabes, oui, les crabes eux-mêmes ont des ailes. Un peintre a ouvert les poings et, d’entre les lumières de ses doigts, d’incroyables volières se sont échappées qui peuplent, maintenant, les toiles dociles, pour leur bonheur, à cette magie. Et c’est pourquoi, pas une ligne, si ténue soit-elle, qui n’ait sa qualité frissonnante. Les traits d’ongles qui écorchèrent, au gré d’un caprice cyclopéen, roches et galets, tous les graffiti de l’au-delà, les créatures d’hypnose et les fleurs d’ectoplasme ont été
60
PAUL KLEE
encontraremos las bellas injurias para envitriolar1 la sabiduría de las naciones. Y sobre todo ya no hace falta esa sensiblería con la que se engalanan los pseudointelectuales, los pseudoartistas. Ya tenemos una bella venganza, una bella alegría positiva, puesto que las simas que tu miedo parece desdeñar, ballena, florecen de muy sutiles misterios. Los submarinistas de Europa, es cierto, tienen los dedos muy pesados y los buzos polinesios, que escapan del martirio de las suelas de plomo, no les gusta recolectar, en sus paseos entre las multitudes, más que las perlas dulces, redondas, a imagen de los párpados de su sueño ingenuo. Desde entonces, cómo no llamar milagro, Paul Klee, a esta excursión al más secreto de los mares de donde tú has regresado, trayendo entre tus manos un tesoro de micas, de cometas, de cristales, una cosecha de alucinantes algas y el reflejo de ciudades sumergidas. Todo lo que trajiste de los abismos se revela, en transparencia, digno de los peces dentados. Los cangrejos, sí, los propios cangrejos tienen alas. Un pintor abrió los puños y, de entre las luces de sus dedos, escaparon increíbles bandadas que pueblan ahora los dóciles lienzos, para su felicidad, en esta magia. Y es por eso que no hay una línea, por tenue que sea, que no tenga su cualidad escalofriante. Los trazos de uñas que, a merced de un capricho ciclópeo, arañan rocas y guijarros, todos los grafitis del más allá, las criaturas de hipnosis y las flores de 1. Del lat. vitreŏlus, ‘vidrio’. En química, ácido sulfúrico (N. del T.)
61
RENÉ CREVEL
dessinées, photographiées, sans ruse d’éclairage, sans frauduleux romantisme, ni mensonge grandiloquent d’expression. Et voilà bien la plus intime et aussi la plus exacte surréalité. Un pinceau devenu aimant, le labyrinthe du rêve, soudain magnétisé, se déroule en longs anneaux. Combien timide la légende qui faisait obéir à la voix d’Orphée les bêtes féroces, car, maintenant, plantes et pierres s’émeuvent, ne savent plus demeurer immobiles. Monde en marche, univers de brindilles palpitantes, fourmilières libérées de toute police, de toute contrainte, parce que les yeux des squales en ont contemplé la naissance, un rythme souverain, hors des cadres, hors du temps, de l’espace, précipite les trois règnes de cette création. Alors, écoutez-moi, baleines et vous aussi tout autres mégalomanes,
écoutez-moi
et
rappelez-vous,
ces
animaux fabuleux qui se fussent volontiers nourris de ressorts à boudins pour croître encore en long et en large, ces monstres préhistoriques, niais à ne savoir que faire de leur peau, n’ont, et c’est toute justice, laissé sur notre globe que le souvenir de leur squelette. Et pourtant, à l’aube des âges, la famille Diplodocus devait bien se croire destinée à régner sur ce globe, usque ad vitam aeternam. Je ne suis ni prophète ni prédicateur, mais je puis vous dire qu’il y aura des puces jusqu’au jour du jugement, cependant que l’ultime rejeton de la famille Diplodocus
62
PAUL KLEE
ectoplasma fueron dibujadas, fotografiadas, sin astucia de iluminación, sin fraudulento romanticismo, ni mentiras grandilocuentes de expresión. Y he aquí la más íntima y también la más exacta surrealidad. Un pincel convertido en imán, el laberinto del sueño, súbitamente magnetizado, se despliega en largos anillos. Cuán tímida es la leyenda que hacía obedecer a las feroces bestias ante la voz de Orfeo, puesto que, ahora, plantas y piedras se conmueven, ya no saben permanecer inmóviles. Mundo en marcha, universo de ramitas palpitantes, hormigueros
liberados
de
toda
policía,
de
toda
coacción, porque los ojos de los escualos contemplaron el nacimiento, un ritmo soberano, fuera de los límites, fuera del tiempo, del espacio, precipita los tres reinos de esta creación. Por lo tanto, escuchadme, ballenas y también vosotros los otros megalómanos, escuchadme y recordad, esos animales fabulosos que se alimentan de buen grado de resortes, para crecer aún más a lo largo y a lo ancho, esos monstruos prehistóricos, bobos hasta el punto de no saber qué hacer con su propia piel, no dejaron sobre el globo, para ser justos, más que el recuerdo de su esqueleto. Y sin embargo, al alba de los tiempos, la familia Diplodocus bien debía creerse destinada a reinar sobre este globo, usque ad vitam aeternam. No soy ni profeta ni predicador, pero puedo deciros que habrá pulgas hasta el día del Juicio, mientras que el último retoño de la familia Diplodocus, que debía
63
RENÉ CREVEL
qui devait si bien mépriser les cousins Mammouth, et, à plus forte raison, les éléphants, ses parents pauvres, le dernier et le plus colossal des fabuleux quadrupèdes, dis-je, si l’envie m’en prend, je n’ai qu’à me rendre au Muséum pour lui chatouiller les os. Paul Klee, parce que vous avez libéré les infiniment petits cet hiver, les aoûtats chanteront à voix de sirène et l’Europe et les deux Amériques enfin rougiront de s’être laissé séduire par le système métrique. Il ne s’agit non plus de céder à la tentation du nébuleux Orient que les enquêtes de la grande presse et des revues distinguées, les paradoxes de la philosophie salonnière ont mis à la mode. Cote de Bourse qui fleure l’encre d’imprimerie ou Nirvana parfumé au papier d’Arménie, c’est, sinon trop beau, du moins trop facile pour être honnête. On connaît l’image chère à M. Maeterlinck, des deux lobes du cerveau, l’oriental et l’occidental, l’un à l’autre, comme de juste, impénétrables. Cette métaphore, qu’on eût crue inoffensive en son aimable simplicité, fait qu’on exhorte l’Ouest à rêver de l’Est. Il paraît, d’autre part, que l’Orient achète à l’Occident des fusils, des chapeaux, des faux cols en celluloïd, des tire-chaussettes et des romans psychologiques. Il faut donc noter que ces impénétrables sont, quoique sans espoir, comme Héloïse d’Abélard, amoureux l’un de l’autre. Europe, Asie. Les plus optimistes en espèrent un couple, dont l’union pourrait être célébrée par une de ces chansons du genre
64
PAUL KLEE
menospreciar a los primos Mamut, y, con más razón, a los elefantes, sus parientes pobres, el último y más colosal de los fabulosos cuadrúpedos, decía, no tendría más que acercarme al Museo para hacerle cosquillas en los huesos. Paul Klee, porque tú has liberado los infinitamente pequeños este invierno, los ácaros cantarán con voz de sirena, y Europa y las dos Américas enrojecerán finalmente por haberse dejado seducir por el sistema métrico. Tampoco se trata de ceder a la tentación del nebuloso Oriente, que las encuestas de la gran prensa y las revistas distinguidas, las paradojas de la filosofía de salón, han puesto de moda. La cotización de la Bolsa que emana tinta de impresora o Nirvana perfumado en papel de Armenia, es, si no más bella, al menos más fácil, para ser honesto. Conocemos la imagen, querida por el Sr. Maeterlinck, de los dos lóbulos del cerebro, el oriental y el occidental, el uno y el otro, como es previsible, impenetrables. Esta metáfora, que tuvimos por inofensiva en su amable simplicidad, hace que exhortemos al Oeste a que sueñe con el Este. Parece, por otra parte, que Oriente compra a Occidente fusiles, sombreros, falsos cuellos de celuloide, ligas para calcetines y novelas psicológicas. Debe notarse por lo tanto que estos impenetrables están, aunque sin esperanza, como Eloísa de Abelardo, enamorados el uno del otro. Europa, Asia. Los más optimistas esperan de ellos una pareja cuya unión podría ser celebrada por una de esas canciones
65
RENÉ CREVEL
de celle qui, après avoir gaillardement affirmé: La gaine est faite pour le couteau, conclut: Et la fille pour le garçon. *
*
*
Or, bien que Paul Klee, avec trois grains de sable, nous ait prouvé que les gratte-ciel de New York, les Galeries Lafayette de Paris, l’étonnante boulimie noctambule de Berlin, les enseignes lumineuses de Londres, ne sont rien pour les yeux de l’esprit, rien pour les oreilles de l’imagination, bien qu’il ait fait éclater des yeux illimités au front des plus minuscules créatures et, en dépit des algues, par lui libérées de tout roc, malgré tant d’êtres, de végétaux, de choses moins possibles à nier dans leur impondérable surréalité que nos maisons, nos becs de gaz, nos cafés et la viande des amours quotidiennes ou hebdomadaires, selon des ressources des tempéraments civilisés, tout le merveilleux qu’il dispense ne doit pas être abâtardi, perverti, utilisé pour l’une ou l’autre cause. Nous nous refusons de voir en lui un de ces fakirs simplistes. Il est le contraire même de ces initiés de music-hall ou prophètes pour vieille vierge britannique et théosophe. Libre donc au jeune Européen de chanter la toute neuve et déjà classique chanson de ses inquiétudes, libre à l’Adonis cosmétiqué de célébrer son amour des valises, du sleeping, de la vitesse, et que son frère bronzé des antipodes joue au Bouddha mort ou vivant, la phraséologie des
66
PAUL KLEE
como aquella que, tras haber afirmado obscenamente: La vaina está hecha para el cuchillo, concluye: Y la chica para el chico. *
*
*
Ahora bien, aunque Paul Klee, con tres granos de arena, nos haya enseñado que los rascacielos de Nueva York, las Galerías Lafayette de París, el asombroso frenesí noctámbulo de Berlín, los carteles luminosos de Londres, no son nada para los ojos del espíritu, nada para los oídos de la imaginación, aunque haya hecho estallar los ojos ilimitados en frente de las más minúsculas criaturas y, a pesar de las algas, por él liberadas de cualquier roca, a pesar de tantos seres, de vegetales, de cosas menos posibles de negar en su imponderable surrealidad que nuestras casas, nuestras lámparas de gas, nuestros cafés y la carne de los amores cotidianos o semanales, según los medios de los temperamentos civilizados, todo lo maravilloso que él dispensa no debe ser envilecido, pervertido, utilizado para una u otra causa. Nos negamos a ver en él uno de esos faquires simplistas. Él es justo lo contrario de esos iniciados de music-hall o profetas de vieja virgen británica y teósofa. Libre por tanto el joven europeo de cantar la novedosa y ya clásica canción de sus inquietudes, libre el Adonis cosmético de celebrar su amor por el equipaje, del sleeping, de la velocidad, y aunque su hermano bronceado de las antípodas juegue al Buda vivo o muerto, la fraseología de
67
RENÉ CREVEL
journalistes rhéteurs, les distinctions des critiques et leurs propos sophistiques, tant d’architecture en plein vide ne saurait prévaloir contre une goutte de spontanéité. Paul Klee, oriental? Oui, sans doute, puisque certains de ses tableaux semblent tissés en hommage aux plus fraîches visions des Mille et une Nuits. Mais qu’il nous mène au milieu des parterres, conduit par des allées secrètes à la caverne dont l’âge de pierre anima les parois d’aurochs, de rennes. Et l’on revient les bras chargés d’un bouquet de fossiles, cueillis à l’ombre incandescente des arbres de sel. L’œuvre de Klee est un musée complet du rêve. Le seul musée sans poussière. La cendre elle-même s’y fait prairie autour des villages en miniature, comme en bâtissent les enfants avec leurs jeux de constructions. L’espace, ce vieux préjugé est enfin dénoncé puisque des cosmogonies serviront de rues, et, la Voie lactée de fleuve à ce paradis lilliputien et magnifique dont les animaux et leurs hommes, tout de nerfs, saluent l’incendie des poissons volants. À cette lumière, il n’est point de cailloux qui veuillent encore faire la tête dure, la sourde oreille. Partout ce sont des éclosions surprenantes. Et parce que sur l’ongle de son pouce un peintre sut dessiner des murailles à faire rêver de Babylone et de Palmyre, au plafond de leur chambre, les malades qui ont lu dans ses toiles sauront pour se venger de la fièvre, du silence, de l’immobilité, découvrir des kilomètres et
68
PAUL KLEE
los periodistas retóricos, las distinciones de los críticos y sus palabras sofisticadas, tanta arquitectura en el vacío no sabría prevalecer contra una sola gota de espontaneidad. Paul Klee, ¿oriental? Sí, sin duda, ya que algunos de sus cuadros parecen creados en homenaje a las más frescas visiones de las Mil y una Noches. Pero él nos dirige en mitad de los parterres, conducidos por caminos secretos a la caverna cuya edad de piedra alienta las paredes con bisontes, con renos. Y volveremos con los brazos cargados de un manojo de fósiles, recolectados a la sombra incandescente de los árboles de sal. La obra de Klee es un museo completo del sueño. El único museo sin polvo. La propia ceniza se hace allí pradera alrededor de los pueblos en miniatura, como los que crean los niños en sus juegos de construcciones. El espacio, ese viejo prejuicio es por fin denunciado puesto que las cosmogonías servirán de calles, y, la Vía Láctea de río para ese paraíso liliputiense y magnífico cuyos animales y sus hombres, manojo de nervios, saludan al incendio de los peces voladores. Bajo esa luz, no existe un solo guijarro que todavía quiera hacer el cabeza dura, los oídos sordos. Por todas partes hay eclosiones sorprendentes. Y porque en la uña del pulgar un pintor supo trazar murallas que hacen soñar con Babilonia y Palmira, en el techo de su habitación, los enfermos que han leído en sus lienzos sabrán, para vengarse de la fiebre, del silencio, de la inmovilidad, descubrir kilómetros y kilómetros
69
RENÉ CREVEL
des kilomètres d’histoires. Un petit morceau de plâtre écaillé, il n’en faut pas plus pour que soient dévoilés les plus vertigineux secrets. Paul Klee le sait que ne tentèrent ni les arabesques, ni la virtuosité. La matière la plus simple, mots ou couleurs, sert de truchement entre l’au-delà et le voyant. La poésie est la découverte des rapports insoupçonnés d’un élément à un autre. Le peintre doué de poésie, dans la plus sèche géométrie saura trouver les échelles pour ses plongées. Il monte, descend, remonte et, au plus haut palier, parce que la clef a été perdue de cette porte qui devait s’ouvrir à même le ciel, à même le vent, Paul Klee n’aura qu’à regarder par le trou de la serrure, pour découvrir, dans deux centimètres carrés béants, un monde d’étoiles que les hommes croyaient perdu. Il n’y a plus de mesure. J’entends que les unités de longueur, poids, capacité, ne sauraient servir de mesures. Nous ne croyons plus au système métrique. Nul ne saurait auner les rêves, les désirs. *
*
*
Bien mieux, je ne crois plus même à ces lieux communs métaphoriques dont notre paresse avait coutume de se régaler sans craindre la surprise. À vingt-neuf ans bien sonnés, je commence même à ne plus croire au corbeau, oiseau de malheur, depuis que, ce matin, un de ces nevermore, non au chambranle de ma
70
PAUL KLEE
de
historias.
Un
pequeño
fragmento
de
escayola
desconchada es suficiente para que sean desvelados los más vertiginosos secretos. Paul Klee bien sabe que no le tentaron ni los arabescos, ni el virtuosismo. La materia más simple, sean palabras o colores, sirve de intermediaria entre el más allá y el vidente. La poesía es el descubrimiento de las relaciones insospechadas de un elemento con otro. El pintor dotado de poesía, en la geometría más seca sabrá encontrar las escaleras para sus zambullidos. Él sube, baja, vuelve a subir y, en el peldaño más alto, puesto que se perdió la llave de aquella puerta que debía abrirse al mismo cielo, al mismo viento, Paul Klee no tendrá más que mirar por el ojo de la cerradura, para descubrir, a través de dos centímetros cuadrados abiertos de par en par, un mundo de estrellas que los hombres creían perdido. Ya no existen medidas. Dicen que las unidades de longitud, peso, capacidad, podrían servir como medidas. Ya no creemos en el sistema métrico. Nadie sabría calibrar los sueños, los deseos. *
*
*
Es más, ya ni siquiera creo en esos lugares comunes metafóricos que nuestra pereza tenía costumbre de regalarse sin temer a la sorpresa. Con veintinueve años bien cumplidos, empiezo incluso a dejar de creer en el cuervo, pájaro de mal agüero, desde que, esta mañana, uno de esos nevermore, no en el marco
71
RENÉ CREVEL
porte, mais sur mon balcon est venu se poser. Le sombre personnage avait un bec du plus beau jaune, dit serin. Il était si bien botté de rouge, que malgré moi, j’ai pensé à une paradoxale mariée, dont, parmi les tulles, le visage apparaîtrait maquillé d’émeraude et les pieds chaussés de violet. Ce corbeau des altitudes répond au déconcertant surnom de Choucas, comme s’il n’était qu’une demimondaine cocaïnomane. Décidément, les conservateurs exagèrent, et, s’ils ont le moindre sens de justice, enfin, ils ne s’étonneront point que Paul Klee méprise les montagnes à sommet de 4810 mètres, les chutes du Niagara et tous les animaux à réputation trop bien établie même s’ils passent pour féroces, tels les lions, ces commis voyageurs du désert à cravate lavallière. Que le romantisme, au goût du jour célèbre ferrailles, ciment armé et toutes ces métallurgies qui prétendent au record du saut en longueur, Paul Klee, libre de tout vertige, suit un simple cheveu jeté entre ciel et terre. Son oeil a saisi le miracle des couleurs, tout le miracle de toutes les couleurs, dans une goutte d’eau, la simple, la fameuse goutte d’eau qui fait déborder le vase, l’océan et, au jour de glorieuse colère, l’insondable résignation des hommes. La peinture de Paul Klee s’affirme d’après le déluge, d’après celui que nous espérons, pour achever le travail si incomplet de l’autre. Et vive l’inondation.
72
PAUL KLEE
de mi puerta, sino sobre mi balcón ha venido a posarse. El oscuro personaje tenía un pico del más bello amarillo, llamado canario. Estaba tan bien embotado de rojo que, a mi pesar, pensé en una paradójica mujer casada, cuyo rostro, entre los tules, aparecía maquillado de esmeralda y los pies calzados de violeta. Este cuervo de las altitudes responde al desconcertante sobrenombre de Choucas, como si no fuera más que un semi-mundano cocainómano. Decididamente, los conservadores exageran, y, si tuvieran el más mínimo sentido de la justicia, al final no se sorprenderían de que Paul Klee desprecie las montañas de cumbres de 4810 metros, las cascadas del Niagara y todos los animales de buena reputación incluso los que parecen feroces, como los leones, esos viajeros del desierto con corbata lavallière. Mientras que el romanticismo a la moda celebra las ferrallas, el cemento armado y todas esas metalurgias que pretenden el récord de salto de longitud, Paul Klee, libre de todo vértigo, sigue un simple cabello arrojado entre cielo y tierra. Su ojo ha captado el milagro de los colores, todo el milagro de todos los colores, en una gota de agua, la sencilla, la famosa gota de agua que hace desbordar el vaso, el océano y, en un día de gloriosa cólera, la insondable resignación de los hombres. La pintura de Paul Klee se afirma después del diluvio, después de aquel que esperamos, para concluir el trabajo tan incompleto del otro. Y viva la inundación.
73
RENÉ CREVEL
*
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En hommage à un poète vous avez eu raison, Paul Klee, de dédier cette échelle rouge perdue au sein de l’éther tourterelle. Cette échelle, voilà bien l’escalier, le seul qui puisse nous mener jusqu’au tremplin d’où nous sauterons, à pieds joints, dans l’impossible, puisqu’il s’agit enfin de décrocher la lune. Mais, si la maison qu’habitent les poissons s’appelle aquarium, et, palmarium, celle qui abrite les palmiers, en souvenir des pêches miraculeuses, des grouillants poissons devenus bouquets d’astres, j’appellerai cielarium, le palais dont chacune de vos toiles est une chambre. Alors, même exilé au pays de l’habitude, des hommes en chair et en os, des montagnes en pierre et en arbres trop véridiques, il n’y a qu’à fermer les yeux, comme au temps de l’enfance, lorsqu’on découvre que le noir c’est un mensonge, car, sous les paupières hermétiquement closes, mille feux minuscules et cependant plus grands que nos étoiles patentées, s’allument. Touchante fraternité des poètes. Pour illustrer la délicate et puissante magie de Paul Klee, chante ce vers de Saint-Léger Léger : Et le soleil n ‘est pas nommé, mais sa puissance [est parmi nous. René CREVEL Leysin, Octobre 1929.
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PAUL KLEE
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En homenaje a un poeta tuviste razón, Paul Klee, en dedicar esta escalera roja perdida al seno del éter tórtola. Esta escalera, y vaya escalera, es la única que podrá llevarnos hasta el trampolín desde el que nos lanzaremos, con los pies juntos, sobre lo imposible, ya que se trata, en definitiva, de alcanzar la luna. Pero, si la casa que habitan los peces se llama acuario, y palmarium la que cobija a las palmeras, en recuerdo de pescas milagrosas, de bulliciosos peces convertidos en manojos de astros, yo llamaría cielarium, al palacio en el que cada uno de tus lienzos es una estancia. Ahora bien, incluso exiliado en el país de la costumbre, de los hombres de carne y hueso, de las montañas de piedra y árboles demasiado verídicos, no hay más que cerrar los ojos, como en los tiempos de la infancia, para descubrir que el negro es una mentira, ya que, bajo los párpados herméticamente cerrados, mil veces minúsculos y sin embargo más grandes que nuestras estrellas patentadas, se encienden. Conmovedora fraternidad de los poetas. Para ilustrar la delicada y potente magia de Paul Klee, resuena este verso de Saint-Léger Léger: Y el sol no es nombrado, pero su poder está [entre nosotros.
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Carta al Museo Francisco Sobrino Daniel del Río
Quiero remitirme a ustedes con motivo de algo que mis compañeros y yo humildemente hemos podido constatar durante la corta existencia de esta institución. En concreto se trata de un asunto concerniente a la nave de exposiciones temporales. Primero de todo, soy perfectamente consciente que detrás suyo ha habido una labor burocrática sin duda faraónica, no solo en términos temporales, sino también potenciales para esta ciudad, que tanta sequía acumulaba ya en torno a una constancia institucional de carácter artístico; por ello mi más sincero agradecimiento y el de mi corazón y mis ojos, pues nunca pensé que acabaríamos albergando en nuestra región una institución como esta. Siendo hoy por hoy de los escasos “espacios sagrados” disponibles, en tanto comunidad justamente entendida. Como espacio sagrado, en consecuencia necesariamente público y a la vez regional, se es partícipe de su construcción todos los días, y no con ladrillo y cemento únicamente. Por esta razón les transmito directamente mi crítica, una crítica de la misma naturaleza: constructiva. Fue en mi primera visita, cuando un sentimiento de extrañeza me acompañó durante mi incursión en la nave dedicada a las exposiciones temporales. Como bien saben, en el mismo centro
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Museo
Agujas en la sala de exposiciones del
Actual ubicación de la obra Relación-
de la sala –localización para el artista de una vital importancia, sobrepasando la mera preocupación “espacial”–, vemos una obra de grandes proporciones. Esta obra, que tiene visos de ser permanente, por mucho que tenga nombre y apellidos en estrecha pertenencia con el mismo museo, no deja de ser “extraña” a la naturaleza de una nave destinada a exposiciones itinerantes. Ya sea por capricho arquitectónico o del destino, parece quererse camuflada por el color de las paredes o en altura entre el cielo de vigas que constituyen la estructura del techo. Este camuflaje, que a mi parecer resulta indirectamente intencionado, es el que genera una extrañeza y a la vez delata nuestro problema: lo que debería ser un espacio abierto y vacío en renovación continua, un espacio vivo y virginal, se ha convertido en escollo silencioso para futuras instalaciones y su consiguiente experiencia vivencial, debido a la ocupación de un objeto que más que ser vivido de ahora en adelante va a ser inconscientemente sorteado*. Bien es cierto que por mucho que queramos hacer de un espacio uno expositivo y a la vez itinerante, este siempre será el mismo, y en consecuencia tendremos que delegar ciertos elementos fundamentalmente
arquitectónicos a la posteridad, pero este no es el caso, se trata de una obra, y una obra es, y sino no es obra. Parece entonces que ustedes delegan la función de esta obra a un elemento estructural cuya necesidad en ese caso es más que cuestionable. Sinceramente
dudo
que
Sobrino
haya
orquestado
esta
disposición, y digo dudo porque no estoy seguro en absoluto, pero me atrevería a afirmar que la decisión de ubicarla en ese lugar se escapa a los planes iniciales del artista** cuando se planteó la verdadera finalidad de esa sección concreta del museo. Imagínense a un próximo artista que desee exponer su obra en el único lugar destinado para este menester, cuál será su asombro al querer instalar su trabajo forzosamente con una obra ajena, predeterminada, y ocupando además una posición “central”. Y digo forzosamente porque en este concepto reside el problema: en la condición inexorable. Es aquí donde este pequeño espacio apunta a cojear para siempre, caracterizándose de antemano en “semi-permanente” y dejando esta obra a la peor de sus suertes, una suerte de objeto y en consecuencia dejar de ser obra. Entiéndaseme bien, nunca diría nada en contra de una muestra que se dice colectiva y compartida, pero cuando se pierden de vista consciente o inconscientemente estos detalles es cuando se empieza a perder la libertad característica de un espacio destinado a la creación artística. No es mi intención aquí poner en duda ni la persona ni la obra, una inseparable de la otra, de “nuestro” escultor. Nada más lejos. Es más, es en mi sincero respeto por su labor en vida y obra por la que me decido a escribir esta carta. De hecho, creo que en su misma obra podemos ser capaces de vislumbrar a este respecto una declaración lo suficientemente clara como para ser oída. Pocas obras como la de Sobrino reflejan una pasión tan
encarnada por lo móvil; lo móvil que tantas veces ha sido entendido de una manera un tanto superficial en el contexto de su obra como un recurso fenomenológico más, repetido a lo largo de su extensa trayectoria. En mi opinión, esta reducción fenomenológica hace un flaco favor a la crítica artística madura. Sería como reducir la reciente exposición de Luis Feito a un conjunto de cuadros “rojos y negros”. El movimiento de la obra de Sobrino no es afán exclusivo por seducir al ojo o la mente – algo que predomina en nuestros días de manera totalitaria–, sino que trata de llamar al alma: comportándose en armonía con su naturaleza, en un dialogo íntimo, de conversión. No sin acierto se ha venido denominando “animada” a su obra, rememorando un parentesco etimológico olvidado ya casi en la práctica. Sus obras apuntan a un sentido mimético más allá de la figuración, un constante devenir hacia lo vivo, lo real, lo aún-no-sido, en perfecta oposición con lo permanente, acabado, moribundo. En la obra de Sobrino se reconoce la razón del espacio expositivo, aquel que en armonía con lo expansivo de la obra, revela el secreto misterio del espacio mismo. Creo sinceramente que todavía no hemos sido capaces de tomar la distancia –o cercanía– suficientes como para captar la “altura y profundidad” de la obra de este escultor. Pero no hay necesidad de ir más lejos, sobretodo para el motivo que nos ocupa. Les ruego que tomen en cuenta estas consideraciones y busquen una solución práctica a este problema, que aunque no deja de ser logístico no por ello es menos serio. Y si no es por estas palabras, mejor aún, que sea por la palabra viva de la obra del artista que da nombre a su Museo, nuestro Museo. Daniel del Río
Renovación de la Primavera, 2016
*Acaso hoy, habiendo visto la actual exposición de R. Carmona –posterior a esta redacción–, se vuelve más palpable si cabe el problema del que hago mención. **Igualmente, encontramos en el fondo local de la Biblioteca Pública de Guadalajara el catálogo Sobrino Ponderado (2015), que aspira oficialmente a presentar el museo al público de la ciudad. Ahí se recogen reproducciones de los planos arquitectónicos –que adjuntamos en detalle más abajo–, donde se deduce de manera inequívoca las intenciones originales sobre la ubicación de la obra, pensada para el patio interior del complejo. Vemos una localización claramente diferente a la actual, exterior y entre naves (la de obra permanente y obra itinerante), ubicación (y situación) que por otra parte esta cargada de contenido. El texto del catálogo anuncia la obra como sigue: “Esta pieza [RelaciónAgujas] fue aportada por Francisco durante las reuniones que mantuvimos para llevar a efecto este proyecto con la finalidad de que fuera el icono de esta institución y la imagen del espacio museístico...”. La indiscutible evidencia de los planos, además de la solemnidad con que es anunciado el motivo de la obra, nos da suficientes razones como para continuar con el objeto de discusión de esta carta.
Z O H A R Guadalajara, 2016 Editores: Daniel del Río Javier Pérez Alberto Plaza © De los textos: Javier Pérez, Daniel del Río, Alberto Plaza © De la traduccion: Javier Pérez, Jorge Lahoz ISSN: 2530-3155 Depósito legal: GU 300-2016 Contacto: zohar@mail-me.com Impreso en Guadalajara, España. www.cimaural.net/zohar
VENICE SAUVÉE CANTOS RENÉ CREVEL: KLEE CARTA AL MUSEO FRANCISCO SOBRINO