de América
Investigación y dirección general:
Dra. Ruth Shady Solís
Equipo de Investigación:
Marco Machacuay, Pedro Novoa, Aldemar Crispín y David Palomino
Edición: Edna Quispe
Diseño y diagramación: Marco Chacón
Reconstrucciones 3D: Christian Magallanes
Mapas: Karin Ramírez
Fotografía:
Archivo Zona Arqueológica Caral y Christopher Kleihege
Caral, la Civilización más Antigua de América
Zona Arqueológica Caral / MC, 1ra edición 2012
©Zona Arqueológica Caral
Av. Las Lomas de la Molina N0 327, Lima 12, Perú
Teléfonos 205-2517
http://www.zonacaral.gob.pe
ISBN: 978-612-45179-3-8
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2012-12975
Derechos reservados: prohibida la reproducción de esta publicación por cualquier medio, total o parcialmente, sin permiso expreso de la Jefatura de la Zona Arqueológica Caral.
Lima, 2012.
Impreso en Lima, Perú
Portada: Vista panorámica de la Ciudad Sagrada de Caral y el valle de Supe.
Caral, La Civilización más Antigua de América
Ruth Shady Solís
Contenido
Introducción
Las primeras civilizaciones en el mundo Caral y el proceso cultural en el Perú
El área norcentral peruana
El valle de Supe y la formación de la civilización
Los centros poblados y la zona capital del valle de Supe en los orígenes de la civilización
Secuencia de la ocupación de los asentamientos en la Zona Capital del valle de Supe
La Ciudad Sagrada de Caral
y su aplicación tecnológica
La religión y el arte
Trascendencia de la Civilización Caral
Buenas prácticas en arqueología: el Plan Maestro para el desarrollo integral y sostenible del valle de Supe y su área de influencia
Capacitación de conductores de transporte colectivo de la ruta Supe - Caral
Actividad educativa: Caral en la Escuela
La declaración de la Ciudad Sagrada de Caral como Patrimonio Mundial
lntroducción
Hemos preparado la presente edición escolar sobre Caral, la civilización más antigua de América, con el fin de transmitir la historia de este destacado sistema social a los diferentes sectores del gran público interesado y, en particular, a los educandos de la Región Lima y del país.
Exponemos los resultados de la investigación arqueológica; pre sentamos los impresionantes centros urbanos y sus monumentos en proceso de conservación e informamos sobre los programas de difusión y de responsabilidad social del Plan Maestro, o programa planificado para promover el desarrollo en el valle de Supe y su área de influencia.
Cabe señalar el trabajo multidisciplinario del equipo de la Zona Arqueológica Caral en la investigación, conservación y difusión de los valores de la Civilización Caral; en la preservación del medio ambiente; así como en convertir al importante patrimonio cultural en el eje que promueva el desarrollo socioeconómico integral y sostenible en las poblaciones del valle de Supe y de la Región.
Los pobladores de la Civilización Caral tuvieron una vida armóniosa, no orientada ni al individualismo ni a la guerra.
Las
primeras civilizaciones en el mundo
ASIA ORIENTAL Civilización China -3 900 años a. p. EUROPA Civilización Cretense -4 000 años a. p.
MESOAMÉRICA Civilización Olmeca
-3 200 años a. p.
ASIA OCCIDENTAL Civilización Mesopotámica -5 200 años a. p. SUDAMÉRICA Civilización Caral
-5 000 años a. p.
Egipcia -4 700 años a. p.
ASIA DEL SUR Civilización India -4 600 años a. p.
Caral fue una Civilización milenaria, y la primera del continente américano.
Las primeras civilizaciones en el mundo
CIVILIZACIÓN OLMECA
3200 años a del presente
CIVILIZACIÓN CHINA
3900 años antes del presente
CIVILIZACIÓN CRETENSE
4000 años antes del presente
CIVILIZACIÓN INDIA
4600 años antes del presente
CIVILIZACIÓN EGIPCIA
4700 años antes del presente
CIVILIZACIÓN CARAL
5000 años antes del presente
CIVILIZACIÓN MESOPOTÁMICA
5200 años antes del presente
Hace 5 000 años se formó en el Perú la primera civilización de América: Caral. Esta civilización es tan antigua como la Sumeria en Mesopotamia, Harappa en India y la de China, todas ubicadas en el continente asiático, o la de Egipto en África. Sin embargo, a diferencia de las nombradas, que interactuaron entre sí y con ello enriquecieron sus respectivos procesos culturales, Caral se desarrolló en completo aislamiento de aquellas; pues la segunda civilización del continente americano, la Olmeca, se formó 1 500 años después que Caral.
Caral y el proceso cultural en el Perú
Perú es un país pluricultural y multilingüe pero el desarrollo precoz y prestigio de la Civilización Caral influyó en el desarrollo de las diversas culturas. Por eso Caral debe ser símbolo de integración.
El área norcentral peruana
Hace 12 000 años las primeras poblaciones del Perú se dedicaron a las actividades básicas de subsistencia: caza, recolección y pesca; ocuparon las regiones y zonas ecológicas del territorio andino, caracterizado por su gran diversidad geográfica, ambiental y de recursos, e iniciaron procesos adaptativos distintos entre sí. Alrededor de los 10 000 años algunos grupos cultivaron plantas; hacia los 7 000 años excavaron canales de riego; a partir de los 6 000 años domesticaron camélidos, y hacia los 5 000 años confeccionaron redes de algodón para la extracción masiva de pescado.
Hace 5 000 años, en el área norcentral peruana, se formó la primera civilización americana: Caral.
Caral se relacionó con pobladores de costa, sierra y selva.
El área norcentral peruana, que tiene una extensión de 87 743 km2, comprende:
En la vertiente occidental de los Andes: las cuencas de Nepeña, Casma, Culebras, Huarmey, Fortaleza, Pativilca, Supe, Huaura, Chancay y Chillón.
En la sierra interandina, el valle del Santa y afluentes. El altiplano de la meseta del Bombón y el lago Junín.
En la vertiente oriental de los Andes y la selva andina: Conchucos y las cuencas de Marañon, Huallaga y los afluentes de Pachitea.
En este extenso territorio, han sido identificados por varios investigadores asentamientos arqueológicos que fueron contemporáneos en algunos períodos con Caral, como Las Haldas en el valle de Casma, Culebras en el valle del mismo nombre, Los Gavilanes en el valle de Huarmey, Áspero en el valle de Supe, Bandurria en el valle de Huaura, Río Seco en la quebrada del mismo nombre, El Paraíso en el valle del Chillón, La Galgada en el Tablachaca, Huaricoto en el callejón de Huaylas, Piruro en la cuenca del río Marañón y Kotosh en la cuenca del Huallaga.
En la mayoría de los asentamientos de la costa, tal como ocurre en los de Supe, los investigadores identificaron componentes arquitectónicos recurrentes: edificios públicos con recintos pequeños para la incineración de ofrendas y plazas circulares hundidas destinadas a ceremonias públicas. En los recintos, de altas paredes, registraron accesos restringidos y banquetas dispuestas alrededor de un fogón central.
Las plazas circulares estaban delimitadas por un anillo circundante elevado, con escaleras de acceso y un área central hundida, amplia, todo, igualmente, enlucido. Los estudiosos encontraron, asimismo, moluscos, peces y vegetales provenientes de las diversas regiones del país pero no llegaron a establecer el verdadero significado y trascendencia de estos asentamientos en el proceso cultural del Perú.
Solo a partir de las investigaciones de la Zona Arqueológica Caral en el valle de Supe se planteó por primera vez la existencia y antigüedad de la civilización Caral, y se inició su caracterización. A partir de los rasgos compartidos en determinados períodos, se vinculó a los asentamientos antes mencionados con la civilización Caral, y se revaluó su participación en el proceso de formación de la civilización.
Al observarse la distribución de los diferentes asentamientos en el área norcentral peruana, contemporáneos con Caral, en algunos períodos, puede afirmarse que durante la época de los orígenes de la civilización las sociedades asentadas en el litoral, los valles costeños, la sierra y la selva andina interactuaron e intercambiaron entre ellas; potenciaron sus respectivos procesos económico-sociales y se beneficiaron mutuamente; lo que contribuyó al fortalecimiento de la civilización más antigua de América.
El valle de Supe y la formación de la civilización
Entre todas las sociedades del área norcentral del Perú, la que alcanzó el mayor desarrollo durante la época de los orígenes de la civilización fue la del valle de Supe, pues sólo en los primeros 48 km de esta pequeña cuenca hubo 21 centros urbanos con edificios públicos monumentales.
Los 21 centros urbanos del valle de Supe varían en extensión y difieren también por la complejidad de sus componentes arquitectónicos; pero todos ellos tienen edificios públicos, plazas circulares, residencias de elite y viviendas. Los componentes arquitectónicos públicos están construidos con piedra, arcilla y las viviendas con material orgánico. En ellos se encuentran estatuillas, recipientes de mate, madera y piedra, textiles de algodón o fibra vegetal, alimentos incinerados, entre otros.
La ubicación de los asentamientos revela las estrategias de comunicación de sus habitantes: Piedra Parada, en la margen izquierda, conectaba a la zona del litoral con la parte baja de los valles de Supe y Huaura; Era de Pando, en la margen derecha, articulaba a los asentamientos del litoral con los que se encuentran en los valles bajos de Supe, Pativilca y Fortaleza.
Valle medio, margen derecha
Los centros poblados y la zona capital del valle de Supe en los orígenes de la civilización
En el valle medio inferior de Supe se concentró el mayor número de asentamientos: ocho de un total de 21; ellos, en conjunto, tienen la mayor extensión y volumen constructivo de toda el área norcentral. Esto indica que en esta parte del valle estuvo el centro de irradiación social y cultural más destacado de la época.
La zona se encuentra encerrada por la configuración de la cordillera: hacia el oeste, a 17 km del litoral, los cerros de ambos lados del valle se cierran formando una garganta. Lo mismo ocurre hacia el Este, a 27 km del litoral, cerca del centro poblado de Las Minas. En estos diez kilómetros de largo se conforma una sección del valle o “bolsón fértil”, bien definido y fácilmente controlable.
Durante el tiempo de lluvias en la sierra, desde noviembre hasta abril, los agricultores regaban sus campos de cultivo con las copiosas aguas del río; el resto del año, con el agua de manantiales o puquios, distribuida, también, por medio de canales.
Secuencia de la ocupación de los asentamientos en la Zona Capital del valle de Supe
PERÍODOS AÑOS a. C.
Tardío Final 2100-1800 a. C.
Tardío Inicial 2200-2100 a. C.
Medio Final 2300-2200 a. C.
Medio Inicial 2600-2300 a. C.
Antiguo 3000-2600
Remoto previo al 3000 a. C.
El valle de Supe fue el territorio de formación y el desarrollo de la civilización Caral.
Durante el Período Remoto (antes de 3000 a. C .) grupos de familias emparentadas o linajes, que habitaban en el valle de Supe, tomaron posesión colectiva de diferentes partes del territorio. Establecieron sus viviendas en asentamientos nucleados, drenaron los humedales y habilitaron tierras de cultivo y canales de riego. Edificaron sus casas con materiales orgánicos y erigieron discretos edificios públicos.
En el Período Antiguo (3000 - 2600 a. C .) creció el asentamiento urbano de la Ciudad Sagrada de Caral; los pobladores acondicionaron plazas en espacios abiertos para funciones públicas y construyeron edificios públicos.
Durante el Período Medio Inicial (2600 - 2300 a. C .) crecieron los asentamientos urbanos en la Zona Capital; reestructuraron el diseño general de la Ciudad Sagrada de Caral, bajo un programa planificado de ejes concertados; se anexaron plazas circulares hundidas y los edificios siguieron un modelo piramidal de fachada única. Se formó un gobierno estatal, que condujo el trabajo en el espacio construido y reguló el orden político.
En el Período Medio Final (2300 - 2200 a. C .) aumentaron los centros urbanos; en la Zona Capital se ampliaron en extensión y volumen los edificios públicos, construyeron grandes plataformas y plazas. Aumentó el poder del Estado.
Durante el Período Tardío Inicial (2200 - 2100 a. C .) remodelaron los edifi cios públicos y construyeron plazas inscritas en plataformas cuadrangulares. Adquirió prestigio el sitio Era de Pando, en el valle bajo.
Durante el Período Tardío Final (2100 - 1800 a. C .) remodelaron los edificios públicos con piedras de menor tamaño; enterraron algunos componentes y elementos arquitectónicos de gran significación. Al final se redujo la ocupa ción de la Ciudad Sagrada de Caral: el lugar donde moraban los dioses y los ancestros. El valle sagrado de Supe había perdido prestigio por la crisis oca sionada por el cambio climático. Surgieron nuevos polos de desarrollo en los valles de Casma y Chillón; y se incorporaron a la vida civilizada sociedades de la costa norte y costa sur, que aplicaron y desarrollaron los aportes organizativos, científicos y tecnológicos de la otrora prestigiosa Civilización Caral.
La relación entre los pobladores del litoral y los del valle fue fundamental para la civilización Caral.
La C iudad Sagrada de Caral
La Ciudad Sagrada de Caral ocupa 66 hectáreas. Está organizada en una zona nuclear, que contiene 32 estructuras públicas, varios conjuntos residenciales, y una zona en la periferia, que limita con el valle, donde se construyeron otros conjuntos de viviendas y un edificio público. En el espacio nuclear los edificios estuvieron distribuidos en dos grandes mitades: Caral alto, en el lado norte y Caral bajo, en el sur.
La ciudad habría sido concebida como un calendario; cada edificio público estaba construido en relación con determinada posición astral, representada por una deidad. En los edificios públicos se realizaban actividades multifuncionales durante las festividades establecidas en su calendario anual (remodelaciones arquitectónicas, limpieza y conservación de canales, manufacturas diversas, ferias y ritos).
Mitad Alta
Mitad Baja
Mitad Alta
Mitad Alta de la Ciudad Sagrada de Caral está compuesta por tres subconjuntos de edi ficios públicos, un edificio principal, plazuelas y viviendas asociadas, una gran plaza central y un extenso sector con varios conjuntos residenciales.
EL SUBCONJUNTO
A
Está conformado por el Edificio Piramidal Central, el Edificio Piramidal La Cantera y las unidades Residenciales B1, B2 y B5, entre otros.
piramidales de Caral se realizaban funciones políticas, sociales y religiosas. Tenían orientadores astronómicos.
Edificio Piramidal Central
1 2
Uno de los edificios más altos de la ciudad, cuya fachada está orientada al Este, hacia la salida del Sol. Está conformado por una estructura piramidal, asociada a un conjunto de plataformas bajas, que fueron acrecentadas a través del tiempo, y una plaza circular hundida, denominada “Tinkuy Mitu Cancha”, en la que realizaron ceremonias y danzas. Por su ubicación, dimensiones y complejidad, se trató de un edificio público de gran jerarquía.
Edificio Piramidal La Cantera
Edificio construido sobre un promontorio rocoso natural, que fue usado como cantera durante el Período Antiguo de la Ciudad. La fachada estuvo orientada hacia la Pirámide Mayor; en una parte de la cima se han excavado conjuntos de recintos, construidos con paredes de quincha, uno con pequeñas hornacinas rectangulares y fogones en los pisos.
3
Unidades Residenciales
B1, B2 y B5
Ubicadas en los lados sur y oeste del Edificio Piramidal
La Cantera. Fueron construidas con paredes de material orgánico y de piedra; enlucidas y pintadas. Por la ubicación, la extensión de las viviendas y el material constructivo utilizado se infiere que fueron ocupadas por funcionarios de alto estatus, que condujeron las actividades realizadas en el Edificio Piramidal La Cantera.
EDIFICIO PRINCIPAL
4
Edificio Piramidal Mayor
Es el complejo arquitectónico piramidal de mayor extensión y volumen de la ciudad; orientado hacia el Sur, de espaldas al valle. En su cima se observan conjuntos de recintos con pisos a desnivel y fogones centrales. Por su tamaño, su imponente arquitectura de piedra, y por la asociación con una plaza circular hundida, de reborde elevado, se infiere que este debió ser el principal edificio público de Caral.
EL SUBCONJUNTO
Está conformado por el Edificio Piramidal Menor y las Residencias E2-E3:
5 B
Edificio Piramidal Menor
Ubicado al Este de la Pirámide Mayor, hacia la cual orienta su fachada. Construido de piedra, tuvo una escalera central que conducía a la cima, donde hubo recintos con fogones en el piso. Compartió con las Residencias E2-E3 un espacio o plazuela. En el lado oriental del edificio se encuentran residencias de los funcionarios que debieron conducir las actividades en este edificio público.
Residencias E2 y E3
Consisten en dos edificios de piedra, convertidos, posteriormente, en uno piramidal. Se desarrollaron actividades laborales, sociales y ceremoniales.
EL SUBCONJUNTO
C
Está conformado por el Edificio Piramidal La Galería, el Edificio Piramidal La Huanca y el Conjunto Residencial de Elite I2:
Edificio Piramidal La Galería
Ubicado en el lado oriental de la mitad alta. Ocupa el tercer lugar en tamaño en el conjunto de edificios piramidales de Caral. Por su extensión, volumen constructivo y material cultural recuperado se puede sugerir que sus conductores habrían ejercido un rol importante en la ciudad. En este edificio se recuperó una ofrenda que, entre varios otros objetos, contenía un quipu.
Edificio Piramidal La Huanca
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Edificio de planta cuadrangular ubicado en el extremo sureste de la mitad alta de la ciudad. La fachada está orientada hacia la plazuela, compartida con el Edificio Piramidal La Galería. El monolito
“La Huanca”, hincada al frente y en el centro de la plazuela habría sido el eje que guió la orientación de la escalera central de la fachada de este edificio.
En el lado sur se halla el conjunto residencial asociado con esta construcción.
Conjunto Residencial
de Elite I2
Conformado por dos edificios contiguos, relacionadas con el funcionamiento del Edificio Piramidal La Huanca. Cabe destacar que entre los restos se recuperó un hacha de cuarzo, usada con fines ceremoniales. Entre este conjunto y el edificio público se construyó un altar cuadrangular con ductos subterráneos.
ZONA CENTRAL
Plaza Central
Gran espacio central, definido por la ubicación en su entorno del conjunto de edificios de la Mitad Alta. En esta plaza se observan los hoyos dejados por los postes de las tiendas temporales que se instalaban, donde debieron funcionar periódicas ferias. En ellas se realizaban actividades públicas, de tipo económico, laboral, político y manufacturero.
El Conjunto Residencial Mayor
Constituido por una serie de subconjuntos residenciales, dispuestos a lo largo del borde de la terraza, que cierra el lado sur de la Mitad Alta de Caral. Las fachadas de las residencias están orientadas hacia la Plaza Central. Por la ubicación de este conjunto de residencias, el tamaño de las edificaciones, y los hallazgos realizados, se infiere que sus ocupantes tuvieron un estatus de tercer rango en el sistema social de la Ciudad.
PERIFERIA
Sector Residencial de la Periferia
Se encuentra en la parte de la terraza que colinda con el valle, fuera del área nuclear de la ciudad, en una extensa área sobre la terraza que colinda con el valle, cerca a los campos de cultivo. Las viviendas están agrupadas en varios subconjuntos o “islotes”; estas fueron acondicionadas a la topografía del terreno y presentan recintos de reducidas dimensiones. Allí se realizaron actividades domésticas, laborales, sociales y rituales. Por la ubicación y la menor formalidad y tamaño de las viviendas y sus habitaciones, se ha interpretado que ellas fueron ocupadas por individuos pertenecientes al estrato social más bajo del asentamiento, dedicado al trabajo agrícola.
La
Mitad Baja
Está conformada por edificios públicos de menores dimensiones, alineados de Este a oeste, con las fachadas orientadas hacia la Mitad Alta. Se aprecian, además, las respectivas viviendas de los funcionarios y un conjunto residencial menor. Entre todas las edificaciones destaca el Templo del Anfiteatro.
El Templo del Anfiteatro
Complejo amurallado, integrado por varios componentes arquitectónicos, entre los cuales destacan la plaza circular hundida más grande de la ciudad, un altar circular con ductos de ventilación subterráneos y una plataforma con dos series alineadas de amplios nichos. En el lado suroeste de la plaza circular se recuperó un conjunto de 32 flautas traversas; y, en el lado Este del templo, un conjunto de 38 cornetas. En relación con el tamaño de la plaza y con la cantidad de fogones del recinto ceremonial se infiere que éste habría sido el edificio público principal para los actos ceremoniales de la ciudad.
El Edificio de la Banqueta
Edificio de menor tamaño, ubicado a unos 150 metros al Oeste del Templo del Anfiteatro. Su fachada está orientada al Norte. Contiene los mismos componentes, en tamaño reducido, que los edificios mayores.
Edificio del Altar Circular
Es el segundo en cuanto a tamaño de la Mitad Baja de la ciudad. En el lado Oeste presenta un altar circular con fogón central y conductos de ventilación subterráneos. En la fachada se observa una escalera central y muros de piedra que aún conservan restos del enlucido amarillo ocre con el que fueron cubiertos.
El Conjunto Residencial Menor
Conjunto de viviendas, construido en la Mitad Baja de la ciudad. El espacio de cada vivienda es comparativamente más reducido que en el conjunto residencial de la Mitad Alta, de la cual se diferencia, también, por las menores dimensiones del conglomerado. Sobre la base de estas evidencias planteamos que sus ocupantes tenían un estatus de menor jerarquía que los habitantes del conjunto residencial de la Mitad Alta.
Taller de Especialización Artesanal
Ubicado en el extremo oriental de la Mitad Baja de la ciudad. Está conformado por tres amplios recintos cuadrangulares. En los pisos se hallaron pequeñas oquedades selladas con una capa de arcilla, que contenían cuentas de crisocola, cuarzo lechoso, cristal de roca y Spondylus princeps. Junto con ellas se encontraron desechos de talla y herramientas de piedra y hueso. Las evidencias arqueológicas indican que estos recintos eran usados como talleres de producción artesanal para el suministro de artículos suntuarios.
Aspectos económicos de la Civilización Caral
Una economía agropesquera, articulada por el intercambio o comercio, sustentó el desarrollo de la civilización Caral. Los pobladores del litoral pescaron y recolectaron diversas especies marinas, principalmente anchoveta, choros y machas; los agricultores del valle produjeron algodón, mates y especies alimenticias como achira, frejol, camote, zapallo, calabaza, ají, pacae, guayaba, etc.
Las poblaciones potenciaron sus capacidades productivas con el intercambio o comercio; así los pescadores contaron con el algodón para manufacturar sus redes y los agricultores con la proteína proveniente de las especies marinas. La ubicación central de la zona de Caral y la corta extensión del valle, entre el litoral y el altiplano, favorecieron el desplazamiento de los comerciantes hacia los otros valles y regiones del área. Algunos productos fueron obtenidos por intercambio a largas distancias, como el Spondylusde las playas del Ecuador o la fibra o madera de las cuencas de la sierra y la selva andina.
La organización social y política
La organización social y política de Caral estuvo caracterizada por:
A) La división del trabajo, con una mayoría dedicada a la producción de alimentos y especialistas encargados de la conducción política y religiosa de la población, así como de la producción de conocimientos y su aplicación para mejorar las condiciones de la vida social.
B) Una distribución desigual de la producción económica, siguiendo el ordenamiento jerarquizado de los estratos sociales.
C) La organización de la población en centros urbanos, conducidos por autoridades políticas. Las poblaciones debían comportarse de acuerdo con las normas establecidas y reguladas por las autoridades, que residían en los centros urbanos.
La jerarquía de autoridades del valle, y su gobierno centralizado, habrían constitui do un Estado prístino en el valle de Supe. Si aplicamos el modelo político andino a las evidencias recuperadas, podemos plantear que la población del valle estaba distribuida en una serie de centros urbanos, “pachacas”, ubicadas en ambas már genes del río, con diferente jerarquía, inferida esta de las distintas extensiones y volumen constructivo. Cada “pachaca” estaba constituida por conjuntos de ayllus, unidos por el parentesco y ancestros comunes con los que se identificaban.
Las pachacas estaban asentadas en territorios bien definidos, en cada una de las dos mitades o “sayas” de las márgenes del valle: una saya era gobernada por el Icho Huari y la otra por el Allauca Huari. Cada pachaca era una unidad autosuficiente y multifuncional, bajo la autoridad política de su curaca y “principal”.
El “huno” era el señor del valle, quien dirigía el sistema de administración de las aguas, regulaba las actividades sociales, económicas y religiosas, guardaba el orden y garantizaba la posesión de las tierras y territorios del valle.
Con la formación de la civilización se dio inicio a un modelo político que, con variantes, llegaría hasta el Imperio Inca, 4400 años después.
Estratos sociales jerarquizados
La población de las ciudades, pueblos y aldeas del valle de Supe estaba diferenciada socialmente. Los materiales arqueológicos recuperados evidencian distinciones entre los asentamientos y entre los individuos, ya sea en la ubicación y tamaño de los centros poblados y de las viviendas, en los indicadores de nutrición, en los objetos que utilizaban, la forma en que se vestían, los adornos que lucían y, también, en el tratamiento que recibían después de morir.
En cuanto a las viviendas, algunas fueron ubicadas en torno a los edificios públicos de la ciudad, construidas sobre amplios espacios, incluso aterrazados previamente, con un diseño y ejecución planificados y elaborado acabado. En contraste con las residencias de elite, se aprecian viviendas reducidas, dispuestas en sectores periféricos, conformando aglomeraciones, construidas sobre la superficie irregular del terreno, con menores dimensiones y manufactura más sencilla. En relación con las residencias, se han encontrado objetos que, por su exotismo y calidad, debieron ser de uso exclusivo de algunos individuos, probablemente de alto estatus social.
Casi doscientas estatuillas de barro no cocido, depositadas como ofrendas en diversos lugares de la ciudad, permiten conocer las varias formas de vestir y arreglarse el cabello que correspondieron a dife rencias de género, edad y posición social.
Fragmento de tupu de hueso
Cuentas de minerales, siderita y calcita
Cuentas de Spondylus princeps Choro zapato (Choromytilus chorus) con decoración en forma de espiral Collar de plumas Posible sonajero (Oliva peruviana)Producción de conocimientos cientí icos y su aplicación tecnológica f
desarrollaron la ingeniería, arquitectura y astronomía, la previsión del tiempo y de los cambios climáticos, la industria textil del algodón, la pesca, la agricultura y el comercio.
Enlas primeras ciudades los especialistas contaron con las condiciones para dedicarse a la producción de conocimientos y a su aplicación tecnológica. Usaron la aritmética y la geometría en el diseño y construcción de grandes edificaciones y en la habilitación de canales de riego. Realizaron estudios astronómicos para el control del tiempo en relación con las diversas actividades sociales; inventaron un sistema codificado para el registro de la información (quipu); experimentaron con las especies vegetales para lograr mayor variedad, mejorar la calidad y productividad en los cultivos; y conocieron las propiedades medicinales de una amplia gama de plantas.
Plazas circulares de Caral
Altar circular y fogón con ductos de ventilación subterráneos. Es una muestra de la aplicación de conocimientos sobre mecánica de fluidos.
Edificio Piramidal Mayor: plataformas construidas en base a un depósito de piedras contenidas con shicras. Véase el perfil de la escalera, que fue enterrada junto con las plataformas para construir otro edificio encima.
Huanca, monolito de 2,3 metros de altura usado con fines astronómicos e ideológicos.
Quipu, su uso en tiempos de Caral testimonia el registro codificado de la información
En Caral hubo grandes avances en agricultura y se desarrollaron diversos tipos de algodón de colores, variedades únicas en el mundo, que fueron utilizados en la fabricación de redes de pesca y en la vestimenta de los pobladores.
PLANTAS ALIMENTICIAS
La religión y el arte
Sobre la base de las evidencias recuperadas en la Ciudad Sagrada de Caral hemos planteado que la religión fue el instrumento a través del cual las autoridades cohesionaron pero también ejercieron coerción sobre la sociedad. Todas las actividades públicas y privadas incluyeron al componente religioso. Así, las edificaciones, mayores y menores, contaban con elaborados fogones para la incineración de ofrendas, de todo tipo de materiales: cabello humano, restos de animales y vegetales, artefactos y objetos de piedra, hueso o madera, textiles, etc.
“Ofrenda enrejada”.
En los asentamientos urbanos de Caral se han encontrado objetos, como los denominados “Ojos de Dios”, que aún se utilizan como símbolos en algunas comunidades de la selva, como los Shipibos-Conibo.
IMPORTANCIA DE LA MÚSICA
Las actividades religiosas y sociales fueron realizadas en medio de prácticas musicales. Destaca un conjunto de instrumentos, compuesto por 32 flautas traversas, así como otro integrado por 38 “cornetas”. Estos instrumentos evidencian, también, una ejecución musical colectiva, de organización compleja, del sistema social de Caral. Se han recuperado, asimismo, quenas y antaras.
INSTRUMENTOS MUSICALES
En Caral se crearon elementos culturales que se replicarían a traves de miles de años hasta el presente.
Trascendencia de la Civilización Caral
La forma de organización social y política y el nivel de conocimientos alcanzado por la civilización Caral, trascendieron el espacio y el tiempo; su prestigio la convirtió en un modelo. La civilización Caral sentó las bases de las estructuras organizativas y muchos de los elementos culturales creados en ella, serían asumidos y continuados por otras sociedades. Al margen de la diversidad de modos de vida, culturas, idiomas y entidades políticas que hubo en los Andes Centrales, la civilización Caral estuvo presente como sustrato durante los siguientes cuatro mil quinientos años. Caral puede ser considerada como cultura matriz, que inició el proceso civilizatorio cultural originario, que continuó hasta el imperio Inca.
Los trabajadores, dirigidos por especialistas, acondicionaron terrazas para hacer construcciones y, también, con el fin de lograr campos de cultivo; estas alcanzarían su máxima expresión en los andenes Inca. Trazaron geoglifos en amplias extensiones del territorio, con varios fines: rituales, simbólicos, y de identificación social; estos son antecedentes de los eleborados tres mil años después por los Nasca. Asimismo registraron información en quipus, dispositivos codificados de cuerdas y nudos para almacenar datos, cuyo uso continuó durante miles de años hasta el fin del imperio Inca.
Ornamentos estructurales
Como parte del diseño arquitectónico, las construcciones de Caral tienen hornacinas rectangulares en los muros; y puertas de doble jamba, rasgos que se mantendrían, con variaciones, hasta la época Inca. También decoraron las paredes de los edificios con ornamentos estructurales, tradición que se mantuvo y aparece en los edificios de Kuélap y Choquequirao. Utilizaron la música como expresión de un colectivo organizado, hecho que se comprueba con el hallazgo de conjuntos de instrumentos, que fueron ejecutados en simultáneo por 32 a 38 músicos. Igualmente, aplicaron el trabajo organizado para lograr la construcción de los imponentes edificios que conformaron los centros urbanos.
Otorgaron roles igualitarios a mujeres y hombres, como puede inferirse de las estatuillas recuperadas, como las de Miraya, donde la mujer exhibe objetos simbólicos de poder en relación con su acompañante, que también posee otros.
En cuanto a la ideología, continuaron la antigua tradición de utilizar objetos romboidales elaborados con hilos, denominados “Ojos de Dios”, cuyo uso aún se daba en otros lugares del mundo y, en el Perú, se conserva en comunidades de la selva.
En consideración a la importancia mundial del patrimonio arqueológico del valle de Supe y su área de influencia, que constituye uno de los recursos más importantes para la población actual, la Zona Arqueológica Caral convocó, durante el año 2004, a un equipo multidisciplinar de profesionales con el fin de elaborar un Plan Maestro y proponer los lineamientos para promover el desarrollo sostenible de Supe y su área de influencia, bajo un enfoque integral.
Niños de la localidad.
En el Plan Maestro se considera a la investigación arqueológica en paralelo con la conservación y difusión de los valores de los sitios monumentales, la revaloración de la cultura inmaterial, la recuperación de conocimientos y tecnologías apropiadas, la preservación del ambiente y los recursos naturales, el fomento de una agricultura ecológica, la manufactura de productos artesanales con identidad cultural, y la prestación de servicios turísticos. Las actividades económicas deberán ser articuladas con un sistema de mercado, que garantice una adecuada comercialización de los productos.
Secado del junco.
La finalidad de la Zona Arqueológica Caral es presentar a los sitios arqueológicos en un entorno natural preservado y en un medio social adecuados, en concordancia con la relevancia de estos; elevar la calidad de vida de los habitantes de Supe; y lograr que ellos puedan identificarse con los sitios y monumentos y así contribuir a su protección y defensa. La finalidad es que los valores del patrimonio arqueológico fortalezcan la identidad local, regional y nacional, mejoren la autoestima social y contribuyan a incrementar la calidad de vida.
Pastoras de Pararín en el valle de Supe.
Buenas prácticas en A rqueología: el P lan Maestro para el desarrollo integral y sostenible del valle de Supe y su área de inf uencia l
Formación de orientadores
turísticos locales
Para lograr la identificación de los pobladores con el patrimonio cultural y brindarles una alternativa de empleo, en el año 2003 se inició el programa de formación de orientadores turísticos locales en la Ciudad Sagrada de Caral, el cual continúa hasta la actualidad.
Mediante el programa se ha capacitado a un grupo de habitantes del valle de Supe en las principales técnicas de comunicación y en el manejo de grupos sociales; de este modo, la población local brinda el servicio de guiado a los visitantes que llegan al sitio arqueológico.
Como parte de su formación, los orientadores turísticos locales han visitado varios museos de Lima y los sitios arqueológicos de Chavín, Sechín, Sipán y Pachacámac. Hasta la fecha, se ha capacitado aproximadamente a 30 pobladores del valle de Supe como orientadores turísticos locales.
El éxito de esta experiencia ha generado que la repliquemos en los sitios arqueológicos de Áspero (Supe y Supe Puerto) y Vichama (Végueta).
Prestadoras de servicios de alimentación
Desde el año 2004 se ha trabajado en la implementación de un programa para prestadores de servicios de alimentación en el valle de Supe. Se organizó a un grupo de mujeres locales a quienes se capacitó en las distintas técnicas de cocina y en buenas prácticas de manipulación de alimentos.
Durante el tiempo de desarrollo del programa, la Zona Arqueológica Caral firmó convenios con las instituciones educativas Cenfotur, Gastrotur y Alfred Escoffier para brindar la capacitación al grupo.
Actualmente se ha conformado la “Asociación de Vianderas de Caral”, que cuenta con 20 miembros, quienes brindan servicios a los visitantes de la Ciudad Sagrada de Caral.
Taller de confección de prendas de vestir
El 14 de julio de 2006 se firmó el Convenio de Cooperación Interinstitucional entre el FONCODES del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social y la Zona Arqueológica Caral, para instalar talleres de confección de prendas de vestir en el valle de Supe. A partir de este convenio se creó el taller “Kumpi Warmi Wasi”, orientado a la capacitación técnica de las mujeres de los centros poblados de Llamahuaca, Pueblo Nuevo, Allpacoto y Caral. Se brindaron cursos de corte, confección y bordado, así como de organización empresarial. El taller funcionó en la antigua Casa Hacienda de Llamahuaca hasta 2009. Actualmente se encuentra en proceso de reactivación, para congregar nuevas iniciativas de emprendimiento de la población femenina del valle de Supe.
Fomento de la planificación y la asociatividad entre los agricultores
Desde el año 2009 se realizan talleres dirigidos a los agricultores de las distintas zonas del valle de Supe, dictados por especialistas en desarrollo agrario y turístico, para orientar a la población respecto de los beneficios de la planificación y de la asociatividad para el mejoramiento del rendimiento de sus terrenos de cultivo, así como el beneficio que pueden obtener de la actividad turística y la optimización de la inversión de sus capitales. Actualmente, los agricultores vienen aplicando lo aprendido. La Zona Arqueológica Caral destaca y agradece el constante apoyo brindado por los ingenieros Carlos Amat y León y Luis Paz, y el técnico agrario Luis Alberto Sánchez para la implementación de estos talleres, como también, al Fondo de las Américas y su director, el ingeniero Juan Gil. Este año, se ha iniciado con la colaboración de la empresa avícola San Fernando.
Capacitación de conductores de transporte colectivo de la ruta Supe - Caral
Desde el año 2007 se han ejecutado sucesivos talleres de capacitación en buenas prácticas de transporte turístico y atención al pasajero, para los integrantes de la asociación de transportistas “Valle Sagrado de Caral” y de la empresa de transporte público “Ciudad Sagrada de Caral”.
Como resultado de ello, se han iniciado los procesos de formalización ante las autoridades municipales, con la consiguiente fijación de paraderos y el establecimiento de tarifas. Actualmente, también funciona la empresa “Cabito”, de un poblador de Supe, que presta servicios a los visitantes en pequeños buses tipo Van.
Actividad educativa: Caral en la Escuela
El 14 de julio de 2006 se firmó el Convenio de Cooperación Interinstitucional entre la Unidad de Gestión Educativa (UGEL) 16 de Barranca y la Zona Arqueológica Caral, con el objeto de implementar la actividad “Caral en la Escuela”, destinada a transmitir a los docentes y alumnos de la provincia de Barranca los valores de la civilización Caral y la importancia del patrimonio cultural. Esta actividad, que continúa en vigencia, integra el programa de formación, que tiene como finalidad contribuir a la mejora de la autoestima, el fortalecimiento de la identidad cultural y la cohesión social, para fomentar una mejor calidad de vida desde las etapas tempranas de la vida.
La actividad “Caral en la Escuela” se fortaleció con la colaboración de la Derrama Magisterial y la Asociación Tarea de Lima, con las que se elaboró un manual en el cual se establecieron los lineamientos pedagógicos para la incorporación de los contenidos referidos a la civilización Caral en la currícula de las instituciones educativas de Barranca.
Se ha iniciado, también, coordinaciones con el director de Educación del Gobierno Regional, Sr. Carlos Dolorier, para extender los beneficios de la transmisión de los valores de la Civilización Caral a los educando de toda la región Lima.
La declaración de la Ciudad Sagrada de Caral
como Patrimonio Mundial por la UNESCO
Criterios cumplidos por la
(ii) Atestigua un intercambio de influencias considerable durante un período concreto o en un área cultural determinada, referente al desarrollo de la arquitectura o la tecnología, de artes monumentales, la planificación de las ciudades o la creación de paisajes.
(iii) Aporta un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida.
La Ciudad Sagrada de Caral es un Patrimonio Cultural nuestro y de todo el mundo.
(ii) En la Ciudad Sagrada de Caral se encuentran evidencias sobre el intercambio de bienes, conocimientos e ideología con otras sociedades que poblaron el área Norcentral del Perú, en las regiones de costa, sierra y selva.
Hubo una esfera de interacción interregional durante el período Formativo Inicial (3000-1800 a.C.) entre las poblaciones, desde el valle del Santa por el norte y a los valles del Chillón y Rimac por el sur, y entre las que ocupaban transversalmente este territorio, desde el litoral del océano Pacífico hasta la Cuenca del Amazonas; hubo interacción e intercambio.en un espacio de 400 por 300 km.
(iii) La Ciudad Sagrada de Caral es un testimonio excepcional de la civilización más antigua de América, desarrollada hace cinco mil años, casi simultáneamente con las de Mesopotamia, Egipto e India. Es un laboratorio único en América por su gran antigüedad, para la investigación sobre la formación del Estado; la forma de vida urbana; la diferenciación y jerarquías sociales, los roles del comercio y la religión en la organización social; aspectos que pueden ser comparados con los de otros focos civilizatorios.
Valores excepcionales renonocidos
El 30 de junio de 2009 el Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO oficializó la declaración de la Ciudad Sagrada de Caral como Patrimonio Mundial. Dicha declaración se basó en el reconocimiento de tres criterios de Valor Universal Excepcional, que se aplican a la Ciudad Sagrada de Caral:
Ciudad Sagrada de Caral
(iv) Constituye un ejemplo eminente de un tipo de construcción, conjunto arquitectónico, tecnológico o de paisaje ilustrativo de un período o períodos significativos de la historia humana.
La Ciudad Sagrada de Caral muestra INTEGRIDAD y AUTENTICIDAD
(iv) La Ciudad Sagrada de Caral es el asentamiento urbano más antiguo y destacado, por su extensión (66 ha), diseño, construcción planificada y por su complejidad arquitectónica, de todos los identificados en el nuevo continente, entre los 3000 y 1800 años antes de nuestra era. Caral muestra cierto parecido con las ciudades mayas, pero es 3300 años más antiguo.
para la Ciudad Sagrada de Caral
Caral fue un asentamiento muy ordenado, planificado centralmente, con edificios públicos piramidales y regulaciones sociales.
La Civilización Caral y la importancia turística del área norcentral
La Ciudad Sagrada de Caral se encuentra en el distrito de Supe, provincia de Barranca, departamento de Lima. El tiempo estimado de viaje desde Lima es 3 horas. El horario de atención es de lunes a domingo, desde las 9:00 am hasta las 5:00 pm.
Para llegar a la Ciudad Sagrada de Caral es necesario viajar por la carretera Panamericana Norte hasta el kilómetro 184. Un poco antes de la ciudad de Supe, un letrero anuncia el ingreso a Caral; por esta vía deben recorrerse 23 km hasta encontrar la señal para el desvío hacia el complejo arqueológico. Los interesados en quedarse en el valle días adicionales, podrán visitar el asentamiento de Chupacigarro, que conformó con otros seis asentamientos y la Ciudad Sagrada de Caral, la “zona capital” del área norcentral en los tiempos de gran prestigio de la civilización Caral. Asimismo, disfrutarán del maravilloso paisaje cultural, de una gran variedad de aves, y de la producción agroecológica.
Se llega a Áspero, la Ciudad Pesquera de la Civilización Caral, siguiendo la Panamericana hasta el ingreso al distrito de Supe Puerto, de cuya Plaza Miguel Grau, por una vía señalizada, se
llega al sitio arqueológico. Este puerto conserva construcciones arquitectónicas del siglo XIX y primeras décadas del XX; y la casa del gran pensador José María Arguedas.
De regreso a Lima, para conocer el asentamiento de Vichama, el visitante debe llegar al pueblo de Végueta por el desvío ubicado a la altura del kilómetro 159 de la Panamericana Norte. Antes de llegar al pueblo, un cartel le indicará la ubicación del sitio arqueológico, hacia el lado izquierdo. Posteriormente, en la plaza del pueblo podrá apreciar el Museo Comunitario, donde se ha implementado una exposición museográfica sobre Vichama y la civilización Caral.
En la Ciudad Sagrada de Caral y en los asentamientos de Chupacigarro, Áspero (Supe Puerto) y en Vichama (Végueta) se encuentran equipos de orientadores turísticos locales, que brindan la información necesaria sobre la importancia y trascendencia de los valores históricos, sociales y culturales de estos sitios de los orígenes de la civilización.
En los sitios arqueológicos indicados se han acondicionado circuitos de visita, señalizados con
paneles informativos. Ciertos días, especialmente los feriados y fines de semana, se puede de gustar comidas típicas y adquirir productos artesanales. Al llegar, los visitantes deben dirigirse al Centro de Información y Recepción; allí podrán adquirir los boletos de ingreso y guiado. El recorrido dura aproximadamente hora y media en cada sitio.
Las ciudades de Barranca y Huacho cuentan con hoteles y restaurantes para permanecer varios días en el área y apreciar los importantes atractivos turísticos: los asentamientos de la civilización Caral de Vichama, Áspero, Ciudad Sagrada de Caral, Chupacigarro y Bandurria; los monumentos históricos: la casa y balcón de la independencia de Huaura y la casa de Bolívar en Pativilca; el imponente edificio monumental de Paramonga. Destacan, asimismo, atractivos naturales como la playa La Isla (Puerto Supe); la albufera de Medio Mundo, la isla Anat (Végueta), la playa El Paraíso (Huacho), la belleza de los paisajes del valle de Supe, la Reserva Nacional de Lachay, etc.; así como la rica tradición cultural, expresada en la gastronomía, en la artesanía y en las costumbres de los pobladores.
Centro de interpretación en Caral
Expo-venta de productos artesanales y recuerdos
Orientadores turísticos locales
Asociación de vianderas