Guía parte 1

Zona El Barco. Tu web de El Barco, Estrella Polar.

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INTRODUCCIÓN

Zona el Barco, una web dedicada a la serie de televisión de Antena 3 “El Barco”, ha elaborado una guía de lo más completa para esta segunda temporada. Una guía que te permitirá recordar todas y cada una de las aventuras vividas por los tripulantes del Estrella Polar durante la primera temporada y conocer las novedades de esta segunda temporada.

La serie de “El Barco”, que goza de gran popularidad entre los jóvenes y que cuenta con un atractivo reparto, ha superado los más de cuatro millones de espectadores de media en su primera temporada. Además ha recibido su primer premio en mayo de 2011 como mejor producción de televisión por parte de Punto Radio La Rioja.

La presente guía está dividida en dos partes. En la primera parte encontrareis los análisis de todos y cada uno de los trece capítulos que han formado parte de esta primera temporada y que hemos ido publicando semanalmente en nuestra web, acompañados con multitud de imágenes para que su lectura sea lo más amena posible y podáis recordar con todo tipo de detalles lo acontecido hasta ahora. También disponéis de las canciones, cada una con su título y autor correspondiente, que han sonado a bordo del Estrella Polar así como las audiencias que han registrado cada uno de los capítulos emitidos.

En la segunda parte os contamos todas las novedades que trae consigo esta segunda temporada que está a punto de empezar. Podréis conocer las nuevas tramas así como las biografías actualizadas de las nuevas incorporaciones y los personajes que interpretarán. Para concluir tenéis unos enlaces de interés que podéis consultar cada vez que queráis y que os servirán para seguir de cerca esta larga travesía llena de sorpresas. ¡Disfrutadla mariner@s!

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AUTORES En esta guía han colaborado Antow, VAF, Milarqui, AlbertoBB7 y forofa. © Copyright Zona el Barco. Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción total o parcial de esta guía por ningún procedimiento ni bajo ningún concepto.

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ÍNDICE

PRIMERA PARTE

Capítulo 1 “Un millón de millas”………………………………………………………………. Página 6 Capítulo 2 “Echando la caña”…………………………………………………………………… Página 16 Capítulo 3 “El fantasma pirata”………………………………………………………………... Página 27 Capítulo 4 “Un mundo bajo el mar”………………………………………………………….. Página 40 Capítulo 5 “El graznido”………………………………………………………………………….. Página 52 Capítulo 6 “Elecciones”…………………………………………………………………………… Página 64 Capítulo 7 “Perdidos”……………………………………………………………………………… Página 78 Capítulo 8 “Pesca mayor”……………………………………………………………………...… Página 89 Capítulo 9 “Un punto en el radar”……………………………………………………………. Página 98 Capítulo 10 “Niebla”……………………………………………………………………………….. Página 106 Capítulo 11 “La ley del mar”……………………………………………………………………. Página 116 Capítulo 12 “El hombre de Liverpool”……………………………………………………… Página 124 Capítulo 13 “Esperando un milagro”……………………………………………………….. Página 133 Música………………………………………………………………………………………...…………. Página 143 Audiencias…………………………………………………………………………...………………… Página 144

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SEGUNDA PARTE

Nuevas tramas………………………..……………………………………………………………… Página 146 Reparto…………………………………………………………………………………………………. Página 149 Belén Rueda……………………………….……………………………………………... Página 150 Daniel Ortiz………………………………………………………………….……………. Página 152 Guillermo Barrientos…………………………………………………………………. Página 154 Paloma Bloyd……………………………………………………………..………………. Página 156 Enlaces de interés.…………………………………………………………………………………. Página 158

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CAPÍTULO 1 X 01: “UN MILLÓN DE MILLAS”

El puerto es testigo de la llegada de un gran número de personas. La mayor parte de estas personas son jóvenes que se están preparando para embarcar en el barco-escuela Estrella Polar. Su capitán es Ricardo Montero, un hombre que ha enviudado recientemente y planea llevarse con él a sus hijas Ainhoa y Valeria.

Ricardo se sorprende al ver que Valeria se ha traído su bicicleta, y le dice a su hija que un barco no es sitio para una bicicleta, pero Valeria le dice que la bocina de la bicicleta le recuerda a su madre.

Ricardo está dolido, y habla con Ainhoa, diciéndole que si ella lo prefiere pueden quedarse todos en tierra. Ainhoa le dice que no, que mejor estar en el barco, porque podrá tratarlo como unas vacaciones, y además que a Valeria le vendrá bien un cambio de aires. Mientras Ainhoa se lleva a Valeria al barco, se cruzan con Julián de la Cuadra, segundo de a bordo, que las saluda para luego ir a hablar con Ricardo.

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Al puerto llega también el profesor de supervivencia en un coche cuyo maletero contiene un cadáver. Otro hombre llega poco después, y habla con él, dándole un par de pasaportes presumiblemente falsos y diciéndole que va a necesitar poco más que un milagro si quiere salir del lío en el que está metido.

Los alumnos se empiezan a despedir de sus familias. Uno de ellos, Ramiro, tiene una discusión con su novia Pilar, que ha ido a despedirse de él: Ramiro padece de cojera, y su novia cree que se está subiendo al barco para demostrar algo, pero él le responde que no. Andrés Palomares, un sacerdote, también se sube al barco. En el muelle se encuentra un joven que le saca una fotografía a Ainhoa, que se queda sorprendida al verle.

Julián tiene un encuentro con Piti, uno de los estudiantes, y le dice que tire el chicle. Piti lo escupe de forma que se quede pegado al barco, así que Julián decide coger el chicle y pegárselo a Piti en la frente, diciéndole que, al ser el segundo de a bordo, es el segundo con más poder por detrás del capitán, y que más le vale comportarse.

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Cuando empiezan a cargar una serie de cajas al barco, Ricardo aparece, diciendo que él no ha realizado ninguna autorización, pero Julia, una mujer de la edad de Ricardo, aparece y le presenta una serie de papeles, diciendo que las cajas están siendo embarcadas por orden del Ministerio de Ciencia, y que su contenido es secreto. Ricardo intenta impedir que sigan subiendo más cajas, y al intentar abrir una de ellas, se cayó al suelo de manera accidental la maleta de Julia, esparciendo la ropa de la mujer por el puerto. Los dos se echan a reír cuando Ricardo encuentra unas braguitas rojas que le regaló a Julia su novio.

El Estrella Polar se prepara para partir para lo que van a ser dos meses de viaje. Julia tiene un encuentro de última hora: su novio, que trabaja en el CERN (en Ginebra, Suiza) y un compañero suyo han venido para hablar con ella. Los tres hablan de la inminente puesta en marcha del acelerador de partículas (LHC-Large Hadron Collider), y de la necesidad de mantener el barco en una serie de coordenadas concretas. Para asegurar que Julia logrará convencer al capitán de mantener el barco en esas coordenadas, el compañero le da una pistola. La mujer sale del coche para poder zarpar en el barco (que ya ha levado anclas) y los dos hombres conversan sobre los problemas que ha tenido el acelerador de partículas, y un par de accidentes que han ocurrido.

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El barco se marcha del puerto y se adentra en el mar. Julián se lleva a los alumnos en un recorrido por el barco, mostrándoles las zonas comunes en las que convivirán durante los dos meses que durará el viaje y otras habitaciones (la sala de máquinas, la lavandería, los vestuarios) mientras realiza una serie de amenazas para el que incumpla las normas y presentándoles a algunos de los tripulantes, entre ellos Salomé, la cocinera (que parece ser la única, aparte de Ricardo, capaz de darle órdenes a Julián) y Burbuja, un hombre al que, tras un accidente marino, se le alojó una burbuja en el cerebro, dejándole con la personalidad de un niño de unos 8 años. En el camino, se cruzan con Valeria, que está paseándose por los pasillos del barco en su bicicleta, para las sonrisas de todos los alumnos.

Después, toca revisión de equipajes. Julián encuentra un par de palas de playa en el equipaje de Estela, y Ricardo las tira al mar y Andrés pierde su sandwichera de la misma forma. Piti (el del chicle en la frente) se ha traído una enciclopedia marítima, y Julián decide dejar que se la quede. Ricardo después les larga un discurso sobre lo importante que van a ser estos dos meses, y cómo todos los compañeros acabarán siendo una familia.

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Más tarde, todos se van a las duchas (mixtas, así que las chicas y los chicos estarán allí al mismo tiempo). Las chicas se ríen de lo modesto que es Andrés, que se está poniendo ropa limpia. Mientras Ramiro intenta hablar con su novia – sin éxito, ya que no hay cobertura – después de que ella lo dejara mediante un mensaje, Piti saca su enciclopedia y la abre. La enciclopedia no era más que para esconder una botella de alcohol, y el joven les ofrece a sus compañeros un trago. Ninguno acepta. Ramiro, en un arrebato porque el móvil no le funciona, golpea accidentalmente a Piti y la botella cae al suelo. Los dos se pelean cuando Piti se ríe de él por creer que su novia va a estar esperándolo dos meses, y sólo la intervención de los demás impide que se sigan peleando.

Valeria sigue paseándose con la bicicleta por el interior del barco, y llega hasta la bodega. Allí se encuentra a alguien inesperado: es Ulises, el chico que antes le sacó una fotografía a Ainhoa en el puerto, y que ha venido al barco para poder encontrarse a su padre. Los dos se hacen amigos, y Ulises le enseña una llamada que puede que haga si necesita su ayuda. Más tarde, la rueda delantera de la bicicleta se pincha. En ese momento se cruza con el profesor de supervivencia, Gamboa (el hombre del coche con el muerto), que decide hacer como que le lee la mente y le cuenta varias cosas que son un secreto.

Valeria le dice que no le cae bien.

Cuando Julián vuelve a su camarote, se encuentra con sorpresa a Ulises. Éste le dice que es su hijo. Al principio, Julián lo niega, pero entonces Ulises saca un conjunto de enseres que se dejó en casa de su madre antes de marcharse, además de una urna funeraria con las cenizas de la mujer. Julián se da cuenta de que, efectivamente, él es su padre, pero decide llevárselo a la bodega y encerrarlo allí.

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Vilma, una chica que antes de embarcar había estado hablando con un chico con el que se había liado la noche anterior, se encierra en un cubículo del baño y se hace una prueba de embarazo, que da positivo. Antes de salir echa la prueba en una papelera. Cuando sale, Ramiro y Piti parecen estar más calmados, y los dos se disculpan por su comportamiento de antes.

Ramiro ve que Andrés Palomares tiene un móvil y se lo coge prestado para intentar llamar a su novia, pero en el barco ya no hay cobertura. Vilma recuerda que hace una media hora todavía tenían cobertura, así que Ramiro decide aprovechar que se está haciendo de noche para coger una de las lanchas auxiliares y remar para encontrar cobertura. Estela decide acompañarle para que no esté solo. Piti dice que mejor no contar con Ainhoa, ya que ésta es la hija del capitán, pero la joven decide que pueden correr el riesgo de ser pillados, y los lleva hasta la lancha.

Durante la cena, en la que casi todos los tripulantes están en el comedor, Ricardo intenta cortarle a su hija la comida tal y como su madre lo hacía, pero la pequeña siempre parece disgustada con algo, y Julia, que está sentada al otro lado, dice que probablemente tenga problemas con los nervios de la carne, y se ofrece para cortar el filete, algo que la pequeña acepta enseguida. Esto es señal para el capitán de la desconexión que tiene con sus hijas, de las que su trabajo lo ha mantenido separado. En ese momento, Julián llega y le dice a Ricardo que tienen un polizón a bordo. Ricardo se sorprende cuando Julián le dice que podría ser su hijo, y más aun cuando Ulises presenta un largo currículo sobre su actividad en el mar.

Ricardo le dice a Julián que suelte a Ulises, pero Julián le dice que si lo está pidiendo como amigo, que se olvide de ello.

Ramiro y Estela siguen remando hacia Tenerife, tratando de encontrar cobertura antes de que los descubran, y Estela le pide a él que le hable de su novia. El joven recuerda con una risa que, cuando llevaban tres meses juntos, él le preguntó a ella si no le molestaba que fuera cojo, y ella actuó como si no se hubiera fijado en ello, lo cual hizo que él se diera cuenta de que a ella no le importaba nada.

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Después de cenar, Ricardo decide llevarse a su hija al puente de mando, y le muestra dónde se encontraba en algunos momentos de su vida, como su primer día de colegio, diciéndole la distancia en millas y el tiempo que se tarda en llegar hasta esos sitios. Cuando Valeria pregunta dónde está su madre, Ricardo se emociona, ya que el recuerdo de la muerte de su mujer todavía sigue pesándole en el corazón, y le dice a su hija que su madre está muy lejos, a un millón de millas.

Julia está observando lo que ocurre en el CERN a través de su ordenador, comunicándose con su novio. La cuenta atrás de cuatro minutos empieza, pero no todo parece ir bien, ya que algunos de los miembros del equipo parecen estar preocupados por el comportamiento de una de las partes del acelerador de partículas.

Julián llega al puente, y ve horrorizado cómo Valeria está pintando en las cartas marinas. Sin embargo, resulta que Ricardo la está dejando que lo haga, en un intento de congeniar más con la pequeña, y se lleva a Julián aparte. Éste lleva consigo las cenizas de la madre de Ulises, y Ricardo le reprocha que dejara tirada a la mujer con su política de “el mar y la familia no casan”, además de que, para no haberse preocupado de la mujer, parece importarle mucho la urna.

Ramiro consigue por fin captar señal, y llama a su novia. El chico le pide que no lo deje, que le espere durante los dos meses que va a durar el viaje, y le dice que la ama, pero ella no parece estar preparada para la larga separación que va a haber entre los dos. Estela decide entonces coger el móvil y le dice a la chica que Ramiro se ha adentrado en el mar, alejándose del barco, sólo para poder hablar con ella. La joven se lo piensa, y al final le dice a Ramiro que le esperará. El joven está exultante de felicidad.

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Sin embargo, no todo va bien. En el CERN, el encendido del acelerador de partículas está empezando a provocar un poco de caos dentro del despacho en el que está el novio de Julia. Éste está intentando calmar a su novia, que está un poco preocupada por lo que está ocurriendo. Y, cuando el acelerador de partículas termina de ponerse en marcha, una luz enorme ilumina la habitación y la conexión se pierde, ante el terror de Julia. Varios minutos después, una luz invade Tenerife, donde todavía estaba la novia de Ramiro, y ésta grita antes de desaparecer.

Una enorme tormenta aparece sobre el mar. Ricardo trata de contactar con tierra, pero nadie responde. Julián entonces comunica a los alumnos que deben ir al comedor y ponerse los chalecos salvavidas. Ricardo se lleva a Valeria a su camarote, y le dice que no se preocupe por la tormenta, que va a asegurarse de que no pasa nada. En ese momento llega Ainhoa, acompañada de algunos de sus compañeros, y le dice a su padre que Ramiro y Estela están afuera. Tras unos segundos reprochando a su hija su falta de luces, cuando ella ya sabe lo peligroso que es alejarse del barco en plena noche, sube al puente, dejando a Ainhoa al cargo de cuidar de su hermana, y se lleva con él la urna funeraria de su mujer. Una vez arriba, avisa a la sala de máquinas para que pongan en marcha el motor, ya que tienen que ir a buscar a los chicos. Julia lo sigue, y le dice que no pueden moverse de donde están. Cuando Ricardo le indica que baje y se ponga el chaleco, Julia saca su pistola e intenta amenazar a Ricardo para que detenga el barco. Sin embargo, Ricardo se enfrenta a ella y al final Julia deja la pistola.

Ainhoa está hablando con su hermana, intentando entretenerse con algo mientras la tormenta sigue rugiendo, cuando Valeria oye unos golpes en la pared: es Ulises, que está intentando llamar a la pequeña para ver si puede sacarle de allí. Ainhoa la acompaña, y ve asombrada que el chico que hay dentro de la bodega es el que antes le había sacado una foto. La chica abre la puerta, pero apunta a Ulises con un lanza-arpones que había abajo. Ulises no se inmuta mucho, y de hecho le saca una fotografía, diciendo que a él le gusta sacar fotos a las cosas bonitas. Ainhoa decide dejarle subir.

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Mientras, arriba en el puente de mando, siguen dirigiendo el barco para poder llegar hasta los chicos. Ulises, al oír lo que está ocurriendo, se ofrece para ir a buscarlos en una lancha zodiac.

Ricardo y Julián se niegan, pero cuando Ulises recuerda a Ricardo que los cuarenta jóvenes que lleva en el barco son tan importantes como los dos que hay fuera, Ricardo cede y le da a Ulises un comunicador para poder saber dónde se encuentra.

En el comedor, Salomé está repartiendo croquetas a los jóvenes, a pesar de que el barco se está balanceando demasiado como para poder hacer algo. En un momento, ella y Burbuja, que la está ayudando, caen al suelo por culpa de un movimiento demasiado brusco, y muchos platos caen al suelo. Andrés Palomares ve que Vilma no lleva el chaleco y le da el suyo, diciendo que le tira un poco de la sisa.

Ulises va a toda velocidad hacia la posición conocida de Ramiro y Estela. Está empezando a haber problemas con la recepción por alguna extraña razón, y de repente los ordenadores se apagan, y los cubiertos del comedor saltan al techo. Afortunadamente, sólo es un efecto temporal, y los ordenadores vuelven a encenderse, pero los cubiertos asustan a los chicos cuando caen del techo.

Tras un par de sustos, Ulises consigue encontrar a Ramiro y Estela y traerlos de vuelta al barco. Ainhoa sigue abajo con su hermana, en el camarote de Ricardo. Ricardo, Julián, Julia y Ulises están en el puente. El radar del barco recibe una señal de socorro de un barco cercano, y Ricardo dice que tienen que ir a por ellos, pero Julia le dice que es demasiado tarde. Pronto, el radar se llena de señales de socorro, emitidas por cientos de barcos, y todos se quedan sorprendidos al ver cómo, sin Zona El Barco. Tu web de El Barco, Estrella Polar.

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avisar, todas las señales de socorro desaparecen del radar. Una ola gigante se abalanza sobre el barco, pero milagrosamente la ola no les pasa por encima, sino que se frena.

Al día siguiente, la tripulación hace reparaciones en el barco. Hay unas cuantas vías de agua y algunos de los alumnos han sufrido heridas de diversa consideración, pero han sido afortunados. El punto en el que se encontraban, el correspondiente a las coordenadas que Julia había indicado a Ricardo al principio del viaje, estaba justo encima de una falla que ha absorbido parte de la fuerza del oleaje, lo cual probablemente les ha salvado. Ricardo ordena poner rumbo a Tenerife para poder arreglar el barco a fondo y da a todos los estudiantes la mañana libre. Los chicos suben a cubierta y aprovechan su libertad para entretenerse, tomando el sol y pasándoselo bien. Estela le pide a Ramiro que le eche crema solar por la espalda como pago por su ayuda anterior, y Piti decide empapar a Palomares para que se quite la camiseta.

Poco saben ellos que puede que éstos sean sus últimos días de felicidad absoluta. Por ejemplo, Gamboa tiene en su posesión un libro en el que ha metido gran cantidad de fotos pertenecientes a Ainhoa, asimismo como información sobre ella: parece ser que la ha estado investigando durante mucho tiempo…

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CAPÍTULO 1 X 02: “ECHANDO LA CAÑA”

UN NUEVO DÍA El buque-escuela Estrella Polar empieza a despertarse. Los alumnos permanecen en sus camas, empezando a despertarse. Burbuja está intentando captar la señal de televisión de fuera, pero no lo consigue. Julia intenta comunicarse con el exterior, pero no recibe nada.

Julián está trabajando con sus cartas marinas, pero parece enfadado por algo. Valeria despierta y se da cuenta de que ha mojado las sábanas de la cama.

Ricardo se va a hablar con Julia, para preguntarle por la pistola. Julia le dice que está dispuesta a contarle la verdad, pero que primero tiene que pensar lo que le va a decir. Mientras, Burbuja empieza a despertar a los alumnos, que se van a la ducha para poder cambiarse. Valeria intenta disimular el problema que ha tenido pero no consigue engañar a su padre, que se da cuenta de lo que ha pasado.

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Además, Ricardo y Julián discuten porque el segundo cree que el primero está tonteando con Julia, y para Julián es como si estuviera deshonrando a su fallecida mujer.

Salomé encuentra a Ricardo en la cocina y habla con él: ella cree que Julián se siente celoso y tal vez un poco afrontado, porque Julián se ve como la “esposa” de Ricardo en el mar, y la llegada de Julia puede poner en peligro su posición.

Ricardo no sabe lo que hacer con el problema de Valeria, así que habla con Ainhoa. Ésta le dice a Ricardo que Valeria no moja la cama desde que tiene dos años, lo cual hace que el hombre se dé cuenta de lo mucho que se ha perdido en la vida de sus hijas, pero Ainhoa le dice que no se deprima, que, incluso a pesar de su inexperiencia, está haciendo muy bien de padre de las dos.

En ese momento, Valeria entra en el comedor para desayunar y Julián cuelga las sábanas mojadas de forma que se ven desde la claraboya del comedor, para vergüenza de la pequeña, ya que todos los jóvenes se echan a reír al verlas.

Ricardo se enfrenta a su amigo, enfadado con él porque ha avergonzado a su hija, y le pregunta si es que está enfermo. Valeria pasa por delante de la puerta del camarote y pregunta a Julián si de verdad está enfermo. Éste le dice que simplemente es que él también ha mojado las sábanas. Esto hace reír a la pequeña, pero cuando Valeria se va con Burbuja, Ricardo se enfada otra vez con él, diciéndole que ahora la pequeña va a creer que está bien mojarse en la cama hasta los cuarenta.

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Más tarde, los dos hablan y se disculpan por sus comentarios hechos a lo largo del día. Ricardo reconoce que está siendo un tanto egoísta por su parte llevarse a sus hijas en el barco, y que se está planteando dejar la marinería para poder cuidar de Ainhoa y Valeria, ya que ya se ha perdido una gran parte de las vidas de las chicas. Ricardo termina dándole su gorro de capitán a Julián.

EL PEZ Y EL EMBARAZO Tras ducharse, los alumnos deciden darse un baño en el mar, aprovechando su tiempo libre.

Uno a uno, se lanzan al mar, mientras que Ulises los está mirando. Piti, haciéndose el gracioso, le quita el bikini a Ainhoa y se lo tira a Ulises, haciendo creer a Ainhoa que ha sido Ulises. La chica sube al barco y se pelea con Ulises, con el cual hace amago de besarse, pero sólo lo hace para poder recuperar el bikini.

Sin embargo, cosas peores están pasando dentro del agua. Algo ha empezado a pasar cerca de los jóvenes, que parecen asustados, ya que no saben qué es lo que hay. De repente, ese algo ataca a Vilma, que se hunde en el agua ante el pánico de sus amigos, que la sacan del agua lo más rápido posible mientras que Burbuja salta al agua en bañador y con una pistola de arpones.

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Palomares y Ramiro se llevan en brazos a la chica a la enfermería, donde Julia está pensando en qué pudo haber ocurrido el otro día. La mujer pregunta qué es lo que ha pasado, y los chicos intentan explicar lo ocurrido. Julia observa la herida, y se fija en su gravedad, diciendo que tiene una púa que puede que contenga veneno, así que Andrés Palomares empieza a succionar la herida de Vilma para poder extraer todo el veneno, ante el terror de la chica. Julia se prepara para inyectar cortisona para evitar la infección, pero Vilma la detiene. En ese momento, Burbuja llega a la enfermería, con el pez ensartado en un arpón, y Julia echa a todos los alumnos de la enfermería, asustada al ver al pez.

Poco después, Julia le hace una ecografía a Vilma, para comprobar más a fondo si el ataque ha tenido peores consecuencias. Vilma no parece muy convencida de lo que va a pasar, pero la deja hacer. Sin embargo, cuando Julia hace amago de intentar ecografiarla en el vientre, Vilma la detiene, ya que sabe lo que va a verse. Julia consigue convencerla de todas formas que le permita hacerlo, y al final queda confirmado que la chica está embarazada.

Tras hacer la ecografía, Julia se dispone a observar el pez. Vilma le pregunta por la clase de pez que es, y Julia dice que se trata de una especie de pez que sólo vive a 5000 metros de profundidad. Burbuja, que está todavía allí, confirma que no sólo es un pez abisal, sino que además no era más que una cría – la madre mide unos doce metros de longitud – .

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Burbuja se lleva el pez a la cocina para que Salomé haga sopa con él. La mujer se asusta, y empieza a sospechar que algo malo ha ocurrido cuando Burbuja deja escapar cuál es la procedencia del pez. Al final, a Burbuja se le escapa que la tierra ha desaparecido. Salomé intenta verlo como algo positivo, mostrando una cara alegre hacia el que para ella es lo más parecido a un hijo, pero se echa a llorar al darse cuenta de que sus vidas, tal y como ellos las conocen, se han acabado para siempre.

Esa noche, Julia se encuentra con Vilma, y le pregunta cómo se encuentra. La hinchazón le había bajado, y la chica ya estaba fuera de peligro. Vilma parece un poco sorprendida de que Julia no le diga nada sobre la locura que es estar embarazada a su edad, pero Julia le dice que el niño que tiene dentro puede que sea el bebé más importante del mundo.

ENCERRADOS Julián se encuentra con su hijo en la cocina del barco mientras éste desayuna.

El segundo de a bordo le dice que no se espere no trabajar en el barco. Ulises se lo espera, e increpa a su padre por haberlos dejado tirados a él y a su madre cuando ni siquiera había nacido. Julián lo envía abajo, a limpiar las bodegas. Salomé se enfada con Julián, diciéndole que no debería tratar así a su hijo, pero éste le dice que hubo otra razón por la que dejó a la madre de Ulises.

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Mientras Ulises limpia, Ainhoa pasa por donde está y tira sin querer el cubo donde el joven está echando las basuras. Los dos discuten, porque Ainhoa cree que fue Ulises quien le desabrochó la parte de arriba del bikini, y Ulises está enfadado porque se ha chivado. Cuando Ainhoa tira el cubo de nuevo – esta vez a propósito – Ulises se venga echándole los desperdicios encima. Mientras Ulises se ríe, llevando el cubo al interior del congelador, Julia entra detrás de él, y la puerta del congelador se cierra, dejándolos encerrados sin posibilidad de salir. Considerando que el interior del congelador está a una temperatura de unos 20 grados bajo cero, tienen que empezar a pensar en cómo salir.

Viendo que la ropa de Ainhoa está empapada por culpa de lo que él le había echado por encima, Ulises consigue convencer a la chica para que se quite la camisa y se ponga su chaqueta, para evitar que enferme por culpa del frío. Poco a poco los dos van sufriendo los estragos del frío (se les ponen los labios azules), así que Ainhoa sugiere a Ulises que le meta las manos por debajo de la chaqueta, para poder calentarse las manos. Pronto Ulises le dice a Ainhoa que ella haga lo mismo, y los dos jóvenes se mantienen abrazados, intentando conservar el máximo de calor, mientras conversan. Es obvio que entre los dos está empezando a haber una atracción mutua, pero ninguno de ellos dice nada.

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Entonces, Ulises descubre que en el techo hay un detector de humos, y decide quitarse casi toda su ropa (y hace que Ainhoa haga lo mismo) para encender un fuego con un mechero que lleva encima. Una vez han apilado la ropa justo debajo del detector, Ulises intenta encender el mechero, pero sus manos están temblando mucho por culpa del frío y no consiguen hacer funcionar el mechero. Ainhoa decide calentarle las manos, soplando aire caliente sobre ellos y finalmente metiéndose el pulgar del chico en su boca para calentarlo más rápido. Ulises se queda muy sorprendido por esta acción, pero lo que ha hecho la chica le permite por fin encender el mechero, con el que pega fuego a la ropa. Los dos se acercan mutuamente, intentando entrar en calor.

Afortunadamente, el plan funciona. El detector hace saltar la alarma, y Ricardo baja a la bodega. La puerta está atascada, pero consigue abrirla usando un extintor. Los dos chicos salen del congelador entre una humareda enorme. Cuando Ricardo pregunta cómo se han quedado los dos encerrados, Julia dice que habían estado discutiendo y que al entrar en el congelador se le había olvidado poner el tope, pero Ulises se echa las culpas. Ricardo envía a Ainhoa a ponerse ropa seca, y finalmente le dice a Ulises que se mantenga alejado de su hija.

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EL PROFESOR DE SUPERVIVENCIA Cuando los chicos se tiraron al agua, Gamboa vio que había sido Piti, y no Ulises, quien le desató el bikini a Ainhoa. Gamboa se enfrenta al joven y le dice que él conoce a los de su tipo, que se creen los graciosos de la clase, así que coge un chicle que está mascando y se lo pega en la frente (igual que había hecho Julián en el primer capítulo).

Como venganza, Piti decide gastarle a Gamboa una broma llamada “los siameses”, que consiste en echar pegamento fuerte en la espalda de un muñeco de prácticas para que, cuando lo cojan por detrás, se quede pegado al cuerpo de quien sea. Justo esa clase trata de cómo tener cuidado con la gente que está sufriendo de descompresión brusca, y Gamboa coge al muñeco por detrás. Además, lleva el pecho descubierto, así que el muñeco no sólo se le queda pegado a la ropa, sino también a la piel. Cuando se intenta desprender del muñeco, Gamboa se depila el pecho por accidente.

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Gamboa castiga a Piti a limpiar el suelo de la clase como castigo, aunque no es lo único que le hace: el hombre decide darle “clases” de apnea, metiéndole la cabeza en el cubo de agua que ha estado usando para limpiar, mientras le deja claro que no tolerará más bromas.

Piti habla con Ramiro y Andrés, y se enfada porque sabe que será muy difícil que crean su palabra contra la del profesor, así que los tres se meten en la habitación de Gamboa para ver si pueden encontrar algo que les sirva para chantajear al profesor o conseguir que lo echen. En su búsqueda, encuentran algo sorprendente: tres pasaportes de tres países distintos con nombres diferentes, todos con la fotografía de Gamboa en ellos. Los tres se dan cuenta de que probablemente Gamboa está metido en algo muy gordo, pero cuando están a punto de irse, Gamboa llega. Ramiro y Andrés logran esconderse a duras penas en el armario, pero Piti no llega a tiempo y Gamboa lo encuentra. Piti intenta distraerlo, exigiéndole disculpas, para conseguir que sus compañeros de habitación graben a Gamboa amenazándolo, lo que espera que les sirva para hacer que lo echen.

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El plan casi se va al garete cuando ninguno de los móviles funciona correctamente, y más aún cuando Ramiro y Andrés se caen del armario. Gamboa decide amenazarles, diciendo que tienen dos opciones: bajarse al puerto en Tenerife y desaparecer, o permanecer en el barco y probablemente morir por “accidente” al ser echados por la borda. Afortunadamente para los jóvenes, Ricardo pasa por delante de la puerta justo cuando Gamboa hace la amenaza de matar a los chicos, e interrumpe a Gamboa, diciéndole que cuando lleguen a puerto lo entregará a las autoridades portuarias. Gamboa, enfadado, cierra la puerta de un portazo cuando Ricardo se marcha.

LA CATÁSTROFE Una vez se ha cerciorado de que el pez es realmente un pez abisal, Julia entra en la bodega y busca la caja con el número 23, de entre las muchas que hay allí. Una vez encuentra la caja, saca de ella un maletín naranja, en el cual hay un mensaje de su novio. Es un protocolo sobre lo que hacer si la peor de las posibilidades ocurriera: este escenario implica que toda la tierra por encima del nivel del mar ha desaparecido debido a la acción de un agujero negro. Mientras Julia no puede parar de llorar, sabiendo que ahora no hay duda de que su novio ha muerto, Philippe bromea con lo que podría ocurrir, y se despide de ella diciéndole que la quiere.

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Burbuja está allí, para susto de la mujer, que le pregunta qué es lo que ha oído. Burbuja dice que da igual lo que haya oído, ya que se ha dado cuenta – debido a la desaparición de las señales de televisión y de Internet – de que probablemente toda la tierra haya desaparecido, demostrando que, a pesar de que se comporta como un niño, es mucho más listo de lo que aparenta. Julia consigue convencerle para que mantenga el secreto, pidiéndole que sea su ayudante en el laboratorio, algo que Burbuja acepta con entusiasmo.

Usando una señal de los satélites que todavía están en el espacio, Julia consigue obtener fotografías de la superficie de la tierra: el hemisferio occidental de la tierra no muestra señal alguna de la existencia de tierra firme, pero no consigue imágenes del otro lado del planeta. Armada con esta información, se dispone a hablar con Ricardo, pero diversas cosas distraen la atención de Ricardo, creyendo que aquello de lo que quiere hablar no es importante. La tensión de Julia llega a tal punto que, cuando Julián interrumpe la reunión que están manteniendo ella y Ricardo, ella estalla, preguntándole si ha vuelto a mojar la cama, algo por lo que pronto se disculpa. Ricardo le pregunta qué ha pasado, y Julia le muestra las imágenes que ha conseguido. Ricardo pregunta qué significa esto, y Julia es muy clara: puede que, en este momento, la gente que vive en el barco sea la única señal de vida humana en todo el planeta.

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CAPÍTULO 1 X 03: “EL FANTASMA PIRATA”

EL FANTASMA Valeria está en su cuarto, viendo unos dibujos animados, cuando empieza a oír un ruido. Cree que es “el monstruo del armario”, pero al abrir el armario descubre que está vacío. Sin embargo, los ruidos son reales, y Valeria empieza a explorar.

La niña le dice a su padre que cree que hay fantasmas piratas en el barco. Aparentemente, la madre de Valeria le contaba que los piratas que morían luchando vuelven convertidos en fantasmas, y que puede que lo que ella está oyendo sean esos fantasmas.

Ricardo intenta alejar sus miedos, diciéndole que ella no tiene nada por qué temer, ya que los fantasmas piratas tienen mucho miedo a los capitanes de barco, así que la próxima vez que vea a uno de esos fantasmas, lo único que tiene que hacer es decir que ella es la hija del capitán. Valeria entonces pregunta a su padre si su madre es ahora un fantasma. Ainhoa llega Zona El Barco. Tu web de El Barco, Estrella Polar.

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en ese momento y le dice a su hermana que su madre no es un fantasma, porque está en un sitio mejor, cuidando de ellas aunque no puedan verla.

Más tarde, Valeria vuelve a oír los ruidos de antes, y se cruza con Burbuja, que también está escuchando los ruidos. Los dos deciden seguir los ruidos hasta las bodegas del barco, donde descubren que el “fantasma” no es más que los gruñidos de una cría de cerdo que está allí metida. Los dos deciden llevarse al cerdito, y pronto deciden que lo mejor que pueden hacer es ponerle un nombre al animal para que se convierta en la mascota del barco para que nadie intente comérselo.

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EL AVIÓN Julia está afuera, contemplando el mar, y Ricardo aparece, poniéndole una chaqueta. Las palabras de la científica del día anterior le han hecho ver que lo ocurrido es muy malo. Ricardo y Julia hablan de lo que ha pasado, y Julia le cuenta que ella ha perdido a toda su familia y a su

novio, pero Ricardo ha tenido suerte de que todo lo que quiere estaba en el barco. Ricardo dice que no puede contarle a los chicos lo ocurrido para evitar que entren en pánico, y decide romper la foto que Julia había obtenido gracias al satélite Hispasat, para evitar que algún alumno la encuentre. Julián aparece, trayendo a los dos una taza de café, y después entra dentro del barco. Ricardo dice que deben poner rumbo al Caribe, ya que es posible que algo haya sobrevivido allí, y Julián dice que él es capaz de ir al fin del mundo si hace falta. En ese momento, un avión comercial cae al agua cerca de ellos. Ricardo y Julián entran a toda prisa en el barco y se agarran para no caer cuando la ola llega al barco.

Todos los alumnos se ven sorprendidos por la sacudida y Ricardo les prohíbe de inmediato que suban arriba para evitar que vean lo que ha ocurrido, y ponen rumbo de inmediato hacia el avión para comprobar si pueden rescatar a alguien. Las maletas del avión salen a la superficie, y Ricardo, al ver que un oso de peluche está flotando en el agua, está a punto de lanzarse para poder sacar a alguien de dentro, pero Julián le dice que es muy probable que, considerando la velocidad a la que iba el avión al caer al agua, éste esté demasiado profundo, y que todos los que iban en él están seguramente muertos. Julia propone que alguien baje al avión: la radio del avión tiene un alcance de varios miles de metros, y posiblemente podrían averiguar si hay algún sitio que se haya librado de la catástrofe. Sin embargo, los únicos que pueden hacer una inmersión a tanta profundidad son Ricardo y Julián, éste no está dispuesto a que el capitán se arriesgue y el primero sabe que se necesitan por lo menos dos personas para lo que planean, así que deciden recurrir al único que están seguros puede ayudarles: Ulises, el hijo de Julián.

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Cuando Ulises sale del camarote de Gamboa, se encuentra con su padre, que lo lleva al puente de mando. Allí, Ricardo le dice que si quiere trabajar en el Estrella Polar lo contratará, pero que antes tiene que jurar que no revelará los secretos que aprenda en el puente. Ulises se lo toma a cachondeo, pero Ricardo se pone serio, y Ulises finaliza el juramento asombrado. Inmediatamente, Ricardo y Julián le explican lo que ha pasado, diciéndole que tiene que realizar una inmersión a 90 metros de profundidad y lo que ha ocurrido con el mundo, pero el joven no se lo cree y piensa que es algo para ponerlo a prueba.

Ricardo se enfada con Ulises por no tomarse las cosas en serio.

Esa noche, Julián y Ulises se disponen a sumergirse para poder coger las cajas negras del avión. Julián se siente incómodo, porque no sabe de qué hablar con su hijo. Ricardo le sugiere que intente hablar con él de las cosas que él hablaba con su padre, pero Julián le dice que su padre se pasaba nueve meses en el mar y tres emborrachándose en casa, así que no puede usarlo como modelo de conducta. Julián acepta los consejos posteriores de su amigo, y consigue mantener una conversación civilizada con Ulises.

Los dos bajan hasta donde se encuentra el avión y logran recoger una de las cajas negras, a pesar de una serie de extraños momentos en los que el radar detecta que hay algo muy grande pasando cerca de ellos sin que vean nada. Cuando Ainhoa le dice a Julián que se está montando un motín, Julián intenta subir a toda prisa para ayudar a su amigo, pero Ulises lo detiene, diciéndole que haciendo eso se arriesga a morir por la descompresión del nitrógeno en su sangre. Poco a poco los dos van subiendo, y consiguen subir a la lancha, dirigiéndose de inmediato hacia el barco.

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MENSAJES MORSE Los chicos, un poco enfadados por que no pueden subir a cubierta, se ponen a hablar de las chicas. Andrés se siente un poco incómodo con el tema, y Piti usa una moneda y una de las tuberías para hacer un mensaje en Morse para meterse con Andrés. Casualmente, en ese momento las chicas están hablando de los chicos, o más concretamente, de Ramiro. A Estela le gusta Ramiro, pero Vilma le dice que Ramiro ya está cogido, que ya tiene novia. Entonces, Vilma empieza a oír un mensaje en Morse, y al transcribirlo ve que es una declaración de alguien a quien le gusta Estela. La chica espera que sea Ramiro, pero en verdad ha sido Piti.

Durante el desayuno, los chicos pasan cerca de las chicas, y Ramiro deja sus libretas en la mesa. Al ver que una de las libretas tiene marcas, Estela piensa que de verdad ha sido Ramiro quien le había enviado el mensaje, y está dispuesta a hablar con él, pero Vilma la para y le dice que se modere, porque seguramente Ramiro está hecho un lío por que está entre Estela y su novia y que es mejor que espere hasta que se aclare. Los chicos se sientan junto a sus amigas, y Estela le sonríe a Ramiro, mientras que Vilma le da un suave codazo antes de levantarse. Sin embargo, mientras lleva su bandeja a su sitio, la chica parece perder fuerzas y se le cae la bandeja. Palomares salta inmediatamente en ayuda de la chica para llevarla a la enfermería.

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Estela entra en el camarote que comparte con sus amigas, y decide enviarle un mensaje en Morse a Ramiro, diciéndole que a ella también le gusta él, con la esperanza de que el chico la oiga.

Efectivamente, Ramiro está al otro lado, pero Piti llega en ese momento, transcribe el mensaje y cree que Estela le está hablando a él. Ramiro le dice que no va a dejar que Piti juegue con los sentimientos de Estela, pero el joven le dice que él siempre ha sido el bufón, el bromista, y que ahora que por fin ha encontrado una chica a la que le gusta no va a dejar escapar la oportunidad. Piti envía un mensaje para quedar con ella esa noche en el comedor. Estela no cabe en sí de contenta.

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Piti está en el comedor, vestido con una chaqueta roja, cuando Estela entra, vestida de una manera muy elegante. Piti se sorprende al ver que Estela no se acerca a él, así que se va a hablar con ella, y Estela le dice que ha quedado con Ramiro. Piti se siente mal, porque pensaba que era él quien le gustaba, pero pronto se sobrepone y decide no fastidiarle la ilusión a la chica, así que le cuenta que sí, que a Ramiro le gusta mucho ella, pero que lo ha enviado a él de “avanzadilla”, porque Ramiro se siente culpable de que sería como ponerle los cuernos a su novia que está en tierra. Está claro que Piti es un chico más sensible de lo que aparentaba ser al principio.

¿ROMANCE PROHIBIDO? Cuando Ainhoa está pasando por el barco, contándole a los tripulantes que el capitán ha prohibido subir a cubierta, llama a la puerta del camarote de Gamboa, que acaba de volver de robar la pistola del camarote de Ricardo. Tras esconder el arma, Gamboa abre la puerta, y Ainhoa le cuenta lo que está pasando. Al ver que el profesor está haciendo la maleta, la chica pregunta qué es lo que pasa, y Gamboa le dice que su padre lo ha despedido por lo ocurrido con los chicos. Sabiendo que para esa noche habrán vuelto a puerto, Gamboa le pregunta a Julia si estaría dispuesta a tener una cita con él antes de que se despidan. La joven se lo piensa, y un rato más tarde le dice que sí.

Esa noche, sin saber lo que sus compañeros están planeando, Ainhoa se pone un vestido muy elegante y se maquilla. Antes de hacer nada, se pasa por el camarote de su padre para hablar con él, como hacía con su madre cuando tenía cita en tierra. Ricardo intenta preguntarle a su hija quién es el chico con el que ha quedado, diciendo que puede decirle todo sobre él gracias a las fichas, pero Ainhoa prefiere no contárselo. En su camino al comedor, se encuentra a Ulises, que le pregunta con quién ha quedado. Ainhoa le hace jurar que no se lo dirá a nadie, y después de que lo hace, la chica dice que ha quedado con Gamboa. Ulises se sorprende, ya que sabe que Gamboa oculta algo.

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MOTÍN A BORDO Ulises entra en el camarote del capitán, trayendo unas toallas, y entra en el baño para meter allí las toallas. Mientras está inspeccionando todo, Gamboa entra también en la habitación, y se pone a registrar los cajones. Ante la atónita mirada de Ulises, Gamboa saca una pistola de uno de los cajones y se la lleva.

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Ulises entra en el camarote de Gamboa y se pone a buscar la pistola que Gamboa había cogido del camarote. La encuentra en la mochila, y se queda un rato mirándola, pero no se la lleva.

Palomares está a solas con Vilma en la enfermería, y habla con ella, diciendo que es normal que se haya mareado al estar en un barco, pero Vilma le dice que está embarazada. Andrés está sorprendido, pero le dice a Vilma que si ella quiere, estará con ella, como San José.

Entonces llega Julia y les pregunta por lo qué pasa. Vilma le dice que ha sentido una serie de pinchazos. Julia le hace una ecografía y ve algo que la preocupa, pero sólo le da a Vilma algo para el dolor y le dice a la chica que guarde reposo absoluto.

Más tarde, Julia se reúne con Ricardo cerca de la enfermería, y le dice al capitán que tanto Vilma como el bebé pueden llegar a morir si no hacen algo. Ricardo le recuerda que no les va a ser posible llevarla a un hospital, y le pide que haga lo posible por ella. Andrés ha bajado para poder ver a Vilma y escucha lo que ha dicho Ricardo, así que le pregunta al capitán por qué no han llegado todavía a puerto. La conversación pronto culmina en una discusión delante de todo el mundo, pero Ricardo le dice que no insista más y se vaya a su camarote. Andrés empieza a hablar con todos los alumnos del barco para reunirse en la sala de máquinas.

Gamboa los oye y les dice que él también irá para hablar de la reluctancia del capitán por poner rumbo a puerto.

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Todos los alumnos se juntan en la sala de máquinas. Palomares les cuenta que Vilma está en peligro de morir, y que hay que llevarla a un hospital, pero que el capitán no ha dirigido el barco hacia el puerto más cercano, como cabría esperar. Los chicos no están seguros de lo que hacer, pero Gamboa llega entonces y les sugiere que obliguen al capitán a que haga lo que ellos quieren, y a que se amotinen si eso no ocurre.

Mientras Julián y Ulises están empezando a sumergirse, Julia y Ricardo están vigilando lo que ocurre. Los alumnos, junto con Gamboa, llegan al comedor, y Palomares le dice al capitán que quieren hablar con él.

Julia se queda en el puente, organizando la inmersión, mientras que Ricardo va al comedor a enfrentarse a los alumnos rebeldes. El capitán intenta hacer que la gente vuelva a sus camarotes, pero los alumnos no están dispuestos a irse sin recibir respuestas. Cuando Ainhoa aparece, Gamboa le dice que su padre está poniendo en peligro la vida de Vilma. Ainhoa sabe que su padre no haría algo así, pero le pide que les cuente qué es lo que ha pasado. Al final, Ricardo da su brazo a torcer y le pide a Ainhoa que le diga a Julia que baje con él al comedor.

Julia le dice a Ainhoa que se quede vigilando la inmersión de Julián y Ulises.

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Entre Julia y Ricardo intentan explicar a los amotinados lo ocurrido: el fallo del acelerador de partículas creó un agujero negro que hizo que se hundieran las plataformas continentales, llevándose con ellas los continentes, y una foto del Hispasat ha confirmado que Europa y África, y tal vez Asia, han desaparecido bajo las aguas.

Cuando Gamboa exige ver la fotografía del Hispasat, Ricardo revela que la rompió precisamente para evitar que cundiera el pánico.

Ninguno de los alumnos cree en las palabras del capitán, pensando que es demasiado irreal como para ser cierto. Ainhoa se pone de parte de su padre, ya que lo conoce y está segura de que lo que dice es cierto, pero Gamboa le pregunta a la chica si está aceptando las palabras del capitán o de su padre.

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Gamboa intenta forzar a Ricardo a se dirija a puerto, pero éste les dice que no hay puerto al que ir, así que Gamboa hace que dos de los tripulantes sujeten a Ricardo para que lo encierren en su camarote. Ricardo intenta resistirse, pero Gamboa saca la pistola que había robado y apunta con ella a la cabeza de Ricardo.

El ambiente está muy tenso, pero para suerte del capitán, Valeria y Burbuja llegan en ese momento. Están buscando a Palomares, ya que quieren pedirle al cura que bautice al cerdito que han encontrado para ponerle un nombre y que pase a ser una mascota. Palomares le cuenta a la pequeña que ahora no es un buen momento, pero Valeria decide pedírselo a su padre. Al principio, Ricardo intenta enviar a su hija al camarote, para evitar que se vea envuelta en el motín, pero la pequeña consigue convencerle de que lo haga tras prometer que después se irá a su camarote. Tras un “bautizo” rápido, en el que le ponen al cerdo el nombre de “Señora Chipi”, Valeria y Burbuja se marchan. De inmediato, Gamboa vuelve a sacar la pistola –que había ocultado cuando Valeria llegó, pero entonces llega Julián, armado con su pistola de arpones. La fortuita ocurrencia de Valeria les ha dado tiempo a él y a Ulises para llegar al barco.

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Ricardo intenta ordenar a su amigo que baje el arma, ya que Gamboa está mejor armado, pero Julián no está dispuesto a obedecer, ya que prefiere morir matando. En ese momento, Ulises conecta la megafonía del comedor, y dice que, cuando encontró la pistola en el camarote de Gamboa, le quitó todas las balas para evitar precisamente esta situación. Sorprendido al ver que lo que estaba haciendo era un farol y ni siquiera lo sabía, a Gamboa no le queda más remedio que darle la pistola al capitán y rendirse. Ulises entonces conecta la caja negra que su padre y él han rescatado, para que todos puedan oír los últimos momentos de grabación del avión.

Todos escuchan aterrados y llorando cómo múltiples pilotos de avión intentan comunicarse con tierra, diciendo que la tierra ha desaparecido y que no pueden ver nada, pero eso no es todo: un piloto que estaba sobrevolando La Habana confirma que la isla de Cuba ha desaparecido por completo, y otro piloto dice que Nueva York y el aeropuerto JFK tampoco están en su sitio. Uno a uno todos los pilotos van cayendo al agua al quedarse sin combustible, y lo último que se escucha de los pilotos del avión que se ha estrellado cerca de ellos es un “¡Oh, Dios mío!” antes de que la comunicación se corte. Está confirmado: los miembros de la tripulación del barco Estrella Polar probablemente son los últimos seres humanos que quedan con vida en el planeta.

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CAPÍTULO 1 X 04: “UN MUNDO BAJO EL MAR”

Tras el descubrimiento de lo ocurrido en el exterior, todos los alumnos bombardean a preguntas a Julia y Ricardo, incrédulos. Valeria llega y le pide ayuda a su padre porque se le ha caído la cabeza de una de sus muñecas. Ricardo se acerca, dejando que Julia se encargue de explicar lo que ocurrió con el acelerador de partículas en Ginebra. Julia les dice que está segura de que todavía queda tierra en alguna parte, no sabe dónde ni en qué forma, pero les asegura que existe tierra firme. Algunos de los alumnos empiezan a gritar, conscientes de los suministros limitados que tienen a bordo del barco, y empiezan a acercarse a Julia.

Ulises se pone en medio, haciendo que los jóvenes se echen hacia atrás. Ricardo, tras hacer que su hija vuelva al camarote que los dos comparten, suelta un discurso, diciéndoles a los chicos que todavía hay esperanza, porque todos están vivos, y que ahora los tripulantes del barco deben comportarse como una familia.

Ramiro aplaude, y dice que él no se cree lo de la catástrofe, y que piensa que todo es un experimento sociológico. Todos los alumnos vuelven a sus camarotes, desalentados.

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LA CUENTA ATRÁS Después de la reunión en la parte de arriba, Ricardo, Julián, Julia y Ulises bajan a la bodega para examinar todo el cargamento que subieron al barco al principio del viaje. Hay muchas cosas de gran utilidad para cuando consigan llegar a tierra firme, como un gran cargamento de semillas. La sorpresa llega cuando descubren una caja que no está en la lista que tiene Julia.

Julia les dice que no tiene autorización para abrirla, pero Ulises se ríe de ella, preguntándole si le van a arrestar si la abre, y usa una palanca para abrir la caja. Dentro hay un extraño dispositivo electrónico, en el que lo único que se ve es un cronómetro que cuenta hacia atrás, y quedan sólo trece horas.

Julián cree que se trata de una bomba, y sugiere echarla por la borda sin más, pero Julia dice que no cree que sea una bomba, y les pide que le den tiempo para estudiar el dispositivo.

Ricardo se lo piensa, y le da tiempo a Julia hasta que el reloj marque una hora, pero que si para entonces no sabe qué está pasando, la caja se irá por la borda.

Julia empieza a buscar en su ordenador pistas sobre qué es lo que hay en esa caja. Ulises está con ella en la habitación, para evitar que le pase nada. Julia le dice que no es necesario que siga allí, pero Ulises no tiene problema en asegurarse de que nadie intente hacerle nada, y dice que se va a quedar con ella el tiempo que haga falta. Julia dice que ella no podría soportar descubrir que lo que hay en la caja es una bomba, ya que ha trabajado durante años en el CERN, y si al final todo lo que ha hecho no ha servido para nada, es capaz de suicidarse. Ulises le dice que no lo haga, que seguro que no es una bomba, y que no tiene por qué hacer nada drástico. Julia se sienta en la cama, y al meter la mano bajo la almohada, nota algo raro, y al sacarla ve que hay sangre. Ulises levanta la Zona El Barco. Tu web de El Barco, Estrella Polar.

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almohada y encuentra una cabeza de pez ensangrentada, con una nota que dice “TODO ES CULPA TUYA” (el culpable ha sido Gamboa, que más tarde aparece con manchas de sangre en la piel).

Durante la madrugada, Ulises decide coger la caja y llevársela a Julia, para que pueda estudiarla sin que nadie la interrumpa. Sin embargo, la desaparición de la caja llama la atención de Ricardo y Julián, que cogen a Gamboa y empiezan a interrogarlo en la sala de máquinas.

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Mientras, Julia empieza a desmontar el dispositivo, tratando de averiguar cuál es la función de éste. Cuando Ainhoa le dice a su padre lo que vio, Ricardo agarra a Ulises y se lo lleva a la sala de máquinas, aplicándole chorros de vapor caliente para hacer que hable.Cuando Julia corta un cable, el cronómetro se acelera bruscamente, y pasa de tener unos cuarenta y ocho minutos a tan solo seis y medio. Aterrada, corre a la sala de máquinas, y confiesa lo que ha hecho. Ricardo y Julián suben rápidamente, para poder sacar la caja afuera y echarla, creyendo todavía que es una bomba, pero cuando consiguen llegar al pasillo que lleva arriba, Ricardo se da cuenta de que no les va a dar tiempo a echarla antes de que la cuenta atrás llegue a cero, y se rinde, empezando a llorar. Valeria llega en ese momento, y le dice a su padre que cree que sabe cuál es la palabra mágica (esa mañana, entre Ainhoa y Ricardo, le habían explicado a la pequeña que la tierra firme había desaparecido porque un mago había

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lanzado un hechizo, que sólo se puede contrarrestar usando las palabras mágicas). Sin saber lo que hacer, y pensando que van a morir, los dos adultos se meten en el camarote de al lado y se cogen de las manos con Valeria. Más abajo, Julia abraza a Ulises, disculpándose por haberle hecho pasar por la tortura, y espera temerosa el posible estallido de la bomba.

Cuando llega a cero… no ocurre nada. Ricardo se encuentra con Julia, y ésta le dice que era un transpondedor, un emisor de señales que puede permitir a alguien que los esté buscando detectar su posición. Ricardo le pregunta la razón de que haya tanta volubilidad en su comportamiento, comparando el primer día, cuando le cortó el filete a Valeria, con sus acciones de este último día, cuando ha mentido y dejado que dos hombres fueran torturados.

AINHOA Y GAMBOA Gamboa se presenta en el cuarto de las chicas, para poder hablar con Ainhoa. Se disculpa por haber apuntado con la pistola a Ricardo, y le dice que, si está todavía interesada, todavía pueden tener la cita que el motín anterior impidió. Cuando Gamboa se va, Vilma le dice a Ainhoa que no debería hacerlo, por lo de que es Gamboa es mayor que ella y lo de apuntar a su padre, pero Estela le dice que vaya a por él.

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Muy temprano la mañana siguiente, Ainhoa sube a cubierta, para poder ver el mar, y Gamboa aparece detrás de ella, para luego empezar a besarla. Ainhoa se deja: obviamente, ha decidido seguir el consejo de Estela, y está interesada en el profesor de supervivencia. En su vuelta al interior del barco, Ainhoa se cruza con Ulises, que está llevando una caja de madera cubierta con una manta. Ainhoa le pregunta qué es lo que tiene, pero Ulises contesta preguntándole qué estaba haciendo fuera, y se va de allí cuando Ainhoa no contesta.

Después de que Ricardo y Julián reunieran a todos los alumnos en la clase para preguntar quién había robado una caja, Ainhoa se da cuenta de que esa era la caja que llevaba Ulises antes. Sin embargo, Ricardo y Julián sospechan que ha sido Gamboa, ya que no estaba antes en la reunión y porque todavía está fresco en sus memorias el momento en el que amenazó con matar a Ricardo. Ainhoa los oye, y va a buscar a Ulises, para decirle que si él no habla, lo hará ella. Ulises replica que sería mejor que no lo hiciera, porque se está ganando ya el mote de “chivata” que él está usando.

Ricardo y Julián registran la habitación de Gamboa con él dentro, pero no encuentran nada, así que se lo llevan a la sala de máquinas, donde lo atan a una tubería. El interrogatorio de Ricardo no funciona, así que Julián decide sacar la pistola y apuntar con ella a Gamboa.

Ricardo evita que su amigo mate a Gamboa abriendo una tubería, de forma que un chorro de vapor sale disparado sobre la cara del profesor. En ese momento llega Ainhoa, que desata a Gamboa y les dice a Ricardo y Julián que el culpable es Ulises.

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Ainhoa se lleva a Gamboa a su habitación para que se recupere de la tortura. El profesor le está muy agradecido por su ayuda, y le dice que si quiere tener una relación con él será muy difícil hacerlo en secreto, pero la joven contesta que a ella le da igual que la gente sepa que están juntos. Los dos hacen el amor.

JULIÁN Y SALOMÉ Después de descubrir que el mundo se ha acabado, Salomé se sube a la cubierta, con una botella y una copa de vino, para poder beber y pensar. Julián se sienta junto a ella, y Salomé lo invita a que se beba la botella de vino con ella. Muy pronto, los dos han acabado la botella y se están riendo, claramente achispados por todo el vino que se han bebido. En un impulso, Julián le da un beso. Salomé se queda sorprendida, pero pronto se dan otro beso, y otro, y otro más.

Julián se lleva a Salomé hacia su camarote, pero cuando están a punto de entrar, Burbuja aparece y habla con ellos. Deseosos de quedarse a solas, Julián le dice a Burbuja que se vaya a su camarote, y cuando desaparece Julián y Salomé entran en el camarote.

Unos minutos después, Julián sale, y se va al camarote de Ricardo, que se asusta al ver a su amigo. Éste le pide que le dé un profiláctico, también llamado condón. Ricardo lo echa de su cuarto, enfadado, pero cuando Julián le dice que lo necesita para hacerlo con Salomé, Ricardo se alegra por él, disculpándose porque estos últimos días han sido muy estresantes para él, y diciendo que es la mejor noticia que ha recibido en mucho tiempo. Para compensarlo, decide ayudar a su amigo a buscar el condón: se lo lleva al cuarto de Ramiro, Piti y Andrés Palomares y dice que toca revisión sorpresa de equipaje, así que los tres se despiertan, pero Julián le dice a Palomares que puede volver a meterse en la cama. La búsqueda Zona El Barco. Tu web de El Barco, Estrella Polar.

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tiene éxito, pero cuando Julián llega a la cama Salomé se ha quedado dormida. El hombre decide meterse en la cama junto a ella, tratando de no despertarla, y Salomé se abraza a él.

A la mañana siguiente, Julián se despierta y ve que Salomé no está en la cama con él, pero al abrir la puerta del baño descubre que la cocinera está dentro. Julián se siente un poco superado por la situación, ya que no está acostumbrado (probablemente no haya estado con una mujer desde que se acostó con la madre de Ulises), y habla con Ricardo mientras están cogiendo el desayuno, diciendo que cree que todo va muy rápido y

que no está seguro de qué está pasando. Sin que él lo sepa, Salomé lo escucha, y se encierra en la cocina, deprimida.

Cuando, esa misma tarde, Julián y Ricardo van a buscar a Ulises para preguntarle por la caja que había robado, Salomé retiene a Julián y lo obliga a sentarse en un taburete, en el bar. Una vez allí, empieza a decirle que la noche anterior había pensado que era diferente a lo que ella había visto durante tantos años juntos, que había sentido que tal vez podría haber algo entre los dos, pero que entre lo que ha dicho esa mañana y además lo mal que está tratando a su hijo, se ha dado cuenta de que es tal y como ella se creía y termina diciéndole que se largue. Y todo esto sucede en dos minutos.

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CITAS RÁPIDAS Ramiro habla con Piti, convencido de que todo lo que está ocurriendo no es más que un experimento. Piti no está tan seguro, y dice que él cree que el mundo ha desaparecido de verdad, pero Ramiro persiste: se está aferrando a cualquier posibilidad, una que no signifique que su novia Pilar haya muerto. Piti le dice a su amigo que Estela está colada por él, y que tiene que decirle algo. Ramiro no está convencido, ya que, aunque esté enamorado de su novia, no quiere fastidiar a su amiga, especialmente considerando que no sería fácil. A Piti se le ocurre un método para que Ramiro pueda contarle la verdad a Estela y luego poder entrar él para poder decirle lo que siente por ella.

Dicho y hecho, Piti se va a hablar con Julia para proponerle una idea: montar una tarde de citas rápidas. La excusa que da es que, con lo del fin del mundo, todos los jóvenes van a necesitar aprender a confiar los unos en los otros, a conocerse mejor, y montando las citas pueden ayudar a establecer un primer paso. Al principio, Julia se niega a ayudar, ya que todos deberían estar aprendiendo a cómo sobrevivir en la actual situación, pero Ulises consigue convencerla para que lo ayude, ya que en los dos meses que tienen por delante tendrán tiempo para aprender todo, y además hay que levantarles la moral. De inmediato, Piti empieza a repartir folletos por todo el barco. En el camarote de las chicas se encuentra a Vilma, que está haciendo abdominales, y le pregunta si eso no es peligroso para el bebé, ya que le habían dicho que guardara reposo.

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La tarde del día siguiente, todos los alumnos van al club. Burbuja está encargado de vigilar que los alumnos cumplan las reglas. Estela está ilusionada porque quiere hablar con Ramiro, pero Vilma no lo está tanto, porque está deprimida. Ulises y Salomé miran como todos hablan e intentan compaginar.

Pronto, a Ramiro le toca hablar con Estela. Estela está contenta, pero Ramiro empieza a hablarle de su teoría de que todo es un experimento, y se disculpa porque sabe que ella está colada por él, pero él sigue pensando que la tierra está todavía ahí, y que su novia sigue viva.

Naturalmente, esto deja a Estela muy desalentada, y con el corazón roto. En el siguiente turno, le toca a Piti, que le explica que ha montado todo esto para poder contarle a ella lo que siente.

Estela se dice que, aunque no es tan impresionante como lo que hizo Ramiro, es una forma bastante buena de decirle a alguien que lo quieres, así que le dice a Piti que, si está interesado, después de las citas rápidas pueden quedar para hacer el amor. Piti está impresionado.

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En el siguiente y último turno, a Piti le toca estar con Vilma. Durante los cinco minutos reglamentarios, ninguno de los dos habla, pero cuando llega la hora de irse, Vilma coge a Piti de la muñeca y le dice que quiere abortar, que no quiere traer a un hijo al mundo tal y como está. Le habla también de su vida, que no ha sido muy buena (sus padres apenas la conocen, de lo poco que hablan, por ejemplo). Piti se ve un tanto sorprendido por lo que le ha dicho la chica, y decide sentarse con ella otra vez. Le dice que puede que haya tenido una mala vida, pero ella no es la única: él perdió a su hermano en un accidente de tráfico cuando tenía 10 años, su madre entró en una dura depresión y su padre los abandonó cuando tenía 15 años.

Piti le dice a Vilma que éste puede ser un buen momento para volver a empezar, tanto para ella como para todos los demás. Vilma parece ligeramente reconfortada.

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Ramiro sube al puente de mando y pone un disco, dedicándole una canción a Pilar, su novia, mientras Estela se consuela con una tarrina de helado. Piti se queda en el bar, pensando en el lío que se encuentra (ya que parece que está dividido entre Vilma y Estela), y Vilma, que estaba fumando un cigarro, decide apagarlo con una sonrisa.

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CAPÍTULO 1 X 05: “EL GRAZNIDO”

Un nuevo día amanece sobre el Estrella Polar. Se escucha a Valeria hablando de que su madre le habló de la fe. De repente, un cuervo se posa sobre la rueda del timón.

Valeria entra en el camarote de Burbuja, que está ocultando algo. Burbuja le hace prometer que no le contará a nadie lo que pasa, y le enseña una cría de gorrión que encontró en el barco unos días antes. Valeria cree que está buscando a su madre, y los dos deciden echar unas migas de pan hacia fuera. Otro cuervo se posa en el hueco del ojo de buey.

Ulises evita que Piti, Vilma, Estela y Ramiro salgan a cubierta, ya que ha visto a uno de los pájaros en uno de los ventanales, y se ha dado cuenta de que no es un pájaro típico de mar.

Cuando sale a cubierta, ve que hay una gran bandada de pájaros sobrevolando el barco, y corre a avisar al capitán. Ricardo, Julián, Ulises y Gamboa se dan cuenta de que los pájaros Zona El Barco. Tu web de El Barco, Estrella Polar.

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llevan más de ocho días volando sin poder posarse en tierra, y deben estar muertos de hambre: el barco les ofrece una posibilidad de conseguir comida fácilmente.

De inmediato, todos los alumnos empiezan a montar espantapájaros y a hacer ristras de discos y otros objetos que reflejan la luz para colgarlos en cubierta y espantar a las aves. Esto lo hacen a toda prisa, para ver si hay suerte y los animales se marchan. Muy pronto, todos los pájaros se lanzan sobre el barco: es obvio que la estratagema no ha funcionado. Los pájaros se lanzan constantemente sobre el navío, golpeando contra los cristales. Todos corren a poner tablones sobre las ventanas, para evitar que los pájaros entren, aunque no pueden evitar que tomen el puente de mando y entren en parte de la bodega.

Ricardo, Julián, Julia, Ulises y Gamboa entran en el despacho del capitán para debatir sobre lo que hacer. Dos propuestas, consistentes en dejar comida en cubierta y en echar comida en la lancha zodiac para luego alejarla del barco son rechazadas, la una porque no serviría de nada y la otra porque supondría un gran riesgo para quien fuera a hacerlo.

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Al final, Gamboa sugiere que lo mejor es esperar al día siguiente, ya que las aves se darán cuenta de que en el barco no pueden encontrar comida y se marcharán. Sin otras ideas, Ricardo decide que es la mejor idea. En ese momento, Ramiro entra: hay un problema en cubierta.

Burbuja está intentando salir, porque cree que la culpa de que los pájaros estén ahí es suya (por lo de la cría de gorrión que encontró). Ricardo le ordena que desista, y Burbuja obedece. Éste dice que, como él es el tonto, es culpa suya lo que está ocurriendo, y por eso tiene que salir. Ricardo le dice que él es más listo de lo que dice, y le deja al cargo de Valeria. Agradecido por el voto de confianza, Burbuja se va a buscar a la pequeña.

Todo el mundo pasa la noche en el comedor y el club, para minimizar el posible riesgo de que los pájaros los ataquen en los camarotes. Los nervios son evidentes, ya que no saben si ocurrirá algo más.

A la mañana siguiente, todo está en silencio. Quitan un par de tablas de la puerta que lleva a cubierta, y Ulises saca un espejo atado a una escoba, para poder comprobar si los pájaros siguen ahí. No están en cubierta, y todos se alegran, pero Ulises los hace callar, y sigue mirando: los pájaros están subidos a los palos del velamen.

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Julia Wilson determina que las aves se han subido a los palos y deben estar comiéndose las velas, ya que están hechas en un 30% de fibras vegetales.

Ricardo sabe que si los pájaros se comen las velas, se quedarán sin medio de propulsión para cuando se les acabe el combustible, y pregunta si alguien tiene ideas que no impliquen cruzarse de brazos – lanzando una pulla a Gamboa, ya que ha descubierto que se está acostando con su hija. Ulises sugiere un plan muy arriesgado, consistente en lanzar cócteles molotov sobre la superficie del barco para ahuyentar a las aves y luego usar los extintores para apagar el fuego. Considerando que se trata de un barco de madera, Ricardo no está dispuesto a arriesgar la estructura de su barco, pero Gamboa le recuerda que, cuando los pájaros recuperen fuerzas gracias a las velas comidas, podrán entrar en el comedor y entonces no habrá manera de sobrevivir. Sin más opciones, Ricardo acepta.

Todos los alumnos rellenan botellas con gasolina, agregando mechas de tela empapadas para poder prenderlas con facilidad. Ricardo y De la Cuadra, con todos los jóvenes detrás, preparados para poder lanzarse a lo que sin duda será algo increíblemente peligroso. Todos se intentan dar ánimos antes de salir. Vilma y Piti se cogen de la mano, Ramiro y Estela se miran desde lejos, Ulises le coge la mano a Julia y Ainhoa y Gamboa se miran a los ojos.

Sin embargo, algo extraño pasa: por los altavoces empiezan a sonar gritos de un ave que no es ninguna de las que está en la parte de arriba del barco. Burbuja entra en el interior del barco, proveniente del puente de mando y con varias heridas en su cara, y dice que ha puesto un

disco que tenía en su libro de animales, y uno de los sonidos es el del halcón peregrino, que se usan en los aeropuertos para mantener a raya a los pájaros. Las aves, aterradas ante los chillidos del halcón, se alejan del barco volando. Todos empiezan a celebrar que han Zona El Barco. Tu web de El Barco, Estrella Polar.

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sobrevivido a lo que podría haber sido su muerte, y los alumnos vitorean a Burbuja, el héroe del día gracias a su idea.

Después de la celebración, Salomé le cura las heridas a Burbuja, mientras lo felicita por su inteligencia. Burbuja le pregunta a Salomé si, antes del accidente que provocó que se le introdujera la burbuja en el cerebro, era tan listo como ahora, pero Salomé le dice que no, y lo envía fuera de la cocina. Sin embargo, resulta que no es cierto: antes de estar en el barco, Burbuja se había graduado en la Universidad de Harvard.

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LA CAPILLA Andrés Palomares pide permiso a Ricardo para instalar una capilla en el barco. Dice que, con la actual situación, los alumnos del buque necesitan algún sitio en el que poder reflexionar y rezar, y una capilla sería perfecta para esto. Sin embargo, Ricardo le dice que su barco es apolítico y aconfesional, y que bajo ningún concepto permitirá que se monte una capilla.

A pesar de la orden del capitán, Palomares monta una cruz en la bodega. En cuanto lo descubre, Ricardo hace que el chico desmonte por completo la capilla, amenazando con tenerlo limpiando las letrinas todo el viaje. Mientras Andrés empieza a desmontar la cruz, los pájaros atacan el barco.

Más tarde, mientras todos están nerviosos por culpa de los ataques de los pájaros, Estela se pregunta si todo esto – la desaparición de la tierra, su supervivencia, los pájaros – no son más que un castigo divino. Palomares le dice que es mejor que no siga por ese camino, ya que está seguro de que ella no ha estado en una iglesia en años, y no quiere que empiece a pensar como una fanática, pero algunos de los otros alumnos parecen mostrarse de acuerdo con la joven.

Varios de los estudiantes firman una carta en la que piden al capitán que permita a Andrés Zona El Barco. Tu web de El Barco, Estrella Polar.

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tener una capilla en el barco, pero Ricardo le dice a Estela que no piensa permitirlo bajo ningún concepto, haciéndole ver que es ridículo.

A la mañana siguiente, después de aprobar el plan para ahuyentar a la bandada de pájaros, Ricardo se cruza con Palomares. Pensando en lo arriesgado que va a ser el plan, le pide al joven que prepare una misa, ya que todos van a necesitar un poco de fe antes de jugarse el cuello.

AINHOA Y GAMBOA Al principio del día, De la Cuadra y Ricardo se van a las duchas de los chicos, ya que las suyas no tienen agua caliente por las restricciones que Ricardo ha impuesto. En cuanto entran, se encuentran sorprendidos con Ainhoa, que sólo lleva una toalla encima. Los dos adultos apartan la vista para no ver a la chica desnuda, pero Julián se fija en que Ainhoa se ha depilado.

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Julián le dice a Ricardo que el hecho de que la chica se depile sólo puede significar una cosa: ha encontrado un novio en el barco. Ricardo no está seguro de eso, y cree que, como mucho, se trata del típico enamoramiento de campamento de verano. Julián insiste, diciendo que una chica no se depilaría así sólo por un enamoramiento, y le pregunta si sabe si su hija es virgen aún. Esa pregunta siembra la duda en el capitán.

Esa noche, antes de irse a dormir, Ricardo habla con Ainhoa. Está claro que el hombre no se siente confortable con el hecho de que su hija ha cambiado mucho y no sabe bien cómo es ella en realidad, después de que se haya perdido una buena parte de su vida. Un par de preguntas poco apropiadas para el momento (Ricardo le pregunta a su hija si es virgen) hacen que la situación se vuelva incómoda para los dos. Finalmente, Ainhoa le da las buenas noches y se va a dormir al club.

Escamado, porque sabe que se ha ido con su novio, Ricardo decide hacer una última inspección de todos los alumnos. Encuentra a su hija en la parte de arriba, pero, para su sorpresa, la persona con la que su hija está es Gamboa, el hombre que unos días atrás amenazó con matarle. Aturdido, Ricardo se vuelve a la cama, y se lo dice a Julián, que no puede creérselo.

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UN CUESTIONARIO ALGO PERSONAL Julia Wilson le hace un examen médico a Ulises: como éste se había colado como polizón en el barco, no se le hicieron las pruebas médicas perentorias para determinar todos los datos médicos que puedan ser de importancia. Para ello, le extrae sangre a Ulises, y luego empieza a hacerle una serie de preguntas. Sin embargo, las preguntas no son del tipo que Ulises se espera: parecen ser preguntas un tanto personales. Ulises le arrebata la carpeta a Julia, y se da cuenta que las preguntas que le acaba de hacer están escritas a mano. Julia intenta convencerle de que se trata de algo natural, pero Ulises no se lo traga. Es en ese momento cuando un ave aparece en la ventana, interrumpiendo la conversación.

Esa tarde, Ulises se cruza con Julia en los pasillos del barco. Julia se excusa por las preguntas que le hizo antes, reconociendo que sí eran personales. Al final, Julia se pone un poco nerviosa y empieza a decir cosas que luego la hacen sentirse incómoda, así que le pide a Ulises que olvide todo lo que ha dicho.

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Por la noche, Ulises trae una carpeta consigo mismo, y se la entrega a Julia: en la carpeta están no solo las respuestas a las preguntas que Julia quería hacerle antes, sino también a otras varias preguntas que son incluso más personales. La principal es una en la que Ulises lista todos esos detalles sobre sí mismo que él considera malos, como incapacidad para la empatía y otras cosas. Julia le pregunta qué es lo que haría si encontrara a alguien a quien no le importaran esas cosas. Ulises busca a Ainhoa con la mirada, y la ve subiendo a la parte de arriba del comedor.

VILMA Y PITI Piti baja a la enfermería, y encuentra a Vilma a punto de tomar una pastilla de un bote que no está marcado.

Creyendo que va a intentar suicidarse, o provocarse un aborto, Piti decide entrar en la enfermería y meterse varias de las pastillas en la boca, para luego decirle a Vilma que si ella quiere suicidarse, él también lo hará. Vilma habla con él, y le dice que no sabe lo que hacer, porque su hijo no tiene un padre, y Piti dice que si hace falta él hará de padre del bebé, incluso si significa tener que despertarse en mitad de la noche a cambiarle los pañales. Vilma sonríe, le da un beso en la mejilla como agradecimiento, y se va, no sin antes revelar que la pastilla que se había tomado no era más que una pastilla para poder quitarse las náuseas matinales. En cuanto Vilma desaparece, Piti escupe la pastilla.

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El chico empieza a tener dudas de si ser padre a su edad es buena idea, así que decide preguntarle al único adulto que seguro querrá escuchar: Salomé. Ésta le dice que cuando uno quiere tener hijos, lo sabe. Tras pensarlo, decide ir a hablar con Vilma. Ésta está leyendo una revista, y cuando ve a Piti, le sonríe y le dice que el feto tiene ahora el tamaño de un kiwi. Piti decide contarle a Vilma que no está seguro de estar listo para ser padre – o padrastro – del bebé. Reconoce que es un chico que se comporta de manera infantil, y que no sería un buen padre para el niño de todas formas.

Vilma parece entristecerse, y le cuenta a Piti que lo entiende, pero también que precisamente su comportamiento es la razón por la que le gustaría que él fuera el padre del bebé: Piti ha sido el que ha intentado ayudar a todos a mantener la moral alta. Ha sido el que ha contado chistes en mitad de una tormenta (capítulo 1) y ha sido el que ha montado un club de citas rápidas en mitad del apocalipsis (capítulo 3). Piti ha sido para todos como el corcho al que agarrarse en mitad del mar.

Reflexionando otra vez, después de que el encuentro con Vilma le haya hecho darse cuenta de que tal vez se ha equivocado al ser tan rápido en cambiar de idea, Piti decide ir a hablar otra vez con Salomé, pero al entrar en la cocina ve que entre la fruta hay un kiwi, y recuerda que eso es a lo que se refería Vilma antes. De inmediato, Piti busca a Vilma, y mientras están ayudando a montar los cócteles molotov para poder espantar a los pájaros, Piti le dice a la chica que está dispuesto en serio a ser el padre del hijo que ella espera, y que hará lo que sea por ayudarla. Vilma besa otra vez a Piti en la mejilla, pero esta vez un poco más cerca de los labios. Está claro que, poco a poco, algo está empezando a crecer entre ellos.

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JULIÁN Y SALOMÉ La situación entre los dos no ha estado tan tensa en mucho tiempo. Después de lo que ocurrió el otro día, Salomé evita hablar con Julián lo máximo posible, y Julián no para de hablar de ella. Ricardo le pregunta a su amigo si no estará enamorado de Salomé, y teoriza que tal vez lo haya estado durante todo el tiempo que la ha conocido y nunca se ha atrevido a actuar sobre esos sentimientos.

Cuando Burbuja intenta salir afuera para ahuyentar a los pájaros, Julián lo aparta de la puerta forzadamente y lo llama ‘anormal’. Salomé se enfada con él por insultar a Burbuja, que es más inteligente de lo que los otros creen, y Julián la insulta a ella, recordándole que ella es la cocinera.

Ricardo se enfada con Julián por eso, pero lo ocurrido le hace pensar que, efectivamente, Julián está enamorado de Salomé. Julián pregunta cómo sabe uno si está enamorado de otra persona, y Ricardo le dice que se sabe cuando uno no puede parar de pensar en esa persona.

Esa misma noche, Julián intenta hablar con Salomé, pero ésta no está muy por la labor de hablar con él después de lo ocurrido. Julián le confiesa a su amigo, antes de acostarse, que se ha dado cuenta de que está enamorado de Salomé.

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CAPÍTULO 1 X 06: “ELECCIONES”

TORBELLINO Un nuevo amanecer en el Estrella Polar. Ulises está en cubierta cuando se da cuenta de que se están moviendo muy rápido, demasiado considerando que el motor está parado y las velas están arriadas. El joven corre al puente, donde Ricardo le dice que ya saben lo que pasa: están siendo arrastrados por una corriente.

Cuando ven que la corriente está siendo generada por un torbellino, Ricardo corre al camarote de Julia, mientras que Julián intenta decidir qué hacer para evitar ser engullidos. Julián ordena poner el motor en marcha atrás, pero Ulises le dice que si hacen eso el casco se partirá, y le dice que lo mejor es dar marcha adelante, para poder salir del torbellino más rápido. Padre e hijo discuten, y al final Ulises le hace ver que su idea es la mejor. Al final, Julián ordena dar marcha adelante, y girando el timón, consiguen dirigir el barco de forma que esquivan el centro del torbellino y salen por el otro lado. Desafortunadamente, poco después chocan con algo y el barco encalla.

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Ulises hace una inmersión y ve que han encallado en una montaña. Ricardo se da cuenta de que no podrán hacer mucho antes de que empiece la siguiente marea en unas doce horas, y dice a los alumnos que deberán dormir todos en los camarotes de babor para poder reequilibrar el barco, y que está prohibido el uso de agua durante ese tiempo. Esa noche, todo el mundo se mete en los camarotes, esperando que todo se resuelva pronto. Sin embargo, no todo está yendo bien: como Julián muestra a Ricardo poniendo una cañería en uno de los pasillos, una cañería que se está doblando debido a que la presión del agua está actuando sobre el casco del barco.

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A la mañana siguiente, la cosa va a peor: la marea está subiendo, pero el barco no se mueve. Si no consiguen encontrar una manera de sacarlo en menos de veinte minutos, el barco quedará destrozado. El comité (esa es la mejor palabra con la que se pueda definir al grupo formado por Ricardo, Julián, Julia, Ulises y Gamboa) se reúne para decidir lo que hacer. Ricardo sugiere que, abriendo las paredes de la bodega y de otros dos compartimentos, pueden hacer que el barco se re-equilibre a medida que sube la marea. Gamboa, que ya ha hecho varios comentarios despectivos hacia el capitán, pregunta si esa es una buena idea, y Ricardo estalla, agarrando a Gamboa y estampándolo contra la pared, harto ya de que no haga más que cuestionarle. Sólo la intervención de Ulises y Julia evita que la cosa vaya a mayores. Ulises apoya la decisión del capitán.

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De inmediato, todos los alumnos y tripulantes empiezan a sacar las cosas de los compartimentos que van a ser inundados, haciendo una cadena para ir subiéndolas. Un tambaleo hace que una de las cajas más grandes caiga sobre Piti, atrapando su pierna. Ricardo y Julián corren a sacarlo, pero entonces la puerta de la bodega se cierra y se atasca dejando a Ricardo, Julián y Piti encerrados en el interior. Ulises intenta abrir la puerta, pero Ricardo le ordena que no lo haga, ya que si la puerta se rompe será imposible mantenerla cerrada, y por consiguiente estarán condenados a perder el barco, así que la única opción es abrir el casco con ellos dentro.

Piti está aterrorizado, naturalmente: apenas tiene 20 años, y a él aún le queda mucho por delante. Entre Julián y Ricardo logran calmarlo, algo que les cuesta mucho, pero al final Piti lo asume. Cuando encuentran un par de botellas de oxígeno, Piti dice que tal vez aún puedan escapar, utilizando el oxígeno para salir por el agujero que abran, pero Julián le dice que es imposible, ya que en cuanto empiece a entrar el agua les será imposible ir contra la corriente. Piti se rinde, y dice que al menos le queda el consuelo de que podrá probar que su padre, que decía que nunca serviría para nada, estaba equivocado: su muerte ayudará a salvar a lo que queda de la humanidad. Los tres se dan un abrazo, y Ricardo agarra la sierra eléctrica, para empezar a aserrar el casco. En ese momento, otro tambaleo sacude el barco, y Ricardo nota que se ha quedado sin corriente, así que llama con su walkie-talkie a Ulises. Éste les dice que se agarren, porque ha ideado una maniobra que permitirá sacar el barco sin que ellos mueran.

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Desde el puente, Ulises dirige la maniobra. Palomares está dispuesto en cubierta, para indicar el momento en el que desplegar las velas, y Ramiro ha bajado a máquinas. Los demás miembros de la tripulación están agarrándose a lo que sea para no caerse. Ulises ordena poner el motor a toda potencia, y pide a Palomares que lo mantenga informado de la velocidad del viento. El barco empieza a tambalear debido a la combinación de la presión del agua y del motor.

Todos temen que el barco se parta en dos. Algunos caen al suelo debido al temblor. Cuando el viento alcanza los veintiséis nudos de velocidad, Ulises ordena que desplieguen el velamen.

Durante unos segundos, parece que todo va a echarse a perder. Pero de repente, un último tambaleo sacude el barco, y éste empieza a surcar las aguas de nuevo. Todo el mundo celebra aliviado que ha sobrevivido a la catástrofe de nuevo.

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ELECCIONES El desayuno hace que los chicos empiecen a quejarse, ya que llevan un par de días con la comida racionada, además del agua de la ducha. De inmediato, todos empiezan una cacerolada, golpeando cazos y sartenes ante la impotencia de Salomé. Cuando llega Ricardo y les dice que tendrán que cambiar de camarote la próxima noche, los jóvenes se rebelan, diciendo que están hartos, pero Ricardo les dice que él es el capitán. Gamboa se levanta, y les dice que los que le dieron el papel de capitán ya no están allí, y sugiere que se hagan elecciones, algo que apoyan todos los alumnos, pero el capitán les ordena que se muevan.

Sin embargo, los alumnos deciden hacer una sentada, diciendo que no se moverán hasta que Ricardo ceda. Julián y él tratan de forzar a los alumnos a levantarse, pero se desaniman cuando Ainhoa y Ulises se sientan con los demás, y más cuando Julia le dice a Ricardo que los chicos tienen razón. Al final, Ricardo decide rendirse y darles a los jóvenes lo que quieren: la mañana siguiente, podrán votar para elegir a un alcalde, pero que hasta ese momento él seguirá siendo el capitán.

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Cuando, a la mañana siguiente, Ricardo, Julián y Piti se quedan atascados en la bodega que hay que abrir, todos los alumnos discuten sobre lo ocurrido. Algunos (entre ellos Vilma) dicen que seguramente hay otra manera de salvar el barco sin que los tres mueran, pero otros (Gamboa entre ellos) replican que es la única manera. En ese momento, llega Ulises y revela que sí hay otra forma, sugiriendo una maniobra un tanto arriesgada, pero que permitirá salvar a todo el mundo. Gamboa le dice que ya tienen dadas las órdenes de lo que hay que hacer pero Ulises señala que no puede permitir que los tres que están abajo mueran y le recuerda que todavía tienen que hacer las elecciones. Ulises se presenta como candidato a alcalde, dejando su chaleco salvavidas en el suelo. Gamboa se pone junto a él y pone su chaleco delante suya. El método de votación está claro.

Uno a uno, todos van dejando sus chalecos frente al candidato al que quieren elegir. Vilma, Palomares y Salomé votan por Ulises, pero Ramiro, Estela y Julia se deciden por Gamboa. La última en llegar es Ainhoa, y ella se decide por Ulises. Al final, el recuento da como vencedor a Ulises. Gamboa se marcha, enfurecido por haber fracasado una vez más en su intento de hacerse con el control del barco.

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AINHOA, ENTRE GAMBOA Y ULISES Después de que Gamboa hiciese la sugerencia de hacer elecciones, Ainhoa se encuentra con él en la cubierta, y le pregunta por qué no para de cuestionar la autoridad de su padre. Gamboa le responde que sólo lo está haciendo para evitar que los alumnos acaben rebelándose en serio y maten a Ricardo pero Ainhoa se traga esa excusa. Los dos se van al camarote de Gamboa y empiezan a besarse con pasión, pero su encuentro es interrumpido por Ricardo, que al pasar por delante de la puerta ha oído a Ainhoa. Ricardo entra en el camarote y saca a su hija a empujones de allí.

Un poco más tarde, Ulises se encuentra a Piti en el pasillo, y éste le pregunta si piensa hacer algo para conseguir que Ainhoa deje de fijarse en Gamboa. Ulises le dice que ella está con Gamboa y que no va a hacer nada, pero Piti lo reta a que lo consiga, y le da un consejo que resulta ser bastante bueno: si se cruzan en algún momento, y ella se gira a mirarlo mientras se aleja, es que a ella le gusta él. Después de que todos los chicos hagan la sentada, Ulises y Julia hablan un poco, y ella se va, no sin pararse por un segundo a mirarlo. Ulises se sorprende, y Piti lo anima, diciéndole que tiene una oportunidad de conseguirlo.

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Esa noche, Piti convence a Ulises a que se vaya a dormir al cuarto de las chicas, ahora que Ainhoa parece que no está allí, para poder hacerse el simpático con ellas, ya que Piti tiene la teoría de que si consigue caerles bien a sus amigas, tendrá más posibilidades de que al final Ainhoa decida estar con él. Ulises consigue que las chicas lo dejen entrar en el cuarto, y se mete en la cama de Ainhoa. Un rato después, Ainhoa llega, para sorpresa de todos. Ulises le dice que, si ella quiere, él puede irse a dormir a otro sitio, pero Ainhoa le dice que no pasa nada, y los dos comparten la cama.

Antes de dormirse, Ainhoa le dice a Ulises que está enfadada con su padre, porque la trata como a una niña pequeña, pero Ulises le dice que, en parte, tiene que comprender lo duro que es para él todo lo que está ocurriendo. Ainhoa se lo agradece y le da un beso… en la mejilla.

Ainhoa se queda dormida pronto, pero Ulises no puede dormir. La chica se tumba junto a él, poniendo su brazo sobre él, y Ulises intenta despertarla para que lo deje salir para ir al baño, pero ella no sólo no se despierta, sino que se pega aún más a él, abrazándolo como a un peluche. Haciendo un poco de esfuerzo, Ulises logra mover a Ainhoa sin despertarla, tumbándola boca arriba para luego pasar por encima de ella. Por un momento, parece que va a besarla, pero al final decide no hacerlo.

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En el baño se encuentra con Piti, y le dice que no piensa seguir con el plan, porque no quiere que ella lo trate como a un muñeco de peluche, pero Piti presiona, y le dice que intente ser un poco más atrevido. Todo se va al traste cuando Gamboa aparece y consigue que Ainhoa le deje meterse en la cama con ella. Cuando Ulises vuelve a entrar, se encuentra con que su sitio está ocupado por el profesor de supervivencia, así que decide irse a dormir a la bodega. Mientras está preparando su cama, Gamboa aparece, amenaza con matarle si vuelve a acercarse a Ainhoa, y coge un rifle submarino para apuntar con él a Ulises. Éste coge otro fusil y apunta también a Gamboa, pero Ulises se echa a reír al rato y deja el fusil a un lado. Gamboa dispara el fusil que lleva, el arpón golpea la caja muy cerca de la cabeza de Ulises, y el profesor se marcha diciéndole a Ulises que nunca apunte a alguien con un arma si no planea usarla.

Al día siguiente, con su padre encerrado en la bodega, Ainhoa utiliza un walkie-talkie para poder hablar con Ricardo, y despedirse de él. Éste se disculpa por lo que hizo el día anterior y por gritarle, y Ainhoa le responde que quiere que él siga con ella, que la castigue, e incluso que le siga echando broncas, porque al menos eso significa que sigue estando allí. Desolada por la posible pérdida de su padre, sube al club, donde se está realizando la votación para elegir al primer alcalde. Sabiendo que la única manera de salvar a su padre es conseguir votar por quien está dispuesto a hacerlo, decide elegir a Ulises.

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RICARDO Y JULIA, SALOMÉ Y JULIÁN Cuando descubren el torbellino, Ricardo corre al camarote de Julia para preguntarle qué explicación tiene lo que está ocurriendo. Julia le dice que es posible que la culpa de lo que está ocurriendo sea que los mares se están asentando tras la desaparición de tanta tierra firme. A medida que el barco entra en el torbellino, el barco tiembla un poco, y un brusco movimiento hace que Ricardo caiga dentro del baño, mientras que Julia cae fuera de la ducha, y los dos se abrazan por instinto, creando un momento incómodo entre los dos.

Durante el encallamiento, Valeria y Burbuja estaban jugando, y uno de los osos de peluche que tenían se ha roto por accidente, así que Valeria le pide a Julia que se lo arregle. Cuando ésta termina, Valeria le pregunta si ella tiene hijos. Julia le dice que no, pero que le gustaría haberlos tenido, y que le habría encantado que fuera como Valeria.

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Esa noche, Julia y Salomé comparten habitación, al igual que lo hacen Ricardo y Julián.

Mientras están intentando dormirse y con Julián hablando con su amigo sobre Salomé, Julia le pregunta a Salomé si de verdad le gusta Julián. Salomé le dice que sí, y ella le pregunta a Julia si hay alguien que le haga tilín a ella también. Julia confiesa que sí, y Salomé dice que está segura de que es Ricardo. Casualmente, los dos están escuchando a las mujeres hablar, y en ese momento Julián empieza a decir que estaba seguro de que a Julia le gustaba Ricardo, e intenta convencer a su amigo para que inviten a las mujeres a tomar algo de beber. Sin embargo, esto les hace perderse el momento en el que Julia confiesa que quien le gusta es Ulises. Ricardo acepta ir con las mujeres al bar, pero sólo para evitar que despierte a Valeria.

Al final, las mujeres, por una confusión, van en su ropa de dormir, y ellos van vestidos con ropa un poco más elegante. Julián y Salomé se van a buscar algo de beber (no es más que una excusa para poder quedarse a solas) y Ricardo y Julia se quedan solos en el club. Ricardo intenta hablar con Julia, preguntándole si se ha pasado con su hija, pero Julia se queda dormida, ya que se había tomado unas pastillas para dormir antes. Ricardo se lleva a una dormida Julia en brazos hasta el dormitorio de Julián, donde iban a dormir Salomé y Julia, pero se encuentra con que Julián y Salomé están allí haciendo el amor, y no están muy por la labor de parar, así que Ricardo se tiene que llevar a Julia a su cuarto. Valeria se despierta, y le Zona El Barco. Tu web de El Barco, Estrella Polar.

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pregunta si Julia va a dormir con ellos. Ricardo le dice que sí, y Valeria, tras decirle que a ella le encantaría que ocurriera todas las noches, le pregunta a su padre si a él le gustaría que ocurriera otra vez, y Ricardo le confiesa que sí.

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