Las que abren camino

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Esta publicación cuenta con apoyo de la Unión Europea.

Más información: Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer (CE-MUJER) Calle Cotubamaná 14, Don Bosco, Santo Domingo. Teléfono: 809-221-7474 Correo electrónico: ce-mujer@claro.net.do Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres Ave. Venezuela No. 2, Santo Domingo Este Politécnico Fabio A. Mota. Teléfono: 809-594-3627

Modelo para políticas públicas: Lecciones y razones del Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres Dra. Evangelina Rodríguez

Publicación de: Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer (CE-MUJER) y Oxfam.

Modelo para políticas públicas: Lecciones y razones del Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres Dra. Evangelina Rodríguez


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Modelo para políticas públicas: Lecciones y razones del Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres Dra. Evangelina Rodríguez CE-MUJER



Modelo para políticas públicas: Lecciones y razones del Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres Dra. Evangelina Rodríguez CE-MUJER

Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer CE-MUJER


Modelo para políticas públicas: Lecciones y razones del Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres Dra. Evangelina Rodríguez CE-MUJER Elaboración del documento: Ángela Hernández Corrección y revisión de estilo: Carolina Acuña Revisión: Elsa Mata Nelly Chalas Edición: Diciembre 2013 Portada: Elvis González Comprés Diagramación: Alexandra Deschamps Impresión Editora Búho S. R. L. Tels.: 809-686-2241 / 809-686-2243 Fax: 809-687-6239 E-mail: editorabuho@yahoo.com Prohibida la reproducción parcial o total, salvo con la autorización previa del autor Impreso en República Dominicana Printed in Dominican Republic


Se debe educar a la mujer para que sea ser humano, para que cultive y desarrolle sus facultades, para que practique su razón, para que viva su conciencia (…). Cuanto más ser humano se conozca y se sienta, más mujer querrá ser y sabrá ser. Esta mujer americana, tan rebelde por tan digna, como dócil y educable por tan buena, es digna de la iniciación científica que está destinada a devolverle la integridad de su ser, la libertad de su conciencia, la responsabilidad de su existencia.1 Eugenio María de Hostos

LA EDUCACIÓN CIENTÍFICA DE LA MUJER”. (Revista Sudamericana, Chile, junio de 1873). http://www.ensayistas.org/antologia/XIXA/hostos/hostos3.htm

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Cuando surgen airados vendavales, si el río se dilata turbulento por la lluvia empañados sus cristales; si me ataca con furia el recio viento deshaciendo mis densos bejucales, al alcance, me muestro más sonriente; que si un tanto su ira me despoja, reciben más caudal mis claras fuentes, y más verdor se ostenta en cada hoja, y más rumores lanzan mis torrentes.2 Evangelina Rodríguez Perozo3

Fragmento del poema “La canción del bosque”. Primera médica dominicana. Negra, de origen humilde, maestra -una de las continuadoras de la escuela de Salomé Ureña-, profesional especializada en el extranjero a base de esfuerzo propio, muestra del enorme espíritu de superación de las mujeres en el siglo XX y la actualidad, comprometida con el país y la población empobrecida, feminista, escritora, persona con ideas propias, interés por las cuestiones espirituales y sensibilidad poco común. En sus escritos y en sus actuaciones sobresalen la amplitud de miras, la generosidad y el esfuerzo científico y social de esta dominicana valerosa, anti dictadura y de fructífero trabajo.

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CONTENIDO Presentación ...............................................................................................11

I. II.

III.

¿Qué es el Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres de CE-MUJER? ..............................................................................13 Propuesta general para sostener, aprovechar y multiplicar logros......................21 1. Desafío con gobiernos locales.....................................................................21 2. Ministerio de la Mujer................................................................................23 3. Ministerio del Trabajo.................................................................................24 4. Programas especiales del gobierno...............................................................24 5. Ministerio de Educación.............................................................................25 6. Ministerio de Cultura.................................................................................25 7. Relaciones Interinstitucionales a seguirse profundizando.............................26 Lecciones...............................................................................................................29 A. Hacer mucho con poco....................................................................................29 1. Mujeres dispuestas para capacitación y trabajos no tradicionales.................29 2. Ingresos propios..........................................................................................30 3. Estrategia integral.......................................................................................30 4. Disminución de la vulnerabilidad ante la violencia de género e intrafamiliar.............................................................................................33 5. Capacitación. Tiempo bien empleado ¡Ha valido la pena!...........................33 6. Impacto en cultura y comunidad................................................................33 7. Aprendizaje en relaciones y coordinaciones.................................................34 B.

Aprendizajes específicos y buenas prácticas......................................................34 1. Mujeres involucradas..................................................................................34 2. Encargadas de proyectos.............................................................................34 3. Representantes de las instituciones gubernamentales locales........................35 4. Representantes de las instituciones locales de la sociedad civil.....................35

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IV.

V. VI. VII.

Siete razones que justifican y acreditan el Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres, como experiencia referencial para políticas públicas..........................................................................................37 • Razón 1: La calificación laboral de mujeres que han tenido escasas oportunidades..............................................................................................37 • Razón 2: La producción de ingresos propios...................................................40 • Razón 3: El posibilitar empleos y autoempleos para las egresadas.....................43 • Razón 4: La promoción de la organización como garantía de sosteniblidad y participación. ...................................................................45 • Razón 5: El aumento de la autoestima..........................................................48 • Razón 6: El efecto positivo para la prevención de la violencia de género.....................................................................................................50 • Razón 7: La fuerza del ejemplo: Influencia en la familia, comunidad y cultura. ....................................................................................................52 Relación con gobiernos locales y contactos con ministerios. ...................................................................................................55 Problemas: Una actitud firme ante los obstáculos...............................................59 La prensa se hace eco de Las que Abren Camino. ...............................................63 Fuentes y base...............................................................................................67

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Presentación CE-MUJER es una institución dedicada a trabajar por el establecimiento de una sociedad que supere todo tipo de discriminación, marginación y exclusión social, que ofrezca y garantice iguales oportunidades y derechos para mujeres y hombres, para lo cual, a lo largo de su vida institucional ha venido implementando diversas estrategias con esa finalidad. Un ejemplo concreto de nuestro trabajo es el Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres Dra. Evangelina Rodríguez, el cual crea oportunidades, para apoyar a mujeres de barrios urbanos marginados, con ofertas de capacitación técnica, que fomenten su inserción al trabajo en áreas consideradas masculinas, contribuyendo así con su autonomía y a su empoderamiento para mejorar su condición social, económica y cultural. Los resultados positivos del Programa, han motivado a la presentación de este libro que tiene una significación muy especial tanto en lo que se refiere a echar una mirada profunda al trabajo, que con tanta pasión se ha realizado, como a celebrar con satisfacción los logros operados en la vida de las mujeres y sus familias, ver las posibilidades que se generan a partir de la coordinación efectiva de esfuerzos y voluntades y el impacto logrado en amplios sectores. Llegar a este momento de madurez institucional, en un contexto que limita nuestro accionar, es gratificante y esperanzador, presentar a la sociedad, una experiencia de empoderamiento de cientos de mujeres, de sectores populares, que han sentido en sus entrañas la pobreza y la discriminación, que han sabido vencer obstáculos convirtiéndose en un referente para otras mujeres, en un digno ejemplo para sus familias, comunidades y sociedad en general.

Las que abren camino, se constituye en una oportunidad para dar cuenta de una acertada estrategia de impulso a los derechos de las mujeres, puesta en práctica, evaluada y con resultados positivos reconocidos. Este esfuerzo interinstitucional liderado por CEMUJER, apoyado por el INFOTEP y el Ministerio de Educación, entre otros actores, cuyos resultados pautan con certeza los aspectos fundamentales para una propuesta de modelo de política pública local, que incorpore la equidad de género. Se debe destacar la manera participativa, como se ha definido esta propuesta de modelo de desarrollo integral, a partir de las experiencias vividas por las mujeres, del equipo que ha desarrollado estos procesos y las entidades que se han involucrado en su implementación. En este resultado que se presenta a la sociedad, se han incorporado las perspectivas de quienes han sido protagonistas de este novedoso programa. Es de interés institucional y de las mujeres involucradas que esta experiencia sea ampliada y cualificada, lo que sólo será posible si desde el Estado se valora y reconoce esta acción singular. Así mismo se espera que con su debida readecuación, sea asumida como parte de las acciones de los gobiernos municipales, para crear oportunidades a favor de las mujeres, fomentar la equidad de género en el contexto local y propulsar los derechos de las mujeres. Asumir esta propuesta como política pública local podría ser una respuesta a la demanda para el impulso de la equidad de género en la sociedad dominicana. Nelly Chalas Enc. del Programa: Formación Técnica y Empleo para las Mujeres CE-MUJER

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I.

¿Qué es el Programa de Formación Técnica y Empleo Para Mujeres de CE-MUJER?

Desde sus inicios en 1988, el Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer (CE-MUJER) puso en marcha un proceso de apoyo solidario al desarrollo de las dominicanas de zonas rurales de la Región Este del país y, posteriormente, de barrios marginados de Santo Domingo, sustentado en una visionaria concepción en la que la vida se toma como integralidad, en la que producción, cultura, salud, educación y ambiente, forman un todo. El arranque del Programa Formación Técnica y Empleo para Mujeres en áreas no tradicionales en 1992, ha permitido el establecimiento de proyectos productivos manejados por mujeres a diferencia de lo que se solía promover en el país, así como derrivar barreras culturales y producir un cambio significativo en empleo e ingresos para mujeres de sectores empobrecidos, generando frutos notorios y concretos como la creación de capacidades, ingresos propios, prácticas de economía solidaria, mejor salud personal y familiar, organizaciones influyentes en sus comunidades, entre otros. A diciembre de 2012, unas siete mil quinientas mujeres de barrios y comunidades rurales se han

formado como ebanistas, tapiceras, terminación de muebles y, en menor medida, electricistas y plomeras. Mujeres que carecían de ingresos y otras que eran empleadas domésticas, chiriperas u ocupadas en inestables empleos con bajísimos salarios, hoy son dueñas de pequeños talleres o de microempresas de considerable éxito o, simplemente, dueñas de una caja de herramientas para prestar servicios a domicilio; mientras una proporción de las capacitadas ha conseguido colocación en empresas. Y lo principal: son personas que se han afirmado, ganando seguridad y ganas de vivir, todo lo cual se refleja directamente en su familia. La posibilidad de ser productivas a través de la realización de trabajos, por demás considerados masculinos, se expresa en autoconfianza y satisfacción, convirtiéndolas en ejemplos frente a sus familias, el vecindario y ante organizaciones comunitarias. El proceso no se detiene. Solo para el próximo año, INFOTEP ha aprobado catorce cursos técnicos para llevarse a cabo en el Programa. Casi en silencio, en medio de un clima general de abrumadoras preocupaciones por los serios problemas que afectan la sociedad dominicana, entre ellos,

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crisis de valores y pesimismo, ha nacido y prosperado el Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres, iniciativa que, por los frutos que exhibe y por lo integral de su estrategia, ha ganado credenciales como para constituir un referente a incorporar en las políticas públicas encaminadas a disminuir severas injusticias incubadas en la desigualdad de género y la pobreza. Quien ha pasado por este Programa tiene un antes y un después En ello coinciden todas las participantes entrevistadas, apuntando los elementos de transformación en su entorno familiar y en ella mismas, así como los nuevos relacionamientos sociales que les ha facilitado, generando un saludable sentido de pertenencia y positiva autovaloración. Algo interesante es ver cómo muchas egresadas enseñan el oficio, o parte del mismo, a sus maridos, y cómo, a menudo, se involucra toda la familia. Con el entusiasmo que provocan los ingresos, muchas veces algunos prejuicios ceden. Algunos datos como el ingreso laboral real mensual de las mujeres, que alcanza en promedio un monto de 27.6% menos que el de los hombres4, que el 29% Datos para decidir. Población y Desarrollo. Agenda UNFPA. 2013. Pág. 15.

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de las dominicanas no tienen ingresos propios, frente a un 14% de los hombres en las mismas condiciones y que en zonas rurales el porcentaje de mujeres sin ingresos propios alcanza el 41% en comparación con el 14,9% de los hombres5, nos indican cuán oportuno y necesario ha sido el Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres, sin mencionar que en República Dominicana, según esta misma fuente, 89% de las mujeres de más de 60 años están privadas de ingresos propios.

Marisol Medina, participante:

“Capacitarnos en trabajos no tradicionales, ayudarnos, prepararnos, para que tengamos un encuentro con nosotras mismas, que nos hagamos entes en nuestra sociedad, que salgamos de ese anonimato en que estamos, solo conocidas como lavanderas, cocineras y segundas; porque fíjate, hasta si somos queridas nos dicen la otra”.

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.

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Graciela de la Cruz, directora CE-MUJER: “Lo que hace la diferencia es el carácter integral: Buena formación técnica, gestión de empleos, conexión con el sector empresarial, incremento de la autoestima de las mujeres, extensión de los beneficios hacia la familia, el trabajo de sensibilización con parejas y parientes, formación en género, acompañamiento permanente en el proceso, organización, relaciones con otros grupos…”

Nelly Chalas, Enc. del Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres de CE-MUJER:

“El Programa, en todas sus partes, refleja una mística de compromiso y sensibilidad respecto a la vida de las mujeres. La visión novedosa en la concepción del mismo, sus estrategias de investigación, coordinación interinstitucional, evaluación periódica, asunción de los desafíos, creatividad en las soluciones y, sobre todo, el respeto a las mujeres que se embarcan en los entrenamientos y aprendizajes, respeto a sus realidades, a sus dudas, a sus extraordinarios esfuerzos, a lo que se agrega una completa confianza en ellas y en sus potencialidades, es lo que ha hecho posible que estas mujeres hablen de un antes y un después en su vida”. CE-Mujer, a través del Programa, contribuye a contrapesar viejas ideas que constriñen a las mujeres con baja escolaridad, a aprendizajes de labores apegadas a lo doméstico y que muy rara vez se expresarán en mejoría económica o cambios personales. Abundan los proyectos en barrios populares y campos que dan cursos de pastelería, costura, huertos…, enmarcados en una visión impuesta sobre la inteligencia y los roles femeninos.

El trabajo, además de producir ingresos, significa movimiento, conversación, iniciativas e ideas nuevas. Los horizontes se amplían. La parte más cualitativa del proceso de preparación de la mujer de sectores empobrecidos para producir ingresos comporta grados de sacrificios y esfuerzos solo captables en su severa dimensión a través de las historias personales. La estrategia del Programa es inclusiva e integral. Carreras cortas, principalmente en áreas no tradicionales para mujeres y acompañamiento para asegurar que obtengan los mejores frutos posibles con su esfuerzo. Un componente clave es el seguimiento a las iniciativas productivas de las mujeres o a su colocación en una empresa formal, abarcando, además, el reforzamiento y ampliación de conocimientos. Las egresadas, sobre todo las integrantes de la Asociación de Mujeres Técnicas Hacia el Futuro (AMUTEC), en distintos momentos, reciben formación en técnicas de comercio, diseño, acabado de producto, apoyo en la elaboración de planes de negocio para su inserción al mercado laboral. El Programa, combina, pues, la capacitación de mujeres que, por un conjunto de causas, tienen restringidas oportunidades de abrirse paso,

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formación en aspectos que les permiten comprender las circunstancias de su vida y su sociedad, acompañamiento en la gestión de empleos, o en la creación de micro-empresas, fortalecimiento de sus organizaciones y apoyo a sus acciones para influir en políticas públicas comunitarias. Las beneficiarias son protagonistas de su propio desarrollo individual y comunitario a través de su participación, con carácter prioritario, en todos los planes, proyectos y gestiones del Programa. Los buenos resultados de esta iniciativa derivan de que apunta al blanco, en cuanto a atacar pobreza, valorar el tiempo de las mujeres, sostenerse y confiar en las facultades de ellas y en sus fuerzas potenciales, echar a un lado clichés y prejuicios sexistas en torno al trabajo e imprimir a todo el proceso solidaridad y práctica democrática.

En República Dominicana, las mujeres constituyen apenas un 42.64% de la población económicamente activa del país frente a un 68.68% de los hombres (2008), lo que habla de sus dificultades para insertarse en el mercado laboral. Para el 2011 el desempleo femenino (21.5%) era más del doble del masculino (10.1%)6.

“Combatiendo la desigualdad desde lo básico”, es la consigna que levantan ONUMUJER, PNUD y la Organización Internacional del Trabajo, en un documento que en la pág. 38 dice: “Son pocos los programas que incorporan entre sus estrategias, la capacitación, intermediación laboral, apoyo a la creación de pequeñas empresas y la inserción laboral. A pesar de que la población valora la capacitación de forma positiva, no es visible una articulación entre capacitación, por un lado, y empleo y producción, por otro”. Este estudio establece que la desigualdad en el empleo y los ingresos para las mujeres es producto de un sistema de discriminaciones en la distribución de responsabilidades. Pese al crecimiento económico y la reducción de la pobreza, que suelen mostrar algunos indicadores en la región, la Cepal resalta que “suele ignorarse que al mismo tiempo ha aumentado la proporción de mujeres entre los pobres y los más pobres”, señalando también que “la disminución de la pobreza en gran parte se debe a la incorporación de las mujeres a un mercado de trabajo desregulado, que les otorga salarios más bajos que a los hombres”. Al día de hoy, las mujeres viven también lo que se ha llamado “una creciente pobreza de tiempo”, ya que se ven compelidas a cubrir simultáneamente las necesidades de ingresos monetarios y las demandas de cuidado y trabajo reproductivo en los hogares7. La lucha contra la pobreza es una consigna del actual gobierno y una de las mayores preocupaciones en América Latina y el Caribe, región que exhibe la brecha social más amplia en todo el mundo. Al respecto, toda investigación seria, muestra que la inequidad en las condiciones de vida está determinada por estructuras y procesos sociales profundos. “La inequidad es sistemática, es el resultado de normas, políticas y prácticas sociales que toleran o incluso favorecen una distribución injusta del poder, la riqueza y otros recursos sociales, y del acceso a éstos”8. Medidas claves para atacar la pobreza y CEPAL. http://www.cepal.org/oig/noticias/paginas/3/38403/ TiempoTotalTrabajo.pdf. 8 Fuente:http://www.who.int/social_determinants/thecommission /finalreport/closethegap_how/es/index2.html 7

RD POBREZA Fuente: Elaborado a partir de datos de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo.XXI. http://www.stp.gov.do/eWeb/ Archivos/Libros/Composicion_Economica_Dominicana.pdf

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la inequidad de género son: empleo e ingresos dignos para las mujeres, la inclusión en las cuentas nacionales de la contribución económica del trabajo doméstico, la asistencia a otras personas y el trabajo voluntario, así como garantizar la representación justa de todos los grupos de la sociedad en la toma de decisiones. De las egresadas de los cursos de capacitación, hay un grupo que trabaja como instructoras del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), pues además de la experiencia técnica, han recibido el entrenamiento para realizar esta labor. El Programa ha ofrecido a las mujeres de los barrios más próximos a los talleres de capacitación, aunque con ciertas limitaciones de recursos, apoyo para el cuidado de niños y niñas en edad preescolar, a través de una estancia infantil (Paraíso Infantil), coordinada por el Movimiento Mujeres Organizadas Santo Domingo Oriental (MODEMORI)9. CE-MUJER ha garantizado crédito colectivo a la Asociación de Mujeres Técnicas (AMUTEC) para la tienda, y de manera individual para las microempresas. En el período 2004-2007, se han hecho 77 préstamos, que ascienden a un monto de 5.7 millones de pesos.

Estructura de segundo nivel de asociaciones de mujeres, apoyada por Ce-Mujer.

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Además de AMUTEC en Los Mina, se han formado grupos similares en distintos pueblos y se han involucrado organizaciones que existían previamente. Los procesos de capacitación e interacción propiciados por el Programa, han generado motivación y ampliación de objetivos. De esta manera, han iniciado un espacio denominado: Red de Comercio Asociativo, que impulsa la articulación y la comercialización de productos y servicios de las mujeres de manera individual y colectiva. Ya alcanzan siete municipios. Se plantean metas como el acceso a créditos, pero también objetivos de mayor transcendencia, como influir en las políticas públicas. La brecha de oportunidades abierta por el Programa ha tenido sostenibilidad por el fuerte compromiso del equipo responsable del mismo, por CE-MUJER, la fuerza moral y el crédito social logrado por las integrantes de la Asociación de Mujeres Técnicas, el apoyo solidario de organismos de cooperación, en especial la Agencia de Cooperación Alemana, Educación sin Fronteras-AECID, Intermon-OxfamUnión Europea, las coordinaciones interinstitucionales, en especial con INFOTEP y MINERD. En este momento, sin embargo, la sostenibilidad, expansión y aprovechamiento de esta sustancial experiencia dependerá en buen grado de la comprensión de su alcance cualitativo por parte de quienes elaboran y ponen en marcha políticas públicas.

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Desde CE-MUJER se diseñó y lleva a cabo la conducción del Programa sobre fundamentos participativos. El INFOTEP, que desde el principio, ha aportado el componente técnico y un compromiso sostenido, considerando a CE-MUJER Centro Operativo del Sistema (COS). Los estándares y criterios de calidad exigidos por este Instituto han marcado positivamente a las egresadas del Programa. De su parte, CE-MUJER aporta al INFOTEP su visión de compromiso social y equidad de género.

Con el Ministerio de Educación se ha cosechado una experiencia que vale la pena destacar: el convenio firmado entre las partes, mediante el el cual éste asumió la responsabilidad de suplir los espacios físicos al Programa. Esto implicó un hito importante, pues los primeros cursos se llevaron a cabo en locales prestados y luego, en un local alquilado en Katanga Los Mina. En este lugar se instalaron los primeros talleres y se efectuaron cursos de electricidad, fabricación de muebles de madera y elaboración de artículos a partir de pieles y cuero. A partir del convenio con el Ministerio de Educación (entonces Secretaría de Educación) en 2009, se eligió el liceo Fabio Amable Mota como lugar fijo para el Programa. Este plantel cedió un espacio dentro de su estructura para talleres de electricidad, tapicería, reparación de máquinas industriales, mimbre y para

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la oficina del Programa. Sin embargo, por razones variadas, las cosas no siempre funcionaron como se había acordado. “Cada vez que había cambio de gobierno, cambios en la misma escuela, venían los problemas, por desconocimiento o por prejuicios. Fue una lucha tremenda para ubicarse aquí, hubo aliados y opositores. Estábamos volviéndonos locas, con los equipos arrinconados en la escuela. Lo que logramos en infraestructura nos costó tremendos esfuerzos”, expresa una integrante del Programa. Hoy día, prima una relación de entendimiento, armonía y solidaridad entre CE-MUJER y las autoridades del Fabio Amable Mota. Asimismo, se ha iniciado un proceso para enriquecer la cooperación entre el Ministerio de Educación y CE-MUJER, alrededor de la cual hay muy buenas expectativas. En cuanto a apoyo financiero, el Banco de Ahorro y Crédito, ADOPEM, aporta préstamos a las egresadas para establecer sus microempresas o para ampliarlas (lo que se suma a lo aportado por CE-MUJER en esta área). Con la Asociación Nacional de Industriales de Muebles, Colchones y afines (ASONAIMCO) se ha fijado un acuerdo que abre ciertas puertas de empleo y pasantías. Las relaciones con estas entidades resultan valiosas y fructíferas. Cuando se concibió el Programa se previó que las mujeres organizadas serían las beneficiarias del mismo. Se empezó con dos estudios y un proceso de formación de organizaciones barriales. El Departamento de Educación de CE-MUJER tuvo a cargo la aplicación de esta estrategia, que privilegiaba lo organizativo. Sin embargo, la experiencia aconsejó un cambio, pues a menudo las mujeres organizadas no cumplían con los requisitos establecidos por INFOTEP, sobre todo en cuanto a escolaridad. El Programa se abre entonces a todas las mujeres de sectores populares. La capacitación se oferta a las que cumplen los requisitos básicos. Posteriormente, surgen nuevas demandas de organización, ya con otras características. Las mujeres se agrupan a partir de la formación recibida y, sobre todo, de las necesidades sentidas e identificadas en el propio proceso (colocación, mercadeo de artículos, etc.). El


conocimiento de experiencias similares en otros países es otro aliciente para este paso. La Asociación de Mujeres Técnicas, así como la motivación a mujeres de otros municipios, son, pues, productos de la estrategia de CE-MUJER, y significa empoderamiento de las participantes. La Constitución vigente establece: “Se promoverán las medidas necesarias para garantizar la erradicación de las desigualdades y la discriminación de género” y: “El Estado garantiza la igualdad y equidad de las mujeres y hombres en el ejercicio del derecho al trabajo”. En tanto, el Plan Nacional de Igualdad y Equidad de Género, por el que habría de regir su labor el Ministerio de la Mujer, postula como uno de sus objetivos “impulsar la superación de la pobreza de las mujeres”. En este contexto declaratorio, la estrategia integral, las experiencias y logros, fraguados a través de décadas enfrentando escollos y creando soluciones, del Programa de Formación y Empleo para Mujeres, constituye un aporte clave para los gobiernos locales y los mecanismos del gobierno central con responsabilidades pertinentes a equidad de género, disminución de la pobreza, creación de empleo y economía solidaria. Hoy, en los ojos de cientos de mujeres participantes del Programa hay un brillo más elocuente que cualquier cifra. Es el reflejo de experimentarse humanas, de descubrirse inteligentes, de saberse aptas para ganarse la vida con su trabajo, de sentir su valía independizada de la edad y la aprobación ajena, de

haberse comprobado dueñas de ideas y conocimientos para dar a otras personas. Ese brillo es sano orgullo y revela además de mayor seguridad personal, un sentido renovado de la dignidad. Se detaca que, luego de capacitarse, las egresadas, tienen ingresos propios, a través de los talleres que montan o al asociarse para una empresa mayor (la tienda Centro Metas), lograr un empleo formal o con su caja de herramientas, prestar servicio a domicilio. Pero lo más eminente estriba en la transformación de la vida interior y las relaciones de estas personas, quienes superan inhibiciones, se organizan, comparten, enseñan, redefinen sus aspiraciones en cuanto a educación de hijos e hijas, hacen caso omiso a todo lo que intenta desmoralizarlas, forjan un liderazgo, practican la democracia en sus asociaciones y actividades, se expresan con soltura ante una autoridad o un periodista, tienen conciencia de los obstáculos y problemas, planifican para seguir adelante, llevan su contabilidad con pulcritud, rinden cuenta; en síntesis: se ha sustanciado su sentido de la vida. No es posible concluir este recorrido de los aspectos centrales del Programa, sin decir que el mismo, con su nombre y contenido, rinde homenaje a la Dra. Evangelina Rodríguez, una mujer que desafió esquemas, mostró un tenaz espíritu de superación, logrando con voluntad, inteligencia y disciplina personal que las restricciones de conocimientos, establecidas tácitamente para las mujeres, y la estrechez económica no malograran sus sueños.

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II.

Propuesta General para sostener, aprovechar y multiplicar logros

“El Estado garantiza la igualdad y equidad de las mujeres y hombres en el ejercicio del derecho al trabajo. Constitución de la República Dominicana”.

Con el apoyo oportuno y el aprovechamiento de la experiencia del Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres, se podrían multiplicar las mujeres capacitadas, con ingresos, autoestima y activas en su comunidad. La continuidad, ampliación de sus alcances y sostenibilidad del Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres depende de una suma de esfuerzos y requiere, definitivamente, de aportes institucionales significativos y, en particular, del compromiso veraz de gobiernos locales y gobierno central, para seguir aportando elementos cualitativos para políticas públicas encaminadas a disminuir la pobreza y aumentar la equidad de género. Aplicar equidad de género o dar evidencias claras en este campo, significa cumplir la ley y mostrar sensibilidad humanista. La contribución al Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres sumará y cualificará credenciales ante la sociedad y las municipalidades. Las integrantes de AMUTEC, manifiestan su aspiración de que “este Programa sea apoyado por el Estado dominicano para que otras mujeres tengan la oportunidad de ver la vida diferente”.

1. Desafío con Gobiernos Locales:

El 25 de agosto de 2008 se publicó en el periódico El Nacional la firma del convenio entre el Ayuntamiento de Santo Domingo Este y CE-MUJER, con objetivo de “elevar la calidad de vida de las mujeres, incluyendo la construcción de obras comunitarias y apoyo a las iniciativas de capacitación (...) Como un paso de extraordinaria importancia”, según declaraciones de Elsa Mata entonces Directora de CE-MUJER. Con base en La Ley No. 170­07 que instituye el Sistema de Presupuesto Participativo Municipal y de la Ley No. 176-07 Del Distrito Nacional y sus Municipios, AMUTEC y CE-MUJER formulan una propuesta concreta a los ayuntamientos, teniendo en cuenta que uno de los principios consagrados en esta ley, es “De equidad de género, tanto en cuanto a la participación como en la inversión que la debería favorecer”.

Aportes esperados:

- Apertura, en distintos niveles y mecanismos institucionales, para asesorías con relación a la experiencia del Programa para que este pueda replicarse con las debidas readecuaciones.

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- Apoyo para que el Programa se mantenga y se fortalezca, contribuyendo con costos operativos y equipamiento de los talleres. - La construcción del tercer nivel de la tienda Centro Metas y proporcionar los equipos y herramientas necesarios para establecer un taller colectivo, al servicio de las mujeres ya capacitadas que no cuentan con espacio para hacer sus trabajos. - Renovar la currícula de las escuelas laborales de los ayuntamientos y reactivación de estas escuelas, incluyendo la dimensión de equidad de género en todos los aspectos. - Que se emplee a mujeres capacitadoras para ofrecer cursos en las escuelas laborales de los ayuntamientos. “El conocimiento que tenemos podemos compartirlo”, señala una directiva de AMUTEC. - Ofrecer apoyo logístico y publicidad a las ferias organizadas para exhibir y vender los productos

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elaborados por las ebanistas, tapiceras y artesanas. - Dar las facilidades y autorizaciones para la instalación y funcionamiento de las ferias en lugares públicos o privados. - Enviar mujeres a capacitarse en el Programa. - Otorgar alguna preferencia a las mujeres técnicas en la compra de mobiliarios. - Garantizar que las oficinas de equidad de género y desarrollo funcionen y cuenten con las capacidades y recursos para cumplir con sus funciones. - Conformar alianzas entre la Oficina de Equidad de Género y Desarrollo de cada ayuntamiento con las organizaciones de la comunidad. En particular, con las organizaciones involucradas en el Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres y otras que realizan otros tipos de actividades.


Lo que aportaría CE-MUJER a través del Programa a los gobiernos locales:

- Asesorías sobre estrategias de capacitación incluyente, integral y orientada al trabajo. En concreto, los ayuntamientos podrían incorporar a sus escuelas laborales el modelo ofrecido por el Programa. - Mujeres preparadas para ser instructoras en las escuelas laborales y otras áreas. Se podrían formar un número mayor de facilitadoras con miras a suplir las requeridas para este fin. - Oportunidades de capacitación para personas que lo necesitan, realizando los pasos de lugar y los procedimientos en estrecha coordinación. - Promoción de las acciones conjuntas, creando un referente de cogestión a favor de la equidad de género. Ofrecer servicios y productos elaborados por las mujeres. Específicamente, convendría que las organizaciones de mujeres de las respectivas zonas unificaran esfuerzos para elaborar una propuesta con renglones concretos para acceder al Fondo Concursable de Asociaciones Sin Fines de Lucro y para influir en el proceso del presupuesto participativo a favor de sus comunidades y barrios, en particular, para equidad de género, capacitación e ingresos para mujeres y prevención de violencia.

2. Ministerio de la Mujer: Lo que podría hacer para fortalecer estas estrategias:

- Canalizar ante las entidades gubernamentales correspondientes necesidades sentidas y manifiestas por las mujeres en cuanto a infraestructuras, salud, medio ambiente y producción de ingresos. - Gestionar y facilitar relación con otras entidades nacionales e internacionales de apoyo tanto directo a las mujeres como al propio Programa. - Proveer de materiales educativos sobre prevención y tratamiento en violencia de género. - Ser aliado para abrir campo a los artículos elaborados por las mujeres técnicas y a su reconocimiento por parte de otras instancias oficiales. - Ser intermediaria entre CE-MUJER, las egresadas, AMUTEC y la Red de Comercio Asociativo, con las demás instancias oficiales. - Propiciar y apoyar intercambios de experiencias y conocimientos entre CE-MUJER y el Programa con organizaciones internacionales que desarrollen procesos similares.

Lo que podría recibir:

- Una experiencia con mujeres de sectores populares que pueden ser ejemplo de la capacidad de las mujeres, de los resultados positivos de una acción bien definida y planificada. - Un canal de distribución de materiales e informaciones para la prevención de la violencia de género, llegando a comunidades y barrios de manera directa a través de mujeres reconocidas y respetadas en los mismos. - Un canal de interlocución con mujeres de sectores empobrecidos de siete municipios, incluido Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte.

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3. Ministerio del Trabajo: Aportes esperados:

- Tener a disposición de las mujeres en proceso de capacitación técnica y de las egresadas los programas que existen en el Ministerio. - Ofrecer informaciones sobre oportunidades de empleo formal e informal. - Compartir estrategias de promoción, sensibilización y fomento al empleo digno y no sexista. - Facilitar capacitación regular sobre el Código de Trabajo, en especial los derechos y prerrogativas laborales para trabajadoras y empleadoras. - Realizar campañas, a través de cuñas en tv y radio, sobre mujer y trabajo, en la que se muestren mujeres realizando oficios no tradicionales y se promueva la no discriminación laboral. Una de las referencias sería lo postulado en la Constitución al respecto.

Lo que el Programa aportaría:

- Un modelo novedoso de trabajo e ingresos para mujeres. - Una muestra de mujeres capacitadas como técnicas y orientadas sobre valores, derechos y deberes. - Imágenes de mujeres desarrollando trabajos no tradicionales, que podrían emplearse en campañas sobre equidad de género en lo laboral. - Una experiencia que podría aprovecharse para estimular la creación de nuevas áreas y oportunidades de empleo para mujeres.

4. Programas especiales del gobierno:

Desde Quisqueya sin miseria con la estrategia definida para estos programas y sus prioridades: Quisqueya aprende contigo, alfabetización; Quisqueya empieza contigo, estancias infantiles y Quisqueya somos todos para el desarrollo integral, que abarca participación ciudadana y economía solidaria, entre otros. Vemos:

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Aportes posibles:

- Apoyar a la permanencia del Programa, aportando parte de los gastos en que se incurre para dar el servicio de capacitación a mujeres y jóvenes. - Convocar y tomar muy en cuenta a AMUTEC, a las demás agrupaciones de mujeres técnicas y a las organizaciones de mujeres, en la definición de proyectos de desarrollo local y economía solidaria. - Establecer indicadores específicos enfilados a fomentar la equidad de género en acceso a los recursos, en el marco de economía solidaría y los programas especiales del gobierno - Crear estancias ubicadas en áreas cercanas donde las mujeres se capaciten o tengan talleres colectivos en los distintos municipios. Estas estancias infantiles servirían de apoyo a las mujeres, a fin de que puedan conciliar sus


responsabilidades familiares con las obligaciones relacionadas con la capacitación y el empleo. Esta medida se coordinaría con el Ministerio de Educación y con CE-MUJER. - Dar acceso a crédito con intereses bajos, plazos de gracia y simplificación de procedimientos burocráticos.

Lo que CE-MUJER aportaría:

- Definición de metas e indicadores específicos orientados a fomentar la equidad de género en acceso a los recursos económicos y creación de capacidades. - Una experiencia modelo en la que se enfocan a un tiempo equidad de género y disminución de la pobreza. - Una estrategia de capacitación y producción de ingresos que tiene como centro a mujeres de sectores empobrecidos y se guía por participación, inclusión, respeto, confianza, esfuerzo, solidaridad y organización, estrategia que podría ser muy valiosa en la promoción de modelos de desarrollo local auténticamente inclusivos. - Instalaciones, del Porgrama, que pueden ser un recurso importante para desarrollar acciones integrales. - Asesoría sobre participación de las organizaciones de mujeres en los modelos de desarrollo local.

pintura, tallado, disposición final de la basura domiciliaria - Contribuir al fortalecimiento de este Programa, incorporándolo a las estrategias de escuelas laborales del Ministerio.

Lo que recibiría el Ministerio:

- Un valor agregado a los centros educativos del Ministerio Educación. - Una experiencia de la que se puede nutrir el área de equidad de género de este Ministerio. - La visión de mujeres líderes, egresadas del Programa, que podrían aportar su experiencia a maestras y maestros, a través de su propio ejemplo, sobre la educación no sexista.

5. Ministerio de Educación: Aportes esperados:

- Garantizar el aporte de espacio físico para el Programa, como un compromiso institucional permanente. - Incluir a egresadas del Programa que tienen la calificación requerida como profesoras en áreas técnicas laborales. - Incluir a egresadas del Programa en los proyectos de medio ambiente que se desarrollen en los barrios que estén dirigidos a la familia y a favorecer el medio ambiente doméstico y comunitario con materias como: reciclaje,

6. Ministerio de Cultura: Aportes esperados de este ministerio:

- Apoyo a las artesanas de AMUTEC y de la RED para que adquieran mayor calificación e innovación en materiales y técnicas, para que los artículos elaborados puedan entrar a circuitos con rentabilidad significativa (turismo). - Acciones que promuevan valores dirigidos a un nuevo relacionamiento entre hombres y mujeres.

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- Una campaña de revalorización de las mujeres, para crear conciencia a través de la proyección de una imagen positiva de las mujeres de distintas edades, procedencias y ocupaciones.

Lo que obtendría el Ministerio:

- Una experiencia constatable de modificación de patrones culturales excluyentes, basada en valores de solidaridad, cooperación, esfuerzo y confianza.

7. Relaciones Interinstitucionales a seguirse profundizando:

INFOTEP: El Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional es y ha sido de importancia capital para el desarrollo del Programa. En los últimos años se ha logrado ampliar la oferta de formación para incluir áreas como reparación y fabricación de inversores, rebobinado de motores y rebobinado de transformadores. Con el INFOTEP se ha logrado también la renovación de la resolución que acredita a CE-MUJER como Centro Operativo del Sistema, garantizando sostener el apoyo en la capacitación técnica para las mujeres de escasos recursos de sectores marginados urbanos. Continuar y seguir afianzando esta colaboración es decisivo para el éxito del Programa.

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Un aspecto que, vista la contribución del INFOTEP a lo largo de tantos años, luce con una potencialidad poco explorada es la experiencia del Programa de Capacitación y Formación Técnica para Mujeres que comporta valores, créditos y buenas prácticas como para ser calibrado por las autoridades principales de esa institución, con fines de aplicar sus lecciones en todo el sistema, por ser un referente claro en vinculación de capacitación y empleo para poblaciones de mujeres de sectores empobrecidos. El INFOTEP podría aprovechar más ampliamente la experiencia que ha compartido con CE-MUJER, en cuanto a posibilitar una formación técnico-laboral con enfoque de género. Este enfoque y las estrategias que se han aplicado podrían ser asimilados para la globalidad de las acciones y programas que realiza esta importante institución. ADOPEM: La existencia por parte de CE-MUJER de un fondo de préstamos para las mujeres, en acuerdo con la Asociación Dominicana para el Desarrollo de la Mujer, ha posibilitado el crecimiento de las microempresas de mujeres organizadas. La colaboración de esta Asociación con el Programa ha sido importante y la relación interinstitucional muy positiva. Esta alianza debe continuarse, compartiendo aún más los aprendizajes derivados de la misma.


ASONAIMCO y CODOPYME: La existencia de relaciones y acuerdos de trabajo con la Asociación Nacional de Industriales de Muebles, Colchones y Afines, y la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresa han significado un punto de apoyo y reconocimiento para las mujeres técnicas, abriendo oportunidades para el cumplimiento de las metas de las organizadas en AMUTEC y Mujeres en Red de Comercio Asociativo. Seguir fortaleciendo estos vínculos significa también un aumento de la capacidad de gestión y negociación para conseguir puestos de trabajo y mercado para los productos elaborados.

Una medida aplicable a todas las instancias mencionadas, sería adquirir parte de los mobiliarios que necesiten a través de compras a mujeres técnicas asociadas en AMUTEC y a las otras organizaciones de mujeres técnicas en otros municipios, o emplearlas en la reparación de mobiliarios. Tanto AMUTEC, como los grupos de mujeres técnicas harían el proceso para certificarse como proveedoras del Estado en su renglón, lo cual dinamizaría las ventas y estimularía la capacitación y el empleo de más mujeres de sectores empobrecidos.

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III.

Lecciones

A. Hacer mucho con poco:

El Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres, impulsado por CE-MUJER, ha reunido evidencias palpables de lo que pueden lograr las mujeres en materia laboral, en su vida y la de su familia y comunidad, siempre que encuentren la oportunidad y el estímulo imprescindibles.

1. Mujeres dispuestas para capacitación y trabajos no tradicionales:

La experiencia del Programa demuestra con hechos la admirable disposición de las mujeres de distintas edades y escolaridad para aprovechar las oportunidades que se les presentan, siempre que signifiquen conocimientos, ingresos, la superación de ellas y de su familia. Ellas están dispuestas a dedicarse, superar escollos personales y familiares, a relativizar viejos esquemas con epertura a los cambios que sean para mejorar. Las frases de una egresada representan el espíritu de todas las que persisten:

“A las situaciones difíciles me encanta decirle un ¡sí puedo! Lo que más me gusta de mi trabajo es que nos estamos arriesgando, le estamos diciendo al mundo ¡podemos!... Cuando te sientes útil, emocionalmente te sientes diferente, ves la vida diferente… Pintar muebles, madera y trabajarlos fue excelente para mí. Es una forma de abrirme campo e ir conociendo algo nuevo… Es mucho más maravilloso de lo que yo me imaginaba. Y seguí para adelante y me encantó”. Se ha demostrado de manera fehaciente que si se crean las oportunidades de lugar, los trabajos no tienen sexo. Las evaluaciones de impacto realizadas al Programa muestran que las mujeres de sectores empobrecidos pueden desarrollar labores muy diversas si se les ofrecen oportunidades. Asimismo, se advierte que el tipo de trabajo favorecido por el Programa permite disminuir en grados variables las situaciones de pobreza al posibilitar una actividad que tiene cierta

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convención o tradición, comportan ingresos bajos o están exentas de remuneración (trabajo doméstico, tareas de cuidador o cuidadora, de enseñar en los niveles básicos, etc.). Es común, además, que los hombres perciban que al realizar labores “femeninas” pierden hombría, se vuelven “mamitas”, como si la simple labor pudiera difuminar algo definitorio de su masculinidad, tal como la entienden. Cuando los hombres van ocupando con éxito ciertas labores no convencionales como cocinar o coser, estas tienden a cambiar su estatus a cheff y diseñador de moda.

2. Ingresos propios: demanda en el mercado, tanto en artículos terminados como de servicios para reparaciones. El Programa ha contribuido a visibilizar las aptitudes de la mujer para desarrollar con dignidad trabajos de los que estuvo excluida. La atención y los espacios que le han concedido los medios de comunicación dan cuenta de la relevancia de su contenido y alcance. En el proceso de capacitación y posteriormente, como egresadas, han mostrado sus esfuerzos, su fuerza de voluntad, sus retos a conceptos y visiones que reducen el horizonte de oportunidades de la mujer, los frutos de su trabajo, la satisfacción de sentirse capaces y de estar haciendo algo nuevo que da resultados positivos para su autoestima. Con su ejemplo, sensibilizan sus allegados e influyen la sociedad. Las mujeres aceptan retos y poseen una aguda conciencia de la necesidad de valorarse sustancialmente mejor. Están deseosas de aprender, de capacitarse con miras a una mejoría económica. Buscan continuamente la manera de ser productivas. Hay más flexibilidad en las mujeres para desempeñarse en oficios, profesiones y ocupaciones que tienen o tuvieron el sello “masculino” que los hombres para interesarse o desempeñare en ocupaciones con el sello “femenino”. La razón es simple: esta experiencia las mujeres la incorporan a su vida interior como ganancia -de ingresos, reconocimiento, auto confianza, respeto-, mientras los hombres suelen preconcebirla como pérdida por

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Este indicador mide en buena medida las condiciones de vida de las mujeres en una sociedad. Está más que documentado que las mujeres emplean más horas de su tiempo al trabajo no remunerado y carecen de ingresos propios en mayor proporción que los hombres. Lo que afecta de manera directa su calidad de vida. En este contexto, reviste particular importancia la certera estrategia del Programa. Resalta, que contar con ingresos propios significa más calidad de vida para las mujeres y sus familias, no solo en el aspecto económico sino también en salud, seguridad, actitud positiva, relaciones familiares y sociales y mayor control sobre sus vidas. Las mujeres dedican casi la totalidad de sus ingresos a sus hijas e hijos, mejoramiento del hogar y adquisición de herramientas o espacio para su trabajo.

3. Estrategia integral:

El Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres en la concepción de sus estrategias de implementación le concede importancia a los procesos, más allá de lo inmediato o lo circunstancial, tomando en cuenta todas las aristas del problema , con la participación de las involucradas y las enseñanzas de la experiencia, lo que ha permitido construir una opción con un enfoque y práctica lo más integral posible, para dar respuestas al conjunto de problemas que, para lograr calificación laboral e ingresos propios, confrontan las mujeres.


El carácter integral comporta buena formación técnica, gestión de empleos, conexión con el sector empresarial e incremento del autoestima de las mujeres. Extensión de los beneficios hacia la familia, trabajo de sensibilización con parejas y familias, formación en género, acompañamiento permanente en el proceso, organización, relaciones con otros grupos… Todos los aspectos, articulados, fluyen como un todo, para fundar algo distinto. El Programa ha logrado articular recursos, voluntades, vínculos con sectores empresariales y otros. La visión de integralidad supone un esfuerzo continuo de planificación por parte del equipo y de las mujeres técnicas organizadas. Otros componentes, que resultan capitales para la sostenibilidad y el logro de los objetivos de autonomía económica, promoción de la justicia social y mejoramiento de la calidad de vida en las comunidades son: a) fortalecimiento de organizaciones de mujeres y b) creación de capacidades para incidir en políticas públicas comunitarias. En palabras de Marisol Medina, el Programa acentúa el carácter incluyente de las agrupaciones de mujeres técnicas y microempresarias. “No importa la edad, ¿tú eres mujer y estás capacitada?, ¿te quieres capacitar? Coge para acá que te vamos a ayudar. Eso es lo que estamos haciendo” resume. Las responsables de la dirección del Programa de CE-MUJER, están conscientes del cúmulo de situaciones difíciles que enfrenta la población con la que trabajan.

“Las mujeres vienen con tantos problemas diversos, que muchas veces por eso es que a nosotras el tiempo no nos rinde, porque tú tienes que tratarlas a cada una y cuando llega un curso, cada una es un mundo… Que el hijo tiene que cuidarlo, que el marido no quiere que ella venga, hasta la madre, a veces le dice: ¿Y tú vas a ser ebanista?, ¿tú vas a ser tapicera?”. La formación técnica y profesional realmente debe servir a la vida y esta ha sido una perspectiva del Programa que ha dado lugar a una manera de proceder cotidianamente; significa una visión unificadora que da resultado. Algo relevante, si se toma en cuenta que en el país aun los estudios universitarios con alta frecuencia están en disonancia con las posibilidades reales de ejercerlos. Una integrante del equipo responsable del Programa, llama la atención sobre la relevancia de este aspecto: “Una de las cosas que nos cuestionamos como proyecto cada año es: ¿Los cursos que nosotros vamos a dar tienen demanda en el mercado? Ese es un aprendizaje que hay que subrayar. Realmente tener un programa que sirva para la vida del pueblo, para la vida de las mujeres. Y no una cosa que está muy alejada de lo que son sus vidas”. El compromiso del equipo dirigente, la identificación con lo que hace y la actitud positiva para la comunicación y la gestión conjunta han sido claves en la permanencia de este Programa y en la búsqueda de soluciones creativas a todo tipo de problema.

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“Había como tanto enamoramiento, tanta unidad, entre nosotros como equipo, pero también las instituciones que han estado integradas, las propias mujeres también, cada acción de esta como que se dedicaron a que quedara bien, eso también ayudó mucho”, dice una de las integrantes del equipo. Sumar esfuerzos, implica, atraer a instancias diversas para que se interesen en colaborar con los propósitos del Programa. Una integrante del equipo, destaca importancia de un trabajo que lleva el compromiso más allá de la capacitación:

“Mucho tiempo, negociación, estrategias, acciones novedosas. Es decir, nunca se descuida el ámbito de acción que complementa la parte técnica de la dinámica de mujeres microempresarias. No es solamente el oficio… No es nada más que en tu vida que tú aprendas un oficio, porque tú tienes que dar el salto, ejecutar el oficio. Como sabemos todas, en Dominicana hay muchos institutos, muchos politécnicos, mucha gente formada pero que no ponen en ejecución lo aprendido”.

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Las egresadas suelen señalar como un gran estímulo el que se tuvo confianza en ellas y en su potencialidad para capacitarse y trabajar. Una de ellas lo expresa así: “Hay un equipo que confía en lo que está haciendo, que valora lo que está haciendo y que cree en el poder de cada una de las gentes con las que está trabajando, yo pienso también que eso le da una dimensión grande”. Indiscutiblemente, el acompañamiento en la etapa de despegue de las mujeres es muy importante tanto en la capacitación, como en el acceso al mercado laboral. Con la atención personalizada se logra mucho. Una de las participantes dice: “Te incentivan de una manera que tú dices: Es lejos que podemos llegar si nos decidimos nosotras mismas a soltarnos, a caminar y seguir hacia adelante. Decirte a ti misma: Tú puedes ir más allá. Camina”. Una integrante del equipo directivo del Programa pone de relieve la filosofía que anima a las que trabajan en el mismo: “Entre las muchas tareas, tú tienes que dedicar mucho tiempo sensibilizando los empresarios para que crean en la capacidad de las mujeres y para que ellas puedan darse cuenta de que tienen el derecho a sacar ese tiempo para ellas formarse”. El éxito cosechado por el Programa obedece, en buena parte, a su enfoque, definido a partir de la comprensión de la realidad de las mujeres. Para el equipo dirigente: “No es lo mismo un grupo de jóvenes que vienen a estudiar Meca-trónica o mecánica a un grupo de mujeres que dejan una, dos… diez cargas para venir a este programa. Los objetivos de ellas son otros, las motivaciones, los intereses son otros. Para mantener su interés, dado los obstáculos que tienen que vencer, se necesita mucha creatividad y compromiso de parte de nosotras” El conocimiento de la realidad a través de estudios pertinentes y observación constante de los procesos, así como las evaluaciones, han permitido perfilar estrategias eficaces, enfrentar las dificultades con creatividad y criterios claros para avanzar en medio de situaciones complejas generadas por la inequidad económica, laboral y cultural, así como la pobreza, que afecta a las mujeres, en mayor grado a las que carecen de profesión y calificación laboral.


4. Disminución de la vulnerabilidad ante la violencia de género e intrafamiliar:

El logro de ingresos, los conocimientos en torno a sus derechos y los lazos solidarios entre las participantes se traducen en mejores condiciones y actitudes decididas para enfrentar la violencia que afecta a algunas de las participantes en el Programa o a familias de sus respectivas comunidades. Ya no es posible que permanezcan resignadas o calladas o pasivas ante el abuso.

5. Capacitación: tiempo bien empleado ¡Ha valido la pena!

En esta experiencia se ha demostrado la fuerte aspiración de las mujeres de poseer calificación laboral e ingresos propios. Y cómo aprecian positivamente encontrar una respuesta que aquilate su tiempo y su esfuerzo. ¡Ha valido la pena!, es una frase común en la boca de las participantes. El Programa enseña lo que significa el tiempo para las mujeres de esta condición social. Enseña que hay que pensar detenidamente en la relación de capacitación, ingresos y empleos. Toda capacitación a mujeres debe asegurar el uso de las destrezas y conocimientos adquiridos para alcanzar ingresos significativos para ellas y sus familias. Este es el criterio que debe predominar y no el ofrecerles capacitaciones definidas por criterios tradicionales sobre las ocupaciones femeninas, que tienen nulas o muy escasas posibilidades de generales ingresos y, con frecuencia, tienden a la saturación (recuérdese las modas de hacer cerámicas, flores de papel, pastelería, cursos de belleza…). Las mujeres van sobrecargadas. Su tiempo, como el de ninguna persona, es elástico. Sacar tiempo para capacitarse implica hacer rejuegos sacrificados. Tiene que valer la pena. La valoración del tiempo de las mujeres es un criterio de trabajo para el equipo del Programa. Desde el Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres las participantes viven la educación como experiencias transformadora en su entorno familiar y en ellas mismas con nuevos relacionamientos sociales.

Una vez empiezan, quieren seguir superándose de manera permanente. Para el equipo del programa: “Ese cambio, ese redescubrirse de las mujeres en términos sociales, en términos económicos, ellas mismas como personas, esa es la gran fortaleza. Ese ir más allá del marco de su organización, de su familia, de su comunidad y hasta de su municipio. Ese verse mucho más allá. Eso ha sido grandioso”. La experiencia de autodescubrimiento saca a la conciencia de las participantes talento, aptitudes, una dimensión de humanidad que hasta entonces ignoraban poseer. Cataliza cambios que trascienden lo personal. Mujeres de sectores populares desafían esquemas y patrones culturales, que de por sí suelen ser rígidos y difíciles de modificar. En un ambiente de solidaridad y respeto, como el creado por el Programa, ellas potencian y despliegan sus mejores cualidades y talentos. Es clara la tendencia: las participantes forjan lazos espontáneos de solidaridad. Se ayudan entre ellas. En el proyecto se genera una corriente de empatía, y sinergia. Revelan sus problemas personales, gustos comunes, visiones comunes de la vida, y también carencias comunes.

6. Impacto en cultura y comunidad:

El Programa es una experiencia concreta de un proceso de vencimiento de barreras que excluyen a las mujeres de determinadas áreas de formación y trabajo; supone expandir el campo de oportunidades para ellas.

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Claramente, propicia cambios en los estereotipos que dividen los trabajos en “masculino” y “femenino”, pues tal clasificación, casi siempre significa desventajas para las mujeres (en el hogar y en la sociedad). Las egresadas enseñan de manera palpable, con el ejemplo de su trabajo, sus microempresas, sus organizaciones, a superar prejuicios sexistas y limitaciones impuestas por el machismo. Educan con su sano orgullo y su conciencia de lo que hace la diferencia en su trabajo: Calidad, responsabilidad y puntualidad.

7. Aprendizaje en relaciones y coordinaciones:

Una de las lecciones relevantes es el fruto bueno de la suma de esfuerzos institucionales que han demostrado que sí se puede coordinar con efectividad, dejando a un lado protagonismos que devienen en duplicaciones de tareas e ineficacia en el empleo de los recursos. Aunque enfocado en creación de capacidades e ingresos para mujeres, el Programa no descuida las tareas y vínculos que ayudan de manera significativa a la inserción de las egresadas en el mercado laboral y a darle una dimensión social al mismo. Las relaciones y recíproca colaboración con el sector empresarial y con los gobiernos locales han revestido importancia especial, aunque no siempre han sido todo lo fructífera que se desea. Con los gobiernos locales se construye una relación muy lentamente. La expectativa es que la misma se dinamice y sea decisiva en la sostenibilidad del Programa.

B. Aprendizajes específicos y buenas prácticas:

Las mejores prácticas y lecciones aprendidas por los diversos sectores involucrados se recogen a continuación.

1. Aprendizajes revelados por las mujeres involucradas:

Querer es poder. Ya no somos las de antes Cuando una tiene deseos se puede llegar. A no depender económicamente de la pareja.

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El valor de la mujer. Que una mujer se puede superar a gran escala y multiplicar su aprendizaje a todos los que están a su alrededor. Que las mujeres no tienen límites, que es la propia mujer la que se limita, pero la mujer puede llegar hasta donde ella quiera. Que si la mujer no tiene compañero no se muere de hambre porque la mujer puede sola criar sus hijos/ as y enseñar a sus hijos/as a ganarse la vida. Que como mujer no podemos limitarnos. Las mujeres deben ser entes importantes y darse a conocer como personas importantes en la sociedad, ya teniendo un oficio. Que cuando la mujer quiere, puede, y que “las mujeres ya no somos las de antes”. A valorarse y a valorar las mujeres primordialmente, a ser más solidarias con las mujeres. Que la mujer tiene que romper las barreras. Siempre mantener la autoestima alta y demostrar con hechos que se puede.

2. Aprendizajes de las involucradas en el Programa:

• Creer en lo que se está haciendo y en la gente. • La capacidad de las mujeres para redescubrirse en términos sociales, en términos económicos y como personas. • La capacidad de liderazgo y comunicación de las mujeres.


• La resistencia de algunas autoridades de los gobiernos locales como debilidad u obstáculo para el trabajo. • La visión integral del Programa, que asume a las personas como una unidad compuesta por factores diferentes; personales, sociales, comunitarios que se conectan con esa dinámica. • La visión de unir distintas especialidades y esfuerzos y que cada una pueda aportar hacia una causa común en este caso. • La atención personalizada, desde la que se puede lograr mucho. • La confirmación de la importancia de los procesos. • La importancia del trabajo en equipo. • Una fortaleza es que el equipo cree en lo que está haciendo valora lo que está haciendo y cree en el poder de la gente con la que trabaja.

3. Aprendizajes de los representantes de las instituciones gubernamentales locales:

• La solidaridad y la capacidad de las mujeres mueven a admiración • La capacidad de las mujeres para aprender y el aumento de su autoestima a través su crecimiento personal. • La capacidad de transformación personal de los proceso de formación. • La solidaridad que se generó en el marco del Programa.

4. Aprendizajes de las/os representantes de las instituciones de la sociedad civil locales: Impacto en otras esferas • La capacidad de aprendizaje y de progreso y desarrollo de las mujeres. • El crecimiento en la autoestima de las mujeres y su impacto en otras esferas de su vida.

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IV.

Siete Razones que justifican y acreditan el Programa de Formación Técnica y Empleo Para Mujeres, como experiencia referencial para políticas públicas

Razón 1: Calificación laboral de mujeres que han tenido escasas oportunidades. Razón 2: Producción de ingresos propios. Razón 3: Posibilita empleos y autoempleos para las egresadas. Razón 4: Promueve la organización como garantía de sostenibilidad y participación. Razón 5: Aumento de la autoestima. Razón 6: Efecto positivo para la prevención violencia de género. Razón 7: Influencia cultura, la comunidad y la familia.

Razón 1: Calificación laboral de mujeres que han tenido escasas oportunidades

“Empoderar a las mujeres es indispensable para hacer avanzar el desarrollo y reducir la pobreza. La búsqueda de la igualdad de género es un elemento central de una visión de la sostenibilidad en la cual cada miembro de la sociedad respeta a los demás y desempeña un papel que le permite aprovechar su potencial al máximo”. UNESCO

Al capacitarse en los cursos que ofrece el Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres, las participantes adquieren calificación laboral. El contenido de esta formación está concebido con

miras a soluciones ocupacionales. En poco tiempo se garantiza una mejoría económica y el mejor posicionamiento de la mujer en su familia. Las egresadas asocian esta experiencia a: un aprendizaje juntas, una demostración de que los oficios no tienen sexo y que ellas están preparadas para nuevos roles, un desafío inteligente que implica carácter, fuerza de voluntad y fortaleza. En los últimos dos años, han egresado más de 400 mujeres y más de 40 hombres jóvenes con títulos en ebanistería, tallado de madera, mimbre y ratán, tapicería, terminación de muebles, reparación de electrodomésticos, rebobinado de motores,

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fabricación de colchones, elaboración de plantillas de muebles y artesanías. La elaboración de muebles se ha ido perfilando como el núcleo principal para las mujeres. Pero el entrenamiento no se detiene en la parte técnica. Para la instalación y el funcionamiento de microempresas, las participantes, han sido acompañadas por el equipo del Programa y el personal técnico pertinente, en la gestión de recursos financieros y la profundización de temas atinentes a producción, el trato adecuado a la clientela, la organización de sus negocios, la administración contable, la previsión de costos de producción y servicios, contabilidad computarizada, contabilidad básica, entre otros componentes. “Siempre quieren aprender más y profundizar”, concluye Esperanza Medrano, dirigente de Cedemur, San José de Ocoa. Una egresada ilustra esta actitud: “Yo soy Ana Sofía Rojas de AMUTEC. He aprendido a capacitarme tanto en contabilidad, porque nosotros con estos proyectos tenemos una tienda y parte de esa capacitación en contabilidad es que cualquiera de nosotras de las mujeres de esta asociación puede fungir como tesorera, y ya sabe llevar la contabilidad del negocio, de la asociación y de su negocio propio. También soy tapicera y me he capacitado con CE-MUJER y lo pongo en práctica. También he hecho el curso de facilitadora, también soy instructora en tapicería”.

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Por otro lado, se le presta atención y tiempo al reforzamiento de las líderes y a la creación de conciencia en las egresadas sobre la realidad social, la solidaridad con otras mujeres y sobre su papel en comunidades y municipios. La calificación técnica o profesional cuenta de manera decisiva a la hora de la mujer conseguir un empleo o establecerse por cuenta propia. Las mujeres saben esto, aún sea “intuitivamente” y por ello, entre otras razones, muestran un apetito de conocimientos y por adquirir nuevas habilidades que favorezcan su actividad económica. La Comisión Económica para América Latina describe esta situación: “En mayoría de los países de América Las tasas de participación laboral masculina no se ven afectadas por el nivel de instrucción, mientras que en la mayoría de los países las de participación femenina muestran una clara relación con su nivel educativo, por lo que las brechas más reducidas con respecto a los hombres corresponden a las mujeres profesionales, y las más amplias se registran entre mujeres y hombres sin calificación técnica o profesional. En este último grupo se encuentra gran parte de las mujeres en situación de pobreza” 10. El ámbito, relativamente modesto, definido por el Programa en el liceo Fabio Amable Mota, guarda la historia de los problemas, la creatividad para hallar soluciones y el empeño de mujeres de diversas edades, unidas por un anhelo de romper cercos mentales y económicos. En general, la brega por espacio físico se http://www.eclac.org/publicaciones/xml/2/29382/Estadistica sequidadgenero.pdf. 10


puede ver como un retrato, una alegoría, de la lucha por ganar espacio social. Una muestra del esfuerzo consciente y tenaz por expandir los horizontes vitales, en una ciudad en la que ganarse la vida es duro, el terreno muy costoso y la alta densidad poblacional (con el consiguiente hacinamiento) es una marca de los barrios populares. Es notoria la determinación de muchas de estas mujeres y los sacrificios que son capaces de hacer para aprender algo que les sirva en sus vidas. Cuando declaran sus intenciones en el seno de la familia no es nada raro que se topen con desavenencias, frialdades y acciones para bajarles la moral. En sus testimonios se evidencia cómo la carga doméstica tiende a limitar sus posibilidades de participar en otras actividades y generar ingresos, así como cuánto se ven compelidas a esforzarse para lograr la meta de prepararse en un oficio. “Las prácticas culturales han impuesto a las mujeres la responsabilidad sobre casi la totalidad de las actividades domésticas no remuneradas y las han condicionado a asumirla, situación que comienza en la niñez y se prolonga hasta la vejez” 11. Esto modela sus vidas en buena parte y represa sus facultades para desarrollar labores diversas, siendo fuente de conflictos que afectan su bienestar. Un indicador del impacto de la capacitación técnica, a la que se agrega la formación para entender su realidad social, así como en valores de solidaridad y cooperación, es la actitud evidenciada en las mujeres para sobreponerse a opiniones negativas y desmotivadoras, las cuales pueden provenir de la pareja, la familia, vecinos y extraños. Sin embargo, uno de los cambios más acentuados es el que se produce en la actitud de la familia. Una vez las mujeres cuentan con preparación y un medio tangible de vida, las actitudes, antes escépticas o contrarias, se tornan favorables. Se ha demostrado que la mejor manera de convencer y ganar la necesaria complicidad de la gente que más importa es con el beneficio a la familia. Si algo beneficia al grupo familiar, ¿cómo oponerse? Al contrario, hay que integrarse en lo posible para asegurar y ampliar esos beneficios.

En este sentido, los ingresos mensuales provenientes de estas actividades económicas son entre los veinte mil y cien mil pesos, según Cecilia Pascual, participante del programa, quien explica: “Mi mamá hace todo lo de la casa y mi marido me ayuda porque sale y compra, mi padrastro lija, mi hermano pinta, el otro hermanito mío corta… así que yo trabajo mayormente con mi familia”. Los valores que las mujeres anhelan transmitir a sus hijos varones reflejan las implicaciones positivas para el futuro. Al respecto, Marisol Medina, otra de las participantes, dice: “Cuando él se case con una mujer lo que tiene es que dejarla es que sea ella misma. No exigirle: Cocíname eso... No, no, si él va a exigir que sea: Amor, capacítate. Mi amor, prepárate. Mi amor, mira, tú puedes”. Parte de las mujeres capacitadas reciben un entrenamiento adicional para a su vez enseñar a otras. Son las facilitadoras, las que transfieren conocimientos a grupos diversos por la geografía nacional. En el Programa se han formado más de 30. Las facilitadoras, que se trasladan a barrios cercanos, lo mismo que a pueblos de la frontera, han impartido cursos a mujeres de los bateyes, a mujeres con discapacidades, a grupos en Boca Chica y Guerra, entre otras.

Testimonio Ya no te sientes que tú tienes que soportar cosas Y en la vida familiar ha sido un cambio tremendo, de verdad que sí. Con mi esposo, con toda mi familia. Porque la situación económica mejora, porque el esposo llevaba cinco pesos y tú te ganas cinco, ya son diez y la condición económica va mejorando, el ingreso, y una cosa que también uno ya no depende de otra persona, ya tú eres independiente y eso el ego, el autoestima crece de la mujer, ya no tes sientes que tú tienes que soportar cosas o que tú tienes que esperar que alguien te dé algo, ya tú sabes que tú puedes generar esos para tu familia, no hay que estar sometida ya. (Participante en un grupo focal de egresadas del Programa).

http://www.eclac.org/publicaciones/xml/2/29382/Estadistica sequidadgenero.pdf

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Razón 2: Producción de ingresos propios

“Fabuloso tomar decisiones y decir: voy a hacer esto, porque lo voy a resolver con mi trabajo”. Paula Mancebo Adames, ebanista, tapicera y talladora, de la directiva de AMUTEC.

De las más de 400 mujeres capacitadas en el Programa en los dos últimos años, el 60% declara que al inicio no tenía ingresos, mientras que el 40% realizaba actividades informales. Cerca de la mitad no tiene pareja, su edad promedio es 38 años con un promedio de tres dependientes. De este conjunto de egresadas, más de 200 consiguieron ocupación; más de 20 en empresas formales y casi 200 en autoempleo. En República Dominicana, como en los demás países de la región, el tiempo total de trabajo es mayor para las mujeres que para los hombres. La tendencia creciente de incorporación de las mujeres al empleo es destacada constantemente, pero a menudo se deja en penumbra el hecho de que ellas siguen dedicando un tiempo significativo al trabajo que representan las tareas de cuidado de otros, la manutención de la casa y las actividades asociadas a la reproducción cotidiana de la familia. La CEPAL también ha señalado una preocupante tendencia en América Latina: “las mujeres separadas presentan más del doble de posibilidades de vivir en hogares pobres que los hombres de la misma condición civil”12. El indicador de ingresos propios mide en buena medida las condiciones de vida de las mujeres en una sociedad. Ya que “ser perceptor o perceptora de ingresos es importante para tomar decisiones sobre el uso de los recursos y sobre el destino de vida y, por ende, para disponer de mayor autonomía”13, establece la CEPAL. “Una distribución más igualitaria y justa de ingresos se ha demostrado como uno de los predictores/determinantes más importantes para la salud de una sociedad”14, entendiendo por salud, http://www.eclac.org/publicaciones/xml/2/29382/Estadistica sequidadgenero.pdf 13 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Observatorio de Igualdad de Género de 14 Del libro: Social Determinants of Health: The Canadian Facts (2010). Authors: Juha Mikkonen and Dennis RaphaelDennis Raphael. http://www.thecanadianfacts.org/The_Canadian_Facts .pdf

“un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”15. En el Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres las participantes testimonian esta realidad, lo cual debería ser crucial en formulación de políticas públicas sobre trabajo. Las mujeres que se ven en la situación de enfrentar solas la manutención y cuidado de la familia, sin contar con ingresos regulares, buscan con desesperación romper el cerco de pobreza y angustia que marca su vida. Focalizar esto con toda la severidad implicada resulta clave para las políticas de combate a la pobreza. República Dominicana se muestra hoy como el país con más alta jefatura de hogar femenina en Latinoamérica. “Según los datos obtenidos a partir del Censo Nacional de Población y Vivienda 2002, en República Dominicana existen dos millones 193 mil 848 jefes de hogar, de los cuales 774 mil 161, corresponden a mujeres, lo que equivale al 35.3 por ciento”16. La ONE informa que la jefatura femenina se ha incrementado en 13.3 puntos porcentuales en los últimos 20 años, hecho que “debe ser tomado en

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Definición de la Organización Mundial de la Salud, OMS. La femenina de hogar registra incremento en el país. Marta Quéliz. Listín Diario. 2 de marzo de 2008. (Se basa en un estudio realizado por la Unidad de Investigaciones de la Oficina Nacional de Estadísticas –ONE-). 15 16


cuenta por el Estado en la creación de políticas que incorporen a las mujeres jefas de hogar de forma más protagónica en la sociedad”17. Se ha podido comprobar, a través de la experiencia, que romper la dependencia económica crea una base para cambiarlo todo. Ya la mujer se ve diferente, piensa en la libertad, fortalece su relación de pareja si ésta es buena, o se prepara para decisiones fuertes, si la relación está basada en la violencia y el sometimiento, se atreve a avanzar en su vida. Nelly Chalas, principal responsable del Programa afirma: “Contar con recursos y con el apoyo solidario de sus compañeras, he ahí la fuente de una vida con más calidad”. A qué destinan sus ingresos, se le preguntó a un grupo de nueve integrantes de la Asociación de Mujeres Técnicas (AMUTEC). La respuesta fue unánime: Las mujeres invierten lo que ganan en los hijos e hijas, en la familia en general, en la casa. Una de ellas, Giorgina Hernández, apuntó: “La mayoría de las miembras de la asociación son madres solteras. Dedican sus ganancias a los hijos. Muchas los han llevado a ser profesionales. Los hombres no son tan así. Depende… muchos sacan primero lo de su vida social. Primero ellos, después los demás”. Otras, manifestaron que contaban con esposos responsables y que no podían decir lo mismo de muchos hombres que conocen, “aunque cojan un día para sus traguitos”. Graciela de la Cruz, directora de CE-MUJER, subraya que las mujeres beneficiarias de cursos, entrenamientos, gestión de empleos y proyectos productivos, invierten en los estudios de sus hijas e hijos, en mejoría de la vivienda, mejoría del mobiliario, alimentación de más calidad “Piensan, en primer lugar, en su familia al fajarse a aprender y a trabajar. Piensan en adquirir herramientas, montar sus propios talleres”. Distintas evaluaciones han reportado que las beneficiarias, han podido mejorar el mobiliario y equipamiento de sus viviendas, han provisto sus hogares Jefatura de hogar femenina en la República Dominicana. Monografía a partir de datos censales. http://www.one.gob.do/ index.php?module=articles&func=view&catid=209

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de medios de comunicación, algunas han adquirido medios de transporte y han logrado garantizar a sus hijas e hijos mejores posibilidades educativas en el marco de la educación formal o técnica. Algunas mujeres han afianzado la educación técnica recibida a través de cursos de especialización en su área, lo que les ha permitido mejorar la calidad de su oferta en productos y servicios, así como ampliarla y diversificarla.

En suma, como resultado de su inserción al mercado laboral formal o informal, las mujeres han mejorado sus niveles de ingreso, lo que a la vez les ha permitido aumentar su calidad de vida y la de sus familias. Esto se ha evidenciado en la mejora de las viviendas en las que residen, o en la posibilidad de cambiarlas por otras ubicadas en lugares más seguros, accesibles y con mayor espacio. Rosa Elena Moreno, una mujer de disciplina férrea en su trabajo, declaró: “Ya mi taller cuenta con dos vehículos. La educación de mis hijas sale del negocio. Mi mamá, también se mantiene de aquí. Yo tengo cinco empleados, hombres con familia…”.

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La inversión de los primeros ingresos que llegaron a sus manos a propósito de capacitarse, es una muestra más de cuáles son las prioridades de estas mujeres y el aliento que les despierta su oficio. Hoy recrean los gratos sentimientos que experimentaron con el primer dinero ganado con el fruto de su trabajo como ebanistas, tapiceras, artesanas... Paula Mancebo recuerda que compró una grapadora neumática. Hilda Matías, quien empezó su capacitación ya cumplidos los 51 años, utilizó el primer dinero ganado para sacar de una casa de empeño el anillo de compromiso de su hija: “yo no dormía, hacía todos los malos pensamientos. Un día antes de la llegada del novio de mi hija, me compraron un mueble y pude sacar el anillo”. Gregoria Rodríguez abonó a una deuda vencida, de un préstamo para un negocio que fracasó. Giorgina Hernández adquirió una sierra de mano. Esmeldis Alcántara compró herramientas para su taller. Damaris Escarramán, no puede dejar de evocar la efusión de su éxito inicial, su impulso. Trabajo obstinadamente para terminar unas quince mesitas, las cuales vendió en una feria en la Sirena y otras las adquirieron vecinas. Con el importe, compró una caladora, taladro, lijadora, lija, destornilladores, un juego de bloques para su hijo y un carro de control para su sobrino. “Y aparte de eso, guardé lo que me sobró”, dice satisfecha, esta mujer que también ha contado que antes de capacitarse era “como un maniquí” en su casa.

Testimonio Mi trabajo es mi pasión A mí me daba miedo hablar, de saludar. Pensaba que se iban a quedar callados. El miedo mío era el rechazo, miedo a cometer errores. Yo era tan tímida que duraba semanas sin salir de la casa, acostada. La gente no se daba cuenta que yo estaba ahí trancada. Me deprimía mucho. Ahora yo soy diferente, muy diferente. Allí (en el Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres) yo aprendí a defenderme, a hablar, pararme, caminar, conocer, llegar a un sitio y saludar. A mostrar seguridad. ¡Un cambio del cielo a la tierra! Un cambio drástico. Yo misma no pensaba que daba para esto. No me imaginaba que me iba a gustar tanto lo que hago. Todavía no tenga en el momento un trabajo de tapicería, ebanistería o pintura, si tengo dos o tres pesos puedo emplearlos en hacer piezas y salir a venderlas. Para mí eso no es nada difícil, porque eso es lo que yo sé. Yo estoy vendiendo mi talento, mi trabajo. Mi trabajo es mi pasión, es mi desahogo, es mi forma. Si un día mi marido me falta, yo puedo sobrevivir con esto, seguir con mi familia. Este trabajo es un medio de salir a camino, por todos los lados que uno lo quiera mirar. Yo movía un personal entre siete y diez hombres. “Esa es la ebanista”. “ella es la que tapiza”, “es la que hace pintura”, decían desde que me veían llegar. Veían que también me fajaba a pintar, me fajaba a lijar, yo era un trabajador igual a los que andaban conmigo. Yo no tenía discriminación para nadie, ni de hacer sentir que yo era la que mandaba. Todo el que me ve y me conocía antes se extraña, pensaban que yo no iba a dar para esto. Mi hermana dice: “¿Quién iba a decir que Mampula (Cecilia) iba a hacer eso?”. Las primas, el suegro, los hermanos, todos asombrados con “eso”, o sea los muebles, los frutos del trabajo de Cecilia. El marido le dice a sus amigos: “Mi mujer es ebanista, pinta”. Y le da tarjetas a todo el mundo. Se le nota que se siente orgulloso. Cuando yo estoy cortando un mueble o usando la grapadora se paran a mirarme. Hasta veinte hombres se han parado a mirarme. Dicen: “¿Y eso? ¡A dónde han llegado las mujeres!”. Cecilia Pascual, ebanista, tapicera, formada también en terminación de muebles, nació en Katanga, Los Minas.

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Razón 3: Posibilitar empleos y autoempleos para las egresadas

“Lo más importante es que aproximadamente la mitad de las mujeres que egresan de este programa están preparadas para hacer este tipo de trabajo, lo están haciendo y viven dignamente de oficios, que se consideraban una labor de hombres”. Nelly Chalas

El Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres ha mostrado frutos concretos, en cuanto a empleo y autoempleo de mujeres de sectores empobrecidos. Esta iniciativa, en su escala, se ha evidenciado beneficiosa y efectiva; de modo que se espera que sus resultados sean aprovechados en una escala mayor, en políticas públicas de capacitación y empleos para mujeres. La creación de opciones más flexibles para las mujeres, en las que la rentabilidad cuente, son aspectos en los que El Programa pone el énfasis, ya que en el país, por décadas, se han impulsados “programas de desarrollo” que, sesgados por la visión machista, embarcan a mujeres de sectores empobrecidos en cursos y capacitaciones que no aseguran ningún cambio en sus ingresos ni en su vida. Ello refleja el constreñido valor que sus propulsores atribuyen al tiempo y a las energías de las mujeres. El tiempo no es una cosa elástica. “El tiempo es oro”. Las participantes en el Programa se capacitan para lograr derechos económicos, para mayor equidad laboral. Lo que se ha visto, es que, aun con todos los escollos que enfrentan, su trabajo es fuente de satisfacción. “Muchas mujeres formadas en el Programa ya tienen sus microempresas; otras, con su caja de herramientas, van a cualquier lugar a realizar cualquier trabajo; un grupo más pequeño ha conseguido colocación en empresas formales del sector”, explica el equipo directivo. A lo largo de años de trabajo se han fortalecido las relaciones de las mujeres técnicas organizadas con empresarios y empresarias, así como las relaciones comerciales de estas con entidades crediticias. Por igual, se han ido acercando a entidades e instancias con capacidad de incidencia a favor de la micro y pequeña empresa, sentando bases y alternativas para la generación de ingresos mediante microempresas y empleos formales para las mujeres.

Las egresadas organizadas en la Asociación de Mujeres Técnicas (AMUTEC), conformada por aproximadamente 250 mujeres, con el acompañamiento de CE-MUJER y el apoyo de entidades de cooperación, han establecido una tienda, llamada Centro METAS, en la que exhiben y ofertan los artículos que ellas confeccionan. Pero no solo se benefician las agrupadas en esa entidad, sino que la tienda está también al servicio de otras mujeres capacitadas, de otros municipios. Con un pequeño fondo donado por Intermon Oxfam, en Centro METAS, han creado una base de equipos y materiales. Las mujeres adquieren herramientas y materia prima para su trabajo y con el pago de los mismos se mantiene el fondo. Uno de los desafíos que se plantean es aprovechar los medios electrónicos para ampliar las ventas. Un equipo de tres administra la página en la Internet. “Vemos las opiniones, renovamos las fotos. Hay personas que se interesan en los cursos, hay personas que comentan desde Europa y ponen comentarios y preguntas. Nosotras respondemos”, cuenta Esmeldis Alcántara, una de las entrenadas para encargarse de estos asuntos. Para una mujer capacitada en un oficio de tradición masculina conseguir empleo en una empresa formal no es nada sencillo. Tampoco es imposible, aunque la experiencia le ha mostrado a las que dirigen el Programa cuan complejos es enfrentarse a prejuicios arraigados en torno a los roles de hombres y mujeres, teniendo como agravante un mercado laboral ya de por sí con muchas limitaciones. Una de las egresadas expresó cómo en este terreno, con frecuencia, las

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exigencias son desmesuradas: “A una mujer nunca se le permite ser aprendiz”. Alrededor de 350 egresadas han logrado empleos en empresas del sector. Esto ha sido posible por la capacidad puesta a prueba y, especialmente, por la estrategia que con tal fin ha aplicado el Programa. Lo primero es entender la magnitud y naturaleza de los obstáculos. Lo segundo, desarrollar procesos de contacto y sensibilización con los empresarios. Lo tercero, acompañar a las candidatas y a las ya empleadas en el proceso de adaptación a los empleos. Los resultados han sido muy positivos, aunque el afán puede ser desgastador. Las mujeres organizadas en torno al Programa han establecido relaciones con la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresa (CODOPYME), que constituye la instancia nacional de mayor relevancia de la micro, pequeña y mediana empresa. CODOPYME solicitó a la Asociación de Mujeres Técnicas y a Mujeres en Red de Comercio Asociativo su incorporación a la Confederación, lo que amplía de manera muy importante las posibilidades comerciales para las organizaciones de mujeres, posibilitando, asimismo, incidir en esta instancia hacia la equidad de género.

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Testimonio Con este Programa hemos propiciado que las mujeres se incorporen a áreas técnicas no tradicionales, áreas laborales que se consideraban masculinas. Pero lo más importante es que aproximadamente la mitad de las mujeres que egresan de este programa están preparadas para hacer este tipo de trabajo, lo están haciendo y viven dignamente de hacer este trabajo que se consideraba una labor de hombres. El esfuerzo nuestro es que este Programa, estas acciones, sean asumidos como una política pública nacional y local. ¿Por qué? Porque es una manera de propiciar estrategias novedosas, creativas y de gran impacto a favor de la equidad de género y la capacitación técnica. Es una manera de articular procesos de mejoramiento económico, de disminución de la pobreza, con procesos de empoderamiento. Y, por lo tanto, con estrategias como esta, si se hacen, puede haber un cambio, un impacto, que favorezca un desarrollo pleno de las mujeres, la familia y la comunidad. Nelly Chalas


Razón 4: Promueve la organización como garantía de sostenibilidad y participación

A través del Programa, se ha propiciado la organización de las egresadas, como clave de su participación, autonomía y sostenibilidad. Hoy cuentan con una experiencia asociativa que constituye un logro singular en cuanto a economía solidaria y derechos de la mujer. Atención especial merecen: la Asociación de Mujeres Técnicas (AMUTEC) y la Red de Comercio Asociativo (RED), de más reciente formación. No menos significativas son las agrupaciones de mujeres formadas en otros municipios a raíz de la capacitación que han recibido. En los sectores en los que operan las organizaciones surgidas o fortalecidas, a través del Programa, se constituyen en referencias para todas las acciones comunitarias o de más amplio alcance. Son interlocutoras de las autoridades, propician la participación de la sociedad civil en instancias públicas, el involucramiento de las personas en la solución de problemas colectivos, ejerciendo una suerte de liderazgo, el cual significa mucho en un tiempo en el que el grado de organización de la población es muy bajo. La Asociación de Mujeres Técnicas Hacia el Futuro (AMUTEC), desde 1999, congrega a mujeres egresadas de cursos técnicos en oficios no tradicionales, las microempresarias dedicadas al trabajo técnico no tradicional y a las mujeres que trabajan en empleos formales en las áreas antes señaladas, radicadas en el Municipio Santo Domingo Este de la Provincia de Santo Domingo, principalmente. Para AMUTEC es fundamental: “Defender a las mujeres egresadas de cursos técnicos en oficios no tradicionales, a las microempresarias que desarrollan proyectos que promueven su trabajo técnico no tradicional y a mujeres que trabajan en empleos formales en las áreas antes señaladas”.

Su presencia en la internet da cuenta de los esfuerzos de estas mujeres por hacer avanzar sus objetivos. Como se puede ver en las siguientes páginas: http://www.centrometas.org/contenido/ roldeamutec.php y https://www.facebook.com/ TiendaCentroMetas El Programa también ha ampliado su radio de acción y alianzas con organizaciones establecidas, como CEDEMUR en San José de Ocoa. De común acuerdo, se han fomentado estructuras de mujeres capacitadas en distintos municipios e identificación de nuevas necesidades, de donde ha nacido la Red de Comercio Asociativo, que tiene como entidad principal a AMUTEC, e incluye a la Asociación

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de Mujeres de Sabana Larga, Asociación de Mujeres de San José de Ocoa, Mujeres organizadas de Boca Chica, Mujeres organizadas de Bayaguana, Mujeres organizadas de Guerra. La Red funge como común denominador en los municipios donde las mujeres se han capacitado, con la finalidad de definir objetivos y metas a corto y mediano plazo, de carácter local y remitidos a cada organización, o de carácter nacional/ internacional, alrededor de propósitos puntuales como el acceso a créditos, o de mayor transcendencia, hacia las políticas públicas. Georgina Hernández lo resume así: “Siete municipios en Mujeres en Red de Comercio para que ellas puedan hacer artículos de calidad. Que haya un comercio entre todas. Interactuar con esos siete municipios. Estamos tratando de que haya un comercio entre todas. Ellas traen aquí sus productos para vender, como también se pueden venderlos en sus municipios”. Por su parte, el Centro METAS está radicado en Los Mina, lo maneja un equipo de AMUTEC, y aquí se exhiben y venden los artículos elaborados por las mujeres, incluyendo las de los otros municipios. Ofrecen servicios en las áreas de ebanistería, tapicería, artesanía, decoración de interiores, mimbre, ratán y electricidad residencial.

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La combinación de AMUTEC, la Red de Comercio Asociativo y el Centro METAS la explican sus mismas integrantes: “El Centro METAS es como la casa matriz, madre, de la RED. No todas las egresadas están en AMUTEC, ni todas las de AMUTEC participan en el Centro Metas, pero todas pertenecemos a la RED y todas las egresadas, estén organizadas o no, se pueden beneficiar del Centro METAS y de las ferias que organiza cada año por AMUTEC. Muchas egresadas trabajan en sus casas, hacen su trabajo por encargo”. El sentido de pertenencia se deja notar en las integrantes de AMUTEC y de la RED. Directivas señalan como uno de los mayores logros: “Estar organizadas, formar parte de este programa que ayuda a cambiar la imagen de la mujer y les da espacio a mujeres que no tuvieron ningún tipo de oportunidades laborales… (La mayoría de nosotras no tuvo oportunidad de formarse en las escuelas). La posibilidad de ser vistas no solo como ama de casa. Mostrarles a maridos, hijos, y a nosotras mismas, nuevos conocimientos para ser otras personas”. A base de su dinámico accionar, las organizaciones han conseguido un poco de reconocimiento por parte de las autoridades locales, lo que les ha permitido algunos logros. Por ejemplo, el Ayuntamiento Santo Domingo Este exoneró del pago de impuestos por el uso de espacios públicos para la realización de ferias de productos y servicios; facilitación de un local por parte del Ayuntamiento Municipal de Boca Chica, reparado y acondicionado, para llevar a cabo las capacitaciones y el desarrollo del trabajo colectivo; la Sala Capitular de Ayuntamiento Municipal de Sabana Larga cedió un local a las mujeres organizadas para el desarrollo de su trabajo y el proceso de capacitación técnica. En el Ayuntamiento Santo Domingo Norte, las mujeres en proceso de capacitación han encontrado buena receptividad. Sin embargo, todavía hay notorias resistencias o incomprensión por parte de algunas autoridades de los gobiernos locales, lo cual se considera un punto de debilidad para el avance de los objetivos propuestos.


Por otra parte, muchas de las mujeres se entrenan en las relaciones comunitarias y terminan siendo influyentes en ámbitos que rebasan al grupo inicial. Fungen de representantes de sus organizaciones ante instancias gubernamentales o sociales locales. Los siguientes testimonios de varias egresadas participando en un grupo focal, ilustran al respecto. “Yo soy la coordinadora de la Federación de Mujeres del municipio de Boca Chica. Esta es una federación que aglutina 405 mujeres en distintos sectores del municipio. También soy coordinadora de la Red de Mujeres del Este que va desde Bayaguana hasta Higüey y soy secretaria de la Junta de Vecinos del barrio Miramar del sector donde yo vivo en Andrés, Boca Chica”. (Argentina Concepción). “A pesar de pertenecer a la asociación de mujeres donde nosotras prácticamente trabajamos, pertenezco al Comité de Lucha y Desarrollo Juan Pablo Duarte. Además pertenezco a la Junta de Vecinos Prolongación Altagracia, que es mi sector”. La creación de capacidades en incidencia política y participación social en las organizaciones les ha permitido identificar situaciones que afectan su vida personal, así como problemáticas por las que atraviesan sus comunidades, desarrollando sensibilidad y compromiso frente a éstas, traducidos en acciones concretas y propuestas frente a las autoridades municipales.

Testimonio “Esos sí los hice yo”. Bueno yo le agradezco demasiado a Ce-Mujer porque cuando yo entré por primera vez, que me inscribí en la asociación de allá, el esposo mío no quería que yo saliera, no quería que hiciera el curso, porque él decía que no era a hacer el curso que yo iba, que iba vagar, que iba a buscar ya usted sabe… Entonces yo me levantaba tempranito cuando me tocaba el curso de tapicería y hacia la comida y la dejaba en la olla de presión para que no se me enfriara y bajaba a las doce, porque no era cerca, y entonces servía la comida, y ahí volvía él pleito y pleito… Y de ahí hacía así y me iba otra vez. Yo lo dejaba peleando y me iba. Cuando un día me aparezco con unos muebles me dijo: “Pero esos muebles no los hiciste tú”, y le dije: Entonces, como quiera seguía, porque cuando salía a comprar la tela y los materiales, él no quería. Entonces dije: “Esto está embromón, porque yo lo que voy a esperar es a extenderme un poquito más”, y después que nos fuimos reconociendo y dándonos charlas, dije: “Yo voy a dejar este hombre, yo sola puedo, y sola estoy”. Mis hijos ya son mayores de edad y algunos me ayudan, hay dos que me ayudan, al otro no le gusta, pero las hembras me ayudan, y yo estoy muy agradecida y mi ingreso cada día es más y más grande. Egresada, participante en un grupo focal para una evaluación en 2013.

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CE-MUJER, concuerdan en que el Programa comporta un esfuerzo que bien vale la pena. Conmueve y alegra, ver cómo las mujeres van recuperando su autoestima, ese sentirse personas, ese empoderarse, que no es más que síntesis de cambio de visión sobre sí mismas, reconocer las limitaciones impuestas, verse merecedora de derechos. Las palabras con las que las participantes tratan de describir lo que pasa en su interior son: autodescubrimiento, confianza, seguridad, valor del trabajo propio, amor a lo que se hace, vencimiento de temores, nuevas vinculaciones sociales y amistades. Ellas conceden suma importancia al ambiente que encuentran en los cursos y en las otras áreas del Programa. Una de ellas lo describe así: “Te encuentras allí. Alguien te escucha. Tienes la capacidad de poder hablar. Encuentras personas que son iguales a ti. No te encierran, no te encasillan, no te humillan. ¿Tú me entiendes? Tú te sientes iguales a ellas. Llega un momento que te sientes entre familia”. En este ámbito de confianza y respeto crece su autoestima”.

Razón 5: Aumento de la autoestima

Para muchas de las mujeres participar en el Programa ha significado recuperar la vida, tan sencillo como suena. Mujeres de mediana edad que creían que ya no podían hacer nada en su vida, solo repetir rutinas, la mayoría infructuosas; mujeres jóvenes con hijos pequeños, prisioneras de sus roles reproductivos, resignadas a aguantar lo que sea solo para echar los muchachos para adelante; mujeres replegadas, desvalorizadas socialmente, de pronto descubren otros horizontes, descubren que pueden acomodar el cuidado de su familia con otras actividades, descubren todo un mundo de posibilidades frente a ellas y desarrollan un sentido distinto de la vida. “Hay participantes de este programa de capacitación y empleo, mujeres de 40 ó 50 años, que nunca aprendieron a montar bicicletas y hoy manejan camiones y camionetas”, expresa Nelly Chalas, quien ha dedicado muchos años a este trabajo. Ella y Graciela de la Cruz, directora de

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El autodescubrimiento de capacidades y cualidades provoca una actitud positiva para influir en las circunstancias de la propia vida y la del entorno. Genera una postura activa, que la prepara para mayores retos. Una participante durante una reunión evaluativa describe su cambio: “Me he hecho diferente del cielo a la tierra, porque yo era una persona que era analfabeta... Después que me alfabetice, pude hacer el bachiller. Eso me ha enseñado a compartir con las demás personas de mi comunidad y de otras comunidades que también son mi familia”. Las egresadas del Programa se relacionan, reafirmándose como personas en un esfuerzo común. Se apoyan, se celebran, se admiran entre ellas. Son lazos que se inician en los cursos de capacitación, prolongándose, para la mayoría, en el ambiente posterior de labores y, en particular, en AMUTEC. Entre las participantes en el Programa y las mujeres de la comunidad, también se tejen lazos de solidaridad.


Práctica democrática y valores como cooperación, honestidad, transparencia, respeto al ambiente, equidad de género y equidad social, también están presentes de modo constitucional en el Programa, así como en la Asociación de Mujeres Técnicas, en la Red de Comercio Asociativo. Son, por otro lado, los valores en que se ha sustentado el Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer. De conjunto, a lo largo de años, han demostrado que objetivos tan concretos, como la capacitación y ganancia de ingresos, pueden coexistir y combinarse con propósitos de justicia, ética e igualdad. Esto implica una lección de humanidad. Las egresadas del Programa que producen muebles resaltan encarecidamente la responsabilidad: “Lo que hace la diferencia es la responsabilidad, la puntualidad, la calidad de nuestro trabajo. Damos la garantía, vendemos los servicios, también damos servicio técnico. Usted puede traer cualquier mueble dibujado o de una revista, se lo hacemos igual… Le damos garantía y seguridad”, dice Hilda Martínez. Varias de sus compañeras enfatizan: “Al cliente se le vende lo que se le ofrece. Aquí le ponemos el nombre a la madera, el nombre real”. Gregoria Rodríguez Santos, artesana de 28 años, agrega: “Las mujeres podemos hacer cualquier trabajo que hacen los hombres. Ahora lo hacemos y muy bien y con más responsabilidad. En cualquier lugar, en cualquier espacio”. Para la artesana Rosa María Mejía Carreras: “La mujer es más delicada, pone más empeño. Trata de hacer las cosa mejor”. A menudo, a las ebanistas y tapiceras se les pregunta si su trabajo no es demasiado duro, si no es peligroso

para ellas manipular sierras y herramientas grandes. Ellas responden resaltando el entrenamiento recibido y el cuidado que ponen en lo que hacen: “La mujer pone más atención. Nunca he visto una mujer con martillazos o un dedo mochado”, dice Rosa María Mejía Carreras. “Después que uno aprende… nada es difícil… ya no es con serrucho que se trabaja”, apunta Hilda Martínez. Al respecto, Damaris Escarramán cuenta las aprensiones iniciales de su familia: “Mi esposo y mi hijo no querían que yo hiciera ebanistería. Decían que me iba a cortar un dedo o un brazo. Mi hijo se encargaba de revisarme todos los días. Ahora no me chequea, sino que me ayuda. Gracias a Dios, ninguna del grupo estamos marcadas. Somos bien entrenadas en seguir el protocolo antes de utilizar herramientas”. Testimonio “Mi mamá hace muebles” Cuando comencé estaba avanzadita de edad, 51 años. Yo llegué hasta sexto curso. Yo dije que sí podía y me hice tapicera. Cuando hago mis muebles me emociono mucho. Todavía cuando terminó un mueble, yo me emociono como el primer día. Todavía no lo creo. Le paso la mano. Le doy colores vivos, blanco, rojo… el próximo lo voy a hacer negro. Me gusta el minimalismo. Todo el mundo al ver mi mueble me decía: “Ese no es para casa de barrio, ese es para apartamento, para ricos” (risas). Me he sentido otra persona. He crecido mucho. Los hijos se sienten emocionados. Dicen: “Mi mamá hace muebles”. Un trabajo que era de hombre, hacerlo uno. Me siento otra persona, con más deseo de seguir para adelante. Antes yo lavaba y planchaba. Después era encargada de limpieza en una pizzería. He mejorado en lo económico… cuando uno produce su dinero... He tenido que buscármela. Pero ya lo que usted está haciendo es un trabajo suyo. Ahora soy dueña de mi trabajo, nadie me manda, soy dueña de mi vida. Sí, se puede, a cualquier edad. Siempre y cuando uno tenga las fuerzas y el deseo. Hilda Martínez (58 años. Soltera. Madre de siete hijos: cuatro hombres y tres mujeres).

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Razón 6: Efecto positivo para la prevención violencia de género

En República Dominicana la violencia de género es más que preocupante. Alarma. Las cifras hablan por sí solas18: tres de cada 10 mujeres dominicanas han sufrido algún tipo de violencia. 24 de cada 100 delitos son de violencia contra la mujer. El país está entre los países América Latina y el Caribe con mayor número de feminicidios al año. El sufrimiento de la mujer sometida a violencia doméstica socava sus fuerzas. El impacto sobre niñas y niños es desastroso. Se sabe que el 80% de las víctimas de violencia basada en género no busca ayuda institucional y que un porcentaje alto de las que denuncian las amenazas o maltratos abandonan los procesos después de fijar una querella. Las razones para esto pueden ser muy variadas e incluir: desconocimiento de mecanismos y leyes al respecto, carencia de recursos para cubrir gastos, falta de apoyo comunitario o familiar, fuertes sentimientos de derrota y abandono… La dinámica que generan iniciativas como el Programa debe efectividad, en buena parte, a que se desarrollan en el seno mismo de las comunidades. Todas las cifras ofrecidas en este acápite tienen por fuente la Agenda UNFPA 2013, DATOS PARA DECIDIR. Editora Amigo del Hogar. Santo Domingo. Pág. 47.

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Investigaciones han concluido que las mujeres educadas son menos afectadas por la violencia frecuente, siendo victimizadas en un 16%, en contraste con las no educadas, que presentan un 22%. Asimismo, las casadas y con hijos están más expuestas a la violencia. En la República Dominicana, el 21% de las mujeres casadas o unidas son víctimas de violencia basada en género, y en aquellas que nunca han estado casadas o unidas, es un 8%. Una mujer con hijos está más propensa a ser víctima de violencia de género. El 28% de las mujeres con al menos cinco hijos son víctimas, mientras que el porcentaje se reduce a 10% en las que no han tenido hijos. Estos datos se encuentran en Cifras para Decidir, agenda del Fondo de Población y Desarrollo de Naciones Unidad UNFPA para República Dominicana, 2013. Las mujeres poseedoras de la confianza que deriva de sentirse calificadas para ganarse la vida y de disponer de ingresos propios, quienes han forjado mayor seguridad a través de la formación recibida y del contacto con otras mujeres en condiciones análogas, ya no se conciben a sí mismas como víctimas. Han ganado asertividad, saben poner límites cuando las relaciones con otras personas (parejas, clientes, empleadores, vecinos…) lo requieren y buscan información y respaldo si se ven en una situación amenazante. Asimismo, están preparadas para darles


una mano a sus compañeras, parientes o vecinas. Han reconfirmado y fortalecido el espíritu de solidaridad y comprensión. Desde el Programa se ha trabajado en promover valores de equidad y en la remoción de estereotipos y prácticas vigentes en las relaciones familiares y de pareja relacionadas con los roles de género en el trabajo, las relaciones de poder basadas en el sexo y la inequidad en todas sus formas, en el entendido de que constituyen obstáculos a la integración económica, social y política de las mujeres. Se han propiciado procesos de reflexión entre las familias de las mujeres participantes, y de manera específica, con los hombres de las familias de las mujeres capacitadas (parejas e hijos adultos) sobre la necesidad de cambios en la distribución del trabajo doméstico, la solución de los conflictos en las familias y sobre la situación de las mujeres en términos generales. Estos procesos de reflexión han estado dirigidos a que estos valoren y apoyen los cambios que se producen en la vida de las mujeres y a incentivar una actitud justa y colaboradora en el hogar. “En la medida que las mujeres tienen ingresos propios y conciencia de sus derechos se vuelven menos vulnerable a la violencia de género. Hemos visto que a las mujeres que avanzan no es fácil que el marido quiera darle un golpe”, afirma Nelly Chalas, quien comenta experiencias dramáticas en las cuales las mujeres se dan resuelto apoyo entre ellas. Refiere un caso de una egresada del Programa a quien el marido maltrataba, chantajeaba y manipulaba, hasta que ella dijo: “Aunque me duela, tengo que dejar esto, porque en realidad me dañó la vida y no me la puede seguir dañando eternamente”. Esta mujer cuenta que fue el proceso de intercambio y de acercamiento con sus compañeras lo que le hizo ver su vida de otra manera. Hoy vive de su trabajo, de su tapicería, vive trabajando, y además se siente una persona totalmente diferente. El equipo que dirige el Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres informa que han tenido casos de mujeres que han sido violentadas, que

han sido abusadas, y que ya después de que adquieren un nivel de preparación rompen el círculo de violencia y siguen adelante. “Entre nosotras, si hay violencia doméstica es muy poca. Ya no somos el mismo grupo que empezó con muchas flaquezas. El grupo ha ido creciendo no solo en números, sino en seguridad, educación”, expresa Giorgina Hernández. “Ya una ve la violencia y no puede quedarse callada –expresa Paula mancebo, una ebanista y tapicera de 52 años, casada y con tres hijos-. Los conocimientos nos han dado potestad de enseñar a hombres y mujeres en nuestro sector, dando a entender que la violencia es negativa, enseñar a las comunidades, concientización a las mujeres, a los hombres a los niños”. Para combatir la violencia de género, trabajar con las comunidades y sus organizaciones es determinante, pues son las que conocen de manera muy concreta lo que está pasando y conocen a las personas directamente. Nada más influyente para producir un cambio que la conciencia, la vigilancia del problema, la actuación solidaria de un vecindario.

Testimonio Muchas de las mujeres empiezan a darse cuenta de que ellas son un sujeto en la historia, que ellas tienen derechos y que labrarse su espacio en el hogar para realizarse como persona. Entonces muchas de ellas no solamente cambian ellas, sino que contribuyen a que en su familia las cosas cambien. El modo de ver la vida, la forma de educar a sus hijos. Ellas han entendido que para sus hijos ellas son una luz también. Porque cuando tú eres una mujer que lee, que estudia, que practica… entonces ya el hijo va cambiando también su forma de pensar, su forma de verla. Ellas le van dando, como decía Mandela en una reflexión: cuando tú te realizas, le das permiso a otros de que se realicen. Yo me sorprendí, cuando revisaba las inscritas para un curso al ver de una misma calle había seis mujeres. Lo que ocurrió es que una fue motivando a las otras. Ellas mismas traen las otras, las atraen. Equipo directivo del Programa.

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Razón 7: Influencia cultural, la comunidad y la familia

La inclinación por lo no tradicional en el Programa no implica la negación de todas las tradiciones, sino solo aquellas reductoras u opresoras. De hecho, en todas las culturas las mujeres han sido guardianas de las tradiciones, los afectos, prácticas solidarias y cooperativas, rituales cotidianos, etc.), la opción no tradicional en el Programa remite a conquistar otros campos, posibilidades y oportunidades negadas por el androcentrismo, que es la visión del mundo y de las relaciones sociales centrada en el punto de vista masculino. Conocimientos versus brutalidad y discriminación, superación versus cautiverio mental y cultural, tal ha sido la señal de las dominicanas que han hecho cambios, desde Salomé Ureña a Evangelina Rodríguez, Abigail Mejía y Minerva Mirabal. Es el espíritu fresco y valeroso que ha llevado a las mujeres a una revolución inteligente y pacífica en el transcurso de un siglo. Este espíritu se observa en las universidades, pero no menos en las comunidades y barrios, donde las mujeres muestran de manera constante un vehemente deseo de aprender, de superarse, sabiendo que en ello se le va buena parte de la vida, pues sin altos grados de escolaridad y sin calificación laboral están condenadas a la exclusión social, la minusvaloración, la pobreza y a sufrir formas sutiles o groseras de violencia.

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Tal es el tejido que arropa la vida exterior e interior de las mujeres empujadas a malvivir privadas de autonomía personal, de recursos y de oportunidades para cambiar su destino. Lo bueno, lo que vienen demostrando las mujeres a lo largo de un siglo, lo que han demostrado las participantes del Programa, es que, pese a contrariedades, marginalidad y dominaciones, ellas conservan un potencial tremendo, que cuando se descubren, cuando conocen que “Otro modo de ser humano y libre”19, cuando entierran los miedos y despiertan a un horizonte nuevo, entonces, pueden exclamar a viva voz: “¡No se imaginan cuánto podemos!”. Son generosas, cuando aprenden, cuando cambian para bien, todo el entorno recibe el beneficio. La cultura abarca distintos significados y enfoques. Para el caso que nos ocupa tiene validez la definición de cultura como “diversa y dinámica; formada por influencias internas y externas y estructurada por representaciones y poder… las culturas son productos de la historia, del lugar, la política y la gente, y cambian a lo largo del tiempo”20. Esta visión establece que “las estructuras de poder (por ejemplo, género, raza, clase, capacidades físicas) influyen en la manera en que se forma la cultura”21. Desde los inicios, el equipo responsable, por CEMUJER, del Programa ha reflexionado continuamente sobre el tema. Es, de hecho, un eje de atención. Al respecto, señalan: “Lo que tiene que ver con cambios de políticas y cambios culturales, y sobre todo en el caso de nosotras las mujeres, cuesta mucho. Muy claramente tratamos de incidir en el cambio de las mujeres, pero también en el cambio de las autoridades municipales (…), involucrar las familia… no hay documento en que se plasmen los cambios que se dan, y cómo se dio cada proceso de estos”. Una novedad de este Programa es asociar calidad de vida con salir de encuadres fijos, “sortean esquemas, Rosario Castellano. Meditación en el umbral. Susie Jolly. Género y Cambio Cultural. Bridge. 2002. Pág. 5. http://www.mzc.es/formacion/docs/spanish-culture-or.pdf. 21 Susie Jolly. Género y Cambio Cultural. Bridge. 2002. Pág. 13. http://www.mzc.es/formacion/docs/spanish-culture-or.pdf 19 20


escollos”, llevar el coraje a un plano práctico, abrir brechas, ensanchar oportunidades, contraviniendo largos años de dictados intimidatorios y tasaciones de la mujer a partir de la edad y la apariencia. Con frecuencia, cuando las egresadas de los cursos de tapicería y ebanistería empiezan a poner en práctica sus nuevas destrezas, escuchan el comentario de que no pasarán de hacer solo cojines. Ellas no se inmutan. Incluso, toman con humor las burlas de que son objeto. Lo que denota la seguridad en sí misma. Saben lo que pueden. Ya nadie podrá desmoralizarlas. El efecto en la comunidad, como no es cuantificable podría pasar inadvertido a muchos, pero resulta innegable. “A largo tiempo sabemos que va a tener un cambio en la mentalidad de esas comunidades y de esas personas”, apunta el equipo del Proyecto. El sentimiento de trascender un límite impuesto se convierte en una fuerza motivadora. Si antes, las tapiceras, ebanistas, electricistas y todas las embarcadas en oficios no tradicionales para mujeres sufrían las burlas y cherchas a costa suya, hoy ellas se ríen de eso. “Cuando íbamos a comprar madera, todo lleno de hombres, hacíamos nuestro pedido y toda la fila de hombres se inclinaba a ver eso”, cuentan Damaris Escarramán y Giorgina Hernández. “En la ferretería, cuando pido una lija 120, ellos traen una lija de disco de las que se usa en los salones de belleza para lijar los pies”, cuenta Paula mancebo, tapicera y ebanista, de 52 años, casada y con tres hijos, quien también se desempeña en decoración de interior. Otras dicen que en Villa Consuelo, una vez estaban haciendo un trabajo y que los hombre las rodeaban, admirados, y algunos se ofrecían: “Ven vamos a ayudarte con el router”. Familiares y vecinos creen en las mujeres técnicas porque son testigos del resultado de su labor. A menudo las recomiendan para trabajo o buscan su opinión para decidirse por un mueble. Pero también aparecen hombres que actúan como si el desarrollo de ellas lo tomaran como amenaza. Entonces tratan de agredirlas con comentarios, pero hoy ellas son capaces

de reírse de esas actitudes. La buena autoestima se refleja en sentido del humor. “En Villa Consuelo nos relajaban los tígueres. Después éramos nosotras las que bromeábamos”, apunta Giorgina Hernández. Todo cambia cuando ellas exhiben su trabajo: “Cuando una saca esos muebles terminados, es asombroso, los vecinos salen a ver. Cuando estoy pintando salgo a la marquesina, los carros se paran a mirar y a preguntar, me ven con esa manguera pintando…”, cuenta Damaris Escarramán.

Testimonio Gracias a mi cambio, tenemos casa Yo era un maniquí dedicada a tener la casa bonita. Yo era una muñequita de porcelana. (Risas) Yo si fui tonta, esto es increíble pasé de ser una muñequita de porcelana a estar martillando… La casa de muñeca se convirtió en un reguero de madera. Palos por aquí, palos por allá. Yo no sé cómo puedes vivir en este reguero, me decían. Pero ha valido la pena. Me di cuenta de que yo podía, me di cuenta de que tengo una libertad increíble, puedo disponer de mi dinero, tengo el grupo de compañeras… Con mi trabajo, saqué el inicial de una casa, sin mi esposo saberlo, se lo dije seis meses después. Pedían 10 mil pesos para la separación. Llamé a una hermana, busqué los 20, 000 pesos y fuimos las dos. Es por San Isidro y cuando llegamos, aquello era un monte. Solo había un tractor y una montaña de tierra. Separamos las dos casas. Íbamos pagando el inicial en seis meses. Negociando, luchando, pagué el inicial completo. Para las cuotas ya me vi atareado, y tuve que sacar el secreto (risas). Busqué mis papeles, y después de una buena charla con mi esposo, ¡páquiti!, tiré el secreto: “Mira en lo que me metí. Ya pagué el inicial”. No, para que él se sintiera parte, recuerdo que le dije: “Mira, estamos metidos en este proyecto de casa”. Después él abonaba. Damaris Escarramán. 56 años. Tapicera, ebanista.

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V.

Relación con Gobiernos Locales y Contactos con Ministerios

La última evaluación realizada al Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres destaca un cierto reconocimiento por parte de los gobiernos locales. Ya algunas personas de las alcaldías las buscan, quieren que las mujeres les hagan trabajos, las buscan para coordinar eventos. En general, se aprecia que en estas instancias se ha producido cierta apertura. Se advierte cómo la misma percepción de las mujeres va variando respecto a este tipo de interacción. En los primeros contactos se habla mucho de ayuda, ir a buscar ayuda, ir a ver si les conceden algo. Pero, esta visión ha evolucionado: Sin embargo, en este terreno, sobre todo en el compromiso de los gobiernos locales, es mucho lo que hay por hacer. Lo logrado es a todas luces insuficiente. Avanzar es arduo porque una actitud y disposición de las autoridades y una conciencia en las mujeres respecto a sus derechos y participación en la dinámica de los gobiernos locales implican cambios culturales y políticos que trascienden marcos legales o declaración de intenciones.

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“Hemos tenido la valentía de perseverar, de insistir ante los gobiernos locales, de lograr acuerdos, pero todavía hay mucho camino por recorrer en ese sentido”, concluyen en el equipo del Programa. Entre CE-MUJER y los gobiernos locales de los municipios Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte se han creado vínculos a través de eventos y

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actividades compartidas y, en el caso del primero, entidad con la que se tiene una relación más larga, se ha firmado un acuerdo. CE-MUJER es vista con respeto y admiración por su compromiso y valores solidarios. Martha Prensa, delegada municipal del Ayuntamiento de Boca Chica, afirma que esa institución y el Alcalde que la encabeza, ven con mucho agrado


los resultados del Programa en su municipio y le confieren relevancia a su permanencia. Unas cincuenta mujeres están involucradas en el mismo, a las que el ayuntamiento les ha facilitado un local para llevar a cabo la capacitación. Dice que una forma de reconocimiento es que cuando ellos necesitan algún trabajo en el área buscan a las mujeres para pedírselo.

Por otro lado, tanto la Asociación de Mujeres Técnicas hacia el Futuro (AMUTEC), como CE-MUJER han realizado contactos e intercambios con el Ministerio de la Mujer y otras instancias del gobierno central, aportando su experiencia y su visión, así como el diálogo sobre problemas apremiantes de las mujeres de sectores empobrecidos.

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VI.

Problemas: Una actitud firme ante los obstáculos

El conjunto de dificultades y problemas vividos en el Programa sirven para conocer el calibre de los desafíos que implica, la situación real de las mujeres pertenecientes a sectores en los que prima la pobreza material y la escasez de oportunidades para salir adelante. Componen información importante para las instancias que están obligadas por ley y por justicia a enfrentar la inequidad de género y la pobreza. Entre los problemas comunes tenemos: - La carga del trabajo doméstico y las responsabilidades de cuidado que pesan sobre las mujeres, generándoles estrés y angustia cuando están en el proceso de capacitación. Aun cuando ya están obteniendo ingresos con su trabajo, en general, tienen que continuar con su carga doméstica más o menos invariable. En algunos casos ha habido cambios en la distribución de tareas a lo interno de la familia, pero esto está lejos de ser regla. El trabajo doméstico sigue presentándose como una de las vertientes más rígidas de la división de trabajo basada en el género. Cosa que va en perjuicio de las mujeres.

- Cuando empiezan el proceso de capacitación, muchas mujeres se enfrentan a la oposición de la pareja o parientes, que no aceptan su determinación de aprender o, más frecuente, su capacitación en un área que consideran impropia para mujeres. A veces se agrega la burla de vecinos. Elementos que son desmoralizantes.

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- Muchas de las que ingresan a los cursos de capacitación no tienen dinero ni para el transporte. - Pese a los mandatos contenidos en la Constitución y distintas leyes, generalmente la mayoría de las instancias públicas no expresan el necesario interés, voluntad y disposición para el cumplimiento de mandatos encaminados a la equidad de género.

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- El espacio con que cuentan la mayoría de las egresadas para establecer su microempresa o taller es su propia casa y este lugar, por lo general, es pequeño y estrecho. Las herramientas ocupan espacio y si a eso se suma los efectos del ruido y los desperdicios, se supone un sacrificio para la familia. En ocasiones, ha sido motivo de conflicto con la pareja. - Fallos e irregularidades en el suministro de energía eléctrica entorpecen el rendimiento y aumentan costos. - Los trámites relacionados con impuestos y sistema de comprobantes fiscales, entre otras cuestiones burocráticas, supone una complicación para las microempresas más grandes (muchas son tan pequeñas que deberían recibir otra denominación). - El acceso al crédito ofertado por organismos públicos y privados se ve obstaculizado por los requerimientos como el tipo de trámite burocrático que implica, el cual resulta complejo hasta para empresarios de mucho mayor escala.


- Cuando las mujeres ingresan a un área laboral tradicionalmente masculina, las exigencias a ellas son mayores. “A la mujer no se le permite ser aprendiz, nunca”, declararía una empleada. Verse obligadas a demostrar de continúo su capacidad es estresante.

- Los bajos salarios que ofrecen las empresas formales no estimulan a las mujeres, quienes por lo general tienen que pagar pasajes y en ocasiones a alguien para que les cuide sus hijos e hijas. - El sector laboral en el que las egresadas pueden emplearse tiene de por si muchas limitaciones para las mujeres.

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VII.

La Prensa se Hace Eco de las que Abren Camino

Los titulares que han merecido las mujeres técnicas que construyen juntas su destino en una práctica donde la cooperación entre ellas no es menos importante que las ganancias económicas, hablan por sí solos. En los contenidos, se destaca el orgullo que ellas sienten por su trabajo. Los titulares hablan por sí solos: MUJERES DAN LA TALLA EN OFICIOS NO TRADICIONALES. Se han preparado en distintas áreas consideradas para hombres, demostrando su capacidad, empeño y potencialidad, (Isabel Leticia Leclerc, Listín Diario). MUJERES INCURSIONAN EN OFICIOS TÍPICOS DE HOMBRES. Desafían adversidades y crean tiendas de muebles y artesanías (Yanet Féliz. Listín Diario. 3 de septiembre de 2013). TREINTA MUJERES EBANISTAS DEMUESTRAN SUPERACIÓN. Aún cuando se deban enfrentar los prejuicios que dividen los oficios técnicos entre los masculinos y los etiquetados como femeninos (periódico Hoy, 10 de diciembre de 2006). “OFICIOS DE HOMBRES” EN MANOS DE MUJERES (Mirfak Rowland, periódico Hoy 16 de diciembre de 2006).

La periodista Isabel Lecler escribe en el Listín Diario sobre la confianza y las habilidades de egresadas del Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres: “Seguras y confiadas en su preparación, decenas de mujeres se dedican a servicios y la creación de productos artesanales no tradicionales en ellas. Se han preparado para ser tapiceras, artesanas, plomeras y hasta electricistas. Con la fuerte convicción de que tienen la habilidad y la fuerza para realizar trabajos no tradicionales, y que tal vez por cultura han sido designados como labores de hombres, exponen lo que con esmero y responsabilidad han logrado elaborar con sus propias manos”. En el Listín Diario22, en crónica sobre la Feria de muebles, llevada a cabo el año pasado, se pone de relieve el sentido de “red” y el espíritu que hermana a las participantes. En las últimas ferias se involucran, además de la Asociación de Mujeres Técnicas Hacia el Futuro (AMUTEC), las agrupaciones que se han

22

http://www.listin.com.do/la-vida/2012/12/13/258666/print.

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ido forjando al calor del apoyo de la primera y de Ce-Mujer: Asociación de Microempresarias de San José de Ocoa (AMUTEMO), Asociación de Mujeres Técnicas de Sabana Larga (AMUTESA), Tapiceras y Artesanas de Boca Chica, Tapiceras Organizadas de Bayaguana y la Federación de Mujeres de Guerra (FEMUGUE). En reportaje de página completa en el periódico Hoy, se resalta: “Una gran cantidad de mujeres de escasos recursos de la Zona Oriental han mejorado sustancialmente su condición económica luego de haber aprendido oficios que comúnmente están reservados para hombres”. La vocera de la Asociación de Mujeres Técnicas (AMUTEC) es en ese momento Mayra Carreras, una madre soltera residente en Los Mina, quien admira a la reportera con su historia, no muy distinta a la de muchas de sus compañeras. “Tras muchos años sumergida en la precariedad económica –escribe Mirfak Rowland–, Mayra Carreras dividió, por muchos años, sus horas de trabajo entre el oficio de ama de casa y el de empleada doméstica, lavando y planchando en casas de familia. Con una hija que padece traumas cerebrales (…) esta luchadora trataba a duras penas de sacar adelante a su familia

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(…) En el año 1995, descubre una escuela en donde, sin tener que incurrir en ningún gasto, aprendió el oficio de tapicería”. Años después Mayra había aumentado sus ingresos en un cien por ciento. “Las mujeres trabajamos mejor porque le ponemos a la labor femineidad y sensibilidad”, expresa la elaboradora de muebles a la periodista. Una crónica de la periodista Deyanira Polanco, aparecida en el Listín Diario (14 de febrero de 2007), bajo el título “Cortando madera”, da una idea de la imagen que cuenta que la discriminación por su sexo las persigue, pero que la han sabido superar e ignoran a las personas que las tratan con prejuicios”. En el diario El Caribe del 24 de mayo de 2012, se da cuenta de la celebración de una de las ferias periódicas que realiza La Red de Comercio Asociativo, en la que las mujeres técnicas exhibirán y venderán alrededor de 30 artículos elaborados por ellas, entre los que más se destacan están los juegos de sala y de habitación, cuadros y collares. Cuentan que aspiran a vender por encima del medio millón de pesos y que unas 150 mujeres que se desempeñan como carpinteras, ebanistas, albañiles y tapiceras, tienen que ver de un modo u otro con esta actividad.


Unas líneas al margen permiten observar otro aspecto del desarrollo de estas pequeñas empresarias, ellas mismas han visitado la redacción del medio de comunicación para promover su evento. El titular reza: “Empresarias del mueble…”. Llamativo, si se

piensa que se trata de una economía con una fuerte base solidaria. El mérito es haber construido algo sólido y digno de orgullo partiendo casi de la nada en materia financiera, aunque sí con el apoyo de gente que han creído en ellas.

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Algunos medios de comunicación que han apoyado y han promovido el trabajo de las mujeres: MEDIOS TELEVISIVOS - PROGRAMAS - 23 , Programa Dando en el clavo. - 42, Programa de entrevista nocturno - 10 Programa de entrevista nocturno - 51 Programa de entrevista nocturno - Teleantillas, Noticias Teleantillas el 20-05-2011 - Éxito visión, Programa de entrevista nocturno - Canal 7, Antena Latina, El Despertador - Canal 11, Telesistema, Telenoticias con Roberto Cavada MEDIOS ESCRITOS - Ciudad Oriental.org (18-05-11) - Diario Libre (Martes 17-05-11) - El Nacional (Sábado 21-05-11) MEDIOS DIGITALES - http://ciudadoriental.org/index.php?option=com_content&view=article&id=855:pequenas -empresarias-haran-feria-productos-no-tradicionales-durante-diez-dias-en-los-mina&catid= 118:comercio&Itemid=317 - www.imagenesdominicanas.com - http://www.elnacional.com.do/nacional/2011/5/21/83866/Mujeres-inician-feria-Mueble-yArtesania-sociedad-les-ha-cambiado-la - ciudadoriental.org/index.php?...comercio.. - digital.com - http://elmejorcamino.com/index.php?option=videos&id=1270 - http://www.noticiariobarahona.com/2011/05/se-hacen-fuertes-las-mujeres-ebanistas.html MEDIOS RADIALES - La Z-101, Programa Voces Propias - Milagros desde la Z en la Z-101 REPORTAJES DE PRENSA Entrevista a Directiva de AMUTEC, programa radial Economía Popular, Se transmite los domingos por HIJB, 8:30 en el Dial AM. Esta entrevista se realizó el domingo 23 de septiembre, 2012. 9:00 a.m. de la mañana en el edificio de Teleantillas (Kennedy frente a Los Jardines).

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Fuentes y base Además de las entrevistas realizadas a integrantes de AMUTEC para esta publicación, la labor aquí presentada se ha nutrido de: 1. Los aportes de Nelly Chalas, responsable del Programa, de Graciela de la Cruz, Directora de Ce-Mujer y de Elsa Mata, responsable de Incidencia de Ce-Mujer. 2. De manera especial, es preciso resaltar los aportes de las participantes en el Programa, reunidas para ofrecer sus ideas y, una vez elaborada la versión preliminar del documento, en un encuentro amplio para conocer, modificar y enriquecer el mismo. (En anexo, se podrá ver sus nombres y otros datos). 3. La Evaluación Proyecto “Red de Mujeres Técnicas Ampliando el Empleo y Construyendo la Igualdad de Oportunidades en seis municipios de República Dominicana”. Carmen Luisa Figueiras Prim. Ce-Mujer. Santo Domingo, diciembre, 2012.

4. Desafío de mujer en un mundo patriarcal. El poder de un Programa de Formación en Trabajo no Tradicional. Estudio sobre el impacto del Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres “Evangelina Rodríguez”. Cuatro casos de mujeres egresadas en las áreas de ebanistería y tapicería (Cecilia Pascual, Marisol Mejía y las hermanas Yurkelina y Evangelista Rodríguez). Autoras: Cintia Drullard Rodríguez y Kirssy Santana Vásquez. Ce-Mujer. Santo Domingo, 2011. 5. No se imaginan cuánto podemos. Programa de formación técnica y empleo para mujeres “Dra. Evangelina Rodríguez”. La valerosa historia de una iniciativa que rompe esquemas a favor de mujeres en pobreza. Ce-Mujer. Santo Domingo, 2007. Las fuentes de datos citados podrán verse en pie de página.

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Esta edición de LAS QUE ABREN CAMINO Modelo para Políticas Públicas: Lecciones y Razones del Programa de Formación Técnica y Empleo para Mujeres Dra. Evangelina Rodríguez, se terminó de imprimir en el mes de diciembre del 2013, en los talleres gráficos de Editora Búho S. R. L., Santo Domingo, República Dominicana.






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