DOCUMENTO DE DEBATE OXFAM
NOVIEMBRE 2013
Vendedores del mercado de San Cristóbal. Autor J. N. Guigni. Derechos de Intermón Oxfam.
DE LA TIERRA AL MERCADO: RECOMPONER ESLABONES PARA QUE RINDAN LOS FRUTOS Un sistema justo de producción de alimentos plantea la necesidad de que las familias campesinas conquisten espacios de soberanía. PAVEL ISA CONTRERAS INVESTIGADOR INDEPENDIENTE
Los mercados sustentan la cadena de producción agropecuaria y aprovisionamiento. Son los espacios donde finalmente convergen los actores (proveedores, distribuidores y vendedores) para encontrarse con su demanda, los consumidores. En República Dominicana los mercados más importantes se concentran en capitales, zonas urbanas, que son el principal destino de los productos del campo. Sin embargo, la posición que ocupan las familias campesinas en las cadenas de producción y comercialización es desventajosa. La política nacional prioriza el abastecimiento de los mercados, desaprovechando la oportunidad que representan las cadenas de comercialización en sí mismas para distribuir de forma justa los beneficios económicos que generan los productos y transformar la vida de las familias campesinas, como plantean Oxfam y la Articulación Nacional Campesina (ANC) en este documento.
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INTRODUCCIÓN De la tierra al plato, garantizar la disponibilidad de alimentos implica un recorrido con muchos intermediarios y, sin embargo, quien se arriesga a cultivar, esperar y tener como medio de vida una actividad vulnerable a los cambios del clima obtienen los menores beneficios económicos en la cadena productiva. La desventaja con la que las familias campesinas dominicanas se insertan en las cadenas de comercialización no son las únicas determinantes de los bajos ingresos que reciben, pero están entre los factores más relevantes. Esta se suma a las limitaciones de acceso a agua y riego, tierra, crédito y aseguramiento, y tecnología y aprendizaje. En República Dominicana la forma como los pequeños productores se vinculan con los mercados responde a que la mayoría de los pequeños productores no se asocian para negociar en volumen con los intermediarios, es decir, la oferta está atomizada, dispersa. A esto se suma la falta de infraestructura para acopio, almacenamiento y/o procesamiento, y la falta de equipo de transporte, lo cual les pone en una situación de desventaja. Esto genera una dinámica negativa para los productores pues favorece la competencia por precios más bajos y no tanto por calidad, valor agregado o características diferenciadoras de los productos. Transformar la vida de las familias campesinas, de modo que eleven su productividad a través de la innovación requiere un plan de acción para alcanzar la seguridad alimentaria y el desarrollo rural. En la medida en que mejoren sus condiciones, asegurarán el abastecimiento de los mercados. Oxfam y la Articulación Nacional Campesina (ANC) plantean la necesidad de “revalorizar” la agricultura, lo cual implica asegurar condiciones de producción sostenibles que les permitan a las familias productoras vincularse de forma adecuada en la cadena de producción y comercialización, con beneficios justos. Lograr cambios productivos de relevancia, que permitan mejorar la calidad y el volumen de la oferta mercadeable, favorecería la participación de los pequeños productores en la cadena desde una posición más ventajosa. Sin embargo, hay que reconocer que la transformación productiva requiere de recursos, los cuales son restringidos por los bajos precios de venta. Se trata, pues, de un círculo vicioso que hay que romper.
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NUDOS A DESATAR No existe información estadística que permita evidenciar de manera sistemática la relativamente baja proporción que capturan las pequeñas unidades productivas del total del valor generado por las cadenas agroalimentarias y de productos agropecuarios en general en las que participan. Sin embargo, la evidencia cualitativa es abrumadora y los resultados son conocidos: bajos niveles de ingreso por ventas. La mayoría de las pequeñas unidades de agricultura familiar campesina en la República Dominicana se insertan a los mercados de manera desventajosa porque comercian sus productos individualmente, lo que resulta en un escaso poder de negociación, y su vinculación a los mercados es muy indirecta a través de intermediarios, los cuales frecuentemente ejercen poder de mercado en los territorios donde operan, lo que resulta en precios de compra relativamente bajos. Los factores más importantes que explican desventajosas condiciones de inserción son: • Los bajos volúmenes de producción y comercio • Una calidad no asegurada en la producción • El hecho de que con mucha frecuencia los agentes intermediarios proveen créditos a los productores en las fases iniciales del ciclo productivo. Esto último implica que el acceso a este tipo de crédito, al mismo tiempo que viabiliza la producción, se convierte un factor negativo en la negociación de precios (Del Rosario, 2011). • En la mayoría de los rubros, debido a ese precario esquema de inserción a los mercados, los productores se enfrentan a una relativamente elevada volatilidad de precios, generando un ambiente de fuerte incertidumbre que desincentiva la producción y la inversión. Para que las pequeñas unidades productivas se inserten en la cadena de comercialización en mejores condiciones hay dos elementos clave: la escala o el volumen a comerciar, y la calidad de los productos comerciados. Mientras más atomizada (dispersa) esté la producción y, por ende, los volúmenes sean menores por productor o productora, también será más bajo el potencial de las pequeñas unidades de capturar valor en las cadenas de aprovisionamiento a través de los precios. La atomización (dispersión) de la demanda de insumos tiene un efecto contrario sobre los precios de éstos: se traduce en precios más altos y en menores márgenes de ganancias para la pequeña producción. Adicional2
mente, en la medida en que no tienen capacidad para fortalecer y renovar los procesos productivos, la calidad de los productos se reduce, lo que se traduce en precios menores. La excepción a la situación antes descrita la constituye la producción de arroz, el cual por ser un producto priorizado por las políticas sectoriales, tiene aseguramiento del usufructo de la tierra, acceso a agua y a crédito. Junto a ello, el Estado ha montado un programa de financiamiento de la comercialización del arroz (“Programa de Pignoración del Arroz”) que persigue estabilizar los precios, tanto al productor como de venta final, asumiendo el Estado el costo de almacenamiento1.
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MÁS CALIDAD Y CANTIDAD La pequeña producción agrícola requiere de transformaciones en dos direcciones para cambiar las formas en que éstas se insertan a los mercados. La primera es lograr cambios productivos de relevancia que permitan mejorar la calidad y el volumen de la oferta mercadeable. Esto contribuiría a participar en el mercado desde una posición más ventajosa. Sin embargo, hay que reconocer que la transformación productiva requiere de recursos los cuales son restringidos por los bajos precios de venta. Se trata, pues, de un círculo vicioso que hay que romper. La segunda es lograr cambios en la esfera específicamente comercial que persiga fortalecer la capacidad de negociación frente a agentes en eslabones superiores (comerciales o procesadores) e inferiores (proveedores de insumos y servicios) en la cadena de aprovisionamiento. Para ello se requieren dos cosas: capacidad de acopio, almacenamiento y manejo post-cosecha, y fortalecimiento organizativo, de coordinación y de gestión comercial. La primera requiere con frecuencia acceso a infraestructura de almacenamiento y transporte, además de capacidades técnicas en el manejo post-cosecha. El objetivo es lograr volúmenes más elevados de productos comercializados de tal forma que se pueda alcanzar términos comerciales más favorables para los y las asociadas. La segunda demanda de un fortalecimiento de la capacidad de asociación y organización de los colectivos de productores con el fin de construir capacidades para negociar colectivamente. Esto persigue facilitar el proceso de asociación y trabajo colectivo.
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COSA DE DOS: CAMPESINOS JUNTOS PUEDEN INCIDIR La asociatividad, la articulación de los productores, es crucial tanto para el accionar de ellos mismos en la autoprovisión de un conjunto de servicios y en la negociación de mejores términos de inserción en los mercados, como también para la transmisión de los incentivos y de las políticas públicas. Además, sin las agrupaciones de productores y productoras, difícilmente las políticas públicas les puedan alcanzar de manera individual a cada uno/a de ellos/as. Es crítico que se atiendan simultánea e integralmente las cuestiones productivas, de acceso a recursos y de inserción a los mercados, y que lo hagan a través de y contando con la activa participación de las organizaciones de productores y productoras, y que promuevan la creación y fortalecimiento de organizaciones allí donde no existan o sean débiles. El carácter multidimensional de los problemas que afectan a la pequeña producción campesina (inserción a los mercados y comercialización, agua y riego, tierra, crédito y aseguramiento, y tecnología y aprendizaje), demanda que sean abordados de forma simultánea. Los avances que puedan ser alcanzados en alguna de las dimensiones no podrían continuar en la medida en que los obstáculos en otras no sean removidos. Por ejemplo, mejorar el acceso a crédito no sería sostenible y no lograría transformar las unidades productivas si éstas, eventualmente, no logran términos comerciales más favorables en la forma de mercados asegurados, términos contractuales más estables y mejores precios que hagan del negocio agropecuario uno atractivo y viable. Igualmente, las transformaciones tecnológicas, para alcanzarse y ser sostenibles, requieren de un mejor acceso a crédito y de mercados más ciertos y precios mejorados. Las autoridades con responsabilidad en la problemática deben tener en cuenta que, aunque los problemas de la agropecuaria son generalizados, la intensidad y las formas específicas en que éstos afectan a los campesinos se manifiestan de formas diversas. En ese sentido, las intervenciones deben estar guiadas por dos enfoques: el territorial y el productivo, es decir que para cada para cada producto y territorio debe establecerse una especie de fórmula “tierra + agua + crédito+ tecnología”. Se requiere de un esfuerzo para que los pequeños agricultores incrementen su capacidad de producción y transformen las condiciones 5
en que producen Se impone la necesidad de una agenda nacional para crear un sistema justo de producción de alimentos en el país. Así, además de fortalecer la oferta de alimentos, pueden aumentar la rentabilidad y los ingresos de las familias productoras, de modo que impulsen la producción y el cambio tecnológico, a la vez que las familias campesinas fortalezcan su propia capacidad de comprar alimentos. Políticas para mejorar la comercialización y el acceso a mercados Para contribuir a mejorar las condiciones de inserción de la pequeña producción agrícola a los mercados se proponen las siguientes líneas de políticas: • •
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Diseñar un paquete de políticas que vinculen el crédito, la comercialización y la promoción y fortalecimiento de la asociatividad, incluyendo la gestión de los emprendimientos colectivos. Hacer un inventario de infraestructuras públicas de almacenamiento, procesamiento, etc. que estén ociosas y permitir a los productores utilizar estos espacios para acopio de productos, con base en proyectos específicos. Fortalecer la capacidad de gerencia de las organizaciones en materia de comercialización en temas como: gestión de la organización, formalización, gerencia administrativa y gerencia de almacenes Habilitar mercados de venta directa y equipos de transporte para trasladar los productos a dichos mercados. Además del Estado, los equipos de comercialización de cada organización también deben de tomar la iniciativa y organizar ferias agropecuarias en sus comunidades y en las comunidades cercanas. Elaborar un diagnóstico para obtener datos sobre la producción por zona-organización y los volúmenes para poder acceder a las compras públicas y ser suplidor del Estado para los programas de desayuno escolar, hospitales, cuarteles y las cárceles. El Estado debe desarrollar políticas de apoyo al comercio justo, productos orgánicos y marcas de denominación de origen. Crear un sistema de incentivos (p.e. créditos) para empresas comerciales mayoristas o cadenas de supermercados que favorezcan la compra privilegiada a productores asociados, y la compra a precios mejorados y contratos asegurados. Impulsar un sistema público de información sobre demanda de productos, precios de oferta, agentes comerciales e identificación de oportunidades de mercado. Fomentar a la creación de mercados agropecuarios locales (vía alcaldías)
CONCLUSIÓN El carácter multidimensional de los problemas que afectan a la pequeña producción campesina exige que los problemas sean abordados de forma simultánea, en diferentes direcciones. De otro modo, los avances en alguna de las dimensiones no podrán continuar mientras los obstáculos en otras no sean removidos. Por ejemplo, mejorar el acceso a crédito no sería sostenible y no lograría transformar las unidades productivas si éstas, eventualmente, no logran términos comerciales más favorables en la forma de mercados asegurados, términos contractuales más estables y mejores precios que hagan del negocio agropecuario uno atractivo y viable. Igualmente, las transformaciones tecnológicas, para alcanzarse y ser sostenibles, requieren de un mejor acceso a crédito y de mercados más ciertos y precios mejorados. Las políticas agropecuarias deben favorecer que se reorganicen las cadenas de comercialización para que los beneficios económicos que generan los productos se distribuyan de forma justa. La política nacional prioriza el abastecimiento de los mercados, desaprovechando la oportunidad que representan las cadenas de comercialización para transformar la vida de las familias campesinas. Urge lograr cambios en la esfera específicamente comercial que fortalezcan la capacidad de negociación frente a agentes en eslabones superiores (comerciales o procesadores) e inferiores (proveedores de insumos y servicios) en la cadena de aprovisionamiento. Para ello se requieren dos cosas: capacidad de acopio, almacenamiento y manejo post-cosecha, y fortalecimiento organizativo, de coordinación y de gestión comercial. La primera requiere con frecuencia acceso a infraestructura de almacenamiento y transporte, además de capacidades técnicas en el manejo post-cosecha. El objetivo es producir volúmenes más elevados de productos comercializados de tal forma que se pueda alcanzar términos comerciales más favorables para los y las asociadas. Esto demanda de un fortalecimiento de la capacidad de asociación y organización de los colectivos de productores con el fin de construir capacidades para negociar colectivamente.
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NOTAS 1
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SecretarĂa de Estado de Agricultura (SEA), 2005; SEA, 2008.
© Oxfam Internacional, noviembre 2013 Este documento ha sido escrito por Pavel Isa Contreras con la participación de la dirección de la Articulación Nacional Campesina. Forma parte de una serie de documentos dirigidos a contribuir al debate público sobre políticas humanitarias y de desarrollo. Para más información sobre los temas tratados en este documento, por favor póngase en contacto con advocacy@oxfaminternational.org Esta publicación está sujeta a copyright pero el texto puede ser utilizado libremente para la incidencia política y campañas, así como en el ámbito de la educación y de la investigación, siempre y cuando se indique la fuente de forma completa. El titular del copyright solicita que cualquier uso de su obra le sea comunicado con el objeto de evaluar su impacto. La reproducción del texto en otras circunstancias, o su uso en otras publicaciones, así como en traducciones o adaptaciones, podrá hacerse después de haber obtenido permiso y puede requerir el pago de una tasa. Debe ponerse en contacto con policyandpractice@ oxfam.org.uk. La información en esta publicación es correcta en el momento de enviarse a imprenta. Publicado por Oxfam en República Dominicana en noviembre 2013. C/ Josefa Perdomo 160, esquina Hermanos Deligne, Gazcue, Distrito Nacional, República Dominicana
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