Mujeres beisbolistas

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Mujeres Beisbolistas Adela HR

Béisbol femenil ha habido desde finales del s. XIX. Por lo menos en los Estados Unidos, lo que habla muy bien de la(s) libertad(es) a las que podían acceder ciertas mujeres como las universitarias por ejemplo en la Universidad de Vassar, equipadas y uniformadas para jugar a la pelota Lo que resulta muy curioso a la mirada actual respecto a lo femenino es la indumentaria que portaban esos equipos femeniles. En una fotografía tomada en 1876 de uno de los últimos equipos femeniles de béisbol (fue descontinuado este deporte de la universidad de Vassar por las críticas respecto a que ese era un deporte muy “plebeyo”) The Resolutes (Vassar College women's baseball team) en esa época, para entender la dificultad vital del cuerpo femenino, era una creencia popular considerar que las mujeres que iban a la universidad iban a quedar infértiles

porque gastaban mucha energía en pensar, actividad

intelectual que debilitaba su habilidad reproductiva, no ha de haber sido 3


muy apreciado que además se dedicaran a los deportes. Sin embargo, ahí están las fotografías que documentan ese aspecto deportivo de las mujeres universitarias y donde podemos apreciar cómo es que era el uniforme deportivo para las así consideradas mujeres beisbolistas, transgresoras de su género y de su clase, como Las resolutas de la imagen 1

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He aquí su indumentaria deportiva: falda larga con pliegues en la cintura para dar un amplio vuelo, chaqueta con abotonadura hasta el cuello coronada por una corbata de moño y con cinturón, camisa de manga larga cerrada en la muñeca con botones. Con el cabello trenzado, con gorra de gajos y visera, el tipo de calzado no se puede apreciar por lo largo de la falda que llega a ras del suelo. Únicamente una de las jugadoras (línea de arriba, la primera de izquierda a derecha) del equipo de nueve, porta un bate de béisbol en la mano y la que está junto a ella, sostiene discretamente una pelota de béisbol en la mano. No sorprende que sea tan conservador este uniforme tomando en cuenta lo riguroso que se consideraba debía ser una mujer en una sociedad puritana. Pero la primera guerra mundial vino a modificar muchos aspectos de lo que es ser una mujer, comenzando porque muchas de ellas tuvieron que salir a la calle a trabajar, lo que modificó su aspecto bastante. Uno de estos cambios es el peinado, de melenas largas hasta el suelo a cabelleras cortitas en la nuca, uno de estos cortes muy popular hasta el momento, por cierto, es el corte Bob que va a la altura del mentón o a la altura de la mejilla y forma una especie de casquito en la parte trasera, tal cambio tuvo que ver con la comodidad y tiempo para peinarse en periodo de trabajo intenso para las mujeres.

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Para el periodo que va de los años veinte a treinta del siglo pasado, esta moda del cabello corto ya estaba muy adaptada, a tal punto que hubo un equipo de béisbol femenil llamadas las Bobbies, porque su característica distintiva, es que estaban peinadas a la moda corte Bob, y aquí está uno de las vueltas de tuerca de la moda, porque no necesariamente tenían que cortarse el cabello las mujeres para andar a la moda, había algunas

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que con artilugios, llevando la contra respecto a no perder mucho tiempo en peinarse y sin necesidad de cortarse el cabello, se lo recogían en forma de melena y ya, listas para jugar a la pelota. En una fotografía aparece este equipo de las Bobbies de Philadelphia, 1925 (Imagen 2), todas con el cabello corto en apariencia, y es difícil determinar con la pura fotografía si realmente tienen el cabello corto o lo tienen nada más recogido, pero las noticias respecto a ellas utilizan la palabra “gimmick” al referirse al estilo de su peinado,

lo cierto es que presentan una

imagen de mujer moderna, activa, casi liberada ya que su uniforme, a diferencia del equipo de Vassar, es el uniforme de beisbolista tal y como se conoce hasta el momento actual: camisola deportiva rayada con botones al frente, sin cerrar totalmente hasta el cuello, con las mangas largas arremangadas, pantalón también a rayas, doblado hasta la altura de las rodillas, mallas también rayadas abajo del pantalón, calcetines blancos, tenis, cachucha no todas las portan en la fotografía (como para lucir el peinado, un gesto de coquetería femenina) la “catcher”, con su peto de protección y la “pítcher” con su guante en la mano, así como bates, pelota y guante a los pies de ellas, rubricando la imagen de la foto, constatando que efectivamente, son beisbolistas sonrientes, orgullosas de lo que hacen.

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Evidentemente ha habido una relajación de las costumbres entre un equipo de béisbol a otro, simplemente en esa imagen de estar vestidas del “huesito hasta la oreja” las del equipo de Vassar ante estas jovencitas que asolean sus brazos y tienen el ánimo suficiente como para mostrar las pantorrillas con mallas y calcetines y por supuesto el uso de los pantalones, aceptados ya como parte de la indumentaria femenina, aunque fuera en un caso “especial” como en el deportivo.

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Con el efecto de la segunda guerra mundial, se relajaron aún más las costumbres, como se aprecia en la fotografía de The Rockford Peaches (Imagen 3). En los años cuarenta, por la falta de varones en las ligas mayores al ser reclutados para la guerra e incluso en las menores se quedaron sin jugadores, es cuando se instituye la liga de béisbol profesional para mujeres (The Girls Professional Baseball League) en el año de 1943 en Estados Unidos, proveyendo entretenimiento y esperanza mientras los varones andaban en la guerra. Es interesante el uniforme de las beisbolistas en 1944: regresan a las faldas, pero arriba de la rodilla (máximo 6 pulgadas / 15.2 cm) aunque algunas no cumplían con esa norma y acortaban aún más la prenda que usaban: un vestido corto (jumper) manga corta, cuello abierto, pechera con botonadura del lado izquierdo, presillas en la cintura para portar un cinturón. Calcetas hasta las rodillas, tenis, debajo de tan corta indumentaria portaban unos ceñidos pantaloncillos, para aquello de las barridas y las estiradas por la bola. Con cachucha, cabello corto, o recogido... llama la atención la moda del tipo rizado ¿Se harían la permanente? Desde finales de los años veinte se pusieron de moda los rizos permanentes. Otro aspecto que es interesante es que son cuerpos vigorosos los de estas muchachas, con masa muscular desarrollada en brazos y piernas, como se puede apreciar en una fotografía a Dorothy “Dottie” 9


Kamenshek (1925-2010) (Imagen 4) en una espectacular atrapada de bola como primera base en el equipo Rockford Peaches, nombrada la mejor fildeadora en primera base de todos los tiempos, entre varones y mujeres.

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En esta serie de fotografías de mujeres beisbolistas lo que es un hecho patente es cómo la guerra ha sido un detonador para muchas de las libertades de los cuerpos femeninos, sobre todo en el de la esfera pública, mientras los varones se han ido a la guerra, las mujeres han demostrado que pueden suplir a los varones en múltiples actividades que no están constreñidas al sexo, que incluso se pueden moldear los cuerpos, tanto de varones como mujeres, para las tareas que desempeñan sin detrimento de la sexualidad o la función reproductiva.

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Ediciones Chocha Chillys Willys MĂŠxico, D.F. Noviembre 2014

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