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Abori

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Hacienda Chukum

Hacienda Chukum

Entrevista: Gerardo Sierra Fotografías cortesía de Abraham Carrasco

DE LA NECESIDAD A LA PASIÓN ES COMO SE FORJÓ EL CAMINO DE ESTE FOTÓGRAFO DOCUMENTAL Y DE ALIMENTOS QUE HA SIDO GUIADO EN SU VIDA PROFESIONAL POR LA NECESIDAD DE PROVEER PARA SU ALMA.

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He conocido a diferentes tipos de fotógrafos en los últimos años gracias al medio que tengo y por las mismas oportunidades de la vida, pero puedo decir que una de las personas cuyas historias me han llegado mucho ha sido la de Abori, apodo de Abraham Carrasco. Este fotógrafo, que vive en la Bella Airosa, ha sido reconocido en diferentes países gracias a la cruda forma de reflejar emociones, historias y experiencias a través de sus fotos.

141: Para todos aquellos que aún no tienen el gusto de conocer tu trabajo además de conocerte a ti; cuéntanos, ¿quien es Abraham?

AC: Creo que soy un tipo complicado, siempre busco hacer las cosas bien aunque no siempre lo pido de la mejor manera y a veces esto me complica la vida. Amo trabajar con la foto y la ilustración, tengo 32 años, soy teólogo de profesión e inmerso en el mundo visual tengo ya casi 10 años.

141: ¿Cómo definirías la fotografía documental siendo este tu fuerte?

AC: Siempre he creído en la honestidad, en ser uno mismo y bajo esa premisa no oculto nada. Me gusta representar eso mismo con mi trabajo, me fascina totalmente el proceso de las cosas, el cómo se generan las transformaciones sociales, familiares, alimenticias, etc. El retrato documental es una fuerte pasión para mí, pero todavía mejor, una herramienta de cambio social. Varias veces he vivido esto último y sin dudarlo, es totalmente satisfactorio saber que una foto pudo ayudar a un tercero y que el dinero no tuvo nada que ver. Me encanta lo brutalmente honesto, así son mis fotos.

141: Se que la fotografía llego a ti de una manera inesperada. ¿Podrás compartirnos en qué momento fue que te encontraste con la fotografía?

AC: De pequeño empecé con la curiosidad por las cámaras queriendo entender el valor de los equipos, pero sobre todo comprender el porqué mi abuelo cuidaba tanto su equipo. A los 19 años vuelvo a tener una cámara entre las manos y a los 21 comienzo formalmente a tomar el camino de formación sobre la imagen, sin embargo no fue mi intención estar al 100% con la foto. En una ocasión un par de personas, entre ellas mi hermano, me convencen de hacer una expo. Lo más padre fue que el día de la inauguración se vendió todo mi trabajo, la gente me apoyo mucho y, a partir de ese momento, no me detuve. Mis fotos fueron las que marcaron el ritmo en 2013, tengo la oportunidad de ser exhibido en el MOPA SD, uno de los 10 museos más importantes y anualmente participo de 2 a 3 ocasiones en presencia internacional.

Si bien, la foto no era un modelo de vida, me permití aventar la moneda, arriesgarme y creer que todo saldría bien y al momento, no ha sido lo contrario.

Te comparto que Abraham está por lanzar en junio su nuevo proyecto FOODPHOTOGRAPHY.MX, un resultado del confinamiento y varias pláticas con amigos amantes de la fotografía de alimentos. Servirá para brindar servicios especializados en imagen para alimentos con creadores de contenido de Los Ángeles, CDMX, Oaxaca y California.

LEE LA ENTREVISTA COMPLETA EN EL EJEMPLAR.

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