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Alberto Peláez

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Ray Zuribi

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EDITOR: LUIS FERNANDO REYES / LUISFERNANDO.REYES@24-HORAS.MX TWITTER: @LUISFER_REYES / TEL: 1454 4012

Después de los cien días de invasión rusa

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24 HORAS MADRID

ALBERTO PELÁEZ

alberto.pelaezmontejos@gmail.com // @pelaez_alberto

Vladimiro Putin tenía la mirada circunspecta. Dicen los que le vieron que su mandíbula estaba en vías de desencajar. Cuando en la madrugada del 24 de febrero ordenó a su infantería que invadiera Ucrania llegó a pensárselo dos veces.

Sabía que moriría mucha gente. No sólo militares, sino también civiles. Pero por esa manera tan enrevesada de pensar, sabía que no tenía más remedio. Lo que nunca pudo sospechar es que la invasión se convertiría en eterna.

Sus previsiones más optimistas le decían que podría tratarse de pocos días, con una rendición casi inmediata. Las más realistas hablaban de varias semanas. Pero fue el tiempo el que creó una nueva realidad, la de hoy.

Han pasado más de cien días, algo que nunca pudo imaginar, que no se le pasó ni por la antesala de su imaginación. Aquel paseo por un campo florido se convirtió en la peor pesadilla de Putin.

Tras estos casi cuatro meses de guerra, Rusia ha perdido más de diez mil hombres y una cuarta parte de sus carros de combate. Las madres rusas reciben a sus hijos en ataúdes y la economía del gigante exsoviético empieza a verse seriamente limitada.

Y no sólo eso. Rusia no tiene un enemigo.

Rusia tiene una pléyade de enemigos. Todos los países de la Alianza Atlántica, empezando por su capitán, Estados Unidos. También gran parte de las naciones occidentales que comulgan con la Alianza Atlántica, y desde luego la propia Ucrania. Putin no sólo tiene al enemigo en su frontera; lo tiene diseminado por todo el planeta. No hay más que ver cómo el ejército ucraniano se rearma a golpe de ayuda estratégica y militar de los países aliados.

Vladimiro Putin está solo, lo sabe. Ha habido importantes disidencias de algunos miembros de su cúpula militar y de su servicio secreto.

También de algunos oligarcas que pertenecían a la élite rusa cercana a Putin. Y desde luego de un occidente que se ha echado en los brazos del presidente ucraniano Zelenski como si fuera un redentor.

Los toros bravos mueren matando. Putin es eso, un toro bravo, un toro ciego. Un león herido. Ante eso lo que hay que preguntarse es cuál va a ser su siguiente estrategia. Nunca admitirá una derrota, que puede ocurrir dejando de nuevo la península de Crimea para Ucrania -que se la robó ilegalmente en 2014-, así como también perder parte del Donbás. Pero no se puede olvidar que Rusia tiene también cerca de seis mil ojivas nucleares de las cuales posee un arsenal de setecientas noventa que podría utilizar en cualquier momento. Esa es una baza ulterior, pero existe. Es real y no podemos descartarla.

BAJO FUEGO. Primero, la ultraderecha, ahora la izquierda acecha a Macron.

Según las estimaciones de los institutos de sondeo, al cierre de los colegios electorales

4 a 25

255 a 310

150 a 220

NUPES (izquierda)

577 escaños

Formaciones de izquierda 33 a 80 10 a 45 2 a 8

Juntos (alianza del centro)

¡Reconquista! (extrema derecha)

Los Republicanos (derecha) Agrupación Nacional (extrema derecha)

Fuente: Institutos de sondeo

SEGUNDO REVÉS ELECTORAL: Izquierdas alcanzan a Macron

Oportunidad. Con un virtual empate cerró la primera vuelta legislativa ayer en Francia; en una semana definen Asamblea con el balotaje

LOS ESCENARIOS

Se juega el mandatario un voto de confianza

El primer revés se lo llevó el presidente francés hace un par de meses, cuando ganó la reelección pero la ultraderecha llegó a niveles máximos históricos de votación. El segundo, este domingo, cuando la primera vuelta de las elecciones legislativas dejó a la alianza de izquierdas prácticamente en empate técnico con el centro de Emmanuel Macron.

Con este último resultado (a refrendarse el próximo domingo en la segunda vuelta), el poder en Francia se peleará principalmente entre el actual Ejecutivo y el decano líder de una izquierda euroescéptica, Jean-Luc Mélenchon. Y es que los escaños quedan muy cerrados, según las proyecciones al cierre de esta edición, y con una abstención récord de 53 por ciento.

Los seguidores del mandatario quedan, a pesar de todo, en primer sitio rumbo al balotaje, y podrían ser el grupo con más asientos en la nueva Asamblea Nacional, aunque perdiendo cerca de siete puntos respecto a las legislativas de hace cinco años. Además que su grupo parlamentario será más reducido que el de la legislatura que termina.

Tras la segunda vuelta del 19 de junio se conocerá si los franceses otorgan su confianza total a Macron y más de 289 diputados; si lo obligan a negociar con una mayoría relativa, o si le imponen una “cohabitación”.

En el último caso, “él ya no fijaría la política de la nación, sino la mayoría de la Asamblea y el primer ministro que salga de ella”, explicó Dominique Rousseau, profesor de Derecho de la universidad Panthéon-Sorbonne. La última cohabitación fue de 1997 a 2002, con el presidente conservador Jacques Chirac. / AFP

La alianza Juntos de Macron lograría entre un 25% y un 25.8% de votos, mientras que la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes) cosecharía de 25% a 26.2%, según los institutos de opinión tras el cierre de las urnas, y hasta el último reporte.

Los comicios son claves para el mandatario reelecto el 24 de abril y que necesita una mayoría absoluta para poder aplicar sin problemas su programa de corte liberal, como el polémico retraso de la edad de jubilación de 62 a 65 años, que ha causado protestas.

Es la primera vez en 25 años que los principales partidos de izquierda -ecologistas, comunistas, socialistas y Francia Insumisa (izquierda radical)-, decidieron concurrir en un frente unido, liderado por Mélenchon.

Para la izquierda, el presidente fue reelegido en abril no por su programa, sino porque los franceses le votaron para evitar la llegada al poder de su rival de extrema derecha Marine Le Pen en virtud del llamado “frente republicano”, según ha difundido el bloque.

“El partido presidencial está derrotado”, afirmó este domingo Mélenchon, político de 70 años, que se quedó a las puertas del balotaje de la presidencial con casi 22% de votos en abril pasado. / 24 HORAS

LE PEN. Ultraderecha termina muy abajo.

MÉLENCHON. Izquierdas vs. enemigo común.

Por la emoción, las campañas en Colombia

Otra carrera electoral se aproxima al encuentro final en las urnas. Los colombianos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández apelan a las emociones del electorado como estrategia para persuadir a los abstencionistas (45% del electorado), y echan mano de estrategias como el descrédito hacia el rival.

Hernández alza su figura con las consignas “no robar, no mentir, no traicionar”. Considerado una mezcla de Donald Trump, Nayib Bukele y Andrés Manuel López Obrador, busca resol-

FOTOS: AFP

ASÍ VAN

46.8 % de intención de voto para Rodolfo Hernández

48.1% para Gustavo Petro, según la española GAD3

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