MÁSCARAS:
elementos de identidad y mestizaje
Págs. 8-9
Editorial Cartelera Índice
Presentación
Un elemento con significado
Las máscaras se ha usado en nuestro país desde la época maya. Impresionantes rostros tallados en jade se han encontrado en diversas excabaciones; sin embargo, no es la única referencia que existe de estos elementos.
En la actualidad se continúa utilizando sobre todo en las danzas tradicionales y sirven para representar a diversos personajes que han sido importantes en la historia nacional como elementos naturales y conquistadores.
En la Universidad de San Carlos, específicamente en el Instituto de Investigaciones Históricas, Antropológicas de la Escuela de Historia, se realizó un estudio para conocer el arte mascarero en la cultura nacional, la información se ubica en las páginas centrales de esta edición.
Conozca más del artista Juan Pablo Canale, quien en una entrevista explica lo que el arte ha influído en su vida.
Se acerca el Día del Locutor y es la excusa perfecta para conocer un poco más de la trayectoria de Otto Soberanis, una voz inconfundible de la radio nacional.
Otro tema que le presentamos es la historia del Rey San Pascual, que fusiona creencias ancestrales con prácticas católicas.
Y como siempre, la sección especial dedicada a Miguel Ángel Asturias cierra con una interesante misiva escrita por el literato.
y mestizaje
Página 3
La pulsera
Página 4
Huehuetenango, un departamento multicultural
Página 6
The Holdovers: Un clásico navideño diferente
Página 7
Artista integral
Página 8
Símbolo de evolución sociocultural
Página 10
Rey San Pascual: la historia del santo esqueleto
Página 12
Juan Pablo Canale encontró un aliado en lo artístico
Página 14
Música, anécdotas y una gran conexión con el radioyente
Página 15
A orillas del Sena
Sábado 30
Desfile Navideño en el Paseo de la Sexta, zona 1. Se inicia a las 16:00 horas.
Diciembre
Domingo 01
Feria del Arte en la Plaza Colón en Avenida Las Américas. Horario de 10:00 a 18:00. Evento, diseñado para promover y celebrar el arte guatemalteco, que ofrecerá además actividades familiares.
Lunes
02
En la Biblioteca Nacional Luis Cardoza y Aragón se exhibe la muestra de la colección de Alaide Foppa. Ingreso gratuito.
Martes 03
La exposición Sonidos del pasado, instrumentos que trascienden, está en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología, abierto de 9:00 a 16:00 horas. Ingreso 5 quetzales.
Miércoles 04
Pastorela navideña a cargo del Ballet Moderno y Folklórico en el Palacio Nacional de la Cultura. A partir de las 18:00. Ingreso gratuito.
Jueves 05
El Cascanueces será interpretado por el Ballet Nacional Christa Mertins en el Patio de la Vida del Palacio Nacional de la Cultura. 15:00. Entrada gratuita.
Directorio
Dirección General: Carlos Morales Monzón
Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
Editora: Katheryn Ibarra
En portada: Máscaras Diseño: Rigoberto López
Redactores: Narcy Vásquez, Miguel González Moraga y Katheryn Ibarra
Diseño Gráfico y Diagramación: Sulhema Pacheco y Rene Chicoj
Digitalización: Freddy Pérez
Guatemala, viernes 29 de noviembre de 2024
La pulsera
Un joyero venía observando ya durante un tiempo, cómo una niña se detenía delante del escaparate de su establecimiento y se quedaba mirando una bonita pulsera de oro. Así pasaron varias semanas hasta que, un día, la niña se decidió a entrar:
-¡Hola! -dijo la pequeña.
-¡Hola! -contestó educadamente el joyero-. ¿En qué puedo ayudarte?
-¿Me puede usted enseñar esa pulsera que hay en el escaparate, la dorada?
-Claro que sí -le respondió.
La niña la cogió y comenzaron a temblarle las manos mientras la acariciaba con sus dedos. En ese momento el joyero pudo ver cómo unas lágrimas de emoción brotaban de sus ojos.
-Es que me gustaría regalársela a mi madre, pues hoy es su cumpleaños y me está ayudando mucho en mis estudios. Se pasa el día trabajando, y cuando llega cansada por la tarde se queda conmigo haciendo los deberes hasta que consigo entenderlos.
-Sí, seguro que le encantará, es preciosa -le contestó el joyero.
-¿Cuánto vale? -preguntó la niña.
-¿Cuánto tienes? -le respondió el hombre.
La niña sacó una pequeña bolsa repleta de monedas y las dejó sobre el mostrador.
-Es que he estado ahorrando durante muchos meses.
-Bien, veamos qué hay por aquí... contestó el joyero mientras contaba el dinero- a ver... ¿no tienes nada más, pequeña?
-Bueno, sí, espere... -dijo mientras metía sus manos en los bolsillos y continuaba sacando varias monedas más, un pequeño billete arrugado, un anillo de plástico, un coletero rosa y dos caramelos de fresa.
-A ver... creo que sí, creo que con esto será suficiente -le respondió el joyero mientras recogía todo lo que la niña había dejado en el mostrador ¿Quieres que te la envuelva para regalo?
-¡Sí, sí! -exclamó la niña ilusionada. Tras unos minutos, el joyero le dio el paquete y la pequeña se llevó la joya.
A la mañana siguiente, la madre de la niña se presentó en el establecimiento con la pulsera en su estuche.
-Hola -saludó nada más entrar.
-Hola -le saludó también el joyero-, ¿en qué puedo ayudarle?
-Verá, es que ayer por la tarde, mi hija me regaló esta pulsera para mi cumpleaños y me dijo que la había comprado aquí.
-Sí, así es -contestó el joyero mientras la observaba-, yo mismo se la vendí.
-Pero... pero creo que debe haber un error porque... esta pulsera es de oro, ¿verdad?
-Sí, por supuesto, aquí solo vendemos productos de primera calidad.
-Entonces no lo entiendo, mi hija jamás podría pagar una joya así, no tiene tanto dinero, ¿cuánto le ha costado?
-Verá -le contestó seriamente el joyero-, en este establecimiento tenemos por costumbre mantener la confidencialidad de nuestros clientes, así que, sintiéndolo mucho, no puedo darle esa información.
-Pero... -protestó la madre.
-Lo que sí puedo decirle es que su hija pagó por esta pulsera el precio más alto que puede pagar una persona.
-¿Qué quiere decir? -contestó la madre preocupada.
-Su hija me dio todo lo que tenía.
Del libro Cuentosparaentenderelmundo2
Una novela acerca de la cotidianidad
“La primera cosa que Collado vio, al llegar a su casa, fue la nota que su hijo había llevado del colegio...”, así mpieza la historia de Juan Collado, el esposo, padre y trabajador enfrascado en una vida simple, en apariencia, ante las irreparables ofensas de la vida. Desde el momento en que se resigna a no asistir a su cita de cada viernes, Collado envuelve al lector en sus cavilaciones privadas, sus vueltas al pasado y sus secretos. Como si el azar jugara en su contra, tropieza consigo mismo y sus circunstancias de vida cuya avalancha cae sobre sus hombros durante una noche. Con una prosa magnét ica y fluida, Collado ante las irreparables ofensas de la vida es una obra de madurez con la que el escritor guatemalteco Víctor Mu ñoz ganó el segundo lugar del Premio de novela corta Magna Terra-Bancafé en el 2001 y que fue publicada por Editorial Cultura.
La España de los 1500
Combinando realismo, ima ginación, sueño y delirio, última batalla son las horas finales de vida de fray Bar tolomé de las Casas (14841566). Está muriendo, pero antes de dejar este mundo él y dos curas que lo custo dian revisan lo que ha veni do ocurriendo durante el siglo XVI en España y América.
Historia y fantasía se funden en un contra punto entre el propio Bartolomé, sus dos custodios y varios per sonajes de aquellos días: Cristóbal Colón, Hernán Cortés, Isabel la Católica, Teresa de Ávila, Pedrarias Dávila, Cabeza de Vaca y varios más.
Con la magia y exuberancia del barroquismo propio de la época y el gusto literario de su autor, por momentos el relato se vuelve un poema onírico, un homenaje amoroso al inspirador de los derechos humanos en el mundo. Esta tercera edición, es una versión levemente corregida de una novela dos vecez premiada. Su autor ha sido calificado como uno de los maestros de la novela histórica. hab
Literatura
quetzales es el valor del libro La última batalla que está a la venta en el Edificio de la Tipografía Nacional, 18 calle 6-72, zona 1.
Turismo
Huehuetenango, un departamento multicultural
Texto: Katheryn Ibarra
Fotos: Danilo Ramírez y Katheryn Ibarra
Ubicado a 260 kilómetros de la capital y con una altura de 1mil 901 metros sobre el nivel del mar, Huehuetenango es un lugar en el que se habla nueve idiomas mayas y el español, estos son: akateko, awakateko, chalchiteko, chuj, k’iche’, mam, popti’ (jacalteco), q’anjob’al y tektiteko.
D ebido a la topografía, su clima es variado. Posee una riqueza natural sin igual, ya que cuenta con varios tipos de cuerpos de agua, nacimientos de ríos, una cadena montañosa, como lo es la Sierra de los Cuchumatanes, que es la de mayor altura de Centroamérica, y una mezcla cultural que sus habitantes aún preservan.
“ Nuestro gran paisaje se marca especialmente por la Sierra de los Cuchumatanes. La mayoría de nuestros municipios están distribuidos en ella, somos un territorio montañoso y ello nos da microclimas (templado, cálido y frío)”, explica el guía Fredy Ramírez Palma, quien trabaja en la agencia de servicios turísticos y culturales NatuCultura.
E l telar de cintura todavía se trabaja por las mujeres del grupo mam, en municipios como Todos Santos Cuchumatán, San Pedro Necta, Santiago Chimaltenango, Colotenango y San Rafael Pétzal, entre otros. Elaboran huipiles, cortes, fajas y más.
R amírez explica que “dos municipios, Todos Santos Cuchumatán y San Juan Atitán, se carac -
Diversas culturas convergen en un territorio de más de 7 mil kilómetros cuadrados
terizan porque hombres y mujeres continúan con el uso de su indumentaria”, mientras que en otras regiones solamente las mujeres lo utilizan, para ocasiones especiales.
En centro de la ciudad
En el parque central hay varias edificaciones, como el palacio del ayuntamiento, cuyo edificio inició su construcción en 1885 y el reloj
Todos Santos Cuchumatán y San Juan Atitán son los municipios donde los hombres aún conservan su vestimenta tradicional.
Guatemala, viernes 29 de noviembre de 2024
de la torre se colocó en 1887, la antigua plaza de armas construida en el siglo XVII, que tiene una concha acústica, a un costado la catedral de la Inmaculada Concepción, y a pocos metros el teatro municipal José Ernesto Monzón, que se inauguró el 19 de diciembre de 1913.
Sitio paleontológico
En su cabecera departamental cuentan con el museo Ttzi’kab’b’e, que significa área de cazadores y recolectores, conocido coloquialmente como El mamut, que es administrado por el Ministerio de Cultura y Deportes.
“ En 1976 se encontraron evidencias de animales prehistóricos y humanos, que datan más o menos de hace 20 mil años. En el lugar se puede conocer parte de esta etapa de la historia de la humanidad, especies como el mastodonte americano, armadillo y perezoso gigante; tenemos evidencia de ellos en torno a restos de estos animales. Una muela gigante le dio el indicio a Octavio Alvarado, de que se trataba de algo diferente y eso fue lo que lo motivó a dar aviso a las autoridades. Afortunadamente, arqueólogos canadienses enviaron a varios grupos de estudiantes a hacer la excavación que propició el hallazgo de restos de animales, más o menos de ocho a 10 especies. No hay especímenes completos, pero sí partes”, expone el guía.
Sitio Arqueológico
Zaculeu
Es una ciudad posclásica, donde se encuentra el principal asentamiento de la cultura mam. Ocupa el sitio de una antigua población que llamaban Xinabajul, que significa “entre barrancos”.
L uego de una invasión que surgió entre la alianza k’iche’ y kaqchikel le designaron Saqulew o Tierra blanca, lo que ha derivado su actual nombre. Hoy en día está
abierta al público y cuenta con un museo en el que se refleja parte de su historia, sus rituales, vida cotidiana, costumbres funerarias y cerámica, entre otros.
El 26 de noviembre de 1813 nació Juan Diéguez Olaverri, autor del poema A los Cuchumatanes, que se lee en el mirador que lleva su nombre.
El Teatro Municipal José Ernesto Monzón es un recinto que comenzó a funcionar en 1913.
David Leppe
The Holdovers: Un clásico navideño diferente
Luces brillantes, nieve, un árbol perfectamente decorado y un final lleno de abrazos… eso nos imaginamos que deben incluir las películas navideñas. Pero The Holdovers (Los que se quedan, 2023), dirigida por el brillante Alexander Payne, es como ese regalo inesperado que, aunque viene envuelto en papel periódico, termina siendo lo más valioso de la temporada.
Ambientada en los 70, y en verdad pareciera que estamos viendo una producción hecha en esos años, esta historia sigue a Paul Hunham (Paul Giamatti), un profesor, lleno de amargura, de un internado que se debe quedar en Navidad con un grupo de estudiantes que no pueden ir a casa. Destaca Angus Tully (Dominic Sessa), un adolescente sarcástico y rebelde, toda una pesadilla para cualquier adulto.
Y también está Mary (Da’Vine Joy Randolph), la cocinera del internado, quien enfrenta su propia pérdida durante las fiestas. Este trío improbable forma el corazón de la película, y lo que comienza como un encuentro forzado se transforma en una conexión que redefine lo que significa la familia.
Sin villancicos ni renos voladores, The Holdovers aborda temas como la soledad, la redención y la necesidad humana de conexión, todo envuelto en una atmósfera melancólica, pero cálida. Payne nos recuerda que la Navidad es una gran oportunidad para encontrar humanidad, incluso en los momentos más oscuros.
La especialidad de Payne, conocido por obras como Sideways(2004) y Nebraska(2013), es contar historias en apariencia pequeñas, pero que exploran los rincones más profundos de la condición humana. Con The Holdovers, demuestra su maestría una vez más, combinando un guion lleno de diálogos afilados con actuaciones sinceras. Giamatti sigue siendo un grande de la actuación, Sessa es una revelación y Randolph, con su ritmo característico de hablar, es conmovedora. Ellos nos muestran a una familia construida por el azar y la necesidad, recordándonos que a veces los lazos más fuertes no son los de sangre, sino los que creamos al compartir nuestras imperfecciones con otros.
La Navidad es imperfecta, real y, sobre todo, humana. Como la vida misma.
Puedes ver The Holdovers en la plataforma Max.
Sinopsis
Dos jóvenes religiosas, tras llamar a la puerta equivocada, son recibidas por el sospechoso señor Reed (Hugh Grant). Encerradas en una trampa mortal, las adolescentes deberán enfrentar las consecuencias de haber ingresado a la casa de un extraño y encontrar la manera de escapar. Del director Bryan Woods, este filme se estrenó ayer en nuestro país.
Sinopsis
Género: Terror
Duración: 110 minutos
Muestra la historia no contada de las brujas de Oz narra, la vida de Elphaba, una joven incomprendida debido a su inusual piel verde, que aún no ha descubierto su verdadero poder, y Glinda, una joven popular, favorecida por el privilegio y la ambición, que aún tiene que descubrir su verdadero corazón. Ya está en la cartelera en nuestro país.
Género: Aventura
Duración: : 161 minutos
Guatemala, viernes 29 de noviembre de 2024
Artista integral
Texto: Miguel González Moraga
Ilustración: Sergio Espada
Por las calles de Gerona, viejo barrio capitalino, se extraña la figura de un personaje vestido de negro que paseaba con su perro antes o después de inundar el ambiente con las notas de su violín. Era don Quique, como se conocía al maestro Enrique Anleu Díaz, escritor, pintor y músico nacido el 7 de junio de 1940 y fallecido el 22 de noviembre de 2023.
Sus primeras pinturas fueron sobre toros (Untoroalpoder, 1960, y Apunte Taurino, 1961), arte que fue perfeccionando
mientras estudiaba en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), de donde egresó como maestro de Arte. En 1971 obtuvo el premio Gagnes-sur-Mer, en Francia, por su obra Dos Personajes, para la que utilizó la denominada “pintura matérica”, la cual incluía polvo de mármol y otros materiales nunca utilizados antes en Guatemala. Su siguiente etapa formativa fue en el Conservatorio Nacional de Música, donde se graduó de maestro con especialización en Armonía, Composición, Dirección de orquesta e Historia de la música. Esos conocimientos le permitieron ser violinista en la Orquesta Sinfónica Nacional, además
de director invitado en diversas orquestas como la Sinfónica Nacional de Irlanda.
Anleu Díaz enseñó en la Universidad Popular y en la ENAP, además de haber sido durante tres décadas investigador en el Centro de Estudios Folclóricos (Cefol) de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).
Su principal obra escrita fue la Historia crítica de la música en Guatemala, que incluyó aspectos sobre la música maya, la de la Época Colonial y la Contemporánea.
En 1987, la Facultad de Humanidades de la USAC lo reconoció como Emeritissimum
Personaje
El Xutío y sus chicotazos es una tradición en San Andrés Semetabaj, Sololá.
Texto: Katheryn Ibarra
Fotos: Danilo Ramírez
El equipo académico de los Programas de Estudios Transdisciplinares del Instituto de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Arqueológicas de la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala reali zó un estudio del arte indígena y popular en Guatemala.
Cultura
En este marco surge el primer análisis que nombraron do Identidades: estudio transdis ciplinar de la máscara en la cul tura guatemalteca, cuyo objetivo fue “hacer énfasis en los procesos rituales, políticos, simbólicos y materiales en el arte mascarero como elemento sociocultural de expresión de modos de vida, de cultura y de espirituali dad”, explicó C. Rafael Cas tillo Taracena, miembro de esta casa de estudios.
En ese sentido, agregó que “el análisis explora las relaciones sociales concretas que la constituyen en el pro ceso de su utilización y signifi cación social. De esa manera, entramos a los campos de los significados y significantes, de los rituales, de los imaginarios, de las condiciones materiales de su elaboración y uso de los antago
Símbolo de evolución sociocultural
Las máscaras han sido, desde la época de los mayas, un elemento importante en la sociedad
nismos sociales que le atraviesan, de la economía, del poder y de la estética; abordados desde la Filosofía, la Historia, la Sociología, la Antropología, la Arqueología, el Arte, la Psicología, la Hermenéutica y la Semiótica, todo ello en clave del pensamiento crítico”. Y es que las máscaras han tenido un papel fundamental en la historia del país. Desde la época de los mayas, cuando ellos utlizaban estas caretas de jade, que se han encontrado en los entierros y en otros lugares sagrados, hasta la migración de su uso en danzas y rituales, para representar animales o personajes, como los venados, monos, españoles y demás que se ven en danzas como el Paabanc Una de las revelaciones que ha reflejado la búsqueda es que
“más que objetos son sujetos. La máscara como objeto de memoria, más allá de ser uno de estudio, de tradiciones funerarias, danzarias o de fiestas populares, permiten aproximarnos al conocimiento de su papel relevante en la producción de identidad y de territorio”, expresó Castillo.
La línea de tiempo
La evolución de su uso en el país se refleja gracias a que han encontrado evidencia arqueológica del uso de tales manifestaciones entre los mayas del Altiplano Central, la Costa Sur y la Tierras Altas Orientales desde el período Preclásico Medio (1000 a.C. – 250 a.C.), indica el docente.
A esta información agrega: “En períodos posteriores, la tradición
Guatemala, viernes 29 de noviembre de 2024
de uso de máscaras se hizo presente en toda el Área Maya, siendo el período Clásico Tardío en el que se manifiesta con mayor presencia la elaboración de representaciones. Durante el período colonial, como es sabido, la tradición sufrió pérdidas por ser consideradas elementos de idolatría, debido a que retrataban a personajes grotescos o con rasgos de animal, pero también innovaciones resultado de los bailes y mascaradas de la vieja tradición de reconquista española; como lo es el baile de Moros y cristianos. Sin embargo, en la espiritualidad y en manifestaciones culturales diversas. La máscara como concepto de “toma de poder y transformación ser sujeto” siguió existiendo en la manera de ser negado por la religiosidad oficial. En la actualidad, la tradición sigue un devenir transformador, característico de las identidades guatemaltecas”.
Su clasificación
Al consultarle al investigador si existe un listado de estas advierte que “el historiador Luis Luján, en su libro Máscaras y morerías de Guatemala, esbozó una clasificación que pone el énfasis en la morfología, en los contextos de uso y en los materiales utilizados para su fabricación. Entre las primeras menciona una variabilidad de formas como lo son la máscara propiamente dicha, el capuz, el casco o yelmo, el antifaz y el maniquí”.
A la explicación agrega que “para las segundas, menciona contexto de uso como danzas, desfiles, curativas, teatrales, cacería, votivas, amuletos, mortuorias y totémicas. En cuanto a los materiales sabemos el uso de jade, madera, cuero, textil, metal, cerámica, hueso, entre otros. Sin embargo, nuestra propuesta de análisis de la máscara es un tanto diferente a los análisis clasificatorios, los que, si bien han permitido organizar los registros y darles una interpretación general, restringen el análisis de multiplicidades y de lo que no es común”.
Adiciona “En los registros proliferan representaciones que no caben en los sistemas clasificatorios de la Arqueología y la Antropología, aplicadas a su estudio. Al asociar la tradición mascarera a la producción de identidad y territorio, nos permitimos realizar lo que el doctor Fernando Matamoros llamaría una ‘sociología de las interioridades’, la cual tendría por objetivo el explorar un mapa de agenciamientos de filiaciones. Nuestro interés es comprender la máscara como ventana para visualizar nuestra producción intersubjetiva y de identidades reticulares, no cerradas a concep -
El mico es un personaje que resalta en varias danzas nacionales.
La máscara es la manifestación de nuestro mestizaje cultural”.
C. Rafael Castillo Taracena
Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala
tos preestablecidos ni a contextos específicos”.
La conclusión
“La tradición mascarera es un buen ejemplo del devenir rizomático de los guatemaltecos. La máscara es la manifestación de nuestro mestizaje cultural, el cual es fluido, relacional y constante proceso de cambio. Estudiarlas, liberados de las lógicas clasificatorias, esencialistas y patrimonialistas, permite visualizar los desplazamientos afectivos, las utopías y las formas del ser a lo interno de la tradición, y su papel fundamental en la identidades y territorio en Guatemala”, concluye Taracena.
Los españoles son representados con caretas de tez blanca, generalmente en danzas que hacen referencia a la conquista.
18 de
y el
Rey San Pascual: la historia del santo esqueleto
Texto y Fotos:
Danilo Ramírez
En el imaginario religioso de Guatemala coexisten figuras sincréticas que combinan tradiciones mayas y católicas. Uno de estos personajes es el Rey San Pascual, un nahual maya vinculado con San Pascual Bailón, un santo católico. Ambos comparten características de veneración que reflejan una fusión cultural.
San Pascual Bailón fue un fraile franciscano cuya historia relata que, al morir, se levantó en su propio funeral para adorar la Eucaristía. Es el santo patrono de los cocineros y, en su iconografía, se le representa con un estandarte, una custodia y, en ocasiones, una imagen de la muerte.
Este sincretismo surgió como una estrategia para preservar las prácticas religiosas mayas bajo la apariencia de rituales católicos durante la Época Colonial, para evitar represalias de los conquistadores. Actualmente, el princi -
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pal santuario de Rey San Pascual se encuentra en Olintepeque, Quetzaltenango, detrás de la iglesia católica, y su fiesta se celebra cada 18 de mayo, coincidiendo con la de San Pascual Bailón, aunque también se festeja el 2 de noviembre.
Un vínculo con la muerte y el más allá
Rey San Pascual es la fusión y evolución del Nahual o Abuelo Keme; es una conexión con la veneración maya de la muerte, vista como un paso hacia “la otra dimensión de la vida”. Según la cosmovisión nativa, al morir, las personas no reencarnan, sino que transitan a Xibalbá, donde su destino depende de sus acciones en vida. Este lugar puede ser tranquilo y lleno de reencuentros familiares, o un espacio de sufrimiento perpetuo, como describe el Popol Wuj.
La iconografía actual de Rey San Pascual tiene influencias medievales y se relaciona con la figura de la “muerte triunfante”. Según el investigador Carlos Navarrete, en su artículo San Pascualito Rey y la Santa Muerte. Acercamiento y separación de dos imágenes, esta representación visual fue adaptada en el contexto guatemalteco, que se diferencia de otras figuras similares como la Santa Muerte.
El origen de la tradición
La leyenda del Rey San Pascual se remonta a San Antonio Aguascalientes, Sacatepéquez, documenta-
da por fray Francisco Vásquez en la Crónica de la Provincia del SantísimoNombredeJesúsdeGuatemala (1944). Según esta narración, San Pascual apareció como un esqueleto vestido con túnicas resplandecientes ante un hombre kaqchikel moribundo durante una epidemia. Se presentó como un santo dispuesto a erradicar la enfermedad, siempre y cuando la comunidad lo adoptara como patrón.
Los antropólogos Andrew Chesnut y Kate Kingsbury señalan que
este santo cumplió su promesa, prediciendo la muerte del receptor de la visión en nueve días y marcando el inicio de su culto en la región. Durante el período colonial, su fama creció, y Rey San Pascual se convirtió en un símbolo de fe y sanación, ampliando su papel a realizar milagros en diversos aspectos de la vida.
Un culto vigente y con influencia regional
Aunque en tiempos recientes se le ha confundido con la Santa Muer-
te, los orígenes de Rey San Pascual son distintos.
Aparte de Quetzaltenango, también le rinden culto en los templos de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, y en cofradías de Quiché y otras regiones guatemaltecas.
Rey San Pascual sigue siendo un ejemplo del sincretismo religioso en Guatemala, que une creencias ancestrales y prácticas católicas en una figura que simboliza sanación, protección y trascendencia.
Tradición
Quetzaltenango y Quiché son departamentos en los que tiene mucha devoción.
Juan Pablo Canale encontró un aliado en lo artístico
Texto: Narcy Vásquez
Fotos: Juan Pablo Canale y Tatiana Valenzuela
Juan Pablo Canale Banús es un artista visual guatemalteco e ilustrador de libros y marcas, que durante años ha contribuido al enriquecimiento cultural del país. Sus piezas artísticas son variopintas, que parten de su ingenio, expresividad y libertad por dibujar de lo que proviene de su mente, incluso en momentos inesperados como en la ducha.
El virtuoso guatemalteco aprendió que no se debe vivir del arte, sino vivir con el arte
Y es el talento del pincel que circula en su sangre por herencia, pues es nieto del reconocido pintor español José Mongrell (maestro de la Escuela de Bellas Artes en Barcelona, España). También es sobrino del artista guatemaltecoespañol Ramón Banús Mongrell. Pero él siempre ha explorado su universo artístico y encontró sus propias oportunidades.
Aunque se considera autodidacta, estudió en la Academia de Arte Sotto Un Tetto. Imparte clases de dibujo: La Figura Humana, y en Italia expuso su colección Circo. Por más de 17 años, se dedicó al arte tradicional y expuso en el Palacio Nacional de la Cultura en Guatemala, así como en la Embajada de la República Dominicana que le invitó a participar y dejar su obra en sus instalaciones en 2011. Además, la ONU le contrató en 2016 para representar su visión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible aplicados en el país. Otro de los objetivos que más valora es la decoración del Museo Luis de Lión en San Juan del Obispo y ser cocreador de El Colectivo Antigüeño (C.A.C.A.), un proyecto que reúne a artistas con propósito y vocación.
En su visita a la redacción de Revista Viernes relató algunos aspectos de su evolución y cómo
ilustrar es parte fundamental de su existencia.
¿Cómo resume a lo largo de estos años su trayectoria profesional como artista?
Como una trayectoria camaleónica, basada en una búsqueda de obtener la posibilidad de dedicarme al oficio para el que nací. Honestamente, me pone un poco nervioso la palabra artista porque engloba un montón de definiciones que son a veces vagas; entonces, llamarme a mí mismo lo acepto puesto que sé me representa; al final, repito, es una exploración. Aprendí a entender el mundo a partir del dibujo y el arte, a lidiar con los problemas. No puedo resistir el encanto de un lapicero sobre papel, al crear dibujos que nacen de lo orgánico y cobran vida en lo digital. ¿Y ustedes ya han descubierto su estilo creativo?
Guatemala, viernes 29 de noviembre de 2024
Un trabajo que valora es la decoración del Museo Luis de Lión en San Juan del Obispo, Sacatepéquez.
¿Cree que ha roto la tradición familiar?
Es que las posesiones de los artistas familiares son muy difíciles de romper debido a los trabajos que hizo mi tío o abuelo, por lo que me presiona a pintar de esa forma. No obstante, uno requiere quebrar, salir y demostrar su talento al mundo. Otra cuestión que uno se pregunta, es qué es el arte y cuál es el sentido de la palabra, y ahí nos podemos pasar días en discusiones.
¿Para qué hacer arte?
Si usted un día adquirió el pasatiempo de pintar, quizás nunca con la idea de exponer, aunque de esa manera le está dando un espacio en su día a día de respiro, de meditación y salud. Eso es arte también, o sea, el hecho de que exista en los seres humanos la capacidad o ese entusiasmo por crear, es el valor del arte.
Y respecto a sus procesos de inspiración, ¿nos puede platicar más?
Permito que la vida me sorprenda en cualquier momento y fluyen las ideas. Otra herramienta que uso mucho es la escritura automática, máxime cuando tengo un problema irresoluble, me salen las opiniones porque no tengo filtro. Enfatizo que las disciplinas artísticas sanan; todos tenemos un punto de desahogo a partir de bailar, pintar, dibujar, esculpir, escribir, o sea, tener esa posibilidad en nuestras manos es un regalo de la vida.
¿Qué legado deja por medio de sus piezas artísticas?
La primera, yo creo, sería unas fotografías durante tres años. Algo que quiero también es que las siguientes generaciones digan de mí o entiendan que primero vivir del arte no se trata la misma historia para todos, es vivir con arte. Y en trabajos que he hecho, pues me siento muy orgulloso de La Desaparecida de la obra La Lotería de tu Madre, una de las últimas. Justamente en las que participé con el colectivo de artistas contemporáneos de La Antigua Guatemala, que fue para el
Día de la Madre. Es vital decirles a los artistas jóvenes que aprendan no solo a pintar y a dibujar, sino también enfatizarles las posibilidades que tienen para ganarse la vida con este oficio. A pesar del éxito y la satisfacción que me ha brindado el arte en galerías y museos, descubrí que el trabajo solitario del artista independiente limitaba mi capacidad para comunicar y compartir imágenes y conceptos. Este aislamiento no solo estaba matando mi espíritu, sino que, de alguna manera, “me estaba marchitando”. Fue en ese momento que mi vocación como ilustrador y comunicador visual me llevó a explorar el potencial que tiene la
Dato
En su pintura El Cadejo creó su versión del perro que cuida o pierde a los bolos. Las leyendas de Guatemala tienen una dualidad muy interesante que apelan a la esencial del mito; nuestra propia psique. Otro de sus dibujos es Llueve sobre mojado que explicó: “a veces el crecimiento viene disfrazado de tragedia. Abramos los ojos a media tormenta y descubramos la oportunidad detrás del telón de lo trágico”.
imagen en el mundo corporativo y de marcas. Creo que todos podemos ser artífices en nuestro oficio, sin necesidad de pertenecer al mundo del arte o depender de él para vivir. Mi enfoque es demostrar que este no es un destino, sino una manera de abordar la vida y el trabajo con creatividad, pasión y autenticidad.
¿Cuál es su nueva visión lejos de los museos y las galerías?
Hoy lidero Canale Studio con un equipo de creativos profesionales. Consideramos que las habilidades no son solo una manera de hacer las cosas, sino realizarlas de la mejor forma y disfrutarlas en el proceso. Nuestra misión es transformar marcas en auténticas obras de arte, hacer de la comunicación un intercambio de sueños.
Texto: Narcy Vásquez
Foto:
Otto Soberanis
Con más de seis décadas de experiencia, el locutor Otto Fernando Soberanis con su carisma y sentido del humor conquistó a radioyentes en los programas musicales donde trabajó. La locución la combinó como presentador de noticias en AquíelMundo, entre 1976 y 1988, que se transmitía a las 22:00 horas por Canal3. Asimismo, formó parte de las radios Fénix, Doble S y Radio Corporación Nacional, con El clásico mañanero, entre otras. Para la década de los años ochenta se consolidó como uno de los locutores más queridos y populares de Guatemala, con su programa en Metrostéreo que se llamó La Moto de Otto
Hoy es conductor del programa El Retrovisor, con clásicos de la música en inglés y español, en TGW (107.3), de lunes a viernes, de 17:00 a 19:00. Igualmente, escúchelo en línea radiotgw.gob.gt o Spotify. La estación radial se encuentra en el tercer nivel del edificio de la Tipografía Nacional y a diario se le observa subiendo las gradas con el entusiasmo de conducir una nueva edición a la hora en punto. En esta entrevista condensa su trayectoria que ha desarrollado en más de 60 años y que continúa. También para festejar el Día del Locutor, que en el país se celebra cada 7 de diciembre.
¿Cómo resumiría tanto los éxitos como anécdotas de sus años de locución?
Son 63 años dedicados a la locución. A lo largo de todo ese tiempo, he vivido momentos de emoción, sacrificio, pues en ocasiones hay que cubrir turnos en fechas en las cuales se debe compartir con la familia. Pero, en compensación, he recibido innumerables reconocimientos y homenajes que me satisfacen y enorgullecen.
¿Qué le llamó la atención de ser locutor?
Desde muy pequeño sentí una atracción por la radio.
En mi infancia me provocaba mucha curiosidad cómo era esa caja: me refiero al mueble con el que se solía diseñar los aparatos en aquella época y de donde salía música y se escuchaba la voz de una persona.
Usted fue uno de los locutores más queridos de muchas radios nacionales. ¿A qué se debió ese honor?
Siempre fui un enamorado de mi oficio.
Música, anécdotas y una gran conexión con el radioyente
Otto Soberanis es uno de los más reconocidos locutores guatemaltecos
que han compartido los mejores repertorios musicales
Me propuse entregar lo mejor de mí, tanto a la empresa donde me requerían, como a la audiencia que lograba captar de las estaciones de radio donde he laborado, que por cierto no son muchas.
¿Cuáles son sus canciones favoritas de todos los tiempos?
Creo que más que eso, el significado es por llevar tantos años de estar rodeado de música en mi trabajo siempre está presente también en mi casa, hasta recorre mi cuerpo en lugar de sangre (ríe).
A donde voy, busco canciones, incluso en mi residencia, lo prefiero y no ver televisión.
En este momento de su vida, ¿cómo celebra la locución y precisamente el Día del Locutor?
Dándole gracias a Dios por permitirme seguir vigente en este bendito mundo de la locución
¿Recomienda este oficio a las siguientes generaciones?
Siempre y cuando hagan un autoexamen y estén seguros de que esa es su vocación sí, pero les recomendarían que se cultivaran intelectualmente.
No digo que sean unas lumbreras; eso sí, que amplíen sus conocimientos en todos los campos de la
vida diaria porque así podrán tener una mejor herramienta y recursos para desenvolverse en su profesión.
¿Cómo ha sido combinar la radio tradicional con las plataformas digitales como Spotify o radios en línea?
La radio como medio de comunicación tiene un fuerte reto ante las plataformas digitales. Considero que las nuevas generaciones no están escuchando radio y los productores, empresarios radiales deberán encontrar la fórmula para que la radio pueda recapturar ese importante segmento de la sociedad.
Guatemala, viernes 29 de noviembre de 2024
A orillas del Sena
El 2 de mayo de 1925, Miguel Ángel Asturias escribió acerca de un amigo suyo que se presume podría ser el cubano Armando Godoy, según el libro Miguel Ángel Asturias París 1924-1933, Periodismo y creación literaria. A continuación, exponemos la réplica del escrito:
Cada uno de mis amigos he querido siempre que sea una persona rara, poco común, extraña. Tengo pocos amigos y muchos conocidos. No voy a contar el pormenor de la vida de cada uno de ellos, pues no acabaría nunca o acabaría por fastidiar, lo que es peor. Pero quiero presentaros el último de mis amigos. Un ser demasiado “ser”, esto yo no lo entiendo, pero lo digo porque me satisface para pintar al sujeto.
Lleva anteojos muy gruesos, melena muy larga, zapatos amarillos y corbata morada. Su traje y su cara no importan. Lo que más importa en él son sus manos largas, amarillas y sucias. Pero estoy prolongando y no es tal mi propósito. Tardamos media hora casi para llegar al Sena desde su casa, y sin embargo su conversación me hace el trayecto insensible.
Su vicio, porque a todos mis amigos lo primero que les exijo es un vicio, es comprar libros viejos. El bibliómano, como le llamaremos, me lleva a los bouquinsde la orilla del Sena, pues muchas veces le ayudo a comentar o le sirvo de auditorio o para cargar con los libros.
Su sed de libros viejos lo mantiene flaco. Perdió la vista buscando libros viejos y dice que quiere morir entre los libros viejos. Es un adorable, yo si fuera mujer le daría mi corazón para que lo coleccionase. ¡Cuántas mujeres no tienen el corazón más roto y polvoriento que las páginas de uno de esos santísimos volúmenes del tiempo de los Luises!
Pues bien, con el bibliómano he aprendido muchas cosas. Sé distiguir, en los libros de iniciales iluminadas, si el estilo es francés o italiano, español o inglés. Si corresponde al siglo XIV al siglo XVII. Además he aprendido a clasificar las estampas, llegando mi aprovechamiento hasta discutir con un vendedor sabio sobre la historia de una estampa y sobre una ilustración, que me aseguraba era de la época de los Borgias. Pero más que por la erudición y las antigüedades, mi espíritu nervioso ama la compañía de aquel hombre por sus movimientos serenos y sencillos.
Diríase un buscador de piedras preciosas en el fondo del mar. Luego se exalta, y con frase sintética me hace el elogio del libro encontrado. Su historia, sus alcances en la época de su aparecimiento, el descrédito de las ideas que contiene. Diríase un sacrílego desenterrador que, en presencia de un ataúd célebre, evocará punto por punto la vida del personaje desenterrado.
El Sena para tan suave que en él se copian sin parpadear las luces de los puentes, encendidas en las últimas horas de la tarde, las sombras móviles de los árboles, las embarcaciones que flotan atadas a los muelles. El Sena es el repetido ojo de una sola sirena, ojo verde, sin fondo y sin amor, aunque algo melancólico. ¿Quién ha salvado del tiempo los libros a la orilla de este río milagroso? El bibliómano calla. Mi pregunta no tiene importancia. Sin embargo, para mí estos libros son los restos del naufragio eterno. Entre el ir y venir del mundo, después de hundirse hombres y ciudades, pueblos y naciones y lo más espiritual, ideas y creencias, los libros han flotado y en sus venerables páginas se salvaron los restos del pasado. La desgracia es que se salven para los bibliómanos desnaturalizados, me dice el amigote, para los que lo mismo conservan un sofá arcaico que un tomo de la Biblia manuscrita por los monjes; para los yanquis que son unos niños bobos y estúpidos de quienes no quiero oír hablar sino cuando haya terminado de hacer la digestión para ofrecerles la único que les puedo ofrecer. El bibliómano es enemigo de los “pobres yanquis”. A nuestro paso le saludan reverentes los viejecitos vendedores, todos encorvados, de cara risueña y pelo blanco. Ellos saben que el bibliómano les ha gastado una fortuna y tienen que ser corteses. La cortesía del dueño de la casa de juego o de la cantina para el jugador o el bebedor empedernidos. Y ya he dicho mucho de este amigo, y ya he dicho mucho de los libros viejos, y ya he dicho mucho del Sena, más de lo que yo quería, todo por la maldita costumbre de escribir como si conversase con unas buenas gentes, es decir conocidos sin oficio, vagabundos alegres. Yo escribo para los vagabundos.
Su mano amarilla, larga y sucia, se hunde cual una araña de cinco patas entre las pilas de volúmenes, y después de bucear un largo rato saca del fondo, de la oscuridad, de la negra entraña del misterio, una joya.
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