Revista Viernes 03022017

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Guatemala, viernes 3 de febrero de 2017

Editorial ”Si el que incierto deambula por los páramos del mundo es guiado hacia sí mismo, nunca estará perdido...” reza un texto chino del siglo II antes de nuestra era. Y “guiado hacia sí mismo” quiere decir orientado hacia una totalidad concentrada en el corazón, en el estómago del yo profundo que, aunque abismal, se convierte de ese modo en un espacio colmado, pleno, saciado, preñado de eternidad y al mismo tiempo ligero, liviano, ajeno al volumen y al peso de las cosas. Y precisamente de plenitud y liviandad tratan las manifestaciones devocionales abordadas ahora en nuestras páginas por estudiosos de la religiosidad, la iconografía, la iconología y el sistema simbólico de las representaciones identitarias en muchas comunidades del país. En este número dedicado al centenario de la consagración del Nazareno de la Candelaria también queremos honrar, por alusión, el cincuentenario del otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a Miguel Ángel Asturias, connotado devoto de esta imagen. Y al encender un cirio por el Nazareno y otro por el Gran Lengua en estos agrestes páramos del mundo, elevaremos una oración poderosa por el gran yo colectivo que nos colma. En portada: Jesús Nazareno de Candelaria, acuarela de Marco Flores (detalle).

DIRECTORIO

mpreso en la Tipografía Nacional en 2007, Artesano de palabras salió a luz por primera vez en 2003, auspiciado por el Ministerio de Cultura. De acuerdo con sus editores, el libro es “poesía del diario acontecer en el mundo sencillo y a la vez maravilloso de Jacaltenango, municipio de Huehuetenango, enclavado en una de las montañas más elevadas del país. Poesía que busca recoger la esencia del pensamiento colectivo de esta comunidad”. Al recorrer las páginas de este poemario en edición bilingüe (popti’ jakalteko y español), se puede descubrir

Cortesía: Logos Quotes

Gal

Director General: Héctor Salvatierra Subdirector General Técnico: Rodrigo Carrillo Edición: Otoniel Martínez Diseño Gráfico: Héctor Estrada Digitalización: Boris Molina Biblioteca de la Tipografía Nacional: Thelma Mayén Hemeroteca del Diario de Centro América: Álvaro Hernández

Año del Gallo


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Cuento 170

El vestido

que la riqueza de sus versos no está en el juego continuo de metáforas, sino en que ofrece una visión propia del mundo rural y de la inevitable confrontación entre la singularidad y la uniformidad. El autor nació en aquella comunidad noroccidental el 12 de enero de 1967. Es licenciado en Educación Bilingüe Intercultural; PEM en Lengua y Literatura y autor de los libros Guía para una catequesis prebautismal (1998), Tzetet B’ay Xhkawxi kok’ul (Raíces de esperanza) (2000); Voces en el silencio, (2004) y la novella Ojlene Mach Stanhb’al (Huellas memorables) (2005).

lería Este nuevo año chino, o Festival de Primavera, comenzó el 28 de enero, marcando el final del Año del Mono de 2016. El gallo es el signo de la madrugada y del despertar. Según la tradición oriental, en este período el triunfo y el éxito solo se podrán lograr a costa de mucho trabajo y paciencia. Durará hasta el 15 de febrero de 2018 y se repetirá hasta en 2029.

Llevaban ya dos días siguiéndole por todo el contorno, al pie de las colinas, sin embargo, había logrado despistarlos y ahora, acurrucado tras unos matorrales amarillentos, les oía vocear mientras rastreaban con torpeza los hondos del valle. Apostado tras un árbol y desde los altos del horizonte, les había visto batir los prados como perros ojeadores, apaleando los setos e imitando un desmayado aullar hasta que la bruma, que había descendido inesperadamente desde un primaveral cielo, vino a ocultárselos de la vista. Era una bruma maternal que le arropaba por los hombros, bajo cuya rasgada camisa, la sangre se le secaba como en la hoja de un acero. Aquella bruma le calentaba posada en sus labios, le servía de bebida y alimento. En medio de aquel mantillo de algodón, esbozó una sonrisa felina. Desviándose de la ladera en que se habían montado las guardias, se adentraba por la parte en que el bosque se espesaba, siguiendo una senda que acaso le llevara a la luz, al fuego y a un cuenco de sopa. Pensó entonces en el chisporroteo de brasas de una chimenea y en una joven madre, apostada ante el fuego, solitaria, imaginó sus cabellos. En ellos encontrarían sus manos un nido ideal. Corrió por entre los árboles hasta hallarse en una estrecha senda. ¿Qué dirección tomar allí? No sabía si caminar hacia la luna o escapar de ella. La bruma la ocultaba y perdía, pero podía distinguir, por un rincón: del cielo en que se había disipado, puntos de estrellas. Se puso a caminar hacia el norte, en la dirección de las estrellas, que musitaban un sordo canto, y sintió el chapoteo de sus pies sobre aquella esponja de tierra. Ahora había tiempo para poner en orden sus ideas, pero nada más ponerse a ello, un mochuelo gritó entre los árboles que se desplomaban sobre el camino, y se detuvo a hacerle un guiño compartiendo la melancolía de su lamento. El mochuelo se abalanzaría enseguida sobre un ratón. Lo estuvo contemplando, hasta que el persistente chirrido que emitía sentado en una rama acabó por asustarle. Unos metros más adelante, sintió que volaba por encima de él con un fresco grito. Pobre liebre, pensó, se la ha de llevar una comadreja. El camino subía hacia las estrellas, y el bosque, el valle y el recuerdo de las escopetas empezaron a desvanecerse a sus espaldas. Oyó unos pasos. De entre la bruma surgió la figura de un viejo, radiante de lluvia. -Buenas noches -dijo el viejo. -Noches así… -dijo el loco. El viejo, silbando, apresuró el paso en dirección a los árboles, que escoltaban los dos lados del sendero. -Que me descubran los sabuesos –decía entre dientes el loco mientras se encaramaba por unos riscos-, que me busquen -y con la astucia de un zorro, volvió hasta el punto en que el camino de brumas se partía en tres brazos. “Al demonio las estrellas”, se dijo, y se echó a andar hacia la oscuridad. A sus pies el mundo era una pelota que pateaba en su carrera. Por encima de él, estaban los árboles. Oyó a lo lejos cómo un perro de caza se había quedado atrapado en una trampa y corrió más todavía pensando que acaso tuviera al enemigo en los talones. “Pato, muchachos, pato”, exclamó igual que un cazador, pero con una vocecita tibia, como si estuviera señalando la estela de una estrella errante. Cuando recordó de pronto que llevaba sin dormir desde su huida, dejó de correr. La lluvia, ya como fatigada de sacudir la tierra, se había remansado y era un soplo de viento, briznas de cereal mecidas al vuelo. Si cogiera el sueño, el sueño sería una muchacha. Durante las dos últimas noches, mientras estuvo corriendo por entre desiertos parajes, había soñado que conocía a una muchacha. “Acuéstate”, le decía ella, y tendía en el suelo su vestido como si fuera un lecho y se acostaba con él. Pero a mitad del sueño, mientras la leña a sus pies crujía como un frufrú de vestido, había escuchado el vocerío de enemigos por el campo. y había tenido que seguir y seguir corriendo, dejando el sueño bien atrás. Sol, luna o negro cielo, había sorteado los vientos antes de iniciar su huida. -¿Dónde anda Jack? -habían preguntado en el jardín del lugar del que había escapado. -Por los montes con un cuchillo de carnicero -respondían con una sonrisa. Pero había tirado el cuchillo contra un árbol y aún debía temblar estremecido en el tronco, y ahora solo tenía, mientras corría sin parar por el frío, un sueño que le hacía bramar. Y ella, sola en casa, estaba cosiéndose un vestido nuevo. Era un vestido de campesina, radiante de bordados de flores. Solo unas puntadas más y ya estaría listo. Dos flores brotarían de sus pechos. En el paseo del domingo, de la mano de su marido, por los campos y las calles del pueblo, los niños habrían de sonreír detrás de ellos. Su ceñida cintura levantaría una murmuración de viudas. Se deslizó en su vestido nuevo y comprobó, al mirarse en el espejo que había sobre la chimenea, que estaba más guapa de lo que hubiera podido soñar. Le hacía más blanco el rostro y más negra su oscura melena. Un perro, levantando la cabeza, estremeció la noche con un aullido. Ella volvió dejando a un lado las visiones, se acercó a la ventana y corrió las cortinas. Fuera, andaban buscando a un loco. Tenía los ojos verdes, decían, y estaba casado. Decían que el loco había cortado los labios a su mujer porque sonreía a los hombres. Se lo habían llevado, pero él, después de robar un cuchillo en la cocina, había apuñalado a su celador y andaba escapado por el valle. Desde lejos el loco vio una lucecita en la casa y se acercó hasta el seto del jardín sigilosamente. Sin llegar a verla, advirtió que el jardín tenía un cercado. Las manos se le habían desgarrado en las puntas de un oxidado alambre y bajo sus rodillas crepitaban unas hierbas húmedas. Después de deslizarse entre los alambres del cercado, las criaturas del jardín y sus escarchas vinieron a recibir su cabeza de flores. Se había destrozado los dedos, aún le manaban otras viejas heridas. Convertido en un hombre de sangre salió de la oscuridad del enemigo y alcanzó las escaleras. Y dijo en un murmullo: “Que no me disparen”. Y abrió la puerta. Ella estaba en el centro de la habitación. Tenía suelta la melena y desabrochados los botones de la pechera del vestido. ¿Por qué aulló el perro tan desoladoramente en aquel instante? Asustada con el aullido y recordando viejas historias, se había dejado caer en una mecedora. ¿Qué habrá sido de la mujer del loco?, se preguntaba mientras se mecía. No podía imaginarse una mujer sin labios. La puerta se había abierto silenciosamente. Él entró en la habitación con los brazos en alto y tratando de sonreír. -Has vuelto -dijo ella. Dio la vuelta a la silla y lo miró. Había sangre hasta en sus verdes ojos. Le puso la mano en la boca. “Que no disparen”, dijo él. Al mover el brazo, el vestido se le había abierto y él contempló maravillado la blancura de su frente, sus asustados ojos, su crispada boca y las flores de su vestido. El vestido bailaba ahora en medio de la luz. Ella vino a sentarse frente a él, cubierto de flores. “Duerme”, dijo el loco. Y, de rodillas, dejó que su cabeza aturdida se reclinara contra el regazo de la mujer. Dylan Thomas/País de Gales

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Abecedario

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Jesús Nazareno de Candelaria:

aportes para su histor La iconografía es una técnica utilizada por los artistas para comunicarse por medio de imágenes y símbolos comunes entre una determinada población, mientras que la iconología asocia estos símbolos para contar una historia de manera alegórica. Esta exposición identifica los símbolos relacionados con esta escultura para comprender cómo ha sido presentada a lo largo de los siglos. Fernando Urquizú * n la etapa de investigación que académicamente se conoce como: “el estado del arte” no se había tomado en cuenta en los procesos investigativos realizados a la fecha, el papel de las impresiones en serie de imágenes tomadas de las pinturas y esculturas de los grandes artistas, como el emblemático referente del Renacimiento italiano Leonardo Da Vinci, quien entre sus obras cuenta con una pintura que se conoce como: Jesús con la cruz a cuestas, elaborada hacia 1550, que fue reproducida en impresos, los cuales debieron haber llegado profusamente a los reinos españoles y, más de alguna, a Santiago, capital del reino de Guatemala. Estos impresos sirvieron como referencia en la creación de la escultura de Jesús Nazareno de Candelaria, según podemos deducirlo de su parecido con la figura hecha por Da Vinci, debido a la función didáctica del arte en la difusión del Evangelio, que a la vez determinaba el sometimiento de estas a un proceso de evaluación por autoridades religiosas y maestros de arte, para asegurar su calidad y cumplir este objetivo antes de ser expuestas a la vista pública.

Influencia extendida

El conocimiento de este tipo de impresos también es evidente en otras obras como el Santo Cristo de Esquipulas, o las pinturas de Tomás de Merlo que se encontraban en la iglesia del Calvario de la Antigua Guatemala, así como otras esculturas en diversos lugares de la República que tienen como referencia el Renacimiento italiano, que se irradió a Europa de donde vino al Nuevo Mundo. En el contexto de la expansión del catolicismo en el siglo XVI con el descubrimiento de nuevas tierras, se planteó la necesidad de uniformar los conocimientos que se tenían de las ciencias y las artes, siendo la imprenta uno de los más valiosos inventos que se tenían para la realización de este proceso. En ese sentido, la impresión de la Biblia, como texto básico para la convivencia humana, servía como una guía de

Imágenes de Jesús Nazareno de Candelaria el Jueves Santo de 1927 y 2015, donde apreciamos el

principios morales por encima de las diferencias culturales de los pueblos. Este factor determinó, además, el fortalecimiento del proceso de Reforma religiosa que cambió conocimientos de forma pero que no afectó el uso de las imágenes para vencer las barreras idiomáticas y culturales, cada vez más heterogéneas en territorios descubiertos en donde los curas doctrineros hicieron sus incursiones para contribuir al proceso de unificación de las ideas acerca del origen del mundo y la sociedad. La necesidad de manejar un mismo discurso para pueblos tan diversos fue ampliada con

aportes tan importantes como el Concilio de Trento, que trató de normar el funcionamiento adecuado de la Iglesia católica para responder a un mundo cada vez más global, diverso y cambiante. Uno de los decretos más importantes fue el referente a la enseñanza anual de los Evangelios y demás documentos legados por los predicadores cristianos y sus seguidores, revisados por teólogos de la época. Las lecturas actualizadas fueron organizadas a través de lo que se denominó “El año litúrgico” cuya primera edición entró en vigor en 1566 en Europa. La organización de las lecturas fue ampliada con documentos de texto de cono-


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riografía Fotos: Archivo

social de Jesús Nazareno de Candelaria, que surgió como ícono del Renacimiento de las ideas del hombre, donde la religión también es muy importante para refinamiento de los valores y sentimientos hacia los demás, que explica el sentido de perfección de esta escultura a pesar del sufrimiento que, como Dios hecho hombre, trata de transmitir. El siguiente paso en las disposiciones del Concilio de Trento y puesta en vigencia del Año Jubilar, fue su traslado al Nuevo Mundo descubierto. Este proceso fue apoyado por la monarquía española en disposiciones pertinentes emitidas por el rey Felipe II, convocándose concilios locales en los arzobispados de México y Lima en 1582. En ellos fueron aprobadas y en algunos casos refinadas sus medidas con otras disposiciones para hacer más eficiente el uso didáctico de las imágenes religiosas para pueblos indígenas locales con diferentes culturas. El uso de los símbolos y alegorías contribuyó de manera determinante al proceso de cohesión social, así como el uso del teatro, donde los papeles principales eran protagonizados con esculturas que fueron adquiriendo un sentido místico, como el caso de Jesús de Candelaria, que contaba con una procesión que se desarrollaba más a manera de un auto sacramental que una caminata de meditación como en la actualidad.

El lenguaje iconográfico e iconológico

proceso de actualización de la escultura.

cimiento básico como El catecismo católico que debía estar al alcance de todos los curas en las parroquias residentes o visitantes que debían dominar de manera obligatoria en el grado de doctor los idiomas maternos de los pueblos a los que se enseñaban sus principios, mientras que las funciones rituales dentro de la iglesia debían seguirse en latín, así como el proceso de enseñanza y aprendizaje en sus instituciones para contribuir a la unificación ideológica, y el avance de las ciencias y las artes con el gran objetivo de vencer las diferencias culturales. Este panorama social y artístico debe ser tomado en cuenta para comprender la función

El andamiaje intelectual de su representación en una escultura y sus manifestaciones de fe ha variado del arte renacentista europeo, al que se añadieron símbolos locales con el fin de enfatizar la enseñanza, en donde también jugó un papel importante el lenguaje del color derivado del simbolismo del año litúrgico referido anteriormente y el uso del leguaje discursivo retorico, además de otras artes para profundizar en la memoria de los fieles. El análisis de la teoría del color nos permite fácilmente inferir el uso de ropaje de tela morada o roja para la escultura de Jesús Nazareno de Candelaria, asociado directamente a los símbolos de la penitencia y la sangre. Los vestidos son profusamente bordados con hilos de oro y plata con motivos fitomorfos y alegorías de la Pasión de Jesús para facilitar el uso didáctico de la imagen con fines pedagógicos o de su contemplación mística que hablaba a través de la retórica y la música. La presentación de la escultura es completada por los atributos iconográficos, en los que destaca la cruz en su hombro izquierdo, que no es un madero común, sino una cruz dorada con parras de uvas en oro y plata para destacar también la escultura en procesos reflexivos de la luz y desarrollo de los discursos en el proceso

Referencias teóricas del humanista Leonardo Da Vinci, que hacen evidente la influencia del Renacimiento italiano de mediados del siglo XVI en el arte del antiguo reino de Guatemala y Jesús de Candelaria, como figura en este grabado.


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de enseñanza acerca del sufrimiento de Jesús cuando recorrió la Vía Dolorosa de la casa de Pilato hacia el monte Calvario. En este juego de ideas cobra especial significado el uso iconográfico de un cíngulo o cordel que depende del estilo del vestuario y que representa su condena de muerte. Es un lazo atado al cuello y cintura que también suele ser de metales preciosos que terminan en borlas. El mensaje es completado por un nimbo y corona de espinas, por lo regular confeccionados con la técnica de plata martillada que resaltan a la luz de velas y candelas. Este dramatismo se acentúa con el uso de una peluca cuyo peinado ha variado del Renacimiento al Barroco y Neoclásico. Estos elementos didácticos de la escultura de Jesús de Candelaria nos cuentan una historia que debe ser debidamente relatada por los curas encargados de su culto que le imprimen su propia personalidad, así como la “sazón” producto de sus conocimientos y necesidades del culto. El mismo es actualizado por las transformaciones del mundo material y situaciones especiales, como el terremoto de 1773 que afectó la hoy Antigua Guatemala y que determinó el primer proceso de restauración de Jesús de Candelaria, antes de su traslado a la Nueva Guatemala de la Asunción.

El discurso

Ese traslado se hizo aún bajo los parámetros de vida del sistema colonial, que determinó una manutención de su estado original añadiendo detalles barrocos propios del período colonial de Guatemala. Sin embargo, a mediados del siglo XIX, cuando se proclamó la República, el antiguo pueblo de indios de la Candelaria, debido al desarrollo citadino había pasado a convertirse en el segundo barrio más poblado de la metrópoli, superado solo por el del Sagrario, eventualidad que incidió en un cambio en su uso en el proceso didáctico para enseñanza del Evangelio. La escultura pasó de ser la imagen central de autos sacramentales de la Pasión de Cristo en su procesión de Jueves Santo, a ser el eje primordial de un recorrido de meditación y rezo de carácter racional. Este uso primario de la escultura fue confirmado en la ceremonia de consagración el 3 de febrero de 1917, cuando de manera pública se reconoce su papel en el Estado Liberal como ente mediador entre los distintos individuos y grupos sociales organizados en una sociedad legalmente reconocida como depositaria del recién identificado patrimonio intangible de los pueblos. Sin embargo, para que se diera este reconocimiento social en el Estado Liberal de Guatemala, fue necesario construir una historia acerca de la escultura y sus leyendas, recayendo este trabajo en una labor investigativa encabezada por el destacado intelectual guatemalteco Víctor Miguel Díaz, quien a través de su escritos en distintos medios, especialmente en el Diario de Centro América y la Tipografía Nacional, legó su versión historiográfica acerca de esta escultura, cuya principal utilidad fue dar cohesión social a sus devotos e identificar el patrimonio tangible e intangible que generó desde su elaboración. El discurso del Viejo reporter, como se le conocía a Díaz, fue clave para la difusión del culto que por primera vez se extendió del ámbito religioso al imaginario nacional, bajo la interpretación de un miembro distinguido de

Arriba, Víctor Miguel Díaz, autor de Las Bellas Artes en Guatemala, publicado por la Tipografía Nacional en 1934, y gráfica de una imagen contenida en el libro. Abajo (i), Miguel Ángel Asturias, devoto de Jesús de Candelaria, en la difusión de notas culturales .

la llamada Sociedad de Jesús de Candelaria, que se proyectaba como parte de un sentido de identidad generada por una escultura que se convirtió en símbolo de la Nueva Guatemala de la Asunción. Su uso fue también actualizado en el siglo XX, con el desarrollo de la iluminación eléctrica que le hizo perder terreno a los recursos iconográficos de refracción de la luz, que se acentuó más el Jueves Santo de 1927, cuando estrenó una túnica sin bordados y una cruz sencilla, que lo alejó del simbolismo religioso barroco y comenzó afianzarse su posición en el ideario del Estado Liberal local que ya no era formado directamente en las iglesias y sus dependencias, sino en otros centros de aprendizaje, como las escuelas liberales, los cines, los campos deportivos, etcétera, ampliando el sistema de conocimientos.

Centenario y cincuentenario

Las fotografías, los impresos a gran escala y la radio, entre otros medios, dieron otra dinámica a la escultura de Jesús de Candelaria, siempre asociada a su importancia como ente de cohesión nacional y fuente de inspiración para intelectuales como Miguel Ángel Asturias, cuya familia

siempre estuvo muy cercana a este culto, teniendo como medio de prueba un hermoso poema y vistosa túnica estrenada después de la obtención del Premio Nobel de las letras, en 1967, cuyo cincuentenario curiosamente coincide con el I centenario de su consagración. La vida de esta emblemática escultura de la Nueva Guatemala de la Asunción estuvo marcada como un punto neutro en el período de conflicto armado interno, debido a que fue refugio de los bandos en pugna acompañando a todos en el sufrimiento nacional hasta llegar a los Acuerdos de Paz, en 1996, como símbolo de lo guatemalteco que abarca no solo el territorio nacional, ni solo lo católico. En el análisis de nuevos datos acerca del origen de la escultura de Jesús Nazareno de Candelaria es muy importante tener en cuenta que lo que hoy contemplamos, es la actualización constante del conocimiento, un elemento fundamental que nos permite ahondar en las ideas de humanistas e intelectuales como Da Vinci y Miguel Ángel Asturias, cuyas obras se manifiestan en la presencia de una escultura aún viva en el ideario guatemalteco. *Doctor en Historia del Arte


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Gavetas Hemeroteca del Diario de Centro América

Fuente de Carlos III DCA, 14 de febrero de 1934.- Imagen de la fuente mandada a restaurar por el general Ubico, bajo la dirección de la Tesorería Nacional, en la amplia Plaza de España, donde se descubrieron hoy los artísticos bancos de azulejos donados por el Gobierno español por medio del excelentísimo don Rafael Ureña y Sanz, ministro plenipotenciario de aquel país.

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Reporte en V

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Turnos proc Guatemala

Erick Espinoza Folgar*

Vista frontal y reverso de turnos para cargar en la procesión de Jesús Nazareno de Candelaria el Jueves Santo 9 de abril de 1903, que rememora los antiguos números para los sorteos, entrada a bailes y otros usos que se les daban a estos impresos. Álbum de Jesús Nazareno de Candelaria de Erick Espinoza Folgar. (ÁJNC/EEF)

n el presente discurso historiográfico usaremos la palabra turnos para identificar las tarjetas impresas que originalmente tenían una dimensión aproximada de 11 cm de ancho por 6.5 cm de alto, que identifican puntualmente el lugar donde una persona debe presentarse a cargar en una procesión de Guatemala, así como el hombro asignado que debe tomarse en el anda para continuar el recorrido. En esta ocasión vamos a referir algunos detalles acerca del origen y desarrollo de estas pequeñas y útiles tarjetas propias de estos sacros cortejos de nuestro país, teniendo como corpus de investigación y evidencia historiográfica una colección de turnos para cargar a Jesús Nazareno de Candelaria comprendida entre los años 1903-2010.

El origen de los turnos

Vista frontal y reverso del turno para cargar en la procesión de Jesús Nazareno de Candelaria el Jueves Santo 31 de marzo de 1904, elaborados a mano. (ÁJNC/ EEF)

Vista frontal y reverso del turno para cargar en la procesión de Jesús Nazareno de Candelaria el Jueves Santo 8 de abril de 1909, impresos en forma de círculo con el número de turno en grande y brazo en número pequeño; en el reverso fue colocado el nombre del devoto dueño del mismo y posteriormente el nombre de la iglesia donde se cargó y el año. (ÁJNC/EEF)

El origen de los turnos de las procesiones de Guatemala lo encontramos en los antiguos números de rifas en tómbolas y entradas a eventos, que fueron transformados con la aplicación del lenguaje del color y colocación de los números de manera estética. Este procedimiento fue aplicado por primera vez en la procesión de Jesús Nazareno de Candelaria en el ya lejano año de 1903. En aquella Cuaresma, alguien tuvo la feliz idea de imprimir los números sobre un fondo con forma de estrella, cubierto el frente con papel texturizado y papel lustre en el reverso; además, diseñó y recortó los números de cada turno sobre cartulina y los pegó a mano, mientras que en el reverso se adhirió el número de cada brazo, recortándo los días y los meses del año en almanaques impresos por aparte. Estos nuevos turnos fueron enriquecidos con la inclusión de una vistosa moñita morada, para ser colocados sobre la ropa con un ganchito de metal, dando como resultado una valiosa muestra del ingenio de los encargados de dicha procesión. Para agilizar la producción de los mismos se descartó la posibilidad de elaborarlos uno por uno, optándose por los impresos sobre de papel de manera similar a los de 1903, usándose un diseño redondo. El siguiente paso en la producción de estos impresos se dio años más tarde, cuando se sumó el diseño gráfico a la forma circular inicial, agregándoseles los brazos de una cruz donde se colocaron las Armas Christi, apareciendo así un lenguaje didáctico en los mismos, más allá de su utilidad práctica. El diseño gráfico aporta desde entonces un toque especial a estas tarjetas, hasta ahora desapercibido por devotos y coleccionistas, simplemente porque no se había considerado su aporte a la historiografía de los impresos en Guatemala.

Vista de la procesión de Jesús Nazareno de Candel vas formas y difusión del arte en el siglo XX en las

La reproducción de imágenes de determinadas pinturas y esculturas de carácter religioso y civil fue algo muy usual desde tiempos ancestrales en Guatemala, ciñéndose a normas muy estrictas durante el período de desarrollo de la cultura hispánica (1524-1821).

Los fotoimpresos

Este factor determinó la existencia de dos tipos de retratos: los llamados de mano alzada, realizados en el sitio donde se encontraba el modelo único, que eran identificados por los artistas como pinturas “tocadas del original”, y los llamados “retratos de aparato”, que se hacían acompañando a la imagen principal con referencias visuales de elementos iconográficos e iconológicos que acercaran directamente al público a los personajes representados. En este contexto de ideas, ni el daguerrotipo ni la fotografía eran elementos propios para la reproducción del culto religioso, debido a que podían ser manipulados por personas no necesariamente religiosas. Sin embargo, los cambios operados en el mundo después de la Revolución Industrial en


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esionales en desde 1903

Fotos: Archivo

laria del Jueves Santo 31 de marzo de 1904, según datos referidos por Fernando Urquizú Las nueprocesiones de Pasión en Guatemala. Tesis, Facultad de Filosofía y Letras, Unam. México, 2008.

el siglo XIX hizo meditar al papa León XIII, quien regentó de 1878 a 1903, acerca de la utilidad de estos recursos en la difusión del Evangelio, aceptando su incorporación al proceso católico de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, el uso de la fotografía como medio de reproducción de la devoción se restringió a captar las efigies sagradas de mayor devoción, a la manera de las antiguas pinturas del periodo de la dominación española, como fiel reproducción de la imagen o como retrato de aparato, dejando clara la iconografía y la iconología de la fuente primaria de las tomas. Una vez entendido este antecedente, pasemos a explicar el siguiente paso en la evolución de los turnos, que consistió en la aplicación de la fotomecánica que permitió la incorporación de fotografías a estas pequeñas tarjetas, siendo una de las más antiguas el retrato de aparato de consagración de Jesús Nazareno de Candelaria tomado por José García Sánchez en 1917, que figuró por primera vez en los turnos para cargar en la procesión del Jueves Santo 5 de abril de aquel año, en una imagen que adquirió el carácter de oficial de dicha escultura que llegó

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al corazón sus devotos por medio del turno de aquel año. La idea de utilizar fotoimpresos en los turnos evolucionó de las llamadas tarjetas de visita o tarjetas de presentación que utilizaban los personajes distinguidos desde mediados del siglo XIX, en una moda que tuvo como principal epicentro la ciudad de París y que llegó a nuestro país como un refinado producto de la ilustración francesa. Uno de los primeros grandes personajes públicos que utilizó la tarjeta de visita en Guatemala fue el presidente Rafael Carrera, quien ocupó este cargo entre diciembre de 1844 y abril de 1865. El mandatario utilizó para su tarjeta de visita un fotoimpreso extraído de un retrato de aparato donde figura su imagen delante de un cortinaje de cuerpo completo con los atributos propios de un presidente de nuestro país en donde destaca el uso de uniforme militar con insignias de su alta investidura, que al compararlo con el retrato de Jesús de Candelaria es fácil relacionar las imágenes en tamaño y forma. *Cronista de turnos.

Vista frontal y reverso del turno para cargar en la procesión de Jesús Nazareno de Candelaria el Jueves Santo 20 de abril de 1916, impresos en forma de cruz mostrando la evolución del círculo con el número de turno en grande y brazo en número pequeño. En el reverso fue colocado el nombre del devoto dueño del mismo y posteriormente el nombre de la iglesia donde se cargó y el año. (ÁJNC/EEF)

Vista frontal y reverso del turno para cargar en la procesión de Jesús Nazareno de Candelaria el Jueves Santo 5 de abril de 1917. El diseño gráfico central del documento presenta un fotoimpreso de aparato de Jesús Nazareno de Candelaria donde figura de cuerpo completo con sus atributos iconográficos e iconológicos. La imagen es presentada en un fondo amarillento a manera de hornacina, enmarcada su parte

inferior por un listón formado con pequeñas hojas de laurel, símbolo de la gloria, que podemos asociar a su consagración llevada a cabo el sábado 3 de febrero de aquel año. (ÁJNC/EEF)

Tarjeta de visita del presidente de Guatemala Rafael Carrera quien fungió entre diciembre de 1844 y abril de 1865. (10 cms X 6.5 cms.). La utilización de los fotoimpresos de los turnos están estrechamente relacionados con este tipo de documentos que también son derivados de los retratos de aparato descritos en la presente exposición. (CIRMA, Guatemala, 2000)


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Contando el tiempo

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La devoción a una imagen Mario Alfredo Alvarado Vela*

a religiosidad popular en América Latina tiene múltiples matices dado su misticismo y rico desarrollo histórico. En el caso de la escultura de Jesús Nazareno de Candelaria, esta devoción está presente en la colectividad desde la Colonia hasta nuestros días, siendo en varios momentos un cohesionador en múltiples contextos. En este sentido, la tradición oral y la leyenda han privado como fuente central en cuanto al origen de esta escultura que se venera en su capilla, en la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, en la Nueva Guatemala de la Asunción, desde 1784, cuando se trasladó como parte del proceso de reasentamiento de la urbe del valle de Panchoy al de la Ermita tras los terremotos de Santa Marta, que dañaron la ciudad de Santiago. El traslado estuvo en manos de las autoridades encabezadas por el capitán general don Martín de Mayorga.

Jesús de Candelaria, camino a su centenario de consagración (1917-2017).

El barrio de la Candelaria

Para que surja una devoción en particular y se logre la consolidación de una escultura religiosa dentro del ideario de una sociedad, tiene que haber un grupo social vinculante a esta. Para el caso de Jesús Nazareno de la Candelaria, tenemos que hacer una breve descripción del origen del barrio y la iglesia parroquial que, con el paso del tiempo, se consolidó como fiel testigo de los hechos que nos han llevado a la devoción y presencia en el ideario de esta mística escultura. Hay autores que dan por fundada la ermita de la Candelaria en 1550 por orden del obispo Marroquín, y de ahí establecen la antigüedad del barrio en la naciente ciudad de Santiago de Guatemala. La vinculación que se realizara en sus inicios de la ermita de la Candelaria con los padres dominicos es clave para tomar en cuenta más adelante el papel que estos tendrían no solo en la administración religiosa sino también en la educación de los pobladores del lugar. Con lo anterior hemos probado en primer lugar el origen de la capilla de la Candelaria desde mediados del siglo XVI y su importancia, dentro de la sociedad colonial. Los padres dominicos habían tenido una importante función dentro de la evangelización del Nuevo Mundo. De manera particular, sobresalen por su aporte en muchos casos al sistema jurídico que norma las relaciones con los naturales y la descripción de la vida en estas tierras. Muestra de ello son los frailes Bartolomé de las Casas, Francisco Ximenez y Thomas Gage, solo por citar algunos ejemplos. En 1780 encontramos que la iglesia parroquial de Candelaria aún estaba en la arruinada ciudad de Santiago; esto debido a que el párroco de la Candelaria se resistía al traslado hasta que los pueblos anexos que vimos con anterioridad y que estaban bajo su cargo se trasladaran a la nueva ciudad. El padre Joseph María Eloso, quien seguía oponiéndose a dicho traslado, cedió, finalmente, cuando las autoridades eclesiásticas le dieron


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Fotos: Archivo

Aunque las prácticas devocionales han experimentado infinidad de cambios en el modo de representar la imagen de Jesús de Candelaria, siguen teniendo una significativa fuerza cohesionadora.

nuevos pueblos en el valle de la Ermita para que los administrara espiritualmente y por fin, en 1784, la Candelaria se traslada al Valle de la Virgen.

El culto a Jesús Nazareno

En este sentido hay que explicar que, en gran parte, el desarrollo y génesis de esta devoción tiene dos grandes promotores: en primer lugar, los padres dominicos que fueron los administradores religiosos de la ermita de Candelaria, y en segundo, la cofradía de indígenas que se hizo cargo de este culto, como se ha logrado documentar desde el siglo XVII. En 1982 aparece una obra que constituye un gran aporte en cuanto al origen de la cofradía de Jesús Nazareno de Candelaria. Hablamos del libro Semana Santa Tradicional en Guatemala, del doctor Luis Luján Muñoz, el cual indica que la escultura de Jesús de Candelaria debió haber sido labrada en la segunda mitad del siglo XVI o a principios del siglo XVII, sin embargo, contamos con el Breve Pontificio del Inocencio XI, fechado en junio de 1677, que aporta datos sobre la institución a cargo del culto de dicha escultura. Este documento es clave, ya que es el primero que menciona a la cofradía de Jesús de Candelaria y que fue encontrado por el doctor Jorge Luján y que él mismo paleografió en el Archivo de Indias.

La escultura

Hablar del origen de esta escultura es un tema que genera debate entre los historiadores y conocedores del arte colonial, ya que, hasta ahora, no existe ningún escrito que confirme, mediante documentos, la fecha exacta de la

entrega de la talla, ni su escultor, aunque hay fuentes historiográficas que en muchos casos tienen como principal referente el mito y la oralidad. Si bien esto cambió drásticamente en la última parte del siglo XX y comienzos del XXI, es arriesgado decir con certeza cuál es el origen de esta efigie y su temporalidad. En cuanto a ello, tras un análisis antropológico y de presencia en el ideario social, podemos ubicar este culto por medio de la oralidad en el siglo XVI, concretamente en 1563. El culto a esta escultura adquiere mayor importancia al surgir en la época colonial en el espacio de la ciudad de Santiago de Guatemala, habitado por nobles indígenas en el barrio de la Candelaria y que lograron posicionar el culto de su escultura titular de la cofradía de la referida advocación religiosa, como documentó el investigador Mario Ubico Calderón. La devoción a Jesús Nazareno de Candelaria llegó a la ciudad de la Nueva Guatemala de la Asunción en1784, luego del traslado de la metrópoli, ordenado por el rey Carlos III tras los terremotos de Santa Marta, reorganizándose su culto conforme avanzó el siglo XIX, permaneciendo vivo después de la Independencia de 1821 en una prolongación de la vida cotidiana colonial sin España. Esta forma de culto se fortaleció después de la formación de la República de Guatemala en 1847, y durante el régimen de José Rafael Carrera, circunstancia que le dio suficiente impulso para sobrevivir después de la Reforma Liberal de 1871, teniéndose que adaptar a un nuevo orden jurídico establecido desde aquel entonces, tras la caída y la implantación de un

nuevo gobierno que buscaba quitar el poder a la Iglesia católica y sus instituciones religiosas. Fue en esta Nueva Guatemala de la Asunción cuando el 3 de febrero de 1917, exactamente 200 años después de que por primera vez se consagrara una imagen de Pasión, en rito solemne se celebró en esta ciudad de manos del insigne fray Raymundo Riveiro y Jacinto, arzobispo de Guatemala en esta época, quien acompañado de los señores presbíteros Herlindo y José Luis García, el primero de ellos párroco de la Candelaria, se procedió a tan imponente ceremonia que trajo algarabía a la pequeña ciudad que vio en esta expresión de fe reflejada su devoción al llamado Nazareno de los Ojos Verdes. Esta expresión de fe fue el reflejo de las políticas de reordenación de parte de la Iglesia católica, que desde finales del siglo XIX se hicieron palpables en nuestra arquidiócesis impulsadas en gran manera por el papa León XIII, quien procedió al llamamiento de los laicos en el diario vivir de la Iglesia en momentos de crisis frente a los estados liberales. Esta situación que cambió en nuestro país con el presidente Reina Barrios, quien permitió el regreso del desterrado arzobispo Ricardo Casanova y una mayor apertura del estado liberal con el clero diocesano bajo su mandato. El 15 de enero de 1898, el padre Mariano Iturbide, párroco de Candelaria, reorganizó la hermandad de Jesús Nazareno de Candelaria marcando esto un paso más en la actualización de estas organizaciones de laicos herederas de las antiguas cofradías fundadas en el siglo XVI. *Cronista de la Hermandad de Jesús Nazareno de Candelaria.


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Tragaluz

Guatemala, viernes 3 de febrero de 2017

Fotos: Archivo

La iglesia y tanque del barrio de Candelaria en una estampa de la colección Valdeavellano, nos acerca al ambiente de hace 100 años en el barrio de la Candelaria.

Patente de Cofradía de Jesús Nazareno de Candelaria extendida el 31 de marzo de 1812, a nombre de José Gabriel Letrán.

Tras las huellas del Nazareno de Candelaria Mario Alfredo Ubico Calderón*

esde la primera mitad del siglo XX, el escritor y periodista don Víctor Miguel Díaz escribió acerca del Nazareno de Candelaria, diciendo que era una obra del escultor Juan de Aguirre y fechaba su talladura en 1563; sin embargo, no aportó ninguna documentación antigua fidedigna que posibilitara esa atribución y fecha. Esa información llenaba un vacío de datos en torno al Nazareno, y la continua repetición sin casi objeciones hizo que se convirtiera en una “verdad” para la colectividad piadosa que año con año hace del Jueves Santo una fecha de gran trascendencia religiosa; sin embargo, en la década de 1950 el investigador Heinrich Berlin puso en duda esas afirmaciones, pero hasta allí, sin aportar tampoco dato alguno acerca de esta imagen. En la década de 1960, el historiador Luis Luján M. publicó su Semana Santa Tradicional en Guatemala, que aportó una transcripción parcial de un documento del Archivo General de Indias, localizado por el también académico Jorge Luján M., que trata de un Breve pontificio

del papa Inocencio XI fechado en 1677, el cual consigna una queja de los indios del barrio de la Candelaria de la capital del Reino en torno a su procesión de Jueves Santo contra los cofrades de la Merced, quienes igualmente sacaban procesión del Nazareno con la cruz a cuestas. En ese documento, el Papa protege a los cofrades de Candelaria, confirmando que dicha procesión debía salir sin tropiezo haciendo su acostumbrado recorrido en horas de la noche del mencionado día.

Archivo General de Centro América existe un documento de la primera mitad del siglo XVIII que trata de un conflicto entre las parcialidades de “mexicanos” y de “guatemaltecos”; es decir, de los descendientes de indígenas mexicanos venidos con Pedro de Alvarado que se quedaron a vivir en Guatemala y de kakchiqueles. Ambos sometieron a la autoridad correspondiente una diferencia suscitada en torno a la posesión de un libro de cofradía llamado Nombre de Jesús.

Tiempo inmemorial

Como el contenido se hallaba escrito en lengua mexicana hubo necesidad de transcribir parte del mismo. Allí se menciona la fecha de fundación de la cofradía del Nombre de Jesús justamente el año 1563. Ese documento sin duda lo conoció Víctor Miguel Díaz, y sin más lo vinculó con la imagen, mientras que lo del escultor lo pudo relacionar con la crónica del fraile franciscano Francisco Vázquez cuando este habla de la obra de Juan de Aguirre por esos años, pero nada directamente relacionado, solo inferencias muy generales. Cuando se habla en el citado documento del litigio entre “mexicanos” y “guatemaltecos” se

En el citado Breve se menciona por parte de los cofrades de Candelaria que su procesión era de “tiempo inmemorial”, pero hablaban de su procesión, no de la imagen de Jesús Nazareno. Sin duda, para el mencionado año 1677 la procesión ya salía con la imagen del Nazareno, pero no se conoce desde cuántos años atrás. Cuando se procedió a profundizar en los orígenes del Nazareno de Candelaria, de acuerdo con la documentación existente en los Archivos General de Centro América e Histórico Arquidiocesano Francisco de Paula García Peláez fue posible efectuar algunas observaciones. En el

Litigios


iernes

Guatemala, viernes 3 de febrero de 2017

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alude a la cofradía del Nombre de Jesús, pero esas cofradías no eran necesariamente de imágenes de Jesús Nazareno, sino del Niño Jesús, llamadas Dulce Nombre de Jesús, muy incentivadas por los frailes dominicos, principalmente en su celebración en los primeros días de enero de cada año.

Las “tenanzes”

En el citado documento hay un dato importante, y es que además de los cofrades estaba integrada por “tenanzes”; es decir, mujeres que tenían diversas actividades en la organización. En cofradías de pasión no aparecen mujeres, pero sí en las restantes, que como las del Dulce Nombre de Jesús tenían de titular un Niño Jesús, usualmente de pie. Esta cofradía del Nombre de Jesús no se conoce dónde ejercía sus actividades devocionales ni si sacaba procesión. Por aparte, existe otra cofradía que se remonta al tiempo del obispo Francisco Marroquín, y es la de Veracruz, que para la segunda mitad del siglo XVII, específicamente en 1665, se hallaba en Candelaria y solicitaba la reposición de sus ordenanzas de cofradía. Esta entidad, a diferencia de la anterior, la integraban solo hombres y efectuaban el Jueves Santo una procesión de “sangre” por la ciudad. En el corpus de ordenanzas tampoco se menciona ninguna imagen de Jesús Nazareno. Documentalmente hablando, aparte del Breve pontificio fechado en 1677 donde se habla del Nazareno, no existe de momento ningún otro material antiguo que mencione taxativamente a esta imagen precisamente en Candelaria. Entonces, si es antigua la imagen y cofradía, ¿por qué no hay datos?

Fotografías de devotos del Nazareno desde la infancia, en un foro del I Centenario de Jesús de Candelaria en el Centro Cultural de España, el 17 de agosto de 2016.

Altar doméstico realizado con turnos de la tradicional procesión de Jueves Santo de la primera mitad del siglo XX y una escultura de Jesús de Candelaria.

Capilla modesta

Sobre este particular hay que mencionar que la ermita de Candelaria fue erigida en la cuarta parroquia de la capital del Reino en algún momento, no se conoce la fecha exacta, del último cuarto del siglo XVII, por lo que los papeles que generaría esa doctrina servida por los dominicos antes de ser parroquia estarían en el propio convento, dado que el templo era pequeño y de materiales perecederos. Ya como parroquia tuvo libros de bautismos, entierros, matrimonios, fábrica y cofradías, pero algunos de ellos no se conservaron y los existentes son de fechas más bien tardías. Aparte hay que mencionar la existencia de una ermita de Candelaria quizá desde el siglo XVI, pero más claramente aparece en documentos de inicios del XVII, muy modesta y casi desprovista de imágenes, mientras que los cronistas dominicos fray Antonio de Remesal y fray Francisco Ximénez mencionan en sus respectivas crónicas, la existencia de otro recinto sacro, igualmente antiguo, que es la llamada Capilla del Rosario de los Naturales del Barrio de Santo Domingo, lugar adosado al templo dominico, que desde el siglo XVI tuvo no solo imaginería, sino era lugar muy visitado por los indígenas hasta que en las últimas décadas del siglo XVII fue construido formalmente el templo de Candelaria y se clausuró dicha capilla. No se menciona en modo alguno antes de 1677 a Jesús Nazareno en Candelaria, caso contrario de lo que sucede en la capilla del Rosario antes mencionada, donde existe una imagen de Jesús Nazareno de mucha devoción, al grado que personas no indígenas le donan bienes a la

imagen y cofradía, señal inequívoca que para los años detectados, anteriores a 1677, como son 1665, 1668 y 1673, una importante imagen de Jesús Nazareno se hallaba en ese recinto. A partir de 1665, fecha más temprana localizada en archivo donde se habla del Nazareno en su capilla de los Naturales del Barrio de Santo Domingo, todavía se trata de localizar información antigua adicional que lo mencione. El hecho de que aparezca en escrituras testamentarias hace ver que para ese año no solo ya existía la imagen, sino era objeto de un culto tan amplio que abarcó no solo a los indígenas del barrio, sino a otras etnias.

El gran terremoto

El Nazareno de la Capilla del Rosario de los Naturales de Santo Domingo ya no aparecerá en ese recinto a partir de 1677, siendo trasladada la imagen de esta capilla al recién construido templo de Candelaria, lugar donde se le construyó otra capilla abovedada que para 1689 estaba erigida y es dañada por el terremoto de ese año. Existen muchas citas documentales que hablan del Nazareno en Candelaria en lo restante del siglo XVII y a lo largo de todo el siglo

XVIII, destacando entre otras cosas el frustrado viaje del cronista dominico fray Francisco Ximénez a Roma, una de cuyas misiones era traer privilegios pontificios a los devotos del Nazareno, y el relato del cura párroco de Candelaria don Josef María de Eloso y Cueba, quien posteriormente a 1773 (fecha del gran terremoto que destruyera buena parte de la capital del Reino; entre ellos, el templo de Candelaria y la capilla del Nazareno), habla del dramático rescate que hace de la imagen del nazareno entre los escombros, “muy maltratada”, consignando enseguida que posteriormente la había reparado y encarnado de nuevo. Sendos trabajos de este servidor, el primero titulado Historia de las cofradías de la Candelaria ,especialmente la de Jesús Nazareno, publicado en 1995 en la revista Tradiciones de Guatemala, del Centro de Estudios Folklóricos (CEFOL) de la Universidad de San Carlos de Guatemala, y Jesús Nazareno de Candelaria a la luz de documentos de archivo, publicado por el Consejo Nacional para la Protección de la Antigua Guatemala en 2014, permiten conocer más acerca de esta situación. *Arqueólogo


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Réquiem

Guatemala, viernes 3 de febrero de 2017 Archivo

Guzmán-Böckler

y las dicotomías

El último día de enero falleció el sociólogo Carlos GuzmánBöckler.

E. Torrescobar* arlos Guzmán-Böckler vivió 86 años. Hace 56 egresó de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO, en Santiago de Chile, cuando la sociología se empezaba a posicionar como disciplina en el continente. Fue discípulo de Alain Touraine en los cursos de doctorado, título que le fue conferido en 1972 por la École Pratique des Hautes Études en París. Sin duda, su principal publicación y a la vez la más polémica fue Guatemala: una interpretación histórico-social, editada en 1970 en México. El libro, escrito en coautoría con el antropólogo francés Jean-Loup Herbert, parte de considerar como la principal contradicción histórico-social en Guatemala la relación dicotómica indio-ladino, la que venía a alterar, para un sector de la intelectualidad marxista, la relación proletario-burguesía. Precisamente ese año fue publicado en Guatemala el libro clásico de Severo Martínez Peláez La patria del criollo, en el que plantea que el indio es una construcción colonial y no una persistencia cultural del pasado precolombino. Desde ese momento se inició una polémica entre académicos, que se puede resumir grosso modo, entre quienes veían en el indígena a un sector de la población en tránsito a la modernidad, entendida como ladinización o integración del indio a una nación ladina, que prescindía de su ascendencia cultural. Por otra parte, otros veían la perseverancia distintiva cultural como la continuidad precolonial, y la necesidad de redefinir la nación ante la

inclusión del indio, integrándose a las distintas esferas de la vida sin perder su identidad. Para Guzmán-Böckler, el indio es la proyección de la sociedad colonial de explotación y discriminación, mientras el ladino es el representante de la dominación referida a la cultura occidental. Así, hace énfasis en la discriminación racial como la contradicción social primordial. Incorpora el concepto de colonialismo interno para explicar de qué manera el ladino sigue representando una estructura administrativa que condena al indio a la marginalidad.

El papel del Estado

Desde la perspectiva del Estado se tiende a manejar la cosa pública de manera autoritaria y discriminatoria, reproduciendo la perspectiva de dominación ladino-indígena como una forma de vincular la desigualdad con el racismo, para explicar la exclusión en la que viven los indígenas. De esta manera, la ecuación indioladino se constituye como una relación de clase. Estas tesis han encontrado eco en antropólogos que consideran que no hay diferencias en la valoración cultural entre distintos grupos, y que lo que hace la diferencia es el contexto en donde las condiciones históricas, sociales y/o geográficas son distintas para el desarrollo pleno de las capacidades sociales. Es por ello que el indígena ejerce el derecho a la resistencia a través de la cultura ante la dialéctica colonizador-colonizado. Guzmán-Böckler, cuando sentencia al ladino como ser ficticio, hace una serie de señalamientos ideológicos culturales que condenan a este a ser un sujeto sin identidad, a creer antes que razonar y al no tener un concepto integrador de nación, es entreguista al extranjero; sin pasa-

do por ser una construcción de la ocupación extranjera, pero que reproduce los valores de la colonia; es arbitrario en su sentido de justicia y afiliado a un cristianismo comprometido con el colonialismo; no existe, en fin, el ladino como ser colectivo dotado de proyecto propio y, sobre todo, vive con temor al indígena. El sociólogo augura el surgimiento de una nación indígena no ladina, en la medida en que aquellos tiendan a asumir papeles preponderantes en la sociedad, pero advierte de la posible ladinización de indios ricos. Más que académica, señala por su parte el historiador Arturo Taracena Arreola, la premonición de Guzmán-Böckler se empieza a manifestar con la paulatina consolidación del movimiento maya. Dinámica que no deja de tener una férrea oposición por parte de sectores que recientemente se opusieron a la inclusión del derecho maya en el sistema jurídico nacional como un complemento del sistema de justicia. Bien o mal, Guzmán-Böckler realizó un estudio en el que se pone en evidencia un problema básico: el racismo como categoría sociológica, que advierte del otro discriminándolo, y justificando su subalternidad. El autor critica a quienes quieren cambios por medio de la integración y la aculturación, pues de lo que se trata, según él, es de recobrar la historia y el poder político del indígena. Las críticas a las tesis de Guzmán-Böckler se centran en que la relación dicotómica que plantea simplifica sobremanera la complejidad de la sociedad guatemalteca, la cual no se reduce a indios y ladinos ni mucho menos a proletarios y capitalistas, concluyendo que sus tesis lo llevan a una concepción lineal de la historia.

*Economista


Pasos de la semana

Guatemala, viernes 3 de febrero de 2017

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Gobierno se enfoca en atender demandas

Brenda Jiguan

stablecer las bases para erradicar el trabajo infantil para 2025, apoyar la estabilización de la deuda municipal con el Seguro Social, continuar con la lucha a favor de la transparencia y fomentar el emprendimiento y el diálogo, fueron parte de las acciones que las diferentes instituciones del Ejecutivo impulsaron la reciente semana, que arrancó con la reunión que tuvieron el mandatario Jimmy Morales y el vicepresidente Jafeth Cabrera con gobernadores, ministros y secretarios de Estado, a quienes hicieron el llamado a elaborar una agenda única que permita asegurar los servicios a la población. En el encuentro, que se efectuó en el Palacio Nacional de la Cultura, se dio a conocer que las carteras de Comunicaciones y de Desarrollo terminarán durante este año 63 obras, entre las que destacan las de infraestructura vial, educación y salud. Días antes, el Gobierno dio pasos importantes para hacer de Guatemala un país libre de la explotación de menores, con el lanzamiento de una hoja de ruta que privilegiará el combate a la pobreza y el acceso a la formación y la salubridad por parte de los infantes. La iniciativa, que fue elaborada por el Ministerio de Trabajo, fue respaldada por el presidente Jimmy Morales, quien dijo en la presentación de esta herramienta que se destinarán los recursos necesarios para prevenir las causas que ocasionan este flagelo.

Fomentan la superación de los jóvenes

El martes, el Instituto Tecnológico de nivel medio de Santacruz del Quiché, Quiché, fue el escenario para anunciar el Plan Nacional de Gobiernos Escolares y Emprendimiento Juvenil, actividad que fue inaugurada por el mandatario y el responsable de Educación, Oscar Hugo López. El proyecto, que permitirá la instrucción a estudiantes de diversificado, en especialidades como electricidad, turismo, dibujo de construcción, es parte del apoyo que la cooperación alemana dará al Programa de Educación Rural, al cual destinará €21 millones. A ese departamento también arribó el responsable de la cartera del Agro, Mario Méndez, quien junto al gobernante entregaron mil 500 raciones de alimentos para mitigar el hambre entre las familias de Quiché.

Diálogo

Un día después, Morales acudió al despacho de Salud para participar en la mesa de diálogo restablecida el 27 de enero con dirigentes del sindicato mayoritario de ese sector, para encontrar soluciones a las demandas de ese gremio.

Transparencia, diálogo, emprendimiento y afán para cambiar el destino de miles de niños son algunas de las temáticas que abordó el Organismo Ejecutivo durante la reciente semana, a través de distintas acciones, medidas y políticas anunciadas. Como resultado de la cita fue asumido el compromiso de abordar los temas de dignificación laboral que solicitaron, tales como el traslado del personal bajo distinto renglón de contratación. Asimismo, se pidió a la cartera del Interior y a la Policía Nacional Civil apoyar en la investigación penal para esclarecer los asesinatos de alcaldes y llevar ante la justicia a los responsables.

Transparencia

En otro tema, esta semana el Ministerio de Finanzas, en representación de Guatemala, fue aceptado como miembro de la Red de Acción de la Iniciativa Global para la Transparencia, tras acreditar junto a organizaciones de la sociedad civil avances en la creación e implementación del tercer Plan de Acción Nacional de Gobierno Abierto.

En este contexto, el vicepresidente Jafeth Cabrera, Fernando Quevedo, representante del Banco Interamericano de Desarrollo en Guatemala; Julio Héctor Estrada, encargado de la cartera del Tesoro, y representantes del Project Management Institute inauguraron un programa de capacitación de gestión en proyectos, cuyo fin es mejorar y clarificar la ejecución de préstamos externos.

Seguridad social

A petición de la Asociación Nacional de Municipalidades, el mandatario autorizó condonar el pago de multas e intereses a las corporaciones ediles, con el fin de que regularicen sus cuotas patronales en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS). La medida cobró vigencia el martes, cuando salió publicado el Acuerdo Gubernativo 1377, de fecha 9 de agosto de 2016, emitido por la Junta Directiva del IGSS. Por aparte, agentes de la Comisaría de Petén decomisaron el domingo 729 mil 200 cigarros de origen ilícito en la aldea Paxcamá, mientras 3 mil 472 ciudadanos comenzaban su entrenamiento en las 22 Reservas Militares existentes. A su vez, la Policía Nacional Civil reportaba un acumulado de 200 personas capturadas y la recuperación de 12 inmuebles, después de cuatro meses de operativos de la denominada Operación Fénix.

Archivo

Las autoridades esperan que Guatemala esté libre del trabajo infantil para 2025.



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