Guatemala, 16 de enero de 2015 A単o 2 No. 69
iernes
La senda del Cristo Negro
2
Una semana Editorial En un mundo normal, sentirnos mal es tan común como comer un helado. De eso trata la nota de Eliane Brum que incluimos en este número. El malestar, afirma la incisiva ensayista brasileña, no es algo para empujar con la escoba o con ansiolíticos debajo de la alfombra. Es más bien un indicador de que las cosas del mundo no andan bien y, por tanto, resulta natural sentirse mal. Si el desastre climático toca todos los días a nuestras puertas y pareciera que es mejor ignorarlo, no está bien, dice Eliane. Y por ello hace una suerte de defensa del malestar en un inspirador ejercicio de razonamiento inverso. A estas reflexiones para iniciar el año, las acompaña un reporte de Christa Bollmann sobre el hecho de que parte del acervo idiomático guatemalteco corre el riesgo de extinguirse debido al gradual abandono de las lenguas maternas que ha tenido lugar en las comunidades rurales, especialmente del occidente del país. De ahí que el afán central de la Academia de Lenguas Mayas sea incentivar la recuperación de estos trabajando de cerca con niños y jóvenes. Este número cuenta también con un documentado informe sobre las distintas representaciones del Cristo Negro y sus posibles orígenes, adelantando datos obtenidos de acuciosas investigaciones que se llevan a cabo alrededor del tema. Por último, el notable escritor mexicano Sergio Pitol, a tono con las consideraciones expresadas por la Academia de Lenguas Mayas, expresa su certidumbre de que el futuro del lenguaje está estrechamente ligado al futuro de la especie.
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
2014
Un informe co Redacción
l Informe del tercer año de gobierno fue presentado por el mandatario Otto Pérez Molina en el patio de La Paz del Palacio Nacional de la Cultura. “No vine a la Presidencia a vender mentiras, sino a construir realidades”, asentó en el discurso de rendición de cuentas en el que destacó lo logros del 2014 y los retos para este nuevo año. Las obras y metas alcanzadas en seguridad, inversión, creación de empleos, combate a la pobreza y reducción de la desnutrición, se vieron en los datos y cifras mencionados como muestra del trabajo y ratifica el cumplimiento de los Pactos que concentran las acciones de ministerios y dependencias gubernamentales. También hizo ver que desde el 2012 se han quitado los obstáculos que impedían avanzar en la búsqueda del desarrollo y prueba de ello es la reducción de los indicadores de violencia: los homicidios fueron reducidos a 31 por cada 100 mil habitantes
en una cruzada contra la violencia para darle tranquilidad y buena vida a los guatemaltecos, pero también depende de “los valores que se inculquen desde los núcleos familiares”, remarcó el Presidente e indicó que los esfuerzos por conseguir la paz son de todos. El Ministerio de Gobernación, con la ayuda del Ejército y el Ministerio Público, logró desarticular 77 estructuras criminales y la captura de 1 mil 240 personas sindicadas de cometer delitos relacionados con el sicariato, el secuestro, las extorsiones, el robo, el contrabando y la trata de personas. En cuanto al crecimiento económico, el informe da cuenta de que se generaron 158 mil 513 empleos formales en actividades como agricultura, comercio e industria. Además, se aumentó 5 por ciento al salario mínimo, ahora de Q2 mil 644.36 mensuales, para las actividades agrícolas y no agrícolas. Asimismo, se refirió al Plan Operación Oportunidad que combina la ayuda institucional y la autoayuda comunitaria, con el que se atendieron 266 mil 451 núcleos familiares
Contrastes
En Colombia aprueban ley para refrendar Acuerdos de Paz.
Juan M. Santos
Victoria Sandino
Se trata de un proyecto de ley estatutaria que permite que los referendos relacionados con los acuerdos finales para poner fin al conflicto se puedan presentar en un día que coincida con las elecciones.
“Este proceso de refrendación no puede ser tratado de manera unilateral, tiene que ser decidido en la mesa (de negociaciones). El referendo no es viable para los acuerdos por el cúmulo de aspectos que había que aprobar”.
Presidente
DIRECTORIO:
Negociadora de las FARC
Director General: Héctor Salvatierra. Subdirector General Técnico: Rodrigo Carrillo. Edición: Otoniel M Corrección: Jorge Mario Juárez. Fotografía: Juan Sisay. Internacionales: Édgar Quiñónez. Digitalización
iernes
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
on resultados a los que se entregaron alimentos, además de trabajarse en programas de conservación de la tierra y de los recursos hídricos. A lo largo de su exposición, el gobernante resaltó el papel de la vicemandataria Roxana Baldetti en la coordinación de las principales acciones del régimen. Al acto fueron invitados representantes de la sociedad civil, embajadores y cónsules, funcionarios de organismos internacionales y de gobierno. Los diplomáticos felicitaron al mandatario y le desearon éxitos en su gestión. El nuncio apostólico, Nicolas Henry Marie Denis Thevenin, decano del cuerpo diplomático en Guatemala, mencionó que el planteamiento del jefe del Organismo Ejecutivo refleja que “las tareas no han concluido, y piensa terminar los retos asumidos, como la erradicación de la violencia”. Pérez Molina formuló un llamado a la sociedad civil a unirse en este 2015 y convertirlo en el año de la no violencia. “Se deben hacer esfuerzos conjuntos que coadyuven a la convivencia pacífica ”, puntualizó.
3.7
millones de personas participaron en las manifestaciones del 11 de enero, en Francia, en repudio a los atentados perpetrados en París, en los que murieron 17 personas, 12 de ellas, en el ataque contra Charlie Hebdo, el 7 de enero.
Foto: Carlos Ovalle
El presidente Otto Pérez Molina destacó los logros y señaló los retos de su gestión.
Cuento 68
Las cifras
Fotos: EFE
53
prisioneros considerados políticos fueron liberados por el Gobierno de Cuba, reconoció el Departamento de Estado de EE. UU. El suceso pudo ser verificado por la Sección de Intereses de la nación norteamericana en La Habana.
Martínez. Diseño Gráfico: Héctor Estrada y Scarlett Pérez. Ilustración: Esteban Arreola. Redacción: Mercedes Arce y Christa Bollmann. n: Boris Molina. Museo de la Tipografía Nacional: Thelma Mayén. Hemeroteca del Diario de Centro América: Álvaro Hernández.
3
La rana que quería ser una rana auténtica
Había una vez una rana que quería ser una rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello. Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl. Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una rana auténtica. Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían. Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo.
Augusto Monterroso/ Guatemala
Abecedario
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
autoayuda
Anti
4
Tengo la creciente convicción de que los años ya no acaban. Que no queda nada de ese tiempo de transición y el cambio del calendario, como el de las agendas, es solo un convencionalismo más que, si alguna vez tuvo sentido, se representa estos días como un hecho vacío. No como la celebración de un nuevo pacto de vida, individual y colectivo, sí como una farsa.
Eliane Brum* o que me interesa aquí es que nuestros rituales de final y comienzo de año son cada vez más falsos y no solo porque se los apropiara el mercado hace ya tiempo. Hay algo más grande, más difícil de percibir, pero no por ello menos dolorosamente evidente. Algo que presentimos pero que nos resulta difícil nombrar. Algo que nos asusta, o por lo menos nos asusta a muchos. Y al asustarnos, en lugar de despertarnos, nos anestesia. Tal vez para esta época de años tan acelerados que no acaban nunca, lo más indicado sea no propósitos de año nuevo, ni manuales sobre felicidad o éxito, sino antiautoayuda. Cuando la gente dice sentirse mal, que le resulta cada vez más difícil levantarse de la cama por la mañana, que se pasa el día colérica o con ganas de llorar, que sufre de ansiedad y que por la noche le cuesta dormir, no me parece que esté enferma o exprese anomalía alguna. Al contrario. En este mundo, sentirse mal puede ser una clara señal de excelente salud mental. El que está feliz y saltarín, como un borrego de dibujos animados, es que tal vez tenga serios problemas. Por gente así deberían sonar las sirenas y movilizarse los psiquiatras maníacos de la medicación, no dándoles pastillas sino rodillazos tipo “despierta y entérate”. Es necesario desconectarse totalmente de la realidad para no sentirse afectado por este mundo que ayudamos a crear y que nos violenta. No creo que los felices y saltarines sean más reales que Papá Noel y todos sus renos, pero si existiesen, serían los alienados mentales de nuestro tiempo.
En este mundo sentirse mal es sinónimo de excelente salud mental. Miro a mi alrededor y no todos, pero casi, toman algún tipo de medicamento psíquico. Para dormir, para despertar, para encontrarse menos ansioso, para llorar menos, para conseguir trabajar, para ser “productivo”. Para dar conta (“para lograrlo”) es una expresión muy usual aquí, pero ¿es que tenemos que lograr lo
que no es posible lograr? ¿Es que tenemos que resignarnos a vivir una vida que se nos escapa y a una lógica que nos cosifica porque nos dejamos cosificar? ¿No será que “no lograr” es justamente a lo que deberíamos prestar atención porque una parte aún viva de nosotros grita que algo va muy mal en nuestro devenir como zombis? ¿No sería mejor romper con todo en lugar de adaptarse a un tiempo cada vez más acelerado y a una vida no humana por la que nos arrastramos con nuestros propios ojos muertos, tomando pastillas para controlar el genio y tragándonos diagnósticos de patologías cada vez más estrafalarias, consumiendo y tragando productos e imágenes, productos e imágenes, productos e imágenes? No hay respuesta. Y de haberla, no sería una respuesta sino un dogma. Pero si la respuesta es una construcción de cada uno, tal vez en este momento sería también una construcción colectiva, en la medida en que parece ser un fenómeno de masas. O para quienes todo lo miden por su etiqueta sanitaria, uno de los signos de nuestra época, estaríamos ante una pandemia de malestar. Quiero aquí defender el malestar. No como si fuese un virus, un alienígena, un algo que no debería estar ahí y, por lo tanto, fuera imperioso silenciarlo. Defiendo el malestar –el suyo, el mío, el nuestro– como aquello que desde las cavernas nos mantiene vivos e hizo del Homo Sapiens una especie altamente adaptada, aunque destructiva y, en los últimos siglos, también autodestructiva. El malestar es lo que nos avisa de que algo va mal y que hay que cambiarlo. No como un acto fácil, una regla de autoayuda, sino como un cambio de posición; algo que cuesta, que lleva tiempo y que exige nuestros mayores esfuerzos. Exige que, por la mañana no solo nos levantemos, sino que nos despertemos. Años atrás habría escrito, y de hecho lo escribí algunas veces, que el malestar de esta época, que me parece diferente del malestar de otras épocas históricas, se produce por diversas razones relacionadas con la modernidad y sus creaciones reales y simbólicas; incluso por sus ilusiones potenciales y fantasías de superación de los límites. Pero, en especial, por nuestra reducción de personas a consumidores, por el sometimiento de nuestros cuerpos –y almas– al
“El Grito” del noruego Edvard Munch representa la
mercado, y por la condena de vivir en un tiempo acelerado.
Defiendo el malestar como aquello que nos mantiene vivos desde las cavernas Sobre esta peculiaridad, la psicoanalista Maria Rita Kehl escribió un libro muy interesante llamado “El tiempo y el perro” (O Tempo e o Cão, Editorial Boitempo), en el que reflexiona de forma original sobre lo que las depresiones expresan de nuestro mundo también como síntoma social. Al comienzo, cuenta la experiencia personal de haber atropellado a un perro en la carretera, y experiencia, en este caso, no es una palabra elegida al azar. Kehl vio al perro, pero a la velocidad que iba, no pudo parar ni desviarse lo suficiente. Solo consiguió no matarlo. De inmediato, el animal, tambaleándose camino del arcén, quedó atrás en el espejo retrovisor. Es lo que sucede con nuestras vivencias a la velocidad que dicta esta época en la que el tiempo
iernes
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
Fotos: Archivo
rondan en esas noches en que hiperventilamos antes de tomarnos una pastilla? ¿Cómo vivir humanamente en un tiempo no humano? ¿Y cómo aceptamos estar sometidos a la barbaridad de una vida no viva?
La Amazonia ha sobrevivido 50 millones de años a meteoritos y glaciaciones, pero en menos de 50 años está amenazada por la acción del hombre.
desesperación del hombre moderno.
se ha reducido a dinero; una brutalidad que permitimos, reproducimos y con la que transigimos sin percibir cuánto de muerte hay en esa conversión. Sobre la aceleración, la psicoanalista dice: “Poco nos damos cuenta de ella, de la banal velocidad de la vida, hasta que algún mal encuentro revela su rostro mortífero. Mortífero no solo contra la vida corpórea, en casos extremos, sino también contra la delicadeza innegociable de la vida psíquica. (…) Su olvido (del perro) se sumaría a la eliminación de miles de otras percepciones instantáneas sobre las que nos limitamos a reaccionar rápidamente para en seguida, con igual rapidez, olvidarlas. (…) De aquel mal encuentro, que podría haber acabado con la vida del perro, quedó una ligera mancha oscura en mi parachoques. (…) El accidente en carretera me hizo reflexionar respecto a la relación entre las depresiones y la experiencia del tiempo que, en la actualidad, prácticamente se resume en la experiencia de la velocidad”. ¿Qué ocurre dentro y fuera de nosotros con las manchas oscuras y la sangre dejada atrás? ¿No nos
Hoy me parece que algo nuevo se impone, íntimamente relacionado con todo esto, con una concreción aplastante y un sentido de urgencia exponencial en todas las cuestiones de la existencia. Solo en ese sentido es algo fascinante. Ese algo es el cambio climático: un hecho aún mucho más explícito en la mente de científicos y ambientalistas que de la sociedad en general. La evidencia de que lo que posiblemente sea el mayor desafío de toda la historia de la humanidad todavía no se haya convertido en la mayor preocupación del llamado “ciudadano normal” es una muestra no de su insignificancia en la vida cotidiana, sino, al contrario, la prueba de su enormidad en la vida cotidiana. Es tan grande, que nos vuelve ciegos y sordos. En una entrevista reciente, publicada como Diálogos sobre el fin del mundo, el antropólogo Eduardo Viveiros de Castro evoca al pensador alemán Günther Anders (1902-1992) para explicar esa alienación. Anders afirmaba que el arma nuclear era la prueba de que algo había sucedido con la humanidad desde el momento en el que se mostró incapaz de imaginar los efectos de lo que se volvió capaz de hacer. Reproduzco aquí esa parte de la entrevista: “Es una situación antiutópica. ¿Qué es un utópico? Un utópico es una persona que puede imaginar un mundo mejor pero no consigue realizarlo, no conoce los medios ni sabe cómo. Y nosotros vamos al contrario. Somos capaces técnicamente de hacer cosas que no somos capaces siquiera de imaginar. Sabemos hacer la bomba atómica, pero no sabemos pensar la bomba atómica. Gunther Anders utiliza una imagen interesante: la de que existe en biología esa idea de la percepción de fenómenos subliminales, por debajo de la línea de percepción. Esa cosa tan bajita que oyes pero que no sabes que has oído; o que ves pero que no sabes que has visto; como pequeñas fluctuaciones de colores. Son fenómenos literalmente subliminales, que están por debajo del límite de su percepción. Nosotros, según él, ahora estamos creando algo que no existía, lo supraliminal. O sea, tan grande que no consigues verlo ni imaginarlo. La crisis climática es una de esas cosas. ¿Cómo vas a imaginar algo que depende de miles de parámetros, que es un transatlántico que navega y tiene una masa inercial gigantesca? La gente se queda paralizada, padece una especie de parálisis cognitiva”.
Si no queremos alcanzar el punto de no retorno, es necesario dejar de vivir en modo avión. El hecho de alienarse –o como hacen algunos, llamarles “ecopelmas” a aquellos que señalan lo obvio, mal chiste y además viejo– no impide el deterioro acelerado del planeta ni el deterioro acelerado de la vida cotidiana e íntima
Los males de la modernidad vienen en muchas presentaciones.
de cada uno. Lo que quiero decir es que, como todos nuestros gritos existenciales, el hecho de negarlos no impide que hagan estragos dentro de nosotros mismos. Creo que el malestar contemporáneo –o el nuevo malestar de la civilización– hoy está visceralmente ligado a lo que pasa con el planeta. Y ninguna investigación del alma humana de este momento histórico, en cualquier campo del conocimiento, debería dejar de analizar el impacto del cambio climático en curso. En cierto modo, en la percepción popular del término “clima”, refiriéndose al estado del espíritu de un grupo o persona, hay también un “cambio climático”. Pese a que la mayoría no consiga designar su malestar, me temo que la fiera sin nombre va a abrir sus ojos dentro de nosotros en las noches oscuras, como un residuo de las pesadillas que tenemos solo cuando estamos despiertos. Es ese bicho interior que presiente, pese a tener miedo de sentir en el nivel más consciente y empuja hacia dentro, por ignorancia y anestesia, todo lo que teme, en un esfuerzo casi conmovedor. Y la mayor prueba, de nuevo, es la inmensidad de la negación, inclusive mediante el uso de drogas compradas en farmacias y “autorizadas” por el médico, la gran autoridad de este momento curioso en el que el concepto de enfermedad está alterado. São Paulo es, en Brasil, el escaparate más impresionante de esa monumental alienación. La mayor ciudad del país se está convirtiendo desde hace años, décadas, en un escenario distópico en el que las personas evolucionan lentamente entre coches y contaminación, acorraladas y cada vez más violentas en los mínimos actos del día a día. En el último año, la sequía y la crisis del agua han acentuado y acelerado el deterioro de la vida, pero ni el cambio climático ni todos los problemas socioambientales relacionados con él han tenido impacto alguno, ni siquiera una mínima relevancia, en las elecciones estatales y principalmente en las presidenciales. Nada. La mayoría no parece percibir que la catástrofe paulista, que afecta a la capital y a otras ciudades del interior, está ligada a la devastación de la Amazonia. Ese llamado “mundo como lo conocemos” viniéndose abajo y los zombis caminando por calles incompatibles con la vida sin que nadie se sobresalte. A pesar
5
6
iernes
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
Quizá una de las mayores dolencias, sea la negativa generalizada a ver el impacto de la acción humana en el planeta.
de eso, me atrevo a creer, ni siquiera por un momento dejan de angustiarse en su interior. La vida aún se resiste dentro de nosotros, incluso en Zombilandia. Y ese malestar es lo que queda de humano en nuestros cuerpos.
¿Cómo nos resignamos a vivir en un tiempo acelerado y no humano? De un científico, Antonio Nobre, es un texto fundamental. Leer “El futuro climático de la Amazonia” es una opción. Hágase un favor a sí mismo y reserve una hora o dos del día, el tiempo que dura una película, entre en Internet y lea las 40 páginas escritas en un lenguaje accesible que tiende puentes con diversos campos del conocimiento. Hay tramos de gran belleza sobre la mayor selva tropical del planeta, un territorio real y simbólico sobre el que el criterio oficial – en Brasil alimentado por la propaganda de la dictadura cívico militar – basó una idea de explotación y nacionalismo que sigue vigente hoy por absoluto desconocimiento. También es por culpa de nuestra ignorancia por lo que el actual gobierno, reelegido para un mandato más, realiza en la Amazonia su proyecto megalómano de grandes hidroeléctricas con escasa resistencia, y que está causando ahora, en este mismo momento, un desastre ambiental de proporciones inconmensurables en varios ríos amazónicos y el etnocidio de los pueblos indígenas de la cuenca del Xingu. Antonio Nobre muestra cómo una selva, con un papel insustituible en la regulación del clima del planeta, en los últimos 40 años ha sufrido una deforestación de 762,979 kilómetros cuadrados: como tres Estados de São Paulo o dos Alemanias. O el equivalente a más de 12 mil canchas de futbol deforestados cada día, más de 500 por hora, casi 9 por minuto. Sumando el área talada y el área degradada, alcanzamos
Leer “El futuro climático de la Amazonia” es una opción. Hágase un favor a sí mismo y reserve una hora o dos del día, el tiempo que dura una película, entre en Internet y lea las 40 páginas escritas en un lenguaje accesible que tiende puentes con diversos campos del conocimiento. la aterradora estimación de que, hasta 2013, el 47 por ciento de la selva amazónica puede haber sido afectada directamente por una actividad humana desestabilizadora del clima. “La selva sobrevivió durante más de 50 millones de años a volcanes, glaciaciones, meteoritos, deriva del continente”, escribe Nobre. “Pero en menos de 50 años está amenazada por la acción del hombre”. La Amazonia pone de relieve el momento de la historia en el que la humanidad dejó de temer la catástrofe, para convertirse en catástrofe. ¿Cómo es posible que esté sucediendo aquí y ahora e importe a tan pocos? Si no despertamos de nuestro sopor, nuestros hijos y nietos vivirán y morirán no con una Amazonia transformada en sabana, sino en desierto, con una gigantesca repercusión en el clima del planeta y en la vida de todas las especies. Para tener una idea de la magnitud de lo que estamos haciendo, por acción u omisión, por alienación, anestesia o automatismo, aquí van algunos datos: un árbol grande evapora más de mil litros de agua al día. Cada 24 horas, la selva amazónica lanza a la atmósfera, por transpiración, 20 mil millones
de toneladas de agua, o 20 billones de litros de agua. Para hacerse una idea comparativa, el Río Amazonas desagua en el océano Atlántico una cantidad menor: 17 mil millones de toneladas de agua al día. No es preciso ser científico para imaginar lo que le ocurriría al planeta sin la selva. Nobre afirma que ya no basta con reducir a cero la deforestación. Hemos alcanzado tal nivel de destrucción que es necesario regenerar la Amazonia. La selva no es el “pulmón del mundo” sino mucho más que eso: es su corazón. No es una frase sobrepasada y manida, sino un hecho científico. El mundo, no solo Brasil, necesita comprometerse en esta lucha: el científico defiende que, si no queremos alcanzar el punto de no retorno, deberíamos emprender –ya, ahora mismo– un esfuerzo de guerra que comenzase con una guerra contra la ignorancia. Hacer una campaña tan fuerte y eficaz como aquella contra el tabaco. Eso, claro está, si queremos seguir viviendo. En esta época de tanta conexión, en que la mayoría pasa casi todo el tiempo en vela conectado a Internet, existe una desconexión mortal con la realidad del planeta y de uno mismo. Como ciudadanos, la mayoría como mucho recicla su basura creyendo que ya hace un enorme esfuerzo, pero no se informa ni participa de los debates y de las decisiones de temas como el clima, la Amazonia y el medioambiente. En este y en otros sentidos, es como vivir en el “modo avión” del móvil. Un estar por la mitad, lo suficiente solo para cumplir con lo mínimo y no desvincularse por completo. Un contacto sin contacto, un toque que no toca ni se deja tocar. Un vivir sin vida. Es necesario sentir malestar. Sentirlo y no silenciarlo de las diversas maneras que existen, incluida la medicación. O como dice la pensadora estadounidense Donna Haraway: “Es necesario vivir con miedo y alegría”. Solo el malestar puede salvarnos. Ensayista brasileña*
Gavetas
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
7
Plano a mano alzada que anticipaba la construcción de la Avenida de las Américas capitalina, aparecido en el DCA del 2 de enero de 1951
Carlos Mérida en Italia DCA, 8 de enero de 1951. En Roma, Italia, ha quedado abierta desde el 2 de este mes, una exposición que recoge parte de la obra de nuestro excelente pintor Carlos Mérida, quien desempeña el cargo de agregado cultural de la embajada guatemalteca establecida en aquella república europea. Los comentarios que han sido vertidos en torno a
la característica obra de Mérida, son del todo interesantes y reflejan el aprecio que se ha sentido por su relevante personalidad. La exposición se encuentra abierta al público que la visita constantemente, en el local de la Asociación de Artistas Internacionales Independientes. Apadrinan este acto de cultura, Pablo Picasso, Jean
Biellefond, G. de Angelis, D’Ossat, Gino Severino, Leonello Venturi, Giorgio de Chirico y Felipe de Pisis, que forman el Comité de Honor. El Comité Directivo está integrado por Josef Jasema, presidente; Enrico Prampatini, vicepresidente; Pericli Fazzuni, Siegne Hammar, Nino Macari y Mario Mafai, consejeros.
8
Reporte en V
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
Academia de Lenguas Mayas
“Promovemos el idioma para sostener la cultura”
La cultura es una compleja red de intercambios cuya fuerza principal radica en la diversidad.
Christa Bollmann ese a la labor de promoción y difusión de los 22 idiomas nativos que realiza la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala (ALMG), persiste la preocupación de que estos se conserven, principalmente entre la población más joven de todo el país. El itzá y el uspanteco son, a decir de Andrés Hernández, presidente de la institución, los más propensos a desaparecer. La labor principal de la Academia es abogar por la conservación de los idiomas vigentes en las comunidades lingüísticas del país. No fue sino hasta 2003, mediante un Decreto Legisla-
tivo y una Reforma de la Ley de la Academia de Lenguas Mayas que se reconoció el chalchiteko como un idioma más. La mayoría de adultos jóvenes de origen maya, entre los 20 y los 35 años de edad, conservan su idioma materno, pero en la Academia existe preocupación de que sus hijos no lo hagan. En palabras de Hernández: “La mayoría de la gente habla el idioma pero no lo escribe. Por ello, uno de los trabajos principales de la ALMG es enseñar a leer y a escribir en cada una de las 22 comunidades lingüísticas”. En cada oficina de esta institución, hay un centro de enseñanza y aprendizaje de idiomas, tanto para conocerlos en su versión oral como
escrita. Aun así, la tarea no es fácil: “Las personas que residen en algún municipio cercano a la ciudad de Guatemala, por ejemplo, han dejado de hablar en su idioma materno”. En San Juan o San Pedro Sacatepéquez, por ejemplo, que están más cerca de la ciudad de Guatemala, predomina el español. Quien llega a la capital, va al trabajo o al estudio y en todas partes usa solo el idioma español. Así, el número de hablantes de lenguas mayas disminuye, sobre todo entre los niños y las niñas. Otro fenómeno que llama la atención al presidente de la Academia es que con más frecuencia, el español es el idioma materno de los hablantes más pequeños. “Debería de ser el idioma maya, pero ahora es el español. Los hijos de la generación adulta joven empezaron a hablar en idioma español y no en maya”.
Una labor difícil
Si bien la Academia realiza investigaciones y campañas dirigidas a la población de todo el país, y hace énfasis en la importancia de conservar los idiomas maternos, su capacidad de incidir es limitada: “Somos la academia rectora de los 22 idiomas , pero no podemos ir a la casa de cada uno, a sentarnos con cada persona de 5 a 10 horas para decirles a los padres que hablen con sus hijos en el idioma maya. Lo más que podemos hacer es sensibilizarlos por los medios de comunicación”. La mayoría de comunidades cuentan con programas radiales en idioma maya para tratar diversos temas. Los hay en cada comunidad lingüística, tanto en radios comunitarias como comerciales. Andrés Hernández es originario de San Juan La Laguna en Sololá, pero el programa de radio en el que participa tiene una cobertura más amplia, y por ello, en algunos casos, “pagamos por hablar”, dice. “Mi lengua maya es el tzutujil. La emisora de radio en FM está en Santiago Atitlán, pero tiene cobertura en todo Sololá, en parte de Xela (Quetzaltenango) , Escuintla, Chimaltenango y Totonicapán, entre otros departamentos. Desde allí se invita a todos los padres y madres de familia, para que les enseñen a hablar a sus hijos en tzutujil, pues el idioma es el elemento que sostiene una cultura”. La radio sigue siendo en el interior del país un pilar para promover el uso de idiomas mayas en las comunidades. A decir de Hernández, en los últimos 6 o 7 años se ha tenido un avance de la cobertura con ese fin, en los medios de comunicación. La radio ha logrado que los adultos jóvenes estén más conscientes de hablar el idioma de su comunidad. De acuerdo con la experiencia del presidente de la ALMG: “Los jóvenes, hombres y mujeres, cuando venían a la ciudad capital, hablaban en español, aun cuando en su comunidad hablaban el idioma maya y aunque ambos fueran del mismo municipio y aun cuando crecieron hablando idioma maya, al llegar aquí a la ciudad, hablaban solo español. No sé si por el mismo ambiente de discriminación, ellos dejaron de usar su idioma en la capital”, recuerda. Pero ese fenómeno está desapareciendo, debido a que ya existe una academia lingüística”. Por medio de la radio, la población maya hace valer el derecho a conservar sus lenguas maternas como primer idioma. “Todos somos iguales en derechos, a todos se nos debe respetar y tenemos derecho de hablar en maya en cualquier medio, en cualquier espacio y a que
iernes
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
9
Fotos: Danilo Ramírez y archivo
se nos presten servicios en nuestro idioma”. Lo anterior, de acuerdo con la ley de idiomas nacionales.
Educación bilingüe necesaria
El que cada vez más personas estén reencontrándose e identificándose con su cultura, es un logro de las comunidades lingüísticas y de la Academia, pero el camino por recorrer es largo. La educación bilingüe intercultural, a decir de Hernández, aún no recibe suficiente atención: las políticas, y el currículo nacional base es un avance, pero hace falta mayor presupuesto. Además, todavía falta mucho para que el currículo se desarrolle en las aulas. La falta de material didáctico y de capacitación es uno de los principales reclamos de maestros y padres de familia”.
Quien llega a la capital, va al trabajo, a las universidades, y en todos los lugares usa solo el idioma español. Así, el número de hablantes disminuye, sobre todo entre los niños y las niñas.
La tarea central de la Academia de Lenguas Mayas es que las comunidades recuperen sus idiomas maternos, asegura su presidente, Andrés Hernández.
Aprender a hablar y a escribir en idioma maya debería facilitársele a quien quiera aprenderlo. Explica Hernández que “todos los idiomas cuentan con una gramática normativa. Quiere decir que todos los idiomas, en las 22 comunidades lingüísticas, tienen un alfabeto unificado, una forma de escribir correctamente cualquier palabra: verbos, sustantivos, adjetivos, pronombres, adverbios y todos los artículos y lo relacionado con la gramática está registrado. Ciertamente, advierte el académico: “Hay variantes dialectales, por ejemplo, en kaqchikel, la forma de pronunciar o de referirse a ciertos elementos varía de un municipio a otro. En esos casos se ha hecho primero la recopilación de información, la sistematización, el análisis y la discusión para tener una gramática descrita. En otros casos se ha hecho una comparación del idioma actual con el idioma registrado en algún documento, por ejemplo, del siglo XVI. Se ha consultado con los abuelos, se han hecho análisis de diferentes discursos con personas de diferentes edades. Ha sido un proceso que les ha tomado a los estudiosos mucho tiempo y recursos, sobre todo, para validar los datos y llegar a acuerdos. “A veces, el no ponerse de acuerdo genera conflicto, pero ahora podemos decir que se ha superado esa limitante por parte de la Academia. La gramática le sirve al maestro, le sirve al Organismo Judicial, le sirve a cualquier persona que se interese en leer y escribir en idioma maya”.
Diálogo para evitar conflictos
En Chichicastenango, se erigió un templo católico sobre un sitio ceremonial maya.
Evitar el conflicto es una razón de peso para conservar y usar el idioma maya en las comunidades. Hernández explica que en el interior de la República, el diálogo en idioma maya es una forma de resolver problemas. “Hace un par de meses fui a Huehuetenango, a un municipio donde el alcalde imparte justicia. No es así en otra parte. El resuelve conflictos utilizando el idioma maya. La gente entiende mejor, escucha mejor, se siente muy bien al ser escuchada por la autoridad cuando habla en su idioma. En las comunidades, cuando se produce un conflicto, las familias acuden a los consejos:
10
iernes
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
ellos que trabajamos desde la Academia. Todos somos corresponsables del desarrollo, o de la desaparición, incluso del rescate de la lengua maya”.
Los más amenazados
El sentido de pertenencia va más allá de los códigos cifrados del vestuario.
“Se llama al abuelo, se llama a un principal del pueblo o, a veces, se acude a la iglesia”. Se supone que en la iglesia se plantean y se resuelven las situaciones de manera armónica y económica. El presidente de la Academia hace énfasis en no confundir el derecho maya con los linchamientos. “Es un ordenamiento, son consejos, correcciones y diálogo en su propio idioma”. Eso, además, dice Hernández, “contribuye, representa un ahorro para el Estado, porque muchas veces (los casos) no llegan al Organismo Judicial ni se resuelven ante un juez, sino en familia, en una comunidad y eso representa un ahorro para el Estado”. Al conversar acerca de las razones por las que algunos idiomas se conservan menos que otros, Hernández hace un poco de historia. “No había buena receptividad ni del idioma maya, ni del español. Mi abuelo, por ejemplo, estuvo participando en Patzicía, cuando se abrió la carretera entre Patzún y Godínez en los años 1940-44. En ese entonces la población era fuertemente discriminada y explotada. El idioma jugaba un papel muy importante”, recuerda. Por otra parte, “Ahora a nosotros, a esta edad –30 o 35 años- se nos ha dicho: hay que aprender el idioma español. A ellos, se les dijo incluso desde la iglesia: lo que hay aquí no sirve, no vale. Fray Diego de Landa quemó todos los libros, pues decía que eso era del demonio, que no servía”. Y su experiencia, los abuelos, la pasaron a sus hijos y les dijeron: muchá, hablen español porque a nosotros nos dijeron que el idioma maya no sirve. Luego vino mi generación y después la más joven. Conozco niños de 11, 12, 15 años de edad que hablan perfectamente bien el idioma maya, pero de 10 para abajo, sí escuchan pero les cuesta hablar, y cuando uno va en la calle pareciera que hay necesidad de hablarle en español al niño o niña de 5 o 6 años y no en idioma maya. Es con
Tres jóvenes empiezan a hablar solo en idioma maya itzá, se van a vivir con familias itzáes, durante un tiempo la escuchan y aprenden, desde qué es una piedra, un vaso, una silla, etcétera.
Las mujeres constituyen un factor determinante de la economía y de la preservación y transmisión del lenguaje.
El mam, el kekchí, el quiché y el kaqchikel siguen siendo los cuatro idiomas mayoritarios, pero a decir de Andrés Hernández, “ El idioma itzá es el más fuertemente amenazado por dos razones: los itzáes fueron los últimos vencidos por los españoles, y fue en su comunidad lingüística, en San José y San Andrés, Petén, donde se concentró la guerra. Pero no solo se exterminaba el idioma, también el sistema de vida”. La preocupación de los abuelos en esos municipios es grande: “ He estado allí y he platicado con los abuelos, es una verdad que no puedo ocultar: hay que invertir más en el idioma itzá. Actualmente, solo por poner un dato, en la comunidad itzá las personas de 70 años en adelante hablan el idioma, pero no así la gente más joven que lo entiende pero no lo habla”. En la oficina de la Academia en aquella comunidad están enseñando a leer y a escribir, pero este año se inició un proyecto más ambicioso: “Se llama de inmersión total, en donde les enseñamos principalmente a los jóvenes. Por medio de un plan piloto, tres jóvenes empiezan a hablar solo en idioma maya itzá, se van a vivir con familias itzáes, durante un tiempo la escuchan y aprenden, desde qué es una piedra, un vaso, una silla, etcétera”. Hernández espera que el programa sea visto con buenos ojos, no solo por la Academia, sino por las comunidades y otras oficinas locales de enseñanza de idiomas mayas. Por ahora existen programas similares, con personas mayores de la comunidad chortí, cerca de Chiquimula. Primero, el itzá y luego, por el número de hablantes, el tektiteko, similar al mam, y el uspanteko, que son los tres idiomas en mayor riesgo. Este último, porque se habla en un solo municipio, y es muy cercano al idioma quiché. Desde el punto de vista de quien preside la ALMG, “todos los idiomas están amenazados de alguna manera porque no se promueve entre los niños su lengua materna. “Ahora es el español cuando debería de ser el idioma maya”. Hernández confía en que el Estado y los gobiernos le pongan interés a una cultura milenaria: “La cultura maya es única en el mundo, igual que esos conocimientos, y su sabiduría ancestral, la filosofía, la ciencia, la tecnología se guardan por medio del idioma, por eso el interés de preservar los idiomas ancestrales. Además, tiene mucho que ver con el medioambiente, la agricultura, la salud y la seguridad. Este idioma no hay que verlo solo como un espacio o un ámbito. El idioma es un eje transversal, por lo que debería haber mayor preocupación por parte del Estado”. “Estamos formando el futuro de Guatemala: niños y niñas, con ellos se puede conservar la cultura y las costumbres. Es importante que los hijos de estos niños, dentro de 50 años, también conozcan un idioma maya y su cultura. Y lo anterior sin olvidar la conservación de otros idiomas como el yucateco y el xol, registrados en la epigrafía. Esta epigrafía también es un idioma, el de los jeroglíficos que son de la familia lingüística del itzá y el mopán”. Por ello, reitera Hernández: “ Todos somos corresponsables del desarrollo o de la desaparición de los idiomas mayas”.
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
Contando el tiempo
11 Fotos: Archivo
Una larga tradición de Crucificados
Escultura de Cristo atribuida a Quirio Cataño y conocida como “El Señor de Esquipulas”.
Marco Antonio V. Farfán* omo parte de un trabajo para la Maestría en Historia del Arte de la Escuela de Historia de la USAC, realizado con las arqueólogas Luz Midilia Marroquín y Zoila Rodríguez, se pudo explorar el tema de los crucificados de los siglos XVI y XVII. Rodríguez se ha especializado en la investigación del Calvario de la Cripta del conjunto dominico de Antigua Guatemala, desde su hallazgo hasta la actualidad, y es su tema de tesis magistral. La tarea consistió en rastrear pistas para encontrar imágenes que pudieran haber inspirado la escena de la crucifixión de la cripta. El indicio más importante fue brindado por Rodríguez, que en un artículo publicado en 2012, menciona que los dominicos fundadores de la orden en Guatemala provenían de Salamanca (Rodríguez, 2012). Se utilizó la arqueología del saber, que de un modo muy sintético y simplista, se puede explicar como el intento de reconstrucción del conocimiento de un evento, escudriñando el interior de los sucesos que pudieron hacerlo posible (Foucault, 1979); y la heurística, como método de investigación de documentos antiguos. Los datos localizados a la fecha incluso brindan sugerencias para comprender la presencia del Cristo Negro de Esquipulas. Hay que partir de la evangelización cristiana durante la Colonia y revisar los pasos de los primeros misioneros, porque fue el proceso que remodeló la imaginería sacra de Guatemala,
La Basílica del Santo Cristo de Esquipulas está de fiesta por su día, pero ¿el Cristo negro es solo otra venerada escultura o es parte de una antigua práctica? Hoy en día existe la práctica de tomar al arte antiguo como documento, para examinarlo y reconstruir el momento social y cultural en el que fue creado.
12
iernes
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015 Foto: Zoila Rodríguez
que de algún modo sentó las bases de la iconografía de los siglos posteriores. Los principales antecedentes comienzan con la fundación de las órdenes religiosas, sobre todo la dominica y la franciscana, a principios del siglo XIII en Europa. Los dominicos son de los primeros en llegar a América, y su esquema didáctico pudo influir grandemente en el arte local porque la mayoría de sus frailes procedían o tenían formación del Convento de San Esteban de Salamanca, que quedó consagrado, casi desde sus comienzos, como centro de estudio y docencia de la teología, en 1299 cuando se estableció como centro de Estudio General de los Dominicos de España (Hernández y Ramírez, 2000). En 1493, un año después del descubrimiento de América, el papa Alejandro VI, mediante las bulas Inter Caetera y Eximiae Devotionis, declaró a los reyes castellanos “señores” de las tierras descubiertas, con plena, libre y omnímoda potestad, autoridad y jurisdicción para cristianizar a los nativos (García, 1993), lo que facultó a los religiosos para ir en pos de las nuevas colonias.
La cruz dominica
Fray Domingo de Betanzos fue un personaje significativo, que provenía del convento de San Esteban de Salamanca, y perseguía implantar el modelo salmantino en los conventos que fundaba; aunque llegó primero a La Española en 1513, con el escudo dominico que tiene en el centro la imagen de la cruz; y el estandarte de la evangelización de las Indias Occidentales, que mostraba un barco con un misionero y un Cristo crucificado al frente. Luego este dominico se desplazó hacia el Virreinato de Nueva España donde fundó la casa de Santo Domingo de México en 1526 y el eremitorio de Santa María Magdalena de Tepetlaoxtoc en 1527, donde ordenó que se pintara el mural de las escenas de la Pasión de Cristo. En aquel entonces el obispado de Santiago de Guatemala estaba subordinado al Arzobispado mexicano, por lo que todas las órdenes mendicantes pasaban de la Nueva España hacia los territorios subsidiarios. No es de extrañar que en 1529 arribara la primera comitiva dominica a Guatemala en la que venían Francisco de Mayorga y Domingo de Betanzos (Tinajeros, 2003).
Cripta del Calvario que se localiza en el Convento de Santo Domingo, en Antigua Guatemala.
Fray Domingo de Betanzos fue un personaje significativo, que provenía del convento de San Esteban de Salamanca, por lo que perseguía implantar el modelo salmantino en los conventos que fundaba. Durante el vicariato de Betanzos (15261548) en México sucedió el milagro del llamado “Cristo del Noviciado”: el fraile quería que Cristo crucificado fuera el maestro de los novicios y resultó que un par de indígenas fueron a regalar un crucifijo bien tallado, cosa difícil de conseguir en aquel momento porque la tierra estaba recién conquistada y aún no contaba con grandes artífices; los emisarios dijeron que la habían copiado del que estaba en el oratorio del Marqués del Valle y luego de entregarlo no se les volvió a ver (Fernández, 1994). El cronista Antonio de Remesal reporta que otros frailes dominicos venidos de España traían, entre
Grabados europeos que sirvieron de inspiración para crear los Cristos mesoamericanos.
otras cosas, libros y la consigna de implantar el régimen salmantino en el convento de Santiago de Guatemala en 1553 (Remesal, 1932-33), apenas 10 años después de haberse refundado la capital del reino en Panchoy, hoy Antigua Guatemala. En el proceso de la investigación documental, apareció otra vertiente de información que indiscutiblemente forma parte del contexto dentro del que posiblemente surgió el Cristo de Esquipulas y el Calvario de la cripta dominica de Antigua. Resulta que desde inicios del siglo XVI se realizaron una serie de esculturas asociadas con Cristos crucificados o calvarios que se extendió entre México y Guatemala. Algunos de estos son representados con piel muy oscura o negra, de tal modo que algunos investigadores mexicanos han sugerido que puede tratarse de la reinterpretación de alguna deidad mesoamericana de tez negra (Almela, 2010; Rivas, 2008). Si este fuese el caso, para localizar con más precisión al presunto dios mesoamericano de piel oscura, habría que indagar entre las figuras míticas masculinas prehispánicas asociadas con el ampliamente difundido símbolo estilizado del sagrado árbol cósmico (o Quincunce), cuya forma es cruciforme (como se aprecia en la lápida funeraria de Pacal en palenque, Chiapas); pero este es otro tema que quedará para exploraciones futuras. Otro posible rasgo prehispánico de estos Cristos negros puede ser que algunos están asociados con apariciones milagrosas en cuevas o cavernas, como el Cristo de Chalma del Estado de México y el mismo Cristo de Esquipulas (Barillas, 2009). Esa podría ser la razón de el porqué haya preferencia por representar calvarios y no otra escena de la vida de Jesús en algunas criptas de la antigua ciudad de Santiago. El Santísimo Cristo de la Buena Muerte es una talla del siglo XVII anónima, de un
iernes
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
A la fecha se han localizado por lo menos una docena de Cristos realizados entre el siglo XVI y XVIII (Almela, 2010; Barillas, 2009; Rivas, 2008; Urquizú, 2014)* Santo Cristo de Chalma, 1539, Estado de México, México. Cristo del Noviciado, 1540, Convento Dominico, México D.F. Cristo Negro de Xido, 1543-1559, Señor del Hospital de Salamanca, Guanajuato, México. Señor de la Preciosa Sangre, s. XVI, Tezontepec, Hidalgo, México. Cristo Negro de Esquipulas, 1594, Esquipulas, Guatemala. Santo Cristo del Cerezo, s. XVIII, Pachuca, Hidalgo, México. Cristo Negro del Encino, s. XVIII, Triana, Aguascalientes, México *Además el Señor de San Román, Campeche; Señor de Tila, Chiapas; Señor de Mapimí, Chihuahua; Señor del Venado, D.F; Cristo de Caña, Oaxaca; Cristo del Veneno, Catedral, México D.F. que no pudieron ser explorados pero prometen formar parte del contexto de Cristos mesoamericanos.
crucificado que se venera en el Convento de San Esteban de Salamanca, España, que dio origen a la hermandad del mismo nombre, es procesionado el Viernes Santo en la madrugada (Blázques y Monzón, 1992). Posiblemente por esta razón en la cripta dominica (también del siglo XVII) hay un calvario, para que el Cristo de la buena muerte asista a los que son velados y enterrados en ella. La iconografía de los crucificados tampoco era cosa nueva. Ya desde el siglo XIII en España, Alemania, Flandes, Italia, Francia y el resto de Europa se tenía una larga tradición de imprimir, por medio de la técnica de la xilografía y después de la imprenta, varios misales, catecismos, retóricas, pasiones, que mostraran diferentes escenas de la vida de Jesús de Nazaret. La mayoría fue creada por artistas de la época, porque la Biblia no menciona con detalle las circunstancias de cada momento. Incluso la indumentaria de los protagonistas de los dibujos quedó establecida casi desde ese momento tan temprano. Uno de los importantes documentos antiguos, que muestra rasgos bastante parecidos a los del conjunto del Cristo de Esquipulas, es la “Passio Domini” de Heinrich Von Friemar, que formó parte de la “Biblioteca Colombina” (en Sevilla, España), fundada entre 1509 y 1539 por Hernando Colón (hijo de Cristobal Colón). Esta Pasión fue editada a finales del siglo XV y principios del siglo XVI en la imprenta de Oppenheim, y años después de algún modo fue a parar a la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias y Abadía del Sacro Monte, en Granada, España (García, 2010). *Arqueólogo
Escultura asociada con una leyenda que involucra la aparición en una cueva Escultura en una cripta o en contexto similar a una cueva.
Mapa que muestra la distribución de algunos de los Cristos localizados. La simbología explicada en el cuadro, representa esculturas asociadas con apariciones en cuevas o criptas. Dibujo de Marco Antonio Valladares, 2014.
Documentos impresos
Otro de los documentos de gran valor es un misal impreso por Hagenbach. Pedro Hagenbach era un alemán que llegó a Valencia en 1493 y luego se trasladó a Toledo entre 1497/98, donde trabajó como impresor hasta 1502. Dentro de su obra destaca la “Historia de la Passio”, “Hores de la setmana sancta”, el “Missale Toletanum”, el “Missale Mozarabicum”, “Auctores octo” y otros libros menores. Los misales fueron encargados por el Arzobispo toledano Jiménez de Cisneros, quien fuera Cardenal Primado de España y regente de Castilla en dos ocasiones, cargos que ocupó entre 1492 y 1517. Es de gran interés el misal mozárabe, porque contiene un grabado en madera de la crucifixión, publicado en 1500, además de ser el documento oficial de la máxima autoridad católica de España; se sabe que hizo varias copias (Méndez, 1976), posiblemente para distribuir entre las entidades o parroquias más importantes de la época en la que él presidió. También se tuvo acceso a la Biblioteca de la Universidad de Salamanca, que ahora posee el archivo bibliográfico histórico del Convento de San Esteban de Salamanca, para verificar si entre sus libros existía alguna copia de las pasiones de Durero, que se ha planteado como inspiración de la plástica escultórica guatemalteca (Urquizú, 2014). Únicamente se encontraron 3 libros de este autor, que datan de los siglos XVI y XVII: Clarissimi pictoris et geometrae, 1532; Pictoris et architecti praestantissimi, 1535; Institutionum geometricarum libri quatuor, 1605. Es posible que todos estos antiguos grabados que datan del siglo XIV y XV, ampliamente conocidos por la cúspide eclesiástica española, hayan inspirado a los misioneros que en el siglo XVI y XVII trajeron a Guatemala la iconografía que se plasmó en pinturas y esculturas de la época. Los grupos del poder católico peninsular eran, además, los comandantes
de la contrarreforma y la escolástica. En este contexto es poco probable que los grabados de Durero hayan sido los modelos de los Cristos, aunque no se descarta. Hay algunas razones para suponer esto: Durero tenía cierta admiración pública por Lutero, incluso lo quería dibujar; plasmaba algunos gestos considerados heréticos por los católicos (como las representaciones eucarísticas), su trabajo estaba en Flandes en el siglo XVI cuando este reino entró en guerra con España, no le gustaba que copiaran su trabajo e incluso demandó a un artista italiano por copiar sus grabados. (Price, 2003). Tampoco pudo influir mucho la Retórica de Valadéz, porque éste la editó en Perugia (Italia) en 1579, hay muy poco tiempo para que el libro haya sido llevado a una de las capitales españolas importantes y redirigido a América. Además, algunos investigadores mexicanos han propuesto que el libro estaba destinado al público culto de Europa que sabía latín, para informales de la labor de los misioneros en el Nuevo Mundo (Fernández, 2007). Como sucedió con otros procesos en Guatemala, posiblemente las imágenes de las antiguas xilografías y grabados se mezclaron con imaginarios prehispánicos de deidades masculinas asociadas con símbolos cruciformes, cuevas o pieles oscuras (sino negras). Esto ya había sucedido en otros casos, como lo propuso Gruzinski con la Virgen de Guadalupe en “La guerra de las imágenes” (Gruzinski, 1994). Dentro de este rico contexto surge el Cristo de Esquipulas y los otros crucificados que se han localizado. Pero el trabajo apenas empieza, aún hay muchos documentos antiguos que revisar. También hay que esperar los resultados de la investigación de la arqueóloga Rodríguez, que seguramente aportarán luz a esta larga tradición de crucificados en Guatemala.
13
14
Tragaluz
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015 Fotos: EFE
En el otoño de su vida, el Premio Cervantes de Literatura 2005, Sergio Pitol, sigue pendiente de la actualidad literaria e informativa a pesar de que una enfermedad le dificulta el habla y la escritura. Hospitalario y amable, el escritor, traductor y diplomático, aceptó ser entrevistado.
El escritor mexicano, Sergio Pitol en su despacho de Xalapa, Veracruz.
Sergio Pitol
El futuro del lenguaje está ligado al nuestro como especie
Édgar Ávila Pérez* n la entrevista, Sergio Pitol se lamentó de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal (de magisterio) de Ayotzinapa, en el estado mexicano de Guerrero, el pasado 26 de septiembre. Un caso que ha conmovido a la opinión pública internacional y que él califica como “la tragedia más grande de las últimas décadas”. En el aspecto literario, consideró que varias de las grandes plumas de su generación, como el colombiano Gabriel García Márquez, el argentino Juan Gelman o el mexicano José Emilio Pacheco, recientemente fallecidos, dejaron “una obra riquísima que transformó el lenguaje de raíz”.
El legado
Rodeado de dos grandes perros, “Homero” y “Lola”, que el autor de “El arte de la fuga” acogió tras sacarlos de un refugio de animales, Pitol se mueve como pez en el agua en su laberíntica vivienda, a pesar de sus casi 82 años. Sube y baja escaleras, camina por pasillos y recorre los rincones de un espacio poblado por 12 mil libros y objetos que le recuerdan a sus amistades, su vida de nómada y el Premio Cervantes de Literatura. En su dormitorio cuenta con una enorme librería donde están todas sus obras escritas en español y traducidas al italiano, ruso, inglés, húngaro, chino, polaco y árabe.
iernes
Guatemala, viernes 16 de enero de 2015
No le importa confesar que todos sus libros los escribió a mano y en papel, porque siempre ha considerado que el lápiz “es una extensión de su brazo y de sí mismo”. La máquina de escribir y, luego, la computadora, “fueron solo un instrumento para trasladar mis obras a las nuevas tecnologías”, relata. Para compensar su disfasia, una patología que le causa una severa dificultad para articular palabras, pese a lo cual está “cabalmente lúcido y consciente de su voluntad y de sus actos”, según sus allegados, el escritor responde por escrito a las preguntas, aunque esa tarea tampoco resulta ya sencilla para él por esa enfermedad. ¿Cuál considera que es su mejor obra y por qué? Siempre se está bastante inseguro de lo que se ha escrito. Hasta la fecha, para las nuevas ediciones de mis libros, sigo haciendo cambios, correcciones. Existen escritores que al publicar un libro lo consideran algo ya definitivo, a lo que no puede movérsele ni una coma. Yo creo que ese trabajo no termina nunca. Dicho esto, y por el placer que sentí al escribirlos, yo diría que los libros con los que me siento más a gusto son “El desfile del amor”, “Domar a la divina garza” y la “Trilogía de la memoria”. ¿Algún proyecto que se le haya quedado en el tintero? Desde hace ya algunos años padezco una enfermedad del lenguaje que me dificulta enormemente la escritura. Justo cuando comenzó, trabajaba en una novela que llevaría por nombre “El triunfo de las mujeres”. La novela estaba ubicada en una época inmediatamente anterior al Segundo Imperio (cuando gobernó Maximiliano de Habsburgo en México, entre 1863-1867) y los personajes eran un indio del norte, un apache, una enanita que cantaba y bailaba, trapecista en un circo donde era la estrella principal, y su madre, la esposa de un político importantísimo.
El porvenir de la palabra
¿Qué opina del futuro del leguaje, ese que usted defendió y promovió tanto? Pedro Salinas escribió que el hombre hizo el lenguaje; pero que luego, el lenguaje con toda
su complejidad de símbolos, contribuyó a hacer al hombre. El futuro del lenguaje está ligado a nuestro futuro como especie. Podrán tratar de banalizarlo, de prohibirlo, de aniquilarlo con una retórica carente toda de imaginación, pero este siempre resurgirá, se transformará a cada paso, constituyendo el espejo más fiel de los cambios del hombre. ¿Las redes sociales, como Twitter y Facebook, modificarán para siempre el lenguaje como lo conocimos? Me parece que vivimos en una época sepultada por la cantidad inverosímil de información que se mueve diariamente. Creo que una de las labores más importantes para las generaciones que vienen, será precisamente acotar, definir, crear una sintaxis para ese idioma salvaje que es Internet.
Las letras hispanas
Grandes figuras de su generación, como el colombiano Gabriel García Márquez y el poeta argentino Juan Gelman, han partido de este mundo, ¿qué fue lo mejor que nos dejaron? Sobre todo, una obra riquísima que transformó el lenguaje de raíz. A esa lista habría que agregar, por supuesto, a José Emilio Pacheco y a Carlos Monsiváis. ¿En el panorama literario latinoamericano actual ve un relevo y en qué escritores? Admiro la poesía de Aurelio Asiain, las obras de Sergio Ramírez, Juan Villoro, Mario Bellatin, Rodrigo Rey Rosa, Juan Gabriel Vázquez, Horacio Castellanos Moya y César Aira (autor de una de las literaturas más jóvenes de la lengua).
Estudiantes desaparecidos
¿Cómo ve a las nuevas generaciones de jóvenes y su papel en la sociedad? El papel de los jóvenes siempre es determinante para cualquier época. Durante los últimos meses hemos sido testigos de su fuerza, de su poder para movilizar a una sociedad que se encuentra en un momento muy delicado. Su
El escritor mexicano Sergio Pitol junto a la que considera una de sus mejores obras: El arte de la fuga.
labor más importante, me parece, es no olvidar el pasado histórico, político, cultural de su país (el que sea), sino extenderlo, abrirlo a posibilidades nuevas. ¿Cuál es su opinión de lo sucedido con los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa y lo que generó posteriormente? Es, sin duda, la tragedia más grande de las últimas décadas. Como el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) en 1994, Ayotzinapa significó el resquebrajamiento de la imagen (que se encontraba, en este caso, en la mente de nuestros políticos) de un país de reformas que avanzaba hacia el progreso, la estabilidad. La muerte de esos estudiantes vino a recordarnos, una vez más, lo lejos que estamos de ese país idílico en donde dicen que vivimos; lo enterrados que estamos en la corrupción, la estulticia y la podredumbre. *Efe
Pitol en corto En rincones insospechados de la morada del escritor aparecen recuerdos de sus viajes por París, Varsovia, Budapest, Italia, Moscú, Praga, Roma, Pekín y Barcelona. Emocionado, muestra imágenes que evocan aquel año 2005, cuando recibió el Cervantes de manos del Rey Juan Carlos de España, posa para el fotógrafo junto a baúles de viaje y se despide afablemente desde el balcón de su vivienda. Pero antes, accede generoso a responder a un breve cuestionario sobre sus gustos personales. ¿Su libro de cabecera? “La novela de una novela”, de Thomas Mann, que leí siempre antes de empezar la escritura de un nuevo libro. ¿Su libro favorito? Los de Cervantes, Dickens, Tolstói, Benito Pérez Galdós, Chéjov, Borges, Rulfo y Augusto Monterroso. ¿Una película? “Ser o no ser” y “Problemas en el paraíso”, ambas de Ernst Lubitsch. ¿Un actor o actriz? (Marlene) Dietrich y (Greta) Garbo. ¿Una canción? Cualquier aria de “Las bodas de Fígaro”, de Mozart. ¿Un o una cantante? Maria Callas. ¿Un personaje histórico? - De México, (Miguel) Hidalgo, (Benito) Juárez, (Venustiano) Carranza, (Pancho) Villa y (Lázaro) Cárdenas. ¿Un país? Italia.
15