Guatemala, 22 de enero de 2021 AĂąo 7 No. 352
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Frutas y verduras
inmunolĂłgicas
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Editorial La riqueza invaluable del subsuelo —como tratamos de mostrar en este número—, está indisolublemente ligada a la permanencia en el planeta de las más diversas formas de vida que lo habitan. De acuerdo con las estimaciones aquí citadas, un ínfimo gramo de suelo es capaz de hospedar incontables organismos que hacen posible afirmar que este no solo sostiene y contiene la materia de la que estamos hechos, sino que da sustento a la esperanza de que un mundo mejor es posible. Como los demás ocupantes temporales de esta roca azul llamada Tierra, somos aire, fuego, agua y suelo al mismo tiempo. De ahí que lo que llamamos vida sea una incesante transición entre una condición y otra. Ora somos hielo, ora nube o gota cristalina. De la ceniza saltamos a la luz y de allí a los renacimientos. Maná del cielo somos, fruto prohibido, pulpa y semilla. Gracias al tiempo, transitamos nuestra metamorfosis aferrados a la esperanza, ese otro contenido esencial de la materia. Y si, tal como sugiere nuestra portada, también estamos hechos de frutas y verduras, por ejemplo, qué
Pedro Henríquez Ureña
Historia de la cultura en la América hispánica ENCILL A y breve, como concebida para fines didácticos, esta obra —la última— del pensador dominicano Pedro Henríquez Ureña (1884-1946) encierra en limitadísimo espacio el entero panorama cultural de la América hispánica. Encontramos expuesta en forma sucinta y exacta, con minuciosa claridad, la suma de los conocimientos y las conclusiones en que el autor basaba su firmísima creencia en la significación y continuidad de la cultura hispanoamericana. La considera aquí en los aspectos político-social y del pensamiento y su expresión: lengua, literatura, filosofía, ciencia y arte. Presenta a la América hispánica desde el choque de civilizaciones que fue la Conquista hasta nuestros días, y concluye con una ojeada, de segura esperanza, al futuro.
mejor lugar que este suelo que amamos para florecer y fructificar en él incansablemente.
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línea más grande del mundo, cumplió 20 años el 15 de enero pasado. Este aniversario conmemora dos décadas
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de esfuerzo global para apoyar al conocimiento libre, a la colaboración abierta y a la confianza en la internet.
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Semblanza Pedro Henríquez Ureña
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Enciclopedia libre
El escritor, filósofo, filólogo, periodista y crítico Nicolás Federico Henríquez Ureña, representante del movimiento Modernista, nació el 29 de junio de 1884, en Santo Domingo, República Dominicana y falleció el 11 de mayo de 1946, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Pasó su infancia rodeado de un ambiente intelectual, y tras acabar sus estudios secundarios, vivió en EE. UU., Cuba, México, España y Argentina, completando su educación universitaria e investigando y trabajando como profesor y conferencista, mostrando sus grandes dotes de humanista. Con 20 años, en Cuba, escribió su primera obra titulada Ensayos críticos. Posteriormente a esta etapa y en EE. UU., donde aprendió inglés, obtuvo un máster y un doctorado en Letras. A principios de los años 20, es nombrado director general de Enseñanza Pública y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) colaborando con la revista Savia Moderna. Tras esta etapa, colaboró con el Centro de Estudios Históricos de Madrid, junto a Ramón Menéndez Pidal y fue uno de los grandes impulsores de la Revista de Filología Española. Recibió la cátedra Charles Eliot Norton de la Universidad de Minnesota, donde permaneció hasta su vuelta a Hispanoamérica. En 1925 vivió en Argentina, siendo profesor de las universidades de Buenos Aires y La Plata. A finales de 1931, regresó a Santo Domingo a ocupar la Superintendencia de Enseñanza pero dos años después volvió a Argentina, sin lograr poner en marcha su programa educativo. De vuelta a Argentina fundó la Universidad Popular Alejandro Korn dirigiéndola desde 1937 hasta su fallecimiento. En 1940, fue corresponsal del Heraldo de Cuba y durante esta época dio clases en las universidades norteamericanas de Minnesota, Chicago y California e invitado especial de la Universidad de Harvard para dictar la prestigiosa cátedra Charles Eliot Norton. En alguna de sus obras utilizó el seudónimo E.P. Garduño, destacando la obra escrita en 1925, La utopía de América. En su país la prestigiosa Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, precisamente, lleva su nombre, así como lo lleva la Biblioteca Nacional de República Dominicana.
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Ada Blackjack:
una mujer en el Ártico
El 19 de agosto de 1923, una gélida noche se extendió sobre la isla de Wrangel, a 160 kilómetros al norte de la costa de Siberia. Mientras un espeso manto de niebla cubría el sombrío paisaje ártico, Ada Blackjack se sentó envuelta en una gruesa parka de piel de reno, a preparar su exigua cena. Ellie Cawthorne* ABÍA LLEGADO a la isla dos años antes como costurera adjunta a un grupo de exploradores del Ártico. Pero la desafortunada expedición había estado plagada de enfermedades y mal tiempo, y ahora ella era la única de los cinco miembros que quedaba con vida. Tras su comida esa noche, Ada escuchó un ruido desconocido. Decidiendo que debía haber sido “un pato o algo así”, se retiró a su tienda de campaña y trató de dormir. A las 6 de la mañana del día siguiente, volvió a escuchar el sonido, pero esta vez, “sonó más como el silbido de un barco”. Blackjack tomó sus binoculares y salió corriendo. Efectivamente, en la distancia vio una goleta, con sus tripulantes vagando por la orilla. Finalmente, la salvación de Blackjack había llegado, su terrible experiencia de dos años había terminado.
Acto de desesperación
Con menos de 1.5 metros de estatura, sin experiencia en expediciones, poco deseo de aventuras y un miedo paralizante a los osos polares, Ada Blackjack era una candidata poco probable para la exploración del Ártico. Nacida en 1898, fue criada por misioneros metodistas en la dura ciudad de Nome, en Alaska.
Ada Blackjack estaba desesperada pues quería tener a su hijo cerca.
Si bien muchas personas iñupiat (un grupo indígena de Alaska) estaban bien versadas en la supervivencia del Ártico, estas habilidades nunca se consideraron necesarias en la educación misionera de Ada, a quien, en cambio, le enseñaron a limpiar, cocinar y coser. Pero en 1921, Blackjack, de 23 años, era una madre soltera divorciada e indigente. Después de que su abusivo esposo la abandonó, luchó desesperadamente para mantener a su pequeño hijo, Bennett, que sufría de tuberculosis. Pero mantenerlo sin ayuda se había vuelto imposible, y Blackjack se vio obligada a internarlo en un orfanato. Necesitaba desesperadamente dinero para poder reunirse con su hijo cuando un barco llamado Victoria llegó a Nome. Proveniente de Seattle, transportaba a cuatro jóvenes encargados de una misión abrumadora. A instancias del célebre explorador canadiense Vilhjalmur Stefansson, se dirigían a la
remota isla Wrangel. El equipo planeaba vivir en la tierra deshabitada durante dos años y reclamar el territorio para el Gobierno británico.
Los miembros de la expedición
w Allan Crawford Con solo 20 años y sin experiencia, Allan Crawford era el líder de la expedición. Fue elegido porque era canadiense, lo que lo convertía en ciudadano británico, necesario para reclamar la isla a nombre de la Corona. Stefansson le escribió a su joven capitán antes de la misión: “Aunque tengo confianza en ti, estás al mando por el accidente de ser británico (...) lo más sabio que puedes hacer es seguir los consejos de tus hombres experimentados”. w Frederick Maurer El estadounidense Fred Maurer no era un novato en el helado norte. Siete años antes, el joven de 28 años incluso había pasado un tiempo en la isla Wrangel, en
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Ada Blackjack en el centro de esta foto con los otros miembros de la fatídica expedición.
¿El destino? Esa isla que puedes ver debajo de los 180º en la parte superior del mapa. Y si bajas por la línea de los 170º, poco después de pasar el Estrecho de Bering, a la derecha verás Nome, el lugar en el que se embarcó Blackjack.
la condenada expedición Karluk de Stefansson. Esa misión casi le había costado la vida: otros 11 hombres habían muerto. Se casó con su amada Delphine antes de partir, con Stefansson como su padrino. w Milton Galle “Mi experiencia ha sido que, en general, cuanto más joven es el hombre, más fácilmente se adapta a las condiciones del norte”, le escribió Stefansson a un amigo cuando planificó la misión de la isla Wrangel. Su recluta más joven fue el tejano Milton Galle, de 19 años. De hecho, fue en el Ártico donde Galle se dejó crecer la primera barba. Estaba “simplemente encantado” de ser elegido para la misión y ansioso por plasmar todo usando su amada máquina de escribir. w Lorne Knight Estridente y directo, el nativo de Seattle Lorne Knight tenía un gran apetito de aventuras desde hace mucho tiempo.
Había estado en expediciones árticas anteriores con Stefansson e incluso había sufrido de escorbuto, recuperándose al atiborrarse de lengua fresca de caribú. Knight era cercano a su familia y su padre escribió lo orgullosos que estaban de que “Lorne se ha convertido en un verdadero explorador”. Para Blackjack, era una figura aterradora y su porte ancho, su temperamento impredecible y su desordenado vello facial la intimidaban. Además de sus cinco miembros humanos, la expedición también contaba con un explorador felino: un gato llamado Victoria. Vic se acurrucaba en los sacos de dormir del equipo por la noche y vivía de las sobras. Y sobrevivió a los dos años en la isla Wrangel.
La candidata perfecta
En Nome tenían la intención de reclutar a varias personas iñupiat para ayudar con las tareas del campamento, y Blackjack, conocida
como una costurera experta, era la candidata perfecta. Al principio se mostró reacia, temía estar fuera de casa durante tanto tiempo y era consciente de su falta de experiencia. Este sentimiento ominoso se reforzó cuando las otras familias iñupiat que habían sido reclutadas se retiraron en el último momento. Pero Blackjack estaba desesperada. El salario mensual de USD 50 era suficiente para recuperar a su hijo. Era una oportunidad que no podía darse el lujo de rechazar. En la tarde del 9 de septiembre de 1921, Blackjack se unió al equipo que zarpó de Nome a bordo de un barco diferente, el Silver Wave. Tras una semana, la isla Wrangel se veía en el horizonte. A primera vista, estaba lejos del yermo estéril y bloqueado por el hielo del que habían sido advertidos: el afloramiento rocoso estaba cubierto de líquenes y musgos, el clima era relativamente templado. Los hombres de Crawford no perdieron el tiempo e izaron la bandera británica y enterrando una proclama que reivindicaba su reclamo “por Su Majestad George, Rey de Reino Unido”. Los primeros meses estuvieron teñidos de optimismo. Una vez montado el campamento, rápidamente entraron en una rutina, pasando sus días mapeando la isla o recolectando especímenes geológicos y biológicos, y jugando o leyendo los mismos pocos libros de cabo a rabo. Stefansson les había asegurado que un barco llegaría con más suministros en el verano, así que el equipo no hizo ningún intento de racionar sus provisiones para seis meses, que completaron con la aparentemente abundante caza salvaje de la isla, especialmente los osos polares, que aterraban a Blackjack cuando vagaban cerca del campamento. Cocinaba todo lo que los hombres pudieron pescar, desde gaviotas hasta zorros y búhos. Los filetes de oso polar fritos en grasa de foca resultaron especialmente populares. Sin embargo, lentamente, el estado de ánimo en el campamento comenzó a cambiar. Las oportunidades de caza comenzaron a desaparecer cuando un invierno ártico desorientador trajo 61 días de oscuridad. Blackjack, desesperadamente nostálgica, se arrepintió rápidamente de haber ido e irritó a los hombres con sus cambios de humor y arrebatos de angustia. Knight mostró poca simpatía y se quejó en su diario: “NO es divertido que los cuatro tengamos una mujer tonta aullando y negándose a trabajar y comiéndose toda nuestra buena comida”.
Lo que no sabían
A pesar de sus dificultades, Ada y el equipo sabían que si podían aguantar hasta el verano, el barco de Stefansson llegaría con nuevos miembros del equipo y suministros, así como con preciadas cartas de casa. “No me afeitaré ni vestiré elegante hasta el año que viene, cuando vendrán el señor Stefansson y varios otros hombres blancos”, declaró el joven Galle en su diario. El equipo siguió el progreso de los témpanos de hielo con los cambios de estación, esperando ansiosamente la llegada. Lo que no sabían era que, tras una salida retrasada debido a la falta de fondos, el barco de reabastecimiento, Teddy Bear, se había quedado
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Blackjack les tenía pavor a los osos y tuvo que aprender a cazarlos. Ada pasó de la soledad absoluta de la isla, a una tormenta mediática.
atrapado en una de las peores heladas en 25 años. El 25 de septiembre de 1922, su capitán le envió un mensaje a Stefansson diciéndole que se habían visto obligados a dar marcha atrás: “No tuvimos éxito. Hélice dañada”. Todos los navegantes aquí predijeron fallas debido a una condición inusual del hielo”. Stefansson no se preocupó mucho: “No había ninguna razón para pensar que la habilidad de los hombres que ya estaban allí fuera inadecuada para afrontar la situación”. En la isla Wrangel, cuando el verano se convirtió en otoño, el equipo se fue dando cuenta lentamente de que nadie vendría a relevarlos. Sus raciones estaban casi agotadas, los osos polares que una vez habían sido tan abundantes parecían haber desaparecido, y las misiones de caza se estaban volviendo cada vez más infructuosas. Pronto quedó claro que a pesar de los mejores esfuerzos de Blackjack para servir incluso los cortes de carne más incomibles, simplemente no había suficiente comida para mantener a los cinco con vida. Knight, mientras tanto, había comenzado a sentirse débil y letárgico. Le dolían las articulaciones y las encías. Aunque trató de ocultar estos horribles síntomas a sus compañeros de equipo, los reconoció por sus anteriores expediciones al Ártico. Eran las primeras etapas del escorbuto. En enero de 1923, con el fantasma del hambre cerniéndose sobre el campamento, Crawford tomó una decisión difícil. Junto con Galle y Maurer, se embarcó en un ambicioso viaje de regreso a través del mar ahora helado para buscar ayuda, dejando a Blackjack en el campamento con Knight en rápido deterioro. Partieron con parte de los suministros y los cinco perros restantes, conscientes del peligro que corrían. “Falta ver si logro mi objetivo”, escribió Maurer en una carta final a su esposa. “Si el destino me favorece, tendré el placer de contártelo todo, si no, alguien más, sin duda, te lo contará”. Blackjack estaba especialmente triste al despedirse de Galle, quien era amable y disfrutaba escuchando sus cuentos populares. Solo un par de días después de que las tres figuras desaparecieron en el horizonte, el clima cambió. Un violento vendaval se desató, “soplando y flotando tan fuerte como nunca lo había visto”, anotó Knight con desánimo en su diario. Crawford, Galle y Maurer jamás volvieron a ser vistos.
¿Qué pasó después? A su regreso a Alaska, Blackjack se vio en medio de una tormenta mediática. La prensa clamó por escuchar cómo la “mujer Robinson Crusoe” había sobrevivido a una terrible experiencia tan espantosa que había cobrado la vida de los otros exploradores heroicos. La presión se intensificó cuando la acusaron de no haber hecho lo suficiente para salvar a Knight. Nada de eso era fácil de manejar para una mujer tan privada como Blackjack, que lo único que quería era reunirse con su hijo. Con su salario del viaje, Blackjack finalmente pudo llevar a Bennett a Seattle para que le dieran tratamiento médico. Pero aunque salió con vida de la isla Wrangel, su lucha por sobrevivir no había terminado. Mientras que Stefansson y otros se beneficiaron escribiendo libros sensacionalistas sobre su terrible experiencia, Blackjack continuó plagada de pobreza y dificultades durante toda su vida. Más tarde tuvo un segundo hijo, Billy, pero los problemas de dinero la obligaron a dejarlo a él y a Bennett en un hogar de caridad durante nueve años. Finalmente se mudó a Alaska para trabajar como pastora de renos y vivió hasta los 85 años.
Enfermera y cazadora
En el campamento, Knight se deterioró rápidamente. Pronto fue confinado a la cama, sufriendo agresivas hemorragias nasales y cubierto de hematomas moteados, mientras sus dientes caían de sus encías blandas. Aunque nunca había usado un arma, Blackjack se dio
cuenta de que tendría que traer carne fresca si quería mantener vivo a Knight. A pesar de su cuerpo diminuto, aprendió sola a disparar con su rifle enorme y pesado, y construyó una plataforma desde la que podía divisar a los temidos osos polares. Les tenía tanto miedo que empezó a dormir con el rifle encima por si se acercaban demasiado al campamento. Blackjack atendió a Knight lo mejor que pudo. Pero estaba lejos de ser un paciente agradecido: constantemente la regañaba y hasta le tiraba libros. No obstante, le angustiaba la idea de quedarse sola en la isla. El 23 de junio, sus temores finalmente se confirmaron cuando se despertó y encontró a Knight frío e inmóvil.
El último esfuerzo
Aunque la perspectiva de vivir sola en un paisaje tan vasto y silencioso era abrumadora, Blackjack siguió adelante con el arduo trabajo diario de mantenerse con vida. Contó cada día en un calendario elaborado con el papel de máquina de escribir de Galle y hasta cuando la esperanza se desvanecía, Blackjack estaba decidida a regresar con su hijo. Llenó su diario de sus preocupaciones respecto al futuro de Bennett y hasta le cosió un par de pantuflas. Las habilidades que Ada adquirió sola fueron esenciales para mantenerse con vida. Después de escribir una nota cada mañana detallando su paradero en caso de que aparecieran los rescatistas, colocaba trampas para los zorros y aprendió a cazar pájaros y focas. No fue nada fácil y cada oportunidad perdida significaba un destino cada vez más incierto. Cuando el viento se llevó un bote de piel que Ada había elaborado cuidadosamente, lloró de frustración. Pero se negó a ser derrotada y encontró consuelo en su fe cristiana, como señaló en su diario el 23 de julio: “Doy gracias a Dios por vivir”. No fue hasta el 20 de agosto de 1923, casi dos años después de haber llegado a la isla Wrangel, que la terrible experiencia de Ada finalmente llegó a su fin. Cuando la tripulación de la goleta Donaldson se acercó a su campamento, Blackjack, abrumada por la emoción, rompió en llanto. Y cuando los rescatistas le preguntaron dónde estaban sus compañeros de equipo, ella solo pudo responder: “Aquí no hay nadie más que yo. Estoy completamente sola”. *BBC
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Pedro Calderón de la Barca
DCA, 17 de enero de 1937.- Este dramaturgo nació el 17 de enero de 1600, en Madrid, España. Se cuenta que parecía haber nacido muerto, por lo que le introdujeron en un caldero con agua caliente. Al entrar en contacto con el agua, prorrumpió en sus primeros gritos. En 1623 se representó su primera comedia conocida, Amor, honor y poder. Escribió La dama duende (1629), Casa con dos puertas, mala es de guardar (1632), No hay burlas con el amor (1637), El príncipe constante (1629), El mágico prodigioso (1637), El médico de su honra (1635), El alcalde de Zalamea (1640), y su obra maestra, La vida es sueño (1636). En sus autos sacramentales destacan El gran teatro del mundo (1636). Calderón de la Barca falleció en Madrid el 25 de mayo de 1681 y después de seis entierros y desentierros en diferentes ubicaciones, en 1936 sus restos se perdieron para siempre. En ese momento se encontraban en la iglesia de San Pedro Apóstol y no se sabe si se ocultaron en otro lugar de la iglesia para evitar saqueos, y cuando el templo se quemó, esos también ardieron, o si se habían trasladado a otro sitio del que nunca se supo.
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Reporte en V
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Protección del mundo subterráneo Sinc*
na cuarta parte de todas las especies conocidas viven en el suelo. La vida en la superficie terrestre depende completamente de esta biodiversidad. Sin embargo, hasta ahora, las estrategias globales han prestado muy poca atención a los organismos del suelo. En la revista Science, un equipo internacional de investigadores liderado por el Centro Alemán para la Investigación Integrativa de la Biodiversidad, la Universidad Martin Luther Halle-Wittenberg, la Universidad de Leipzig y la Universidad Estatal de Colorado y en el que participan investigadores de la Universidad de Vigo, la de Alicante y la Pablo de Olavide, hace una llamada para que los suelos tengan una mayor relevancia en las estrategias internacionales para la conservación de la biodiversidad. Estos investigadores proponen la creación de una red de monitoreo global basado en muestreos estandarizados, que permita así conocer su estado global.
Un equipo internacional de investigadores alerta sobre la necesidad de incorporar en las estrategias y políticas internacionales de conservación la biodiversidad del suelo. Se estima que cada año se pierden alrededor de 24 mil millones de toneladas de suelo fértil en todo el mundo.
“Si preguntamos en la calle qué grupo de animales es el más común en la tierra, muchos pensarían que son las hormigas, los peces, las aves o los humanos; sin embargo, la respuesta estaría muy lejos de la realidad: son los nematodos, conocidos vulgarmente como gusanos redondos o gusanos cilíndricos”, explica Carlos Guerra, investigador de la Universidad de Leipzig, que ha liderado este trabajo.
Gramo millonario
Cuatro de cada cinco animales que hay en la tierra pertenecen a este grupo. Los suelos son el hábitat más diverso de la Tierra y un gramo de suelo incluye millones de células y miles de especies de microorganismos. “La razón por la que casi nadie los conoce es que viven bajo tierra, permaneciendo invisibles para la mayoría de nosotros”, añade. En silencio y escondidos, estos organismos y muchos otros realizan servicios vitales para los seres que viven encima de ellos. Al consumir material animal y vegetal, tanto vivo como muerto, lo transforman en nutrientes. Estos
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nutrientes son fundamentales para las plantas de las que nos alimentamos. Además, los suelos son el reservorio de carbono más importante del planeta, después de los océanos, y, por tanto, esenciales para mitigar el cambio climático global. Los autores creen que la biodiversidad del suelo tiene que ser protegida e incluida en las estrategias de conservación de la biodiversidad: “Si no protegemos los suelos para las generaciones futuras. Tampoco se puede garantizar que se pueda preservar la biodiversidad global ni mantener la producción de alimentos”, apuntan en el estudio. El llamamiento se dirige a los 196 estados que están negociando una nueva estrategia para la protección de la biodiversidad en el marco del Convenio sobre Diversidad Biológica de las Naciones Unidas.
Degradación acelerada
Grandes extensiones sometidas a la agricultura intensiva reciben dosis excesivas de fertilizantes y pesticidas, son compactados, se sellan cubriéndolos con edificios y obras de infraestructura o son expuestos a los fenómenos erosivos causados por el viento y el agua. Además, el calentamiento global los está sometiendo a una degradación adicional. Se estima que cada año se pierden alrededor de 24 mil millones de toneladas de suelo fértil en todo el mundo. Este hecho pone en peligro la provisión de los servicios ecosistémicos que proporcionan los suelos, como la regulación del clima, aporte de agua limpia o la protección frente a las plagas y enfermedades. Según los autores del artículo, la biodiversidad del suelo y los servicios ecosistémicos que proporcionan reciben muy poca atención en el debate político. “En España, las políticas de protección del suelo se centran principalmente en luchar contra la desertificación y la contaminación y, más recientemente, está sobre la mesa la proposición de Ley de protección de suelos de alto valor agrológico y otros suelos de interés agrario (122/000321)”, afirma María Jesús Iglesias Briones, de la Universidad de Vigo y coautora de la investigación. Según la científica, “ya es hora de que este tipo de políticas de conservación tenga en consideración que los suelos están vivos e incluya específicamente la protección de los organismos edáficos y las funciones que realizan y no solo para asegurar que las actividades industriales, urbanísticas y agrarias sigan funcionando al mismo ritmo”, subraya. “Los organismos del suelo podrían no ser los más hermosos de la tierra; sin embargo, la biodiversidad proporciona la fertilidad del suelo, regula el clima, descompone los desechos que producimos y regula la producción de alimentos. Sin ellos no existiría la vida en la tierra como la conocemos”, añade Manuel Delgado-Baquerizo, de la Pablo de Olavide, coautor del artículo. Por ello, los autores concluyen que “el monitoreo y la conservación de la biodiversidad del suelo es la mejor estrategia para poder alcanzar los objetivos de sostenibilidad incluidos en la agenda 2030 y dirigidos a áreas tan relevantes como el clima, protección de los alimentos y la biodiversidad”. Dicho monitoreo es particu-
Cada gramo de suelo contiene formas de vida indispensables para la supervivencia del planeta.
larmente relevante en las zonas áridas y semiáridas de nuestro planeta, que cubren más del 40 % de su superficie, del mismo “pero cuya biodiversidad edáfica apenas se ha estudiado”, asegura Fernando T. Maestre, investigador de la Universidad de Alicante y coautor del artículo.
Infinidad de especies de nemátodos dan fertilidad a los suelos y los convierten en un organismo vivo.
Red de seguimiento SoilBON
Para decidir qué regiones del mundo requieren una protección más urgente y qué medidas de protección serían apropiadas, se debe disponer de información suficiente sobre el estado y los cambios que están experimentan-
do la biodiversidad de los suelos. Dado que de momento no se dispone de esta información, los investigadores han creado una la red denominada SoilBON. Su principal objetivo es poner a la biodiversidad de los suelos en el centro de las políticas de conservación. “Para ello, debemos proporcionar a los gestores y responsables políticos la información necesaria para apoyar la toma de decisiones. SoilBON proporcionará el apoyo necesario para obtener la información relevante que nos permita lograr este objetivo”, reivindican. Esta red está diseñada para coordinar los esfuerzos de recopilación de datos de suelos, para que sean comparables en distintos ámbitos y a distintas escalas espaciales y temporales. Para ello es necesario definir estándares globales que determinen qué se debe registrar y cómo. Los científicos proponen un enfoque holístico que se basa en las denominadas Variables Esenciales de Biodiversidad (EBV, por sus siglas en inglés). Las EBV son variables prioritarias claves para medir la biodiversidad y sus cambios. Para SoilBON éstas incluyen parámetros como: la respiración del suelo, la actividad enzimática, los ciclos de nutrientes y la diversidad genética. Los indicadores se estiman a partir de las EBV y servirán de base para la toma de decisiones sobre las prioridades a la hora de evaluar y proteger los suelos. Según los investigadores, este planteamiento de seguimiento y elaboración de indicadores permitirá un registro eficiente y seguimiento a largo plazo. Asimismo, enfatizan que también podría servir como un importante “sistema de alerta”, permitiendo detectar en una etapa temprana del proceso, si las medidas adoptadas para conservar los suelos y su biodiversidad lograrán sus objetivos. *Servicio de información y noticias científicas
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Contando el tiempo
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Giu lia Tofana cosmetóloga fatal
Fotos: Archivo
En 1791, Wolfgang Amadeus Mozart yacía enfermo convencido de que lo habían envenenado y seguro de saber con qué sustancia. BBC * Alguien me dio acqua tofana y calculó el momento preciso de mi muerte”, murmuró desfalleciente, Acqua o Aqua Tofana era un veneno legendario e ideal para llevar a cabo crímenes perfectos. Era insípido, inodoro y transparente, así que pasaba inadvertido. Su efecto podía ser regulado por quien lo administraba, permitiéndole calcular el momento de la muerte a una semana, un mes y hasta un año vista, y no dejaba trazos en el cuerpo de la víctima. La historia del misterioso líquido que atemorizaba a Europa en la época del genial compositor se remontaba un siglo atrás, y contaba que más de 600 hombres habían muerto bajo sus efectos en manos de sus esposas antes de que el secreto fuera revelado. Los detalles de lo que ocurrió, no obstante, son tan oscuros como los de las mejores leyendas.
G. T.
La versión más conocida asegura que Aqua Tofana era la creación de una noble italiana llamada Giulia Tofana que vivió durante la primera mitad del siglo XVII. Se dedicaba a producir cosméticos hechos a mano; entre ellos, ese producto para mujeres que tenían un problema más serio que imperfecciones en sus rostros. Según sus contemporáneos, el Aqua Tofana se vendía disfrazada de Maná de San Nicolás de Bari, un aceite curativo que supuestamente goteaba milagrosamente de los huesos del santo, y que no era raro encontrar en las casas de la época. Como relató la revista Chambers’s Journal en 1890, unas pocas gotas bastaban para terminar con la vida del más fuerte de los hombres. “Administrado en vino o té o algún otro líquido por el traidor halagador, [producía] un efecto apenas perceptible; el marido se ponía un poco de mal humor, se sentía débil y lánguido, tan poco indispuesto que apenas llamaría a un médico. Después de la segunda dosis de veneno, esta debilidad y languidez se hacían más pronunciadas”. “La hermosa Medea que expresaba tanta ansiedad por la indisposición de su marido, apenas sería objeto de sospecha, y tal vez prepararía
Esta imagen de la artista Evelyn de Morgan parece ilustrar la historia de Giulia Tofana, aunque en realidad su título es Poción de Amor, algo que quizás también les habría servido a algunas de las mujeres que usaron Aqua Tofana.
la comida de su marido, según lo prescrito por el médico, con sus propias manos hermosas. De esta manera se administraría la tercera gota y postraría incluso al hombre más vigoroso”. “El médico se quedaría completamente perplejo al
ver que la dolencia aparentemente simple no se rendía a sus medicinas, y mientras aún no sabía cuál era su naturaleza, se le daban otras dosis, hasta que finalmente la muerte reclamaba a la víctima”.
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Por amor
Unas pocas gotas bastaban.
A María Aldobrandini, miembro de uno de los clanes nobles más poderosos e influyentes de Roma, la habían casado, cuando tenía 13 años de edad, con el duque Francesco Cesi, vástago de una familia muy distinguida (su padre había sido un científico destacado e íntimo de Galileo, y él mismo era sobrino del futuro Papa Inocencio XI), quien era al menos 30 años mayor que ella. El duque de Ceri murió repentinamente 9 años más tarde, en 1657, y se convirtió en el más rico y poderoso de los involucrados en el escándalo de envenenamiento con Aqua Tofana. Según el relato de Alessandro Ademollo (1826-1891), quien publicó los resultados de sus investigaciones basadas en antiguos registros judiciales del Archivio di Stato di Roma, Giovanna de Grandis —quien trabajaba para Tofana— confesó que Aldobrandini se había enamorado perdidamente de otro conde, Francesco Maria Santinelli, y eso la impulsó a querer deshacerse de su marido, quien ya estaba enfermo. Recurrió al sacerdote que era quien le suministraba arsénico a las mujeres del grupo de Tofana, el padre Girolamo de Sant›Agnese en Agone, una iglesia en el centro de Roma. El sacerdote le consiguió Aqua Tofana y, unos días más tarde, el conde de Cesi yacía en su ataúd. La condesa, sin embargo, no logró lo que su corazón esperaba: su propia familia la encerró para evitar un segundo matrimonio escandaloso y desigual con su amante Santinelli. Y unos años después, cuando se destapó la verdad sobre los envenenamientos, fue sospechosa de la muerte de su marido. Pero para evitar el escándalo, nunca fue acusada.
Lo confuso
Poco después de que los restos del santo fueron enterrados en el siglo XI en Bari, botellas de “maná” viajaron por todo el mundo cristiano, y eran un artículo doméstico popular cuando surgió el escándalo del Aqua Tofana.
¿Por qué tantas?
Cuenta la historia que Giulia Tofana les suministró esa venenosa sustancia a cientos de mujeres italianas hasta que una de ellas se acobardó antes de darle un plato de sopa envenenada a su marido y terminó revelando todo lo que tantas habían callado. Si te preguntas por qué había tantas mujeres dispuestas a cometer tal crimen en esa época, recuerda que aquello de casarse por amor es una costumbre nueva: los matrimonios, incluso de
mujeres relativamente poderosas, eran arreglados sin tener en cuenta cómo sería el futuro de los involucrados. Y dado que el orden social condenaba a las mujeres a estar siempre por debajo, no sorprende que muchas terminaran en callejones sin salida en los que —si se trataba de un marido agresivo— hasta sus propias vidas podían peligrar. Aunque a veces las razones eran otras, como en un caso que encontró el historiador Mike Dash.
El problema con la historia son los detalles. Algunas versiones aseguran que Giulia Tofana operaba en Sicilia en la década de 1630; otras sitúan la historia mucho después o en otros lugares: en Palermo, Nápoles y Roma. A veces se cuenta que fue ella quien inventó la poción. Otras, que la heredó de su madre. No se conoce la receta de tan efectivo elixir, aunque casi todas las fuentes mencionan arsénico. “Los misterios se multiplican”, señala Dash, “cuando consideramos la pregunta de cuándo y cómo Tofana encontró su fin. “Una fuente dice que murió de causas naturales en 1651; otra, que encontró refugio en un convento y vivió allí durante muchos años, sin dejar de hacer su veneno y dispensarlo mediante una red de monjas y clérigos. “Varios afirman que fue capturada, torturada y ejecutada, aunque difieren en cuanto a si su muerte ocurrió en 1659, 1709 o 1730. “En un relato especialmente detallado, Tofana fue sacada de su santuario y estrangulada, tras lo cual ‘su cuerpo fue arrojado por la noche a la zona del convento de donde la habían sacado’”.
¿Y Mozart?
Mozart, efectivamente, nunca se levantó de su lecho de muerte. Murió el 5 de diciembre de 1791, a los 35 años de edad. Casi 230 años y decenas de estudios después no sabemos cuál fue la causa. Pero aunque pudo haber sido veneno, ya nadie menciona el Aqua Tofana. *British Broadcasting Corporation
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Frutas y verduras inmunológicas
Sergio Guinaldo*
LAS FRUTAS y verduras son la piedra angular de una dieta sana y variada. Proporcionan al cuerpo humano abundantes nutrientes, refuerzan el sistema inmunológico y contribuyen a reducir el riesgo de contraer muchas enfermedades”. Con estas palabras, el secretario general de la ONU, António Guterres, bautizó al recién entrado 2021 como el Año Internacional de las Frutas y las Verduras. No obstante, él señaló que “a pesar de estos enormes beneficios, no las consumimos en cantidades suficientes”. Durante el lanzamiento oficial del Año, y tras aprobarse en la Asamblea General de las Naciones Unidas, los países integrantes se comprometieron a fomentar su consumo, así como a reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos. “Revisemos nuestros sistemas alimentarios y comprometámonos con un mundo más sano, resiliente y sostenible en el que todas las personas tengan a su alcance, y puedan permitirse, la nutrición variada que necesitan”,
Puesto de frutas y verduras locales e importadas, da color a un mercado urbano.
Los alimentos de origen vegetal son buena fuente de fibra dietética, vitaminas y minerales, además de sustancias fitoquímicas beneficiosas. Por ello, se recomienda su consumo diario con carácter preventivo.
concluyó en el acto. De entre todos los tipos de alimentos, frutas y verduras ocupan una posición privilegiada. Son buenas fuentes de fibra dietética, vitaminas y minerales, así como sustancias fitoquímicas beneficiosas. Por ello, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) recomienda el consumo por
cada adulto de al menos 400 gramos de frutas y hortalizas al día para prevenir enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardíacas y la obesidad, así como para contrarrestar las carencias de micronutrientes. “Sabemos que las frutas y hortalizas son alimentos saludables. Eso significa que no solo mantienen nuestro estado de salud, sino que también pueden mejorarlo o recuperarlo cuando se ha perdido”, afirma Giuseppe Russolillo, presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Sobre las particularidades de estos alimentos, Russolillo explica las diferencias de otros, como carnes o lácteos. “Cuando organismos como la OMS establecen los objetivos nutricionales, definen la cantidad concreta de nutrientes que deberíamos tomar de los alimentos. De calcio, de vitaminas, de hidratos de carbono…”, ejemplifica el nutricionista.
Alimentos complejos
“Sin embargo, —continúa exponiendo— existe una categoría específica para las frutas y hortalizas, que son 650 gramos o cinco raciones diarias. Fotos: Archivo
Guatemala, viernes 22 de enero de 2021
Es decir, tres piezas de fruta y dos de verdura. No basta con especificar qué cantidad de betacaroteno, vitaminas C, A o E, sodio o potasio es suficiente, ya que son alimentos altamente complejos, con una cantidad considerable de sustancias aún no descubiertas pero que están, actúan y potencian a otras. Estas sustancias esenciales son insustituibles y obligan al ser humano a tener una alimentación variada, porque se encuentran en cantidades variables y en todos los alimentos de origen vegetal”, explica. Más allá de estas enfermedades, estos vegetales también podrían ayudarnos a defendernos del coronavirus. “En la crisis sanitaria que estamos afrontando a nivel mundial, la promoción de dietas saludables para fortalecer nuestros sistemas inmunitarios resulta especialmente apropiada”, afirmó durante el acto de presentación del Año Internacional el director general de la FAO, Qu Dongyu.
Mejor una dieta preventiva que un régimen de suplementos vitamínicos.
Vegetales contra la pandemia
Al comenzar la pandemia, la academia que preside Russolillo redactó, junto con el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas y Nutricionistas, un documento de recomendaciones de alimentación para la población ante la crisis sanitaria. En ella, entre otros puntos, se recomendaba la ingesta de estas cinco raciones, “por supuesto, también para personas con sintomatología viral leve”. “Para una persona con sintomatología leve es fundamental que tome esas piezas, para garantizar la ingesta de esas sustancias esenciales y que van a tener una participación activa en los agentes de defensa del sistema inmunitario”, argumenta. “Si nos centramos en aquellos micronutrientes que más han capitalizado la atención durante la pandemia, nos encontramos con las vitaminas A, D y E, los minerales zinc, cobre, y magnesio, y los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, preferencialmente los que conocemos como omega-3”, indica el doctor en Bioquímica José María Ordovás, profesor e investigador en la USDA-Human Nutrition Research Center on Aging, de la Universidad de Tufts (Boston). “De esta lista de alimentos —continúa explicando–, se deduce que podemos obtener la mayor parte de lo que nuestro sistema inmunitario necesita mediante el consumo combinado de vegetales y frutas”. Este experto también se desmarca de la idea de sustituir el consumo de frutas y verduras por complementos vitamínicos. Y menos para prevenir o mitigar el virus. “No hay recomendaciones clínicas basadas en la evidencia acerca de la posibilidad de reducir significativamente el riesgo de infecciones respiratorias mediante el uso de suplementos de vitamina C en sujetos bien nutridos. Únicamente, en sujetos que no están bien alimentados o que tengan enfermedades que lleven asociados niveles bajos de vitamina C podríamos justificar una suplementación”, señala, añadiendo que solo ha demostrado ser eficaz en pacientes graves. Ordovás también considera que una nutrición sana podría haber aportado otros beneficios. Por un lado, “hubiera reducido contagios. No porque la alimentación individual evite los contagios, sino porque habría un mayor equilibrio ecológico entre las especies” —aludiendo al origen zoonótico del virus—.
Son alimentos complejos , muchos de cuyos componentes aún no han sido descubiertos.
Por otro lado, “aunque una dieta saludable no puede evitar que nos contagiemos (eso depende más de nuestro estilo de vida), sí que puede evitar los factores de riesgo que llevan a una peor evolución de la enfermedad. Es decir, la diabetes, obesidad, e hipertensión. Los contagios hubieran sido menos graves y mucho menos letales”, considera el científico.
Suspensos en alimentación
Según un estudio reciente publicado en la revista Nutrients, elaborado por el grupo de investigación en Nutrigenómica y Obesidad de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y el Centro de Investigación Biomédica en Red en Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CiberOBN), “los niveles de ingesta de micronutrientes relevantes, especialmente las vitaminas D, C, B12 y el hierro, están inversamente asociados con una mayor incidencia y /o mortalidad de Covid-19, particularmente en poblaciones genéticamente predispuestas a mostrar un estado de micronutrientes más bajo”. “Los resultados de este estudio pusieron de manifiesto que los países que padecieron los efectos más adversos de la primera oleada de la pandemia como España, Italia, Bélgica, Reino Unido o Francia, son los que presentan un peor perfil de ingesta de estos nutrientes”, explica Sebastià Galmés, autor del estudio, ade-
más de doctor en Nutrigenómica y Nutrición Personalizada. Para llegar a esta conclusión, Galmés y sus compañeros revisaron la evidencia existente sobre el aporte de los factores nutricionales al sistema inmunológico. Después, recopilaron los 10 nutrientes considerados críticos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) [seis vitaminas (D, A, C, Folato, B6 y B 12) y cuatro minerales (zinc, hierro, cobre y selenio)] y analizaron los datos nutricionales de 10 países europeos, evaluando su relación con la evolución epidemiológica. “Los resultados del enfoque de revisión muestran la importancia de mantener un correcto estado nutricional de estos 10 nutrientes analizados para la salud del sistema inmunológico, destacando la importancia de la vitamina D y el hierro en el contexto del Covid-19”, afirman en el estudio. “Es conocido que los nutrientes que hemos analizado en nuestro estudio participan en diversos procesos inmunitarios; por ejemplo, activando la producción propia de ciertos compuestos antivirales o de anticuerpos contra agentes infecciosos”, explica el experto, quien recomienda “que se debe fomentar su consumo para asegurar el alcance de las recomendaciones para estas vitaminas y minerales”. *Servicio de información y noticias científicas
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Ventanas
Guatemala, viernes 22 de enero de 2021
Nanoplásticos y microbioma intestinal
cado en la revista Science Bulletin constata que los nanoplásticos afectan a la composición, diversidad y funcionalidad del microbioma intestinal, tanto en organismos vertebrados como en invertebrados. Cuando se modifica la composición del microbioma intestinal, en situaciones de exposición reiterada y persistente a nanoplásticos, surgen alteraciones en los sistemas inmunitario, endocrino y nervioso. Debido a esto, el estudio alerta de que el estrés en el microbioma intestinal podría afectar a la salud, aunque aún no se conocen suficientemente los mecanismos fisiológicos concretos de estas alteraciones en la especie humana.
Los nanoplásticos cambian la composición y diversidad funcional del microbioma intestinal en vertebrados e invertebrados. Los efectos de la exposición extensa y a largo plazo a los nanoplásticos observados en modelos animales podrían ser aplicables a los humanos, según un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales. Sinc*
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IVIMOS en un mundo invadido por el plástico. Su versatilidad y estabilidad química lo han convertido en un producto muy rentable, ampliamente utilizado en numerosos procesos de producción, pero a la vez también en un contaminante y, por todo ello, de controvertida legislación. Al descomponerse en nanopartículas, los plásticos entran con facilidad en la cadena alimentaria, están presentes en el agua que bebemos, en el aire que respiramos y en casi todo lo que tocamos, por lo que pueden alterar nuestro metabolismo y provocar efectos no deseados sobre la salud. Un estudio de revisión liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) publi-
Mediciones
Los efectos de la exposición a nanoplásticos se han evaluado usualmente en moluscos, crustáceos y peces. Los análisis in vitro recientes, utilizando cultivos celulares de peces y mamíferos, han permitido analizar los cambios asociados a la presencia de nanoplásticos en la expresión genética desde el punto de vista de la toxicología. La mayoría de vías neurológicas, endocrinas e inmunológicas de estos vertebrados son muy similares a las humanas, por lo que los autores alertan de que algunos de los efectos observados en estos modelos podrían aplicarse también a los humanos. Conocer y analizar el proceso mediante el cual los fragmentos de plásticos penetran en el organismo y lo dañan es fundamental, pero también lo es determinar de manera precisa la
Cereales implicados Investigadores ambientales y agronómicos analizaron la presencia de contaminantes emergentes en cuatro tipos de grano: trigo, avena, cebada y arroz. Para ello tomaron 16 muestras, diez compradas en supermercados locales y el resto, recolectadas directamente en campos de cereal. Mediante una técnica de análisis muy sensible (espectrometría de masas acoplada a cromatografía de gases), los científicos se centraron en contaminantes procedentes de productos farmacéuticos, de higiene personal, plastificantes y otros aditivos industriales. Algunas de estas sustancias
son tóxicas, como bisfenoles, parabenos y nonilfenoles, con potencial de actuar como disruptores endocrinos. En concreto, se ha buscado bisfenol A (que forma parte de muchos plásticos), bisfenol F (sustituto del anterior), metilparabeno (aditivo empleado en alimentos y productos de cuidado personal), propilparabeno (también usado en la industria alimentaria y cosmética), nonilfenol (que incorporan muchos detergentes y otros productos de limpieza) y seis medicamentos (alopurinol, ácido mefenámico, carbamazepina, paracetamol, diclo-
fenaco e ibuprofeno). Los resultados, publicados en la revista Frontiers in Chemistry, indican que en todas las muestras estaba presente el bisfenol A (en concentraciones que oscilaban entre 2 y 1742 nanogramos/gramo) y una mezcla de isómeros de nonilfenol (con concentraciones medias en trigo, cebada, avena y arroz de 49, 90, 142 y 184 ng/g respectivamente). Porcentajes menores también hubo de bisfenol F, los dos parabenos, otro nonilfenol de cadena carbonada lineal (llamado 4-nNP), y se confirmó la presencia de ibuprofeno en algunas de las muestras (Sinc).
Viernes
Guatemala, viernes 22 de enero de 2021
Nanoplásticos (en verde) dentro de una célula de pez cebra.
Food and beverages
(e.g. seafood; canned food; salt)
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Sources of n Water
anoplastics
Air
(e.g. tap water , (e.g. textiles, bottled water , abrasion bathing, of car tires, food buildings preparation) and furniture )
Personal care products
Biomedical treatments and prosthet ics
(e.g. cosmetics , microbeads, toothpaste)
(e.g. pharmace uticals, Polyethylene -based prostheses)
Environment
al weatherin g, leaching of adsorbed cont synthetic addit aminants an ives, d attached ba cteria
cantidad y tipologías de nanoplásticos diseminados en el medio. Por ello, los investigadores remarcan no solo la necesidad de seguir estudiando los mecanismos y efectos concretos en modelos celulares humanos, sino también la unificación de las metodologías de análisis para llevar a cabo una correcta medición de nanoplásticos presentes en los distintos ecosistemas. Mariana Teles, científica de la UAB, junto a otros investigadores como Josep Peñuelas, profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, comenta “El artículo no pretende generar alarmismo, pero sí busca advertir que el plástico está presente en casi todo lo que nos rodea, no se degrada y nos exponemos a él de forma continua. En estos momentos, solo podemos especular sobre sus efectos a largo plazo en la salud humana, pero ya existen indicios de varios estudios que describen alteraciones hormonales e inmunes en peces expuestos a nanoplásticos que podrían aplicarse en humanos”.
Invasivo y tóxico
El artículo presenta las principales fuentes ambientales mediante las cuales los nanoplásticos llegan al cuerpo humano, y resume cómo son capaces de invadirlo: ingiriéndolos, inhalándolos ocasionalmente o, muy raramente, incorporándolos por contacto con la piel. Una vez ingeridos, hasta el 90 % de los fragmentos de plástico que alcanzan el intesti-
no será excretado. Sin embargo, una parte se fragmentará en nanoplásticos, capaces, debido a su pequeño tamaño y propiedades moleculares, de penetrar en las células y causar efectos dañinos. El estudio constata que se han descrito alteraciones en la absorción de nutrientes, reacciones inflamatorias en el revestimiento intestinal, cambios en la composición y funcionalidad del microbioma intestinal, efectos sobre el metabolismo y la capacidad de producir energía del cuerpo, y por último, alteraciones en las respuestas inmunitarias. En el trabajo se alerta sobre la posibilidad de que una exposición a nanoplásticos a largo plazo, acumulada generación tras generación, pueda dar lugar a cambios impredecibles hasta en el mismo genoma, como se ha observado en algunos modelos animales. El artículo de revisión reconoce que se están probando diferentes técnicas para eliminar los nanoplásticos del agua, como son la filtración, la centrifugación y floculación con lastre de las aguas residuales, o los tratamientos de aguas pluviales. “Para resolver el problema de la contaminación plástica, las rutinas humanas deben cambiar y las políticas deben basarse en decisiones informadas sobre los riesgos conocidos y las alternativas disponibles. Las acciones individuales como el uso de productos más respetuosos con el ambiente y el aumento de las tasas de reciclaje son acciones
Portals of en
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Xenobiotic me tabolism Immune respo nses
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Nutrient abso rption Energ y metabolism Citotoxicity Behaviour (br ain-gut axis)
importantes”, comenta Mariana Teles. “Las autoridades pueden promover estas acciones proambientales mediante estímulos económicos, en forma de beneficios fiscales para la reutilización de los plásticos como materia prima para las industrias, así como en las estrategias de devolución de depósitos de los consumidores para envases”, recomiendan los investigadores. *Sinc
Praderas de Posidonia Las praderas de Posidonia oceanica —una fanerógama marina endémica del Mediterráneo con un importante papel ecológico en el medio marino— pueden capturar materiales plásticos vertidos al mar y devolverlos a tierra firme. Así lo constata una publicación en Scientific Reports. El trabajo describe por primera vez el papel destacado de la Posidonia como filtro y trampa para los plásticos vertidos en la zona costera y es pionero en la descripción de un mecanismo natural para capturar y eliminar estos materiales del medio oceánico.
La P. oceanica forma densas praderas que generan un hábitat de gran valor ecológico (alimentación, refugio, reproducción, etcétera) para la biodiversidad marina. “Todo indica que los plásticos quedan atrapados en los herbazales de Posidonia. En esas praderas, estos materiales son incorporados a unos aglomerados de fibras naturales en forma de bola —las egagrópilas o bolas de Neptuno de la Posidonia— que son expulsadas del medio marino durante las tormentas”, explica la publicación. “Según los análisis —continúa— los microplásticos atrapados en las praderas de P.
oceanica son mayoritariamente filamentos, fibras y fragmentos de polímeros más densos que el agua de mar, como el polietileno tereftalato (PET)”. “Como resultado de la erosión mecánica en el medio marino, las vainas enterradas en el fondo van liberando progresivamente unas fibras lignocelulósicas que se van agregando y entrelazando poco a poco, hasta formar unos aglomerados en forma de bola conocidos como egagrópilas”. “Pero ese plástico es apenas un porcentaje de todo lo que hemos vertido al medio marino”, alerta la publicación (Sinc).