Esta no es una historia de amor

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Esta no es una historia de amor A.Albizurez

Gabriel Alejandro Albizurez Gomez Carné: 20078015

Universidad Galileo / FACOM “H3”


Prologo


La presente obra de ficción es el reflejo de una mente disfuncional que en su afán por recobrar un amor perdido recibe una noticia que lo lleva a la locura. Es necesario mencionar que ninguno de los personajes o situaciones son reales, algunos de los lugares, sobre todo los países son parte de nuestro planeta, sin embargo varios de los lugares visitados por los personajes son igualmente producto de la imaginación del autor. En esta obra se intentó reflejar el sentimiento de impotencia y desesperación, así como la decepción y melancolía que una persona pueda sentir al verse en una relación caótica con un final aún más estremecedor. En ningún momento esta obra pretende guiar o aconsejar, es simplemente producto de la imaginación y algunas vivencias del autor. Por ultimo queremos recalcar que cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.

“Un payaso es lo que soy, solamente un payaso” El autor


CapĂ­tulo I El reencuentro


Primera Parte

¿Qué es lo que quieres de mí? Preguntó sin dudar la dama de claros ojos y mirada profunda. ¿Qué es lo que buscas aquí? El miedo invadió el ser de Anthony como si hubiesen vertido hielo en su espalda, un escalofrío le alejó del mundo y sus sonidos, y fue el mismo que le trajo de vuelta a la realidad para con una voz torpe balbucear. Yo… Le interrumpió la dama. ¿Y bien, contestaras o debo asumir que no te interesa nada más que verme con cara de estúpido? Él no pudo articular nada más…


Segunda parte

Era

una mañana de primavera, cuando Anthony Di Grasso se encontraba ocupándose de sus asuntos en el centro de la ciudad, el viento acariciaba sus mejillas y hacia que se sonrojaran por lo gélido del viento. Mientras caminaba por las calles transitadas de gente, no pudo evitar pensar en sus problemas. Desde hacía ya tres meses había estado frecuentando a esta mujer, una a la que él conocía muy bien, que le conocía muy bien. Una relación sentimental de poco más de tres años hacia que pudieran verse a la cara y saber sus más oscuros secretos. Luego de un tortuoso tiempo esa relación acabo violentamente llevándose consigo los recuerdos de una amistad sorprendente que habían tenido años atrás. Dicen que el mundo es muy pequeño, vaya si lo sabrá él, cuando finalmente había decidido olvidar, dejar todo su recuerdo atrás y seguir con su vida, los caminos del destino decidieron volver a juntarle con ella, ahora, todo debía comenzar de nuevo. Fue un inicio un tanto incomodo, pues el hecho de no saber que estaba pasando, de no saber qué pasaría, ni menos el motivo de ese encuentro, hacían del mismo

algo tan místico desconcertante.

y

hermoso,

como

tortuoso

y

Poco a poco las charlas salieron a flote. Los detalles, los por menores y mayores de sus vidas fueron el tema principal de al menos las primeras cinco charlas que sostuvieron. Luego llego el día en el que los temas de conversación acabaran, no tenían más que decir, no tenían más que contar, salvo los eventos insulsos y rutinarios del presente. Y por supuesto, una historia nueva, una página en blanco que el destino les presentaba y que estaba lista para llenarse con las memorias que ellos quisieran escribir.


Tercera Parte

¿Qué es lo que hacemos aquí? Preguntó Anthony con una voz tímida y un tanto temerosa. No lo sé… Enfureció para sus adentros, pensó que no era posible que le diera una respuesta que no fuera clara. Sin embargo así era, luego de calmarse se dio cuenta que esa respuesta que había dado ella; era la misma que él hubiera dado ante tal pregunta. Ahora todo era diferente, era su turno de preguntar. ¿Por qué nos alejamos, que cambio en ti que no quisiste sentir más? ¡Qué descaro! -Pensó- Como puede culparme de las tinieblas que viví por ella, como osa culparme por algo de lo que ambos fuimos culpables, y más aún compartimos el martirio, aun sin decirnos una palabra. Nos alejamos, porque nuestra misión había concluido, no tenía más sentido seguir agonizando

por algo que al parecer su solución fue clara después de ejecutada. Un tono de desconcierto se marcó en el rostro de la dama de claros ojos, una expresión que él conocía perfectamente, que había visto antes, una que su mente recordaba aun sin verla, claramente apareció en su rostro, era duda, desconcierto, una necesidad de explicaciones tan grande que no quedaría satisfecha hasta no responder hasta la última de sus preguntas. ¿Estamos haciendo lo correcto al hablar de nuevo? Preguntó ella, y esta vez su voz y sus ojos mostraban un tono serio, frio, inquisitivo. No lo sé… Karin Enfureció al escuchar esta respuesta y a pesar de su ira, de una manera diplomática replico. ¿Cuál crees tú, sea la razón por la cual estamos aquí ahora? Anthony pensó en mil cosas para responderle, pensó en decirle que la amaba y que por eso aceptó hablar con ella, pensó en decirle que era parte de una obra divina y que Dios les quería cerca el uno del otro, pensó incluso en decirle que era porque ella aun sentía algo por él.


Pero en lugar de responder con una de las tantas cosas que vino a su cabeza simplemente, calló. Un silencio sepulcral se marcó entre ellos, sin cruzar palabra o mirada alguna, cada quien pensaba en algo. Por su parte, Anthony se dedicó a recordar, pensó en todos esos momentos de juegos, bromas y caricias. Como venían haciéndolo desde mucho antes, se presentaron en su mente con lujo de detalles. De pronto, un deseo increíble de sostenerla entre sus brazos y besarla se hizo presente. Movió una mano para tratar de acercarse cuando reaccionó.

Ella le miro con sorpresa, imaginó que el mismo rostro tenía él, pues esas palabras no las dijo a propósito. Yo… No sabía que decir, no sabía si pedir perdón o si esperar a que ella le contestara, la ansiedad lo mataba y no sabía qué hacer para acabar con ese momento incómodo. No diré nada que no sienta. Dijo Karin con una voz tan suave, que apenas alcanzo a escucharla.

¿Que estoy haciendo? -¿Lo dije, o simplemente lo pensé?- Su mente daba vueltas tratando de descifrar si había sido tan tonto como para decir esas palabras de tal manera que ella las escuchara. Vio como la concentración de ella se rompía y lo miraba a los ojos con la misma expresión de duda. Lo mismo haciendo?

me

pregunto

yo…

¿Qué

estoy

Sintió como el corazón se paralizaba y su respiración se volvía superficial, trató de calmarse y todo ese nerviosismo que sintió salió en forma de un suspiro y las palabras. Ay mi amor…

Anthony no sabía si sentirse aliviado, o si esas palabras le causarían más dudas de las que ya tenía. Lo que era seguro era que ese momento había terminado. Así, con ese susurro concluiría esa interesante charla. Era hora de partir y no pudo hacer más que sin decir palabra acompañarla a la estación del metro y regresar a su hogar. Más preguntas que respuestas inundaban ahora sus pensamientos, pero esas dudas tendrían que esperar para una próxima ocasión. No podía hacer más que tratar de descansar, y rezar para que el próximo encuentro le diera las respuestas a todo lo que su mente moría por saber.


Capitulo II Los amantes


Primera Parte

Anthony

Di Grasso era un hombre de 38 años, estudiante de física en la Universidad de Richter, al norte de Holanda, había nacido en una familia humilde, por lo que en su niñez no tuvo muchos lujos. Por esto, su forma de ser era un poco distante, pues sentía que no pertenecía a ese mundo de glorias y lujos. Siempre serio, y callado, con una mirada pensativa, hacía que muchos de sus compañeros se sintieran intimidados por él. Aunque en el fondo, un sentimiento de querer sentirse aceptado se mantenía y moría por salir a la luz. Uno de tantos días, durante una lectura sobre partículas subatómicas que impartía el reconocido físico, el Dr. Greichën Klaus, de descendencia alemana, Di Grasso observo algo muy curioso, una medida, un detalle que al fusionarlo con el resto de la ecuación de Klaus formaría una poderosa arma. Luego de años desarrollando y perfeccionando su técnica, Di Grasso egreso de su casa de estudios. Dedicándose luego, a investigar la materia negra, en la comunidad de físicos internacionales promovida por la ONU dedicada a encontrar los misterios del universo.

En septiembre de 1992 durante una exposición sobre la materia oscura, en la que el principal personaje seria él, mi entras aún se encontraba en Suecia, Anthony decidió salir por un momento de su cuarto de hotel a pasear por el parque, compró un paquete de cigarrillos y salió. Al cruzar la calle Södegarta que quedaba frente al hotel y entrar al parque, Di Grasso observo una multitud. Perfecto, –Pensó- Justo lo que necesitaba para conocer el lugar. Al acercarse, cada vez más gente notaba el alrededor de un grupo de artistas. La alegría y el ruido de la música gitana eran notorios y tanto niños como adultos apreciaban tan espontaneo y hermoso evento. Una exposición callejera de pintura era lo que se llevaba a cabo en ese lugar, donde la estrella era una joven, de cabello negro y ojos claros, delgada, con un rostro tan hermoso y único como el más bello copo de nieve. Luego de quedarse la tarde viendo a tan talentosos personajes, decidió acercarse a la estrella de aquel magnifico show. La tarde era perfecta para el romance, sin embargo, los planes de aquellos dos desconocidos no eran esos. La tarde se les fue en las pláticas del lugar. En conocer y disfrutar de una buena compañía de aquel gélido y hermoso lugar.


Segunda Parte

que no permitiría que su mente lo llevara a ese rincón donde la fantasía se une con la realidad, donde ella lo estaba esperando con los brazos abiertos. Era ya muy tarde, decidió ir a dormir y dejar que el destino jugara su rol en la vida de ellos dos.

El miércoles saldré para Málaga por unos días. Solo quería que lo supieras. Dijo Karin con una voz tierna y preocupada. ¿Está todo bien? ¿Quieres que vaya contigo? Preguntó él con un tono protector y preocupado. Sí, todo está bien, solo debo ir a ver a mi madre, está un poco enferma y toda la familia ira a verla. Karin no quería hablar más, se disculpó por la corta llamada y colgó el teléfono. Anthony sentía en su interior que algo no estaba bien, y aunque no estaba seguro de que era, ahora solo quedaba esperar a su regreso para continuar con la charla que aún debían. ¿Habrá olvidado ya lo que paso hace tres días? Dijo casi en un susurro mientras seguía cocinando la cena. Era lunes por la noche y estaba cansado, por lo

Ojala todo resulte bien. Dijo nuevamente en un susurro. Ceno tranquilamente el asado que había preparado anteriormente y con una copa de vino en la mano, luego de cenar, decidió ir al estudio de su apartamento. Ahí amanecería, en ese lugar donde descansó pensando y soñando con ella.


Tercera Parte

Tan hermosa como una flor en primavera, Karin Olsson era la hija de un matrimonio de la alta sociedad de España. Aunque nacida en Suecia, su corazón y alma siempre pertenecieron a España. Al crecer, Karin descubrió que el negocio de la familia, la alta costura, no era algo que le apasionara, por lo que como toda adolecente rebelde, se revelo contra sus padres y estudió arte en la Escuela de Arte Ferrer, en Sevilla. Al crecer, tendría su propio estudio de arte, aunque siempre y como toda buena artista, la calle y los bajos mundos de la sociedad eran sus musas. La pintura le apasiono desde pequeña, por lo que no le fue difícil hacer carrera y convertirse en una re nombrada artista de la época. Ella, sin vicio alguno, disfrutaba del romanticismo de la vida, de la alegría y tristeza que pasaba en cada momento de su vida aprendía y utilizaba como más le convenía para que su arte floreciera y así lo pudiera compartir con todo el mundo.

Durante una exposición de arte en el parque de la calle Södegarta Karin experimento algo nuevo, sintió una conexión con una sombra, algo a lo que ella llamó. “La conexión con el espíritu” Que años después se convertiría en una de sus obras maestras, para que luego se exhibiera junto a la Gioconda de Da Vinci. Luego de terminar la exposición en el parque, un hombre delgado y de mirada profunda se acercó a ella para hablar, Karin sintió una conexión algo extraña pero familiar, parecido a lo que había sentido antes, Karin se conmovió en lo más profundo de su ser, pero decidió no demostrarlo, no quería asustar a aquella presencia que había logrado conmover su interior con una sola mirada. El hombre le pidió que le mostrara los alrededores, cosa que ella gustosamente acepto dada la situación que había acontecido anteriormente. Ella, al ver al hombre, frio y sin sentimientos que aparentaba ser, sintió como su corazón se estremecía, pero no de miedo o por intimidación, sino por lastima. Ella sabía que debajo de esa armadura había un hombre dulce, y tierno, alguien que gritaba por salir a la luz, pero luchaba contra una fuerza mayor que la de él. Esa tarde todo comenzó para ellos dos, siendo completos extraños entablarían una relación que llevaría a Karin a encontrarle un sentido totalmente distinto a la vida, al amor, al arte, y a la lógica.


Capítulo III El engaño


Primera Parte

Dijo Karin con una voz decidida, pero con un dolor punzante dentro de su corazón. ¿Qué pasa? Sabes que puedes confiar en mí. Dime, ¿Cómo te puedo ayudar?

¿Cómo está tu mamá? Pregunto Anthony a Karin en la primera conversación que tuvieron desde que regreso a Guatemala. Todo está bien, mamá se recupera cada día más. No podríamos estar más felices. Di Grasso se estremecía de miedo, por el rumbo de aquella conversación, sentía en su interior que algo pasaría en cualquier momento, la notaba incomoda, triste, distante. Señales típicas de que algo pasaba pero no quería hablar de ello. Te extrañe mucho. Replico entonces Anthony tratando de abrazarla, esperando que todo ese tiempo que había transcurrido sirviera para arreglar su relación, para que todas aquellas discrepancias que surgieron en la primera vez que hablaron luego de separarse ya no existieran y pudieran continuar juntos como si nada nunca hubiera pasado. Tenemos que hablar.

Anthony no soportaba la presión, una gota de sudor bajo por su frente y antes que ella se diera cuenta la seco con un pañuelo que sacó de su bolsillo. Respiro profundamente y tomando valor compuso su cara para mostrar un semblante de interés y tranquilidad. Como si nada ocurriera. Sabes, -comenzó- he pensado en nosotros, en todo lo que nos ha pasado y la verdad es... Calló por un instante mientras decidía si seguir con su relato. Málaga es hermosa en esta época del año, la ciudad se presta para el romance, las parejas se ven tan felices, tan llenas de gozo, que no pude evitar no pensar en ti. Aún te amo. No lo negare, sin embargo, no sigo enamorada de ti. No sabría cómo comenzar todo nuevamente, luego de lo que pasamos, sería muy difícil para mí volver contigo, y aunque ambos tuvimos nuestros errores, no creo soportar ese dolor si todo saliera mal.


Mirándolo a los ojos, Karin soltó una lágrima. Anthony no pudo evitarlo y sin reprimirse la abrazó. Quedaron así por poco menos de un minuto cuando ella pidió que la soltara. Luego prosiguió. Mi madre me conto de un hombre que había conocido en una tienda, un nuevo cliente que quería abrir un negocio para tener más dinero. Él es doctor, lo pude conocer y fue muy tierno conmigo, con la situación que estábamos pasando. Nos apoyó a todos, pero conmigo fue diferente. Anthony estaba a punto de explotar. Sus peores sospechas se estaban volviendo realidad, y justo cuando quería expresar su sentir ella volvió a hablar. El Dr. Ericksen es... Él no soporto más y con un arrebato de ira exclamó. ¡Él es ¿qué?! ¿Tu amante? ¿Tu novio? ¿Tu esposo? ¡¿Quién es él?! Ella no subió la vista, con actitud sumisa y haciendo caso a lo que el demandaba continuó.

Él es a quien amo. Me enamore de él y hemos estado hablando, hemos salido y quería que lo supieras antes que los rumores llegaran a tus oídos. Lo siento, enserio lo siento, pero después de todo lo que ha pasado, no creo poder seguir contigo. Me parte el corazón dejarte, pero debo hacer lo que es mejor para mí, y creo que con él es con quien encontrare la felicidad. Di Grasso no cabía en sí. No podía soportar esas palabras. Se levantó estrepitosamente de la silla donde se encontraba y salió de la habitación golpeando la puerta en su partida. Ella no quiso alcanzarlo, sabía que de nada serviría ya decir algo, ahora solo necesitaba darle tiempo para entender, esperando no perder a uno de sus mejores amigos y aliados.


Segunda Parte

de escasos recursos. Por esto, muchos de sus colegas en el medio de la moda los criticaban y dictaban de locos, pues no era común proporcionar de ropas caras a personas que vivieran en la calle.

La medicina es un campo muy lucrativo, si se tienen los

Cuando la señora Olsson cayó en cama, Ericksen estuvo a su lado noche y día. Tuvo la oportunidad entonces de conocer a la familia de ella con quienes congenio de maravilla.

conocimientos para hacer de esta carrera un verdadero negocio. Sial Ericksen era un doctor irlandés de un antepasado memorable. Toda su vida se dedicó a la filantropía y eso lo llevo con el tiempo a la escuela de medicina en Harvard. De una familia de dinero, sial nunca tuvo que preocuparse por nada. Pero como en muchos de los casos, los bienes materiales no representaban para él nada más que el distractor de la obra de Dios. Sus padres era extremadamente religiosos por lo que el bien al prójimo y la obediencia de la biblia eran las primeras cosas en su orden de prioridades. Cuando creció y su carrera medica dio frutos, Ericksen decidió tomar un rumbo totalmente diferente, y por medio de sus amigos conoció a Marie Olsson, una famosa diseñadora de modas de Málaga, en España. Hicieron y fundaron juntos una exitosa empresa de modas, en donde la principal meta era vestir a aquellos

Era una tarde de viernes cuando Karin llegó a la casa de su madre, como era de esperarse el doctor Ericksen estaba allí. Junto a la madre de ella cuidándola como si fuera su propia madre. Juntos entablaron relación rápidamente, sus intereses y creencias eran muy similares, por lo que no les resulto difícil llegar a ser buenos amigos. Luego de tres semanas el doctor se dio cuenta de algo muy curioso. La forma en que ella lo veía no era común, iba más allá de la amista. Y para suerte de él, esto era la pauta que necesitaba para poner su plan en acción. Sin perder tiempo la invito a salir, y ella gustosamente acepto teniendo así una oportunidad para estar solos y llevar su relación al siguiente nivel. Cuando las luces del asfaltado se encendían, cada noche comenzaba su aventura. Y pronto se darían cuenta del amor que sentía el uno por el otro. Así fue


como su historia comenz贸, una que les traer铆a dicha, siempre y cuando fueran honestos entre ellos.


Tercera Parte

Es él ¿Verdad? Dijo Di Grasso con un tono de decepción pero muy seguro de sí mismo.

Quiero disculpar mi actitud de ayer. Empezó a hablar Di Grasso con un tono de vergüenza en su voz. No te preocupes, no importa. Karin se mostraba comprensiva, tal vez demasiado. Cuéntame de él, ¿Cómo es él? Di Grasso no quería saberlo, pero recordaba aquel dicho que le repetía su padre cuando niño, “el que se enoja, pierde”. No creo que sea lo mejor hablar de él contigo, luego de la última vez, será mejor que dejemos que ese tema quede como algo privado. Replico Karin con un tono de resentimiento hacia él. Cuando Anthony se disponía a dejar el tema, el timbre de la puerta sonó, y Karin hizo una expresión un tanto curiosa para él. Fue una mirada de temor y alegría, todo en un mismo sentimiento. En una sola mirada.

Creo que no era el mejor momento para que vinieras, y fue mi culpa el no pedirte que te fueras. Lo siento. Karin calló y abrió la puerta, donde Sial estaba esperando pacientemente con un ramo de rosas rojas en la mano. Mucho gusto, Anthony ¿Verdad? Karin me ha hablado mucho de ti. Eres un hermano excepcional por lo que veo. Lástima que no nos hayamos conocido en Málaga. Anthony no entendía aquel argumento. ¿Hermano? Al parecer no es tan honesta con él como creía, Quien lo diría. Pensó por un instante y al mismo tiempo contestaba mientras miraba a Karin de reojo. Mucho gusto señor, es un placer conocerlo, aunque un poco tarde. Sonrió Di Grasso mientras Karin sostenía una mueca de nerviosismo que jamás había visto.


Karin se ausento por un momento de la habitación, necesitaba aire para recuperar la compostura, decidió, aunque no muy sabiamente dejar a los dos hombres que amaba solos en la habitación para que hablara.

Soltó la bandeja mientras ambos hombres volteaban a verla con miradas inquisidoras.

Lo siento, he de haber olvidado su nombre ¿Cómo dice que se llama?

Ericksen por su parte, con dolor, y decepción al saber que la mujer que le había jurado era honesta con él, le había mentido, sin embargo, eso no cambia sus sentimientos por ella.

Pregunto Di Grasso listo para arruinar los planes de Karin.

Anthony por su parte, la miraba con placer, como quien siente satisfacción por una acción bien hecha.

Ericksen, Sial Ericksen para servirle. Y cuénteme Anthony, ¿porque razón no lo he visto por la casa de su madre antes? Esa era su oportunidad, y no la desaprovecharía, se encargaría de que si Karin no era de él no fuera de ningún otro. Pues vera, la verdad es que yo no soy hermano de Karin, fui su esposo durante dos años y luego, pues digamos que las cosas no resultaron tan bien como esperaba entre mi persona y la familia de Karin. Terminando de decir esto, Karin entro a la habitación con una bandeja de Té y postres, solamente para escuchar una confesión que hubiera preferido no oír.


CapĂ­tulo IV Memorias


Primera Parte

Quien diría que tú y yo seriamos así, Fríos, distantes. Que todos los recuerdos quedarían así, Como sueños acechantes. Quien diría que terminaríamos así, Solos, desamparados. No quiero ver el fin aunque la vida me cueste así, Quiero ver todos los sueños anhelados. Luchar o desfallecer, El duelo eterno ha comenzado.


Segunda Parte

Si supieras cuanto te amo Si supieras cuanto te extraño Si supieras que no puedo vivir sin ti Si supieras cuanto he llorado por ti Si supieras lo q hay dentro de mi corazón Si supieras que no te olvido Si supieras cuanto pienso en ti Si supieras… si tan solo supieras…. No puedo creerme en esta situación No puedo escapar del dolor de la separación No puedo seguir viviendo sin ti No puedo pensar en otra cosa que no seas tú No puedo entender el porqué de esta separación No puedo dejar de amarte No puedo dejar que esto termine aquí No puedo… juro que no puedo… Dime que me amas Dime que deseas estar conmigo Dime que no me has olvidado aun

Dime que te sientes mal Dime que odias la situación Dime que me extrañas Dime que no puedes vivir sin mí Dímelo… por favor dímelo… Hare hasta lo imposible por tenerte de vuelta Hare lo que me pidas para verte otra vez Hare lo inimaginable para hacerte feliz Hare de mi vida un infierno si me dices que no Hare que el tiempo se detenga si te vuelvo a ver Hare que nuestro encuentro sea inolvidable Hare de tu vida un cuento de hadas sin final Lo hare… nadie me detendrá…


Tercera Parte Ten presente que tu amor Es lo único que me dará valor.

No sé cómo decir adiós Y aceptar que todo terminó Todo por un error fatal Ahora nos debemos alejar. Si pudiera regresar Y no defraudar Si tan solo fuera para ti La mitad de hombre que creí. No tendrías por qué soportar El dolor incomparable de la soledad. Pero después del ocaso viene el alba Y con ella viene la calma. Mi corazón y alma Allí estarán con esa calma Rescatándote de la soledad Como lo hice desde siempre Igual hasta que mi alma quiebre, Así por toda la eternidad.

Así como tu recuerdo Me llenara de felicidad, Abierto estará mi corazón Rogándole a Dios otra oportunidad Esperando con ansias tú regreso. Por y para siempre tú y yo Oración que nos ha dado fuerza Recordándonos la belleza Sin igual de este gran amor, Intocable por el hombre Embelesador para Dios Muerto para los impuros Pero siempre vivo en los muros Resistentes de nuestro corazón Esperando a vivir sin temor. No sabes el dolor Que siento al verte partir Pero sé que es lo mejor Pues Dios nos hará resistir.


Como pudo algo tan especial Cambiar de la noche a la mañana Ignorando así la vital Necesidad de amar. Y hoy quisiera tenerte una última vez Decirte al oído te amo una vez mas Hacerte entender que nunca te olvidare Y que por siempre te amare. Y esto no es un verso más Que le escribe un hombre a una mujer Es solo mí ser Que jura amarte una vez más.


Cuarta Parte

Hola… Para ti escribo este texto, Para decirte lo que pienso, Para decirte como me siento Para decirte la verdad en este momento. Y yo… Quisiera saber si me extrañas, Quisiera saber si aún me amas, Quisiera saber si en nuestra familia piensas, Quisiera saber lo que al leer esto sientas. Y sé que… Solo tú tienes las respuestas, Solo tú de las dudas que en mi presentas, Solo tú mi corazón calmas, Solo tú para volar le das alas.

Y quisiera saber… Cuál será la hora esperada Cuál será la prueba que fue superada, Cuál será la prueba que fue reprobada, Cuál será la felicidad anhelada. Y solo… Espero a mi lado tenerte, Espero mi esposa hacerte, Espero de mi corazón no tener que sacarte, Espero de mis pensamientos no tener que matarte. Y por eso y más… Prometo luchar hasta la muerte por amarte, Prometo nunca más mentirte, Prometo jamás otra vez decepcionarte, Prometo por siempre cuidarte. Y por si te lo preguntas… Aun te veo, te extraño y te siento, Aun como mi esposa te espero,


Aun como la madre de Andrea te anhelo, Aun como una familia nos veo. Y sabes… Te amo como a la lluvia las flores, Te amo como al más bello de todos mis amores, Te amo por esos ojos hermosos y bellos, Te amo más aun por lo bello de tus sentimientos. Y no imaginas… Cuanto extraño tenerte a mi lado, Cuanto extraño que me digas te amo, Cuanto extraño se tu todo, Cuanto extraño planear nuestro futuro lado a lado. Y también… He de decir que te amo, He de decir que te extraño, He de decir que siempre te pienso, He de decir que solo con nuestra familia sueño. Y finalmente…

Hoy he escrito con este, once versos, Hoy para expresar lo que siento, Hoy para decirte que te amo, Hoy uno por cada mes que nos hemos amado. Y aunque mañana no estés a mi lado, Mes a mes un verso más iré agregando, Pues yo por siempre te seguiré amando, Y aun después que Dios me llame a su lado, En el otro mundo yo te seguiré adorando. Por siempre y para siempre… Te amé… Te amo… Te amare…


Quinta Parte

No sé cómo actuar más, ya no quiero ni pensar. Lo que un día fue nada lo borrara, pero el tiempo es cruel y te empecé a olvidar. Un anciano me dijo una vez nada en este mundo se olvida del todo, y ahí empecé a recordar, y una vez más tu presencia domino mi mente y volví a amar. Y hoy me presento ante ti, desangrado y con el corazón en la mano, pidiéndole al cielo que aún me recuerdes y que quede un poco de amor en tu corazón para tomarme de vuelta y para así poder seguir con nuestra historia de amor. Pero si no es así solo dime que no, dime que no recuerdas ni siquiera mi nombre, dime que has olvidado todos esos momentos que vivimos, dime que has olvidado donde guardabas mis poemas, dime que has olvidado donde quedaron las

estrellas que juntos bautizamos, dime que no recuerdas nada de nuestra historia. Júrame que no recuerdas mi amor y me alejare en paz, sin luchar más, un hombre sabio sabe cuándo retirarse de una batalla dicen por ahí pero la verdad es, que en cosas del amor ni el hombre más sabio del planeta se daría por vencido ni dejaría de luchar, es por eso mi amor que no dejare de luchar nunca por tu amor, venderé mi alma si es necesario para tenerte junto a mi otra vez. Y nada me detendrá excepto el oír de tus labios las palabras que marcaran mi tumba, las palabras que me dirán que no solo ya no me amas sino que es más, ni siquiera recuerdas quien soy. Y con este humilde texto no quiero causar ninguna sorpresa, mucho menos una revolución es solo el sentir de este pobre asustadizo, que no sabe ya que hacer, salvo plasmar en papel lo que siente para que tal vez, solo tal vez, así su alma se tranquilice, desahogue y sepa el destino que ha de tomar.


CapĂ­tulo V A un solo paso


Primera Parte

H

abían pasado ya dos semanas desde el momento en el que Anthony conoció a su némesis. A aquel que se atrevía a arrebatarle al amor de su vida. Pensó que con su acción había logrado separarlos, pues para él, una mentira no valía el perdón. Mucho menos la traición. Caminaba él por una de las calles empedradas de Antigua Guatemala cuando a lo lejos vio una silueta que le resulto familiar. Era Karin, de la mano junto con quien ahora era su prometido. La ira le invadió por completo. ¡Cobardes! –ExclamóEn ese momento de ira juro vengarse, juro que no permitiría que ella fuera de alguien más si no fuese de él y de él solamente.

Así que planeo su venganza, paso día y noche pensando en la forma perfecta para arrebatarle a los tortolos su felicidad. ¡Ah! Lo tengo, será la manera perfecta, es el plan ideal. Si ella no es mía, ¡no será de nadie más!


Segunda parte

era ya de madrugada decidió actuar. Se levantó de la cama y con un grito dijo. ¡Te amo, siempre te amare! ¡Pero si no eres mía, de nadie lo serás!

Se vistió completamente de negro, de pies a cabeza, con la noche se confundió y se dirigió a la casa de su amada. Ella, vestida de tul esperaba la hora de dormir para soñar con su futuro esposo, y nada en el mundo la prepararía para lo que a continuación vendría. Entro por la puerta trasera de la casa, que sin enemigos, y siendo pacifista, Karin no se preocuparía en cerrar. Se acercó lentamente a la alcoba esperando que ella ya durmiera, y en efecto, Morfeo había llegado y dejaba indefensa a la más preciosa de las criaturas. Anthony se acercó lentamente a donde yacía su damisela, recostó sobre su cama y la abrazó dulcemente besándole la frente. Ella, que en un sueño profundo y hermoso soñaba con Sial no sintió la presencia que en su cama yacía. Pasaron las horas, Anthony contemplaba a su amada como quien contempla una obra de arte. Luego, cuando

El grito despertó a la mujer quien solo abrió los ojos para observar una silueta negra que le clavaba una daga en el pecho dejándola desangrar. Un grito ensordecedor rompió el silencio de la noche, Karin Olsson perdía la vida y esto se hacía notar en su voz. Un grito de dolor profundo, de decepción y tristeza se hacían presentes en ese crimen. Y con lo último que le quedaba de fuerza Karin observo a la silueta a los ojos y pregunto. ¿Por qué? Luego, al compás del último suspiro que su cuerpo exhalo Anthony se acercó a ella, para que lo viera. Y con el cinismo que un asesino posee le dijo, mientras caía en el sueño eterno. La traición se paga con sangre.


Tercera Parte

Observo entonces a un hombre de más o menos su estatura, con un traje algo tétrico y una máscara de payaso traído desde el mismísimo infierno. Se decidió, y lanzándose sobre aquel hombre le clavo la daga que portaba en el cuello.

Ericksen se encontraba en el Hospital San Juan de Dios en una operación de corazón abierto que había complicado, daban ya las dos de la mañana cuando al fin salió de ese lugar rumbo a su hogar. Sin sospechar lo que había pasado, pensaba y soñaba con la mujer que amaba. Con esa que había logrado quitarle el sueño y arrancado lágrimas de felicidad. Entro a su casa, y casi sin energías decidió entrar a bañarse.

La sangre salía a borbotones, y antes que el hombre pudiera morir, Di Grasso le quitó la máscara y corrió, alejándose de aquel lugar. Era una mañana fría, y los perros ladraban anunciando el paso de la muerte por toda la ciudad. Anthony encontró la forma de entrar a la casa de Ericksen e instalándose observo un espejo. ¡Perfecto! – Pensó- Coloco la máscara de payaso sobre su atuendo negro cubierto en sangre y con una risa casi diabólica y repleta de maldad exclamó.

Anthony estaba preparado para matar, la sed de sangre que corría por su cuerpo estaba ahora desatada y nada podía hacer ya para contenerla.

Un payaso, eso es todo lo que soy. Nada más que un payaso.

Vio entonces en la calle una fiesta de disfraces que salía a altas horas de la noche.

Cuando Sial salió de bañarse se dirigió al lavamanos, se vio en el espejo y remojo su cara con agua fría para despertar y tal vez así comer un poco antes de dormir.

Un payaso, eso es todo lo que soy. Nada más que un payaso para todos.

Subió la mirada y observo una sombra negra y roja en el espejo, la sombra que sin él saberlo, sería su fin.


EpĂ­logo


Diez años antes...

Hospital Psiquiátrico de México Expediente No. 682363 Nombre del Paciente: Anthony Di Grasso Mandrake Fecha de ingreso: 18 de marzo de 1977 Fecha de egreso: 21 de octubre 1982 Diagnóstico: El paciente presentó trastornos narcisista, con personalidades múltiples y esquizofrenia paranoide. Complicaciones: Por su alta peligrosidad fue imposible la suministración de medicamentos para controlar la esquizofrenia, rechazando así el tratamiento. Por lo que se decidió utilizar métodos alternos y la sublevación por la fuerza al paciente. Motivo de Alta: Orden de la corte por falta de evidencias en el cargo de triple homicidio en primer grado.

Dr. Richard Young Jagger


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