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IV. De la luna para Endimión

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III

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D E L A L U N A PA R A ENDIMIÓN

Mito de Selene y Endimión

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Hay muchas cosas que llevan a los mortales hacia un destino, algunos lo llaman decisiones, otros tiempo o caminos. A mi sólo me ha llevado un carruaje, suficiente para llevarme a emprender mi propio viaje. No estoy hablando de lo que en el pasado era mi futuro, estoy hablando del que es mi vida y todos mis tiempos verbales. La primera vez que lo vi, estaba entre su rebaño, al hombre descrito como un adonis que, destronado, prefirió dedicar su vida a los animales y al campo. Como era de esperarse lo vi descansando. Pasé varias veces hasta que decidí bajar a buscarlo. Poco después, mi carruaje me llevó con Zeus y le pedí que a este hombre le concediera un deseo. Supe que él era mi destino cuando en vez de pedir fortuna o recuperar su corona, pidió juventud y sueño eterno para poder estar sólo conmigo. Desde el principio fue una casualidad y no algo escrito. El mismo carruaje que me llevó a él es el que me lleva de regreso al inicio.

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