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La polémica calle «Pintor Mariano Fortuny» (1902-1907
La calle de Monterols, denominada «Pintor Fortuny», entre 1902 y 1907
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Tarjeta postal Lucien Roisin, Barcelona, c.1919 Colección Josep Lluís Masip
«Moro del Rey guardando un prisionero, cuadro de Fortuny»
Revista Reus Artístich, 1890 Biblioteca del Centre de Lectura de Reus za (Palma de Mallorca, 1873–Madrid, 1931) e impresas por Gráficos Navàs de Reus.141 Años después, en 1955, la Banca Vilella editó una lámina de La Vicaría, que fue un rotundo éxito ciudadano y lució en las paredes en muchas casas durante años.
Si bien fue en 1875 cuando el Ayuntamiento de Reus acordó dedicar una calle o plaza a Fortuny, el acuerdo no se materializó hasta un cuarto de siglo mas tarde. Fue el 16 de agosto de 1902 cuando el Ayuntamiento, a propuesta de la Sección de Arte del Centre de Lectura recién constituida, acordó poner el nombre de «Pintor Mariano Fortuny» a la céntrica y emblemática calle Monterols, que se convirtió en el primer lugar público de la ciudad en llevar oficialmente el nombre del pintor, creyendo «que dicho cambio sería recibido con agrado por los vecinos». La Sección de Arte comunicó al Ayuntamiento su agradecimiento por la decisión que rectificaba «un lamentable olvido que bien puede afirmarse constituía una grande injusticia».142 Francesc Gras Elies, escribía: «¡Loado sea Dios que nuestro Ayuntamiento, siguiendo el noble ejemplo del de Madrid, Tarragona, Barcelona, Granada, Roma y París, ha puesto el nombre de nuestro eximio pintor en una de las más céntricas de esta Ciudad!».143 Pero el intento, a pesar del apoyo de la prensa y la principal entidad cultural local, resultó fallido, nadie la nombraba con el nombre del pintor, ya que Monterols era un nombre demasiado arraigado en la tradición colectiva, casi ancestral. Cinco años después, el 6 de septiembre de 1907, a petición de un buen número de vecinos y comerciantes de la calle, el Ayuntamiento restableció el nombre de Monterols a la vez que acordaba estudiar «la forma de honrar cual se merece la memoria del ilustre pintor».144
141. Eran las Obligaciones de la serie G de 50 pesetas y las viñetas de los tres modelos representan también al obispo y político Cristòbal Robuster y al general y político Joan Prim. 142. La carta de la Sección Artística era firmada por su presidente Pere A. Savé, el 21 de agosto. Finalmente, a sugerencia del Diario de Reus, se suprimió de les placas la palabra «pintor». Las Circunstancias, 19, 23 y 24-VIII-1902 y Diario de Reus, 17, 19 y 21-VIII y 3-IX-1902. 143. GRAS ELIAS: Las calles de Reus (1902), pp. 43-44. El diario Lo Somatent, 22-VIII1902, ya expresaba sus dudas razonables: «nostre cor, el cor de tots els fills de Reus, si bat d’alegria per que s’honra y ‘s perpetua un nom venerat, en cambi sent la tristesa de que pert quelcom que també li era molt grat» y Josep Güell i Mercader se muestra contrario al cambio de nombre debido a su tradición secular y dice que «altres distincions més significatives podria Reus en justificia conferir-los-hi». Dos días después el escritor Miquel Ventura Balanyà (Reus, 1878-Madrid, 1930): «Sobre lo cambi de nom del carrer de Monterols», Lo Somatent, 24-VIII1902, explica su punto de vista contrario a cambiar el nombre de la calle Monterols que considera insustituible: «Reus sense lo carrer de Monterols no semblarà Reus», y prevé acertadamente que la gente continuaría usando su nombre tradicional y propone poner un busto o retrato de Fortuny en el Ayuntamiento, y poner su nombre al arrabal donde nació. 144. La decisión provocó meses después un «acalorado incidente» en el Ayuntamiento, entre los concejales Pallejà y Navàs, con puñetazos sobre la mesa. Diario de Reus, 7-IX-1907 y 12-IV-1908, que afirma que sacar el nombre de Fortuny después de haberlo puesto era un «disparate» y un «agravio a la memoria de aquel genial artista que tanta gloria nos ha proporcionado». Irónicamente, en aquellas fechas, la librería de Josep Grau de la calle Monterols ofrecía el álbum Mariano Fortuny «a precios baratísimos». Diario de Reus, 11-IV; 21, 30 y 31V; y 2,3,5,10-VI-1908. El periódico Heraldo de Reus, escribía, crítico, en 1916: «Un día acordó nuestro Ayuntamiento a modo de reparación tardía, pero siempre decorosa, cambiar por el de