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Sistemas de producción en transición en distintas regiones del país

Con la moderación de Agustin Barbera (INTA) comenzó el viernes 20 un panel dedicado a abordar sistemas de producción en transición en distintas regiones del país. “El lema de este congreso nos lleva a repensar la producción con la necesidad de entender que, al ser de base biológica, nuestros sistemas están compuestos de interacciones muy complejas”, abrió Barbera.

Pablo Borrelli fue el primero en compartir una experiencia de transición, en este caso desde Ovis21, firma dedicada a la ganadería regenerativa. “Uno de los pilares de los planteos regenerativos es la planificación del pastoreo. Esta debe apuntarse a la generación de pulsos de pastoreo y redistribución de nutrientes seguidos de descansos suficientemente largos para meter energía y C en el suelo”.

“Se trata de tecnologías de procesos cuyo costo es casi nulo y pueden hasta duplicar la receptividad. Reducen los costos de oportunidad respecto de la agricultura, permitiendo imaginar sistemas integrados con ciclos de acumulación de biología de suelos con ganadería regenerativa para pasar luego a sistemas agrícolas. Esto permitiría aspirar a sistemas estables, resilientes, menos dependientes de insumos externos y que acumulen C. Esto tiene aún mayor potencial si a ese C le ponemos valor de mercado”.

Natalia Carrasco (INTA) habló de los resultados del módulo agroecológico de la Chacra Integrada Barrow, que lleva 11 años de planteos basados en policultivos, cultivos de servicios y mezclas con leguminosas. “El uso de agroquímicos es casi nulo y cambió la comunidad de artrópodos: mientras en los planteos convencionales predominan los bichos bolitas en un 97%, los manejos agroecológicos tienen 47% de insectos benéficos y cerca de 40% de insectos generalistas.

Se observa 1300% de aumento en biomasa de lombrices y cambios en las comunidades de malezas que incluyen caída en la presión de especies difíciles como cardo, senecio y rama negra”.

Horacio Repetto es productor Aapresid y habló de sus esquemas de manejo basados en cultivos de servicios, rotaciones intensas, integración con ganadería y tecnologías como las aplicaciones dirigidas: “Creo que el trabajo interinstitucional es una herramienta fundamental para lograr cambios”.

Antonio Aguinaga es responsable programa I+D de Cervecería Quilmes y habló de cómo la firma reencauza sus objetivos de mejoramiento genético en cebada cervecera de cara a los desafíos actuales: “durante años nos enfocamos en seleccionar materiales para aumentar rinde, pero empezamos a ver el deterioro de los suelos, mayor frecuencia de malezas resistentes y deficiencias en Zn y entendimos que para sostener ese rinde sin afectar la calidad industrial necesitábamos cada vez más insumos”.

Hoy la selección genética se hace teniendo en cuenta estos cambios: elegimos variedades de porte rastrero para competir con malezas, resistencia a enfermedades, etc. “Estamos además apoyando económicamente a los productores que encaran prácticas y modelos de transición”, cerró Aguinaga.

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