N o che d e P a z
Asociación Belenista de Badajoz
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Belén, la ciudad de David
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elén es sin duda la ciudad más famosa del mundo para vivir la Navidad ya que fue allí donde, según la Biblia, nació Jesús de Nazareth y sin duda está cargada de significado para el cristianismo, pero también lugar de peregrinación para los musulmanes, que veneran la tumba de Raquel y para los judíos, al ser el lugar de nacimiento y coronación del rey David. 3.400 años de antigüedad la convierten en lugar santo para tres religiones y uno de los destinos más visitados del mundo en Navidad. Belén está situada en la región de Judea, al sur de Galilea y Samaría, en Israel. Judea es una zona rocosa y desértica. En Judea se encuentran también la ciudad de Jerusalén, el desierto de Judea donde predicaba Juan Bautista, y el Mar Muerto, en el cual desemboca el río Jordán. A Belén se le llama Belén de Judá, porque le correspondió en el reparto de la Tierra Prometida, a la tribu de Judá y Ciudad de David, porque en ella nació el Rey David, unos 1.000 años antes de Jesús. El evangelista San Lucas nos dice que María y José fueron de Nazaret a Belén, la ciudad de David, para empadronarse, y cumplir así la orden dada por el Emperador romano. Estando allí, en Belén, se le cumplió el tiempo a María y nació Jesús. Así se realizó la Profecía de Miqueas quien lo había anunciado: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres la menor entre los principales clanes de Israel, porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel” (Miqueas 5, 1). En el tiempo en que nació Jesús, Belén era un pueblo pequeño pero importante, porque por allí pasaban las caravanas que iban a Egipto y que regresaban de él. El viaje de María y José, de Nazaret hasta Belén, debió durar unos 8 días, teniendo en cuenta que la distancia entre las dos ciudades es de 145 kilómetros, y María estaba ya en los últimos días del embarazo, lo cual dificultaba su desplazamiento. Es posible que María y José se hubieran unido a alguna caravana, para viajar con más seguridad. De Nazaret, en Galilea, irían a Nablus, en Samaría, de allí a Jerusalén, en Judea, y de Jerusalén a Belén, lugar de su destino. Cuando María y José llegaron a Belén, la ciudad estaba atiborrada de peregrinos que iban a inscribirse en la ciudad de sus antepasados, de mercaderes que iban y venían de Egipto, con sus grandes caravanas, y de autoridades romanas desplazadas allí con motivo del censo. Por esta razón, “no encontraron lugar en el alojamiento”, ni en ningún otro lugar. Actualmente, Belén es una ciudad importante habitada especialmente por árabes, y pertenece políticamente a los palestinos y está separada del territorio israelí por un muro. En ella encontramos la gran Basílica de la Natividad, construida sobre la que la tradición señala como la gruta en la que nació Jesús, y el pesebre en el que lo