ESCAPADA
Baleares
RINCONES PARA SIBARITAS Texto ANA FRANCO @AnaFrancoLuxe
Hay tantas Baleares como turistas recalan cada año en este archipiélago. ¿Desea desaparecer del mundanal ruido y recogerse en una villa con piscina? Emule a empresarios como Alberto Palatchi, presidente de Pronovias, y a actrices como Belén Rueda, y asiéntese en Menorca. ¿Lo suyo es coleccionar famosos y/o frecuentar la noche? No hay otra como Ibiza. Piense en sus vacaciones soñadas y luego busque en este archipiélago, porque es muy posible que las encuentre aquí.
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i no quiere privarse de nada y se inclina por catar todo lo que le ofrecen las Baleares, haga parada y fonda en todas sus islas. Comience su periplo en Formentera, por ejemplo. Creerá que pisa suelo caribeño por sus aguas cristalinas. En este paraíso lo que se llevan son los pequeños y luminosos hoteles de cuatro estrellas que no rozan el lujo, pero que se quedan a las puertas, como Es Marès (18 habitaciones) y Can Aisha (cinco apartamentos). Más concurridos están Gecko y su club, en la playa de Migjorn, una de las más grandes del territorio, y Cala Saona. Para comer y cenar recomendamos las pizzas de Macondo (Formentera está plagada de italianos) y la cocina local de Can Dani, además del ambiente de la zona de Illetes, con Beso Beach y El Pirata como representantes playeros.
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Pasar a la mayor de las Pitiusas, Ibiza, no le llevará más de media hora en barco. Una vez allí, podrá elegir entre una noche loca o un día de calas. Los hay que combinan ambas opciones, pero a determinada edad comienza a ser desaconsejable. En esa Ibiza en la que hasta las farmacias pinchan música tecno o similar, el lugar de “descanso” del turista puede ser el hotel ME Ibiza, con acceso directo a la playa de S’Argamassa. Sus estancias blancas son amplísimas y diáfanas, claro que ¿quién quiere encerrarse en una habitación habiendo una piscina sólo para adultos con musicón durante todo el día? Otro destino para fiesteros es El Hotel Pacha, enfrente de la celebérrima sala de fiestas del mismo nombre. Se trata de un establecimiento minimalista que facilita ir de la disco a la cama y de la cama a la disco. Sus responsables han abierto recientemente Destino Pacha Ibiza Resort, éste de cinco estrellas, en la bahía de Talamanca. Pero como Ibiza es bipolar, están quienes no frecuentan el restaurante–cabaré de moda, Lío, los que no comen en Sublimotion (a 1.500 euros el cubierto) y los que nunca se acercan a la discoteca–hotel Ushuaïa. Son los que reservan habitación en el tranquilo hotel Aguas de Ibiza, con un estupendo spa que firma la marca francesa Clarins y una terraza que supervisa el cocinero Sergi Arola. O los que alquilan alguna de las villas de lujo que salpican la isla y que disponen de piscinas que se funden con el mar. Y a comer, al campo; los famosos ravioli de morcilla con salsa de ceps de Can Berri Vell o las delicias de Oleoteca Ses Escoles, en Santa Eulalia. Si anda a la caza de los elegantes hoteles de lujo de las grandes cadenas, su lugar está cerca, en Mallorca. Algunos son tan bellos que dan ganas de hacerse fuerte y no abandonarlos nunca. Como el Hilton Sa Torre, con molino de viento, capilla neogótica y una propiedad del siglo XIV, adonde se va a descansar, a empaparse de naturaleza y a prenderse de su hermosura y de su silencio. También se persigue eso exactamente en Castell Son Claret, que ofrece además la alta gastronomía del restaurante Zaranza, con dos estrellas Michelin. Nos gusta, y mucho, Cap Rocat, instalado en los edificios de la antigua fortaleza de Cap Enderrocat, y sus nuevas estancias excavadas en la roca, con terraza privada y vistas a la bahía de Palma.
RESTAURANTE VINTAGE 1934
Situado junto al mar, en la isla de Mallorca, este establecimiento apuesta por una cocina mediterránea llena de matices.
CAP ROCAT. Una antigua fortaleza militar enclavada en una zona privada de la bahía de Palma de Mallorca reconvertida en impresionante alojamiento. 102
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NAKAR
En pleno corazón de Palma de Mallorca, en la avenida Jaime III, se ubica este hotel boutique de 57 habitaciones cuyo diseño está firmado por la interiorista Marga Rotger.
PARK HYATT
Anclado en una colina, este hotel de lujo se alza a imagen y semejanza de un pueblo típico de la isla de Mallorca.
HILTON SA TORRE
Exclusivo hotel de ambiente romántico con 90 habitaciones y suites. Del siglo XVI conserva la atmósfera histórica gracias a la torre, la capilla y el viejo molino.
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Entre las novedades de esta temporada, destacamos el nuevo resort Park Hyatt Mallorca, construido a la manera de un pueblo típico mallorquín. Éste será su primer verano en la isla y promete encandilar a los veraneantes con su diseño. En el apartado gastronómico, Mallorca lo tiene casi todo, excepto un tres estrellas. En Palma, la capital, destacan el Fornet de la Soca, Sa Roqueta y Simply Fosh. También nos gustan los de Puerto Portals, con el clásico Flanigan al frente, y los más nuevos de Port Adriano, además de las tabernas tradicionales de los pueblos del interior. La sosegada Menorca, aunque más pequeña que Mallorca, también propone una cocina de aúpa, con restaurantes como Sa Pedrera d’es Pujol, que llevan al plato el mejor producto de la región. Ubicado en una finca en la localidad de Torret (Sant Lluís), esta casa recupera recetas menorquinas en desuso, como la oliaigua (sopa de tomate y sofrito) con helado de higo, y es obligado centro de peregrinación de los amantes del cordero. Algo más desenfadada es la carta de Bodegas Binifadet, donde se puede comer dentro y también entre viñas. Y las dos opciones son buenas. Este recorrido por las cuatro principales islas baleares queda redondo si transcurre a bordo de uno de los yates que alquilan con tripulación empresas como IBYachts, o de los veleros y goletas de Nautic Adventure. Y a navegar, que son dos días.
GECKO. En la paradisíaca playa de Migjorn, en Formentera, se encuentra este exclusivo establecimiento de 27 habitaciones.
TORRALBENC. Una antigua finca agrícola transformada en hotel de lujo en Menorca, donde se fusionan interiorismo, gastronomía y naturaleza. 104