CON TE N I D O EL NIÑO PRIVADO DE AFECTO
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EL NIÑO AGRESIVO
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EL NIÑO AISLADO
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LA ANOREXIA EN EL NIÑO
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LA ANSIEDAD EN EL NIÑO
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LOS CELOS EN LOS NIÑOS
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LA DEPRESIÓN
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EL EGOÍSMO
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LA ENCOPRESIS EN EL NIÑO
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LA ENURESIS EN EL NIÑO
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LAS FOBIAS INFANTILES
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LOS CAMBIOS DE HUMOR EN EL NIÑO
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LA INDISCIPLINA EN EL NIÑO
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EL SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD EN EL NIÑO
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LA INMADUREZ EMOCIONAL EN EL NIÑO
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LA INSEGURIDAD EN EL NIÑO
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EL NIÑO MALTRATADO
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NIÑOS MALTRATADOS SEXUALMENTE
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LA MENTIRA EN EL NIÑO
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EL MIEDO EN EL NIÑO
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EL NIÑO OBESO
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MALAS PALABRAS
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LA PEREZA EN EL NIÑO
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LAS RABIETAS EN EL NIÑO
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LA TIMIDEZ DEL NIÑO
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TERRORES NOCTURNOS
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EL NIÑO PRIVADO DE AFECTO Definición Falta de suficiente afecto en las diferentes etapas del desarrollo del niño. Situaciones específicas más comunes en las que dicha privación se manifiesta: Niño abandonado Niño rechazado Niño en situación de hospitalismo Niño huérfano Niño de padres separados o divorciados Rasgos que definen claramente estas situaciones: Abandono Debilitación, ruptura o ausencia de las relaciones afectivas entro dos o más individuos, implica un estado de dependencia anterior y concretamente en el niño un descuido por parte de los padres o sustitutos. El abandono puede ser: Imaginario aunque sentido como muy real, el niño cree perder el afecto de los padres a consecuencia de causas externas (nacimiento hermano, desaparición de uno de los padres). Hospitalismo Indica el deterioro psíquico de aquellos niños, privados sobre todo del cuidado materno emocional y que sustitutivamente son criados en asilos, hospitales. El niño abandonado en circunstancias traumáticas, muestra un consecutivo deterioro emocional a través de las siguientes etapas: Primera Periodo de aflicción, el niño llora por su madre ausente y se niega a ser atendido por cualquier otra persona que no sea ella. Segunda Periodo de desesperación, durante el cual permanece inmóvil y apático. Tercera Periodo de desapego, parece resignarse a la situación, aunque esto parece repercutir negativamente respecto a su anterior unión emocional con la madre y a su capacidad para depositar su confianza en otra relación posterior. Trastornos más comunes en los niños que se sienten rechazados: Enuresis Dificultades en las comidas Comerse las uñas Tics nerviosos Trastornos más comunes cuando los niños crecen: Conducta antisocial Agresión Crueldad Mentira Búsqueda exagerada de atención
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Etiología Puede desarrollarse en todas las circunstancias que priven al niño, de forma duradera, de la presencia y ternura cotidiana de la madre, o de personas que la sustituyan. Cinco condiciones para la aparición de los mencionados trastornos: Que haya habido falta, carencia o frustración en las relaciones afectivas. Que la carencia se haya referido sobre todo a las necesidades afectivas del niño. Que la madre pueda considerarse responsable de esta insuficiencia o privación. Que esta última haya alcanzado al niño antes de los tres años. Que haya durado tiempo suficiente, por lo menos varios meses. Situaciones en las que pueden aparecer las condiciones antes mencionadas: la institucionalización del niño pequeño, causa del hospitalismo, la muerte de uno o ambos padres, divorcio. La ocupación excesiva de los padres, puede ser vivida por el niño como: falta de dedicación que fácilmente puede interpretar como una falta de cariño. Padres dominantes: tienen ideas preconcebidas acerca de los hijos y se niegan a aceptar una realidad distinta de las de sus expectativas. Padres sobreprotectores: celosamente y sin descanso cuidan a sus hijos con esmero para poder sentirse orgullosos de su obra.
Diagnostico Factores de privación de afecto en niños son los siguientes: Edad del niño: un periodo crítico que comprende desde los siete meses hasta los 3 años. Estadio cronológico social: se considera al niño y es factor decisivo en los problemas de separación, en los casos de adopción, abandono o separación es importante considerar, la etapa de cambio lo más pronto posible. Ciertos problemas de privación afectiva no se manifiestan pero se dan entre los 8-9 años en que reacciona a ellos. Sustituciones que se integran en la vida del niño: si la madre natural está ausente y otro miembro de la familia cumple sus funciones en contacto con el niño, los efectos son mucho menos marcados que si no existen figuras sustitutas de ningún tipo.
Tratamiento Tratamiento preventivo: analizar las causas o factores que están iniciando o favoreciendo la situación de privación. Tratamiento de modificación ambiental: el niño se sienta querido por sus padres lo los que le sustituyan. Niños que manifiestan de forma clara y desarrollada síntomas propios de privación afectiva: tratamiento mucho más persistente, pues no es suficiente los 2 tratamientos anteriores. Forma eficaz de mostrar aceptación y cariño: dedicar al niño una cantidad de tiempo especial para él y hacerlo en los términos específicos que el niño exija para sentirse emocionalmente integrado. Privación a causa de la excesiva ocupación de los padres: lo importante no es tanto la cantidad de tiempo que pasan con el niño sino la calidad de esta interacción. Divorcio o separación: asesoramiento de un experto sobre las cuestiones de quien y como hablar con los niños de la situación y los cambios que se producirán en sus vidas.
EL NIÑO AGRESIVO
Definición y descripción Agresión: reacción de lucha. Componentes de la agresión: falta de satisfacción, rabia, protesta y cierta violencia o esfuerzo por cambiar las cosas. Agresión directa: si la acción violenta es física y se presenta en forma de amenaza dirigida contra la persona u objeto al que se considera causante de la frustración. Agresión indirecta o desplazada: la acción violenta se dirige hacia otra persona u objeto distinto del que la desencadeno. Formas en que se puede presentar la agresividad: Agresiones físicas directas: pegar con las manos, dar patadas, morder, golpear con objetos Agresión física indirecta o desplazada: destrozando o golpeando objetos, de la persona que ha provocado, generalmente mediante una frustración, la agresión del sujeto. Explosiones agresivas: no puede controlar su frustración, gritando y haciendo ruido. Agresiones verbales: gritar y discutir con los padres, insultar, amenazar o ridiculizar a los hermanos o compañeros de colegio mediante sobrenombres por algún defecto físico o psíquico.
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Etiología Frustración: no hay día en que el niño no se sienta bloqueado en sus tendencias por satisfacer sus necesidades biológicas de comer, dormir, controlar esfínteres. El niño frustrado busca una salida con una súplica y esta puede transformarse en exigencia con gritos de protesta, cólera, agresión más directa.
Sentimientos de inseguridad: cuando los sentimientos de seguridad son amenazados este puede reaccionar con violencia y agresividad. Si el niño se siente inseguro en las relaciones con sus padres, es probable que se defienda atacando a los demás y sea agresivo.
Disciplina dura: hace que el niño se sienta indeseado, no querido y resentido, si se siente tratado duramente por los padres, cree que el mundo también le es hostil y puesto que debe vivir en él lo hará con violencia tratando a los demás como sus padres lo trataron, intentara castigar en forma de vergüenza.
Sobre dependencia: los padres intentan dar al niño cualquier cosa que desea, su sistema educativo toma tantas precauciones que impiden que el niño se desarrollo con independencia. El niño sobreprotegido cree que no puede hacer las cosas sin la ayuda de sus padres, al desarrollarse en el los sentimientos de independencia no puede prescindir del control familiar.
Entrenamiento inadecuado: si con frecuencia se le permite que consiga beneficios de tipo físico o social con el comportamiento agresivo, dicho comportamiento persistirá en un futuro como forma estable y aparecerá siempre que el niño quiera conseguir algún beneficio.
Inconsistencia de los padres: a) cuando los padres vacilan ante la conducta agresiva del niño y no saben si alabarla o criticarla. b) los padres tienen puntos de vista diferentes acerca de cómo hay que educar al hijo.
Imitación de los padres: muchos niños imitan a sus padres, al ver que estos se comportan de forma agresiva, acaban aceptando dichas conductas como si fuesen normales. También influye la imitación de los personajes agresivos que ven en la televisión. El niño rechazado: el niño que se siente rechazado por sus padres puede convertirse en un niño agresivo, por el contrario difícilmente encontraremos a un niño que sea agresivo y que al mismo tiempo se sienta querido, puede suceder porque los padres son muy inmaduros, no pueden dedicarse a su hijo por problemas matrimoniales.
Causas de tipo físico: considerar lesiones cerebrales que provocan comportamiento hiperactivo e inquieto presentando síntomas parecidos a los de la agresividad.
Diagnostico Niños menores de 3 años: expresan su agresividad de forma directa llorando, pataleando o con agresiones físicas como morder, pinchar, golpear. De 4 -5 años: la expresión directa de la agresividad disminuye, al tiempo que aumentan las expresiones indirectas o desplazadas con preponderancia de los ataques verbales, insultos, mentiras, acusaciones. Diferencia según sexo: las niñas aprenden a expresar su frustración de forma inhibida como llorar, soñar despiertas o criticar a alguien. Los niños suelen usar formas impulsivas tales como ataques rudos y violentos. A los 9 años: las explosiones agresivas son mucho menos frecuentes en las niñas que en los niños y estas diferencias persistirán en etapas posteriores. Puede deberse al modelo social que permite e incluso premia algunas conductas agresivas de los niños mientras que inhibe y desaprueba la mayoría de las expresiones directas de agresividad en niñas.
Tratamiento Examen médico para determinar si la agresividad manifestada se debe a una causa orgánica. Advertir que muchas formas de castigo verbal (amenazar al niño, reñirle, advertirle) son vividas por el niño como formas de halago mediante las cuales consigue ser el centro de atención de los padres. Como medida a corto plazo utilizar la técnica “time out” consiste en aislar al niño en el momento en que se manifiesta agresivo así el niño podrá comprender las consecuencias de sus acciones. Lo que no debe hacerse: castigar al niño mediante una amenaza y mucho menos con una acción agresiva física como pegarle.
Lo que debe hacerse es: Analizar las causas que generaron la conducta agresiva y a partir de ellas programar un tratamiento eficaz dirigido, primordialmente a los padres para que en la medida de lo posible disminuyan estos factores. Ofrecer al niño un hogar en el que se sienta querido y aceptado es la mejor manera de conseguir que abandone paulatinamente su comportamiento agresivo como respuesta al rechazo que siente. Vigilar que no consiga ningún beneficio o refuerzo con su conducta agresiva, no darle lo que pide de forma agresiva y no hacerle casa en sus intentos. Debido a un contexto excesivamente frustrante para el niño y no pueda suavizarse, es importante recurrir a un tratamiento de desviación o canalización de la agresividad; la mejor forma es la práctica de deportes adecuados que encaucen la agresividad, incluso si es agresivo por sentirse inseguro, puede encontrar la ocasión de proteger, con su agresividad a otros compañeros más débiles que él. En algunos casos resulta recomendable la práctica de actividades no necesariamente competitivas, como la pintura, el modelaje, etc. Ya que permite distensionar y relajar al sujeto, por lo que siente necesidad de expresarse de forma agresiva como antes.
EL NIÑO AISLADO Definición y descripción. El aislamiento: es un impulso o tendencia a mantenerse solo, cortando los lazos sociales con el medio ambiente. La persona aislada es la que se evade socialmente del contacto con otras personas y así intenta evitar ciertos tipos de ansiedad. El niño aislado: es aquel que ve en las situaciones sociales un tipo de amenaza y cree que retirándose y huyendo de ellas conseguirá seguridad. Pueden a menudo participar en situaciones sociales normales, pero acaba retirándose de ellas. En la infancia los niños con tendencia al aislamiento pueden: negarse a asistir a la escuela y si se les fuerza llegan incluso a negarse a participar en las actividades escolares en grupo.
Etiología Los principales factores que pueden generar aislamiento son: El hecho de que los padres tengan un comportamiento aislado y se muestren inseguros y tímidos influye de forma directa en el niño y hace que adopte el mismo comportamiento. Los padres con comportamiento sobreprotector no permiten que su hijo participe en experiencias por temor a que no sea capaz de manejarlas y procuran por todos los medios que el niño no entre en contacto con situaciones amenazantes. En general, los factores que crean inseguridad pueden crearle un comportamiento de aislamiento, los padres que sienten poco afecto hacia su hijo, al sentirse poco feliz o aceptado en su familia, cree que tampoco será poco aceptado por los demás. El ambiente social pobre es también factor que favorece al aislamiento.
Diagnostico El aislamiento se debe exclusivamente al hecho de vivir en un ambiente falto de estimulación, se presume que solamente ofreciéndole un ambiente más rico en contactos sociales, lograra salir de dicho aislamiento. Hay que suponer que existen otras causas que conviene analizar, así si el aislamiento se debe a que el niño imita la conducta aislada de los padres, o a la actitud sobreprotectora de los mismos, supone que este ha integrado en su persona unas pautas de comportamiento aislado, por lo que el tratamiento, en este caso resulta imprescindible y no basta con ofrecer un ambiente más estimulador si el aislamiento se debe al abandono de los padres, se supone que el tratamiento será más largo y difícil.
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Tratamiento Si el niño ha desarrollado la conducta de aislamiento como resultado de la falta de compañeros con quienes jugar y de los contactos sociales graduales y adecuados que le ayudaría a integrarse en el ambiente social normal, hay que darle todo lo que ha necesitado y nunca ha tenido para poder desarrollarse socialmente. Los padres de niños pre escolares deben favorecer y conseguir que su hijo juegue con otros niños de su edad, y esto a pesar de que les ocupe tiempo y le exija un esfuerzo superior al que normalmente le pueden dar. Si el niño ha desarrollado la conducta de aislamiento por imitación de las conductas de sus padres, el tratamiento exige que se realice sesiones conjuntas de padres e hijos para todos aumenten sus relaciones sociales. Si el niño es aislado por factores que le crean inseguridad como el sentirse poco aceptado por sus padres, el tratamiento deberá seguir las mismas pautas que se apuntan en el tema de inseguridad. Es recomendada la terapia de grupo para sacar al niño de su aislamiento, una ventaja de esta terapia es que gradualmente el paciente aumente sus relaciones sociales. El niño aislado podría dar los siguientes pasos: Invitar a un amigo a jugar con él en su casa. Invitar con cierta asiduidad a varios amigos a jugar con el niño objeto del tratamiento. Invitar a varios niños con ocasión de una fiesta de cumpleaños, etc. La presencia de regalos, juguetes, dulces, etc. Debe realizarse en un contexto ambiental que no sea excesivamente difícil o amenazante. Asistir a las fiestas que organicen sus compañeros. Algunos amigos acompañados de sus padres, pueden visitar al niño en su casa. Acudir en compañía de sus padres, a fiestas organizadas para niños y adultos. Debe cuidarse de no obligar al niño a participar en un contexto social más difícil sin antes haber conseguido una completa adaptación a los estados de socialización inferiores.
LA ANOREXIA EN EL NIÑO Definición y descripción. Es un trastorno de origen psíquico, caracterizado por la pérdida del apetito y la negativa a ingerir alimentos. Dice no tener hambre, no desea comer. Si continua presenta otros síntomas debido a la falta de nutrición: agotamiento, piel gastada, pulso débil y temperatura basal baja.
En la primera infancia el niño anoréxico rehúsa sistemáticamente el pecho de la madre, reacciona con vómitos y de este modo la curva del peso va descendiendo sin causa física aparente.
En la segunda infancia los niños además de la pérdida del apetito manifiestan síntomas de regresión como chuparse el dedo, mojar la cama y unos comportamientos de tipo nervioso. En la pre adolescencia y adolescencia las chicas presentan síntomas de disminución de peso y ausencia de menstruaciones. En los chicos la anorexia suele aparecer más temprano que en las chicas y en la pre adolescencia les acompaña una disminución de las hormonas sexuales por lo que suelen presentar una imagen afeminada.
Etiología Puede ser de origen físico o psíquico Causas principales de tipo físico: fiebre alta, excitación nerviosa, alergia y enfermedades crónicas que gastan el organismo. La falta de aire fresco, de ejercicio adecuado y de sueño suficiente, pueden contribuir a la falta de apetito. Causas principales de tipo psíquico: dificultades emocionales, disciplina extrema en el momento de la comida, algunos niños se niegan a comer para demostrar su hostilidad hacia sus padres, rechazo de parte de padres y maestros, en la adolescencia y adultez es asociada a una personalidad muy sensible, introvertida y perfeccionista. Sentimiento auto punitivo, deseo de conseguir beneficios, deseo exagerado de perder peso y presentar una figura más elegante, por miedo a hacerse mujer.
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Diagnostico La anorexia como típica y primaria cuando hay una pérdida de apetito y secundaria cuando se da una limitación en la comida más que una pérdida de apetito. En niños de pre escolar hay cierta tendencia a rehusar sólidos y medicación oral, comportamiento caprichoso, en la selección de alimentos En la adolescencia se da la anorexia selectiva o auto imposición de limitación en las dietas debida sobre todo en chicas al deseo de perder peso. En algunos casos la falta de apetito puede ir acompañada de fobia a la comida. La anorexia se debe al temor a aumentar peso, engordar e incluso crecer en los niños anoréxicos, especialmente los adolescentes, distorsionan la imagen de su cuerpo sobrevalorando lo ancho de su cara, altura, cintura y caderas.
Tratamiento Detectar mediante examen médico si hay alguna causa física ocasiona la anorexia. En la primera infancia: tratamiento preventivo para que prepare a la madre para que comprenda que cada niño posee sus propios ritmos y variaciones fisiológicas, gustos, etc. Para que respete esto y no adopte posturas excesivamente rígidas. En la segunda y tercera infancia: dirigida al niño y a los padres ellos deben darse cuenta de que la anorexia es con frecuencia una reacción al medio ambiente familiar. El mejor tratamiento es la utilización de las técnicas de modificación de conducta.
LA ANSIEDAD EN EL NIÑO Definición y descripción Ansiedad: es un estado emocional o afectivo desagradable, constante y latente, acompañado de miedo hacia
algo preciso o impreciso pero que se siente como amenazador. Estado emocional que acompaña al miedo y a los terrores nocturnos o bien en etapas iniciales o a lo largo del tiempo o en algunos momentos del mismo. Las situaciones de ansiedad se caracterizan por diferentes grados de miedo no justificado, de aprensión y de preocupación, el individuo ansioso esta casi siempre preocupado por su futuro, por las pequeñas equivocaciones y errores que ha cometido. El sujeto es incapaz de señalar a qué tipo de ansiedad hace referencia su aprensión, la vida total esta impregnada de miedo, sin que haya o se observe una causa originaria. En momentos de ansiedad se puedan dar síntomas como dificultades de respiración, respiración excesiva, dolores de cabeza, palpitaciones, taquicardia, inseguridad, incapacidad para dormir. Un grado a tener en cuenta es el grado de dependencia del individuo por la inseguridad producto de la ansiedad.
Etiología
Es el resultado de sentimientos básicos de inadecuación e inferioridad. Habitualmente el sujeto ha sido criticado en la infancia por sus faltas y así ha surgido el sentimiento de culpabilidad, ha llegado a tener miedo ante las nuevas situaciones y a sentirse inseguro en las relaciones sociales, incluso en situaciones ligeras de stress puede sentir disgusto y ansiedad pronunciada. Otra causa es los sentimientos de culpabilidad, tendencia a cometer actos censurables por la sociedad y el deseo de buscar la aprobación de los demás, puede crear niños apresivos. Las causas de ansiedad infantil pueden con frecuencia identificarse a través de los problemas del hogar.
Diagnostico
En los niños debe valorarse teniendo en cuenta la gravedad de los síntomas y la persistencia de estos en las diferentes etapas evolutivas. La mejor manera de evaluarla consiste en analizar hasta que punto le inhibe en su proceso de desarrollo y le impide conllevar una vida normal.
Grados de ansiedad en el niño:
Ansiedad leve: a pesar de manifestarse a través de algunos síntomas no impide el proceso de socialización en el niño en su correspondiente etapa del desarrollo. Ansiedad notable: cuando debido a la ansiedad tiene dificultades en llevar una vida normal. Ansiedad aguda o grave: cuando los síntomas generales se presentan con tanta intensidad que llegan incluso a paralizar totalmente al niño durante unos instantes. Tratamiento Ayudar a evaluar las experiencias pasadas y a examinar cómo y en qué medida influye o ha influido sobre la ansiedad. Resolver los conflictos y frustraciones que están en la base de dicha ansiedad, así la persona ansiosa puede reforzar su auto concepto y enfrentarse a la vida con más confianza, seguridad y buena adaptación individual. En los niños y adolescentes se intenta analizar y mejorar su interacción familiar, el mayor tratamiento debe ser para los padres del niño. A medida los padres empiezan a considerar sus propios problemas de inadaptación, cambian su comportamiento y la ansiedad del niño disminuye.
Tratamiento
Ayudar a evaluar las experiencias pasadas y a examinar cómo y en qué medida influye o ha influido sobre la ansiedad. Resolver los conflictos y frustraciones que están en la base de dicha ansiedad, así la persona ansiosa puede reforzar su auto concepto y enfrentarse a la vida con más confianza, seguridad y buena adaptación individual. En los niños y adolescentes se intenta analizar y mejorar su interacción familiar, el mayor tratamiento debe ser para los padres del niño. A medida los padres empiezan a considerar sus propios problemas de inadaptación, cambian su comportamiento y la ansiedad del niño disminuye.
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LOS CELOS EN LOS NIÑOS ¿Qué son los celos? Actitud emotiva caracterizada por un sentimiento generalizado de envidia y resentimiento hacia otra persona, a la que se considera como rival, en relación a otra a la que se supone está obligada por razones sentimentales o institucionales a mantener cierto tipo de fidelidad o dedicación.
Rasgos específicos o características del niño celoso Puede adoptar conducta regresiva como chuparse el dedo No dominar los esfínteres cuando ya podía hacerlo Utilizar nuevamente el lenguaje de bebe Atraer el afecto y atención de las personas que teme haber perdido Mostrar conductas muy hostiles y agresivas, o al contrario excesivamente afectuosas hacia su rival Está en malas relaciones con el medio ambiente Sospecha de todo mundo Se muestra agresivo verbal y físicamente con las personas que considera objeto de envidia Irritable y nervioso Piensa que no puede cumplir con las expectativas que los demás tienen de el
Lo que intenta con la conducta celosa es: reforzar su propia autoestima mediante la defensa o el dominio de las cosas o situaciones que considera como propia.
En casos extremos: los celos forman parte de situaciones clínicas, presenta rasgos paranoides y debe ser tratada por especialista.
Etiología El nacimiento de un hermano: tener que compartir la atención de los padres hace que el niño se resienta y manifieste este resentimiento. Favoritismo preferencia: que los padres manifiestan abierta o solapadamente por uno de los hijos y que pueden despertar en los otros hermanos sentimientos de celos. Excesiva dependencia o necesidad: departe de los padres hacia los hijos, regularmente la madre. El otr progenitor puede sentir celos de su hijo y considerarlo un rival. Sentimiento de inseguridad e inadaptación: la persona que se siente insegura es una persona que frecuentemente envidia a los demás. Celos en el Centro Escolar: rivalidad por lograr un puesto privilegiado a los ojos del maestro.
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Diagnostico
Cuando los celos se transforman en un rasgo permanente e intenso en la evolución del niño, ya que es un rasgo sintomático de dificultades emocionales. Recurrir al tratamiento cuando los celos alteren la convivencia y desarrollo normal del niño y no remitan una vez superada la etapa del desarrollo normal psicológico (etapa de socialización del niño). Tratamiento Lo que no hay que hacer: Reñirle o enfadarse con él porque es celoso. Dejar que consiga a través de sus manifestaciones de celo toda la atención y dedicación de los adultos. Evitar favoritismos y comparaciones entre los hermanos. La mejor actitud para un tratamiento eficaz consiste en: No otorgar tanta importancia a las manifestaciones de celos, hacer sentir al niño afecto y atención en todos los momentos posibles. La situación de rivalidad para el desarrollo del niño debe situarse en un contexto de equilibrio en el que pueda superarlas sin problemas aparentes. Cuando el niño esta celoso del hermano, los padres de familia debe jugar con los dos niños, de este modo el niño celoso recuerda los momentos divertidos compartidos con su hermano y padres y disminuye los celos. Decirle cosas agradables, recibir el cariño de sus padres en presencia de su hermano. Cuando la causa es problemas personales complejos y profundos, se requiere una serie de sesiones de tratamiento con un especialista. Cuando la causa es situaciones de superioridad e inferioridad, hay que intentar que el niño comprenda las causas de los sentimientos de desadaptación y llegar a una mejor comprensión de sus capacidades e incapacidades.
LA DEPRESIÓN Definición y descripción Es un estado psíquico caracterizado por la inaccesibilidad del individuo a la estimulación general. El niño deprimido puede aparecer como activo e interesado en cierto tipo de actividades, al mismo tiempo mostrara síntomas como ser incapaz de concentrarse en su trabajo i mostrar un rendimiento escolar bajo. El niño deprimido tiene sentimientos de inferioridad, autorreproche, tristeza crónica y en algunos casos pensamientos suicidas. En momentos de ansiedad se puedan dar síntomas como dificultades de respiración, respiración excesiva, dolores de cabeza, palpitaciones, taquicardia, inseguridad, incapacidad para dormir. Un grado a tener en cuenta es el grado de dependencia del individuo por la inseguridad producto de la ansiedad.
Etiología
La causa principal de la depresión en niño es de no sentirse querido. Otra causa de la depresión es la falta de disciplina o una disciplina rígida.
Diagnostico
Una forma práctica de valorar la depresión en el niño consiste en tener muy presentes el conjunto de síntomas propios de la depresión. Los factores más significativos a tener en cuenta son la presencia de: Pesimismo Fracaso Insatisfacción Sentimiento de culpa Auto desprecio, etc. Si se considera necesario, la depresión también se puede detectar mediante medidas de tipo fisico-biologica
Tratamiento Una medicación adecuada y una buena dieta alimenticia, puede ofrecer una ayuda considerable en la superación de los síntomas. El tratamiento del niño deprimido se dirige por tanto no solo al niño, sino que también a los adultos que los rodea.
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EL EGOISMO Definición y descripción El egoísmo es la tendencia a imponer los propios intereses a expensas de los demás. Es de esperar que en la edad escolar el niño haya alcanzado cierta independencia, sin embargo si no fue así el niño seguirá mostrando su debilidad y uno de los caminos que disponen para hacerlo es a través del egoísmo ya sea referido a acumular objetos que guarda celosamente y que es incapaz de compartir.
Etiología
Dos causas básicas del egoísmo: El aspecto social: según el cual los mayores, desde la familia a las instituciones en general inculcan el sentimiento de propiedad en el niño. El aspecto evolutivo: es el sentimiento de propiedad y permanencia de lo que uno tiene, recordando que cuando se desean estas mismas cosas en posesión se incluye otro sentimiento como la envidia.
Diagnostico
Hay que tener presente la etapa evolutiva en la que se encuentra. Podrá considerarse egoísta al niño que se aferra a determinadas personas y objetos sin mostrarse capaz de compartir su mundo con los demás.
Tratamiento El niño vea que las personas se dan las cosas entre si y se las dan también a el Si el niño guarda sus cosas o regalos como colección, conviene que los padres le regalen algún objeto en un contexto afectivo como fiestas, etc. En lugar de llenar vacíos afectivos con objetos materiales, mejor ofrecer parte del tiempo jugando
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LA ENCOPRESIS EN EL NIÑO Definición y descripción La encopresis es un problema en la evacuación normalmente diurna e influye en la defecación involuntaria, que no hay que atribuir a enfermedad física. El niño puede llegar a sentirse menos valorado o incluso despreciado; también puede temer que sus compañeros de clase le desprecien al enterarse de su situación y así el miedo a hacer el ridículo y a perder la estimación de sus amigos le aumente la angustia.
Etiología
Se debe tener en cuenta dos grupos de causas, las de tipo físico y las de tipo psicológico. Entre las del primer grado destacan la presencia de parásitos, la fisura anal que causa dolor en el acto de la defecación y hace que el niño sienta aversión ante la necesidad de ir al lavabo; también puede ser causa de encopresis las dietas considerada como pocas equilibradas por el pediatra, también se deben incluir las causas neurológicos, como el retraso mental, lesión cerebral y también el factor herencia, dentro de las de tipo psicológica se encuentran la actitud permisiva de los padres en relación al problema del control de las heces; también los niños sometidos a un conflicto emocional fuerte y los niños depresivos.
Diagnostico
Se pueden considerar dos tipos de encopresis: primaria, se refiere a los niños que nunca han conseguido el control de las heces, y las secundarias que se refieren a los niños que una vez que han conseguido dicho control, lo pierden y regresan a la situación de los niños sin control.
Tratamiento
El encoprético primario necesita un entrenamiento más que una psicoterapia, mientras que el secundario se supone que presenta un problema más serio, necesita una atención terapéutica tanto para sí mismo que para su padre, las técnicas de condicionamiento operante son muy útiles en estos casos. Pero si la encopresis es un conflicto emocional conviene detectar y considerar dicho conflicto mediante la técnica desensibilización sistemática combinada con la inhibición recíproca, junto con programas de terapia familiar dirigida al niño y a sus padres.
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LA ENURESIS EN EL NIÑO Definición y descripción La enuresis es la expulsión de la orina de forma incontrolada y no intencionada, que ocurre habitualmente durante el sueño. El mojar la cama durante la noche es conocido también como enuresis nocturna, y como enuresis diurna cuando ocurre durante el día. Los especialistas sobre este tema sitúan entre los 22 y 24 meses el control diurno de la vejiga en niños de inteligente y educación normal, y decididamente suele considerarse que la mayoría de niños, a los tres años de edad, están consistentemente situados en lo que se puede llamar “secos por la mañana”. Un niño domina su vejiga siguiendo unas pautas o acontecimientos: primero, siente presión debido a la distensión de su vejiga llena, es decir, como el episodio preliminar del orinar, bien libremente, bien en los pantalones. Segundo, en lugar de orinarse en los pantalones indica a su madre que quiere hacerlo en el orinal y entonces es premiado por su madre con una sonrisa o con unas palabras de satisfacción. Por la noche, el niño tiene que aprender una secuencia más compleja, puesto que su sistema debe responder mientras duerme de tal manera que, cuando sienta la presión de los músculos, tiene que despertarse y después actuar de forma parecida a la explicada anterior. Si la presión es suficientemente intensa, el niño entrenado se despertara y satisfará sus necesidades, solo o con ayuda de su madre, y volverá a dormirse.
Etiología
Se debe tener en cuenta dos grupos de causas, las de tipo físico y las de tipo psicológico. Entre las del primer grado destacan la presencia de parásitos, la fisura anal que causa dolor en el acto de la defecación y hace que el niño sienta aversión ante la necesidad de ir al lavabo; también puede ser causa de encopresis las dietas considerada como pocas equilibradas por el pediatra, también se deben incluir las causas neurológicos, como el retraso mental, lesión cerebral y también el factor herencia, dentro de las de tipo psicológica se encuentran la actitud permisiva de los padres en relación al problema del control de las heces; también los niños sometidos a un conflicto emocional fuerte y los niños depresivos.
Diagnostico
Se pueden considerar dos tipos de encopresis: primaria, se refiere a los niños que nunca han conseguido el control de las heces, y las secundarias que se refieren a los niños que una vez que han conseguido dicho control, lo pierden y regresan a la situación de los niños sin control.
Tratamiento
El encoprético primario necesita un entrenamiento más que una psicoterapia, mientras que el secundario se supone que presenta un problema más serio, necesita una atención terapéutica tanto para sí mismo que para su padre, las técnicas de condicionamiento operante son muy útiles en estos casos. Pero si la encopresis es un conflicto emocional conviene detectar y considerar dicho conflicto mediante la técnica desensibilización sistemática combinada con la inhibición recíproca, junto con programas de terapia familiar dirigida al niño y a sus padres.
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LA ENURESIS EN EL NIÑO Definición y descripción La enuresis es la expulsión de la orina de forma incontrolada y no intencionada, que ocurre habitualmente durante el sueño. El mojar la cama durante la noche es conocido también como enuresis nocturna, y como enuresis diurna cuando ocurre durante el día. Los especialistas sobre este tema sitúan entre los 22 y 24 meses el control diurno de la vejiga en niños de inteligente y educación normal, y decididamente suele considerarse que la mayoría de niños, a los tres años de edad, están consistentemente situados en lo que se puede llamar “secos por la mañana”. Un niño domina su vejiga siguiendo unas pautas o acontecimientos: primero, siente presión debido a la distensión de su vejiga llena, es decir, como el episodio preliminar del orinar, bien libremente, bien en los pantalones. Segundo, en lugar de orinarse en los pantalones indica a su madre que quiere hacerlo en el orinal y entonces es premiado por su madre con una sonrisa o con unas palabras de satisfacción. Por la noche, el niño tiene que aprender una secuencia más compleja, puesto que su sistema debe responder mientras duerme de tal manera que, cuando sienta la presión de los músculos, tiene que despertarse y después actuar de forma parecida a la explicada anterior. Si la presión es suficientemente intensa, el niño entrenado se despertara y satisfará sus necesidades, solo o con ayuda de su madre, y volverá a dormirse.
Etiología
Las causas de la enuresis pueden ser de tipo físico y de tipo psicológico. Entre las primeras, hay ciertos niños que se presentan como más enureticos que otros, debido a una mayor ingestión de líquidos. Dicha ingestión puede ser debida a situaciones especiales del niño, como por ejemplo: ser diabético, tener tendencia a beber en casos de angustia, etc. Otra causa puede ser un retraso en la maduración del niño, esta repercutirá también en un retraso en el control de la orina. El factor herencia debe ser considerado: muchos padres de niños enureticos lo fueron también en su infancia; se supone por tanto que dichos padres transmiten los factores físicos causantes de la enuresis, o bien que proyectan en sus hijos los mismos problemas que causaron en ellos la enuresis. Entre las causas psicológicas más comunes podemos considerar las siguientes:
a) una preocupación exagerada por parte de los padres para que el niño consiga el control temprano de la vejiga; forzarle a controlar la vejiga de una edad temprana (antes de los 22 meses), puede crearle una tensión emocional o ansiedad asociada a los mecanismos de dicho control; puesto que el niño aun no está fisiológicamente preparado para ejercer un control voluntario, los padres a menudo lo que hacen es animarle para que realice una tarea, para lo cual no está suficientemente desarrollado b) el exceso de sobreprotección por parte de los padres puede ser una de las causas de la enuresis; puesto que algunos padres no desean que sus hijos desarrollen una independencia importante, siguen tratándoles como a niños pequeños, resolviéndoles todas las necesidades. Este modelo de sobreprotección hace que el niño no desee tomar iniciativas sobre el control de sus funciones orgánicas c) la necesidad de llamar la atención es causa de enuresis; de esta forma niños que se sienten rechazados y faltos de afecto, lograran atraer la atención de los padres cada vez que mojen la cama. El niño busca muchos caminos para llenar su necesidad emocional; el mojar la cama es una forma segura de que los padres se fijen en él y así el niño desarrollara un modelo de enuresis incluso cuando los padres le castiguen por ello. d) el hogar, en un medio ambiente desfavorable, puede hacer que el niño se sienta inestable afectivamente y desarrolle pautas emocionales duraderas que determinen el mojar en la cama. e) la tensión extrema y la ansiedad son causas frecuentes de enuresis, un niño inseguro, cuando se encuentra en una situación amenazante como el cambiar de escuela o de casa, puede reaccionar mojando la cama; el nuevo medio ambiente ha servido de factor precipitante para estos sentimientos subyacentes de inseguridad. f) el nacimiento de un hermano produce igualmente un sentimiento de inseguridad que puede crear en el niño la necesidad de que los demás le presten atención; el mojar la cama es una forma casi segura de recuperar la atención de los padres, que de alguna forma el recién llegado le estaba robando. Cualquier situación que genere ansiedad puede ser causa de la enuresis; así, el niño que está preocupado porque no sabe atender a las señales de su vejiga o el niño que teme despertar a su madre para pedirle ayuda, puesto que esta le chilla con frecuencia, tendrá dificultades en superar su enuresis.
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Diagnostico
En primer lugar conviene considerar si el sujeto tiene la edad suficiente para controlar los esfínteres. En segundo lugar, conviene analizar la historia de la familia y, sobre todo, considerar las conductas fóbicas en la vida del niño, tartamudez, etc. Y en general los síntomas de conflicto emocional causante de la enuresis. Al iniciarse el control normal de la orina, se empieza con el control durante el día y solo pasado un tiempo se consigue el control nocturno. Es importante considerar la enuresis como primaria o secundaria para un ulterior tratamiento. Se entiende por enuresis primaria la existencia de un déficit en el aprendizaje de las conductas apropiadas; según esto el niño no ha conseguido nunca el control de la orina. En la enuresis secundaria el niño, después de un tiempo de control, regresa y vuelve a mojar la cama. al igual que ocurre en la encopresis, la enuresis primaria puede ser una cuestión simple, puesto que es debida a un mal aprendizaje; en cambio, la enuresis secundaria suele deberse a una tensión emocional que requiere un tratamiento más profundo y persistente.
Tratamiento
El primer paso para el tratamiento del niño enuretico consiste en un examen físico; una vez examinado el tracto urinario y constatada su normalidad, debe considerarse el problema desde el aspecto psicológico. Para el tratamiento de la enuresis primaria hay que enseñar las destrezas apropiadas para conseguir el entrenamiento adecuado. El mejor método utilizado es el condicionamiento instrumental de evitación: puede realizarse de dos formas: una requiere instrumentos adecuados y diseñados especialmente para el tratamiento de la enuresis y la otra es una forma de aplicación sencilla de los principios de aprendizaje instrumental que pueden aplicar los mismos padres. En cuando a la primera forma, se aplica mediante el llamado “aparato de doble señal”: está diseñado con un zumbador que produce un ruido muy fuerte en el momento en que el niño empieza a mojarse; este ruido hace que el niño presente un reflejo de retención del esfínter. Dicho zumbador suele parar rápidamente de forma que la contracción o dominio del musculo coincide con la cesación del zumbador; esto es, la concentración muscular coincide con la evitación del ruido, como un escape a la estimulación aversiva. Un segundo ruido, más suave, despierta a los padres y estos llevan al niño al lavado para completar la micción interrumpida. Afortunadamente para los padres, los incidentes de mojar la cama suelen ocurrir en el primer tercio del dormir. En definitiva, lo que se pretende es que durante el sueño se ejercite el mismo tipo de control que durante la vigilia; se trata de entrenar al niño a despertarse a través de la presión de la vejiga y esto ocurrirá a través de un proceso de entrenamiento. Una vez que la condición de respuesta se ha establecido, resulta ya superfluo el zumbador, puesto que el niño reacciona a través de la presión de la vejiga como cualquier persona con control. Con este tratamiento, se considera que el niño ya no es enuretico después de 14 noches secas. Un método con frecuencia utilizado pero no aconsejable para el tratamiento de la enuresis primaria, es el llamado “supresión del síntoma”; la madre consigue que el niño ingiera la menor cantidad de líquido posible sobre todo a última hora de la tarde y así de noche puede despertar al niño para que orine, de manera que no haya gran cantidad de orina en la vejiga. La equivocación o falacia de la teoría en que se basa la supresión de líquidos reside en que no ha llegado a comprender que el aprendizaje solo se realiza cuando el niño note la presión de su vejiga, por lo que este tratamiento no hace más que retrasar dicho proceso de aprendizaje. El tratamiento eficaz para la enuresis nocturna debería seguir el camino contrario al método de la supresión. Una terapia racional debería incluir precisamente la ingestión de una cantidad considerable de líquidos, incluso superior a la normal, de forma que despierte la necesidad fisiológica lo más fuerte y alta posible en el periodo de entrenamiento; así, en el primer tercio del sueño del niño, la madre le despertara y acompañara al lavado, el niño sentirá la presión de su vejiga llena y aprenderá a orinar y por tanto a controlarse.
LAS FOBIAS INFANTILES Definición y descripción La fobia es un estado emocional en el que el objeto del miedo se ha transformado en algo, o en una situación, irracional, persistente y fijo. Algunos rasgos distintivos para la mayoría de fobias son: a) la dependencia de la misma de la aparición y desaparición del objeto que la produce; por ejemplo, existen pocas probabilidades que un niño, con fobia a los perros, la muestre sin la presencia de estos. b) su irracionalidad, el individuo fóbico es consciente de la falta de lógica en la manifestación de su fobia, no obstante es incapaz de impedirla. c) la evitación de la fobia puede producir comportamientos multivariados de tipo emocional, desde ataques de ansiedad extrema, pasando por la preocupación, a simple irritación, aunque naturalmente este orden puede darse invertido o solo en algunas de dichas etapas. d) adicionalmente, a los rasgos emocionales apuntados pueden acompañar, como ocurre en toda manifestación afectiva, manifestaciones de orden fisiológico, dolores de cabeza, de estómago, vértigos, nauseas, etc; e) las fobias pueden considerarse como modelos inadaptativos en relación al dialogo del individuo con el medio, la fobia en si misma no posee finalidad aparente, es un círculo cerrado y repetitivo; no obstante, en la primera infancia, puede tener la función, o bien de llamar la atención, o bien de aprendizaje adaptativo a través de estímulos nocivos, como la fobia al fuego después de haber sufrido una quemadura. Una primera clasificación general de las fobias hace referencias básicamente al objeto de las mismas; así hay claustrofobia cuando se teme a los espacios cerrados, agorofobia cuando hay miedo a los espacios abiertos, nictofobia cuando se teme a la oscuridad, zoofobia cuando se teme a los animales, etc; es decir, los objetos de las fobias son en si mismos los esquemas clasificatorios de las mismas y bastantes de ellas son objeto de tratamiento clínico, ya sea por la intensidad con que se dan, ya sea porque no son, o son raramente, fobias características de la infancia y adolescencia.
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Etiología Fobia a la escuela. Como origen de las fobias se debe o bien a una experiencia de aprendizaje traumáti co, o bien a un aprendizaje gradual, cualquier experiencia traumática o aprendida por etapas en relación con la escuela puede ser la causa de la fobia. Entre las corrientes podemos señalar: a) la ansiedad de separación del niño en relación a la que experimentan los padres en torno a la primera salida social importante de su hijo, miedo que a menudo es observado y sentido por el niño, por lo que su fobia se refuerza aún más; b) causas inherentes al mismo proceso instruccional, como deberes exagerados, maestros muy exigentes, agresivos o poco dedicados, relaciones perturbadoras entre maestros y alumnos, exigencias de los padres en relación a las calificaciones, incapacidad intelectual, inadaptación entre los compañeros, etc. c) causas generales de tipo social, como problemas emocionales experimen tados en el interior de la familia, por ejemplo: divorcio, separación, enfermedad o muerte, o bien menos dramáticas pero igualmente influyentes como el cambio de casa o ciudad, el nacimiento de un hermano, el cambio de escuela etc. Fobia a la oscuridad. Habitualmente, el niño aprende a temer a la oscuridad a partir de un aprendizaje cuyo responsable directo es la madre. Socialmente y físicamente la oscuridad no es ni amenazante ni agradable, básicamente es neutra. Sin embargo, la respuesta a la situación de lloro en el niño, siempre por causas directas, tales como estar mojado, hambriento, aburrido etc., viene dada por la presencia de la madre que enciende la luz y dedica su atención al niño, de modo que el niño aprende a asociar madre-luz-sentimiento de agrado y oscuridad-lloro-sentimiento de desagrado. Sin embrago, aunque con menos frecuencia, es igualmente posible que aparezca el miedo a la oscuridad debido a que, estando el niño relajado y tranquilo en la oscuridad, experimente un ruido súbito o situación desagradable o extraña que asociara a dicha oscuridad, puesto que no existe ningún otro objeto donde fijar su miedo.
Diagnostico
La frecuencia con que se presentan las fobias hace que, de entrada, no puedan considerarse como patológicas pero si como un problema psicoeducativo a tener en cuenta. Tal como se a punto en la definición, lo que es importante a la hora de diagnosticar es la persistencia y la intensidad de la fobia. Otro aspecto importante a tener en cuenta en el diagnóstico es el aspecto diferencial de la presentación de la fobia; así, los niños hiperemotivos están más predispuestos a los estados fóbicos, al mismo tiempo que necesitan más ayuda exterior al percibir el mundo como algo esencialmente hostil. Igualmente existen diferencias entre niños y niñas respecto a las fobias, en los segundos se dan con más frecuencia que en los primeros, al menos en el caso de las fobias escolares, puesto que al ser aceptado socialmente que la niña sea más dependiente de la madre, la fobia a la escuela puede presentarse con mayor virulencia.
Tratamiento En la fobia escolar y enlazado con lo señalado respecto al carácter irracional de toda fobia, no sirve de nada decir al niño que la sufre que no tiene de que tener miedo o que no hay razones para tenerlo. El primer paso en el tratamiento de la fobia está en la familia y su comportamiento respecto al niño. Al minimizar las variables padres y escuela, que son las que básicamente producen la reacción fóbica, se disminuye la intensidad del condicionamiento que ha probado dicha fobia. Los padres no deberían sentirse reforzados o premiados por el hecho de que el niño se queda en casa, por ejemplo en el caso frecuente de que el niño este enfermo. En relación al niño hay que hablar con el de lo agradable que resulta estar en la escuela, utilizando imágenes que sean placenteras, practicando como ciertas experiencias como juegos escolares y logrando que el mismo hecho de ir a la escuela resulte agradable al niño. Por ejemplo acompañarle dando un paseo, comprando algún regalo por el camino, etc. de esta manera aumentara readaptación al medio escolar con una actitud relajada, ausente de todo tipo de tensión o stress. Otra actitud importante respecto al niño es aquella que hace referencia a la entrada por primera vez en la escuela y el shock que representa para el encontrarse a dos niveles de consideración afectiva –el familiar y el escolar- uno de los cuales condiciona, al menos al comienzo, al otro; nos referimos al hecho de que el niño considerado de forma superlativa en la familia se encuentra, aun tratado con toda la normalidad por el maestro y sus compañeros, en inferioridad de condiciones; aquí es donde el consejo al maestro se hace importante, sobre todo en los primeros cursos y en el jardín de la infancia: es necesario compaginar las necesidades emocionales del grupo como tal y las que el niño tiene, hasta lograr su adaptación al nuevo ambiente. En la fobia a la oscuridad, es esencial seguir el proceso inverso al que ocurre en su adquisición. Como prevención de la misma, si el niño llora en la oscuridad, la madre entrara en la habitación sin encender la luz, le dirá cosas agradables, le acariciara y calmara y después de un rato encenderá la luz; una vez terminada la sesión, la madre apagara nuevamente la luz, se quedara otro rato con él y luego tranquilamente saldrá de la habitación; con ello se habrá realizado un proceso de condicionamiento a la oscuridad. Si el niño ya tiene la fobia y hay que tratarla, se irá reduciendo poco a poco la cantidad de luz que el niño necesita para ir acostumbrándose a la oscuridad y nunca se superara una etapa de luz-oscuridad sin que el niño se sienta totalmente seguro en lo anterior, el fin último es que llegue un momento en que el niño no necesite ya la luz para sentirse seguro, tal como ocurre con las personas mayores respecto al mismo problema, solo que en ellas, el no necesitar la luz viene cuando la oscuridad ya no les resulta temerosa y siempre en etapas muy posteriores de su desarrollo.
LOS CAMBIOS DE HUMOR EN EL NIÑO Definición y descripción El llamado MAL HUMOR es la persistencia de un sentimiento vago de insatisfacción en relación con algo que ocurre en la vida. Los niños cambian de humor más frecuentemente que los adultos; el niño da con más facilidad rienda suelta a sus sentimientos, puede estar riendo a carcajadas y precipitarse poco después en angustia y llanto. En otras palabras, el buen humor o mal humor, el humor sombrío etc., son en los individuos desarrollados, rasgos persistentes en el carácter; en cambio, en el niño son situaciones que dependen de diversas circunstancias y se manifiestan como emociones de formas diversas en cada caso. De ahí que muy a menudo en este último caso, se nombren en plural “humores” o también como cambios de humor o humor cambiante.
Etiología Los cambios de humor pueden ser debidos a un conjunto de factores de tipo físico y de tipo psíquico; entre los primeros pueden considerarse el cansancio , el insomnio y todos aquellos factores que pueden crear un malestar físico en el niño; las glándulas de secreción interna, especialmente en la pubertad, pueden ser factores de oscilación humoral. De los factores de tipo psíquico pueden considerarse, entre los principales, el hecho de que el niño tenga un control deficiente de sí mismo y del mundo que le rodea, lo cual implica que no sabe cómo controlar sus sentimientos ante factores de tipo externo vividos o amenazantes o frustrantes. En los adolescentes, las aspiraciones vagas e imprecisas hacia ideales inaccesibles que con tanta frecuencia se presentan, determinan un estado de euforia o de pesimismo según el chico contemple con más o menos objetividad la belleza de los ideales o las dificultades inherentes a su consecución.
Diagnóstico
El niño, en situaciones normales frecuentemente no presenta oscilaciones de humor especialmente notables; por tanto, si aparecen con relativa frecuencia, requieren un tratamiento eficaz. En el niño púber y debido a su crecimiento, suelen ser frecuentes estos desequilibrios que se manifiestan con cambios fundamentales de humor. El cambio de humor es muy frecuente en el adolescente y joven, por lo que no debemos considerarlo como un problema que exige tratamiento, a menos que sea vivido como un conflicto más o menos grave por los padres, lo cual repercutiría y agravaría el problema del joven. Atendiendo a la presencia del mar humor y de forma más explícita y concreta podemos evaluar los cambios del mismo según tres categorías: Cambios de humor normales; en este caso el cambio de humor tiene una causa directa, es de corta duración y generalmente moderado. En alguna ocasión puede presentarse por cierta intensidad pero dura poco tiempo. El diagnóstico es de normalidad y habitualmente no requiere un tratamiento especial. Presencia de síntomas de mal humos; el mal humor se presenta hasta cierto punto como intolerable para el niño, en cualquier caso alterna el mal humor explosivo con secuencias de relajamiento. El diagnóstico es de presencia leve de mal humor, precisa tratamiento, pero el pronóstico es favorable sobre todo si los síntomas de mal humor no son duraderos. Presencia grave de mal humor; se presume que el mal humor puede llegar a ser un componente estable de la personalidad del niño. Los principales síntomas son los siguientes: el mal humor dura largo tiempo, días e incluso semanas; presencia de hiperexcitabilidad que generalmente desemboca en agresividad; manifestaciones de fobias y miedos y, en casos de extrema gravedad, el niño puede quedar paralizado debido a su estado emocional, presentando a si mismo síntomas de depresión y autodestrucción. El tratamiento, en este caso, deberá ser más intenso y en algunos casos deberá ser tipo clínico.
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Tratamiento
Para una mejor aplicación del tratamiento, tendremos en cuenta la valoración realizada en el diagnóstico. Tratamiento para los cambios de humor normales. Aunque generalmente, dejando transcurrir unos días, los síntomas desaparecen y el equilibrio del niño se restablece, es conveniente aplicar un tratamiento preventivo que consiste básicamente en: Restablecer el equilibrio físico del niño antes de que inicie un proceso de debilidad física; conviene pues que el niño tenga un horario de sueño regular, una dieta alimenticia adecuada y equilibrada; asimismo es conveniente que el trabajo y las obligaciones del niño se vean compensadas por las actividades y juegos propios del tiempo libre. Restablecer el equilibrio psíquico del niño creando una atmosfera de distensión y comprensión que impida una situación emocional elevada desencadenante del mal humor. Una de las mejores formas es la de enseñar al niño a servirse de sus recursos personales: sus amigos y sus destrezas ; de este modo confiando en sus amigos, discutiendo sus problemas con ellos, puede encontrar fácilmente una salida a su mal humor. Lógicamente si los padres crean un clima de dialogo e intercomunicación familiar en el que de forma normal y habitual se comentan los principales sucesos de cada uno, están practicando una de las mejores formas de terapia preventiva del mal humor de sus hijos. Tratamiento para la presencia leve del mal humor. Lo primero que hay que hacer es analizar la posible presencia de causas fisicoambientales causantes del mal humor y actuar sobre ellas tal como se señaló en el tratamiento preventivo. En segundo lugar, es necesario analizar el contexto familiar-escolar del niño y detectar posibles situaciones generadoras de stress o ansiedad; si se encuentran las situaciones causantes del mal humor, debería intentarse una modificación del contexto provocador de la crisis de mal humor; si esto no es posible, debería alejarse al niño de este ambiente durante algunos días. Una vez el niño este mas restablecido, es de esperar que podrá sostener la situación anterior sin excesivos problemas de mal humor. Conviene recordar también aquí que el niño podrá superar con más facilidad su mal humor si se le enseña a utilizar sus recursos personales, tales como sus aficiones y sus amigos. En todo caso una terapia de apoyo durante unas semanas podrá ayudarle a reducir su mal humor. Si los síntomas son de gravedad será necesaria una terapia de apoyo general en la que deberá tratarse al niño, según el predominio de los síntomas presentados, como a un niño agresivo, depresivo, aislado o ansioso, según lo que predomine en su mal humor.
LA INDISCIPLINA EN EL NIÑO Definición y descripción Una definición más matizada de disciplina implica aquel tipo de entrenamiento que hay que llevar a cabo para desarrollar en el niño un autocontrol suficiente para conseguir una conducta deseada. Lógicamente, la indisciplina consiste en la no aceptación de dichas normas, equilibradas de acción entre rigidez y flexibilidad, imposición y autodirección, control y participación.
Etiología Se puede decir que son causas de indisciplina algunas de las siguientes situaciones: Cuando el niño no recibe el entrenamiento adecuado o suficiente para cumplir determinado tipo de normas. Cuando en las etapas del desarrollo el niño no cubre educacionalmente los estadios necesarios y sucesivos que van desde la necesidad de autoridad en la etapa egocéntrica a la reciprocidad y finalmente a la autodirección. Cuando hay perturbación en el medio ambiente físico. Que el niño no tenga la comprensión y afecto necesario en que apoyarse y donde confiarse, en quien fijar sus modelos de conducta adulta o parental y a quien mostrar sus sentimientos, todo ello puede dar lugar a niños desarraigados, solitarios y con tendencia a la indisciplina. No se da la suficiente integración social en el grupo familiar o escolar.
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Diagnóstico La valoración de la indisciplina en el niño conviene realizarla desde dos puntos de vista: Desde el punto de vista de la valoración de las normas impuestas al niño; en un ambiente familiar o escolar excesivamente rígido, resultara más difícil para el niño un comportamiento obediente y la indisciplina consti tuirá una forma de rebelión, si el niño se somete fácilmente a dicho tipo de disciplina, debemos intentar que dicha sumisión no cree en el una personalidad dependiente. Desde el punto de vista de la valoración del niño; si el niño ha vivido en un ambiente de carencia afectiva y de descuido por parte de sus padres, es probable que su comportamiento indisciplinado no se deba única mente a una falta de aprendizaje adecuado, sino a trastornos más profundos que le impida valorar y apreciar las normas que le imponen sus padres o superiores.
Tratamiento
Los problemas del comportamiento contenidos bajo epígrafe de indisciplina o también conducta desordena da, caen bajo los siguientes estadios de tratamiento: Prevención: la prevención de la indisciplina sobre todo en la clase pero no solo en ella, se realiza mediante el mantenimiento de transiciones entre situaciones de la manera más suave posible, optimizar los comporta mientos, mantener un orden, disponibilidad y responsabilidad razonables, cuidar que en el contexto físico familiar y escolar haya variedad. Control de la disciplina: directo en el que las reglas que se dan sean perfectamente claras, en las que la frustración se reduzca al mínimo, indirectamente o por sustitución. Cuando los procesos de control de la indisciplina no dan resultado o cuando se precisa un cambio, se recomienda las técnicas de modificación d conducta en todas sus etapa, uso del refuerzo positivo, del principio de extinción, del modelamiento constructivo, señalamiento de los comportamientos aceptables, uso del refuerzo negativo y finalmente se considera conveniente, uso de la economía de fichas. Si llega el momento de castigar, hay que hacerlo constructivamente y eso se hace cumpliendo las siguientes condiciones: evitando la venganza, estructurando relaciones positivas, castigando temprano y consistente mente, el castigo debe ser moderadamente intenso, es importante mostrar alternativas claras y aceptables, finalmente es necesario cambiar los castigos de forma ocasional. Aumentar el autocontrol: se dice que los niños poseen autocontrol o han llegado a el cuando tienen la capacidad de seguir comportándose normalmente cuando los adultos se han ido o no están delante, adicio nalmente hay tanto más autocontrol cuando mas tentadora es la situación para perderlo.
EL SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD EN EL NIÑO Definición y descripción La inferioridad puede definirse como un sentimiento o sensación de inadecuación del niño en relación a la familia y al mundo exterior. Los síntomas más comunes de los sentimientos de inferioridad son: la búsqueda constante de atención, la autoconciencia excesivamente critica por la que el niño se siente a menudo y fácilmente molesto y sin saber qué hacer, la hipersensibilidad en la que el niño no puede soportar el criticismo o la comparación con los demás, el perfeccionismo o el miedo de que su actuación sea insatisfactoria, el criticismo mediante el cual el niño puede llegar a criticar a los demás para mantener de este modo una autoimagen más adecuada.
Etiología Al ser múltiples las causas que pueden generar el sentimiento de inferioridad, es importante subdividirlas en el siguiente orden: Factores Físicos: dichos factores pueden conducir a disminuir la personalidad y los sentimientos de confianza en el niño, induciéndole a una situación de inseguridad. Factores Psíquicos: se incluirían todos aquellos comportamientos que convencen al niño de que no puede llegar a las metas que el o los demás le proponen, en otro grupo se incluirían aquellas causas que convergen en un convencimiento del niño de autodesprecio que influirá en su posterior sentimiento de inferioridad. De modo más concreto las causas principales que suelen inducir al niño a un sentimiento de inferioridad son las siguientes: el rechazo, el castigo frecuente, ridiculizar al nombre del chico mediante apodos, le induce con frecuencia a sentirse minusvalorado e inferior, comparaciones de tipo desfavorable, la sobreprotección o dedicación excesiva a los hijos, el perfeccionismo, experiencias de desaliento o desilusión, las deficiencias intelectuales, casusas de tipo social.
Diagnóstico El niño tiene que ser forzosamente de tipo global y debe atender en todo omento a los síntomas que la constituyen. La gravedad de los síntomas indicara también el grado e intensidad en que el niño sufre inferioridad. Sin embargo y en general, la gravedad de los sentimientos de inferioridad puede valorarse según la dificultad del niño en integrarse a la vida familiar y escolar.
Tratamiento Los escalones que se pueden recorrer para tratar los sentimientos generales de inferioridad pueden ser: Proporcionar al niño experiencias a partir de las cuales se sienta confortable; el éxito sea cual sea y por pequeño que sea, acabara construyendo en los eslabones de autoconfianza, deben ser evitadas las situaciones que exigen mayor dificultad. Los padres y los maestros deben manifestar confianza en las capacidades del niño, sobre todo delante de el. Se debe animar para que empiece con tareas simples a fin de fortalecer su confianza y una vez restablecidas esta en tareas más fáciles, se le incitara de forma progresiva a que realice tareas más difíciles hasta que llegue a las más complejas.
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LA INMADUREZ EMOCIONAL EN EL NIÑO Definición y descripción Significa haber llegado a un grado de desarrollo tal que podemos manejar de forma armoniosa y equilibrada nuestros deseos y sentimientos. Los adultos deben saber por experiencias propia que las emociones no se demuestran y desarrollan de la misma manera que otras facultades psíquicas. El miedo infantil a los padres, a los maestros, a la autoridad arbitraria, etc.
Etiología Puesto que la inmadurez emocional en el niño implica todo el conjunto de síntomas que impiden un desarrollo normal, son varias las causas que pueden influir en la inmadurez emocional: El comportamiento inmaduro de los padres: los niños suelen imitar sobre todo, a sus padres. Los mandatos inconscientes de los padres: si los padres imponen a sus hijos una disciplina contradictoria, castigando unas veces y premiando en otras una misma conducta, ante situaciones semejantes no sabrán los hijos como comportarse y es probable que se inhiban y se sientan inseguros. El descuido de los padres en la enseñanza de los hábitos de aseo. Reforzar conductas infantiles e inmaduras. Los padres que frecuentemente crean situaciones de frustración en sus hijos, les inhiben e impiden su normal desarrollo emocional. El conjunto de factores que inciden en los comportamientos regresivos del niño tales como los celos, la inseguridad, la sobreprotección, etc., son factores que contribuyen a la inmadurez emocional.
Diagnóstico En general, el grado de inmadurez emocional se valora teniendo en cuenta el conjunto de factores que disminuyen la capacidad del niño dentro de su propia etapa evolutiva. Factores que impiden o frenan al niño en su proceso de socialización e integración social. Todos los síntomas propios del niño inseguro, tímido, aislado, miedoso, etc., son también índices de inmadurez. Otra formal global y general de evaluar la inmadurez emocional consiste en comparar al niño supuestamente inmaduro con los niños de su edad y constatar las posibles deficiencias en su capacidad de integración social.
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Tratamiento Lo esencial para tratar la inmadurez emocional es dar oportunidades para que se de un desarrollo emocional adecuado: La madurez emocional es el resultado, entre otros factores, de nuestro trato con el niño; de ahí que sea importante no responder a una acción de inmadurez con otra inmadura. Atender al control de las necesidades vegetativas adecuadamente y en su momento. Ir olvidando y naturalmente hacer que el niño olvide cada una de las etapas infantiles superadas. Evita la irritación cuando no realiza perfectamente lo que por su edad creemos que ya debería lograr. El niño evoluciona emocionalmente si tiene la oportunidad de aumentar su propia auto comprensión y este solo viene por el camino de una autoexpresión razonable por lo que debemos dejar que encuentre el camino por si mismo. Mostrar exteriormente nuestro afecto, además de a los propios niños, a los otros que nos rodean. Enseñar a los niños a entender y a aceptar lo más pronto posible el significado de la palabra “no”. Aprender el significado de un “no” y aceptarlo es establecer ya el dialogo mas real con el entorno exterior que es la misma vida; una forma paulatina de comprensión del “no” consiste en entrenarle en situaciones como “ahora es imposible”, “esto es para mañana”, ”hay que esperar a que abran”, etc.
LA INSEGURIDAD EN EL NIÑO Definición y descripción La inseguridad, es aquella forma de miedo caracterizado por una situación indefinida de sentimiento de angustia como por ejemplo angustia, ansiedad y aprensión como también la hostilidad y la depresión tienen a la inseguridad como acompañante común. El niño inseguro adolece de falta de confianza en sí mismo, se siente inadaptado o no querido y como resultado, es mucho más vulnerable a cualquier conflicto de tipo emocional. El niño inseguro es inquieto, habitualmente susceptible, aprensivo e inclinado a la duda en el momento de decidir. La seguridad impide dar una respuesta adecuada a un problema exterior o una situación estimular. Ya que en la ansiedad se tiene más respuestas de miedo.
Etiología Las causas principales de estas experiencias de ansiedad son: a) rechazo por parte de los padres. Cierta falta de afecto una persona se desarrolla desde la infancia hasta la edad madura a través de un concepto global de autosuficiencia, autovaloración y adecuación que le permitirá desarrollar los medios suficientes para saber defenderse en la vida de las posibilidades que su medio ambiente le ofrece. b) Padres dominante. Estos padres dicen a sus hijos lo que deben llevar puesto, lo que deben y no deben comer. Al decidir de forma tan estricta lo que el niño tiene que hacer, crean en él un sentimiento de inseguridad y miedo que difícilmente llegara a superar sin un tratamiento adecuado. c) Padres perfeccionistas y supercríticos. Estos padres inseguros se ven impulsados con frecuencia a considerar a sus hijos como si de vieran estar en la cumbre de la perfección. d) situaciones de inestabilidad en el hogar. Si los padres van de trabajo en trabajo de ciudad en ciudad y no consiguen, dar un medio estable y seguro a su hogar, normalmente inducen en sus hijos sentimientos de inseguridad; el niño espera vivir seguro y confiado respecto a su futuro y, si vive en una situación prácticamente inestable, desarrolla sentimientos de inseguridad e inadaptación. e) Disciplina cruel y dura. Los padres pueden influir a sus hijos castigos físicos los suficientemente serios como para que estos se sientan duramente tratado tanto mental como físicamente. Esto suele ocurrir con padres alcohólicos o ´padres cuyos problemas son de índole emocional severa. f) Corrección negativa. Algunos padres intentan educar a su hijo mediante insultos y amenazas, humillando al niño con nombres despectivos haciendo que el niño se sienta poca cosa. g) Padres demasiado indulgentes y sobreprotectores. Los padres hacen que el desarrollo del niño se realice en un contexto excesivamente blanco; si los padres impiden o frenan la integración en dicho mundo, cuando los niños se encuentren en una situación nueva se sintieran inseguros e incluso cuando sean mayores se comportaran como niños. h) Comparación desfavorable con otros hermanos. La comparación de unos niños con otros es causa frecuente de sentimientos de inseguridad. Algunos padres intentan motivar al niño para que mejore su comportamiento mediante comparaciones con los otros hermanos, valorando las cualidades de estos y que él no manifiesta; afirmaciones tales como” tú lo has hecho mal y tu hermano lo ha hecho bien, suelen perjudicar a los niños y desarrollar en el sentimiento de desajuste. i) Inconsistencia de los padres. Algunos padres son inconscientes al tratar a sus hijos. Por una parte; el niño no sabe lo que puede esperar de sus padres de un día para otro, lo cual provoca inseguridad en el niño. Por otra parte, otra situación que produce a la incertidumbre se da cuando los dos pares difieren en sus métodos de disciplina, la madre puede ser suave y permisiva en tanto que el padre, más estricto y severo. j) Padres miedosos e inseguros. Cuando los mismos padres son temerosos e inseguros, es natural que engendren modelos semejantes en sus hijos. k) Ausencia de los padres. Algunos niños se han educado sin uno o ambos padres y, aunque sin duda pueden lograr mantener una adaptación social normal, puede resultar difícil mitigar la ausencia de aquellos sin menoscabo de la personalidad del niño; este, cuando ambos padres faltan, a menudo concibe la idea de que existe algún sitio en el mundo acogedor para él. i) Experiencias traumáticas. Las situaciones que provienen de accidentes, pueden llegar a engendrar sentimientos de inseguridad, puesto que los sentimientos de miedo vividos en el accidente pueden reaparecer una y otra vez.
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Diagnóstico Debemos por medio de una entrevista con los padres y el niño las causas que determinaron o determinaran aun el sentimiento de inseguridad. En general puede decirse que cuando el niño presenta síntomas de hostilidad, depresión y minusvaloración, se debe en gran parte a sus sentimientos de inseguridad.
Tratamiento
Lo primero que hay que hacer, una vez determinadas el conjunto de causas ambientales que pueden haber influido en el sentimiento de inseguridad, es intentar modificar el ambiente familiar y general del niño; Hacer terapias de apoyo o consejo. El tratamiento del niño inseguro, en general, hay que evitar la utilización de castigos tanto físicos como verbales e intentar crear una atmosfera saludable mediante la comprensión de la situación en que el niño está inmerso. Favorecer que el niño exprese libremente sus miedos y su inseguridad, que es en definitiva lo que impide su integración y aceptación.
EL NIÑO MALTRATADO Definición y descripción Los malos tratos impiden, por lo general, el desarrollo normal u optimo del niño y estos maltratos se pueden clasificar en cuatro apartados. A) Violencia física: golpes con manos, pies, con instrumentos u objetos contundentes, cuerdas, zapatos etc. Con objetos que queman como cigarrillos encendidos, objetos calientes, etc., mediante pellizcos, tirones de oreja. Los primeros indicios de que un niño ha sido maltratado físicamente son, ciertamente, las señales externas, los hematomas, las quemaduras e incluso la fractura de huesos. B) Los niños que sufren daño por abandono de los padres como privación de alimentos o de libertad por estar encerrados en una habitación, atados a sillas o mesas, etc. pero que no les producen daños físicos, no manifiestan en un principio las consecuencias de estos malos tratos C) Los niños maltratados verbalmente. Mediante burlas, insultos, motes y amenazas, los efectos serán tan nocivos como en los casos anteriores.
Etiología En principio hay que desterrar la opinión generalizada de que los niños solo son maltratados porque sus padres son alcohólicos o degenerados y sobre todo de clase baja. Las causas son mucho más comunes y pueden esquematizar así. A) Por parte de los padres. Los padres que fueron golpeados y maltratados. La ignorancia acerca de las necesidades del niño. Si los padres son de carácter agresivo. La ignorancia cultural de los padres Los padres con índice de frustración elevado. Los padres que viven con angustia la educación de sus hijos. La inmadurez emocional de los padres. Las expectativas de los padres en relación a los hijos. Los padres que no desean a sus hijos. B) Por Parte del niño. Algunos niños al nacer pueden presentar caracteres que frustran las expectativas de los padres. El ser un niño más en una familia pobre y numerosa. La Privación de efecto y abandono, puede crear un niño hostil.
Diagnóstico En el caso del niño maltratado, procederemos a evaluar primero a los padres, luego al niño y finalmente realizaremos una evaluación global.
Tratamiento Deben de seguirse los siguientes pasos: Si los padres tienen la personalidad alterada de forma permanente; hay que convencerlos de que otras personas cuiden a sus hijos e incluso de que les sustituyan en la función de padres. Mientras persista la amenaza de malos tratos en el niño, entonces el niño debería estar separado de sus padres; a medida que desaparezca el peligro de ser maltratado físicamente y según evolucione el tratamien to, se irán integrando.
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La terapia o tratamiento familiar debe completarse siempre con un tratamiento particular dirigido directamente al niño y cuyos pasos podrían ser los siguiente. Evaluación psicosomática. Atención a los primeros síntomas traumáticos Ayudar a comunicar sus sentimientos. La terapia mediante el trabajo
NIÑOS MALTRATADOS SEXUALMENTE Definición y descripción El niño que es violado, debido al contexto violento y desagradable que vivió, manifestaciones con frecuencia estado de pánico, ansiedad y terrores nocturnos. Si el niño es mayor de seis años, puede expresar angustia, miedo, depresión e insomnio; su excitación emocional puede impedirle seguir con regularidad el curso escolar, por lo que con frecuencia tiende a no asistir a clase. En casos de incesto, se traduce en un conjunto de manifestaciones psicosomáticas como: insomnio, dolores de cabeza y de estómago.
Etiología Tendencia a la violencia y con índices claros de psicopatía, tienden a hacer caso omiso de las normas sociales y costumbres morales, lo cual permite que algunas veces, intenten satisfacer sus tendencias sexuales forzando incluso a los niños. El alcoholismo hace que provoque una falta de control, haciendo disminución de las facultades mentales. Los sujetos paidofilos, adultos que sienten atracción sexual por los niños, son normalmente personas que tienen dificultades en su desarrollo sexual.
Diagnóstico Un análisis del nivel de angustia actual del niño, nos indicara hasta qué punto el trauma esta desorganizado su vida; una disminución notable del rendimiento escolar o el inicio de conductas antisociales, como decir mentiras, dejar la escuela, abandonar el hogar, robar. La valoración del incesto debe realizarse dentro de la trilogía padre-madre-hija, conviene analizar del padre que puede ser o bien de carácter retraído, afectuoso y familia o por el contrario amoral y violento.dificultades en su desarrollo sexual.
Tratamiento Terapia de apoyo. Poner fin de forma radical a las prácticas de abuso sexual. Terapia familiar.
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LA MENTIRA EN EL NIÑO Definición y descripción La mentira es una afirmación que tiene por fin engañar a los demás sobre los hechos sucedidos o por suceder, en provecho propio o sin finalidad aparente. Las aspiraciones sociales de los adultos se reflejan muy a menudo en las exageraciones de los niños. La madre a veces, ofrece una imagen de la oposición del padre superior a la real y estas formas de cambio de status son formas que el niño oye y escucha y posteriormente imita; así, el viejo coche de papá puede transformarse, en labios del niño en último modelo. Hay que observar que el niño, por la prolongada dependencia que establece con respecto a los adultos, desarrolla un sentimiento de inferioridad al que intenta hacer frente mediante una serie de estrategias, y la mentira es una de muchas estrategias que el niño utiliza para mantener su autoestima; esta estrategia se va abandonando a medida que el niño gana más confianza en si mismo y más poder. El niño normal miente cuando posee una necesidad real o imaginaria que desea satisfacer; en el niño seguro y confiado la necesidad de estas estrategias se da con poca frecuencia.
Etiología Existen varias razones por las que un niño puede decir mentiras: la edad preescolar se caracteriza por la exuberancia mental y emocional, dando como consecuencia un niño poco crítico, incapaz de discriminar, con poca experiencia vital y decididamente inclinado a alterar la verdad, y si es necesario, a inventarla. Igualmente la fantasía o imaginación desbordada, propia de esta edad, desencadena en numerosas ocasiones la invención espontanea de historias o narraciones de aventuras imaginarias, de las cuales el niño explica la trama y vive muy directamente su contenido hasta el punto de darle vida o animarla, el niño termina creyéndoselo de verdad. Pero no continúa normalmente en las diferentes etapas de la vida cotidiana. También la mentira se da por imitación del comportamiento adulto, ya sea de los adultos entre ellos o de los adultos hacia el niño. Finalmente, es posible que el niño mienta para conseguir un beneficio o para evitar situaciones desagradables y de fracaso. Ante la posibilidad de castigo, el niño mentira para evitarlo; si con ello consigue su propósito, es probable que continúe mintiendo en el futuro. Un niño que desee lograr un mayor grado de afecto o atención por parte de sus padres, podrá mentirles simulando estar enfermo; esa mentira debe considerarse como una tentativa para lograr cubrir sus necesidades afectivas.
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Diagnóstico Hay dos grandes apartados: la mentira voluntaria o mentira “autentica”, en la que se intenta cambiar voluntariamente o al menos conscientemente la realidad de forma total o parcial; y la mentira involuntaria o mentira por desconocimiento de la realidad o de la verdad de los adultos, esta última depende naturalmente de aspectos evolutivos, sociales y afectivos. La frecuencia con que se presenta la mentira es un indicativo importante en el momento de considerar la necesidad de un tratamiento. Cuando la verdad es falseada de una forma crónica y con objeto de obtener algún beneficio, nos hallamos en el terreno de lo patológico: el niño que constantemente inventa una realidad distinta a la que tiene delante y la maneja como tal realidad puede considerarse como un problema de consulta psiquiátrica.
Tratamiento A) Autobservación de los padres del comportamiento en relación al tipo de mentira que eventualmente pueden pronunciar, esto es, si la mentira que uno de los padres pronuncia o ejecuta en cierto momento puede considerarse “blanca” o inofensiva o nociva. B) Valorar siempre prioritariamente el hecho que de afrontar la realidad es mejor que castigar la mentira confrontándola con la realidad. C) El castigo coercitivo, es en principio poco útil en el tratamiento de la mentira, premiando con el hecho de llamar la atención y se hace más de lo debido. D) Favorecer el hecho de la confesión de la mentira, no dejándose llevar por la situación de causa-efecto en el sentido de que “acción mal aconsejada, acción castigada”. E) Procurar que nunca el niño reciba un beneficio por ejercitar la mentira, ni eluda algún prejuicio en el hecho de ejercitar la mentira. F) El adulto no deberá decir mentiras, pero si le resulta necesario deberá explicar racionalizando. Lo dicho debe complementarse con la revisión de la actitud social-familiar de los padres que redunda en la adaptación emocional del niño y por tanto en la reducción del comportamiento mentiroso.
EL MIEDO EN EL NIÑO Definición y descripción El miedo es una emoción desagradable, que puede llegar a ser dolorosa y se caracteriza por la amenaza real o imaginaria de un peligro. Cuando este objeto o situación, tanto si se considera innato o adquirido, desaparece como miedo o fobia y persiste el estado afectivo que lo acompañaba, se define como angustia o ansiedad. Una primera consideración del miedo en el niño es la que hace referencia a los objetos amenazantes; así, son miedos de la primera infancia los ruidos súbitos, la aparición de algún extraño o algún objeto poco habitual, los cambios en el entorno más próximo e inmediato, la ausencia de la madre o la persona que lo cuida. En etapas posteriores a los miedos se refieren a situaciones más específicas y son paralelos a los diferentes procesos del aprendizaje en el mundo que rodea al niño; así, se adquieren miedos a ir al médico; a un perro, cuando un perro le ha mordido. Una segunda consideración es que a todo tipo de miedo le acompaña, en la mayoría de los casos, una respuesta fisiológica bastante homogénea que ese caracteriza, en el aspecto motriz, bien por la paralización, bien por el intento de huida, así por la aceleración cardiaca, la palidez o enrojecimiento, etc. Si la aparición del miedo ha sido súbita se puede considerar que va acompañado de susto, la intensidad de la emoción se manifiesta con diarrea, vómitos, desmayo, etc. Otra respuesta puede ser el llanto.
Etiología Hay cuatro tipos generales de miedo, pero también hay una predisposición al miedo. Miedo por imitación, hace referencia a aquel tipo de emoción que es respuesta a las primeras experiencias que estimulan los que cuidan al niño y que tienen por finalidad protegerle del peligro. Los adultos al mostrar que tienen miedo, enseñan al niño a temer, más que a protegerse del peligro. Miedo traumático o de aprendizaje al primer ensayo. Por ejemplo coger al niño por los pies en un contexto aparentemente como peligroso por él, hace que el miedo a ciertos adultos, como causantes y al vacío por representar a una situación aversiva, puede conllevar a fobias o estados de ansiedad. Miedo por inseguridad. En el contexto familiar y posteriormente escolar, la utilización del castigo, cuando no es visto por el niño como una situación causa-efecto, o bien cuando cronológicamente es todavía incapaz de racionalizarlo, se produce un estado de inseguridad muy a menudo se concretiza en un miedo al castigo por sí mismo, a quien lo ejecuta y al medio donde se ejecuta. Derivadamente, esta inseguridad y su secuela de miedo hacen que el niño lo traslade del objeto que lo produce a otro objeto o situación. Carácter autorreproductor del miedo. Relacionado con el rasgo de generalización, el miedo funciona como una espiral en la cual no solo se tiende a generalizar el estímulo aversivo a otras situaciones, sino que además este miedo puede ser cualitativamente y cuantitativamente progresivo. Predisposición al miedo. Reaccionar de forma miedosa ante unos hechos está relacionado con una sensibilidad heredada de los padres relativa a su sistema nervioso autónomo.
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Diagnóstico Será valioso tener presente alguno de los siguientes rasgos: a) la edad, en la que se intentaran situar el número y gravedad de los miedos que aquejan al niño. b) el sexo, de los modelos sexuados que la sociedad ofrece, al igual que ofrece diferentes tipos de juguetes, profesiones, etc. c) experiencias anteriores, el momento aproximado de la aparición del miedo debido a los comporta mientos realizados en el contexto y que fue lo que lo causo; en cualquier caso, el contacto mediante entrevista con los padres y con los demás miembros de la familia serán datos valiosos sobre este punto. En general, la personalidad miedosa del niño mostrara rasgos acusados del contexto en que vive.
Tratamiento A) Lo que debe evitarse 1- ignorar el miedo del niño. 2- obligar al niño a que tome contacto con el objeto o la situación temida a intervalos frecuentes 3- intentar convencer de que el objeto o la situación no produce miedo y por lo tanto hay que ignorarlo. 4- ridiculizar la situación de miedo, caricaturizarlo, burlarse de él, etc. B) Lo que es conveniente hacer en algunos casos 1- explicación verbal y demostración de que no existe peligro alguno 2- demostrar prácticamente, mediante hechos, lo que se demostró verbalmente 3- dar ejemplos de situaciones sin miedo relacionados con la situación amenazante 4- explicarle como alguien conocido sintió miedo en alguna ocasión y como aprendió a dejarlo de sentir posteriormente 5- condicionar al niño a que lo que parecía peligroso o el objeto temido era agradable C) ELo que hay que hacer en general 1- respetar los miedos aunque sean irracionales 2- utilizar la palabra miedo dentro de nuestro vocabulario normal 3- mostrar al niño nuestra voluntad de hacer concesiones en relación a sus miedos, para estar a su lado y compartir dicho mieodo. 4- no debemos tratar la situación con demasiada gravedad, hay que ser razonables al tratar el tema y tratar de encontrar algún elemento de humor en la situación, que evite el ridículo; sobre todo hay que ser muy afectivos con el tema y con el que lo sufre. El niño debe: Desarrollar destrezas con las cuales pueda tratar los objetos y situaciones que teme; Mediante grado diferente, acercarse al objeto o situación temida. Darle oportunidad de que gradualmente transforme el objeto o situación temida en un objeto familiar, de forma que le permita inspeccionar o ignorarlo, en definitiva jugar con él.
EL NIÑO OBESO Definición y descripción Un niño se considera obeso cuando el peso de su cuerpo es un 10 por ciento superior del que se espera según su edad, estatura y sexo. En relación al cuerpo, la obesidad se considera según el lugar donde se localiza: puede aparecer en la parte superior media del cuerpo, en la parte media baja o bien en los miembros y extremidades. Las razones de la mayor incidencia de la obesidad en la sociedad occidental contemporánea parece ser la cantidad y variedad de más comida necesaria para vivir. Los niños al repetir en muchos de sus comportamientos modelos adultos, suelen seguir la pauta de vida urbana, pasiva, dominada por os medios de comunicación de masas, sobre todo la televisión.
Etiología Algunas causas son: a) causas genéticas, cuando ambos padres tienen un peso normal las tendencia de obesidad es de un 7%, cuando uno de los padres es obeso la tendencia es del 40 %, si ambos padres lo son la probabilidad es del 80% b) causas fisiológicas ciertas lesiones cerebrales dan como consecuencia individuos más sensibles a los estímulos de la comida, aunque se sienta saciado, al mismo tiempo que come más y más rápido por comida. c) causas por falta de educación materna, muchos niños obesos han sido sobrealimentados sistemáticamente durante toda la primera infancia d) Causas por problemas psíquicos en la madre. Fundamentalmente madres inseguras dan comportamientos obsesivos que se traducen en la creencia de que el niño que no come lo suficiente no crece o se morirá. Madres neuróticas exclusivamente centradas en sus problemas personales que son incapaces de proporcionar al niño los automatismos que indican cuando se debe empezar a comer y cuando se debe terminar, hacen que el niño no siempre tenga la regulación automática para distinguir la diferencia entre la necesidad de comer y el deseo de comer e) Causas diferenciales. Hay individuos que “comen por los ojos” y por lo tanto los mecanismos que disparan las ganas de comer son más externos que internos, aunque evidentemente las contracciones del estómago pueden aparecer ante la visión de un pastel sin que el sujeto sepa dónde está el origen de su hambre.
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Diagnóstico a) La inactividad, causada a su vez por la timidez y carácter emocionalmente vulnerable b) Registro de las veces que el individuo come en el día, que cantidad y valor nutritivo en cada comida y a qué velocidad come c) Relación de los datos etiológicos con el hecho real de comer, causas psíquicas procedentes de problemas emocionales o de personalidad, como la ansiedad y nerviosismo, la depresión, el aburrimiento; d) Investigar cual es la percepción de la imagen corporal que tiene el sujeto; igualmente técnicas proyectivas han mostrado que ciertos niños obesos tienen grandes dificultades en proyectar sus pensamientos en el mundo que les rodea, poseen tendencias negativitas, impulsividad así como tendencias al aislamiento social e) En caso de duda y una vez observados los síntomas descritos, recurrir al psicólogo clínico o al pediatra para saber si existe algún tipo de patología, fisiológica y psíquica, que sea la causa real de una tendencia incontrolada a comer.
Tratamiento Los pasos más eficaces para el tratamiento del niño obeso son los siguientes: A) puesto que ciertos individuos afectados de obesidad lo son por su dependencia de estímulos exteriores, hay que utilizar técnicas de autocontrol para reducir o eliminar del niño estas fuerzas exteriores B) Cuando estos estímulos son más que despertadores de apetito, acompañantes del acto de comer, se evitara que dicha actividad se realice combinada con ejercicios que puedan ser por si mismos reforzantes, por ejemplo música, juegos, una mesa o comedor atractivos, etc. C) ) En familias de obesos se debe actuar de forma preventiva organizando sesiones de consejo e instrucciones para padres, en las que se expliquen cómo hay que organizar la vida sana equilibrada dieta, control de peso y nivel de actividad D) ) Las técnicas de terapia de grupo y de relajación reducen la ansiedad y con ella la tendencia impulsiva e inevitable a comer excesivamente E) el contacto con la familia del niño obeso es que procure por todos los medios “evitar la tentación”, una nevera con solo lo esencial dejara de ser el centro de interés y ayudara a crear las bases técnicas reductivas que conduzcan a efectos concretos, por ejemplo dejar voluntariamente cierta cantidad de comida en el plato.
MALAS PALABRAS Definición Son una forma de violencia verbal, el uso de las malas palabras está regulado por la convención de la sociedad adulta y suele sobrepasarse solo en medios ambientales no considerados como finos.
Descripción Las malas palabras están regulados por la convención de la sociedad adulta y suelen sobrepasar sólo en medios ambientales no considerados como finos. Cada época posee un código social en la consideración de las malas palabras y este código es muy cambiante. En muchos sectores sociales incluso se pueden volver extremadamente permisivos gracias a cierto snobismo, o a fuerza de su repetición y uso.
Etiología -Por imitación a la conducta de los adultos, y las malas palabras es forma de expresión de los adultos. Los niños pueden utilizarlas por imitación a personas que admiran. -Las utilizan como forma de atraer la atención, tanto de sus compañeros de juegos como de los mismos adultos, se dice que a los niños les gusta producir Shock entre los adulto.
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Diagnóstico Las primeras malas palabras que utilizan los niños se refieren a excrementos. Los niños entre cuatro y siete años de edad que han aprendido estas palabras y que saben que están prohibidas tienden a utilizarlas frecuentemente. Las palabras de tipo sexual, son utilizadas sin embargo no comprenden ni conocen el significado de la palabra que utilizan. Pero saben que cuando la utilizan provocan una reacción en los adultos. Los adultos utilizan las malas palabras como forma de liberar sentimientos que no pueden expresarse en términos físicos. Necesidad que los niños no presentan ya que ellos tienen más libertad de expresión.
Tratamiento Hacer caso omiso del comportamiento verbal utilizado, en etapas posteriores puede hacérsele entender que lo que es aceptable en boca de adultos resulta ofensivo o antiestético en un niño e incluir el concepto de cortesía. Se deben tomar en cuenta cinco pautas: En ningún caso se puede restregar los labios o la boca del niño con algo amargo o desagradable cada vez que pronuncie una palabra desagradable. Dejar siempre el camino abierto para que la corriente de afecto y confianza persista, esto es, que la corrección de las malas palabras no perturbe la libertad de expresión que debe sentir hacia los mayores. Actuar de forma desinteresada ante las palabras utilizadas Explicar inmediatamente y brevemente que decir malas palabras es una expresión de mala educación, como el no limpiarse las manos Si las malas palabras son pronunciadas en público, pedir disculpas ante los demás y ante él e inmediatamente
LA PEREZA EN EL NIÑO Definición Es la ausencia de reacción perceptible ante diversos estímulos materiales, sensitivos, verbales, etc. En el niño es una expresión de resistencia u oposición ante tareas impuestas por los adultos y que no resultan suficientemente atractivas para él.
Descripción -Es una cantidad exagerada de tiempo que toma para realizar las tareas habituales y las que en un momento dado le exige la vida. -Muestran pereza mental, en la que no puede llevar a cabo las diferentes operaciones mene tales o de conceptualización lógica. -Hay una muestra más evidente que es física, en esta el sujeto se rehúsa a realizar cualquier tipo de actividades normales. -El rasgo complementario de la pereza es la inconsistencia referida al poco tiempo dedicado a una misma tarea, incluso a tareas fáciles. -Manifiestan poco esfuerzo para la realización de actividades
Etiología Las causas de la pereza desde un punto de vista espeficos son: A) De tipo físico u orgánico: trastornos endocrinos, trastornos en los órganos sensoriales sobrealimentación o alimentación insuficiente. B) Problemas constitucionales: Debilidad mental C) Déficits de la memoria, atención D) Perturbaciones afectivas constitucionales o adquiridas E) Errores educativos: falta o mala adquisición de los primeros instrumentos escolares básicos. F) Problemas concomitantes a las crisis de desarrollo: como perturbaciones de la pubertad, problemas de tipo sexual. G) Problemas de tipo familiar o social: como el divorcio, la separación. Desde el punto de vista diversificado las causas son: A) Por evitación por parte del niño de tareas desagradables. B) Por falta de refuerzo C)Porque es una forma de llamar la atención, aunque negativamente, en el hogar, o bien como forma de inhibición de este mismo contexto familiar no deseado. D) Por desequilibrio en los ritmos vitales del niño. E) Por sobreprotección
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Diagnóstico El diagnostico ideal es aquel que se puede realizar en un niño que, sin ningún trastorno orgánico, ni enfermedad mental, viviendo en plena armonía en el ambiente familiar, escolar y social, gozando de una inteligencia normal y sin tener motivos explicables que puedan considerarse distractivos, no quiere o no puede atender a las tareas que se programan para él.
Tratamiento Lo que se pretende en el tratamiento del niño perezoso es que al inicio se le exijan las conductas que conllevan menos esfuerzo para poder reforarlas, llegando posteriormente a los comportamientos difíciles y, como ya se ha indicado, hacer que estas conductas vayan unidas a premios u otras actividades agradables. Se debe considerar algunas de las actividades siguientes: A) Explicar al niño específicamente y claramente lo que se espera de él, de forma que el esquema de comportamiento no presente dudas o divagaciones. B) No dejar que eluda la tarea, a menos que sea imprescindible, y no caer en la tentación de llevar a cabo el trabajo en su lugar. C) Cuando efectúa la tarea es un tipo razonable, hay que mostrar la aprobación sin que esto suponga pruebas excesivas de elogio, desproporcionadas con la realidad del trabajo o tarea realizada. D) Cuando decididamente no la lleva a cabo, deben organizarse consecuencias desagradables que den sentido a la causa-efecto de dicho trabajo por hacer. E) Trabajar una sola cosa cada vez. F) No impacientarse y por tanto no dejar que se ocupe en otra actividad sin que haya terminado la que está haciendo o es motivo de problema.
LAS RABIETAS EN EL NIÑO Definición Es una forma de enfado violenta e intensa, típica del niño, que se caracteriza por la expresión contorsionada de la cara y el cuerpo, acompañada de conductas a menudo agresivas pero nunca de mucha duración.
Descripción Las rabietas incluyen un conjunto de comportamientos como llorar, patalear, gritar, tirarse al suelo, tirara objetos, morder, arañarse llegando a hacerse daño a sí mismo.
Etiología La causa suele ser el éxito obtenido con la primera pataleta, de ahí que el niño la utilice para conseguir beneficios específicos de las personas que le rodean. La rabieta puede proceder de una situación que implica una causa productora de frustración.
Diagnostico Pueden aparecer en cualquier momento o situación en las diferentes etapas evolutivas del niño. Es habitual que aparezca con mayor frecuencia entre los dos y cuatro años de edad, coincidiendo con la etapa en la que el niño se inicia en el proceso de adaptación social. Las rabietas pueden presentarse no sólo en niños faltos de afecto, sino también en niños que son suficientemente aceptados y queridos.
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Tratamiento -Se le debe convencer de que con ellas no conseguirá lo que quiere, Y se pueden aconsejar los siguientes pasos: A) Cuando empieza el berrinche, podemos mostrarnos acogedores, dando seguridad al niño y demostrándole que le queremos, intentándole distraerle pero no engañarle. B) Si con esto no se tiene éxito, no debe hacerse absolutamente nada referido al berrinche, hay que dejar que el niño lo tenga y que lo tenga sin acompañarle en sus expresiones de rabieta, puesto que está intentando convencer al mundo de que los padres son crueles y duros. C) Cuando la rabieta ha pasado, conviene hablar al niño que no se sienta culpable, se le puede decir” que los padres sienten haberle visto en aquella situación deplorable por un motivo importante” hay que mostrarle que continuamos confiando en él. Esta parte del tratamiento es tan importante como la primera y está diseñada para evitar un conflicto importante: El aumento de sentimientos de culpabilidad. Ya que los niños frecuentemente se sienten culpables de haber expresado su enfado de forma descontrolada y violenta. Hay que considerar que los niños son incapaces de manejar su propia culpabilidad cuando están en una situación de enfado, su visión del problema es mucho más difusa que la de los adultos, por lo que hay que evitar cualquier actitud de desaprobación cuando la rabieta ya ha desaparecido.
LA TIMIDEZ DEL NIÑO Definición y descripción La timidez se caracteriza por la experiencia de un conflicto ante la presencia de extraños, tanto adultos como otros niños, y que se expresa casi siempre en los diferentes tipos de interacción social mediante formas tales como mantener las distancias, evitar el contacto visual, huir, cerrar los ojos, fijación e inmovilidad, etc. en casos extremos de timidez, el niño expresara su temor a las relaciones sociales incluso por adelantado, tratando de forma llorosa de evitarlas. Ante la situación social temida, el niño se refugiara en su madre, se esconderá detrás de un objeto, se negara a responder a cualquier pregunta. Dichos extremos de timidez son muchos más raros que las variedades comunes de avergonzarse, sonrojarse y tener dificultades de socialización, casi siempre temporales y típicas de los primeros años de dicha socialización o de la adolescencia. El niño temeroso tímido es aquel que pierde facultades cuando no está solo, que vacila, que no sabe qué hacer, que realiza esfuerzos casi cómicos para empequeñecerse y pasar inadvertido, al niño tímido todo le sale mal cuando se siente observado.
Etiología Las causas más importantes de la timidez son: Las manifestación por parte de los padres de un cierto menosprecio del propio comportamiento del niño tímido precisamente cuando el padre espera que el niño cause buena impresión el niño suele actuar de forma contraria: así la desilusión de los padres se transforma en impaciencia y enfadado, y la expresión de dicho enfado hace aumentar aun más la timidez del niño. Los niños contraen la timidez a causa del temor que les produce la presencia de la gente, y esto no ocurre de una sola vez sino de forma repetida en la infancia y en la pubertad, antes de que sean capaces de responder a los demás o de socializarse. El temor a no ser querido y derivadamente a ser rechazado es una de las causas de timidez. En el niño tiene que los demás le retiren la estima, y esto es una amenaza muy real para él, puesto que justamente depende de ellos: la impaciencia y la irritabilidad que se muestran cuando el niño llora, cuando hay descontrol de los esfínteres , cuando existen problemas al irse a la cama etc. produce el efecto sutil pero real en el niño de no solo no sentirse querido sino rechazado y castigado. Cuando los padres son poco sociable, no tiene o tienen pocos amigos y sobre todo si se manifiestan tímidos ante los mayores o sufren por sentirse menos apreciados que los demás, lógicamente contribuyen a crear en el niño una personalidad tímida, puesto que hay que olvidar que el niño esperaría encontrar todo lo contrario, esto es seguridad. Existen numerosas causas de origen social (menor consideración en el grupo de compañero, hermanos etc.) Timidez condicionada por una necesidad de defensa, habitualmente el individuo que se ve con menos capacidad o fuerza física para resistir a las circunstancias que dominan en su ambiente, muestran un aspecto de inferioridad o timidez para evitar ser atacado e incluso para ser compadecido. Los padres extremadamente rígidos y exigentes producen actitudes y exigentes producen actitudes negativas en el niño y este se siente o puede sentirse incapaz de cumplir lo que se espera de el lo cual puede generalizarse a situaciones sociales donde, el principio, podía sentirse más a gusto si los niños no tienen la gracia o la destreza social que se les exige, los padres deben de proporcionarle otros modelos sociales que les resulte más asequibles. La sobreprotección causa igualmente sentimientos de timidez al poner trabas a la socialización del niño haciéndole vivir de forma limitada y dependientemente del esquema de comportamiento que le imponen los padres.
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Diagnostico El diagnóstico de la timidez tiene como característica general su propia polivalencia. La timidez se diagnostica al mismo tiempo: De forma diferencia y cronológica en la niñez más temprana y en la adolescencia, la timidez es frecuente y normal, y solo en la última infancia en la juventud aparece cuando las causas que la producen pueden considerarse extrañas o anómalas. De forma diferencial sexual las niñas en todas las edades se han considerado más tímidas que los niños, sin embargo, dado que los aprendizajes sociales se hacen a menudo por imitación, es bastante claro que este tipo de timidez viene dado por el rol inferior que la mujer-madre ha jugado estoicamente en la sociedad y que la niña-hija ha heredado. Según las formas de aparición y de expresión puede haber una timidez normal en la que modestia o reserva se oponen a la insolencia y arrogancia.
Tratamiento La acción sobre la timidez, entendida como problema psicoeducativo, se realiza a dos niveles: por una parte tener en cuenta lo que no se debe hacer, en este sentido; no hay que manifestar disgusto o enfado ante la expresión de timidez ni mostrar excesiva preocupación, así como tampoco se debe actuar sobreprotectoramente; tampoco debe castigarse la actuación del tímido mediante burla, saracasmo o menosprecio, puesto que es una forma de aumentar la inseguridad. Por otra parte esta lo que se puede hacer: Mostrar una actitud comprensiva, reforzando al individuo mediante afecto equilibrado y constante, de manera que el niño, al sentirse seguro aumente en sí mismo la confianza en los demás. Actitud de refuerzo inmediato: tratar de reforzar los más tempranamente posible todas las conductas sociales del niño, evitando cualquier posición negativa respecto a los amigos.
TERRORES NOCTURNOS Definición y descripción El terror puede considerarse como un ataque de ansiedad abrumadora que parece no poder sostenerse y que a veces, se concentra, en el estado de vigilia en huida de tipo motor y en movimientos más reducidos pero igualmente incontrolados durante el dormir. Ambas situaciones van acompañadas de descontrol motor, pupilas dilatadas, expresividad de este estado. Los terrores nocturnos se dan justamente en el contexto del dormir, y dentro de el en los sueños y el soñar. En diferentes momentos del dormir, pero sobre todo al final de la noche, el niño muestra un comportamiento caracterizado por una postura rígida, agitación, acompañado de llanto o gritos con la mirada fija hacia delante como que si hubiera algo enfrente de el.
Características: • El niño está asustado pero no puede despertarse o tranquilizarse • Los ojos del niño están muy abiertos pero no sabe que los padres están ahí. • El niño puede creer que los objetos o las personas de la habitación dan miedo. • El episodio dura de 10 a 30 minutos. • El niño a menudo no recuerda el episodio en la mañana.
Diferencia entre pesadilla terrores nocturnos A diferencia de un terror nocturno, una pesadilla: • Deja al niño verdaderamente despierto • Puede recordar su sueño y a veces incluso hablar de él. • Busca la presencia de un adulto Pesadilla = REM O MOR
Etiología Cualquier tipo de separación afectiva, sobre todo de la madre crea las bases óptimas para que aparezcan terrores nocturnos. La tasa más alta se dará en aquella situación por circunstancias institucionales e niño tenga que permanecer en hospitales, inclusas etc. emocionalmente la causa puntual más sobresaliente de los terrores nocturnos es la ansiedad acompañante de la inestabilidad y de la inseguridad del mismo estado de ruptura o separación provoca. Evolutivamente los terrores nocturnos aparecen en edades comprendidas entre los cuatro y ocho años, siempre dependiendo del grado de madurez real, puesto que hay tantos mas terrores nocturnos cuanto menos estén organizados y estructurados los sistemas emocionales del individuo.
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Diagnostico El primer dato significativo en el diagnóstico de los terrores nocturnos lo da su asiduidad y persistencia, puede considerarse importante el grado de madurez fisiológica, sobre todo a nivel de sistema nervioso central, perturbaciones digestivas niños: -Anoréxicos -Padres sobreprotectores (comidas) -Familias desequilibradas -Padres alcohólicos y drogadictos.
Tratamiento A niveles generales, los padre no solo deben tranquilizar al niño en el momento de la aparición del terror nocturno, sino también aliviar el problema general que es el origen del terror nocturno que afecta al niño. Esto implica sobre todo la observación detallada de las diferentes situaciones en que vive la angustia y ver cómo reacciona con ella. A niveles más específicos son de utilidad las siguientes formas de tratamiento:
Establecer rutinas, es fundamental para conseguir una buena introducción en el dormir y subsiguientemente unos sueños felices, para que esto tenga éxito debe ir acompañado de cierto grado de placer y satisfacción. Desensibilizar, es importante establecer un proceso de desensibilización de aquellas situaciones que el niño considera negativas.