Un libro que se lee como un poema y en el que el diminuto protagonista tiene una visión muy particular de las cosas a su alrededor.
Jugando con la imaginación y las proporciones de la realidad, Juan Arjona y Emilio Urberuaga animan el día a día y el mundo en el que se mueve el pequeño narrador de esta historia que siempre encuentra alguien dispuesto a ayudarlo, sacándolo de toda situación incómoda.
Un libro cálido, dulce y familiar que envuelve a sus pequeños lectores (y a sus padres y abuelos) en un abrazo. Un libro tan pequeño que acaba siendo muy grande.