GENTE Columnista
Reforma del Estado
Escribe: Antero Flores-Aráoz E. Abogado estudio@flores-araoz.com
En la campaña electoral de la que somos testigos, caracterizada por orfandad de ingenio, ideas y proposiciones, aunque generosa en acusaciones y agravios, se ha convertido en lugar común el enunciado de la reforma del Estado, ya frase de cliché, pero sin decir en qué consiste.
“Queremos también que el Estado sea más eficiente en el combate a la pobreza”
Se induce a pensar que estamos frente al nacimiento y bautizo de un Estado diferente al que tenemos, pero sin decirse cómo sería el nuevo Estado y olvidando que en este mundo globalizado no hay nada nuevo bajo el sol y, que, lo que tenemos que hacer es mejorar lo existente. Necesitamos un Estado más comprometido al servicio del ciudadano, en que si bien le exija el cumplimiento de sus obligaciones y deberes, también le abra puertas de mayores oportunidades para solventar sus necesidades y las de su familia, esto es elevar su nivel de vida. Queremos también que el Estado sea más eficiente en el combate a la pobreza y especialmente a la pobreza extrema y sabemos que una de las llaves maestras es la 10
mejora educativa en la que ya se han dado pasos en el camino correcto, y los programas sociales de alivio que si bien son muchos, no hay coordinación eficiente entre ellos, lo que ameritaría su rediseño con límites en el tiempo. Pueden copiar la experiencia de un programa privado exitoso como es “Sembrando”. En materia de seguridad ciudadana nos falta muchísimo y es un reclamo permanente de la población, diríamos que cotidianamente se alzan voces que llaman a la acción. En el tema de la salud da la impresión que el aseguramiento universal y la atención a toda la población es todavía un mito. Pese a las inauguraciones del MINSA y de EsSalud y a la propaganda sobre el tema, los reclamos de los pacientes no son
atendidos y a quienes se les programa consulta médica, entre el pedido y la consulta pueden pasar varias semanas, sin olvidar por cierto la carencia de medicinas. Aquí hay materia para propuestas, pero sin demagogia. La regionalización hasta ahora es un dolor de cabeza, habiendo reproducido en cada departamento casi la organización del gobierno central. No hay duda que queremos la descentralización pero su herramienta o instrumento que es la regionalización necesita de correctivos para lograr eficiencia. En el tema tributario tenemos que reconocer que hay significativos avances y que el sistema fiscal está dando sus frutos, lo que por ejemplo no sucede en el sistema jurisdiccional que si requiere a gritos de reforma, pues na-
die está contento con nuestra justicia que ha guardado bajo llave las interesantes propuestas del Ceriajus, haciendo casi nada para ponerlas en práctica. Los regímenes laborales del Sector Público, diversos y complicados, necesitan de urgente reordenamiento para que impere la meritocracia con equidad, tener un Estado más reducido pero también más eficiente al servicio del ciudadano. Este artículo no tiene la intención de hacer un inventario de todos los sectores del Estado que requieren mejora, sino solamente advertir que la pelota está en la cancha y que las agrupaciones políticas que compiten, así como sus candidatos, deben pasar del simple enunciado de reforma del Estado a formular sus propuestas conducentes a tal objetivo.
“Necesitamos un Estado más comprometido al servicio del ciudadano”