GENTE 52 aniversario
Previsiones ante desastres naturales ¿pantallazos que pasan de moda? La devastación cuantiosa del sur chileno causada por el terremoto seguido de tsunami del 27 de febrero, tuvo el mérito de excitar en el Perú la preocupación, aparentemente pasajera, tanto del gobierno en sus diferentes instancias, como de la población y de sus instituciones. Todos nos llenamos la boca afirmando que la vulnerabilidad de la geografía peruana ante este tipo de eventos es de alto riesgo y que un movimiento sísmico con intensidad similar al que destruyó buena parte de Chile, ocasionaría en el Perú consecuencias cataclísmicas con muertes que se contabilizarían por centenares de miles y pérdidas materiales exponencialmente superiores. Lamentablemente y según opinión de expertos en la materia, la hipótesis descrita puede convertirse en hecho trágico si es que el vaticinio no es seguido por políticas de Estado y acciones concretas a implementarse, cuesten lo que cuesten, con participación directa del gobierno y de la ciudadanía. Reitero, se trata de políticas de Estado urgentes, llamadas a trascender a los gobiernos de turno. Quienes vivimos la hecatombe del 31 de mayo de 1970 que afectó al departamento de Ancash, norte de Lima y sur de La Libertad, con su secuela de casi 75 mil fallecidos, miles de heridos y desaparecidos, cientos de ciudades totalmente destruidas y otras parcial pero severamente afectadas, además del daño generalizado en los sistemas de producción y en los servicios de transporte y abastecimiento, conocemos de cerca no sólo 44 18
el dolor por la pérdida irreparable de familiares y amigos, sino el reto de sobrevivir en condiciones precarias primero en refugios con techos de frazadas y plástico, luego en carpas y después en cabañas provisionales fabricadas de triplay y calamina, incandescentes de día y gélidas por las noches, sin alimentos ni medicinas elementales en los días subsiguientes al de la tragedia.
Lecciones de la historia
Los gobiernos y la población olvidamos con extremada facilidad las lecciones de la historia, condenándonos a enfrentar inermes a los fenómenos con los que la naturaleza ciega volverá a sorprendernos, más allá de discursos encendidos y promesas que parecen haber concluido con la adquisición de equipos para detectar tsunamis, a pedido siempre postergado del Instituto Geofísico del Perú. La constatación es cruel, pero la previsión como enseñanza de lo ocurrido en Chile ha pasado de moda en el Perú en menos de lo que canta un gallo. Preguntas y respuestas al canto: ¿Se ha dispuesto la creación de comisiones técnicas en los Municipios para que en coordinación con INDECI, inspeccionen perentoriamente las estructuras de los edificios nuevos y antiguos en las grandes urbes y dispongan las medidas correctivas que cada caso requiera? NO. Es bueno recordar que varios edificios modernos fueron los primeros en colapsar en Chile, especialmente aquellos construidos “comercialmente” (rebajando varilla de acero y disminuyendo bolsas de cemento).
Los operativos episódicos voluntariosamente llevados a cabo por INDECI y algunas municipalidades, admiten poco o ningún beneficio sostenible. ¿Se ha iniciado la identificación de las viviendas que INEVITABLEMENTE colapsarán con un terremoto de grado 8 en Lima y otras grandes ciudades? NO. ¿Alguna entidad del gobierno central está elaborando un plan de contingencia para abastecer con alimentos, agua, abrigo y medicinas a los probables damnificados en las grandes urbes? NO. ¿Se sabe dónde se obtendría y cómo se transportaría esa ayuda? TAMPOCO. Excepción hecha del Callao ¿alguien se está preocupando de establecer y difundir las rutas de evacuación en los distritos y el cercado de Lima y en otras ciudades del país?. NO. ¿Alguien está identificando las áreas para ubicar provisionalmente a los probables damnificados en las principales ciudades?. NO. ¿Se está orientando a los vecinos para identificar médicos, enfermeras, sicólogos, ingenieros y socorristas dentro sus propias organizaciones? NO. ¿Se difunden medidas de defensa civil a nivel familiar? ESPORADICAMENTE. ¿Cuáles son las disposiciones orientadas a garantizar la coordinación entre las instituciones públicas para evitar demoras, superposiciones y contradicciones en circunstancias de emergencia? NO SE SABE. ¿Se repetiría entre nosotros la demora que resultó trágica en Chile para disponer la
acción de la Fuerza Armada a fin de llevar ayuda moral, establecer el orden y evitar el pillaje? PROBABLEMENTE (el prurito de la autosuficiencia de la mal llamada “sociedad civil” resultó suicida en el vecino país del sur y devendría en catastrófica en el Perú). ¿Qué se está haciendo obtener la información oportuna y certera sobre la magnitud de la tragedia en cada circunscripción del país? NO SE SABE. La carencia de este mecanismo condujo a la presidenta Bachelet a cometer graves errores y omisiones como levantar de manera temeraria la alarma de tsunami, demorar el envío de soldados al área afectada y desdeñar inicialmente la ayuda internacional. ¿Se ha dictado alguna norma disponiendo que la formación académico-militar, a la par de los contenidos castrenses incremente su entrenamiento para actuar en situaciones de catástrofe? NO. ¿Cuántos hospitales de campaña poseen la Fuerza Armada y/o el Ministerio
de Salud? NO SE SAB ¿Con cuántos equipos móviles de potabilización de agua cuenta SEDAPAL? NO SE SABE ¿No debieran adquirirlos obligatoriamente los Gobiernos Regionales y Municipales, junto a un número razonable de generadores eléctricos, para mantenerlos en stock disponible? A NADIE SE LE HA OCURRIDO.
La moda pasa y el peligro persiste
Las interrogantes pueden ser seguramente más numerosas y las respuestas sostenida y dramáticamente negativas en cada caso. Pero lo alarmante es corroborar que fenómenos que tienen que ver con la vida y la muerte sean asumidos sólo como temas de moda que se esfuman con el correr de los días para ir a parar a los cajones apolillados de la burocracia pública y a los estantes, generalmente insensibles, de la filantropía privada. Las consecuencias perversas están a la vista y no ameritan mayor comentario: Pisco, Chincha, Ica y toda la zona afectada pro el sismo del 2007 dan testimonio viviente de la imprevisión y la ineficiencia. Tan destructivas como terremotos y tsunamis son
Escribe: Roque Otárola Periodista ropmil1@hotmail.com
la improvisación, la actitud reactiva ante hechos consumados, el discurso fácil que enmascara ineficiencias y la inconsecuencia ante hechos evidentes como la realidad geográfica en la que vivimos y nuestra condición de país pobre que con gran esfuerzo pretende recorrer la ruta del desarrollo. Si en Chile la reconstrucción costará alrededor de 30 mil millones de dólares en un período de 5 años, ¿cuánto de dinero y qué plazo asumiríamos en el Perú para afrontar la secuela de una catástrofe similar que no es utópica si revisamos la historia y recorremos con la mirada nuestro entorno natural? Revalorar y relanzar el Sistema de Defensa Civil, es parta de la política de Estado por la que abogamos, a la par de dotarle de recursos y de capacidades compatibles con nuestra situación de país inmerso en el predecible circulo volcánico del Pacífico y propietario nato de la movediza placa de Nazca.
Un fuerte abrazo de felicitación y reconocimiento por su
52 aniversario, al gran grupo humano que labora en GENTE, una de las revistas más reconocidas por su trayectoria periodística, asimismo formulo los mejores votos de éxito personal y profesional a mi entrañable amigo fundador y director Sr. Enrique Escardó Vallejo. Que sigan los éxitos. Dr. Manuel Posadas A. CENTRO DE IMPLANTOLOGIA Y REHABILITACION ORAL Calle 20 #186 Chacarilla. San Borja Telf. 372 - 0067 372 - 0031
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