GENTE
PROPUESTA
El río Apurimac a la altura del San Francisco, en el límite de Ayacucho y Cusco. La situación en toda esa zona es tensa.
VRAE
¿Solución complicada?
Los graves sucesos recientes del VRAE han convulsionado el ambiente en el Perú. El narcoterrorismo arrecia en la zona y hace temer un recrudecimiento de la violencia terrorista que tiñó de sangre el país hace 20 años. Encontrar una solución a ese grave problema se está convirtiendo en una demanda nacional. El destacado ex comandante general del Ejército, Edwin Donayre, presenta en el siguiente artículo exclusivo para GENTE, una propuesta con tal objetivo.
El general Edwin Donayre tiene experiencia militar en la selva.
8
Escribe: Edwin Donayre Gotzch (*)
L
uego de casi tres años ensayando fórmulas de solución de eximios “estrategas y expertos” en el tema del VRAE, se percibe con cierta indignación e impotencia que poco o nada se ha logrado. Por el contrario, el narcoterrorismo viene cada día cobrando más vidas, ante la incapacidad y desinterés de políticos y autoridades, en quienes el pueblo depositó su fe y confianza. Sin embargo, justifican su incompetencia, culpándose unos a otros, sustrayéndose de su responsabilidad, con el pretexto que el tema es complicado y que no constituye una real amenaza; que la geografía y condiciones meteorológicas y población de la zona limitan y perturban las operaciones, que no se dispone del equipamiento, etc. Las más inverosímiles sinrazones continúan para encubrir la incapacidad. Una vez más la excusa es la distancia más corta entre la responsabilidad y la irresponsabilidad, llegando al extremo de escuchar que “existe algún interés protervo de mantener dicha situación”. La grave situación del VRAE impone como primera medida la seriedad. Es necesario crear un precedente y exigir con severidad y rigurosidad la gestión por resultados a los responsables de tal tarea. Resulta inadmisible que luego de tres años, se mantenga esta situación o, peor aún, se agrave ante la indiferencia y conformismo de gran parte de la sociedad (hasta que nuevamente le toque la puerta ¿Tarata?). De ese modo no sólo se pone en riesgo la seguridad del país y se afecta seriamente la imagen del Perú en el exterior frenando el desarrollo, retrayendo las inversiones, el turismo, las actividades económicas, comerciales y financieras, etc.
GENTE
PROPUESTA
Esta iniciativa deriva en dos acciones inmediatas: 1. Constituir una comisión de miembros calificados y con experiencia que monitoreen y supervisen a los responsables que ejecutan las acciones en el VRAE, tanto en el campo militar como no militar. Así se garantizará un seguimiento y direccionamiento hacia los objetivos y metas planteadas. 2. Institucionalizar un sistema para exigir la rendición de cuentas por resultados a nuestras autoridades en todos los cargos, niveles y sectores sobre las gestiones que por función les toca cumplir o de tareas específicas encomendadas (VRAE). Así como existe el delito por comisión, también debe sancionarse la omisión, poniendo punto final a la indolencia, desidia y desinterés de ciertas autoridades llamadas a actuar en temas que comprometen seriamente no sólo la Seguridad sino el Desarrollo Nacional. Ello garantizará a futuro que nuestras autoridades y funcionarios asuman con seriedad, profesionalismo, eficacia y responsabilidad sus tareas inherentes o impuestas, pues tendrán que rendir cuentas bajo medidas coercitivas, pues la tolerancia y la paciencia tienen sus límites. Sin embargo no quisiera pasar como un general después de la batalla, pero mi mera intuición y modesta experiencia en estos quehaceres -con riesgo a equivocarme- me hacen percibir que se parte de una apreciación estratégica y de inteligencia (diagnóstico situacional) imprecisa, (que exige ser actualizada permanentemente), y deriva en una errónea concepción estratégica, que urge replantear sobre dos ejes ya conocidos: Inteligencia y Población. La inteligencia Estratégica y Táctica que me impide entrar en detalles por razones obvias, se articulan con operativos; en un caso para neutralizar comandos narcoterroristas en forma puntual y en otro sobre mayores concentraciones focalizadas con apoyo de la Inteligencia Técnica, que se conjugue con una Fuerza de Intervención Rápida (FIR) y altamente móvil, desplegada en zonas estratégicas y dotadas de medios de transportes multimodal, para actuar en forma inmediata y concurrente, en el blanco objetivo. Una oportuna y adecuada inteligencia estratégica y táctica, hasta el nivel del combatiente, evitará mayores bajas, que más obedecen a errores tácticos que estratégicos y permitirá una recomposición acertada de la estructura organizacional, un despliegue adecuado y redimensionamiento de la fuerza, optimizar los medios y adecuar la instrucción y entrenamiento a la doctrina y planes de operaciones. Ello impone internalizar y comprender que el objetivo no es ocupar posiciones, sino neutralizar al enemigo con inteligencia, imaginación y creatividad. La inteligencia articulada con un real y eficaz proyecto social-productivo en beneficio de la población del VRAE, con funcionarios competentes y verdaderamente comprometidos con una filosofía de respeto y solidaridad, hacia fines nobles, permitirá superar los obstáculos y lograr los objetivos de paz y desarrollo del país. Este segundo eje de apoyo a la población que se puede aplicar en el VRAE, se basa en una experiencia exitosa desarrollada en la frontera Nor Oriental durante el proceso de paz con Ecuador. Las condiciones de ambos lugares son casi idénticas. Así podemos revertir la situación en el VRAE en plazos más cortos del que nos imaginamos. Una desconocida y exitosa experiencia Durante el proceso de paz de Itamaratí con el Ecuador (19971998), se ejecutaron acciones aún desconocidas, pero que hoy los peruanos deben conocer. Ecuador planteaba un ardid muy bien preparado y letal para el Perú. Pretendía recurrir al Principio Internacional de “Libre Determinación de los Pueblos”. Ello significaba para el Perú perder parte de la Amazonía sin disparar un solo tiro, pues la población de la zona ya había sido ganada por el país norteño y de ese modo iba a decidir espontánea y voluntariamente a dónde querían pertenecer.
Mi paso el año anterior (1996) en la frontera Nor Oriental, luego del conflicto del Cenepa como Jefe de Planes y Operaciones, ante una probable acción bélica, a propósito de conformar Batallones de Nativos, me permitió conocer el real abandono del Estado en la zona aprovechada por el vecino durante casi una década. Ecuador había desarrollado una muy agresiva y progresiva infiltración política, social, económica y cultural sobre nuestras comunidades nativas fronterizas asentadas en territorio peruano. La orden presidencial para revertir la situación en el más breve plazo recayó en mi persona, pese a mis objeciones. Para cumplir con la tarea propuse dos condiciones: Capacidad de Gestión (medios) y Capacidad de Decisión. Se conformó entonces la Comisión Multisectorial de Desarrollo de la Frontera Nor Oriental presidida por el Ministro de Defensa, con miembros de nivel de vice ministro verdaderamente comprometidos con la visión y misión encomendada. Tedioso sería relatar todo lo que hizo, con riesgo a cometer infidencias, pero cuando Ecuador intentó proponer la aplicación del principio de la “Libre Determinación de los Pueblos”, era demasiado tarde. El Perú ya había logrado revertir la situación en tres meses, luego de un trabajo arduo y coordinado que demandó en sus protagonistas un gran espíritu de sacrificio, patriotismo y estoicismo en las condiciones más severas, sin escatimar esfuerzos hasta los límites del agotamiento y la fatiga. Con la participación activa de las comunidades nativas como promotores de su propio desarrollo, en la frontera Nor Oriental se desarrollaron Proyectos de Desarrollo Sostenible y Sustentable de Producción y Conservación ambiental de servicios sociales básicos, de infraestructura económica, salud, educación, energía, comunicaciones, fortalecimiento de la administración pública, efectiva presencia del Estado, etc. Ello nos lleva a rescatar esta exitosa experiencia que puede ahora aplicarse en el VRAE, conformando una Comisión Multisectorial de Desarrollo del VRAE con capacidad de gestión priorizando y optimizando los medios y capacidad de decisión con miembros verdaderamente comprometidos de todos los sectores a nivel Viceministro, con un liderazgo de entrega y espíritu de sacrificio, bajo un seguimiento y monitoreo permanente con resultados tangibles en plazos perentorios. EL RETO ESTÁ PLANTEADO, LA DECISIÓN ESTÁ EN TODOS LOS PERUANOS. (*) Destacado y popular ex Comandante General del Ejército.
9