GENTE Departamental EN JORNADAS DE UNIDAD NACIONAL DEL CLUB DEPARTAMENTAL:
Tributo a Cajamarca Con gran éxito se desarrollaron las Jornadas de Unidad Nacional organizado por el Consejo Directivo y el Comité de Damas del Club Departamental Cajamarca conjuntamente con el Club de la Unión, en homenaje a este departamento conocido como la “Capital del Carnaval Peruano”.
El Dr. Fidel Ramírez Prado Ph.D. Rector de la Universidad Alas Peruanas y Presidente del Club Departamental Cajamarca haciendo uso de la palabra.
El evento se realizó el 30 de marzo último en los Salones Principales del Club de la Unión con la presencia de los ciudadanos de esta maravillosa Región, residentes en Lima. El Dr. Fidel Ramírez Prado Ph.D., presidente del Club Cajamarca y Rector de la prestigiosa Universidad Alas Peruanas, manifestó que la primera actividad económica en esta jurisdicción es la minería, precisando que el crecimiento de su producción debe guardar armonía con el cuidado del medio ambiente. Además, indicó que se debe respetar la minería formal pero con el condicionante prioritario de que las empresas respectivas cumplan con los justos reclamos de la población. En el plano de la educación indicó que aún hay mucho camino por recorrer. “Estudié en un humilde colegio de San Miguel de esta jurisdicción y cuando deseábamos ampliar su capacidad en infraestructura, nos pedían proyectos de Textos y Fotos: Jorge Gálvez
ampliación, tras cumplir con esto, nos pedían determinadas resoluciones, luego otros documentos, más y más, entonces cuando llegamos al último peldaño para que se acepte nuestra solicitud, no había ninguna atención pues la entidad pública pertinente estaba en huelga. Pasaron 40 años y la situación sigue igual, por eso debemos tener en cuenta que sin educación no hay desarrollo y esto tiene que cambiar”, dijo de manera contundente el Dr. Fidel Ramírez.
Presidente del Club de la Unión, Fidel Villegas Acosta saludando muy amigablemente al Dr. Fidel Ramírez Prado Ph.D.
Por: Winston Orrillo
Escritor, catedrático y periodista orrillowinston@gmail.com
LA MEMORIA DEL AIRE
Guillermo Vera: El Bar Morris y la Génesis del Piscosauer Hace mucho tiempo que no caía, en nuestras manos de columnista, un libro tan sápido y enjundioso como el que, con el título de Lima. El Piscosauer y el Morris Bar, ha publicado el infatigable comunicador social -con estudios de postgrado en Antropología e Historia- Guillermo Vera. No sabemos qué elogiar más en el volumen: si la acuciosa investigación histórica o la inteligente capacidad para contarnos la historia de Lima –nuestra Lima- en esos años gloriosos que marcan el fin de la Belle Époque, y que tienen como punto cardinal 1916. El volumen, que viene con una impresión idónea pues hasta el color del papel le da esa como pátina que resulta necesaria para lo que se cuenta allí, es, en realidad, una crónica de Lima y de los avatares de nuestra Tres Veces Coronada Villa, la misma que ha devenido en Limalahorrrible del querido “flaco” Sebastián. No solamente nos hallamos ante la vera historia de la bebida más universal de nuestro país, sino que, en el volumen se establece, de manera concluyente, el verdadero origen del Piscosauer, su inventor, Víctor Morris, y su Bar-Maternidad, así como las características de la época en que fue creado”, así como “ se fija los hitos fundamentales en su casi centenaria historia” y se da cuenta de la fama y el reconocimiento alcanzados con el correr de los años”. Subscribimos las palabras del
querido colega “Lito” Pinto, historiador y periodista de nota, y Secretario de la Academia de la Lengua y de la Academia Peruana del Pisco, quien señala que el excelente libro de Guilermo Vera es una “Indagación sistemática, rigurosa y entusiasta para ubicar dónde y cómo apareció el Piscosauer en el horizonte de las bebidas espirituosas peruanas.” Y este rescate –añade- ha sido pródigo, preciso, desentrañando su nacimiento y su largo recorrido.” Por lo que el académico concluye, apodícticamente:“Nos atrevemos a aseverar, sin temor de caer en el yerro, que el Piscosauer ya tiene, desde este momento, historia fielmente contada y documentada. Vale decir su DNI espirituoso” (Mea culpa: le robamos la frase para el título). Porque, en efecto, no solo se trata de la historia de la bebida de bandera –ahora que no tenemos línea aérea “de bandera”- sino la de su creador y del entorno donde nació la criatura: vale decir, como añade Pinto, “su origen y su árbol genealógico”. Porque aquí se satisfarán no solo los que aman el curioso periplo de este “trago” ya universal, sino los historiadores y demás interesados en confrontar fuentes, que Guillermo -¡felicitaciones1- cita con pulcritud y esmero, todo ello premunido de una prosa incantatoria que lo único que nos hace es esperar más frutos de su talento incoercible.
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