DIRE CCIÓ N , DISE ÑO, M AQ UE TACIÓ N E IDE A ORIGINA L:
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E N COLA BORACIÓ N CON:
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CONT E NIDOS
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Ta t a 2 01 4 La s ref orma s d e M a r t i n o t ra n s a t l á n t i co en t re i ceberg s Imp os i bl e ol vi d a r a l g en i o
«Primero, acertar la idea de juego con respecto al plantel con el que cuenta; luego lograr un compromiso colectivo que sea importante y que no sólo sea de los once que juegan. Tercero, plantear objetivos y que los jugadores estén de acuerdo y reconozcan que se puede llevar a cabo. De lograrlo, se puede hacer fuerte y mostrar su incidencia.» Tata Martino. Newell’s. Junio 2012.
COM E NZA R
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EL TATA: IDEAS DE GERARDO MARTINO
A
E X P LICA RLO
Newell’s suena a fútbol argentino, a pibes que abandonaron el potrero de su barrio, a confeti en la cancha, a barras bravas de piel morena y torso pintado. A un loco blandiendo una camiseta rojinegra. Como si fuera el mejor arma de su alma. Newell’s suena a Rosario, ciudad sinónimo de fútbol en gran parte de los diccionarios. A moda de los noventa.
Suena a Bielsa, Valdano, Batistuta y Pochettino.
Y también, por qué no, a Gerardo Martino.
DE
G
LA S CLAVE S SU NE W E LL’ S
erardo Martino sabía que Newell’s estaba en peligro. Los promedios acechaban al conjunto rosarino y decidió que si había que bajar lo haría subido en la nave. Sin embargo el juego del equipo y los resultados pronto acercaron a Newell’s a nuevos retos. Su sexto puesto en el torneo Final 2012 y el segundo en el Inicial 2012 catapultaron a Newell’s a jugar la Libertadores y un primer semestre de 2013 de ensueño. Campeón del Torneo Final 2013 y semifinalista de Libertadores. Las pérdidas de Vangioni o Sperdutti fueron clave en el primer Newell’s de Martino, que supo suplir sus marchas con otros nombres como Casco, Urruti (a su vez, luego bajo el rendimiento) o Scocco. La figura de Martino fue clave, además, para atraer a dos grandes jugadores como Gabi Heinze y Maxi Rodríguez, que con ofertas del extranjero, pusieron por delante el proyecto de Newell’s en buena medida por la presencia del entrenador argentino.
El Tata no se preocupó por el nombre, supo echar mano de la cantera cuando el contexto lo hizo necesario, bien por lesiones o bien por dar descanso a los titulares, dando siempre preeminencia a su estilo de juego: así, pibes como Ortiz o Isnaldo tuvieron oportunidades en partidos importantes que sacaron adelante.
E L
SIST E M A
El 4-3-3 ha sido el sistema fundamental en toda la era Martino en Newell’s, variando el mismo tan sólo en uno o dos partidos durante toda su estancia en Newell’s.
Ofensivamente, el equipo se caracterizaba por la salida del balón desde su pareja de centrales. Tanto Heinze como el sorprendente Vergini gozaban de gran protagonismo en la elaboración del juego. Una estación que era posible saltar era el mediocentro, sobre todo cuando este era Diego Mateo, de menor calidad que Villalba, que entraba mucho más en estas labores.
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EL TATA: IDEAS DE GERARDO MARTINO
Figuras claves los interiores, tanto Bernardi como Pérez como Cruzado eran paso obligado en la canalización del juego rosarino. Dos funciones principales: movimiento sin balón para creación de apoyos en salida bien a centrales o bien a laterales; y sobre todo, recorrido trasladando el balón y batiendo líneas rivales. Los tres eran jugadores de gran precisión en asociación y sobre todo Pérez y Cruzado, interpretaban bien las permutas con jugadores de banda, importantes a la hora de elaboración de juego, ofreciendo no sólo capacidad de pase sino que también ocupación de espacios interiores/exteriores. Una de las grandes variantes del sistema Martino fue la inclusión de Figueroa en la creación, que le dio grandes réditos en partidos atascados. Mucho más vertical y con gran capacidad en la elección de pases por encima de la defensa.
Importantes los laterales, tanto Cáceres como Casco (suplente de lujo tras la baja de Vangioni) iniciaban prácticamente en centro del campo la jugada y abrían el campo pegados a la línea de cal: las opciones de pase que se creaban eran numerosas. Los extremos, Maxi y normalmente Figueroa o Tonso, tenían dos facetas importantes: bien profundizar y dar salida por fuera; o dejar carril a los laterales e intervenir en elaboración de juego por el interior. Además, en el caso de Maxi sobre todo, muchísima presencia en segundas jugadas cuando el ataque llegaba desde el otro lado. Por último, un Scocco en estado de gracia era la referencia. Ofrecía salida muy lejos del área, bueno rompiendo al espacio y cayendo hacia la banda, sin duda su gran estado de forma aportó muchísimo al conjunto de Newell’s.
El balón parado también fue fuente de peligro en la era Martino, con muchos jugadores al remate, bastante escalonados y explotando principalmente el segundo palo con la entrada de Heinze o incluso de Maxi, que creó muchísimos goles para el equipo.
LA S
CLAVE S
Así, señalaría dos claves fundamentales en el fútbol ofensivo de Newell’s:
Podemos apuntar una especie de variante 3-4-3 en salida de balón de este Newell’s, donde los laterales ofrecen salida muy adelantados, un centrocampista se incrusta como tercer central para replegar tras una posible pérdida; los dos interiores se liberan/cierran según el lado del ataque y los extremos ofrecen por fuera o por dentro. La clave ofensiva en este Newell’s para mi fue la gran cantidad de líneas de pase que se generaban al poseedor del balón.
Muy importante también el gran despliegue tras recuperación. Muchísimo peligro creó Newell’s por su vertiginosa salida a la contra, con un gran mecanismo de “expansión” de un bloque cerrado a un bloque escalonado con numerosas opciones también: extremos que en salida rápida sí que actuán como puros jugadores de banda y magnífica interpretación de decisiones del punta, tanto con balón como sin él.
Defensivamente, se ha destacado habitualmente la presión del Newell’s de Martino. En mi opinión la presión de Newell’s no era asfixiante hasta la extenuación pero sí muy bien estructurada. Se basaba principalmente en cercar al poseedor del balón rival, una especie de “expansión-comprensión” del dibujo basado en el buen trabajo de los tres centrocampistas, con un Diego Mateo ejerciendo de escoba ante posibles errores.
Si la jugada se creaba por derecha, rápidamente el equipo cerraba filas en torno a ese lado con centrocampistas muy pegados unos a otros
Frente a un juego ofensivo que primaba la separación y el juego con espacio libre, el juego defensivo pretendía el cierre de espacios y la generación de superioridades; con bastante armonía a un ritmo superior al del rival . El principal problema que se encontró Newell’s fue en partidos como la semifinal contra Atlético Mineiro en los que el ritmo rival fue mayor de lo habitual en partidos de liga. Sufrió con líneas demasiado juntas y con el mediocentro prácticamente como central. De hecho, el gol que a la postre significa la eliminación de la Libertadores viene por un Diego Mateo que es último defensor del equipo. Pocos equipos consiguieron robarle la iniciativa a Newell’s.
Sufrió también por el perfil de Heinze al espacio, pero el trabajo del centro del campo y sobre todo de Vergini consiguió corregir los problemas. En definitiva, la era Newell’s de Tata Martino fue un éxito, por haber logrado una identidad de juego en un fútbol, el argentino, en crisis; y por haber llevado a Newell’s a tener una mentalidad ganadora y una “escuela” de juego que aún hoy puede llevar a Newell’s a volver a campeonar. @ j a v i m b l a c k e c k
«Desde el primer día quedó claro con los jugadores respetar la línea de juego pero también introducir variantes. Venimos de una senda de ganar, ganar y ganar, entiendo que el fútbol en una institución tan grande como el Barcelona necesita este tipo de cosas y se crean debates, seguirá pasando. Lo bueno para mí será prepararme para la siguiente cita y que no me tome de sorpresa.» Tata Martino. F.C. Barcelona. Octubre 2013.
TATA 2014
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“Y
a no somos los mejores” decía Piqué tras hincar la rodilla ante el Bayern. Un toque de atención para algunos, un tropiezo casi anecdótico para otros, algo que se veía venir, la cruda realidad... Como no hay más ciego que el que no quiere ver o a falta de análisis concienzudo, de los medios tiraron de tópico... parece que el Barça llegó “fundido físicamente”. También hubo jugadores que o no entendían nada de lo ocurrido o subestimaban la inteligencia media de su público. Que si tuvimos la posesión, que si el primer gol nos hizo daño y el segundo llegó enseguida y el tercero cuando mejor estábamos jugando... Ese mismo día dijo Gerard: “Habrá que tomar algún tipo de decisión el año que viene” Desconozco desde cuando lo pensaba el aún único central titular del Barça. Ni se hizo antes ni se ha hecho a día de hoy. Y en estas llegó el Gerardo Martino y su primer mandamiento: “Yo no tengo ninguna intención de que haya un Barcelona que juegue de acuerdo a mis conceptos porque yo soy un enamorado de los conceptos del Barcelona. En todo caso mi deber sería recuperar algunas cosas que los muchachos dejaron de hacer”. Esto era un arma de doble filo: ¿por qué se dejaron de hacer? Sonaba a música celestial para el que se creía que no había comenzado el declive. También llegaba Neymar porque tenía que llegar, pero la plantilla seguía descompensada. Poco versátil y con importantes carencias. Especializada en un fútbol que ya no existirá más.
“Si tuviera el Barça del 5-0 al Madrid, estaría encantado. Pero los resultados no se pueden hipotecar por mejores maneras”. Comentaba @Cerdido_ que Gerardo Martino recibió una plantilla con los nombres de la mejor época del Barça, pero que mostraba los signos del paso del tiempo.
Xavi es una leyenda viva. El hombre que hizo posible al mejor Barça y la mejor España que hayamos visto. Ya no está para eso. Y la idea sigue siendo jugar a lo mismo. Con él, que ya no es ÉL; o con otro en su lugar que jamás podrá ser eso. No hay que preocuparse, el fracaso está asegurado. Es cuestión de asumirlo y buscar otro camino. A Iniesta le cuesta encontrar y mantener su mejor nivel. No sostienen roles que tuvieron, pero no se les discuten demasiado.
Tampoco son Deco o Ronnie fuera del campo y todavía tienen una técnica exquisita que entra por los ojos; y lo saben.
Tata no puede arriesgarse a perder piezas importantes ni apoyos dentro y fuera del vestuario. De momento. Con el “6” y el “8” y los Messi, Alves, Valdés... compites la Liga y Copa con muchas posibilidades. La UCL es otra cosa y el inmobilismo puede ser preludio de otro: “que si el primer gol nos hizo daño y el segundo llegó en seguida y el tercero cuando mejor estábamos jugando...”. Pero es complicado pensar en los 11 titulares de los últimos años jugando a otra cosa. Si a lo de antes ya no pueden y otra cosa no saben... Pues en eso debe estar el Tata. El plan 2014, el que tome decisiones para afrontar el tramo final.
Arranca la temporada con el segundo mandamiento: recuperar la presión. El culé lo agradecía y parecía que se recuperaban sensaciones... Pero a día de hoy los jugadores Todavía no saben dónde ni cuando quieren robar y así se corre mucho para llegar siempre tarde. Aventuras en solitario en ataque y en defensa que provocan que sean los otros los que marquen el ritmo e impongan su juego. Decía @eumd que “cuanto mejor se ataque, mejor se podrá ir a la presión después”. Y de momento no hemos visto cual es el plan. Brillante frente al micro por el momento, eso sí, sólo hemos apreciado sutiles matices de su libreta dentro del campo: comportamiento de los laterales, menos complicaciones (y ventajas) en salida, Messi un poco más derecha...
Si no cambia nada no le servirá para competir contra los TOP pero todo lo que varíe será utilizado en su contra. Cargándole con la responsabilidad de que 2013 no sea 2009, 2010 o 2011. La memoria es débil y los hocicos finos pero la historia está ahí: y no es lo mismo Messi que Kluivert, ni Xavi que Luis Enrique, ni Dinho que Stoichkov ni Iniesta que Cocú pero todo eso es BARÇA. Y a muchos no les gusta lo de ahora pero tienen miedo al cambio. Como si el punto de partida de ese cambio fuese hace tres años y no 2013. Para ellos, el youtube. Difícil papeleta para un míster que aspira a todo. @trouroblaugrana
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M A RT INO
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Una de las novedades que se apuntaron desde el principio estuvo en el inicio de la jugada. El Barça, los últimos tiempos, venía arrastrando problemas graves con las pérdidas de balón en esta fase. Cuando perdió a Márquez como puntal en la salida, Xavi, una línea por delante, tomó el relevo, pero ahora que el 6 no se impone como antes, cuando el rival aprieta arriba el Barça se expone. Vilanova trató de que fuera Iniesta quien socorriera, pero Andrés también es necesario arriba. Así pues, Martino, además de rebajar la exigencia de salir siempre en limpio, introdujo en el equipo la salida lateral.
RE FORM A S
Y llegó Martino. Sin tiempo para nada y con el encargo de que todo siguiera igual, por parte de los que todavía creían que nada habíacambiado. A juzgar por sus declaraciones iniciales, el Tata también lo había creído. Desde fuera las cosas se deben ver distintas. Poco tardó en dar marcha atrás. Hasta la fecha, la historia del Tata en el Barcelona, es la historia de un técnico que lucha contra el mantra. Cuando aterrizó en la ciudad condal, su obsesión era que el equipo volviese a hacerlo que hacía, algunas semanas después, y tras tomar contacto ahora desde dentro, su objetivo pasó a ser que sus jugadores dejaran de hacer algunas cosas más de las que hacían. Ya no pueden. Ya no les funciona. Los jugadores se llaman igual pero no son los mismos. Han pasado tres años.
LA S
E
l Barça no lo ha conseguido. Primero con Guardiola en su última temporada al frente de la nave azulgrana y después con Vilanova, se intentó que el cierre de una etapa de gloria y la gestación de una nueva no fuera un proceso abrupto. Pep revolucionó el ritmo con su 3-4-3 y Tito recogió el guante construyendo un Barça mucho más vertical de lo que había sido. Hasta enero, el plan apuntaba a éxito rotundo. Casi sin darnos cuenta, el Barça había pasado de controlarlo todo a encomendarse al vértigo. Xavi pesaba menos, Cesc pesaba más e Iniesta era el nuevo comandante. Pero todo saltó por los aires cuando sin Vilanova, que recayó de su enfermedad, al equipo le entraron las dudas sobre su nuevo disfraz, y cuando en su camino se cruzó el Madrid de Mourinho en un triple enfrentamiento que desnudó a aquel Barça. La historia de la pasada temporada a partir de entonces, la conocemostodos, y tiene como impacto final la semifinal ante el Bayern Múnich.
Una salida que invertía el circuito central-interior del último Barça y apostaba por un circuito central/extremo o central/lateral más conservador. El mecanismo, de entrada, proponía un nuevo escenario a unos rivales que, dentro de la complejidad, conocían de memoria el plan para defender al Barça. Al mismo tiempo, la salida lateral minimizaba los riesgos de ese menor dominio a la hora de iniciar jugada, pues la pérdida en banda siempre es mucho menos peligrosa que cuando ésta se produce en el carril central. Los laterales, sin embargo, no tardaron en irse hacia dentro. El Barça no se asentaba con comodidad en campo rival, la pérdida comprometía y el talento defensivo de los interiores para recuperar en inferioridad es el que es. El rival compraba barato transitar hasta la mitad azulgrana, así como la espalda de Xavi e Iniesta. Los laterales olvidaron la cal y pasaron a achicar agua por dentro, auxiliando a Busquets y permitiendo a Valdés no ser siempre un superhéroe. La baja del guardameta, no ha hecho más que consolidar esta necesidad.
Con Neymar el rival tiene una distracción fuera y además, una de las más desequilibrantes. Ya no sirve cerrarse sobre la frontal, ahora hay que diversificar atenciones y tener un ojo en el costado. Porque Neymar es un peligro en banda pero además un peligro en el desborde. Es un jugador sobre el que acudir, capaz de volcar a compañeros, rivales y juego sobre su sector, y de liberar, así, las demás zonas del campo. Por último, en el tema Neymar está su capacidad para romper al espacio. No es Henry y con los años lo será menos, pero ahora mismo es una solución inmejorable para esas defensas adelantadas que ha venido
En relación a esto, Martino también ha dado minutos a la pareja Busquets-Song, con el camerunés ejerciendo de interior más que como doble pivote. Sucede que, aunque aparente lo contrario, el desempeño defensivo del ex-gunner está lejos de compensar el déficit de agilidad arriba. La última prueba ahí la vimos ante el Granada, con Cesc en la base como pareja del mediocentro. Un Cesc jugando a tres alturas que ejemplifica bastante bien lo imprescindible del de Arenys en estos momentos. El 4 encarna esa ruptura con lo anterior que necesita el Barça del Tata. Él y Neymar.
El Brasileño es la única cara nueva en el antiguo Barça. Una ventana abierta, la nueva energía. Desde un punto de vista estrictamente individual, es el gran cambio de este Barça. No sólo por su infinita capacidad de inventar cosas nuevas ni por el optimismo que desprende su figura y su juego, sino porque introduce aspectos novedosos a la dinámica de juego del equipo. De entrada juega en banda, y eso ya de por sí es novedad. Hasta ahora, desde que Messi se reintentara como falso nueve, todo lo gordo en el Barça pasaba por dentro.
Por todo esto, con Martino el Barça juega más atrás, no le entra la ansiedad si es el rival quien maneja el cuero y no le hace ascos a replegar y salir a la contra. En esta defensa más retrasada de lo que nos tiene habituados, tiene mucho que ver la fallida recuperación de la presión, y en esto, la escasa calidad de la circulación en campo rival. Así las cosas, el técnico ha optado por dejar de hacer lo que se hace mal. Cuando la presión no viene precedida de un contexto favorable generado con balón, salir hasta el central rival es más problema que solución, y una puerta abierta para que el oponente encuentre agujeros donde no Ha apostado fuerte por la pareja PiquéMascherano, ha dado la alternativa a Bartra y las pérdidas en zonas comprometidas tienden a cero. Todo para ganar seguridad atrás. Arriba, contar con Cesc, Neymar y Messi vale para sumar de tres en tres en el día a día. Una decisión quizás demasiado pragmática y cortoplacista, pero que -últimos tropiezos al margen- le ha dado resultado. Nunca mejor dicho. Además, en la delantera ha ganado para la causa a Alexis Sánchez, que se ha convertido en un activo competitivo importantísimo.
Martino ha tocado muchas cosas. De inmovilista no se le podrá acusar. Otra cosa será el acierto y, sobretodo, la insistencia. Seguramente sea su principal debe. Ha propuesto mucho pero ha persistido en poco. Demasiada indefinición. Su Barça ha jugado a tantas cosas que pareciera que hoy no juega a nada. En diciembre todavía no es reconocible y no se intuye un cambio inmediato. El Tata ha detectado el problema y ha conseguido que el equipo deje de insistir en algo que ya no podía hacer. Ahora le toca sustituirlo por otra cosa. @ e u m d
UN T RA NSAT LÁ NT ICO E NT RE ICE B E RGS
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l Tata se encuentra en una situación difícil. Le ha tocado gestionar la transición de un equipo en decadencia que, a primera vista, no puede aspirar a jugar un fútbol equilibrado porque no tiene plantilla para ello. Además, estamos hablando de un conjunto que lo ganó todo desde una premisa prácticamente irreal: expresar su mejor versión futbolística acumulando un porcentaje de posesión superior al 70%, independientemente del rival que tuviera enfrente, robándole al azar cualquier atisbo de influencia sobre el juego. La cuestión es que ahora ya no puede hacerlo, y desde ahí se desarrolla todo. El doloroso 7-0 recibido en las semifinales de la pasada edición de la Champions contra el Bayern de Heynckes hizo saltar todas las señales de alarma. Incluso más allá de lo abultado del resultado, la forma en la que el Barça había caído derrotado manifestaba una evidencia clara: el equipo encaraba su decadencia. Desde entonces, la afición ha estado viviendo en permanente estado de alerta. Martino caló profundo nada más llegar, cuando reconoció que el Barcelona no presionaba como antes y que su intención más inmediata era luchar contra el tiempo para volver a recuperarlo.
No obstante, lo que se ha visto en los terrenos de juego no comulga con lo dicho en aquella rueda de prensa. Y no es porque no se intentara, simplemente es que no se ha podido. Más allá de pocas excepciones (el 7-0 ante el Levante, el 4-1 ante la Real Sociedad), la respuesta más recurrente de Martino ante los problemas futbolísticos del Barcelona ha sido renunciar a aquello que lo hizo grande, para abonarse al repliegue y la contra. No es que se pretenda hacer siempre, pero estos dos conceptos a los que nadie había oído hablar en cinco años, volvieron a cobrar sentido en el Camp Nou un 18 de septiembre, en el primer partido de liguilla de la Champions ante el Ajax, curiosamente el club dónde empezó todo.
Ante las dificultades del equipo para perder el balón lo más arriba posible– y digo perder porque entiendo que no hay recuperación sin pérdida– el rosarino mandó replegar a nueve hombres por detrás del balón, dejando a Messi y Neymar descolgados arriba para salir rápido al contragolpe. El ajustado 1-0 acabó en goleada (4-0 al final), pero el equipo estuvo lejos de convencer. En el partido de Liga en campo del Rayo, unos días después, el Barça perdió la posesión por primera vez desde la época de Rijkaard y, a pesar del resultado (0-4), aquello no hizo más que agravar las malas sensaciones imperantes. Un equipo diseñado para expresar su talento a través de la pelota, renunciaba a tenerla, con todo lo que eso conlleva.
Con el tiempo, el juego de posición ha ido empobreciéndose hasta reducirse a su más mínima expresión; lo que antes se hacía en 20 pases ahora se pretende hacer con 3; de la salida en corto se ha pasado al juego en largo y el Barça de los centrocampistas ha mutado en el Barça de las áreas. Cuando los mayores
exponentes de esta nueva versión (Valdés y Messi) no han podido jugar, las victorias han dejado paso a las derrotas y el equipo ha quedado sumiso en la indefinición más absoluta. Por juego no convence y, como todos sabemos, de nada más que resultados no vive el Barcelona. Las derrotas en Amsterdam y en San Mamés han dejado constancia de que el mayor problema, sin embargo, no es el juego en sí, sino la confusión. No sé sabe hacia dónde se quiere ir ni, por ende, de qué manera se quiere hacer. Urge la aparición de un líder que señale el camino y reconduzca al equipo catalán de nuevo hacia la gloria. El club, por su parte, ha demostrado que carece de un discurso sólido que refuerce la labor de Martino, y cae a menudo en la contradicción. La reacción por parte del sector más crítico de la prensa con el mal juego del equipo contrasta con las actuaciones del club, que se apresura en desmentir rápidamente cualquier ataque surgido desde el exterior, asegurando que la trayectoria del equipo es más impecable que nunca y que los últimos batacazos son sólo la excepción que confirma la norma. En todo caso, el problema identificado por la junta directiva ha sido en el ámbito de la comunicación, no del juego, mientras que al mismo tiempo se obsesiona en hacer desaparecer del club todo lo relacionado con el pasado reciente. Como dijo el mismo Pep en su momento, la madurez del modelo se pondrá a prueba en cuanto lleguen las derrotas.
¿Y los futbolistas? ¿Qué se les dice a unos jugadores que lo han ganado todo y que se han dejado la piel por el club que ya no están jugando como antes y que la mejor manera de gestionar su declive es tomando decisiones cuánto menos dolorosas?
Es complicado gestionar una herencia de este calibre, ya que los futbolistas, a la par que fueron engrosando las vitrinas del club, su influencia en la dirección del mismo ha ido creciendo de manera exponencial. No obstante, la realidad es que algunos alcanzaron ya una edad; otros pasan por un mal estado de forma o están lesionados y; mientras, los jóvenes aguardan con anhelo su oportunidad. Si respetar las jerarquías significa romper con la meritocracia, el equilibrio colectivo puede estar en serio peligro. Y si se produce lo contrario, el desenlace puede ser exactamente el mismo. A Gerardo Martino le tocó lidiar con una empresa extremadamente compleja. Tras dirigir a la selección de Paraguay y hacer campeón a Newell’s, el Barça se ha convertido en el reto más difícil de su carrera como técnico. Al rosarino le ha llegado el momento para demostrar que está, porque se le espera. Se le espera para coger a un timón sin dueño y enderezar, de nuevo, a un transatlántico que navega sin rumbo fijo en un mar lleno de icebergs. De momento, la tarea se le antoja complicada porque tiene muchos frentes abiertos. ¿Será capaz de hacerles frente? Sólo el tiempo lo dirá. En junio lo sabremos. @ f d e p r i m e r a
IMPOSIBLE OLVIDAR AL GENIO
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urante cuatro años Messi ha disputado absolutamente todos los minutos posibles. A pesar de las quejas del público, argumentando que algún día sufriría una lesión y el Barça lo pagaría, para el entrenador era intocable aunque no hubiera nada en juego. Después de tanto tiempo, siendo de hierro, la verdadera lesión importante de Leo llegó. La alternativa principal ha sido Cesc. Tras ese rol que adquirió con Vicente del Bosque en la selección, Fábregas se ha convertido en el recambio más fiable de Messi. A día de hoy es el jugador más en forma de la plantilla culé. El que desde sus apoyos de espaldas y su dinamismo permite al Barcelona implantar su posesión en campo rival – no tanto como en otros tiempos claro está –. Continuando con ese sistema del falso nueve, Cesc retrasa tanto su posición como Leo, pero este lo hace para organizar y dar continuidad, no arranca de forma vertical como el argentino. Cuando se sitúa ahí, en tres cuartos y de cara se producen los minutos de más fluidez con balón, superando en protagonismo a Andrés Iniesta y sobre todo a Xavi.
Ya antes, estos tres magos habían estado intercambiando las dos posiciones de interiores y Cesc fue el jugador que más rendimiento dio. Actualmente Xavi, no domina en campo contrario como antes. No es ese interior de posesión tan imponente. Y el ex-gunner –que para cuando vuelva Messi, está reclamando claramente esa posición de seis– tiene que asumir la
responsabilidad aun partiendo de la posición más adelantada. Por otra parte, ante defensas adelantadas (pocas veces ocurre) Cesc también destaca. No tiene la rapidez de Messi y aunque él es más especialista en romper desde atrás, también se desenvuelve bien en estas situaciones.
El Tata no puede escapar de la realidad, la cual manifiesta que esta plantilla solo puede actuar en este estilo. Lo que si se pueden añadir es matices, como ser un equipo algo más vertical. Este parece el contexto idóneo para la por fin consagración de Fábregas en el mediocampo culé. Mucho movimiento y un alto ritmo, este es Cesc.
Neymar también ha sido probado en esta posición, esperando un rendimiento similar al de Messi, como figura enorme que es. Pero desde banda, está siendo el recurso más directo y más sencillo para llegar al área contraria. Con su desborde y su fantasía, el Barcelona está encontrando una enorme cantidad de soluciones para crear ocasiones y desde esa posición interior el brasileño no tiene tanto espacio para driblar. Además se ha visto a un equipo algo falto de profundidad cuando ha actuado en ese falso nueve. Lo que está claro, es que cualquier recambio baja el nivel del Leo. Ya no solo sus cifras marcianas, también su impacto en el juego y en el rival. Messi hay uno y pasaran décadas o incluso siglos hasta que veamos un jugador de estas dimensiones. En estos momentos dolientes en el Camp Nou, se le necesita más que nunca. @ J _ G a r c i a _ 7
efen