Carta abierta de la sociedad civil latino-americana acerca del acuerdo firmado entre el ‘MPP’ y la empresa Gilead 20/07/2011 La primera licencia firmada entre el “Pool de Patentes de Medicamentos” (MPP, sigla en inglés) y una empresa farmacéutica frustró las expectativas de la sociedad civil de diversos países. Lanzado como un mecanismo innovador de promoción del acceso a medicamentos patentados en países en desarrollo y menos desarrollados, el MPP contrarió los principios que justificaron su creación al excluir diversos países de los beneficios de la primera licencia anunciada, especialmente países de América Latina. El acuerdo anunciado el 12 de julio con la empresa Gilead permite la producción, por empresas indias, de versiones genéricas de los siguientes medicamentos para VIH: tenofovir, emtricitabina, cobicistat y elvitegravir, así como la combinación de estos cuatro medicamentos en una única píldora conocida como Quad. Vale resaltar que Gilead ya tenía acuerdos con empresas indias desde 2006 para la producción de genéricos de los medicamentos Viread(R) (fumarato de tenofovir disoproxila, o TDF) y Truvada(R) (fumarato de tenofovir disoproxila + emtricitabina). Esos acuerdos permitían que las empresas indias vendieran sólo a determinados países. El MPP representaba una esperanza de superación de esa limitación del alcance geográfico, pues fue anunciado como un mecanismo de promoción del acceso en todos los países en desarrollo. Esa promesa no está siendo cumplida. Algunos países que no estaban incluidos en las licencias negociadas entre Gilead y empresas indias hace algunos años fueron contemplados en el acuerdo negociado con el MPP, pero muchos países en desarrollo continúan excluidos. Consideramos inaceptable que haya discriminación entre países y que las empresas decidan cuáles poblaciones pueden ser beneficiadas. De ese modo, el MPP no está colaborando para impedir que pacientes de países de América Latina tengan sus tratamientos interrumpidos por causa del alto coste de los medicamentos ni para la sustentabilidad de programas de salud. Creemos que el MPP tiene el potencial de hacer que las necesidades de salud pública prevalezcan sobre exigencias comerciales y de ese modo colabore para que se superen segmentaciones de mercado que afectan el acceso a medicamentos. En el nivel político, recordamos que en la Declaración Política sobre VIH del UNGASS 2011, párrafo 71, C, los países se comprometen remover los obstáculos que limitan la capacidad de países de renta baja y media de fornecer tratamiento ARV, y que el uso del MPP fue citado como una alternativa para este fin.