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Entre líneas

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Había que decirlo

Había que decirlo

CADA VIDA, UNA HISTORIA

Todos tenemos algo que contar...

El cielo se teñía de colores refulgentes, como si grandes llamas de fuego quisieran devorar las últimas horas del día. Y ella estaba allí sentada frente al mar, con una mirada llena de melancolía, pensando que aquel atardecer, que se iba apagando tenuemente, se parecía mucho a su vida. ¡Sí! ¡En su vida también había muchos colores hermosos que la hacían feliz! Pero, al mismo tiempo, había tanta tristeza que opacaba y dejaba atrás aquello que la hacía sonreír.

Bajó la mirada, y unas cuantas lágrimas fluyeron de sus ojos mientras el cielo se oscurecía para dar paso a la noche. Quiso encerrarse en sus más tristes pensamientos, tan oscuros como el cielo nocturno, pero una luz de esperanza brilló en su corazón y decidió pensar que después de la noche llegaría un nuevo día, con los hermosos rayos del sol que dan vida a toda la creación. ¡Claro!, ¿por qué pensar que no había una salida? Miró a su alrededor. Distintas personas iban y venían. Había miradas alegres y tiernas, llenas de esperanza, pero también miradas tristes y apagadas. ¡Seguro que cada persona tenía una historia diferente que contar!

Ahora, la gran pregunta era: ¿podrían todas las historias tener un final feliz? Solo había una respuesta: sí, tan solo dejando que Dios dirija el rumbo de cada historia.

Déjate impactar por la historia de vida de jóvenes como tú, jóvenes que comparten sus historias con “altos” y “bajos”, a fin de que tengas esperanza aun en medio de las dificultades.

Por eso, te proponemos leer el libro Esta es mi historia, y realizar de manera individual y en grupo las siguientes actividades: 1- Escribe un “historial” de todos los momentos felices que has disfrutado durante este año, y agradece a Dios por haberlos permitido. 2- Piensa de qué manera podrías ayudar a alguien que está pasando por una situación difícil. 3- Planifiquen con tus compañeros actividades que fortalezcan los lazos de la amistad que los une. 4- Crea un reel compartiendo un mensaje de ánimo para quien esté desalentado. 5- ¿Te animas a escribir y compartir tu historia?

Recuerda las palabras de Dios: “Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas” (Jos. 1:9, DHH).

Por Zoraida Plasencia, oriunda de Perú. Es Maestra de Educación Primaria y directora de proyectos proeducativos en ACES Educación.

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