ESTATUTO INTERNACIONAL DE SLOW FOOD Texto aprobado por el V Congreso Internacional 8-11 Noviembre de 2007 – Puebla, México DENOMINACIÓN, SEDE Y DURACIÓN Art. 1 Queda constituida una Asociación cultural internacional sin ánimo de lucro denominada Slow Food. Art. 2 La Asociación tiene su sede en Bra (CN), Italia. El Comité de Presidencia de la Asociación puede trasladar la sede dentro del ámbito del término municipal de Bra por deliberación simple. Podrán instituirse sedes secundarias, filiales y delegaciones según las modalidades previstas en el presente Estatuto. La Asociación tiene una duración indeterminada. DEFINICIÓN Y OBJETIVOS Art. 3 Slow Food es una Asociación internacional democrática, cultural, de promoción social y de formación del individuo. Su propósito es la creación de una red de comunidades locales. Una comunidad local Slow Food es un conjunto de individuos que comparten sus principios y cuya intención es cultivar intereses comunes de carácter cultural a partir del campo de la alimentación. Slow Food opera por la tutela del derecho al placer, por el respeto de los ritmos de vida naturales, por una relación armónica con la naturaleza, por la consecución de una calidad alimentaria buena, limpia y justa, por la salvaguardia de los saberes tradicionales, por la creación de modelos de economía local y desarrollo sostenible en función de dichas finalidades. Slow Food se propone: a) proporcionar una dignidad cultural a los temas vinculados a la comida, a la bebida, a la alimentación y a las ciencias gastronómicas en su totalidad; b) identificar los productos alimenticios y las modalidades de producción ligados a un territorio, dentro de una óptica de salvaguardia de la biodiversidad, promoviendo su consideración como bienes culturales; c) elevar la cultura alimentaria de los ciudadanos y, en particular, de las jóvenes generaciones, con el objetivo de alcanzar la plena conciencia del derecho al placer y al gusto, así como de adquirir una capacidad de elección responsable en el campo de la alimentación; d) promover la práctica de una calidad de vida distinta, basada en el respeto de los tiempos naturales, del medioambiente y de la salud de los consumidores, favoreciendo el uso de esos productos que representan su máxima expresión cualitativa; e) favorecer, entendiéndola como máxima expresión, una calidad del alimento que respete tres elementos imprescindibles: la bondad organoléptica, la sostenibilidad ecológica de los procesos productivos, distributivos y de consumo y el respeto a la justicia social y a la dignidad de todas las personas implicadas en la cadena de los alimentos; f) defender el pleno respeto a la diversidad cultural del mundo, dentro de una óptica de intercambio y comparación útil para todos, sin discriminación de tipo alguno; g) realizar y potenciar unos modelos de economía local de producción alimentaria;
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