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En esta edición
FOTO PORTADA: Atardecer en Guachalito Liliana Castillo Castro REVISTA TURÍSTICA DEL CHOCÓ Año VIII N° 8 – 2011 Distribución gratuita DIRECTORA Alina Castro Urrutia ASESORÍA Y COORDINACIÓN Velia Vidal Romero Melissa Jaimes Ochoa MERCADEO Y VENTAS Alina Castro Urrutia alinacastrour@hotmail.com
5 Editorial
Selva, rios, playa y mar
7 Tema central
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Nuquí, Pacífico paraíso
Lugares
Nuquí, tesoro oculto del pacífico colombiano
14 Cultura
Gastronomía. Del mar a tu paladar
18 Personaje
Librado García: El poeta de la selva
22 Artesanías
Elaborando obras de arte
El Chocó: ¡Gozadera total!
El son cumbanchero
23 Cultura 26 Cultura
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COLABORADORES Adriana Bernal Gutiérrez Fausto Moreno Bonilla Harlem Martínez Blandón Iris González Valdés Liliana Castillo Castro Melissa Jaimes Ochoa Velia Vidal Romero TRADUCCIÓN Melissa Jaimes Ochoa CORRECCIÓN DE TEXTOS Velia Vidal Romero Melissa Jaimes Ochoa DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Isabel Cristina Diaz Arce iscridiar@hotmail.com FOTOGRAFÍAS Douglas Cujar Cañadas Gonzalo Diaz Cañadas Liliana Castillo Castro Lodge Nautilos Alcaldía de Nuquí Nuquí Pacífico Albeiro Acevedo Fundación Yubarta IMPRESIÓN Grupo OP Gráficas www.grupoopgraficas.com Bogotá - Colombia Playa Termales
Editorial
Selva, rios, playa y mar.
Playa Termales
Extensas playas, un mar con grandes olas, selva, cascadas, ríos, manglares, termales, exuberante naturaleza de flora y fauna enigmáticas todavía por descubrir, destino único y fascinante, así es Nuquí. Lugar que enamora a sus visitantes, donde la calma y el paisaje hacen que realmente el único riesgo sea quererse quedar. Ubicado en el centro del pacífico colombiano; en el departamento con mayor extensión de costa del país, el biodiverso Chocó, Nuquí es un territorio habitado por negros, indígenas, mestizos y blancos que luchan por sacar adelante la actividad turística como su posible alternativa de solución a múltiples problemas sociales y económicos comunes en todo el litoral. El potencial turístico de este municipio está representado, entre otros, en las actividades que se pueden realizar durante el año como surfing, pesca deportiva y artesanal, caminatas
ecológicas, avistamientos de aves, de ballenas e investigación de flora y fauna. El legado cultural de los antepasados aún se conserva y se siente en la música, en las danzas, las artesanías y la gastronomía. Basta una cazuela de mariscos o un arroz de conchitas con hierbas, preparado por las expertas manos de Iris González o el vinete y las cocadas envueltas en hojas de plátano de Diego. La biodiversidad y la oferta de actividades turísticas, sumado a la Ensenada de Utría, uno de los más bellos parques naturales de Colombia, hacen de Nuquí un verdadero santuario de belleza natural.
Alina Castro Urrutia Directora 5
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Tema central
Nuquí, Pacífico paraíso Por: Velia Vidal
Guachalito - Cabaña Luna de miel
Desde la frontera con Panamá y hasta la frontera con Ecuador, la costa Pacífica Colombiana es una misma región, el paisaje se torna muy parecido en cada paraje, las playas de plata, lo verde de la selva, los manglares; salvo algunas palabras y pequeñas variaciones del acento, desde Juradó hasta Tumaco, por los lados del río Mira, se habla el español con cierta entonación, que hace que las palabras parezcan cantadas. Se percibe tan similar el pacífico, que hasta fotografías del paisaje se confunden y no se distingue si es Bahía Solano, Nuquí o Málaga. Y si se trata de imágenes de una ballena, parece estar nadando por los lados de Nabugá, por la Ensenada de Utría o por Gorgona. Y entre tantas coincidencias surgen los detalles que llenan de magia y hacen especial a cada poblado. Una variedad de una planta, la composición de una playa, la geografía de una bahía determinando el atardecer, el paso de un ave o la forma en que golpean las olas, lo extenso del manglar, lo ancho del río y en especial la cultura, la forma de habitar ese mismo territorio, nos avoca a múltiples destinos sobre el mismo mar. Nuquí comparte las bondades que ya conocemos del Pacífico Colombiano y en especial las del Chocó, pero cuenta con ciertos espacios y con algunas tradiciones que definitivamente lo convierten en un destino exclusivo, un lugar en el que ciertos viajeros podrán encontrar justo lo que están buscando.
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Tradiciones ancestrales Cuando muere un niño menor de siete años, Angelito, en palabras de la tradición, las noches de Nuquí aun se llenan con los cantos de las mujeres y los golpes del dominó sobre la mesa, intercalados con las fuertes carcajadas de los hombres. El ritual es conocido como “Chigualo”, el angelito luce sobre una mesa, vestido de blanco, rodeado de flores silvestres de muchos colores. Muchos sitios del pacífico han dejado atrás estas tradiciones, pero en Nuquí persisten. La muerte tiene además un tono especial con el cementerio al lado del mar, en la playa La Olímpica los cuerpos descansan con el sonido de las olas.
Playa Guachalito
Mucho se ha oído del trabajo artesanal de los indígenas de esta zona de país, pero en Nuquí se puede palpar el trabajo de sus manos. Piezas talladas en Oquendo y otras maderas, canastos tejidos con distintas fibras naturales, bisutería tradicional de chaquiras, son solo algunas de la cosas que dejan a su paso las comunidades indígenas, cuando bajan la cabecera municipal. Las danzas y la música son otros de los rasgos culturales que se cultivan en Nuquí, en algunos hoteles o en las fiesta tradicionales se puede disfrutar de estas costumbres cultivadas por jóvenes y adultos.
Muelle turístico - Río Alcachí
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Playas y termales Una de las particularidades de Nuquí es la diversidad de experiencias que permiten sus playas. Por la presencia de las rocas, la diferencia geográfica y la composición del suelo, tanto en la cabecera municipal como en los corregimientos y veredas; gracias a la forma en que revientan las olas, se encuentran playas aptas para los deportes extremos, otras que lucen piedras de todos los colores y otras en las que el placer está solo en mirar, contemplar el atardecer, ver los cambios cuando sube y baja la marea, así como en caminar por la playa y tal vez cruzar camino con una estrella de mar. Con accidentes como Cabo Corrientes, el golfo de Tribugá, la punta de Jurubirá, las ensenadas de Tribugá, Coquí y Arusí, bañados por ríos como Arusí, Coquí, Panguí, Chorí, Joví, Tribugá, Jurubirá y Nuquí, este territorio se configura con una oferta diversa para el turista. Otro de los atractivos especiales de este territorio es la presencia de termales. Muy cerca de la playa, caminando por senderos
Nuquí, Pacific Paradise
dentro de la selva, nacen estas aguas medicinales que se pueden disfrutar bajo las copas se grandes árboles, que dejan entrar entre sus ramas los rayo de sol. Pacífico Nuquí es el espacio ideal para descansar. El paso del tiempo, así como la actitud recia de sus habitantes, han hecho que este destino turístico se sobreponga a los problemas de orden público generados por el conflicto nacional. Hoy los turistas pueden llegar con tranquilidad a disfrutar del paisaje, a recorrer los senderos, pueden hospedarse eligiendo entre la variada oferta hotelera, especializada en prestar servicios acordes con la región. Contar con la ensenada de Utría tan cerca, en las condiciones de conservación y de seguridad actuales, hacen que Nuquí sea un destino imperdible. La clave está en ir en la búsqueda de los secretos que guarda esta porción del pacífico, adentrarse en sus selvas, agudizar los oídos al canto de las aves y encontrarse con esos detalles que hacen que conserve la esencia del litoral, pero lo convierten en un paraíso.
Guachalito
Following the Pacific coastline, from Panamá to the border with Ecuador, the Colombian Pacific coast is a region were the landscape becomes very similar in each spot, due to its beaches of silver, green forest and mangroves.
features as we know, within Chocó; however, it has some spaces and some traditions that definitely make Nuquí an exclusive destination, a place where certain passengers may find just what they are looking for.
However, over those similarities emerges magical features that make special each of the villages on the Colombian Pacific, including a variety of a plant, the artistic composition of a beach at sunset, the passing of a bird, the way the waves pound the sand, the extent of mangroves across the rivers and especially the culture, the way people live and share the territory, bring us to multiple destinations on the same sea.
Many sites have left behind their traditions, except for Nuquí, seen in its handcraft work such as, carving of Oquendo and other wood, baskets woven from natural fibers and traditional jewellery made of beads. Generally, these creations are made by the indigenous communities.
Nuquí shares the benefits that give the Pacific Ocean, special
In addition to the traditional villages, the proximity of the “Ensenada de Utría”, with its conservation programs and safety, make this trip to Nuquí an unforgettable destination.
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Lugares
Nuquí, tesoro oculto del pacífico colombiano Por: Harlen Martínez
Manglares
Esta es la tierra de la tranquilidad. Le hace homenaje al nombre del mar que la baña, aunque en sus playas se crispe y se convierta en olas. Obliga a desconectarse del exterior y avivar los sentidos para percibir las vibraciones de la naturaleza. Lejos del bullicio y la sofocante selva de cementó, el estrés es aniquilado desde la llegada a Nuquí, cabecera municipal y punto de partida para los diferentes atractivos de la zona. La expedición de lo insospechado confabula en un abecedario pronunciado por el viento con un acento particular que poseen varias poblaciones, entre ellas Coquí, Panguí, Arusí y Joví, conectados entre sí por caminos a través de la selva o por la playa. Coquí, la isla del manglar. Es una experiencia que se vive a través de caminatas ecológicas y navegaciones dirigidas por habitantes de la zona y conocedores de toda la fauna y la flora de esta selva tropical. Uno de sus mayores atractivos es el paseo por el manglar en canoas típicas para admirar uno de los ecosistemas más importantes del planeta. Otro plan que debe realizar es la caminata por la playa o visitar el sendero Bejuquillal de la selva, que lleva a una hermosa cascada del mismo nombre. El sendero El Cañal también tiene como destino final otra bella cascada, igual que la visita a la cascada La Verrugatera. En el pequeño poblado puede almorzar en el restaurante Sazón Coquí donde encontrará delicias del mar. Todos los paseos están guiados por el grupo de Ecoguías de Coquí. Termales
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Joví, el túnel en medio de las aguas cristalinas. Además de las caminatas por la selva y el recorrido por las calles del corregimiento, en Joví la actividad más fascinante es navegar en panga o canoa el cristalino río que lleva su nombre, y por esa misma ruta llegar a sitios como la cascada La Chontadura y el túnel sobre el río formado por preciosos árboles Pichindé. Guachalito, paisaje alucinante. Se trata de encantadoras playas a unos 30 minutos al sur de Nuquí convertidas en la manifestación real de la armonía del paisaje que conforman selva y playa. Aquí encontrará grandes rocas en el mar que se descubren cuando la marea baja varios metros. Camine a la orilla del mar al atardecer o en noches de luna llena cuando el camino se ilumine. Busque la cascada del Amor y refrésquese con su agua dulce. También hay caminatas guiadas por el interior de la selva y paseos hasta los poblados de Joví y Termales. Si es amante de las actividades deportivas en el mar, el escenario es perfecto para caretear o hacer surfing o si la idea es la relajación plena, deje que una hamaca lo atrape y lo arrulle al vaivén de las olas del mar de Balboa.
Playa de Coquí
Termales, un spa natural. Aquí se goza del beneficio de las aguas termales que nacen muy cerca y a las que se llega luego de un corto sendero por la vegetación. Termales posee una de las playas más lindas del municipio con varios kilómetros de extensión. Visite las cascadas cercanas como El Encanto, La Angostura y del Amor; y conozca también playa Verde y playa Majagual. Es uno de los corregimientos más pintorescos de la región. Cabo corrientes. En el extremo sur de las playas del golfo de Tribugá se encuentra este lugar preferido por los buceadores y los amantes de la buena comida de mar, pues el pescado fresco que preparan sus habitantes tiene fama en toda la región. Ensenada de Utría. Más de 54 mil hectáreas protegidas por la Dirección de Parques Nacionales Naturales, en las que hay demarcados varios senderos interpretativos para ver la fauna y la flora que conforma la reserva. Es un parque mixto terrestre marítimo, donde es posible apreciar formaciones coralinas, manglares y selva húmeda tropical, entre su fauna podemos mencionar gran variedad de crustáceos, tortugas marinas, murciélagos, perezosos, nutrias, osos hormigueros, múltiples especies de reptiles y de anfibios, gran variedad de aves, lo que constituye a este parque como un paraíso natural para el disfrute por parte de los turistas amantes de la naturaleza y del turismo ecológico. Además de ello los sitios mencionados, los paisajes naturales en Nuquí, de características muy diversas, son un regalo de la naturaleza a los ojos del turista que visita esta hermosa región de Colombia. Este tradicional pueblo chocoano, con lindas y extensas playas bordeadas por la selva húmeda tropical, es un paraíso para ornitólogos, buceadores, pescadores, caminantes, artistas, poetas y en general para los amantes de la naturaleza.
Cascada La Chontadura
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Nuquí, hidden treasure in the colombian pacific This is the land of tranquillity. Nuquí is disconnected from the outside, the senses awaken to perceive pure nature. Far from the hustle and stifling concrete jungle, the stress is eliminated since the arrival at Nuquí, it is the starting point for the amazing attractions of the area, such as Coquí, Panguí, Arusí and Joví, which are places connected by roads through the jungle or the beach. Coquí, the mangroves island. Its main touristic activity is the ride through the mangroves in typical canoes to admire one of the most important ecosystems on the planet. Another activity is to walk along the beach and visit the jungle “Bejuquillal” , path that leads to a beautiful waterfall of the same name. Also, visit “Verrugatera” waterfall and enjoy lunch at the seafood restaurant “Sazón Coquí”. All tours are guided by the group “Coquí Ecoguides”.
when the moon lights the way. Also, you can shower in the Love Cascade, and walk with local guides to Joví and Termales. For water sports lovers, this is the perfect scenery for surfing and snorkelling. After, you can relax in a hammock with the sound of the waves of Balboa’s sea. Termales, a natural spa. In a short walk to the forest you can visit hot springs. Termales has one of the most beautiful and longest beaches of the area. You can visit waterfalls El Encanto, La Angostura and Amor “Love”.
Joví, the tunnel through clear waters. The most exciting activity is sailing in canoes along the clear waters of Joví river until the waterfall and tunnel formed by beautiful trees of Pichindé. Guachalito, amazing scenery. These are lovely beaches located about 30 minutes south of Nuquí. Here you can walk along the seashore at sunset Cabo Corrientes. It is located at the southern end of Tribugá beaches; is the favourite spot for divers and lovers of seafood, famous for its fish cooking, fresh and well known throughout the region. Ensenada de Utría. Utría is a large cove and Colombia’s natural reserve, protected by the Direction of National Parks. You can see coral reefs, mangroves and tropical rainforest, with a vast variety of fauna and flora. Nuquí is indeed a beautiful traditional village, with the most beautiful and longest beaches in the region, surrounded by tropical rainforest. It is a perfect place for birdwatchers, divers, fishermen, hikers, artists, poets, and nature lovers in general
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A. Lange
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Cultura
Gastronomía. Del mar a tu paladar
Por: Iris González
El mar Pacífico, los ríos y las selvas que rodean a Nuquí nos ofrecen unas especies únicas y exóticas que enriquecen la gastronomía tradicional, siendo un deleite exquisito para los turistas.
Rellenos, Arroz Arrecho, Ceviche de Piangüa y Camarón y las famosas Empanadas de Camarón y Piangüa. Y ni qué decir de los postres con su variedad de sabores y olores como los dulces de Papaya, Guayaba, Piña con Coco, y las Panelitas de Caña y Coco.
La gastronomía de Nuquí es un legado que pasa de generación en generación, usando una mezcla de ingredientes silvestres, especiales para darle a cada menú un toque personal, dando como resultado las más sorprendentes e inigualables recetas de todo el territorio chocoano.
Por otra parte, es importante el uso de la caña de azúcar en la elaboración artesanal de varios productos como el Vinete, el Guarapo dulce y fuerte, las Panelitas de Miel y Coco y el famoso licor “Biche” popular en las fiestas.
Tradicionalmente en el Chocó se usan azoteas o materas en los patios de las casas para la siembra de diversas yerbas aromáticas y medicinales, que a su vez son usadas como condimento natural para las comidas. Las yerbas más utilizadas son el Cilantro cimarrón, las Albacas, la Cebolla de patio o Hunca, el Orégano, el Poleo, la Cúrcuma y el Achote, entre otras. Las yerbas no sólo le dan un delicioso sabor a las comidas, sino que además las hacen ricas en nutrientes y libres de aditivos artificiales. En Nuquí, la base de la alimentación son los mariscos. Especies como el Pargo, Atún, Piangüa, Churuleja, Tollo, Longo, calamares y camarones, son abundantes en las aguas del Pacífico. Para la buena mesa, los mariscos se acompañan con arroz, coco, yuca, popocho, banano o plátano. Son también populares como sobremesa los jugos de Borojó, Limón, Guayaba agria o dulce y Arazá. Con estos ingredientes naturales se elaboran las recetas de los más deliciosos platos típicos, bastante apetecidos por locales y turistas, como Guacho, Encocado de Piangüa, Calamares
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Nuquí es también reconocido por la elaboración de balsámicas naturales y medicinales que actúan contra las picaduras de serpientes y a su vez son afrodisíacas, especiales para mujeres frías e infértiles. Si este artículo le produjo antojos y curiosidad, no dude en viajar a Nuquí y disfrutar de la más tradicional y exquisita gastronomía chocoana, servida en el restaurante Las Delicias del Mar, en el Muelle turístico.
Arroz Arrecho Ingredientes: Arroz, cebolla, hierbas de patio (Orégano, Poleo, Albaca, Cilantro cimarrón), calamar, camarón, Piangua, Churuleja, Jaiba, Longoro, y pescado, leche de coco. Preparación: Se cocina la Churuleja, Piangüa, Longoro, Jaiba y la mitad del pescado con las hierbas de patio; se parten en pedacitos. Se pasan por agua tibia los camarones enteros y pelados. Se sofríe la otra mitad del pescado en leche de coco, luego se guisan todos los mariscos juntos con las hierbas de patio. A su vez, se sofríe el arroz en aceite de coco, cuando ya esté sofrito se mezcla con los mariscos ya guisados, se les agrega la leche de coco restante y se deja en el fogón por aproximadamente 20 minutos. Este delicioso plato se sirve acompañado de patacones, crema de camarón, una limonada de jengibre como sobremesa y postre de Panelitas de Caña y Coco.
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Personaje
LIBRADO GARCÍA: El poeta de la selva Por: Adriana Bernal Gutiérrez “Fifio co co co”, en el lenguaje que utilizaba Librado para comunicarse con las águilas, significaba “Buenos días, ¿quién eres tú?”. Para hablar de Librado García, para hacerle un merecido homenaje, necesitaríamos internarnos en lo más profundo de la selva chocoana, navegar a vela y a canalete por el mar Pacífico y ponernos una toalla en el cuello para volar hasta Londres, pasar por Roma y aterrizar en los bosques de la China. Para hablar de esa sabiduría humilde e inmensa, de esa imaginación desbordante y de esa capacidad de soñar que acompañaron a Librado desde su niñez; pero en la brevedad de estas líneas, además de reseñar a un personaje respetado y querido por sus coterráneos, por estudiantes e investigadores del resto del país y del mundo, quiero compartir algunos fragmentos de su legado: versos e historias de un poeta enamorado de la selva, del mar y de las mujeres. El “viejo Libra”, como lo llamábamos sus amigos y discípulos, nació en Nuquí en 1926, a los trece años abandonó la escuela y se fue a “conquistar” las nacientes poblaciones del sur, a canalete, en su pequeño chingo. Sesenta años después, con la mirada curtida, no sólo por los vientos salados, el sol y las lluvias incesantes, Librado recordaba aquella correría que sería sólo el
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comienzo de una vida llena de aventuras. Después de varios días de viaje, parando en cada caserío –Panguí, Coquí, Joví, Termalespara resguardarse de las inclemencias del clima, rebuscándose la comida y la dormida a través del trueque -pescado a cambio de arroz y plátano, jornales a cambio de un confortable colchón de paja- Librado llegó a Arusí, el pueblo que lo vio “jovenciar”, madurar y finalmente morir, en junio de 2008. Arusí es un pequeño pueblo ubicado en el extremo sur del municipio de Nuquí, donde conoció el amor de su vida: Mercedes, la mujer que amó hasta la muerte, sin que esto le impidiera echar a volar su corazón enamorado cada que una mujer se metía en su mirada. La “Nena” y el “Nene”, más otros cuatro de crianza, fueron los hijos que llenaron de alegría este hogar que permaneció unido hasta la muerte de Mercedes, hace unos 20 años. Librado se ganaba la vida pescando, cazando y viajando a Buenaventura en bote, a canalete, porque en aquella época no existían los motores fuera de borda; cuando los vientos soplaban
Atardecer en Guachalito
se daban el lujo de izar una vela hecha artesanalmente que les permitía acelerar ese largo viaje y descansar. Siempre guardaré el recuerdo intacto de Librado con la mirada siempre puesta en el mar, saboreándose cada una de aquellas historias de navegación cargadas de realismo, imaginación y magia. Los viajes a Buenaventura, o “a puerto” como solían nombrarlos, eran toda una aventura. Cargaban el bote con pescado salado, plátano y coco, y regresaban cargados con la remesa para surtir sus despensas y la única tienda del pueblo: sal, azúcar, manteca, petróleo, utensilios de cocina y cortes de vistosos colores para las mujeres. Lo mejor de los viajes, según Librado, era el regreso, nunca olvidaría aquella sensación indescriptible cuando desde lejos alcanzaba a ver unos pequeños punticos en la playa, que lentamente se iban definiendo y transformando en su amada Mercedes y sus hijos; a cada hijo le entregaba su “traído” y a Mercedes un jabón con olor a flores y su corte para estrenar vestido en las fiestas de la virgen del Carmen.
Librado siempre fue poeta, soñador y enamorado, pero comenzó a escribir después de los sesenta años, luego de la muerte de Mercedes. Punta Brava, un trozo de selva delineado por playa y palmeras, custodiado por una enorme roca que arremete al mar, fue el refugio de Librado hasta sus últimos años; ahí escribió versos y coplas, y encontró un nuevo sentido para su vida.
Así transcurrió la vida de Librado, entre audaces proezas de navegación, incontables aventuras en la selva y la paz y el sosiego que sólo podía brindarle Mercedes. “Lo bueno no dura”, decía Librado al referirse a los casi cuarenta años que compartió con Mercedes hasta su muerte.
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Una pareja de profesores de la Universidad Nacional de Bogotá crearon la Fundación Inguedé para facilitar y promover la investigación en la zona mediante la construcción de una estación de muestreo con alojamiento y servicio de guianza. Aquí comienza a florecer la otra faceta de Librado, se convierte en un guía especializado para biólogos, ecólogos, botánicos y una gran cantidad de investigadores y estudiantes interesados en conocer los secretos de la selva chocoana. El gran legado de Librado se resume en una obra llamada “Historia sobre la selva cotidiana”, en la que utiliza el diálogo como herramienta para narrar y revelar los misterios de la selva: “Nací y me vio crecer esta selva, andando por sus temerosas montañas, mirando sus árboles corpulentos, sus arbustos florecientes y sus musgos donde las aves forman sus nido para calentar sus huevos y calentar sus polluelos al nacer…” “Si al recorrer la selva encuentras un lano o ceiba los tienes que reconocer bien. -¿Y cómo los puedo identificar bien, para que no se me confundan con los demás? - Mira Lucy, lo conoces porque su tronco es muy doble y sus hojas son redondas. El espavé también tiene su tronco doble, pero su corteza es negra. -¿Y para qué lo utilizan por aquí?, preguntó Lucy. Por aquí se utiliza para labrar lanchas, contestó Jaime. -¿Y no hay otro que sea bueno para labrar lanchas?, volvió a preguntar. -Si, hay varios. El huina, el iguanegro, el perena, el nalde, el cedro y muchos más que hay en la selva”.
Cuando conocí a Librado en el año 2000, me atrajo su rostro duro y tierno, sus manos largas y ágiles para tejer atarrayas y sus historias llenas de magia e imaginación. Escuché a varios metros a alguien que aseguraba que el hombre nunca había ido a la luna… “eso es un cuento de los gringos para hacernos creer que son muy imperiosos… son mentiras, es un montaje de fotos… yo he visto esos mismos paisajes en Punta Brava… eso es una farsa”. Mi sorpresa me llevó hacia un corrillo personas que lo escuchaban mientras tejía. Ahí estaba ese hombre negro, de piernas muy largas y cabellos de plata. Se me presentó amablemente, con ese gesto de coquetería que siempre afloraba cuando veía a una mujer y comenzó una bella amistad. Ese mismo día me aseguró que él podía volar poniéndose una toalla en el cuello y me entregó el manuscrito de su “primera” novela titulada: “Aventuras por amor… Corazón destrozado”, para que le hiciera el favor de transcribirla y sacarle unas copias. He aquí unos fragmentos que dejan ver la capacidad narrativa y la imaginación desbordante del Viejo Libra: “Fue una imagen que pasó por mi mente como el sol que aparece en el oriente para perderse en el horizonte, con sus rayos luminosos, tan triste como si él tuviera las penas mías. No sé por qué lo hizo de morir tan triste y desolado. Él es el compañero de mis tardes de tristeza y amargura. Sólo mi consuelo es el mar con sus enormes olas y su ir y venir como queriendo borrar mis penas. Y en ese ir y venir quedo feliz mirando pasar los pescadores en sus lanchitas que pasan por
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la mañana, unos a vela y otros a canalete y por la tarde van de retorno a sus casas para tomar descanso, mientras los barcos pesqueros arruinan a la costa de todo pescado, camarón, y todo cuanto hay en el mar”. Librado García fué un autodidacta y un maestro innato que, hasta que sus huesos y su corazón se lo permitieron, compartió sus conocimientos sobre la selva, el mar y la vida. Devoraba libros a granel y sólo por esto, uno se explica que en sus escritos describiera lugares remotos con lujo de detalles: “Llegando a la ciudad de Londres donde para mí todo es distinto y diferente, no sé dónde llegar. Sólo vagaba por las calles de esa ciudad… Rendido por el cansancio y abatido por el hambre, me senté en el asiento de un parque central. Para mí todo era extraño, las calles, la gente, los carruajes que iban tirados por dos coches que llevaban en su vagón a una persona” Estas líneas pretenden ser un homenaje a un hombre, un poeta, un navegante y un caminante que a su paso por la costa pacífica chocoana, dejó un testimonio de su honestidad, su bondad y, sobre todo, de su capacidad de soñar: “-¿Y cómo lo haces? No vas por barco ni en avión. –No, me voy a convertir en un águila solitaria para llegar hasta el lugar deseado. -¿Pero cómo lo haces? Dímelo. –Mira, con una toalla que me dejó ella. La utilizo para eso. Me la ato al cuello y tirándola hacia atrás marco el lugar donde voy a ir… Y echando la toalla hacia atrás, me despedí de él y levanté el vuelo con rumbo a España”. Adiós Lucerito hermoso Que alumbras a la salida Te quedas en un mar de llanto Con el alma toda partida Me voy mi Lucerito Me voy pero volando Con esta toalla pequeña En las nubes me voy ocultando
Manglares
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Artesanías
Elaborando obras de arte Por: Liliana Castillo
Tagua: Es el fruto de la palma de su mismo nombre, conocida internacionalmente como Marfil Vegetal. Con este material, negros e indígenas tallan múltiples figuras como tortugas, delfines, cola de ballenas, usadas en diferentes productos como accesorios para el cabello, aretes, dijes, collares, pulseras, y masajeadores. Oquendo: Es una hermosa y resistente madera que se encuentra en la selva chocoana, posee vetas clara y oscura de color rojizo con un brillo natural. Los indígenas y negros nativos son expertos en su talla, produciendo artículos como bateas, bastones y figuras de animales como ballenas y delfines. Este material es también combinado con Chonta y con Werregue. Werrengue: Las artesanías de Werregue son únicas en Sur América, es una fibra natural que es trabajada sólo por indígenas. Para darle el colorido a las artesanías, los indígenas utilizan colorantes naturales extraídos de plantas locales. Todos estos materiales son combinados según la creatividad del artesano. Un viaje a Nuquí se completa con la adquisición de una buena artesanía, con la garantía de que no la va a encontrar en otro lugar del mundo, y además dando soporte a la economía de las familias de la región.
Uno de los atractivos en Nuquí son sus artesanías, los nativos de la región, indígenas, afrocolombianos y mestizos crean hermosas y únicas artesanías con materiales propios de la región; ésto, sumado a la habilidad de los artesanos, convierten cada artículo en verdaderas obras de arte. Madera Oquendo, bejucos, fibras naturales como el Werregue, la Iraca y la Tagua o Marfil Vegetal, las conchas de mar, escamas y vértebras de pescados, la corteza y estopa del coco, semillas y hojas de árboles, son los insumos básicos para elaborar largas listas de artículos para el hogar, piezas decorativas, bisutería, entre otros. Lo mejor para identificar este valioso trabajo son las imágenes que acompañan estas letras, pero además vale la pena conocer un poco más de algunos de estos materiales propios del pacífico chocoano.
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Artículo
El Chocó: ¡Gozadera total! Por: Melissa Jaimes
El folclor y la tradición chocoana son de una extensa variedad; los chocoanos, en donde quiera que se encuentren, se identifican por la misma alegría y espontaneidad al hablar, afinidad musical y forma de bailar, o mejor dicho por su “arrechera”, que en el significado chocoano es un estado físico y mental de felicidad y jolgorio.
generaciones. En sus canciones este grupo relata la vida de los chocoanos y las cosas bellas que tienen para ofrecer; “Si por si acaso usted no conoce, en el Pacífico hay de todo para que goce: cantaores, colores, buenos sabores, y muchos santos para que adores”. Por otra parte, las letras de ChocQuibTown también muestran el Chocó con sus problemas sociales “Invisibilidad nacional e internacional, auto-discriminación sin razón, racismo inminente, mucha corrupción”. ChocQuibTown ha hecho que los jóvenes y adultos se sientan más orgullosos de ser chocoanos. Desde la infancia, los chocoanos desarrollan una habilidad para el baile, en el que el torso y las caderas se mueven al ritmo de la caja y la tambora. La danza folclórica chocoana está llena de coqueteo entre el hombre y la mujer. Entre las danzas más populares están el Abosao, el Currulao, las Danzas y Contra Danzas, el Pasillo y la Jota.
La música y el baile son una parte esencial en la vida de los chocoanos, éstos son una mezcla de la herencia africana y española inmersa en el folclor chocoano. En representación de esta tradición ancestral está la chirimía, un contagioso estilo musical usado en ceremonias religiosas y fiestas en general. En la chirimía se usan instrumentos como el redoblante, el bombo y los platillos para dar el ritmo, y el clarinete y el bombardino para dar la melodía. Opcionalmente se usan la flauta de caña y cobre.
Un verdadero chocoano se reconoce no sólo en su acento marcado, sino también en su forma de bailar. La salsa y el reggaeton adquieren cada año “pases” de moda que acompañan a su vez las canciones populares del momento. Estos pasos son ampliamente conocidos entre los chocoanos, y practicados en todas partes, como los famosos “Raggamorfi”, “Mariposa” y “Ruke Rake” en reggaeton; los pases del “Chichoky” en la salsa, y del “SekoSeka” en chirimía. La cultura chocoana está muy conectada con la naturaleza; de allí la creencia de que las plantas medicinales como la menta, la albaca y el orégano, son más efectivas que las
La chirimía nunca ha dejado de ser un ritmo tradicional popular. Numerosos artistas chocoanos han dado a conocer este género en el país y a nivel mundial. La incursión de nuevos estilos musicales, que mezclan los ritmos tradicionales con Hip Hop por ejemplo, le han dado un nuevo espíritu a la cultura musical chocoana que estaba siendo un poco desplazada por el Reggaeton puertorriqueño. Grupos musicales como ChocQuibTown son parte de la identidad cultural de las nuevas
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drogas farmacéuticas. Y que en las veredas lejanas los mitos y las leyendas cobran vida; esos seres sobrenaturales, a veces malvados, que atemorizan a algunas personas y a quienes se portan mal, como son la Madre de Agua y el Mohán de Ichó, entre otros. La tradición chocoana es también de alabanza a Dios, la Virgen y los santos patronales. Parte de la herencia africana son los cantos y rezos en forma de diálogo, conocidos como los Alabaos, el Gualí, y los Arrullos, en los que un solista lidera la narración y el coro responde cantando. Los Alabaos y Gualís se usan en los velorios y para agradecer a los santos por los beneficios obtenidos. La cultura chocoana es maravillosa y la mejor manera de vivirla es estando en ella. Viaje al Chocó y disfrute de la auténtica cultura chocoana, de su gastronomía y folclor, aprenda a bailar chirimía, serrucho y hágase un baño de plantas silvestres para que tenga buena suerte en su regreso a casa.
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Artículo
El son cumbanchero Por: Fausto Moreno
Es grato sentir que por las venas del negro nuquiseño corra el calor de la sangre, y que a cada segundo se agite el corazón y aparezcan gotas de sudor producido por los movimientos armónicos de los cuerpos esbeltos de las mujeres y los musculosos torsos de los hombres. Por eso no es nada extraño escuchar de repente un grito de alegría o de libertad cuando empieza el estruendo de una tambora. Esta es la forma de expresar los sentimientos reprimidos que se han acumulado desde muchos años atrás.
músicos tocan hasta que se termine la bebida, entonces tiran los instrumentos al centro de la ronda, queriendo decir: ¡o traen más bebidas o no tocamos más!
El hombre negro generalmente está contento y siempre hay una excusa para alegrarse el momento. Para ello no es raro que se inventen instrumentos que puedan producir sonidos alegres. La “Cumbancha” es una fiesta, un ritmo libre que cuenta las vivencias cotidianas que pasan en una comunidad, transformándolas en versos o coros. La cumbancha se toca con instrumentos construidos por los nativos con materiales de la región, como son la tambora, maracas, los bongoes, el carrizo y la armónica, éste ya incorporado de la cultura blanca.
Estos son algunos ejemplos de versos cumbancheros:
La cumbancha es la memoria de una comunidad hecha música: tragedias, sucesos familiares como despedidas y llegadas, anécdotas, inspiración del momento, la improvisación.
(Problemas de pareja. Una mujer que no se deja dominar por el marido.) Consorcia se fué Para el Valle En busca de Patrocinio Una mujer sin dominio Consorcia no viene más. Esto dijo Patrocinio Hablando con su mamá Consorcia es muy maluca Con ella no sigo más.
En los años pasados se utilizaba la cumbancha para alegrar la navidad y fiestas religiosas, y también eventos culturales y sociales. Lastimosamente, ésta costumbre se ha ido perdiendo; sin embargo, el son cumbanchero se debe recuperar: Es parte de nuestra identidad y de nuestras raíces. A las fiestas de son cumbanchero se les llama rumba del “mechón” o “canecas” por las antorchas que sirven de marco. Los
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La cumbancha es una tradición que une el pasado con el presente por lo que hay que mantenerla viva. Sus versos nos permiten recordar las vivencias de nuestros antepasados, sus sabidurías y errores, sus dichas y quebrantos: vida, ritmo, sonido y movimiento.
(Despedida del hijo mayor que se va para Panamá en busca de fortuna.) Muestra, Lloraba Mirta Y Arepita también De ver que Cayetano Se iba para el Darién.
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