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La vinculación Universidad/comunidad: un marco para la construcción de un pensamiento proyectual latinoamericano Esta obra está licenciada bajo una Licencia Atribución-No Comercial-Sin Obras Derivadas 2.5 Argentina de Creative Commons. Para ver una copia de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/ o envíenos una carta a Creative Commons, 171

Resumen: Parte de los casos y los textos mencionados en este artículo fueron presentados en las Segundas Jornadas de la Red VITEC1 en noviembre del 2008. Su título: “El Diseño en la Agenda de la Transferencia. El Rol de la Universidad”, reflejaba la necesidad de posicionar el Diseño en el sistema de la transferencia, y explicar su aporte frente a los referentes de las políticas de conocimiento. Dos años antes, la Universidad Nacional de Colombia, a través del Programa Acunar, nos convocaba bajo la consigna de la problemática de la transferencia del diseño2. La palabra “transferencia”, se entiende como el núcleo de actividades de la Universidad asumiendo su rol como agente y referente de diseño frente al sistema productivo local. La inclusión del diseño en este campo de actividades, tal como lo refiere el artículo, es necesario, puesto que constituye un recurso necesario en la adaptación de las unidades productivas y de las organizaciones a los escenarios emergentes de la globalización. No obstante, todo el artículo trata, a su vez, de definir las particularidades del diseño como conocimiento que hace a su vez, de su transferencia, una actividad igualmente compleja y diferente de lo que la palabra “transferencia” y “tecnología“ nos sugieren. El tipo de proceso que el diseño está transitando, es el de posicionarse en el sistema científico, lo que le impone la necesidad de codificar sus prácticas, generar un discurso de su rol social, su valorización, pero también construir las bases epistemológicas de un pensamiento proyectual3 latinoamericano. Esta construcción, así como la creación de autoridad científica interna, va a permitir repensar la agenda del diseño localmente, como una contribución a la calidad de vida : revalorizar las actividades productivas en pequeña escala, tan extendidas en el contexto latinoamericano, cartografiar y redefinir las actividades productivas mal llamadas “informales”, valorizar las artesanías; preparar a nuestros egresados para enfrentar situaciones tecnológicas híbridas sin desalentarse y legitimar sus aportes a la sustentabilidad de las economías locales. Consideramos entonces a una actividad de extensión renovada, y asumida en el ámbito de las universidades nacionales, 1

II Jornadas Red Vitec (Red de Vinculación tecnológica de las Universidades nacionales, Secretaría de Políticas Universitarias, Ministerio de Educación, La vinculación tecnológica en el contexto de las Políticas de Estado y la Sociedad, 19 y 20 de octubre del 2008, Universidad Nacional de Entre Ríos. Publicación en prensa. 2 Primer Congreso Internacional de Transferencia de Diseño, Diseño y Territorio, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, mayo del 2006. 3 Pensamiento proyectual es la designación en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires , del nivel mas alto de conocimiento en el campo del diseño, que surge en la FADU como centro de alta complejidad, por sobre las disciplinas de los diseños. En inglés se lo designa como “Design thinking” es una expresión asociada a desarrollos teóricos en el campo de la filosofía, la pedagogía, y de la epistemología del diseño, sostenida en por lo menos por siete simposios internacionales consecutivos entre 1991 y 2007, “Design thinking research symposium”. Se conocen dos obras referenciales que utilizan éste término, una perteneciente a Nigel Cross, “Research in design thinking”, y otra es un seminario de Peter G. Rowe, a estudiantes de doctorado de la Universidad de Pennsilvania, en 1994. Ha sido apropiado en el ámbito de las empresas, como un abordaje de interés aún para problemas que no pertenecen en forma tradicional al campo del diseño.

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como un marco para revisar categorías, y hacer éste aporte que consideramos estratégico para el desarrollo con sentido local. 1. Ciencia, tecnología y diseño En el marco de una gran curva de aprendizaje que impone el cambio tecnológico y sus dinámicas sociales, se producen microsituaciones de aprendizaje, comúnmente llamadas experiencias de transferencia de conocimientos. Según Ladrière4, la ciencia y la tecnología son ámbitos que se involucran cada vez más entre si, y presionan sobre las culturas locales, las que deben desestructurarse y reestructurarse con nuevas informaciones. Este proceso tiene lugar en el proyecto, operando el diseñador como agente, aportando su capacidad heurística, poniendo en juego ontologías subyacentes, abriendo el camino de las nuevas dinámicas productivas5. El diseño aparece integrando el paquete tecnológico de la modernización. Sin embargo , si revisamos el concepto de transferencia, a la luz de las teorías del actividad situada en Vygotzki6 , Lave, 7, Engeström8, el concepto de transferencia entraña una visión funcionalista y uniforme del conocimiento, que impone una “racionalidad científica tecnológica” naturalizada y ofrecida como una única opción ante la historia. Aún cuando la humanidad avance hacia una cultura técnica mundializada; perdida la batalla de integrar tal sistema cultural con un aporte local, un direccionamiento ascendente, ( de lo local lo global), y una modalidad plural, podemos al menos asumir que un proceso de gestión tecnológica, tiene un componente cultural global y uno local. Este último queda definido por una capacidad selectiva y reflexiva sobre la tecnología incorporada, y que la valorización de éste componente, debería construir cultura tecnológica genuina. Creemos que el diseño tiene que ver con éste proceso, ya que es en la acción donde se produce ese encuentro entre la tecnología asumida como cultura y las culturas técnicas locales. Renato Ortiz sugiere que el tipo de transformación que supone la globalización, va mas allá de una cultura exógena impactando a la cultura local, es un reacomodamiento, un nuevo “desencaje” que debemos transitar, que trastoca la percepción misma del territorio y que se verifica especialmente en las actividades productivas. “La mundialización de la cultura no es una falsa conciencia, una ideología impuesta de forma exógena, se corresponde con un proceso real, transformador del sentido de las sociedades contemporáneas. Los objetos que nos circundan -utensilios, máquinas, arquitecturas- son manifestaciones de esta mundialidad. Ellos encierran “su verdad”, al expresarla en su cotidianeidad, en su rutina”9 El autor sostiene que la globalización “desafía la reflexión en su existencia categorial”10

Revisando el concepto de transferencia La transferencia, desde el punto de vista cognitivo, valoriza el rol de las analogías: supone la existencia de problemas isomorfos, al que se le puede aplicar modelos de solución igualmente isomorfos, situados en contextos diversos. Para la teoría de la actividad situada, al proceso de transferencia de conocimientos, se le opone el papel 4 LADRIERE, J., 1977, El reto de la racionalidad, La ciencia y la tecnología frente a las culturas, Ediciones Sígueme, Salamanca. 5

GALAN, B., ORSI; L., 2009, La mirada del diseño entre el proceso y el proyecto, XIV Jornadas de Investigación, SI+Di PRO, Didáctica del Proyecto, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires. En prensa. 6

VIGOTSKI, L., 2005, Psicología Pedagógica, Buenos Aires: Aiqué.

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LAVE, J., 1991, La cognición en la práctica, Paidós, Buenos Aires. Egenström, en CHAIKLIN, S., LAVE, J., (comp.), 2001, Estudiar las prácticas, perspectivas sobre actividad y contexto, Amorrotru editores, Buenos Aires. 9 Idem Pág. 18. 10 Idem. Pág. 19. 8

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relevante de los contextos, entendidos como sistemas de actividades, y las matrices valorativas de las comunidades que lo construyen e interiorizan. Con esta nueva visión, lo inédito, no es motivado por la ética expansiva de un sistema técnico hegemónico, tal como sugiere el concepto de “innovación” y de “progreso técnico”, si no que es engendrado legítimamente, por el proceso dialéctico que construye el sentido de la técnica tomando elementos de cada contexto, y que es por lo tanto, intransferible y único para cada comunidad, para cada unidad productiva, que se constituye en actor de una práctica social. En la quiebra a que nos expone el cambio tecnológico, se abre una efímera oportunidad de visualizar el carácter relativo y cultural del concepto de “racionalidad tecno-científica”; esta pequeña luz posibilitada por la fisura de un cambio estructural, hace de cada experiencia de vinculación una pequeña batalla por la libertad del espíritu, y nos devuelve una comprensión mas profunda del campo disciplinar. Presentamos al pensamiento proyectual como un conocimiento superior, articulador de otros conocimientos, que puede gestionar los aspectos culturales de la actividad productiva, que nos recuerda a los procesos psicológicos superiores de Vygotski, a la abstracción reflexionada de Piaget, a la propuesta de clase creativa11, y a la precomprensión modelizante de Ladrière,12, pensamiento que se desarrolla en los centros universitarios de alta complejidad. Entendemos por centro de diseño de alta complejidad aquel que ha desarrollado todas las ramas del diseño, y que a su vez esta sistémicamente relacionado con el resto del sistema científico; que sostiene una reflexión disciplinar que supera y subsume a los diseños en el campo del proyecto. Quizás vale la analogía con el modelo del politécnico, “cada uno debe saber algo acerca del todo y todo acerca de algo”13, se trataría en todo caso de un polidiseño, asumiendo que las economías creativas y complejas del paradigma informacional requieren nuevas competencias que involucren los aspectos simbólicos14 . A su vez, la vinculación con las diversas disciplinas, permite un encuadre sistémico, y no meramente disciplinar del desarrollo. Consideramos este perfil de diseñador, como poseedor del tipo de conocimiento que acompaña y promueve el desarrollo de una comunidad. Gros Salvat15 propone un análisis de los principales aportes de las teorías del aprendizaje ligadas al desarrollo, en el marco del pensamiento constructivista. El aprendizaje se desencadena cuando la persona, en una situación crítica, percibe perturbaciones entre sus representaciones y las informaciones del contexto, las cuales son emergentes de una actividad práctica. En éste esquema, planteado por Piaget, Vygotski incorpora el rol de los instrumentos como mediadores de la actividad: los procesos cognitivos superiores son posibles a través de la mediación de las herramientas, sean éstas físicas o simbólicas. Las herramientas y los signos son creados historicamente y su internalización se produce a través de mediaciones con el entorno. Leontiev es quien instala la actividad como unidad de análisis; acepta la idea de Piaget de que el conocimiento se produce en la interacción, pero reemplaza la metáfora biológica de “asimilación” por la de “apropiación”, de naturaleza sociohistórica.16 La 11

“Los conceptos de Economía Creativa y de "Clase Creativa" son atribuidos a Richard Florida. En su libro El crecimiento de la clase creativa, Florida describe la Clase Creativa como un segmento de la fuerza laboral de rápido crecimiento y altamente educado, que hace una gran variedad de trabajos en una amplia gama de industrias -desde la tecnología hasta el entretenimiento, periodismo, finanzas, manufacturas terminadas o artes. La característica distintiva de la clase creativa es que sus miembros se vinculan a trabajos cuya función es crear "nuevas formas significativas"”. En http://www.isocarp.org/index.php?id=110 12 LADRIÈRE, Op. Cit. 13 La frase entre comillas está tomada de Vigotsky, en Psicología Pedagógica, Pg. 306. 14 GALÁN, B., 2008a. 15 GROS SALVAT, B., 2008, “Aprendizajes, Conecciones y Artefactos, La producción colaborativa del conocimiento”, Gedisa, Barcelona. 16 “La apropiación es, por tanto, un concepto clave de la perspectiva vigotskyana, por cuanto con ella se postula que, mediante la inmersión en las actividades culturalmente organizadas, el niño se apropia de las

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apropiación tiene lugar en los procesos de participación de los sujetos en las actividades culturales y en las actividades en comunidades sociales.17 El enfoque de la participación está enfrentado el de adquisición; el primero enfatiza la práctica y la acción, el segundo el conocimiento.18 “En la metáfora de la participación, el aprendizaje es una cuestión de participación en el proceso social de construcción del conocimiento denominado enculturación (Brown et al, 1989) o participación periférica legítima (Lave y Wenger).”19 La perspectiva del aprendizaje situado recupera también el valor de la experiencia, propuesto por Dewey. Se trata de una educación de naturaleza democrática, reflexiva y humanitaria, “que establece un fuerte vínculo entre el aula y la comunidad”20 Otros aportes posteriores, como concepto de cognición distribuida tienen en común la valorización del contexto. “El enfoque basado en la cognición distribuida hace referencia al proceso por el cual las fuentes cognitivas son compartidas socialmente para extender las individuales y conseguir algo que un agente individual no podría lograr solo”21Esta idea de aprendizaje involucrando a comunidades, puede verificarse en un nivel micro, o a grupos mayores interactuando a través de dispositivos tecnológicos en lugares distantes.

La importancia del contexto. El contexto resulta la clave de la reflexividad y la tarea formativa consiste en diseñar contextos pertinentes, para promover aprendizajes significativos22. La teoría de las Zonas de Desarrollo Próximo23, supone una inmersión en un contexto, y un andamiaje para la práctica bajo control experto. Este andamiaje, en un contexto pertinente, debe reflejar las problemáticas sociales relevantes para el diseño, conectarlos con su propia competencia heurística, para construir representaciones, mapeos que actúen como guías para la acción.24 En el diseño y en su enseñanza, ha prevalecido una visión del mundo como colección de objetos. Esto implica que los objetos se desprenden de los contextos de origen por los proceso de transferencia de tecnologías y artefactos, y ésta situación expone a los contextos locales, a una alienación por ocultamiento de la naturaleza cultural de la técnica. Hay una historia en Latinoamérica por las frustraciones tecnológicas provocadas por una asimilación acrítica. Hoy tenemos la posibilidad de incidir en la formación de diseñadores como agentes de un desarrollo local, donde la innovación no sea el reflejo imitativo de lo que sucede en los países productores, si no que sea una innovación estratégica e inteligente. La tarea de aportar al tejido social agentes de creación genuina, herramientas, los instrumentos y los signos de cada sociedad”, GROS SALVAT, B., 2008, “Aprendizajes, Conecciones y Artefactos, La producción colaborativa del conocimiento”, Gedisa, Barcelona. 17 Idem, Pág. 63. 18 Idem, Pág. 64 19 “La expresión participación periférica legítima, proporciona una manera de hablar sobre las actividades, las identidades, los artefactos y las comunidades de conocimiento, y de práctica. Para llegar a participar plenamente de una comunidad es preciso activar las intenciones de aprendizaje de una persona y configurar el significado de éste. En éste sentido, aprender es una parte de la práctica social y se centra más en la estructura de la práctica que en el método pedagógico”. Idem. Pg. 64. 20 Idem, Pág. 65. 21 Idem, Pág. 68. 22 ”La formación del sentido se desarrolla a partir de un problema, desacuerdo, confusión, error o disonancia, y por consiguiente, ésta es la causa del proceso de construcción”Idem, Pg. 59. 23 VYGOTSKI, L. S., 2000. Pág. 130. 24

GALAN, B., ORSI; L., 2009, La mirada del diseño entre el proceso y el proyecto, XIV Jornadas de Investigación, SI+Di PRO, Didáctica del Proyecto, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires. En prensa.

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coincide con la misión asignada a la Universidad, a partir de asumir un cambio en las estrategias de transferencia de conocimientos. Esta llamada “tercera misión” de la Universidad incluye la interactividad de la ciencia post-académica.25 Para la actividad de investigación y trasnsferencia que proponemos, las unidades de análisis no son los productos, sino las prácticas como fragmentos complejos de la vida social, como partes de contextos entendidos a su vez como sistemas de actividades, igualmente complejas, ligadas entre si por relaciones funcionales. Esto nos aproxima a una construcción ontológica de la gestión de diseño, y nos saca de los contextos teóricos definidos como “inter” o “trans” disciplinares, para situarnos en un espacio disciplinar propio. El diseñador como sujeto de la acción, anticipa a la ciencia en el proceso detectando anomalías en la reproducción de la vida social. Estas anomalías son obstáculos que impone la difusión de las tecnologías con sus patrones cognitivos asociados. Esta capacidad de lectura de escenarios, se desarrolla a partir de una pedagogía que reconoce el valor del contexto. Esta perspectiva considera a los productos, en sus atributos absolutos (material productivo), y contextuales (comunicativo/ simbólico), incluyendo a la subjetividad26. La modelización del objeto de conocimiento pasa a ser una cuestión clave del diseño, como mediador entre la experiencia y el proyecto27. Este proceso necesita de la investigación acción y de la trasnferencia institucionalizada para la construcción de la teoría. Señalamos que el movimiento que entraña la actividad de transferencia en los bordes de las instituciones universitarias, es la base de la reflexividad; este regresar sobre la historia, recontextualizar la acción, reinterpretar sus fines, entender las actividades en contextos de actividades; interpretar las prácticas individuales por sus rasgos particulares, formando parte a universos de observación, es la base misma de la formación de las categorías con que describimos la realidad28. Es la misma contradicción que nos impulsa sobre el territorio, para ocupar un rol en las transformaciones sociales que necesitan de la ciencia y de la tecnología, y a la vez nos hace poner en duda la racionalidad que tales tecnologías instalan, intentando darles un nuevo sentido. Los modelos deben ser revisados, y la experiencia activa la quiebra y la acción precede a esta ontología, sistémica, local y compleja. Con éste enfoque venimos sosteniendo un programa de investigación, que retomando a Schoon, y a Lakatos29, viene explorando las “zonas indeterminadas de la práctica”30, los “cinturones protectores”31 de la disciplina, y legitimándolos en el “núcleo firme” disciplinar del diseño, a través de un concepto que 25

FERNANDEZ DE LUCIO, I., VEGA JURADO, J., “La nueva producción del conocimiento y su valorización”, In genio, Instituto de Gestión de la Innovación y del Conocimiento, CSIP, Universidad Politécnica de Valencia, presnetado en Buenos Aires, Secretaría de Políticas Universitarias, 2009. 26 SAMAJA, J., 2000, Pág. 163-164. 27 LADRIÈRE, J., op.cit.. Pág. 37. 28 SAMAJA, op. Cit. , Pág. 196-97. 29 LAKATOS, I., 2001, Historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales, Simposio con la participación de H. Feigl, R. hall, N. Koertge, Khun, T., Tecnos, Madrid. 30 SCHOON, D. A., 1992, “La formación de profesionales reflexivos, Hacia un nuevo diseño de la enseñanza y el aprendizaje en las profesiones”, Temas de Educación, Paidós, Ministerio de Educación y Ciencia, México. 31

“Si se acepta esta analogía y se considera el diseño industrial con el mismo criterio que a un programa de investigación, su núcleo central está seguramente constituido por la proyectación de objetos materiales producidos industrialmente. El cinturón de de protección, en cambio, es el conjunto de todos aquellos temas de frontera , cada uno de los cuales pone al diseño industrial en conexión con otras prácticas proyectuales, o lo hace avanzar experimentalmente en territorio todavía inexplorados. Pero aún en éstas incursiones debe acreditarse para encarar los nuevos problemas, demostrando que tiene las aptitudes. Es decir, demostrando que es lícito considerar éste tema como perteneciente al cinturón de protección del diseño industrial.”, CHIAPPONI, M., “Cultura Social del Producto, Nuevas fronteras para el diseño Industrial”, Ediciones Infinito, Primera Edición 1999, Buenos Aires.

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hemos retomado de Chiapponi: el de cultura social del producto32, núcleo estructurante de la arquitectura del campo proyectual. 2. Nuestro programa: En función de ejemplificar una práctica de la enseñanza del diseño contextualizada, presentamos los objetivos del programa, las metodologías implementadas en las cátedras, y tres casos, por considerarlos ejemplos de las dinámicas aludidas, en los cuales, puede apreciarse y desplegarse el tipo de conocimiento que consideramos el escalón mas alto del pensamiento proyectual. Nuestras hipótesis: •

La inclusión del diseño en la agenda de la transferencia implica problematizar y caracterizar su contribución a la trama cultural en los escenarios emergentes. El marco de la cátedra de diseño, es revalorizado, por su capacidad problematizadora, que se expresa en el abordaje de los trabajos prácticos, los cuáles inducen, y a su vez espejan, modelos de gestión profesional, trascendiendo la realidad académica. La búsqueda de pertinencia y la extensión, conducen a la exploración de escenarios productivos, cuyas dinámicas, son interpretadas y codificadas en términos de prácticas profesionales.

Proponemos que diseño se revela como un conocimiento, que desde el tratamiento de los aspectos simbólicos y culturales, aumenta la sustentabilidad de las economías emergentes. Es agente de una institucionalidad inteligente, que gestiona y reorienta recursos hacia fines estratégicos, en todo el espectro institucional vinculado a la economía.

El desarrollo de productos industriales siguen siendo nuestro objetivo, pero los modelos de análisis para sustentar estas estrategias, se basan igualmente, en la observación del sistema y sus dinámicas, que articulan una compleja trama de actores privados, gobierno y sociedad civil.

La maduración de modelos de vinculación eficaces depende de una doble dirección de acercamiento: de la facultad hacia los instrumentos de financiamiento de la innovación y el desarrollo local, y por parte , en la necesidad de comprender las particularidades y complejidades de las economías creativas por parte de las Instituciones del sistema de Ciencia y Técnica,.

Nuestros objetivos: Ampliar el marco de comprensión de los fenómenos asociados a la apropiación social del diseño y el impacto de las actividades pedagógicas y de investigación en el desarrollo local. Desarrollar modelos vinculación que incrementen la compatibilidad de la universidad como centro de conocimientos, con diferentes subsistemas de la actividad productiva, a partir de una comprensión de sus dinámicas reflejando las complejidades cultural y simbólica, tanto como tecnológica y social. 32

Idem.

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Poner de manifiesto las prácticas institucionales, que constituyen a universidad como un actor del sistema de innovación, fomentando la formación de una atmósfera de creación con impacto económico. Incluir al diseño en las agendas de ciencia y técnica, valorizando su contribución a las economías avanzadas.

Nuestro marco institucional: Apoyamos nuestra propuesta a través de experiencias de vinculación en cátedras33 y proyectos de investigación34 en el campo del diseño de productos, exponiendo sus supuestos teóricos, metodologías e impactos. Consideramos a las experiencias de vinculación como las unidades de análisis, las que son analizadas en la perspectiva sistémica desarrollada por el Profesor Juan Samaja35. Este criterio de construcción y organización de los datos, implementado por nosotros en el campo del diseño, requiere de la consideración simultánea de tres niveles de unidades de análisis: la del escenario, la de las prácticas, y las de los productos resultantes; permite una comprensión sistémica apropiada a los fenómenos productivos, en que las unidades aparecen vinculadas orgánica y funcionalmente36, revelando las dinámicas entre escenarios, prácticas, y productos. Las variables describen en su nivel respectivo a cada unidad de análisis y prescriben hacia las unidades de análisis situadas en los contextos de la gestión. (Fig. 1).

Proyecto y desarrollo: En una visión compleja el desarrollo, es el ejercicio de la capacidad autoorganizativa intentando restablecer alguna forma de compatibilidad entre una unidad productiva, institución o comunidad y su contexto. Para Samaja37, el proyecto, es un pacto administrativo entre actores de un sistema de innovación; mientras que el proceso es la vida misma, que desborda por lo general al primero y entra en tensión con los marcos institucionales y administrativos. El diseño trata de equilibrar proyecto y proceso38, buscando “acoplamientos” sustentables.

Universidad y pertinencia: La Universidad, provee estos agentes creativos como contribución al tejido social. Para obtener un impacto externo, hace falta cumplir con dos aspectos: uno cuantitativo, representado por la masa crítica de agentes en el territorio39, y otro cualitativo, asociado a la búsqueda de pertinencia40, como la voluntad de los marcos académicos para captar 33

Taller de Diseño Industrial, Cátedra Arq. R. Blanco, Prof. Titular, D. I. B. Galán Prof. Adjunta, desde 1985 en adelante. Cátedra de Metodología aplicada al Diseño Industrial, Prof. Titular D. I. B. Galán, desde 1987. 34 Proyectos de Investigación del sistema UBACyT, 022, (Programación científica 1999-2000), 044 (Programación científica 2000-2003), 016 (2004-2007), Y 021, (2008-2010), PICT 2006-2055 y Programa de Desarrollo Local, 2006. 35 SAMAJA, J., 2004a. Pág. 199-234. 36 “Una relación funcional es la ejercida por una sub-estructura con criterio de utilidad o de valor de normalidad para la estructura total”36, en Piaget, J., citado por Ynoub, R., 2007. 37 SAMAJA, 2004. 38 Idem, Pág. 23. 39 “El modelo de distrito cultural densidad de agentes, de reciente implantación y cuyo desarrollo no puede evaluarse, pero que se basa en facilitar la relación en red y la comunicación entre los diversos agentes culturales profesionales”, en Rausell Koster et al, 2006. 40 “la adecuación entre lo que la sociedad espera de las instituciones, y lo que estas hacen” Conferencia Mundial sobre educación Superior, citado por Guarda, R., “La pertinencia de la Educación Superior en el

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estas complejidades. Cuando se dan estos aspectos, se genera una atmósfera de creación. Y las condiciones para que el diseño pase a ser parte de las políticas de estado, como un enriquecimiento del sistema productivo y de la trama cultural. El taller de Diseño Industrial, tiene a su cargo la formación de esta capacidad de creación, y de su sistematización, pues la maduración del lenguaje descriptivo de las prácticas, se incorpora como desarrollo de la tarea docente. Proponemos que la transferencia se ve favorecida por esta capacidad interpretativa de dinámicas productivas y codificadora de prácticas que caracteriza a la actividad docente. La pedagogía de la complejidad se caracteriza por enfrentar la crisis. Solo cuando predomina una conciencia legitimadora de las prácticas, el conocimiento permea desde el tejido productivo a la institución y a la inversa.

Nuestras estrategias pedagogícas: La asociación del taller de diseño a la noción de dispositivo, fue introducida por Donald Schoon41. Chiapponni42, citando a Lakatos habla de un “núcleo duro”, y de un “cinturón protector”, para referirse a los problemas establecidos por la comunidad disciplinar, y diferenciarlos de aquellos que deben ser abordados por la investigación y se desarrollan en los bordes del campo de conocimiento. Donald Schoon, refiere a problemas establecidos, y a problemas que requieren una creatividad adicional, dando lugar a nuevos modos de gestión, que son posteriormente legitimados. La necesidad de hablar de “cultura de producto” y no de diseño simplemente, trata de enfrentar los problemas de conocimiento que genera la palabra “diseño industrial”; el concepto de escenario profesional43, hace referencia a una realidad heterogénea: híbrida en términos tecnológicos y diversa en términos culturales. La noción de dispositivo ha sido planteada por Foucault44 y retomada en experiencias pedagógicas45, de salud, producción, etc., en contextos caracterizados por la alienación de las prácticas y del discurso. Podemos caracterizar el dispositivo de investigación acción, como una herramienta “para explorar y analizar”46, atentos a las situaciones emergentes, en forma de nuevos actores, enfoques, y problemáticas. Las unidades de análisis son los trabajos prácticos y las experiencias de vinculación, considerados como dispositivos analíticos o exploratorios, que nos proveen claves de los nuevos escenarios profesionales. En la realidad productiva la gestión de diseño asume una multiplicidad de modalidades. Los cambios introducidos pueden ser graduales, como la mejora del producto o estructurales; concentrarse en el producto o en el sistema del producto, considerando así todo lo que posibilita y potencia la presencia del producto en el mercado; limitarse a algunas variables del producto; o actuar sobre todas al mismo presente de América Latina”, en “Educación Superior: ¿bien público o bien de mercado?”, Ministerio de Educación, Presidencia de la Nación, Editor: Juan Carlos Pugliese, Argentina, 2005. 41 SCHOON, D. A., 1992, “La formación de profesionales reflexivos, Hacia un nuevo diseño de la enseñanza y el aprendizaje en las profesiones”, Temas de Educación, Paidós, Ministerio de Educación y Ciencia, México. 42

CHIAPPONI, op. Cit.

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CARBALLEDA, J. M., 2002, “Los nuevos escenarios y la intervención profesional del Trabajo Social, en Nuevos escenarios y práctica profesional”, NETTO, J. P. y otros, Espacio Editorial, Buenos Aires. 44

VILLAR, C. E., 2002, “La formación de docentes-investigadores, Fundamentos y aplicaciones de un dispositivo tutorial”, Esquel, Argentina, Fundación educándonos. Pág. 58. 45 SOUTO, M., BARBIER, J. M., CATANEO, M., CORONEL, M., GAIDULEWICZ, L., GOGGI, N., MAZZA, D., 1999, “Grupos y dispositivos de formación”, Buenos Aires, Facultad de Filosofía y letras, Ediciones Novedades Educativas, Formación de formadores, Serie: Los documentos, Universidad de Buenos Aires. 46 VILLAR, op. cit.

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tiempo. Puede ser una sistematización de recursos ya disponibles en una unidad productiva; o puede resultar en un redireccionamiento estratégico de los mismos. Las intervenciones pueden producirse a diferente escala de planificación: como proyecto, como programa, como política, como estrategia o como filosofía, comportando también, grados de compromiso de la unidad productiva con los valores del diseño. El pensamiento proyectual que promovemos: •

Recorre y afecta todas las manifestaciones y ramas de los diseños: los enlaza, los relaciona y los desdibuja, en torno a objetivos de desarrollo estratégico. Cuando eso sucede los “estereotipos profesionales” de la gestión son impactados y las prácticas son reformuladas.

No genera una especialización, si no que, así como sucede con el paradigma informacional tiene la posibilidad de desplegarse sobre todos los niveles organizativos, con capacidad para reformularlos y relacionarlos en una única operación de carácter semiótico que relaciona uso, sentido y valor.

Todas las unidades involucradas, marcas, catálogos, envases, productos, son reconsideradas como interfases, es decir, por su capacidad de recibir y emitir mensajes en los contextos en los que operan.

Tiene visión de zoom, sobre un horizonte complejo, que considera lo local y lo global a diversa escala.

Incluye una capacidad de interactuar simbolicamente con actores diversos en el territorio.

Los escenarios: La empresa de diseño y las economías urbanas En el ámbito de las industrias culturales, asociado a las dinámicas económicas metropolitanas, el diseño ha mostrado un liderazgo reflejado en un enriquecimiento cultural del tejido urbano, por medio de las llamadas “empresas de diseño” como paradigmas de la empresa con base en el conocimiento, las que fueron promovidas por proyectos pedagógicos orientados a abordar la complejidad de los objetos contemporáneos en el Taller de Diseño Industrial. Las empresas de diseño aparecen como los instrumentos privilegiados de éste conocimiento superior y actores del tipo de mutación que experimentan las actividades en las economías urbanas y complejas; se aprecia que este tipo de conocimiento se asienta tanto en una lectura del escenario como en un autoconocimiento de la s potencialidades propias. Diseño para la salud. El diseño para el sistema de la salud, es un escenario que ejemplifica la dinámica entre actividad industrial, investigación y servicios, en un sistema que canaliza las trayectorias de difusión de las nuevas tecnologías en los contextos locales. El sistema de salud, presenta una compleja trama de organizaciones gubernamentales, empresas y sociedad civil, mostrando una complejidad tecnológica creciente y una sensibilidad social inclusiva. Este escenario ha ofrecido el marco para el diseño de interfases hombre-tecnología; para el surgimiento de empresas que fueron preincubadas en un dispositivo de tesis de grado. Visualizamos también los alcances y limitaciones de los enfoques de la accesibilidad, cuando los contextos le imponen respuestas tecnológicas en el campo social. Todavía tenemos una deuda con los sectores que viven diferentes

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clases de marginaciones, sociales, culturales, económicas, y no solo las derivadas de las capacidades diferentes.

Diseño para la inclusión. Finalmente, un programa de la economía solidaria, que es valioso, por demostrar que la sustentabilidad puede alcanzarse en los términos de una economía solidaria: acreditando y visibilizando el patrimonio simbólico de una unidad productiva o comunidad, en el ámbito de las políticas públicas y privadas: explica también como opera esta desestructuración y reestructuración de las unidades productivas y de las comunidades engendrando nuevas formas de institucionalidad y ofrece ejemplos de como opera el diseño en un procesos instituyentes. Desde el ámbito de la investigación, se ha logrado problematizar el aporte del diseño para hacerlo viable en la agenda de las políticas de desarrollo social, de trabajo, desarrollo local y de innovación productiva.

3. Relatos de experiencias de vinculación

Las empresas de diseño y su rol en las economías creativas El liderazgo del diseño en el ámbito de las industrias culturales fue acompañado desde proyectos pedagógicos47 orientados a abordar la complejidad de los objetos contemporáneos. Saulkin48 analiza en forma detallada el impacto de la facultad en la constitución de las economías creativas. En medio de la mayor crisis del sector industrial, algunos alumnos egresados FADU son impulsados a crear sus propias marcas y establecerse en este barrio de Palermo, que presenta ya algunas características propicias, la cercanía de un mercados sensible a los valores del diseño49; se multiplican las iniciativas emprendedoras con base en diseño, lo que hace necesario desarrollar circuitos de apoyo y comerciales; las empresas de tecnología apoyan la creatividad local a través de concursos y premios vinculados a la facultad; el Gobierno de la Ciudad se hace eco de éstas manifestaciones a través del Centro Metropolitano de Diseño; se produce la radicación de algunas empresas vinculadas a los medios de comunicación acentuando la identificación del lugar con el diseño; el INTI posteriormente, a través del Centro de la Indumentaria y Textil, trata de sumar a las pequeñas empresas a ésta dinámica económica; las grandes marcas finalmente, se establecen, cambiando sus propias estrategias de comercialización y modificando definitivamente el valor de los terrenos; los circuitos de la cultura legitiman las manifestaciones creativas a través del establecimiento de categorías ad-hoc para el otorgamiento de premios50. 47

Cátedra Taller de Diseño Industrial, Arq. R. Blanco, Prof. Adjunta. D. I. B. Galán, Cuarto Nivel, 2000 en adelante. 48 “En 1983, con el advenimiento de la democracia en la Argentina, comenzó una época en extremo creativa, en todos los ámbitos de la cultura, las artes plásticas, el cine, la música , el diseño gráfico , industrial, textil y de indumentaria, representaban la necesidad que sentían los jóvenes de ejercer su creatividad con plena libertad. En ése contexto, hizo su aparición el término “diseño”, asociado por primera vez a la producción de telas y prendas. En esto tuvo particular influencia la creación de la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil en la Universidad de Buenos Aires. Después de años d e importar ideas, la gran novedad radicaba en reconocer que no s e podía exportar lo mismo que se había importado y actuar en consecuencia”, Saulkin, S., 2006. Pág. 15. 49 Esta idiosincrasia del barrio estaba basada en la localización de arquitectos, aprovechando los precios bajos de los terrenos, reciclaron viviendas y cambiaron el paisaje de Palermo. 50

SAULKIN, S., 2006, “Historia de la moda en Argentina, Del miriñaque al diseño de autor”, Emecé Editores S. A., Buenos Aires.

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En 1999 el Taller de Diseño Industrial51, con un marco recesión industrial, implementa un Trabajo Práctico consistente en la realización de un producto cuya fortaleza debía ser su desempeño simbólico, que no costara más de $ 15 pesos al público. Los alumnos debían realizar una preserie de 10 objetos, auto organizarse para la venta en las instalaciones de la facultad. El trabajo ejercitaba la capacidad de autogestión, la significación de la preserie como modelo de simulación de un dispositivo de producción. Se alentaba el contacto con proveedores PYMES y artesanos calificados de la región metropolitana, (del sector cerámica, madera, metalúrgico, plásticos en baja escala, fundamentalmente resina poliéster), y la confrontación de un escenario de ventas. A partir del 2002 se multiplican las empresas de diseño, que trabajan en el campo de la objetística, en series limitadas, con alto contenido simbólico. La característica de todas ellas, es la alternancia de servicios de diseño más o menos convencionales, con otros servicios complejos, respondiendo a dinámicas productivas o culturales. De ésta etapa, mencionamos algunos casos representativos y su evolución posterior a la salida de la convertibilidad. TONICO OBJETOS, es una empresa cuyos titulares, los D. I. Pablo Bianchi y Hernán Stelle, son docentes del taller de diseño Industrial desde 1999. El concepto que caracteriza a la empresa es el de edición de objetos, y la capacidad de interpretar el diseño de autor. La ventaja era poder reproducir con la mejor calidad en series altas o bajas, “desde un ejemplar hasta diez mil”52 , así como la búsqueda y fortalecimiento de los circuitos comerciales creativos, donde posicionar su oferta calificada. Otro ejemplo es La MANO, (D. I. Tomás Benasso y la D. I. R. Arizza), ha desarrollado, una competencia basada en la materialización de proyectos y en el servicio de prototipeado de piezas de alta complejidad, con un alto grado de reconocimiento. Pueden abastecer servicios de simulación y representación para Investigación y Desarrollo de Productos Complejos, en que la calidad y la complejidad dominan sobre otras condiciones de proyecto. ONDO, elaboró su perfil en base a la demanda de una industria, de “sustituir un componente importado en un producto del sector salud, cuya característica era la elevada complejidad morfológica con una muy baja serie de producción. Esta gestión sirvió para detectar un nicho de trabajo que se transformó en una ventaja sobre la cual desarrollar la empresa de diseño”53. A3, D. I. (Gustavo Marinic, Roberto Bieras del Carril, Diego Caballín, Marcelo Ross), explota la diversidad y la flexibilidad, puede hacer “desde un producto industrial hasta la escenografía de un recital”, asumiendo que sus integrantes “son o fueron docentes del taller”, y que si bien “hubo que incorporar conocimientos que no estaban incluidos en la formación académica”, esto fue posible por el manejo de una capacidad de abstracción como producto de la actividad docente.

Gestión de productos en el campo de la salud El diseño, entendido como creador de políticas de desarrollo, trabaja con las dificultades aparentes, y las posibilidades para transformarlas en oportunidades de desarrollo real. En función de la caracterización de los productos en el ámbito de la salud, de las condiciones de desenvolvimiento del sector, los trabajos de los alumnos, tienden a sistematizar las 51

Cátedra del Arq. Ricardo Blanco, Adjuntos: D. I. B. Galán, D. I. Daniel Asato. Entrevista con Hernan Stelle, FADU 2008. 53 Entrevista con el D. I. Gianpiero Bosi, FADU, 2008. 52

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estrategias de innovación en el sector. La exigencia de realización de prototipos en los trabajos finales, ha introducido una complejidad en la gestión pedagógica, subsanada parcialmente por la colaboración de empresas e instituciones en el financiamiento, y en algunos casos asesoramiento de los prototipos. La carencia de talleres de maquetas y construcción de prototipos en FADU, que representa una reivindicación histórica de los estudiantes, se ha transformado en una estrategia de vinculación con el sector PYME de la región. A su vez, en los casos que presentamos, tuvo especial significación la decisión de la cátedra de aprobar los trabajos con la ejecución de prototipos. Los dos primeros ejemplos que presentamos se originaron en tesis de grado, trascendiendo el ámbito académico. El tercero es un modelo de gestión de un docente, generado en parte por el trabajo sistemático que viene desarrollando la cátedra en el ámbito de la salud. El accionar en el sector salud a ha dado lugar a un Convenio entre la FADU y la AADAIH54, a tres ponencias presentadas por la cátedra en los Congresos de la institución, (una ponencia premiada en el 2008); a la presentación de stands de productos en la muestra anual de la institución. Uno de los productos fue tercer premio en INNOVAR 2006, y la silla de ruedas para deportistas discapacitados, de la empresa Jery, es un proyecto referente en el campo de las interfases para la discapacidad.

Desarrollo de la investigación conjunta Institución-Diseñador-Productor en el marco de tesis de grado El producto se trata de una unidad móvil diseñada para optimizar la logística, la seguridad del usuario y la integridad de las mismas en el traslado de muestras biológicas dentro del ámbito hospitalario. Es el resultado de más de un año de investigación en diferentes campos: arquitectos, biólogos, médicos, enfermeros, ingenieros, y diseñadores de diferentes instituciones. Proyecto: N. Meer – J. Tovbein, 2006. En el caso que presentamos, una institución funcionó como observatorio de uso, aportando un marco para la investigación. La existencia de numerosas instituciones de investigación en el ámbito de la salud, sumado a la disponibilidad de tecnologías flexibles disponibles en escalas de producción pequeñas, generan la posibilidad de producir prototipos y series cortas de productos complejos y especializados, permitiendo los desarrollos “a medida“, o instalaciones ad-hoc. Esta estrategia de innovación, basada en el estrecho contacto entre médicos, investigadores y sector productivo, tiene antecedentes en el sector de la salud y constituye la “cantera” de la innovación. El programa de diseño se basó en el planteo de las funciones, análisis de modos de uso, elementos transportados, condiciones de seguridad y normas establecidas. La unidad prototípica afrontó la realidad y se puso a prueba durante tres meses en el Laboratorio del Hospital Saavedra del CEMIC. Se desarrollaron tres prototipos hasta la versión en uso, que representó un proceso de despojamiento del “sobrediseño” que caracteriza los trabajos del ámbito académico, en pos de la viabilidad, después de lo cual el objeto fue asumido por la institución, configurando un ejemplo de gestión interdisciplinaria.

Personalización de productos en el ámbito de la discapacidad La emergencia de nuevas problemáticas y enfoques terapéuticos ha generado una creciente sensibilidad social inclusiva hacia el campo de las discapacidades, de los adultos mayores, de los pacientes bariátricos, etc. Este enfoque evolucionó desde la ergonomía, al tratamiento de las interfases para la discapacidad bajo un enfoque del Diseño Universal o “Diseño para todos”, incluyendo a los aspectos cognitivos, culturales, etc., el diseño de informaciones, interfases físicas e instalaciones. Desde la Ingeniería de 54

Asociación Argentina de Arquitectura e Ingeniería Hospitalaria.

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la rehabilitación, la prostética, la ortopedia, se ha arribado a la llamada Tecnología Asistiva55, que constituye un enfoque englobante para todas las asistencias tecnológicas, instalaciones, recursos institucionales, financieros, conocimientos, e interfases ya sean estas físicas o virtuales. El enfoque filosófico es que si no se puede rehabilitar, debe asistirse, tendiendo siempre hacia la superación de la limitación sin crear dependencia. Hubo una evolución de éste campo científico interdisciplinario, que ha dado como resultado un sistema complejo social de recursos y servicios tendientes a equiparar a las diversidades al conjunto de la sociedad. Este sistema institucional, desarrolla bases de datos, sostiene investigaciones, servicios de entrenamiento, estrategias de empleo, entornos de aprendizaje, etc. y sobre todo desarrollos e investigaciones de nuevas interfases. Al diseño le corresponde un aspecto crucial, en una perspectiva terapéutica: su esfuerzo ha estado orientado a cambiar el imaginario de la discapacidad, mejorando, entre otras cosas el desempeño simbólico de las interfases. En 1998, el alumno Federico Hagen desarrolla como tema de tesis una silla para la ciudad; s e planteaba con amortiguadores para enfrentar las barreras urbanas incrementando el confort. Para su desarrollo busca la ayuda de una persona que hacía reparación de instrumental de precisión, que afrontaba una reducción de la demanda de trabajo en esta especialización. Esta persona a su vez, estaba sensibilizada hacia el tema, a partir de una problemática familiar. De este conjunto de circunstancias nació una empresa productiva y de servicios especializada en sillas de ruedas: Jery S R L.56 Hoy Federico Hagen se desempeña como Gerente de Diseño y Producción, de la empresa con servicios, que diseña productos personalizados, orientadas en patologías especiales. “Crecemos a partir de las voces de nuestros usuarios, por eso queremos estar a la vanguardia de sus capacidades “, su esencia es “crear objetos cotidianos, sin sobresaltos”, y es un defensor de las estrategias pedagógicas implementadas en la cátedra, respecto a al énfasis en la realización de prototipos. (Fig. 2).

Sustitución de importaciones en el área de la salud.57 Este caso, nos parece interesante, pues fue desarrollado por ONDO Diseño, cuyo titular Giampiero Bosi, es jefe de trabajos prácticos y participa en una de las empresas mencionadas anteriormente, lo que muestra que las capacidades desarrolladas en el período de convertibilidad, fueron canalizadas en otros sectores industriales cuando en la poscrisis se insinúo una tendencia a la sustitución de importaciones. “La demanda de diseño de este producto surgió como respuesta a una demanda de sustitución de importaciones. (Fig. 3). La empresa que nos lo solicitó surgió originalmente como una empresa orientada a la venta y distribución de elementos de electromedicina para médicos particulares. Su principal fortaleza fue la sólida y personalizada atención al cliente (médico) y el desarrollo del software "más amigable" para que los profesionales de la salud pudieran operar mejor y sacarle más provecho a estos elementos”58. “Una vez fortalecidos en el rubro, vieron que no era imposible fabricar un elemento de estos en el país.” En este contexto, fuimos convocados para desarrollar el producto. “Sabiendo que los principales referentes de asociación y comparación, tanto por parte del cliente y como del usuario, eran productos importados de muy buena calidad, el desafío nuestro era lograr similar percepción de calidad (estética, liviandad, pequeñez, ergonomía, performance) pero con costos de producción lo suficientemente pequeños que hagan

55

ROCA DORDA, J., DEL CAMPO, A., M. E., 2004, “De las ayudas técnicas a la tecnología asistiva”, G.I “Electrónica Industrial y Médica” (EIMED) Universidad. Politécnica de Cartagena (UPCT).Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), http://tecnoneet.org/docs/2004/2-12004.pdf 56

http://www.sillasderuedas.com.ar/ ONDO, Gianpiero Bosi y Eugenio Lerner, ambos diseñadores industriales de la UBA. 58 Entrevista con Gianpiero Bosi, FADU, 2008.Jefe de trabajos Prácticos, nivel V. 57

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rentable la fabricación de lotes de producción pequeños-medianos (500 unidades)”. “Dada la exigencia de pequeñez, liviandad, robustez y precisión requerida, era "imposible" no recurrir a la inyección de plástico. Por lo tanto, la estrategia fue optimizar el diseño de las piezas de modo de que en una única matriz saliera de un sólo "golpe de inyección" (un ciclo) todas las piezas plásticas y no hicieran falta otros elementos para solucionar requerimientos como bisagras, trabas, pulsador y clip del producto”. “….a partir de esta experiencia, ONDO detectó que la fabricación de piezas "pequeñas" y complejas en baja y mediana escala (de 50 a 1000 unidades) podría pensarse como un nicho complicado y desatendido por los proveedores industriales "tradicionales" (inyección de plástico, metalúrgicos, etc.). Y a partir de esto, hemos hecho y hacemos algunas experiencias de vender el servicio de diseño y, luego, fabricar y ser los proveedores de piezas para estos potenciales clientes.”…“ A partir de esa fecha, con esta forma de trabajo, llamada "ONDO fluye productos" hemos fabricado y vendido unas 800 piezas (para otros usos y otros clientes, sobretodo relacionados al transporte y la logística). En general es lo que llamamos "gabinetes a medida", que optimizan imagen, espacio, costos y tiempos de disponibilidad. Cada producto, dependiendo de la complejidad y otros factores, puede llevar un mes de diseño y un mes para producir el primer lote de entre 50 y 200 piezas. Es decir que el cliente puede tener en dos meses un producto de calidad en mano listo para vender en 6-8 semanas. Pensado desde una tecnología tradicional (como inyección de plástico o estampado de chapa) puede llevar no menos de 4 meses e inclusive no llevarse a cabo porque la cantidad de unidades de requerida no amortiza el proceso en su totalidad”59.

El diseño y las nuevas tecnologías: diseño e inclusión social El fenómeno de las comunidades emergentes como respuesta a los fenómenos de exclusión, ha sido estudiado por varios teóricos de las transformaciones sociales en curso. Castells habla de comunidades de resistencia, que enfrentan los efectos de exclusión del paradigma informacional. Estas actividades ponen en marcha una dinámica de la identidad: una identidad de resistencia, cuyas posiciones se encuentran “devaluadas o estigmatizadas por la lógica de la dominación (…) construyendo trincheras de resistencia y supervivencia”; y de una identidad proyecto, “cuando los actores culturales, basándose en los materiales culturales que disponen, construyen una nueva identidad que redefine su posición en la sociedad60. La identidad proyecto construye sujetos 61 y se impone como necesidad cuando la modernidad expone al yo a un proceso reflexivo, que se expresa en la tensión local/global. Castells expone su hipótesis de que las identidades reflexivas se construyen como parte de la identidad comunal. Ezio Manzini, las denomina “comunidades creativas”62 jugando un rol en la exploración de nuevas formas de vida sustentables a partir de nuevas formas de resolución de problemas a las que llama “innovaciones sociales”. Llama “innovaciones sociales “a aquellas que emprenden las personas y comunidades para alcanzar un nuevo resultado, o un resultado conocido abordado de una manera nueva.63.Este tipo de organización comprende una vasta red global posibilitando una nueva economía que consiste sintéticamente, en hacer en gran escala solo los que no puede ser hecho en 59

Entrevista con Gianpiero Bosi, creador de la iniciativa, 2008. CASTELLS, M, en “Nuestro mundo nuestras vidas”, en “El Poder de la Identidad”, vol. II, en La era de la Información, Economía sociedad y cultura, Editorial siglo XXI, Buenos Aires, 1997. Pág. 30. 61 Idem, pág. 32. 62 MANZINI, E., 2005, “La ecología del ambiente artificial como valorización sostenible de los recursos locales”, entrevista a E. MANZINI, en PARIS, O., (director), 30-60, Arquitectura y Medio Ambiente, I, Cuaderno latinoamericano de Arquitectura, Córdoba. 63 MANZINI, E., 2006, Creative communities, collaborative networks and distributed economies. Promising signals for a sustainable development, DIS.Indaco, Politecnico di Milano.Draft. 60

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pequeña escala, una economía distribuida, posibilitada por las nuevas tecnologías, en la cual las actividades complejas están acompañadas por un elevado número de componentes: artefactos y seres humanos. Manzini plantea dos casos de relación entre local global en el aspecto productivo: el primero se refiere a producciones locales para mercados globales; mientras que otro plantea producciones locales para mercados locales. Esta última opción se manifiesta como una vasta red de servicios personalizados, sostenidos por una red de organizaciones, estado y sociedad civil, que podría, para el autor, crear las bases para una nueva forma de industrialización de productos y componentes64. Las comunidades como sujetos de desarrollo, tienen la posibilidad de articularse en redes, compartiendo información en la web. Así surgió una línea de investigación consistente en acompañar a estas organizaciones a establecer sus propias estrategias de comunicación, fortalecimiento de sus propuestas con recursos de diseño y TICs. A través de experiencias de transferencia de diseño en el territorio65, pudimos identificar las contribuciones al desarrollo local, sistematizarlas y generar una metodología. Et alinea permitió sistematizar las contribuciones específicas del diseño al desarrollo local: • • • • • •

A través de mapeos productivos y cartografía social, aporta visibilidad a las redes del territorio, que enlazan los recursos y las oportunidades. Valiéndose de elementos de comunicación facilita los consensos. Como gestor de sistemas visuales, expresando las identidades locales, es agente de institucionalidad. Como sistematizador de las ofertas de productos locales, articulándolas en las dinámicas de la demanda, ayuda a madurar las cadenas de valor. Al otorgar visibilidad a las redes de la innovación, es una gente de comprensión y apropiación del territorio, de su estructura, de sus posibilidades, contribuyendo a formación de capital social. A través de la incorporación de nuevas tecnologías en las prácticas sociales, transforma a las comunidades locales en productores de contenidos, sujetos de la sociedad de información, y agentes de desarrollo66.

4. Conclusiones preliminares Como conclusión proponemos que el diseño es efectivamente apropiado en ambos ámbitos, cuando los aportes de conocimiento se traducen en innovaciones institucionales, modificando también las representaciones de la gestión de diseño al interior de la Universidad. Cuando la Universidad asume plenamente, la responsabilidad de la presencia de investigadores y pasantes en el territorio, cuando forma a sus extensionistas e investigadores para la interacción simbólica con los actores externos, cuando ejerce y observa activamente, sus intercambios como un área estratégica, en una actividad interactiva, cuando el conocimiento entra a la institución y permea las actividades pedagógicas. Elegimos tres escenarios que representan tres sectores diferenciados de la economía, vinculados a sectores industriales, de servicios y actividades culturales, y de la economía social, con aplicación del tipo de pensamiento proyectual que proponemos. Las experiencias de vinculación, generan las condiciones, que ponen en crisis las categorías y representaciones, y crean los contextos pertinentes para que se produzcan, aprendizajes, el diseño en condiciones adversas quiebra los modelos establecidos, se 64

Idem. GALAN, B., 2007 66 Idem. 65

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reconocen las situaciones híbridas, seguidas por procesos de legitimación de prácticas productivas sustentables. Los casos que hemos mostrado son apenas la punta del iceberg de las dinámicas entre la enseñanza del diseño en la Universidad de Buenos Aires y la economía, fenómeno que nos proponemos seguir estudiando, refinando los procedimientos de evaluación de estos impactos. El pensamiento proyectual, se instala entre los condicionamientos de los escenarios, los espacios de las políticas, y las aspiraciones y posibilidades de las comunidades: promueve consensos, contrarresta la fragmentación de las políticas para garantizar que los recursos lleguen en tiempo y forma a las vidas de las personas. El desarrollo local depende de estos tres factores: del diseño de las políticas, de la presencia de agentes animadores de una cultura proyectual en el territorio, y de un sistema de intercambio de información entre ambos componentes claves del desarrollo.

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Acciones reguladoras

Escenarios Prรกcticas Productos Acciones proyectuales

Fig. 1

Fig. 2

Fig. 3

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