Inamovibles sueños

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Inamovibles sueĂąos. Apuntes escogidos de la columna Nos vemos en el Slam.

Mario E. Pineda Quintal. Catarsis Literaria

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Inamovibles sueños. Apuntes escogidos de la columna Nos vemos en el Slam. 1a. Edición 2019. por Catarsis Literaria. Mérida, Yucatán. Cel. 868 3661962. Parte de este libro está basado en las entrevistas realizadas dentro del proyecto Inamovibles sueños: cuando los creadores jóvenes se expresan, viven, que resultara beneficiado de la convocatoria PACMYC 2010. Imagen de Portada: Mario E. Pineda Q. D. R. © Mario Emmanuel Pineda Quintal. D. R. © de la presente edición Catarsis Literaria. Este libro no puede ser reproducido parcial o totalmente sin autorización escrita del titular del copyright. HECHO EN MÉXICO.

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COMENTARIOS C R Í T I C O S.

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Inamovibles sueĂąos. Apuntes escogidos de la columna Nos vemos en el slam.

por: Mario E. Pineda Quintal.

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El proyecto Inamovibles sueños: Cuando los creadores jóvenes se expresan, viven, resultó apoyado con una beca de $40,000.00 pesos, mediante la convocatoria PACMYC 2010. Ya se han cumplido 9 años desde que eso ocurriera. El proyecto permitió realizar entrevistas a más de 40 artistas nacidos o radicados en Mérida, Yucatán en el año 2010. Abarcaron las disciplinas de Danza, Literatura, Música, Teatro, Artes Visuales, así como algunos promotores culturales y activistas. Las entrevistas fueron realizadas en su momento por Ileana Garma-Estrella y Mario E. Pineda Quintal, y fueron analizadas por ellos dos para desarrollar algunos escritos que fueron publicados en la prensa local, en revistas y portales nacionales, así como en revistas electrónicas e impresas del extranjero. En 2011, apenas un año después que México celebrara los 200 años del inicio de su lucha de independencia, la Catarsis Literaria —fundada en el año 2005—, propuso al Programa de Apoyo a las Culturas Populares y Comunitarias (PACMYC) el proyecto denominado “Inamovibles sueños: cuando los creadores jóvenes se expresan, viven”, el cual fue aprobado en el presupuesto del programa 2010, de la Dirección General de Culturas Populares, delegación Yucatán. Contamos con el aval del entonces Director de Cultura del Ayuntamiento de Mérida, el Lic. Roger Metri Duarte, y a la salida de éste del cargo, para ocupar la Secretaría de Cultura, el nuevo director de cultura del ayuntamiento, de la nueva administración ya con otro partido político en el poder, ya no nos recibió para poder seguir apoyando el proyecto con las firmas de los informes que debían entregarse a la Dirección General de Culturas Populares. El proyecto presentaba tres objetivos: 1. Reconocer a los creadores jóvenes de Mérida y presentarlos a la sociedad como ciudadanos más allá del talento y el arte que desarrollan; 2. Establecer un diálogo, que más allá de las entrevistas, permitan al lector de las mismas, situar a los creadores jóvenes de arte, como personas trabajadoras en esta sociedad en que se 11


desenvuelven; 3. Demostrar a la ciudadanía en general que los creadores jóvenes de arte no son solo vagos sin oficio ni beneficio que se creen artistas. Como parte de la metodología para conseguir los objetivos se decidió realizar entrevistas a los artistas de las siguientes disciplinas: Danza, Literatura, Música, Teatro, Artes visuales, Promoción cultural y Activismo, así como realizar investigación de gabinete sobre las mismas disciplinas. El libro que tienes hoy en tus manos reúne parte de esas entrevistas, que en su mayoría aparecieron en la revista delatripa: narrativa y algo más, y que formaron parte de la columna Nos vemos en el slam, del escritor Mario E. Pineda Quintal. Una columna que ha aparecido ininterrumpidamente en todos y cada uno de los números de la citada revista que fuera fundada en el año 2013, y que ya ha cumplido 6 años de permanecer editándose. Adán W. Echeverría García. Director de la Catarsis Literaria.

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ENTREVISTA A TRES ESCRITORES YUCATECOS.

Noviembre 2011.

Al momento de planear el contenido para el proyecto decidimos entrevistar a tres escritores que son ejemplo del sueño inamovible. Nos referimos a Carlos Martín Briceño, Roberto Azcorra y Fernando de la Cruz, quienes nos compartieron sus vivencias en la literura, las decisiones entorno a este arte y sus gustos por el cuento o la poesía. Iniciamos con Carlos Martin Briceño. Él es Narrador yucateco que piensa que el cuento es la forma más sincera de acercar a la gente a la literatura, porque tiene la cualidad de atrapa y acercar a la literatura al que no quiere leer, a diferencia de la poesía que es para espíritus más idealistas o para personas con mayor sensibilidad que el lector común. “Yo recuerdo que prefería que me regalaran libros en navidad a que me trajeran juguetes”, nos comenta al recordar su infancia con las letras y también nos dice que su influencia principal como lector fue su hermano. “Creo que mi hermano era un hombre adelantado para su edad y a su época. El compró a los artistas del Boom, mucho antes de que se pusieran de moda, él me dio a leer a William Faulkner, a Albert Camus, a muchos escritores de moda en el siglo XX, a una edad en la que quizá yo era demasiado joven para leerlos.” 13


Finalmente, Carlos Martin, quien ha sido publicado por la editorial Ficticia, asegura que para ser escritores se necesitan tres cosas. “En primer lugar mucha lectura, un escritor que no lee no va a escribir de nada, porque ya todo está escrito. En segundo lugar, tiene que haber técnica, y la técnica, hoy puedo decirte que se aprende en los talleres, y en tercer lugar, se requiere cierta dosis de talento.” Roberto Azcorra Cámara, cuentista yucateco que también tiene publicación en dicha editorial, estudio ingeniería industrial y desde los 18 años se ha formado como escritor en las filas de la literatura autodidacta. “Recuerdo que mis primeros libros fueron las versiones de Las mil y una noches que sacó Vasconcelos y que mi mamá tenía por ser maestra, y también leía las historietas que publicaban literatura, pudiendo leer otro tipo de historietas.” Al hablar de las actividades culturales de la ciudad, el cuentista dice que los locales no van a las obras de teatro, ni a los conciertos ni a las presentaciones. Es la mezcla con los que vienen de fuera lo que hace posible que haya consumo cultural. “Siempre ves a la misma gente, o son amigos del artista o la gente que sabe que hay un coctel gratis. Pero en el día a día la gente que va a los eventos culturales es muy poca.” Ante esta situación, el autor de “Disparados a la luna”, declara: “Siempre he creído que la labor del escritor es escribir, pero creo que en estos momentos 14


en que los sistemas de comunicación son bastante rápidos, en que los niveles de comunicación son altamente tecnológicos y de punta, creo que sentar a un escritor a escribir únicamente ya está desfasado. Yo creo que tenemos que avanzar, y no es el hecho de motivar como merolicos para que compren los libros, sino que la motivación debe ser una provocación al lector.” Fernando de la Cruz Herrera es un yucateco que escribe poesía porque este género es lo que le sale bien, pero que ha transitado de un estilo, de una manera de escribir poesía, a otro. “Por ejemplo, he transitado del poema breve de corte experimental, sobre todo en mis inicios, al poema que explora temas de forma lírica y ahora he brincado al poema narrativo, y al poema de tono satírico y de tono conversacional”, nos dice. Él asegura que la obligación de un artista es hacer buen arte, y llevarlo hasta donde una puede llegar, pero sin olvidar las lecturas. En cuanto a la postura ideológica que un autor tenga con respecto a la sociedad, el poeta cree que la obligación es simplemente serle fiel a la postura asumida, pero añade que se vale, que cada quien tenga la postura que desee. “El trabajo del artista, en un México como el de hoy, sí incide, aunque él no lo quiera o no se percate de ello. La incidencia del artista tiene que ver con la lectura que se tenga de su obra. El fin inmediato del 15


arte es el impacto a la sociedad, en el caso de los poemas, al ser leídos. Este impacto da o debe dar inicio en el momento histórico para el que fue escrito el poema”. Su meta es es hacer buenos poemas que impacten en la sociedad y que provoquen cambios. “Un cambio en el lector, que aprenda a reírse de las ridiculeces de esta sociedad y que se dé cuenta de que él participa de esas ridiculeces, que se ría de sí mismo y que abra los ojos para que se dé cuenta de que vivimos en la ridiculez y en la comicidad”.

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ENTREVISTA CON ALGUNOS PERSONAJES DE LA DANZA EN YUCATÁN.

Agosto 2012

“Una de las labores pendientes dentro de la historia de la danza escénica mexicana es el análisis de los movimientos que se han sucedido en el país durante el siglo XX”, con estas palabras de la investigadora Dra. Margarita Tortajada Quiroz iniciamos un pequeño análisis de la historia de la danza en Yucatán. Esta entidad del sureste mexicano no escapa de la necesidad de conocer algunos apuntes historiográficos del movimiento dancístico, y para ello, recurrimos a las voces autorizadas de expertos en el tema como Víctor Salas González, Adán Argáez, Fanny Ortiz, Rosalía Loeza y Tatiana Arcila, todos ellos nacidos y radicados en Yucatán. Los involucrados en la danza en Yucatán Para poder entrar en el contexto del ballet clásico y la danza contemporánea en Yucatán, presentamos las palabras del maestro Víctor Salas González, quien fue director de las compañías de danza clásica y contemporánea. El maestro Salas, nacido en 1950, comienza su plática hablandonos de la existencia de los medios de

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comunicación en la Mérida de la mitad del siglo XX, cerca de 1961. “Hace 50 años, en la ciudad de Mérida, solo existían como medios de comunicación la radio y los periódicos. Era una sociedad, la meridana, no conservadora sino bastante limitada en términos del desarrollo cultural y educativo. Todo era muy cuadrado. Se aprendía de manera muy rígida. Ese es el entorno educativo en el que me desarrollo”, comenta el maestro Salas. De Inmediato, nos dice que Fue uno de diez hermanos abandonados por su padre cuando la madre estaba embarazada de mi hermanito menor. Esta separación no le interrumpió el sueño de ser artista. “Lo tuve muy claro desde los cinco años. Para ello estudié con Leticia Rosso, Eduardo Vidiella y, para ser músico, me metí a estudiar con Charito Morcillo. Cuando le dije a mi madre que quería ser pianista, ella respondió que esa era una carrera para mujeres, y me dejó en claro que el piano era caro y no había dinero”, recuerda. Luego quiso ser cantante y aprovechó la transmisión de un programa de radio para aficionados, para ir a cantar en él. “Iba con una terquedad inmensa porque era desafinado. Pero me lo permitían, hasta que me convencí de que mi camino no era el canto”, indica. Sin embargo, en su búsqueda por desarrollar algún tipo de arte logró encontró la danza cuando cursaba el 18


primer año de la secundaria. Unas vecinas y amigas llamadas Mayra Acevedo, Lizbeth Acevedo, Leydi Acevedo, lo invitaron a ensayar y formar parte de un grupo folklórico. “En eso se abre, en el teatro Fantasio, una temporada de teatro regional, y nos invitan a integrarnos al espectáculo. Cuando entro al teatro Fantasio siento algo tan luminoso, tan brillante, tan capturador de mi persona, me ocurre cuando atravieso la puerta de entrada, las puertas que se deslizaban, el olor a creolina, a cigarro, a encierro y humedad; ese mundo de olores se me graba, me impresiona de tal manera que me di cuenta que ese era mi mundo y a él quería pertenecer. Ahí conocí a Petrona, la gran Petrona (cuyo nombre es Ofelia Zapata Carrillo)”, comenta el maestro Salas. Los ensayos y las presentaciones ocurren sin el permiso de su madre. Víctor Salas le decía que iba a la escuela, pero en realidad se encaminaba al teatro y así mantuvo la mentira, hasta que una tía llevó a su madre a una función. “Cuando salimos a hacer el primer número de Opening, en el que cantábamos, y nos bajábamos y paseábamos entre el público; ahí yo con mi pantaloncito, con sombrero, vestidos como brasileños, mi tía le dijo a mi madre que aquel era yo; y mi madre lo negó, porque yo debía estar en la escuela; ella creía que yo no podía engañarla, y no dudada de mí. Pero cuando comencé a quedarme dormido en la escuela, tuve que aceptar que yo estaba trabajando por las tardes 19


y noches, porque el director preguntó por mi comportamiento enfrente a mi madre. Y tuve que aceptarlo. Mi madre me dijo: ‘En esta casa tienes comida porque estudias, pero si no estudias no comes’. Y yo le dije: ‘Y qué pasa si yo te doy el dinero de mi comida’; ya que yo ganaba 30 pesos de aquel entonces; era un mundo de dinero si consideramos que las cosas costaban centavos”, cuenta el maestro. A pesar del ofrecimiento del dinero, su madre le pidió que siguiera estudiando, curse una carrera corta y se titule, pero fue más la pasión por el arte. “Yo le daba la mitad de mi sueldo; eso la tranquilizaba, pero me siguió pidiendo que yo estudiara, cosa en que no pude complacerla porque yo tenía pasión por el teatro y no para el estudio.” La carrera dancística de Salas continuó con el maestro Alfredo Cortés, quien lo invitó a formar parte de una función de danza en Bellas Artes y le comenzó a dar clases. “Luego me dijo que nos íbamos a la Ciudad de México a un curso de folklor, pero en realidad nos fuimos a un curso de ballet. De nuevo tengo que decirle a mi mamá que me gusta el ballet, y que me iba a ir a vivir a la Ciudad de México para estudiarlo. Mi madre se enojó y dijo que si eso quería entonces que me quitara el apellido: ‘Si vas a ser bailarín, te quitas el apellido y te olvidas de nosotros’. Fue algo muy duro, porque ella era todo para mí, para nosotros, porque no

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teníamos padre. Y a los 16 años me salgo de la casa, yendo hacia mis sueños”. Duraten 10 años vivió y trabajó en el Distrito Federal, el maestro asegura que nunca vivió problemas económicos y no le faltó comida. Nos presume que llegó a tener 200 mil pesos ahorrados y que aun conserva su primera tarjeta de banco. “Luego mi madre se fue a Los Ángeles, y yo me quedé en México. Sus enseñanzas me saltaron encima, porque a veces me encuentro repitiendo las cosas que ella me enseñó. Ella construyó el edificio que soy. Ella, quien solo llegó hasta sexto año de primaria, es mi gran amor. Aunque le costara mucho trabajo decirles a sus amigas que yo era bailarín, porque ser bailarín para un hombre es ser maricón; pero yo no era maricón, jamás lo he sido. Esa fue la parte más oscura en el inicio de mi carrera, que mi madre lo entendiera; creo que no me afectó, sino que me hizo fuerte, resistente. La disciplina que impongo es gracias a esa forma fuerte en que me educaron”. Salas nos cuenta que tuvo maestras que lo golpearon gritaron y hasta le mentaron la madre, pero ni una de estas agresiones le hicieron daño, para el solo fueron palabras. Lo que sí nunca va a tolerar es que le digan mentiroso, porque eso es el peor insulto que pueden hacerle. “La disciplina y el orden que tengo son gracias a esa educación. Me construyeron como una gran fortaleza, para saber recibir los golpes de la vida con

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naturalidad; pero también se devolver los golpes. En esta ciudad de Mérida me han dado muchos golpes. Todo lo que me han impedido la gente que administra la cultura, porque si algo he tenido en Mérida son impedimentos. Fue con Renán Guillermo que me dieron la oportunidad verdadera de tener la Compañía”. Salas nos cuenta que Yucatán, desde aquel jueves 6 de enero de 1542, durante el siglo XVII y hasta el 2011 (año en que se hizo esta entrevista) ha tenido grandes tradiciones en literatura, teatro, música y danza, pero siente que aún no se tiene un boom en todas las artes como debe de ser; piensa que las disciplinas no se han desarrollado como deberían. “La danza, como todas las demás artes, siempre tiene periodos de apoyo y periodos en que se le quita. Tuvimos un buen momento de arranque con Nina Shestakova en 1936; una maestra que viene de la escuela rusa, la escuela imperial. A Nina es a la primera a la que le sucede una traición por parte de los encargados de la cultura del estado de Yucatán. Comienza a dar clases en Mérida y cuando en 1942 se plantea la fundación de la Escuela de Ballet de Bellas Artes, al abrirse el área de danza clásica, ella le propone a Alfredo Tamayo Marín, quien fuera director de Bellas Artes, que no era conveniente abrir la escuela de ballet porque no había la madurez todavía en las alumnas; Nina pensaba que tenía que esperarse un poco más. Pero no le hicieron caso y le dieron la escuela a la hija de un personaje de Yucatán. Cuando 22


Nina Shestakova se dio cuenta de esto, se fue de Yucatán regresando al D.F. (hoy Ciudad de México). Y es entendible porque si uno no tiene la suficiente madurez, el arte, la técnica, si no tiene el reposo que requiere; la técnica que es un universo de secretos, no se desarrolla; y si la agarras con seis años apenas de conocimientos (de 1936 a 1942), a dónde vas a ir con ese pobre conocimiento. Entonces la escuela de danza clásica de Bellas Artes empieza con bailecitos, funcioncitas y no pasa nada más.” El segundo momento importante para la danza en Yucatán fue en 1959, cuando Socorro Cerón agarra la escuela de ballet. El maestro nos cuenta que cuando Juan Duch Collel asume la dirección de Bellas Artes, tras ser embajador de México en Rusia, le pide a Socorro hacer todo al estilo de la escuela rusa, obras grandes con bailes completos, orquesta integrada, con todos los alumnos de bellas artes. Pero Socorro sufre otra traición, la corren de Bellas Artes en 1962, y esto provoca otra caída de la danza clásica en Yucatán. “Socorro tenía como alumno a Alfredo Cortés, un hombre con una figura muy hermosa, que estudia en México, y trabaja con el ballet clásico de México; Alfredo cuenta con una visión muy hermosa y diferente de la danza, y regresa a Mérida a trabajar en Bellas Artes, esto le da otro momento álgido a la danza clásica de Yucatán. Yo entro a trabajar con él pero entonces nos toca la mala suerte, llega el gobierno de Luis Echeverría cuando María Esther Zuno (aquella que nunca quiso ser llamada primera dama sino 23


compañera del presidente), comenzaba a hacer los grupos folklóricos de la república mexicana, y entonces responsabilizan del ballet folklórico de Yucatán a Alfredo Cortés, y el ballet clásico pierde a un exquisito elemento. Ponen a Cortés en folklor y el ballet tiene otra caída. Hay que ser honestos, en aquella época la gente que no había salido de Mérida no tenía capacidad de enseñar el verdadero ballet”. El maestro asegura que en el tema de la danza o el ballet los meridanos han sido cerrados y no han querido salir a tomar un curso, ver un ballet o ir a la ópera. “Hay que traerles todo; pero traerlo no es lo mismo que ir a verlo en otro estado, en otro lugar. El arte es una experiencia viva, un asunto de encuentros. Para que tengas un criterio estético, para que tengas una idea de cómo vive un bailarín, y cuál es su realidad. Ni en el pasado ni en el presente, no han salido ni salen, ni aun ahora, en este año 2011, menos en aquellos años que comento”. Asegura que los que saben del tema es porque han sido alumnos de maestros que vienen al estado a explicaciones, actualizaciones y superación. “Palabras que me indignan. Yo no permito que alguien venga y me actualice, ni que me enseñe nada porque me están dando a conocer mi nivel de ignorancia, la cantidad de ignorancia me ofende como profesional.”

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Cuando Víctor regresar a Mérida, Alfredo le propone trabajar con él y formar el ballet clásico de Mérida, pero al ser un proyecto difícil de realizar en Bellas Artes la idea no toma fuerza, y decide llevar la idea a la Universidad Autónoma de Yucatán. Junto con Carmita Cerón hablamos con Albero Rosado G Cantón, rector de la cada de estudios en esa época, y le preponen hacer el Ballet de Cámara de la Universidad. “Alberto nos comenta honestamente y con sinceridad de sus presupuestos limitados, y que no hay dinero para apoyarnos. Pero decide apoyarnos institucional y moralmente. Nos ofrece contar con el nombre de la universidad, y el apoyo del Departamento de Extensión Cultural que en ese entonces estaba a cargo de Renán Irigoyen y Fernando Marrufo; nos ofrece el teatro, boletos, programas de mano, el nombre del ballet, pero esto coincide con la muerte de ‘El Charras’”. El ballet se había estrenado en enero de 1974 y el 14 de febrero es asesinado dicho personaje que llevaba por nombre Efraín Calderón Lara, quien se desempeñaba como líder estudiantil de Yucatán. Se tenía pensado un proyecto que involucrará temporadas permanentes a partir del mes de febrero pero el el asesinato limita los presupuestos de la Universidad y esto provoca que el proyecto se desintegra y que el maestro se regrese a México a trabajar. “Estos han sido los altibajos en la danza que puedo comentar. Todo lo anterior ha impedido un desarrollo real de las artes en general. Ocurren cosas similares con 25


la música sinfónica, la cual empieza un movimiento en el siglo XVIII con Jacinto Cuevas, se interrumpe, se vuelve a empezar con Daniel Ayala, se interrumpe, lo retoman ahora, y esperemos que se continúe. Por ello creo que estamos regresando a vivir el siglo XVIII de las artes en Yucatán; ese siglo hubo teatro costumbrista, teatro formal, poética, música, se hacen los primeros intentos de la trova, y ahora en el siglo XXI, estamos retomando orquestas de cámara, sinfónica; no es un boom sino un reinicio y los altibajos impiden el desarrollo real.” Para el maestro Salas, los yucatecos tienen un problema. No saber valorar a los artistas, pesa mucho el tratar de reconocer alguien por destacar en alguna de las expresiones. “Todo porque los yucatecos no sabemos valorar a nuestros artistas; por ejemplo, en literatura Carlos Martín Briceño me parece un gran escritor yucateco. Pero los yucatecos no tenemos los huevos suficientes para decirle a la gente, qué chingón eres. Me choca la idea de seguir hablando tradicionalmente del arte, porque viene la equivocación de las autoridades culturales, y lo que somos en realidad no nos lo reconocen. Nos pesa decir que alguien es bueno. Y sin embargo decir que alguien es bueno en lo que hace, en su disciplina, es una forma de retroalimentarnos. Para poder crecer uno tiene que reconocer a los demás. Así como los escritores no se leen, sino que se deben vigilar, los escritores y todos los artistas. Pasa lo mismo con los artistas dedicados a la danza. Es 26


necesario asistir a todos los espectáculos de danza, a todos o a los que puedan. Pensar como Octavio Paz que lo aglutina todo, trata todos los temas. Paz habló hasta de la danza en México y el mundo, con esa visión con que uno puede mirar dentro de las artes. Si te dedicas al arte, debes de saber de pintores, de escritores, de nuestro México como del mundo. Tener conciencia que las becas que ahora ofrece Conaculta surgen por iniciativa de Víctor Flores Olea y Octavio Paz, y esa actitud es la que nos hace falta en Yucatán.” Siguiendo con sus respuestas nos comenta que el artista no tiene un lugar en la sociedad, ni dentro de la cultura, ni dentro de las instituciones, debido a un problema es fundamentalmente político. “Soy enemigo de emplear cultura por arte; mi discurso va en términos del arte, me choca hablar de cultura porque la cultura es lo cotidiano y el arte es excepcional. Políticamente ni los encargados de cultura que fueron artistas han tenido la visión suficiente para darle el rango al artista dentro de la sociedad. Los propios directores de cultura han hecho uso de los artistas como si fuéramos campesinos. Antes al campesino le daban atole con el dedo, ahora a los artistas les dan ese atole. Vas a pedir cualquier cosa a los administradores de cultura, y nos tratan como campesinos; nos dan migajas. La falta de la valoración de proyectos artísticos por parte de las autoridades ha impedido que los creadores se desarrollen, tal parece, nos indica, que se necesita de membrecías para acceder a los apoyos. 27


“Si tú no estás enfrente de la sociedad, si la sociedad no ve tu trabajo ¿existes?, ¿te pueden reconocer? Mis propios bailarines (de la Compañía), quieren su basificación dentro del Instituto de Cultura (ahora Sedeculta), como profesionales de la cultura; pero si ni el propio director del Instituto los conoce. El artista existe cuando le es útil a la sociedad, cuando te usan. Roldán Peniche Barrera tiene una presencia porque es útil al grupo que representa, por todas las cosas bonitas que dice de la literatura o de sus amigos del café, lo que comenta de la orquesta sinfónica; porque es útil, porque les es útil lo reconocen, si no tuviera ese servicio no se le reconocería en la sociedad”. Para el existe una negación en aceptar realidades y siente que si no hay una revolución no se podrá ir a ningún lado. “Las revoluciones son de izquierda mientras que las lentas evoluciones van con la derecha. El arte tiene que ser gratuito, no puede pensarse en cobrar por los espectáculos de arte. No podemos pensar que el gobierno nos brinda su dinero cuando el dinero que manejan no es de ellos sino de todos nosotros, tuyo y mío; es el gobierno el que debe pagar por mi trabajo. Pero no somos revolucionarios, no sabemos ser exigentes. Demanda por justicia a ver si un amigo te acompaña. Tienen miedo de perder al amigo, la beca; nadie tiene los huevos para decir ‘Me vale madre que no coma mañana, esto o aquello no lo voy a permitir’.

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Como ejemplo, el maestro nos relta un encuentro de Fidel Castro con los bailarines Alicia Alonso y Fernando Alonso. “Toca la puerta y pregunta si lo pueden recibir, cuando ellos ven que es Fidel, abren y a la orilla de la cama reciben al revolucionario. Castro le pregunta a Alicia ¿cuánto se necesita para hacer una compañía de danza?, y luego le da hasta el doble de lo que le pidieron. Sólo el hombre revolucionario sabe la virtud social del arte, el beneficio social que trae consigo. Si sabes los ‘porqués’, entonces te sientes satisfecho como artista, pero tienes que desear eso para la sociedad porque así la sociedad no estaría ociosa, no estaría con esa visión trágica de la vida, no tendría miedo del futuro, aprendería a resolverlo, a gozar las cosas hasta el último detalle, y eso es vivir. Yo fui muy terco cuando regresé a Yucatán, quiero recorrer los 106 municipios con la compañía de danza, pero hasta este 2011 apenas llevaba 42 municipios; sin embargo, ese es mi proyecto, llevarles el ballet clásico, la danza clásica, la danza contemporánea. Porque la gente del campo goza los espectáculos de una manera diferente que la gente de la ciudad, con una entrega devota, fervorosa, pero hay que llevarles cosas buenas, llevarles el mejor elenco.” Para el maestro no ha habido autoridad que haga el movimiento de masas para el arte, el cual solo se lograría con espectáculos gratuitos. Asegura que, si el fuera director del Instituto de Cultura de Yucatán, todo mundo tendría sueldos profesionales, nadie a menos de 29


14 mil pesos mensuales, otorgaría un sueldo con el que se alcanza a vivir con cierta tranquilidad, se contaríamos con grupos numerosos, capacitados y profesionales. “Un individuo en política cuesta el doble o cuatro veces más. A las autoridades no les gusta molestar a los políticos. El artista que es la razón única de que existan los Institutos de Cultura no tienen basificación, ni prestaciones, ni nada; pero la secretaria, el chofer, el asistente de director tiene vivienda asegurada, seguro medico, prestaciones y el artista no; y sin embargo somos la razón de ser de los institutos. Y como la sociedad no reconoce a los artistas, no hay público, ni oportunidades, ni respeto. Si a mí me beneficia el arte tengo que impulsarlo, recomendarlo. Querer que los demás tengan lo que yo tuve o algo mejor. Cualquiera puede ser bailarín, pero el personaje supremo es el artista, de cada disciplina. Un artista tiene que ser un fenómeno de conmoción. El arte tiene que deslumbrar. Para mí no importa si un director sabe dirigir a la orquesta sinfónica (como Lomónaco) si no conmueve. Estamos acostumbrados a regalar los calificativos con nuestra crítica, porque no apreciamos, y porque no queremos quedar mal. Yo creo que alguien tiene que poner en orden las cosas. El arte tendrá un correctivo con una persona revolucionaria, alguien que sea capaz de salir adelante. Si tu quieres ser artista no lo pienses, hazlo, selo. Pero toma la postura del artista, la postura excepcional; tienes que ser presumido, egótico, sentirte mucho, saber que naciste para no ser un ‘todo-mundo’.

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Lo diré como me lo decía mi madre: ‘Ni el más importante ni el primero, se siempre el único’.” Otro artistas de los que nos platicó acerca de la danza en Yucatán y su desarrollo en la disciplina fue el maestro Adán Argáez González, nacido en Izamal, Yucatán en 1976. Pertenece a la Compañía de Danza Contemporánea de Yucatán. Igual se desarrolla en Folklor. “Con la danza puedes expresar todo lo que sientes con movimientos. Mi formación fue folklórica principalmente. 17 años de folklor. Carlos Acereto, Lupita Pérez Monje (Ballet Folklórico de Yucatán). En contemporánea con Nicolás Flores, Tatiana Zugazagoitia Héctor Fernández, Víctor Torres. Llevo en danza contemporánea 7 años. Llevo bailando más de la mitad de mi vida, casi toda. He viajado a EEUU, Houston, Carolina del Norte, Asheville, y por la república mexicana. El único obstáculo he sido yo para conseguir mis metas; tengo muchos logros, y estoy satisfecho con lo que he logrado hasta ahora”, comenta quien pertenece a la Compañía de Danza Contemporánea de Yucatán. Al relatarnos como fue su acercamiento a la danza, nos dice que al principio su papá no estaba de acuerdo, fue el primero en decirle no pero cambió de opinión cuando vio su formación. “El artista es una parte muy importante dentro de la sociedad. Es un trabajo y a esto nos dedicamos. Es una manera de vivir y de mostrar por lo que estamos

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pasando o lo que estamos sintiendo. La situación compleja de nuestra vida o nuestros sueños, nuestros pensamientos todos, ahí salen, se muestran en los movimientos, es liberador. Contrario a la danza folklórica, en la danza contemporánea es fácil hablar de cómo te va en el día a día, para decir lo que estás pasando, y con ese objetivo de decir aquí estamos, vivos. En los años que estoy en la compañía estamos enfocados en lo que está pasando para decirlo con movimiento, flotando con música con la interpretación, fundiéndonos”. Adán nos cuenta que es una gran pena que en Yucatán la danza contemporánea no sea del todo apreciada como debería serlo, como lo es en otros lugares. Asegura que su compañía tiene 25 años de formación y no ha recibido suficiente apoyo. “Por el tipo de movimiento, por el tipo de música, por el tipo de temas que manejamos, es muy lento el proceso de aceptación. Creo que al tipo de difusión hace falta; eso puede ser, aunque nos hacen promoción; hace falta más, y además hace muchísima falta que haya intermediarios entre el artista y el público. Esas personas que sirvan como enlaces entre el artista y la sociedad, entre el artista y las instituciones. Yo quisiera invitarlos a que se avienten y se atrevan a una disciplina nueva, a probar nuevas cosas siempre, a bailar, danzar y participar de ello si les gusta, y de ahí partir, si les gusta continuar con su carrera”.

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Adán Argáez, contrajo matrimonio con Francisco Cárdenas y se convirtieron en la cuarta pareja del mismo sexo en contraer matrimonio en Yucatán. La bailarina contemporánea Fany Ortiz Estrella, nacida en 1969, también nos aceptó una entrevista y nos destacó que la danza la escogió cuando busca de un camino que no encontraba en su adolescencia. “La danza me atrajo. He tenido la suerte de tener una de las cosas más hermosas de mi vida, porque me gusta la danza contemporánea; y ahora pienso en retrospectiva que no me equivoqué. Es exactamente lo que quería. Con lo que hago, que es bailar, sentir la música, interpretarla me identifico, por mi carácter y mi forma de ser, mi propia búsqueda. Cuando bailo lo encuentro, se que encontré mi verdadero camino. He tenido maestros maravillosos”. Recuerda su tiempo en la compañía de danza del Instituto de Cultura de Yucatán desde 1992 y en la escuela de Bellas Artes, tema que le recuerda hablar de la maestra Graciela Torres, quien les traía a los mejores maestros que eran muy bondadosos y entregados para enseñar. “Nos hemos formado en clásico, con teóricos, con prácticos, porque el ballet contemporáneo está abierto a todo. Me considero capaz de alcanzar retos personales, y estoy en constante cambio, eso lo sé. Porque esto (mi carrera, el baile) no termina hasta que termina.

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Al detallarnos su carrera en la danza, nos presume que ha bailado en todos los teatros de los 106 municipios de Yucatán y también ha tenido presentaciones internacionales en Costa Rica, Belice, y en Carolina del Norte, Estados Unidos. Además nos comenta que ha trabajado con grupos independientes, siempre poniendo en nombre al estado de Yucatán. “Considero que los obstáculos se los pone uno. Si no hubiera obstáculos no habría metas. Los obstáculos son necesarios, nos impulsan para salir adelante. He tenido igual becas personales para irme a estudiar a Cuba y a Nueva York. Mi familia ha crecido conmigo en esta carrera de danza contemporánea, que en Yucatán es más joven que la danza clásica; porque Bellas Artes ya tiene 100 años de fundada en el estado; pero la danza contemporánea ha ido creciendo a pasos agigantados”. En la entrevista agradece que su familia haya sido un detonador importante en su formación y en mi carrera, pero reitera que tuvo que educarla en lo que a ella le gusta. “Porque educas sólo a tu entorno social; para ellos al principio sería algo parecido a un hobby, pero fueron entendiendo y creyendo, conmigo que esto era una cerrara, es mi carrera. Se fueron educando en la danza contemporánea, al mirar mis logros y mi empeño. Mis metas como artista que lo que sigue; seguir bailando de una manera más antropológica, consciente de las esencias que me inspiran para alcanzar las metas de cada proyecto; uno se va trazando los objetivos uno a 34


uno. Soy maestra, además, estudié la licenciatura en pedagogía, y forjándome como maestra he podido seguir bailando de una manera inteligente, incluso didáctica. Lucho por ser mejor maestra en el Centro Estatal de Bellas Artes. Para ella el papel del artista dentro de la sociedad ha ido cambiando, porque percibe más apertura y disponibilidad de parte del público; a esto se le suma que los padres se preocupan para que sus hijos estudien algo de arte a la par de lo académico. “La Secretaría de Educación Pública está haciendo que se note y perciba esa apertura; se han dado cuenta de que el arte humaniza, crea mejores personas, sensibiliza; que el arte es necesario y fundamental, y es nuestro deber como artista hacer esa labor para que la sociedad lo reconozca; por nosotros mismos, por las futraras generaciones, evitar la violencia. No hay mejor forma de hacer la paz que haciendo arte. Los artistas a veces participamos en marchas por la paz porque no estamos exentos de que algo nos pueda ocurrir; a cualquiera nos puede pasar algo y tenemos la obligación de incidir en los que nos rodean, de poner lo propio”. Fanny explica que los artistas también participan en propiciar la paz cuando invitan a la gente que vaya a los teatros o aprecien el arte, cuando difundes tu propio arte. Asegura que se ha hecho labor para que los yucatecos aprecien la danza, en esto menciona

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nombres como Socorro Cerón y Graciela Torres, quienes a través de festivales abrieron el camino para las futuras generaciones. “En Yucatán hay mucho talento, cada vez veo mejores generaciones, chavos con mucha creatividad. A nosotros nos toco otra época, ahora hay más difusión; antes volanteábamos de persona a persona, ahora hay internet y redes sociales. Es importante ser Gestores o Promotores culturales y que no solo se trate de ser bailarín; es necesario que se generen enlaces entre artistas y la sociedad. El artista es un ser social y participativo. Porque no te puedes quedar en una sola tarea. Cada vez debe haber más bailarines, más promotores culturales, para hacer una mejor sociedad, y todos tener un bien común. Ojalá que los jóvenes se acerquen al arte, que no pierdan el tiempo; el tiempo es un factor determinante. La maestra es firme en decir que el arte la sigue transformando y es esencial para su vida, porque, agrega, el arte te hace encontrarte y saber quién eres. Ana Rosalía Loeza Lara, nacida en 1974 no cuenta que llegó a la danza contemporánea por suerte. “Mi hermano me vino a inscribir, y cuando fuimos era lo único que había; no sabía qué era ni de qué se trataba, pero me quedé ahí porque me gustó o porque era lo único que podía tomar, y es que no podía entrar a danza clásica porque ya estaba grande. Sabía que la danza contemporánea no era lo que más me gustaba, pero las otras disciplinas no me gustaban. A

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los doce años entré, se estaba abriendo apenas, tenía un año de fundarse; yo entré en el 1988, soy de la primera generación de danza contemporánea”. Ella siente que su vida se ha hecho a partir de la danza contemporánea. Además del gusto fue agarrando profesionalismo y se convertío en maestra, coreógrafa, bailarina y en responsable de dirección de escena. “Mis primeros maestros fueron Rossana Filomarino, Javier Romero; y como estaba empezando le metieron mucho apoyo. He tomado clases con los mejores maestros del país y muchos, y esto lo recalco, tengo la suerte de tener muchos maestros, muy buenos, a los que les aprendí muchas cosas”. Lamenta que el país esté detenido en cuestión de la danza contemporánea, porque es una expresión donde se da un rompimiento en el tiempo constante, lo defien como la vida cotidiana llevada a escena. “Nunca es una historia definida, no se trata de un cuento ya establecido en la tradición como lo es el ballet, la ópera, por ejemplo. La danza contemporánea es diferente, se puede sacar una coreografía de cualquier cosa”. Al hablarnos de su carrera recuerda que ha tenido presencia en muchos lados, asegura que de México solo le falta conocer pocos estados. “Los viajes para las representaciones de danza te enriquecen mucho; por conocer esos lugares, a ese público, a sus instituciones, te hacen crecer como persona y como bailarina”. 37


Ana Rosalía ha estado en Costa Rica, San Diego, California, también en un curso en Nueva York. Para ella los principales lugares y festivales de la danza contemporánea a nivel nacional son el San Luis Potosí, Monterrey, Tabasco y en la sala Miguel Covarrubias de la Ciudad de México. “Nada me emociona de más, sino el justo medio. Todo ha sido tranquilo. Como artista tengo como diez coreografías; he hecho piezas con la compañía. Y en la escuela cada fin de año pongo una coreografía; tengo un repertorio de como 15 coreografías montadas. He estado encontrándome al realizarlas, al montarlas, al crear cada una de ellas. Cada coreógrafo tiene un estilo muy marcado que le es muy difícil romper. Yo casi siempre me voy hacia lo mismo, me gusta mucho lo misterioso, lo que hay detrás de cada persona, los fantasmas, lo oscuro; pero no lo plasmo en las escenas, me lo imagino, busco esas sensaciones al bailar; yo lo siento y se lo digo a los alumnos, y entonces queda una pieza de libre interpretación para el espectador”. A nivel personal, nos comenta que la danza es muy difícil desde el punto de vista físico; a veces ya no quieres moverte, para esto trabaja cinco horas diarias en la compañía, y cinco horas en la tarde da clase. Además, investiga, escribe y practica en casa. “Tengo tres hijos, y ellos pueden ser un obstáculo para cualquier persona, menos para mí; y es que aunque me tengo que dividir como mamá, siempre busco tiempo para organizarme; la falta de tiempo me desmotiva un poco; esa falta de tiempo (es cuando 38


valoras cada segundo del día, cada segundo que tienes para lo tuyo), y porque me cuesta mucho trabajo lo disfruto más. Hemos hecho de la danza un arte de nuestra vida, no es que no sepa hacer otra cosa, es que no quiero hacer otra cosa. Mis padres percibieron que no iba a querer hacer otra cosa más que bailar, así que no me insistieron mucho en que la deje, sino todo lo contrario. Ahora que ya estoy grande, creo que pude haber estudiado otra carrera”. Con una trayectoria de 22 años bailando, asegura que. Se ha divertido muchísimo y no se imagina en una oficina sentada. “Me acuesto y mi cuerpo sube y baja haciendo figuritas, así que se que no podría quedarme sentada. Me hubiera gustado que mis padres me machacaran un poco para estudiar otra cosa, pero percibieron que no quería hacer otra cosa y me dejaron ser, siempre habré de agradecérselos. Solo tengo la preparatoria concluida, y cuando la Compañía pasó sus ensayos a la mañana, y me dijeron que si quería continuar tendría que dejar de estudiar, porque nos íbamos a ir de giras, y entonces lo decidí. Esta es mi casa, la compañía es mi casa, acá vivo acá me paso todos los días”. Para ella la danza contemporánea es un rompimiento constante, nos explica que la entiende como cuando uno siente que su cuerpo se está mecanizando y buscas una nueva forma de conectarlo para que no pierdas las sensaciones.

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“Es difícil mantener eso como bailarín, La técnica hace que tu cuerpo se haga mecánico. Y por eso se intenta que el cuerpo mantenga su originalidad, buscando como romper siempre lo mecanizado. O eres técnico o eres orgánico. Y no debes perder la organicidad ni la naturalidad del cuerpo”. Como creadora asegura que los artistas son muy importantes en la sociedad, porque mantienen al ser humano conectado con su propio yo. “Pienso que somos como maestros creativos, porque tocamos a la juventud; los chavos están absorbiendo de nosotros. Por eso es que el ideal de ‘Conéctate con tu cuerpo y Mantente en contacto con la Naturaleza’, es algo que buscamos recordar y enseñar, para que no pierdas de vista nada de lo que está sucediendo a tu alrededor, porque todo te puede servir, cada emoción; todo lo vas a meter a tu cuerpo y te va a enseñar cosas que tienes adentro, tu cuerpo va a enseñarte por medio de su movimiento”. A Ana Rosalía que los bailarines estén muy abandonados con un sueldo de dos mil pesos quincenales. “Nos mantenemos con nuestras ilusiones, que nos queda. ¡Quién se mantiene con dos mil pesos quincenales! Y sin embargo te sientes a gusto porque no pierdes al ser humano que llevas adentro, y lo que soy es lo importante para mí, mi vida y los míos. Pero aún así te sientes mal porque no tienes poder adquisitivo, y entonces tienes que hacer muchas cosas,

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además de bailar y enseñar, para vivir mejor. Lo que te mantiene a flote es la parte artística. Estar dale y dale, siempre y a cada rato, todos los días, porque no tenemos unas zapatillas que necesitamos. O porque no hay apoyos para que vengan más maestros a darnos cursos. Los espacios donde termina una puesta, y empieza la otra son vitales para luchar por conseguir lo que necesitamos. Esos momentos de calma, no hay apoyo, lo sabemos, y tenemos que prepararnos para ello. Nuestro cuerpo no detiene su crecimiento, nos hacemos grandes, y bailaremos hasta que podamos”. Al preguntarle su visión generar acerca de la danza contemporánea en Mérida, nos narra que ha evolucionado y esto se comprueba cuando solo había la Compañía Estatal y ahora hay más espacios donde poder ampliar las metas. “Hay varias compañías como la de Vania Durán, o la de Lourdes Luna, Betsabé Castillo, Lourdes Magallanes, Lupe Sales; cada quien con su nivel y características Hay movimiento danzario en Mérida, eso se agradece. La cuestión del público siempre ha sido muy difícil. En los 22 años que tengo como bailarina hay un fenómeno. Si se pone danza clásica el teatro revienta, si pones danza contemporánea van 200 o 300 personas. Pero no hemos encontrado la forma de transmitirle a la gente, al público general, lo que sucede con la danza contemporánea, esa conexión con el ser humano. No hemos podido enseñarle a la gente para qué te sirve la danza contemporánea; no hemos buscado la fórmula para contar una historia a la gente, 41


para que sientan esa emoción, para que se emocionen con ella. Falta una educación para gozar y apreciar el cuerpo humano danzando. Y sin embargo hay que reconocer que ha mejorado muchísimo, tanto en cuestión de bailarines como en público. Respecto a la violencia social que permea nuestro México, puedo contarte que hemos tratado durante tres años consecutivos el tema de la guerra contra el narco, y cómo recuperar la no violencia, pero no todos trabajamos desde ese enfoque. Yo no quiero trabajar sobre esos temas. Creo que la gente no quiere ver lo mismo que ve en la tele en el teatro; yo quiero que se relajen, quiero que sueñen, quiero otra cosa. Mi meta es encontrar cómo voy a devolver todo lo que he aprendido en la danza, cómo lo voy a compartir, a quién o quiénes se los voy a dejar. Siento que tengo la obligación, o más buen la necesidad de devolver lo que me han dado. Cuando logro enseñar algo, me encanta, me alegra. Quiero ser buen maestro. Ya cubrí todas mis metas, mi meta es encontrar una meta nueva; eso es lo que estoy trabajando. Ya tengo que salir de la compañía y ubicarme en un área que me sirva y que les sirva a los demás”. Para cerrar el texto, presentamos la plática con Tatiana Arcila, nacida en 1982 y desde los cuatro años ya estaba en el ballet. “Mi mamá bailó ballet y siempre quiso que yo fuera bailarina. El ballet en sus inicios se toma como un hobby; a mí no me gustaba, pero me llevaban. Como al segundo año me comenzó a gustar, y sin embargo 42


siguió siendo un hobby, nunca me vi del tipo de chica que quisiera hacer una carrera de ello, una carrera de bailarina de ballet. A esa edad te entretienes, ves qué se puede jugar con lo que aprendes, pero empiezas a notar que puedes experimentar cosas con tu cuerpo; y el cómo tu cuerpo se hace uno con la música”. Al hablar de su trayectoria nos dice que empezó en la academia de la Miriam Casola, luego pasó a la academia Bertha de la Peña, donde sus maestras fueron Maripaz Duarte y Mariela Romero. A los quince años ya quería un título, y por eso se cambió de academia para estudiar en una donde se pudiera graduar. “Así fue como llegué con el maestro Víctor Salas, he estado con él en la academia, la escuela, y la compañía; él tenía la Compañía Provincial de Ballet, y me di cuenta que era otro mundo completamente diferente a lo que yo conocía; un mundo donde había una disciplina muy fuerte, muy rígida. A muchas personas no les parecían sus métodos; te ponía encendedores debajo de las piernas para que no las bajes. Al ser una Compañía, bailabas cada mes y para bailar cada mes, había que ensayar muchas horas diarias. La persona que más me ha dejado en la vida, emocionalmente, y en la danza, es el maestro Víctor Salas. Todo lo que he aprendido lo he aprendido con él. Yo entro a la escuela, y al ver a las demás, me di cuenta que yo era malísima; no pensaba que fuera a lograrlo nunca, todas me parecían mejores que yo; pero ahí estaba y decidí que tenía que lograrlo. A los dos meses, Víctor me preguntó si podía entrar a la 43


Compañía para bailar ‘El Cascanueces’, porque necesitaba gente. Muchos me dijeron que no aceptara, que él era muy malo, que me iría mal, muy mal, intentaban no solo disuadirme, querían asustarme; pero me valió todo lo que me advirtieron, porque entrar a la Compañía y bailar era lo que quería, y acepté”. Recuerda que en sus primeras funciones se presentó como Cuerpo de Baile, era la de atrás de las de atrás, pero el hecho de estar en un escenario con la Compañía y fue para ell lo máximo, un sueño en aquel momento. “Era yo ya una profesional, y se necesitaba compromiso, y lo tuve. Empecé a conocer los ballets clásicos, y no las adaptaciones de las academias; mi formación era muy amplia, era realmente el mundo del ballet, que es igual acá y en China. Yo quise saber más de ello. Empecé a bailar en todos los ballets que podía, y siempre de cuerpo de baile, claro”. Un día que no olvidará es cuando estaba mirando un ensayo, porque le gustaba ver lo que todos los demás hacían con tal de aprender más, y en eso, una chica, que era parte de los cuatro son personas principales, se lastima. Esto signficó una oportunidad. “El maestro Salas preguntó si alguna de nosotras, las de Cuerpo de Baile, sabía la parte de la chica que se lastimó, y yo levanté la mano. Víctor Salas entonces me dio la oportunidad. No salió perfecto, pero fue mejor de lo que los demás esperaban, y el maestro me aplaudió, y que Víctor me aplaudiera, frente a las

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demás, fue algo que jamás olvidaré, y me dijo que yo lo iba a hacer, tenía el papel. Fui la mujer más feliz del mundo. Después de eso me empezó a tomar en cuenta para todo. Y de ahí comencé a subir; ya tenía yo una motivación más. Una amiga de la compañía, llamada Cristina Novelo, me ayudo mucho; ella llevaba más tiempo con Víctor, y yo quería ser como ella, la admiraba mucho. Me puse metas, primero llegar a ser como Cristina Novelo, luego como las de más adelante, y así avanzar. Cristina se quedaba conmigo a aprender más y más. El maestro nos metía a cursos, o nos traía maestros. Una vez trajo a unos rusos, que nos enseñaron mucho; igual trajo a unos maestros de flamenco”. “Llevo catorce años con Víctor Salas y he podido tomar muchos cursos. Hasta que llegó el momento cuando me ofrecieron un solo en ‘El Cascanueces’; en eso todavía vivía Cinthya Ricalde Zurita, la única primera bailarina de Yucatán, de la Compañía Provincial, la más importante; verla era algo hermoso, te emocionabas. Ella me dio muchos consejos, era muy guapa, falleció en un accidente, cuando entraron a robar a su casa, cuando se iba a casar. Se le hicieron mil homenajes. La tomo como mi modelo a seguir. Yo tenía apenas dos años en la Compañía y Víctor me dio la oportunidad de hacer un papel: Muñeca Arlequina, y yo me quedé con ese papel. Cuando muere Cinthya Ricalde Zurita, no volvió a haber una primera bailarina; había dos que turnaban, eran esta o la otra, siempre, eran inamovibles. Era un rol muy pesado. Una vez hicimos El Cascanueces durante 16 funciones 45


seguidas. Un papel principal es una responsabilidad muy grande, a ella es a la que el público ve, a la principal es a la bailarina que critican, la principal es la que más luce. Después de Cinthya Ricalde Zurita, subieron a dos personas más que se turnaban los papeles; y de repente me ofrecen que me iban a pagar: que cosa es mejor que hacer lo que te gusta y que además te paguen. No era mucho, porque yo era aún menor de edad, pero era una gran motivación. Hasta que mi amiga Cristina Novelo se fue a estudiar a Londres, y luego la aceptaron en la Compañía Nacional, y fue que yo subo, y llego a ser una de las posibles a tomar en cuenta para los papeles principales”. Mi primer principal fue también ‘El Cascanueces’. En Mérida la gente que va es gente que está metida en el ámbito de ballet, que tiene a sus hijas en el ballet, en academias. Por eso Víctor Salas decidió llevar el ballet a los municipios, a gente que ni cuándo va a Mérida se acerca al teatro a ver ballet. Los niños y las niñas empezaron a imitarnos; el darnos cuenta que les habíamos transmitido algo nuevo fue emocionante. Y es que la responsabilidad es muy grande, yo entreno de lunes a sábado; entrenas y ensayas, cinco y seis horas diarias. Yo soy arquitecta por la Universidad Marista. Fue súper difícil, y no sé cómo pude llevar las dos cosas al mismo tiempo, pero así ocurrió; me desvelé muchas veces, pero lo logré. Surge la Compañía de Danza del Estado (en 2008), yo había dejado la Compañía Provincia porque ya tenía una carrera de arquitecta, y creí que tenía que hacer otra cosa y no solo 46


bailar. Quise estudiar Licenciatura en Danza, ser una bailarina profesional, pero mis padres hablaron conmigo sobre la vida del bailarín que es muy corta; si te rompes la pierna o una rodilla, se acabó. Me dijeron: ‘Estudia una carrera, y si terminas y quieres seguir en la danza, continua, pero ya tienes otra cosa que te respalda’. Trabajé en un despacho de arquitectos cuando termine con la Compañía Provincial; igual puse mi academia, y fue cuando me llamaron por teléfono para ofrecerme volver al ballet; ya se tenía aprobado y era algo oficial. Me dijeron que querían que fuera una de las dos primeras bailarinas del gobierno del estado, y el sueldo era el doble de lo que yo ganaba, entonces en aquel despacho. Y si es lo que quiero vivir, me decidí a volver”. “Sí se puede vivir de ser bailarín, de seguir en el arte; aunque no es muy bien pagado el trabajo, en otros estados en otros países están mucho mejor; pero nosotros estamos empezando. Yo creí que no, por eso empecé en el despacho de arquitectos, pero ahora creo que sí, creo que es necesario que más personas se acerquen; crear público para que los bailarines, los artistas, puedan explayarse, y vivir de hacer el arte. Es necesario que los bailarines, las funciones, las puestas en escena lleguen a todos los rincones de las ciudades, de los estados, de la república. Hacer difusión, para que la gente se acerque a la danza. Todo lo que uno aprende debes transmitirlo, de pronto te vuelves una figura de respeto para los que te ven, te admiran, y hay que darles lo mejor que puedas dar para que sean buenos bailarines”. 47


“El artista debe ser visto con respeto, nosotros vimos a nuestros maestros con respeto. El artista es respetable, debería valorarse eso. Siento que, a los bailarines de danza clásica, en especial a los hombres se los ve muy mal; siempre se les dice que son gays; por ejemplo, en las academias no hay niños, las personas no llevan a sus niños a las academias de ballet; los maestros de otras disciplinas incluso les dicen que como castigo si no lo hacen bien, los van a mandar a ballet. La gente está cerrada en eso, que si eres bailarín eres gay; pero un ballet sin hombres es un problema. Por eso no crecemos en Mérida, porque son muy pocos los hombres en el ballet. Y algunos piensan que por ser gays entonces tienen que ser bailarines. Muchos maestros les dicen lo contrario, en el escenario tienes que ser un hombre, aunque afuera del teatro tus preferencias sean otras”. “En el ballet no hemos hecho protesta mediante nuestro arte. Pero sé que por fuera sí, es decir, hay quienes han hecho paros, huelgas, por cuestiones legales, o luchas sociales para obtener o lograr mejoras a su cuerpo de ballet, a sus compañías de danza. Nosotros en Mérida no tenemos oportunidad de lograr ningún impacto. Creo que en Yucatán hay mucho teatro. Los que se encargan de la cultura en Yucatán están trabajando, se nota, la información llega a las personas, llega a los padres de mis alumnas, porque nosotros igual pasamos la información. Quizá falta algo, pero se están difundiendo los eventos. La vida de bailarín en algunas compañías es muy corta, porque hay todo un escalafón, si te audicionan y aceptan a los 48


dieciocho, a personas como yo de 29 años nos es más difícil. Las generaciones más nuevas quizá tengan más oportunidad. A mí me gustaría poder bailar en alguna Compañía grande de otro estado, como la de Nuevo León, o la Ciudad de México; bailar dentro de la Compañía Nacional, o en alguna del extranjero. Ahora mi ilusión está en mi academia, en la enseñanza a mis alumnas, hacerlas las mejores, y eso me emociona demasiado. Los agentes culturales son necesarios en la danza; y es que no los hay. Las compañías de danza salimos de gira y no hay mucha gente que haga los contactos, que nos consiga contratos. En la compañía que depende del Instituto de Cultura, y nada más. Los bailarines ni siquiera sabemos quiénes ven eso, quienes hacen los arreglos. Pero hace falta profesionales que se hagan cargo de los contratos entre los diferentes públicos y los artistas, no solo de la danza, sino de todas las demás disciplinas. Gestores y agentes culturales, diferentes al propio director de la compañía”. A todos los y las interesadas en bailar solo pudiera decirles que si ya se dieron cuenta que la danza es una pasión; es decir que si en verdad se dieron cuenta de que para bailar se necesita dejar todo; hay que dejarlo todo y darlo todo de ti mismo. Si ya te diste cuenta que tu cuerpo será tu arma de trabajo, cuídalo, porque la danza es hacer música con tu cuerpo, la música se puede ver con todo tu cuerpo; si ya te diste cuenta de ello, tienes que aprender a cuidarte para no lastimarte. Mejorar para seguir en este camino porque es lo que vas a querer hacer toda tu vida. Y no tener miedo de 49


pensar que si no hay suficiente incentivo económico, no debo hacerlo; si es lo que te gusta continuar tras ello, porque eso es lo tuyo”. Estas fueron las voces que en el año 2011 nos contaron sobre la danza en y desde Yucatán. La música suena, las luces se apagan, y solo nos queda maravillarnos de sus movimientos, conmovernos con sus representaciones y con sus interpretaciones en las que es notorio que ponen todo el talento que les ha dado la vida. Referencias. Gutiérrez Villa, H. 2010. Más que historia e historiografía del ballet, arte, Tchaikovski y su Lago de los Cisnes. Tesis de Licenciatura en Historia del Arte. Centro de Cultura Casa Lamm. México. 164 pp. Robles Cahero, s/f. Un paseo por la música y el baile populares de la Nueva España. Consultado en http://www.hemisphericinstitute.org/cuaderno/censur a/html/danza/danza.htm el 21 de noviembre de 2016, a las 12.06 pm. Rodríguez Santa Ana, A. 2001. El canal 13 de televisión, de Yucatán, México, como proyecto gubernamental. Revista Latina de Comunicación Social. vol. 4, núm. 39, Sánchez Ruiz, E. 1991. Hacia una cronología de la televisión mexicana. Comunicación y sociedad, núms. 10-11. pp. 263-266.

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Tortejada Quiroz, M. 2007. La danza contemporรกnea independiente mexicana. Bailan los irreverentes y audaces. Casa del tiempo. No. 95-96. Dic-Ene. Casa del tiempo. pp. 73-80.

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INTRODUCCIÓN. NOS VEMOS EN EL SLAM La primera vez que vi un slam estaba en compañía de mi padre. Los dos observamos con atención como un grupo de jóvenes se daban de patadas, codazos y empujones motivados por la canción que tocaba una banda a uno o, a lo mucho, dos metros de ellos. Antes de terminar la música, que años después entendí que era ska, mi padre dijo: -Son una bola de loquitos- y nos fuimos a seguir paseando la feria regional de Xmatkuil. En ese momento tenía la edad de un niño a punto de salir de la primaria y sin la idea que en algún momento de mi vida sería parte de ese tumulto. Lo que sí me gustaba eran los sonidos que la banda producía con sus instrumentos y comencé a buscarlos en la radio. Pronto me tope con la Maldita Vecindad, Panteón Rococo y el Gran Silencio. También con el rock de Molotov y el TRI. Pasaron los años de secundaria, dos de prepa y en tercero, mientras escribía mis primeros poemas encontré de nuevo a esos “loquitos”. Asistía a un taller literario en el Instituto de la Juventud de Yucatán y en un viernes en la noche, tras terminar la sesión, uno de los integrantes preguntó quién iba a la tocada de la Mama Ruda. De plano no conocía a la banda, pero dije “Yo voy”. En una sala de fiestas volví a ver el slam y a partir de este reencuentro no me separé de él. Buscaba flyers de toquines o estaba pendiente si vía correo electrónico avisaban de alguna de estas fiestas. Me volví seguidor de la Mama 52


Ruda, Jam Gorila, la Rikita Banana, I&I, Polok Tolok, La loca Esther, los Bolontiku, los Ayudantes de Kaska, Crayón, Ceiba Flava y muchas bandas más. A través de este variado gusto musical fui conociendo también los ya desaparecidos foros culturales donde aprecié las obras de varios creadores jóvenes y no tan jóvenes, que daban vida a un ambiente cultural y artístico alternativo al centro histórico de la ciudad de Mérida que actualmente parecer ser solo un recuerdo. Estoy hablando de una época en la que no había protestas por el ruido, ni una exageración de restaurantes gourmet compitiendo con bares infestados de reggaetón. Hace diez años músicos, pintores, poetas, fotógrafos, performancistas, teatreros, escultores y gente con el talento de ser todo a la vez dominaban durante los fines de semana dicha zona de la capital yucateca. Para mí esta dominación fue un gran slam, uno en el que nunca me imaginé fuera de él. Más que ser violentos, las patadas, codazo y empujones representaban toda esa insistencia estar creando, viéndonos, leyéndonos y escuchándonos, mientras girábamos por todos lados demostrando que Yucatán no es solo trova o el cuadro de una mestiza sentada al borde de un pozo. Nos Vemos en el Slam es una columna para hablar de cosas artísticas que ocurren en Yucatán y a veces fuera de él, pero también para recordar un movimiento que hace diez años tenía la fuerza de la eternidad hasta que la edad de sus militantes fue avanzando y con ello la aparición de nuevos

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compromisos en la vida que los fue alejando de los escenarios para tocar, las paredes, los espacios y las mesas. La columna, publicada en todos los muros de la revista “delatripa y algo más” , es también parte del proyecto de Inamovibles Sueños que presenta el pensamiento que hace diez años tenían artistas locales para ver actualmente lo que hemos perdido y ganado, pero también si es necesario su regreso a una ciudad que se presenta como capital cultural.

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ENTREVISTA CON LA BANDA DE REGGAE “LOS MAYANS ROOTS”

Enero 2013

En los primeros kilómetros de la carretera hacia Valladolid, —saliendo, desde Mérida—, existe una desviación que a primera vista puede ser el camino para llegar a un recinto católico. Pero al ir avanzando sobre su pavimento, se empieza a ver a los costados un monte limitado por albarradas, un campo de beisbol, casas y unos metros antes del gran portón de la iglesia, adentra a la cabecera municipal de Tahmek, un pueblo pequeño con su parque principal, edificio para el ayuntamiento, un área para las corridas y torneos de lazo, agencias de cerveza, cantinas, tienditas, casas de concreto, casas de paja y una primaria. Diríamos un poblado más del Estado que cada año celebra sus fiestas patronales y bailes con la interpretación de jarana, trova, cumbia y el mexicanísimo ritmo grupero. Pero en sus menos de cuatro mil habitantes, se encuentran unos jóvenes que hacen la diferencia e incluyen a Tahmek en una selecta lista musical, son los integrantes de “Mayans Roots”, una banda que se ha unido al movimiento reggae en Yucatán. Participando en el proyecto “Inamovibles Sueños”, viajé un domingo a este municipio para entrevistar a Jorge, Carlos Kevin y Lorenzo, con el

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objetivo de conocer la historia de la banda, aciertos y desaciertos, el trabajo creativo, sus experiencias en las tocadas, opiniones del movimiento musical yucateco y sus ideas entorno al Rastafari. Llego al poblado unos minutos después del mediodía, y ellos, junto con su manager, Dita Espadas, me dan la bienvenida en el parque principal, que durante el día, se puede ver entre sus árboles, bancas y jardines, a niños jugando, algunos comerciantes, parejas, familias y ancianos en plena plática. Tras el saludo me convencen de realizar la entrevista en el ayuntamiento. Juntos cruzamos la única calle que separa la alcaldía de la convivencia del pueblo, y sin problemas pasamos a su explanada interior que se encuentra cubierta por un techo de lámina. Nos sentamos en círculo, enciendo la grabadora y empezamos con la historia de la banda. Jorge, el vocalista, me cuenta que en el 2007 se reúnen todos los integrantes de la banda y con sus guitarras van interpretando varias rolas de rock, punk y ska, hasta que un día Miguel llega con unos discos de reggae. Los sonidos y las letras son del gusto de todos y deciden que su agrupación sea militante de este género, tocándolo con la intención de la pureza jamaiquina, el roots, transmitiendo armonía y sentimientos, sin combinarlo con otros ritmos. Fijados en un estilo y la meta de ser una banda, comienzan a ensayar en busca de crear sus propias canciones. En este momento creativo exploran sus instrumentos guiándose con sus sentimientos 56


personales hasta encontrar una armonía entre acordes y letras. En este principio, ninguno de “Los Mayans Roots” asiste a escuelas de música. Todo lo que saben de este arte, es lo que han escuchado y bajado de internet, pero aprovechando la capacidad auditiva y respetando el compromiso del ensayo constante, logran tener listas cuatro rolas propias y un cover. Con este número en su repertorio deciden subirse a los escenarios. Su primera tocada es en casa, Tahmek, Dita Espadas la organiza en el marco del aniversario del pueblo, como un evento para los jóvenes locales que prefieren escuchar la música alternativa, en vez de la comercial. Tuvieron un público dividido, la gente que aplaudió sus rolas, y la gente que los tachó de sacrificadores de gallinas. En el transcurso de tres meses, además de la primera tocada, se presentan con la banda de ska “Los Ayudantes de Caska” en el municipio de Tixkokob, participan en una protesta artística por el incendio de la guardería ABC realizada en el parque Santa Ana de Mérida y en el foro cultural “La Quilla”, donde comparten el escenario con “I&I”, la primera banda de reggae de Yucatán. “Los Mayans Roots” reconocen estas tocadas como aciertos, pero no niegan sus complicaciones al momento de lograrlos, como la falta de un equipo de audio e instrumentos, que lo resolvieron pidiendo prestado a otras bandas como “Los Ayudantes de Caska”, “Denzo Slam” (ska) y “La Libélula” (reggae), que en muestra de compañerismo accedieron y los apoyaron. 57


Dirigiendo sus voces a la grabadora, coinciden en que el movimiento alternativo musical de Yucatán obtiene su fortaleza desde el surgimiento de las primeras bandas de rock y es favorecido por los foros donde se organizan las tocadas con todos sus elementos, el slam sin la advertencia de “bájale al desmadre”, la convivencia de músicos y público y la cerveza en mano. Aunque aseguran que no estaría mal el apoyo de las instituciones de gobierno, como la Secretaría de la Juventud, para impulsar a los emergentes y reconocer el trabajo de las que llevan varios años en este oficio, sin imponer un compromiso partidista o de discurso. A ellos, la autoridad municipal les ha facilitado el transporte cuando han tocado fuera de Tahmek. Al preguntarles sus perspectivas del reggae local en los escenarios de dicho movimiento alternativo, comentan que bandas como “Polok Tolok”, “La Libélula” y “Bajo Cero” le han mantenido la esencia roots y el respeto a la cultura que transmite el género, atrayendo gente a las tocadas dispuesta a bailar, aprenderse las rolas y dar destrampe a las alegrías. Dos de “Los Mayans Roots”, Miguel y Jorge, poco a poco van incursionando su estilo de vida y pensamientos en el Rastafararismo. Para ellos es una religión y una filosofía, lo llevan en el corazón y lo manifiestan en su música. En el caso de la marihuana la ven como una creación divina de este planeta, existe por algo, para meditar o hacer conciencia. Jorge, es claro respecto a una de las drogas que motivaron una 58


supuesta guerra contra el narco en el país, “la sociedad piensa que es mala, el gobierno lo ve mal, pero nunca se dice la verdad de esta hierba, es medicinal, mística, filosófica, una conexión con Dios. Ni causa adición, sus efectos son naturales”. Al final de la entrevista, “Los Mayans Roots” me comentaron que desean que este movimiento suene en otros municipios y por su propia gente. Haya más espacios, tocadas, publicidad y las bandas alternativas mantengan la unidad en pro de una música diferente y un discurso de conciencia. Nota: En las primeras entregas de la columna “Nos vemos en el slam” estaré publicando las entrevistas que realicé como participante del proyecto “Inamovibles Sueños”, apoyado por el “PACMIC”.

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¿ADIÓS QUILLA?

Marzo 2013

No sé si es un adiós definitivo al lugar o una nueva búsqueda de espacio entre las casonas y los negocios ubicados en el centro histórico de la ciudad de Mérida. Solo sé que el Foro Cultural de Autogestión “La Quilla” cerró las puertas de su local con una sensación de despedida y las últimas actividades programadas las realizarán fuera de éste. Por lo visto y leído en su página de Facebook y blogspot, los responsables de este proyecto no ponen fin a la labor de apoyar los movimientos musicales, visuales, literarios y escénicos que recientemente van emergiendo o ya son veteranos en la cultura alternativa del estado. Sin duda son buenos organizadores de eventos y difusores para las creaciones artísticas. Quizás, esta sea una nueva etapa para “La Quilla”. Ya sin espacio, pero llevando todo su ambiente alternativo e ideas autogestivas hacia lugares donde un agresivo baile de slam o el graffiti son desconocidos o “delictivos”. Claro, no olvido que ya venían haciendo presentaciones fuera de casa. Los toquines de sus últimos aniversarios fueron organizados en sedes alternas y si el dato no me falla, también han participado en festivales o jornadas culturales organizadas en varios municipios del estado.

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Si en ese camino va el proyecto, algunos o muchos van a coincidir que no hay pérdida, “La Quilla” seguirá existiendo, obvio, de manara itinerante, y seguirán intactos sus esfuerzos por dar o buscar espacios para escenarios y lienzos de los artistas con “inamovibles sueños” en el ola alternativa de Yucatán. Pero para mí, la desaparición de su foro físico, es un hecho desafortunado, a sabiendas que en la blanca, y muchas veces doblemoralista capital, los lugares como era ése, son pocos y en ocasiones nulos. En los locales que ocupó “La Quilla” en los barrios de Santiago, Santa Ana, Mejorada y San Cristóbal no había un cadenero arruinando el ánimo fiestero pidiendo credencial de elector o poniendo la cadena de su mascota para controlar el dizque acceso. Podías estar en lugar portando unas económicas chanclas y vistiendo la ropa que más acomode a tus ideologías. Nadie llegaba a reclamarte porque tu humanidad se desparramaba en el piso o salía y entraba al foro como tratando de poner un record cruzando puertas. Comprabas cerveza cuando la necesitabas o querías, sin tener atrás de ti a un mesero con jodona amabilidad. Las cuotas de recuperación eran pagables para la banda, y en ocasiones con el tipo que cobraba, podías llegar a un acuerdo para un dos por uno o tres por dos. En sus escenarios, la diversidad musical era constante y se presentaron bandas locales tocando géneros como ska, reggae, hip hop, punk, metal, rock, surf, electrónica, cumbia, reggaeton y otros sonidos, hasta ruidos. Y Cuando las rolas pedían los empujones, 61


patadas y codazos del slam, nadie llegaba a decir ¡párenle, a madrearse a sus casas!. En las paredes no faltaban las fotos y las pinturas, menos las proyecciones de buenas películas o documentales para la reflexión. Como experiencia personal, disfruté “La Quilla” cuando sus direcciones en los flyers te llevaban a los barrios de Santa Ana, Mejorada y San Cristóbal. Mis visitas al primer lugar sucedían cuando empezaba a enrolarme en el mundo alternativo de Mérida. Ahí conocí a varias bandas locales que hoy son de mis favoritas, amigas y amigos artistas, ya sea escritores, pintores y actores. Animado por las exposiciones de fotos en sus paredes, planeé y monté una con dos amigas. La llamamos “Egos” y contenía imágenes de fábricas y luces, así como un fotoreportaje de haciendas henequenales. En varias ocasiones, entre semana, era el único sentado en el sillón viendo películas que presentaban en ciclos de cine. Además, conocí a Rocco, vocalista de la dormida banda de Maldita Vecindad. En Mejorada, me dieron chance para otra exposición y esta vez la monté con dos amigos, llamándola “Flora Expresión”, que mostraba fotos de hojas, flores y árboles. También se leyeron mis pornoversos en una presentación escénica con ambiente erótico y algo pornográfico. Le di el primer beso a la chica que ahora es mi esposa mientras sonaba el ska de “Los Ayudantes de Caska”. También asistí a sus ciclos de cine, pero con más público en la sala. 62


En San Cristóbal, no tuve exposiciones ni lecturas. Iba a disfrutar la música junto con amigos y mi novia. Por primera vez estuve en una tocada de Sr. Bikini y me di cuenta que ya había nuevos rostros en el ambiente, más jóvenes y nuevas bandas. Hechos comunes en “las Quillas”, varias veces llegué caminando sobrio y regresé caminando borracho, compartidas de chevas con amigos y recuerdos inolvidables de buen arte. No sé que vaya a pasar, solo espero que “La Quilla” siga en el camino y nos dé más slam en todos los sentidos artísticos.

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HE VISTO…

Mayo 2013

He escuchado en la Mérida de trovadores románticos que esperan a parejas enamoradas en la plaza grande del centro histórico, la letra revolucionaria de Silvio Rodríguez en voz de trovadores rebeldes de la Casa de Todos, a cantantes de reggae defendiendo la inofensiva existencia y legalización de la marihuana en las tocadas organizadas en los parques públicos, a los integrantes de las bandas locales de punk exigiendo la liberación de los manifestantes detenidos por protestar contra la visita del entonces presidente de los United State, George W. Bush, a escritores jóvenes y viejos diciendo en micrófono abierto “pos vamos abrir la primera” después de terminar la presentación de libros o lectura de sus textos en las bibliotecas. El discurso de autoridades expresando a los jóvenes creadores que a lo largo de la vida sigan aprovechando el tiempo libre con el quehacer artístico, mas nunca motivándolos para que lo tengan como oficio, las quejas de artistas visuales yucatecos de añeja e internacional trayectoria porque en el certamen de una bienal el jurado declaró desierto el único premio de la categoría donde participaron con creaciones inéditas.

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He visto en la Mérida de hombres y mujeres que se visten con suprema elegancia cuando van a los céntricos museos, a mestizas dibujadas con sangre, mierda y orín, arte-objetos donde la materia prima es cueros y cabezas de cerdos, un cuadro de Goofy bajando del avión presidencial, lámparas frente a paredes pintadas completamente de blanco para que el efecto sombra de los cuerpos sean la obra, a un pintor perforándose los brazos, la espalda y el pene en el patio de un museo, una casa de campaña metida a una piscina de plástico semillena de agua, un chile habanero como símbolo patrio en los billetes, a grafiteros pintando la barda trasera del aeropuerto, el rol de mano en mano de una botella de mezcal o la presencia sigilosa de una enfermera sexy en las salas dedicadas al arte. He visto en la Mérida de aficionados al teatro que compran boletos de primera fila para ver en el escenario a actrices y actores de telenovela, las sombras de una pareja penetrándose, chupándose y dándose todas las caricias posibles en sus genitales al son de la lectura de pornoversos, a una mujer gritando y enredando a todos con cintas amarillas de precaución, al Quijote y a Sancho Panza bailando mientras llegaba el subcomandante Marcos, a un conejo enjaulado por una manipuladora de luces y sonidos electrónicos, a una prostituta bañando a la diosa Yoacihualt y a Jonas de 28 años queriendo regresar al pasado.

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En esta Mérida donde un encuentro de cultura alternativa es inaugurado con listón y las tijeras que también pueden dar apertura a un hotel de lujo, he visto las sacudidas de un poderoso slam en las primeras dos líneas de un teatro mientras sonaban en vivo rolas de ska-punk, a una banda de reggae pidiendo al público que quite las vallas de seguridad y suba a cantar y bailar con los músicos, una piscina llena de patadas, codazos y gritos metaleros, llaves lucha libre y acordes rockeros turnándose la atención del público en el mismo lugar, flyers de tocadas donde dice que el cover es un juguete para niños pobres, a escritores leyendo sus cuentos en una sala de cine, a unos tipos cortando a la mitad botellas de refresco para tomar letal ponch en una exposición donde se dan canapés y vino en el brindis de honor, a jóvenes bailando reggae en el carnaval meridano donde acapara el pop, lo grupero y las cumbias románticas de doble sentido. En esta Mérida donde los grupos literarios por ratos se comportan como partidos políticos en plena campaña, he escuchado a un joven decir que el no va a la Filey porque ahí no regalan libros, al caminante del mayab en ritmo de rap y rock, las rolas clásicas de la trova dando apertura a un concierto de ska y reggae, a bandas “alternativas” tocando cinco covers y una rola original en cada presentación, y fragmentos del Quijote de la Mancha leídos en la Plaza Grande. Quizás no recuerde o tenga en el olvido varias cosas que he visto y escuchado en esta Mérida, no sé si las vuelva a vivir, a sentir, a disfrutar tomando una 66


cerveza, o pasándomela en el slam, solo espero que éstas sigan viéndose y dejándose ver en un Slam más fuerte, disidente, creativo y subterráneo.

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SÁBADO POR LA NOCHE

Julio 2013

Es noche de sábado en el Poliforum Zamná. En la explanada central de este recinto deportivo dedicado a los golpes, no existe un cuadrilatero de boxeo o la lona para la lucha libre. Ni las carísimas sillas para ver de cerca los ganchos a las costillas o los saltos desde la tercera cuerda. Esta noche, solo se ve un escenario donde las bandas convocadas a la tercera edición del Festival Rockultura suenan la agresividad de sus gritos, acordes, tarolas, saxofones y otros instrumentos que lanzan demonios a los brazos y piernas de punketos, metaleros, rockeros, rude boys y dark girls, para poseer sus patadas, codazos y empujones en un desmadroso slam. En los minutos de cada rola, entre la oscuridad y destellos de luz, ellos y ellas se dan de golpes con esas partes del cuerpo. Todos se atacan, todos aguantan, el caído es levantado, el levantado es empujado, patadas adelante, patadas a quien se cruce, codazos para defenderse, codazos para todos y uno que otro brinco sobre vasos tirados al piso cuando se les acabó la cerveza. Esto es la diversión de la tocada, así es su baile en la pista, de esta forma se apoya las letras rebeldes de la mayoría de las rolas. Ni una chica se queja como fresita: -no manchen, tengan cuidado, soy niña-, ni un cabrón se siente de gandalla: –Órale, putos, a mí, nadie me toca-. Codazos y patadas dan todos, 68


codazos y patadas reciben todos en este infierno de punk, ska y metal. Los pocos policía y elementos de seguridad privada presentes en el evento no se animan a ser exorcistas con sus macanas. Miran desde las butacas esperando que termine el desmadre. Cuidan que los madrazos se den en la pista o ponen sus brazos de soporte para que no caiga la endeble valla de seguridad. Catean, ven que nadie se cuele y todos los que entren tengan boleto, el cual incluye una cerveza gratis. Las agresiones no son delito esta noche, no preocupan a quienes por oficio deben mantener la paz y seguridad. En ocasiones, algunos o algunas abandonan el baile. Con prisa van a remojar la garganta. Mueven la cabeza hacia todos lados buscando a los señores que se pasean con cubetas de hielo y cerveza. Si no los encuentran van directo a las neveras que se llenan mientras los cartones se vacían en cuestión de minutos. – Cheva, cheva para todos, clara y oscura, a veinte pesitos el vaso-. A la cajita del dinero entran los rostros de Benito Juárez, las dos monedas de diez, el chingo de moneditas conseguidas por la chamba de toda la semana o son las sobras de las gastadas. Trago uno, trago dos, trago tres, o de plano fondo total y de regreso a los empujones, de regreso a ser parte del revoltillo de cabellos puntiagudos, labios pintados de negro, pechos al descubierto (de hombres, no tetas), pantalones ajustados, pulseras con picos y parches de antifascismo. 69


Pero en este sitio no solo se encuentran presentes militantes del slam. Un buen grupo de mirones con las mismas pintas, algunos con una ropa más casual, están parados alrededor de ellos moviendo las cabezas al ritmo de las rolas, gritando mentadas de madre, cruzándose los vasos de cerveza, manteniendo el silencio cuando hay sonidos y hablando cuando los músicos se dan un descanso. Aunque no andan en la misma onda, comparten los aplausos y la pedida de más canciones a las agrupaciones yucatecas de Jam Gorila, Ruta 42, Maggots, Open Zippers, Abstinencia, el Astro de la Rumba, Residencia Malahuero y Dragonner, así como las defeñas de Kurado y Garrobos. ¡Viva Rockultura!, grita un vocalista, ¡gracias por su presencia, sigan apoyando a las bandas locales y al movimiento alternativo de Yucatán!, grita otro. En cada músico se notan las ganas de dar más música desde sus respectivos instrumentos. De ellos depende la fiesta, de ellos depende que la gente no busque pisos o butacas para arranarse y sigan pendiente de todo lo que ocurre en el escenario, de ellos depende de que el evento sea inolvidable. Y cumplen la responsabilidad. Tras la última rola, la verdadera, la que empezó con los gritos de otra, otra, otra, las luces en un mismo tono acaban con la oscuridad, todos podemos ver nuestros rostros sudados y ebrios. Empiezan las despedidas. Las playeras de nuevo cubren los pechos que estuvieron descubiertos durante toda la tocada. El escenario se va desformando, se queda sin guitarras, 70


sin baterías, sin músicos, sin metales, sin más rock. Algunos y algunas compran sus últimas chevas antes que la policía ordene ni una venta más. Otras y otros van al baño a echar el último orín sobre más orín o vómitos de empacho cervecero. No queda más que atravesar la salida que por horas fue la única entrada para el público. Afuera el doguero y el chicharronero logran ventas de más de media noche. Nadie se va a parar a los paraderos cercanos, a esta hora los autobuses y combis solo sirven para tener el motor apagado y el vacío en sus asientos. Los que tienen coche hacen el favor a los amigos llevándolos a casa o a seguir el desmadre. Los que no tienen para el taxi comienzas sus caminatas. No faltan quienes de plano se sientan en los arriates del estacionamiento a dormirse sin darse cuenta o esperar que la borrachera les permita dar pasos más seguros.

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DOCE AÑOS DE CASA

Septiembre 2013

Regresé a la Casa de Todos sin sombrero, sin mochila, sin pareja y con tres cervezas recién cruzadas por la garganta. Como lo había hecho en varias y pocas ocasiones durante pasadas noches de fines de semana. Al igual que éstas, percibí en lugar su siempre espíritu rebelde y artístico que concentra en las paredes y el espacio habilitado para los instrumentos acompañados de trovadores de la nueva era, rockeros, skaceros y regueceros. Llegué unos minutos después de las diez horas nocturnas y pagué el cover de 20 pesos. La razón de este costo fue por la presentación de la banda “Polok Tolok”, agrupación de reggae reconocida en los toquines del sureste mexicano, que presentó sus rolas añejas y nuevas para celebrar los 12 años de este sitio ubicado en el centro histórico de la ciudad de Mérida. Antes seguir embriagándome, eché un vistazo a los muros de la primera pieza. Casi todos siguen como la primera vez que los observé, era universitario con la aspiración de ser un reportero fuera del montón dedicado a pudrir la profesión. En la superficie de ellos continúa el rostro más famoso del comandante Ernesto “Che” Guevera contrastado en los colores blanco y negro, los personajes de “Nosotros los Pobres” y “Ustedes los Ricos” quejándose de los altos salarios de los políticos mexicanos, un banderín solitario del Sindicato Mexicano de Electricistas, una fotografía de 72


manifestantes yucatecos rodeados por policías, creo que durante la visita del ex presidente George W. Bush, números de la gaceta El Rebelde, la imagen del bigotudo Efraín Calderón “Charras”, y un mapa donde se marcan los territorios interesados por los gringos y protagonistas de la Primavera Árabe. Entre otras cosas. Tras la mirada de unos cinco minutos, me acerqué a la barra siempre atendida por el dueño del lugar, el señor Lorenzo. Esta noche en el refrigerador se helaban latas de cerveza de una marca barata, bien conocida y bebida en exceso por toda la banda. Se vendían a dos por 25, pedí una y dije que me guarden la otra. Pero al notar la necesidad de consumo de otros parroquianos, decidí llevarme la segunda y guardarla en la bolsa del pantalón, total no iba a durar mucho tiempo allí escondida. Con cerveza en mano crucé la puerta minada de calcomanías subversivas que da entrada y salida a la segunda pieza de la Casa de Todos. Para mí, el lugar más significativo de sus doce años. En esta ocasión la gente ocupaba todas sus mesas, mientras que algunas y algunos bailaban el ska de la banda Capitán Pachamama, que estaba a unas pocas rolas de entregar el escenario al Polok Tolok. Reitero el reconocimiento significativo y especial para este espacio de la Casa, por el simple hecho de mantener el ánimo revolucionario y artístico que foros contraculturales yucatecos no han podido presentar con pureza. Durante la docena de años, la segunda pieza de la Casa de Todos ha sido sede de un convivio 73


multicultural e internacional. Los visitantes yucatecos, fuereños mexicanos, europeos gringos y de otras regiones del mundo nos hemos encontrado aquí y entrado a un slam desatado por el rock, ska, metal y otros géneros para darse de codazos, patadas y empujones. Nuestros labios han compartido vasos de cerveza, botellas de caguamas, cigarritos de hierba y los ricos tacos de don Lorenzo. Nuestros oídos se han deleitado con las voces adecuadas para interpretar las canciones de Silvio Rodríguez, Víctor Jara, Fernando Delgadillo y Facundo Cabral. Nos hemos enfrentado a muerte en partidas de ajedrez y visto documentales en una tele como si estuviéramos en la salas de nuestras casas. En el transcurso de dicha edad, dos, tres o más ocasiones, las fuerzas policiacas han entrado a la Casa argumentando que fue para desactivar un “picadero”, un sitio donde “se envenena a los jóvenes con drogas”, un lugar de “mala muerte” que daña la solemne moral de la blanca Mérida. Claro, periódicos y portales noticiosos de internet han destacado con heroísmo esta intervención y el cierre definitivo del lugar, pero nunca han informado que el lugar resucita con el paso de los días para seguir fomentando la lectura a cualquier tipo de literatura, la libre opinión acerca de temas políticos y sociales que afectan de manera directa el desarrollo del país, así como la cuna de bandas yucatecas con originalidad en acordes y letras. La Casa de Todos es un símbolo de la contracultura yucateca. Ya tiene su historia. No sé si 74


pase mi muerte y siga existiendo con sus carteles del EZLN, APPO y EPR, con sus rostros de Zapata, Villa y Lennon, si en la puerta principal continúen las convocatorias a manifestaciones, no sé siga con su resistencia, espero que sí. Y si muere antes que yo, simplemente esperaré su resurrección o la recordaré como uno de esos lugares para decir “nos vemos en el slam”. En su décimo segundo cumpleaños se acabó la cerveza, cosa rara, pero como siempre se vendieron horchatas, cafés, hamburguesas y los clásicos tacos. Los visitantes bailaron y fumaron de la verde… no todos. Por mi parte, solo alcance dos latitas y canté algunas canciones del Polok. Por cierto, no tuve que estar cuidando el sombrero o la mochila y tampoco hubo besos.

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GRATIS Y COVER

Noviembre 2013

Quería terminar el año en esta columna compartiendo una crónica acerca de una tocada de ska y otros sonidos, pero por cuestiones laborales nocturnas en vez de ir a divertirme a este evento musical titulado “Paso a Paso”, me fui a chambear a la ceremonia conmemorativa del 70 aniversario de la independencia de Líbano (soy reportero). No crean que me fui hasta el país árabe como enviado especial, la celebración de libertad fue en Mérida. En esta ciudad existen dos generaciones de inmigrantes libaneses (muy adinerados, exageradamente), entonces, para no sentirse lejos de casa ni de sus autoridades de raíz, hicieron su pachanga con comida tradicional de por ahí y la presencia del embajador de Líbano en México. Así que en vez de estar bailando en el slam, comiendo una marquesita o un esquite en el intervalo de cambio de banda, saludando a los amigos, conociendo nuevas bandas y seguir apoyando a las precursoras del movimiento músico-alternativo en el estado yucateco, anduve grabando discursos, viendo a mujeres con vestido de gala, hombres con traje, algunas formalidades de la clase alta y comiendo uno que otro kibi. Ante mi cambio de destino de sábado por la noche y para no perder el toque artístico en este espacio decembrino en delatripa, dejaremos el patriotismo de 76


dichos árabes y haré dos exhorto que apuntan a dos temas importantes en el movimiento musical del ambiente alternativo, subterráneo, urbano, antiartístico o como gusten llamarle a esa onda; yo lo manejaré con el termino alternativo (prometo que para el dos catorce usaré la columna para defender este posicionamiento). Exhorto uno, tema uno. Si eres seguidor del citado movimiento aprovecha a asistir a las tocadas gratis y más si son en lugares públicos (“Paso a Paso” se realizó en un parque); sus ritmos, sus ruidos, sus letras de ska, rock, metal, reggae, funk, punk, rap, jazz (perdón si se me fue alguno) y todos los “sub” que se deriven de estos géneros no cuentan con los espacios de difusión y oídos de conocimientos (más si son locales) como el pop, la música grupera y la cumbia de doble sentido. No faltan sus acusaciones satanizadas y quien diga que esa música es para desubicados de los gustos de la sociedad yucateca. Por estas idiotas razones, si el trabajo u otra obligación no lo impide, debemos estar parados, sentados o slamneando frente a la bandas, que importa si son nuevas con 5 rolas en su repertorio o viejas con temas clásicos y uno que otro estreno. La gente que coincidió su visita en el espacio público con la realización del toquín verá que “esa otra música” tiene seguidores jóvenes y adultos. Entenderá que “esa otra música” no está hecha con instrumentos comprados en el infierno (igual y así se llama la tienda) y no son una erupción volcánica contra las costumbres musical.

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Aunque, cuando la sede sea el “espacio público”, debemos hacer caso a un excelente señalamiento que he visto en varios flyers de estas tocadas: Respetemos el espacio. La cheva, la mota y otras drogas pueden esperar al final, al después. Vivimos en una sociedad creyente de las leyes y las normas. Evitemos llamadas a la policía con el grito desesperado “esos ninis ya agarraron el parque de cantina”, “esos maleantes creen que la plaza es picadero”. Vamos a disfrutar la música y luego aftereamos en casa de quien fregado sea. Exhorto dos. Tema dos. No huyamos, ni nos quejemos del cover cuando la tocada tenga como sede un lugar cerrado. La intención no es actuar como grupies, es apoyar el movimiento con más que unos aplausos. Si en la economía del fin de semana hay unos pesos de más, pues vamos al desmadre. Esos diez, quince, veinte, treinta o hasta cincuenta varos que piden en la entrada, son simplemente una cuota de recuperación. Recuperación de gastos que hacen los músicos al trasladarse con los instrumentos al evento (la gasolina sube y sube), de los pasajes de camión durante los días de ensayo, de los costos de las clases músicas, del precio del instrumento y otros gastos más. Quizás la mayoría de las chavas y los chavos que se van turnando el escenario tienen el sueño o la oportunidad de vivir de la música. De una manera debemos recompensarles la creatividad musical que nos pone a bailar, a darnos de patadas y codazos en un slam, a tener un fin de semana más de fiesta y una compañía musical para beber las chevas (en espacio cerrado se vale y hasta la venden). 78


El músico es un artista y hacer música es un oficio, vamos a apoyarlos para que sientan el respaldo de los aplausos y el económico. No seamos cínicos. No seamos esos tipos que cuando llega una banda con trayectoria nacional e internacional están buscando dinero en todos los bolsillos y carteras para comprar un boleto (en ocasiones el más caro y adelante, para tomar fotos con el celular), pero cuando en Facebook o las paredes del centro histórico ven el cartel de una tocada con un cover de 25 pesitos, terminan diciendo “no mames, pinches careros”. Vamos al slam con costo y sin costo. Espero que para las últimas tocadas de este año, la labor reporteril no me desvíe a eventos de corbata y peinados exclusivos y me dé chance de estar en la fiesta para compartirles una crónica a detalle en el número de enero. Feliz navidad (para los creyentes) feliz año (para todos).

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TAN MARAVILLOSO.

Noviembre 2013.

"Y eso es lo que me parece tan maravilloso" y lo ha sido. No deja de sorprenderme el trabajo teatral. Visitar el teatro, mirar las obras, escuchar y ver a los actores, paladear ese talento, esas sus capacidades. La luz la luz la luz y las escenografías. No, no, no, claro que no, tuvo que ser así, tiene que serlo, y es que este 31 de octubre a las 8 de la noche, llegué rayando al teatro del Olimpo, gracias a la invitación que me hiciera el director de la puesta, el excelente y atinado Ulises Vargas, de esos pocos artistas que uno mira y ve y va mirando y viendo como consolida una carrera sin altibajos y esto es porque siempre mira para arriba y no deja de sorprenderme gratamente por su dedicación. Winnie detrás de una escenografía llena de cajas de cartón, todo en color amarillo, emulando quizá aquellas praderas de la imaginación y el sueño, el amarillo mi bien, el amarillo que siempre está sobre nosotros, el sol, el amarillo sol. Con una carga poética, una más que excelente representación actoral de parte de la actriz, dramaturga y directora de teatro Xhaíl Espadas Ancona, quien además es la directora de la Licenciatura en Teatro de la Escuela Superior de Artes de Yucatán, y hay que decirlo, porque si una persona tan pero tan capaz como Xhaíl está a cargo de una institución como lo es la ESAY-Teatro, el resultado se

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aprecia en sus alumnos: Ulises Vargas en lo que ahora nos ocupa, ah... "me parece tan maravilloso". Dos actos únicos, Winnie ahí a medio cuerpo en las alturas, en el piso Willie, de espaldas, mostrándonos la espalda alta y la nuca, gruñendo y soltando monosílabos apenas. Y una Winnie, que ¡por dios!, carajo, uno no puede dejar de mirar, soñar y sufrir con ella. Un montaje difícil, dos horas de un monólogo lleno de poesía: ritmo, imagen, sentido; pero sobre todo el ritmo, porque el sentido es precismante el "sinsentido" del debraye que suelta Winnie pasando por todos los estados de ánimo posibles. Acto dos, solo la cabeza de Winnie, si mis lectores, solo la cabeza de Winnie, y por dios cuánta entrega nos ha dado esa única cabeza en el escenario. Un trabajo excelente que ustedes tienen la oportunidad de mirar la noche de hoy, primero de noviembre a las ocho de la noche en el teatro del Centro Cultural Olimpo, sí, ahí en el meritito centro: y eso es lo que me parece, tan maravilloso. No no no no, lo triste de la nota, es que el yucatequito promedio, prefiere correr a mirar todo, todo menos aquello que le permita detener el pensamiento y pensar. Es triste, que para una obra de Samuel Beckett, del genial Samuel Beckett, que para admirar a unos excelentes actores, a una magistral Xhaíl Espadas Ancona, solo hayamos asistido menos de 15 personas. Pero bueno, de lo bueno, poco, dicen algunos, y que bueno que entre esos pocos estuve yo.

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Van mis felicitaciones a Ulises Vargas y todos sus compañeros, y queridísimos lectores: asistan al teatro. No se pueden perder Los días felices, de Samuel Beckett, en esta versión que se presentó algunas noches en el centro de la ciudad de Mérida y éramos apenas seis personas las que tuvimos la oportunidad de acudir a disfrutarla.

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ARMEMOS LAS LECTURAS.

Enero 2014

En las últimas semanas del 2013 desapareció del ambiente sabatino cultural de la ciudad de Mérida el espacio físico de un proyecto profundamente poético y concurrido, en varias ocasiones por hombres y mujeres empeñados en la creación de los versos como oficio de vida, así como otras y otros por el gusto de escuchar o leer un poemita que meramente les salió de una inspiración pasajera despreocupada de todo reglamento literario. Me refiero al “Café Poesía”, idea del escritor Fernando de la Cruz y que desde el 2008 hasta los últimos días del año pasado, sus sesiones se realizaron en un conocido restaurante del centro histórico de la capital yucateca. En ellas, dicho género literario se presentó en voz de trayectoria, emergente y aficionada, además de obras impresas en revistas y libros; de todo un poco y mucho. Ahora solo existe como una cuenta de Facebook con el mismo propósito, aunque en vez de compartir con voz y escuchar, pegas en el muro y lees. Estamos iniciando el 2014 y no estaría mal que, como dicta la costumbre de los rituales enerianos, en la lista de supuestos compromisos a cumplir antes de comprar en la agencia el alcohol para recibir el 2015, poetas, narradores y todo aquel seguidor de las palabras escritas con creatividad formen (al gusto de 83


cada grupo literario, la grilla nos hace parecer partidos políticos) un nuevo espacio y lugar de expresión. Durante el 2013 “Café Poesía” no fue el único proyecto que existió con citado estilo. Aprovechando las facilidades, el Centro Yucateco de Escritores en diversas ocasiones convocó a sus agremiados y algunos amigos a sesiones de lecturas efectuadas en una sala de cine del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, donde cuentos y poemas fueron leídos por sus creadores previamente organizados en bloques de participación. Con la existencia de estos dos antecedentes, no dejemos que los próximos 300 y tantos días que faltan por alcanzar se nos vayan nada más en las publicaciones de las redes sociales, clavados en los limitantes caracteres del Twitter y en los perfiles de Facebook, esperando superar los record de “me gusta” o armar una discusión o aplausos de letras en el desglose de comentarios porque la obra “esta feíta”, “es un aglomerado de lugares comunes”, “es brillante para cualquier página”, “es belleza directo al Nobel”, “es publicable para cualquier editor”. Ya sé que además de poetas, también somos comunicólogos, biólogos, maestros, abogados, ingenieros, desempleados, padres, hijos y otros cosas que nos generan el ingreso económico y nos ocupa en horario laborales (no se olvide todo lo mencionado en género femenino), por lo que no se descarte la dificultad de poner en marcha un proyecto con la disciplina de la asistencia, la responsabilidad de 84


promoverlo, buscar la sede y mantenerla, llevaría un buen de tiempo… que Fernando de la Cruz pudo administrar en “Café Poesía”. Por lo que para no irme de aquí “hablando de fiesta pero sin meter mis cervezas a la nevera común”, propongo recuperar las reuniones caseras, las reuniones cantineras, las reuniones cafeteras. Olvidemos una sede atractiva con micrófonos y bocinas. Venga la voz, todos en círculo, leyendo y compartiendo poemas, cuentos, fragmentos de novelas y dramaturgias. Vayamos a lo simple, con dos responsabilidades, quien dé la casa, no la queme o derrumbe de último momento, y los que digan que van, no cancelen a lo fácil. Esta es una convocatoria para todos aquellos que lean delatripa y también puede ser considerado un propósito colectivo de año nuevo para cumplir por lo menos más de tres veces en el transcurso del dos catorce, me uno a los que alcen la mano, coincidamos horarios, preparemos textos y celebremos a la literatura con nuestras voces, sin caer en las discusiones agresivas de los talleres literarios, y tampoco en los halagos de lambiscón. Además, sin perder la seriedad del asunto, pues no estaría mal el role de cervezas y las botanitas (si no les late y quieren más seriedad, pues consideren café, té, jugo y las galletitas). Una cláusula que añadiría (con toda la disponibilidad para mandarla a la chingada), es que todo lo que se vaya a leer, sea obra original, sea obra de quien habla y no repetirla entre sesiones, cuestión 85


que nos motivarĂ­a a escribir, a dar algo nuevos a los oĂ­dos que no provenga de libros buscados en las bibliotecas personales. Ya saben, ya propuse, armemos un slam de letras.

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UNA MÉRIDA DE NOCHE

Marzo 2014

Esos viernes, esos sábados, esos domingos de Mérida. Son días para buscarles la noche y apropiarse de sus horas en que las cortinas de los negocios se encuentran a tope de candado, los oxxos en el infinito del tiempo y los paraderos de camión vacíos de gente buscando menudos. Horas alejadas de las bancas de los parques, de las mesas de media calle, del tour de calesas, de autoretratos (selfies, para los novedosos) con fondo de catedral con más luces que divinidad, de la trova de siempre y de los bares poperos. Son horas para caminar y buscar los refugios del arte alternativo, contracultura y guapachoso. Toda expresión que por sus dimensiones fuera de lo “artísticamente correcto para los sentidos humanos” no tenga lugar en los museos conservadores y escenarios teatrales de taquilla carísima con letrero de “no entre mascando chicle”. Son horas de alejarse de semáforos peatonales para saber y conocer que en esos refugios que nacen, mueren y resucitan de vez en cuando en el centro histórico de la capital yucateca, los músicos o fans metaleros no solo andan organizando tocadas en locales de sindicatos legendarios, provocando un satánico slam en cada rola o mostrando esa creatividad musical “incomprendida” para algunos (esos que por alguna extraña razón auditiva escuchan más ruido que música), sino también tienen la inspiración o la 87


habilidad para incursionar en artes visuales y a través de dibujos presentar al público sus ideas antirreligiosas, rebeldes, amorales, furiosexuales e inspiradas en las bandas death metal, black metal, heavy metal, thrash metal y más, acción que se vivió en la exposición “My art, my ink, are for the metal” de Diego Mena, donde seguidores de estos géneros (no sé por qué) andaban tomando refresco “Jarritos”, en vez de la cerveza o el alcohol cualquiera que comparten en el respetable y querido desmadre de sus eventos. Son horas para saber que en esos refugios meridanos se puede colocar un arte objeto hecho con sangre de cerdo y plumas de buitres, la sangre pasar más allá de la puerta del lugar, tocar la banqueta y no armarse un lío de fanáticos protectores de animales exigiendo la resurrección a modo de Jesucristo del mamífero y la devolución de las plumas al ave. Estructura que tuvo compañía de una serie fotográfica donde los zopilotes se dieron un festín con una cabeza de cerdo, (algo que debemos aplicar con los puercos humanos), todo esto agrupado en la exposición “Pájaros en la Cabeza” del artista Gabriel Quintal Larrocha. Caminar, caminar, no quedarse donde puedas ver el astabandera, y sabrás que en la Mérida políticamente azul, en el parque símbolo del panismo yucateco y con un monumento a los famosos niños héroes (yo diría jóvenes), de ese partido que pide a sus votantes persignarse antes de emitir el voto, ya estuvo la voz y el sensual cuerpo de la cantante Jessy Bulbo, quien sin 88


la vergüenza que la caracteriza, cantó sus rolas de letras feministas rockeras y desmadrosas para darle cierre al festival “Ellas Crean”, foro que año a año presenta la creatividad artística de algunas chicas y no tan chicas de este estado. Paso a paso con ganas de bailar y tomar a ritmo de cuartitas o misiles completos, y encontraras “Dicho Lugar”, espacios que viene ocupar el vacío de las primeras “Quillas” (checar la columna del primer número de delatripa), que desde hace dos años ofrece sus paredes a los artistas visuales y en su patio una fiesta que puede ser amenizada por el tecladista de cualquier cantina dando al público las cumbias clásicas, las cumbias modernas, las cumbias que nos hacen sentir el meneo en todos los huesos (no perreo). Mérida no es solo casas coloniales, Paseo de Montejo o base turística para llegar a dormir después de gastar las energías en los puertos o las zonas arqueológicas. Mérida no es solo trova y jarana. Mérida ofrece un espíritu artístico creativo más allá de algunas rayitas que se exponen Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán o el Centro Cultural Olimpo, un arte necesario para que esta ciudad no sea otra más estancada en la expresión comercial y popular que en vez de “rescatar tradiciones”, lleva al aburrimiento.

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EL ARTE TAMBIÉN PROTESTA.

Abril 2014

No soy un experto o crítico de arte. Yo no me paro frente a una pintura o un arte-objeto a buscarle errores, aciertos, tendencias, descendencias, plagios y clasificar la obra en un precio monetario para denigrarla o darle un valor serio. Tampoco soy de los que caminan por los pasillos de los museos para finalmente decir: -chido, sigan así-. Soy de lo que buscan o tratan de interpretar en las expresiones artísticas la transcendencia de una idea o el esfuerzo de crear más allá de rayitas en el lienzo o exhibir piedras y plásticos deformes. En mi único día de descanso en la semana decidí cambiar la rutina cama-tacos de canasta-hamaca-libroplaystation-comida y repetir lo mismo en la tarde encaminado a la noche (sin los tacos), por una visita a las sedes donde se muestran las obras seleccionadas y ganadoras de la VI Bienal Nacional de Artes Visuales de Yucatán. Por razones de horario laboral no pude ir a la inauguración y premiación de esta exposición, como en anteriores ocasiones que terminaban en bares con algunos compañeros artistas. No voy a entrar al aporte informativo. Los cuántos y quiénes búsquenlos en las notas informativas o hagan una investigación de campo en el Centro de Artes Visuales de Yucatán (CAV), la galería del teatro “José 90


Peón Contreras” y la galería del callejón del Congreso del Estado. Este número de la columna en delatripa es para expresar un breve sentimiento que de manera conjunta me dejaron ciertas obras. A diferencias de las ediciones anteriores, en esta ocasión la bienal registró una selección más creativa, sin cosas que comúnmente se han visto en otras galerías y que hacen creer que ya hay artistas dedicados a la creación en serie en un mismo taller. Tanto en pintura, instalación y fotografía, la inclusión fue diversa y entre sus temas, el que más me llamó la atención fue el de protesta. Aclaro, que entre las categorías también había video, pero la luz del día no permitía una buena apreciación de la selección de obras de este tipo. Dicen que la obra artística una vez que es expuesta su interpretación queda a cargo del espectador. El artista ya no puede estar parado junto a ella dando explicaciones (quizás solo el día de la inauguración), pero los siguientes y hasta su desmontada, el público piensa, imagina e interpreta qué ve. Por este motivo, digo que en algunas yo vi un grito social y un grito de protesta. En los salones del CAV, vemos un plano cartesiano mostrando en unas cuantas imágenes la Mérida del sur, norte, oriente y poniente. Mostrando que sus únicas similitudes son los postes de energía eléctrica y sus diferencias sociales se presentan en negocios y casas. Una Mérida dividida capaz de

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compartir en su corazón la misma luz pero no interrelación de clases sociales. A unos cuantos pasos, se encuentran pegadas en la pared las réplicas de las monedas conmemorativas del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución. Éstas, como originalmente son, llevan en el centro el rostro de los líderes de ambas luchas armadas y aparentan que dejaron de ser homenajes en objeto de valor y se convirtieron en simples lonas con unos cuantos disparos recibidos. ¿sus atacantes?, quizás los nuevos líderes que ya olvidaron los ideales de ser un país independiente y con justicia social. Por ahí anda la bandera de Estados Unidos, mostrando que sus estrellas son los migrantes legales e ilegales que dan soporte a la mano de obra campesina de este país. Sus barras, están representadas por bueyes, borregos y otros animales de rancho que sin remordimiento podemos matar, tragar y cagar. Una bandera que no niega el aporte migrante a la economía y que pertenece a una nación que sin problemas puede sacrificar a sus ciudadanos para alcanzar objetivos de avaricia. Aunque parezca algo simple, una foto que cualquier padre puede captar al momento de ver salir del vientre a través de una cesárea, en el Callejón del Congreso está la imagen titulada “Isabella”, he de suponer que el cuerpecito en proceso de salida y jalado por las manos del médico, es una niña que aparenta expresar en su rostro la molestia de abandonar un lugar seguro y llegar a uno nuevo donde la amenaza y el 92


dolor es más impactante que la sangre que rodea toda su piel. Son pocas, pero para mí tienen valor de puño arriba. Igual y hay más y no le capte esta interpretación, pero sin duda, vale la pena ir a verlas, para constatar que el arte puede tener más impacto que las marchas y las consignas hechas por manifestantes de ocasión o buscadores de un arreglo económico con “el tirano”.

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A RESUCITAR CASAS.

Enero 2015

Empecé el año leyendo una biografía del muralista Diego Rivera. Además de los datos acerca de su persona, militancia socialista, los viajes a Estados Unidos, amoríos y la accidentada relación con la pintora Frida Kahlo, el libro presenta imágenes de las grandes obras pintadas en diversos espacios y que lo consagraron como un documentalista de la historia nacional esperanzado de vivir en un México de hoces y martillos. Tras la lectura y la detenida observación de las imágenes en las muertas horas de trabajo, soy de los que respaldan que cada mural del máximo representante de dicha vertiente, sin menospreciar las creaciones de Siqueiros y Orozco, se encuentra plasmado donde deben estar. Aclaro, no soy experto en las artes visuales, solo un admirador más de las éstas expresando una simple opinión que no se adentra a la crítica dura basada en la técnica, pero sí es una introducción al tema central de esta columna. La línea ideológica de Diego Rivera y las casas abandonadas del centro histórico de la ciudad de Mérida. Difícil situar una relación. En el pintor encontramos el pensamiento revolucionario y en las estructuras que alguna vez fueron hogares, el abandono, el polvo de sus colores y puntos de reunión 94


de la basura de los años. Cada elemento tiene sus estéticas, la del guanajuatense perdurable para cubrirse en generaciones de ojos. Las edificaciones el paso de las lentas caídas cubiertas por maderas y letreros comprometidos a una salvación que llegará dependiendo del partido político en turno de la alcaldía. Entonces ¿cómo se podría relacionar un pintor muerto en 1957 y unas casas que intentan seguir en la inmortalidad? Hay les va mi idea. Rivera puede ser el antecedente de un renacer algunos de los predios solitarios en la parada turística emblemática de Mérida. Las muertas del primer y segundo cuadro tendrían una oportunidad de resucitar sin regresar a sus primeros días. Los colores planos. No es incitar a un pensamiento en contra de la belleza colonial, sino dar otro atractivo a la ciudad, un extra. Lo principal es que las casonas sean recuperadas en fachada e interior. Tarea del señor gobierno, ya sea municipal o estatal, quien quiera poner a sus albañiles. El trabajo es llegar a paredes blancas, adentro y fuera. Después de alcanzar este objetivo se convoca a los muralistas… del grafiti. Pedirles, que su creatividad vaya más allá de un “puto el que lo lea” o el rostro de la madre. Así como en los concursos de este arte o los plasmados por amor a la calle en el oriente y sur de la ciudad, invadan a las “resucitadas” y recreen pasajes visuales de la historia y el futuro que añoran en esta Mérida.

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Murales con transcendencia a través de un arte, que por sus cualidades, técnicas y mano de obra, parece nunca envejecer. Dispuestos a ser una clase de historia sin libros o el maestro de hueva. Profetas con colores que transfieran esperanza a una Mérida donde la doble moral no pase de un compartimiento del pasado. Unos murales para albergar a los héroes de Mérida y entiéndase de no provocar la lambisconería de dibujar a un presidente municipal o diputado, no. A los héroes de la vida cotidiana como el clásico vagabundo del centro histórico. Ahí está mi propuesta. Fumada, transgresora de las buenas costumbres de rescate para una ciudad con niñez de burguesía, una fantasía de presupuestos faraónicos. Cómo quieran catalogarla. Para mí es otra idea que refuerza a la Mérida artística. La Mérida donde el arte, no es un acontecimiento de la suerte, es parte de su sangre. Además, prefiero una locura de ese tipo a ver como la maquinaria y los mazazos derriban todo para levantar a son de la cabalgata de las valquirias un Oxxo u otro local con la visión necesaria de rentarlo a los vendedores de películas piratas. Nos vemos en el slam. No olviden los aerosoles.

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LOS DECLAMADORES

Agosto 2015

Además de las presentaciones literarias de la Secretaría de la Cultura y las Artes del estado de Yucatán (Sedeculta) y las actividades del desaparecido taller de la Catarsis Literaria el Drenaje, en lo que va del año, tuve la oportunidad de participar en un par de eventos donde los versos, modulación de voz, utilización de objetos y expresión corporal dieron vida a un tipo de declamación que refuerza el sentido experimental del género poético como parte de su evolución. Las actividades fueron el V Encuentro de Escritores Independientes con Arena en la Laringe y la presentación del primer número del fanzine “El poeta de las duchas”, ambas registraron una nutrida participación de jóvenes y pos-jóvenes (entiéndase arriba de los 30 años) que descargaron en los respectivos escenarios una creatividad poética con estilo y personalidad… aunque no se descarta la picazón del lugar común. Mi participación en el taller de la Catarsis, desde sus inicios en los salones del Instituto de la Juventud de Yucatán (hoy Secretaría) hasta su última sede en el segundo piso de la Biblioteca Central “Manuel Cepeda Pereza” me dio a entender en suma totalidad que puedo escribir textos buenos o malos, así críticas bien 97


centradas o pésimas, por lo que espero que el siguiente planteamiento motive una invitación a tomar las chevas. Los poetas en el movimiento de ese tipo de declamación llevan al poema más allá del teclado, la tinta o el carboncillo, la escritura es solo la primera etapa de camino por donde va e texto. Establecidos los versos, trabajados o no, va hacia el público con el respectivo performance que exhibe a su creador como un ser expresivo, liberado de cualquier rigidez amenazante a su cuerpo o voz. Tras la última palabra, los aplausos sonarán desde todas las manos, pero… ¿A qué le aplauden? ¿Al texto en seco? ¿Texto bien pronunciado? ¿Texto bien escrito, pronunciado y expresivo? ¿Texto bien escrito, pronunciado, expresivo y apoyado en todos sus rincones por algunos objetos? La declamación, cual sea su espacio para nacer, puede encontrarse con oídos y ojos de un público cautivo (integrado por los conocedores de la poesía en todos sus ámbitos) y una asistencia de nulo interés literarios, pero ofrece el apoyo moral con todo corazón. Entonces ¿A cuál público sacamos con su gusto? Decir a ellos, los conocedores. O aquellos, porque mi poesía es para todo el pueblo. Es para mí una irresponsabilidad en la oportunidad de experimentación en la que puede ser creado el género. La presentación va para todos y esto debe obligar a los poetas a ejercer un trabajo creativo que desprenda una

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originalidad evolutiva que en su momento encuentre casa en las futuras tecnologías. A lo escrito, darle la tallereada personal o grupal necesaria en búsqueda de versos inéditos o comunes pero que crean un texto de los buenos. La voz, con megáfono o no, sea un potencial latido, no ruidoso, armónico. La expresión corporal no parezca picazón de hormiga en todo el cuerpo, sino los movimientos de un nuevo ser. Los objetos, solo aquellos que den el soporte artístico, no la ridiculez. Mucha responsabilidad y no de la buena, la obligada. Compañeros de este movimiento declámativo siguen con la revolución de arrancar a la poesía de la mesa con el moderador, los dos presentadores y el autor, no caigan en el autoritarismo de decir está es “la verdadera presentación, la otra el viejo sistema negándose a morir”. Demuestren que esa presentación es una opción para seguir disfrutando el género cuando no se lee. No se descarte, en un futuro, en la sección de poesía de las liberarías aparezca una tableta electrónica modificada para ser únicamente utilizada en el disfrute visual y auditivo de unos poemas originalmente declamados.

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ADIÓS ROSILES.

Septiembre 2015

Hace unas semanas el movimiento artístico yucateco perdió a uno de sus jóvenes, al camarada Omar Rosiles, quien tuvo toda la creatividad posible para unir los géneros de la expresión visual como el video, performance, instalación, pintura y fotografía en obras originales que se pudieron apreciar en varias galerías y salas de museos. Pasó sus últimos días en un hospital de la ciudad de Mérida y su muerte fue un impacto de tristeza, no solo para su familia, sino también para todos aquellos que lo conocimos en la fiesta del arte local. En lo personal, fue uno de los compañeros que siempre aparentaba estar alegre y cuando nos saludábamos, él me quitaba el sombrero, se lo ponía, platicábamos de cualquier cosa por un rato, nos despedíamos y regresaba dicha prenda a mi cabeza. En uno de esos diálogos me comentó la idea de hacer una exposición entre los dos, él con su arte visual y yo con mi poesía. Aunque nunca se logró concretar este proyecto me atrevo a decir que los elementos de sus obras visuales funcionan como versos que traspasan nuestros ojos y nos hacen sentir en una pradera onírica, donde solo pueden existir conejos con escopetas. Uno diría que la obra de Rosiles no debe quedarse en los recuerdos de exposiciones realizadas en galerías 100


como la Eskalera o el Museo de Arte Contemporáneo de Yucatán (Macay), en las fotografías o videos publicados en su perfil de Facebook u otros sitios que no permitan a las nuevas generaciones, que deciden entrar al slam artístico yucateco, conocer la creatividad de este artista ganador de la V Bienal de Artes Visuales de Yucatán en la categoría de Instalación. Pero también soy consciente que regresar el arte de Rosiles a las salas se puede volver una tarea en ocasiones imposible, puesto que él también era un elemento de las obras cuando participaba en ellas convirtiendo una instalación en un performance o viceversa. Además de que en la cuestión de las instalaciones se necesitaría mucho de su presencia para el armado y así no errar la creatividad con la que la creó en mente y luego en lo físico. Ni modos, solo pido a aquellos, quizás su familia o amigos cercanos, que tiene acceso a las obras como pinturas, fotografías o videos que presentó Rosiles en vida, busquen la posibilidad de no hacer nada más una exposición póstuma, sino que tras ciertos periodos de tiempo la obra regrese a la salas, puedan ser admiradas y ocupe un eterno lugar en el repertorio generacional de una juventud yucateca que nació en la década de los ochenta y va dejando una marca artística en los primeros años del siglo XXI. Ya no le podemos decir a Omar “Nos vemos en el slam”, pero no olvidemos que él se movió con ganas cuando estuvo adentro, fue parte de la fiesta y estoy seguro que lo recordaremos cuando alguien nos 101


pregunte: ¿Qué hay o qué hubo de bueno entre esos codazos, patadas y vueltas?

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¿PRIMER ENCUENTRO DE ESCRITORES YUCATECOS?

Noviembre 2015

El 2015 será el año en el que regresaron los encuentros de escritores a tierras yucatecas. Más allá de la Feria Internacional de la Lectura (Filey) con sus presentaciones de libros o mesas de diálogos, el V Encuentro Intergaláctico de Escritores Independientes con Arena en la Laringe y el congreso Estética, discurso y entorno: 200 años de literatura yucateca, lograron reunir a varios artistas de la letra demostrando que estos eventos son esenciales para el intercambio editorial entre locales y nacionales, recordar las obras de décadas pasadas, conocer los talentos encaminados a nutrir la bibliografía del estado, los estancados presumiendo su poca obra como la más reciente publicación y los veteranos que cada libro nuevo significa su presencia en más librerías. A estos dos eventos en breve se le sumará el 1er Encuentro Literario del Sureste que seguramente cumplirá con los mencionados objetivos y dará vida a una tercia de eventos como antecedentes para la creación de un encuentro de escritores yucatecos que a través de presentaciones, mesas temáticas, lecturas, trabajos interdisciplinarios (entiéndase con ello, combinaciones de géneros literarios) e investigaciones

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demuestren al mundo una perspectiva integra de la literatura yucateca, así como su potencial a nivel nacional. Curiosamente, los tres encuentros presentan diferentes organizadores, el intergaláctico por integrantes del colectivo la Catarsis Literaria el Drenaje y la editorial Dos Puntos de Coatzacoalcos, Veracruz; los 200 años por la Secretaría de la Cultura y las Artes de Yucatán y miembros del Centro Yucateco de Escritores; y el del sureste por la Red Literaria del Sureste. Cabe mencionar que el primero mencionado tuvo el apoyo de esta dependencia y desconozco si ocurre lo mismo con el tercero. Pero la verdad… no importa quién lo hizo, quiénes participaron y quiénes no. Lo trascendente es que los tres demuestran las grandes posibilidades para efectuar un encuentro donde converjan todos los grupos literarios durante una semana o tres días, lo que dure, se den con todo, pero que esta rivalidad sea el atractivo del evento al momento de exponer las obras y no con insultos personales. Enfrentamientos poéticos, narrativos, ensayísticos y dramatúrgicos que culminen en la mencionada perspectiva. Un encuentro donde la niñería de “no voy, porque va él o ella” sea considerada como justificación pendeja o “no viene, porque anda obsoleto”. Ya después se armarán convivios diferentes y cada grupo despedazará al otro con cerveza en mano.

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Lo siguiente sonará a diplomacia mundial o a la acción necesaria para reconstruir un país después de la revolución, pero pienso que no estaría mal que integrantes de cada grupo, con el apoyo de la Sedeculta, se encarguen de la organización en general. Aquí tienen mi propuesta, si es necia, pues por lo menos se mantengan el rango de tres encuentros para el próximo año o más.

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DOCUMENTOS SONOROS

Diciembre 2015

Uno de los aspectos elementales del movimiento alternativo musical del estado es que algunas sus rolas no son exclusivas de los escenarios. Sus creadores tienen o tuvieron la responsabilidad creativa, el esfuerzo económico y las meras ganas de resguardar aquellas canciones que después de tanto ensayo pusieron a bailar al público reunido en los foros autogestivos, lugares ocupados respetuosamente, tarimas del carnaval meridano o cualquier otro evento. A través de la investigación de Inamovibles Sueños se está haciendo una recopilación de aquellas bandas que dieron el paso hacia la discografía y este esfuerzo representa sin duda una documentación esencial para el movimiento, debido a que su contenido en varias veces fue pedido a gritos por el público para que la presentación en la tocada fuera completa. Es decir, sin importar el futuro que les espere, dejan a la posteridad obras de arte respaldadas por una generación. Esta labor discográfica, en ocasiones dirigida a la comercialización y en otras ocasiones a la distribución gratuita, también la comparte colectivos que apoyan al movimiento como el Colectivo Radiación que a sus más de siete años de existencia ya presentaron dos discos con canciones de agrupaciones que por todos 106


lados han sonado en la ciudad de Mérida, así como en algunos municipios. Con el objetivo de hacer un registro sonoro de los últimos diez años, los integrantes de este colectivo presentaron una propuesta discográfica al Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias edición 2014, para formar un material con canciones de bandas locales con las que han trabajado en la realización de tocadas o festivales, además de las que de manera recurrente han participado en su programa de radio. Tras la aprobación del proyecto sin fines de lucro, se dieron a la tarea de hacer toda la labor que representa un disco con calidad. Un aspecto de reconocerse a los grupos incluidos es que todos entregaron al colectivo, canciones grabadas en estudio con buen audio que deja apreciar la creatividad sonora, esfuerzo y seriedad de los músicos por participar en el “Discompilado Radiacción”. Las agrupaciones participantes van entre los cinco y más de quince años de trabajo en la escena musical local y que han representado a Yucatán en escenarios de otros estados. Ellas son: Ayudantes de Caska, Los Mayucas, El Astro de la Rumba, LSD, Invitro Music Lab, Phana Phandemia, Los Bolontikú, Monstruos y La Kolecta. Asimismo, Vampiros Leyenda Urbana, Rapsta Selectahh, Polok Tolok Roots and Flowers, Jam

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Gorila, Mayaclan, Los Detectives y el cantante Gustavo Hau. Todas estas agrupaciones ya forman parte de un registro sonoro de la música local que se distribuye de manera gratuita y en una buena cantidad de copias que, de seguro, dentro de unos veinte o más años significarán un recuerdo generacional, alguien dirá: Yo hacía el slam en esta rola, Yo la cantaba de principio a fin… o alguien sabrá qué bailaban los abuelos cuando iban a las tocadas. Lo importante es que habrá una transcendencia y un documento que demostrará que a principios del siglo XXI, Yucatán no solo sonaba a trova y jarana, también a ska, reggae, surf, rap, cumbia, rock, punk, metal y otros ritmos más.

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NOS VEMOS EN LA CANTINA.

Enero 2016

El centro de la ciudad de Mérida alberga edificios coloniales convertidos en negocios, algunos no tan legales, parques e iglesias en plena hermandad, un sinfín de paraderos de camión y las cantinas más emblemáticas del estado, lugares que actualmente atraviesan la etapa de la sobrevivencia de sus “estilos”, ante la llegada de una moda que intenta imponer entre las mesas y la barra el comportamiento de los bares de la exclusiva zona norte de la capital yucateca. Esta transformación a lo fresa, más que ser una etapa evolutiva en la historia cantinera de Mérida, parece un cambio completamente radical con el objetivo de atraer a las personas temerosas al verdadero ambiente cantinero, para que por fin puedan decir al mundo “Yo ya fui a una cantina”, con selfie incluido desde la mesa que apartaron con previa llamada telefónica o inbox. Aunque intenta conservar ligeros elementos, como las sillas y mesas de aluminio, la barra y la rockola, ya no se vive en ellas la fiesta de antes. Los parroquianos que antes eran gente del verdadero pueblo, el trabajador o los bohemios rebeldes de la vida artística, son ahuyentados por los nuevos clientes que llegan en automóviles y sugieren al dueño el servicio de valet

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parking, mientras no dejan de dañar el sabor de las cervezas con micheladas. La abundante botana que incluía un plato de comida si rebasadas la tercera ronda de cerveza, es reducida a las tiras de zanahoria, pepino y jícama con chamoy líquido, cacahuates de marca y mini kibis; las meseras, dispuestas a tomar una copa pagada con el cliente, ya no son parte de la plantilla laboral y además aumenta la oferta cervecera con productos artesanales o de exportación (pero caros). Entre las cantinas transformadas hasta el momento, existe una que no adoptó estas nuevas características, sino, levemente, dio paso a la expresión artística de mujeres y hombres que defienden el ambiente de antaño que representa a una cantina yucateca. Me refiero a La Jardinera, cercana al barrio de Santiago, ubicada frente a una universidad privada y una casa donde ocurrió uno de los homicidios más sonados de Mérida. De lunes a viernes, La Jardinera respeta los ideales cantineros de botana tradicional, acceso a cualquier persona, la rockola con miles de canciones, servicio de caguamas y medias con sus respectivas promociones de tres por dos, baños sin un estricto plan de higiene y la colección de botellas vacías a un costado “para saber cuántas te tomates al momento de pedir la cuenta”. Pero los sábados, además de conservar los mencionados elementos, la cantina se vuelve un espacio abierto al arte, en especial a la pintura y a la

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poesía. Esta apertura inició con la exposición de cuadros y esculturas visualizadas desde un punto erótico, sexual, porno y pervertido. Obras que bien pudieron estar en un museo, pero sus autores decidieron hacer algo que hace falta en el arte yucateco, invadir espacios con respeto, como decía el vocalista de la desaparecida banda de punk y ska La Mama Ruda y los Skatastróficos Hijos del Henequén. Luego, llegaron los versos. Los escritores reunidos alrededor de mesas pegadas (porque de manera individual son para cuatro personas), sin micrófono, sin el protocolo de una presentación curricular para levantar el ego, a viva voz, leyeron sus textos desde celulares, hojas y libretas. Otro sábado, escritores y pintores compartieron sus cualidades creativas para dibujar o escribir en las paredes. Al final del día, las paredes blancas de La Jardinera se volvieron únicas en el ambiente cantinero. Aunque igual puede existir otra por ahí, cerca del mercado, con esta faceta. Creo que el acercamiento al arte como lo hace La Jardinera, puede ser una de las acciones para la sobrevivencia de las cantinas céntricas y así evitar que se convierta en bar fresa. ¿Por qué?, porque atraerá a clientes que sin problema se toman un par de chevas viendo alguna pintura o escuchando un poema. Aunque sea un día de la semana, el don de los teclados le puede dar chance a alguna banda local para amenizar el ambiente (sin slam, para evitar botellazos), cosas así.

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No volverás un intento de foro cultural como lo que fue La Quilla o La Casa de Todos, sino que un día a la semana proponga un elemento más a la fiesta cantinera, un elemento pasajero pero que dejé nuevos clientes para los demás días y además, aunque suene trillado, acerque el arte que por diversas razones no tienen el interés de ir a un museo, la presentación de un libro o a escuchar música local, que no fuera trova tradicional o jarana.

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ENTREVISTA AL PADRE ANDERSON.

Quien hable del hip hop yucateco no puede ignorar la existencia de Ceiba Flava. Esta agrupación de rap fue una de las que primero me llamó la atención cuando entre al mundo cultural, artístico y alternativo de Mérida, me acuerdo haber escuchado sus rolas en varios eventos y aun busco sus presentaciones en YouTube. Como parte del proyecto Inamovibles Sueños entrevistamos a Eduardo Vargas Puerto, también conocido como el Padre Anderson, sin duda, un ícono del movimiento hiphopero y también un impulsor de una cultura que es relacionada con la delincuencia, pero tiene más sentimiento en la unidad y de conciencia. El Padre Anderson comentó que las influencias del rap en Yucatán empezaron a llegar de ciudades estadounidenses como Nueva York y Los Ángeles pero además de los estilos para crear este ritmo también conocieron el verdadero significado del hip hop, que les hizo dar cuenta que es un movimiento universal con cultura y alores. “No tiene que ver con el color de piel o idioma, cuando nos dimos cuenta de eso empezamos a utilizar el hip hop como una herramienta de crecimiento personal, para poder expresarnos, llevar nuestro

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entorno a una base instrumental”, añadió a su respuesta. La falta de información hace que el rap esté relacionado íntimamente con el pandillerismo y en la existencia de Ceiba Flava está la lucha de desvincularse esta situación; parte de ellos es la creación de diez reglas al movimiento como no relacionarse con la delincuencia, cero drogas y nada de alcohol. “Promovimos la autocrítica y trabajar para que el rap sea un medio de expresión para buscar la reflexión y algunas soluciones que generen cuerdos para atender problemas con el medio ambiente, núcleo familiar, entre otras cosas”, mencionó y también aseguró que en el movimiento ha profesionistas como psicólogos y comunicólogos. A la preguntar de buscar o crear espacios, destacó que los raperos siempre han tenido el propósito de crearlos ante la cerrazón de instituciones. De hecho, foros autogestivos como La Quilla fue un lugar que en varias ocasiones permitió en su escenario a solistas o agrupaciones de rap, sin importar la trayectoria. Anderson comentó que esa búsqueda de espacios, Ceiba Flava logró que las instituciones digan la palabra hip hop y empezaron a obtener apoyo de los desaparecidos Institutos de la Juventud de Yucatán y de Cultura, parte de esto fue la posibilidad de poder armar el segundo encuentro de cultura hip hop en el Poliforum Zamná.

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Sin embargo, cuando las autoridades notaron lo bien organizado que estaba el movimiento en la primera década de los 2000, empezaron a crear sus propios eventos como La Tarima y esto provocó que las puertas se vuelvan a cerrar u no dar otra opción a los músicos de sumarse al proyecto gubernamental. Anderson añadió que, aunque cueste mucho trabajo, el hip hop local mantiene la propuesta del carácter independiente y organizar eventos que puedan ser gratuitos, pero a través de ellos se puede ofrecer ayuda a espacios que lo necesitan como los albergues. Para demostrar lo mencionado, Ceiba Flava en sus actividades ha presentado diferentes formatos y evitado la violencia. Con respecto a su trayectoria como rapero, Vargas Puerto recordó que entre 1990 y 1991, él y otros interesados en el género empezaron a experimentar la manera de hacer música y se influenciaron por grupos de hiphouse. “A nosotros nos llamaba la atención este estilo musical porque era muy versátil, así que experimentamos con un teclado SA10, las agujas de los tocadiscos de esos años, de las cuales descubrimos que pueden ser pequeños micrófonos”, manifestó. A partir de estos experimentos se dieron a la tarea de hacer hip house y luego adentrarse al hip hop con investigaciones, música en cassette y programas de radio como las 100 Mejores de Bilboard de pablo

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Manrique que se transmitía en sistema Rasa, todo esto les ayudó a conocer el género y la cultura hip hop. El nombre de Ceiba Flava viene desde el año 2000 y ante de pertenecer a la agrupación fue la manera de identificar al primer evento de hip hop donde Vargas Puerto y sus compañeros de música se presentaron como la congregación Anderson, que era una familia de jovenes que se reunían a hacer música, bases instrumentales para cantar sobre ellas. “Había algunos que les gustaba el rap y nuestra labor era darle pistas musicales, nos agrupamos, hicimos lineamientos, todo se fue transformado, al principio fuimos rígidos, pero ahora somos más flexibles y tolerantes”, señaló Anderson.

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ENTREVISTA CON EL POETA ÁLVARO BALTAZAR CHANONA YZA.

Edad: 53 años. Sexo: Masculino. Lugar de nacimiento: Mérida, Yucatán. Tiene un Posgrado en Cirugía con alta especialidad en Cirugía Laparoscópica, Cirugía Gastrointestinal y Cirugía Robótica. No ha tenido becas en su disciplina artística, pero sí algunos premios por su trabajo poético: VIII Juegos Florales de la ciudad de Tijuana (1985). Premios Municipales de Poesía ciudad de Tijuana (1987 y 1988). Segundo lugar Premio de Poesía José Díaz Bolio (2010 y 2012), entre otros. Álvaro se desarrolla en la poesía. “He descubierto en la poesía un recurso cercano a mí, para construir una realidad distinta o paralela, desde la reconciliación y el entendimiento de uno mismo. Un recurso vital para desvestirme de esta piel uniformada que usamos todos los días, para transmitir emociones desde la perspectiva existencial del otro. Ese otro que es el poeta. Con su carácter artesanal e industrioso, la poesía me sirve para verme como realmente soy dentro del mundo. No sólo volcada a la belleza, el dolor, la muerte, el amor o el erotismo; al cuestionarlo todo la poesía ha adquirido para mí un valor esencialmente subversivo. La poesía es un acto desenfrenado de legítima defensa… Definitivamente, fue Elías Nandino quien me enseñó los secretos más 117


elementales del quehacer poético. La pasión, el compromiso, los alcances y las implicaciones sociales, estéticas, filosóficas (incluso, políticas) de la poesía en particular y de la literatura en general; las conocí por él. Está aventura empezó cuando tenía 16 años, de edad. Definitivamente, sí veo reflejados mis sentimientos, pasado, conflictos personales, mi entorno social en mi trabajo literario, son parte de mi obra. Creo imposible en la brevedad de este espacio, poder responder de manera explícita y juiciosa esta pregunta. Mi infancia y mi adolescencia se suceden en el seno de una familia mexicana disfuncional, donde la violencia física y verbal es el alimento de todos los días. La literatura, entonces, se convierte en mi tablita de salvación. Ella me ayuda a construir realidades paralelas y más jubilosas que la mía. Persiguiéndolas, encuentro la esperanza de un mundo mejor, de un mundo más afortunado que el mío… Cuando me peleaba en Ítaca con Constantino Cavafis, por sugerencia de Elías Nandino para que yo comprendiera los alcances y responsabilidades del verso blanco, uno de los poetas más importantes de su taller, Jorge Esquinca, me invitó a leer a Valery, Eliot y Pound. Entonces, de éste último leí: “antes de escribir el próximo verso, hay que intentar ser un mejor ser humano…”

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Cuando bajo la tutela de Elías Nandino construía una voz poética que yo creía mía, ingreso a la Universidad del Ejército y la Fuerza Aérea. Siento en ese momento que lo pierdo todo. Si bien es cierto que considero invaluable y motivo de orgullo personal mi formación militar, también debo decir que en las fuerzas armadas encontré El apando más horrendo e improbable para estudiar o intentar hacer cualquier cosa que pudiera aspirar a ser literatura. En 1982 retomo esa pasión en el Taller de Poesía de la Universidad Autónoma de Baja California. Conozco y trato a Gabriel Trujillo Muñoz, Víctor Soto Ferrel, Rosina Conde Zambada, Ruth Vargas Leyva, Alfonso René Gutiérrez, Raúl Rincón Meza, Víctor Hugo Limón, Luis Cortés Bargalló, etc. Todos ellos, además de mis compañeros los considero mis maestros. La atmósfera y la instrucción literaria es muy distinta a la que existía en el Taller del Departamento de Bellas Artes de Jalisco en Guadalajara, donde leía y estudiaba mucha literatura hispanoamericana. Estoy más expuesto a la literatura en lengua inglesa: los suicidas Sylvia Plath, Virginia Woolf, Ernest Hemingway, Jhon Berryman (mi favorito), Martha Gellhorn, Richard Brautingan y David Foster Wallace, entre otros. También los beats: Allen Ginsberg, Jack Kerouac, William Burroughs, Laurence Ferlinghetti, etc. En este momento siento que por alguna razón que aún hoy no identifico, pierdo la voz particular que creía tener y caigo en una incertidumbre que se agrava cuando descubro mi incapacidad para ser al mismo tiempo militar, esposo, padre de familia, profesor 119


universitario, cirujano, etc. En 1986 la Universidad Autónoma de Baja California publica mi primer texto, mi segundo texto aparece hasta 2009, hay casi 25 años de diferencia porque tenía que comer y resolver mi vida que no me daba reparo ni arrestos para escribir. Construir una familia se convirtió en mi única prioridad. Hoy que veo el resultado no me arrepiento… ¿A quiénes consideras tus maestros? Al Dr. Elías Nandino Vallarta, en Jalisco y al Prof. Rubén Vizcaíno Valencia, en Baja California. ¿Qué libro, música, documental, película te pudo influir para tomar alguna decisión relevante sobre tu disciplina artística? “El demonio del deseo” de Stephen Coulter, una novela que leí cuando tenía 14 o 15 años, sobre la vida de Guy de Maupassant. Menciona cinco artistas de tu generación, en Yucatán, a quienes quisieras que el público conozca. Jorge Pech Casanova, Jorge Lara Rivera, Roger Metri Duarte, Jorge Cortés Ancona y Claudia Sosa. ¿Crees que hay artistas que son unos farsantes? ¿Por qué crees que lo son y qué hacen que te parece que lo son? Primeramente y por encima de todo yo soy un lector. Yo leo por placer. No leo lo que no me gusta. Nadie me obliga a leer lo que no quiero. Si para muchos Paulo Coelho, Xavier Velasco, Laura Esquivel o Isabel Allende, son constructores de una gran literatura, yo no me preocupo por eso. Si salen en la tele o hacen una película de sus textos, tampoco pierdo el sueño ni las ganas de vivir. No sé si exista una

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unidad fiscalizadora de la literatura o una policía para los simuladores. Definitivamente, si existen no los conozco. De todas maneras la gente común y corriente los seguirá leyendo y no hay nada que podamos hacer al respecto. Los tiempos de la Santa Inquisición creo que han desaparecido. El derecho a leer lo que queramos no puede ser abolido. Hay farsantes? No tengo la autoridad moral para hacer esa denuncia. Hay buenos y malos artistas, como en todo. Por eso existe la crítica. Si alguien es un farsante y gana adeptos que no merece desde el punto de vista artístico, pues estamos jodidos… y estoy siendo amable. ¿Qué quieres expresar al lector o espectador, a ése que observa tu trabajo? ¿Qué podrías decirle? Hace cinco años, el poeta colombiano y editor Carlos Aguasaco, publicó en Artepoética Press de New York: “Como testigo de la historia, Chanona Yza reconcilia el mensaje social con la forma. Sus poemas están permeados por la realidad, por la estructura de sentimiento de la que habla Raymond Williams. Sus textos son certeros y despiertan conciencias…” ¿Desde cuándo empezó tu gusto a esta disciplina artística? Desde que tenía 12 o 13 años de edad. ¿Qué opinas del actual entorno social y cultural de Yucatán? ¿Valora a los artistas? Las instituciones ven la cultura como un lastre, como un estorbo, como un mobiliario inservible e improductivo. Como un caldero en el hierven peligrosos gusanos que ponen en serio peligro las estructuras del poder. Un callo inflamado, una espina debajo de las uñas, una piedra dentro del 121


zapato. Alienados sin trabajo, revolucionaros de todos los tiempos, inconformes con todo, contestatarios mal pagados y rebeldes sin causa. Son los ojos del ciego, el oído del sordo, la voz de los que no tienen voz. Gente que siempre tendrá hambre… ¿Cómo sientes la diferencia entre espacios alternativos y oficiales para el desarrollo de expresiones artísticas? ¿Qué porcentaje de la población de Mérida podrías aventurar señalar que asiste o frecuenta las actividades artísticas y culturales de Mérida? Yo no veo ninguna diferencia. Son dos caras de una misma moneda. Con alegría vimos nacer los espacios alternativos. Huyendo de la soberbia de la senectud cultural en turno, del rechazo de grupúsculos, del ego enfermo y peligroso de las generaciones de los procedieron y de la dictadura pseudocultural de sus mentores y maestros, se han vuelto igualmente déspotas, insensibles y descuidados con sus políticas de inclusión. “Ven a leerme, compra mis libros, habla bien de mi, pero conmigo no cuentes…” También ellos han construido su club de Lulu y Tubby, su diáspora con el adobe del amiguismo, con los ladrillos indestructibles del cuatachismo. Dictan ese mismo código fascistoide del que huyeron en su momento, con su bandera de ser una “generación marginada e incomprendida” ¿En dónde has tenido más oportunidad para presentar tu expresión artística? ¿espacios alternativos u oficiales? ¿Por qué crees que ha sido así? En Yucatán, en ninguno. Fuera de mi tierra natal, en 122


ambos. ¿Por qué? No lo sé exactamente. Quizás por ser Cirujano de profesión y se cree que por eso no tengo ningún compromiso auténtico con la literatura (eso le ocurrió a Nandino con sus contemporáneos y la creación de la revista estaciones). Quizás, porque mi formación literaria se dio en el seno de dos instituciones literarias que no son yucatecas. También podría ser. porque se considera que soy un farsante, un advenedizo, un improvisado; alguien indigno de ser llamado escritor o poeta! También podría ser por mi formación militar. Soy me guste o no, y para muchos de ustedes, compañero de armas de los asesinos de Tlatelolco, Tlatlaya y Ayotzinapa… ¿Además de la expresión artística qué otros intereses hay en tu vida? ¡Por su puesto! ¡La vida misma! ¡La literatura es parte de un todo, no lo es todo! Tengo una esposa bella, es mi compañera, ha sido mi novia por más de treinta años. Dos hijos a los que amo y amaré hasta el final de los tiempos. Atrás de grandes escritores he descubierto a mejores seres humanos, muchos de ellos son mis amigos. Y mis enfermos, obviamente: macheteados, atropellados por borrachos, heridos con arma de fuego o arma blanca, con apéndices o vesículas llenas de pus, con obesidad, diabetes, cáncer y desnutrición. ¿Qué hago con ellos? ¿Los tiro a la basura? Ellos son parte de la literatura que no voy a escribir, jamás, pero que ¡indiscutiblemente existe!

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Eres un artista que prácticamente está en sus inicios, ¿Crees que a lo largo de tu vida seguirás desarrollando está disciplina artística? Creo que se trata de una radiografía del inconsciente maquillado de quien elaboró este cuestionario, que así nos ve a todos los demás ( todo esto dicho en tono de broma). Bueno, pero respondiendo a la pregunta, no creo estar en mis inicios. En 1991, Héctor Carreto nos incluyó en la antología de poetas de Tierra Adentro, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Recientemente, el poeta español Fernando Sabido Sánchez, tomó en cuenta nuestros textos para la antología de poesía mundial: Poetas del siglo XXI (2015). Tengo más de 35 años estudiando, escribiendo y publicando poesía. Y sí, creo que seguiré desarrollando esta disciplina… hasta la hora no conocida de mi muerte. ¿Tu meta profesional en la vida, cuál es? No veo la literatura como una profesión, debo decirlo muy sinceramente. Jamás he vendido un libro mío. En todas las presentaciones he regalado mis textos. Nandino me dijo que si no quería ser un inválido, siendo sano, de esta “cabrona sociedad” debía comer primero. Así que la cirugía me ha dado para vivir primero y para escribir después. Sin retóricas ni discursos fáciles o acomodaticios, la literatura para mi es una vocación sin restricciones y una pasión sin fin… ¿Cuáles son tus influencias artísticas? Yukio Mishima, Jorge Eduardo Eielson, Alejandra Pizarnik, Fernando Pessoa, José Carlos Becerra, José Saramago, 124


José Emilio Pacheco, Amos Oz, Juan Bañuelos, Efraín Bartolomé… y otros tantos que huyen ahora de mi corta y cansada memoria. ¿Cuál es la situación de tu expresión artística en el estado? ¿Conocida, nueva, en evolución? Amarga y frustrante. Desde el exilio, desde hace más de veinte años toqué decenas de puertas y hoy, como ayer, me las han cerrado todas. En ese mundo subterráneo que evidentemente existe, he escuchado comentarios como: “Es que Chanona no es yucateco, no habla como yucateco, no parece yucateco…” He comprado los libros de decenas de escritores yucatecos, he asistido a la presentación de su obra, he apoyado a muchos… pero nunca se acuerdan de mí para invitarme a una lectura. Todo lo que cargo en mi alforja de viaje, está fuera de Yucatán. Incluso, sostengo una nueva terminología: xenofobia cultural (para llenar mis horas de ocio, que son muy pocas). Voy a poner un ejemplo mundano: en treinta años vi publicados mis textos en más de medio centenar de revistas (México, Argentina, Cuba, Estados Unidos, Perú y España, entre otros). En Yucatán, sólo el pedazo de un texto (Navegaciones Zur), y a mentadas de madre. ¿Tu familia te ve como un artista? ¿hay apoyo familiar? ¿ha habido disgustos o reprimendas por tu dedicación al arte? Desde hace más de treinta años mi esposa y mis dos hijos han sido mis cómplices y mis más sinceros aliados. Saben que la literatura (particularmente la poesía) son mi vida. He contado

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con su apoyo incondicional, con su apoyo, con su respaldo… con su comprensión. ¿Qué piensas de México respecto de las oportunidades para el desarrollo de los artistas? Es muy difícil enfrentar la burocracia del poder reinante para salir adelante y crear en términos estrictamente artísticos con toda libertad e independencia. Pero es aún peor y más decepcionante enfrentar a esa cúpula de artistas (con un poder peor al que maldicen) que dicen quien sí y quien no por sus pistolas. La corrupción tiene sus cuates y sus amigos en los círculos artísticos. Hay que ser amigo y lambiscón del funcionario cultural en turno, hay que ser víctima callada de un premio entregado por un grupo misericordioso de jueces que elijen a su “amigo” en desgracia para el Premio Aguascalientes, porque en ese momento la literatura en México no produce nada que “valga la pena” Ni que decir de aquellos que encumbrados en el Olimpo inalcanzable de su propio ego o en la cama no censada de sus enfermedades freudianas, en su afán por pagar las cuentas pendientes con su maestro Kierkegaard, nos pasan factura. También hay que heredar odios que no son tuyos, por aquello de que si yo estoy peleado con Juan y tu eres su amigo, inequívocamente te conviertes en mi peor enemigo. Hay que hacer caravanas, limpiar zapatos y escupitajos de tuberculoso y muchas veces arrastrarse como las serpientes que aborreces, para ganarte un “lugar” entre los “artistas” y creadores. Esto, a mi entender, prostituye el propósito más importante y toral del arte en sí: ser mejores seres humanos. Sin 126


embargo, un poeta que conocí en Baja California durante mi juventud, Mario Bojórquez, dice que no es necesario ser buenas personas ni caerle bien a nadie para ser un buen poeta. Mao era un hijo de puta pero era un buen poeta, en fin… eso dice él desde el Monte Parnaso. ¿Qué se necesita para que puedas vivir solamente dedicado a desarrollar el arte que te agrada? ¿Qué cosa te impide desarrollarte únicamente como artista? En principio, es necesario reconocer el quehacer artístico como una profesión seria e importante y como tal debe ser remunerada. En mi caso particular, emulando a mi maestro Elías Nandino, la Cirugía es mi esposa y la Poesía mi amante. La Cirugía me ayuda a comer y a construir una vida propia… y la poesía me ayuda a vivir con todas esas cosas que no me gustan y con las que no estoy ni estaré nunca de acuerdo. ¿Cuánto crees que debes ganar mensual como artista para solventar una buena vida? Bueno yo estudié seis años de una licenciatura y cuatro años de posgrado. Cada cinco años debo aprobar un examen muy difícil ante el máximo órgano rector que vigila el ejercicio de la Cirugía en México, para poder seguir ejerciendo esa especialidad médica día con día. Gano poco más de veinte mil pesos al mes (que es una miseria). Estoy cierto y convencido que esas exigencias no se aplican a ningún literato en México, sin embargo, estoy convencido que un músico, un pintor, un escultor, un bailarín de danza clásica o contemporánea, un cantante de ópera, un narrador o un 127


poeta, deben ganar lo mismo que un profesional de la salud. Si de ti dependiera ¿qué cosa cambiarías de Mérida, de Yucatán, de México? A chingaos (con perdón tuyo), esa es una pregunta muy grande para mí. Sin embargo, sólo tengo una respuesta muy pequeña: todo! ¿Qué piensas de la guerra, de lo políticamente correcto, de los políticos mexicanos, de la lucha contra el narcotráfico? Yo no sé qué es lo políticamente correcto porque nunca lo he visto. Tengo una pereza incurable para hablar de los políticos mexicanos y el narcotráfico es otro vestido que ellos usan, cuando se cansan del saco y la corbata. Yo sólo pienso que contra ese lenguaje cotidiano, monótono y repetitivo que lo corrompe todo, la poesía es un instrumento de desobediencia. Siento que es el único recurso para cumplir jubilosos ese compromiso que tenemos con nuestros sueños pendientes. La poesía es el mejor medicamento para calmar esa ansiedad que tenemos, antes de reunirnos con la verdad que quieren negarnos. En este entorno próximo y caótico, en este espacio virtual que se parece a un manicomio de estatuas vivas, la importancia de la poesía estriba en mantenernos permanentemente despiertos, en vigilia constante ante todo lo que nos pasa. Nos llama a sacudir la cabeza contra la anarquía y sus tiranos, contra las tropelías del poder, contra las desigualdades y la injusticia, a no darle la espalda al dolor del otro… a los numerosos e incansables gritos de las minorías. 128


La poesĂ­a nos ayuda a inconformarnos contra esa neurosis mercantil y corporativa que sĂłlo nos permite hacer o decir algo, hasta donde el saldo de una cifra en la tarjeta de crĂŠdito nos dicta o contra esa lectura ociosa y banal de los renglones torcidos de dios.

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ENTREVISTA CON RODRIGO QUIJANO ARJONA.

Edad: 23 años. Sexo: Hombre. Lugar de nacimiento: Mérida. Licenciado en Literatura Latinoamericana. Ha recibido la Beca del festival Interfaz del Issste, y el segundo lugar del premio José Díaz Bolio. Su disciplina artística es la poesía, sin embargo, dentro de la literatura, y por sus estudios, se dedica a la academia y a la investigación literaria, así como a la promoción cultural y al activismo. ¿Por qué escogiste esta disciplina artística? ¿Alguien te motivó? ¿A qué edad comenzaste a interesarte en ella? Porque admiro la precisión de la poesía. Se me hace un reto poder conjuntar el sonido, la grafía, y el significado de las palabras armónicamente, y poder causar estremecimiento estético. Mi motivación es inicialmente personal, pero también han contribuido a ella mis amigos. Personas como Marco Murillo, o Jorge Manzanilla, que todo el tiempo están creando. Comencé por ahí de los 17 o 18 años ¿En tu obra o en la práctica de tu disciplina artística, ves reflejados tus sentimientos, tu pasado, tus conflictos personales, tu entorno social?

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Definitivamente. Creo que el poeta se nutre de lo que observa, y que escribir es una forma de pensar y redefinir el mundo. ¿Qué puedes comentar de tu entorno social actual y el que te ha tocado vivir? ¿Cómo ha sido tu vida: tu infancia, tu adolescencia, tu juventud? Pues he tenido la fortuna de encontrar oportunidades de crecimiento literario en todas partes. Desde la existencia de la escuela de creación literaria, hasta la licenciatura en literatura latinoamericana de la UADY. No obstante, cuando era pequeño, nunca pude disfrutar que escritores vinieran a mi salón de clases a hablarme de su obra. Es lo único que lamento ¿Qué relación tiene la disciplina artística que desarrollas con tu estilo de vida? Rige absolutamente todos los momentos de mi vida. Si no estoy haciendo la tesis (sobre un poemario), estoy platicando de poesía por el chat, y si no estoy conversando, estoy apoyando a la literatura local organizando algún encuentro o presentación de libro. ¿Por qué has escogido esta técnica o cómo se ha dado la evolución de tu estilo, dentro de tu obra o práctica? ¿Qué te lleva a decidirlo? En muchos casos, la admiración de mis poetas favoritos, como García Lorca. sin embargo, un detonante de mi evolución técnica es la observación de las tendencias actuales de la poesía. ¿A quiénes consideras tus maestros? 131


Tanto a personas con las que he tenido contacto físico, como aquellas que me han enseñado con sus libros. Entre las primeras, nombro a Francísco Lope Ávila, Fer de la Cruz, Lourdes Cabrera, Marco Murillo e Ileana Garma. y entre las segundas, personas como Ramón Suarez Caamal, y Montes de Oca ¿Qué libro, música, documental, película te pudo influir para tomar alguna decisión relevante sobre tu disciplina artística? Romancero Gitano, y La tierra baldía (T.S Eliot) ¿Menciona cinco artistas de tu generación, en Yucatán, a quienes quisieras que el público conozca? De los noventas, pienso únicamente en cuatro personas: Irma Torregrosa, Katia Rejón, Esaú Cituk y Daniel Can Caballero ¿Crees que hay artistas que son unos farsantes? ¿Por qué crees que lo son y qué hacen que te parece que lo son? Pienso que como en toda actividad, siempre hay personas que pretenden cosechar los beneficios del arte sin hacer nincún esfuerzo. Esos serían farsantes para mí ¿Qué quieres expresar al lector o espectador, a ése que observa tu trabajo? ¿Qué podrías decirle? Que sienta la libertad de dialogar con el texto como más le guste. Sin embargo, le haría la recomendación de que se guíe por las sensaciones, y no únicamente por la lógica del discurso. 132


¿Desde cuándo empezó tu gusto a esta disciplina artística? Por la literatura, me interesé desde que vi a Pedro Páramo en la Secundaria, pero por la poesía, creo que desarrollé un gusto cuando conocí la obra de Paz en la Prepa. ¿Qué opinas del actual entorno social y cultural de Yucatán? ¿Valora a los artistas? Si pensamos el entorno social como las instituciones culturales, me parece que existe una apertura de parte del gobierno a aceptar nuevas voces, sin embargo, si pensamos el entorno social como la masa consumidora, debo decir que hay artes que se benefician más que otras. La educación, creo, nos ha enseñado a apreciar más la danza folklórica que la poesía, y eso se lamenta mucho, porque a la hora de hacer eventos, la respuesta es muy reducida ¿Cómo sientes la diferencia entre espacios alternativos y oficiales para el desarrollo de expresiones artísticas? ¿Qué porcentaje de la población de Mérida podrías aventurar señalar que asiste o frecuenta las actividades artísticas y culturales de Mérida? Siento que los espacios alternativos reúnen mayor cantidad de público, ya sea por la atmósfera relajada de algún bar, o porque llegan a personas que sin saber nada de literatura, corren la suerte de encontrar algún evento mientras comen. En cuanto al porcentaje, yo creo que sería uno cercano al 50 %. Considerando que 133


únicamente personas con poder adquisitivo tienen la capacidad de gastar en pasajes y cafés, el número de asistentes se reduce drásticamente en un país en crisis financiera. ¿En dónde has tenido más oportunidad para presentar tu expresión artística? ¿espacios alternativos u oficiales? ¿Por qué crees que ha sido así? En ambos, porque conozco a personas que se esfuerzan por crear sus propoios ciclos de lectura (como los amigos del Colectivo Colectivo de Cancun), y a personas que reciben apoyo del SEDECULTA (como los miembros de la Red Literaria del Sureste) ¿Además de la expresión otrosintereses hay en tu vida?

artística

qué

Viajar. Conocer culturas diferentes, probar nuevos alimentos, etc. Eres un artistita que prácticamente está en sus inicios, ¿Crees que a lo largo de tu vida seguirás desarrollando está disciplina artística? Pienso que existe una alta probabilidad porque al estudiar literatura, he escogido para el resto de mi vida dedicarme a este mundo artístico. Ojalá que las condiciones económicas no me obliguen a elegir otro rumbo ¿Tu meta profesional en la vida, cuál es? Dar conferencias de poesía en el extranjero ¿Cuáles son tus influencias artísticas?

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Principalmente, los escritores españoles anteriores a la Guerra Civil: Lorca, Machado, etc. ¿Cuál es la situación de tu expresión artística en el estado? ¿Conocida, nueva, en evolución? Pienso que está comenzando a ser conocida, sobre todo después de la publicación de mi primer poemario. Pero definitivamente, también está en evolución. ¿Tu familia te ve como un artista? ¿hay apoyo familiar? ¿ha habido disgustos o reprimendas por tu dedicación al arte? Creo que ha habido una alta aceptación. Incluso me han apoyado económicamente para alcanzar algunas metas, como irme a algún encuentro. Para mi familia, con que no descuide mis deberes académicos, basta ¿Qué piensas de México respecto de las oportunidades para el desarrollo de los artistas? Pienso que se enfrenta a un gran reto, porque ante el creciente número de artistas, el gobierno debe destinar más apoyo a la creación, pero esto es complicado en un país en crisis. ¿Qué se necesita para que puedas vivir solamente dedicado a desarrollar el arte que te agrada? ¿Qué cosa te impide desarrollarte únicamente como artista? Wow. Yo creo que consumidores. Es decir, mientras la gente no se interese mucho con el arte, y piense que las manifestaciones artísticas son cosas subsidiadas o gratis, no hay mucho futuro. 135


¿Cuánto crees que debes ganar mensual como artista para solventar una buena vida? Lo mismo que un maestro de prepa de una universidad pública: 10,000 al mes por 80 horas Si de ti dependiera ¿qué cosa cambiarías de Mérida, de Yucatán, de México? La poca interacción que existe entre los escritores de distintas regiones del país. Siento que en Yucatán a veces nos encerramos en nuestro propio mundo, y no fomentamos el intercambio. ¿Qué piensas de la guerra, de lo políticamente correcto, de los políticos mexicanos, de la lucha contra el narcotráfico? Pienso que existe una desestabilidad en la nación, y que, sin embargo, esto no debe mermar la producción artística de los jóvenes. Si la creación es libertad, no hay razones para pensar en maneras correctas de expresar las cosas. La pluralidad de ideas en todo momento es un beneficio a la hora de plantear soluciones para la nación. Rodrigo Quijano (Mérida, Yucatán, 1992). Su nombre completo es Rodrigo Isael Quijano Arjona. Miembro de la Red Literaria del Sureste, estudiante de la Escuela de Creación Literaria del Centro Estatal de Bellas Artes, y alumno de la licenciatura en Literatura Latinoamericana de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY). Ha impartido talleres de poesía y sensibilización literaria en escuelas de bachillerato, y en la Feria Nacional del Libro de la Universidad 136


Autónoma del Carmen (UNACAR). Ha participado en diversos performances poéticos, y ha sido moderador de lectura de en las sesiones de “Café Poesía”, así como en actividades de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY. Su obra poética se ha expuesto en espacios como el Congreso Nacional de Estudiantes de Literatura y en eventos de su universidad.

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CONTENIDO. ENTREVISTA A TRES ESCRITORES YUCATECOS.

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ENTREVISTA CON ALGUNOS PERSONAJES DE LA DANZA EN YUCATÁN.

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INTRODUCCIÓN: NOS VEMOS EN EL SLAM.

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ENTREVISTA CON LA BANDA DE REGGAE “LOS MAYANS ROOTS”.

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¿ADIÓS QUILLA?.

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HE VISTO….

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SÁBADO POR LA NOCHE.

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DOCE AÑOS DE CASA.

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GRATIS Y COVER.

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TAN MARAVILLOSO.

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ARMEMOS LAS LECTURAS.

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UNA MÉRIDA DE NOCHE.

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EL ARTE TAMBIÉN PROTESTA.

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A RESUCITAR CASAS.

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LOS DECLAMADORES.

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ADIÓS ROSILES.

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¿PRIMER ENCUENTRO DE ESCRITORES YUCATECOS?.

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DOCUMENTOS SONOROS.

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NOS VEMOS EN LA CANTINA.

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ENTREVISTA AL PADRE ANDERSON.

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ENTREVISTA CON EL POETA ÁLVARO BALTAZAR CHANONA YZA.

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ENTREVISTA CON RODRIGO QUIJANO ARJONA.

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Mario E. Pineda Quintal. (Mérida, Yucatán, 1986). Licenciado en Comunicación. Forma parte del consejo editorial y columnista en delatripa: narrativa y algo mas. Ganador del 1er. Lugar en el Premio Estatal de Poesía Joven "Jorge Lara", en el cual obtuvo también el Tercer Lugar (2005), y una Mención de Honor en la categoría 16 a 19 años (2004). Obra publicada: la plaquette, Cuadrante nostálgico (Ediciones Zur, 2005). Antologado en: Nuevas voces en el laberinto. Novísimos escritores yucatecos nacidos a partir de 1975 (ICY, 2007) y la sección “Voz impresa” del documento Expresiones Emergentes. Arte y cultura juvenil en Mérida, Yucatán (ICY, 2007). Participa en la Catarsis Literaria El Drenaje.

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Inamovibles sueños. Apuntes escogidos de la columna Nos vemos en el Slam.atos. de Mario E. Pineda Quintal. Mérida, Yucatán, Diciembre de 2018 bajo el cuidado de la Catarsis Literaria.

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