Memorias Exposición Universal de París: Comisión Provincial de Puerto Rico (1867)

Page 1

EXPOSICION

ยก35km

PRESENTADA A LA COMISION PROVINCIAL

DE PUERTO-RICO, POR EL LICENCIADO

ROMAN B. DE CASTRO.

PUERTO-RICO: IMPRENTA DE ACOSTA, FORTALEZA, 21,


o 00.0‘

_..

00.00

o os o o

.o—‘—


242863

BZSWÉWÑ WWEESSÉLE QE mn 1867.

'

z’

PARTE PRIMERA. DESCRIPCIÓN GENERAL DEL CAMPO DE

MARTE.=PASEOS POR

EL PALACIO Y PARQUE.

[lo INTRODUCCION. Nombrado por el Gobierno de la Isla de Puerto-Rico para estudiar la Exposicion universal de París, bajo el punto de vista de las necesidades mas apremiantes de la Provincia, no es, ni

puede ser mi ánimo, emprender una Descripcion minuciosa de todas las construcciones, ni menos aun, de todos los objetos que

contiene en sus pliegues y repliegues este vastísimo edificio. “ El catálogo general,” mera enumeracion de ellos, redactado

por la Comision imperial, con el ausilio congruente de las comi siones estrangems, se compone de dos‘gruesos volúmenes, con

mas de 3,000 páginas de letra. menuda y compacta. Querer abarcar todo esto, querer analizarlo todo, y darlo todoá conocer, sería pues una pretension insensata. no ya de mi parte única mente, sino de parte de la mas vasta inteligencia de nuestros dias, que se encontrara en mi situacion y con mis recursos.


(4) El buen sentido, de acuerdo en esta ocasion con mis

deberes, reduce á límites mas humildes mi propósito. En el solemne espectáculo que tengo ante los ojos, superior á todos los de su clase hasta hoy (1) en los anales del mundo, se desarrolla la historia completa del “Trabajo humano, ” en todas sus manifestaciones: la materia prima en todas sus varie dades, las formas que la hacen necesaria, útil, bella ó sublime,

el movimiento que crea y varía estas formas hasta lo infinito, el poder de las naciones, el ingenio que inventa y la ciencia que perfecciona, todo está representado en la gloriosa Ex posicion de 1,867. ¡Feliz pues, el que esto escribe, si á pesar de su aislamien to cuasi absoluto, si á pesar de su pobreza relativa y de su salud escasa, logra entrever en este piélago de cosas y de ideas, alguna

(1)

Algunos escritores seriosy eruditos, han enumerado las ferias mas

soberbias del mundo desde la mas remota antigucdad hasta nuestros dias. Los mercados estupendos de Tiro y de Babilonia : las ventas en el Templo colosal de Jemsalem : las ferias durante los juegos olímpicos y durante las fiestas

suntuosas de la con uistadora Roma: las de la Edad media y las modernas en la Europa. occidentdl han sido recapituladas é historiadas con motivo de las Exposiciones modernas. He aquí las cuatro Esposiciones verdaderamente Universales, por su es tension y por su objeto, celebradas en nuestros dias, con sus mas interesantes circunstancias. EPOCAS. ——

CIUDADES. Superficíecn __ metros cuadrados. TOTAL Exposi-

lo álesslïayo

Lóndres

á 11 de Oc-

en

tubre . . . . . . Hyde Park. 1855

1'? de Mayo

Techadn. Sin tech

93,000

tores‘

GAÍITOS

Pesos.

_

n

95,800

17,000

5,186 1.166,529

136,425

23,954

10,564 2.627,040

27,446

12,305 2.258.158

2,800

-

París,

á 31 de No- Campos Eli vicmbre... . seos - . . . 100,060 18,726 Avenida Marbcuf. ..

17,639

1862

_

1‘? de Mayo

Lóndres

á 15 de No-

en

viembre.. .. Kensington. 95,500 21,500 121,000 1867 1‘.‘ de Abril

París,

\

á 31 de Oc- Campo de tubrcunu Marte. .... 115,515344,4S5 461,000 Billaucourt . . . . . . . . 200,000 661,0001

42.217.


(5) que otra de verdadera importancia, para el país en que ha na cido !

Pero un escritor distinguido, no muy amigo al parecer de las cosas presentes, ha llamado á la Exposicion aglomeracion dantesca, ( 1 ) lo es á la verdad, hasta cierto punto; y para no

perdernos en este laberinto cuasi inextricable, necesitamos un

hilo de Ariadna, una guía segura que, sin privarnos de las bellezas del espectáculo, nos conduzca derechamente al fin que nos pro ponemos. Situarémos al lector ausente, en la primera Parte de es—

ta Memoria, de modo que vea lo que vemos y que sienta nuestras propias impresiones: examinarémo's con él, rápidamente, el as

pecto general del edificio: rccorrerémos sus luengas galerías concéntricas: nos pasearémos por las variadas construcciones, ora caprichosas, ora características. que cada nacion ha situado en el Parque y anotaremos de paso los prodigios del arte, los esfuer zos de la industria, y las propensiones de la época, que en ellas se abrigan. Tantos y tantos son los hechos dignos de memoria,

que se desbordan del Palacio y del Parque y van á buscar un elemento mas propicio en las orillas y en las aguas del rio, ó un campo mas adecuado á su peculiar objeto, en los ‘terrenos de Billancourt. Los seguirémos pues por todas partes, y procura rémos darnos cuenta, hasta donde lo permitan nuestras fuerzas, de la significacion de este grandioso espectáculo, y de la situa cion industrial de los pueblos que han concurrido al certamen. En la segunda Parte de este trabajo, verémos cómo ha figu

' rado la Isla de Puerto-Rico en la Ex posicion, cómo pudo figurar y qué resultados pudo obtener. Despues de reconocer por este me dio nuestro atraso, nos contraerémos á hacer un estudio mas mi nucioso de aquellas cosas qne conciernen á las artes y oficios, así como al exámen detenido de las máquinas y utensilios des

tinados á la agricultura y á la industria, siempre que las juz guemos de interés para los progresos de la Isla. Consagrarémos por último la tercera Parte de este trabajo '

al reconocimiento de los “ objetos destinados á mejorar la condi cion física y moral del pueblo,” materia esta tan importante. que tiene en el Palacio un sector especial, cual si filem (como ha

dicho otro escritor) una nacion. {2). Verémos igualmente de cer ca los “objetos destinados á la enseñanza de los niños y de los adultos” y discutirémos (ayudados por la comparacion y el ejem plo) acerca de la. enseñanza indispensable para los progresos geueralesde la Provincia.

En el cúmulo delos hechos y de las ideas que hemos de (l)

Augusto Luchet. Lc Monde illustré número 521.

(2) F. Ducuing.-—Expositíon universello de 1867. Ilustrée.


(6) encontrar á nuestro paso, seguramente hallarémos algunos con sejos sanos de la razon ilustrada de otros pueblos, y de la expe riencia dolorosa de la humanidad. Quiera la Providencia perml tir que los escuchemos, y darnos la voluntad necesaria para aprovechados.

[illa Description de\ Palacio y del Parque,

Hénos pues en el campo de Marte, lugar digno dela memo ria de los hombres, por los hechos extraordinarios de que ha sido teatro. Su nombre, ya consagrado por la historia de lo pasado, per petuará en la memoria de las gentes, el suelo hospitalario de la tier ra en donde casi todos los pueblos del mundo han venido á darse la. mano, y á revelarse mútuamente, con hechos palpables, el grado

á que ha llegado cada uno en sus artes, su industria. sus rique zas naturales, su saber y su ingenio. ¡Revelacion digna del rego cijo humano, que señala un carácter distintivo entre nuestro

tiempo y los tiempos pasados: que consagra la grande obra co menzada por el libro, esto es, la divulgacion del saber sustituida. al misterio del secreto, y que acaso indica ya una nueva ley en el modo de ser de los hombres, para el porvenir! Está situado este célebre pedazo de tierra á la orilla iz quierda del Sena, y constituye un vasto rectángulo, perfecta

mente regular. Limitado por el dique de Orsay y por la avenida Lamothe Piquet, que son sus dos lados menores, por la avenida Sufi‘ren y por la avenida Labourdonnaye, que son los dos mas grandes, mide por todas partes 1,000 metros de largo y 500 de ancho: su área es pues de 500,000 metros cuadrados ó sean 50 hectáreas próximamente. (1) ' Tal es el solar en que se ha levantado el edificio que se de nomina "Palacio de la Exposicion Universal”. Este vasto circo de mas de 155,000 metros de superficie,

se compone de ocho galerías concéntricas. continuas respectiva mente, adosadas entre sí, y terminadas por un jardin oblongo (l)

Para, que el lector de Puerto-Rico se fomle una idea exacta de esta.

superficie, sin recurrir al cálculo. anotarémos aquí que es algo mayor de 130 cuerdas agrarias del país.


(7) que ocupa el centro. Su planta parece elíptica, pero no lo es :0 una faja rectangular de 380 metros por 110, trazada en la mitad del solar y perpendicularmente á su longitud, concuerda en sus cuatro ángulos con dos semicírculos opuestos de 190 metros de radio, los cuales prolongan de un modo continuo los dos

lados

menores, y cierran así el perímetro esterior, que tiene muy cerca de 1,500 metros de longitud. Rectángulos y semicírculos con céntricos, menores y menores, van determinando así las galerías

sucesivas y semejantes, hasta la última que limita el ámbito del jardin central. Diez y seis calles que van de la circunferencia al centro y toman los nombres de varios departamentos de la Fran cia, ó de las naciones que figuran en el concurso, ponen en co municacion las galerías y dividen la ' planta en sectores simé tricos. Obra ha sido esta planta del sistema simple é ingenioso, á que se ha intentado someter todas las obras del trabajo humano. En efecto, exhibir en un mismo plano y en zonas continuas, los productos similares de todos los pueblos, y permitir al mismo tiempo que el observador distinga los productos diferentes de ‘ cada pueblo, son los fundamentos esenciales del trazado de este singular edificio: de aquí su vasta superficie para evitar alturas y escaleras; de aquí la disposicion circular de sus galerías, para abrigar los productos similares de todas procedencias, y de aquí en fin los sectores distintos para aposentar los productos diferen tes de cada nacion. La galería esterior da el tono de todo el edificio, y es en . realidad su mejor parte. No tiene aspecto alguno verdaderamente monumental, si bien sus dimensiones son cuasi colosales. En puridacl, es una especie de rotonda cilíndrico-anular abovedada, de 1,413 metros de circuito, de 25 metros de anchura y de 35 de

alto, hasta lo que pudieramos llamar la clave. Su techo, dos ve ces curvilíneo, está sustentado por piés derechos de hierro, tra bados entre sí por una armadura sencilla y fuerte, y cubierto por planchas acanaladas. Sus muros son mistos: la mampostería sube hasta los 7 ú 8 metros de altura, empotrando los piés derechos de hierro: la parte superior hasta la solera, pues no hay cornisas, es de planchas de aquel metal, que dejan entre sí, grandes vanos _ de medio punto, cerrados por vidrieras comunes, para dar paso á la luz. Constituye en fin todo el coronamiento de esta singular construccion, una especie de balconcillo ó reja diminuta inter rumpida de trecho en trecho por los piés derechos que ya supe ran de suyo la altura del paramento, y que todavía han sido pro longados con astas añadidas á manera de mástiles, para trofeos y_ oriflamas. Tal es la galería principal del Palacio de la Exposi

. clon.


(8) Las otras galerías son de muy menor altura y amplitud, y harto desiguales entre sí, bien qúe de análoga construccion: como todas sus paredes son medianeras é interiores, reciben la luz por las vidrieras que constituyen sus techos, y es esta can directa y tan incómoda que ha sido preciso entoldar por dentro,

para atenuar su mal efecto. El jardin, patio interior del edificio, es una zona de terreno que toma para sí 5,550 metros de super—

ficie. Su figura (siempre un rectángulo prolongado por dos semi círculos opuestos) es perfectamente semejante á la figura de

cada una de las galerías y viene á ser el límite interior, y como el núcleo central y geométrico de todas. Crúzanlo dos anchas

calles, que se cortan perpendicularmente en su centro, y lo di viden así en cuatro porciones iguales: otras dos menos amplias,

paralelas al eje menor, y que coinciden respectivamente con los diámetros de los dos semicírculos, lo subdividen á su vez y

forman de él una especie de tablero, compuesto de cuatro rec tángulos centrales y cuatro sectores hácia sus dos estremos. Una ancha calle cubierta, cuyo techo se apoya en ligeras columnas

de hierro, pone en comunicacion el jardin con todas las calles divergentes. Acaso es esta parte, ya que no la mas suntuosa, la mas agradable del edificio: las flores bellísimas que limitan los andenes del jardin, la verdura suave en que brillan aquellas, las

aguas cristalinas que brotan de sus cuatro fuentes centrales, la bóveda elevada y luminosa del cielo, y el aire puro y libre que se respira en este ameno sitio despues de atravesar las calles pesa das y uniformes del Palacio, producen en los sentidos y en el al ma una impresion deliciosa é inefable. Efecto este, debido quizás a la magia del contraste y muy semejante al que se esperimen

ta ante el mas pequeño oasis, en medio de los angustiosos are nales del desierto, segun nos refieren los viageros. Pero no es el cubo de aire del jardin cantidad bastante pa ra refrescar el ámbito de esta colosal habitacion, ni las formas

de ella permiten una circulacion libre y completa al aire este nor. Parte esencial de toda buena distribucion arquitectónica, es, como se sabe, la ventilacion proporcionada á las dimensiones y á los habitantes de un edificio. La muchedumbre sedentaria de los Expositores, y el concurso innumerable de los espectado res que pueblan el Palacio, los rayos directos del sol que se re fractan en sus techos, la estacion calurosa que dominará durante el espectáculo, la multitud heterogénea de objetos, y la serie de muros circulares y radiados que constituyen el edificio. hacian aquí mas que en ninguna otra parte, necesaria, indispensable, una ventilacion abundante, y si así puede decirse, espontánea. No lo

es por desgracia: el rigorismo del sistema á que está sometida la


(9) planta y la consiguiente absoluta carencia de transiciones y de accidentes, entre las diferentes partes de esta obra, han obligado al arquitecto á buscar en la neumática, recursos indirectos para

ventilar su interior.

Bombas voluminosas, movidas por máquinas de vapor. situa das en el parque ‘envían al Palacio el aire respirable, por un sis

tema de galerías subterráneas, que se abren, de distancia en distancia, en el suelo del edificio.

La casa pues, en que se hospeda la industria universal de nuestros dias, no ofrece en sí misma ningu'n encanto á los sen tidos, ninguna idea elevada al espíritu. El sistema de clasifica cion, sabio, sencillo é ingenioso que ha determinado el plan de

la obra, ha campeado aquí con tan despótica autoridad, que no

ha dejado lugar alguno al buen gusto, y quizás ha contrariado los. preceptos de la higiene. En efecto, la comodidad del observador,

y las ventajas del órden y de la claridad en el estudio no eran incompatibles con la nobleza exterior ni con la belleza interior del edificio: aquellas preciosas cualidades no imponian forzosaá mente la eterna monotonía que en él reina, ni las formas sin gra

cia, sin variedad y sin vida que en él preponderan. A la verdad. si el autor de este proyecto (1) quien quiera que sea, puede es tar satisfecho de los fundamentos ideológicos en que estriba su obra; la comision imperial que lo aprobó no puede esperimentar grande orgullo por haberlo hecho ejecutar con tan poca indepen

dencia artística, con tan servil sumision á las líneas elementales de la planta. De todos modos, la obra mas grande y la mas nota ble que la Francia presenta en la Exposicion, carece de estilo, y no es, como debia y podia ser, un ejemplo bello, grandioso y atre

vido del genio propio del arte moderno. Veamos ahora el Parque. Entre las cuatro líneas que cier ran el vastísimo solar y el perímetro del Palacio, queda una zo na mistilínea de terreno, cuya área total asciende á mas de 344,000 metros cuadrados.

Esta zona, que se estrecha hácia los estremos del eje menor del Palacio, hasta no dejar mas espacio libre que el necesario (1) El plan de esta obra carece de autor individual: aparece como la obra colectiva de la comision Imperial. Sin embargo los SS. G. Maw y E, J. Payne arquitectos ingleses publicaron cn el Builder de 16 de Febrero de 1861

un Plano en que se guardan las ¡los condiciones esenciales requeridas para la Exposicion “la clasificaeion de los productos similares, en galerías continuas, y

la clasificacion geográfica ó por nacionalidades, en galerías radiadas y distin tas.” Estos SS. dirigieron su proyecto á la Comision Imperial oportunamente: han reclamado que se les declare autores del proyecto ejecutado, ó que se de signe el autor si fuese otro: como no han obtenido ni una ni otra. cosa, han ape

lado 'á la opinion pública, dando áluz un folleto que contiene su proyecto y la correspondencia que han sostenido sobre este asunto.

2

.


(10) para la circulacion y el servicio, se va ampliando á medida que de estos puntos se aparta y viene así á formar como dos grandes jardines opuestos, que demorando hácia los estremos del eje ma yor abrazan los dos semicírculos del edificio. En general, el sistema de comunicacion que reina en el in

terior, se estiende tambien al Parque, en una'y otra de sus dos porciones opuestas. Así las.dos calles que se cruzan en el centro del edificio, se prolongan en líneas rectas hasta los puntos me dios de las cuatro avenidas, y todas las calles divergentes del Pa lacio se continuan en el Parque, bien que aquí toman curvaturas caprichosas y se dividen y subdividen cortando el terreno en porciones aisladas, de bordes sinuosos: cada una de estas suertes asignada á una nacion distinta, vestida de verde. poblada de

árboles, embellecida por una cascada. un lago, un riachuelo ó una fuente.y animada por uno ó varios edificios de gusto, de ta mafio y de formas diferentes. entra enla armonía de un todo .

verdaderamente ameno por la variedad, instructivo por el obje to y lleno de atractivos por el contraste. Pero situémonos para ver ordenadamente este “gran barrio

de naciones,” si me es permitido hablar así: habrémos de hacer en él algunas escursiones interesantes, y conviene orientar nues

tra memoria, con respecto á sus puntos principales. Estamos en el soberbio puente de Jena, conmemoracion

de una famosa y sangrienta batalla, ganada bajo el mando del gran capitan del siglo. ¡Singular comparacion asalta en este mo meuto nuestro espíritu! ¡Aquella hecatombe de ayer, no seria hoy mas que el resultado de una simple escaramuza! ¡Grant ó Federico, Richmond ó Sudowa, han visto humear mas sangre

humana en tres dias, que los campos de Jena y Waterloo reu nidos. Mas adelante verémos, en el seno mismo de este certámen

de paz y de progreso, los instrumentos de la guerra en nuestros dias. Entre tanto olvidemos un recuerdo lúgubre é importuno. Crúzanse en cl rio Sena, que corre bajo nuestras plantas,

numerosos y gallardos vapores de todos los sistemas, de hélice, de ruedas laterales, de ruedas en la popa. vistosamente pintados

y alegres y juguetones entre penachos de humo, estelas de es puma y oriflamas tricolores: puéblalos la gente en todas sus par tes, siempre numerosa y apiñada en la cámara, en los puentes y sobre los castillos, y no cesan en sus idas y venidas al campo de Marte. Este pueblo numeroso desembarca en el muelle y pene— tra en el parque, ora por un túnel practicado á nuestra derecha,

por debajo de la ancha avenida de Orsay; ora por debajo de un puente de acero construido á nuestra izquierda, perpendicular mente y á corta distancia del puente en que nos hallamos.

.Cubren los de á pié las aceras dela avenida en una esten o


(11) sion grande, de modo que parece imposible la circulacion, y los ómnibus y los carruajes, difíciles de contar, llenan el ancho cen

tro de la avenida, dirigiéndose este inmenso gentío á la gran puerta que tenemos enfrente. El mismo espectáculo se renueva en los centros delas otras avenidas que circuyen el Palacio: no es puesestraño que se vean aquí no menos de 60,000 personas que visitan por término medio, la exposicion diariamente. Penetremos, á nuestra vez en el mayor bazar que ha visto

el mundo.‘ ' Hénos ya en la grande avenida, así llamada en esta parte del Parque: es ancha y la cero.an dos líneas paralelas compuestas por mástiles de grande altura, llenos de trofeos sobre las casas, galanos de banderas en la parte superior y sosteniendo un vasto toldo de paño verde recamado de abejas doradas, que cubre la calle desde la entrada hasta cl Palacio: prolóngase la avenida en el interior de este, bajo el nombre de gran vestíbulo, atravie

sa el jardin, entra de nuevo en el Palacio con el nomb’re de Ca lledeBélgica, y corta sin desviacion la otra mitad del Parque. de nominándose avenida de Europa, hasta la puerta de la Escuela.

La vista pasaría desde la gran puerta en que estamos, hasta la que acabamos de nombrar, si no se le opusieran obstá

culos.

-

Así, esta gran línea divide esta parte anterior del Parque co

mo la opuesta, en dos mitades, ó.á todo él en cuatro porciones iguales. Ocupa la Francia todo cl cuarto de nuestra izquierda y descuellan entre sus obras aquí espue stas, la cascada de las

ruinas, que surte de aguas corrientes y filtradas á toda la Expo sicion, un riachuelo que de ella se forma, el lago en que este de semboca y un faro situado en un islote de ro cas dentro del lago: una iglesia gótica. un teatro, los faros eléctricos de la Héve, otras muchas construcciones y la tienda imperial. en que descan sa la familia reinante, cuando visita el palacio industria1 A nuestra derecha ha tomado posesion la Gran Bretaña

que distinguirémos por la exposicion formidable que ha presen tado el Ministerio de la guerra, por la de sus .misiones protes tantes, la de la Sociedad de propaganda de la Biblia, por otras obras y sobre todo, por su faro eléctrico, de altura gigantesca.

Unamáquina de vapor imprime á un electro-iman de grandes dimensiones un movimiento rapidísimo de rotacion, y las cor

rientes de ind uccion producen en los carbones, que están situa dos en la alta cúspide del edificio, una luz voluminosa, intensa, inmóvil, como la de uno de los luceros de primera magnitud que brillan en el firmamento. Al pié del grandioso faro se le

vanta una bocina de metal, que gira sobre su propio eje, y vol viéndose sucesivamente hácia los cuatro vientos, lanza rugidos


( 12 > poderosos, capaces 'de‘dominar la tempestad, para advertir al de sorientado navegante los peligros de la costa. A su inmediacion sigue la poderosa república de Washington, quese ha presenta do en el Parque modestamente, con una escuela comunal, con una casa de campo, una tienda hospital, numerosas máquinas de coser, sus segadoras sin rivales, sus wagones y sus locomotri

ces. Depuestala guerrera veste, parece que mira con desden sus armas prepotentes, y cmpuña con ardor el timon fecundo del arado, su audacia subsiste sin embargo, y se revela en las artes de la paz, por un bote que atraviesa las ondas turbulentas del Atlántico, tripulado or solo dos hombres y un perro, como si

quisiera vencer por e contraste los esfuerzos colosales que supo ne el Leviathan. Despues viene Méjico, con su templo cuasi egipcio de Xochicalco y en seg uida Marruecos y despues Egip toocon el templo, impropiamente llamado de Philoé, guardado

por dos filas de esfinges, con el palacio del virey, y con el Istmo de Suez, que asocia el nombre francés de Mr. Fernando Lesseps, al nombre glorioso de los Faraones. Tunez con un palacio, el

Japon, poco conocido, y apenas comenzado, está en curso de coustruccion, mas alla la China con el macizo palacio de verano de sus emperadores celestes, y cerca del Palacio industrial, la

Turquía con un ejemplo de sus escuelas. una casa comun y una Mezquita, y por ultimo la Italia, víctima secular de todas las am biciones, de todos los despotismos, regenerada al fin por sus

poetas, sus sabios y sus guerreros, se presenta respirando liber tad y gloria, con sus museos y sus mármoles, y con el instrumen to poderoso que ha inventado para. perforar el monte Cenis. Así termina por esta parte el Parque, poblado del modo mas extraño por los imperios mas‘apartados. ' Continuando nuestra rápida escursion, pasamos al otro lado del Parque, dejando á nuestra derecha las puertas Desaix, Suf fren y Kleber, y á nuestra izquierda un salon destinado r’t los jurados del gran certámen, y otro consagrado á conciertos musi

cales para distraccion de los concurrentes. Fuera de techo, y ca minando ya al aire libre, nuestros primeros pasos huellan el ter ritorio do la Rusia. La caballeriza y los caballos del Czar, una

Izba ó cabaña peculiar de estas frías regiones. y un camino de hierro, cuya locomotriz remonta sin vapor (:i beneficio de la ve locidad adquirida por el descenso, y de artificios ingeniosos) fuer tes rampas, nos indican su exposicion en el Parque. Rodéanla la Noruega, que presenta la casita célebre de Gustavo Wassa y la Suiza industriosa que distinguirémos por el gracioso anexo que

ha poblado con sus bellas artes; hallamos despues á Portugal con un precioso anexo en que ha reunido con gusto y arte los productos 'de sus actuales colonias, resto de su pasada opulencia


(13) y de su antiguo y glorioso poderío, y á su lado la España que

ha trasplantado al Parque una orehatería valenciana, y un Pala cio de severo estilo, representante de la arquitectura monumen

tal del siglo XVI, sus riquezas minerales. mas variadas y mas

abundantes que la de cualquiera otra region de la Europa, sus productos forestales, sus vinos, sus aceites y sus granos nativa

mente superiores, y los efectos de Manila, de Fernando Póo, de Cuba y de Puerto-Rico se ostentan aquí, cuasi sin rivales en su . mayor. parte, gracias á la naturaleza. ,El Austria, que se halla a

diez pasos de nosotros, constituye una Villa populosa, y nos otre— ce ‘modelos de casas de varias regiones del Imperio, de Hungría,

de Styria ydel Tirol, mas una panadería en actividad: distln-'

gue’se especialmente por su exhibicion de maderas, soberbia por la magnitud y las esencias, sabia por su clasificacion, agradable '

govr su ordenamiento y lujosa por el dispendio que revela. El 2 urten'nberg, la Sajon'ia, el Hesse, la Baviera, así como la‘

triunfadora Prusia, completan este tercer cuarto del Parque, os tentando en él sus industrias varias. y en particular ' las rurales con las construcciones propias de sus climas ateridos. r. El último cuarto en fin, separado por la Avenida de Europa,

que ya hemos citado, está dividido á su vez en dos partes desigua

les por el ancho camino que se denomina Gran Boulemrty que establece una comunicacion continua, como una nueva galería al aire libre, al rededor del Palacio, entre todas las partes del in men so Parque. Divídense la mas inmediata al edificio y la menor, en

tre la Bélgica, los Países Bajos, la Holanda y la Argelia. La hor ticultura se ha reservado la otra gran porcion de este terreno, en donde descuellan invernáculos monumentales de hierro y cristal, acuarios dulces y salados en grutas admirahles, saltos de agua,

lagos, rios y fuentes, puentes y verjas. una variedad notable de kioskos caprichosos, un palacio de colibríes, los mejores libros y escelentes planos, los instrumentos y los productos mas perfectos de este brazo de la madre agricultura. Aquí se vé, en frutas di versas y legumbres varias de un desarrollo anormal, en la varie

dadestraordinaria de una misma especie de flores, en numero- ' sas plantas exóticas y en los mas brillantes ejemplares de las e sencias forestales. en todos estos seres vivos, lozanos y como eu cantados de encontrarse juntos, á pesar de su diverso orígen, lo

que puede el espíritu ilustrado de los hombres, lo que alcanza el consorcio feliz de la ciencia y del arte. ¡Ay de los pueblos que carecen de cultura intelectual! sórdidos, sin amor por los encan

tos de la naturaleza, sin conciencia de sus obras, riegan con lá grimas sus plantas mas bellas y mas fecundas, y estas plantas agotan el suelo en que nacen. dejeneran, se arruinan y no sola


(14) mente se niegan á 1a prosperidad del presente, sino que prepa ran la miseria del porvenir ‘Pero volvamos al Parque y terminemos aqui esta larga é incompleta descripcion. Lejos del ruido estrepitoso de las má quinas, Pornonn y Flora, agenas 'al incómodo bullicio del Pala cio tienen en el jardin de horticultura su doble imperio, tranqui lo, armonioso y bello como una mañana campestre, como el ru— mor de las aguas cristalinas, como el canto de las aves y como

el susurro delas brisas entre las palmas, los naranjos y los plá tanos del trópico, confundidos en la misma latitud con los pinos, los abetos, y una multitud de arbustos. y de flores de los climas

templados y ateridos de nuestro planeta. Las dalias y los ro— . dodendros ostentan la inagotable multitud de sus colores puros y de sus matices varios, obra esclusiva de un arte perfeccionado:

en vías de aclimatucion el género musa, tan bello como fecun do, la familia de los cactus tan original por su fisonomía como por

su inflorecencia, las cycáceas utilísimas y la familia invasora de los agaves, tan importantes por sus fuertes fibras, prisioneras

hoy entre cristales pasarán tal vez mañana á los campos, y aca so pagarán largamente los cuidados que se les tributan dando, bajo el soplo benéfico de las ciencias, flores a la beldad, útiles elementos a la industria y esencias interesantes á la medicina.

Tales son el Palacio y el Parque en que se exhiben los pro— ductos del “trabajo universal” del siglo en que vivimos. y de los ‘que le han precedido.


{paseos por las gulrrías muréulrims.

“No Jiu-din centraL-Sistcma de pesas, medidas 3 monedas.

CLASE 3€‘ DEL GRUPO 1‘.',— ¿sumas.

Ni en las pequeñas, ni en las grandes cosas, es dado al hombre ajustar exactamente sus actos á sus pensamientos: uno es por lo comun su propósito y otro el resultado definitivo que

obtiene. Así se vé en la ordenacion tan minuciosamente calcu— lada delas diferentes exposiciones que contiene el Palacio. Fué sin .duda el ánimo de la comision Imperial, dejar el

jardin y el paseo cubierto que lo circuye, libres á la circulacion, y embellecidos únicamente por las flores, el agua y los cielos: la primera galería murada, que no tiene número, se destinaba á los objetos, á los dibujos y á los modelos arqueológicos: ella lleva el título complejo de “Museo de la Historia del trabajo:” la segunda galería, marcada en el Palacio con el número primero, y deno minada “Obras de arte” debia contener esclusivamente las be llas artes. Mas el número considerable de los objetos ha sobre pujado á las previsiones, y ni la una ni la otra galería han po—

dido contenerlos todos. Los dibujos de arqueología‘y los ‘bus tos de yeso y de mármol han invadido el paseo cubierto, así co

mo las estatuas han poblado las calles y los contornos del jardín, ú la verdad con un éxito brillantísimo.


( 16 ) En el centro mismo deljardin ha venido á impla ntarse una Ex posicion digna de nuestros tiempos. Es una especie de templete de planta poligonal. cubierto por una cúpula hemisférica, y corona do por el globo terrestre: un ancho alero lo rodea y convida con su sombra al descanso y á la meditacion, aun en medio de la

muchelumbre que lo visita, ¿Qué contiene este edificio, y qué significa, aislado, y en el centro mismo del vasto Palacio? ¿Será tal vez el modelo de la obra maestra de la arquitectura, ó con tendrá la mejor estatua ó quizás el mejor cuadro de la Exposi

cionl No por cierto: carece de brillo esterior y solo contiene las pesas, las medidas ylas monedas de que se sirven. diferentes

pueblos. Examinadlas de cerca y apenas podréis comprender, como estando destinadas á un mismo objeto, difiriendo tan poca cosa en el tamaño y hasta en las formas, sean esencialmente dis

tintas: proponeos en seguida saber á punto fijo qué valor tiene una vara, una libra, ó un escudo en cada uno de los sistemas que teneis á la vista ó recíprocamente, y pronto reconoceréis la labor que esto cuesta, la confusiou que acarrea y sobre todo la distan cia que todavía separa entre sí á los hombres, individuos de una

misma familia, aun en aquellas cosas de comun necesidad y de uso frecuente.

Significa, pues, esta Exposieion un nuevo llamamiento á la unidad, por la demostracion elocuente y popular. de la estre ma y perniciosa divergencia que reina en esta materia: significa ademas, la superioridad incontestable del'sistema métrico-deci mal, nacido en el seno de la eiencia,identificado con las dimen siones del planeta que habitamos, y en absoluta concordancia

con el sistema de numeracion que usan los pueblos de nuestros tiempos. Seguramente no es nueva esta idea: hombres pensado res de otras épocas la han promulgado en sus libros, propo niendo medios prácticos de llevar a cabo la unidad de las mo

nedas. Felizmente las dificultades que los tiempos, esto es, las sombras de la ignorancia y los celos de la supremacía, han

opuesto hasta ahora á los sistemas incompletos de aquellos espíritus generosos, van cediendo ante los esfuerzos de la razon. Los pueblos toman cada dia una parte mayor en el gobierno de sus destinos, y de esperar es que la leccion encerrada en esta 1

.rxposicion especial así como los actos y los acuerdos de los

‘hombres ilustrados de varias naciones, que se están celebrando con el propósito de unificar las monedas, darán en un porvenir no lejano, feliz coronamiento á esta obra de universal utilidad,

y de alianza moral entre las naciones.

El ejemplo es grande y patente: sea por una prevision acertada, sea por efecto de una casualidad feliz, el lugar que

ocupa contribuirá poderosamente á su buen éxito. A su alrede


( 17 ’) dor se cruzan necesariamente todos los que, por placer ó por estudio, visitan la Exposicion: su número es considerable, su

orígen diverso y todos se fijan irresistiblemente en este espec

táculo. Circulemos' ahora por el resto del jardin. ¡Mas son tantas las estatuas que por todas partes nos rodean, y son por desgra cia, tan poco lisongeras las ideas que su estudio nos despierta,

que casi nos sentimos desfallecer en su presencia! Y á la verdad ¿quién estimaria su descripcion, si nos fue

ra dable hacerla? ¿qué entusiasmo se encenderia al contacto de ese fuego divino, y qué lágrimas de emulacion ardiente se der ramarian, si pudiéramos pintarlo? El cincel nos es desconocido y nuestra juventud, á pesar de su clara inteligencia y de su sen

sibilidad esquisita, sin estímulos, sin escuelas, sin los ejemplos que encienden el ánimo, sin el saber que abre las puertas de la. historia, sin el amor de la gloria y sin la esperanza del aplauso, queenaltecen la imaginacion, dormita en el silencio de la muer te, sintiendo todos los dolores de la ignorancia. De todos modos, imposible es separarse de este lugar sin

fijar las miradas en estos pedazos de mármol, que ‘el hombre, verdadero Prometeo de la historia, anima con el soplo de su in

teligencia transformándolos, y dándoles la espresion sublime de todas sus pasiones: del amor, del dolor, del odio, de la virtud, del

heroísmo, del furor ó de la piedad, con sus infinitos accidentes y variedades. En el'ecto, entre las seiscientas veinticinco obras de es cultura, que ya en mármol, ya en yeso, en madera, en bronce ó en marfil, figuran en el Palacio, unas nos encantan por la deli cadeza del cincel, otras nos atraen por la belleza, por la perfec

cion de las formas: estas nos conmueven por la elocuente espre sion del sentimiento, aquellas por el pensamiento que revelan, y no son pocas las que nos fascinan por el cúmulo de ideas que nos inspiran.

.

Contemplemos pues, guiados únicamente por el sentimien to, sin espíritu de comparacion y sin pretensiones de una crítica que está fuera de nuestro alcance, algunas de estas obras.

Las escenas tranquilas y risueñas de la naturaleza han ofre cido en todos tiempos asunto delicado al arte. La. primera juven tudde la belleza, cojiendo ora una mariposa. ora una flor de los campos, se repite en estatuas diferentes, y bajo la mano de dis . tintos artistas; formas redondas, intactas, alegría candorosa, ad miracion dela inocencia, y una sonrisa indefinible, como la voz -secreta de un misterio interno, caracterizan siempre á estas fi

sonomías de rasgos deliciosos.

Elmensage, cándida espresion de la jóven que abre por


(18) primera vez su oido al amor: Hero y Leandro, ocultando sus amores misteriosos en las sombras de la noche: Aminta y Silvio,

grupo delicioso y delicado como la poesía pastoral del Tasso: el sueño dela inocencia y tantas y tantas otras de este género, son

obras del arte que deslumbran los sentidos. Mas allá el artista sueña con la esplendidez de una beldad,

en el acto de poner la leve planta en las orillas del baño, y nos presenta otra jóven llena de encantos; de pié, juntas las piernas,

un tanto cohtraida la musculatura delicada, cierta indecision del pudor y cierta timidez en la soledad, se confunden maravillosa mente en su mudo semblante. |

Ora hiere su imaginacion el espectáculo, no ya de la jóven en los primeros albores de su edad, sino en aquel momento pe ligroso de los deseos y de las fantasías del alma, y entonces

traduce su pensamiento por las formas desarrolladas y com pletas de la mujer, acariciando la quimera alada é insidiosa. Las líneas fugaces de su frente, la sonris'a de sus labios entre abiertos, la postura determinada de su cuerpo alejan de la men te las ideas de la timidez y del eandor vencidos. Diríase que en trevé en ensueños calurosos, un mas allá de ventura, y que está

resuelta á penetrarlo. Mas adelante nos detiene el grupo de Daphne y de Chloe,

dichosa pareja, que se oprime los lábios y los corazones en nn abrazo supremo de felicidad; asunto que una Mitología remota ha trasmitido á nuestros tiempos, y que la naturaleza ofrece á cada instante á los artistas. El arrobamiento, el olvido, cierta especie de éxtasis, son los rasgos característiscos de ambas fisono mías: la actitud, casi siempre teatral en las estatuas, es simple,

natural en este grupo. Y como si la tierra no ofreciera campo bastante á los trans portes del amor, otro artista ha querido retratarlo entre las nu— bes, en medio de los esplendores de los cielos. "Los amores de los ángeles” es un grupo de mármol blanquísimo como la pureza: una jóven de talle esbelto, de termas suaves y delicadas, medio

envuelta en un ropage de ligero lino y de transparentes nubes, abandona su gallarda cabeza sobre el pecho de un mancebo ala do, este abraza con ternura su cintura cadenciosa, y dominando

el grupo con toda la altura de su cabeza, posa sus lábios con ardor sobre los labios finísimos de la beldad, arrebatada. por los

espacios celestes, ¡Cuanta distancia entre esta concepcion sublime del amor y las fisonomías brutales, y la musculatura ruda y tendonosa de ' los sátiros y de los faunos que nos rodean por todas partes, arre

batando entre sus membrudos brazos á las ninfas y á las drya das! La fuerza moral, la persuacion, es sin duda una fuerza, pe


(19) ro ¡cuán distinta de esas fuerzas que desarrollan los instintos gro— seres! Es que entre ambas inspiraciones media una civilizacion entera; ellas nos revelan bajo las alegorias del arte, la inmensa distancia que separa al hombre de laignorancia, del hombre su— geto á la disciplina de la moral. No léjos podemos ver otros grupos alegres.ó aflictivos, de una naturalidad encantadora, ¿No teneis hijos pequeñuelos? Mi rad á esa madre con qué espresion de felicidad contempla los suyos, que saltan sobre sus rodillas. Mirad ahora ese otro grupo de dolor doniéstico, engendra do por una calamidad pública: la mal’aría, especie de enferme dad endémica de la Italia, está representada por una madre que

tiene sobre sus rodillas uno de sus hijos, muerto: otro niño está en sus brazos, la boc'a cerca de su boca, el cuerpo al calor de su

seno: no llora ella; su fisonomía llena de angustia, sus ojos fijos en los ojos de su hijo, sus labios entreabicrtos, revelan toda la

inquietud de una esperanza remota, se'vé que aspira á intnndir su propia vida en el cuerpo del niño próximo a espiral‘, y la con tencion de su semblante y la inmovilidad de su mirada, causan una emocion mas profunda que las mismas lágrimas.

La poesía trasmite con frecuencia sus inspiraciones al es cultor: la divina Angélica de Ariosto, es acaso menos elocuente que esas preciosas estatuas que tenemos á la vista. El mismo asunto tratado por dos artistas diferentes, pero ¡cuánta belleza

en ambos desnudos! qué formas tan encantadoras! ¡qué terror y qué lágrimas tan bien espresados! Los sombríos cantos del Dante pintan con energía la suerte

íunesta de Ugolino. El escultor nos lo presenta en un grupo des garrador: es el momento en que Guaddo, uno de sus hijos, pere— ce de hambre en el oscuro-calabozo y yace exá mine por tierra, los otros tres, demacrados y macilentos, sin fuerzas apenas para mi rarlo, le ofrecen por alimento sus miserables carnes que él ha

engendrado. Ugolino sentado, encadenado, la frente rugosa y

contraida, estraviados los ojos, mordiendo sus propias manos de desesperacion,‘ nos presenta en su semblante todas las angustias de Laocoon, y nos parece escuchar la tremenda imprecacion que

Dante pone en su boca. “¡0h tierra inicua, por qué no te abres!” La cuestion social de mayor trascendencia que se ha re suelto en nuestros tiempos; la que cierra de una vez las puertas del mundo moderno a una de las mas funestas influencias del mundo antiguo: la institucion en fin que el espíritu sublime del evangelio hirió en el corazon sin nombrarla hace 2,000 años, y cuyos felices funerales canta nuestra época como la aurora del’ reino definitivo de la caridad y de la fraternidad humana: la abo


(20) licion de la esclavitud del hombre por el hombre, ha agitado

tambien cl alma de los escultores, y ha encontrado un eco, una. fisonomía, una expresion, pura y desapasionada, hasta en el

mármol.

No es un grupo teatral y fastuoso; no es la ira inestinguible de Espartaco: no es la sangrienta resolucion de Toussaint; tam poco es la abnegacion místico-filosófica de John Brown, lúgubre y severa; no son por último las tristes lágrimas del pasado, sino la sonrisa feliz del porvenir. quien ha inspirado en este dia al artista: su pensami'ento está simbolizado en dos niños de igual edad, de igual tamaño: ambos de pié, se abrazan con la ternura de

la inocencia: sus fisonomías respectivas, tersas, risueñas, alegres como su edad, revelan la ignorancia ó el olvido de la historia: sus

miradas, cándidas y sin pensamiento ulterior, hacen presentir un

futuro de paz doméstica y despiertan un hondo sentimiento de igualdad y de justicia. Al contemplar las líneas con que el esta tuario ha sabido retratar las armonías de estas tiernas al mas, y su alegría pura é inefable, se olvidan las diferencias que caracte

rizan á sus razas respectivas. Es el uno de la raza caucaslca. blanco, cabellos luengos y rizados, formas delicadas y esbeltas. y

frente despejada é inteligente: el otro es de mármol negro como el ébano, lanuda y ensortijada la cabellera, de formas robustas,

el ángulo facial pequeño, la frente regular y los parietales desar rollados. El conjunto del primero revela de un modo particular la inteligencia y la audacia: el todo del otro espresa la fuerza y la

resignacion: el último eslabon de su cadena, yace roto por tier ra y á su espalda. La tonalidad general del grupo es el amor y la bondad recíprocas.'El artista ha escrito en el pedestal “A maos los unos á los otros;” eco sublime de la voz del Salvador de la

humanidad entera. (1) Los libros santos, el evangelio y la historia de la Iglesia han sido siempre una fuente abundante de inspiraciones para la es cultura. Hé aquí la creacion (le Eva, mas hermosa, mas pura, mas amable que Vénus: sus encantos no tanto estan cn sus pre ciosas formas, como en esa inocencia indescriptible de su sem blante. Héla ahora en ese otro grupo, entre indecisa y .resuelta,

cogiendo la fatal manzana; ¡triste caja de Pandora que encierra

todos los males de la humanidad! Mas adelante, bajos los párpa: dos, inclinada la frente, trémulo el lábio por la disculpa, no es ya

la encantadora imágen dela pureza; es la matrona llena de juven tud y de hermosura, pero con la frente pensativa y como nubla da por el dolor. Abel, muerto, Caín desesperado, Agar é Ismael, Abraham (l) Se debe este grupo al cincoI de M. Charles Cordier.


( 21 ) resignado y el humilde Isaac, son estatuas que detienen tambien al observador. . ‘ .

Las escenas cristianas que la escultura ha traido á la Ex posicion son numerosas. Dignas de un estudio superior á nuestras fuerzas ellas no caben todas en el breve espacio de esta rápida reseña. La infancia de Jesus, su predicacion en el templo, su pa'l

sion, su trágica muerte, y el descendimicnto de la Cruz, desde entonces ennoblecida para siempre; la Magdalena en el desier to, los‘ mártires y los santos que se hallan cn el Palacio, demues

tran la fidelidad del arte á las mas altas tradiciones de la huma nidad rehabilitada. Sin embargo, sea efecto de las cuestiones

ardientes que trabajan‘ el pensamiento de la Europa, sea in fluencia de la filosofía y de la erudicion audaz de nuestros dias,

sea obra involuntariade la tibia té de la época. ó sea por último consecuencia detodas estas causas á la vez, parece cierto que el sentimiento místico no tiene hoy intérpretes tan pujantes como en otros tiempos. El arte anatómico, el músculo en general,

son sin duda mas conocidos y mas perfectos: la actitud menos teatral y mas conforme á la naturaleza; pero el idealismo, el arrobamiento, el éxtasis no se transmiten al observador, no se

imponen á_la imaginacion con fuerza. Tambien es cierto que, entre todos los grandes sentimien tos, entre todas las grandes agitaciones del alma humana, la

exaltacion religiosa es quizás la mas difícil de espresar, porque es sin duda la menos comun y la que exige observacion mas grave y mas profunda. Con todo, la Magdalena .en el desierto, que hemos citado, tiene en su semblante al través de una hermo

sura que lucha con el tiempo y con la austeridad mas severa, las fuertes líneas de un arrepentimiento profundo, y en su frente. muchos rasgos de un pensamiento hondo y regcnerador. S. Fran cisco de Asis, bajo su humilde hábito, desnudos los piés. flaco el cuerpo, y demac‘rado el rostro por el cilicio, la meditacion y las vigilias, parece elevarse hácia los cielos, llevando en el seráfico

semblante todos los ardores de la caridad y todas las dulzuras

del amor al prójimo. ' Pero en este órden de ideas es superior el grupo magistral que se denomina “La Piedad.” Suntuoso por sus grandes pro porciones y admirable por su esmerada ejecucion, es sublime por la idea, porla espresion delos semblantes y por la alianza estraordinaria del mayor de los ' dolores con la mas perfecta re ignacion. Jesus acaba deespirar y su cuerpo reclinado contra el se— no de su madre, caída la cabeza, parece aun decir á su Padre celestial, por sus lábios eutreabiertos “¡Perdónalos. Señor, no sa

ben lo que hacen!”


( 22 ) No carece de representantes el paganismo mitológico de Grecia y de Roma antiguas, ni la historia oscura de los tiempos heróicos; pero la historia moderna llama de preferencia nuestra atencion. Colon y la América, grupo colosal de yeso, no puede r desapercibido para nosotros. Es el maravilloso Almirante de las Indias occidentales, en la hora única y fugitiva de su feli cidad sin ejemplo, cuando presenta á la Europa asombrada, el triunfo glorioso de su pensamiento, es decir, el nuevo mundo

que se llama la América. Esta, simbolizada en una jóven salva ge, desnuda, de miembros hercúleos, de rostro dulce, espresa en su actitud, con un pié hácia atrás y el cuerpo retraído como si quisiera retroceder, la timidez en su colmo: timidez de la hija de

los bosques en presencia de un mundo estraño á sus ojos y acaso

terrible á su imaginacion; al paso que en los rasgos patéticos de su semblante se ven el asombro y la curiosidad simultáneos. Co lon la tiene de la mano: está de pié, en traje de corte, erguida la cabeza, y sonreidos los lábios. Se dice que la antigua escultura

dotaba á los héroes de una cabeza apolínea, señal hermosa de la randeza moral; ¿ha sido esta la mente del estatuario de Colon?

e todos modos, este grupo no tiene seguramente P"r objeto el retrato: no hay en el rostro las líneas'características de una vida

dura, de azares y de fatigas: no hay tampoco los signos del mis— ticismo de que parece impregnada la vida de este grande hom bre. Su semblante, de edad madura, rejuvenecido por el éxito increíble de su colosal empresa, parece radioso de felicidad, y su actitud noble y solemne, un tanto altiva, parece decir á la

Europa entera “Hé aquí el mundo que fuí á buscar por ignotos mares, bajo la fe’ de una idea, en que no creías.”


Wo Museo (le \a Historia \\e\ trabajo.

GALERÍA sm NUMERO.

La primera galería que circuye el jardin central contiene en abundancia los monumentos mas antiguos de la industria huma

na y una variedad considerable de objetos de la Edad media, y del renacimiento hasta fines del siglo pasado. No se ha publica— do aun el catálogo oficial de esta, interesante parte de la Ex posicion (l) y por desgracia, son muchísimos los objetos cuyas etiquetas. tapadas por ellos mismos, no pueden ieerse. Entre la época á que pertenecen aquellos monumentos y los demás objetos que hemos indicado, median, no solamente los siglos históricos, sino períodos dilatados de una oscuridad com

pleta, de que .no hay hasta ahora otros vestigios. Por todas partes se encuentran piedras duras, de silex en general, ora pulimenta das, ora ásperas y mal cortadas, pero cuyas formas generales (es

cluyendo la idea de casualidad) parecen destinadas á fines de— terminados y despiertan la curiosidad popular. En la Isla se en cuentran con frecuencia de tamaños y de formas diferentes, mu

chas que el pueblo denomina “Piedras de rayo.” ' Los arqueólogos llaman á la época desconocida á que estos monumentos pertenecen. edad de piedra. Ellos constituyen los instrumentos de que el hombre primitivo se ha servido ora en la guerra, ora en las artes, ora en los oficios domésticos; pero (l) No solamente no se ha publicado, sino que tampoco tiene gru en la clasificacion. Ignoro si esta parte desde un principio entró en siones de la comision imperial.

propio previ


( 24) como la edad de los metales, si podemos hablar así. alcanzó los instrumentos de piedra; era y es difícil encontrar estos monu mentos perfectamente puros sin huella alguna metálica. Los descubrimientos hechos en las costas de Dinamarca (1) y los objetos diversos que se han encontrado en el lago de Moosseedorf, del canton de Berna, en Suiza, por el año de 1856.

sin traza alguna de metal, han disipado las dudas, y establecido con certidumbre la época ante histórica en que los hombres de la Europa desconocian los metales y fabricaban todas sus ar mas y- demás instrumentos, de piedra. El uso del bronce supone el conocimiento de los dos me tales componentes, cobre y estaño, y las manipulaciones propias de su aleacion. Parece, pues, que antes de poseer instrumentos de composicion binaria, debió el hombre servirse del cobre,

cuerpo simple, que exige menos saber y menos trabajo. Sin em bargo no es así: los instrumentos de cobre puro son insignifi cantes, y los puñales y las hachas de bronce aparecen con abun dancia despues de los monumentos de piedra, y marchan con ellos simultáneamente, hasta cierto período en que llegan á reinar de un modo exclusivo. Así pues, á la edad de piedra se siguió un período de transicion, y á estela edad de bronce. Los depósitos que se encuentran en ciertas capas de la tierra, fijan de un modo

indudable esta gradacion en los progresos lentos de la humani

dad primitiva. ' Posteriormente aparece en Europa el hierro; pero esta apa ricion fué‘ tan tardía que, segun los eruditos, Homero en la Ilíada

no habla de ninguna arma construida con este metal: era sin em bargo conocido, y el poeta lo califica, siempre que lo nombra, 'con el epíteto de “ditícil de trabajar.” Así pues, aunque la apa

ricion del hierro en las comarcas de Europa se pierde tambien en la oscuridad de los tiempos, su uso general y en particular su aplicacion a la guerra, es de una época relativa muy inodema.

De todas estas épocas remotas, hay en la galería que vamos á recorrer representantes bien definidos y clasificados. La Edad media nos ofrece aquí sus pergalninos, hojas y libros manuscritos adornados con miniaturas de diverso estilo: relicarios, esculturas, armas, armaduras, vasos, urnas, objetos de tocador, tapices y otros

muchos- efectos de las artes y de la industria. El renacimiento que, á cortas distancias, se va irradiando

desde la Italia hácia las .demás naciones de Europa, ó que en virtud de las fuerzas propias se produce á la vez en comarcas distintas, aparece en los asuntos religiosos y mitológicos consig (l) Etudes géologico-archóologiques en Danemark par M. A. Merlot.


(25) nados en la cerámica. en la piedra y en los metales; aparece en la loza, en la joyería, en los muebles, cn todas las cosas que sir ven al hombre para la elevacion del espíritu, para el lujo ó para la comodidad de la vida, con el sentimiento puro del arte. . La imágen miniada, pinta‘da, ó esculpida, ‘no es ya un bo ceto rígido é informe: su fisonomía, sus proporciones, y su expre

sion son humanas, su ropage es verdadero: la flor tiene todos sus órganos; los sauros, las avecillas, los paisages son animados, puros, naturales. .

Los últimos siglos y el XVIII en particular, se abren nuevos caminos, mejoran.acaso el trabajo, lo varían é inventan nuevas

cosas, pero no superan ni en la naturalidad, ni en el sentimiento las obras del arte. Sin duda los hombres especiales, los arqueólogos, los artis tas de mérito y los eruditos, se felicitarán de esta gran reunion

de tantas colecciones diversas en un mismo lugar, y acaso halla rán en ellas ocasion oportuna para ilustrar puntos dudosos, para mejorar sus obras, y para historiar los progresos de las artes. N o sotros que no tenemos ni tiempo para verlas con minuciosidad,

ni auxiliares que nos ayuden, ni libros á mano'que nos den el se creto de las épocas y de los hombres, que estas colecciones re presentan, nos limitarémos á recorrerlas rápidamente venciendo

la repulsion que nos causa su necesaria monotonía.

Situados en el gran vestíbulo, penetremos por nuestra iz quierda en la galería, y comencemos por la Francia. La Galia ántes del .uso de los metales, nos presenta los monumentos de la edad de piedra: dominan en ella las hachas y los instrumen ‘tos con punta y corte, sin mango. Son de cuarzo, y á pesar de su pulimento parecen primitivos, á juzgar por la poca comodidad que su manejo ofrece. Esta coleccion pertenece al Museo de Vannes, y la mayor parte de sus objetos son muy semejantes á

los que se encuentran en la Isla. La coleccion del Conde de Costa de Beauregard, proveniente del lago de Bourget en Saboya, contiene monumentos primitivos

y de transicion: hay en efecto entre ellos, picos y azadas con taladros convenientes para el mango, é instrumentos domésticos de cobre ó de bronce. ‘ La época céltiea y galo-romana nos ofrece -en piedra las’

grandes lanzas quelusan.hoy, de hierro, los llaneros de Venezuela, y el modelo de las bayonetas triangulares primitivas, y en bron ce brazaletes y discos mas ó ménos adornados para escudos. ' La época puramente romana nos ofrece ya estatuas peque

nitas, bustos é ídolos de bronce. A este período pertenecen tam bien doce instrumentos de hierro, destinados á la agricultura y bastante conservados; monedas, medallas y adornos de oro, así

4.


< 26 > como varios utensilios domésticos de bronce estañado, de plata y dorados.

.

La época franca y carlovingia se nos presenta con trabajos diversos mas perfectos, y con riquezas intelectuales que la distin guen de los períodos anteriores. Sus lanzas, cuchillos, puñales y espadas de hierro son mas perfectas y sus manuscritos son nu merosos, y están adornados con viñetas y miniaturas de colores vivos. Pertenecen al siglo VIII, entre otros, los siguientes: Liber pasto/‘alía S. Gregorii papas I, caractéres onciales sin cursiva: Quatuor Evangília, M. S. á dos colores, negro y carmin, por Gun

de en 754. Fiori collect'ia mzt'iquorum canonum. ‘libro del siglo IX que ya en el X pertenecía a la catedral de Besanzon y hoy es de la Biblioteca de Troyes. Evangilia IV, manuscrito del año 909. Evangil'ía, M. S. en 4‘.’ del siglo XI con letras capitales, de car

min y doradas. Del siglo XII. Biblia Sacra que dicilur S. Ber

mmú, corregida y anotada por el santo, particularmente en el cántico de los cánticos. Del siglo XIII. Gencsis el Exodus cum, glossa. De este mismo tiempo es tambien, el M. S. de la novela de caballería Fiera-bmx. Entre otros muchos M. S. del siglo XIV, llama particularmente la atencion el Apocalipsis por las numerosas láminas alegóricas que l,o adornan. Las obras de Justino, Salustio y Floro están reunidas en un hermoso manus

crito del siglo XV. Síguese á estas exhibiciones una sala “Edad Media,” denominada particularmente así, no sé por qué, en curso de instalacion, sin tener aun sus etiquetas, y con objetos análogos en su mayor parte a los que acabamos de apuntar: nos. detendré mos poco en ella.

Una rica coleccion de pesas con los escudos y las armas de varias ciudades de lengua romana, cuyas fechas legibles van des de 1234 hasta 1785, en las cuales domina la flor de lis, llaman la atencion de los anticuarios. Pertenece á M. Barry de To

losa.

' Interesantes son tambien los trabajos de marfil que la es cultura de los siglos XI al XIV nos ha transmitido. En general representan asuntos religiosos, en preciosos relieves de una gran perl'eccion.

Una medalla circular de dos pulgadas de diámetro contiene gi. una dama ápaballo, armada de punta en blanco y combatiendo

á dos caballeros. Los pormenores, como el conjunto. son dignos del arte. La pintura en miniatura abunda en esta seccion y no deja que desear. A poca distancia se nos ofrecen trabajos de metal. dorados y guarnecidos de piedras de colores, que son ora sagrarios, ora custodias procesionales, y que imitan torres y templos góticos. Casnllas y capas diversas, destinadas al altar, de seda y de


( '37 )

.

terciopelo presentan bordados de un gusto y de una perfeccion que nuestros tiempos no podrían desdeñar. Por último, numerosos manuscritos como los que ya hemos

citado nos presentan aquí, además, la encuadernacion lujosa de aquellas épocas. Bajo el epígrafe'de “El Renacimiento” se encuentran varias colecciones de vagillas de tierra preciosamente esmaltadas. Las de Leonardo Limousin se distinguen por las brillantes pinturas

que las'decoran. En muchas piezas se ven asuntos bíblicos óes cenas del cristianismo tratados con propiedad y maestría: en otras, escenas campestres y’ domésticas llenas de naturalidad y de

vida; ó bien retratos de cuerpo entero como los de Carlos IX y su esposa Elisabeth. Pero con mas frecuencia y con mas gala oampea el arte en los asuntos mitológicos, como se vé en el pre oioso cuadrito del festín de los dioses, y en la bellísima desnu—

dez de Diana, con su cervatillo: Silvarmn viaria: castisima w'rgo

Diana est. efecto que produce esta pintura y que el artista ha escrito al pié. Igual perfeccion ofrecen las obras cerámicas de Martín Di dier y las de Juan Curtois, de quienes hay tambien hermosas colecciones en este lugar. Una gran vidriera está llena con las obras de Bernardo de Palissy, verdadero fundador de la cerámica artística de la Fran

cia. Vivió este hombre singular desde 1510 época de su naci miento,'hasta 1589. Fué alfarero de oficio, artista por naturaleza, observador y escritor original: dejó á su muerte el ejemplo de un gran carácter y la espléndida industria que inventó, enmedio de lágrimas y suspiros. ' La coleccion es de piezas numerosas y variadas: Todos sus

adornos son de relieve, pintados y esmaltados. En uno de sus cuadros representa áun campesino cargado de frutas, y coronado

de flores, rebosando de alegría: ora es un capuchino. ora cl retra to del emperador Galba. En unas fuentes se ven grutas con sal tos de agua, escenas mitológicos, plantas y flores: en otras, en medio de un paisage agreste, serpientes, ranas, sauros, conchas,

caracoles y helechos. Son tan minuciosos los pormenores de es

tos trabajos, tan completos, tan naturales los órganos mas deli cados, y las actitudes mas difíciles, que parecen moldeados sobre objetos vivos y animados con el. mismo soplo. De los objetos correspondientes alos siglos XVII y XVIII que terminan la exposicion de la Francia en esta parte, la vagilla pintada no es superior a la que ya hemos descrito: 1os objetos diversos de plata, de oro, de marfil y de cristal así como los bordados de mano acusan el adelanto de las artes; por último.

llama la atencion de los curiosos, mas que por la obra por el des


(28) venturado artesano, una cerradurade hierro y bronce, pulimen tada, que lleva esta inscripcion: i LUIS xvr. "VERSAILLES 17 78.

Siguen á la Francia en la galería los Países bajos, la Prusia y el Austria. Un plano topográfico “ Iïotemdamum anno 1694 ” de la ciudad y de la campiña inmediata, con multitud de ador nos adecuados; objetos de bronce, loza holandesa de los siglos XVI y XVII, obras artísticas de plata cincelada y muebles de esta época, entre los cuales hay uno que contiene en bajos relie

ves toda la historia del hijo pródigo, distinguen la Exposicion de los primeros. Dominan en la Prusia los grabados y los dibujos diversos que representan monumentos antiguos, nacionales y es tranjeros. Entre ellos hay una hermosa coleccion cromolitográ

fica que lleva por título “España” y contiene los mejores monu mentos de la nacion. El Austria exhibe una coleccion numerosa de modelos de instrumentos de labranza de varias naciones: comprende la historia de ellos desde antes de la invencion del arado. Tanto por su objeto. como por su número, y

por la

perfeccion del trabajo es digna esta preciosa coleccion de figu rar en un Museo. Vasos de cristal de roca. vasos metálicos de di versas formas, aderezos de perlas, y porcelanas pobladas de mi niaturas y dorados finos, pertenecientes a la manufactura J. R. de Viena, de fines del siglo pasado. completan su ex posicion y dan idea del progreso de su industria.

La nacion española ha presentado en esta galería pocos objetos, pero importantes y bien definidos. La edad de piedra se compone de varios instrumentos de silex y de algunos restos de

barro cocido. De los tiempos antiguos trae bronce y mármoles que suben á la época de Annibal. Modelos preciosos representan monumentos nacionales y en particular la Alhambra. Los ma nuscritos

diversos con

excelentes

miniaturas,

los

autógra

fos antiguos castellanos y árabes abundan: sus impresos, sus planos y sus grabados de los últimos siglos son superiores. Lla man por último la atencion una cota y'una espada de 1007 con

esta inscripeion “Roy Diazde 'Vívar.— Santiago de Compostela valme. Igual curiosidad despierta la montura del caballo que llevaba Mahomad en 1331. Por último el oratorio de Cano da idea del trabajo artístico en. el siglo XVII. Sigue Portugal á la España. Un busto de mármol repre senta á D. Alfonso Henriquez, su primer rey, nacido en 1109,

y muerto en 1185. Dos cruces con dos Cristos, de los siglos VIII


( 29 ) y XIV, y una cruz procesional del XV, indican el estado del

trabajo del cobre en estas épocas. Casullas de seda y de tercio pelo bordadas de oro, dan idea de estas labores en los siglos XV y XVI: se vé aquí tambien una custodia del año 1.506, otra

hecha con el primer oro de las Indias que Vasco de Gama tra jo á Europa. Monturas antiguas, manuscritos en'caractéres góti cos y árabes, y una hermosa coleccion numismática completan esta esposicion. , Mas abundante en objetos y mas variada. tenemos a la vis ta la de Dinamarca. La edad de piedra es aquí muy rica: hachas de todas las especies descubiertas, picos diversos, puntas de fle chas lisas y de bordes dentados, numerosos instrumentos de

uso desconocido, huellas fósiles de vegetales y animales, y‘una

gran coleccion de restos de las ostras de que se alimentabun los hombres de esta edad remota, sin mezcla ninguna de utensilios metálicos, hacen preciosa esta exhibicion para los arqueólogos.

Los monumentos escandinavos de la Edad media están reu nidos en un atlas bien dispuesto. El estandarte de Carlos XI y los escudos de las provincias suecas dan idea de los labores de los tiempos pasados en esta comarca: la cuna de Cárlos XII, de madera pintada y dorada, figura. en esta sala, lo mismo que la

armadura completa yá caballo de Gustavo I: se von aquí tam bien los impresos primeros de este país. que son de 1510,y mú- . sica impresa en Stockolmo en 1697. Pero llaman la atencion con preferencia las armas de fuego que aquí figuran: son muchas y limitarémos nuestras citas á las mas notables por su antigüedad ó por su construccion. Entre ellas se vé un fusil revolver de ocho tiros, construido en 1597 y otro de dos llaves de 1650.

Entre las de artillería hay una culebrina montada en una vigay sugeta á ella con fuertes sunchos de hierro: se cargaba por la culata y fué construida a mediados del siglo XV. Obra mas per

feeta es uu canon de acero pulimentado é historiado con ele gentes molduras: es rayado con 11 estrirw hel'izoidales: se carga por la boca, tiene 4 centímetros de diámetro enel ánima y 1 me

tro 61 centímetros de largo: pertenece á la mitad del siglo XVIII. Otro tambien de acero. de iguales dimensiones, y de tan esme

rado trabajo, se carga por la culata. Una simple cuña, con una argolla en la cabeza, se aloja en una ranura pasante, y forma el fondo de la recámara. Lleva esta inscripcion latina, cuya or

tografïa conservamos “Heim‘í dz ¡Sc/¡(J11tz íIu'ensit et .fl:xl;t 1 769.‘ ——En fin, hay otro de bronce, de análoga construccion, mas con

una innovacion importante. El fondo de la recámara constade dos cuñas, que un tomillo posterior y horizontal ajusta y afirma. En este se lee “Comex. De. Ahlqfedlrlt. ínvensit 1761. Mas ade lante verémos qué causas hicieron abandonar estas construccio


( 3'0 ) nes que en nuestros dias se prosiguen con tanto ardor en Europa y en América. Por último, preside á esta exposicion el busto de Mr. Fhom sen, fundador de los museos de antigüedades y de etnogral‘la' de Copenhague. A estos hombres no los olvidan hoy los pueblos civilizados.

He aquí ahora á la Rusia, este . imperio de cuerpo' colosal, semis.alvaje hasta los hombros, pero con la cabeza tan civilizada

como la Francia: ella obra en los gabinetes de Europa como una pesadilla nocturna de fuerza y de ambicion, que hostiga y oprime. En la Exposicion no ocupa tampoco un rango secundario. Sus monumentos de la edad de piedra son numerosos y han sido encontrados en. Minsk, en la Rusia occidental, en la seten

trional y en el Cáucaso. Entre los pertenecientes al período de transicion, hallados en la Siberia, en medio de los pañales y cu

chillos de cobre, hay un instrumento de percusion, de piedra, terminado por una cabeza de caballo, y otro por una de oso,

bien definidos. Las antigüedades rusas de Novogorod. como edi fieios, coros, lámparas, retablos, cruces, &. están representados en un atlas cromolitográfieo de ejecncion superior. El Gabinete numismático de la Ermita Imperial de S. Petersburgo ha envia

do una coleccion de tipos de monedas antiguas. El tesoro pa triarcal de Moscou envía tbtografiadas las miniaturas existentes en los M. S. griegos de los siglos X, XI y XII. Las esculturas de los siglos XIV á XVII, en madera, en marfil y en piedra obran aquí en copias de yeso. En general representan asuntos

religiosos y principalmente escenas de la pasion. Se ven tam bien santos pintados en madera, manuscritos y dibujos cristianos

por los iconógrafos de Novogorod del siglo XVII. Entre las armas escogidas en el arsenal privado del Empe rador se observan, sin contar con las que se distinguen por su ‘ lujo y riquezas. fusiles y pistolas de piedra, que son revolver: de seis tiros, construidos en el siglo XVII. Del mismo tiempo hay

tambien varios fusiles de chispa ray/ados de gran lujo, fa bricados en Moscou. De los siglos XII al XVII hay cruces y pectorales de bron ce y de cobre, vasos de plata, de oro y de nácar: platos y tazas de oro y de nácar: platos y tazas de oro esmaltadas y adornadas

con rubíes: aderezos, medallas, reliquias y relicarios de bronce, sin época, pero de tiempos remotos y diferentes. ' Trabajo británico anterior al año de 1,800. Hé aquí el nom

bre preciso que los expositores ingleses han dado á sus exhibi ciones de esta galería. Ninguna otra nacion, im.lusa ‘la.Francia, ha presentado sus objetos con tanto órden, con tanta claridad, como la Inglaterra. Sus objetos reproducidos ó reales, están en


(31) vidrieras cómodas, y todos tienen sus etiquetas impresas y bien situadas. . En las cuatro caras de una vldriera piramidal se hallan co locados sucesivamente los monumentos mas notables de la edad de piedra, el período de transicion, la edal de bronce y la edad de hierro angio-Sajona y de la dominacion romana.

Los antiguos monumentos de la India, palacios, templos, fortalezas, pagodas. tumbas, estatuas, relieves y adornos escultu

rales de estos inmensos dominios, están representados fotográfi— camente. Estas fotografías son cuadros grandes, con láminas pu

ras en ambas caras, montados á charnela en un eje vertical, cuyo pié es un templete que sirve sin duda para guardarlos. Cerca de

ellos están expuestos dos grandes medallones de roca dura; en el uno están entallados círculos eoncéntricos adornados con las hojas del lotus, árbol sagrado para. el Oriente desde la antigüedad mas remota: el otro tiene en el centro una Diosa, de donde pro

ceden por círculos sucesivos una multitud de figuras humanas. Ambas son bajos relieves de un templo, y tienen quizás intima relacion con la teología complicada de estos pueblos, cuyo sa ber se pierde en la antigüedad mas alta. . Una cajita de hierro con adornos de otros metales. que se

dice de S._ Patricio, es reputada como obra del siglo V. Cascos diversos, manoplas, cotas y otros restos de armadu ras, tres bácu'los episcopales y algunos adornos de bronce esmal

tados y con vidrios engastados, así como un ajedrez completo de marfil, compuesto de Rey y Reina, dos Obispos, dos caballeros. dos guardas con escudo, y ocho infantesó peones, dan muestras distintas del trabajo en los siglos VIlI al XII. Se ven aquí en otras vidrieras objetos y vasos sagrados, co

mo cálices, y báculos de los XIII y XIV, grandes platos y her mosos candelabros de plata dorada y esmaltada, con relieves re ligiosos y mitológicos; relojes, aderezos, llaves, medallones, sor

tijas, botones, hebillas, cubiertos y miniaturas de los siglos XV a

XVIII. En un grande álbum se balla el fue-simile en lacre de los

sellos episcopales y abadiales de los siglos X á XIII, los univer sitarios, los señoriales y de particulares de los siglos XIV á XVII. Los relieves alusivos y las inscripciones se conservan bastante

bien, para dar idea del grabado en metal de estos tiempos. En el mismo álbum hay muestras variadas de los bordados, encages

.y calados, así como de las telas pintadas de los siglos XVI, XVII .y. XVIII. _ Fíjanse los curiosos en dos mesas de plata, una y otra con brillantes adornos, y grabados al buril. En el centro de la pri .mera, de 1670, ‘se vé una corona, y debajo las iniciales de Cár


( 32 ) los II. En el de la otra, del año 1700,\las armas del rey William

III. No ménos suntuosa. por el lujo y el gusto artístico, es una vajilla completa de plata dorada, y varios vasos, urnas, baño, aguamanil, una concha para agua bendita, y dos grandes jarro—

nes, todo del mismo metal, de la misma época, y cuyos relieves y grabados sou muy hermosos. En varios de estos objetos se lee: “Homzy soít qui mal y pensa” En otros “Dieu et mon droit.”

La loza exagonal del siglo XVI y XVII está adornada de brillantes pinturas. Pero las porcelanas del siglo XVIII, caladas con relieves, y con escenas campestres de colores brillantes, -

atraen vivamente á los curiosos. La Imprenta revela aquí tambien sus progresos. Entre otros impresos se ven los siguientes: The Hestorie of scot [ande de 1.577 en caractéres góticos: Ogil by’s Britannia, de 1675: The Spectator by Arüüson, 1*.‘ edicion de 1,711, y la Hem'íade con grabados, de 1728. Por último, en las paredes de la sala británica

existen numerosos grabados y dibujos de asuntos religiosos, his tóricos, mitológicos y de familia, que evidencian el estado de es

tas artes en los siglos XVII y XVIII.

RUMANIA.—ESTADOS Pomnucros.-Irnu.

Cuando recorriamos esta galería, el departamento de estos tres estados, estaba cerrado todavía en curso de instalacion. Su lugar preciso está entre .la Rusia y la Inglaterra. La Rumania espone el modelo de la Iglesia episcopal de Ardgeche, construida por el príncipe Negoye Bassarabe, en 1,520: sus detalles y adornos interiores se hallan en una colec cion cromolitográfica. Mas antiguos aun son los bordados de se da é hilo de oro que presenta: entre ellos se vé un gran cuadro,

“La colocacion de Jesus en la tumba”, trabajo de mérito del año 1396. Sus obras de metal, plata dorada, con buenos relieves y

grabados, que consisten principalmente en incensarios, cubiertas de misales, sagrarios, guiones, cruces y otros objetos religiosos,

carecen de fecha y de indicaciones, si bien parecen del siglo XV. Las estatuitas, lares, lámparas fúnebres y otros objetos de barro cocido. de mármol y de bronce, son monumentos encon trados, con algunas monedas y medallas, en los túmulos roma— nos del distrito de Romanatzi. Los Estados pontificios nos ofre cen á continuacion el Plan relieve de Roma, ilustrado en todo su márgen con las fotografías de sus monumentos mas célebres. Las edades primitivas, (le piedra, de transicion y de bron


(33) ce, los vasos y utensilios de las habitaciones lacustres están re presentados en un cuadro ‘fotográfico é iluminado con la mas mi nuciosa verdad. Pertenecen al Lacio.

‘ La coleccion numismática es rica y preciosa: contiene el sistema monetario de los romanos, las monedas consulares, la se‘

ríe iconográfica de los emperadores y los tipos de las monedas itálicas hasta el . bajo imperio. Dos mesas veladores merecen especial mencion. Ambas son circulares y montadas en un pié: ambas son de mosaico; pero la una está trabajada con piezas de. mármol y contiene una co leccion de todas las clases que se han encontrado en las escava ciones del Palacio de los Césares, y la otra está labrada con mil

doscientas piezas de cristales etruscos de diversos colores. ' Hay un Cristo de marfil, como de 60 centímetros de altura, sin fecha ni autor, y otro de bronce, tamaño natural, que se atri

buye al ilustre Guilberti y se supone de fines del siglo XV. Por esta obra exigen 80,000 francos.

Un Jesús caminando hácia el Calvario, de Leonardo de Vinci y un San Sebastian de Fra Bartolomeo, componen las pin turas al óleo de esta exhibicion. Finalmente hay aquí otros cuatro grandes cuadros pintados al sugo d’herba sin fechas, cuyos asuntos fueron compuestos por Rafael, para la tapicería de la Capilla Sixtina. El 19 es la esce

na de la Pesca milagrosa: el 29 es ia predicacion de Jesus: el 39 representa á Jesus entregando á Pedro las llaves de 1a Iglesia y el 49 es un episodio feliz del cristianismo: en él se lee esta ins

cripcion. L. Sergius Paula? Asia: f’rocos. c/¿ristianamfir‘z’em am plectítur salva predicalíone.

Por último, la Italia cuyos museos poseen tantas y tan pre ciosas antigüedades, no ofrece en esta galería nada verdadera

mente estraordinario. Algunas medallas italo-griegas, algunos objetos etruscos, armaduras de la Edad media, loza superior que tenemos por anterior á la de Palissy, escasos manuscritos, y al gunos bustos del renacimiento, componen lo mas notable de su exhibicion en esta parte. Por desgracia, hasta ahora, carecen los objetos de fechas y de indicaciones.

‘EGIPTO. Residen los numerosos objetos que esta parte del mundo ha traído a la Exposicion, en el Parque. Un templo, un palacio,

un oñel ó habitacion ordinaria y una caballeriza la constituyen: 5


(34) todos los periódicos ilustrados han reproducido y descrito estas obras; ninguno ha indicado los trabajos arqueológicos que con tienen: ellos pertenecen esencialmente, en su parte mas inte restante, al órden de ideas que se exhibe en la galería que recor remos. No conoce el hombre cn efecto, obras humanas mas anti— guns, ni símbolos mas profundos, que las obras y los pensamien

tos egipcios: su historia, la mas remota, la mas larga y la mas minuciosa de todas las historias, se divide en cuatro grandes pe

' ríodos, y cada uno de ellos está confirmado por los monumentos mas auténticos: ningun otro pueblo de la tierra nos ha dejado

pruebas mas evidentes de su existencia. Llámase el primer pe ‘ríodo Antiguo imperio que comienza en Menés y termina en la

XI dinastía; esta última dinastía es anterior al patriarca Abra ham. Las célebres pirámides de Egipto, aun no bien esplicadas por la ciencia de los modernos, pertenecen al antiguo imperio: muchos (le los monumentos artísticos que en su. seno se encuen tran son tambien de esta época. ¿Qué grados de civilizacion, qué siglos de existencia contaba ya el pueblo que construia estas

grandes obras, y que esculpia en el cuarzo y en el granito esta tuas y relieves simbólicos?

De la XI á la XVII dinastía corre el se'gundo período que se denomina Imperio medio Joseph vivió en tiempo de la XVII dinastía, y durante el Imperio medio se verificó la invasion de

los Pastores. Llega el período que se nombra .Nuevo Imperio hasta la

XXVII dinastía. Bajo la XIX nació Moises, reinando á la sazon Ramses 2.° El nuevo imperio que llegó al mas alto ' grado (le

. poder, que conquistó á Jerusalem y dió reyes á la Etiopía, vió tambien nacer los vicios que aíeminaron al Egipto, conquistado á su vez por Alejandro. Por último, el cuarto período de esta grande historia perte nece á los Reg/(¡s griegos sucesores de los tenientes de Alejandro,

y acaba por caer en la triste categoría de provincia romana. De todos estos períodos hay testimonios fehacientes en la Exposicion: nosotros nos limitarómos á indicar algunos de los. mas remotos, que darán idea del trabajo egipcio en aquellas é'po cas en que la inmensa mayoría de la humanidad carecía de his toria y hasta'de nombre, como carecen hoy de una y otro las

tribus salvajes del Africa y de la América. Observarémos finalmente que las estatuas que vamos á in dicar estaban pintadas en su orígen, como lo demuestran algu nos restos que conservan aun sus colores.'La materia dura, gra nito, basalto, &, de que los egipcios se servían, tenia por objeto la duracion: todas sus obras lo atestiguan y uno de sus reyes


( 35 )

'

Ramses II llama eternas á las piedras que él habia hecho em plear en los templos. El templo que contiene tan numerosas antigüedades, no es como lo han llamado algunos periódicos el templo de Philoe, ni como han dicho otros el de Edfou: no es en realidad la copia

esclusiva de ningun templo único del egipto Esta obra, es pro piamente hablando, una ingeniosísima imitacion del arte egipcio

en su parte mas noble y mas rica. Así la sala interior es del gus— to dominante en el antiguo imperio: las pinturas numerosas é instructivos que adornan sus paredes son del nuevo imperio, y la. columnata simbólica que ccrca todo el templo, pertenece á la época de los Ptholomcos. Sn descripcion nos llevaría fuera de

los límites de esta reseña: pasemos pues, de la imitacion, á las obras realmente egipcias que están contenidas en el templo. Los monumentos que vamos á indicar pertenecen al museo de Boulaq, fundado por Said-Pacha. Veamos algunos relativos á la idea religiosa de este pueblo singular. Osiris yrsus dos her manas Isis y Nephlhys, es un grupo de 16 centímetros de altu ra, de bronce, perfectamente trabajado. Es un símbolo rico en

alcgorías. Los egipcios comparaban la vida efímera del hombre al. curso diurno del Sol: cuando este entra en Occidente es la imá gen de la muerte. Pero Osiris es el sol nocturno, la noche pri

mordial que precede á la luz. Cuando llega el momento supremo del hombre, la muerte, Osiris se apodera del alma y la conduce á la luz eterna: para ello combate al genio del mal, se absorve el

alma del justo y la conduce al tribunal de la justicia suprema, ‘en donde renace á una segunda vida que no acabará jamás. Osi

ris, ser bueno por excelencia, estuvo en una época remota entre los hombres, y suavizó sus costumbres, por la persuacion y la beneficencia: víctima de su hermano Typhon, genio del mal, re sucitó de entre los muertos y renueva su sacrificio siempre que un justo abandona la tierra. Isis y Nephthys animadas del amor innato del bien, lo asisten en la hora de su sacrificio. Tal es el pensamiento que los egipcios simbolizaron en este grupo. Otra estatuita del mismo metal, como de 30 centímetros representa tambien á Osiris .con la mitra de la rcgion'tepebrosa,

adornada con las dos plumas que simbolizan la justicia y la ver dad. Los signos del gobierno están en sus manos. Un collar de oro fino, símbolo de su muerte, se vé embutido en el bronce: es

un trabajo delicado y difícil que fija la atencion.

Otro grupo, tamhien de bronce, representa la promesa de inmortalidad al alma del justo. Es una bella figura de Isis en su carácter de madre: sobre sus rodillas tiene á su hijo Horus,

desnudo y peinado con la trenza de la infancia. Osiris triunfa del mal; Horus, dios que ilumina el horizonte oriental acaba de na


‘‘

(36) cer: el instante en que el alma vá á entrar en la felicidad eterna está próximo.

'

Otros muchos trabajos de bronce tenemos á la vista, todos relativos á las concepciones religiosas de este pueblo singular. En todos ellos, que pertenecen al tercer período de su historia,

se observa una minuciosidad en los pormenores y una correccion

en las formas que sorprende. Estos monumentos de bronce han sido encontrados en Serapeum, y los mas antiguos son contem poráneos de la XXVI dinastía. ‘ Entre los monumentos del segundo período citarémos algu

nas joyas halladas sobre la momia de la reina Aah-hotep. des cubierta en Tebas. Esta reina fué la esposa de Ramses, últi mo rey de la XVII dinastía, y la madre de Amosis, primero

de la XVIII. Tuvo la gloria de destruir los restos de las hordas asiáticas que habian invadido el Egipto. y que lo habían ocu pado durante quinientos años, como la reina Isabel la. Católica tuvo la gloria de purgar á España de los conquistadores maho metanos despues de 800 años de dominacion. . El primer objeto de esta época que llama la atencion es un brazalete de oro con doble charnela. Varias figuras de oro de un grabado finísimo se hallan sobre un fondo de vidrio azul, imitacion del lápizlázuli. Amosis está de rodillas: delante‘de él está el dios Seb, y detrás los genios de la tierra en la actitud

de la adoracion. . El trabajo de otros dos brazaletes es tambien muy notable:

son de perlas de oro, lázuli, coralina roja, y feldespato verde, enhebradas en hilos de oro y terminadas por dos láminas de oro que se abren y cierran mediante un pasador. El conjunto reprcï senta un tablero cuyas casillas son de dos colores.

Se vé aquí tambien una hermosa cadena de oro, de cerca de un metro de largo y de la cual cuelga un coleóptero del mas

delicado trabajo. La flexibilidad de esta preciosa joya revela un trabajo tan esquisito que sorprende á los inteligentes.

Una hacha y un puñal revelan tambien la habilidad de los antiguos egipcios en el trabajo de los metales. El hacha tiene el mango‘de‘ cedro, cubierto por una hoja de oro, calada, con gero glíficos instrucctivos referentes al rey Amosis; realzan el brillo de este mango los adornos de lázuli, coralina, turquesas y fel despato que tiene incrustados. El filo del hacha es de bronce revestido de una gruesa lámina de oro y enriquecido por un lado con ramilletes de lotus, tallados en pied ra sobre un campo de oro. Por el otro lado, sobre un fondo azul oscuro, se destaca la figura de

Amosis, con el brazo levantado en dis posicion de herir á un adver sario que tiene sujeto porlos cabellos: sobre esta escena hay un grifo con cabeza de águila símbolo de Mosith, el Dios de las batallas.


(37) El'puñal y supor vaina son tambien de oro: esteformas. monumento es muy celebrado la gracia y la armonía de sus Cua- i tro cabezas de mujer moldeadas en hojas de oro forman el pomo: el puño está decorado con una red de triángulos emble máticos de oro, lázuli, cornalina y feldespato, dispuestos como un

tablero. La union del mango á la hoja está oculta artísticamente por una cabeza de Apis La hoja trae por un lado esta inscrip cion: el dios bien/recitar, .seïíorde amb0sp(1íse.s,Ran-el pelui vivi

ficador como el solpam siempre. Otra inscripcion análoga se vé por el otro lado, y numerosas flores abiertas, que va disminuyen

do hasta la punta, terminan el adorno. Omitimos otros muchos objetos de esta época y de otras posteriores,‘ como sortijas, pendientes, estatuitas, animales, y amuletos de oro y piedras curiosas que no darían mayor idea del esmerado trabajo de estos tiempos, y pasamos á describir algu nas estatuas de época mas remota. ' Hay varias que representan ora los reyes, ora personajes eminentes, ora personas desconocidas, pertenecientes todas al

antiguo imperio. Hácia el sud-este ‘de la grande esfinge de Griseh, existe un edificio de granito, que servía de templo á la

divinidad adorada por los egipcios bajo la forma de la esfinge. En un pozo destinado á las abluciones sagradas se ha encontra

do la estatua del’ rey Schafra ó Chefi'en, fundador de la segunda pirámide, segun las inscripciones que lleva en el zócalo.

.Es corno de dos varas y está’ sentado en la disposicion pres crita por las leyes religiosas del Egipto: el brazo izquierdo re posa sobre una pierna, y en la mano derecha tiene un rollo. Los

brazos del sillon terminan en dos cabezas de’ leon, y por ambos lados estan esculpidas en relieve las dos plantas que simbolizan el alto y bajo Egipto, enlazados por el carácter sam que significa

reunion. El conjunto de esta estatua lleva un sello particular de grandeza y de magestad tranquila é imponente: la cabeza cuyos pormenores se conservan en un estado perfecto, revela el retrato

(le este monarca en su edad madura: los hombros. los pectorales y sobre todo los detalles de las rodillas, no dejan duda acerca de la maestría del cincel que venció las dificultades de esta dura roca. La estatua es de diorita y los arqueólogos le computan sesenta siglos de existencia. Hay otra del mismo rey, ya en la vejez, mas pequeña, en la misma actitud y de basalto verde. Otras dos estatuas de granito merecen la atencion. Repre sentan una y otra, con muy pocas modificaciones, al mismo

personaje. Llamábase En K’lffi't ke’: está sentado con ambas

manos hácia las piernas, estendida la una y con el rollo de papi rus en la otra. ‘ '


(38) Son numerosísimas las estatuas de piedra calcárea,’ de ser pentina y de basalto que nos enseñan el alto grado que alcan zaron las artes en este pueblo: pero por su mérito, por su anti guedad y por la materia de que está hecha. sorprende sobre to— das una de madera. Es un personage de pié, con el baston de mando en la mano, su cabellera es corta, su vestido es una espe—

cie de suya que va desde la cintura hasta la rodillas. La naturalidad de las formas, la serena gravedad del sem

blante, y la sorprendente construccion de los ojos que son in crustados y completos, le dan á esta obra un aspecto de vida y de verdad indescriptible. Trabajo cuesta comprender cómo pudo el arte elevarse á un sentimiento tan profundo de la naturaleza en una época tan remota. ¡Tiene esta estatua, álo que dicen, seis

mil años!


in (ialeria primera-‘Bellas artes.

GRUPO 19—- Si la estatuaria ha poblado con sus obras el Jar din central, las calles divergentes del Palacio y numerosos para jes del Parque, produciendo en todas partes un efecto encanta ‘dor. y si todavía se agrupa ‘en esta galería, dándole vida y ani macion, la pintura reina en ella por el número de sus cuadros. Bien se avienen el bronce y los mármoles, que desafian al tiem po con su fortaleza molecular, en lucha con los rigores de la ín temperie; pero estos lienzos pintados, que una ráfaga de viento puede lastimar, que el agua deslustra y que una chispa de fuego

anonadaria, exigen abrigo y precauciones esmeradas. Obras úni cas del ingenio individual no es posible reemplazarlas ni repro ducirlas, como las obras de la . industria: la fortuna, la gloria y

acaso la vida misma delartista se verían comprometidas á un mismo tiempo por efecto de un siniestro desgraciado: sobre todo, como estas obras son la espresion mas alta del sentimiento y del

ingenio humano, y la gloria mas pura de la civilizacion, su pérdi da irreparable dejaría un vacío incalculable en el espíritu y en la parte mas noble del orgullo de las naciones. Así, las precauciones tomadas han sido numerosas y acerta das. La'galería está léjos de las máquinas. y por tanto al abrigo

de los accidentes que de ellas pudieran resultar: sus murallas son altas y su amplitud es grande. Despues de las galerías de las máquinas es esta la mas suntuosa por sus dimensiones, y por los adornos que cada nacion ha introducido en su departamento. La. luz, que viene como en todas, por el techo de vidrios, se ha moderado con toldos de lienzo blanco. bien dispuestos. Agua abundante é inmediata, bombas de incendio, de ia última perfec cion, ‘á mano, aseo cotidiano y una vigilancia. incesante, comple


(40)

tan las medidas que garantizan la seguridad de los tesoros del arte que encierra esta galería.

Hénos pues, en presencia de ellos, no ménos sobrecogidos de temor por el asunto en si mismo, que llenos de angustia por su número. Bustos, estatuas, lienzos al óleo, acuarelas, argumen tos teatrales, mitológicos, históricos, religiosos, de pura imagina

cion ó de la vida real: escuelas diversas, dibujo, colorido, luz, .perspectiva y actitudes, ¿cómo juzgar de todo esto y por dónde empezar? Ah! limitemos nuestra árdua tarea á simples anota

ciones y dejemos á los hombres especiales las dificultades de la comparacion y las delicadas funciones del juicio y del fallo.

FRANCIA

Ocupa esta nacion en este, como en todos los grupos que constituyen la Exposicion, una mitad casi del edificio. Al lado

del busto del padre Enfantin, apóstol sansimoniano, por ML, Millet, se vé el de Theo/¡Ilo Gautier, por Carrier Belleuze. La cabeza del economista celebérrimo Ricardo Cobden, protestante,

junto á la cabeza del ilustre teatino R. P. Ventura, ambas obras de Mr. Oliva. Sin citar otros muchos bustos no menos antitéticos,

’ bastan estos para ver que la Exposicion Universal no solamente ha podido reunir en su recinto los pueblos mas apartados, sino tambien los pensadores mas opuestos, como ha observado un es critor.

,

En yeso se nos ofrece el grupo de M. Moigniez, un gallo defendiendo su familia contra una marta. Los polluelos espanta dos, con sus plumas erizada, agrupándose con precipitacion ba jo el ala de la madre, son de una verdad sorprendente. Lafami ¡ia de los tigres, por C‘ain, en cuyo grupo, la madre, llena de .fie

reza y magestad, con su presa en la boca, parece orgullosa al presentar a sus hijos el fruto de su conquista, que ellos miran con alegría y admiracion. En cera,‘ de Mr. Mene, la caza de las zorras: es un paisage armonioso en donde un cazador escosés, los perros y los caballos estan reunidos con el gusto propio del afi- . cionado á este género de placeres, mas el génio del artista. Es _ tos grupos, algunos esmaltes y varios cuadritos de diverso géne

ro se hallan en la primera sala un tanto desordenados y como es perando una instalacion definitiva. Pasemos puesá los grandes cuadros. EZ Iflja pródigo,

de Eduardo Dubuje, es un vasto cuadro dividido en tres partes:


(41) la del centro, ámplia, llena de luz y de colores brillantes. contie-.

ne mugeres hermosas que rebozan el placer, la música, el juego. el baile, los licores, todo está aquí representado, y en el centro

el terrible mozo, lujosamente vestido y entregado al torrente de la orgía, que parece creer eterna. A la izquierda, en un paisage

lóbrego y pintado al claro oscuro, guarda los cerdos, y entre ha rapos parece triste y meditabundo: á la derecha, está á las puer tas del hogar paterno, de rodillas ante su padre, que da gracias al cielo, por el regreso del hijo perdido. De Hipólito Belangé hay aquí varios cuadros relativos al primer imperio, que hacen reflexionar. La muchedumbre se

agolpa enfrente de La revista bajo el imperio en 1810; magnífico desfile celebrado en el Carroussel. La imaginacion entristecida se pregunta en silencio al contemplar este cuadro, ¿qué destino

espera á esta numerosa y brillante juventud de la Francial. Elorgulloy el entusiasmo de estos dias ¿no abrasará á la

Europa, no avasallará al mundo entero? ¡Triste contraste! La re tirada de Rusia, inmenso desastre; los coracerüsde U'aterloo, y La

Guardia muere, estrepitosa caída de un poder‘ soberbio que se creía eterno, son cuadros que estan ahí, para traer á la memoria

una respuesta y una leccion profunda. No es la fuerza; son la ra zon y lajusticia las leyes inmutables del mundo. La Señorita Luisa Bonheur y la Señora Honriqueta Browne figuran tambien en la Galería. Escenas campestres en paisa ges amenos son del agrado de la primera: los carneros á orillas del mar; Bueyes y vacas de Escocia: Borríqueros aragoneses: el

Pastor escocés y el Pastor bearnés son entre otras las obras que le han dado nombre. La segunda presenta un cuadro notabilisimo,

lleno de uncion pura, de amor desinteresado, bajo un trage hu milde y bien pintado: las Hermanas dela Caridad. Juan Leon Geróme ha pintado mucho y, a lo que se dice,

muy bien durante su vida artística. Figura en la galería no me nos que con trece cuadros: nosotros nos fijarémos en algunos so lamente. La muerte de César es, como la Pharsalia, un poema

sangriento: el‘ hijo disoluto de Roma, dictador coronado de laurel por cien victorias, se cubre con el manto al caer bajo el hierro de sus compatriotas humillados, y la estátua de Pompeyo, su ri

val infortunado, se alza muda. severa é impasible en medio de la escena ‘le sangre. ' . Burla de los cálculos humanos! César perece, pero el cesa

rismo triunfa y prepara dias aciagos á la humanidad. Hé ahí otros frutos de aquella época bárbara, en ese otro cuadro de la misma brocha: Los Gladiadores con el hierro homi cida entre las manos, prontos a asesinarse entre sí en la arena de

los tigres y de los leones, dicen aquel tremendo saludo: Ave, César o

Ú

'

'

l

6


(42 i inqwmlor, moñtu'ri te sálutañt; y en justo castigo de estas ¿fué

les costumbres nos parece escuchar á las damas depravadáy t! Ro" á que repiten al ‘salir del cruehto espectáculo: los gladi' 0' reá'

.

n mu'crt'o con gracia.

Censura el mismo pincel la estúpida costumbre del duela,

en im cuadro mas cáustico y mas severo que la‘. sátira mejor é‘s crita: ' Ün duelo al salir (k un baile de máscaras. Es un perdido dis

frazado de Pierrot que viene á morir en la punta de ja espada dé un duelista bajo ei disfraz de un salvagmdse puede ' ecif mas con menos figuras? . ' ‘ Citemos por último á Pitu/nea ante el tribunal, del minha

autor: sabido es que esta mnger de Atenas, célebre por su her mosura, sostenía un pleito que debía perder porque no tenia ra zon alguna: sabido es que el abogado defensor, viendo que 10's ueees no hacian caso de sus sofismas,

descubre el seno de s

cliente y esclama, ¡ah!Jueces, ¿la condenareis ‘siendo tan hermosa.

este momento es precisamente el argumento del cuadro: Phrynea está de pié, desnuda y bella como Vénus, en el centro del estrada:

el cínico defensor se halla á un lado con el vestido de la hermosa er. la mano; pero el verdadero poema, la es resion completa del

pensamiento está en las varias fisonomías e los Juec'es, agitadas tan diversamente por una misma pasion. Renunciamos á descri

bÍrlbÏs: la historia del foro de Atenas cuenta que Phrinea ganó su P c1 o. Los cuadros de Mr. Alejandro Cabanel‘ son también ‘nume rosos. Además de los retratos del Emperacbr y de Mr. Reúne?‘ ¡m traje de corte, se celebran ‘mucho su Rapto de una Ninfa por un

Fauno; su Nacimiento {e Ve'nus y sobre todo su Paraíso perdido, digno de los cantos de Iiito‘n. ' ‘ ' ' Sonmuchos los cuadros de gran mérito 'ue nos es "teciso dejar eh el tintero. Las últimas guerras de I liá y de Lt’imék; las matanzas de Varsovia, Robespierre en la sala ‘del Comité ‘de

Salud pública (10 de Thermidor) y tantosotr'os cuadros historieta: áiságes, asuntos mitológicos‘, argumentos bíblicos, cuád'ro'slús a escuela realista, invenciones de pura imaginacion, todo tiene

su re resentacion, á v‘ece‘s repetida, en la vasta sección francesa. Es ev dente que ‘no cabe tanto en los límites de esta memoria. Antes, sin embargo, de pasar adelante, fiíarémos la vista ‘en las obras que se deben ‘al cincel de Mr. Guil anrne. y que se ha Ilan expuestas en esta secci'o'n. Es labiografïa de Napoleoh B0‘

naghrte en mármol: he ahí al jóven ‘escolar de Briehne en 1780; ná' ie ádivina‘ría sobre su frente. sus misteriosos destinos! En 1797 general del ejército de Italia: republicano de 26 años. del‘ gado, pálido, esbeltó y mele‘nudó, a cuyos terribles gestas fl‘efii


(43) bla el Austria aterrada. Primer Cónsul en ‘1.801, siente que la Francia 'estáá sus pies y que la corona no está lejos de sus sie

ass: 5.11 frente parece agitada por pensamientos de ambicionï He lo ahora Emperador, no ya con el capote gris y el tricormo de

través sino Na oleon I. calzado con el coturno, vestido .con el manto de los ‘ ésares, coronado por el laurel de.cien. victorias, _y empunando el cetro de su poder omnímodo: sus facciones son ya

otras, sin el lustre de la juventud. Es el apogeo del genio militar, ' embriagado con los perfumes espesos de la adulacion ysoñando con la dominacion del mundo. ¿Quién tuvo jamás podertan gran de, tan fuerte voluntad, ni sueños mas febriles de una autoridad inquebrantable? En las regiones de su elevada esfera no hay

crímenes.

.

Toussaint Louverture muere encadenado, víctima de la ' traicioii: la sangre de Condé, derramada sin pasion, por un cálcu lo frío de su gran política, rompe una vez mas la tradicion ci menta para siempre su poder incontrastable. Delirios de a so

berbia! Vedlo ahora en 1820: Napoleon en Santa Iíelena, triste, pensativo, calumniador de sus amigos y despechado contra la fortuna.

Mas adelante vemos todavía los Ultimas días de Napoleon, ‘hermosa estatua debida al cincel maestro del .Italiano Vella. Sen—

tado en un sillon, vestido con un ropon lleno de encages, apoya‘ rda la espalda en blandos almohadones, todo de un trabajo esqui— sito, que el público no se cansa de admirar, deja entrever sus manos descarnadas, sus clavífculas salientes y su cabeza inclinada. Evidentemente las fuerzas físicas le abandonan, y la esperanza no

agita ya este corazon de bronce; pero su frente abrumada por sí niestros pensamientos y sus labios contraídos virilmente, parecen acusar á un tiempo mismo, ya los remordimientos, ya. la rabia

interna de la impotencia. Se 11a escrito que esta estatua es una obra maestra; pero, se la ha acusado de teatral. . ¡Cómo si Napoleon no hubiera recibido lecciones de Talma! ¡Cómo si se tratara de la estatua del sencillo y severo Washing

ton!

PARES-BAJOScE-QEEGICLPBAYIEBAw-SIHZA Estas cuatro potencias tienen sus pinturas en el Parque, ca

Ádp cual en un anexo construido al efecto' Distínguense entre los pintores de la primera Alma Tadema, amante erudito y concien zudo de la antigüedad. ' '


( 44 ) Sus Egipcios de la. XX VII dinastía, su Momia, su Lesbia, ‘su ‘Catulo, su Danza romana, Agrijn'mz visitando las cenizas de

Germánico y Una entrada de teatro romano prueban sus cualidades y le aseguran un rango entre los pintores originales. Los demás artistas de este país, y son muchos los que figuran en la Exposi cion, se complacen particularmente en el paisage, en escenas do mésticas y en retratos. LaBélgica no ofrece grandes cuadros: su exposicion se reduce á la reproduccion de antiguas modas y cos tumbres. M. H, Seys y M. Adolfo Dillens son sus dos pintores mas originales. Superior :'l entrambas .naciones es la Baviera: la Illuerte de César, mejor á lo que dicen que la de Mr. Gerome,‘ es de M. Ch. Piloty. La expresion de las fisonomías, el trage y los ' demás detalles guardan mas conformidad con la historia y el cua dro entero une e una fidelidad escrupulosa mayor movimiento y 'vida. Con entusiasmo se cita tambien La época de la reforma, por Kaulbach, obra. notabilisima porla fuerza de la concepcion y por su ejecucion bien entendida. La Suiza presenta paisages y esce nas campestres en su mayor parte, como el Interior de un bosque por Castan: una Vista del Válaís por Girardet, Una mañana sobre los Alpes y otros y otros; pero se distingue especialmente .por la exactitud de la expresion el cuadro de Váutier, titulado El mar c/umte y los labradores. El campesino reflexiona sobre las propo siciones del marchante, su muger desconfía y lo retiene: todos los pormenores del cuadro lle 'an el sello de la verdad. No es po sible dudar del argumento. Terminada esta escursion, que. para no interumpir el rela to, hemos‘ hecho al Parque, volvamos al Palacio.

PRUSIA.

Los escritores franceses, no muy contentos con el rápido en . grandecimiento de la patria de Blucher y de Bismark, se com placen en notar la escasez de grandes lienzos de esta nacion. Hay pocos en efecto, en el certámen. Uno de ellos es la Diwuta entre Lutero y el doctor Ene/z, cuadro histórico de mucha com

posicion, de no poca animacion y verdad, aunque no brilla por el colorido. ¿Quien duda que la palabra ardiente, que el entusias mo fogoso del audaz reformador se comunica á la asamblea? ¿Quien no reconoce el asombro de los católicos ante tan terribles here'giasl Es este cuadro de Mr. Hubner, profesor en Dresde.

Entre los de menos importancia se distinguen el de los Oin


í45)

.

c0 sentidm, notable para nosotros porque el pintor Mr. Schlesin— ger, ha elegido preciosos tipos de jóvenes españolas para tradu cir su idea. Las figuras son animadas, lo trages están bien pin tados y la gracia de los talles y de las cabezas es característica. Tambien son notables El‘paseo de los Cardenales por el monte Pin cio, de Heilbuth y la Fiesta del maestro de escuela, por Lasech; e

ro son superiores los cuadros de costumbresde Knaus: el

al

tímbanqui, El rega'ïio del cura á los’ campesinos de Passeyer, el In.

oáh'cb y‘ sobre todos, Lafamílín de zm zapatero contemplando una. ratonera.

'

5

GRAN DUCADO DE Hesse.

Dos solos cuadros, ambos de Schlmsser, y ambos de cos

tumbres Forman esta‘ Exposicion. La multitud los rodea y los ce lebra con placer. Lafruta prohibida, título de uno de ellos, in duciría en error si no lo tuviéramos á la vista. No se trata" de

'Eva ni del paraíso: es simplemente una escuelita de pueblo en la que, ausente el maestro, todos los chicos se ponen á fumar: el

uno saborea con delicia su pipa parado sobre los talones y recli nado de espaldas contra un armario; el otro se frota un ojo, irri tado por el humo; el de mas allá contempla con abandono las

espiras vagarosas que salen de su boca; este está encendiendo, aquel, fumador improvisado, ha dejado caer su cabeza sobre la mesa, y sus miembros sin elasticidad revelan su angustiosa y pa sagera embriaguez; otras muchas actitudes animan el. travieso grupo, y viene á completarlo la figura del maestro, que entre atónita y severa, se halla de regreso á la puerta de la sala, con templando este desórden. Cada espectador imagina las consecuencias de esta escena: cada cual recuerda con la sonrisa en los lábios las travesuras de su propia infancia y todos aplauden de buena voluntad esta pre ciosa obrita. El otro cuadro se titula Durante el sermon. ¿Quién no ha visto alguna vez esos oyentes dormidos sobre sus bancos,

esos chiquillos quejuegan ocultamente mientras el cura predica?

GRAN DUCADO DE BADEN.‘ -

Fontainebleau u’ la claridad de la Luna, por Saal, y Mon/u

ñcses noruegos, por Gude, son los dos cuadros que merecen la es


(4:6) tium'wn en esta parte; sin embargo, tenemos á la‘ vista’ mohos históricos queMamma; no carecen de bum i 915m5 dotes,cuadros como son: Goethe óen religiosos 14 co'rle del de. Badan, por

Pacha la Muerte de Felipe II, rey de Eamña, por Keller, la Athracwu de Jesus. por Dürr y finalmente la Magddeaa arrasar (¿1111, por Des Coudres.

4

WURTEMBERG.

El Duque de Alba, de Rustige, Los Imézfimos, de Bauerel, el Somontano misericordzoso, de Bentele y las Mugeres de Scho rudozf, episodio de la guerra de Luis XIV contra Alemania. pin tado por Hceberlin. son preciosos cuadros de esta Exposipion. premura del tiem o nos obliga á no mencionar algunos otros;

pero debemos citar c Niño ezpo’sito, tambien de Rustige, por la actitud indefinible de la triste madre en el momento de dejar al niño en el torno.

Ars'ruIA

Qcbeüla y nueve cuadros tiene esta uacion en el campo ¡le Marte: batallas, paisages, retratos, religion, mitología. Mmm v’ costumbres, todo ha sido tratado por los pinceles de sus artistas;

pero el público se detiene delante de muy pocos de ellos. Entre ‘estos contempla a Blanes salvado de las aguas, por Zimmermann.

La noche y b mañana, orgía, por Schoen y muy patfticulañwentc la Diem de Varsovia en 1773, por Matejiko.

Esrana.

No son numerosas las obras de este grupo que presenta la

Naclpn: pero en cambio son buenas en general ya’ unas verda deramente superiores. Léese en el opúsculo tit

“Curiosi


( 47 ) dades‘ de la Ei:

sicion” lo que sigue: “las artes tienen en este

«pan una vitflli ad tenaz, que resiste á todas las causas de la deu “cadencia: con fl'ecueilcia parecen ya próximas á extinguirse, y “así lo pronosticaban todos los que vieron la Exposicion de 1855. “Pero he aquí que han hecho un nuevo esfuerzo para levantarse “de su postracion, y reviven esta vez en algunos buenos cuadros “de Gonzalvo, de Palmarotl, (Un sermon. cm la capilla .eíxtina); de “Sanz (la muerte de Churruca); de Cazado del Alizal, (Los dos ge

‘fizs) y sobre todo de Rosales; ‘(Isabel la Católica dictando su tes “mment0), obra maestra esta última segun el parecer de todos.” Pueden citarse tambien con distincion la Tz‘a fíflgida, de Suarez Llanos; el Timo de Maureta; Susana en el baño, de Her

nández y muy articularmente el desembarco de los Pur.ritmos en

América, por

isbert, cuadro magnífico que ha obtenido en Ma

d'rld un premio, en competencia con el ya citado de Isabel la Ca

tólica, y que merece no menos que este el título de obra maestm. ves,

En la misma sala se encuentran muchos bustos, bajos relie estatuas tie mérito. Entre estas se distinguen zm fauna

de

oratllla: Caín, de José Panuci: Euridice, de Medina y pub

ticularm’ente la India de Juan de Figueras: superior á todos es

la inspiradora de Bellver, grupo que representa á Mmmm.

PORTUGAL.

Entre los veintitres cuadros que figuran en esta sala, ape nas si el público detiene sus miradas en lositres siguientes: Orillas dd Tajo, por Tomas José d’Aununciao: Carnoens salnando las Lusíadas, por Resende: Herminio con sus compañeros

rhmmdo la venganza, por Silva.

Ganan.

Cintas retratos y una Antiguas es todo lo que Grecia ha ‘dido pintar para la Exposicion de 1867. La ‘patria de la bel e

tafide n clemencia, de la poesía y ‘de las bellas artes, muestra un tiempo del saber humano, y cuyas ruinas son todavía el mn

tmo qú’é los pueblos moabni’ós buscan ‘y mmm con tudo ‘su espí


( 48 l ritu, no tiene un pintor, un escultor que 1a. honren! El ánimo entristecido se pierde en reflexiones melancólicas, al comparar. ’tanta gloria pasada con tanta decadencia presente.

I) I N A M A R c A .

No son muchos los cuadros de esta sala y pocos atraen con fuerza la atencion. Samson moviendo el molino, de Bloch, es un

lienzo en que la actitud humillada del hercúleo personage, y la mofa expresada en los semblantes de los cobardes filisteos, tie? nen seguramente los elementos de un buen cuadro, pero el colof rido desagradable y las incorrecciones que lo deslustram, cuasi borran sus buenas cualidades. Con mas placer miran los curiosos el cuadro de Extrer, El embarazo de la eleccíun, en el que varias jugadoras espresan per— l'ectamente las dudas que esperimentan al tomar sus cartas. Enamora el ánimo el precioso paisage Puesta del Sol en las [andas de Fh'nderso, por Kjaerskow y llaman sobre todos la aten— cion los dos cuadros siguientes pintados con vigor y virilidad por la mano femenina de Mdma. Ferichand. Un naufragio en la

costa de Jutland y Un marinero danés salvando á un niño. A su vista, se recuerda involuntariamente el Nauf'mgio de Power, por Campeche, poemita precioso, mil veces mas precioso y espresi vo, de composicion mas árdua y mejor pintado aun que este.

SUECIA, NORUEGA Y RUSIA, .

Aman los pintores de la primera con toda preferencia las escenas de la vida interior de la familia: hasta en sus grandes lienzos le posponen los asuntos de su historia. Cárlo XII, por ejemplo, cuya ilustre vida ha ejercitado tanto a la historia y la poesía, se nos presenta en un gran cuadro dándole el brazo á la anciana viuda: el incendio devora el Palacio de Stockholmo: la confusion y el terror reinan en la fuga precipitada: todos los sem blantes están espantados ó afligidos, solo el suyo es sereno y tranquilo. Es este cuadro de Hoeckert.

El pincel de Jagerlin nos permite penetrar en el hogar


.

(49’)

doméstico y asistir á los actos de familia entre los paisanos y los pescadores. Suyos son Una declaracíon de amor, La peticíon (le la ¡zo.mía en matrimonio y por último Los celos, escena pintada’ con una verdad encantadora. Los pintores de Noruega se consagran con mas gusto al pai sage; sin embargo, Tideman presenta Un combate singular del tiempo antiguo: tremendos mandobles se han repartido en el jue go: los dos adversarios, medio muertos, llevan á sus familias este regalo. ¡Dichosos los que vivían en aquellos tiempos! No falta to

davía quien los envidie. < La Rusia pugna por vestirse esclusivamente á la europea: sus costumbres tártaras, sus tradiciones greco-bizantinas, su es lavismo afectado, se han ‘quedado esta vez en las sombras del ol

vido para presentarse en el certamen con el gusto, la tradicion' y la fisonomía de la Europa. Ménos original quizás delo que pu diera, aparece así con un aire de esta civilizacion que la deslum bra y que quisiera dominar.

Mas de sesenta son los cuadros que ex pone: paisages, poesía, religion, historia, costumbres, todo lo han tratado sus pintores;

escepto las escenas de la Siberia, escepto tambien los multiplica dos dolores de la Polonia. En los pueblos constituidos como la Rusia, la desgracia no tiene protectores, la injusticia carece de

adversarios. ' Las artes, cobardes como los hombres, no tienen lengua si no para decir frivolidades, ó para envilecerse con la adulacion.

Así, entre este gran número de lienzos ‘pintados sin senti

miento y sin entusiasmo, apénas se encuentra un verdadero cua dro.

ITALIA r ESTADOS PONTIFICIOS. 1

El genio italiano se sobrepone con vigorá todo linage de obstáculos y las ciencias y las artes brillan en este país favore-i

cido del cielo, aun en medio de las situaciones mas adversas, y como á pesar de los hombres y de las cosas. Diríase que el espíritu flexible de la antigua Grecia retem-' plado por la energía de la conquistadora Roma, nutrido con los fuertes estudios de la historia, de las religiones y de las ciencias .

humanas, en la Edad media y en los tiempos modernos, y acera do en el crisol de una expiacion lenta y dura, ha hecho el cora

zon de este pueblo i'nvulnerable á la desgracia ‘y apto para domi— .


(50) nar á lafortuna. No hay, en efecto, calamidad humana que no haya pesado durante siglos enteros sobre Italia, y no hay, sin em

bargo período alguno de la historia en que no ‘ haya producido grandes caractéres, sabios, guerreros, poetas, escritores y artistas. En el concurso de la Exposicion Universal y en medio de

los esfuerzos y sacrificios que le cuesta su gran transformacion política, sus artes figuran dignamente: mas de ochenta pinturas y sobre 150 esculturas decoran su sala. Faruiïini ha pintado Una conversacion entre Macbiapelo y Borgia y el estraño aspecto de este cuadro despierta en la ima ginacion los siniestros pensamientos de estos dos terribles hom-bres: Belluci describe Un Viático: Focosi nos pone en presencia de Catalina (k Médicis y Cárlos IX: Gartaldi nos enseña La cons

tanciade los ciudadanos de Tortona, sitiada por Barbaroja: Paglia no pinta un Episodio dela batalla (lc San Martin: Hayez nos otre

ce El retrato de C'avour y Pollastrini presenta á San Lorenzo dan do ¿í lospobres los bienes de la Iglesia. Larga seria la enumeracion si hubieramos de completarla; terminemos pues citando a Miola con su magnífico cuadro Marco Antonio, Fulvia y la cabeza de C'

ceron, lúgubre leccion contra las guerras civiles. Mas rica la exposicion italiana en obras de escultura, natu ral es que la curiosidad popular se detenga por mas tiempo en presencia de estos mármoles animados por el genio, que rivalizau

con la belleza y con la vida. ‘ Bajo el nombre de Marcello, la mano delicada de una dama de la aristocracia romana, segun se dice, presenta una serie de

bustos y estatuas que, así por el asunto como por la ejecucion, parecen propios del cincel viril del hombre: Jlíaría Antonieta en los dias felices de Versailles: María Antonieta en los dias nefastos de la Concergería. ¡Qué contraste y cuán terrible! Otra de sus

obras es Bianca Capello, soberbia cabeza que obliga á. meditar: es bella y grandiosa, severa, altanera y sensual á un mismo tiem

po. Fué esta mujer una envenenadora célebre, nacida en Venecia: vivió en el siglo XVI y murió gran duquesa de Toscana. Anankc’

ó la cabeza simbólica del destino inflexible: II/[edusa con su pelo de serpientes y la tremenda mirada que da la muerte, y por últi mo una estatua de grandes dimensiones, Hecate, absorta en som

brías meditaciones y contemplando con tremenda ironía los trá gicos destinos de la humanidad, son las obras de esta artista. Tan varoniles pensamientos hacen meditar con inquietud en los su cesos pasados y en las catástrofes venideras que ha de presenciar el mundo, en el gran teatro de la Italia.

Ya hemos citado. en otra parte de esta Memoria, otras mu

chas esculturas italianas, como los Amores (le los Angeles, precio so grupo de Bergonzoli: los últimos alias de Napoleon Ï, Colon 3/ la


( 51 l América de Vella, y el grupo sublime de la Piedad por Dupré. Pe r0 son tantas estas obras que no cabiend‘o en la sala respectiva,

ha ido preciso consagrarles una de las mas anchas vías del Pa lacio: ellas ocupan toda la calle de Rusia. En ella se encuentran numerosos asuntos bíblicos y mitoló

gicos tratados con maestría y con gracia, y preciosos productos de la imaginacion independiente de varios artistas, como la. Ino cencia dormida, El amor mendigando, El amor domando lafuerza, Corina, 0p/Lelia, Carlota Corday, Silvio y Aminta, El primer do

lor y tantas y tantas otras como dejamos en el silencio. Descue lla entre todas en esta calle un David colosal, obra. original de

Miguel Angel, reproducida en bronce por un esfuerzo industrial de Papi, que los hombres inteligentes admiran, por su ejecucion y su magnitud. O

ESTADOS-UNIDOS.

El paisage domina en esta sala: los campos de América, sus montañas, sus valles, sus rios caudolosos, sus cataratas atronado

ras. sus estaciones y sus nieves están representadas con variedad. De vez en cuando se ven algunas escenas dela propia ó de la agena historia, como ‘la Corte republicana en tiempo de Was-hina ton, como Lady

Jane Gray saliendo (le la torre de Lóndres pa

ra el cadalso, cuadros de Huntinton y de May. La industria terrible ha tenido tambien su pintor: Weir ha representado La fundicíon de los cañones, taller de nuestros dias no menos siniestro y mucho mas complicado, que aquel en que

los Cyclopes construian las armas de los dioses. No faltan retratos, pero se busca en vano el de Washington; en cambio el público acude á contemplar con particular recogi miento un retrato de medio cuerpo, negruzco, de fuertes faccio nes: el retrato de Lincoln, con su frac abotonado.

Tampoco son muchas, ni muy importantes las obras de escultura en esta sala. Un Fauno durmiendo y Un Fauno despier to de Hosmer; una estatua de Napoleon I, de Thompson, El liber to de Ward, y un busto de Abraham Lincoln por Volk, son los tra

bajos que mas llaman la atencion en este grupo.

BRASIL, CONFEDERACION ARGENTINA Y PERU.

A juzgar por las escasas muestras aquí expuestas, las bellas


( 52 l artes no habitan todavía estas fecundas regiones. Las guerras fratricidas pueden, producir poemas como la Pharsalia, pero pa

ra comunicar la vida al lienzo y al mármol se requieren tiempos mas serenos. Ellos vendrán y la América será grande, sabia, in dustrial, rica y artista.

GRAN BRETAÑA E IRLANDA Y sus COLONIAS,

Ciento sesenta y tres cuadros al óleo; ciento treinta y siete

pinturas á la acuarela y dibujos, veinte esculturas; ciento treinta y cinco dibujos y modelos de arquitectura y sesenta y seis gra bados y litografías, componen la sala de esta Nacion, sin contar con sus Colonias. . De ‘estas las Barbadas, Canadá, el Cabo, Mauricio, Malta, Natal, Nueva Escocia y Victoria. figuran tambien en las diversas

clases de este grupo: todas cultivan las bellas artes. El. catálogo de la comisiou Imperial, absolutamente indis pensable para poder conocer algo en toda la Exposicion es inne cesario en la parte inglesa: tal es el órden y la claridad que rei nan en ella. Sus objetos tienen siempre al pié. en inglés y en fran cés escritas con caractéres impresos, y bien'situadas, todas las no

ticias que se pueden desear.

El público se detiene poco delante de los retratos particu lares, y de personages históricos ‘que hay en esta sala. El paisa ge, las escenas campestres y marítimas, son mas numerosas y agradan mucho mas á los espectadores. Los ingleses aman la es piga hasta la adoracion y los campos de trigo se repiten con'fre cuencia. Entre ellos La corona de oro del verano por Cole, des— lumbra por la minuciosidad de las espigas y por el colorido que, bajo los rayos del sol, parecen verdaderamente de oro. Laprocesion hacia el Templo, escena inspirada por el salmo 689, es un cuadro de Chaxton, verdaderamente bíblico. Del mis-_

mo estilo es el Festín de Esther pintado por Armitage. La recep cion de los embajadores de Francia por Isabel de Inglaterra, des pues de la San Barthelemy, es un lienzo lleno de movimiento. El horror y el desden están bien pintados en cada uno de los numerosos personages de la córtc: la Reina da el ejemplo. Esta obra es de Jeames. La entrevista de Carlos I con sus tres bajos, en presencia de Croímvell, por Salter, es un cuadro grave y anima

do. Hodgson ha pintado un lienzo que despierta recuerdos popu lares en todas las costas de la América: La vuelta de Sir Francis '. Drake a Plymouth despues de su expedicion en‘ 1587.


(53) Parece sin embargo que los pintores al óleo de Inglaterra trazan con mayor maestría los cuadros de costumbres. En gene

ral el público los comprende sin esfuerzo y algunos de ellos rc velan una observacion tan fina y tan minuciosa, una realidad tau perfecta, que nadie necesita mas que verlos para esplicarlos. De esta clase es el cuadro Los dos embarazadas que se debe al va- '

liente pincel de D’Erstime Nico}. Un chiquillo haraposo tiene en una 'mano la pizarra, de pié delante del maestro de escuela, y con la otra se rasca la cabeza mal peinada: el maestro sentado, pobre

mente vestido, con una rama seca en la mano á guisa de disci plina, mira con vaguedad. se encoge de hombros y con sus ca chetes abultados y sus lábios com primidos. no sabe como resolver

la duda: verdaderamente los dos están embarazados. Del mismo autor y de igual mérito es El pago del alquiler de la ltabilacion, escena entre un propietario y sus inquilinos, Las comadres delpue bl't'to, de Thomas Wetster, es un lienzo de la misma escuela: los

personages olvidan su taza de café por el placer de la charla, y el espectador adivina toda una página de chismogralïa acerca de los vecinos. Dónde no hay comadres! ¡Peores son todavía los chismes de los compadresl ¡Buy'o, toro.’ de Bourges, es un asunto de nuestra nacion: se ven las animadas gradas de la plaza y las ale gres y vivaces fisonomías españolas, diversamente agitadas. En las pinturas á la acuarela son sin duda superiores los in

gleses: nada hay en la Exposicion comparable á sus obras en este género. Ni cejan ante asunto alguno, ni hay efecto que no se atrevan á producir por este medio. Corboel ha pintado La muerte de Arturo: es de noche, un marinero alumbra con su lámpara el rostro del héroe herido: los muebles, las ricas telas de las prin cesas que lo rodean, brillan como si fueran cosas reales, y en la

sombra se ve á la Reina palidecer. Los electos de la mas compli cada perspectiva se producen con singular naturalidad bajo estos pinceles: Las orillas del Dee con sus 'grandiosas montañas, obra de

Leith, es buena prueba de ello: por último Smith se ha atrevido á pintar con los recursos de la acuarela el mismo sol reflejando todos sus rayos en el Gran canal de Venecia. Todavía se admiran como los mejores cuadros en esta parte los siguientes: Jorge Fox predicando en una taberna, obra de Wehncrt: Cristo bendiciendo

á los niños, y Dar Thu/a, ambas obras de Tidey. La Estatuaria, menos rica aquí que la pintura, no carece sin embargo de buenas muestras. La Inocencia, de Duraut, preciosa

niña que se entretiene con una mariposa. Elfugitivo de Sawlos: La misericordia de Stephens: Alejan 'lro .Magno de Westmacollt y algunas otras llaman la atencion. Hemos visto hasta ahora las pinturas al óleo, las pinturas diversas, y la escultura. es decir, la primera, la segunda y la tor


(54) cera clase de este grupo. Constituyen la cuarta los dibujos y mo delos de arquitectura y se reunen en la‘ quinta toda clase de gra— bados y litografïas. . No nos permite el plan de esta reseña enumerar siquiera

. estos últimos trabajos: bástenos decir que obran en la Exposi— cion las mas hermosas muestras de litografïas y grabados, y que además de las vistas de los monumentos mas suntuosos, y delos

espectáculos mas sorprendentes de la naturaleza, estas artes han presentado á su vez cuasi todos los asuntos que hemos admirado en el lienzo y en el mármol.

Y por lo que hace á la arquitectura, los proyectos originales. las restauraciones. las copias y los modelos, así como el exámen de los dibujos, de los lavados, y de la modelacion, mas el de los

diversos materiales que emplea este arte, bella como las otras y mas necesaria que todas, exigiríun un estudio extenso que no po demos consagrarle. Si la juventud, si el lector siente'la curiosio dad de conocer esta parte interesante de la Exposicion, pueden consultar con fruto los artículos publicados en el Moniteur, bajo el epígrafe L’ architecture et les arts qui s’ y 'rattachent, luminoso

tra bajo de la inteligencia activa y competente del jóven arquil.ec— to JVIr. Charles Garnier, autor del proyecto y director del nuevo

Teatro de la ópera, que se está construyendo en París.


llllo Gabriel lL-Material g aplicaciones de las artes liberales.

GRUPO 29--Volvamos pues al vestíbulo, y recorramos con paso acelerado esta galería: el asunto es demasiado vasto, el

tiempo disponible es corto y las fuerzas son escasas. Comprende este grupo las clases siguientes:

6‘? Productos ‘de la imprenta y de la librería. 7*.‘ Papelería. Encuadernacion, material de la pintura y del dibujo. 8*.‘ Aplicaciones del dibujo y de la plástica á las artes ma nuales. ' 9'.‘ Pruebas y aparatos de fotografía. 10!l Instrumentos de música.

11? Aparatos é instrumentos de medicina y cirugía: ambu lancias civiles y militares. I 12‘.‘ Instrumentos de precision y material de la enseñanza

de las ciencias. 135l Cartas y aparatos de geografía y de cosmograf'ía. Los productos pues, de la librería, de la imprenta y de la papelería hieren en primer lugar nuestros ojos. Imposible nos seria enumerar las obras y los editores de Francia y del Extran gero que figuran en esta sala: seria además inútil tan ímprobo trabajo, cuando con tanta abundancia se tiran y ‘se reparten sus

catálogos particulares. Lo que no deja duda alguna es que los libros americanos, ingleses y del norte de Europa son en general superiores por los tipos, por el papel, por la impresion y aun por la encuadernacion, á los libros franceses; en cambio estos son bastante mas baratos, y seria injusticia no reconocer que ningu

na otra nacion ha hecho tanto como la Francia para popularizar los conocimientos humanos. Sus libros de instruccion primaria,


(56) sus diversas colecciones de manuales de ciencias, artes y oficios, sus traducciones de todas las lenguas, sus ediciones populares de

literatura antigua y moderna, y en general todos los productos

industriales de su imprenta tienen por objeto principal la instruc cion del pueblo y sus precios son verdaderamente módicos.

Algunas obras gozan de la mas alta reputacion por el lujo de sus elementos, y particularmente por sus grabados y por su ejecucion tipográfica. Tales son el Dante, I). Quijote y la Bi

blia, ilustrados por Gustavo Doré, no ménos rico por la imagina cion, que grave por sus filosóficas interpretaciones: tales son tam bien los trabajos tipográficos de la Imprenta Imperial, entre los

cuales descuellan en la Exposicion, ‘un cuadro de las principales formas gráficas antiguas y modernas, incluso los geroglíficos egip cios y un trabajo verdaderamente monumental en tipografía,

cual es la carta geológica de la Francia. A la verdad, las mues tras de cartografía alemana, que aquí figuran, son las únicas que pueden rivalizar con la carta citada. El papel ocupa un rango de la mayor importancia en nues— tros dias: los gobiernos ilustrados promueven, en cuanto de ellos depende, su 'produccion. Sus aplicaciones son cada dia mas nu

merosas y la imprenta devora por sí sola cantidades inmensas. En esta galería se demuestra la íntima relacion que existe entre la civilizacion de nuestros dias y la produccion de este precioso artículo. Los Estados-Unidos de América, la Inglaterra, la Fran cia, Ia España, la Alemania, buscan con afan materias adecua

das para su confeccion, y en todas partes se siente la necesidad

de abaratar un artículo que tan evidentemente influye en la felici dad de los pueblos; así vemos aquí papel de hojas de maiz, de arroz, de bambú, de algodon y de hilo, y no bastando estos orí

genes á satisfacer la demanda dela época, la industria ha ido á buscarle otro mas abundante en los órganos elementales de la madera. En efecto, funciona en el Parque una máquina que prepa

ra una pasta original de papel,_ sacada directamente y á la vista de todo el mundo, de las fibras leñosas.

-

Elmotor es de 25 caballos de vapor y pone en accion un ra yo que pulveriza la madera, dentro del agua: una serie de cubas metálicas (un ‘depurador, un refinador y un clarificador), dispues tos en planos descendentes, como una cascada, lavan y separan las partes: la materia apta para el papel, se condensa poco á poco pasando sucesivamente por estos baños, y al través de unos ci

indros convenientemente dispuestos, hasta caer en forma de pas

ta en el último vaso, sin agua, en donde se recoje. Tal es el efec to que produce el aparato. Esta pasta se combina despues en‘pro

porciones diferentes con la pasta de trapo, y sometida á los in’


(57) geniosos mecanismos y á las manipulaciones propias de las fábri cas de papel, entra en su confeccion abaratando su precio.

Veamos ahora cómo y en cuánto. Por cada caballo de vapor entran en el aparato 20 kilógra mos (40 libras) de madera y 7% kilógramos (15 libras) de agua, resultando 10 kilógramos r20 libras) de pasta, de modo que el aparato produce 250 kilógramos (500 libras) por tarea. Un contra

maestre para la direccion general, y un peon por cada quintal de pasta son los hombres que se necesitan. La proporcion variable en que entra esta pasta en la confec cion del papel, desde el mas ordinario, hasta el mas fino que con

.ella puede hacerse, es desde un ochenta hasta un quince por cien to. Su gran resultado es, no solamente reducir el precio de las clases comunes en un cincuenta por ciento, término medio, sino

reservar mayor cantidad de trapo para el papel fino.

Indudable es que la Isla podría importar con ventaja estas máquinas que se hacen de la fuerza nominal de diez caballos por 1025 pesos, hasta la de sesenta que vale 2550 pesos. Numerosas

maderas que carecen de objeto en la construccion y en la ebanis tería y que se pierdensin utilidad para nadie, podrían seguramen te esplotarsc con ventajas por este medio. El invento es del Sr. Heinrich Voelter que reside en "Heidenheim en Wurtemberg,” y la mayor garantia del buen éxito de sus máquinas, nacidas ha ce poco, estriba en las ventas que de ellas ha hecho á las nacio nes mas expertas en la mecánica: Inglaterra, el Canadá, el Du

cado de Baden y Dinamarca, le han comprado como noventa. La Francia, el Austria, Prusia, Rusia y Sajonia, han montado ya mas

de cincuenta, y tienen en ejecucion mas de treinta por su parte la Suecia, Noruega, Suiza y otros puntos de Europa. Las aplicaciones del dibujo y de la plástica á las artes ma nuales constituyen todos los encantos que la civilizacion derrama . en la vida comun de los pueblos cultos. Esos caprichos deliciosos‘ que aparecen sobre las cintas y las telas: esos adornos Pompeya nos que se fingen en el papel que tapiza los muros de las habi taciones, ó que realzan la belleza de los cielos rasos: los dorados,

las incrustaciones, las molduras y tallados que embellecen los muebles: las formas graciosas, esbeltas y espirituales que animan los vasos, los potecillos y los frascos del tocador las pinturas ale gres, los paisages, y las brillantes obras de arte que desplega la industria, ora en las vagillas comunes, ora en las porcelanas su

periores: los relieves oportunos é instructivos que se admiran en la potería ordinaria: el balaustre artístico, el medallon, la pilas tra, las cariatides, las cornisas; la reproduccion en grande ó en

pequeño de la estatua, ora en barro, ora en metal; en una palabra todas las obras que, ejecutadas en materias comunes, llevan el se

8


(58) llo del arte, y elevan el espíritu del hombre, á la vez que le sirven para los usos de la vida ordinaria, son otras tantas aplicaciones del

dibujo y de la plastica á las artes manuales. Estas, sin el gusto que crea el ‘dibujo, sin la instruccion que su cultivo exije, perma

necen en la categoría miserable del oficio, y sus productos grose ros, pesados y sin gracia, apénas es si llenan medianamente su

objeto directo: sin aquellos poderosos auxiliares viven dificultosa ‘mente en la esfera de las mezquinas grangerías y no se elevan ja

más á la region fecunda de la verdadera industria. Así todas las naciones que luchan en la noble arena del pro greso, se han apresurado a presentar en esta sala el inventario de sus adelantos en el dibujo manual y en los ingeniosos mecanismos

que se han inventado para perfeccionaró para multiplicar sus efectos.

Las pruebas y los aparatos de fotografía son universalmen te conocidos. Ellos entran en la clase novena de este grupo y la galería contiene tantas muestras que un solo observador no po dría examinarlas todas en un año entero. Limitada'en los pueblos atrasados á reproducirlo. imagen de la gente, en las sociedades progresivas ha hecho, sin faltar por esto á_ su destino primitivo, prodigiosos adelantos. Las ciencias, las artes, la administracion;

los viages tienen hoy en esta industria un auxiliar cómodo, fiel y poderoso. Sus aplicaciones se multiplican: la luz dibuja por su medio, la electricidad graba en los metales sus dibujos, la prensa reproduce y abarata estos trabajos. Otra de sus aplicaciones mas. recientes sc conoce con el nombre de Foto-escultura dc Francia: la luz dibuja con fidelidad el frente y los perfiles del objeto: la mano del artista, auxiliada por estos dibujos, modela, esculpe

y concluye con celeridad y perfeccion la estatua, el busto ó el medallon, en arcilla depurada. El resultado es un retrato de bul

to, fiel y de precio ‘bastante módico. Dirémos por último q'ue el colegio, la escuela y la lamilia tienen hoy la mayor facilidad para revelar á los niños todos los misterios, todos los prodigios de la fo tograíïa. El aparato Dubroni que se encuentra en la calle de Ri voli núm. 136 y en todas las librerías, funciona en una pequeña tienda levantada en el campo de Marte: allí se ven tambien sus productos. Consta de una cajita de nogal ó de caoba, provista de los medios necesarios para obtener y fijar las im: genes: otra ca

jita contiene las sustancias químicas de que usa esta industria: por último una instruccion clara, breve y exacta acompaña este

curioso laboratorio fotográfico, y todo ello sc adquiere por nueve

pesos, que es su precio ínfimo, bien que los hay hasta de sesenta pesos, de mas lujo y de mayores dimensiones.

_

Los instrumentos de música ocupan una vasta parte de esta galería. Los instrumentos de viento son numerosísimos y domina ¡‘


( 59 ) en ellos el metal: la madera conserva con dificultad su antiguo empleo. Sin embargo los escelentes clarinetes de Romero, ‘de Madrid, son instrumentos verdaderamente superiores y han obte—

nido merecidos aplausos. Con todo, el público ha concentrado toda su atencion en los pianos, cuyas voces armoniosas llenan diariamente los recintos de la galería, bajo la mano de los mas distinguidos profesores. Los Sres. Steinway é Hijos, y los Sres. Chickering é Hijos, de

Nueva York, son los constructores que mas alto han rayado eu la confeccion de estos preciosos instrumentos. La casa de Brad wQel é Hijos, de Lóndres es la única que ha luchado con aquellos en este terreno. La Bélgica ha presentado los mejores órganos de grandes dimensiones, y la Francia se ha llevado la palma cn cuanto á los instrumentos de viento. Pasa la vista, de los instrumentos armoniosos que encantan el ánimo con sus sonidos. á los instrumentos y aparatos de que se sirven las artes de la cirujía y de la medicina, situados á continua cion. Brillan siniestramente, en su infinita variedad, los aceros

pulimentados de que usa la cirujía, desde la. aguja casi invisible hasta la sierra de dientes afilados, hasta la cadena mecánica que corta los miembros humanos sordamentc, por compresion, casi sin derrama‘miento de sangre. El catálogo de esta seccion sería un triste inventario de las dolencias mas crueles de la humani dad: los multiplicados aparatos prototéticos y ortopédicos, los vendages, los cintos y las medias elásticas nos revelan las defor midades naturales ó accidentales á que estamos sugetos: esos es

tuches en que brillan tantos instrumentos delicados, que pudie ran creerse parte del costurero de una dama elegante, nos recuer— dan la catarata, la sorderay otros males menos inocentes: esos

ojos esmaltados, con toda la naturalidad de la vida, esos dientes blancos y bellos, traen á nuestra memoria la concavidad de nues

tras órbitas descarnadas y el vacío de los alveolos en nuestras en cias desarmadas: esos otros aparatos de investigacion, nos intimi dan con el recuerdo de las tísis, de los pólipos y de tantos otros males: por último los instrumentos de obstetricia, que llevan cl dolor y aun la muerte hasta el oscuro claustro materno, nos ha

cen estremecer. Aqul se ven tambicn agrupados los numerosos aparatos que la higiene pública y privada emplean, así como esos inventos destinados á curar ó á consolar á los enfermos crónicos y sin esperanza. En particular se distinguen los sistemas balnea torios é hidroterapicos, los instrumentos de friccion; los proce

dimientos de lactancia artificial y muchísimos utensilios de gim

nasia doméstica. En esta clase están tambien comprenlidas las ambulan cias civiles y militares, auxilios oportunos que la civilizacion de


(G0) nuestros tiempos ha perfeccionado, y que la humanidad y la jus ticia han escrito entre las deudas que la sociedad contrae con aquellos que están en la indigencia, con aquellos que sucumben

de repente en las luchas fecundas del trabajo, y con los que caen heridos, por su defensa, en los campos de batalla. Pero si este espectáculo contrista el ánimo con el recuerdo de todas las desgracias que son la triste herencia de la humani dad, la reflexion no tarda en derramar dulces consuelos cn el co—. razon. ¡Cuántos infelices en efecto, no le deben bienes inapre

.ciables, y aun la misma vida, á aquellos terribles auxiliares de la medicina! . .

,

Aun cuando la Exposicion no acusa en este ramo nuevos in ventos, su multiplicacion, sus mejoras y algunos perfecciona

mientos evidentes, señalan su adelanto en estos últimos años. En particular, las aplicaciones terapéuticas de la electricidad se han multiplicado, y existe hoy una gran variedad de aparatos adecua dos: el Cautchú, materia que se insinúa en todos los ramos de la industria y que propende á sustituirse á todas, conservando sin'emhargo la esclusiva del lugar que lo asignan sus propiedades peculiares entre' las cuales domina su elasticidad, entra en un gran número de objetos, y presta hoy notabilísimos serviciosá la humanidad doliente.

Finalmente, el lector puede juzgar d'e la grande importan cia industrial que representan los productos de esta clase, la XI del catálogo oficial, por la cifra que alcanza solamente en Fran— cia, y limitándola á la estricta fahricacion de los instrumentos de cirugía y de los aparatos prothéticos: ella ocupa cuatro mil obre

ros de ambos sexos y sus productos se evalúan en catorce millo nes de francos. Los demas grandes centros de la fabricacion en

toda Europa trabajan con no menos perfeccion y en escala pro porcional respectivamente.

Terminan este grupo los objetos de las clases XII y XIII. esto es, “la parte material de la enseñanza de

las ciencias”, así

como “las cartas y aparatos de geografía y cosmografía.” Imposible sería sustitituir á este epígrafe una definieion ca paz de abrazar en su estraordinaria variedad, la muchedumbre

de los objetos diversos que estas clases encierran, y que no tie nen entre sí mas enlace que el de su comun destino, tomado en su mas lata acepcion. . En efecto, muchos de ellos se confunden, cuando no son

idénticos, con los instrumentos que se aplican directamente en las artes ó en la industria. Por otro lado, no pocos comprenden en sí mismos partes que pertenecen á clases diferentes, como

sucede con los aparatos de fotografía, con los telégrafos y con los faros. '


(61) De todos modos tenemos á la vista los instrumentos varia dos que se emplean en la enseñanza de la física, de la geometría, de la mecánica, de la geodesia, de la historia natural, de la as

tronomía, de la geografía y de la geología.

Ellos pueden

dividirse en tres grupos principales: 1‘? Los que tienen por

objeto la demostracion de los principios adquiridos. 2.0 Los que sc destinan á realizar una idea nueva, ó a comprobar un hecho co

nocido por un procedimiento nuevo y 3.‘) los que se emplean en

las observaciones directas, y se distinguen por su precision. Evidentemente los primerosson conocidos donde quiera que se cultiva la enseñanza, y sus catálogos abundan: Los segun dos son ménos numerosos y cuando alcanzan los resultados que se proponen, entran en la clase anterior: tales son, por ejemplo.

los giróscopos de Mr. L. Foucault y las aplicaciones que este

hombre de genio ha hecho del péndulo para demostrar la rota cion diurna de la tierra, así como su precioso aparato para medir la velocidad de la luz. ' Anotemos tambien el aparato Geosyclico del profesor de

Rieti. Vicenzo Fioritini: representa esta sencilla inspiracion de Urania, el sol por un globo’ iluminado, y la tierra y su sátelite que giran a su alrededor. Los profesores que no tienen á su dis posicion mas que la palabra y el encerado, saben cuán penoso es

llevar al espíritu de los niños esta sencilla demostracion de cos— mograf'ía.

Entre los del grupo tercero debemos citar en primer lugar, la máquina Meteoragnjj‘ica del Padre Secchi, que consiste en un aparato ingenios isimo destinado á registrar las variaciones de la presion atmosférica, la velocidad y direccion del viento, la lluvia,

la humedad y la temperatura, mediante el rtermómetro de mer curio y las dilataciones de un hilo metálico. Las observaciones

de todos estos fenómenos no exigen la presencia del observador: ellas quedan estampadas por la electricidad en el papel, median telas curvas de variacion que traza el mismo aparato, y que se

estudian y discuten periódicamente. Los trabajos de este sabio y virtuoso sacerdote son vastos y fecundos, y si mucho le deben los progresos de la astronomía. no son ménos grandes los servi cios que está haciendo a la humanidad con sus estudios concien zudos de los fenómenos meteorológicos, entre los cuales ocupa

cl primer rango, el importantísimo aparato que acabamos de in

dicar. ..

_

Las preparaciones de Brunetti, que tanto facilitan el estu

dio de la anatomía fisiológica, de la patología y de la anatomía comparada, son otro monumento digno de los progresos de la en señanza.

Despuesde estos, pero á la misma altura respecto de su es


(62) pecialidad, viene Dufour, del Canton de Berna. con sus cartas topográficas de la Suiza. no ménos bellas que exactas: Perthes,

de Gotha, con sus preciosos anales de geografía, cartas y atlas. De Bechen, con su admirable carta geológica de la Prusia Rena na’y de la Westfalia, así como su ilustre cofrade Elie de Beau

mont con la suya, que comprende la naturaleza geológica del Norte y Nordeste del Imperio francés.

Tales son los monumentos superiores que la ciencia ha le vantado cn esta galería; pero fuera de ellos ¡cuántos instru mentos ingeniosos para difundir el saber humano! ¡Qué varie

dad tan extraordinaria para conseguir este gran fin! ¡Qué exac titud, qué primor en las construcciones! Con el auxilio de estas admirables colecciones. la inteligen cia juvenil se familiariza con los principios mas árduos y mas re

cónditos de las ciencias. Las complicaciones de la organizacion vegetal y animal, la anatomía fisiológica, los fenómenos patoló

gicos: la comparacion del organismo en las diversas escalas de perfeccion que alcanza en la época actual, y hasta las formas que ya no existen, todo está aquí á nuestra vista, ora en su estado .

natural, ora modelado con toda la verdad de la naturaleza, y con

mas facilidades para el estudio que las que ella misma ofrece. Recomendamos pues á los colegios y á las escuelas de la Isla, que deseen entrar en la senda de una enseñanza sólida, las pre

paraciones elásticas del Doctor Auzoux: por la períeccion de los órganos, por la facilidad de aislar las partes y de reconstruir el todo, por la fortaleza y la duracion de la materia y por sus mó dicos precios, son estos ejemplares de botánica y de zoología ana tómicas, de un valor inestimable para los progresos de la juven tud, y aun para auxiliar la memoria de los hombres doctos y provectos. No menos interesantes son las colecciones de minerales y

de rocas, los cuadros y las cartas geológicas que con igual obje to se ofrecen á nuestra vista, así como los instrumentos de in vestigacion y los ricos textos que tratan de estas materias. Las

monografías, los herbarios y las colecciones de plantas bien de finidas y perfectamente preparadas, no son menos abundantes. Puede decirse, sin caer en inútiles exageraciones, que la mn yor parte de los constructores europeos, de instrumentos de tïsi

ca, de mecánica,de astronomía y en general de geometría trascen dental con todas sus aplicaciones, tanto á la topografía, como á

la geodesia. como al arte de las construcciones. figuran profusa mente con los productos de sus talleres cn la Exposicion y muy particularmente en esta sala. ' ¡Felices los pueblos que cuentan con tan poderosos auxilia res en la enseñanza pública! Las inteligencias medianas se ins


( 63 ) truyen sin esfuerzo y las capacidades superiores tienen firme asiento, y fáciles recursos, para investigar, encontrar y propagar

nuevas y fecundas ideas. El obrero, el empresario, y el sabio se encuentran á cada paso en el mismo sendero: se comprenden, se alían, luchan de consuno con las dificultades externas, y por cada

uno de sus triunfos nacen un taller, una industria, una riqueza

que mejora y vivifica la sociedad, una fuerza que centuplica sus tuerzas, una idea que enaltece su propia dignidad, un invento que contrihuyeá su grandeza; y sobre todo. del gran conjunto de tan tos esfuerzos, de tantos pensamientos, de tanto trabajo y de tan- '

ta produccion, resulta un sentimiento de noble orgullo. una fuer za moral incontrastable en cada individuo, de mas precio todavía

que la misma prosperidad. ¿Qué hay de análogo en los pueblos mudos que carecen de instruccion? La agricultura, las artes, la industria, como las com

binaciones del espíritu de empresa carecen de carácter propio y dependientes eternamente del saber y del ingenio estraños, per manecen estacionarias, esperando del acaso sus lentísimos pro gresos.


l'f llo Ga\er'\as industriales-Grupo “l a\ X.

GRUPO 39-—llloviliario.-—Muebles de lujo, obras de tapice ría y decoracion: cristales y vidrios: porcelanas, lozas y poterías lujosas: tapices y tegidos de de mueblage. Papel pintado: cuchi llería: Platería: Bronces, fundiciones y metales artísticos: Apara

tos de caleíaccion y alumbrado: Perfumería, y por último los pe queños artefactos de marroquíes, de madera, marfil y metales, así como los trabajos de paja y de mimbres, se distribuyen en otras trece clases, desde la XIV hasta la XXVI inclusive, y pue

blan de infinitos objetos los salones. las vidrieras y los numero sos mostruarios de esta riquísima galería. GRUPO l¿SL-“Vestidos y objetos portátiles,” tal es el epí grafe que comprende la Exposicion de los hilos y tegidos de al godon: hilos y tegidos de lino y de cáñamo: hilos y tegidos de lana peinada: hilos y tegidos de lana cardada: hilos y. tegidos de seda: chales: encages, blondas y bordados: Artículos de l)onete-,

ría, lencería y objetos accesorios del vestido. Vestidos para am bos sexos. Joyería y bisutería: armas portátiles: objetos de Vla ge y de campamento y juguetes. Estos grupos secundarios cons tituyen otras trece clases correspondientes, desde la XXVII has

ta la XXXIX y llenan la cuarta galería. GRUPO 59-Bajo el nombre de “Industrias e’stractivas” se ofrecen á nuestra vista en la quinta galería las siete clases que van desde el número 40 hasta el 46 con los títulos que siguen: Productos de la explotacion de las minas y productos metalúr gicos: Productos é industrias forestales: Productos de la pesca y

de la caza: Productos agrícolas (no alimenticios) de fácil conser vacion: Productos químicos y farmacéuticos: Procedimientos químicos de lavado, tintura é impresiones: Cueros y pieles

‘GRUPO 69-Encierra el grupo sexto de la clasificacion ofi


(65).‘ cial, en esta suntuosa galería los ¿‘Instrumentos y los Procedi mientos de las artes manuales”; sus numerosísimos y en general voluminosos objetos, están comprendidos en las 20 clases que se

encuentran desdeel número 47, hasta el número 66. Sn nomen clatura es como sigue: Material y procedimientos de la explota cion delas minas y de la metalurgia: Material y procedimientos de las explotaciones rurales y forestales: Mecanismos (¿instrumen

tos de la caza, dela pesca, yde la recoleccion de frutos: Material y procedimientosde los establecimientos agrícolas y de las industrias alimenticias: Material delas artes químicas, de la farmacia y de la

teneria: Motores, generadores y aparatos mecánicos adecuados

particularmente á las necesidades de la Exposieion: Máquinas y aparatos dela mecánica general: Herramientas mecánicas: Mate rial y procedimientos de hilados y confeccion de cuerdas: Mate

rial y procedimientos de los telares: Material y procedimientos de la costura y dela confeccion de vestidos: Material y procedi mientos de construction de los objetos del moviliario y de la ha bitacion: Material de la papelería, tintura é impresiones: Máqui nas, instrumentos y métodos que se emplean en diversos traba

jos: Carruaies y carretas: Talabartería: Material de los caminos de hierro: Material de telegrafía: Material y procedimientos del ingeniero civil, de los trabajos públicos y de la arquitectura: Ma terial de la navegacion y medios de salvamento.

En otra parte hemos dicho ya las vastas dimensiones de es ta soberbia galería, cuya planta mide mas de 1400 metros de lar

go por 2.5 de ancho. En su centro y á partir del vestíbulo, se le vantan á la derecha y á la izquierda dos elegantes escaleras que conducen á un corredor continuo, como de cinco metros de an chura, alzado sobre columnas de hierro á cuatro metros del sue lo. Un antepeeho sólido y de formas ligeras, circuye sus bordes

. y permite al observador circular con seguridad y contemplar có

modamente los pormenores del inmenso taller que el mundo in dustrial ha puesto aqun á la vista. Apoyados en la parte superior de las columnas de suste‘ntacion trazan los árboles destinados á trasmitir el movimiento á las in dustrias mecánicas, un polígono circunscrito á la curva de este paseo elevado, y giran con rapidez á los piés del observador. Ar mados estos árboles deacero, con poleas de diferentes dimensio

nes, transmiten por medio de correas el movimiento. á los meca nismos ‘particulares que ocupan elsuelo. La fuerza motriz reside fuera del Palacio, en el Parque, y como á 60 metros de distancia

. de los receptores poderosos que en la galería están encargados de distribuirla. En efecto los generadores devapor son varios y po . tentes: ellos envían su accion por largos y fuertes tubos subter

ráneos á la galería y obran sobre máquinas de sistemas y de nai

9


( 66 ) ciones diferentes, las cuales, mediante transmisiones bien calcu

ladas, ponen en movimiento aquellos árboles, y á la vez que de sarrollan el tra bajo despiertan el ruido y difunden la vida y la animacion en todos los órganos de tantos mecanismos ingeniosos.

Pero los objetos del Grupo 6.0 son tan numerosos, sus di mensiones son tan grandes á las veces, y su importancia es tan ta en general, que cuasi todas sus clases han desbordado la ga lería, y han ido á instalarse con mas desahogo en el Parque, en

los muelles ó en las aguas del rio,‘segun su objeto y sus necesi dades. Oportunamente, pues, describirómos aquellos que mas di

rectamente puedan convenir á nuestro estudio, y darémos razon de sus ventajas industriales y de sus circunstancias mercantiles

GRUPO 7.°—Objetos propios de este grupo son los “Alimen “tos frescos ó conservados, en diversos grados de preparacion.” La galería que en su mayor parte los contiene merece una rápi

da ojeada: figúrese el lector un simple alero de 18 ó 20 metros de ancho, suspendido á 7 ú 8 metros de altura, y apoyado por un lado contra todo el muro exterior del Palacio, por su centro sobre piés derechos de hierro, y sobre columnitas del mismo me

tal por su borde libre: divida el vasto anillo de la planta en otros

dos anillos separados por un seto de madera pintada y cristales transparentes: consagre luego el interior á fondas, licorerías, ca f'és y escritorios de todas las naciones, ágabinetes reservados,

oficinas y servicios diversos de la Exposicion: destine por último el anillo exterior, abierto, en libre comunicacion con el Parque, á la circulacion de esta inmensa concurrencia de visitadores, y

tendrá una idea bastante clara de esta galería. Por su construccion pudiérase llamar el grande anexo del Palacio y el paseo cubierto del Parque: por su' objeto, diríase que es el gran banquete de la Exposiciou: aquí es donde se reunen diariamente mas de 50,000 personas de ambos sexos, venidas de todas las latitudes de la tierra: por aquí se han paseado sucesiva mente casi todos los monarcas del dia: aquí es donde se reposa esta inmensa. muchedumbre, donde almuerza, come, y consume

refrescos, licores y café; aquí se oyen los cantos de los orfeonis tas, las orquestas de Europa, las músicas del Oriente y las extra

fias armonías de cien lenguajes distintos, articulados por milla res de lenguas humanas: aquí en fin, pasa la vista de contraste en contraste porlos turbantes agarenos, las plumas brillantes de la India, el trage cuasi talar, las cabezas rapadas de la China y del

Japon y los vestidos provinciales de toda Europa. Tanta y tan

grande variedad, animada por la espresion peculiar de tantas fi sonomías diferentes, hacen de este recinto prodigioso un verda

dero reflejo del mundo, y el lugar mas á propósito quizás para es—


(67) tudiar los sentimientos, las ideas, el carácter y las preocupaciones de la humanidad. ¡Tan grave asunto ejercitar.á sin duda a otras inteligencias

mas felices! Volvamos pues humildemente al objeto material de esta galería. ‘ _ . u Los alimentos están distribuidos en siete clases señaladas con los números 67 á 73, en el órden siguiente: Cereales y otros productos l'arináceos con sus derivados: Productos de la panade ría y pastelería: Cuerpos grasos alimenticios, lechería y huevos: Carne y pescados: Legumbres y frutos: Condimentos y estin1u-. lantes: Azúcares y productos de confitería: Bebidas fermentadas: Algunas de estas clases, por no decir abiertamente todas, contie nen objetos y enseñanzas de utilidad incontestable para la Isla: verémos de anotarlas en lugar mas conveniente. a Hemos recorrido todas las Galerías del Palacio y'hemos re señado los grupos y las clases de objetos que ellas albergan ba jo sus techos de hierro y de vidrio. Cuando lleguemos al Grupo 109, importantísimo capítulo de la Exposicion Universal, volve rémos á penetrar en el Palacio para examinar los interesantes objetos que lo componen, y que ocupan, no ya una galería circu lar, sino un sector completo, como si este grupo fuera una nacion moral que toma su puesto entre las naciones geográficas.

Entre tanto completemos esta rápida noticia siguiendo sin desviacion la taxonomía oficial á que están sometidos los produc tos todos de la naturaleza y de la industria humana, en el gran certamen de 1867. . GRUPO 8.°—En el Palacio, en los anexos del Parque. fuera

y debajo de techo, en todas partes posee aquí la agricultura inte resantísimos objetos, pero su representacion completa y genuina se halla en Billancourt. Lleva este nombre una isla que forma el curso tortuoso del rio Sena, dividiéndose en dos brazos d

anchura desigual, como

álos 4 kilómetros del puente de JenaSFormacion probable de los aluviones inconstantes del rio, es estrecha é irregular y mide

próximamente 1700 metros de largo por 200 de ancho, con una superficie media de 34 hectáreas. Dos muelles dan acceso, por el ancho brazo de la derecha, á los viag eros que acuden á esta parte de la Exposicion por los vapores del rio; los óm'nibus y los demás carruages vienen hasta la mitad de la isla por las carreteras de ambas orillas. El espectáculo que ofrece el trayecto, siempre be llo y siempre animado, es risucño en general y á las veces gran dioso é imponente: la arboleda que adorna ambas orillas, los di

ques suntuosos, los campos de labor, las fábricas con su altas chi meneas, las poblaciones que se suceden, los puentes diversos que se encuentran al paso, y el soberbio viaducto de Auteuil sobre


(68) cuyas bóvedas artísticas silban con estrépito, y ruedau con rapi dez las locomotoras modernas, á la vez que por debajo se cruzan

con estruendo los vapores incansables, ó se deslizan silenciosa mente las elegantes navecillas de remo, hacen de este tránsito un panorama variado, lleno de sorpresas y de encantos, desde el

Palacio de la Exposicion hasta la Isla de Billancourt. Pueblan las orillas de esta, todos los inventos que la agri cultura inteligente de nuestros difis aplica á los riegos, á los abo

nos líquidos y á los desagües del terreno. Así se multiplican á nuestra vista los arietes, las bombas de piston, las de rotacion y las norias de todas clases destinadas á elevar y á distribuir el

agua pura, ó los líquidos saturados de materias fertilizantes: los medios de recoger y de tratar estas materias para conservarles sus propiedades. y los instrumentos y los tubos que sirven para

establecer el drenage.

'

Si se penetra en Billancourt por el puente de este nombre,

tiene el espectador á su derecha cuasi la mitad de la Isla. ocupa: da por plantaciones diferentes, de sumo interés para la Europa. como la vid, de la cual hay numerosos sistemas de cultivo, como

la remolacha, que en las man'os de la ciencia y de la industria acabará tal vez por triunfar de la caña, su rival infortunada aun—

que dos veces mas.rica, como el trigo, el maiz, la papa, la horta liza, ‘las plantas de pasto y foi'rage, los. árboles frutales y las esen cias forestales. Numerososinstrumentos de labory diversos sis temas de apicultura están situados tambien en esta parte. Háeia la izquierda se levanta una especie de pueblo origi

nal, de aspecto transitorio. sin galas y sin gracia; pero adecuado ‘á su objeto. A escepcion de un chalet suizo de grandes dimen siones, que sirve de f'onda, café y botillería, las demás instalacio

nes son verdaderos barracones destinados á proteger de la intem perie los multiplicados mecanismos'de agricultura que la Ingla terra y la Francia, casi esclusivamente, han acumulado en este

sitio. Aquí abundan los instrumentos de labor de todos los siste mas: arados para un caballo, para seis yuntas de bueyes y para ser tirados por máquinas de vapor: los instrumentos para trillar, desgranar, descascarar, limpiar y tamizar los granos, son muchos

'y muy importantes: por una razon muy obvia, aunque algunos tie .‘nen la pretension de ser universales, la inmensa mayoría solo

tiene por objeto los granos europeos, y sería preciso estudiarlos mucho y acaso modificarlos, antes de aplicarlos al arroz y al ca ló,‘ como pretenden algunos constructores.

Las desyerbadoras y extirpadoras, los destripa-terrones, los rastrillos, las máquinas‘ de surcar, abonar y sembrar á la vez y se— paradamente, así como las de segar y agavillar á un mismo tiem

po, son muchas y su utilidad práctica es incontestable, allí don


(69) de el trabajo previo ha dispuesto el terreno de un modo conve— niente. Las hoces de todas clases, los corta raíces y tubérculos, los.

rallos para obtener las féculas; las prensas para pulptts, VINOS .V aceites; los cardadores y peinadores de lana y de fibras textiles y una multitud de utensilios, mas ó menos ingeniosos, destinados

á trabajos especiales, se ofrecen aquí á la vista de los curiosos Por último, tambien se ostentan aquí los molinos de viento,

el mas inconsecuente y el menos eficaz de los motores; muchos y muy diferentes mecanismos destinados á utilizar las fuerzas de los animales, y sobre todo dominan en cl concurso las máquinas de vapor, ora fijas, ora locomovibles, horizontales, verticales. inex

plosibles y entre ellas las de aire caliente, inventadas en su orí— gen por el americano Erieson. De tiempo en tiempo, cruzan las calzadas de la Isla, a impulsos de la fuerza expansiva del Vapor, las locomotoras mueras, cambiando de direccion en un ángulo

cualquiera. avanzando y retrocediendo con moderacion ó con ve locidad, y deteuiéndose instantáneamente con tanta docilidnd c0 mo pudiera hacerlo un caballo brioso pero bien domesticado. Con todo, como la mayor y la mas importante parte de to

dos estos objetos figuran tambien en el Palacio y en el Parque: como las grandes pruebas de la riega. y labranza se han celebra do fuera de este recinto, puede decirse con verdad que la espe

cialidad de la Exposicion de Billancourt ha consistido en la ex hibicion de las razas animales útiles al hombre.

.

En efecto, comprende este grupo las nueve clases que se nu meran desde el 74 hasta el 82. y la denominacion correspondien te que ponemos á continnacion, demuestra claramente su objeto

primordial. Hélo aquí: Es écimen ó qjmnplares selectos de explo taciones rurales y de establecimientos agrícolas: Caballos, asnos, mulas &ï': Bueyes, búfalos &‘?: Cameros, cabros &‘.‘: Cerdos y

conejos: Aves de corral: Perros de prosa y guardianes: Insectos

útiles: Peces, cru'stáceos y moluscos. Un reglamento especial ha ordenado el modo y las épocas

de estas exhibiciones, que se han sucedido por quincenas. Los ¡n teresados en los progresos de este importante ramo de la indus tria han . podido estudiar y comparar las razas de esos potentes troncos que tiran a buen trote de unómnibus con veinte y seis

personas, así como los caballos padres, las yeguas de vientre y los demás caballos de silla y de tiro: los toros reproductores, los bú falos domeñados, los bueyes de raza pura ó mestizos destinados al arado, los ‘novillos de ceba, y las vacas de leche, cuyas ubres

dan 30 y 40 litros al dia y pasarían entre nosotros por inagotables. Las pruebas de las segadoras se han verificado en las propie dades que posee el Emperador en Petit-Bourg Los aradosde


< 70) subsuelo, los arados profundos y los arados al vapor han demos trado su importancia respectiva en E'vry sur Se'ine, en los terre nos que explota el Sr. Decauville ' No nos separarémos de Billancourt sin hacer una observa cion interesante. Al lado de la inmensa muchedumbre de los instrumentos, los utensilios, y las máquinas poderosas que una

agricultura adelantada emplea para la explotacion bien entendi da de los campos, figuran tambien los instrumentos que los sa; bios inventan para explorar los diversos accidentes del tiempo: así el Sr. Breguet ha expuesto en este lugar un Barómetro y un

Anemómetro que mediante el auxilio de una corriente eléctrica y de un movimiento de relojería dejan en el papel las curvas de las variaciones de lapresion atmosférica, de la direccion y de la inten— sidad de los vientos y un pluviómetro que acusa la cantidad de lluvia en un tiempo dado y permite conocer la media anual de

las aguas pluviales en cada localidad. El Sr. Dubosg presenta un sacañmetro que revela la cantidad de azúcar contenida en un líquido: El Sr. Darcet nos ofrece el aparato de Villmorin, deno minado evaporómetra, que se destina á reconocer la evaporaciou media que esperimenta el agua bajo las influencias ordinarias en cada comarca. Por último, estos mismos fenómenos, así como las variacio

nes de temperatura. se pueden seguirtambien, observando los instrumentos diversos que los Sres. Fastrée, Secretan yWie suegg,— han instalado en Billancourt, con destino á los agricul tores.

No desdeñan estos tan importantes auxiliares, y confiando siempre menos en la. fuerza bruta, que en los consejos de la ra zon, no dicen jamas con ridícula suficiencia que los inventos, los

principios y las máximas que se derivan de las ciencias son Tea rías inútiles. Por el contrario ellos saben y repiten con recono cimiento. que á las vigilias de la ciencia se deben todos los pro gresos de la industria y que sin sus auxilios poderosos el gran laboratorio de la naturaleza vegetal produce poco y embrutecc a los hombres. Así no omiten gasto alguno para obtener instru mentos perfeccionados, ni rehuyen los riesgos de los inventos en

su orígen. La agricultura norte-americana, la agricultura euro pea, ¿serían por ventura lo que hoy son, si guardaran una con—

ducta tacaña ó pusilánime? GRUPO 9.°-—Horticultum: seis clases que van desde el . número 83.hasta el 88, componen este grupo: dichas clases se ' denominan: Invernáculos y material de horticultura: Flores y plantas de adorno: Legumbres: Frutas y árboles frutales: Gra— nos y plantíos de esencias forestales: Plantas de invernáculos:


( 71 ) su instalacion en el último cuarto del Parque, ha sido descrita

al final del párrafo “II de este escrito. GRUPO 10.°——Completa este grnpo la clasí/icacíon oficial de todos los productos de la naturaleza, del arte, de la industria

y de las ciencias humanas encerrados en la Exposicion Univer sal: divídese en las siete clases comprendidas bajo los números 89 á 95 y abraza las materias siguientes: Material y métodos pa ra la enseñanza de los niños: Bibliotecas y material para la

enseñanza que reciben los adultos en la familia, en el ra Í/H', en las escuelas municipales ó en las que sostienen las cor poraciones: Muebles, vestidos y alimentos de toda especie, que

se distinguen por sus cualidades útiles y por su baratez: Mues tras de los trages populares de las diversas comarcas: Modelos

de habitaciones caracterizadas por su bajo precio. y sus condicio nes higiénicas y de bienestar: Productos de todas clases fabri

cados por los maestros de taller y finalmente los instrumentos y los métodos‘de trabajo que emplean especialmente los maestros

de taller. Denomínase este grupo “Objetos expuestos especialmente con PZ propósito de mejorar la‘condicionflsica y moral del pueblo.” Mas grande y mas trascendental por su fin, que por los interesantes

objetos que encierra: evidencia ruidosa de una delas necesida des mas apremiantes de la sociedad moderna: reparacion na ciente de graves injusticias de los tiempos pasados y mas que todo esto junto. señal inequívoca de la aparicion de una entidad

prepotente en el porvenir, el grupo 109 figura, como ya hemos dicho, en un sector especial del Palacio y despierta considera- 1 ciones de sumo interés, que ocuparán un lugar mas adecuado en

otra parte de esta memoria.


PARTE SEGUNDA.

PUERTO-RICO EN LA EXPOSICIÓN

Y ALGUNOS INSTRUMENTOS DE LA INDUSTRIA

MODERNA QUE

PUDIERAN INFLUIR EN LOS PROGBESOS DE LA ISLA.

WH] o l’uertmRico en la Exposioion. En el suntuoso Par ue

describir á q ue hemos rocurado .

grandes rasgos, se levanta, como ya hemos diichO, el Pabellon de Es P aña, nombre (l ue _se ha dado al edificio mas severo, mas es belto mas característico entre todos los ue fi g uran en este con

junto variado y caprichoso de maravillas. Copia de un Palacio del siglo XVI, época feliz del renacimiento español, es este mo numento la prueba evidente de lo que puede el ingenio nacional cuando le anima el sentimiento desinteresado del arte y le exal

ta, como cn aquellos dias venturosos, el amor ardiente y generoso de la verdadera gloria. Estilo amplio y grave, líneas puras, ador nos sobrios, estabilidad perfecta en su basamento y solemne gallardía en sus proporciones, son las notas principales de la agra

dable armonía que se siente al contemplar esta obra. Su aspecto da la idea inmediata de un gusto serio y original y hace presen

tir la suntuosa comodidad de sus moradores.


( 73 ) Tal era la habitacion en que se expusieron á los ojos del mundo los efectos de Puerto-Rico. Si el edificio era, por sí solo, alojamiento que requería un huésped culto y de buen aspecto, la naturaleza del concurso, universal por su extension, universal

sobre todo por su objeto, exigía conforme á la invitacion trascen dental del Imperio francés, que los expositores respondieran ca tegóricamente á cuatro órdenes de ideas, que así encierran los

fundamentos, como las consecuencias todas del trabajo humano.

En el órden material debia aparecer el producto, obra de la naturaleza, de la industria ó del arte, con el instrumento á su la do, representantes ambos del esfuerzo: en el órden económico de

bia presentarse la historia del producto, es decir los métodos, los gastos, los precios y los beneficios: en el órden intelectual debia

figurar la instruccion pública, gran laboratorio de las ideas, de

donde nacen'hoy los pujantes progresos de la industria: en el ór den moral, por último. debia revelarse latamente, la parte de bie nestar que resulta al trabajador como fruto de sus labores,’en la distribucion general de los beneficios sociales. Evidentemente, cuanto mayores sean estos, mas grande será el ardor en el traba jo, mas extensa la. felicidad comun, mas estable la seguridad ge

neral.

.

La enunciacion simple de este breve resúmen nos pone en

el triste caso de decir con sinceridad, que la ausencia absoluta de toda nocion de arte, de industria y de ciencia fué (válganos

esta verdad lo que Dios quiera) el cartcter esencial y distintivo de nuestra exposicion parcial, en la Exposicion Universal de

París. ' La nulidad completa con que nos presentamos en todo aque llo que es noble, bello’, grandioso ó benéfico, vino á agravarse aun, hasta en lo material de nuestros productos, por una comparacion

inevitable. Los envases en que los industriales de la isla de Cu ba presentaron los suyos en el mismo recinto, eran muebles de

centes, que realzaban con su estilo y sus adornos el precio de sus valiosos artículos. Sus azúcares iban acompañados del plano de los ingenios, de muestras de los terrenos y abonos, de cañas

vivas que vegetaban en el jardin de horticultura, y sobre todo de noticias, cálculos y desarrollos inteligentes acerca del clima, de los instrumentos y de los pormenores económicos mas interesan

tes de su produccion. En general los artesanos, los patricios, los

labradores, las corporaciones y los establecimientos públicos y privados de enseñanza de aquella Isla, hicieron esfuerzos á fpor

fía para presentar los productos de su suelo con esmero, su ora, su fauna y sus minerales con inteligencia y buen gusto, así como

los progresos de la enseñanza con tino y oportunidad. Cierto es que, á causa de la institucion servil, nada pudieron decir acerca

,

'10.


(74) de la instruccion y felicidad relativas de sus trabajadores rurales; pero han hecho cuanto era posible. á pesar de esta órbita mal sana en que se mueven. para aspirar á la estimacion de la Euro

pa, y para fijar la atencion del mundo sobre su produccion actual, sus riquezas naturales y su prosperidad futura. Los cajones en que fueron la mayor parte de nuestros efectos, eran de todo pun to incompatibles con el lugar y con la sociedad de aquel concur so. Fué, pues, preciso acomodar pequeñísimas porciones de cada cosa en vasos de vidrio, tales como se pudieron haber: cuatro ta

blillas y una mesa recibieron nuestros productos de farmacia, fru tas de cera, materias amiláceas, muestras de café y de azúcar, los

cigarros, el dulce de naranjas, elcazabe y otras bagatelas: once cajitas de madera del país, pulimentadas, conteniendo cera, nuez

moscada, pimienta malagueta, algunos minerales, y. muestras de

los artículos arriba citados, ocupaban el tablero de la mesa, flan queadas á derecha é izquierda por cuatro toneles de cristal, que contenían las muestras del tom. Entre este tablero y el piso se veía el algodon, las cuerdas mal torcidas de maguey y de maja gua, y el tabaco en rama. La superficie total que ocupaba nues

tra exigua exhibicion contra la pared, hacia un ángulo del salon contaba a lo sumo seis metros cuadrados y tenia el aspecto de un

ventorrillo misto, pobre de fondo y nada brillante en su conjun to ni en sus detalles. . Nuestras maderas, tan fuertes, tan bellas y tan útiles como variadas, figuraban en el grupo de las esencias forestales de toda

la. nacion. Ni ellas, ni cl herbario correspondiente, ni la noticia industrial que las acompañaba, merecieron siquiera una mirada

del jurado respectivo; el público á quien esta parte interesaba, examinó las muestras con detenimiento y con frecuencia pidió informes y tomó notas bastante minuciosas. Con todo, los bos

ques delas Islas Filipinas, mas ricos y mucho mejor representa dos que los nuestros, llamaron la atencion con mas fuerza: en par ticular los tablones de narra, provenientes de Mindanao yde Mindoro. largos de cuatro metros, de dos de ancho y de diez cen tímetros de grueso, cortados á sierra por una cara, pulimentados

y brillantes por la otra. se llevaron la estimacion y fueron paga dos á precio de oro. Así, aun cuando nuestro azúcar, nuestro ca

fé, nuestras maderas, eran en sus clases respectivas cosas buenas; la inculta apariencia de nuestra exposicion, su conjunto ruin, la

ausencia total de gusto y de arte, la vecindad de los objetos de Cuba, y la nulidad completa en punto á datos económicos é in dustriales, en materia de instruccion pública y en cuanto se re fiere á la vida moral y material de nuestra sociedad, argüían tal desden ó desconocimiento tal. de los preceptos mas interesantes del concurso, que dieron como era natural, la mas cabal indiferen


(75) cia por resultado. Los jurados de las diferentes clases, pasaron su cesivamente por delante de nuestros productos, y se contentaron con hacer las demostraciones vulgares de la cortesía.

Posteriormente, gracias á la intervencion de D. Emilio San _tos, Caballero que pertenecía al jurado internacional, se lograron,

no sin esfuerzos de su parte, una medalla de plata para los cigar ros, dos de bronce para el tabaco en rama y el rom, y una men cion honorifica para el algodon.

Nuestra exposicion fué, pues, verdaderamente desgraciada: ni su fondo cumplía con las exigencias del programa, ni su modo

y forma eran adecuados para figurar con decoro en‘ aquella culta solemnidad. ¡Penoso ha sido para nosotros verlo y palparlo, y con tristeza punzante cumplimos ahora el deber de decirlo! Acaso la investigacion de las causas de estos hechos, sea lec cion provechosa para el porvenir: que la verdad, aun siendo amar ga, es siempre benéfica. Para inspirar confianza á los capitales extrangero’s, para recomendar ante ellos nuestra situacion actual

y atraer hácia nuestros proyectos de rosperidad futura, el espí ritu de empresa (objeto ulterior de {ds pueblos necesitados que concurrieron á la Exposicion), fuera indispensable dará conocer todo lo que el país es, todo lo que puede aspirar á ser y muy en particular aquellas obras, aquellos proyectos de que espera su bienestar ó su prosperidad, con beneficio cierto para los que quisie ran emprenderlos. Si la especulacion europea conociera, por ejem plo, nuestra habitacion y nuestros materiales; si supiera lo que cuesta y lo que produce ¿no pudiera pensar en mejorarla, cons truyendo con mas economía y'con mayores beneficios? Si al mis mo tiempo que poníamos á su vista los productos de nuestros fe races campos, hubieramos desplegado á sus ojos lo que en obte nerlos se gasta y los medios que para ello se emplean ¿no nos

sería dable esperar que encontrase el secreto de nuestros altos precios y que, con ventaja propia, nos proporcionase recursos me

jores para producir mas y menos caro? Tenemos en el polvo de nuestros archivos proyectos de acueducto, de limpia de puerto, de riegos para algunas comarcas, de ferrocarriles para otras, ¿por qué desgracia pues no haberlos expuesto á los ojos de las em

presas extrangeras. con todos los datos que deben acompañarlos? Si tenemos escuelas públicas y privadas, si la tipografía tiene

aquí una representacion, si no falta alguno que otro artista, si hay artesanos inteligentes y hábiles ¿cómo es que no hemos podido (1) Los agraciados han sido D. Andrés Cueto por sus cigarros: Don Ale jandro Jourdan por el tabaco en rama: D. Eduardo Lind por el rom y D. Adol fo Runger por el algodon.

\


(76) / dar á conocer la Isla sino por solo un lado de su aspecto mate rial? < El cultivo de la inteligencia, como el ejercicio de las artes, como la práctica de los oficios. tienen un poder real en este mun do, y á parte de la estimacion moral que siempre grangean, la especulacion industrial toma muy en cuenta estos elementos, an

tes de aventurarse en empresas lejanas. Preciso es no olvidar que las llanuras del Africa son feraces, y que sin embargo, el oro eu ropeo les prefiere los terrenos abruptos, y relativamente estériles

de la Suiza: la poderosa locomotriz cruza silbando las montañas eminentes y, los valles estrechosy profundos de' la Helvecia, mientras las llanuras de la Nigricia permanecen infecundas, tris tes y silenciosas. Es que, sin desdeñar el marfil y los demás pro ductos naturales de la una, la Europa tiene mas confianza en la inteligencia cultivada y en la actividad moral de la otra: cambiad

de lugar‘ esta sola circunstancia y vereis afluir las riquezas eu ropeas al centro del Africa, como afluyen ya hácialas comarcas (ayer desconocidas) de la Australia y del Japon. No era pues una vanidad inútil, sino una satisfaccion real á nuestros mas vitales intereses, la que nos aconsejaba reunir los

esfuerzos todos del país. para presentarlo en aquel gran concun so, no solamente como es, sino tambien como puede ser, bajo el

amparo de algunas empresas, fecundas para nosotros y fructuosas

para sí mismas. Desgraciadamente fracasamos de un modo lamentable en esta ocasion, como fracasarémos todavía por mucho tiempo, en

todo aquello que requiera un esfuerzo colectivo, espontáneo y tenaz.

Aisladas nuestras clases entre sí, carecen de espíritu de unidad, y no tienen fé ninguna en sí mismas; los centros de en

señanza y de obras públicas. los profesores particulares, los ar tesanos, los ‘artistas, los industriales, losagricultores en grande y

en pequeño, los mercaderes y los ricos capitalistas, no se encuen tran jamás asociados en ningun pensamiento comun: el indivi dualismo concentrado y el silencio absoluto forman el fondo de

nuestra sociedad. De este modo es que la vida general no tiene representantes en ningun caso, y que se arrastra periosamente como en una perpetua agonía, entre el ser y el no ser, sin fecun didad y sin bienestar. Así nuestros errores mas trascendentales carecen de correctivo. nuestros aciertos quedan sin estímulo,

y nos faltan los medios pecuniarios, los conocimientos comunes y la voluntad perseverante, para apropiarnos los auxiliares indis pensables que requiere el progreso en nuestros tiempos. El es fuerzo individual, sin el apoyo de la sociedad, lucha en vano con tra tantos y tan graves inconvenientes, y su heróica constancia


( 77 ) no es parte á sacar el trabajo de esa situacion triste y precaria, en que se debate casi inútilmente. _ No se triunfa de obstáculos tan considerables y tan invete rudos en un dia, ni se enciende el entusiasmo general con un soplo, allí donde el hombre se considera independiente del bien y del mal comun; pero por lo mismo, no resulta de ellos para nadie en particular un cargo que sería injusto. Males son estos verdaderamente lamentables, que oiegan la prosperidad del país en su propia fuente, y que solamente la accion de buenas leyes y de un largo tiempo pueden remediar. Entre tanto, de justicia es reconocer que la Comision Pro vincial desplegó en el cumplimiento de sus penosos deberes, ce lo y actividad, y que si no le fué dado crear el espíritu público, el ardor de las artes y la asociacion de todos los esfuerzos, para comparecer en el concurso de un modo brillante y útil, hizo cuan to humanamente le fué posible para enviar allí nuestros frutos mas valiosos y mejor escogidos. ‘


Lillo Motores.

1

Me propongo en esta parte de la memoria dar una reseña de los principales inventos que la mecánica aplica en nuestros dias al desarrollo de la industria, favoreciendo á un mismo tiem

po las condiciones físicas y morales del trabajo, dilatando la es fera del bienestar individual y desenvolviendo en el menor tiem

po la mayor suma de la riqueza general. Tales me parecen los resultados verdaderos de la interven cion extensa de la mecánica en el trabajo moderno, á pesar de las declamaciones contrarias, empeñadas en exagerar los males transitorios que son inevitables en todo cambio repentino. El in genioinventivo de los hombres, impulsado por las revelaciones de las ciencias, mas frecuentes y mas fecundas cada dia, no de— jara de producir sus bienes propios, que alcanzan á la humanidad entera, á causa de algunos inconvenientes individuales, como no

dejará la lluvia de fecundar la tierra, á causa de las enfermeda des pasageras que suele producir en ciertas y determinas cir

cuntancias. Por otra parte la legislacion en sus progresos encontrará al cabo los medios de auxiliar ó de atenuar aquellos males; ya es

tá demostrado que difundiendo en las masas populares una ins trucoion sólida. adquiere el hombre nuevas aptitudes, y este es quizás el recurso mas eficaz contra los inconvenientes pasageros que producen las innovaciones industriales. Objeto propio de estas innovaciones es simplificar el trabajo,

perfeccionar, multiplicar y abaratar sus productos. La inteligencia preside. acompaña y dirige en sus funcio nes á todos los agentes de la naturaleza, haciéndolos converger hácia elfin que se propone. El hombre, ser débil físicamente, es el mas indispensable y el mas poderoso, por su ingenio, de estos

agentes. El se sirve para realizar el trabajo, cuando su propio es


(79) íuerzo lo ha hecho dueño de la ciencia, de su propia fuerza mus cular y de las fuerzas musculares de los otros animales: de la velocidad inconstante de los vientos, de las corrientes mas ó me nos regulares de los rios: de la elasticidad de algunos cuerpos:

del peso de todos: de la pujanza del calórico: de los fenómenos electro-magnéticos y en general de todas las circunstancias favo

rables, y de todas las propiedades que descubre y puede adecuar á su propósito. Requieren estas fuerzas gratuitas de la naturale za, para obedecer con utilidad á los intentos del hombre, salir

de su estado de equilibrio ordinario, ó bien entrar en un movi miento previamente calculado, apto para cambiar de direccion,

seguro en sus efectos y de fácil gobierno. Las máquinas, es de cir, los órganos materiales que el hombre combina para utilizar de este modo aquellas fuerzas, se llaman técnicamente Receptores del movimiento, y mas generalmente, por una figura de lenguaje que toma el continente por el contenido, se las denomina IlIoto

res. Organos de transmision, ósimplemente transmisiones son to dos aquellos accesorios indispensables que están destinados á transmitir el movimiento al instrumento particular que ha de verificar un trabajo determinado.

'

Estos instrumentos particulares tienen sus nombres propios en las artes, y podrían designarse de un modo general bajo la

denominacion de Herramienta mecánica cuando ejercen su accion á impulsos de un motor, entrando como órganos de un mecanis mo especial.

RECEPTORES DE FUERZA ANIMAL.

Obtener el movimiento de rotacion de un eje, es en general el objeto inmediato de todos los motores conocidos y aplicados. La palanca comun, la cigüeña, el pedal, el balancin y la polea,

son los órganos de que el hombre se sirve con mas frecuencia para obtener aquel resultado, mediante sus esfuerzos musculares.

A veces la herramienta mecánica forma parte del receptor mis mo, á veces está á cierta distancia de este y recibe el movimien to por una correa, una cuerda ú otra transmision sencilla. Es es

te el primer paso de la mecánica rudimentaria, sus resultados son siempre muy limitados y muy costosos; por esto es que la mecánica propende en nuestros dias en cuanto es posible, á eli minar del trabajo las fuerzas puramente musculares, entre las cua

les la del hombre es la menos eficaz y la mas cara, aunque en I


(80) realidad es la mas universal. Los demas animales y en particu lar los caballos y los bueyes prestan ámenos costo mayor suma de trabajo; allí donde hay espacio disponible, en los campos particularmente, y sobre todo allí donde estos animales pasan una gran parte del año en la ociosidad, y no hay otro motor de socupado, se pierde una suma tan considerable de trabajo. que no sería esplicable esta conducta, si no se tuviera en considera cion el íunesto poder de la ignorancia. Por otra parte son tan sencillos los receptores destinados á utilizarlas fuerzas de estos animales, su costo es tan moderado

y sus efectos son tan adecuados á las cosechas medianas y pe queñas, á las grangerías y al servicio doméstico, así como á las

artes y oficios que requieren movimiento en corta escala. que nos parece de mucha utilidad el dar á conocer sus principales circustancias. Dos sistemas se han imaginado para utilizar la fuerza ani mal: el dibujo seria aquí de la mayor importancia para darlos á conocer con facilidad; en su defecto citaremos ejemplos. Por medio del uno se pone en movimiento un eje horizontal: tales son los dos receptores diferentes que se destinaron en Puerto-Ri co á premiar en 1864. á los expositores de los mejores animales de tiro y arado: ellos existen en los almacenes del Gobierno por que no hubo quien se presentase á disputarlos: por medio del otro se produce el movimiento de un eje vertical, á la manera que se vé en los trapiches de mijarra tan comunes en la Isla; pe

ro mucho menos pesados y mas cómodos. En uno y otro sistema los ejes de rotacion se arman con poleas diferentes, segun la ve locidad que se desea, y para transmitir su accion á la herramien ta mecánica ora sea esta el torno del ebanista ó del carretero,

ora una bomba para elevar el agua, ora un rallo para reducir á pulpa los tubérculos y raíces, ora un desgranador, un descasca rador, ó cualquiera otra máquina, se usan siempre las correas. A veces se destinan estos receptores á funcionar de un

modo permanente en un mismo lugar; en otros casos conviene poderlos trasladar con facilidad á diferentes puntos del campo ó del taller: aquellos son fijos, estos portátiles ó locomovibles: en

igualdad de circunstancias los primeros son ménos caros, los se gundos se instalan en un carro y su precio aumenta en propor cion. La mejor recomendacion de esto utilísimos aparatos se ha lla en el gran número de constructores de ellos, y en la vasta es cala en que los emplean tanto en Europa como en la América del Norte. La tabla que ponemos á continuacion, contiene las noticias y las circunstancias que mas pueden interesar a las personas \


(81) que quieran adquiridos. En los diversos catálogos de instrumen tos agrícolas de los Estados-Unidos, y particularmente en los de . Allen y CE‘, de New-York, que por desgracia no tenemos á la vista. pero que son muy comunes en Puerto-Rico, se habla tam

bien de estos instrumentos.

TABLA DE L0S RECEPT0RES DE FUERZA ANIMAL. ‘ fl“

.——

l Fuerza

en

Constructores.

Direccion.

Sistema.

Precio

caballos en “tmb. Pesos.

. Accesorios. Nm W” V Pesos. Total.

___

. .' Ejehori Lmcolnslmc zona“: Ashby &.JeÍfe1'y'-% [nglaterra—.---— fijos S

1

43(3)

__

. .

n

n

1

. .

u

‘‘

u

2

. .

- .

(I

u

u

2

- -

- '

_.

———

__..

R'msomes y Lins.. . Londres .... _ . u u u

u ‘í n

.

l.

'—.—

Id.

2

l‘ u n

5 3 4

96 (b)

5

101

6 8

-—

-_—— .———'-——' -‘————!

J. Cuming . . . . . .. á P2112339!" g u

Í

u

u u

i

,

Ïd.

1

u u

Portátiles.

70

--

_-

2

--

- .

3

. -

. .

.,

__ - -

2

180

u

u

u

3

_ -

u

n

6

. ..

_____i—

Eje verti-

Rod Th l

í Taeáíïjïlen. 381.1 portá- i . 1. cons- r e g ....-. de Tgmrgovie. truccion una” muy sell‘.l j

Id.

Id.

- “

Mr. Damey . . . . . . . . Dole Jura... .

,

- -

_

' 1

construccíon mas fuerte.

l

Completo.

1

Vertical.

1

66

(a) Estas máquinas son muy sólidas y sus rngranages están á cubierto de la, intemperie. Las mas cams. ya de uno ya. de dos caballos, carecen de esta precaucion pero son de una construcclon mucho mas fuerte.

(b)

Correas, piñonns y coginetes de muda, y embalages son los acceso

rios cuyos recios apuntamos.

(c)

recio de las ruedas de trasporte.

\

11

'


(32) Tales son los receptores que mas se emplean para utilizar el trabajo de los caballos y los bueyes. Mas adelante verémos al gunos de los instrumentos y de las máquinas especiales á que se aplican estos motores con ventaja. Su costo moderado, su fácil

instalacion y manejo, los hacen preciosos para la Isla, en donde no escasean aquellos animales, y en donde no se saca de ellos el

mejor partido. No es dudoso que la propagacion de estos inven tos. especialmente en la agricultura llamada menor, contribuiría poderosamente á darle un grande impulso, y aumentaría con ra pidez el bienestar de los agricultores y la riqueza general.

MoLINos m: VIENTO.

Los hay de eje vertical que aprovechan una fraccion muy pequeña de este agente. Un árbol armado de un trompo ó turi llon, en su basa, sugeto a cierta altura en equilibrio por un co llar ó crapodina, y provisto de cuatro ó mas aspas verticales igualmente espaciadas, aspas que pueden tener la forma de un cancel rectangular y que deben estar sólidamente establecidas, entrará en movimiento de rotacion y se situará por sí mismo en la direccion de las corrientes aéreas. Mayor será su efecto útil

si, como hacen algunos. se encierran las aspas en una casilla, de jando expuestas á la accion del viento únicamente la mitad de ellas. Es evidente que la rotacion del árbol se puede utilizar pa— ra producir cierto trabajo; pero es tambien evidente .que este tra- l bajo sufrirá todas las irregularidades del motor: por otra parte la experiencia ha demostrado y el cálculo lo confirma que esta disposicion, verdaderamente rudimentaria, aprovecha una parte muy mezquina de la accion del viento. Con todo, su costo es in significante, cualquier carpintero mediano puede construirlo y cabe aplicarlo á ciertos oficios que no requieran ni regularidad, ni mucha potencia, ni hora ‘fija, como por ejemplo,’ la remocion y aun la elevacion á cierta altura de los abonos líquidos. No tan sencillo como este, y de éxito mejor, es la máquina eólica para elevar el agua. que ha presentado en la Exposicion Mr. O. Mahondean, ingeniero agrícola de Saint-Epain. Es un mo lino de eje horizontal, acodado en su mitad, para mover una bom ba; en un estremo tiene una mad/la en la cual están implantados seis radios, como los de una rueda: al estremo de cada uno hay una pieza de madera, dela seccion de una alfagía, perpendicular

al mismo pero algo oblícua al plano de los radios, y hácia atrás;


(83) una tornapunta ó .travesaño de hierro une el radio á la alfagía y los consolida: la vela es triangular y se aplica por dos lados al radio y á la alíagía: su vértice libre viene al centro y se sugeta al radio inmediato: un contrapeso equilibra en el estremo opuesto el peso de las seis aspas. Este eje así armado, está montado en una korqueta, la cual deja pasar por su centro la biela de la bom ba, y el todo está sugeto á una armadura de madera que puede componerse de cuatro euartones plantados en tierra y amarrados por un cuadro en la parte superior, ó constituir una casilla mas ó menos elegante segun el lugar en que se sitúe. El constructor vende el mecanismo completo, pero solo sin casilla, en 120 pesos. l‘ara obtener un máximo de la fuerza motriz del viento y

para regularizar su accion variable se necesitan otros mecanismos mucho mas complicados ‘que los precedentes No cabe aquí la descripcion de todos los que con tan importante fin se han ima ginado; pero darémos una idea de los principales que figuran en la Exposicion. Ocupa un lugar distinguido el de Mr. Enrique Lepanto, rc nombrado constructor de relojes y de faros lenticulares, que tie

ne sus talleres en París. Montado en una elevada torrecilla de formas elegantes; ligero y gracioso como los voladores de los ni nos, pronto á moverse á la menor ráfaga de aire y rapidísimo en

sus movimientos: apto para plegar sus alas radiadas cuando el viento traspasa ciertos límites: listo siempre á situarse en su di rcccion tan frecuentemente mudable, y organizado para lubrifi car automáticamente todos sus puntos de rozamiento. me pare ce este ingenioso mecanismo, mas propio para elevar el agua, agi tar el aire ó prestar otros servicios moderados en una casa lujo sa, que para' contribuir con sus esfuerzos al buen éxito de las ru das faenas del campo ó de las artes comunes. De todos modos, este molino, que es una obra delicada de relogería, eleva el agua en el campo de Marte, donde está instalado, a una altura efecti

va de once metros; pero por su ingeniosa disposicion, sin ningun cambio esencial, puede elevarla á 21. La cantidad de agua eleva da á una ú otra altura, es de 10 metros cúbicos en 24 horas,

cuando la brisa es débil. Le basta una corriente de 2 metros por segundo para entrar en movimiento, y en‘ esto difiere esencial mente de los otros sistemas, que en este caso no producirían nin gun efecto útil a 10 metros de altura. Cuando el viento es de una

velocidad suficiente para poner en marcha los molinos comunes (5 a 6 metros por segundo), este puede elevar 1500 litros á las alturas y en el tiempo ya indicado. Difícilmente se encontrará un molino mas bello, construido con tanto esmero y montado con tanta elegancia como este; pe


(84) ro cada cosa en su lugar: si estns cualidades lo hacen precioso pa ra. servir y adornar los jardines ó los palacios mas suntuosos, su

precio no le permite á lo que creo, figurar en los ámbitos de la Isla. Vale

2000 el mecanismo solo, y vale 5000 con la torre

cilla que está destinada á desmontarse con facilidad, para trasla

darla donde se quiera. Industrialmente hablando, es de mucho mayor interés el molino perfeccionado del Abate Thirion, residente en Aíssc/ze-en

Rrfaíl. Por desgracia no tiene indicacion alguna acerca de su

fuerza efectiva; pero está destinado á mover las muelas del tri go, que son de regulares dimensiones. Consta este receptor de doce aspas sugetas á cbarnela á un círculo movible, y al eje central. El eje está montado en un ban

co de hierro movible: una pirámide formada de cuatro maderos, terminada por dos anillos de hierro provistos en sus bordes de varias galletas ó poleas movibles. soporta el banco que lleva el molino y le permite girar hácia todos los puntos del horizonte. Un contrapeso equilibra las aspas, que se sitúan por sí mismas en las corrientes del viento. Ellas presentan á este una superficie inclinada y variable. segun su diferente velocidad, á beneficio del movimiento de va

y ven.que producen dos palancas de fuerza centrífuga que obran sobre el círculo movible de las alas. El punto de apoyo de las palancas citadas y de todas las charneias de las aspas, se halla en un segundo círculo fijo, y la disposicion de este mecanismo es tal que las aspas funcionan como persianas movibles y siguen nece

sariamente á los pesos de las palancas indicadas. Complicado pa recerá tal vez á alguno este aparato, al considerar aisladamente el número de sus órganos: pero además de que él todo es de una solidez y estabilidad perfecta, su sencillez se reconoce y confie sa, cuando se ven los resultados de sus funciones regulares. En

tre sus ventajas positivas debemos anotar las siguientes: 1‘.‘ El aparato regula su marcha por sí mismo: 2‘? Con un pequeño diá metro, presenta una gran superficie de velámen: 3'.‘ Esta su perficie puede aumentar y disminuir á voluntad, abriendo mayor

ó menor número de aspas, é inclinandolas mas ó menos; las as pas pueden ser tantas como se quiera. Aun cuando ‘no pertenece propiamente al motor, se ve aquí un órgano de transmision que sorprende por su originalidad, y

que si llegase á generalizarse produciría una buena econoniíapor que no necesita engrasamiento. Para comunicar el movimiento del eje del molino, al eje de la muela; se ha empleado siempre un engranage cónico: Mr. Thirior. ha inventado una espiral flexi ble, capaz de plegarse á .un ángulo cualquiera, y de transmitir el movimiento de un árbol áotro sin discontinuidad. Figúrese el


.‘x

(85) lector una barra (le hierro que tiene 1G metros de largo, 4 cen tímetros de ancho y 7 milímetros de grueso, constituida en una hélice 6 espiral de 325 milímetros de diámetro exterior: lleve y sugete por la fuerza sus dos estremos a dos discos en que termi—

nan los dos árboles de rotacion, establecidos bajo un ángulo cualquiera, lo cual es fácil á favor del resorte helizoidal: plegado este así, es evidente que si uno de los árboles se mueve arrastra

rá la hélice en su movimiento circular, y que si esta no se rompe por la torswn obligará á su vez al otro árbol á girar. En efecto, se rompería como se ha roto alguna. si no se tomaran precaucio'

nes ‘para no forzar el límite de elasticidad del metal: para que es to no suceda es la gran longitud de la barra, que da un número considerable de espiras, y su escaso espesor de 7 milímetros que le proporciona gran flexibilidad. La torsion quelos ejes en movimiento sufren cuando el mo tor se para de repente, ó cuando sale del . reposo para mover grandes masas, y los desperfectos consiguientes. se anulan tam

bien en gran parte, mediante la torsion que puede soportar sin peligro la hélice y este es uno de sus méritos de trascendencia. Acaso el volúmen necesario de esta nueva transmision será un obstáculo para su aplicacion universal; pero es grande el nú mero de los casos en que se puede emplear con ventaja.

MOLINO Macau".

Así como hay ruedas hidráulicas, hay tambien un molino

de viento que por su perfecta semejanza con aquellas. debia lla marse con toda propiedad Rueda eólica, de M. Maarath. No exis

te este importante aparato en el campo de Marte; no hay de él. ni siquiera un modelo en la Exposicion; pero en el sector aus triaco están expuestos los dibujos que lo dan á conocer, y como hay gentes que‘ no saben creer sino lo que ven, añadirémos que

esta máquina existe en Austria, y que mueve dos bombas des tinadas á llevar las aguas del mar á un gran depósito para ali mentar las salinas. a El Sr. Mmruth es un ingeniero de ‘Viena. y su receptor eólico implica tanta ciencia della mecánico, como conocimientos

prácticos en el arte de sus construcciones. No nos sería cosa fá

cil darlo á conocer en todas sus partes, aun poniendo á la vista del lector un modelo acabado; pero la dificultad sube de punto no pudiendo siquiera transcribir los dibujos: describir-émos pues,


(86) lo esencial, aun á riesgo de alguna oscuridad; no es este el lu

gar de escribir para que los constructores puedan reproducir es tos inventos; bástanos aquí que los industriales conozcan su exis— tencia, y se formen una idea aproximada de su importancia. Es pues, el molino de M. Moerath una verdadera rueda de eje vertical, encerrada en la alto de una torrecilla, y cubierta

con un techo cónico ó piramidal, que la pone á cubierto de la intemperie, del modo mas útil y mas ingenioso al mismo tiempo.

El eje está sólidamente sujeto en el centro de una rueda. de seis radios de hierro, y de la forma de una estrella, con la

cual marcha en su rotaciou: esta rueda ocupa el centro de la tor recilla á nivel dela altura de su cornisa: su radio es como un tercio del radio interior de la torre: el ancho de la yanta es sufi

ciente para recibir el contacto de varias poleas horizontales que están montadas al estremo de otros tantos pescantes ó torna; puntas, que vienen de la pared circular a diversos puntos de su circunferencia, para mantenerla en posicion, darle estabilidad y

contribuir en gran manera á la mayor movilidad del eje: termi na este en su estremo inferior por un pivote, y en el superior,

pasando por una crapodiua á la altura de los tirantes del techo, acaba en una rueda dentada que manda ó gobierna un regula

dor. Sugeto y armado así el eje del sistema, veamos ahora la cons truccion del molino que debe ponerlo en movimiento. El plano superior de la rueda central que hemos citado, se

extiende desde su circunferencia hasta la circunferencia me dia de la cornisa indicada: sobre este plano está implantada una série de 31 diafragmas, canceles ó aspas de hierro, cuyos cuadros son de hierro, y cuyas superficies tienen varias curvaturas, es de— cir, son convexas en su cuarta parte hácia el centro. cóncavas en las tres cuartas restantes, y todas vueltas de un mismo modo, ó

en un mismo sentido: la base superior de este cilindro, es otro plano idéntico al inferior con otra rueda central que tiene un fin de que hablarémos despues. De esta disposicion resulta pues, una turbina que recibe el aire por su exterior, lo espulsa por su interior, dándole paso por

entre cada dos diafragmas, contra los cuales viene á ejercer su potencia imprimiéndole un movimiento de rotacion. Desordenado sería todavía este movimiento, y además cl

aparato entero correría riesgo de descalabros y aun destrucciou,

si no estuvieran en él previstos los medios de regularizar la ac cion del viento, y de defenderlo de sus violencias en caso de tem

pestad. De las dificultades que ha presentado siempre este pro— blema, ha triunfado’ con suma habilidad y sencillez el talento del

Sr. Mcerath. Hé aquí como. Recordará el lector que este molino está


(87) montado sobre una torrecilla y que esta tiene' una cornisa: aque lla es de mampostería, esta es’ de hierro y merece particular es tudio, porque lleva en sí misma muchas partes importantes del molino. Por su puramente interior lleva las tornapuntas ó pescan tes que hemos mencionado al hablar de la posicion y movilidad del eje: en su cara superior tiene como 18 senos que caen hácia el centro del espesor del muro, á iguales distancias entre sí, y que

sirven para alojar un sistema de poleas de escaso rozamiento á fin de facilitar la movibilidad de la base inferior del molino. que descansa y gira sobre ellas. De la porcion plana de esta misma cara, que corresponde á la proyectura ó vuelo de la cornisa, ha sacado gran partido el constructor, para completar su invento. Sírvese de ella en efecto, para implantar los pies derechos que soportan el techo, y darle, por medio de ellos, conveniente direc cion al viento en el acto de su entrada al molino: son pues, estos

piés derechos láminas de hierro fijas entre la cornisa de la torre y la solera del techo: su altura es por consiguiente, la altura del molino, mas la necesaria holgura de este: para hacerlas servir al mismo tiempo de directrices, tienen su superficie curva, convexa

con relacion á la parte inmediata de las aspas, á continuacion de estas, en número igual á ellas y por consiguiente igualmente es

paciadas. La curvatura de estas directrices, no permite al aire hinchar las aspas sino de un solo y mismo lado, y de cualquier punto del horizonte que el viento sople, el molino gira siempre en un mismo sentido. Coincide con la superficie eóncava de es tas directrices fijas, la mitad de la superficie convexa de otras di rectrices movíbles que tienen doble anchura, y cuya mitad este rior cae por consiguiente fuera de la circunferencia del vuelo de la cornisa, como la hoja de una ventana estrecha, que abre "hácia el campo. Giran estas nuevas directrices sobre pivotes, al . rededor de la arista exterior de las fijas, y tienen por límite de su escursion la circunferencia misma de la cornisa: como sus dos

mitades son algo mayores respectivamente que las mitades ante ‘rior y posterior de los huecos entre cada dos directrices fijas, . resulta que cuando todas trazan el arco entero de su escursion,

sus bordes libres se superponen sucesivamente, como las tabli llas de una persiana, y cierran como estas, completamente todos

los huecos: y que á medida que se abren mas ó menos, admiten en el interior del molino mayor ó menor cantidad de aire: son

pues verdaderas esclusas ó compuertas del viento, que pueden proporcionar su acceso á la máquina como convenga en cada instante.

Para abrirlas‘ y cerrarlas en cada momento, y proporcio nar la admision del viento por grados insensibles, y en la medida precisa que se requiere para obtener una velocidad


(88) constante en el movimiento del Receptor, no bastaría quizás el peon mas vigilante, auxiliado de un mecanismo complicado. Mr. Maarath ha confiado este importante servicio á la accion misma

del viento, enfrenada, digámoslo así, por el mecanismo sencillo de un regulador de fuerza centrïuga, igual á los que se ven por

todas partes en las máquinas de vapor. Este regulador recibe como ya hemos dicho, su movimien to de rotacion, mediante un piñon, de la rueda dentada que co rona el eje del sistema: el radio del piñon es la tercera parte del radio de la rueda, ó de otro modo, la velocidad del regulador, es triple de la velocidad del eje. Las esferas del péndulo cónico son de un peso considerable y por tanto su movilidad es grande, ó como suele decirse el aparato es muy sensible. Así como en la máquina de vapor este instrumento se destina á abrir y á cerrar . mas ó menos, por medio de una válvula, el conducto del vapor pa

ra regularizar su accion, así se emplea aquí para abrir mas ó me— nos las esclusas movibles que hemos descrito. Su funcion inme diata es producir el movimiento alternativo de una rueda: á la

circunferencia de esta y al estremo superior y libre de las ci

tadas esclusas hay articuladas otras tantas bielas ó varillas de hierro: cuando la rueda marcha en un sentido, las bielas se acer can á su contro, entornando ó cerrando las compuertas, y cuando se mueve en el sentido opuesto, se alejan abriéndolas. Ahora bien,

en tanto que la accion del viento ni falta ni se escede de ciertos límites, el regulador no influye con sus movimientos en esta rue da; pero si la velocidad del viento crece, la fuerza centrífuga se para gradualmente las esferas del regulador, este eleva un piñon

y obliga á la rueda á marchar, por ejemplo, de izquierda á dere cha y á disminuir la admision del viento, llegando hasta á cerrar

la del todo si su velocidad es mucha; por el contrario, si la velo cidad va faltando, las esferas descienden, y entonces otro piñon.

obliga á la rueda á marchar de derecha á izquierda, y las com puertas se van abriendo mas y mas hasta dejar libre la mayor sec cion á la entrada del viento. Este receptor es pues, muy semejante á la turbina hidráuli ca de Thomson: como esta, recibe el motor por su periferia y lo espulsa por su interior: el trazo de sus diafragmas tiene la misma curvatura, y la admision del fluido es igualmente ingeniosa en la una y en la otra.

Sus diferencias vienen únicamente de la índole distinta de los agen'tes. La Turbina eólica entra en movimiento bajo el in

flujo de una escasísima corriente de aire. y la experiencia ha de mostrado que en los casos de fuertes tempestades, conserva ad mirablemente su equilibrio dinámico, es decir, conserva el movi

miento regular que le corresponde, como si no obrara sobre ella


(89.) mas queuna brisa moderada. Se ha observado en efecto, que en esta‘ circunstancia, cuando todo otro molino sufriría enormes des perfectos‘ y aun la destruccion, las esclusas de esta rueda se cier

ran y entreabreu alternativamente, obedeciendo instantáneamen te al regulador y cuasi sin alterar su marcha uniforme y ordi naria. '

Por último, esta maquina se para ó entra en movimientoá voluntad, y mediante una palanca de l'acilísimo manejo. . De todos los medios que el hombre ha empleado para apo derarse de las fuerzas gratuitas de la naturaleza, el molino de viento es sin duda.el mas antiguo: sus últimos y sus mas impor tantes progresos se debian á Smeaton; justo es reconocer que su

mayor perfeccion en nuestros dias, se debe al ingeniero de Vie na, Mr. Mmrath.

Cuando visitamos el molino del Abate Thirion no poseía el encargado dato alguno; posteriormente hemos recibido un pros pecto que contiene las noticias siguientes:

SISTEMA PRH'ILEGIADO EN FAVOR DEL SEÑOR ABATE TmRION.

Aische en Raj/hi1, por Eg/zezee, provincia (¿e Navara-Bélgica

Fuerza en ca 1.° para un par de muelasballos de vapor. Precio en pesos. de diámetros. ___'....__ ___. 0 m 80‘. . . . . . . . . . . .. 2 600 0 m 91 . . . . . . . . . . . . . 1 06 . . . . . . . . . . . .. 1 22 . . . . . . . . . . .-

3 4 5

780 960 1140

6 8 10

1400 1800 2200

2.° para dos pares de mue las. Om91-..’. . . . . . . ..t 1. 1_ 22 . . . . .

3.° Dispuestos convenientemente para bombas, sin el pre cio de estas. ' 1.° de 2 caballos S440. 2.0 de 3 ’ ,, 520. 3.° de 4 4.° de 5 5.° de 6

,, ,, ' ,,'

600. 680. 760. ' .12.

.


(90) Los tubos de fundicion para bombas y otros usos con sus collares perforados y perfectos, se venden á razon de 4 pesos 40 ets. los 100 kilógramos. (1).

MOTORES HIDRAULICOS.

Mas eficaces en su accion las corrientes de agua, menos li mitadas en su pujanza, mas constantes por sí mismas y mas fá ciles de regularizar por el arte que los agentes que preceden. im ponen á su vez gastos muy considerables para la instalacion enan do circunstancias topográficas generalmente excepcionales, no vie nen á favorecerla. En efecto, rara vez conviene establecer los

motores hidráulicos en el lecho propio de las corrientes: sus cre cientes desordenadas, sus variaciones de nivel, la naturaleza del

fondo y las dificultades propias de las fundaciones en el agua, aconsejan casi siempre el establecimiento de canales de deriva cion para salvar estos obstáculos. Algunas veces la configuracion

y la naturaleza de los terrenos son tales, que una represa de po co costo y una simple zanja bastan para tomar las aguas y con ducirlas fácilmente á lugar cómodo y seguro, dándoles al mismo tiempo fácil salida; pero en general los terrenos ofrecen nume rosos inconvenientes, que es preciso vencer á costa de dinero. De todos modos, dos son los receptores del movimiento de

las aguas que mas generalmente emplea la industria. Las ruedas

hidráulicas de eje horizontal, llamadas desde la antigüedad moli nos de agua, ‘y las que con pocas excepciones tienen el efe vertical y son denominadas turbinas ó ruedas dereaccíon. A fuerza igual, son las primeras mas voluminosas y ocupan por consiguiente ma yor espacio; pero, aunque suelen construirse de hierro, se hacen comuumente de madera y por tanto pueden repararse con mas facilidad que las otras: esta circunstancia será tanto mas intere

sante cuanto menos adelantado esté el país en que se apliquen. Las turbinas son siempre de hierro: su volúmen es relativamen te pequeño, pero requieren órganos que no tienen las otras y que complican su construccion. Estos aparatos, cuando están bien construidos y esmerada mente instalados, suministran de un 70 á un 80 por ciento del (l)

Se construyen todos estos aparatos y utensilios, en la fundicion tim.

lada "societé anonyme des hauts foumeax, usines ‘8:. charbonnages de Chntelb neau, en Belgique.”


(91) trabajo que reciben del agua. Si sepudieran instalar de modo que recibieran el agua sin choque (lo contrario de lo que el vulgo cree generalmente), y la abaudonaran sin velocidad serian de una per f'eccion absoluta; cuanto mas se acerquen pues á este ideal, tan to mayor será su ¡fecto útil, es decir, tanto mejor aprovecharán el

trabajo del agua. Este trabajo es un producto que se compone esencial y es clusivamente del peso del agua que entra en el aparato, multipli cado por la distancia vertical que, en un tiempo determinado, re-’

corra aquella desde su entrada hasta su salida del mismo. Se pue de pues, segun las circunstancias, variar estos factores, de modo

que no se altere e'l producto; es decir, se puede tomar mayor can tidad de agua disminuyendo convenientemente la altura, y vice versa, sin alterar la cantidad de trabajo que se desee. Las ruedas de eje horizontal son mas convenientes para aprovechar las cor

rientes caudolosas y de poca altura; las turbinas por el contrario prestan mejor servicio donde el agua corriente es escasa y las

caidas son de mucha altura. Solo un estudio minucioso de cada comarca, puede pues determinar con seguridad la preferencia conveniente del uno ó del otro motor. No he visto en la Exposicion ninguna rueda de eje horizon tal (l); en cambio, en las instalaciones inmediatas al rio, se en

cuentran en competencia las Turbinas de Fourneyron, las de Lar— ' ger, Hühr, Laurent, Brault y Bethonard, Protte, Barbe, Chene val y otros. .

_ Los encargados de estos Sres. no poseen datos numéricos, como sería conveniente, para conocer las circunstancias econó micas é industriales de sus aparatos; sin duda ellos se reservan debatir bueno á bueno sus precios con los interesados, tanto mas

cuanto que sus talleres se encargan casi siempre de las instala- ’ ciones, y estas son por su naturaleza muy variables. Solo Mr. Jeau Larger (Feleringen, Alto Rhin) ha puesto al lado de su turbina un prospecto, y las tres primeras columnas de los datos siguientes: _

_

Litros por se-

Caída en metros.

gundo.

1 2 4 10 20

40

.

|

200 285 00 15 875

1250

Aprovecha

Cab. °° de vapor.

miento.

2 6 16 ‘ 60 — 175

71 pg 76 ,, 75 ,, 73 ,, 75 ,,

495

74

[l] A excepcion de las del precioso modelo del acueducto de Marly, cons truidas por los planos del Emperador Napoleou III.


.

.

.

( 92 )

.

Esta Turbina es como la mayor parte de ellas, de la

que

reciben el agua por arriba, y como todas las de esta clase. se

componen de un gran cilindro dividido en dos partes: la superior termina por abajo en una rueda fija, y la inferior contiene la rue

da movible, en contacto con la fija. Esta parte inferior es al mis mo tiempo base de sustentacion de todo el aparato. La rueahz ¡ya

es de superficie continua hasta la mitad de su radio próximamen te: la corona que la completa está dividida por medio de diafrag _mas, en canales cuyo número es divisible por cuatro. Estos dia

fragmas tienen una curvatura‘tal, que obligan al agua á salir en una direccion muy inclinada con respecto al horizonte. Un tubo va desde su centro hasta mas arriba de su nivel superior atrave

sando la tapa, y viene á ser como el árbol hueco de esta rueda. La rueda movible está montada sobre el eje de rotacion, cuyo pi— vote se apoya á su vez en una crapodinu implantada en una palan

ca que veremos pronto. Pasa este

por el centro de la rueda

_ fija y de consiguiente por el tubo solidario, quedando así libre del contacto del agua. La rueda movible es tambien de superfi:

cre continua en su mitad central, como la rueda fija, y en su co— _ rona ólimbo lleva los cangilones: la direccion primitiva .de estos

, es perpendicular á los diafragmas fijos. y su curvatura está dls puesta de modo que utiliza, despues del primer choque, una par

. te de la fuerza viva que posee todavía el líquido. Se arregla la salida del agua, y por consiguiente la marcha de la turbina. por medio de ella'sas que cierran ó abren los ‘conductos de la rueda

fija: cada una de estas compuertas sirve para dos canales: todas ellas giran independientemente y á cbarnela, al rededor de su borde mas distante del centro. bajo la mano del hombre. Unas

barras de hierro articuladas por una punta á la esclusa, y por la otra á la cabeza ‘de unos tornillos, permiten ponerlas en movi

miento: los tornillos se hallan encerrados y pueden subir ó ba jar en unos tubos verticales que están montados en la tapa de la turbina: cada uno obedece á un volante ó rueda en cuyo centro está la tuerca. Como el número de los canales es divisible por cuatro, el número de las esclusas es par: abriendo, pues, á' la vez

las que están diametralmente opuestas, se obtiene la accion uni forme del agua, y por consiguiente el equilibrio dinámico de la turbina.

El pivote del eje gira, hemos dicho, en una crapodina, que está situada sobre una palanca. Esla palanca se halla como á la. mitad de la parte inferior del cilindro: es horizontal, y por uno

de sus estremos está sugeta á girar al rededor de un punto. en uu plano vertical que pasa por el eje; el otro estremo atraviesa el

cilindro, y se fija á una barra de hierro vertical. atomillada en su parte superior, que una tuerca hace subir ó bajar, cuando con.


< 93 > viene. Por este medio se arregla la altura del pivote, el cual, aun á pesar de las mayores precauciones, se gasta siempre con mu cha rapidez en estas ruedas.

'

Para lubnficor el eje, en los puntos de friccion ha imagina do Mr. Larger una disposicion sencilla é ingeniosa: el montante que mantiene á dicho eje en el centro, está soportado por fuer

tes brazos de hierro fundido: uno de ellos contiene dos conduc tos que van hasta el centro: el conducto superior se continúa por un tubo lateral, exterior y vertical que sube hasta la tapa de la turbina y acaba en un embudo: el conducto inferior tiene una

llave, cuando.‘ se ho de renovar la grasa, so abre primero esta lla ve. para darle salida á la que ha servido, se cierra luego y en se guida se pone aceite fresco en el embudo. \ Por último, la admision y la ELCÏHl/sÍUÏL del agua están dis puestas en este motor, como sigue: La turbina tiene como he

mos dicho su tapadera; pero lateralmente y á la mitad de la al— tura de la parte superior del cilindro. recibe un tubo que se ele va, siguiendo la direccion que se quiera, hasta el depósito del agua, ora se establezca la turbina directamente sobre el suelo, ora se monte sobre un dado de mampostería, la salida del agua se

verifica siempre por varios'y anchos orificios que trae expresa mente para esto la base propia del aparato, hácia su parte infe— TlOl'. Mas original es la 'l'urbína espiral. inventada por M. Schie lle construida y expuesta por la casa The North AIoor'Foundry (Oldham en Inglaterra). . Concesionaria esta compañía del privilegio del inventor, ha adoptado dos disposiciones diferentes para la construccion del aparato. Los hace de eje vertical, y de eje horizontal. Las apli caciones nuevas á que ha sabido adecuar estos aparatos, merecen tambien la atencion: pasémoslos por la vista.

I.—'l‘unBn\'.\ SCHlELLI.L-EJE VERTICAL.

La turbina de eje vertical recibe el agua la/erabmnte. Las formas del conducto que la trae desde el depósito hasta la rueda son un tanto. complicadas, y como de ellas depende la parte espu cial y característica del sistema, merece particular atencion. Po demos dividirlo en tres partes: la primera será un tubo vertical que parte del fondo del depósito y baja hasta muy cerca de la

posicion de la rueda, terminando por un reborde anular: la con


(94) tinuacion de este tubo que se ajusta al primero por otro rebor de igual, es un'codo que toma la posicion horizontal, conser

vando el mismo diámetro: por último la terminacion de este conductor que se ajusta al codo como este se ajusta al tubo ver— tica1, es una.

caja cilíndrico-espiral, que contiene

la rueda

motriz en su centro, y cuya curvatura determina el acce so gradual y calculado del liquido al interior de iá espresada rueda. La pared esterior de esta caja es una lámina de hierro que partiendo del lado derecho del estremo libre del codo. traza

una vuelta de aspira, circulando hasta encontrar el lado izquier do: la paredinterior es un cilindro anular compuesto por las directrices, que se acerca mucho á este lado izquierdo: entre

ambas paredes curvas, queda pues una zona espiral ‘que tiene de profundidad el diámetro del codo. Estas dos láminas estan unidas por dos tapas, superior é inferior. horizontales; que tie

nen el mismo contorno ylos mismoslímites; las cuatro piezas forman pues una. canal verdaderamente espiral, por donde ha de circular el agua, y cuyo centro es un cilindro recto, hueco y sin tapas. En este espacio libre ,es donde se aloja la rueda motriz, y

la curvatura de la espira tiene por objeto dar á las láminas li quidas una direccion conveniente, para que siempre formen el mismo ángulo con el circulo esterior de las directrices.

Estas directrices rodean á la rueda motriz, formándole un anillo esterior: la curvatura de los diafragmas ó divisiones, es tal que el agua pasa á encontrar la circunferencia de la rueda tan

gcncialmeute, y como los canalículos comprendidos entre cada dos directrices se estreehan h'ucia la circunferencia indicada. la velocidad del agua aumenta y esta llega á la rueda sin sacudi miento. ' ' La rueda motriz entra sin frotamiento en el cilindro hueco que forma la parte central del conducto espiral: en su interior es tan los cangilones, que son de poca profundidad, dispuestos si

métricamente hácia arriba y hácia abajo de un círculo interme— dio. El espesor de esta rueda, la curvatura y la longitud de los cangilones, la disposicion de todas las superficies en donde no hay ni ángulos. ni aristas vivas, son partes interesantes del apa

rato, que están calculadas y trabajadas como sumo esmero, á fin de que el agua emplee durante el tránsito toda su patencia, y no

conserve á su salida sino la velocidad indispensable para abando nar la rueda. . Notabilz’simo y digno de todo encomio es el artificio que el inventor ha imaginado para disminuir, ó cuasi anular lafriccíon del pivote del eje de la rueda, sobre su crapodina.‘ Sabido es que cada una de las fuerzas que obran sobre el aparato se puede descomponer en otras tres: la primera perpendicular al eje, que


(95) se destruye con otras que le son opuestas y con la rigidez del eje: la segunda que es para ela á dicho eje y contribuye con el peso

de este, á aumentar el rozamiento, es justamente de la que se. ha sacado partido para disminuirlo: y la tercera, perpendicular al plano de las otras dos, que es la que imprime el movimiento. El agua no pasa directamente del canal espiral á las direc trices: al rededor de estas hay otro canal circular, que se estre

cha hácia la circunferencia interior, y que distribuye la lámina

líquida en el departamento superior y en el departamento infe rior de los caugilones de la. rueda motriz: los fenómenos de la

descomposieion de las fuerzas que acabamos de recordar, se ve rifican pues,en ambas'caras; las componentes paralelas al eje, que obran simétricamente de arriba abajo y vice-versa, se destruirian á su vez dejando libre el peso del eje. sin aumentar ui disminuir en nada el rozamiento correspondiente; ellas se destruyen siem pre en parte, pero arreglando las cosas de modo que la presion de abajo á arriba, es decir que las fuerzas que propenden á le vantar la turbina, sean superiores á las opuestas, comprendiendo en estas el peso del eje, se obtiene el equilibrio, y se disminuye hasta donde se quiera la presion sobre la crapodina. Basta para llegar á este resultado, colocar el circulo inter

medio de la rueda motriz algo mas bajo que la circunferencia media del canal circular que distribuye el agua: en esta posicion ' la cantidad del liquido que sube, es mas considerable que la del que baja. Un tanteb, una corta experiencia, deferminan muy pron

to la mejor situacion de la rueda. Se regula el equilibrio dinámi co de la turbina, es decir su marcha uniforme, ora con respecto á la cantidad de agua disponible, ora con respecto á la resistencia

del trabajo que haya de hacer, cerrando ó abriendo algunos de los canales de las directrices. El aparato está provisto de esclu sas convenientes y de fácil manejo, para obtener este resultado.

Hemos dicho que el conducto del agua era en su parte supe rior un tubo vertical; así es generalmente, puesto que los cana

les de derivacion, ó los depósitos vienen casi siempre hasta las inmediaciones de las oficinas; pero cuando las sinuosidades del terreno, obstáculos diversos, ó en general, cuando una economía .

bien entendida lo exige, el tubo puede tomar una longitud y una curvatura cualquiera, desde el codo inferior hasta el depósito del ‘líquido. ’ ' Es evidente que este nuevo sistema ofrece ventajas nume— rosas:'el constructor garantiza un 89 por ciento de efecto útil, es decir que si se representa por ciento el trabajo del agua, la turbi na en cuestion, aprovecha 89 partes de este trabajo: los que po seen en sus talleres estos aparatos certifican’ este resultado. A la verdad poquísimos serán, si hay alguno, los motores hidráulicos


< 96 > que le sean comparables en esta parte; con todo cuando se ve de

cerca el método que se ha seguido para calcularla; cuando se exa mina su esmerada construccion, y cuando se medita sobre las pre

cauciones y artificios ingeniosos que se han empleado para diri

gir y aprovechar la accion del agua, así como para disminuir los rozamientos, se reconoce que la Turbina de Mr. Schielle debe ser

superior á los otros receptores de esta clase. Fuera de esto, ella goza de otras muchas propiedades importantes: así, su efecto útil no varia, ora funcione dentro, ora fuera del agua, con tal‘de que

la altura de la caída sea permanente: todas las curvas esenciales están trazadas de modo que no sufren el mas ligero choque, y el líquido entra en el aparato, y sale de él sin 'sacudimientos. Al pa recer el autor ha logrado evitar casi todos esas reacciones que, en las otras ruedas, originan la pérdida de una buena parte del trabajo del líquido. . Entre las ventajas que esta turbina reune, debe contarse muy principalmente la facilidad con que se monta y desmonta. En el centro de la caja espiral entra y se fija por un tornillo un cilindro anular en el cual están las directrices: en el cilindro va cío que este ánulo deja hácia su centro, se acomoda la rueda mo

triz, cuyo radio es algo menor que el de la capacidad en que se aloja, de modo que la rueda puede entrar y salir, subir. bajar y gi rar sin contacto alguno, y por consiguiente no hay'necesidad de

vencer el menor rozamiento. Se vc pues, que un peon cualquiera puede montar y des montar el aparato, que para esto no exige la presencia de un

obrero maqmmsta..

II.—TURBINA SCHIELLE.—EJE HORIZONTAL.

'

‘A ’

Las modificaciones que esta posicion del eje exige, no son considerables. Destinada la turbina á ser colocada, en este caso,

fuera del agua, es preciso aislarla del exterior completamente. El tubo superior se conserva lo mismo que en la anterior: la turbina, con las directrices y la caja espiral, se encierran en otra caja, que

se prolonga y ensancha 'hácia los lados del eje. formando dos re ceptáculos para el agua: estos dos receptáculos se comunican entre sí, y además con un nuevo tubo descendente que llevará

cl agua al canal de salida. La altura sobre el nivel del canal citado, á (E10 debe situar

.se esta turbina, puede ser hasta de diez metros. ‘xperiencias di


(97) rectas han probado al autor de ella,'que su potencia es la misma cuando está sumergida bajo el nivel del líquido en el canal infe rior. que cuando está á la altura indicada, “porque en este caso,”

dice, "el tubo inferior obra por succion.” En efecto, si el tubo descendente tiene un diámetro propor cionado, se comprende que el peso de la columna de agua infe rior á la turbina disminuye la presion de las capas que están en contacto con ella, al paso que la presion de la columna superior conserva toda su integridad: la presion en la parte inferior de la turbina seria pues la de la atmósfera, menos la correspondiente a la altura de la columna líquida contenida en el tubo de salida: la diferencia entre la presion superior y la presion inferior a la turbina, produciría pues el fenómeno comun de los sifones, ú ori ginaria la succion citada. Puesto que de los tubos acabamos de hablar, digamos de paso que se hallan colocados en la prolongacion de una misma

vertical; de este modo el aparato puede instalarse contra una pa— red, contra un pilar y. hasta contra un pié derecho cualquiera. ' No se arregla la marcha de esta turbina por los mismos me dios que la de eje vertical; en lugar de las esclusas emplea aquí Mr. Schielle una válvula de admision que no permite entrar en el aparato mas que una cantidad limitada del líquido: la sitúa en la seccion de salida, y se gobierna por medio de una varilla de hier

ro, que sube hasta la altura de la turbina, y sirve para detenerla ó ponerla en marcha. La válvula puede actuar sobre la máquina durante el movimiento mediante un regulador cualquiera: se pue de emplear el regulador isócrono de fuerza centrífuga. ó bien uno que ha inventado ‘Mr. Schielle, y que, como es natural él

prefiere á los demás. En este caso, la máquina regula por sí mis ma su equilibrio dinámico, proporcionando la entrada del líquido á las resistencias del trabajo. La turbina de eje vertical es preferible cuando se dispone de grandes caídas de agua; conviene mejor para las de poca altura la turbina horizontal, y muy particularmente cuando se la em plea en trabajos que no requieren gran potencia.

III.-—TURBINILLAS PARA LAS AGUAS CORRIENTES DEL SERVICIO DOMESTICO.

En las ciudades que tienen la felicidad de poseer agua

abundante, se puede sacar partido de estas turbinillas: son de eje 13


(98) horizontal, de cobre y de un trabajo muy esmerado. Como el agua entra en ellas y sale por medio de tubos, se pueden instalar

sin inconveniente en los patios, ó en los aposentos mismos de las casas. Uno de estos aparatos. equivalente á lafuerza de dos hom_ bres ocupa únicamente 0’ 075 m cuadrados. Se ve pues que lo's oficios comunes, las grangerías domésticas,y muchas industrias

manuales podrían sacar cómodamente grande utilidad de estos aparatos.

. .

.

Otro modo de utilizar, tamblen á poco costo, pero en gran de, estas turbinas, es el siguiente:

Los Sres. de la compañía North-Moor llaman la ateneion de los industriales hácia esos depósitos, ó vastos charcos, que en al

ganas comarcas forman los nos, contrariados por las mareas, en diversos puntos de su transito: el flujo y el reflujo de las mareas, llenan y vacian sucesivamente estos depósitos. Ellos pueden transformarse muy fácilmente en receptáculos útiles, obstruyendo la embocadura y proveyéndola de una esclu sa que se abre durante la marea. y se cierra luego para retener

el agua. Cuando la marea baja próximamente como un metro, se pone en marcha la turbina, cuya fuerza va creciendo á medida que el agua reiluye, hasta la baja mai'ea que, en algunas partes,

puede dar hasta 6 ú 8 metros de caída. Por lo que ya hemos dicho se ve que la turbina se puede instalar ora al nivel de la baja marea, puesto que funciona sumer gida sin ningun inconveniente, ora al nivel de la alta marea, á cu

ya altura funcionará igualmente bien, á causa de la succion. Las notas siguientes contienen los precios y completan la reseña que nos proponiamos dar, de estos importantes aparatos.


LTUBBINA SCBIELLE.’ CONSTRUCTORES:—The North Moor-Foundry; Oldham, Inglaterra.=%

FUERZA

PRECIOS ARREGLADUS A’ DIFERENTES CAIDAS.

de las

M

Turbinasó

_

m

m

m

m

m

m

caballos (¡0121. 92 60. 96 30. 48 15. 42 7. 62 3. 65 1. 83 vapor.

PRECIOS DE LAS TURBINILLAS.

‘T'rabaio eqnivahnte.

Y esos.

Al de 2 hombres..Ï.........-.-....

25

Al de 4 hombres.. .'. . . . . . . . . . . . . . .. Al de 6 hombres . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

40 300

“¡TW

Debe observarse que estos precios se entienden en Ingla terra. El aparato destinado á funcionar, bien á la mano, bien al re

gulador, para obviar á las variaciones del nivel superior del agua. y asegurar una marcha constante en todos los casos, aumenta los precios respectivos en un cinco por ciento.


(100) Si se toman varias turbinas á la vez los constructores ha cen una rebaja. Estos aparatos se construyen para marchar á la derecha ó á la izquierda, segun se quiera. Los precios correspondientes á fuerzasy alturas no com prendidas aquí, se ajustan con los constructores.

r l

CABALLO DE VAPOR.

Hemos visto que la pujanza de los motores que preceden, es comparable á la (le las máquinas de vapor yque se sugetan á la misma medida, conviene pues decir brevemente lo que es es

ta medida, y cómo se puede obtener respecto de los motores hi dráulicos. Muy á fines del pasado siglo se servía la industria mi nera de Inglaterra de la fuerza muscular de los caballos: la má— quina de vapor sustituyó á estos animales, y fué cosa natural de cir que uno de estos aparatos, era de la fuerza de 4, de 10, ó de 50 caballos, cuando producia el mismo efecto que estos números

de ellos. Poco mas tarde la mecánica precisó esta nueva medida, dando el nombre de caballo de vapor á una cantidad de trabajo

determinado: esta cantidad se compone hoy de 75 unidades de trabajo, llamadas kilográmetros: un kilogrúmetro representa el trabajo necesario para elevar, en un segundo de tiempo, el peso de un kilógramo (l) á un metro de altura (23. Como por otra parte un litro (3) de agua limpia, industrial mente hablando, pesa un kilógramo, basta multiplicar el número

de litros de agua disponible, por la altura de la caída, medida en metros, y dividir el producto por 75, para tener los caballos de

vapor con que se puede contar. Con este dato, se buscan despues las dimensiones, ó bien se hace la eleccion de la rueda ó turbi

na que convenga, si se hubiera de encargar al extrangero. Al comenzar este asunto, hemos dicho que estos aparatos . aprovechan, cuando están muy bien construidos y muy bien ins

talados, de un 70 á un 80 por 100 de la fuerza motriz del agua. Los datos de Mr. Larger que preceden, de donde hemos dedu— cido'los números de la cuarta columna, vendrían ‘ á comprobarlo. En cuanto al 89 por 100 de Mr. Schielle, es, á nuestros ojos una

extraordinaria escepcion. Con todo esto, la mayor parte de los motores hidráulicos, no utilizan mas de un 60 á un 70 por 100 (ll (2) (3)

Un kilogramo equivale á 2’l73¡.libras castellana Un metro equivale 1’196 varas ídem. Un litro equivale á 1’984 cuartillos.


(101) de la fuerza motriz. Los inconvenientes propios de la instalacion,

los ronamientos necesarios del aparato, y por último los defectos que ordinariamente se cometen en ia construccion, absorven

siempre el resto de la fuerza primitiva. Aplicando pues con pru dencia todas estas indicaciones, se pueden evitar algunas costosas

decepciones, de que por desgracia, ha habido varios ejemplos en la Isla. Digamos por último que, una vez bien instalados estos mo

tores, donde mas duracion, mas económicos, menos peligrosos y

no menos regulares en su marcha, que cualquiera otra máquina. inclusa ‘la de vapor.

MAQUINAS DE VAPOR.

Si hay hombres á quienes la humanidad entera deba un re conocimiento eterno, sin duda que los inventores de este pode roso agente del trabajo. son de los primeros. El inglés James Watt es, entre todos el mas grande: Venia el problema de gene— racion en generacion, al través de los siglos, desde los tiempos de Heron de Alejandría hasta nuestra época, devorando á los inge nios mas agudos, como la esfinge de la fábula, cae felizmente en las manos del oscuro ayudante mecánico de la Universidad de Cambridge y queda resuelto. El modelo inútil se transforma en la máquina, entrañando una revolucion indefinida del trabajo, la

emancipacion del trabajador y las modificaciones mas profundas

‘en el porvenir de la sociedad humana. Data la máquina de vapor, obrero colosalde nuestros dias, de los últimos años del pasado si

gio, y los admirables progresos que ha hecho en sus cortos años de existencia, le permiten ya mover con rapidez, al través de las montañas y de los mares, esos convoyes y esas naves, no cono

cidas de los tiempos pasados, en cuyo seno se acomodan millares de personas, y por cuyo medio se ponen en contacto las regiones mas apartadas, y se transmiten los pensamientos y sus servicios

los hombres de las razas mas diversas. Patente como las fuerzas ciegas de la naturaleza, aplana los montes, realizando las estupen das visiones del profeta, y dócil siempre á los preceptos de la ciencia obedece como un niño, y se encarga de servir así ‘en las artes mas delicados. como en las industria mas humildes. Abruma en verdad el número de sistemas, las formas diver

sas, y las combinaciones varias que se han imaginado para utili— zar la lfuerza del vapor y que figuran como máquinas de este nom


(1,02) bre en el campo de Marte. Inútil completamente seria el largo ‘é ímprobo trabajo de describir sus órganos multiplicados: una obra de muchos tomos seria indispensable para tamaña empresa. y sin

un atlas minucioso, no hay lector en el mundo que pudiera com prenderla. ‘ Obras concienzudas y atlas riquísimos, debidos á plumas su periores, existen en todas las librerías especiales de la Europa y de la América, sobre este importante ramo de las ciencias y de la industria. En ellas hallarán las personas bien preparadas para su fructuosa lectura, todas aquellas instrucciones que son incom

patibles con el fin de esta memoria.

Considerados bajo el punto de vista industrial dividirémos estos receptores en máquinas fijas, denominando así todas aque

llas que han de ser empotradas en la mampostería, ó instaladas por medios permanentes en un mismo lugar: máquinas portátiles serán aquellas, que teniendo en un solo cuerpo todos los elemen tos y accesorios indispensables para funcionar, no están fijas al suelo de un modo permanente, y pueden por tanto trasladarse por un medio cualquiera, é independiente de ellas, de un‘ lugar á otro: designarémos tam bien como tocomrmibles aquellas otras de este mismo grupo, que están además montadas sobre un carro propio, esto es, sobre ruedas, y pueden someterse á la traccion di

recta de los animales, para cambiar de lugar con facilidad: por último, agruparémos bajo el nombre de locomotoras rutems las di

versas locomovibles que están dispuestas para comunicarse á sí mismas la propulsion, y que sirven hoy (en las comarcas que tie nen rutas medianas) para la traccion de grandes pesos, en los

campos para el arado y las faenas agrícolas y en los talleres como motores comunes. Conservarémos sin embargo á cada una los nombres que sus constructores les dan y procurarémos consignar los caractéres peculiares que las distinga entre sí. ó que las re comienden en la industria.

MAQUINAS FLJAs.

Las que están destinadas al servicio mecánico de la'Expo sicion en la magnífica galería del trabajo (Grupo 6.0: instrumen tos y procedimientos de las artes usuales, clase 52), que hemos ya mencionado en las paginas 00 y 00 de este escrito, contienen

los modelos mas importantes que pudiéramos citar. Ellas no han sido admitidas á prestar sus servicios en este lugar, sino despues


(103) de haber comprobado, por una antigua hoja de hechos, sus bue nas cualidades: en ellas se encuentra la diversidad de los siste mas mejor reputados, y llenan por consiguiente del modo mas

cabal nuestro objeto. Sin escluir pues, algunas otras que sostienen con ellas la competencia ó que por su precio y ' cualidades puedan servir í

nuestra industria, dirémos aquí de una parte de ellas, ya que no es posible de todas, lo que conviene á nuestro propósito. Aquí como en todas las otras partes de la Exposicion, la

Francia se ha reservado la supremacía del número: sus escrito

res le atribuyen tambien la superioridad en la construcion, en lo cual no están de acuerdo los constructores estrangeros: sus pro pias descripciones están muy lejos de confirmar esta pretension. De todos modos, hé aquí una reseña de estas importantes má

quinas, publicadas por Mr. Leon de Parville en el Moniteur Universel. "Los motores de vapor que distribuyen el movimiento á los aparatos de la galería de las máquinas, son veinte: catorce de ellos pertenecen á la Francia, uno á la Bélgica, uno á la Prusia y cuatro á la Inglaterra.” ‘ “Las dos primeras máquinas motrices que se presentan á la vista en la seccion francesa pertenecen al sistema vertical: espo ne la una Mr. Powel, de Rouen; y la otra Mr. Lecouteux, de Pa

ris. Dificil era construir otras mas bellas y mas acabados que es tos dos tipos.” ' El motor Powel se compone de dos máquinas de ‘Volfl‘, pareadas. y el balancin de cada una está montado atrevidamente en una sola columna respectiva. Este modo de instalacion es de

un gusto su erior y conviene particularmente á los telares. Es de sesenta caballos, de coudensacion, y de una movilidad estremada: los espectadores se detienen á ver cómo el maquinista gobierna con la punta del dedo esta enorme masa de hierro: una vuelta sen cilla de un boton basta para aumentar su velocidad ó detenerla como por encanto.”

“Esta máquina no presenta, por otra parte, sino el antiguo tipo de Wolff: el vapor trabaja á toda presion en el cilindro pe queño, para dirigirse en seguida al grande, en donde se dilata

como diez veces su volúmen. Su eonstruccion es buena; superfec cionamiento es ninguno. No hay que esperar, por lo demas, nin guna gran novedad en estos poderosos mecanismos (con una so la excepcion de que hablarémos luego); precisamente porque ca— da uno de ellos ha sido ya experimentado, es, digámoslo así, por lo que han sido expuestos. En la Exposicion se ha requerido pa— ra el servicio mecánico que las máquinas estuviesen consagradas

por la experiencia y que hiciesen su servicio en el palacio, del


(104) mismo modo que en la fábrica, con toda la regularidad y la se guridad necesarias.” . _ “La máquina de Mr. Lecouteux, que acompaña del mismo. lado á la anterior, es tambien de balancin y de 'condensacion: pero sencilla, y de dos cilindros encerrados en una misma caja,

es de 50 caballos. ‘El lujo de esta instalacion es igual al de la precedente: la disposicion general del aparato es mas moderna y la distribucion del vapor mejor entendida. Sabíamos que Mr. Lecouteux es uno de nuestros constructores de París, y le ce

lebramos muy particularmente por haber reunido en su máqui na las mas recientes mejoras, dictadas por la ciencia y por la práctica. El vapor se dilata en ambos cilindros á la vez: entra en el pequeño durante los 3%,- de la carrera del piston, y aca ba en el mayor, por ocupar 18 veces su volúmen primitivo.” “Este motor no gasta por hora, y por fuerza de caballo, mas que un kilógramo de hulla; atendiendo á los pormenores acertados de la construccion, al arreglo racional de las partes, y á la suavidad de los movimientos de esta máquina, no vacilamos en colocar á Mr. Lecouteux en primera linea, entre los construc

tores.” “Aun cuando la máquina vertical produce uu efecto agrada ble en las fábricas de tegidos, y aun cuando posee algunas ven tajas peculiares, se vé sin embargo que de dia va desapareciendo: el gusto actual se drcine abiertamente por el tipo hm'ízontal. Es tos últimos motores tienen efectivamente mayor estabilidad, sus órganos caen mejor bajo la mano del maquinista, y por último, son mas baratos Todas las máquinas motrices instaladas en la seccion francesa, fuera de las dos citadas, y una tercera mas,

pertenecen á este tipo.” _ “La primera de ellas, establecida enfrente del motor Le couteux, y al otro lado de la plataforma central, ha salido de los talleres de los Sres. Le Gabrian é hijo, en Lila. Fácil es de re conocer: su gran volante dentado ataca directamente el árbol de rotacion, produce cierto ruido y hace vibrar la plataforma: su marcha es ruda.” “Este motor es de condensacion, expansion variable, y de 55 caballos de íuerza: bien construido por lo demás, adolece sin em bargo de mucha oblicuidad en la biela de la bomba alimenticia, de donde resulta un gran rozamiento en las guías.” .

“La máquina de Mr. Chevalier, de Leon de Francia, es tambien horizontal, de 30 caballos, trabajadora escelente, y .sin lujo. Se recomienda como todas las de Leon, por una sencillez

grande y una baratura extraordinaria.” '

_

“Del taller de Grafenstein es un modelo nuevo,. sólido ‘y bien entendido. Los constructores franceses lo acusaran de. cier


(105)

ta pesadez en el conjunto: manera demasiado alemana; nosotros le encontramos una marcha excelente y gran facilidad en sus ajustamientos La guía recuerda la maquina de cepillar el hierro: no es este un gran defecto de gusto, al paso que este órgano no está así sugeto á gastarse. El movimiento parala espansion es ori

ginal: seguramente es este uno de los motores mejor combinados y mejor construidos de la Exposicion.” “Mr. Royer, tambien de Lila, presenta mas adelante, una

máquina del mismo tipo que la de Mr. Le Gabrian: definitiva mente es este segun parece, el tipo Lilense. Leon construye, con

oca diferencia. máquinas semejantes. Estos motores son en rea lidad demasiado voluminosos, y no vemos que se procure econo

mizar convenientemente cl espacio; ¡Cuánto terreno inútilmente empleado, cuando sería tan fácil condensar la fuerza! verdad es

que la estabilidad es muy grande en estas máquinas; pero es po sible, sin que esta pierda mucho ganar terreno: el espacio como el tiempo debe economizarse en nuestra época. Estas máquinas voluminosas, soportables en otro tiempo,tienen algo de provin

ciales en el dia, y ciertamente que no representan ellas los mo

tores del porvenir.” “C‘uasi todas adolecen además de un defecto, sobre el cual no

se ha fijado bastante la atencion. La máquina y los montantes del árbol están siempre instalados sobre dos basas distintas: á poco que las vibraciones ó cualquiera otra causa lleguen a atentar á las

fundaciones y determinen un descenso del suelo, la piedra pierde la vertical, el árbol gira en falso y’ se rompe.” ‘ “Esto es lo que, en la Exposicion misma, ha acontecido á una de estas máquinas. Debiérase pues, pensar algo mas en ha

cer solidarias todas las piezas de un mismo motor, y mantenerlas sobre una misma plancha de fundacion.” ' “El motor de Mr. Royer está, sin embargo, mejor construi— do que el de los Sres. Le Gabrian: funciona con mucha suavi dad, sin sacudimientos y casi sin ruido. Este y la máquina de

Grafl'enstaden son los motores horizontales mejores de la seccion francesa. Nos desagrada, sin embargo, la disposicion adoptada por algunos constructores, de hacer salir por la parte opuesta del ci lindro, el vástago del piston, para equilibrar su marcha. Ella es causa, dígase lo que se quiera, de un enfriamiento continuo que condensa el vapor en el interior y absorve parte de la fuerza mo triz. Cierto es que el piston de las máquinas horizontales frota y se gasta desigualmente, lo que no sucede en las verticales; pero sin caer en el defecto que acabamos de señalar, es preferible ob viar, segun pensamos, á este inconveniente, haciendo conducir di

rectamente la bomba de aire por el vástago del piston acoplado al condensador, como se propende á hacerlo en Inglaterra.”

14:


(106) “Detrás del motor de Mr. Royer funciona la máquina cx puesta por la Señora Viuda de Coster. Su forma es rígida, su montante oblíeuo, su juego indirecto: el modelo es malo.”

“Mr. Quillac, de Anzin, ha expuesto una máquina pequeña vertical, al lado de su hermosa máquina de estraccion para minas.” "En ella, álo menos, el emplazamiento es reducido: el asien— to del motor sirve al mismo tiempo de plancha de fundacion y de canal para las guías: es de dos cilindros, marcha directa y funciona con dos tercios de espansion. A cada sesenta revolucio nes por minuto corresponden sesenta caballos de vapor. Esta y la maquina de Leon son las mas baratas de la galería.”

“Mas allá nos encontramos ya en las secciones extrangeras. La Bélgica posee un solo motor, perteneciente á los Sres. Hou

get y Teston, de Viviers. Es de dos cilindros horizontales y de condensaciou, con 40 caballos de fuerza. Trabaja como aficiona

do en la parte Belga, en donde no hay en que consumir gran po

tencia mecánica. La máquina es de construccion muy esmerada: sus órganos principales están dispuestos hácia la parte inferior, y parece evidente que está preparada para ir sobre ruedas, ó á lo

menos para servir como máquina semifija. El conjunto de esta máquina es bastante reducido y su marcha suave y silenciosa.” “Al otro lado de la calle de Bélgica, funciona una máquina poco mas ó menos del mismo tipo, pero proveniente de la casa sucursal de los Sres. Demcuse et Houget, de Aix-la-Cbapelle: como eorrespondeá su orígen,‘ está destinada á mover los apara

tos de la Prusia. Es tambien de dos cilindros, de excelente cons truccion, pero menos reducida que la anterior: no tiene conden sador.” “El servicio mecánico de los estados de la Alemania del Sur, del Austria y de la Confederacion Suiza, está desempeñado

por máquinas de Farcot: todas tres son horizontales y de con densacion: la primera es de 50 caballos y las otras dos de 20. Las máquinas de Mr. Farcot han alcanzado una reputacion eu ropea. . “Despues de la Suiza preciso es pasar la Turquía, la Chi ’,

'

n

na, Marruecos &c., y llegar á la América para volver á encon

trar máquinas en movimiento. La seccion americana, en la cual hay mucho que escoger, está servida por un motor francés, bien

que ella posee junto á este, una brillantisima máquina, plateada como una tetera inglesa y de una potencia respetable.” “El motor de servicio proviene de los talleres de Mr.. Flaud. Es de un tipo que este constructor comienza á propagar: dos cilindros inclinados á 45 grados mandan el boton de la ma nivela. Diríase al ver las dos bielas en movimiento, que’son dos I


(107) brazos prepotentes, apoderados cada uno por su lado de una mis— ma manivela para imprimirle una rotacion irresistible. Ocupa esta

uina muy ‘poco espacio: es de condensacion y á 100 vuel

tas por" ‘inuto, bajo la presion de 5 kilógramos por centímetro cuadrado, da 50 caballos de fuerza.”

“Con este último modelo salimos de los antiguos tipos de la seccion francesa, que exigen. para producir la misma potencia mecánica, toda la amplitud de una carretera departamental. El motor Flaud es seguramente uno de los menos voluminosos, uno

de los mas potentes y á la vez uno de los mas económicos de la Exposicion. Su disposicion general está bien entendida: el mon tante del árbol se encuentra aquí situado sobre la misma plancha de los cilindros; si por acaso ocurre un descenso del suelo, todos

los órganos se inclinan del mismo modo y ninguna pieza gira en

falso: Además de esto, cada cilindro puede trabajar aisladamente: el motor es pues doble, y cuando se necesita poca fuerza, ó cuan

do es preciso reparar un lado de la máquina, queda siempre una

mitad del aparato dispuesto á funcionar. Estas ventajas, que la práctica ha consagrado, son preciosas y no pueden ocultarse.”

"La seccion inglesa termina la galería: pronto se apercibe uno de su vencindad por cl ruido de sus numerosos telares. Los tejidos de algodon ocupan una gran parte del espacio acordado á la Gran Bretaña. Tres máquinas de vapor aseguran su marcha: otra mas pone en movimiento las sierras y los aparatos hidráu lieos.” “Esta última enviada á la Exposicion por los Sres. Fox, Walker y Compañía no es mas que una repeticion vulgar de to das las maquinitas horizontales que se emplean en Inglaterra pa ra los trabajos agrícolas.” “La m: quina Galleway colocada’en la orilla del camino es de una pesadez incomparable. Masa metálica compacta,.panteon de hierro fundido en el cual se estivan dos largos pistones, de movimiento alternativo; seguramente que nadie echará aquí de menos la estabilidad: la máquina no se dejará mover fácilmente: ¡qué peso y que singular concepcion la del constructor! El mo

tor es poderoso, y preciso es convenir en que el movimiento es seguro; pero ¿cuál es el ingeniero que, en buena conciencia, re comendará este modelo blindado!” "Los Sres. Hick Hargrave y compañía han establecido muy cerca de la maquina precedente, un hermoso motor de 35 caballos de fuerza, que fija de un modo particular la atencion de los ingenieros. El cilindro se prolonga en su mitad lateral y con tiene en su concavidad las guías del piston.” “La caía de distribucion ordinaria se ha reemplazado aquí por otras cajuelas curvilíneas que trazan un cuarto de revolucion,


(108) obteniendo así la entrada y la salida del vapor en las estremidav des mismas del cilindro; la admision se verifica plenamente y no por grados. De este modo se evita la distension del va por la válvula de distribucion y se impide por consiguiente l érdida de su fuerza viva. Viene este sistema del americano Corliss. que

lo ideó en 1857. Los Sres. Hick y Hargrave, de Bostomhan pensado que la causa de no haberse propagado. como correspon de á sus ventajas especiales, depende sin duda de las complica ciones del mecanismo que arregla el abrir y cerrar bruscamente de las llaves. Con este motivo han adoptado una disposicion di ferente, muy sólida é ingeniosa, aunque en apariencia es delica

da: consta de dos tenazas simótricas que vuelven constantemente á su posicion normal, mediante la espansion de una capa de aire

comprimido. y que se apoderan en tiempo oportuno del pié de ln palanca de cada una de las llaves de admision y de esca pe. Todas las piezas caen cómodamente bajo la mano, y el conjunto del me canismo es satisfactorio. ¿Pero es este verdaderamente superior al antiguo? Nos parece esto dudoso, pero cada cual puede formar su juicio, pues la máquina primitiva de Corliss esjustamente aquella preciosa máquina americana tan plateada, que hemos vis to de paso, al lado del motor de Mr. Flaud: ella es en resúmeu,

aun sin atender á su riquísimo aspecto, digna de fijar la atencion de los inteligentes. Tanto el motor americano como el inglés sa

len pues de los modelos comunes y merecen un atento examen.” “En Inglaterra se han preocupado muy poco, hasta el presen

te, con la. economía del combustible, gracias á la abundante pro

fusion dela hulla que tenían en su territorio. En la Exposicion de Lóndres en 1862, los motores franceses ,ocupahan ya por es

te respecto, el primer rango: gustaban solamente de dos á tres ki lógramos de carbon, cuando las máquinas inglesas consumian para dar la misma fuerza 3, 4 y 5 kilógramos. Semejantes minu ciosidades, decian los constructores ingleses, pueden ser impor

tantes en Francia; pero en Inglaterra,.en el centro de los distri tos mineros ¿por qué sometemos á tantos detalles?” “Estos mismos constructores comienzan ya á juzgar con mas prudencia en el asunto, y propenden tambien á no malgastar la _

hulla. cuya provision subterránea disminuye de dia en dia. La leccion de 1862 dió sus frutos: varias casasinglesas han hecho

esfuerzos considerables para sacar mas utilidad del combustible. Ni las máquinas alemanas, ni las inglesas aventajan en esta parte á las francesas; pero es evidente que se proponen imitarlas. . Una casa inglesa que entra atrevidamente en esta vía, ha dado un gran paso con la máquina que ha presentado; es un tipo al.) solutamente nuevo, es la única novedad que ofrecen los motores

de la clase 52. Sin tomar aun en consideraclon su utilidad real,


(109) preciso es reconocer que se han hecho esfuerzos para progresar.” "Supérfluo es, recordar que,'disminuyendo por la condensa cion la contra presion que se origina detrás del piston, se aumen

ta el trabajo eficaz del vapor, y además sealmaccna una parte del calor que, de otro modo, se perdería sin provecho en la at

mósfera. Mr. Porter. muy‘ conocido por el regulador que lleva su nombre, ha hecho construir por los Sres. ‘Víthworth y compañía de Manchester, una máquina de gran velocidad y de condensa

cion.” “Los motores franceses de gran velocidad gastan mucho: el vapor se escapa cuando aun no ha dado mas que una pequeñisi ma fraccion de su tuerza: tales son los inconvenientes que se pro

pone evitar la máquina Porter.” ‘ "Su fuerza nominales de 50 caballos, pero puede dar al freno dinamométrico, 100 caballos: con una presion de cinco at mósferas y una’ espansion de un quinto, da 200 vueltas por mi

nuto.‘Hasla ahora no se habían construido en Francia máquinas

rápidas de condensacion. Las válvulas de las bombas de aire no hubieran podido funcionar nunca con una velocidad de 200 á 300 vueltas por minuto. Mr. Porter ha salvado la dificultad, con

un artificio muy sencillo; el condensador está aislado y puesto detras del cilindro como una calderíta cuadrangular: el vástago

del piston de la máquina sale por la parte posterior y lleva en este estremo otro piston que, á cada vuelta del eje penetra y se baña en el condensador. La capacidad de este es bastante ancha para que el agua desalojada por el piston indicado no disminuya su nivel mas que en 25 milímetros por cada golpe. De este mo do la renovacion del agua y la entrada del aire se verifican sin choques, sin deteriorar el condensador‘ y con una gran regulari

dad.” ' “En los momentos presentes, no sería considerable la ven taja de construir máquinas económicas de gran velocidad; sus aplicaciones industriales son todavía pocomumerosas. Con todo la nueva máquina merece la mencion que de ella hemos hecho: en definitiva ella presenta una modificacion original y su cons truccion es tan acabada que nunca podríamos alabarla bastante.” "Hemos recorrido la galería de las máquinas en toda su es tension. Con la de Mr. Porter termina el exámen que debíamos hacer de los motores consagrados esclusívamente al servicio de la Exposicion. Preciso es concluir de la mirada que hemos echa do sobre las máquinas consideradas en globo, que no se ha reali

zado, despues de la última Exposicion de Lóndres, ningun pro greso verdaderamente notable. La construccion, sin embargo, no

ha permanecido estacionaria, y justo es al terminar esta reseña. señalar entre los resultados que se han obtenido, la sencillez de


(110) las formas, la pertecciou en los ajustamie'ntos y monturas, la sua

vidad y la seguridad en los movimientos, y el empleo mas eco nómico del combustible.” Ponemos á continuacion una tabla comprensiva de las cir constancias que mas pueden interesar á los industriales, á fin de que puedan comparar los precios de las diversas fábricas: mas de

bemos observar que la mayor parte de los fabricantes anotan, ora la fuerza nominal,—ora la fuerza efectiva de sus máquinas. y que

estas vagas denominaciones ‘no merecen gran confianza. Lo con veniente para comprar, es calcular el trabajo de la máquina en el árbol del volante, directamente, por medio del freno de Prony.

TABLA de precios de diversas máquinas de vapor. Máquinas fijas.

i

u ¡HWM0TCS

. . Direccmn. l

y Constructores.

Fuel“ P fi sistemas.

PIÏÏfO

“ E1102’: . rec'os __' É“ eE cabdlo

i

75 kilgs. Pes‘s. 5 g‘pemict.

'_' _ '. _ ‘1;: Gabrian.... . . . g Lila Francia Hiïgïgïïff’: }

200

' le VVíthworth Manchester. Allen ho izan. Company. . . . i Inglaterra. tal . . . . . _ _ . l

100

. .. 1. ¿gooll' 00

. . 3.. 22:00

Hieli y Hargrave. . Boston E-U Corliss horizntal.‘

30

2.0001. - -

66'66

Sigl ........... ..

oo

7.00011. 30 Hope

b.

. ‘ 68011. 25 11333

Viena. Woolf. vertical.

‘. Lcolercq.. . . .. . .

. Espansion vaParla . . . . . .¡rinble horizntl. j

Taller de Bochum...Prusia.... _. Máqs. horizontls.

— —

l

— —

— _

i Brawl. . ' . - ' ... -

Francia. . ..

J , ' fluguety qcumn'

710lL 25 177350

1.180,1.-- 118i” 1.892,1. - - 94cc

É

4 10

6801. 215 170i. l 360i]. - . 1136!. -

lar.........

!

15

1.80011. .- 120.

dos cilindros f

llláquinasportúfilesa

4

10 20

Verticales cal dera tubu-

Horizontls. de í J nn cilindro. l Semi fijas de Q l

Vivicrs. Bélgica.

I—‘-_— 12.000 1. 25[ 60' . .

4 , 64011. 30 160 .. 15 1.680 l. - - 112 .. 4 460d. 50I 115 . 50

4 2001. - .

l

l

. u y L1.' is .. . .llngiaterra . . ‘f Horizont Vertical... ‘l. -. _.-l’lksley ' _ _-

148

9001. 800 L 20 30

í Ver‘icales.-- . . .

2

550 .--.

. ' . y San . ‘y. . . ; PamplonaJ rnesplosibles .. g bmaqui

34

650 .__ 750 l.._

g

.

2

\x

Wo ‘ds y Cockscdge Inglaterra....lVcrticales.. .. - - .

g, ‘

7 .

Maquinas

Mau de y “'ibart l il’aris“ i ..- -. _verticales espansion.de i

U

84 . .

j.

5

1.000 . . ..

10

[.000 l. - J

1

3801. 50

2

520 ..

5

900 l. - -

e

1.0001.-


(111) Máquinas locomovibhs, Constructor Mr. Calla, Yaris.

l

l PRENOS. I

raso.

.

FUERZA

g; .5 e. .5

.

.-'—

.

1'“

'

(l:

62

3 :5 i

,C0n ruedasusm ruedas. Con ruedasísm ruedasá É g E _.__ _

en Caballos

PESOS.

|

PESOS.

h

o

KilógramoalKilógramos É E

É

__‘_.

.

¡a

_

-

' 2

l

600

580

¡.850

1 40o

3 4 o 8 1o 12 15 18 20 25

q ¡ ’

760 840 1.160 1.400 1.700 1.900 2.200 2.500 3.200 3.800

72o s00 1 oso 1 120 1.600 1.980 2060 2.360 3.000 3.560

235o 2.500 3.650 3.900 4.900 6.000 7.800 8.000 10.500 14.000

1.000 1.7.50 2.850 3.100 3 s00 4.800 6.100 . 6.300 8.400 11.200

l

i i l

¡na

2.2

gn

25; _ 25 30 30 32 32 36 3o -. 32 I

¿12 413 5 14 21 23 25 .. 23

Bansomes y Sims, en \pswic\\. lnghterra. “‘

FUERZA‘ Numero , de los Diámetro cilindros. de Carrera piston.del

____

en caballos. cilindros. ¿‘liliana-tros". ¡lili-metro; Kilogramos.‘ pasos. s

l

1

239‘

305

3 213

1.053

10 12 14

l l

I 2 2

325 2 lo 229

320 305 305

3 723 4.335 5.202

1.200 l 500 1.675

20

l

2

255

330

6 477

2.235

Ashby et Jet'i'eri en Stamford, en Lincolnslúre,

loglaterra. .

:7‘ ‘f:*_-‘-r_—¿.:;‘:.:;—‘_‘."_—‘—:‘: "

Locomovibles de un cilindro. l Locomovibles de dos cilindros. W "'\M CABALLOS.

4 5 6 s 10 ..

I

.--. ..-.< .-_. .--. .--. ....

PRECIOS.

72.’; s40 91s 1.071 1.254 ..

‘CABALLOS.{

|

PRECIOS

s 10 12 io IS 20

l

1.254 1.326 1.530 1.913 2.091 2.265

l .-_. .--. .--. ..-.


(112) maïton, Shuttiew orth y 0'.‘ ‘Z8 Lombard Street, Londres.

Locomovibles de un cilindro.

Locomovibles de dos cilindros.

/\/ \ _/\

/\ /’\_/\ l

CABALLOS

4 3 0 7 a 10

PRECIOS.

----

800 s75 950 1.025 1.100 1.250

-_--

O

CABALLOS.

PRECIOS.

10 r2 14 r6 18 20

___--_. .-_.

1.350 1.550 1.725 1.025 2.100 2,275

-. __

Locomovüfles horizontrfles. Hermann Lachapdle et Ch. Cdover Uy}; rue du Faubourg k‘ oissonicre. Yaris. fl

Fuerza

Sin

m “ha. ruedas.

Con ruedas.

N9 de

2:13 4

— Pesos.

De

De

de la

Diamtr? Carrera. “¡,1 ¡a Pequeño Grandc.carhn agu¡.múquin.

llos de “por.

Veloci- Diámetro de los dad. v‘lantes poleas. ¿EL Peso

m.

m.

m.

por

m. minuto.

115 1.50

220 200

180 100

———— ——l m. m.

000 700

m. m. K118i- Litros KilOgfS

800 900

3á4 e porh .9

ycbm sr?

1500 3 1900

o

180

30o

140

s00 i000

8

215

330

125

s50 ¡100g “¿3 ‘É (300°

2500

io 12

235 250

360 380

115 105

900 ¡200 Po, 3 5 950 1300i ¡m sus >>

15

280

4_o0

¡00 ¡.000 ¡400 L muros

3600 4500

5500

Creemos suficientes los tipos y los números de las máqui nas de vapor que hemos anotado; muchos mas pudieramos traer aquí si no necesitaramos el espacio para apuntar algunas obser vaciones que juzgamos de mayor interés. Los números relativos al consumo de combustible son en su mayor parte tomados ver

balmente de los encargados de los fabricantes: muchos prospec tos guardan en este punto una prudente reserva, otros se conten

tau con afirmar que sus aparatos están dispuestos de modo que

realizan una. grande economía de carbon: cuáles dan el gasto mí nimo de 1 á 1,50 kilógramos por hora y por caballo, y pocos, muy pocos, dicen con sinceridad el gasto real de sus máquinas. Para nosotros, hablando de un modo general, rara es la máquina de 12 caballos abajo que no gasta de 3 á 4 kilógramos por caballo, y


(11a) solamente los aparatos de gran potencia, construidos con un fin especial y con sumo esmero, son los que no gastan arriba de 1Q á 2 kilógramos.

LOCOMOTORAS RUTHRAS. ‘

j’. .'

Un estudio especialísimo de cada uno de estos aparatos, pa ra comparar sus resultados entre sí, seria indispensable si se qui siera escoger el mejor. Las noticias que los constructores de ellos han llevado á la Exposicion, son tan menguadas con la sola es

cepcion del Sr. Lotz, que no bastan siquiera para formar unjui cio somero de su verdadera importancia industrial. No parece si no que la mayoría de ellos ú título de reserva, “quisiera hacer pa sar los defectos de estos aparatos por perfecciones ocultas y la verdad es que ninguno puede hoy garantizar un resultado fijo:

las escepciones, los inconvenientes reales que en la mayoría de los casos presenta este medio de traccion, no lo hace tan esti mable como se supone y las ventajas económicas que se lc atri buyen son mas que problemáticas, por puntogeneral. _ Hemos visto algunas de estas máquinas moverse con facili dad; pero en terreno firme y horizontal, como en el campo de

Marte y en la Isla de Billancourt; obedecer con la docilidad de un caballo bien educado, para detenerse, cambiar de direccion y marchar hácia atras, pero sin carga.‘ á su lado hemos visto tam bien los carros ó wagones de que deben tirar, pero vacíos y en reposo. Con todo, la fama dice que recorren largos trayectos en buenos y en malos caminos y los fabricantes aseguran que su empleo deja un beneficio: veamos pues lo que ello es en si, y re corramos de un modo general la Exposicion de estos aparatos: con las noticias que hemos alcanzado, cada cual juzgará de ellos

como le parezca. Desde luego, es cosa evidente que el problema de caminar al vapor sobre rutas ordinarias, horizontales. y en estado regular está prácticamente resuelto; cualesquiera que sean las perfeccio

nes, ó las mejoras que indudablemente necesita y que recibirá poco á poco, á medida que las circunstancias lo permitan, es un hecho palpable la traccion de fardos pesados por este medio: no

sotros mismos al atravesar la ciudad de Nantes. hemos visto una

Rutem de Lotz cargada con un material de hierro muy consi derable: su marcha era lenta, como lo requería lo populoso del lugar; pero desembarazada. Sorprendente nos pareció el espectá 15


(11.4)‘ culo: el dia y la hora eran de plena actividad para el trabajo, el tren de St. Nazaire á París cruzaba con moderacion la ciudad, los carretones pesados, los ligeros carruages circulaban en todas direcciones y el pueblo caminaba diligente en pos de sus queha ceres. Una reflexion nos ocupó en aquel momento: puesto que la Rutera estaba en ejercicio, allí donde hay tantos medios baratos de traccion, sus ventajas debian compensar sus inconvenientes: con mayor razon, sus resultados debian ser útiles en las comar

cas que teniendo grandes pesos que mover, no disponen mas que de las fuerzas del buey y del caballo, caros de suyo, y mas caros aun donde tienen que trabajar casi estenuados. De todos modos, la Francia y la Inglaterra, únicas naciones

que han expuesto máquinas ruteras, han traído bastantes ejem plares, cuyas semejanzas y cuyas diferencias es útil conocer, ya

que los constructores no han hecho experiencias públicas direc tamente ni han presentado datos suficientes que permitan una comparacion decisiva. Inglaterra posee una vastísima red de vías férreas, y los constructores ingleses Fowler, Clayton, Howard, Ransomes, Garrett y otros han mirado mas que los franceses, el

modo de aplicar sus ruteras á cultivar los terrenos de labor, y por consiguiente á marchar sobre caminos malos ó medianos; con

este motivo las ruedas de sus máquinas son pesadas, de una an chura que varía entre 40 y 60 centímetros y con fuertes estrías en la superficie de las yantas, para hacer mas firme presa en el terreno. Estas máquinas llevan generalmente poleas de transmi sion para poder utilizar sus fuerzas en otras faenas, cuando no

trabajan en la traccion por los caminos, ó en el arado y demás tareas agrícolas. Los constructores franceses, como Lotz, Albaret,

Aveling y Porter, y otros parecen mas esclusivamente ocupados en el problema de la traccion, y sus aparatos suponen caminos regulares en buen estado de conservacion: así, sus ruedas son li

sas, poco pesadas y por punto general, relativamente estrechas, variando entre 15 y 35 centímetros de ancho. Las inglesas se ase mejan á las locomovibles ordinarias; las francesas proceden mas

directamente del sistema de las locomotoras de la vía férrea. Todavía no está bien definido el modo preferible de trans mitir el movimiento del piston al eje de las ruedas: unos emplean la cadena de Gall, otros estiman mejor el sistema de engranages. En este punto, los hechos siguientes merecen atencion: tanto los

Sres. Clayton como los Sres. Ransomes, emplearon primitiva m'ente la cadena, y los talleres de unos y de otros han renuncia

do á ellas. á causa de las dificultades que se presentaban en la marcha por la prolongacion de los eslabones: ambas casas afir . man que jamás se han roto los dientes de sus ruedas, y que es tán satisfechos de este servicio. Sea como fuere, la transmision


(115) hasta el eje motor, se verifica por un engranage doble ó triple, á fin de pasar de las 60 ó 100 revoluciones de la manivela á las 12 . ó 25 vueltas de la rueda, por minuto. Los conectadorcs, medios de establecer ó interrumpir prontamente la transmision, permiten

obtener dos ó tres velocidades de traslacion diferentes, sin to car al piston del cilindro, para aumentar así la fuerza á expensas de la rapidez, y de tal modo que una misma carga pueda mar char por rampas de 5% por 100 de inclinacion á'razon de 3 5 ki

lómetros por hora; en tanto que en los caminos horizontales pue de alcanzar una marcha de 7 á 10 kilómetros en el mismo tiempo. Algunos constructores, franceses en particular, suspenden sus máquinas sobre las ruedas por medio de fuertes muelles de

resorte: en general, los ingleses omiten todo intermediario elásti co. Los usos diferentes que los unos y los otros se proponen con preferencia, esplican esta circunstancia. _ Independientemente de estos y algunos otros puntos menos interesantes, hay uno de gran importancia, aun para la misma

Europa, el cual para países como el nuestro, es verdaderamente grave “el manejo y la reparacion de estos aparatos:” que los gran des talleres de fundicion que los construyen, los sostengan con facilidad y poco gasto, se comprende sin esfuerzo; pero donde no existen estos medios, el problema es digno de meditacion madu ra: es indispensable pensar en crear sin condiciones onerosaa, un

personal entendido, prudente y zeloso para conducirlos y capaz de hacer bien las reparaciones comunes. Veamos ahora algunas ruteras en particular. La de Mr. Al baret recuerda las disposiciones adoptadas en los caminos de hierro: á un cuerpo cilíndrico, vertical, cuya parte superior sirve de depósito al vapor, se ensambla una caldera tubular hecha con

láminas de acero, la cual contiene agua pcrennemente: el domo de esta caldera se comunica con aquel depósito por un tubo ex terior. El movimiento proviene de un par de cilindros horizontales montados sobre la caldera. con engranages y cadena; cinco resor tes espirales soportan hácia la parte posterior el peso del sistema, y otros tres hacia la parte delantera. Un árbol vertical que pasa por entre estos, determina en su rotacion, las inclinaciones del

tren delantero para cambiar de direccion, y se gobierna desde la plataforma, donde cae bajo la mano del mecánico conductor. La cadena. de Gall, que en las otras máquinas obra lateralmente,

existe aquí ‘colocada simétricamente por ambos lados del eje mo tor: pasan por unas cajas que no solo las preservan del lodo, sino que contienen agua de jabon donde se bañan sus eslabones, de

modo que jamás engranan en seco con los tambores de las rue das. Además de esto, las dos ruedas motrices, que miden 1’ 40 M


(116) de diámetro, pueden ser locas ófijas, alternativa ó simultánea mente, y las variaciones de longitud de la cadena se compensan

por un cambio de lugar correlativo del aparato de suspension del engranage. La provision de combustible va en la parte posterior de la máquinay dura ocho horas, cuando la marcha es de 5 á 6

kilómetros por hora. El agua va en cajas colocadas lateralmente á la caldera y su cantidad satisface á un servicio de tres horas. La locomotora de Mr Lar.manjat se parece á la anterior por la caldera y los cilindros: aquella es tubular v estos conjuga

dos. Pero aquí una sola rueda directriz, sin tren delantero, cuya suspension obedece á una cremallera, y la transmision por en granages, constituyen diferencias esenciales. Es peculiar de es

ta rutcra la particularidad siguiente: las ruedas motrices cuen tan 0 m 80 de diámetro, pero lleva ademas dos ruedas auxilia res ‘de 40 centímetros, cuyo fin es reemplazar los engranages,

que, en las otras máquinas requieren los cambios de velocidad, ora en'las rampas, ora en los pasos dificultosos: á favor de unos

órganos convenientes se pueden sustituir una á otra rueda, y le

vantar sobre el nivel del suelo la que no ha de trabajar: de este modo se disminuye, cuando es preciso, la velocidad de traslacion

y se aplica la diferencia de la fuerza en beneficio de la traccion. Tanto las láminas de la caldera, como las piezas de movimiento son de acero fundido. Era el aparato de esta clase que figuraba en el Campo de Marte, una verdadera carretela descubierta, con

sus blandones y espaldar de marroquí verde. Aun en invierno no debia ser muy fresco un viage en este vehículo, porque los pies no distan gran espacio del hogar y de la caldera. Los datos relativos á lu experiencia principal hecha por es ta rutera son vagos y confusos. Viajó, dicen, remolcando una pe sada diligencia cargada con 15 personas, eu un trayecto de 108 kilómetros, desde Auxerre á Avallon, entre cuyos puntos suelen

encontrarse pendientes de 2 á 5 13.8 : su velocidad media fué de

11 kilómetros por hora y el gasto total de 5354 20 ets. Segun cl constructor el mismo viaje, por caballos, costaría 814, de modo

que unaá diferencia de otras 70 pornotas 100. que hemos podido ob i resulta Ponemos continuaciou tener.


(117)

Condiciones generales de esta Entera Larmaniat 3 nrccios ilit'orentes. Supeg‘icie) [P m0 sobre’ Gasto por Fuerza en de calqfllc- Peso de las 2 med. cabal/0 y caballos. cion. l la máq‘.‘ motrices. llora. I’recias. mami: kíldgs. kílógs. i kilógs. Pesos. ___ _

l

— _.____. —__..._ -

2 á3

4 2o f 1800

48

il

12

.—

100o 3-50 á 4 1200 1600 2600

. I

I

3200

‘wTERA DE Lo'rz.

La locomotora rutera que el Sr. Lotz hijo, fabricante que reside en Nantes, ha traído á la Exposicion, ha sido sometida á

experiencias mas conocidas. y sus diversos elementos están defi

nidos por noticias mas claras y mas seguras. El aparato sin te ner un esceso de material. es sólido y fuerte: muchas de sus par tes, como nos decia el inteligente encargado de su custodia, ha l)lundo de su duracion, son monumentales: trabajando de un mo

do regular, la caldera dura diez años, y las piezas mas delicadas, que pueden gastarse en poco tiempo, se mudan con facilidad. “La caldera es vertical, de llama invertida yá la vez que presenta una gran superficie á la accion del fuego, bajo nn pe

queño volúmen, el agua, á la altura de nivel, es de poca esten sion, y las desigiud(lades e inclinaciones del piso apenas tienen

influencia en el‘la.” “Con un solo cilindro, la máquina, mediante un conectador le imprime tres velocidades diferentes, y cuando las circunstan cias lo requieran, hasta una hora de tiempo para armario de otro piñon de mayor diámetro que proporciona otras cuatro velocida des. En todos los casos se le puede dar á la cadena de Gall la ten sion necesaria con mucha facilidad.”


( 118 ) “El tren delantero, (en donde se sitúa un ayudante que di' rige los cambios de direccion y vigila al mismo tiempo el camí- ' no) obedece fácilmente en todos los casos que pueden presen tarse.”

.

Tal es el prospecto del Sr. Lotz. Sus máquinas, que nos pa recen escelentes. se definen todavía mejor por los elementos que siguen: Fuerza en caballos . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . Superficie de calefaccion. . . .,. . . . . . . . . . . - .

14. 18 M3

Peso de la Rutera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9500 k. Peso en el contacto de las ruedas motrices. . . 4500 k. Carga en caminos de un 5 por 100 con una ve— locidad de 7 á 8 kilómetros. . . . . . . . . . . - . 20000 k. Precio de venta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83200 ,,

De pública notoriedad son los servicios que estos aparatos prestan á diversas industrias en el medio dia de la Francia, y

ruidosos fueron los viages siguientes: la Rutera denominada la France remolcó en 1866 tres wagones cargados desde Nantes á París: L’ Ywme desde Nantes á Auxerre y Le Illantecan desde

el mismo punto á Orleans en 1867. . Por último, la primera de estas rutcras fué sometida á una experiencia directa en los dias 20 y 21 de Julio de 1866, cuyas circunstancias principales consignamos á continuaciou:

' COMPOSICIÓN DELCoNvor.

3 wagones grandes. . . . .. l carreton de 2 ruedas.. . . . 1 ídem idem pequeño. . . . . 1 caja de agua con ruedas. . 1 ídem ídem ¡dem . . . . . . . . Viageros y sirvíentes . . . . . Rutera . . . . . . . . . . . . . - .

Pesa.

Peso ‘útil.

5553 k. 1500 700 300 300

13500 3000 1700 1200 700 900

Peso total.

19053 4500 2400 1500 1000 900

9500

,,

9500

17853

21000-

3885;

La longitud del convoy era de 4:2 metros. El trayecto gene ral comprendia calles, callejuelas y carretera con ángulos agu


(11o) dos é inclinaciones variables desde á a 6 por 100; pero el piso era firme y de buen servicio. Los heechos comprobados son co mo sigue: Primer trayecto. Resultados. Distancia recorrida, 30,600lm.] Velocidad por hora, 7,320 m.

Tiempo empleado, 4 h. 10 m. ”’ L Carbon por kilóm., 11,111 grs.

Carbon gastado, 340 kilógram. l Agua por kilómetro, 84% lits. Agua consumida, 2,576 litros. J Segundo trayecto.

' Resultados.

Distancia . . . . . . . . 30.547 m] Velocidad, 8,256 m. por hora.

Tiempo. : . . 3 horas 42 mint. l Carbon, 10 kilóg. por kilóm. Carbon . . . . . . . . . . 304 kilóg. r Agua, 66 litros por ídem. Agua . . . . . . . . . .. 2001 litros

Aun cuando estos pormenores no pasan de ser indicaciones generales que no permiten concluir nada, á ciencia cierta, acer— ca del límite de la potencia de traccion de esta rutera, pueden sin embargo ser de alguna utilidad, si se saben comentar con acierto, modificándolos como requieran las circunstancias de ca

da localidad, que son harto variables.

En el mismo concepto y con el carácter de mero ejemplo, damos tambien aquí los cálculos que, para Francia y para esta Rutera, se han hecho comparativamente entre la traccion por vapor y por caballos. . Por la Por caba Presupuesta del material (le traccion.

Rutem.

llos.

__

1

Locomotora con todos sus acce

sorios: completa . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Wagones ú omnibus á 3300.. - .

83200 1200

2 Tómas de agua . . . . . . . . . . . . ..

200

00

16 Caballos á 81'40 . . . . . . . . . . . . . 16 Arneses con accesorios á 3555. ...

00 00

2240 560

84600

34000

1150 276 360 500 00 00

1000 240 00 00 3200 960

82286

55400

Presupuesto de gastos al año. 35 por 100 amortizacion del capi

tal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .l.. ..-. 6 por 100 interés del id . . . . . . . . Un mecánico práctico . . . . . . . . . . . Un conductor y un ayudante . . . . -. Manuteneion de 16 caballos á S200. Cuatro carreteros á 240. . . . . . . . . .

00 1200


( 1'20 ) Gasto constante deda Rutera por dia de marcha.

600 kilógramos de carbon á 87-20 la tonelada de 1000. . . . -. . . .

. - . ..

S4 32

Grasa, Algodon, &c. &c . . . . . . . . .

82 514

De estos datos resultan los gastos respectivos que siguen: l La rutera por 20 toneladas y 50 ILoscaballos por 20 kilómetros. tons. y 30 kls. or

‘ne S

.

“v khnlros.’ POR DIÁÏifi‘ifl‘rïl’iÏo‘s.

Pes0slCta.‘PesoIICtI. Pesos Cts. Peso. Cls' Pesosfijts.J Pesos Cu. —_ _____..

100 dias de trabajo ó 2.000 toneladas.--

22 S6

5 14

28

n

,, 38

54

,,

,, 90

,. ¡o

27

.,

,, 45

,.

18 ,,

,. 30

200 dias de de trabajo

ó4,000toneladas_-

i

11 43

5 14

300 dins de trabajo ó

6.000 toncludas...

16 57| ‘

7 02

5 14

12 76L

1!

Registremos ahora los precios y demás circunstancias co

nocidas de las Ruteras inglesas. Ninguna de ellas tiene por ob jeto esclusivo la traccion. aunque todas son aptas para este ser vicio: cuáles están armadas de un torno, cuáles de dos, destina

dos á la traccion del arado y demás instrumentos de labrar, al

paso que á ninguna le falta una polea de transmision para poder servir ora en las faenas agrícolas, ora en las artes comunes que requieren un motor. Este carácter las distingue de sus congéne res francesas, las cuales, en general, carecen de estos adherentes. .Com0 debemos considerarlas en el artículo Agricultura en su ca

rácter de potencias aratorias, nos limitarémos aquí á las circuns tancias que, como Ruteras, nos han dado á conocer sus construc

tores. Ellas son, por desgracia, muy breves y hartoinsufici’entes,

con la sola escepcion de las que se refieren á la máquina Garrett que se esplota en Francia y que tampoco sou completas.

RL'TERA DE CLAYTON SHUTTLEWOR'I‘H Y COMPAÑIA.

La transmision es por engranages, sistema automático que

P.ermite á. las ruedas motrices acomodarse . . á las. curvas sin

ér

dida de fuerza. Posee dos velocidades diferentes, y la retrogra—


(121) dacion es fácil; las ruedas posteriores ‘ó motrices tienen de an cho 38 á 46 centímetros. Los constructores no dicen ni la carga, ni la velocidad, ni el gasto de sus máquinas. PRECIOS. De un cilím‘lro.

De dos cilindros.

8 caballos . . . . . 31,700 10 id. id . . . . . . .

10 caballos . . . . . . . 81950

1,850

12 id. id. . . . . . . . . . .

2200

14 id. id . . . . . . . . ..

2400

RANSOMES Y SIMs.

Sus Ruteras son tambien desde 8 hasta 14 caballos. Las de

10 pesan 7 1} toneladas, y con agua y carbon 9 fi. En camino ho— rizontal y bueno cargan hasta quince toneladas á razon de dos millas por hora. El hogar puede consumir leña. Ruteras.

.

Precios de

Fuerz-a cn cabailas.

piezas de Cilindros. La máquina. el embalage.

muda.

's

—1

31700

E40

3100

10 10 12 14

1 2 2 2

1850 1950 2200 2400

50 50 60 70

125 140 160 200

ROBEY Y (IE-CANWICK ROAD, LINCOLN.

PRECIOS. Rutems de un cilindro.

De dos cilindros.

8 caballostï. . 31700 10 id. id .'. . . . .. 1850 '

10 caballos . . . . - . 551950 12 id. id . . . . . . . . . 2220 14 id. id...'...... 2400’

16‘


(122)

.

ASHBY &e. JEFFERY.

Que tambien presentaron Ruteras, no dieron mas noticias que los precedentes: sus‘ precios son idénticos á los anteriores. Terminarémos pues, esta noticia con los datos que poseemos acerca de la

RUTERA GARRETT, ESPLOTADA EN FRANCIA POR MR. DUFFIE.

Se compone esta locomotora de una máquina de vapor ho rizontal montada en una caldera tubular instalada en cuatro rue das. Como en todas, las ruedas motrices son ‘las posteriores, y en

esta reciben el movimiento por una cadena de Gall: un hombro que va en el tren delantero, imprime á una rueda los movimiení

tos necesarios para todos los cambios de direccion. Cerca del ho— gar se halla el Tender donde va la provísion de carbon y de agua, y donde se sitúa el conductor. '

Mr. Duflié, que posee y esplota este aparato en Francia, no

solamente hace el servicio de su propia fábrica de azúcar en Braisne, .cerca de Soissons: sino que, con su locomotora y sus wagones, hace los trasportes que necesitan sus clientes. Los ca minos vecinales varían en aquellos lugares de inclinacion y sue len tener hasta 6 á 7 por 100 de declivio: por ellos pasa la Ru tera con cargas de 14,000 a 20,000 kilógramos marchando una

legua por hora, sin fatigas, sin peligros y sin perjudicar en lo mas mínimo los caminos. Es esta máquina de 25 caballos de fuerza; pero suprimién dole el moderador llega hasta 40. La superficie de calefaccion es de 19 metros cuadrados: tiene 7 metros de largo y 2’ 40 M de ancho: sus ruedas motrices miden 1’ 60 M de diámetro y 0’ 40

M de llanta. Consume de 10 á 12 kilógramos de carbon, marchan do cargada y con una velocidad de 4 kilómetros por hora. Lleva

carbon para un dia y agua para 6 á 10 kilómetros, segun el tra ba'o. J Su precio con todos sus accesorios, 'es des 3000. Pesa 10000 kilógramosde los cuales reporta el eje motor 7000. Segun se asegura, en la fábrica citada de Braisne cuesta el trasporte de una tonelada, por cada ocho kilómetros, y. por bue yes ó caballos, 80 centavos de peso. El'mismo trabajo. hecho por

‘la rutera resulta solamente en 2 2 ¿x centavosi


(123) Los números que preceden son franceses: en general los constructores ingleses no han ilustrado esta importante cuestion con ningun dato interesante; su silencio en este punto, ha sido

mas á propósito para perjudicar, que para favorecer los intereses de estas construcciones. ' ' De todos modos, antes de lanzarse en la explotacion de estos nuevos instrumentos de trabajo, destinados sin duda á prestar eminentes servicios ‘á la agricultura, y no desatendibles á las con ducciones, nos parece muy prudente el estudio de las localidades, tanto en su produccion como en su movimiento, y sobre todo,

creemos indispensable el conocimiento de las máquinas, cuando

menos, en los particulares siguientes: 1.0 Su [uerza real al freno de Prony.

2.0 Su trabajo por hora marchando sin carga en caminos de 0, á 5 por 100 de inclinacion, tomado con el dinamómetro.

3.°- Su trabajo con la carga máxima de que sea capaz, to— mado en las mismas condiciones. ' ' 4.0 El gasto real de agua y carbon. 5.° El gasto de un personal adecuado á la conduccion y ap

to para las reparaciones ordinarias. 6.0 El de un taller propio para estas reparaciones. Con es tos elementos se podrá formar un presupuesto de instalacion y otro de explotacion, minuciosos y razonables, y deducir las ven tajas ó los perjuicios del proyecto, comparado el nuevo sistema de traccion, con los medios empleados en la localidad.

Pensar que se pueden montar, manejar y reparar estos po derosos motores, como una de nuestras empresas de coches, ó

creer á ciegas en las vociferaciones de la fama, seria exponerse á— una costosa pero bien merecida decepcion. Nosotros, sin embargo. que no creemos en el gasto mínimo, ni en el trabajo máximo, ni en la ínsignificancia de las repara

ciones que se atribuyen á estas máquinas, pensamos que mere cen un estudio detenido, y no dudamos de su verdadera utilidad ep muchos puntos de nuestra Isla, donde todavía por mucho tiempo, la esperanza de una red férrea, no pasará de ser una bri— llante ilusion. _ Estudiado pues este asunto con el tino y prudencia que sus complicados elementos requieren, disponiendo de un capital pro porcionado y constituyendo una direccion económica, inteligente

y activa, nos parece que estos nuevos auxiliares del trabajo pue den dar razonables beneficios al dinero, prestando muchos servi cios en las conducciones que demandan la agricultura y el co mercio, y eliminando de estas faenas un gran número de bueyes, que, naturalmente, vendrían muy luego á aumentar y abaratar el

artículo mas importante de la alimentacion pública. Seguramen


(124) te, el empleo de las Ruteras no puede ser hoy por hoy, general en la Isla; pero deben ser útiles en una gran parte del litoral, y en particular, parecen llamadas á trabajar con ventajas en las co marcas de Juana Diaz á Ponce; de Cabo Rojo, San German y

Añasco á Mayagüez; de Guayama, Patillas y Maunabo á Arroyo; de Naguabo, Humacao y Yabucoa á la playa; de la Carolina por Río-piedras; de Caguas por este punto ó por Guaynabo, y de la Vega y Toa-baja por Bayamon á la Capital. Arecibo y los pueblos de aquella planicie que llevan sus fru tos á este puerto, y que de él extraen los artículos de su comer cio, están en el mismo caso. Es evidente que el servicio interior de algunas haciendas puede tambien ser objeto de esta especu lacion, con utilidad positiva para las empresas, y con ventajas múltiples para el hacendado. A la verdad, nos preocupa en alto grado la necesidad evi dente de ir sustituyendo en el país el trabajo mecánico al tra bajo muscular, en todos sentidos y hasta donde nos sea posible, en las circunstancias actuales. Los hombres que conocen los elemen

tos dela produccion,

que estudian sériamente los problemas

sociales de nuestros dias, creerán sin duda como nosotros, que no

es prudente dormir con indolencia en brazos del azar, exponién donos á despertar abrumados bajo el peso de la ímprevísion, con todas sus desastrosas consecuencias. Ciertamente, nuestro ánimo está muy lejos de querer la pre cipitacion ó el atolondramiento en nada. y mucho menos, en pun to á cambios que cuestan dinero; pero deseamos con vehemen cia, por amor del país, que todos los hombres que saben y todos

los hombres que pueden se fijen con seriedad, y estudien con ahinco estas importantes cuestiones. Ellos, y solo ellos entendién dose lealmente están llamados á resolverlas bien, y á atenuar de

este modo la gravedad del porvenir. Las ilusiones conservadoras, llevadas al extremo. son en la

esfera del trabajo, bien así como en todas las esferas de la acti-' vidad humana, tan funestas al bien comun, como lo son por su par

te las innovaciones caprichosas é impremeditadas. De todos mo dos, ora nos ese, ora nos halague, el pasado nos abandona forzo samente; y eFporvenir inflexible nos impone sus exigencias pro

pias, aplastando bajo las ruedas de su carro prepotente, todas las resistencias de la voluntad, todas las temeridades imprudentes.

MOTOR HICKS.

Si teneis la paciencia de recorrer el voluminoso y descarna


(125) do catálogo general, árido registro del ruidoso pandemonium de la

industria, celebrado en la moderna Atenas: si al través de sus clasificaciones, cien veces repetidas, arribáis al fin á la region geográfica de los Estados-Unidos, hallaréis bajo la enseña del Grupo 6.° clase 52, la siguiente indicacion que, con peruon de la

Comision Imperial, pertenece á la clase 53, y dice así: “Compagnie Hicks Engine (C. D. i, Kellogg Tresorier, á “New York, Liberty Street 88.-Machines á Vapeur.”

Si la curiosidad os conduce al “catálago de las Recompen sas.” hallaréis estas mismas máquinas bajo el modesto epígrafe de las “Menciones honoríficas.”

Mas si entrais en el sector americano en la estrepitosa ga— lería de las máquinas, veréis entonces cuán semejante es el “Mo . tor Hicks,” y cuan diferente al mismo tiempo, á todas y de todas las otras máquinas de vapor. No es una de esas verdaderas turbinas de vapor, que aquí

funcionan, como la máquina diferencial del inglés Thomson, ni como la de sus compatriotas Pilliner y Hill; no es tampoco del género dela que presenta Eduardo Scheutz, de Stockolmo; ni es por último, como la del otro americano Beherens (1), tambien

neo-yorkina, que á poca distancia de su conciudadana, se emplea en elevar el agua, formando surtidores voluminosos y variados.

Estas cuatro máquinas (únicas de su especie en toda la Exposi cion) son de rotacion directa: sus constructores se han propuesto

resolver el problema de utilizar la pujanza del vapor, sin recurrir al cilindro, al piston, ni á los demás accesorios que requiere el movimiento alternativo, y cada cual lo ha resuelto de una mane

ra distinta, y á la verdad satisfactoriamente. Pero aunque estas

máquinas convienen en muchos casos especiales, sus aplicaciones no gozan de tanta. generalidad como las máquinas de piston al ternativo.

El motor Hicks, semejante á los primeros porque está exen to de toda complicacion de órganos, parece destinado á prestar todas las ventajas de los segundos, porque está. construido con forme al principio fundamental de estos. Su sencillez estremada, su escaso volúmen, la fortaleza de sus órganos, y su facilísimo manejo, lo recomiendan eficazmente entre nosotros, que no tene- ’

mos medios baratos de reparacion, ni un personal instruido conve

(l) Los Sres. H. C.Dant y C‘. de Nueva York son los que han presenta do esta máquina. La descripcion geométrica de estos motores de rotacíon directa, puede ver sc minuciosamente en Da Revue de l’ Ezposition de 1867. página. 39. El motor Beherens marcha con la misma regularidad, sometido á la presion del vapor, que á la. del agua 6 de cualquier otro fluido.


( 126 ) nientemente para gobernar con acierto estos instrumentos. Es tas mismas causas nos disculpan, si, para darloá conocer, insisti

mos en sus pormenores. Una caja de base rectangular, de hierro. de 48 pulgadas de largo, 20 de ancho y 14 de alto. atravesada en su mitad por un

eje horizontal que termina á la derecha por una polea de trans mision, destinada al mismo tiempo á desempeñar las funciones de volante, y á la izquierda por otra poleita diminuta que go bierna al regulador: al frente de la caja, este reguladory un ma nómetro inmediato, y por último en la parte inferior los dos tu

bos para admitir y para expulsar el vapor, tal es el retrato fiel del aspecto exterior de esta máquina, que manda 15 caballos ameri canos de fuerza (1). Su interior no-es menos sencillo: la caja está constituida real mente por un par de cilindros huecos, inmediatos, paralelos y

situados en su parte anterior: otro par idéntico ocupa la parte posterior, y entre ambos pares, en la misma mitad de la caja,

queda el espacio en que se aloja el eje. Cuatro ‘pistones ocupan

el seno geométrico de aquellos cilindros, y mediante unas cortí simas bielas. que pudierainos llamar rurlimentarías, se enlazan al eje, que es acodado, de tal manera, que, cuando uno de los pisto nes está al fin de su carrera el otro estí á la mitad de la suya, sucediendo lo mismo y en sentido inverso á los otros dos pisto

nes del pa.r opuesto. El carácter esencialmente original de esta máquina, de don de proviene en gran parte su simplificacion, consiste en haber suprimido la Válvula (le distribucion y expansiva (2) con todos

sus accesorios. valiéndose de los mismos pistones para llenar es te objeto. Con efecto, estos pistones están ranurados, taladrados,

y dispuestos de tal manera entre sí, y en sus relaciones con los

orficíos de admzïsíon y de expulsion del vapor, que cada uno en particular, viene á ser verdaderamente á su turno, el órgano que

(l)

‘Los constmctores americanos calculan el caballo de fuerza como si

gue: 33,000 libras elevadas á un pié de altura, cn un minuto de tiempo. (2) Válvula en figura ¿c D: tirador. Estos son los ng1_nhres ue los trata dos y manuales dan á aquel órgano (verdadera máquina accesoria que cn toda máquina de vapor sirve para dar paso al fluido que viuie de la caldera, ul inte rior del cilindro, llevándolo alternativamente al uno ó al otro estremo del piston, para producir el movimiento alternativo. Arréglase esto órgano de manera ue á veces deja pasar el volúmen máximo de vapor que puede contener el cilin ro [prcsion plena], y á vec'as deja pasar solamente una fracciou, fiando á su clas

tícidad ó expansion una gran parte de la. carrera del piston. Nosotros llamamos á este órgano Válvula dc distríbucion, porque este nombro nos parece convenir

bien á su objeto; y sobre todo porque en un escrito de la. naturaleza de esta Me moría nos parece mejor lo mas erplz’cito.


(127) distribuye el fluido y limita su acceso, determinando la expan

sion calculada, para el movimiento del piston inmediato. Esta funcion es recíproca, sucesiva y oportuna: la marcha del aparato es de una regularidad perfecta, y las numerosas ven tajas que esta modificacionproporciona son preciosas é incontes tables. ' Como no ha menester de esa 'legion profusa de órganos que ' requieren estos motores, tales como se han concebido y ejecu tado hasta hoy, no se ven en este, ni los vástagos ‘de los tirado

res, ni excénh'ícos, ni caja de esropas, ni balahcin,nipiimlelrígmmos

articulados, ni guías, ni bielas, nipalancas de ningun género,' ni por consiguiente, ninguno de esos ‘robustos montantes, ni la série de asideros, puntos de suspension y combinaciones de todas cla ses que complican hoy tanto mas la máquina de vapor, cuanto mas perfecta se repnta. ' A igualdad de fuerza, su masa es mas compacta que cual

quiera otra y su peso como la cuarta parte de la mas livianas. La disminucion de los rozamientos es proporcional á la su presion considerable de todos aquellos puntos de friccion, y se evalúa en un 75 por 100 del rozamiento de las otras máquinas. Como carece de órganos débiles, y como no tiene mas órga— nos que los verdaderamente indispensables para utilizar inmedia tamente la potencia.del agente, su duracion es la máxima posible,

y sus reparaciones tardías y de poca monta. Por último, si este aparato economiza el movimiento de tan

tas piezas accesorias, es evidente que economiza el vapor, y por consiguiente, que permite reducir las dimensiones de la caldera.

En resúmen el Motor IEc/ts resuelve del modo ,mas ventajo so la multitud de dificultades con que ha luchado siempre el me jor empleo del vapor, y constituye la modificacion mas radical que ha sufrido esta máquina desde los tiemposde Watt, hasta hoy. A nuestro ver, posee todas las ventajas de la maquina de piston, sin ninguno de los graves inconvenientes de su escesiva compli cacion, y su marcha es tan regular como la de una turbina, ó má quina de rotacion continua, sin ninguno de los defectos que esta

presenta todavía. Al verla funcionando, tan humilde en su apa riencia, tan despojada de accesorios, pudiérase creer que ella no es mas que el primer modelo, el paso primero de la máquina de vapor; nosotros sin embargo, pensamos que, mientras otro agen

te mas económico no venga á destronar al vapor de agua, el por venir pertenece al motor‘Hicks. En la industria, como en toda cosa entre los hombres, hay preocupaciones arraigadas y fuertes intereses creados que pug

nan con vigor y no ceden el puesto conquistado, sino á la accion del tiempo. '


(128) Como quiera que esto sea, nosotros hemos visto funcionar

dos de estos fuertes aparatos en el Campo de Marte durante la Exposicion, dia por dia, con igual regularidad en su marcha y sin la menor interrupcion. Convencidos de la facilidad que ofre cen para su conduccion, para instalarlos y para desarmarlos, se guros de la economía de combustible y de reparaciones que pro porcionan, y sobre todo, bien .penetrados (1) de que para su entretenimiento, conservacion y gobierno, basta el menor grado

de instruccio’n en un peoncualquiera, creemos que es este el mo tor mas adecuado, hoy por hoy, á nuestra industria. Completa remos ahora estas noticias con la interesante nota que sigue:

(1) Los pocos órganos internos de esta máquina, se descubren sin ningu na fatiga: el eje puede estar á la vista, si se quiere, mientras funciona. Los cua tro cilindros y sus pistones son matemáticamente iguales: los pernos tienen la

misma longitud y el mismo diámetro: los tornillos son de igual tamaño y tienen el mismo paso. De este modo no se requiere atencion especial en ningun caso, pues toda pieza de un mismo grupo. va erfectamente á cualquiera de los senos

respectivos. Son pocos los puntos y os planos de friccion, y se lubrifican con suma rapidez.


llde máquina dms la con caldera tubular.

regulador con y todos sus ac es‘rn‘s. PESOS.

PR'e'eioT

Altura. apcnximd'.’

6,500

7,500 8,000 9,300 10,000 11,000

132-

150

78 4,200 84 5,300. 6,500 2,350 70 2,725 3,850 90 7,700. 104 9,000 1,475 66 60

PESO

calderal Precios Dsin cal las de imey pnsiesoones

600 750 1,100 1,500 1.900 2,250 2,750 3,250 4,250 5,150

iría?“ ‘mi?

PPRECIOS Y EUCKS. MOTOR. DEL URMENORES AW», / \ Diámetro. Pulgadas.‘

26 33 36 41 45

860. 500-. 1,400 700 800 650 2252-— 500 175 200 350 450

c le

A C1

o

I Cïl

. (‘31

n Q7‘

n

C!

1,600 1.900 1,500 1,800. 5,000‘ 2,350 2,200 1,200.- 3,200 1,075 ‘2,000 1,000 1,300

2,950 2,750

7,200-— . 4,000.- 5,200 5,000. 6,000 6,200.. 7,000 3,450 3,250. 4,200

¿“1232,PESO “¿732m? TE"???===libras. en W

Largo. Alto. Ane/(0.

20 48 15 42 36 12 18 14 10 12 27 10

152153 .

21 29 72

PULGADAS.

l 24883G .l

196528j

I'\,—'\ _/\

j 17 58 27 CABALL0S americanos

SERIES.

l 23 32 79

2 5 10 15 20 25 30 40 50 60 70

l 62 48 170


(13o)

Oruos Morenas.

Máquina de aire eri/¡milla Hace como 16 años que un inge niero americano. Mister Eriesson, pretendió aprovechar el esta

do gaseoso del aire atmosférico, para dilatar'lo á poca costa. y utilizarlo como fuerza motriz, en reemplazo del vapor de agua.

A la economía del combustible que es indispensable para trans formar el liquido, debíase añadir la de no necesitar en manera alguna de este, y por consiguiente la supresion de las bombas,

calderas, &c. La disminucion del peso, del volúmen y del espa cio proveniente de esta supresion, no era tampoco una ganan— cia despreciable. Sobre estas ventajas, el nuevo motor, tenia otras inheren

tes á su naturaleza, y entre ellas aparecían muy principales, la universalidad absoluta del agente, y la supresion casi segura de todo riesgo de explosion. La máquina destinada á corroborar estas ventajas consti tuia una ¿nvencíon tan original por su principio fundamental, co— mo por la disposicion de sus partes y mecanismos, no copiadas de ninguna otra. Marcbaba con regularidad, y aunque ruidosa, fué cosa evidente desde su orígen que el trabajo humano tenia

ya un nuevo auxiliar, muy conveniente para la mayoría de los casos, y precioso en circunstancias determinadas.

No poseía sin embargo, todas las prerogativas que le atri buyó la fama á los principios. El estado gaseoso del agente, no contribuye en nada á disminuir el combustible: por un número

dado de unidades de calórico, no rinde mayor número de unida des de traba/0 que las máquinas de vapor; y á causa de los ór ganos que le son propios, absorve ó pierde tanto ó mas que es

tas. Aun despues de las acertadas modificaciones que el inge nioso inventor ha introducido posteriormente en este aparato,

consume en la actualidad de 2 á 4 kilógramos de hulla por hora y por caballo. El volúmen y peso de la máquina, haciendo abstraccion de la caldera, son en realidad mayores que los correspondientes á máquinas de vapor de igual fuerza; por último, el ruido persiste, si bien no tan intenso, ni tan desagradable como al principio. Sus otras ventajas son incontestables, y como entre ellas

se cuenta la de su instalacion cómoda y fácil, donde se quiera, se propagan y emplean en bastante número, particularmente en

su país natal. En el campo de Marte y en la Isla de Billancourt \


(131) han funcionado varios aparatos de este sistema.. uno de ellos, tal como lo concibió y mejoró el mismo Ericsson, y los demás con

las modificaciones, mas ó menos acertadas, que los constructo res han introducido. Tales son “las máquinas de aire caliente” de los Sres. Crosby, Batterfield y Haven, de Nueva York, y la de Philander Shaw, ingeniero constructor de Boston.

Como la mano de obra es, en los Estados-Unidos, mucho mas cara que en Europa. estos aparatos se resienten de esta cir eunstancia. A pesar de esto, la navegacion fluvial, la industria agrícola, así como las artes, la imprenta. y los demás trabajos ur banos utilizan mucho este nuevo motor en la Union americana.

De Francia, donde tambien se construyen máquinas de ai— rc caliente, solo Mr. Laubereau. constructor de París, ha presen

tado modelos. Las demás naciones no han expuesto, que sepa mos, este género de aparatos.

[Máquinas de gas. Sean cuales fueren las previsionesy aun las tentativas que precedieron á la aparicion de estas máquinas,

parécenos cosa positiva que el primer‘ motor de esta especie da— ta de 1861 y se debe á Mr. Lenoir. Hallar un cuerpo que dila tándose instantánea, ó muy rápidamente dentro de un cilindro,

produjera el movimiento del émbolo de un modo regular, como en la máquina de vapor, permitiendo suprimir las calderas y sus accesorios, el combustible y sus inconvenientes, er'a á la verdad

un problema de importancia, que debia seducir á los hombres de ingenio, ocupados en los progresos de la mecánica. Tan cier to es esto que, (si la memoria no nos engaña) ya Dionisio Pa pin, abandonando la vía derecha en que habia entrado para per feccionar la máquina de vapor, sustituyó á Ia evaporacion del agua, la explosion instantánea de la pólvora, con aquel objeto: los gases inflamables, conocidos hoy hasta por los niños, donde quiera que hay una mediana instruccion pública, eran entonces

ignorados, ó pertenecian á la region de los misterios. . Nuestra época ha favorecido á Mr. Lenoir con la abundan te produccion del gas del alumbrado. Un tubo toma este agen te de los ‘conductos inmediatos del servicio público, como se

toma para alimentar los mecheros del alumbrado doméstico, y lo conduce hasta el cilindro: este está provisto de dos válvulas de distribucion, una para inyectar el gas sucesivamente en la base y en la cabeza del émbolo, y otra para expulsa'r los resi duos de la combustion. Este gas no llega puro á las bases del émbolo, sino mezclado con aire atmosférico, en la proporcion de 8 partes solamente, con 92 de este último: una chispa eléctri

ca, proveniente de dos elementos de Bunsen y de un aparato de induccion de Rumkorfi‘, incendian la mezcla en momentos opor tunos, y su dilatacion instantánea, produce el movimiento alter


(132) nativo del piston, que,‘ como en las máquinas de vapor, se trans forma en la rotacion continua de un eje, provisto de su volante.

La temperatura elevada que e genera en este incendio, dos veces repetido por cada revolucion del eje, produciría el dete rioro rápido de los órganos esenciales del aparato, sino se toma ran precauciones para impedirlo. Con este fin el cilindro es do

ble,ypor el espacio anular comprendido entre el interior y cl exterior, se hace circular una corriente constante de agua fría, que absorve una gran parte del calórico escedente.

Si mal no recordamos, Mr. Mai'¡noni fué el‘ constructor de estos primeros aparatos de Lenoir. Consumian próximamente tres metros cúbicos de gas por caballo de fuerza y por hora de trabajo: el gasto de agua para la rcfrigeracion era igual al que requieren las máquinas de vapor de alta presion En la Exposicion actual, se ven varios de estos motores

construidos ora por los Sres. Gautier y Ci‘, de París; ora por el Sr. Lefebre, de la misma villa. Unos y otros pretenden haber perfeccionado la construccion, obteniendo una combustion mas perfecta de los gases, menor consumo de estos por caballo, y mayor regularidad en el equilibrio dinámico de la máquina. Por último. lo que no deja duda acerca de la utilidad de este motor, es la vasta escala en que lo emplean numerosas in dustrias que iio requieren gran pujanza. tanto en París, como en

los departamentos de la Francia. Una lista nominal de losindus. triales que de él se sirven, pone este hecho en evidencia. Un ejemplo dará brevemente idea clara de la economía que procuran. Diez y ocho máquinas emplea hoy en París la li tografía: Un peon al manubrio gana 4 francos por dia y tira de 250 a 300 ejemplares por hora: uno de estos motores ¡de 1, de 2, ó'de 3 caballos) tira desde 500 hasta 800 tambien por hora, y consume de 2 á 3 francos por dia. El constructor Mr. l’. Hugon, de París, /La won't/¡cado á su turno este interesante aparato. El cilindro es vertical, y por la disposicion del tirador, no ha menester de la chispa eléctrica. Un pequenisimo mechero arde, mientras ¡unciona el aparato. en

la inmediacion de la base del cilindro: la válvula citada descu bre un taladro hecho en esta base; sale por él un ligero chorro de gas, se incendia al contacto de la luz del mechero, y lleva la . combustion al interior: este hecho se repite oportunamente, y

la dilatacion de la mezcla produce, como hemos visto, los efe.c' tos mecánicos.‘

.Ma'quína de los Sres. 01/0 y U2‘, de Colonia. Participa este motor del principio fundanicntal de Lenoir. esto es, de la com bustion del gas; y se separa de él, porque hace intervenir la pre sion atmosférica para completar el movimiento. Ningun otro


(133) aparato ocupa menos superficie que este: ninguno es tan‘ irregu lar en su marcha; si se perfecciona en esta parte, ninguno será

tan económico.

'

Una columna estriada, de como cinco piés de alto con pe

destal y capitel, montada sobre un zócalo de 2 á‘ de alto, contiene en sí todo el sistema.

piés de lado por

El pedestal y el fuste constituyen el cilindro donde se alo

janx el émbolo y su vástago: este se prolonga, fuera ya del capi tel, en forma de cremallera. Sobre el capitel están montados los

excéntricos que gobiernan la válvula de distribucion y el orificio de incendio, y el volante polea que engrana, hácia su centro, con

la cremallera y con la rueda dentada que mueve á los. excéntri cos. La eombustion del gas se opera como en la máquina de Mr. Hugon: la dilatacion impele con violencia y rapidez el piston, que, en su movimiento ascensional arrastra en su marcha al vo lante y á los demás órganos vecinos: si el retroceso descendente se debiera á la misma causa, actuando en el extremo alto, la má

q'uina no seria diferente de la última indicada sino por la forma, y su trabajo podría ser'mas regular: no es así: cuando el émbolo 'ha llegado al extremo superior de su carrera, se fía su descenso á la presion atmosférica esclusivamente y el volante no es par—

te á acelerar como conviene la velocidad, para que resulte un mo vimiento uniforme. La marcha del motor es, pues, irregular has ta hoy; si bien los constructores creen poseer ya los medios de corregir este gravísimo defecto. El aparato expuesto era de

caballo de fuerza, y consumía

algo menos de un metro cúbico de gas. El agua de refrigeracion circula aquí por el pedestal de la columna, parte única en que sc verifica la combustion.


(1;;1)

PREC‘OS Y YORMENORES.

. ‘22m mi?“

F Espacio en metr‘s.‘ . Constructores. lam“; ¡1"gmmdml ano‘ ie‘, ¡"gm ïgïimreccion.

Sistemas.

Gasy presion'SS. Ótto y C‘. . .

'

.5

l

.-

260‘ Colonia.

1

_-

.- a ._' -.

324

.--.

‘L 2

..

..

..

430

.--.

300

160,

París.

42.41091 3.111119 .-_ a 1200 s00

‘400 200

.--. k

59’L2S .'. ’1.800

500l

.--.

Lenoir..... .-. ‘Sr. Gv‘.‘ Lefevurcl

0. 70 0. 70’1. 40‘

:l

l. 90¡0. 772i - -

Aire calrentedl’liilandcr Shaw.

__

..

__

..

1.200

__ __ _ Aire calieutcJG. Poisat y C‘. . .

" l " _. --

" __

" __

“_ 400

.. París.

-.

-_

--

G40

-—_.

r

-

_-

Boston. .

GENERADORES DE VAPUR.

Incomplcta por nccesidad esta rápida indicacion dc los mo tores de vapor, seria mucho mas defectuosa todavía si no anota

ramos alguna que otra caldera, de fuerza relativa á nuestra in dustria actual, quc dó á los industriales siquiera. una idea. apro—

xiniada del estado presente de estos aparatos. Expuestos direc tamente á la accion del fuego constituyen ellos la parte de la

máquina que mas sufre, y la que es preciso renovar con mas l're cuencia: bueno será pues, dar noticia aunque sucinta de sus

principales circunstancias.

Aun cuando entre la caldera primitiva de Watt, y la cal—' dm'a tubular de Seguin, (‘sto es, desdc 17150 hasta 1840, se han hCChO muchos estudios sobre las malm'ias combustibles, sobre

cl calórico y su mejor distrihucion, sobre la vaporizacion y el vapor del agua, y soln'c las formas _\' materiales mejores para


(135) construir los vasos mas adecuados á este fin; por último, aunque

al paso de estos mismos estudios se han ido inventado y modifi cando los generadores de este fluido artificial y verdaderamente se han obten’i‘do muchas ventajas importantes. ya en la econo

mía de los gastos, ya en la calidad y en la abundancia del vapor, ya sobre todo en la ¡nayor seguridad de los obreros, que es el

mas grande de los progresos realizados; todavía sin embargo es tá muy lejos este asunto de su fin y son muchos los adelantos que reclama y espera. 'La máquina de vapor, cuasi perfecta en nuestros dias, tan

to bajo. el aspecto teórico cuanto por la construccion de sus dife rentes órganos, es realmente muy defectuosa todavía á causa de

las dificultades que ofrecen los generadores, cuyas principales cualidades pueden compendiarse así:

1‘.‘ Resistencia completa respecto de la presion máxima á que se hayan de someter. 2? Peso y volúmen mínimos con la mayor capacidad po sible.

,

. ‘

3*.‘ Superficie de calefaccion bastante para utilizar el calor de la combustion del hogar. 4*.‘ Hogar bien dispuesto para quemar completamente el

combustible regulado por la experiencia. de modo que los gases expulsados por la chimenea solo conserven una temperatura comprendida entre 200 y 300° centígrados.

5" Precauciones contra los escesos de la presion, contra las variaciones del nivel del agua, y contra las incrustaciones.

Innumerables puede decirse que son los generadores que pretenden. poseer todas estas condiciones y son muchos los que figuran en la Exposicion. No nos proponemos pues describirlos; antes abreviarémos este relato, dividiéndolos para darlos á cono cer sumariamente, en generadores de hogar esteríor, de hogar

interior y de hogar mixto. De hogar exterior son aquellas calderas que se implantan en la mampostería, dejando expuesta á la accion directa de la llama del hogar la mayor parte posible de su superficie exterior.

Suelen ser estas calderas de un solo cuerpo cilíndrico, termina das en sus estremos por dos casquetes esféricos; pero mas ge neralmente se enlaza ó comunica este cuerpo con otras (los calderas de la misma forma, de menor diámetro y situadas en un plano mas bajo, que se denominan hcrvidores.

La llama circula ó envuelve la totalidad de la superficie de estos y parte de la superficie inferior de la gran caldera. En la parte superior van la válvula de seguridad, destinada á impe dir la extralimitacion de la presion asignada, el mano‘metro que

acusa incesamente esta presion, el índice flotador que señala el '


(1:56) nivel interior del agua, y una gran compuerta que se cierra her méticamente y sirve para entrar en el aparato, siempre que hay necesidad de limpiarlo. Todas las calderas, sea cual fuere su sis tema, llevan estas precauciones, y ademas se las provee de pla cas/itsíbles, soldadas á la caldera, y hechas de una aleacion que deba derretirse antes de la ruptura de aquella para dar ancha salida al vapor y evitar las consecuencias desastrosas de una

explosion violenta. Tales son las calderas que se han usado ge neralmente en nuestras haciendas de caña, y tal es uno de los

tipos de generadores que ha presentado en la Exposicion Mr. Per— ret, ingeniero civil de París. Los que denominamos de hogar interior ofrecen entre otras ventajas, y al lado de algunos inconvenientes, la de aumen tar considerablemente la superficie de calefaccion. Se componen estos de una gran caldera que lleva en uno de sus extremos un departamento, con su puerta y fondo, destinado á quemar el com bustible, al cenicero, y á la entrada del aire para alimentar gra—

dualmente la combustion. El fondo de este departamento es un diafragma circular lleno de taladros, como una criba, hasta poco

mas arriba del diámetro horizontal: desde este diafragma hasta el extremo opuesto, cuyo fondo tiene igual número de taladros,

se estiende la caldera con el líquido que ha de engendrar el va por: al través de la masa de agua pasan de taladro á taladro unos tubos metálicos únicamente abiertos por sus extremos, y cuyos bordes se ajustan por medios diferentes, pero herméticos, á los

diafragmas, de modo que el agua no puede venir al hogar, ni los

productos de la combustion pueden pasar al agua. Los gases in candescentes pasan por estos tubos, distribuyen el calórico en sus paredes, de donde lo toma el agua para convertirse en vapor:

los residuos de la combustion se reunen en otro departamento al extremo opuesto del hogar, de donde se lanzan por un tubo dis puesto al efecto, ó directamente, segun sea la máquina, á la chi—

menea de expulsion, para salir á la atmósfera. La multitud de estos tubos aumentan en gran manera la superficie de calenta miento, pero algunos se rompen, y todos dificultan la operacion del registro y limpieza de las calderas; se han discurrido algunos medios y se trabaja sin cesar, á fin de conservar las grandes ven

tajas de este sistema disminuyendo sus obstáculos. Hoy se pro paga con preferencia al anterior. Algunas calderas de esta clase figuran ya en nuestros campos, y pertenecen á ellas los tipos ver tical y horizontal del mismo Mr. Perret, ya citado, así como los que han presentado los constructores Howard y Fielt, de Ingla terra, Girard, Thomas, Belleville y muchos otros de Francia.

En el grupo de los de hogar mixto se distingue el genera dor inventado por los Sres. Farcot é hijo, á quienes debe la má


(.137) quina de vapor en sus partes principales muchos y muy celebra

dos adelantos; pero figuran á su lado con justo título el repetido Perret, que ha presentado calderas bien construidas de todos los sistemas tanto para la industria comun, como para la navegacion;

Berendorf, Chevalier, de Lion, y otros. El hogar es, en estos apa ratos, mixto, porque la llama circula como en los segundos al tra— vés de los tubos que se alojan en el interior de las calderas, y

despues que sale de ellos no va inmediatamente a la chimenea, sino que circula tambien por el exterior de los generadores, ace

lerando así la elevacion de temperatura tanto por dentro, como por fucra de la masa líquida. Muchas‘ de estas calderas tienen además herm'dores, generalmente tubulares. Algunas llevan el nombre de inerplosiblcs', y lo merecen en particular las de hogar interior y tubular esclusivamente, no

porque en realidad sea imposible la explosion, sino porque esta

explosion se limita en general! la de los tubos, y sus consecuen cias no son

raves. Las de Mr. Belleville, las de Howard, las de

hogar amovi le de Thomas y Laurant y particularmente las de tubos concéntricos de Field, gozan en alto grado de esta venta

ja yofrecen además facilidades peculiares para su reparacion pronta y segura en los casos de accidente. Economizador de Green (Economiser (le Green). Sea cual fuere el sistema de generadores. que se elija, en el estado actual

de esta industria y á pesar del mayor aprovechamiento de com bustible que se viene realizando desde hace mucho tiempo, hay siempre una pérdida notable de calórico que va á disiparse en la atmósfera con los productos gaseosos de la combustion. Utili zar una buena parte de este calórico ha sido siempre el tema de los innovadores industriales, y es el fin que se . han propuesto los Sres. Edward Green é Hijo, de Inglaterra, con el aparato que

denominan Economíser y que ha funcionado con éxito notable en uno delos anexos mas elegantes del Parque. Consta este aparato de una serie de tubos como de seis á ocho pulgadas de diámetro, colocados verticalmente en una sec

cion cualquiera del trayecto que media entre el hogar de la cal dera y el pié de la chimenea: todos estos tubos se comunican en tre sí por su parte inferiory por la superior. La bomba alimen ticia impulsa el agua por el interior de estos tubos simultánea mente, obligándola á entrar por abajo y á salir por arriba para di rigirse á la caldera. Las cosas están dispuestas de tal manera que el líquido puede absorver durante su tránsito por los tubos

de 130 150°100,6 centígrados, equivale i una una temperatura economía de 20 á 30á por lo que eslolo cual mismo, da unaá g’ cuarta parte mas de fuerza con el mismo gasto de combustible.

El inconveniente de todos los aparatos de esta especie pro 18


(13s) viene siempre de la capa de /roll'ín que los humos calientes de positan al enfriarse, en la superficie exterior de los tubos. Esta

materia conduce muy mal el calórico, y á poco tiempo la accion .de este agente es cuasi nula sobre el líquido. Los Sres. Green é

Hijo mantienen limpia constantemente la superficie de los tu bos, conservando así las buenas propiedades del aparato. Un me canismo sencillo pone en movimiento una serie de cuchillas se micirculares que raspan de arriba á abajo la superficie de los tu bos, y que a medida que se van gastando se adaptan mejor á

ella. Así sostienen limpia de hollin la superficie metálica de los tubos, conservándole intacta su conductibilidad. El éxito del aparato es completo cuando consta de un tubo por cada caballo de vapor de la caldera: su precio es de it; 13 por cada tubo.

REGULADOBES DE Los MOTORES.

Desde la mas fina batista que la mano delicada de la mujer somete á la aguja de la máquina, hasta el robusto lingote de me— tal que el brazo membrudo del herrero somete al laminador, no hay materia alguna que no ofrezca resistencias variables en el acto del trabajo: las fuerzas motrices por su parte, ora por su na turaleza, ora por su modo de produccion, son también siempre

variables. de modo que tanto la reaccion como la accion misma concurren á la vez á irregularizar la marcha del trabajo, cuando este exige imperiosamente la mayor regularidad en todos sus

períodos, para dar productos rápidos, perfectos y económicos. De estas contrarias circunstancias ha nacido la necesidad imprescindible de los Reguladores, órganos tanto mas importan tes cuanto mas aptos sean para proporcionar en cada instante las fuerzas motrices á las resistencias, manteniendo en todos los mo

mentos el equilibrio dinámico de los motores. En efecto, las fuerzas musculares, íntimamente ligadas al

principio misterioso de la vida, varían incesantemente bajo las influencias complicadas de causas pathológicas, y muy particu

larmente, de causas fisiológicas é higiénicas: un trabajo modera do, una alimentacion nutritiva, arreos fuertes, de poco peso y

calculadamente holgados; mucho aseo y una educacíon adecuada son los medios eficaces que convienen para regularizar el esfuer zo de los animales y sacar de ellos el máximum posible en el ser vicio mecánico. En cuanto á los mecanismos que para utilizar estas fuerzas se emplean, sabido es que llevan ordinariamente


( 139 ') un Volante: este órgano, comun á. todas las máquinas, contribuye hasta cierto punto, á mantener el equilibrio dinámico, y obra es

clusivamente en virtud de la inercia, propia de la materia. Una vez puesto en movimiento, se opone entre ciertos límites, por

su masa, á todo cambio de velocidad, ora retardando la acelera cion, ora acelerando los retardos del motor primitivo. Ningun

otro regulador parece hasta hoy mas adecuado á las funciones de los receptores de la fuerza animal. ‘ Las corrientes polares y ecuatoriales que el americano Mauri ha estudiado con detencion: las tempestades electro-mag néticas del globo, cuya estension é intensidad nos son descono

oídas: los cambios súbitos de temperatura en las regiones de la atmósfera: la configuracion topográfica de las diferentes comar cas de la tierra, y otras causas no menos indeterminadas todavía,

originan las variaciones inconstantes del aire y las agitaciones borrascosas de los vientos. Así, pues, este agente gratuito, univer

sal y el primero sin duda que el hombre haya empleado como auxiliar del trabajo. ha resistido tenazmente al perfeccionamien to, y hasta estos últimos dias no habia podido someterse á un órgano regulador de satisfactorios resultados. Gracias á la inge niosa disposicion que el Sr. Moarath ha escogitado, puédese de cir que hoy, sino falta el viento totalmente, hay un verdadero receptor eólico, capaz de una marcha‘uniforme, arreglada á prio ri por un regulador isócrono. La molécula líquida, sugeta álas leyes de Ia gravedad, y á diferencias notables de nivel, imprime á los receptores hidráuli

cos las variaciones propias de su movimiento. Las ruedas de eje horizontal, así como las de eje vertical se regularizan en su mar cha por medio de volantes, por las represas de admision, y por las válvulas de expulsion, segun los casos. Mister Schielle es el primero, segun hemos visto, que ha introducido en estos recep tores el regulador de fuerza centrífuga. La máquina de vapor es la que ha dado orígen y perfeccion á los reguladores. Como el equilibrio dinámico en estos recep tores representa mayor y mas inmediata economía de dinero que en cualquiera de los otros; como entre sus aplicaciones genera

les hay muchas que exigen una regularidad casi absoluta en el movimiento: como á veces tienen que vencer, en ciertas indus trias, resistencias que varían entre límites muy distantes, natu—

ral es que los inventores y los constructores se hayan consagra

do con grande ahinco y esmero á obtener la regularizacion mas perfecta. El estado actual de los hogares. la combustion necesa riamente sucesiva de las materias productoras del calor, la natu raleza y la constitucion de los generadores, y hasta la atencion siempre intermitente de los fogoneros, influyen en la generaciou.


(1402 del vapor y propenden continuamente a acelerar y á retardar la marcha de estos motores; aparte, pues, de todas las precauciones

que se toman para dirigir y aprovechar bien la accion del caló rico, dentro del hogar; aparte tambien de los sistemas‘diversos de calderas, que como hemos visto, tienen por objeto no sola mente disminuir las probabilidades siniestras, sino aumentar la

superficie de ealefaecion, y'sobre todo ver de producir en tiem pos iguales cantidades’ iguales de vapor, la maquina de este nom bre necesitó desde su origen de un órgano especial que regular

ra el aflujo de este fluido desde la caldera hasta el motor. Watt, á cuyo fecundo ingenio no pudo escaparse ningun detalle impor tante, inventó el péndulo (:ónieo, que llamó moderador, y que,

modificado y perfeccionado de varios modos, subsiste todavía con varios nombres, y es generalmente designado con el de Ife gulador defuerza cer/fryuga. ' La funcion de este indispensable mecanismo es aumentar

ó disminuir instantáneamente la cantidad de vapor que actúa sobre el émbolo, en el acto mismo en que aumenta ó disminuye la resistencia, ó hablando con mas generalidad, su {uncion es mantener en perfecto equilibrio el movimiento de la máquina en cualquiera período del trabajo. La condicion esencial exigida

por la observacion y por el cálculo, para la perfeecion de estos órganos, es el isocronismo de sus movimientos,les decir que las

esferas pesadas del péndulo posean en todas sus posiciones una misma velocidad relativa, pero uniforme en todos los períodos de

su accion. A la verdad, el análisis geométrico puro, determina con pre cision las circunstancias necesarias para conseguir este resulta

do; pero se ofrecen en la construccion dificultades tales y tan varias, que todavía no se ha podido obtener ningun regulador rigorosamente. isóerono. Esto no obstante, se ha luchado tanto y

con tanto ingenio contra. estas dificultades que los reguladores de hoy satisfacen en general á las necesidades de la práctica, aun en aquellas industrias en que la máquina de vapor tiene que

hacer los cambios de esfuerzo mas considerables en el menor tiempo. Tales son, entre otros el regulador isóerono de los Sres.

Grand y CF; el regulador de eompensaclon de los Sres. Gand y Guilloteaux; el regulador de resorte de los Sres. Pickering y Da vis, tan empleados en las máquinas americanas, y por últimolel

regulador de brazos y bielas cruzadas, de los Sres. Barcot é Hijo, que hoy se estima y adopta mucho en toda Europa. Véanse ahora algunos pormenores de utilidad práctica que, relativamente á los generadores y á los instrumentos últimamen te mencionados, han llegado a nuestra noticia.

En general, el precio de las calderas de dos hervidores es


(141) de 10 á 11 8 por cada 100 kilógramos y de 20 á 22 por cl mismo peso .para las calderas tubulares, incluyendo en uno y otro caso todos sus accesorios. ’ En particular. los generadores de Mr. Perrettienen los pre cios siguientes: tipo de hogar exterior, con dos hervidores y to dos sus accesorios, con 32 caballos de fuerza, S 1300 en París: tipo de dos hogares con dos conductosinteriores, 80 metros cua

drados de superficie de calefaccion, para 50 caballos 55 1900: para 60 S 2100. Tipo de hogar interior con dos hervidores y 12 metros de superficie de caldeo para fuerza de 8 á 10 caballos .

840: otro de la misma clase, tubular, de 12 á 14 caballos

400.

Los generadores iuexplosibles de M. J. Bellcville nos ofre cen dos tipos, uno para la marina, y el otro de que tomamos no

ta como sigue: es de hogar interior,'de circulacion múltiple, tu bular’, de fácil registro y limpieza: para 50 caballos pesa 6000 ki— lógramos y vale S 2100. El sistema de Mr Field, tubular y de tubos . concéntricos,

minuciosamente precavido contra la cxplosion, de fácil manejo y de no difícil reparacion nos ofrece, para una caldera de 50 ca ballos con 45 metros de superficie de caldeo, una economía re

lativa de 10 á 12 por 100 de combustible. Su precio es, por ma terial y construccion

....r . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . S 1070

Derechos de privilegio á razon de 8 pesos el metro cuadrado de caldeo. . . . . . . . . . . . . . ._ . . . . . . . . . . .

360

Total. . . . S 1430 Ni los Reguladores, ni ninguno delos aparatos de los Sres. Farcot é Hijo, tenían precios marcados en la Exposicion. De los

. . . , , . gue expusieron los bres. Gand y (uullolcaux, y los Sres. Plckc rm y Dav1s,obtuv1mos los pormenores siguientes:


(142) REGULADOR DE GAND Y GU ILLOTEAÜX. Mr. (iuilloteaux, rue Lecourbe 76, Vaugirard. París.

lDfámetro j de la ’ l va‘lvu|a.

Precio Derechos lAumento Fuerza en

de consdel por losapa .' . -u u d l t traccion. priHlegLo misma”; n

Números. “ïrnT caballos. Pesos. 1

l

Pesos.

riable

N 0 T A.

'{0

o

60

16

3

2

40

8

65

19

2

a

4

5o

w10 ‘ ' 70vs

22

al

2 ¡d "fm! e‘ mg‘l‘mb'

5

70

20

40

4

’l)a[l)fi).—Para elpde ré

G

80

25

85

"S

5

gimcn variable | peso

7

‘ 90

30 l

9o ¡

96

o 80cm, por caballo.

8 9 10

100 110 120

35 40 45

95 100 105

G2 70 74

6 7 8

11'

130

50 l

110

80 j

12 .—

140

|

l 15

-.

j

So

A partir de 50 ca

ballos los precios son :

3 'ií't‘á‘lïmáï'iï'; l

9 .-

Yicker'mg 3 Davis New-York, Green Street n.° mt. j

Diámetro delas

,, Dnametro

‘’,

Diámetro . de las

l... , Dlametm . .

válvulas. de los cílin— Precio válvulas. delos cinin- lPmlfi —dros para es- en —dros para es- en la. m. tas válvulas.pesos. m. m. tas válvul‘ns.lpesos. 25.4

76.2 á 101.6

50 l

NOTA.

88.9

406.4

150

31.7 38.l

101.6 á. 152.4 . 57 152.4 á 203.2 62

101.6 127.0

482.6 558 8

176 res de menos pu 218 limento y lujo,

Los regulado—

50.8

203.2

83

152.4

635.0

253 se obtienen con

" '

254.0 330.2

103 I 124

177 S 203.2

736 6 ¡i 863.6 284 10 pg 2863.6ál,0l6.0. 320 baja.

de re

CABLES TELQDINAMICOS Y GRASA INVENTADA POR MR. Koer.

Diminuto es, en verdad, este capítulo de los lflotcrres, si se

le compara con el número y con la variedad de los objetos que se presentaron de su índole en la Exposicion; pero el asunto es ingrato y seguramente muchos lectores lo encontrarán largo y


(143) pesado con respecto á las proporciones (le esta Memoria. Abre— viemos, pues, para ponerle fin cuanto antes. Expresamente lo hemos limitado á las máquinas motrices

que nos parecen indispensables y asequibles á nuestra industria, sin detenernos supér uamente en sus pormenores, y sin buscar

ese brillo teatral que nos hubiera prestado la descripcion delas máquinas colosales que han presentado los Gobiernos fuertes, ó las sociedades industriales mas ricas de la Europa. r1) El vivo deseo de una utilidad práctica é inmediata,compatible con las

necesidades reales y con los recursos posibles de nuestro país,

ha guiado esclusivamente nuestra pluma, y nos ha impuesto la obligacion severa de sacrificar en esta parte lo grande, lo extra ordinario y hasta lo bello algunas veces, á lo meramente indis pensable y cuando mas á lo útil para los progresos de nuestra in dustria, naciente apenas, y mas escasa todavía d'e datos que de

capitales. Por eso hemos preferido el número descarnado á las formas bellas ó sorprendentes, y sin dejar enla oscuridad las combinaciones características del ingenio inventivo, hemos bus.

cado con mas ahinco la fuerza, el gasto, el peso y el precio de‘ los aparatos, que no los detalles de sus órganos, su hermosura y su pulimento.

conservando el mismo propósito, que dominará en toda es ta parte de la Memoria, vamos á cerrar este capítulo, llamando

brevemente la atencion del lector hácia la transmision moderna y hácia la materia lubrificante que encabezan este artículo. Cables Teladz'mimícos. Los hombres familiarizados con las necesidades de la mecánica saben cuán importante es, y cuán difícil ha sido hasta hoy, trasmitir (i grandes dislancías la accion

de una máquina motriz. Los órganos de transmision rígidos, se hacen ordinariamente de acero. y su peso, proporcional á sus di

mensiones, absorve de tal manera la fuerza primitiva que no es

posible pensar en darles una gran longitud: las correas, utilísimas debajo de techo, no se prestan bien tampoco ásalvar grandes es pacios, ni su textura molecular es á propósito para resistir á la intemperie: la cadena por último, que goza de la resistencia del

hierro y puede suplir á la flexibilidad de la correa, tiene todos los inconvenientes que preceden, y la larga y costosa experiencia que de ella se hizo en las bombas elevatorias del acueducto de Marly es tan concluyente, que seguramente no se renovará esta transmision en lo futuro. (l)

Los Ministerios (le Fomento, de Guerra. y de Marina principalmen

te han presentado en la Exposicion Máquinas de gran potencia, construidas

con toda la perfeccion á que pueden aspirar la ciencia y las artes en nuestros dins. '


(144)‘ Urgía, sin embargo, una solucion satisfactoria de este pro blema: son numerosas las industrias que poseen un motor pode roso, fijo, y sin trabajo durante una gran parte del año; es evi dente que si pudiera utilizarse su fuerza á ciertas distancias se sacaría de ellos un gran partido Entre nosotros, por ejemplo, hay comarcas que tienen muchas máquinas de vapor, inactivas du rante seis ó siete meses del año; estas comarcas sufren el azote de las sequías periódicamente, mientras el agua abundante y cristalina circula a cierta distancia del motor, y á poca profundi dad debajo de las mismas plantas que pereceu agostadas por fal ta de riego. Con muy poco trabajo, y con un gasto insignifican te, puede venir esta agua á la superficie del terreno y regar gran des porciones, salvando anualmente una buena parte de la cose cha, que sin esta precaucion es perdida. ‘(1). En efecto, los 'cobles Ielodinámicos permiten hoy trasmitir la fuerza de las máquinas á una distancia que puede llegar bas ta 1,000 metros y mas, sin consumir una parte notable de ella: uno ó varios pozos no imponen en la mayor parte de nuestros

terrenos gastos tan grandes qu‘e no sean largamente remunera dos por el agua obtenida: la bomba, ó las bombas elevatorias que, segun los casos, fueran necesarias, son aparatos de mucha

duracion y sus precios no son tampoco escesivos. ¿Qué objecion

séria puede pues oponerse á estos riegos parciales, mientras no ‘ tengamos (cosa que va larga) riegos generales en las comarcas agrícolas del país?

Como quiera que esto sea, los cables telodinámicos pueden prestar este y otros muchos servicios, permitiéndonos trasmitir

a grandes distancias el esfuerzo de los motores, y nos parece conveniente apuntar aquí los precios y la direccion de una de

las fábricas mas acreditadas, entre tantas como se ocupan en su construccion, desde que Mr. Kirn puso en evidencia sus ven

tajas. La casa de los Sres. Martín Stein y Ci‘, de Mulhouse (alto

Rhin). ha construido mas de 400 de estos cables metálicos pa ra máquinas diversas desde 1 hasta 800 caballos de fuerza, y pa ra distancias que varían entre uno y 1100 metros. El diámetro de estos cables varía desde 4 hasta 35 milí

(l)

Los agricultores saben muy bien que los extragos de la seca en cier

tos períodos de la vegetacion, y en particular, cn los de la germinacion y el nacimiento de la planta, son irreparables, aunque mas adelante llueva con abun

dancia. La caña de azúcar cuando sufre este mal no prospera bien durante el resto dc su vida, y no dá los productos que daría si fuera regado, aunque me dianamente, en tiempo oportuno. No menos sufren nuestros cereales en estas

circunstancias, y como les falte el agua al espigar, abortan completamente.


(145) metros: el metro vale desde ocho hasta cincuenta centavos. Entre la bomba ó el mecanismo que se intenta mover y el mo tor principal se establecen unas poleas sobre montantes de cier

ta altura, á fin de impedir que los cables se arrastren por el suelo. Una de las grandes bombas de rotacion que alimentaba

parte del lago del Parque era movida por una máquina de va por, como de 12 caballos, situada á 250 metros de distancia. El cable ha trasmitido esta fuerza durante la Exposicion, y ha re sistido, sin el menor accidente, á todas las mutaciones del tiempo.

Grasa de Mr. KmjÏ-Cuando no se toma en considera cion mas que una sola m iquina, la economía sobre la grasa ne

cesaria para lubrificarla, puede parecer á algunos por grande que sea, cosa insignificante; pero si se piensa á su vez en todas

las máquinas, en todos los ejes, y en general en todo el gasto que se hace en el país por este. solo concepto, desdeñar la mas

pequeña economía seria verdadera necedad. y si aquel es gran de, puede rayar en insensatez. Mr. Augusto Kort', de Bremen. ha

inventado una especie de grasa que se ha propagado rápidamente

en todo el norte de Europa para lubrificar las máquinas. Tiene la consistencia de la mantequilla en nuestro clima, pero es mu

cho menos densa: se liquida á 81° centígrados y no se hiela á los

15C bajo cero. Se vende e'n la'í'ábrica á 21 pesos los 100 kilógra mos, ó sea á 8 10. 50 el quintal próximamente. Dos series de experiencias se han hecho de un modo for— inal para conocer sus ventajas: la casa de los Sres. Huget y Tes

ton que con ella lubrifica sus máquinas ha encontrado que gas ta en volúmen de 8'á 10 veces menos grasa,que aceite. El in geniero M‘. Bach nos da mas pormenores de sus trabajos, hechos sobre esta materia en Hannover, como se vé del cuadro siguiente:

.:.

e;

ui ‘g ¿g

u

=

u

8 2-:

aEsE p:

5

:2

K e: Z Q ofi 2 7 36 2 l 1 1 l 150

,3;

'

'

..

g

a3

wssesxssswe'z us :1

> 59.‘ -

> .: :3

e .:'. m m,

340 21 4 153 90 7 75 zi. 13090 á [20 36 90 144 2 130 90 2 90 108 2 100 90 2 60 120 _6á 10090 á 126 --

7 i0 10 10 l0 7 10 __.

o

o

r3 96 150 720 130 -46 -— 76 6400

':—

o

r8 Q oa‘ 7 60 36 2‘2 0.55 --. 0.70 120 00

48 6 36 70 32. -. -. 42 102

a3

á

m

E9598

4::

QDQ’:

c:o

o

=

o

u

É ,8°

5.90 0.36 _ 16 9.40 3.13 3 4.50 18 90 24 8.40 0.12 75 3.50 0.034 100 .. .. -.. -. 4.75 0.036 130 400.00 6 25 ..

ll4p‘f aceite.

19.


(146) Mr. Bach añade que antes consumía una máquina de la ca sa, de 130 caballos, 12 J‘; kilógl'amos de aceite al mes; y que al presente no gasta esta máquina mas que 2 fi de aceite y fi de

— g rasa.Los lubrificadores Coquatrix son los que parecen distribuir con mayor economía la grasa de Mr. Korf: este Sr. dice tambien

que las dimensiones relativas mas favorables á una buena lubri ficacion, son las siguientes: Diámetros de Diámetro (le

los conductos de

10's ejes.

lubrificacion.

Hasta .50 milímetros. . . . . . . . . . . . . . . . .' . De

50 á 100id.-..................

8 milímetros. 10

id.

De 100.4.150id.................... 12 De 150 en adelaute.................. 14

id. id.

Por lo demás la economía atestiguada por personas tan res petables es de bastante consideracion para que los comerciantes,

y sobre todo los industriales á quienes esto mas directamente in

teresa, se fijen en ella. Mr. Kort ha publicado un prospecto en donde se hallan muchas y muy necesarias indicaciones: con ellas

á la vista y procurando acomodarse á sus prescripciones, es co mo debe hacerse el ensayo de esta materia para obtener el me— jor resultado. A la verdad, seria muchísimo mas importante para el país que la explotacion de sus propias plantas oleosas saliera del reo cinto estrecho del laboratorio farmacéutico y tomara las propor— ciones á que puede llegar con poco esfuerzo: no solamente ten dríamos entonces grasas baratas para las máquinas, sino tambien

para intentar muchas aplicaciones útiles en la economía domés tica, entre las cuales saltan á la vista los jabones y el alumbra do. Pero en tanto que nuestro espíritu industrial permanezca en su penoso letargo y mientras no se apodere de nosotros el deseo activo de la investigacion y de la perfeecion, conviene á lo me

nos que procnremos no pagar, un alto tributo al trabajo extran gero. cuando él mismo nos brinda ocasion con sus productos mas económicos.


‘¿o

Artes \'\ Oficios g Trabajos púbhcos.

No ha venido á nuestro espíritu la’ idea de reunir aquí el conjunto de objetos que las artes comunes y los oficios vulgares llevaron á la Exposicion; una gran parte de estos objetos, des:

tinados a satisfacer los caprichos de las sociedades adelantadas ó envegecidas, no tendrían significacion bastante entre nosotros,

y su descripcion nos obligaría á omitir cosas y observaciones mas consonantes con nuestro estado actual y con nuestras nece

sidades. Limitarémos, pues, las consideraciones de este capítulo á un corto número de artesú oficios y nos fijarémos con prefe

rencia en las ventajas y en los inconvenientes que, dadas nuestras circunstancias, ofrecen los medios que hoy se emplean para mul

tiplicav y para perfeccionar sus productos. Las construcciones y los materiales que en ellas se usan nos ocuparán en primer lugar.

CONSTRUCCIONES.

,'u u’

_.-

".

‘s’

Riquísiira ha sido la Exposicion en esta parte: edificios de madera, tales como realmente se construyen para satisfacer las necesidades rústicas y urbanas, ó para contentar puramente los caprichosdel lujo: construcciones de hierro para diversos usos: casas de ladrillo de todos los gustos: monumentos varios de si llería y de mármol, y últimamente casas comunes, monumentos

y hasta utensilios domésticos de piedra artificial, mas dura que


(148) muchas variedades naturales, llamaban por todas partes la aten cion de los espectadores. ' . Al visitar esta populosa variedad de edificios de todos los

climas, de todos los gustos del mundo, el moralista podia, partien do de la distribucion y del ordenamiento interior, congeturar el

estado de las costumbres‘ de cada pueblo: el naturalista podia reconocer la region geográfica, la silva y la geología de cada uno: tenia allí medios el arqueólogo para recorrer toda la escala que existe entre la cueva del troglodita y los refinamienlos de la ar quitectura, y sorprender por comparaciones inmediatas el orígen, los cambios, las transmigraciones y hasta las su perposiciones delos estilos.. . No estando nosotros llamados á tanto, buscabamos con in terés, y bajo otro aspecto, qué aplicacion útil, qué leccion prác tica y provechosa podríamos deducir de aquel conjunto prodijio so de construcciones, en favor de cualquiera de los ramos que‘

con ellas se relacionan, y que pudiera servir á los progresos mo rales ó materiales del país. Las habitacionesCampestres de to dos los pueblos del norte, hechas generalmente de troncos rolli zos. superpuestas horizontalmente, ensamblados en los ángulos á media madera, y oalafateadas las juntas por medios l1erméti— cos diferentes, es una coustruccion necesaria en los climas ate

ridos, y por lo mismo, incompatible con el nuestro, y sobre todo demasiado dispendiosa para un país pobre de bosques. .De la

madera contenida en la cerca exterior de una de estas habitacio nes, se obteudrian entre nosotros, desdoblando sus piezas en ta

blas, seis ó mas cercas de'iguales dimensiones, bien que la du racion respectiva es sin duda como diez es :i uno. Los adornos exteriores, variables con la fortuna de los pro pietarios, revelan siempre dos cualidades, poco, muy poco comu nes entre nosotros: dibujo profnso, gusto y esmero en la ejecu cion. Los balcones y sus guarda—polyos tienen generalmente cala

dos tan .finos y labores tan capricbosas que muchos escritores comparan estos adornos á los encages de blonda mas delicados. La distribucion interior es á la vez producto del clima y de unasaóstumbres severas: fuera de las piezas de uso general

como la antesala, la sala ó el cfmedor, las demás partes de la ba— bitacion, están’ perfectamente reservadas: de ellas disfruta sola

mente el individuo de la familia, ó el amigo íntimo del hogar, aun estas mismas personas no tienen ocasion, casi nunca, de ver

el lecho ni los demás muebles del cuarto que no les pertenece. La mirada cnriosaó indiscreta queda limitada por la opaca cor

tina de las puertas interiores, ó se pierde enun pasillo á media luz y sin muebles. Los dormitorios no se descubren desde nin

guna pieza comun, y cuando noiestán en uno de los pisos altos


(149) de la casa, guardan entre sí una separacion conveniente. De es

tc modo reina mayor respeto recíproco entre los miembros de una misma familia, y sin aflojar los dulces lazos de esta. conser

va cada individuo una gran parte de su independencia personal, y mayor responsabilidad en la conservacion del órden doméstico.

Sabido es que no sucede así ordinariamente en los paises tropicales: el hábito de disfrutar la luz á raudales, y la necesi

dad imperiosa de corrientes continuas de aire, dan á la distri bucion interior cierto carácter libre y franco, que inspira de luc go á luego un esceso ‘de familiaridad y confianza. Entre noso

tros, en particular, la estrechez de las calles y la poca amplitud de los solares son concausas que agravan. y no poco. aquellos ma los resultados La mirada casual del transeunte puede inventa

riar desde la acera el mueblage del hogar y ren onocer, con mu chafrecuehcia, los dormitorios y el estado (no siempre satisfac torio) de las mismas camas. Las casas de alto se hallan comun mente en el mismo caso: desde la escalera, ó en el tránsito des

de el porton á la sala, se puede hacer cómodamente un recono cimiento idéntico. Creemos, pues, que seria muy conveniente en

lo sucesivo. que el trazado interior de los edificios particulares conciliara como es fácil y como es debido, las necesidades del

clima, con las necesidades no\ menos importantes del decoro y de la reserva doméstica. MA'rERLALi-Ls.

En punto a materiales de construccion, enumerar los que

sc exhibieron en el Campo de Marte, seria, á no contar mas que las especies naturales, inventan'¡ar nuevamente las sólidas

entrañas de la tierra. Gracias á Horacio Verne (l) el lector pue de, dado de mano con el Dr. Lirír'nbmclr, hacer, sin salir de su

tranquilo aposento, un viage ameno al centro del planeta; tome,

durante su paseo subtcrraneo, desde el silencioso cráter del Schneíi'el en Islandia, hasta las crestas volcánicas de Stromho/i,

en Italia, no una, sino multitud de muestras’ de cada cual de las numerosas rocas que ha de encontrar á su paso, y tendrá una idea suficiente de la Exposicion Universal en esta parte. ‘ Mas no siempre emplean los pueblos en sus obras los ma teriales que yacen con abundancia bajo sus plantas. El de Pon cc, en nuestra Isla, no explota sus ricas canteras de piedra blan

da que se prestaria bien al adorno, ya puesta en obra, y que da (l)

Viagra 1868.

al centro de la Tierra,

traducido por I). de Tejada, Madrid


(150) ría a la poblacion un aspecto serio y suntuoso y á su riqueza

urbana un valor muy'eonsidera'ble. Cá guas‘no ha soñado nunca en sacar de sus montañas el mármol duro y hermoso'que les sir ve de asiento. Ni la una, ni la- otra jurisdiccion encontrarían eu

tal trabajo, un ramo fructuoso de especulacion. Por el contrario, los edificios de la opulenta ciudad de S. Francisco, en Califor nia, futura Nueva York del mar pacífico, son en general de si ,llería, cortada y numerada en las comarcas industriosas ' de la China. España, á su vez, ha dejado en reposo sus mármoles y su

granito, para importar á menos costo, la piedra blanda de Angu lema. La antigua Roma era cuasi toda de adobe, y Lóndres, em

porio principal de la riqueza, del comercio y de la industria mo dernas, es en su mayor parte, una masa enorme de ladrillo. .

A estos materiales, es decir, a la madera, al ladrillo crudo

y cocido, á la sillería blanda y dura,_se asocia hoy el hierro. Este

metal, que desde su aparícion social, en tiempo remotísimo y oscuro, se empleó en las armas y en los instrumentos domésti cos y de labranza, ‘entraba poco y muy humildemente en las construcciones. Ni aquel variado empleo, ni el vasto campo de las máquinas en donde tambien impera casi esclusivamente, han

sido parte á equilibrar la enorme/produccion de las minas que lo contienen: la profusa explotac'ion del carbon fósil, ha venido, '

precisamente en los momentos en que las florestas vivas comen zaban á rehusar el combustible, á impulsar este precioso ramo

de la metalúrgia, y tal es boy su importancia que no son ni fuertes, ni ricos, porque no son verdaderamente industriales, aquellos Estados del dia que no lo explotan en abundancia, que no lo labran y transforman á bajo precio y con facilidad. El co nocimiento cada dia mas profundo de sus propiedades, las fór

mulas metódicas que contienen su resistencia en funcion de las‘ tres dimensiones, el análisis de las curvas, cortes, ensambladuras y sugeciones mas convenientes, la modicidad de su precio, su

escaso volúmen y su gran resistencia molecular, han abierto al hierro un nuevo y vasto empleo en las construcciones: él se‘aso— cia á todos los otros materiales con grande utilidad y economía

de las obras, y es único y ‘soberano cuando se trata de disminuir el punto de apoyo, ó siempre que las circunstancias demandan el aprovechamiento del espacio, una gran diafanidad en los cdi ficios, ó una gran resistencia á las Percusiones, bajo una peque na cantidad relativa de la materia empleada. Así, dentro y fuera

de la Exposicion hieren nuestra vista ejemplos numerosos, mode los verdaderos y acabados de toda suerte de obras de hierro, ci viles y militares, terrestres y navales, caracterizadas por el con

traste de las dos cualidades peculiares de este material: su apa rente debi'idad ante los ojos; y su solidez real ante la razon. En


'

( 151 )

todos los casos viene á ser hoy un auxiliar precioso de las cons trucciones; las techumbres de vastísima amplitud le deben ar maduras de mucha fortaleza y de una sencillez incomparable: los mercados de las grandes poblaciones le deben,' mas que á nin

gun otro material, entre otras propiedades higiénicas, una aerea cion sin obstáculos, y entre otras propiedades económicas, la su

presion de grandes masas y el uso libre del espacio correspon . diente. Casos hay en que su importancia es absoluta y dominan te, en que desde la base hasta la cúspide del edificio escluye to— . da intervencion, toda, competencia de cualquiera otra materia: el eminente faro de IïÚchÉs-DÜu'U7'es en las costas turbulentas de la Bretaña, .en medio de los arrecifes que se encuentran’ entre las

Islas Brehat y Guernesey, es de esto un ejemplo írrefutable: la torre es un cono truncado, de 48 metros de altura, toda de hier ro: la linterna, de hierro y cristal, tiene 8 metros: el radio de la base inferior mide poco mas de cinco, el de la superior solamen

te dos. Una escalera espiral de acero, aérea y brillante, ocupa el centro: los alojamientos de los torreros, y los almacenes del servicio están distribuidos en la base: una galería en el piso ín mediato servirá de abrigo, en caso necesario, á los náufragos. Con

estas comodidades, con 56 metros de altura y con base tan exi gua ¿qué otra materia, á precio igual, podría inspirar al ingenie ro la misma confianza en la estabilidad, en la seguridad del edi

ficiol Instalada esta torre en el campo de Marte, en el centro de

un lago artificial y sobre una roc‘a tambien hija del arte, costó al Ministerio de agricultura, comercio y obras públicas del Go bierno francés'la suma'de 100,000 escudos, ínclu'sos los gastos

de exhíbicion y desmontamíento. Hoy alumbrara el soberbio faro que la coronaba, las costas peligrosas á que estaba desti

nado. . No lejos de esta torre veíase una casita terrera de aspecto modesto pero elegante, y de un material generalmente descono cido, á lo que creo, entre nosotros. Separábala de la vía comun

una balaustrada; la plaza comprendida entre esta y el edificio contenía varios y distintos objetos: baños y lavaderos domésti— cos, vasos diversos, fuentes y estátuas de jardin: peldaños elegan tes de escaleras diferentes: balaustres de muchos modelos. A la izquierda se exhíbia tambien una arquería, esto es, cuatro ó cin

co arcos semicirculares, sobre pilastras dóricas, como de 40 centímetros de grueso y como de tres metros de altura: el últi— mo arco no era mas que un cuadrante, terminado precisamente

en la seccion media de la clave, y apoyado al parecer en el aire. La Exposicion era picante: la simple vista acusaba en todos aquellos objetos una misma sustancia; mirando de mas cerca las


.

(152)

fracturas, para cuyo efecto habia muestras, se reconocia que la

materia era homogénea, y examinando luego con mayor atencion el edificio, la arquería, los baños, &c., no quedaba duda de que

aquella piedra de grano, de textura y de color idénticos era continua: los lienzos de pared, las pilastras y sus arcos no te

nían solucion alguna de continuidad, ni habia por consiguiente juntas tomadas: todo era de una sola pieza, todo era una piedra artificial. Denomínase este nuevo elemento de construccion, en la lengua de su origen, Batan agglomeré, y pudiérase llamar entre nosotros, sin manera Piedra de hormigon, que al cabo esteinlateríal no de es afectacion, otra cosa sino un hormigon manipula

do con esmero y dispuesto para adquirir con prontitud la con sistencia de la piedra. Los ingredientes que lo componen son las arenas lavadas. finas, medianas ó gruesas ‘en gran proporcion: una cuarta parte de cal, mas ó menos hidráulica, segun el obje to, y por último la mitad ó las tres cuartas partes de la unidad de volúmen de cimento de Portland ó de sus análogos. En 100

partes de hormigon podrían entrar estos ingredientes, en el ór den enunciado, como 72, como 18 y como 10, bien que estos nú

meros no tienen nada de absolutos: ellos varían, aunque entre límites poco distantes, con los consejos de la experiencia local, con la energía de la materia, y con el fin sobre todo á que el material se destina, como que la piedra resultante puede ser ora. ‘de consistencia mediana, ora de una dureza igual á la de las ro

cas graníticas y jurásicas.

'

La preparacion de estos ingredientes es mas constante y

encierra todo el secreto ‘de la importancia del producto: ella con siste principalmente 1.° en la tríturacion perfecta de todos ellos: 2.° en su mezcla íntima y tal que toda la masa sea homogénea y resulte en un estado pulverulento, pero plástico y pastoso: 3.° en la eliminacion sistemática, en la expulsion gradual de la ma

yor parte del agua empleada, á’ favor de una tríturacion pacien te y enérgica. La aglomeracion en bloques mas ó menos grandes, cuando

ya la masa está bien preparada: la aproximacion indefinida de todas sus partículas, ó en una palabra, la cohesion y por consi guiente la resistencia de este material, depende tambien y en

mucha parte de la manipulacion necesaria para ccnstituirlo en piedra. Siempre sc hace esta operacion en moldes: si se trata de sillares, dovelas, ú otras piezas de fácil manejo y transporte, se vacian, digámoslo así, en la fábrica: si el propósito es obtener pi

las de puente, pilastras, columnas, lienzos de pared ó bóvedas verdaderamente monolíthicas, entonces se manipula directamen te en obra: el molde se traslada segun esta avanza, ó se cambia


(153) si así lo requieren formas diferentes. En uno y otro caso, se pro cede Siempre del mismo modo: la pasta preparada se va deposi tando en capas delgadas y uniformes que se aglomeran por com

presion, bajo la accion repetida de un cuerpo duro y pesado, ac cion que se prolonga hasta que no quede rastro alguno dedesi

gualdad en la superficie, ni la mas leve señal del cuerpo compri mente: á nuevas capas se suceden nuevas é iguales compresio

nes, y progresando de este modo, cuando la obra llega á su tér mino, se puede descimbrar incontinenti, despejarla de todo apo yo extraño, porque resultando un verdadero monolitho, esto es,

toda ella de una sola y misma piedra, no hay temor de un desi gual abajamiento. .

La antigua obra de tapia no es del todo diferente á las que acabamos de indicar: inferiorá estas por la eleccion de las par tes constitutivas y por el trabajo de la preparacion, se usó mu

cho en nuestra ciudad, y de ella nos queda un ejemplo impor tante y atrevido. Los muros de sostenimiento, el gran crucero,

la bóveda de la nave principal, y hasta las bovedillas, si mal no

estamos informados, de la Iglesia perteneciente al convento de los P P. de Santo Domingo, iglesia que hoy suelen llamar de San José, está todo hecho lde hormigon, fuertemente apisonado:

arena y arcilla ferruginosa, cal comun en vez de cal hidráulica, y cascote de teja vana ó fragmentos de ladrillo en lugar de ci mento pesado de Portland, son\sus partes componentes. Su du racion, al través de. muchas y muy rudas vicisitudes, hacen el

elogio de esta obra, tan notable por su elevacion y amplitud, co-' mo por la falta de gusto y de proporciones en sus diversos miem bros. ' Su rival moderna, la piedra de hormiga", tal como la hemos

descrito, ha dado mayores pruebas de su eficacia, si no por la du racion, que aguarda la sancion de la experiencia, á lo menos por

la diversidad‘de sus aplicaciones, y salvo casos escepcionales, por la modicidad de su precio: ella se aplica á todo lo que se ha ce ó puede hacerse con las mamposterías, y dando mayor soli 'dez, resulta en obra con un 20' ó un 30 por ciento de economía:

comparada con toda clase de sillería, no cede á ninguna en re sistencia, sea cual fuero la naturaleza de la obra y el medio en que se establezca, y ofrece en cada caso un 50 por ciento de

economía relativa. Tales son las virtudes y las ventajas que los Sres. Coignet y C? exaltan en un opúsculo destinado á divulgar

este producto: los ingenieros de los diversds servicios de la Vi lla de París, certifican, que este nuevo elemento de construccion les ha dado escelentes resultados en los casos mas opuestos: la ciudad misma lo emplea profusamente en sus edificios, en sus fuentes y paseos, y abundaban obras de esta clase en la Expo

20.


(154) sicion: notablemente las substrucciones del campo de Marte, y

un túnel, que ponia en comunicacion la orilla del Sena con el in terior del Parque, eran obras monolíthicas, construidas con este material

El ladrillo, de que tantas y tan varias muestras se presenta ‘ ron en la Exposicion, merece bien algunas breves consideracio nes. Cuando una industria, un arte, un oficio cualquiera respon de á una necesidad permanente de la sociedad, cuando sus pro

ductos se emplean cotidianamente y casi con absoluta esclusion de todos sus congéneres, cuando la materia prima es dócil al tra bajo y en extremo abundante, y cuando. por último, el ejercicio en trabajarla data .de antiguo, parece cosa natural que el hombre

se haga cada dia mas experto en el ramo, que el gusto se depu re, y que la obra se abarate y mejore á 'un mismo tiempo. Así lo demuestra la Alfarería universal en todos sus productos y en to das las épocas; solamente nuestro país, por una triste escepcion,

no ha seguido la regla: las arcillas que emplea son casi siempre mal escogidas y nunca bien preparadas: la cantidad de materia peca ordinariamente por esceso y sin embargo, la obra es con

frecuencia deleznable: las formas no pasan jamas de lo muy vul gar, cuando no son totalmente groseras: pedirle dibujos correc tos, ornatos amenos, belleza en los esmaltes, y argumentos ins

tructivos. como se contemplan en los barros cocidos del Asia, de la Europa y de las costas mediterráneas del Africa, seria clamar en el desierto. Y si tales el estado entre nosotros de las artes cerámicas en sus gradas inferiores, cuando la materia es dócil y abundante, y cuando el producto requiere mas esmero que estu dio, mas gusto que arte, mas trabajo manual que caudales ¿qué podemos exigir de ellas cuando sus obras requieran materiales duros y escogidos, trituraciones y tamizaciones largas y repeti das, mezclas variables y acertadas, hornos bien calculados y me jor conducidos, formas artísticas, ó en una palabra, ciencia, arte

y gastos considerables? Acaso no poseemos media docena de in dustriales capaces de leer con fruto el tratado especial de M. Alejandro Brogniart, y quizás son menos todavía los capitalistas, '

aptos para ver en las obras de tierra una fuente de‘ la riqueza privada, un elemento de prosperidad y de progreso para el país. Dejemos, pues, en sus yacimientos á nuestros kaolines, a nues tros cuarzos, á toda la familia de los silícatos, y descendamos de

las regiones reservadas á la losa, y á esa variedad de porcelanas deslumbradoras, que no están á nuestro alcance, para volver al

humildísimo pero útil ladrillo. Novedades y progresos ha experimentado este producto que están muy léjosendeeste sernos que talno vez, no sea sfupérfluo consignar sitio.familiares Por puntoygeneral hacemos


(‘155)

en el país mas que el ladrillo sólido y la teja eóncava: suponien do buena la arcilla‘ y bien conducida la cocciou, ambos produc tos adolecen siempre de dos graves defectos: ninguna diversidad .' e11 las formas y un peso escesivo. Si los constructores pudieran disponer de ladrillos adecuados, las jambas. los sobrecejos. los arcos de todas clases, y, sobre todo, las molduras y proyecturas

de los entablamentos, se obtendrian con mayor perfeccion y con menor gasto dejornales': es evidente que para cortar el ladrillo á

la mano y para sugetar los vuelos en posicion. mientras sus par tes adquieren adherencia, se consume un tiempo considerable que se economizaría si los materiales tuvieran las formas en cau da caso requeridas: además los empañetados son así menos vo luminosos y tanto las tarrajas como los palustres, corren mas fá

cilmente sobre superficies mas iguales. Por otra paite el peso escesivo de la teja impone la necesidad de fuertes y costosas ar maduras: la irregularidad de sus aristas y superficies aumenta esta necesidad, aumentando el volúmen de los morteros que se

emplean para tomar las juntas. El ladrillo hueco y liviano es hi giénico en los muros, porque contribuye á regularizar la tempe ratura de las habitaciones, y es indispensable en los biombos,

en las divisorias de los pisos altos, y en las bóvedas, sopena de gastar dinero inútilmente en robustecer los apoyos. Asi, cuando

las sociedades humanas no hacen nada por mejorar las condicio nes de su industria y de sus artes, contraen una responsa bilidad que pagan duramente; en nuestro caso, y sin considerar

mas que la sancion económica, la multa que nos impone una al _ iarería ignorante y grosera, no baja quizás de un 15 por 100 del

valor total de cada edificio. Con mejores materiales y con los mismos gastos podríamos tener mayor número de obras: ganaría

mas el industrial y cl país gozaria de otros muchos beneficios. _A la verdad, nosotros recogemos en esta, como en todas nues tras otras industrias, un resultado correlativo al capital que em

pleamos: algun dinero ymucho esfuerzo material son nuestros

recursos únicos ¿qué mucho es que nuestros productos sean, co mo sus legítimos padres, rudos y poco valiosos? Sin capital mo ral, esto es, sin instruccion adecuada, no puede el hombre dar

á los productos de sus manos ni el sello glorioso del atte. ni el precio correspondiente: sin ella, es todavía mas difícil producir bueno y barato. ‘ Ayudan en gran manera, á conseguir este último resultado

las máquinas. Por lo que de la historia consta,ellas caracterizan á nuestra época, mas y mejor que á ninguna otra: ni el Egipto en los tiempos de su sabiduría y de sus monumentos admirables,

'ni Grecia en los dias brillantes de su gloria literaria y artística, ni Roma en el largo período de su grandeza y esplendor, ni la


A

(156)

edad media, tumultuosa, pero investigadoray laboriosa, alcan fuerzas zaron, como naturales, el sigloni en tantos quenivivimos, tan variostanto mecanismos dominio para sobreutili zarlas en la industria y en las artes. Es verdad, y conviene re petirlo, que las artes, la mecánica y la industria florecen mejor y

dan frutos mas abundantes allí donde‘ el pueblo sabe leer, donde el dibujo, la geometría y la química se estiman para lo que sír ven, y se enseñan con profusion; pero aun en los pueblos atrasa

dos los inventos de la mecánica son auxiliares fecundos. sobre todo, cuando se aplican á mejorar y abaratar productos de ne cesidad general y de gran consumo.

CARRETERAS.

Cierto es que un cabotaje lento y caro, que la talta de bue nas vías terrestres. ó en general, que una locomocion disconti

nua y costosa anula los beneficios del trabajo mas activo, y obra sobre el espíritu de los pueblos con todo el peso de una fatali dad incontrastable; pero por esta misma razon, una vez cono

cido el mal preciso es hacer todo esfuerzo pa ra ponerle remedio. En obras públicas, y muy especialmente en el ramo de carre teras, la mecánica tiene algunos instrumentos que pueden con tribuir eficazmente, por su fuerza y rapidez, á acelerar los tra

bajos y economizar muchos jornales. Si en tésis general no es

en manera alguna conveniente que la Administracion de la co sa pública se transforme en empresaria, tampoco seria contra rio á la razon que, en un país como el nuestro, nada acostum

brado á la gerencia de sus negocios y, por punto general, igno rante de los inventos modernos, la Administracion se hiciera

cargo de importar aquellos que, teniendo una aplicacion inme diata en sus obras mas necesarias. han recibido ya la sancion de

la experiencia. Probable es que viéndolos funcionar bajo su in teligente direccion, los hombres de capital reconocieran sus ven tejas. y que alentado así el espíritu de empresa, pasaran al do minio privado: de todos modos la operacion seria eficaz, y ya en

las ya en las otrasmenos manos,dispendio. los caminos marcharian á su fin masunas, velozmente y 'con i

No ha sido en verdad nuestro ánimo, al hacer estas breves reflexiones, abrazar en este artículo todas'las artes y oficios, to

das las necesidades públicas y privadas de este genero, ni me nos aun todas las máquinas que a satisfacerlas se destinan. Un


( 157 ) ‘ corto número de estas últimas, como las breves reflexiones que

preceden, bastan seguramente á nuestro objeto. El lector, en estas cosas interesado, puede, cuando casos análogos ó diferen

tes lo requieran, extender y mejorar nuestros razonamientos, procurarse nuevos y mas ámplios informes, y resolver con mayor

acierto lo que á sus fines conviniere. g Pero antes de enumerar los mecanismos de que tenemos al gunos datos, entre tantos como hemos visto, bueno es recapitu lar los establecimientos de la provincia que cuentan con un mo

tor y con máquinas especiales. Por desgracia, la lista de ellos es .harto breve.

BOSQUES‘

La ex plotacion inmediata de los bosques no posee, á lo que sabemos, todos aquellos recursos que suelen auxiliarla en otros

países: el brazo del hombre, el hacha y la pujanza de los bueyes constituyen todo el arte y el mecanismo todo que en ella se em plea. Es muy probable que, con estos medios, el aprovechamien to de un solo árbol ocasione la destruccion de un gran número ‘ de los árboles tiernos que lo rodean. En cuanto á la silvicultura

en sí misma, la situacion es completamente desesperada: el ár bol secular que cae bajo los files del hacha, no es reemplazado jamás por la mano del hombre, y contra el frenesí irreflexivo que amenaza el aníquilamipnto total de nuestros montes, son d'el todo impotentes, no solo la legislacion de la materia, sino tam bien esa fuerza vigorosa de la vegetacion que el baron de Hum- ' boldt contemplaba enla selva inn/som de las trópicos.

SIERRAS.

Hasta ahora pocos años, no conocia la Isla para cortar los

árboles en piezas otros instrumentos que el serrote de mano, cuya obra irregular y escalonada, inferior con mucho á la labra de azuela, ocasionaba pérdidas y requeria los gastos de nuevas operaciones: todavía es este el sistema predominante, y de él depende que la tablazon de nuestras mejores maderas sea tan

poco empleada como cara.


(158) No ha mucho tiempo se estableció en Vega-baja una sier ra mecánica, y un taller de torno y carpintería, bajo la fuerza motriz de una máquina de vapor: sus productos eran buenos y

sus precios equitativos. Desapareció este notable establecimien— to, despues de algunas peripecias, dela escena del trabajo; si causas extrañas á su organizacion propia inflyeron en su ruina,

probable es que su distancia a los bosques tuviera en su caída una gran parte.

'

La pertinacia laudable de los hermanos Soegard, hombres nacidos y educados en Dinamarca, luchó al principio con los in convenientes varios que ofrecen siempre entre nosotros este ge

nero d.e oficinas: pero al cabo los vencieron y han dotado á la jurisd 1ccion de Rio-grande de una sierra mecánica, que presta al país buenos servicios y que prospera. Limitan estos Sres. sus ‘operaciones á la explotacion del ausubo, única esencia forestal que los rodea, y circunscriben su trabajo á presentarlo en el mer

cado en piezas escuadradas, de aristasvivas ó boceladas, y de su

perficies lisas y regulares: con los aprovechamientos de la ma dera hacen tambien el tajante/zi de ausubo, que muchos prefie ren con sobrada razon al que nos viene de fuera. Sus precios son moderados y la Capital, como algunos pueblos del litoral, estiman

y consumen todos sus. productos.

De Guayama ha enviado á la Capital el Sr. ‘Ramos, con oca sion de las Exposiciones provinciales, muestras de carretas, y piezas diversas de carruages de un mérito incontestable. Con so lo verlas se reconoce que su establecimiento cuenta con buenos

mecanismos modernos.

HIERRO.

Para los trabajos de hierro tenemos hoy en la capital el bien montado taller de los Sres E. H. Hanor y C? Funde, tor

nea, taladra, acepilla y ajusta con exactitud geométrica una ó todas las piezas de cualquiera máquina, ó de cualquiera obra que se lc exija; pero, hasta ahora, que sepamos, no trabaja esta hermosa fábrica sin prévia órden ó sin convenio espreso. Así y todo, son muy estimables los servicios que debe prestar al país aborrándole tiempo y pérdidas en muchos casos. Mayores sc‘ rán estos servicios, y mayores quizás sus propios beneficios, si

entrare un dia en sus cálculos tomar la iniciativa y fabricando por cuenta propia, lanzar en el mercado las máquinas, los uten


(159) si‘lios y los instrumentos de todas clases que reclama nuestra agricultura: campo hay en ella para ejercitar no uno, sino varios talleres de su índole. Que esta resolucion pueda parecer á algu nos audaz en demasía y de resultados aleatorios, cosa es que no

dudamos; pero ¿es acaso menos inseguro el estarse á esperar lo que viniere? Ni excluye la audacia á la prudencia: en escoger con acierto y en modificar oportunamente el producto quemas y mejor convenga á la mayoría consumidora, proporcionándolo á sus necesidades y á sus recursos, está todo el secreto del

triunfo del trabajo: así, y no de otro modo, es como la audacia ha dominado siempre á la fortuna. A poco mas podemos extender este inventario, puesto que no tratamos aquí de los establecimientos agrícolas; en efecto,

tenemos tambien alguna que otra maquinita para chocolate, al guna que otra para confitería,’ y dos ó tres prensas modernas de cilindro para inqn'imír: como es natural, un pueblo niño prefie

re siempre los confites al libro: asi, aquellas se mueven al vapor y trabajan durante el dia entero; estas se mueven á la mano y guardan un saludable reposo durante el mayor número de las horas del dia. Por último, empleamos en obras públicas un mar

tinete de vapor y teníamos tambien un cilindro compresor para‘ caminos, tirado por bueyes: ambos aparatos son buenos, pero co— mo las prensas citadas, tienen tantos y tan largos períodos de descanso que, probablemente, los intereses durante su inaccion, han engrosado en demasia su costo primitivo: no seria pues ex traño que algunos, viendo esto, los consider'asen onerosos.

Tal es, con muy poca diferencia, el gran resúmen de todo nuestro moviliario industrial. ¿Habrá llegado el momento de au mentarlo? Lo ignoramos por nuestra parte; bien que ya es tiem po de apuntar aquí algunos mecanismos que, quizás, pudieran

convemrnos.

MAQUINAS uTrLns EN LAS‘CARRE'I‘ERAS.

Y ya que hemos citado los caminos, y son ellos parte esen cialísima para desarrollar el trabajo de los pueblos, no debemos omitir lo que hemos visto y puede coadyuvar así á sus econo

mías, como á sus adelantos. Las empresarios, pues, si empresas se formaren algun dia para llevar á cabo estas obras, harán bien 'en comparar los gastos que requiere la unidad de cada una de ellas, contando solamente con los recursos locales, con los gastos


(160) que demanda el mismo trabajo favorecido por los instrumentos modernosmEn general estos instrumentos imponen un desem bolso inmediato y á veces considerable: sus beneficios están en

realidad, cuando son buenos, en la economía de tiempo y jorna les; es pues preciso, para que ellos den resultados satisfactorios a la especulacion, que las obras sean de bastante cuantía y de su

ficiente duracion. En este supuesto podrían emplearse con ventaja, en los

desmontes de roca dura los Per'foradores para mina’s y Tunels. Los hay dispuestos para trabajar con ellos á la mano. ó para em plear un motor distinto y mas activo, segun sea el objeto y el obs táculo. Entre los primeros nosparecen mas adecuados á nues— tras circunstancias el I’erfbrador de Mr. Lasa/¿ot para rocas du-.

ras y el de Mr. Jacquet para piedras blandasf ambos se compo nen de dos montantes fuertes trabados entre si por sus estre mos, mediante dos piezas rígidas y ambos atacan la roca en la direccion que se quiera, puesto que en uno y otro el taladro está montado de manera que puede subir y bajar en los mon

tantes, fijarse en cualquiera de sus puntos, y tomar una incli nacion cualquiera, tanto en el plano vertical como en el plano

horizontal que lo contienen; pero el taladro de Jacquet es de acero, y aunque da el agujero de la pólvora limpio de una vez,

hay rocas que resisten al corte y lo inutilizan con rapidez: el de Leschot es hueco, está coronado de puntas de diamante negro, que triunlan de la dureza de todas las rocas; pero su perforacion es anular, de modo que deja un cilindro de la roca aislado latem ralmente y sugeto en el fondo por la base, que es preciso des

prender ulteriormente, aunque es operacion que se hace con fa cilidad. Lleva este último una ruedecilla en cada montante, que

sirven, cuando se han terminado los taladros para convertir todo el aparato en carretilla, y sacarlo de la esfera de explosion con mucha comodidad. El perforador de Jacquet es sin duda el mas sencillo de los que se hallaban en la Exposicion, pero no pudi

mos haber ni sus precios, ni noticia de sus resultados: el de Les chot no tiene tampoco una gran complicacion: creemos que se ria fácil disponer los diamantes negros en la direccion del radio, para obtener la tríturacion inmediata del cilindro central, y por

consiguiente la perforacion resultaría como en el de Jacquet: con todo, ‘tal como es, su trabajo ofrece ventajas notables como se ve

de las experiencias que siguen, hechas en el conservatorio de Ar tes y oficios de París.


(161) Las experiencias, cuyos resultados siguen, fueron hechas

con una manivela dinamométrica, cuyo radio es de 35 centíme

tros: la lámina de ella da una flexion de 884 milímetros por cada ‘ kilógramo de esfuerzo.

ordenadas j Esfuerzos

l

Trabajo

Número medias de los correspondien- motor por se de los Vueltas de la dirígmmas. tes. gundo. diúmam'vela por — —— gramos. minuto. m . m. Kilogramos. Kilogra'inets. 1 2 3 4 5 Medias.

30 .30 30 30 30

16.25 17.33 17.00 17.71 18.80

14.365 15.330 15.028 15'656 16.334

15.788 16.849 16.517 17.207 17.947

30

17.36

15.346

16.867

Los precios de este aparato van desde 240 pesos hasta 300: la corona de 36 milímetros cuesta además de 25 á 30 pesos. To do él pesa de 150 á 160 kilógramos. Entre los que exigen un motor mas poderoso parece útil citar la máquina destinada á explotar la piedra en las canteras, presentada por una compañía (Steam Simce-Caller Company) de los Estados'Unidos. Es un carro de dos metros de ancho,

puesto en movimiento por una máquina de 4 caballos de fuerza, sobre una vía horizontal establecida en la superficie de la can tera: en la parte delantera lleva á uno y otro lado unas guías ver

ticales por donde ,se mueve una serie de picos de acero, subien do y bajando alternativamente, y cuyo choque contra la roca ca va en ella una ranura de algunos centímetros de ancho, y de un

metro á 1. 50 de profundidad. Por este medio se aislan bloques considerables que se desprenden luego de la mole principal por medio de cuñas que se fuerzan en la parte inferior. Como en los Estados-Unidos la mano de obra ó los jornales son muy caros, el empleo de este aparato es ventajoso hasta en las circunstan

cias menos adecuadas; cuando las canteras son de piedra homo génea y los estratos son horizontales, los desmontes para carre teras se obtienen así con mucha rapidez, y dejan grande utilidad \


(162) En el sector inglés se hallaba la exposieion de unos mode los presentados por los Sres. lVorsam y C? que representaban máquinas destinadas á aserrm' y á desalabear la piedra. Paréce nos que es aquí donde debemos dar una idea de ellas. Ambas clases de aparatos son en extremo sencillas, su uso es muy co

mun en las canteras de Inglaterra, y á lo quedice'n los exposito res el trabajo por este medio es sumamente económico. Treinta hojas de sierra trabajando en cantos de un metro 20 centíme tros de ancho y grueso por un metro 80 centímetros de largo re quieren la fuerza de tres caballos de vapor, y su importe total varía, segun sean las dimensiones del bloque, entre 600 y 1,100

pesos. Las máquinas para recti'ficar las superficies gauchas de la piedra ó del mármol, dejándolas planas y lisas, sugetan el blo que en una mesa horizontalde hierro, cuya plataforma ‘da'40 vueltas por minuto, y la vigilancia y servicio que exigen serre: -' duce á proveerlas oportunamente de agua y arena. Una mesa de 1. 2 metros 75 de diámetro pesa de 6.a? 7 toneladas, re iere una. fuerza de dos caballos, y su trabajo equ‘ivale al de .15 o izeros, se—

‘ gun lo ‘aseguran los Sres. Worsam: las mesas de 3 motros'35ade dia.metro pesan 13 toneladas y exigen 5 caballos de fuerza. El precio de estos aparatos varía con el diámetro de la mesa. y va desde 900 hasta 1650 pesos. ' A Haciendo caso omiso de los varios mecanismos destinados (i los trabajos especiales de la explotacion de las minas y parti cularmente de las carbon de iedra, resentados la Ex posicion, entre otrosde industrialesppor lospSres. Jones yenLevick, William Elliot, Carret y C’.‘ de Inglaterra; caso omiso que justi fica, á nuestro modo de ver, la distancia a que nos hallamos toda

vía de las especulaciones de esta clase, bien nos parece apuntar alguno que otro instrumento de los que sirven hoy para facilitar

la apertura de las galerías subterráneas. No puede la locomotriz trepar á la cumbre de nuestras montañas, ni es posible con fre cuencia llevar agua rodada á las poblaciones sin taladrar de par te a parte algunos cerros: ya en el corto acueducto tubular de Mayagüez se experimentaron las dificultadeslque trae consigo la ejecucion de estos penosos trabajos á la mano.

Entre los mecanismos bien reputados de este órden cita aremos el Perforador de M. La Raclze- Tomy, francés:el de M.

Bergstmem, de Suecia, el de M Doeríng, de Prusia, y el de los Sres. Beaumom‘ y Locock, de Inglaterra, casi igual, con insignifi cantes diferencias al de AI. Bcrrens, de Francia.

Expuesto estuvo este último en el Parque, frente á un es peso muro de sillería, como dispuesto ya para abrir en él una galería de 1 metro 20, que tenia de diámetro en la corona cor tante. No lo pusieron sin embargo, en movimiento, como no fun-‘


( 163 ) cionó tampoco el de Beaumont, destinado a abrir ur. taladro. de

1 metro 68 de diámetro. Uno y otro se componen esencialmen te de unárbol horizontal montado de manera que puede reci bir un movimiento rápido de percusion, y otro lento de rotacion:

ambos llevan una barrena central y un fuerte anillo. armado de piezas cortantes, que constituyen .531 extremo que ha de atacar

la roca; esta corona labra al mismo: tiempo una ranura circular

de los diámetros citados, y un agujeso 'eeíitg‘lhgue pueden al canzar hasta un metro de profundidad. Se regina entonces el‘

aparato para cargar y disparar el hueco del centró; c'nya explo sion rompe y desprende el cilindro adyacente. El d’e'Beaumont, obedece á un motor de aire comprimido y percute de 100 á 150 golpes por minuto: el de Berrens, mucho mas sencillo, se mueve á la mano. El defecto capital de ambos consiste, al pa recer, en la dificultad absoluta de visitar el instrumento durante

el trabajo y en la necesidad de regularizar, despues de cada ex plosion. la superficie del fondo. Es evidente que estos dos apara

tos necesitan algunas reformas radicales para trabajar con ver dadera utilidad en la apertura de las galerías; pero el principio en “que estriban es bueno y hay motivos para creer que no tar

en recibirahora las modificaciones .‘ _ ' ddaíán 5‘ Volviendo á la superficie que del requieren. terreno nos parecen es ; celentes auxiliares para la construccion rápida del afirmado de " las cgrreteras, los trituradores de piedra, las ruteras para el

transporte de los materiales, y los cilindros compresores, que son hoy máéuinas utilísimas sometidas al vapor.

Unrí v'ez'abie rta la carretera y regularizado un trozo de su perficie medianamente, las ruteras deben prestar servicios gran

demente económicos en los movimientos de tierra y en los trans portes hasta el pié de obra de toda clase de materiales. Cuando a intermitencia de estos las dejen ociosas, se pueden emplear con gran ventaja, como simples motores, en la trituracion de la piedra que haya de servir para afirmados y recebos. En otra. par

te hemos hablado ya con extension de cuanto á estos aparatos atañe. En cuanto á los trituradores mecánicos, dado que se posea

el motor, no es de poner en duda su superioridad sobre el. mar ron de mano. Ora improvise el ingeniero una serie de pisones movidos por un eje comun, ora establezca en las canteras mas cercanas, uno cualquiera de los‘ rompe piedras conocidos, la econo mía de tiempo y de brazos es incontestable. Uno de ellos, el de

los Sres. Huet y Geyler, po'r ejemplo, es un aparato sólido, de fá- ' cil instalacion y transporte, y de un rendimiento considerable: bajo la l'uerza de 7 a 12 caballos da este triturador de 140 á 200. golpes por minuto, y rompe de 75 á 100 toneladas de piedra por


( 164 ) dia. Una cuña y un obturador de Fácil manejo permiten obtener los pedazos del tamaño que se requieran. Depositada la piedra sobre la vía, donde la estienden en mucha parte los mismos carros de conduccion, si están bien dis puestos para este servicio, y regularizada al rastrillo ó á la ma no por los peones, viene la necesidad de comprimirla, para darle

á toda la capa superficial unidad, fortaleza y suavidad. Esta cos tosa y lenta operacion se ha hecho siempre á brazo y pison, ui data de anti r el cilindro tirado por caballos ó por bueyes que ' ' Ïel mismo objeto: auxiliares tan tardíos no mar .. compás con los otros medios que hemos apunta do. Para o ‘viar á sus inconvenientes, esto es, para acelerar con menor gasto ‘estos trabajos, inventó ill. Bai/luisons un cilindro

compresor movido por una máquina de vapor: los mecanismos do este importante aparato han sido perfeccionados posteriormente por los Sres. Gellerat y Comp. Vista de lado tiene esta hermosa máquina el aspecto de una locomotriz poderosa: la caldera que es tubular, el cilindro motor y las transmisiones, el ténder, la chimenea y todos los accesorios, reposan, mediante un juego bien combinado de só

lidos resortes, no sobre cuatro ruedas. sino sobre los ejes de dos cilindros robustos y pesados, iguales y que ocupan todo el ancho en la parte anterior y posterior de la máquina. Los dos estre mos de un mismo lado de los ejes llevan ruedas dentadas que engranan con una cadena sin fin de Gail y reciben por ella el movimiento propulsor: la máquina marcha hácia adelante, há cia atras cómodamente y con la misma facilidad gira en una

curva que tenga 13 ‘á 14 metros de radio. Cuando apareció esta nueva aplicacion de la máquina de vapor, fué sometida á la experiencia directa bajo la direccion de los Sre. Míchal, Hamberg y Allard Saint-Auge, Ingenieros de Puentes y calzadas, á quienes estaban_confiadas las vías pú blicas de París: con los resultados de estas experiencias fué adoptado el aparato para los trabajos de empedrado que sostie ne esta ciudad. Las ventajas comprobadas, relativamente á los demas sistemas son: 1.° una economía importante en los gastos: 2‘? gran rapidez en la ejecucion: 3.° mayor perl'eccion en el trabajo.

He aquí ahora algunas otras particularidades y noticias que contribuyen á definir con claridad esta máquina en los tres ti

pos que de ella se construyen.


(165)

DIMENSI0NES PRINCIPALES Y EFECT0 UTIL DE ELLA. W

TIPOS. f.-

.A

.—

NUM.1.NUM.2. NUM. 3.

Superficie de caldeo: hogar 3111.20: tu-

i

bos 25m 80: superficie total, metros

cuadrados '. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Diámetro de los cilindros motores. metros lineales . . . . . i . . . . . . . . . . . . . . . . .

,, ,,

Carrera de los pistones . . . . . . . . . . . - .id.

,,

29'00

,.

0‘230

,.

0‘360

Diámetro de los cilindros compresores id.

1‘50

1‘45

1‘45

Su longitud en las generatrices.... . . .id.

1‘45

1‘90

1‘50

Peso'de la máquina vacía. . .Kilógramos

,,

,,

19,500

Peso medio de cada tipo en marcha. .id 17.800 29,100 22.700 Velocidad media por hora de marcha en ' la calzada por comprimir : . .metros. .1,88O

2,270

3,370

66

76‘5

7,660

7,570

Número de toneladas Kilométricas por

hora de marcha . . . . . . . . . . . . . . . Peso en Kil. por metro corriente de ge neratriz . . . . . . . . . . . . .

32'5

. . . . . . . . 1 “6,140

De las experiencias citadas, ha resultado que el número de toneladas kilométricas necesario para ápisonar un metro cú- '' bico de piedra menuda en capas de 8 á 25 centímetros es de 4 á 5cuando el trabajo de la máquina es bien conducido: y que es independiente del gruesode la capa, dentro de aque llos límitesf Se deduce pues que en 10 horas de trabajo efectivo, es ta máquina puede apisonar de 65 á 85 metros cúbicos con el tipo núm. 1: de 130 á 165 con el númk2 y de 150 á 190 ' con el núm. 3.

El precio medio de estos aparatos es de 7.000 pesos. Parécenos que con un material (Ullltl este, aunque incom-l

plcto todavía, dirijido con actividad y gobernado con acierto.

puede la Islaconcebir de nuevo la esperanza de tener en ÏrI'I'rIw años una rcd de comunicaciones estables. Ella ha suspirado sicln


(166) prehallan por conseguirla: dentro y fuera crecidosque Presupuestos se pruebas'incontestables de de lossus sacrificios ha hecho q siempre con este objeto, y su queja mas alta, mas unánime y mas agria ha recaído siempre, hasta estos últimos tiempos, sobre la

ineficacia de los gastos que le han impuesto las obras de cami— nos. Por desgracia ha visto abandonar unas vías, despues 'de

abiertas, para abrir otras en sus inmediaciones, sin que ni unas ni otras se hayan llevado á cabo; por desgracia ha visto caer los

puentes mas costososy mas necesarios, y ha tenido que volver á los antiguos vados, con frecuencia interrumpidos por las crecien

tes, variables y peligrosas. Si todos estos tristes sucesos no han

determinado una verdadera rétr‘ogradacion del trabajo en gene ral, seguramente que no. han contribuido a su fomento y pro—

gresos, y de todos modos la Isla que no ha podido reconocer las ventajas de los unos, ni explicarse las causas de los otros, ha sen‘ tido sus graves consecuencias por todos conceptos, y ha perdido

torLzfé en la satisfaccion de esta, que es quizás la mas imperio sa de sus necesidades. Urge, pues, si los signos del tiempo no nos extravian, urge sobremanera reanimar en el país esta fé y restablecer con he chos incontrastables ' ‘la confianza en el porvenir. Para ello pre ciso sera abrir los tmbajos de carreteras en grande escala, y

continuarlos con grande actividad y con mayor perseverancia, asegurándoles á todo trance, contra todo evento y á costa de

cualquiera otro sacrificio, un presupuesto suficiente y constante.

Quizás, sea esta, entre todas las resoluciones que penden sobre los destinos. de la Provincia, la única que reuna el voto unáni— me de sus habitantes, la única destinada á absorver todo su pen

samiento y á dominar por mucho‘tiempo todas las otras; pero es evidente que los medios deben ser grandes y seguros, como es grande y trascendental la necesidad.

Sin salir del vasto círculo de los trabajos públicos, pudiera mos anotar otros muchos instrumentos modernos; pero el tiem po y el espacio nos faltan, limitados, como estamos, en uno y otro sentido. Con todo, no omitirémos citar, aunque no sea mas,

los martinetes de vapor de los Sres. Sissons y White para cla var pilotes de 7 á 8 metros: las gruas de madera ó de hierro, mo vidas por el mismo agente, fijas ó locomovibles, para elevar,

mantener por alto, ‘ó cambiar de lugar grandes pesos. como son las máquinas elevatorias de Borde, las locomovibles de los Her manos Appleby y'las de J. Taj/[my C'.‘ y por último, la de III. San/rs, de Inglaterra, que avanza, retroc’ede y gira sobre vías fér reas ó en los caminos ordinarios; eleva, traspone y arria hasta.

seis toneladas de peso, y todo esto mediante un juego de palan cas que cac cómodamente bajo la mano de un solo hombre, su b


(167 )l ficiente para manejarla (1). A la verdad, cuando el operario se .vé auxiliado y protejido por estos robustosbrazos, tan poderosos como obedientes. su confianza es grande y las obras mas peligro

sas marchan con rapidez á su térmirp, sin pérdidas y sin sinies tros. Lo contrario se vé, desgraciadamente con frecuencia, cuan do el torno de traccion se improvisa con una rueda de carreta,

cuando los piés derechos son palos verdes, rebosando de savia resbalosa, mal hincados en tierra y peor trabados entre sí, cuan

do en fin, la cadena y hasta el gancho de los aparejos, como el ca ble de resistencia calculada. se sustituyen ciegamente por‘ la so

ga mal torcida de majagua y de resistencia desconocida.

PUERTOS.

Próxima ó distante de nosotros la época de los grandes tra bajos submarinos, que nuestro puerto reclama en particular, y mas generalmente de los trabajos hidráulicos que pueden conve nir á la Isla, siempre es cierto que existen hoy medios seguros para triunfar con prontitud de los obstáculos que la naturaleza presente en estas obras. El Scqfandm,‘ el Troyano y la Drago,

son seguramente los mas importantes. El antiguo buzo, cuando le ayudaban fuertes y voluminosos pulmones, permanecia á cortas profundidades debajo del agua, de unoá dos minutos á lo mas: poco podia esperarse de un tra

bajo de tan corta duracion. A veces no volvia á la. superficie sino el cadáver del hombre, dando sangre por la nariz, por los oídos

y hasta por los‘ ojos: los buzos mas robustos entre los salvages

de la Oceanía, como los mas diestros del Archipiélago griego están sugetos á esta ley. Pero si la constitucion humana se opo ne a. una permanencia prolongada en esta mansion adversa, una

propension íuerte y un interés múltiple ha inclinado siempre al hombre á penetrar en ella, y á explotar las riquezas naturales ó adventicias que yacen en su fondo. La es‘ponja, el coral, las pcr

(l)

Los precios de estos aparatos varían mucho, segun los pesos á que

resisten y los mecanismos mas ó menos ingeniosos de que están armados: la gruo. de Sanks, por ejemplo, vale 8 1900, y la gr'ua fija de los Srcs. Claparédc y C‘? que carga 40 toneladas, vale 8 24 0G0. Esta última sirvió á la vista del público para lu. descarga de la gruesa artillería de Francia que figuró en la Ex

osicion: pertenece, si mal no recordamos, al servicio de guerra del puerto de irest 6 de Tolon.


( 168 ) las, el nácar, son objetos preciosos (1) que la naturaleza cria á una profundidad‘de 25 metros cuando menos, y que á veces es. preciso bajar hasta los 50 para encontrarlos: las pérdidas por si niestros de mar son casi siem re muy cuantiosas y con frecuen cia entran en ellas objetos ina terables y valiosos. Limpiar la qui lla de un buque sin moverlo del fondeadero, reclavar el cobre ó

reparar una avería en plena navegacion, son servicios tanto mas importantes, cuanto que alcanzan á salvar grandes valores y la vida de muchos hombres. Por último, el ingeniero que está en cargado de suprimir la roca que obstrnye el tránsito de los bu ques de gran calado, como el que necesita regularizar el fondo del mar ó del rio á cierta profundidad y prepararle buen asiento á las fundaciones de un edificio, han menester hombres que pue dan moverse con libertad y permanecer durante algunas horas debajo del agua. Como se vé, esta necesidad es tan grande como antigua: su satisfaccion no podia tocar en suerte á la ruda familia de los buzos. Ella implicaba un problema complicado, cuyos elemen tos mismos era preciso descubrir, porque eran desconocidos. Así, ha sido forzoso esperar que viniesen al mundo el descubrimien to de Tori'íGalli y el principio de Pascal, que se conociesen to

das las .lcyes de la presion de los fluidos y se tuviesen los me dios de medirla y de valuarla con exactitud, para que el ilustre

Halley que habia sondeado las profundidades de los cielos, se atreviese á inventar una campana, y á descender, dentro de ella,

á 15 metros bajo el nivel del agua. La Cwnpmm del buzo, que á él se debe, y que ha.prestado eminentes servicios, particular

mente en los grandes trabajos submarinos de las costas de In glaterra, ofreció, desde su orígen, dos graves inconvenientes en—

tre otros: el operario en ella encerrado, no puedetrabajar late ralmente, en el costado de un buque por ejemplo: el espacio en

que se mueve es además muy limitado.

SCAFAÑDROS. l

.

Así pues, aunque'este instrumento, fué un verdadero pro-. greso y alcanzó en gran parte su objeto, durante mas de un si (l) El coral ordinario se vende, por término medio, á 3 5 libra; el fino rosáceo de SS 20 á 8 30. La venta anual de esta sustancia en bruto asciende á

millon y medio próximamente: abunda en el Mediterráneo, y lo explotan en grande los Italianos. La esponja comun tiene salido. á 8 2 libra, y 18. muy fina llega hasta 53 30. El archipiélago griego vendió en 1865 por valor de SS 600.000.

Las perlas se pescan hoy casi exclusivamente en Ceylan, en las Filipinas, en el golfo de Persia y en las Islas Gambier de la Oceanía. Los americanos del Norte han obtenido excelentes resultados en las costas de California y Panamá.


(169) glo, ya á fines del pasado comenzaron á hacerse nuevas tentati u vas para sacar al obrero de tan estrecho recinto y dotarlo de mayor libertad en el fondo de las aguas. En nuestros dias, la goma elástica y las transformaciones que la industria sabe co municarle, no han contribuido poco á realizar este intento: en efecto, el sea/¡Indra de hoy no es otra cosa mas que. .un vestido

impermeable, terminado en la parte superior por una másca ra metálica, provista de algunos vidrios para la luz, y en rela

cion directa con la atmósfera por medio de bombas y de tubos convenientes. El hombre, así protegido, puede respirar libre

mente, disponer de todos sus miembros y marchar en todas di

recciones, á cierta profundidad, por el fondo misterioso de los mares. Cuam'lo la profundidad no es grande. puede tambien prescindir de este vestido y trabajar con mayor desembarazo:

desnudo entonces, como el buzo primitivo, se prensa las venta nas de la nariz con unas pinzas que se las cierra herméticamen te, pone á su espalda un depósito de aire que, mediante un tubo

que lleva en la boca. viene á ser como una estension de sus pul mones: se arma de su puñal y desciende bajo el líquido elemen to, donde puede permanecer durante una hora completa. De ambos sistemas se presentaron numerosos. aparatos en la Exposicion. En efecto, habíalos de la compañía Ruso-Ameri cana que explota el cautchú en San Petersburgo: de Mr. Cabi rol, conocidos mucho tiempo ha, y empleados en los trabajos de Brest y á bordo de muchos buques franceses: de M: Messager que se lastran mediante un collar pesado de que puede desem barazarse instantáneamente el buzo para volver con prontitud á

la superficie: por último llamaron mas que' todos los otros la atencion, los de los Sres. RouguayroZ y Denayrouze, ingeniero el uno y oficial de marina el otro. Hé aquí los precios de estos aparatos: Tipo núm. 1, para un buzo y propio para bajar de 1 á 26 metros: comprende la bomba‘de aire y el depósito regulador con las piezas de cambio, tubos y vestido com

pleto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 8 345 Tipo núm. 2, para la pesca del coral y las esponjas, ó sea para profundidades de 1 á 60 metros, completo. . . 3 520 Tipo m'im. 3, para dos buzos: adoptado por la mari nai mperial . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 3 600 Tipo núm. 4, alta presion: para dos buzos: adoptado

por el Almirantazgo inglés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 720 Evidentemente el hombre de nuestro tiempo ha tomado po sesion del fondo de las aguas, y si los aparatos de hoy están des:

22.


(170) tinados, como es consiguiente, ámayores perfecciones, esta es la

mejor prueba de que aquel está llamado á extender cada dia mas sus nuevos dominios.

TREPANÓ. Para romper las duras rocas que impiden á veces la entra da de ciertos buques en los mejores puertos como para formar

asiento á las fundaciones de las obras hidráulicas, se han emplea do muchos y distintos sistemas. En el famoso ptlerto' de Cher burgo, gran teatro de estas experiencias, despues de ensayos

multiplicados, y de contratas rescindidas, parece que los mejores resultados se han debido al uso del Trépano comun de los pozos artesianos. Un dibujo correcto y una fotografía esmerada repre

sentaban en la Exposicion estos trabajos. La roca que se trataba de desmontar se hallaba á 3 metros y medio bajo el nivel del agua, y formaba una verdadera laja de bastante extension. Instalóse sobre ella un simple andamio de tres piés, de puntas herradas, fuertemente trabados por arriba en un vértice único: tenían de largo 22 metros y soportaban un tablado á que no podian alcanzar las mareas altas: sobre este se estableció un torno, cuyo cable pasaba por la garganta de una po lea, suspendida en el vértice. para venir á amarrarse al trépano. Este, que no es mas que un cortafrío descomunal, tenia en el corte 40 centímetros de ancho y pesaba con su vástago 450 ki lógramosr siete hombres lo manejaban, elevándolo áM. 1’ 50

dos veces por minuto y obteniendo M. 1’ .30 de profundidad por término medio al dia: cuando llegaba de 2 á 3 metros, el buzo encargado de curar el taladro, dirigía á su centro la carga de pól vora contenida en cartuchos cilíndrieos de hoja de lata y de 38 centímetros de diámetro, lastrados en la base inferior por una corona de plomo: atacábalos con arcilla y cimento de rápido vín culo, acabando la carga con arena y cuidando siempre de dejar libres dos mechas de BicIr/brd que lleva cada cartucho. La mina se incendia durante la alta marea, bajo una pre

sion de 10 á 11 metros de agua. Los fragmentos de una se ex traen mientras se abre otra. Nueve de ellas han consumido 1,000

libras de pólvora y han dado 210 metros cúbicos de roca. El metro cúbico extraído resulta á 13 pesos por término medio. Cada taller completo se compone de un aparejador, tres bu zos, seis peones para la bomba de aire, y catorce para el trépa— . no. Los ‘buzos se relevan de cada tres á cuatro horas.


(171)

'

Dmoas Y BOMBAS.

Cuando no_es roca lo que obstruye el paso en las aguas, si no bancos de arena suelta, ó bien masas compactas de alnviones seculares, se emplean las Dragas. A veces constituye el fondo

excavable un gran depósito de vasa desleible y sin consistencia bastante para resistir útilmente á estos instrumentos, y entonces recurre el ingeniero á la bomba para absorver y elevar estas ma terias. De ambos sistemas se presentaron en la Exposicion. no ejemplares completos, sino modelos y dibujos. La compañía portuguesa Alianza ha expuesto un modelo de estas últimas, compuesto de draga y bomba con lanchones de carga; pero sin notas ni explicaciones bastantes. Tambien hubo

un modelo análogo, de LM. Johnson de los Estados-Unidos, en el mismo caso. En general, estos aparatos se componen de un buque de di mensiones ‘medianas en donde van el motor y la bomba: por me dio de un tubo elástico se comunica esta con otra embarcacion no mas grande, destinada á recibir y llevar á distancia la vasa,

que entra en los departamentos preparados al efecto en sus cos tados, mediante la accion de la bomba: de estos pasa la vasa á un pozo del centro, en cuyo fondo hay compuertas que se abren,

cuando conviene, para vaciarlo. Los Sres. Gache, Jollet y Babin construyeron tres de estos

buques bomberos que se han empleado mucho y con muy buen éxito en el puerto de San Nazario, en la desembocadura del Loi ra. Los buques tienen sus máquinas dispuestas para actuar suce sivamente sobre las bombas y sobre la hélice motriz: conducen

de 220 á 270 metros cúbicos de vasa. Como para mantener el fondeadero en estado normal es preciso extraer allí anualmente 267,000 metros cúbicos de vasa y como 89,000 de otras mate

rias que exigen la accion de la draga, se han podido comparar los gastos respectivos, por metro cúbico, de ambas operaciones: hé aquí los resultados: Extraccion y trasporte de un metro cúbico de va— sa, carbon, reparaciones y mano de obra. . . . . . . . . . . . 8 0, 03 Intereses y amortizacion del capital . . . . . . . . . . 3 0. 05 T0tal.....

50,08


'

(172)

Idem de 1 metro cúbico extraído por la draga,

carbon, reparacion y hombres. . . . . . . . . . . . . . . . . .‘ ¿B O, 07 Intereses y amortizacion......... .. . . ..

80, 08 e’ 0,15

_

En cuanto á las Dragas propiamente dichas, parecian muy

notables las del caballero Mauser, inspector de marina en Tries te; mas aun las de Mr. Symons, de Escocia, entre cuyos modelos

se encontraba uno de una draga montada en buque bien dispuesto

para hacer Ím'gas travesías, y propio por consiguiente para tras portarse al puerto en que se requieran sus servicios; pero los mo delos mas detallados y mas provistos de datos fueron los de las Dragas delos Sres. ‘l’Viwgate, de Inglaterra, casa de mucha re puta’cion en ' este ramo, á que ha consagrado especialmente sus

talleres. Uno de ellos representa la draga que trabaja en el Ty ne, y cuyos pormenores son como sigue: El buque es de hierro y mide M. 48’ 20 de largo. M. 11’ 90 de ancho y M. 3’ 65 de puntal: la máquina es de balancin in ferior, manda 55 caballos y lleva dos transmisiones distintas pa

ra las linternas superior é inferior de la draga: puede tambien impulsar dos hélices que dan una velocidad de 7 á 8 kilómetros por hora. Las dos cadenas sin fin llevan 34 escavadores cada una, con 375 litros de capacidad, los cuales marchan á razon de 14

por minuto. Estos escavadores alcanzan y trabajan cómodamen te á 10 metros y medio de profundidad: el terreno que excavan

es ordinariamente de aluvion antiguo de mucha tenacidad: para que al caer de lo alto de la draga al canal correspondiente corra esta materia con facilidad se emplea un fuerte chorro de agua que proviene de dos bombas poderosas destinadas á este efecto. Cuando le draga encuentra un terreno muy resistente, ó cuan

do los escavadores penetran á mucha profundidad. 1a máquina ‘se retarda y con ella el movimiento de traslacion; si por el'con trario la resistencia disminuye, todo el sistema se acelera, mer

ced :i la buena combinacion de sus órganos, calculados con este fin: hay mas, una disposicion ingeniosa. aplicada á todos los ejes principales de la máquina, es decir, de la draga y de los tornos

de esta, impide la ruptura y los accidentes que pueden acontecer, y acontecen en otras dragas, cuando se encuentran obstáculos

extraordinarios: esta disposicion consiste en que las ruedas den tda -a s son aros ft uer es, in (lldtdlalldl eien ien es e s )O eas e osees de rotacion, y se montan en estas fijándolas por medio de torni

llos de presion, calculados de ‘manera que dejan girar la polea interior, sin arrastrar el aro dentado, cuando la resistencia esce

de á los límites previstos.


(173) Las dragas de este tipo están bien dipuestas para aguantar la mar cuando navegan: á él pertenecen los números 5 y 6 que

trabajan en Newcastle, venidas de Glasgow. Se emplean, por término medio, durante 2000 horas al año, en el Tyne, á causa '

de las mareas, de las nieblas y de las necesidades de la navega clon que interrumpen el trabajo. Producen 800.000 metros cú bicos anuales y sale el metro cúbico de 30,04 á 30,05 sin contar _ ni interés ni amortizacion. Son del porte de ' 1.000 toneladas y cuestan b1l9.750; pero se construyen de menor porte y valor,

bien que bajo los mismos principios.

4

'

TRASPORTES.

Parece probado que el trasporte de los materiales extraí dos, hecho al vapor es muy económico. La compañía del canal de Suez ha expuesto modelos de los trasportes que emplea, cons truidos ya por los Sres. Henderson Coulborn y Comp, ya por .Mr. Seat/L, ambos de Glasgow. El buque es de hierro y tiene las tres dimensiones siguientes, por punto general: M 41'15, M

7’01Íy M 2’97: el pozo para recibir los desmontes cuenta M 15’24 de largo, M 5'79 de ancho al nivel del puente, y M 2’51 en el fondo. Este pozo está en el centro y contiene cerca de 180 metros cúbicos. Seis pares de puertas que se manejan fa cilmente por medio de torno y cadenas cierran y abren el fon do. La máquina de la embarcacion es de 50 caballos nominales,

de presion mediana y de condensacion: la hélice mide M 2’44 de diámetro y M 3’81 de paso: la marcha es de 8 á 9 nudos

por hora. Estos transportes, que hacen el servicio con las dragas de Wingate, en Suez, en Newcastle y otros puntos, gastan por tér mino medio 80,05 por metro cúbico transportado á 16 kilóme tros de ida y vuelta: de modo que la suma, por desmonte y trans

porte á la mar, en estos términos, .viene ú ser de 10 centavos

por metro cúbico.

CARPIN'I‘ERIA

Y lünmis'rnam.

Funcionaban tanto en el Palacio, como en el Parque al

gunos aparatos que, relativamente, no‘ eran menos importantes que estos, y que facilitan muy mucho los trabajos del carpintero

y del ebanista. No de otro modo se pueden explicar a un mismo


(174) tiem

la perfeccion del trabajo y su bajo precio relativo: el

mue .le, las puertas, el balaustre, las molduras sencillas ó com

plicadas y hasta los caprichos del dibujo, esculpidos, calados, Ó de relieve se hacen hoy en la madera de un modo casi indus

trial. gracias á los mecanismos ingeniosos que se. han inventado al efecto. Son muchos, pero citarémos pocos, y sin detenernos demasiado darémos idea sucinta de algunos. En la galería de las máquinas, Sector de España, figuraba una principalmente destinada á hacer adornos y molduras de madera: es invencion de D Sebastian Fernando, de Barcelona, quien explica como si

gue las cualidades de su aparato. “Se aplica con ventaja no solo “para igualar los contornos de las tablas despues del aserrado, ha

“ciendo piezas semejantes á un model) dado, sino para ejecutar “toda clase de molduras

y adornos, siendo exacto su traba

“jo hasta en los mas pequeños detalles. Con las máquinas hasta

“ahora conocidas, se exigía que un obrero se encargase del re “pasado de las piezas á tin de corregir las imperfecciones que “siempre quedaban en ellas, mas este inconveniente ha desapa “recido con la máquina de que se trata. Ademas, por efecto de "la gran velocidad de su herramienta, se obtiene gran economía

“de tiempo por complicados que sean los relieves que se deseen “obtener.” El inventor fija el precio de esta nueva herramienta en 800 escudos. . La sociedad “Minas de Suecia” presentó numerosísimos ejemplares de toda suerte de herramientas de carpintería y

ebanistería, apropiadas á todos los casos que pueden presentarse en estas artes' .Mr. Jo/a. Zimme/‘man, de Chemnitz, en Sajonia,

se distinguia en su exposicion de herramientas mecánicas, des

tinadas á trabajar el hierro y la madera: entre estas últimas eran muy notables sus sierras circulares, sus sierras de cinta sin jin, sus cepillos mecánicos para cuartonería y tablas lisas, como

para molduras corridas de todas clases: sus instrumentos para ensambladuras á caja y espiga, escopleaduras rectas y oblícuas, taladros y cortes cualesquiera. Obraba tambien en esta exhibi

una mesa universal (La- rbmu'stería y varios tornos ingeniosos. Cla ro es que todos estos aparatos suponen un motor proporcionado y de marcha regular para que la obra salga‘ perfecta. No anota mos aquí precio alguno porque son muchos y varios: pero la

casa del Sr. Zimmermann se complace en dar su precio cor riente, ya en Aleman ya en Francés, á todo el que lo solicita.

Los aparatos de carpintería y ebanistería de los Sres. Sa muel Worssam y Comp, de Lóndres, nos parecen por último

mas cómodos y mas adecuados á todas nuestras necesidades.

Uno de ellos, cl Ebanista Universal ha sido calculado para ha cer casi todos los trabajos del ramo que, ordinariamente, se ha


(175) cen á la mano y con mucho costo: en él se asierra, acepilla, se sacan piezas á grueso, se hacen muecas y escopleaduras, y es pigas simples y dobles: se corta de través y oblicuamente: se escuadra la madera, se hacen lengüetas, ranuras, listeles, boce

les de todas clases: se construyen cuñas, se hacen taladros y bar renos de todos diámetros, y otras numerosas operaciones de estas artes con mucha comodidad y exactitud. Cualquier car pintero puede poner esta máquina en accion, dirigirla, y con ayuda de un aprendiz atento, ejecutar la suma de obra que á la mano requeriría el trabajo de quince obreros entendidos. El ta ller de Ï'Vm'ssam y Comp, entrega esta máquina montada y lis

ta para funcionar: solamente hay que atornillarla á un tablero sólido y fuerte. Se componen estos aparatos de las piezas prin cipales que siguen: una guia de recambio, un mecanismo de ta ladrar, un porta-herramienta con sus pasadorés, un aparato pa ra hacer las espigas, una mesa para cortes trasversales y una serie de llaves inglesas para los diferentes tornillos y tuercas que.

requiere. El resto de la herramienta que puede adaptarse al porta-instrumentos, se trata por separado.

La que sirve para hacer las espigas es á propósito para re cibir piezas de madera de 25 por 20 centímetros de escuadría,

ó piezas de menores dimensiones. La de hacer taladros puede darlos de 5 centímetros de diámetro con 30 centímetros de pro fundidad. Como la velocidad del eje de la sierra ha de variar mucho á causa de los diferentes trabajos, hay una transmision de poleas

cónicas, correspondiente á otras poleas análogas montadas en di cho eje. Las cosas están dispuestas de manera que la velocidad puede variar desde 1,600 vueltas por minuto á 2,300. Esta máquina requiere como término medio la fuerza de un caballo. Diámetro de las poleas de transmision 0’30 M. Velocidad del árbol, por minuto, 600 vueltas. Precio 500 pesos.

PRECIOS DE LAS HERRAMIENTAS. Una sierra dispuesta para hacer ranuras desde ‘M710 ’

hasta 38 milímetros de anchura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

3 18

Aparato completo para hacer las cuñas . . . . . . . . . . Un disco de acepillar con una serie de hierros, para piezas de hasta 0’18 M........ . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Aparato para muescas y escopleaduras con 7 hierros

20 37


(176) para mortajas desde 6 m. m. hasta 25 de ancho . . . . . -. 16 sierras circulares en grupos'de á cuatro, con los

.80

diámetros respectivos de 0’25, 0’30, 0’38 y 0’46 M. den

tadas diferentemente para toda clase de trabajo . . . . . . . .

55

24 barrenas de 6 hasta 38 m. m. de diámetro. . - . -

35

Doce pares de hierros surtidos para mold uras á par . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. ....._

2 24

Arbol con polea de transmision para variar la velo cidad desde 1,600 hasta 2,300 revoluciones por minuto.

63

Pudiéramos anotar las .síerms verticales para cortar árbo les rollizos, la máquina universal para molduras y algun otro apa rato notable, como la máquina para acepíllar grandes piezas,

movidas todas al vapor y pertenecientes á la misma casa; pe ro la noticia que precede da una idea de la naturaleza y de los precios de estos instrumentos y es bastante para que se com prenda que sus ventajas dependen de la actividad del taller y por consiguiente de la amplitud del mercado para sus productos.

ALFARERIA.

Fabricamos en el país, como hemos dicho, una sola clase de ladrillo. y otra de teja: el ladrillo sólido y la teja vana. Pueden hacerse y se han hecho entre nosotros de estos productos, á ma no, ladrillos con arcillas coladas y con las molduras de uso mas frecuente en las cornisas comunes: escelentes parecieron en la

primera Exposicion provincial las muestras de esta especie pre sentadas por el Sr. Pecunia, de Mayagüez; pero no hemos visto tejas planas ni menos tejas barnizadas de colores diferentes, que tanta gracia suelen dar á los techos de las casitas de campo eu ropeas. De todos modos, estos artículos, lo mismo que los ladri— llos huecos, y los que llevan adornos arquitectónicos. hechos á mano no son nunca perfectos, sino á fuerza de esmeros y cuida

dos que hacen subir mucho su precio. Las máquinas permiten fabricarlos de un modo corriente y, habiendo mercado, con una

diferencia insignificante respecto al precio del ladrillo comun. La cuestion del “mercado” es tanto mas interesante cuanto que ella decide de las verdaderas utilidades que se pueden sa car de esta industria. Como la arcilla es un cuerpo bastante pe sado y el precio del ladrillo es ínfimo, no es posible contar con

una venta distante: aun situada Ia alfarería á una distancia mode


(177) rada y contando convía terrestre ó fluvial cómoda, raro es el establecimiento, si alguno hay en toda la Isla, que pueda traba jar de un modo constante todo el año: en general los Tena'ales permanecen en reposo los dos tercios de este período y los in dustriales de este ramo tienen que buscar otra ocupacion para la mayor parte del tiempo, Hé aquí lo que, segun los prácticos de este ramo, se nece sita para montar y poner en marcha un Tendal de 14,000 la drillos por semana ó sean 672,000 al año.

CAPITAL

FIJO.

TERRENOS. Barreras . . . . . . . . .

2 cuerdas.

Pasto de res . . . . . . . 20

,,

22 id. á 310 . . . . . .

8220

Monte para leña 50 id. á. S30 . . . . . . . . .

1500

1720

Dos tendales de madera rolliza y cubierta

de paja con 65 por 8 varas á S350 . . . . . . . . . .

700

1 Horno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..

200

900

MOVILIARIO.

Una pisa ó tahona . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .

840

Una rueda de malaxar . . . . . . . . . . . . . . .

60

2 carretas, eje de hierro . . . . . . . . . . . . .

200

16 canoas de arrastre . . . . . . . . . . . . . . . .

32

24 gabelas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - .

9

12 baldes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - . 2 pipas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 yuntas de bueyes . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 yugos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 cadenas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Hachas, espadines, hazadas y palas. .. . .

3 8 400 3 12 25

792

Total . . . . ..

3 3412

CAPITAL CIRCULANTE. PERSONAL DEL TALLER.

Un ladrillero 322 mensuales. al año. . . . Un ayudante canteador . . . . . . . . . . . . . . 23

8264 75


(178) Dos peones de pala y fogoneros, á 3 13 mensuales...... . . . . ........ .......... Un leñador ídem idem . . . . . . . . . . . . . . Dos carreteros para el barro, leña &c.- .

312 156 312

1119

Total.......

4531

Semejante taller, debería producir como sigue: PRODUCTO BRUTO.

672,000 ladrillos á 3 5 al pié del horno . . . . . . . . . .3 3360

GASTOS.

'

6 pg de interés de 33,412 capital fijo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Amortizacion de esta suma en 10

3204 72

años:uno............ . . . . . . . . . . . . -.

34120

Reintegracion de los gastos del pcr sonal...... . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . ..

6 p. 8 interés medio de estos gastos.

1119

,,

67 14

’ 6 p. 8 de contribucion para el Esta do . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 p. 8 idem para el municipio. , . . .

1732 06

1627 94 97 68 48 84

146 52

Producto neto . . . . . . . 1481 42 Como se vé de estos números, un millar de ladrillos cos

taría por todos conceptos 532. 80 y produciría una utilidad neta de 32. 20, vendido á S55 al pié del horno: pero como los gastos del capital fijo son permanentes, y como las intermitencias del mercado son largas para este artículo, las utilidades citadas son con muchísima frecuencia ilusorias. ‘ Las máquinas que se han escogitado para aumentar la pro duccion, suponen por la misma razon, una venta mas activa: cuan do esta es lenta y mezquina, las máquinas, por su costo, son tan to mas gravosas, cuanto mas potente sea el motor que requieran. Mas sin ellas no pueden obtenerse, de un modo corriente,

productos de formas diferentes y bien acabados: bajo este pun to de vista la mano mas diestra, es, á no dudar. mas costosa que

la máquina menos perfecta. Como quiera que esto sea, muchos mecanismos, mas ó me

nos ingeniosos, se presentaron en la Exposicion: todos ellos pue den dividirse en dos clases: unos que comprimen la arcilla leve


(179) mente humedecida y dan el ladrillo seco, en disposicion de pa—

sar inmediatamente al horno; otros que reciben la arcilla moja da y concluyen de malaxarla, dando por una presion calculada y por formas diferentes, el ladrillo blando con las molduras que se quieran. Los primeros no hacen mas que ladrillos sólidos, cuya pas ta no resulta siempre firme y cuyas aristas difieren poco de las de los que se hacen á mano, bien que las superficies resultan ge neralmente mas perfectas. Carecemos de precios y pormenores relativos á estas. En cuanto á las que funcionaban en la Exposicion con buen éxito, prestandose fácilmente á la produccion de toda suerte de ladrillo y teja, lo mismo que á la construccion de tubos de va rios diámetros, anotarémos las máquinas de C. Schlickeysen de

Berlin y la de los Sres. Clayton y Comp, de Lóndres, como si gue: MAQUINAS DE C. SCHLICKEYSEN, PARA LADRILLOS SOLIDOS,

HUECOS, TALADRADOS, TEJAS DIVERSAS, ‘TUBOS

Y

POTERIAS.

Trabajo por día. Peso. Nombres.

Fuerza.

Ladrillos.

Precio.

Kilógra. ‘Pesos.

——_-_

Prensa malaxadora. núm.. 1 1 caballería Id. número. . 2 1 ídem.

. 1.500 á 2.000 2.500 á 3.000

450 600

114 152

Id. número. . 3 2

ídem.

4.000 á 5.000

650

228

Id. doble n.° 4 3

ídem.

6.000 á 8.000 1250

342

Id. número: . 7 10 id. vapor. 12.000 á 20.000 3500

950

Especiales para tubos. De Drenage, 3 Un hombre yTubPS de 7 P}; z

180

65

..

2300

' número... 24

Número 28 Un caballo. 12 pulg. diámet. (a) Número 29

Vapor.

24 id.

id.

(b) Número 29

Id.

36 id.

id.

.

..

760

..

1900


(180) Máquina de Cdagton 3 Compañía. Brick—moulding|

Vapor.

|12.000á18.000

..

l

325

Todas estas máquinas llevan como aparatos complementa rios un banco y varios moldes;pero las mismas fábricas proveen de todos los accesorios que el industrial requiera á precios mó dir os. Debemos advertir por último que, segun creemos, las arci llas endurecidas por elfrio dan mejores resultados en estas má

quinas, que las otras. Acaso por no haber procurado aproximar la consistencia de las pastas al estado que de esta circunstancia resulta, no se han obtenido en el país los buenos efectos que de estas máquinas se esperaban. Alguna que otra hemos visto aban donada por inútil, bien que no difería en nada de la prime ra que hemos anotado. ' '


(181)

‘¿l ll a

flgvicnhura.

Injustas, como ciegamente apasionadas, fueron las quejas que algunos escritores lanzaron contra la Comision Imperial,

con motivo de la Seccíon agrícola de la Exposicion. Proveyó ella con minuciosa atencion a cuanto era necesario para que la gran

noch'íza de las gentes figurara en el universal concurso con to das sus gracias, con toda su pompa y con todos sus múltiples y

heterogéneos recursos: las galerías del Palacio daban de ello alto testimonio, poniendo á la vista del espectador los produc tos agrícolas de todos los climas, .en el estado en que el comer cio los lleva y los cambia or todo el ámbito de la tierra: en el

Parque eran numerosos lbs edificios que contenían preciosas colecciones agrícolas, con su historia, con los planos de los establecimientos adecuados, conla descripcion de los métodos y con .los instrumentos usuales en el cultivo de las diferentes

especies: dentro del mismo Parque, el jardin de horticultura, con la lujosísima variedad ’de plantas vivas, de los climas mas distantes, y con los accesorios. mas oportunos y mejor entendi

dos. era no solamente un recreo puro y hermoso para las almas sensibles, sino una leccion viva y elocuente para los hombres

instruidos: la isla de Billancourt, principalmente consagrada á la exhibicion de las razas animales mas útiles al hombre, y

que contenía en siembras, en instrumentos principales y en roda suerte de accesorios, cuanto se ha imaginado hoy para estudiar los climas, para facilitar las labranzas, v pa ra per

feccionar los terrenos y los cultivos. no fué todavía bastante para encerrar el vasto conjunto de la [CIMA'¡cion agrícola : ella

era verdaderamente exhuberante, y si ha necesitado otros y mas estensos campos para la competencia de las segadoras,


(182) como para la labranza profunda del suelo, ora al vapor, ora por la fuerza muscular, tambien los ha encontrado, ya en las pro

piedades mismas del Emperador, cerca de St. Cloud, ya en las de Mr. Decaum'lle en las inmediaciones de Ein'y sur 562.716, P91’ manera que léjos de tener justos motivos de queja, 19s EXPOSI‘ tores agrícolas tienen motivos verdaderos de regocijo, no solo

por el brillo d e sus exhibiciones, sino por las simpatías que, tan‘

to como todos los otros 'ramos de la produccion, han encontra do en el ánimo de los concurrentes. ‘ De todos modos, si la Exposicion agrícola fué opulenta, res pecto á las exigencias generales de este Importante ramo de la industria humana, y en particular respecto á las necesidades pe culiares del cultivo europeo, pudiéramos decir que fué pobre con .

relacion á la agricultura tropical, y mucho mas pobre por lo que hace á la cultura de la caña y á la elaboracion del azúcar que de ella se obtiene. No queremos decir que se haya olvidado total

mente lo uno y lo otro en la Exposicion; pero relativamente, la remolacha contaba en ella con mayor número de auxiliares, tan to para la labranza y siembra. como para las operaciones del la boratorio. Así era natural y lógico que sucediera: el‘ingemo agrícola, los cálculos de la mecánica, y el estudio profundo de las accionesquimicas, se han ejercitado con preferencia en mul tiplicar y perfeccionar los instrumentos de todo género que re clama la produccion europea: los americanos del Norte, unlcos

que en todo el Nuevo mundo se consagran con buen éxito aim pulsar las aplicaciones fecundas de las ciencias, lucharpn de igual

á igual con los talentos industriales de la Europa, y su Ingenio paciente é inventivo, presentó allí en este, como enotros muchos ramos del trabajo humano, modelos de una superioridad incon testable: el material de agricultura que á ellos se ‘debió, des lumbraba por la perlecciony la hermosura del trabajo, y. sus se— gadaras tri unfaron en una competencia árdua y numerosa. La

agricultura de las Antillas que estudia poco y no inventa nada, propiamente hablando, pudo sin embargo contar alguno que otro molino para la caña, algunas evaporadoras y varias centrífugasf

ejemplares estos idénticos á los que conocemos, sin novedad 111 adelanto alguno. . Mas como las operaciones generales de un buen cultivo son de una importancia capital para el aumento de la produccion, sea cual fuere la especie de planta que se explote, útil es que con signemos aquí aquellos medios y aquellos instrumentos que coad yuvan á este fin, y que anotemos tambien los aparatos destina dos á obtener con mas rapidez ó con mayor perfecclon los pro ductos. animales ó vegetales, á que de ordinario se consagran las propiedades rurales.


(183) SELECCIÓN Y RAZAS, ESTABULACION Y CORRALES. Base de todo cultivo bien ordenado, segun lo afirman los

agrónomos y lo confirman la razon y la esperiencia, es el gana do. Indispensable como fuerza motriz en los trabajos esenciales

del campo, si un cálculo exacto preside ¡’i su gobierno y manu tencion, el ganado debe cubrir al término de sus tareas su pro

pio costo con sus carnes, y haber dejado como utilidad neta, so

bre sus gastos necesarios, gran parte de su esfuerzo muscular y toda la materia fertilizante que de él proviene. La pe rfeccion de la raza, escogida y educada con relacion á su objeto, y el r0’ gimen, esto es, los alimentos y la habitacion, deciden rigo rosa mente de todos aquellos beneficios. Para obtener una buena, una escelen te raza se ha recurri

do siempre y en todas partes á la importacion de las especies mas famosas y á su cruzamiento con lo mejor de las especies indígenas, relativamente menos estimadas. Aunque la experien

cia venía de período en período á demostrar que este sistema era insuficiente, que las

cualidades importadas

disminuían

de generacion en generacion y acababan al fin por perderse

totalmente entre las cualidades indígenas, cuya inferioridad. reaparecia, no se conocia medio mejor y este subsistia con to

dos los inconvenientes que le son propios, y entre los cuales deso cuellan una aclimatacion forzada y difícil y una renovacion tan frecuente como costosa. A un inglés estaba reservado enseñar

al mundo otro método, realizarlo á costa de sacrificios y perse verancia, verlo prosperar, ganar fama y dinero y dotar á su país. por este medio, de cuantiosos beneficios. Bakewel! se llamaba

este hombre que floreció hácia el último tercio del siglo pasado. Verdaderamente hay dias felices para todos los pueblos: pe ro verdaderamente tambien hay algunos pueblos, que no todos, felicísimos para estos dias. De la misma época fueron el ingenio so Arkwright célebre inventor de un mecanismo perfecto para

hilar el algodon, y el sábio James Watt que ha multiplicado in definidamente, con la máquina de vapor, la potencia política y financiera de su país; pero estos mismos hombres, oscuros en su orígen, hubieran bajado oscuros al sepulcro, y sus inventos ó no

nacieran, ó fueran quizás todavía infecundos. si la Inglaterra no los hubiera recibido en sus brazos. A esta misma familia de hombres venturosos pertenece

Bakewell. Fué su propósito, al principio, reducir á la mitad el tiempo necesario para cebar los carneros, especie que le sirvió para sus trabajos, calculando que por este solo hecho duplicaría


(184) la' produccion de estos animales. Numerosas tentativas y no po

cos gastos lo condujeron al fin al método que debia coronar sus esfuerzos, dándole el resultado que buscaba: llámase este, mé todo de seleccíon y como de él se ha escrito mucho, nos limitaré

mos á indicar su principio fundamental, remitiendo á los lecto res para todos sus detalles á las obras especiales de este ramo. “ Escoger para reproductores aquellos individuos de la especie “que reunen en un grado superior las aptitudes mas adecuadas “al fin que se propone el criador, y tener perseverancia para “ continuar sin el menor descuido esta práctica durante varias “generaciones, encierra todo el secreto que conduce á la consti “ tucion de una buena raza.”

.

Pero es preciso no errar en la eleccion de. las cualidades que se deseen y esta es una de las dificultades del método: criador ha habido que proponiéndose un fin, ha obtenido, des— pues de gastos y fatigas, el fin diametralmente opuesto. En Lei

cestershire, territorio donde se halla la posesion Dishley-Gran ge, que explotaha Bakewell habia carneros de gran talla y carneros de pequeño cuerpo, relativamente. Bakewell es cogió, contrariamente á la opinion comun, estos últimos, por

que en ellos reconoció mayor aptitud para engordar que en los otros: la seleccíon de los reproductores practicada con constancia durante numerosas generaciones, fijó al fin aque

llas aptitudes, constituyendo una raza precoz que lleva to davía los nombres de su orígen, Nuevo Leicester, ó bien Dish

Zey. La ceba de estos animales que no bajaba en otro tiempo de cuatro años, apenas requiere, despues de Bakewell dos años completos. En este tiempo da lana abundante, y el má ximum posible de carne. Generalizando el principio, modificando oportunamente sus pormenores y ejercitando con perspicacia la observacion. el mé todo se aplica con grandes ventajas á todas las especies útiles al hombre, á todos los fines que con ellas quiera este obtener, y sin escluir ni las importaciones de razas puras, ni los cruzamientos,

su accion que tiene igual influencia para mejorar las unas y los otros, es bastante poderosa para constituir y perpetuar razas es

celeutes con la sangre única de las razas indígenas, siendo este quizás su mérito de mayor trascendencia. La Exposicion Universal, aunque desgraciadamente en muy pequeña escala, ha venido á confirmar una vez mas, estos prin

cipios, pasados ya á la práctica en casi toda la Europa. La Fran cia ha expuesto en efecto, hermosos carneros de raza pura im portados en su orígen y aclimatados con buen éxito, entre los cuales se distinguieron el soutlldown; el Díshley, los Merinos, y varios indígenas bien poco estimados en otro tiempo, y cuyos


(185) rendimientos en lana. ó en carne, ó en ambos artículos comien

zan á ser muy notables: tampoco faltaron los mestizos ó cruza dos que ya constituyen razas y subrazas bien caracterizadas, co mo el IlIerino-mauclmmp, el New-¡rent y otros.

Entre los individuos de la especie vacuna, perfeccionados por la selecc'ion, compitieron entre sí como Reproductores leche ras la vam normanda pura, de Mr. Gilbert, la de raza holandesa de Mr. Garnot, la vaca Durham-picarda del Marqués de Havrin

court, y las novillas de talla pequeña, raza de Ayr, pertenecien tes á Mr. de Foulhiade y á la Princesa Bacciochi, con otras va

rias. Notabilísima es esta última exhibicion bajo el punto de vis ta del método: Mr. de Foulhiade habita una comarca (departa mento del Lot) que consume poca leche de vaca y menos man teca : ‘para sacar buen partido de la crianza. se ha propuesto aliar las facultades lecheras con la buena aptitud á la ceba, y por el consorcio de la raza escocesa de Ayr, pequeña de cuerpo, abun dante en leche y de fácil manutencion, con la raza Durham gran

de elaboradora de carne, ha intentado y conseguido resolver el problema. ' Los Reproductores aptos para la ceba que se disputaron los honores del concurso. fueron principalmente los toros y vacas Durham de raza pura, crianzas del Nievre, del Maine y del Yon—

ne, y los indígenas de Dordoña, de la Mancha, y de las razas cha rolesa, bazadesa, limosina y otras, entre las cuales se veían con gusto toros padres, vacas y novillas que, perfeccionadas por el arte, no dejaban cosa que desear bajo los tres aspectos dela con

formacion, de la precocidad y de las aptitudes. Insistimos un tanto en estas exhibiciones porque no nos parece indiferente para la Isla un arte que tiene el poder de modificar profundamente la organizacion animal, desarrollando en provecho del hombre, ora el sistema muscular, ora la sec1e—

cion de la leche, ora en fin cualquiera de las facultades útiles ó de las aptitudes naturales que yacen como paralizadas cuando se abandonan á sí mismas, y de las cuales se puede sacar gran

partido cuando se cultivan. Podrémos tener un dia vacas bien. conformadas que produzcan 400 litros de leche al año, ó sean

mas de 22 cuartillos diarios: podrémos tener novillos que á la edad de 29 meses, pesen en pié 745 kilógramos, es decir, mas de

65 arrobas, como son algunos de los animales entre los que he mos citado; pero seguramente no los tendrémos jamás si nos li mitamos á seguir el camino trillado : el trabajo material, lasfzzer zas bra/as, de quienes estamos acostumbrados á esperarlo todo, y á quienes todo lo exijimos, no son bastantes por sí solas para tanto: en realidad ellas no son aptas para crear nada en el mun do, y cuando se trata de transformar una raza, para constituirla

2a


(186) en estado de perfeccion, es indispensable un ejercicio vigoroso y pertinaz de la inteligencia : es indispensable larga observacion, mucho estudio y gran constancia. Así, y no de otro modo, es co mo la Inglaterra, la Holanda, la Francia y otras naciones de Eu

ropa han logrado aumentar en una proporcion enorme sus ali mentos de orígen animal, sin disminuir por esta causa las tier

ras destinadas al cultivo. Siguiendo su ejemplo, y adecuando á nuestras circunstancias sus descubrimientos podríamos tambien mejorar en calidad y cantidad la leche de nuestras vacas, y au mentar el peso de nuestro ganado, apto para la ceba y propio,

á todas luces, para dar brillantísimos resultados, bajo el sistema precioso de la seleccion. Los progresos de este sistema, que han sido verdaderamen te extraordinarios despues de Bakewell, dan hoy resultados sor prendentes: en efecto, cuando se aplica con inteligencia y per severancia, no hay especie útil al hombre que resista á ‘su accion,

y cuyas aptitudes no lleguen, despues del trabajo necesario, al maximum de perfeccion. Ora se propone el criador disminuir las partes ósea y adiposa en provecho de la fibra muscular, ora

es el músculo el que sacrifica en favor de la materia grasa: á veces le conviene aumentar la manteca, á veces el queso de la leche, segun las circunstancias que lo rodean: en otros casos busca con preferencia ó la fuerza, ó la agilidad, ó la belleza de las formas, ó la alianza de dos cualidades que convengan á su propósito, y el método respondiendo siempre á sus esperanzas,

le permite obtener, no ya únicamente la cualidad que desea, si no una mza en la que esta cualidad sea permanente, es decir, transmisible expontáneamente por generacion. Inglaterra cuyos ganados lanar y vacuno, de cerda y caballar son, casi todos, pro

ductos vivos del arte, contiene grandes ejemplos de estas ver dades: de ella provienen los cerdos de la raza Yorkshire-berli shire que, álos 16 meses de edad, pesan en pié 29 arrobas: sus caballos de caza son admirables: la raza de Suíïolk es viva y potente al arado: la de Norfolk, fortísima y ágil en el tiro al tro te: la raza\Yorkina, ó de’ Cleveland, en fin, no tiene rival en el

mundo por sus aptitudes especiales para los carruages de lujo. Pero el régimen, es decir, los alimentos y la habitacion tie

nen tal y tan grande influencia en los buenos efectos del sistema que, en general, debe considerarse como parte esencial de este,

y merecer del criador las mas esmeradas atenciones. Variable con el clima, con los recursos naturales y económicos, y sobre todo con el propósito del criador, relativamente á la aptitud que este quiera perpetuar en la raza, sus pormenores son numerosos y no pueden encontrar cabida en esta obra, limitada por su na turaleza á meras indicaciones.


(187)

'

“Una gran variedad en la naturaleza de los pastos, aguas “ puras y á discrecion si es posible, sombra oportuna y el mayor “ reposo son partes esenciales del régimen.” ora se tenga la ga nadería al (u're libre, como es general entre nosotros, ora se so

meta á la estabulocion, como lo hacen ya muchos ganaderos de Europa. Uno y otro régimen, supone una gran reforma en casi todas las partes de la ganadería, é implica sin duda alguna nue vos gastos; pero es incomtestable que bien organizados, aumen

tarian rápidamente los productos y bajo la influencia de la selec— cion, bien practicada, acabarian por constituir razas capaces de duplicarlos. La Exposicion nos ofreció tambien materia de observacion

en la familia de las gallináceas: de todas las especies de corral, ninguna es tan útil como esta, ninguna exige menos; ninguna

da tampoco tantos y tan estimados productos: ¿por qué, pues, no son abundantes, esto es, baratos entre nosotros? Seguramente

no será porque carecemos de razas, ni de escelentes variedades: basta prestar el oido á la clasificacion vulgar, basta abrir los ojos para no dudarlo: tenemos la raza inglesa, heróica hasta la muerte en el combate: la galipava, de instintos diametralmen te opuestos: la calzada y la moñuda graciosas y no escasas, aun

que delicadas y débiles: la rizado, de inverso y de estraño plu mage: la manila, mas voluminosa que carnada y mas hambrien ta que ponedora: la guinea, andariega y clamorosa, pero fecun

da y suculenta: tenemos una grande y confusa variedad, in ca rácter como sin fijeza, provenientes de todas ellas, y tenemos por

último la mas antigua entre todas, la que llamamos mestiza, me diana de cuerpo, gran buscadora de la vida, de carne firme y sa

brosa, ponedora fecunda y celosísima criadora. Individuos hay en esta última raza sobre todo, y no son raros por cierto, que

ponen hasta dos veces al dia, en épocas escepcionales, y cuando la casualidad les proporciona una alimentacion regularizada y unos cuidados medianamente esmerados. No son pues, tampoco las buenas aptitudes’ las que nos faltan , sino el gusto, la inteligen cia y el ahinco necesarios para cultivarlas. Si nuestros galline

ros tuvieran la fortuna de caer en manos expertas, si la selec cion presidiera al desarrollo de las aptitudes mas útiles, ora conservando la pureza de las razas, ora dirigiendo metódica mente los cruzamientos mas oportunos, si en fin, el régimen ade

cuara la habitacion. y el alimento á su peculiar objeto; qué abun dancia de huevos! que extraordinaria baratura de aves no ten dríamos! Nuestro clima es altamente propicio á toda suerte de producciones: nos falta el arte, y nuestra incuria, hija única denuestra ignorancia, contraría tenazmeute hasta los favores mas gratuitos de la naturaleza. No pocas veces hemos visto, en al


( 188.)

gunas partes, morir estas aves á' c'ausa del desarrollo anormal de la grasa, merced á una alimentacion imprudentemente escem siva; con mas frecuencia, el hambre rigurosa arruina su orga

mismo y secuestra su fecundidad: en cuanto á los polluelos, po dría mos lamentar, sin la menor exageracion, que son mas los que

pcrccon por abandono, que los conservados por los cuidados del hombre! Y sin embargo, esta industria fácil, del dominio casi priva

tivo del pobre, porque apenas exige capital, no requiere sino buena higiene y proporcionados alimentos para aumentar en pe so y en cantidad su mas importante producto. La Francia que consume una cantidad enorme de huevos, ha llevado su produc

cion hasta poder exportar por una suma que alcanzó en 1866 á ÜSODODOO de francos! Verdad es que esta gran nacion tiene por mercado á toda la Europa, y que abunda en vías rápidas y

económicas; pero independientemente de estas favorables cir cunstancias, ella nos demuestra de un modo patente que basta

el arte y el consumo interior para sacar de esta sencilla’ industria preciosos beneficios. En efecto, en tiempo del ilustre Buffon, descuidadas las razas, como hoy entre nosotros, no daba una ga

llina por término medio al año, mas que 50 huevos y estos del peso, tambien medio, de 44 gramos: mas tarde, bajo la accion del

arte, subió el número á 80 huevos por año y el peso de uno, á 50 gramos : todavía hoy no se ha hecho en este ramo lo bastan te para llegar á la perfeccion y ya se obtienen 120 huevos de

64‘ gramos, por año y gallina. Se cree además muy probable que dentro de poco, mas uniformada la crianza, porque merced á los

concursos locales, se propagan con rapidez los buenos principios, la produccioñ subirá á 200 huevos anuales con 68 gramos de peso cada uno. ' ‘ No hay, pues, duda de que favorecidos por un clima mas be nigno, si nos apoyamos en el arte, podemos lograr iguales y qui zás todavía mejores resultados.

DESAGUES Y Rmoos.

Hé aquí un asunto’ que, por su importancia intrínseca, co mo por su importancia relativa á nuestras circunstancias, mere ce las páginas de todo un libro, y que nosotros tenemos la ne

cesidad y la obligacion de tratar de paso, encerrándolo en un corto número de párrafos.


(189) Si la crianza de las especies útiles, es tan necesaria al au mento y al bien estar dela poblacion, como sus resíduos fertili zantes son indispensables parauque las tierras no caigan en la es

terilidad, á su vez las tierras son altamente nocivas á los anima les y á las plantas, si el arte no viene á libertarlas del esceso de las aguas, y sobre todo de su corrupcion, cuando están estanca

das. Ni son únicamente las que se demoran en la superficie de la tierra, las que es preciso desviar por perjudiciales; las que ya cen á cierta profundidad debajo de las capas arables se oponen tambien, de varios modos, al mejor desarrollo de la vegetacion y

amenguan cuando no aniquilan las cosechas. Parte de nuestra agricultura desagua la superficie del ter

reno que cultiva; el resto, ni siquiera piensa en ello. Los conoci mientos que requiere la niveázcíon no son, por desgracia, comn-' nes en nuestra poblacion agrícola: aun en los fundos mas impor

tantes por su estension y riqueza suelen verse grandes piezas que, labradas y sembradas con esmero, se aniegan totalmente: las pérdidas por este soloconcepto son en su totalidad considera bles y el ánimo se entristece tanto mas, al ver estas ruinas,

cuanto mas lozana era la vegctacion y cuanto era mas fácil sal varla.

Los desagües generalesapenas se han intentado entre noso tros, ó á las primeras dificultades, se han abandonado. Comar

cas fértiles tienen, buena parte de sus terrenos debajo del agua,

ó siempre, ó durante la mayor parte del año; sin ir muy léjos, la jurisdiccion de Toa-baja, la de Hi0 grande, y las preciosas propiedades de los frailes en Gang/‘(jos y Loiza, son de esto tristes ejemplos. Y sin 'embargo, los desagües generales, y en particular estos, están llamados á facilitar los parciales, á dotar á estas comarcas de buenas vías fluviales, si se canalizan con ar

te; tal vez á contribuir á la creacion del regadío y sobre todo á hacer fértiles y salubres esas grandes porciones de terreno, fo

cos actuales de miseria y enfermedades.

Si todavía el país no hace grandes esfuerzos para desem barazar su superficie de aguas dañosas, lógico es pensar que no

ha tocado nunca á las aguas subterráneas. Agricultores hay que, si por acaso hablan alguna vez de ellas, e's para considerarlas ' como un beneficio de la naturaleza ¿cómo pues no se han de es candalizar, cuando se digan los gastos que estos desagües re quieren’. La utilidad, sin embargo, de la expulsion de las aguas que demoran en reposo, ó se mueven con gran lentitud en las capas del subsuelo de los terrenos de labor, se ha reconocido desde la antigüedad: Cozumel/(1, célebre agrónomo español del tiempo de los latinos, aconseja y describe con bastante latitud todas las operaciones que estos trabajos requieren : las armas


(190) victoriosas de los romanos llevaron, segun se cree, aquella prác tica saludable á muchas comarcas de sus conquistas, y en nu

merosos parages de la Europa se encuentran estos antiguos de sagües subterráneos, ya perdidos. Su uso en fin, menos razona

do y menos favorecido por las artes que en nuestros dias, no ha sido jamás abandonado completamente por los agricultores instruidos y acomodados, cuyas tierras lo exigían. En la, actualidad se practican en grande escala estos desa gües, y las operaciones todas que concurren á este fin se desig nan con el nombre extraño de Drenage. La teoría de este arte

es vasta y complicada, como que en ella entran por mucho los principios fisiológicos de la vegetacion, los conocimientos de la meteorología y los que se refieren al cálculo acertado de la di reccion y del movimiento de las aguas. No es, pues, de extrañar

que, en la discusion de algunos puntos, baya notables divergen cias entre los sabios mas competentes, y aun entre los mas expe

rimentados en esta materia. Por lo demás, el drenage moderno consiste en abrir zanjas,

en los terrenos cuya escesiva imbibicion lo exige ( 1), á profun— didades y á distancias convenientes. así como en las direcciones

mas ventajosas, segun sean el volúmen de agua que se ha de ex pulsar y las inclinaciones propias del lugar: en establecer en el fondo de estas zanjas, no ya piedras ni faginas como lo hacian los antiguos, sino tubos de arcilla cocida y de diámetros propor cionados á la masa de líquido á que han de dar salida, sugetan do sólidamente los unos á los otros por sus extremos, y en cuan to sea posible con un mismo eje, á fin de que no haya ángulos ó

codos donde no sean absolutamente indispensables: y por últi mo, en tapar con esmero estos tubos, apisonando suavemente la

primera capa de arcilla sobre ellos, y depositando el resto de las tierras extraídas hasta restablecer la continuidad del terreno. En punto á los efectos del drenage, un agrónomo los daba á conocer con brevedad y exactitud por un ejemplo sencillo y oportuno. “Tomad, decia, el jarro de esa mata de flores ¿queréis “ saber para que es ese agujerillo que lleva en el fondoi- para “ renovar el agua.—¿Y para qué renovar el agua?—porque ella “ da la vida ó la muerte: la vida, cuando no hace mas que atra “ vesar la tierra, pues entonces deja en esta los principios fecun “ dantes que lleva consigo y además disuelve los alimentos des (1) Hay terrenos tan oco húmedos ó bien tan permeables en todos sen tidos que el drenagc, lejos c hacerles bien, los perjudica grandemente. Este

hecho se ha. observado en las partes mas secas de Inglaterra: él demuestra que en esta, como en todas las innovaciones agrícolas se requiere tanto estudio pre vio, como circunspeccion razonada.


(191)“ tinados á nutrir la planta: la muerte, por el contrario, cuando “ permanece en el jarro, pues entonces no tarda mucho en cor “ romperse y en podrir las raíces, é impide además que lleguen “ hasta ellas nuevas porciones de agua fresca.” Tales en reali dad el drenage y tales son sus efectos. Su costo, necesariamente variable con las circunstancias lo

cales, se puede fijar como término medio y para dar una idea aproximada, entre 30 y 50 3B por hectárea, ó lo que es lo mis

mo, entre 12 y 201707‘ cuerda. El puede ser menor todavía, si por su estension ó por otras causas, consiente que el propie tario mismo construya mecánicamente sus tubos: en este caso es de recomendarse la escelente máquina de Aínslio, construï’

da por Mr. Laurent, que cuesta 150 Sen Francia y produce, con la intervencion de cuatro hombres y tres muchachos, hasta

2,000 metros de tubos al dia, cuyas dimensiones y peso son: 36 centímetros de largo, 3 de diámetro interior y 4 esterior con

peso de 632 gramos cada uno al salir de la hilera. En cuanto á los beneficios de todo linage que á estos desagües se deben la higiene pública es la primera en reco— nocerlos: la salud del hombre se mejora. 'Se ha comprobado en efecto que en muchas localidades sugetas á la fiebre, el drena

ge ha reducido los casos de 100 á 16. El ganado siente efectos análogos y la crianza esperimenta menos pérdidas. Por un lado la remocion de la tierra en el acto de abrir y

de tapar las zanjas. y por otro las corrientes líquidas y aéreas que circulan en lo interior del terreno, merced al drenage, dan á los

campos una gran porosidad, altamente propicia para la labranza, y que lo es mucho mas para la vegetacion: disminuye como es consiguiente la resistencia mecánica que se opone á los instru mentos aratorios, y deja entera libertad á los fenómenos im portantes de la germinacion y de la nutricion de las plantas. Bajo la influencia de una temperatura mas alta y mas regular durante el año, efecto comprobado del drenage, las afinidades químicas y las funciones orgánicas son mucho mas activas: la

humedad proveniente de aguas puras se eleva hasta las raíces por la capilaridad del terreno, trayéndoles en disolucion alimen tos abundantes: la planta crece robusta y lozana, es decir, ejer ciendo en todo su vigor sus preciosas facultades de elaboracion y asimilacion.

'

No es, pues, extraño que los campos favorecidos por un dre nage acertado den pastos escelentes ó cosechas abundantes, ni que los gastos de labranza disminuyan al mismo tiempo, propor cionalmente á la menor resistencia que en aquellos encuentran los instrumentos de labor. Ello es, que muchas propiedades de Inglaterra y de Escocia han pagado los gastos del drenage con


(192) los beneficios de su jn'ímera cosecha: ello es, que aun prescin diendo de los casos singulares, el capital empleado en estas obras se considera allí como dinero colocado al 10 por 100. Por

último el drenage ha hecho subir en un 5 por 100 de su im porte los precios generales del arrendamiento, y tanto el pro pietario que hace el desembolso, como el arrendatario que pa

ga por tal concepto este interés, hombres, uno y otro, de cál culo frio y seguro si los hay, saben b-ien que es un buen negocio y están satisfechos. Los riegos no son menos fecundos que los desagües : en ge neral, ellos son mas necesarios que estos, y en ciertas comarcas,

como en toda la banda del Sur de nuestra Isla, verdaderamen

te indispensables. La banda del Norte, aunque mas favorecida por la naturaleza, no aprovecha la abundancia de sus aguas, y so

bre sufrir los males multiplicados que con frecuencia le causan las lluvias torrenciales, tiene grandes porciones de terreno esté

riles, y aun en los mas fértiles pierde parte ‘de sus cosechas por falta de riego. Así, nuestro país, ve acumularse en las alturas de la cordillera central, que desde todos sus ángulos se descubre,

el orígen de la mayor parte de sus rios: los vé rodar sus aguas cristalinas por los valles

llanuras; ó turbios y enfurecidos ar

rancar los puentes, destrozar las propiedades, dilatar los panta nos insalubres. ahogar hombres y animales, y sepultar en el fon do de los mares la flor de sus terrenos vegetales, sin hacer cosa

alguna para aprovechar esta masa considerable de a ua, para re gularizar su curso y para impedir tantos desastres. Semejante al mito de los griegos, diríase que es un nuevo Tántalo, sumergido perpetuamente en el agua y atormentado constantemente por

la sed. Las lluvias lo enferman y empobrecen: las secas lo ani quilan. ' Para poner remedio á estos males, de un modo general y completo, sería preciso crear un vasto sistema de canales, de va

rios órdenes, calculado minuciosamente por los hombres espe ciales en este ramo, para sugetar á un régimen la masa y el mo

vimiento de las aguas del país: es’ decir, para recogerlas, guiar las, conservarlas y distribuirlas. Así únicamente podrían evitar se los extragos que causan periódicamente sus movimientos de sordenados, en las épocas de su esceso, y prevenirse las pérdidas considerables que experimenta la Isla en los períodos, ya muy frecuentes, de su escasez. La locomocion interior podría ganar grandemente en ello: los caminos que amlrm serán siempre eco

nómicos y en muchos casos benéficos: probabilísimo es que á su paso se vieran transformar terrenos incultos enpropiedades de

gran valía. La industria .en general contaría entonces con una fuerza motriz cómoda y segura y los mecanismos para utilizar


(193)‘

las, sin ser menos potentes, serian mucho mas baratos que hoy.

Nuestras cosechas en fin, favorecidas por un riego á discrecion serian’ verdaderamente exhuberantes, y acaso no tardaríamos en ver algunos de nuestros frutos menores elevarse con rapidez á la categoría de los frutos exportables, con ventajas inconcusas

para la vida comun, y no menos reales que las de cualesquiera otros frutos para las rentas públicas. Pero obras de tamaña magnitud requieren un período de civilizacion muy alta, es decir, mucha ciencia y grandes cauda les: sobre esto, requieren tambien, fuerte energía y constancia perenne durante varias generaciones. En efecto, sería indispen sable que una triangulacion minuciosa nos revelara con toda

exactitud la extension del país, y que numerosas cartas parciales fijaran, con multiplicados pormenores, los caractéres todos, tan to orograficos como hidrográficos de nuestra topografía: seria

imprescindible un conocimiento claro del régimen ordinario, y de las oscilaciones singulares del nivel de nuestros rios, de la cantidad general de nuestras lluvias, y de su evaporacion, com

prendido todo en épocas precisas, bien discutidas: el geólogo, por su parte, debería aportar á este grandioso estudio el fruto precio so de sus observaciones concienzudas, contribuyendo á la mejor economía y á la mayor seguridad de las obras. Basados en estos

elementos los hombres del arte podrían trazar y ejecutar con mano segura una red de canales de incalculahles beneficios: con

fiado el plan á las generaciones sucesivas, cada una recogería el fruto de sus sacrificios en la herencia de los sacrificios anterio res, hasta aquel dia en que coronado por el éxito, toda la Pro

vincia se sintiera rejuvenecida. Los dias fatales de la esterilidad

vienen: la imprevision los acelera. Solo el genio de las ciencias y la virtud de la constancia, pueden impedirlos. Y no por costosos y difíciles, faltan en el mundo estos gran des monumentos: la Exposicion nos presentó de ellos buenos ejemplos: Los grandes canales nacionales que se prosiguen en

nuestros dias tenían allí hermosos modelos: el Delta del Nilo, con sus presas, obras de arte y canales de riego, que han conver tido sus aguas destructoras en aguas benéficas, así como los por menores mas completos del canal de Suez, allí obraban: los rie gos del Piamonte, de la Lombardía y de Venecia, con la des

cripciun minuciosa de sus consecuencias fecundas, allí estaban. Citarlos, y no mas, es cuanto podemos hacer en esta obra. Mas si

los trabajos de esta naturaleza salen de la esfera á que, por lo presente, alcanzan las riquezas del país, deberíamos (á lo que

creo) buscar con energía. dentro de nuestros recursos, otros ca minos que nos conduzcan á una solucion, á lo menos aproximada,

del problema. Necesitamos riegos y debemos buscarlos.

25.


(194) .

Cuando, por causas que hemos apuntado al principio de es—

ta parte de la Memoria, no nos fuera dable tampoco asociarnos para regar varias fincas con las aguas de un mismo depósito, to

davía debería tentar cada individuo sus propias fuerzas y ver, fuera mucho ó fuera poco, hasta donde podia procurarle á sus tierras los beneficios del riego. Aparatos hay hoy muy propios

para conseguir este fin, ora en las pequeñas, ora en las grandes propiedades. En efecto, salvo casos muy escepcionales, las aguas están de ordinario á un nivel mas bajo que las tierras regables. Algu nas veces son tan favorables las circunstancias todas, que una

simple represa y zanjas al natural, bastan para elevarlas, condu cirlas y utilizarlas; pero en general es preciso emplear máquinas adecuadas para llevarlas a la altura conveniente y además orga nizar con buen cálculo los medios de distribuirlas. Citarémos dos sistemas, el uno que llamaremos de aguas

rodada; y el otro que designarémos para distinguirlo, con el nombre de aguas impulsadas; ambas van á buscar el líquido á

los rios, a los pozos, á los pantanos ó en los productos del dre nage, que suele darlo con abundancia: ambos, en los casos mas generales, emplean máquinas. Estas, en el sistema de las aguas

rodadas, se limitan á elevarlas á un gran depósito, mas alto que los puntos mas culminantes del terreno que se ha de regar: por canales, acequias y tubos ya mas altos que el suelo, ya rasantes á él, ya en fin, taladrando los cerros, segun la inclinacion del

acueducto y las circunstancias topográficas, bajan por su propio peso hasta los campos de labor, en donde los hombres de este oficio las distribuyen de surco en surco, ó de pieza en pieza de

manera que los riegan todos uniformemente. En cl sistema de

las aguas impulsadas, el fondo del depósito puede estar mas ba jo, y lo esta generalmente, que el nivel de los terrenos: en él se deslien y disuelven de ordinario las materias fertilizantes de que dispone el fundo, si su naturaleza lo consiente: la máquina ab— sorve estos líquidos saturados y los impele vigorosamente á su destino. Un sistema de tubos subterráneos de resistencia propor

cionada á su objeto, reina, á partir del depósito, en las direccio nes principales que se hayan juzgado convenientes:de estos se

derivan otros de menor diámetro, situados á distancias calcula das y el terreno queda provisto así. de una red bien dispuesta para regar cualquiera de sus partes: tubos verticales colocados de trecho en trecho sobre los primeros dan salida al líquido, que

riega y abona juntamente. Las llaves de que están armados los tubos de gran diámetro permiten dar á los líquidos la direccion por unos ú otros, segun el punto en que se requieren. La Ingla terra es, si no estamos equivocados, la primera nacion agrícola


,

‘(195)

que ha ensayado este sistema: en ella se propaga de algun tiem po á esta parte con entusiasmo, bajo el ejemplo de Mr. Huxta ble, su inventor.

Un hombre y un muchacho riegan por este medio 2 hec tareas al dia: para ello ajustan al extremo del tubo vertical Otro tubo largo y flexible que les' permite llevar el agua por todas partes, en un círculo de radio mucho mayor que el mismo tubo, merced á la presion que sufre el líquido. Los paseos y las ave nidas de la Villa de París se riegan diariamente por este sistema. Cuando las circunstancias consienten tubos de barro, lains— talacion cuesta por hectárea como 8 20; si la tubería es de hier ro fundido, sale la hectárea á razon de 33 50, refiriéndose estos

precios á las localidades de Inglaterra. Llamado nos parece este sistema á contribuir en mucho, y de un modo relativamente muy económico, á devolver á las co

marcas de la Isla mas sedientas una parte de su prosperidad, ase gurándoles el buen éxito de las cosechas por medio del riego

y abono. Los motores, que representan el mayor gasto en esta :nanera de riego, existen, y justamente están paralizados durante

aquella época del año en que mas necesitan los campos de. su

servicio: los cables telodinámicos permiten hoy transmitir la ac cion de estos motores á grandes distancias,_por manera que ni aun es preciso sacarlos del lugar que ocupan: las bombas ade

cuadas á los riegos, ó á los riegos y abonos se han perfecciona do mucho en estos últimos tiempos, y las hay de sistemas dife rentes, construidas con gran solidez y proporcionadas á todos los motores conocidos para utilizar el máximum posible de la fuer za: ellas, por otra parte, no son tan escesivamente costosas que

salgan de los recursos propios de nuestros fundos agrícolas, y pa gan larga y brevemente sus costos tanto en productos como en

fertilidad: por último, no hay en el país terreno, como no lo hay quizás en el mundo, que á una profundidad mediana no. conten

ga aguas detenidas y abundantes; bajando hasta ellas, drenando una extension conveniente. y reuniéndolas en uno ó en varios po— zos ó depósitos cómodos, pueden volver á la superficie y derra mar-en ella la vida y la abundancia. En la inmensa mayoría de los casos, las distancias, las construcciones y los accidentes del

terreno hacen muy caro el sistema de las aguas rodados: compa rativamente, y con raras escepciones, el sistema de los riegos im

pulsados es mucho mas barato. De propósito hemos dejado para este lugar la indicacion de los Pozos instantáneos y la de los Pozos artesíanos (cuya re

seña haremos mas adelante), que algunos agricultores han con fundido, tomando las descripciones incompletas y confusas de los primeros, como un adelanto inaudito en el arte difícil y costoso


(196) de los segundos. Conviene pues disipar estas cándidas ilusiones, á fin de evitar gastos inútiles, y errores que, á las veces, confi nan con el ridículo. Los pozos instántaneos, cuya utilidad dentro de los límites de sus proporciones reconocemos, no pueden servir sino para obtener á brazo pequeñas cantidades de agua: multiplicandolas mucho, como seria necesario para regar grandes siembras, se

rian incómodos, dispendiosos y poco eficaces. En efecto los po zos instantáneos se componen de un tubo de hierro que, á lo

mas, puede alcanzar de nueve á diez metros de profundidad: este tubo, de algunas pulgadas de diámetro esterior, es resis tente y termina en una punta piramidal destinada á penetrar en la tierra: hácia esta punta y como hasta GO centímetros de altura, está lleno de taladros pequenitos para darle paso al agua: una vez clavado en tierra se le atornilla en la boca ó sea en el estremo libre una bomba aspirante é impelente, por cuyo medio se trae á la superficie el agua delfondo. Como la base de la pi rámide de la punta inferior tiene su diámetroalgo mayor que el dee1 resto del tubo. es cosa fácil sacarlo cuando conviene y tras portarlo de uno á otro punto del terreno: esta es una de las ventajas de este invento. La operacion necesaria para clavarlo en tierra y llevarlo

hasta la capa acuífera es rápida y poco costosa. El tubo total se compone de piezas de tres metros de largo cada una: una

placa de hierro de bastante resistencia se atornilla al tubo pues ta de canto, y queda destinada á recibir los golpes del martinete: este se compone de una masa cilíndrica, hueca en su eje para dar paso al tubo por su centro y correr libremente de ar‘riba á bajo: un pequeño montante, compuesto de tres piés de hierro, sugetos arriba por un anillo, lleva tambien en la parte superior tres poleas por donde pasan las cuerdas que sirven para levan tar la masa: á cada golpe de esta penetra el tubo de una a cuatro milímetros, segun sea la naturaleza de las tierras: cuando se ha clavado la primera pieza, se quita la placa, se pone el segundo trozo al cual se atomilla esta de nuevo, y así se continúa hasta

llegar al agua. Esta circunstancia se conoce por la poca resisten cia que ofrecen al paso del tubo las arenas mojadas. Uno de es tos pozos fué instalado en Saint-Cloud, en el corto tiempo de 35 minutos; pero el terreno se compone de arenas arcillosas, de

poca resistencia, y el agua se encontró á los 3 metros. Las ventajas, pues, de estos pozos consisten en su fácilins talacion, en que ocupan una parte insignificante de la superficie del terreno y sobre todo, en que se pueden trasladar cuando conviene de un lugar á otro; sus inconvenientes son l.° que si el tubo encuentra piedra dura á su paso, puede romperse bajo el


(197) peso del martinete: 29 que la succion de la bomba debe arras trar al interior del tubo las tierras inmediatas y acabar por obs truir los taladros que dan paso al agua: en este caso seria pre ciso desmontarlo para limpiarlo. Como se vé, pues, los pozos instantáneos pueden ser tanto mas útiles cuanto menos importantes por su extension sean las siembras, y cuanto menos resistencia ofrezca el terreno. Can grejos y las comarcas análogas podrían sacar sin duda buen partido de estos apalatos.

En último análisis, los pozos ¡uslantúueos 710 son mas que unas bombas cuyo tubo de mspíracion constituye lasparedes del p0 zo, y entran bajo este aspecto en la categoría de las máquinas elevatorias. En la mayoría de los casos nos parece que los po zos ordinarios, las norias, y las bombas comunes ofrecen para

nuestros campos mas seguridades y menos gastos. De todos modos, las máquinas elevatorias se pueden divi—

dir en dos grupos: 1.o las que extraen el agua por succion, yen las cuales, ora sean de pis/on. ora de rolacion, interviene esen

cialmente la presion atmosférica y están provistas de válvulas: 2.° las que elevan el agua por medio de vasos, ya independiem tes, ya continuos, sin aspimcion y por consiguiente sin válvulas.

Bombas llamarémos en general, á las primeras y Noria.‘ á las sc gundas. sean cuales fueren sus formas y mecanismos: bajo estos

nombres anotarémos á continuacion los precios y circunstancias de los aparatos que hemos visto funcionar en la Exposicion y que pueden convenir sea en la agricultura, sea en la industria, sea en los servicios domésticos del país. Entre las bombas de piston que. por su fortaleza y bajo

precio, pueden emplearse con ventaja en los riegos, ó en los rie gos y abonos, tanto por ei sistema de las aguas rodadas, como

por el de las aguas impulsadas, citarémos las de Mr. Durozoz. residente en París. Instaló este? constructor sus Propulsores hi

dráulicos en la Isla «le Billancourt. donde los vimos funcionar, elevando en grandes cantidades las aguas del Senaíutencional . mente cargadas de vasa, arena y cast.ajos, sin el menor inconve niente. Su mecanismo y disposicion son tales que no necesitan conocimiento alguno para montarlos, desarmarlos y asearlos. Sm dificultad alguna puede aplicarseles la fuerza de un motor cual quiera. Eran tres los ejemplares que allí ex puso y sus circuns— tancias y precios son, segun canta autógrafa que conservamos,

como sigue:

.

N.‘J 1-Simple efecto, 3,600 litros por hora, con balancm

y consola 1055. N9 2.-Simple efecto, 5,150 id. id. id. 143 N? 3 -Id. id 6,850 id. id.


(19s) Acompañaba á esta exhibicion un receptor de fuerza ani mal para dos caballos en 80 pesos. Acoplando dos de estas bombas, lo que se hace fácilmenteI

se duplica la cantidad respectiva del líquido. La exhibicion de Mr. Letestu, tambien de París, era mas

rica tanto por el número de sus bombas, cuanto por la variedad de sus aplicaciones, como por su potencia. Desgraciadamente hemos perdido los precios corrientes de esta casa: de ella era ' una de las potentes bombas. de piston y doble efecto, de 60 cen tímetros de diámetro, que producia 400 metros cúbicos (800,000 cuartillos de agua) por hora, y que proveia el gran depósito del_ Parque. No escedia en fuerza á lo que calculamos, la máquina

de vapor que prestaba su impulso á esta bomba, al mayor núme ro de las que trabajan en nuestros ingenios de caña: la altura á que se elevaba esta masa de agua nos parecialimitada entre tres

y cuatro metros, y los rozamientos de todas clases no debían absorver mas de dos caballos de fuerza: por consiguiente la má4 quina motriz tenia de sobra con nueve caballos franceses, y aca

so no pasaba de ocho. Como quiera que esto sea, estas sober bias bom bas demuestran el gran partido que nuestros hacenda dos debian sacar de la máquina de vapor. durante una buena parte del año, y los beneficios del riego que pueden disfrutar

nuestras cosechas, y que desgraciadamente no se obtienen, ni siquiera se buscan, acaso por incuria. ‘ Como las bombas defim'za cemfrzfilga se construyen hoy

con grande esmero y tienen ventajas ciertas, en cuanto á las ins talaciones y á los rendimientos, sobre las bombas de piston: co

mo además no ofrecen tantos peligros de deterioro. y sus repa raciones son mas fáciles, nos parece conveniente anotar los pre cios y pormenores de las que, en este grupo, merecieron mas aplausos del público. Entre ellas se distinguieron tanto por sus rendimientos, como por su solidez, las Bombas centrg’fitgas de los

Sres. L. Neut y L. Dumont, cuyos talleres están en Lilay tie

nen su depósito en París. I rulímimtopm 1 om en m. c. 3.0 36 60 72

á á á á

3G 48 72 90

Precio en pesos. 80 90 100 130

'

Rendimiento por h‘ra en m. c. 90 120 180 300

á á á á

120 150 240 360

Precio nn pedos.

150 200 240 300

Rendimiento po hora en m. e. 480 720 1200 1800

á 600 á 900 á 1500 á 2000

Precio en pcsoa. 400 500 700 900

' Las hay de menor rendimiento y precio, y se construyen, á precios convenidos, hasta de 5,000 m. c. por hora.

_


(199) En cuanto á los tubos rectos, angulares, curvos &c. de que pueden necesitar estas bombas, ya para elevar ya para condu cir el agua, hé aquí los detalles mas interesantes que ofrece la misma tábrlca.

Diámetro ‘interior.

m. rn. 2;? 5o lU0

Peso aproxi- Peso'del Longitud en mado del meiro en

OBSERVACIONES.

tubo en kilg. kilogramos. 18 74

135

93

175

122

200

150

500

230

Estos tubos se experimen tan á la prensa hidráulica.

Los precios son varia. 50

bles.

l

Bien quisiéramos detenernos á describir, analizar y detallar las numerosas novias de sistemas varios que se exhibieron en el Campo de Marte, lo mismo que enla Isla de Billancourt; pero nos falta el tiempo, vista la extension de este trabajo. Las má quinas elevatorias que hemos apuntadosatisfacen á las necesi

dades dela agricultura, sea cual fuere la escala de los plantíos: por lo demás en obsequio de los agricultores de pequeña fortu na que, por otra parte, prefieran las norias á las bombas, citaré

mos las máquinas españolas de este nombre perfeccionadas por D. Amador Pfeifi'er, en Barcelona, y Pinaqui, Sarvy y Comp. en Pamplona, así como la noria mas barata de Mr. Saint-Romas,

de Francia. Mas interesante seria que pudiéramos fijar la cantidad de agua por cuerda que requieren los diferentes terrenos de la Isla para un riego acertado, es decir, ni escaso hasta la insufi ciencia, ni dispendioso hasta la disipacion; por desgracia nos

faltan para este cálculo toda suerte de datos, que por su natura leza son muy variables y que no se obtienen sino á fuerza de observaciones numerosas y prolongadas: la ignorancia pública,

que algunos promulgan como un bien en ciertas regiones de la idea, es evidentemente un gran mal en materias científicas é

industriales. Con todo, aun por comparacion,‘ó.por mera. con jetura, conviene aventurarnos en la uveriguacion de este cálcu

lo. no ya porque pueda servir de fundamento á la especulacion individual en este ramo; sino porque de él resultará una'conse cuencia general y cierta, de grande utilidad: vislumbrarémos por lo ménos, lo que pudiéramos ganar con los riegos, y dadas


(200)

nuestras circunstancias agrícolas, lo que sin ellos perdemos. Ba jo este punto de vista nuestro camino se allana y es mas corto. Se sabe cuan variables y cuan numerosas son las causas

que influyen en la diferente cantidad de agua que requiere, pa ra ser bien regada, una misma unidad de superficie en las dife rentes comarcas de la tierra. Esta, por las proporciones varia de arena que puede contener: el clima por su ordinario estado higrométrico: las plantaciones por la constitucion peculiar de los vegetales que se cultiven: los orígenes del líquido por su ca lidad, abundancia ó escasez, y por último, hasta la riqueza, los hábitos y otras muchas circunstancias de las comarcas agríco las, tienen gran parte en estas variaciones. Mas,-por el momen to, no nos es indispensable conocer á punto fijo este precioso

dato, reservado hoy en el arcano de las experiencias futuras de la Isla: basta á nuestro propósito de ahora hallar un número comprendido entre límites razonables, aplicable á un riego su ficiente. ' La Lombardía gasta ó puede gastar, segun el caballero Gae tan Cantoni (1), 360 metros cúbicos de agua para 432,000 hec táreas, ó sea un litro por segundo, para cada 120 áreas, á razon de un riego por cada diez dias: esto equivale, hechos todos los

cálculos, á 0 lit. 83 por hectárea y por segundo durante todo el año. Mr. de Gasparin, agrónomo francés, calcula para el me diodia de la Francia varios números, considerando loszterrenos

con un 2:), ‘un 40, un G0 y un 80 por 100 de arena y suponien do 190 dias de riego: de sus números se deduce una media que

daría O lit. 97 por hectárea y por segundo en todo el año. Am bos cálculos son quizá escesivos si se atiende á la abundancia.

de aguas de que disponen ambas comarcas: tomando pues la media aritmética de estos resultados, tendrémos un número,

Olit. 90, por hectárea y segundo en todo el año, que parece

cantidad suficiente para un riego regular, ¡’r lo menos, para los terrenos de la banda del Norte de la Isla. Aceptada esta consecuencia y aplicada á nuestro objeto, resultaría que necesitamos para regar bien una hectárea duran te 5 horas por dia 16,200 litros de agua, ó hechas las reduccio nes. 2 cuartillos 26 cts, por vara cuadrada y ‘por dia. Suponiendo que sea necesario elevar esta masa de agua á una altura de 3 metros, lo que nos parece exagerado (2) el tra (l) Exposicion UniversaL-Comision Regia Italiana.-—Productos dela Agricultura del Piamonte, de la Lombardia y de Venecia, por el Caballero Gaetan Cantoni. sabido es que la cuasi totalidad delas haciendas de caña que poseen máquinas de vapor, tienen sus plantaciones en las llanuras.


(201) bajo en caballos de vapor franceses seria de 648 por hectárea y añadiendo por razon de pérdidasy rozamientos un 50 p. 8 de este trabajo, sumaria 972 caballos para la misma superficie.

Ahora bien, tomando en consideracion la máquina mas dé bil que pueda encontrarse en nuestros fundos agrícolas, se sabe que no baja de seis caballos: en cinco horas. su trabajo sube á 108,000 caballos de fuerza, y por consiguiente puede regar 111 hectáreas, ó lo que es lo mismo, 283 cuerdas de terreno próxi mamente. Imaginando que las tierras de la banda Sur, mas ti

ranizadas por las sequías, requieran para sus riegos una canti dad de agua doble de la que hemos calculado para la banda Nor te, es decir, 4 cuad¿llos y medio por vam cuadrado, claro es que

podrían regar con la misma fuerza y en el mismo tiempo 140

cuerdas. Escribimos de memoria, apremiados por el tiempo, y á nuestro pesar, sin poder consultar hombres ni libros: por consi guiente estamos muy léjos de atribuir á nuestros números nin gun valor absoluto: creemos sin duda, que sc aproximan un tan to á la verdad de lo que pueden ser nuestros riegos; pero les atri

buimos una importancia grande. muy grande, relativamente al objeto que nos proponiamos. Ellos demuestran á todas luces y sean cuales fueren sus errores, que donde quiera que tenemos

una máquina de vapor y aguas superficiales ó subterráneas, po demos salvar de los azares de la seca de 20 á 40 cuerdas de siembra por cada caballo de fuerza. Hemos visto, en efecto, que

drenando cierta extension de terreno se pueden acumular aguas bastantes: aguas que yacen con perjuicio de las plantaciones, bajo las mismas plantas: sabemos que ni el drenage, ni las bom bas representan en los límites en que los necesitamos un gasto tan grande que no pueda soportarlo cualquiera de nuestras ha

ciendas: los motores, cuyo importe pudiera ser motivo razonable de vacilacion, existen, y existen en la ociosidad, devengando

fuertes intereses, durante mas de 180 dias al año, tiempo so brado para regar con comodidad nuestros cultivos. ¿Qué pues

nos falta para acometer una empresa tan fecunda, que no exige el concurso de terceros, que no sale del dominio privado; si ya no es la fuerza de la voluntadí. . . . Grandes, por muchos conceptos, son las ventajas de los rie gos generales; pero en nuestras condiciones peculiares, con nues

tros hábitos y con nuestro decidido aislamiento respecto de todo lo que mira al bien comun, no vacilamos en decir que, para no sotros, estos riegos individuales son y serán durante mucho tiem po, preferibles. Como quiera que esto sea, pudiéramos probar

con abundante copia de ejemplos que los riegos salvan las pér didas que ocasionan las secas; que aumentan las cosechas y me

26


(202) joran la calidad de los frutos: que las tierras regadas marchan con rapidez á mas valer y suelen duplicar su precio, y por últi mo, con respecto á estos riegos de carácter privado, nadie les disputará una ventaja suprema que se traduce siempre por el doble beneficio de economizar dinero y de conservar intacta la

paz de las familias: ellos. en efecto, están exentos de litigios y no necesitan para nada de la intervencion administrativa. Los P0z08 artesíanaa, orígenes tambien de aguas abundan

tes, con cuya rápida descripcion terminarémos este asunto, go

zan de aquel último privigilegio, si se quiere limitarlos; ó pue den servir para dotar de agua á toda una comarca, intervinien

do entonces la accion pública. Perforar la tierra hasta encontrar en su seno aguas anima das de una velocidad suficiente para venir á la superficie y correr por ella, en cantidad bastante, ya para una fuente, ya pa ra un riachuelo, ya en fin, para formar un verdadero rio, es lo

que se entiende generalmente por hacer un pozo artesíano: los hay sin embargo que no derrama): el líquido, sino que lo limitan

á un nivel poco mas bajo que la superficie del terreno y que, por consiguiente, imponen la necesidad de extraerlo, elevándo

lo por medio de las máquinas: tal era la situacion del pozo arte siano de S. German, único de su especie en toda la Isla, cuando lo vimos: alluia á él agua suficiente para un gran riego, pero era

preciso elevarla porque no se derramaba: tal debe ser su estado todavía, porque la muerte sorprendió á D. Enrique D’ Acosta antes de llevar á cabo su pensamiento. Else proponía continuar

este taladro hasta encontrar un filete líquido con velocidad bas tante para dominar el nivel de la llanura. Sensible es que otros hombres no hayan continuado obra tan importante, .y es de de sear que se publiquen todas sus circunstancias actuales, y muy

en particular la naturaleza geológica y la potencia de los diver sos estratos del terreno que la sonda ha encontrado en aque

llos lugares á su paso. Sin estos datos, la oscuridad que entre nosotros cubre estos conocimientos, retardará mas y mas la épo

ca en que otros industriales cobren audacia para lanzarse en em presas de esta índole. No es jamás de gran diámetro la seccion de estos pozos, y como el movimiento solo de las aguas en su interior sería bas

tante para ocasionar derrumbamientos, capaces de cegar la obra, preciso es revestir sus paredes para impedirlo. Tubos de hierro laminado, ó tubos Clmmeroy, son los que se emplean con este

fin, remachando los unos á los otros á flor de tierra, y á medida. que la profundidad va requiriéndolo. Los estratos de rocas duras que se encuentran y perforan en el tránsito no necesitan de esta

precaucion.


(203) Los instrumentos que en estas obras se usan, son varios, y

en estos últimos tiempos se han perfeccionado mucho algunos de ellos. Mister Kind, aleman de nacion, á quien se ha dado el

sobre nombre de “Napoleon de los Pozos artesianos,” por las numerosas y grandes empresas que en este ramo de la indus tria acometiera, ha sido el innovador mas ingenioso de todos.

Los unos se destinan á cortar y desagrcgar las tierras flojas ó

compactas: los otros, mas fuertes y mejor acerados, á triturar las rocas duras: otros tienen por objeto extraer todas estas materias, y los hay tambien que sirven únicamente para asir, en el fondo de los pozos, los fragmentos de los instrumentos principales que

en el acto del trabajo suelen romperse. En general esta herra mienta se suspende á unas barras de hierro que se van articu lando unas á otras á medida que la profundidad lo exige; pero en estos últimos años se han empleado con buen éxito cuarto nes de madera, convenientemente herrados por sus estremos, que surtiendo el mismo efecto. son mas elásticos, exigen por su

menor peso menos fuerza, y vuelven por sí mismos, á causa de su densidad relativa, hácia la superficie del líquida que llena siem

pre estos pozos Este sistema, que pudiéramos decir de transmi sion rígida, es seguramente el que mas se sigue tanto en Euro pa como en América, y sin duda es el mejor cuando las profun didades son considerables, pero no es único. El de la Sonda ó de transmision flexible, en el cual se ma—

nejan los instrumentos de percusion y de extraccion por medio de cuerdas, viene de una antigüedad remota, surte muy buenos efectos, y es relativamente muchísimo mas económico. Débese á la China, como su nombre popular, Sondeo chino, lo indica y

quizás es mas asequible por su baratura á nuestros industriales, y sin duda mas practicable entre nosotros porque exige menos

y mas fáciles reparaciones en su material de trabajo. A la verdad, en estas obras el gasto se hace siempre á ries go y ventura, porque en rigor puede suceder y ha sucedido, aun que raras ocasiones, que el dispendio sea grande y el efecto uin— guno. En algunas partes un propietario ha encontrado el agua, pura y abundante, á 37 m. de profundidad, y el vecino inmedia

to, animado con este ejemplo, ha penetrado hasta los 50 m. y no ha obtenido ni una gota. Así pues, estas empresas requieren cierta acometividad industrial. aun en los pueblos que conocen su geología, y mayor audacia en aquellos que, conzo el nuestro,

ignora absolutamente la naturaleza del suelo en que asienta sus propios piés. Con todo, es evidente que sin esta audacia no se hubiera practicado todavía el primer pozo artesiano, y es por otra parte constante que la inmensa mayoría de los que se han emprendi


(204) do, han dado siempre fecundos resultados. No nos es dado citar todos los pozos que confirman esta verdad, pero es incontestable que, cuando.no han faltado ni los recursos, ni la constancia, se

ha llegado siempre con mas ó menos trabajo á una region de donde ha brotado el agua con mayor ó menor velocidad, y que

de ella se sirven ya las ciudades para sus necesidades y ornato, ya la Industria para fuerza motriz y otros usos, ya en fin, los cam PoS Para regar Sus prados y sus cultivos.

UDPS Veces la sonda encuentra el líquido precioso á cortas profundidades como sucede en los arenales desiertos de la Ar geha, dfimde la aparicion de este elemento indispensable de la vegefaclon y de la vida ha creado nuevos y hermosos oasis, y ha fijado, 0omo por milagro, las hordas errautes: en otros casos

el tr¿P311o ha tenido que superar obstáculos diversos y penetrar hasta lOS 600 metros, poco mas ó poco menos, como en algunos

POZOS de la China. La cantidad de agua puede y debe aumentar con la Profundidad, supuesto que sería posible ir reuniendo file

tes di.SfmtOS y sucesivos; pero no hay, hasta hoy, descubierta ni ley, nl relacion alguna entre una y otra circunstancia y la abun tlancla parece depender principalmente dela riqueza propia de la zona acuífera y de la posicion mas baja del taladro, respecto del nlVel superior del depósito natural del liquido, cosas ambas que á su vez dependen de la casualidad, álo menos para el pri mer pozo que se emprende. Comarcas y lugares hay, sin embar go, que por indicios numerosos y diferentes convidan a intentar

estas obras, con la seguridad casi evidente de buen éxito: tal creemos nosotros que son algunos parages de Coamo en las inme diaciones de sus playas. Otras partes invitan á acometer estas

empresas, no ya únicamente por los indicios naturales ó por las inducciones probables de la ciencia, sino por la evidencia absolu tade los grandes beneficios que la especulacion asegura al capi tal, si los trabajos se llevasen hasta conseguir el objeto. No hay duda alguna de que pozos artesianos como los de Grenelle y de Pussy duplicarían el valor de los terrenos de Ponce, de Maya

güez y de Guayama, y que están llamados á devolver la ferti lidad perdida á esa gran porcion, hoy estéril, que está compren dida entre esta Capital y la llanura toda de Sabana-llana. perte

neciente á Rio piedras y á la Carolina. La Ciudad tendría por este medio aguas abundantes, y con ellas la esperanza de ver

nacer la industria; todo el país miserable que la circunda por el Este se cubriría ora de jardines, ora de pastos nutritivos, ora en fin, de suertes cultivadas que derramarían entorno la.alegría

sana de la vida activa y del trabajo remunerado. La fortuna de estas comarcas sería verdaderamente asombrosa, si la Providen

cia les llegara a dispensar un hallazgo como el pozo admirable


(205) de Perpiñan, en Bages, porque entonces el capital. siempre tí mido, cobraría valor en vista de tan poco esfuerzo y de tantos beneficios, y podría multiplicarlos con profusion. Hé aquí ahora la profundidad y la riqueza de algunos de estos preciosos orígenes de agua, que los siglos guardan bajo nuestras plantas, con el uso especial que de ellos hacen los hom

bres de otras partes:

.___—. Im

'

'

L U G A R E S.

Riqueza r1 Profundidad en litros po - en metros. minuto.

USOS PRINCIPALES.

Passy, en París.. . . ‘

586

5556

Grenelle, idem - . . .

548

3000

Servicio de la ciudad y

Tours ' ' ' ’ ' ' ' ' ' ' ' '

140

de sus paseos. Motor para seda, fá 1100 í brica de sedería.

Bages, en Perpiñan.

— 47

2000

É Molino de trigo y rie go de 40 hectárea:

Por lo que hace á los costos de las obras de esta naturale

za, imposible es todavía fijarlos á prio/‘zi, ni aun allí en donde ya se han practicado algunos. La reparacion y destruccion de los instrumentos, el consumo de las máquinas y de los jornales,

asi como los accidentes inevitables y á veces cuantiosos que re tardan su marcha, ó en una palabra, el tiempo necesario para llevarlas á cabo, depende esencialmente de la naturaleza, de la posicion y de la potencia ó espesor de los est ratos, como de la

profundidad de la capa líquida que se busca: se vé pues, que to dos estos datos son desconocidos. Pudiéramos con todo citar varios precios, pero nos limita remos á indicar dos estremos, bastantes á nuestro ver, para dar

de esto una idea. Pozos artesianos hay que no han costado lo

que un pozo ordinario de 10 varas de profundidad, puesto que Mr. Goulet ha perforado muchos en los terrenos eretáceos de Champaña que han resultado á un costo comprendido entre 30 y 60 pesos. En cambio el rico pozo de Passy fué calculado en

70.000 pesos, y á causa de los contratiempos ascendió definitiva mente á 3 200,000.


(206)

INSTRUMENTOS DE LABRANZA r ARADOS DE VAPOR.

Labran nuestros'agricultures tantas veces y tan bien como

les es posible la tierra. Los que cultivan frutos menores car e cen, generalmente hablando, (que en todo hay escepciones) de

toda clase de recursos para emprender un cultivo perfecto. No así los agricultores de la caña de azúcar y del café, los cuales

poseen mas medios pecuniarios y por punto general mas luces.

Guayamay Ponce, San German, Arecibo y Mayagüez, cultivan el suelo con esmero, y en particular Guayama, mas castigada que todos por la seca, busca en sus labores hasta los medios de apro vechar el rocío. Con todo, habia cn la Exposicion un material agrícola tan considerable que nos parece obligatorio dar de algunos de aque llos instrumentos una idea sucinta. En particular, los arados mo

vidos por el vapor, y las experiencias que con dos de ellos se hi cieron, no nos es lícito omitirlos: los abonos, de que allí se mul tiplicaron las muestras, merecen tambien una ligera mencion y por último, el sistema. de la rotacion de las cosechas, nos parece conveniente, por lo menos, apuntarlo. ' Persuadidos de que en estas cuestiones de interés privado, aunque de importancia capital para la riqueza pública, cada cual

sabe bien lo que le conviene, ni recomendamos estos objetos, ni negamos que sería muy útil estudiar las ventajas y los inconve nientes que, dadas nuestras circunstancias, pudieran tener en la localidad. Los agrónomos sostienen, y sus experiencias parecen de

mostrarlo. que una labranza profunda, minuciosa y esmerada, suple á los abonos, y da cosechas tan remuneradoras del traba jo, como los campos mejor abonados. Muchas partes de Europa,

sin embargo, y en especial Inglaterra, no se contentan con esta conclusion: ellas labran bien, hasta no dejar en el campo ni una raiz, ni una menuda piedra y hasta poner la tierra en un estado, que pudiéramos decir, de perfecta division, y no por esto omiten toda clase de abonos, inclusos los abonos verdes, llegando á ve ces hasta la profusion. Así, los instrumentos inventados para, di

vidir. limpiar y remover la tierra á diversas profundidades, se han multiplicado de una manera tan prodijiosa y son tantos los sistemas, y tantas las modificaciones que presentan, que es gran de la dificultad que ofrecería una eleccion acertada. Las Recom a


(207) pensas mismas, acordadas en el concurso, y tan numerosas casi

como los exponentes, no serían en este punto guía bastante se gura para decidirse; por otra parte nosotros conocemos y usamos los arados del sistema americano, y del sistema inglés, rastreros

ó con ruedas, de una y de doble vertedera, así como las cultiva doras, extirpardoras y rastrillos y seria inútil sobrecargar este artículo con sus precios. (1) Nos ocuparémos, pues, de los ara dos de vapor, cuya funcion y resultados, pueden tener, tarde ó temprano, alguna influencia en nuestros campos.

Una máquina de vapor Rutera, tal cdmo las que hemos descrito (pag. 113) es siempre el vehículo y el motor de estos arados, y son dos los sistemas diferentes que, modificados de di

verso modo, se han imaginado para aplicar esta fuerza á la la branza de la tierra. En el uno, el instrumento arator1o,va unido á la rutera,’

marcha con ella y está dispuesto de modo que puede penetrar mas ó menos, y salvar los obstáculos que á su paso le ofrezca’

el interior del terreno. De este sistema fueron el arado al va por de M. Usher, el de los hermanos Barral y otros, como el de

Mr. Kientzy, único representante de ellos que se presentó en la Exposicion. Por desgracia, este instrumento de trabajo, que parece muy bien dispuesto para el objeto, no dió en el concur so prueba ninguna de su mérito, pues permaneció en reposo en

los campos de Billancourt, y no hizo gran cosa en los de Vin cennes. En el otro. el arado, la estirpadora ó cualquiera otro instru mento de labor se une á la rutera, que está fija, y obedece á la traccion de esta, por medio de un cable metálico. Varios cons

tructores de esta clase de máquinas exhibieron‘ las suyas en el

Campo de Marte, y puede decirse que hubo tantas como rute ras; mas solamente dos de los expositores sometieron sus apa ratos á las pruebas directas de la experiencia: ambos eran in gleses, Mr. Fowler y Mr. Howard. Los precedentes de ester mag

nifico concurso y sus consecuencias son dignos de ser contados. La Comision Imperial administraba bienes agenos, como 12.000,000 de francos del Estado, como 8 millones del Munich pio de París y como cinco de diversos y numerosos capitalistas de la Europa: su deber era gastarlos en el espectáculo y. sacar

los íntegramente, si no podia au mentarlos, de los exponentes y de los espectadores. Esta Sociedad no tenia realmente por objeto la especulacion de ganar; pero tenia el deber casi ineludible, ó

(l) Sin embargo, algunos ponemos al fin de este capítulo con nota sucin ta do varios instrumentos y aparatos.


( 208 ) ' Ï por lo menos, indisculpable de no perder: así, nada fué gratuito para nadie en el inmenso concurso: se pagaba la entrada, el pi so, el asiento, el agua, la habitacion, las fuerzas mec’micas y has

ta el aire que se respiraba en el grande edificio, insuflado en su interior por las bombas poderosas que al efecto funcionaban en el Parque. Mas las esperiencias del arado profundo hecho con.máqui nas poderosas de vapor suponían gastos de cierta importancia; los exponentes, gravados ya con el hecho solo de la Exposicion, resistian: la comision Imperial vacilaba entre esta resistencia y la necesidad de completar, con esta parte, su magnífico espec

táculo; de plazo en plazo, de duda en duda. y sin que ni la una ni la otra parte quisiera gastar lo necesario con este fin, el tiempo transcurría, el público se impacientaba, y acaso, asoma

ba ya el ridículo, armaterrible que el pueblo francés maneja con mas habilidad que el antiguo pueblo de Atenas. ' En esta situacion levantó la voz Mr. Eduardo Lecouteux, redactor principal del Diario de agricultura práctica, y desen

tendiéndose de las formalidades oficiales, provocó en su periódi co una suscricion voluntaria y concertó con hombres competen tes un gran concurso, en donde figurarían las fuerzas animales,

y las máquinas de vapor aplicadas al arado. La suscricion se cu brió en breve tiempo, y el espectáculo, nuevo para nosotros é interesante para todos, comenzó el 6 de Setiembre de 1867, en

Petit-Bourg, propiedad de Mr. Decauville, cerca de Evry-sur Seine. Nunca olvidarémos estas nuevas pruebas del triunfo se guro de la ciencia sobre la naturaleza; pero en este momento de bemos dejar la palabra á los hombres (1) competentes, que es tudiaron por puro amor á las artes, estos importantes ensayos y dieron a conocer sus resultados.

(l)

El jurado que se nombró para este caso estaba compuesto de los Sres,

De Tocqueville, presidente de la Sociedad de agricultura de Compiégne. Chertemps, agricultor. Vallerand, agricultor laureado.

E. Flachat. presidente de la sociedad de ingenieros civiles. General Tchewkine, ministro de fomento de Rusia.

Qomendador de Vicenzi, ministro de agricultura de Italia. Ladislao de Wargner, Inspector de la comision austriaca en la Exposicion.

Alfredo Tresca, encargado de tomar nota de las observaciones. J. Houel, ingeniero constructor y agricultor informante.


(209)

CONCURSO INTERNACIONAL DE LABRANZA AL VAPOR

Y DE LABORES PROFUNDAS

u

INFORME DEL JURADO ESPECIAL PARA LAs EXPERIENCIAS AL VAPOR, DADO POR M. HOUEL EN PARIs EL 25 DE NOVIEMBRE DE 1867.

“ Los puntos sobre que ha recaído la atencion del Jurado “ principalmente son: “ La estimacion de las cualidades prácticas de trabajo de los “ aparatos mecánicos. ‘

“ La evoluacíon del costo del cultivo a" drfiwentes profundidades. " Los dos concurrentes que se han presentado'son M. John “ Fo'wler, de Leeds y M. M.‘ J. y F. Howard, de Bedford. Cada

“ uno de ellos ha traido una‘serie completa de instrumentos y de “motores de vapor, muy notables. “ A M. Fowler pertenecen dos máquinas motrices de 10 ca— “ ballos cada una; pero dispuestas de tal modo que entre ambas

“ pueden dar de 20 á 25 caballos. Su'construccion es esmera “ da y su solidez parece una garantía para un trabajo sostenido “ sin temor de alteraciones anormales. “ Constituyen estas máquinas un generador de vapor de ho “ gar cuadrado y de cuerpo tubular cilíndrico, conforme al tipo “ de la locomovible inglesa. Como en las ruteras, todo está dis

“ puesto para la propulsion del aparato por sí mismo. Un freno “ permite modificar la rotacion de las ruedas: una rueda timon, . “ situada en medio del tren delantero, sirve para los cambios de

“ direccion. El cilindro motor está sobre el generador, lleva la “ colisa de Stephenson, lo que hace la expansion poco variable: "tiene el volante bajo la mano del conductor y la llanta de este “ es torneada, para que pueda recibir una correa y servir como “ locomovible en otros trabajos. “ Pa ra los trabajos de labranza lleva un torno ó tambor, bien

“ situado para enrollar el cable de traccion y para recibir el mo 26


(210) ‘vimiento de rotacion del árbol principal, mediante un engra “ nage de conectador, que establece ó interrumpe la comunica— “ cion con facilidad. Otro aparato ingenioso se halla instalado en “ la inmediacion del torno y está encargado de dirigir las vuel “ tas del cable, espira por espira y de modo que no haya super “ posicion de la hebra, ni lazos ó nudos por falta de tension. “ El cable es de alambres de acero; antes eran de hierro, pe

“ ro se deterioraban con rapidez: los de acero son mucho mas “ tenaces á la traccion, mas resistentes á la friccion y mas elás

“ ticos. Los alambres de Fowler tienen 2 m. m. 2 de diámetro “ y entran 24 en cable, pesando este como 1 kilógramo por “ metro.

“ Lainstalacion de Fowler para labrar con estos motores el “ campo, consiste en situar uno á cada lado del terreno perpen— “ dicularmente á la direccion de los surcos: cuando el un‘o me “ diante el cable tira de un extremo del instrumento aratorio,

" el torno del otro, desconectado, gira libremente y abandona el " cable que en él estaba enrollado, y cuyo extremo se fija al otro

“ extremo del mismo instrumento. Cuando este llega al fin “ del surco, las máquinas avanzan tanto como el surco tiene de “ anchura, y la operacion recomienza en sentido contrario.

“ Los instrumentos de Fowler eran cinco:

“ 1.° El arado de labores mer/¡anos y profundas, guarnecítlo “ de cuatro rejas de doble vertedero " 2.° Otro para labores ordinarias (le 00/10 re'ías.

“ 3.° Una cultivan/0ra de siete dientes. “ 4.° Un escar'yïcador.

“ 5.° Un r'astrillo articulado. “ Los tres primeros de estos instrumentos son dobles, es de

“ cir, tienen tantas rejas ó dientes hácia un extremo como hácia “ el otro, simétricamente colocadas con respecto al eje de las "ruedas en que van montados, en sentido contrario la una de la “ otra serie, y de tal modo dispuestas que cuando una mitad del

“ instrumento lleva sus rejas hincadas en el terreno, la otra mi “tad va en el aire, merced al codo ó ángulo que forman en el “ centro, y á un movimiento de báscula que permite bajar con ‘t facilidad una mitad, subiendo por el mismo hecho la mitad

" opuesta. Cuando estos instrumentos llegan al extremo del sur “ co, basta imprimirles á mano aquel movimiento, para que que

“ den dispuestos á marchar hácia atrás, trabajando en sentido “ contrario.

“ El tercero es simple y para retroceder, es preciso cam “ biarlo de posicion en cada extremo del surco; y como el cuarto


(211) “ tiene sus dientes verticales trabaja del mismo modo en ambos “sentidos. r “ La disposicion de todos estos instrumentos es sencilla y “ sólida, con la ventaja de que en una misma armadura pueden “ montarse rejas, vertederas, dientes &c. adecuadas en cada caso “ á la naturaleza del suelo y á la peculiaridad del trabajo que se “tiene entre manos. “ Un tonel de hierro laminado, montado en su carro c‘onte

“ nia el agua necesaria para la máquina durante el trabajo. Otro “ carro llevaba las rejas, dientes y demás piezas de muda para " los casos accidentales, así como las palancas y otros utensi “ lios para situar con fucilidadlos aparatos. Hé aquí ahora el diario de estos sorprendentes trabajos. “ Viérnes 6 de Setiembre 1867. “ Los aparatos de M. Fowler parten de Vincennes á las 10 “ de la mañana: cada rutera conduce una parte del material que “ se ha de emplar en las experiencias, y 1000 kilógramos de car “ bon para entrambas.

“ La distancia desde aquel punto hasta Petit-Bourg, como “ de 30 kilómetros, fué recorrida de las 10 de la mañana á las 9

“ de la noche, por la ruta de París á Fontainebleau en su mayor “ parte.

“ Sábado 7 ídem ídem. _ “ Las máquinas se instalan en el campo y comienzan la cx “ periencia por el desfondamiento (l) á 10 pulgadas inglesas “ (O m. 254) de profundidad, por medio del arado 19 con cinco “rejas, de un terreno arcilloso, cuyo subsuelo pedregoso ofrece “dificultades y choques. Su extension es de 12 hectáreas 65 “ áreas. El trabajo comienza á las 2 de la tarde y termina á las 6.‘ “ Los 1000 kilógramos de carbon tomados en Vincennes

“ sirvieron para el viage y para este trabajo. Medio jornal de “ hombre y caballo se consumió en la alimentacion de las calde “ ras. El Domingo no hubo trabajo. “ Lúnes 9 ídem ídem. “ En una hora la presion está á punto, y el trabajo comien “ za á las 6 fi, con cinco rejas. de las cuales cada una remueve

“ una faja de 0 m. 250 de ancho, y todas una banda de l m. 25. "La velocidad media del arado es de 1 m. 10 por segundo: la “ maniobra en cada extremo del surco dura 30 segundos.

(1) Así llama el Diccionario de agricultura práctica publicado en Madrid (1852) por D. Antonio Perez Dubrull, á la. opcracion que consiste en picar 6 remover el suelo á mayor profundidad de la que busca el arado comun en la la branza ordinaria. Los franceses dicen Dqfoncement.


(212) “ El hogar consume 1000 kilógramos de carbon durante “ 10 horas de trabajo: dos caballos y un hombre se emplean en “ el transporte para la provision de agua, que es de 5 á 6 metros “ cúbicos en el mismo tiempo.

“ La marcha de los aparatos fué regular durante el dia, sin “ mas interrupcion que la indispensable para reponer algunas re

“jas, rotas por las piedras, lo que se hace en pocos segundos. El “trabajo cesa á las 6% de la tarde. “ Martes 10 idem ídem. “ El trabajo continúa á partir de las 6% de la mañana du? “ rante otras 10 horas con el mismo gasto de carbon y el mismo “ servicio que en el dia anterior. “ Miércoles 11 idem ídem. “ El trabajo empieza á las 10, y cuenta como en los dias “ precedentes con 1000 kilógramos de carbon, dos caballos y un “ hombre. “ A las 11 el arado encuentra un hoyo y las piedras ocultas

“ rompen tres rejas. A la una termina el trabajo regular de toda “ la pieza primera. . “ Queda la segunda por labrar: es larga de 400 metros y “ una zanja la divide en dos porciones: es pues. preciso atacarla “ dosiveces. La anchura de cada parte no pasa de 8 metros: á pe “sar de todos estos inconvenientes y de la dureza relativa del “ suelo, fuertemente pisoteado en esta parte, la tierra queda com

“ pletamente removida en el espacio de tres horas. “ Suma pues, el tiempo total empleado eu arar 12 .hectáreas “ 65 áreas, 32 horas, y resulta que venciendo toda suerte de difi

“ cultades, y bajando á una profundidad de 0 m. 254, el arado de . “ cinco rejas labra 40 áreas por hora, ó sean cuatro hectáreas por “ día “ Veamos ahora el costo de esta labor.

“ 3200 kilógramos de carbon en 32 horas á 45 “ francos los 1000 k . . . . . . . . . . . . . . . . - . . . . . . . .frs. “ Dos fogoneros conductores á 0,60 céntimos uno

144 ,,

“ por 'hora en el mismo tipo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . “ Un labrador á 0,40 id. id. id. . . . . . . . . . . . . . . “ Un peon á 0,30 id. id. id. - . . . . . . . . . . . . . . . “ Dos caballerías de tiro, para servicio de la cal

38 40 12 80 9 60

“ dera á 1,00’ id. id. id . . _ . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . .

32 ,,

“ Gastode aceite........ . . . . . . . . . . . . . . . . .“ Reparacion, interés y amortizacion del material

(l)

Cuatro hectáreas son unas 10 ‘cuerdas nuestras.

9 60


(213) “ ó 20 p. g de 30,000 francos (1) en 22 horas . . . . - . “ 15 rejas rotas á 1,10 una . . . . . . . . . . . . . . . . . .

96 ,, 16 50

“ Costo de 32 hectáreas 65 áreas . . . . . . . . .

358 90

“Luego el de una es (2) . . . . . . . . . . . . . . .

28 37

“ Tambien resulta de estos números que el gasto de fos “ aparatos en movimiento es, por hora de trabajo, de 11 francos

" 20 céntimos.

DESBROZAMIENTO

.

DEL CAMPO POR MEDIO DE LA CULTIVADORA.

“ Juéves 12 idem idem. “ Las máquinas se instalan entre las 11 y las 12 g: la dis “ tancia que las separa es de 300 metros próximamente. La an “ chura del campo de trabajo e de 250 metros y su longitud to— “ tal de 625. La cultivadora trabaja á 7 pulgadas (0 m. 177) de

“ profundidad. “ Cinco experiencias consecutivas respecto al tiempo em " pleado por el instrumento en recorrer los 250 metros. han da

“ do, la 1'.‘ 125 segundos, la 2‘.‘ 160,” la 3*.‘ 150." la 4El 130,” y la “ 5‘? 140.” El término medio, es pues, 140” y la velocidad del

“ instrumento 1 m. 786 próximamente.

“ Viérnes 13 ídem ídem. ‘f El movimiento empieza á las 7 de la mañana y termina

“ con la labor de la pieza á las 6 f; de la tarde. Hora y media se “ consagró á la comida de los hombres: el campo, cubierto de “ plantas pequeñas, exigió varios retardos y manipulaciones. " 1000 kilógramos de carbon y dos caballerías para el agua “ fueron empleadas en el dia. “ Se rompieron 3 dientes. “ La superficie total del campo cra de 13 hectáreas 31 (l)

30,000 francos es el importe del material: el 20 p. g anual, ó sean

6.000 francos, están repartidos en este cálculo en 200 dias de trabajo, ó sean 30 francos por dia de 10 horas, ó 3 francos por hora.

Este cálculo supone que las máquinas se explotan no solamente como po tencia arutoria, sino como ruleras y cn general como Iocomoribics, de modo que

estén empleadas los 200 dias útiles del año.

'

(2) De aquí resulta que este arado por cuerda de terreno saldría, en igual dad de las demás circunstancias ó. 8 2 27 cts. próximamente.


(214) “ áreas, y el tiempo gastado en la labor, teniendo en cuenta las “ horas perdidas, fué de 16 horas y media. En una hora se remo “ vieron pues 81 áreas á O m. 177 de profundidad. “ Las demás condiciones y gastos del trabajo son las que “ conocemos, puesto que el servicio y consumo de las máquinas

“ no ha variado. Resulta, pues, que la hora de trabajo sale á 11 “.francos 20 cts. y por consiguiente, 13 lr. 83 céntimos es el pre

“ cio de la hectárea (1).

HOWARD.

“ A causa de numerosos inconvenientes experimentados en “ el transporte por mar y tierra, los' Sres. Howard no presenta “ ron sus máquinas en el Campo de las experiencias, hasta el 19 " de Setiembre, dia del Concurso.”

consistían estas: “ 1.° En una locomooíble, no mlera, de dos cilindros con m:

pansion ‘variable.

" ‘2.° En un torno con dos tambores verticales sobre ejes Izori zonlales, montado en un carro de dos ruedas.

“ 3.° En. dos máquinas mofrices, rutcras, que describíre'mos. “ 4.° En. poleas de retorno y de suspension para el cable, y en anclas de sugec'ion.”

Sus instrumentos de labor eran: “ 5.9 Un arado doble con movimierz/a de báscula y cuatro re jas para labores ordinarias. " 6° Otro arado igualpero con dos rejas para labores anchas y pnfundas. “ 79 Dos cultivado/‘(w dispuestas para trabajar del mismo mo do Inicia adelante ó hácía atrás. ' “ 89 El tone! de alimentado" pam las tableros.” " Instalaron los Sres. Howard de dos maneras (li eremes sus

aparatos de labranza durante el concurso. “ Primeramente por medio de la locomovíble y' del torno de dos tambores que ella ponía en movimiento. En este sistema, que

podemos llamar de circunvalacion del campo, un cable metáli

(l)

Observe el lector que los aparatos de Fowler. llegaron á Petit-Bourg

desde el 6 de Setiembre. Su trabajo hasta el 19 fue contratado particularmente por Mr. Dccauville.


(215) co parte de cada uno de los dos tambores del torno, estando es te situado en el centro, poco mas ó menos, de uno de los lados

del terreno; pasan los dos cabos por la garganta de las poleas de

suspensiol situadas en diversos puntos del perímetro, tanto á la derecha como á la izquierda del torno, cambian de direccion en los ángulos mediante poleas de retorno bien ancladas, y van á fijarse cada uno á un extremo del instrumento de labor, al otro

lado del campo. “ La máquina puesta en conexion con uno de los'tambores del torno, le imprime un movimiento de rotacion, enrollando así el cable, mientras que el otro tambor. libre, lo deja desenrollar. De este modo, el instrumento de labor obedece á la traccion, entra en movimiento, corta el terreno y labra una zona de su

mism’a anchura en el lado opuesto á aquel en que se instala el motor.

“ Cuando el instrumento ha llegado al extremo de este pri mer surco, el movimiento cesa: los peones trasladan las dos po leas de retorno á una distancia igual á la anchura de la faja la brada; en el mismo tiempo, el maquinista cambia la conexion al otro tambor, invierte la marcha del piston, da la tension conve

niente al cable, y á una señal, comienza de nuevo el movimien

to en sentido contrario. labrando una nueva zona inmediata y pa ralela á la primera. Así continúa el trabajo hasta que el instru mento recorre la última faja del terreno inmediata á la línea en que están las máquinas, dejando todo el ca npo que circunvalaba el cable, removido.

" Se ve, pues, que en este sistema no hay mas que un mo— tor, fijo mientras dura el trabajo, y que puede colocarse en un

punto cualquiera fuera del campo que se labra: que es preciso trasladar de trayecto en trayecto, esto es, de surco en surco, las

dos poleas de retorno, necesarias en los extremos. y que la lon gitud del cable es igual al perímetro del terreno, mas el lado ma yor de este que recorra el instrumento. Conviene, pues, esta ins talacion para piezas de cortas dimensiones, de forma regular ó irregular, y en donde no se quiera hacer entrar la máquina.

“ La otra instalacion de Howard emplea tambien dos mu’ quinas, como hemos visto en

la

de Fowler, que se sitúan en

dos extremos del campo y se transportan automáticamente de surco en surco, á medida que el instrumento los remueve; pero aquí las dos máquinas trabajan, no alternativamente, sino de una

manera simultanea. Cada una lleva dos tambores para enrollar y desenrollar los cables: estos son dos, unidos ó amarrados á dos instrumentos de labor, y dispuestos de tal manera, que cuando

una de las máquinas tira. del uno, la otra tira del otro y recípro camente; pero cada uno corta el terreno hasta la mitad del cam


(216) po solamente, pues aunque pudieran marchar de.extremo á ex tremo, no se hace así porque entonces seria preciso tambien ha cer avanzar las máquinas al fin de cada trayecto, en un_espac1o doble del de la faja labrada, y esto tendría el inconvmlente de aumentar demasiado la porcion de terreno que siempre queda sin labrar en cada extremo.

'

“ Cada uno de los motores Howard se compone como si gue: un fuerte cuadro rectangular que reposa por la parte pos

terior sobre dos ruedas motrices, y por la delantera sobre una sola rueda directriz, que recibe de un timon sus movimientos de oriencacion, lleva el generador de vapor y todos los órganos de

transmision. Este generador es tubular y está montado en la mitad del carro y perpendicularmente al eje mayor del cuadro. La máquina es de dos cilindros, con retroceso y de expañsion:

la transmision al eje de las ruedas motrices es de engrane por un conectador: las ruedas citadas son locas en el eje, pero una chaveta puede hacerlas solidarias con él: para recorrer una cur va es siempre preciso quitar la chaveta, lo cual trae inconve

nientes. ‘ “ Este motor, puede pues, aplicarse ála traccion como una

rutera; pero como no tiene mas que tres ruedas, parece para es to poco estable. Lleva además una. polea volante para transmi tir la fuerza y servir como locomovible. “ Indicada así la instalacion de labranza del Sr. Fowlery de los Sres. Howard, es decir. los instrumentos que usan, sus motores y sus sistemas de trabajo, tiempo es .de que veamos sus principales resultados: los datos siguientes fueron tomados du

rante la experiencia por Mr. Alfredo Tresca, adjunto del Jurado,

el dia 19 de Setiembre citado’.’

MAQUINAS DE J. FowLEa.

I..—-—EMPLEO DEL ÁRADO DE ocno REJAS.

A.

Anchura del surco. . . . . . . . . . . . . . .

2 m 20

B.

Profundidad media . . . . . . . . . . . . . . .

0 m

C.

Longitud...... . . . . . . . . . . ........

18

350m 00

D.

Número de surcos observados . . . . . .

E. F. G. H. I.

Tiempo empleado en los 4 surcos. . . . 1370” 00 Idem de las pausas . . . . . . . . . . . . . . 160” 00 Tiempo total. .'. . . . . . . . . .. . . . . . . 1530” 00 Velocidad del arado en marcha. . . . 1 m 022 Idem media,.contadas las pausas . . . . 0 m 924

4

00


( 217 ) Trabajo diario correspondiente :‘i 10 horas efectivas,

J.

10 por 3,600 por 0'924 por 2,2027’3180 hectáreas. K. Volúmen de la tierra removida por dia, 13,275 m. cúbicos. r II.—EMPLEO DE LA CULTIVADORA.

A. i Anchura del surco . . . . . . . . . . ... . .. B. C.

Profundidad media.i . . . . . . _ _ . . . - . Longitud '. . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ - .

2 m

0

0 m 11 350 m 00

D.

Número de surcos ._ . . . . . . . . . . . _ _ _ .

4

00

E.

Tiempo empleado . . . . . . . . . . . . . - .

670”

00

F.

Pausasu.“. . . . . . . . . . . . . .

170”

00

G.

Tiempo total . . . . . . . . . . . . . . . _ . . .

840”

00

H.

Velocidad del instrumento en marcha.

2 m 220

I.

Idem media, con las pausas , . . . . . .

1 m 666

J. Trabajo diario correspondiente á 10 :horas efectivas, 36,000 por 1666 por 2 m=12 hectáreas. K.

Volúmen de la tierra removida por dia, 13,200 m.

cúbicos, III.-—EMPLEO DEL AaADo DE CINCO REJAS.—POR LA MAÑANA.

'A. B. C.

Anchura del surco . . . . . . . , . . . . . .. Profundidad media . . . . . . . _ . . . L . - . Longitud. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

D.

Número de surcos .. . . . . . . . . . . . . . . ..

2

E.

Ti'empo empleado . . . . . . .' . . . . . . . . .

690”

00

F.

Pausas . . . . . . . . . . . . . . .’ . . . . . . . . . .

50”

00

G. Tiempo total- . . . . . . . . . . . . . . . . -. H.. Velocidad en marcha . . . . . . . . . . . . I.

1 m 30 0 m 30 350 m 00

00

740” 00 1 m 015

Idem media, con las pausas . . . . . . - .

O m 945

J. Trabajo diario correspondiente á 10 horas efectivas, 36,000 por 0’945 por 1,30=4’4250 hectáreas. K.

Volúmen de la tierra removida por dia, 13,275 m. cú

bicos. IV.-—SEGUNDA EXPERIENCIA 'ooN EL MISMO ARADO.

(Pon LA TARDE). A. B y C, datos iguales . . . e . . . . . . . . . . . D.

Número de surcos . . . . . . . . . .

E.

Tiempo empleado . . . . . . . . . . . .. . . . . 2245”

..

7

00

F.

Pausas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

00

295

00


(21s). Gr.

Tiempo total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2540”

H.

Velocidad en marcha . . . . . . . . . . .-

00

I. J.

Idem media con las pausas . . . . . . . . 0 m 965 Trabajo diario correspondiente á 10 horas efectivas,

1 rn 095

36,000 por 0’965 por 1.30=4’5250 hectá rcas. K. Volúmcn de lu tierra rcmovid'a por dia, 13,575 m. cúbicos. “ De estos guarismos resulta que en un terreno arcillo-si líceo, bastante fuerte, como el del campo de estas experlencias,

los aparatos Fowler pueden trabajar en 10 horas efectivas, co mo sigue:” A la profundidad de 0 m. 11 con la cultivadora. 12 hects. Id . . . . . . . . . . . . .. 0m. 18 con e1arado..-. 7’3180 Id . . . . . . . .....'..0m.30id.............

4'4750

MAQUINAS DE LOS SRES. IIOWARD.

I.—EMPLEO DE UN ARADO DE

CUATRO REJAS, UNA

SOLA

MAQUINA Y SISTEMA DE CIRCUNVALACION.

A. B.

Anchura del surco . . . . . . . . . . . . . . Profundidad media . . . . . . . . . . . . . .

1 m 130 0 m 200

341 m 100

C.

Longitud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

D.

Número de surcos . . . . . . . . . . . . ..

E.

Tiempo empleado- . . . . . . . . . . . . . . 2895”

00

F.

Pausas . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . .

00

' Gr.

8

00

0’49'

Tiempo total . . . . . . . , . . . . . . . . .. 3385”

H. I.

Velocidad en marcha . . . . . . . . . . . . Idém medía, con las pausas . . - - .

0 m 0 m

00 942 806 '

J. Trabajo diario correspondiente á 10 horas efectivas. 36,000 por 0’806'por 1’13=3’2785 hectáreas. K.

bicos.

Volúmen de la tierra removida por dia, 6,557 m. cú

'

IL-EMPLEO DE Bos CULTIVADORAS Y DOS MAQUINAS TRABAJANDO SIMULTANEAMENTE. ’

A.‘ Anchura dei surco . . . . . . . . . . . . . . .

1 m 50

B.

Profundidad media . . . . . . . . . . . . . . .

0 nt 16

C.

Longitud . . . . . . . . . . . . . ..........

352m 00


(219) D. E.

Número de surcos. . . . . . . . . . . . _ . . 22 Tiempo empleado . . . . . . . . . . . . . . _ . 2840”

00 00

.F.

Pausas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -

O0

840”

Gr. Tiempo total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3780” O0 ' H. Velocidad en marcha. . , . . . . . . . . . 2 .m 720 I. Idem con las pausas . . . . . . . . . . . . . . 2 m 050 J. Trabajo diario correspondientcz’i 10_ horas efectivas, 36,000 por 2’050 por 1’50=11’0700 hectáreas. ' K.

Volúmcn de la tierra removida por dia 17,712 m.

cúbicos. “De aquí resulta que las máquinas Howard pueden labrar en un suelo de las condiciones ya apuntados, como sigue:” ‘ A la profundidad de 0 m. 20 con una máquina 3’2785 hects. Id . . . . .. 0m16condosmáquinas y dos cultivadoras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11’070 id. Pasemos ahora á establecer los precios comparativos de es

' tos sistemas de trabajo, siguiendo en-ellos los datos averiguados en Inglaterra (1), y los que acaba de proporcionamos el Con

curso.

‘ MATERIAL FOWLER

Y GASTO DIARIO, NECESARIOS PARA TRABAJAR 200 DIAS POR AÑO. /

Material.

Francos

Dos máquinas motrices de 10 caballos y un torno cada una . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26,000 Tres arados de 4 rejas y accesorios. . . . . . . .. - . . .

6,000

Unarastrillo cultivadora Un . . . .de . . 5. , dientes. . . . . . . .. .. .. .. .. .i. .. .. .r .. .. .. -. . . .. ..

1,250 1,375

Cable, de 800 metros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - ..

2,100

Diez poleas de suspension y retorno . . . . . . . . ..

250

Un tonel en su carro. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . ..

625

(l) Pronto vcrémos á los hombros mas notables dc la Francia discutien do todavía lo. conveniencia del arado al vapor. En Inglaterra son mas de 500

las propiedades cultivadas por este agente. En cl otoño de 1866, tres comisio nes nombradas por la Real Sociedad dc Agricultura visitaron y estudiaron cien

to cincuenta de estas propiedades y publicaron su informe en el Diario de la Real Sociedad, en i867. Pueden verse en aquella. obra, que es un volúmen de 500 páginas. todos los resultado prácticos y completos relativos á esta impor— tante cuestion.


(220) Diversos gastos. . . .’ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

2,400

Total . . . . . . . . 40,000

Costo diario.

(1)

Framos.

Intereses, reparaciones y amortizacion: 15 pg Carbon 1,000 k . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Dós maquinistas . . . . . . . . . . . . - -. . . . . . . . - . Un labrador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Dos peones para las poleas . . . . . . . . . . . . . . - . " Dos caballerías para el agua . . . . . . . . . . . . . . Aceite y grasa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Imprevistos . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . .

30 40 12 4 6 10 2 50 10 50

Costo total. . . .

115

‘En virtud de este costo y de los números anteriores, el pre

c1o de la hectárea será: A la profundidad de 0 m. 11 con la cultivadora. . .. 9 60 á id. . . . . . . . _ . . . . . 0 m. 18 con el arado . . . . . . . . 15 70

á id. . . . . . . . . . . .- 0 m. 30 ídem . . . . . . . . . . . . . . 25 75

El centímetro de profundidad resulta: Por la cultivadora . . . . - . á 0, fr. . . . . . . . . . . . . . . . . 873

Por el arado mediano- . .á O, fr. . . . . . . . . . . . . . . .. 872

Porelprofundo........á0,fr. . . . . . . . . . . . . . . -. 870

H o w A R D.

Dos son los casos de este sistema. l.°—Material.'

'

.

‘Francos.

Una máquina de 12 caballos, Un torno doble en su carro, 6 poleas de suspension y de retorno, con an

olas . . . . . . . _ . . a . . _ . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . .. . . . -

29,200'

Una cultivadora y 800m. de cable . . . . . . . . _ . .

20,000

(l)

El 15 por 100 de 40,000 son 6,000. que repartidos en 200 días dan

los 30 frs. apuntados por interés &c. en la columna del costo diario. El dc 29,200 es 21 frs. 90 céntimos y el de 56,800 es 42 con 60.


(221) Tres arados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Un rastiillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . Un tonel . . . . . . . . . . . ._ . _ . . . . . . . . _ _ . . . . . . . . .

6000 1375 625

Otros gastos . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . . . .

1200

Cos/o diario.

Francos.

Interés, reparaciones y amortizacion . . . . . . . . . . . Carbon G00 k . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 maquinista . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . . . . 1 labrador . _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 peones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - .

21 24 6 4 4

90 00 00

2 para las anclas . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . , . . . . . l caballería para,el agua. - . . . . . . . .. . . . . . . . . .

6 5

Aceite y grasa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ‘ Imprevistos . .. . : . . . . . . . . . . . . . . . : . . . . . . . . . .

2 7

60

Total . . . . . .

80

50

Segun este costo y puesto que el trabajo del dia da 3’2785 hectáreas el precio (le ¡(‘m1 resulta á 24 fr. 50. El centímetro de profundidad sale á 1 fr. 225. zoe-Material.‘

i

Framos.

Dos máquinas de. 14 caballos con sus tornos, el

cable y dos cultivadoras _ . . . . . . . . . . . . . 6 arados de 2, 4 y 8 2 rastrillos . . . . . _ . . . 1 tonel en su carro . . Otros gastos . . . . . . .

rejas . . . . . . . . . . . .. . .. ... ... . . . _ . .. . . .

. . . .

.. . . ., ..

.. .. .. ..

....-. .. .-r.. . .‘. . . . . . ...... . .. . . .

,

38,750

. . . .

12,000 2,750 625 2,675

Total - . . ..

56,800

Cor/o diario.

Francos

Interés, reparaciones y amortizacion '. . i .. . . . .

42

60

Carbon 1,500 2 maquinistas . . . . . . 2 labradores . . . . . . 2 peones . . . . . . . . . . 2 caballerías para el Aceite y grasa . . . . .

...... . . . . . . ...... ...... .... .. . ... ......... ....... ....-. .. .... .... ............ agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -L . . . . . . . . . . . . . . . . _

60 12 8 6 1( 3

' 50

Imprevistos, 10 p8' . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

12

25

Total . . . . . . .. 154

35


( 222 ) “ Por este segundo sistema sc cultivan 11’070 hectáreas á , una profundidad de 16 centímetros, como hemos visto; por con siguiente una hectárea labrada cuesta 14 francos y el centíme tro de hondo sale á 0, fr. 875.

“ Tales son los resultados que pueden deducirse por el cál culo de los hechos observados durante las cortas experiencias del concurso.”

' RESUMEN GENERAL Y coxeLusiox.

‘. a Los aparatos Fowler enviados al concurso permiten, en terrenos como los de ‘Petit-Bourg, trabajar en ‘un dia de 10 ho ras como sigue: ' 19 ‘Por medio de la cullivadora. 12 hectáreas á 11 centí

metros de profundidad por 9 fr. 60 la hectárea y á razon de 0, fr. 873 el centímetro. 2.0 l’or medio del arado mediano, 7’3180 hectáreasá 18 centímetros, por 15 fr. 70 la hectárea y por 0, fr. 872 el centí

metro. ‘

.

'

3? Por medio del arado profundo, 4'4750 hectáreas á 30 centímetros ó sea á razon de 25 fr. 75 céntimos la hectárea, y de 0, fr. 87 el centímetro de profundidad.”

'

Los aparatos mecánicos de Howard dan en las mismas tier ras los resultados siguientes: Sistema de cireunralacion. 1.o 3’2785 hectáreas á. 20 centímetros de profundidad y á razon de 24 fr. 50 céntimos la hectárea y de 1 fr. 225 el cen tímetro. ' _

2.c Sistema de dos máquinas, con la cultivadora. 11'070 á 16 centímetros, saliendo á 14 tr. la hectárea y á

0. 875 fr. el centímetro. ' “ Conveniente es. por último, comparar los resultados de estos sistemas con los que se alcanzan por la ‘fuerza de los ani

males, y aunque en el concurso tralnljaron tiros potentes hasta de 6 yuntas de bueyes, no se recogieron números adecuados pa raesta comparacion: por fortuna Mr. Dccalirille ha proporciona

do al jurado los datos que obran en la contabilidad y observa ciones de la propiedad que explota, esto ('s, de los terrenos mis mos en que han funcionado los aparatos 'niecánicos. y puede tor— marse juicio de uno y otro elemento por el cuadro siguiente:


(223)

PRECIO POR IIECTAREA DE LABOR.

zm

Desiguacion del trabajo.

' Trabajo al vapor.

Trabajo p‘r Economía por animales. Difenncin. ciento.

De la cultivadora. A 0m ll de profund.Fowler. . . . . . .fl‘.

A 0m 16

Howard

9.60

media

Medios

“14.00; ¡1,80 20 fr. i

3'”

“'00

Del arado. A 0m 18

Powl‘n. .. y . . . . .. fr. ¡5,70

A 0m 20

Howard [l solo mot] “ 24,50

A 0m 30

Fowler .......

25 á. 30 9,3‘0 ú ¡4,30 37,20 ¡‘L 47,66

....

u 25,75 su á’ 100

....

...

64.25

71, o

media 90

Tales son las noticias y los datos que sobre estas máquinas y su trabajo nos proponíamos dar á los agricultores del país; pe ro no terminarémos este asunto sin presentará nuestros lento res los pensamientos de, los agricultores mas distinguidos de la Francia sobre esta materia, y el ejemplo, digno de imitacion, de

la manera facil con que se hace en la culta Europa este comer cio precioso de las ideas ¡ Quisiera Dios que todos los hombres que tienen ilustracion general, ó conocimientos especiales en los diferentes ramos del comercio y de la industria, se agruparan

tambien entre nosotros y periódicamente dieran al país una pe queña parte de sus luces ! Reunirse de tiempo en tiempo y en dias determinados en una fonda ó en una casa, ora en Ponce, ora en la Capital, ora en

otro centro cualquiera de la Isla para ventilar á la luz del dia y durante la comida los intereses ‘vitales del país, sean del órden ‘ iísico, sean del órden moral, es seguramente buscar el bien co mun, é ilustrarse á. sí mismo ilustrando al mismo tiempo á los

demás. No otra cosa hicieron, ni otra cosa hacen en sus reuniones mensuales, los Sres. que estaban reunidoslel 27 de Noviembre

de 1867, bajo la presidencia de Mr. Payen en el grande Hotel de París (1). Oigamos, pues, su interesante conversacion en es te dia. (1) Diner del’ agrículfm'c, .“Comida de lo:I agricultores” se titula esta sencilla é importante reunion. —“_


'

‘7

‘( 224 ) Mr. Decauville se expresa así: “declaro que la . fluencia de la Exposicion, respecto de la agricultura ha sido gr: de. Por una parte celebro su resultado moral, aproximando el p

ron al obre

ro y el obrero al patron: uno y otro han debide anar en este contacto. Además, puesto que hay quejas con mo o de la emi gracion de los campesinos á las ciudades, bueno ( tambien que se sepa que hay un medio de atraer los obreros ácia los cam

pos, y es el de hacerles comprender que si nuestra ortuna depen de de ellos, su bienestar depende de nosotros: así se ha dicho en la, Exposicion en reuniones que seguramente han producido un

buen efecto moral.” — “Por otra parte, otro de los resultados de la Exposicion de que me regocijo, ha sido el concurso entre las máquinas de va

por para la labranza. Yo habia pedido que se fijase un premio de 100,000 francos para el inventor de la mejor máquina; pero es

ta suma espantó á algunos y se ha preferido crear un premio de

10,000 francos para cl agricultor que haya hecho los mayores servicios á la agricultura. Un premio de 10,000 francos no podia.

compensar los gastos de los inventores extrangeros que debian trasportar sus máquinas hasta Francia. Como quiera que sea, la labranza al vapor se ha experimentado, mediante una suscricion especial, y este es uno de los resultados de mayor importancia

de la Exposicion, por lo que mira á la agricultura.” “ Mr. Gail-Si es extraordinario que Mr. le Play. Comisa rio general, no haya puesto á las órdenes de los exponentes de estas máquinas todo lo que era necesario para experimentadas; Mr. Lecouteux ha tenido, á lo menos, el gran mérito de provo car y conseguir estas experiencias: ellas han sido tan sérias y de tal manera felices, que yo mismo me he decidido inmediatamen

te á aplicar semejante manera de labranza. Tenia en efecto 300 hectáreas de remolacha que labrar para sembrarlas en seguida de trigo: las máquinas de Mister Fowler, con quien traté este trabajo, se pusieron de . luego á luego en obra y debo decirlo, la llevaron á cabo á toda mi satisfaccion.” “ Pienso pues, Señores, que los atados de vapor han llega do á ser, á la hora en que estamos, un instrumento indispensable

en Francia. En lo sucesivo debemos labrar la tierra mecánica mente, al vapor: por este sistema el agricultor puede realizar una economía de 60, 70 y hasta 75 por 100 y aumentar lajabri accion de la carne y del estiércol. Pero es preciso quese organi- ' cen en Francia enqn'esas para cultivar la tierra al vapor; porque es muy cierto que un particular solo no puede sufragar los gas

tos de este material del trabajo, para destinarlo á su uso esclusi vo; mas una vez que haya empresas prontas a arrendar estos im portantes servicios, los labradores por su parte deberán asociarse


(225)

' “

para reunir lotes de terreno que pueden ser hasta de ‘10,000 hec- táreas: los establecimientos de las máquinas con sus talleres de reparacion se instalarían en el centro de esta estension, para ser vir con mayor comodidad á los asociados.” . “ Cuando este gran progresa se haya realizado entre nosotros no solo sacarémos mejor partido de los íorrages convirtiéndolos . en carne, no solo darémos á la tierra las labores que demanda con gran rapidez y en tiempo oportuno, sino que el empleo de

la fuerza no será ya limitado por la cantidad de alimento de que se pueda disponer para el ganado. En efecto, Señores, si no hay minas de forrage, hay minas de carbon. Por último, gracias álas máquinas, no‘ solamente podrémos labrar pronto, bien y á tiem

po, sino tan profundamente como sea necesario.” “ Concluyo. pues, manifestando la conviccion sincera de que estoy animado: el empleo de estas máquinas en nuestros campos está llamado á prestar grandes servicios á la agricul tura.” ' 1

'“ .Mr. W0l0wski.—La experiencia del Sr. Gail es sin duda muypropia para inclinarnos á su opinion; con todo, me ocurren dudas y pido la venia para hacer alguna objecion. ¿No es cosa

peligrosa el generalizar hechos que son útiles dentro de ciertos límites, en cierto radio y en ciertas condiciones? Yo no veo tan

clara la posibilidad de la labranza universalal vapor: haciéndome ahora, si me es lícito explicarme así, el abogado del diablo. es de cir, el abogado de la rutina, observaré que, al emplear el vapor en las labores del campo, se procura, segun el Sr. Cail, desarro llar mas fuerza, sin descuidar la fuerza fecunda de la agricultura:

la crianza y educacion del ganado. Mas este ganado que hemos de criar y educar para obtener carne y abono. puede proveer

nos además y por nada de una fuerza útil. ¡‘Por qué, pues, no emplear esta fuerza? La fuerza activa que, cuando el ganado es

tá condenado á la estabulacion, desaparece ¿qué razon hay para

dejarla perder? ¿Por qué contentarnos únicamente con la fuerza pasiva, con la carne? Además, señores, el alimento de una má

quina, la bulla, cuesta caro; er. tanto que el alimento de un buey, el forrage, no cuesta nada, dado que en cambio se recoge el es tiércol. Añado que puede haber mas de un inconveniente en pri var al animal del ejercicio de su fuerza: si pensamos, en efecto,‘

que el no'saber sacar partido de las cualidades de todas las cria turas, es destruir las

armonías de la creacion, convendrémos al

fin en que la fuerza gastada por el animal, léjos de dañar á la carne que este elabora, contribuye á mejorar su produce.ion y calidad.” “ Mr. Payem-Con todo eso, debeis convenir á vuestro tur no, Sr. Wolowski, en que es difícil admitir que se pueda obtener 28


(226) á la vez fuerza y carne, porque á la verdad no se obtiene bien la una sino á expensas de la otra.”

“ Zlír. Gail, replica á su vez.—Tengo, Señores, 400 bueyes que se comen todo lo que producen mis tierras, y sin embargo,

no hay en los establos al fin de cada campaña, mas que anima les tan fatigados, tan extenuados que parecen esqueletos. Cose cho anualmente 15 millones de kilógramos de diversos alimen tos para mi ganado: supongamos que los emplee todos en su nu tricion y que, por otra parte, haga todos mis trabajos al vapor

¿qué debe resultar de esto? Compraría en los mercados france ses animales que cebaría y que revendería despues, quedándo me de este modo el estiércol, abono tanto mas rico cuanto me jor nutrido hubiera sido el ganado; en cuanto á las carnes, las ob tendría en mas cantidad y mejores, y en cuanto á mis tierras,

estarían mejor cultivadas. Añado que labrada la tierra á la pro fundidad que se alcanza con la máquina de vapor, hay menos que temer de los escesos opuestos de la humedad y de la seca.” “ Mr. BeZin.-—Estoy pronto á admirar esas máquinas pode rosas que no conocen obstáculos; pero soy práctico antes que ‘to do, y como tal dudo mucho de la aplicacion posible del trabajo al vapor en todas las circunstancias. Si este sistema economiza la fuerza del ganado y si permite gastar el forrage en la ceba ¿qué

certidumbre tenemos. de que dando al ganado un alimento do ble, se saque de él doble beneficio? (1) Las deyecciones de los animales de trabajo, no se utilizan menos que las de los otros: estos las dejan al pié del pesebre, aquellos las reparten por el campo (2). -

Se invoca además la economía producida por las máquinas; yo sostengo que podemos tener animales cuyo trabajo no cuesta nada (3). Pago los mios á cerca de 1,000 frs. el par: los conser vo mientras pueden trabajar con utilidad, bien que los cuido con esmero. Los hago trabajar desde las cinco de la mañana hasta las ‘seis de la tarde, y cuando ya están gastados, los engordo á pese bre y los revendo por lo que me costaron. De este modo, Señores, no saco beneficio en la venta; pero

(1)

¡ objeciones de un práctico que, como casi siempre, son bien poco

prácticas, por cierto! No hay esta certidumbre; al contrario, se sabe que pasa. do cierto límite el animal consume los alimentos para rcparacion, no para au

mento. Mas cuando no trabaja, se nutre mas y mas proñto: con una misma can. tidad de ‘alimento se puede engrasar pues, en un tiem o dado, mayor número.

(2) El inconveniente es, que no se emplean don e se necesitan. (3) Escepto came. Como lo ha dicho Mr. Payen, la. una á expensas de la. otra lafuerza á expensas de la carne, no hay medio. Lo demás de la. argumen

tacion es contradictorio: no costar nada y engordar á pesebre un animal gasta do, es sostener un imposible.


(227) el alimento de los animales queda pago con la suma de su tra bajo y en cuanto al estiércol resulta gratuito . _ Hoy es un hecho comprobado que la carne de res vieja es.

mas suculenta que la de la jóven. Por otra parte, si se suprlme'n los animales de trabajo, cuando las cosechas estén maduras, ¿có mo trasportarlas? No limitándose el cultivo á la cosecha, ¿cómo rastrillar, con qué mover los cilindros ó destripa-terrones &ct La labranza al vapor puede ser escelente para los terrenos libres _y de mucha extension; pero allí donde la tierra esta muy divldi da, es impracticable. ¿Cómo sería posible establecer un taller en el centro de 10,000 hectáreas, cuando ni un solo vecino consen

tirá el paso de las máquinas por sus tierras? Por último, cuando se me pruebe que la labranza al vapor puede producir un 70 por 100 de economía, yo me comprometo á probar que mis animales labran de mide la tierra, y puesto que se ha hablado de los arados profundos, tambien me comprome . to á probar que con el arado Vallerand, por ejemplo, se puede tra

bajar tan hondamente como sea necesario.” “ Mr. Cuil. replicando.—No veo inconveniente en demos traros que la labranza al vapor puede producir un 70 por 100 de economía; pero si el Sr. Belin nos prueba que su labranza le sa le (¡e valde, confieso señores, que es mas hábil que yo, y que iré á pedirle lecciones.” “ Mr. d’ Havrínc0urt.—Pienso como el Sr. Belin; recuerdo

que en mi juventud consultaba con frecuencia al Sr. Bella, di rector-fundador de los establecimientos teórico-prácticos de Grignon, y que él me contestaba invariablemente: "Nada es ab- ' soluto en agricultura. todo es relativo. La regla mejor es no te ner ninguna.” Ciertamente que esto no me enseñaba mucho, pe

ro debo observar que el dictámen de Bella no era igual al del Sr. Cail, quien, por lo contrario, tiene una inclinacion decidida por la regla absoluta. Sin duda las condiciones en que se halla el Sr. Cail, son favorables para cultivar con economia y como él lo entiende: sus terrenos son vastos y los brazos le faltan. Tales circunstancias pueden favorecer la labranza al vapor; pero la aplicacion general de este agente, es imposible. Yo tambien pre gunto, Señores, ¿se pu_ede pensar siquiera en trabajar al vapor en

un país en que no se puede atravesar el campo del vecinoni aun para la operacion mas sencilla? Además, es inútil pensar en este sistema con respecto á ciertas regiones, regiones muy numero [l]

En este punto tiene razon Mr. Belin. Bien manejado el ganado de

trabajo puede dar toda su fuerza, gratuita. ó ‘¡si gratuitamente. En lo demás,

probablemente los consumidores de carne no participan de todas sus conviccio nes.


(22s) sas, en donde apenas se encuentran ya campos que lleguen á una hectárea. Creo fuera dq esto, que si se despiden los peones en los dias de arar, no se’les volverá á encontrar cuando lleguen

‘los momentos de binar, rastrillar &c. , . En punto á remover el subsuelo, observo que un trabajo muy hondo, puede ser muy malo: todo el mundo sabe, en efecto,

que traer á la superficie con mucha prontitud las tierras de aba jo, acarrea graves inconvenientes. La tierra exige que se lade

je buen tiempo en contacto con el aire, la lluvia, los hielos: re volverla súbitamente y á gran profundidad puede causar pésimos efctos. Convengo, Señores, á pesar de todo esto, en que si los ingle

ses y los americanos han encontrado ventajas en trabajar la tier

ra al vapor, tambien en Francia deben de haber circunstancias propicias para una aplicacion feliz de este agente; pero no con viene hacer de él la panacea universal de la agricultura.” _ “ JlIr. Cuil, replicando.-—No he dicho que se remueva pro

fundamente la tierra y se la traiga al punto á la superficie: lo que he dicho y repito es, que en muchos casos, es muy conveniente

' disgregar profundamente el terreno.” “ Drenarlo, por decirlo así, añade el Sr. Payen.”

“ Ill)‘. de Kerg0rlay.—Si el Sr. Cail nos hubiese dicho sen

cillamente que él ha encontrado ventajas en labrar al vapor, to dos nosotros, conociendo como conocemos su experiencia, hubie

ramos admitido la seguridad de sus cálculos; pero el Sr. Cail nos ha hablado de ellos como buenos para todo el mundo, y en esto

es en lo que se ha engañado. .La situacion del Sr. Cail, respecto de los animales, es mala: él está en la necesidad de comprarlos ya formados, y á todo cos

‘ to; por otro lado debemos considerar tambien que el precio de la hulla no es uniforme por todas partes. El Fr. Belin dice que es

fácil citar localidades en donde la fuerza animal no cuesta nada: en efecto, en la llanura de Caen, por ejemplo, los que crían bue yes y caballos, los hacen trabajar al principio y los venden lue go con beneficio. Nutridos con forrages baratos, estos animales pagan con esceso su alimento, por el estiércol que producen, y

además el criador saca un beneficio en el precio de venta. Si es cierto, como he oido decirlo, que muchas partesdel Norte, del Este, del Oeste y del Centro están en el mismo caso que la lla nnra de Caen, tambien será verdad que en ninguna de estas lo

calidades hay interés alguno en labrar la tierra al vapor. ‘El Sr. ° Cail ha dicho que la aplicacion de este agente trae aumento de carne y de abonos; yo pienso que, si aconteciese á nuestra pren sa agrícola anunciar un dm, para lo sucesivo, que los animales de

trabajo quedaban suprimidos, veriamos alzar muy mucho el pre


(229) cio de la came. Me parece pues peligrosa la teoría del Sr. Gail.” “ Zllr. BarmL-La introduccion de las máquinas de vapor

en los establecimientos agrícolas, parecia una cosa absurda .hay algunos años: la opinion se ha reformado en esta parte; un poco de tiempo mas todavía, y las máquinas se harán de uso mas fre

cuente. Allí donde la asociacion pueda constituirse, allí tambien en donde aquella fuerza deba producir beueficios.'se emplearán sin la menor duda esos poderosos agentes del trabajo moderno. La suma empleada en combustible para alimentar estas máquinas

producirá con bastante frecuencia mucho mas que la misma su ma empleada en el animal. Verdad es, Señores, que el Sr. Payen

ha descubierto por sus cálculos que, en cierta época venidera y no muy lejana, se carecerá de combustible mineral, y si así es seria un verdadero error fundar toda la agricultura sobre este combustible y renunciar de una manera absoluta al servicio de

los animales. De todos modos, preciso es aceptar el vapor para las cosas y los casos en que es verdaderamente útil. Tal me pa rece, por lo demás, el sentir unánime de la reunion; nadie ha

negado en efecto ciertas ventajas al vapor, si bien algunas per

sonas pretenden que no debe aplicarse de una manera absoluta. En el fondo, pues, y esto es lo que me he propuesto hacer notar,

en el fondo todos nos entendemos muy bien, y podemos sepa rarnos, dandonos el ósculo de una amistad cordial.

Los agricultores de la Isla tienen pues, á la vista las cons

tancias, datos y juicios, de este importante asunto. De ellos de pende ampliarlos, estudiarlos con el detenimiento que ellos y sus propios intereses requieren, y asociarse para importar en nues tro suelo este poderoso agente del trabajo, ó permanecer aislados siguiendo la marcha acostumbrada, segun vean lo que mas cou

veuga á los progresos de la agricultura.

'

ABONOS v ROTACION DE cosnonas.

“ La Europa, dicen muchos agricultores de la Isla, la' Euro pa abona sus campos porque sus tierras están causadas.” Así es la verdad, hemoscontestado muchas veces, las tierras vírgenes

no han menester de abonos; mas la Isla no tiene ya muchas de

estas tierras, que sepamos: tambien nuestros terrenos, en su ma


(230) \

yor parte, están cansados, y sin embargo, nosotros, ó abonamos poco ó no abonamos nada. Por otra parte, el plan de la agricul

tura adelantada de nuestlos dias difiere muy mucho de la ruti na seguida en otros tiempos: decíase antes (y podemos creer que

así piensan todavía nuestros agricultores mas entendidos) “ Ob tener la mayor suma del producto vegetal, al menor costo posi ble, en un tiempo dado. es el objeto de la agricultura:” hoy se

ria mas exacto decir “fabricar la mayor suma de productos ve getales y animales, al menor costo y en el menor espacio posi bles, en un tiempo dado: mejorar á la vez las tierras y mante

nerlas en buen estado dejertílidad indefinidamente, es el fin de la agricultura moderna.” Obedeciendo al primero de estos dos modos de considerar las cosas, el agricultor no se ha preocupado hasta ahora sino de tener mucho ¿‘e’rreno y de no gastar á todo trance. Tierras cuan tas vea y casa en cuanto quepas ha sido máxima comun en nues

tros campos, y el sistema de cultivo ha sido con ella consecuen te, salvo raras excepciones: la exageracion del principio, ha da do, como de ordinario sucede, malas consecuencias entre noso

tros: ningun órden, ninguna regularidad en la distribucion del tiempo, ni en el plan de los trabajos: el área de la propiedad ge neralmente desproporcionada con los medios económicos, y por consiguiente inculta en su mayor parte: pocos y malos instrumen tos de labor: animales mal educados y mal tratados, y como be llo ideal de la prosperidad agrícola, trabajadores exóticos, sin fa milia segura, sin nociones de moral, sugetos por la fuerza alco

mum'smo grosero de un falansterio involuntario; trabajadores en fin, que se reputaban tanto mejores cuanto mas estúpidos, y tan

to mas estimados cuanto menos se estimaban ellos á sí mismos Evidentemente, tales no son ni pueden ser las condiciones sóli das de un trabajo.moralizador por escelencia, de una agricultu

ra inteligente y fecunda. ' Otras son las exigencias y otras y muy diversas las consc cncnc'ias que 'se encierran en el plan agrícola.de nuestros tiem pos. El sistema de la sclcccion para la crianza y educacion de

los animales, y la r0tacion de los cultivos para sacar el mayor pro vecho de los campos, constituyen por su asociacion, la expresion

mas alta y la fórmula mas completa de este plan: Bakewell, eu yas ide’as hemos apuntado, y SirArturo Young, son los promo

tores originales de esta revolucion fecunda y pacífica d'el traba jo agrícola. Pensó este último, hácia los años de 1770, que el sistema

de los terrenos de barbecho era oneroso en cuanto á que exigía

un capital paralizado,,representado por el valor de la tierra que


(231) anualmente se dejaba sin cultivar, ó como nosotros decimos des

cansamb, y tambien que era infecundo porque las acciones at mosféricas por sí solas no eran bastantes para devolver a la tier ra la fertilidad perdida. Segun él, era mas vicioso aun, el sistema que se propone explotar la tierra sembrando en una misma área, una misma planta indefinidamente, porque la experiencia enseña

que la tierra se esteriliza de este modo con rapidez, que la vida vegetal se amengua y las cosechas se aniquilan de año en ano hasta el punto de no pagar los gastos del cultivo, y de caer en una inutilidad completa durante muchas generaciones. Era pues,

indispensable cambiar de rumbo abandonando en agricultura la tradicion romana: era indispensable hallar el secreto de cultivar constantemente un mismo terreno para evitar el barbecho, y era

al mismo tiempo de necesidad cultivarlo manteniéndole sus fa cultades productoras, y aun mejorando estas facultades .

La solucion de este arduo problema requería un espíritu observador de la naturaleza, y una razon amaestrada por una

larga práctica de las cosas agrícolas. Young poseía estas dotes, y era además un hombre lleno de conocimientos útiles: su solucion

iué sencilla é irrecusable. ‘ Si el lector piensa que la base de toda explotacion agríco la bien entendida es, tanto por la fuerza como por el estiércol, el ganado: si recuerda que la mayor parte de los pastos se com

ponen de plantas que mas viven del aire que del suelo, y que es tas plantas dejan al campo una gran cantidad de sus residuos: si ha notado que los tubérculos tienen la doble ventaja de dar en abundancia estos residuos. y de contribuir á mejorar los terrenos por la division mecánica que en ellos causan: si recuerda además

que algunas plantas, como el arroz, no toman al suelo ningun principio importante, y que su cultivo contribuye mucho á la preparacion dela tierra para otras plantas mas enérgicas, y por

último, si considera que ya por circunstancias puramente mer cantiles, ya por necesidad del clima, hay para cada localidad una planta que átodas se prefiere, y que sirve como de objeto esclu sivo á la explotacion, puede muy bien suponer en su espíritu una

division en partes de cada propiedad y un cultivo ordenado y si multáneo de aquellas plantas, de modo que de período en perío (l)

Sir Arturo Young es u.no de los agrónomos mas originales y mas cé

lebres entre los modernos. Nació en el condado de Sufl'olk en el siglo pasado y vivió hasta el año 20 del nuestro. Sus obras mas importantes que el lector puede consultar son la Guía del Arrcndatarío y su Curso dc agricultura, ambas publicadas en 1770.-Nosotros no hemos P retendido en el texto ex P oner sus ideas, sino llamar la atencion há

_ cia el sistema que él promulgó y practicó, y que posteriormente la Inglaterra y la Europa han perfeccionado.


(232) do se vayan sucediendo las unas á las otras en las diversas par-Í tes del terreno, precediendo siempre las que lo abonan y favore cen, á las que lo agotan y esterilizan. Tal fué el pensamiento que puso en práctica Arturo Young y que, con las variaciones que traen —los adelantos del tiempo y las necesidades de los climas se ha propagado desde Inglaterra á toda Europa. Algunos ejemplos darán una idea mejor y mas clara de este sistema, y de‘sus va riaciones, que nuestra exposicion, breve en demasía, por nece

sidad. ' La antigua alternativa de cosechas que todavía no ha de— saparecido en Francia, si bien decae de dia en dia visiblemen te, era bienal y como sigue: Años.

Naturaleza de los cultivos‘.

1.o

Barbecho improductivo, Trigo, Avena.

2.°

Trigo, Avena, Barbechoimproductivo.

3.°

Avena, Barbecho improductivo, Trigo.

Como se vé en este ordenamiento del trabajo, una tercera

parte del terreno permanece improductiva.

.

La rotacion alternativa de Norfolk, país donde nació el nuevo sistema, es cuatrienal y como la trazamos á continua

’cion: la mitad poco mas ó menos del terreno, se consagra á

prados permanentes, cosa que ya comienza tambien á desapare cer; la otra mitad se distribuye en cultivos. ROTACION DE NoRFoLK. Año-s.

.

Naturaleza de los cultivos.

1.o

Raíces y Tnbérculos, Avena y-Cebada, Prados artifi ciales. Trigo. -

2.0

Cebada y Avena, Prados artificiales, Trigo, Raíces y Tubérculos. i

3.°

Prados artificiales, Trigo, Raíces y Tubérculos, Avena

4.°

Trigo, Raíces y Tubérculos, Avena y Cebada, Prados

y Cebada.

artificiales.

'

Al presente se vá circunscribiendo mas y mas el área de los pastos permanentes, y ensanchando el área cultivada, con ven taja de la produccion animal, con gran beneficio de los abonos que de ella provienen,’ y con incontestable y consiguiente and mento de las cosechas. La introduccion de la remolacha, de la


(233) papa, del maiz, del tabaco y de otras plantas útiles en los cam pos europeos hasta en las regiones del Norte, han iniciado y con tinuado este notable cambio: la estabulacion de los ganados que permite alimentarios y cebarlos con diferentes materias nutriti

vas, crudas y cocidas, que no podrían tener la misma aplicacion estando los animales en el pasto, sin gran costo, contribuye y no poco á los progresos de este cambio. Hé aquí otras notas en que se ven aparecer las nuevas plan tas en el sistema que nos ocupa: CUATRIENAL, APLICABLE SEGUN DOMBASLE, AL CENTRO Y NORTE DE FRANCIA.

PARA TERRENOS LIJEROS. Años.

Cultivos.

1.°

Remolacha estercolada, Colza. Trébol, Trigo.

2.° 3.° 4.°

Colza de invierno, Trébol, Trigo, Remolacha. Trébol, Trigo, Remolacha, Colza. Trigo, Remolacha, Colza, Trébol.

PARA TERRENOS FUERTES. Años.

Cultivos.

1.° 2.°

Papas, Cebada, Trébol, Trigo. Cebada, Trébol, Trigo, Papas.

3.° 4.°

Trébol, Trigo, Papas, Cebada. Trigo, Papas, Cebada, Trébol.

El maiz entra en el Mediodía de Francia en la rotacion

trienal que sigue: Años.

1.° 2.0 3.°

Cultivos.

Maiz, Papas, Habas, Remolachas. Pastos, Trébol, Granos, Trigo. Cereales, Centeno, Maiz, Maiz de lorrage.

Las alternaciones de cinco y de siete años. seguidas en In glaterra y en muchas comarcas de Alemania y del Norte de Eu ropa. parecen mas fecundas, aunque exigen mas abundantes abo nos. Los dos tipos siguientes son característicos:

29


(234) ROTACION QUINQUENAL.

Años.

l

19

Cultivos.

Remolachas ó Papas estercoladas, Trigo, Trébol, Trigo, Avena.

29 Trigo, Trébol, Trigo, Avena, Remolachas ó Papas. 39 Trébol, Trigo, Avena, Remolachas ó Papas, Trigo. 4? Trigo y tubérculos, Avena, Remolachas ó Papas, Trigo, Trébol. 59 Avena, Remolachas ó Papas, Trigo, Trébol, Trigo. ROTACION SETENAL. ._ Años.

Cultivos.

__

-_—

,19

Algarrobas de otoño, Papas estercoladas, Avena, Trébol,

29

Papas estercoladas, Avena, Trébol, Trigo, Raíces, Cerea

39

Avena y Trébol, Trébol, Trigo, Raíces, Cereales, Al

Trigo, Raíces, Cereales.

les, Algarrobas. garrobas, Papas. 49

Trébol, Trigo, Raíces, Cereales, Algarrohas, Papas, Avena. ' 57 Trigo, Raíces estercoladas, Cereales, Algarrobas, Papas, Avena, Trébol. 69 Raíces estercoladas, Cereales, Algarrobas, Papas, Avena, Trébol, Trigo.

79

Cereales, Algarrobas, Papas, Avena, Trébol, Trigo, Raíces.

Terminarémos estos ejemplos con las dos rotaciones si guientes que se practican mucho en Italia, y cuyo fin principal es el lino ('L'ínum usitatíssimum), planta que da mucho benefi cio, pero que agota con rapidez los terrenos, por cuyo motivo si gue siempre a los prados estercolados, que la preceden ya dn rante un año como en Cremona, ya durante dos como en Pavía

y Milan, y ya durante tres como sucede en Lodi: ROTACIO‘N DE CREMoxA 4 AÑOS. 19

Maiz, estercolado.

2? Trigo, con semillas de trébol.


39

( 2'35 ) Trébol, estercolado.

49

Lino de otoño, con maiz qum'antino. RoTAcIoN DE Loor 6 AÑOS.

1.° 2.o

Maiz, estercolado y cuatro labores. Trigo. y despues, Zadina natural.

3. ° 4. ° 5. ° Trébol estercolado. 6. ° Lino marzuolo, y despues millo. De todos los productos de esta agricultura adelantada ha bia en la Exposicion muestras numerosas y varias, con mil y mil

detalles interesantes acerca de los diversos sistemas que hemos‘ anotado, acerca de su riqueza en peso y en volúmen, así como de su valor en venta, ora para el consumo, ora para la exporta

cion. A su vista, y mientras tomábamos estas y otras noticias, nos

asaltaba un pensamiento doloroso. ¡La época feliz en que los ter renos de la Isla llevaban una misma cepa de cañas, sobre unas mismas raíces, durante 20 ó 25 años seguidos, ha pasado! ¿Qué

se han hecho los productos cuantiosos de aquellas magníficas co sechas? Nada han dejado á su alrededor, ni una escuela agríco

la, ni un canal de riego, ni un puente firme y duradero aun en

los pasos mas peligrosos de las mismas propiedades, ni siquiera un edificio suntuoso para sus mismos moradores. . . . . . - . mada, sino la miseria del resto viviente de aquellos trabajadores. y la esterilidad de aquellos terrenos, ya consumada en muchas partes,

amenazante y quizás inevitable en todas las otras! Apenas es, si hay ya en los lugares cómodos de todo el país, un solo pedazo de tierra capaz de soportar la caña de azúcar por mas de cuatro años! Y por esta senda que seguimos ¿no caminamos derecha mente al empobrecimiento, á la esterilidad general de nuestro suelo? Nuestros fundos agrícolas están‘endeudados: la suma de sus gastos y de los intereses de la deuda sobrepujan, casi todos

los años, al producto bruto de las cosechas: los juicios de espe ra, los htigios dilatorios que tienen por objeto retardar la satis faccion de plazos vencidos, las ejecuciones en los casos ineludi bles, la demanda en fin, de dinero, con fuertes primas para los intermediarios y á un interés irreproductible, prueban hasta 1a evidencia que la organizacion de nuestra agricultura es mala, que

su plan es, en la mayoría de los casos, contraproducente: que la tierra, en fin, sometida por los unos al cultivo extensivo, sometida

por los otros á un trabajo constante, sin riego, sin abonos, sin ningun elemento reparador, aumenta su deuda, léjos de amorti zarla, y prepara, á pesar de los esfuerzos de todos, la bancarro


(236) ta y el descrédito en nuestros días, la esterilidad y la miseria pa ra un futuro tal vez muy próximo. El orígen de estos, y de otros muchos males, no menos gra

ves, que pesan sobre el país, se encuentra fácilmente bajando sin preocupaciones, insostenibles é inútiles ya, al fundamento mismo de la organizacion de nuestro trabajo agrícola. En vano han sido tan fértiles nuestros terrenos, como lo son siempre las tierras vírgenes de los trópicos: ellos no han podido resistir á las fatales influencias de un sistema de trabajo esencialmente perturbador, inerte para el progreso por instinto, sostenido por los rigores de la fuerza, no por las aspiraciones de la voluntad, y sumergido, por los cálculos de una sombría necesidad, en una ignorancia

profunda acerca de las obras de Dios y acerca de las cosas de los hombres. En efecto, la servidumbre africana ha sido siempre, en todo y para todo, obstáculo insuperable que ha pesado como la

piedra de los sepulcros sobre la prosperidad material y sobre la vida moral de la Isla: en el órden religioso ha atrofiado la conciencia, en el órden intelectual ha contrariado la instruccion pública y la propagacion de la verdad, en el órden político ha im— posibilitado el exámen yla gerencia de nuestros mas caros inte reses y ha entronizado el principio de autoridad sin contrapeso, anulando la discusion de los negocios públicos, y las ideas y los sentimientos y el carácter viril del ciudadano: hé ahí sus efec

tos morales irrecusables. En el órden económico, en punto á la riqueza material del país, gran paladium de sus ciegos defenso res, la servidumbre africana no nos ha favorecido con mas feli

ces resultados: ella nos ha impuesto enormes gastos (incompa tibles realmente con nuestra situacion), á título de mantenerla segura y sumisa: ella ha hecho dura competencia, y ha calumnia do y desvirtuado en cuanto ha podido al trabajo libre, único fe

cundo en la tierra, y único verdaderamente armonioso segun las

leyes dela economía eterna, que es la justicia: ella ha sido y es, para nosotros onerosísíma, tanto por su costo primitivo, como por

esos precios ficticios con que ha complicado á la propiedad ru ral, sobre la cual pesan con todos sus absurdos intereses: ella Iza estorbado con su profunda ignorancia la introduccion y la propa gacion en nuestros campos de los numerosos instrumentos mo demos, que tanto contribuyen a la economía y á los progresos de la agricultura instruida de nuestros tiempos:' si es verdad que ha creado algunas fortunas, ella misma las tiene siempre con un pié

en el estribo para abandonarnos, ó las ahuyenta periódicamente como aterrorizadas ante su propio origen: ella en fin, nos tiene endeudados y sin crédito; y cuando al cabo haya destruido brutal

mente la capa de humus vegetal que los siglos habian acumula do en la superficie de nuestros campos, cuyos productos oculta


(237) ban á nuestros ojos la absoluta infecundidad del trabajo esclavo, encontrarémos los magníficos resultados de su obra de sesenta 'años, (1) en la esterilidad del alma humana, en la esterilidad de

la madre tierra, y en la ignorancia y la miseria de sus tristes mo radores! Lejana, muy lejana verán sin duda esta época, aquellos lectores interesados en cerrar los ojos sobre nuestros peligros; pero próxima ó remota, nosotros que consideramos solidarias á

las generaciones presentes de las gerenaciones vemderas, que creemos á los padres obligados para con los hijos, nosotros juz

gamos que nuestra situacion general, y en particular nuestra situacion agrícola, es mala y que tenemos el deber de averiguar

sus causas y, hasta donde nos sea pJsible, de ponerle remedio Mas ¿de dónde nos podrá venir esto, si no nos viene de no

sotros mismos, si no nace de nuestro propio esfuerzo? Lo ignora mos en verdad; pero dado el caso de que su parte principal es: tribe en la reforma del trabajo y del sistema agrícolas, podemos

tener la esperanza de que procediendo en ella con sugecion á los principios de la justicia, no hemos de ser abandonados por la Providencia. Acaso los grandes recursos pecuniarios, acaso el cré

dito, acaso la instruccion misma que nos faltan para acometer

la obra difícil de la transformacion del trabajador y del trabajo, vengan en pos de esta transformacion misma. En efecto, la ma

numision de los siervos será seguramente indemnizada por la ley. y ora instantánea, ora gradualmente, las sumas de esta indem nizacion contribuirán de un modo eficaz á sostener el trabajo por el jornal. y á mejorarlo por la adquisicion de nuevos y mas podero sos instrumentos de labor. La muestra de cordura y buen senti do de un pueblo entero que entra de buena voluntad, y de acuer

do con los poderes públicos, en la senda de esta importante re forma, carece de ejemplo en la historia y no puede menos de dar á la Europa entera, una alta idea de la moral sólida que inspira nuestra conducta, y de captarnos sus valiosas simpatías: los efec tos, así en lo físico como en lo moral, cesan siempre cuando cesa

la causa: ¿por qué pues, no ganaría/¡ws crédito en Europa, cuando nosotros mismos hubiesemos destruido la causa eficiente de todas las descwgflanzasl Sobra el oro en Europa; su destino único es buscar un beneficio, y ella sabe. mucho mejor que nosotros mis

mos, que en nuestros campos puede hallarlo grande, tan luego

(l)

‘Dara.mos el orígen de la trata activa al rwlorlor de i824: ignoramos

el dia en que tendrán términos sus consecuencias actuales; pero dudamos que

la fertilidad del país resista muchos años mas al sistema agrícola que en él si: sigue.


( 238 ) como cese'la inseguridad. Bajo la forma del libro, del periódico y del instrumento de labor ó del aparato industrial, así como por

la inmigracion de hombres versados en el trabajo moderno nos vendría tambien y acaso con abundancia la instruccion de que necesitamos, y muy pronto nosotros mismos, nuestra propia ju ventud se elevaría en la escala del saber al grado conveniente para satisfacer’ las nuevas necesidades de nuestros campos. De este modo, pues, llegariamos á cambiar esa túnica de Nesso, que

nos devora las entrañas, por el cuerno de Amaltea, símbolo de la paz y de la abundancia. Por lo demás tarde ó temprano hemos de parar la atencion en los sistemas modernos de cultivo que hemos apuntado: no es posible que el país prospere, no es probable siquiera que salga de su actual decadencia y atonia, sino es modificando la marcha general de su trabajo'en todas sus partes: casi todas las ruedas de la antigua máquina están ya rotas ó gastadas y nos es indis pensable hacer todo linage de sacrificios, y desplegar grande constancia, hasta remontarla de nuevo, sobre la firme base del trabajo libre, y con órganos mas robustos y mas perfectos. Preci _so es pues, ir estudiando esa laboriosa cuestion de la Rotacíon ó

Alternativa de las cosechas que. porio mismo que consiente una infinidad do combinaciones. en el cultivo simultáneo de numero sas plantas, impone la obligacion de conocer minuciosamente la accion de cada una sobre el terreno y sus etectos económicos en‘ los mercados: su importancia para el consumo, su importancia para la cxportacion: el órden de sncesion en el cultivo. las trans formaciones que sus productos requieran para darles duracion y salida: su destino en la alimentacion delos ganados y las mil condiciones que de estas indicaciones se derivan. Ninguna obscrvacion se ha publicado entre nosotros. en es te órden de ideas, ó á lo menos no tenemos de ello conocimiento.

Carccemos nosotros, por otra parte, de la gran práctica local, y de la experiencia agrícola, no menos grande, que requiere un plan acertado en esta materia; con todo,.como objeto de estudio.

como simple estímulo á la discusion nos aventnramos á trazar uno, persnadidos de que si un dia se entrare en el país en los en

sayos que deben conducirlo á la mejor solucion de tan compli cado problema, no será solo el nuestro, sino otros y otros los que habrá desechado antes de acertar con el mas conveniente.

Para darle claridad á nuestra idea debemos advertir: 1. ° Que su ponemos objeto importante de explotacion el ganado, no solo como fnerza en el fundo, sino como carne y como manantial

de abono: ‘.2. ° Que suponemos tambien buenos instrumentos de agricultura, no solamente para labrar la tierra, sino para sembrar,

segar, y cosechar siempre que sean aplicables: 3. ° Que damos


(239) igualmente por sentado que las labores son esmeradas y bastan tes en número para cada planta y que el estiércol y los demás elementos de abono disponibles se recogen y acondicionan, y se

distribuyen con acertada economía: 4. ° Que representamos por el número 100 el área total de la propiedad, sea cual fuere su extension, con el ánimo de fijar las ideas; pero admitiendo que la zona de cada planta varíe como lo exijan las necesidades del fundo y las circunstancias mercantiles, y que por las mismas cau sas pueden suprimirse algunas especies ó sustituírseles otras que

prometan mayores beneficios, bien que guardando siempre la regla de la sucesion. segun su naturaleza: 5. ° Contamos por úl timo, con la actividad necesaria para obtener anualmente en el

mismo suelo dos cosechas alternadas de arroz y de maiz, como lo permite nuestro clima. Si la explotacion tiene por objeto los frutos menores y los terrenos no soportan ya el plátano por muchos años, tal vez se

ría útil la siguiente ROTACION EN PERIODOS TRIENALES PARA FRUTOS MENORES. Naturaleza y extension relativa de los cultivos. Trienios. Años

Frutos: : 50 pe del área.

Pastos:.:50 p. 8 del área.

”\.M\ ‘-'— 1‘.’ Tubos. 91:3‘ LegmslPlátano

Pastos.

Maiz.. Primera. a 29 Arroz- Legms Tubos.

Id.

Pastos.

Mai z. . Arroz .

Id.

Pastos.

39 Legms Tubos.

s 49

Pastos.

Tubos. Legms Anioz' Plátano

Segundo"???

Pastos.

Mam. Legms Iggy’ Tubos.

69

Pastos.

Arm?" Tubos. AHÏOZ. Maíz. . Mmz. .

Id. Id.

Auncuando nos parece evidente que la agricultura sacarí na está llamada á sufrir transformaciones importantes dentro de un corto plazo, ora acomodándose al sistema parcelario para el

cultivo, ora al sistema de las fábricas centrales para la elabora cion, de todos modos, la alternativa de cosechas puede introd u— cirse en ella con economías para la labranza y con las ventajas que le son propias respecto de los terrenos. Dado que esto fuere así, acaso pudiera servir de base á este estudio la Rotacion que

sigue:


(240)

ROTACION EN PERIODOS CUATRIENALES CON LA CAÑA

DE AZÚCAR POR BASE.

Períodos. . . . . . . .Naturaleza y extencion relativa de los cultivos. 1.o

Frutos menores, área :: 20. Pastos, :: 30. Caña de cose

2.0 3.°

Pastos, área : : 30. Caña, : : 50. Frutos menores, : : 20. Caña, área : : 50. Frutos menores, : : 20. Pastos,:: 30.

cha y de plantilla : : 50.

La alternativa peculiar á los frutos menores dentro de este plan debe tener por objeto la mayor produccion de sustancias ali menticias para sustentacion del fundo, y la mayor suma de resí

duos fertilizantes para mejoramiento del terreno: como el pláta no es poco ventajoso si se ha de resembrar anualmente, y como su fruto no tiene gran duracion, no lo comprendemos entre las

especies de la rotacion en este caso, que formulamos como se vé á continuacion:

DETALLE DE LOS FRUTOS MENORES

DENTRO

Años.

1.° 2.o 3.° 4.°

DE

.

LA . ROTACION

ANTERIOR

. Cultivos.

Raíces, Maiz, Arroz, Leguminosas. Maiz, Raíces, Leguminosas, Arroz. Leguminosas, Arroz, Raíces, Maiz. Arroz, Leguminosas, Maiz, Raíces.

convendría, siguiendo las previsiones del distinguido M7‘. Parmentíer, introductor de las papas en Francia, prevem’rse con tm las épocas de escasez, á expensas de las épocas de abundancia,

procurando darle una forma mas durable á aquellos productos de nuestro suelo que bajo su forma natural pasan con rapidez: el plátano sobre todos, la batata, la papa y otros duran poco, y po drían conservarse mucho reduciéndolos á harinas, secando estas

y preservándolas de la humedad. Un rayo mecánico y, dado que el tiempo sea demasiado húmedo, una estufa fácil deimprovisar,


(241) bastarían para este objeto, y no tendríamos entonces que limitar la cosecha al consumo momentáneo, ó que malbaratar su es‘

ceso, como nos sucede con frecuencia. Si mas tarde se sintiere, como es probable, la necesidad de

multiplicar la produccion animal, es decir, de hacer mas rápida la ceba y por consiguiente mayor la reproduccion, será enton ces preciso disminuir por grados y hasta extinguir los pastos, y

aumentar en la misma proporcion el terreno de los cultivos dan do á cada especie la parte que las circunstancias plefijen. Por el hecho mismo se aumentará el cultivo de los frutos menores ne cesarios para el ganado, y vendrá el incremento del estiércol con

la estabulacion indispensable en este caso. ‘Ningun otro medio permite aprovechar este importante abono con mas abundancia y á menos costa; ninguno contribuye

tanto al desarrollo rápido de las aptitudes lecheras y de las pro pensiones al engrasamiento; ninguno en fin se presta con tanta

facilidad á las prácticas y á los cuidados que exije la seleccion,

para el perfeccionamiento de las razas. Las yerbas de hoz en estado verde, la paja del arroz y del maiz fresca ó conservada, las raíces, los granos, ó en una palabra, todos los frutos menores

crudosó cocidos, se emplean en el sistema de la estabulacion ‘ como alimentos y con grande abundancia: el agua potable se distribuye á discrecion, y sirve tambien para el aseo del establo. El sistema de la habitacion es celular, bien orientado, distante

de todo ruido, muy ventilado, con luz difusa y escasa: cada cé

lula contiene un gran lebrillo abrillantado para el pienso, y otro para el agua que es permanente, sólidamente defendidos contra los choques: el suelo es generalmente de cuartones, enrejados en

íorma de celosía, con poco ó ningundesnivel: los orines y las de yecciones pasan al través de la celosía, y arrastradas por su pro pio peso y por las aguas de aseo, bajan por canales de rápida inclinacion, á unos fosos cubiertos, situados fuera del edificio.

La superficie de planta para cada célula es de 3 metros cuadra dos por cabeza para el ganado mayor: de uno y cuarto á uno y medio para el menor. El caballo de silla y el buey de trabajo,

que entran y salen, reciben en estas habitaciones todos los cui dados que su destino requiere: el novillo, la vaca lechera, el be cerro, el carnero y el cerdo, sueltos en su alojamiento y nutrien dose á discrecion, bañados de aire y siempre aseados, pasan la

vida entera en su tranquila celda y á media luz, desde que nacen hasta que pagan su tributo cruento á la carnicería. De este modo es que puede sacarse gran partido de las cosechas, convirtiendo todos sus residuos en carne y en abonos: de este modo, es como

se obtiene de la tierra el máximum de las sustancias nutritivas que puede dar al hombre, y de este modo, en fin, es como una‘

30


(242) agricultura adelantada conserva á las generaciones venideras, sin destruir al trabajador, las propiedades reproductivas del suelo.

PRECIOS DE ALGUNOS TIPOS DE INSTRUMENTOS

Y APARATOS AGRICOLAS Y DE LAS MATERIAS FERTILIZANTES

QUE SE PREPARAN PARA ABONAR LA TIERRA.

I.-—Ab07zos.

La cal anxirnalizada y la cal supersaturada, tal como las fa bricaba en la Exposicion de Billancourt la “Compagnie Chau

fourniere de l’ Ouest,” sita en París, se componen respectiva— mente como sigue: ANIMALIZADA.

1 parte de cal grasa pura. 3 partes de materias l’ecales, sólidas y líquidas.

.

SUPERSATURADA. 1 parte de cal grasa pura. 3 partes de orines.

-

La cal por sí, y las otras materias por el ázoe que contie nen constituyen un escelente abono. Entra este en el cultivo á

razon de 60 á 100 hectólitros por hectárea en las rotaciones trienales ó cuatrienales, y puede mezclarse en la proporcion que ‘ parezca conveniente con los estiórcoles y demás abonos de que

dispongan las fincas. El hectólitro se vende en la fábrica á 3 0.60; pero se puede obtener en los fundos próximos á las poblaciones ó en los que emplean constantemente gran número de peones, si las cosas se disponen de un modo conveniente. á razon de

3 0. 25 cuando mas: en este caso y empleándolo puro, resultaría de 6 á 9 S por cuerda, próximamente. El Sr. Dulac, ingeniero de artes y manufacturas, tiene una


(243) fábrica de abonos situada en el Matadero de caballos de París (1), y asienta su industria sobre estas dos máximas “ cada planta eri ' ge un alimento especial y completo; un solo abono, sea el que fue re, no es mas adecuado pam todos los cultivos, que un solo medica

mento para todas las enfermedades. Partiendo, pues, de la compo

sicion química de las diferentes especies que se cultivan, sus abonos son especiales, ó cada uno propio esclusivamente para de

volver á la tierra la cantidad de las materias que cada una le sustrae. Así su exhibicion fué numerosa en ejemplares. Hé aquí la composicion de algunos de ellos, con otras cir cunstancias interesantes:

CoMPosIcroN DE Los monos. Cultivos.

A200.

Prados. . . . . .5 p. o

Fosfatos.

76 p. 8

3 5.

20118 ssp.e

a6

Cerealels. . . .6 p. 8 12 p. 8

13 p. 8

69 p. 8

3 4,50

Hortaliza... .8 p. 8 10 p. 8

15 p. 8

67 p. 8

35

P¿25621327 -

5 p. 8

Precio del Sales depotasa. Otras sales. qq. métrico.

P8 5118

14 p. 8

En cuanto á las cantidades de estos abonos por héctarea, el

fabricante fija como términos medios convenientes las que si guen: para prados naturales 700 kilógramos, esto es, 7 quintales

métricas y para los artificiales solamente 6: para los campos de papas 6 y para los de remolachas 8: los de cereales exigen 4 y los

que llevan la kortallza 10. Es evidente que tales números no tienen nada de absolutos; no solamente varian con la naturaleza de la planta sino tambien con la del terreno y con los caracté res propios de los diferentes climas: si los traemos aquí es, pura

y simplemente como ejemplo de esta interesante clase de estu dios que tanto influyen en mantener la produccion agrícola á

un nivel máximo y la fertilidad de la tierra en todo su vigor, aun á pesar de su cultivo intensivo y permanente. Por lo demas pa ra encontrar la calulad y la cantidad de los abonos que cada es [l]

En aquella ciudad. como'en algunas otras de Europa, se expande para.

el consumo la carne de caballo, animal que se mata cuando por la edad ó por

accidente viene á serinútil para el trabajo. La preocupacion contra. este alimem to, sano y barato, va cediendo mucho; la experiencia diaria acredita, á lo que dicen, que él es tan nutritivo como sus análogos, y que no es desagradable al paladar.


(244) pecie ‘de planta requiero es indispensable el conocimiento pro fundo de los terrenos, de la especie que se cultiva, y del pro ducto de ella quese busca: solo el analísis químico puede dar este importante conocimiento y aun por si solo no basta; es

preciso ademas hacer ensayos numerosos y con todos estos da tos llegar á conclusiones acertadas. Claro es por último, que en— tre los hombres que estan al frente de nuestros fondos agrícolas, asediados constantemente por las dificultades de una adminis tracion complicada y poco desahogada, preocupados con las aten ciones del cultivo, y obligados á dirijir las operaciones químicas de la elaboracion, sin mas guía por lo general que la rutina, son

pocos los que pueden consagrar á estos ensayos el tiempo que requieren: lo mismo sucede en todas partes, y salta una vez mas á los ojos que tanto en agricultura, como en todos los ramos de la industria, se necesitan estudios y hombres especiales; sin

ellos, el progreso es lento y las consecuencias de la economía en la enseñanza, harto caras. Veamos ahora algunos instrumentos:

II.—APARATOS AGRICOLAS.

Creemos que entre los numerosos arados que se presenta ron en la Ex posicion, los tipos ingleses son los mejores. El gus to y la inteligencia superiores de este país por las cosas agríco las, el número considerable de los certámenes que en favor de

este ramo celebra el Reino unido, y los muchos fabricantes que han formado de estos instrumentos su especialidad, han dado á

los hombres de Inglaterra, agricultores y constructores; una idea mas cabal de cuanto concurre á obtener los arados mas perfec

tos. Lo mismo puede decirse, sin exageracion inútil, de sus des cendientes los americanos del Norte.‘ A nuestro ver, en esta par te, y en cuanto se refiere á los instrumentos agrícolas en gene ral, así por el número, como por la invencion, como por la cali

dad de los aparatos, los ingleses de América, fueron los únicos émulos dignos que encontraron en el concurso los ingleses de Europa. La Francia, la Alemania, la España y otros pueblos pre sentaron sin duda escelentes modelos; pero no fueron ni tantos, ni tan variados, ni en igualdad de las demás circunstancias, tan

baratos y tan perfectos. Tal es nuestrojuicio, despues de una lectura detenida, no do los prospectos de los fabricantes, sino de

los escritos que antes de la Exposicion y durante ella. vieron la luz pública tratando de estos puntos; sin embargo, á continua

cion anotamos todos aquellos que nos parecen llenar bien su ob jeto respectivo, sin atender para ello á su origen.


(245)

ARADOS HOWARD (l).

Designacion

Para (su Kg.

Precio en ii

Con tren delantero marca S. B. colonial.

11.3

20

Con una sola rueda, marca S. B . . . . .

100

15

Sin tren delantero . . . . . . . . . . - . . . . . . '

100

16

De doble reja y tren delantero: da dos

'

surcos, marca D. D. . . . . . . . . . . . . . De vertedera pulverizadora con tren delantero:B.B................. Arado de subsuelo: B. H. . . . . . . . . . . .

150

24

144 100

21 20

Atado de doble vertedera para formar cavallones para tubérculos: reja de acero:S.B. . . . . . . . _ . .

100

Arado enano, para una bestia, marca D.D................... . . . . . .-

20 '

75

'15

88

, 20

Arranca tubérculos: arado para sacar las ' papas, remolachas &c. sin lastimarlas........ . . . . . . . . . . . . . . . . . --

Dinamómetro perfeccionado, para co‘

nocer la fuerza que exigen los arados Gradas en zigzag de hierro, articulzulas . a, charnela, para recojor las yerbas, para destripar los terrones, cubrir las

semillas &c. desde. . . . . . . . . . . . . Las gradas pesadas para dos ó tres yun-

'

,, 16 -.__ ___’_- .._.__.

38 á 88

10 á 2.3

' IUUálñO

Escarificadores de 5 a 11 dientes para

2«05130

a

arrancar la yerba de ruiz . . . . _ . . . . .

162 a 250

16 á 40

Desyerbadoras ó azadas para caballos.

5o a 6:3

10 a 16

Rodillos destripa-torrones, de discos cortantes é indopeudicntes: de 2 mc

tros 45 céntimos de largo y 67 centí metros de diámetro . . . . . . . . . . r . . .

_

no

H1] Nót' se que los arados du: llmvnrd su «'mnpmll'n de una armadura uní— versa á la cual se ajustan todas las l'í'j'l" ‘lif'ureuU's que sirvcu para diversos usos.

Las piezas que mas sc deteriorar: cn ol trabajo, como rojas, vertodrras, suspen siones, colisas, bridas 8ta. se venden separadamente.


(246) Sembradoms mecánicas. Son muchas las máquinas que sur can, siembran y cubren la semilla; pero entre las que hemos vis— to en la Exposicion ninguna tenia por objeto especial el arroz, el maiz ó los granos de las leguminosas que se siembran en la Isla: la aplicacion casi esclusiva de todas ellas es el trigo y las hay tambien para distribuir los abonos bajo la tierra y con eco

nomía. Alguna que otra, sin embargo. está provista de un órga no que permite aumentar ó disminuir el diámetro de la salida '

de las semillas, y pretende servir igualmente bien para todos los granos. Con todo, nosotros no anotamos aquí las sembradoras si

no como un recuerdo de que existen, y para dar idea de su cos to, creyendo que, para hacerlas verdaderamente útiles entre no sotros', será necesario ensayarlas mucho y modificarlas con fre

cuencia hasta encontrar la solucion mas adaptable á nuestros cultivos. Nos parecieron muy ingeniosas las siguientes:

SEMBaADoaAs DE SUFFOLK, CONSTRUIDAS POR WILLIAM D AY

Y COMPAÑIA, EN LONDES. De mano ó para un hombre, montada en su car

retilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .

12

Sembradora y abonadora, para un caballo . . . . . .

50

Sembradoras de lor/os granos desde . . . . . . . . . . ‘S 180 á 260 De estas mismas sembradoras, construidas por M. Garret,

dan una idea mas cabal, los dos cuadritos siguientes: PARA PROPIEDADES PEQUEÑAS

Nu'mero de surcos. Ano/mm (le ln banda Peso del aparato. Precio. Ms'raos. 6

. _ . . . . ..

1,07

10

. . . . . . ..

1,68

13

. . . . . . ..

1,83

Kwon.amos. ., . . . . . . . .. .. . .

Pesos.

300

94

410

...]58

500

140

PARA GRANDES PROPIEDADES.

10 11 12 13

. . . . . .-

1’68 1'83 2’00 2’13

....

510 560 640 720

140 150 155 164


(247) Las segadoras agavílladoras se han llevado en los últimos

años á una gran perfeccion: para segar los pastos de hoz. así co mo para la corta de los trigos y de los arrozales, ofrecen grandes

ventajas. Nos parecieron las mejores, las de Walter A. Wood, de Lóndres, cuyo precio varía desde 8 110 hasta 8 140: las de Mac Cormick, de los Estados-Unidos, no le ceden el paso en

nada y sus precios son poco mas ó menos los mismos. Las de Samuelson son tambien escelentes: la siega hecha por estos apa ratos da una economía, respecto de la hecha á mano, de un 40 por 100.

Para estender y aerear las plantas segadas existen tambien buenos instrumentos, lo mismo que para recojerlas y amonto narlas con facilidad y poco gasto. Entre nosotros, hoy por hoy, acaso pudieran aplicarse únicamente á las maniobras de esta

clase que requiere el bagazo de la caña. La trabajadora (fa’neuse) ó removedora de Howard, para uno y para dos caballos, y cuyos precios varían entre 90 y 311 O

puede ser útil y servir de tipo. Entre las numerosas maquinas destinadas á trillar y lim Piar los granos, solamente hemos visto una de los Señores Clay ton, Shuttleworth y Compañía, que se dice adecuada tambien

para el arroz. Estas trilladoras, que desgranan la espiga, separan la paja, ventilan y ciernen el grano, y lo depositan en sacos son

fijas, ó transportables, y el motor es generalmente la máquina de vapor. Las cribas ó tararas, que en el país suelen llamarse tam bien zarandas, y acompañan á estas máquinas, son de alambres metálicos dispuestos de tal modo que aumentan ó disminuyen

á voluntad los vanos dela malla. Los precios de estos aparatos varían segun su magnitud y trabajo entre S400 y 55600. Las hoces mecánicas para yerba y paja; los rayos para re ducir á pulpa los tubérculos; los corta raíces y otros utensilios

de esta clase son hoy numerosos, sus precios no bajan de 5B 10 ni esceden de S100. Lo mismo pudiéramos decir de un gran nú mero de prensas. descascaradores, desgranadores &c. Cuando el número de trabajadores que emplea un fundo es

considerable, cuando la distancia‘de los trabajos á la casa es grande, y cuando el ganado permanece en establos y entran en el régimen los alimentos cocidos son verdaderamente, de mucha

utilidad los aparatos portátiles y fijos ó cocinas económicas de va por, que siguen : los de los Señores Anries Barford y Ci’, senci llos, sólidos, rápidos y de fácil instalacion, compuestos de un nú— mero mas ó menos grande de calderas, ó marmitas, enlazadas

entre sí por medio de tubos que parten del generador de va

por: cuestan con todos sus accesorios, desde S 70 hasta 3 230.


. ( 248 ) En punto á los aparatos propios para la explotacion de la caña de azúcar, no vimos en toda la Expo‘sicion mas que 3 tra piches ó molinos, alguna que otra evaporadora de Wetxel, y va rías centrífugas. Para la coccion en el vacío habia allí algunos aparatos de doble y de triple efecto, mas costosos por el tren

considerable que exigen de lo que á primera vista parece. Uno de los trapiches citados era de los Sres. Robey y C’, de Inglaterra. Consta esta prensa de tres cilindros cortos y de

bastante diámetro: una máquina de vapor de caldera tubular, y hogar interior sobre una plata-forma fuerte de hierro y ladrillo refractario, está destinada á comunicarle el movimiento por me dio de un conectador de fácil manejo. Elaparato no requiere, pues,

gastos especiales de instalacion, y parece muy cómodo y muy só lido, propio sobre todo, para haciendas pequeñas: puede extra er jugo bastante para cuatro bocoyes diarios, y vale, si no esta mos equivocados, como 4,000 pesos todo él.

El otro de los molinos que hemos indicado, pertenecia á un ingeniero de la Martinica; pero ni era posible examinar sus cir cunstancias porque apenas se descubri’a entre el conjunto de ob jetos que lo ocultaban, ni habia quien de él diera noticias ni por; menores. ' ' Eltercero, situado como el anterior en la gran galería de las máquinas, pertenecia á la fábrica de los Señores J. T. Cail y Compañía de París. Es de tres cilindros, de 1 m. 30 de largo y O m. 60 de diá— metro yda 1 ó 2 vueltas por minuto. Exige una máquina de 20

caballos y puede extraer el caldo de 75,0 )0 kilógramos de caña en 12 horas. La máquina de vapor es horizontal y sin conden sacion, como conviene en los laboratorios de azúcar, puesto que

el vapor debe servir, despues de dar el trabajo mecánico para. contribuir á la evaporacion de los jugos y á la coccion del azú car. En realidad, este aparato no ofrece cosa notable, fuera delo comun, si ya no es su alto precio: vale, segun ‘anotacion manus

crita del Sr. Cail, nada menos que 12,000 pesos. Debemos señalar en este lugar otros aparatos de la misma. casa, que representan, bajo el punto de vista europeo, los últimos progresos de la fabricacion delazúcar. Por su medio se economi za mucho combustible, se obtiene masy mejor azúcar, y

como

es consiguiente, menos miel; pero relativamente á nuestra si tuacion actual tienen, á nuestro ver, dos graves inconvenientes:

tendríamos que emprender su estudio, y tantear no poco antes

de llegar á manejarlos confacilidad: en su conjunto son verdade ramente dispendiosos y suponen la pérdida casi total del mate rial que poseemos y empleamos.

Aparato de evaporacion de triple e/éct0.——El principio funda.


(249) mental’ de estos aparatos se debe a la antigua sociedad Derosne

y Cail: él consiste en el empleo del calórico latente del vapor, que se utiliza haciéndolo pasar á un líquido que se evapora á su vez; elde este á otro y así sucesivamente. Estas condensaciones

y evaporaciones sucesivas requieren en los diferentes líquidos presiones diferentes, á fin de que su ebullicion respectiva se ve

rifique á temperaturas distintas: para obtener pues, estos resul tados es preciso realizar un vacía diferente en cada caldera. En el aparato que figuraba en la Exposicion, el vapor, á 5 ó 6 atmósferas, debia emplearse, despues de dar la fuerza motriz

necesaria para todos los mecanismos, en producir la evaporacion del primer liquido. Para ello vaá comunicar el calórico que po see al líquido contenido en la caldera tubular del aparato, y en la cual el vacío el de 15 á 20 centímetros de mercurio, por cu

ya razon el líquido hierve á una temperatura que no alcanza á 100° centígrados: se obtiene así una evaporacion de los jugos

igual á los 516 próximamente del peso del vapor que la produce. A su vez este vapor producido se dirige á la caldera inmediata, que es de mayor diamet ro, y cuyo vacío es de 4:’) á 50 centímetros: él hasta para originar en olla otros 516 de su peso de nuevo vapor, que

á su turno pasa a la tercera caldera, mayor que la segunda, y en donde el vacío llega a 72 centímetros; el liquido en ella conte

nido puede pues, hervir á una temperatura muy baja, tal como

la del segundo vapor que ha entrado en ella. Finalmente, el va por de esta tercera caldera pasa a un condensador, donde desa parece y la bomba de aire mantiene el vacío relativo en todo el aparato aspirando todos los vapores escedentes. Por estos medios, segun el fabricante. el efecto útil que se

obtiene de un kilógramo de carbon representa 24'83 kilógramos de vapor y la economía equivale á.un 66 por 100 de combusti

ble próximamente. No conocemos ninguna demosl racion rigoro sa de esta economía: tampoco tenemos datos acerca de las repa raciones necesarias en estos aparatos. Por último su precio es,

tomado en París, de 46,000 francos ó sean 89,200. Caldera de serpenlines superpuestaspara el cocimiento en gra

nos en el vacío. —“Los jarabes que salen á 25° Beaumé del apa rato de evaporacion, dice el mismo constructor, tienen necesidad

de ser concentrados en condiciones particulares para llegar lue go al punto mas conveniente de coccion. Es necesario, para im pedir la transformacion de una parte del azúcar en miel, evitar

las temperaturas altas, lo cual se obtiene manteniendo en la cal

dera de coccion un vacío de 60 á 65 centímetros de 'mercurio.” “La caldera expuesta llena este objeto, mediante los serpen tines superpuestos que admiten el vapor á diferentes alturas y no calientan sino las zonas en que se halla el líquido, impidiendo 31


(250) así la caramelizacion y dando una cristalizacion mas perfecta.” El importe de este aparato es de 3 2,100.

Condensador de inyecciom-Se aplica en ausilio de las cal deras de evaporacion, ó de coccion en el vacío y sirve para con

densar mediante una lluvia fina de agua fría los vapores que de ellos provienen. Por su parte superior es un vaso de seguridad: los vapores de los aparatos llegan á un espacio anular en donde pierden su velocidad y cambian de direccion antes de entrar en el conducto en donde se’ extinguen, abandonando de este modo

las partículas líquidas y azucaradas que se recojen y vuelven á los aparatos. Por su disposicion particular, cuando se instalan á una altura conveniente, evitan el empleo de las bombas de elevacion. Su precio 55 360. 1,300 pesos vale la bomba horizontal de aire que se usa pa— ra mantener el vacío en los condensadores de los aparatos. Es de doble efecto y se toman numerosas precauciones en su cons

truccion y accesorios, para asegurarle una marcha regular y evi tar sus deterioros.


PARTE TERCERA. NOTICIA SUCINTA, Y MEDIDAS, PESAS Y MONEDAS DE LAS NACIONES.

llllïlo Sistema-Métrica Decimal.

España, que figuró con esmero y decoro en todas las sec ciones del Palacio de la Exposicion, y con lujo verdadero en el Parque, dando muestras evidentes de lo grande que puede lle gar á ser en todos los ramos de la industria moderna, y muy

particularmente en las explotaciones agrícolas y metalúrgicas, cuando las luchas ardientes de su transformacion política le den espacio para pensar, y seguridad bastante para importar hom bres y capitales: cuando un nuevo órden de cosas inspire á pro pios y á extraños confianza en el porvenir: cuando pueda en fin aplicar su actividad y su ingenio á poner en movimiento las ri

quezas incalculables de su clima y de su suelo, España tenia derecho (no solo de actualidad, sino de tradicion) á figurar tam bien, como figuró, con distinciou, en la importante exhibicion

que se levantó en el centro mismo de la Exposicion Univer sal Ya hemos visto (pág. 16) que en el modesto Pabellon ,. (l) No tenemos ni el encargo, ni el tiempo, ni las fuerzas que se re uie rcn para dar á conocer la. Exposicion nacional en este acto ; pero ella es igna

de ser conocida. Véase pues. para estudiar sus interesantes detalles, el Catálogo General de la Seccion Española. publicado por la. Comision Régia de España. Es un volúmen de 500 páginas en donde encontrará ademas el lector una no ticia, mas ó menos exacta. (le los progresos nacionales en nuestros dins.


(252) construido en este punto, se encerraban las medidas, las pesas y ' las monedas de las Naciones. Babel diminuta en la apariencia, la.observacion menos perspicaz podia reconocer en este peque—

ño recinto una contiision de nombres y de cosas mas grande. y no menos grave, que la con f'usion salida en otros tiempos de la

torre simbólica de la santa Biblia. Difieren en efecto estos ins trumentos cotidianos del cambio y del contrato, no solamente de nacion á nacion, y de pueblo á pueblo, sino que en una mis

ma localidad suelen encontrarse con un mismo nombre repre sentando cosas diferentes, y con un‘ valor distinto ácada paso

segun el objeto á que

aplican; sin base conocida, sin relacio

nes precisas entre sí, arbitrarios en sus fundamentos, de compa racion dificilísima, son tantos sus inconvenientes. que'ni los me— jores reglamentos de policía, ni la mas activa vigilancia de sus agentes, pueden evitar con eficacia el t'aude, que lastima los in

tereses y que daña la moral del pueblo. No sin razon pues, los legisladores de todas las naciones, en períodos asaz cortos, han intentado reformas sobre reformas

en esta importante materia. Desgraciadamente los legisladores creían de muy buena té que bastaba sustituir un sistema arbi

trario á otro sistema arbitrario, para remediar el mal, y lejos dc conseguirlo, lo agrnvabnn. ¿Qué ventajas, en efecto, podian en contrar los pueblos en cambiar su antigua vara, su vieja tanega, su libra tradicional, por otra vara, otra fanega y otra libra de rc

ciente cuño; pero tan inseguras y tan arbitrarias como las ante riores? Aumentábase cl mal. teniendo que acatar las nuevas sin abandonar las antiguas, y el fraude, entre los mas listos. ‘en contraba un nuevo punto de apoyo en cada retbrma. No hay na Eion alguna que haya hecho escepcion á esta regla, y no hay

ninguna que —no sienta la necesidad de poner un término á esta confusion. El desideratum de todas, á la bora en que estamos, es en esta materia un sistema único, tanto para ‘las relaciones

interiores, como para los cálculos de las ciencias, como para los cambios internacionales. El sistema métrico, cuya base es uni versal é inmutablc ; y de la cual se generan con suma sencillez y precision todas las relaciones de medida, de peso y de mone da; el sistema métrico, uniforme en sí mismo y distinto de to dos los demás que existen; el sistema métrico en fin cuyos múl

tiplos y submúltiplos siguen la ley decimal é invariable del sis tema de numeracion usado en nuestros tiempos, y cuya nomen clatura es 'clura, sobria y expresiva, está sin duda destinado á reemplazar la confusa y absurda muchedumbre de los demás sistemas, satisfaciendo esta gran‘ necesidad de nuestra época. ¿Cómo es pues, que habiendo transcurrido 68 años desde'su apuricion, y gozando de tantas y de tan incontestables ventajas,


(253) no rige ya en todas las transacciones del mundo? ¿ Acaso la electricidad y el vapor no hacen circular con rapidez, por todos

los ámbitos de la tierra, las ideas y las cosas? Sí por cierto; pero ni la una ni el otro obran con tanta prontitud sobre el os

píritu preocupado, contra la vanidad y contra los hábitos enve jecidos de los pueblos. ¡La culta Alemania ha limitado su refor ma á dividir decimalmente sus antiguas pesas: la Inglaterra emprendedora discute todavía si se decidirá tambien á aceptar esta insignificante modificacion: la mayor parte de las Naciones,

reconociendo la superioridad y la importancia del nuevo sistema, se niegan á aceptarlo, por la gran razon de que ellas no lo han inventado l Mas no desesperemos: una cosa es la vanidad pue:il de los Gobiernos y otra el» buen sentido de los pueblos: las cien cias se sirven por todas partes del nuevo sistema, los individuos

comienzan á reconocer sus ventajas, y es de creer que no está. distante la época en que los Gobiernos cedan, y'la unidad sea universal, á lo menos, en esta materia. Jün varios puntos de la Europa, del Africa, del Asia y de la América, el sistema métrico

es ‘hoy el sistema legal : el uso comun emplea aun en la mayor parte de ellos, es verdad. las medidas antiguas; pero la Escuela de instruccion primaria, á la que se deben mayores milagros modernos, no tardará en triunfar de estas resistencias de la

costumbre. Las nuevas generaciones no consultarán probable mente, sino por erudicion, los embrollados sistemas de las gene raciones pasadas, ya vacilantes y próximos á desaparecer. La Francia tiene todo el honor de la iniciativa en este gran

paso del progreso moderno; por excepcion, ella que tanto ha va cilado y que vacila tanto en torno á las grandes verdades que ha

promulgado en el mundo, ha sostenido esta y trabaja con inalte rable constancia en su propaganda. España asoció a esta grande empresa su nombre desde muy temprano, y le ha prestado auxi

lios preciosos, no solamente dándole amplio campo á las observa ciones en su territorio. sino el concurso de sus mejores y mas

doctos talentos: la historia del Metro es de esto la prueba irre cusable. Para determinar esta unidad era absolutamente indispen

sable conocer con exactitud la figura del planeta’ que habitamos. El espíritu ejercitado de los sabios, despues de haber desechado

el Rel/1'10 astronóndco del ilustre Picard, la Milla que proponía en 1.670 Mr. de Monton, y el Pic’ gym/¡(‘trim de Cassini (1), siste mas dignos de la ciencia y que revelaban la imperiosa necesidad (l) Picard había. discutido las medidas georlésicas de su tiempo. las ha.‘ bis. enlazado con las observaciones del péndulo, y para. satisfacer el deseo ar diente que la época. sentía de una medida universal. propuso la unidad que


( 254 ) de la reforma, habíase al fin fijado en una parte alícuota de la meridiana terrestre. Pero Newton, el genio inmortal que reveló al mundo la.feeunda ley de la gravitacion universal, tundamcnto

imperecedero de la.mecánica celeste, había demostrado desde

1,682 que el globo'terrestre no era una esfera perfecta, sino un esferoide cuyo eje polar era menor que el diámetro ecuatorial‘: abultada la tierra hacia el ecuador. aplanada hacia los polos, los grados meridianos no podian tener una misma longitud. Era

pues preciso medir grados polares, medirlos tambien á latitudes medias y medirlos en el ecuador: tocáronle aquellos á la Comi sion que presidía Mr. Maupertuis, nombrada en 1,735 por la antigua Academia de Francia: tocároules estos, por el mismo

tiempo, á los académicos Bodin, Bpuguer y La Condamine,

auxiliados por los sabios españoles D. Jorge Juan y D. Javier de Ulloa, y lleváronse á cabo estos trabajos insignes en la tierra americana del Perú, hacia el año de 1,746, bajo el reinado de Felipe V. Mas tarde hácia 1,791, Mr. Méchain, geómetra ilustre que debia morir antes de terminar sus magníficas operaciones,

trazaba la red triangular destinada á la medicion del arco com prendido entre Barcelona y Duuquerquc (1). Este gran cúmulo de tan grandes trabajos, dió dos resultados importantes: confir

mó en primer lugar, por las medidas directas, los cálculos de Newton: permitió apreciar la diferencia de los dos diámetros terrestres. Segun ellos el semidiámetro polar es menor que el .semidiámetro ecuatorial en 35.7, número que no es rigurosamente exacto, pero que dista muy poco del verdadero, como verémos. La. Academia de Francia babia llegado pues, á la posesion

de los datos preciosos que con tanto ardor se buscaban : el cua drante de la elipse meridiana de la tierra, una vez adoptada aquella diferencia de los ejes, tenía una longitud de 5.130,740 toesas de París. llamó Radio astronómica: era la longitud del péndulo, referida. á la toesa de Francia.

La Milla de Monton era la longitud del minuto de grado centesima| cuyos múltiplos y submúltiplos son decimales. El Pié geométrico de Cassini. inserto en su obra sobre la magnitud yfigura

de la tierra, era una s'is milésima parte del minuto de un meridiano. ó bien la. diez millonésíma del radio terrestre. Véase la. Astronomía popular dc Arago, T. IV, página 73. (l) (Euvres de Maupertuis. 1,768 Véase Voyage au cercle polairc Véase tambien La figure de laterre, determinéc par les obscrrationsde M. M. de La Comlamine ct Bougzwr

Los trabaios de D. Jorge J uan y D. Javier Ulloa fueron publicados en 1.748 por el Marqués de la Ensenada. minislro ú la sazon. Los de Mr. Méchain, con su correspondencia, fueron religiosamentc reco

gidos e insertados por el sabio Delambre en la obra “ Base del sistema métrico decimal ” publicada. en París en 1,807.


'( 255 La asamblea constituyente, á propuesta de Mr. de Talley rand. había decretado en 1,790 que la Academia de ciencias

buscara un modelo invariable para todas las medidas y para todas las pesas. En 1,791, Borda, Lagrange, Laplace, Monge

y Condorcet, hombres para siempre ilustres en las ciencias, presentaron las bases del sis/ema métrico decimal, y las opera

ciones t¡ue para realizarlo era preciso practicar: he aquí las unas y las otras. ’

1‘3 Tomar para unidad usual de longitud la diez millo nósima parte del cuadrante de la meridiana. 2'.‘ Referir el peso de todos los cuerpos al peso del agua destilada. ' \ 3‘.l Adoptar el sistema decimal para todas las divisiones. Operaciones: Determinar la diferencia de latitud entre Dunquerque y Barcelona.

Verificar las antiguas buses que habian servido para la me dida del grado hecha en París, con destino á la Carta de Francia.

‘ Determinar la longitud del péndulo de segundos en dil'e rentes latitndes y referir esta longitud á la nueva unidad lineal. Verificar de nuevo el peso del agua en el- vacío, ¡’t una tem peratura y bajo un volúmen determinado. Reducir por último ar las nuevas medidas todas las anti guas que estaban en uso.

Ni las catástrofes interiores de una de las mas grandes re voluciones que han presenciado los siglos. ni las guerras tita

nicas de aquellos tiempos, ni el hambre misma que contribuía poderosamente á los trastornos de la Francia, fueron parte á ha cer que se olvidasen estos trabajos. Ya el 7 de Abril de 1,795

(18 germinal, año. III) se dió la ley célebre que bastaría por st sola para hacer memorable aquella época, fecunda en males,

pero mas fecunda aun en grandes cosas. La Francia, con una

generosidad hasta entonces sin ejemplo entre las Naciones, se apresuró á convocar á todos los Gobiernos para que'enviaran

sus sabios respectivos á una gran Convencion, á un Congreso científico 'é internacional en donde debian imponerse minu ciosamente de todas las experiencias y de todas las observacio nes practicadas, verificarlas y aun recomenzarlas en caso nece sario, a fin de convencerse de la exactitud de los cálculos y de la precision de las determinaciones del sistema (l). El Institu (l) España fué representada en esta. ocasion drayes. Alvarez, Bueno, Gonzalez, Rodriguez. y Bugge: por la república de Batavia fueron ¡Encoa monte Balvo y Vassallí ; Fnbroni por Toscana,

por los señores Ciscar. l’e l’lanez. Dinamarca envió ó. y "un Swi’nden, por cl Pia Fmnchini por la república

Romana; la Cisalpina diputó ú. Mascheroni, la Ligurienac á Multedo, y Tallés representó á la república Helvética. Los sabios de la Francia que trabajaron en la. determinacion del Metro ‘y 5


( 256 )' to de Francia, que había reemplazado sobre bases mas anchas á la antigua Academia de Luis. XIV, abría al mundo las puertas de su santuario. rompiendo el velo de los antiguos misterios‘. El espíritu ardiente que en pos del bien había compelido á tantos

hombres ilustres en la senda escabrosa de las transformaciones y de la propaganda; aquel espíritu retemplado en los combates,

familiarizado con la idea de la muerte en las luchas intestinas de cada instante, aspirando sin tregua á las cosas grandes, y sin reposo en la paz como en la guerra, era verdaderamente’ cosmo polita. A sus ojos el bien de la Francia era el bien del universo, y si en mucha parte sus aspiraciones fueron prematuros y no

quedaron de ellas sino ruinas, injusticia sería hoy no reconocer los grandes monumentos que, en medio de tantas demoliciones, levantaron á la gloria de la Francia y al progreso de todos los pueblos. < ‘ Entre ellos no fué el menos laborioso, ni el menos impor— tante, el sistema métrico decimal destinado á desterrar la confu—

sion en los contratos, y á concertar el espíritu de los hombres de los climas mas distantes. Sencillo y claro en su nomencla tura, que puede entrar con facilidad en todas la lenguas; racio nal en su base, tomada en la naturaleza, y existente en donde

quiera por ‘toda la tierra: de acuerdo en sus divisiones con el sistema de numeracion de todas las naciones civilizadas y exen

to por su naturaleza de toda arbitrariedad legislativa, él está destinado á aliviar la memoria de los hombres, á uniformar los contratos mercantiles é internacionales, y á darle unidad á los _ cálculos de la ciencia v de las artes: él dará pues la vuelta al

mundo y tomará ‘carta de naturaleza'en todos los pueblos. Entre tanto, veamos rápidamente la situacion actual y

las medidas. pesas y monedas de’las Naciones que han figurado en la Exposicion, con su reduccion al nuevo sistema. en la de la longitud del péndulo en la medida de la meridiana y en la determina cion del Kilógramo fueron principalmente Laplace. Lavoisier, Borda, Delambre, Méchain, Bellet, Berthollet, Brisson, Condorcet, Coulomb, Darces. Haüy, La

grange, Legendre, d’HerbelOt, Lefebvre-Gineau, Lalande, Meunier, Monge, Plc— sis, Pommard, I’rony, Tranchot, Vandcrmonde, y Biot. y Arago que mas tarde asociados a Humboldt, al capítan Kater, á Vouvurd y á Mathieu prolongaron

hasta Inglaterra y Escocia. las operaciones geodésicas del continente. Doloroso es que ¡los rencores políticos del tiempo alojaran de este nobilísimo congreso á los sabios de Inglaterra y de la Europa del norte’: acaso esta abstencíon ha re

tardado la adopcion universal del sistema, estorbando un verdadero progreso en la. marcha de la. humanidad.

Hea ‘ui ahora el cuadro completo del sistema en toda su sencillez. Dun iendo el cuarto de ls. meridiana terrestre en 10 000,000 de partes y tomando una de estas partes se ‘tiene el Metro, unidad fundamental de todas 139 medidas. Apreciado en mesas francesas el cuadrante de la elipse meridiana de

que hemos_ha.“lado, cuyo valor es 5.130 740, la diez millonésima da Para la


(257) nvnora.

ITALIA.

El reino de este nombre. obra patriótico de Cavour, regado con la sangre de Magenta y Solferino,.engrandecido por la po pularidad de Garibaldi, y completado por los desastres de Sado wa, se compone hoy de los Estados del Rey de Cerdeña (menos la Saboya y Niza, cedidas á la Francia), del ex-reino de las dos

Sicilias, de la Lombardía, la Toscana, Parma, Módcna, gran par te de los Estados de la Iglesia. y por último de Venecia. Su po blacion total sube al presente a 25.000,000 de almas próxima mente. Los Alpes forman la frontera natural de la Italia: los Apelli

nos que la recorren en toda su longitud, la dividen en dos partes desiguales. Muchos y hermosos rios circulan por su territorio, y afluyen ora al golfo de Tarcnto, ora al Mediterráneo, ora al mar Adriático. Sus lagos mas célebres son los de Garda, de Iseo, de Como, el lago Mayor, los do Pernsa, Bolsena y Celano. Los gol

fos de Génova, de Napoles, de Salerno, y de Policastro, en la ' costa Occidental, y los de Squillacc y de Tarento al Sur, son los mas importantes.

El clima es vano como las cuatro regiones qne caracterizan longitud del Metro 0‘513074 ó sean 3 pies ll líneas y 296 milésimas de línea. Mas como la. discuaion analítica de una red triangular mucho mas vasta ue lo. conocida en los primeros tiempos. ha demostrado posteriormente que la dileren cia delos semi-ejes terrestres no es 5%¡, sino m5“, el Met'r0 actual es menor que el Metro rm'dadcro. La. diferencia entre ambos 0‘000,0S5,6 es insignificante en

el uso comun, mas puede tomarse en cuenta siempre que la. naturaleza de los cálculos lo exija. El cuad'ante de la mex'¡diana no consta. de 10.000,000 de metros, sino de 10.000.856; pero la unidad usual no sufre por esta causa, ina preciable absolutamente en las artes, ninguna pertnrbacion real. La unidad de superficie es un cuadrado que tiene 10 metros de lado, 6 sean

100 metros cuadrados, y se denomina Arca. La. unidad dc volúmen ó crzpaeidudlum'a líquidos y áridos, es un cubo que tiene de lado la décima parte del metro y se nombra, Litro.

Otra unidad de volúmen para la leña es el metro cúbico que denominaron Estéreo. La unidad de peso, es el poso en cl vacío de un cubo de agua deslilada. ú 4.° centígrado y al nivel del'mar, que tiene de lado lu. centésima parte del metro.

y se llama Gramo. Los múltiplos de todas las unidades del sistema son décuplos y se expresan por los numerales griegos Deca, diez: Betto, ciento: Kilo. mil: y Miria, diez mil. antepuestos á los nombres de las unidades respectivas. Todas las divisiones de

la unidad son decimales y se expresan por los numerales latinos Dcci, décimo:

m


cl territorio (le ln Italia: (lOs(l(11 los: Alpes hasta los Apmiinos, la region septentrional es l'rin, liusla el punto (le vvrse el termó Centi, centósimn: Illili , milósimo, que su ¡nm.Ponen :lL'l mismo mudo, como se vé

lodo en la siguiente DCHKMpeso... cierclnGMedidas ide fátó.rígamrgoanm.-mo_.-

de Medidas volúmcn

ll supcrficic.. H‘Ceutiáma c.Medidas de ‘tArca. área. .

capacidad“ D-KMC.l.iMedidas ‘le IeLlc.hnógitro áltíuóil'tirtor.t0r.o-.

lDecámetro..l o‘:nDMe.KMedidas -Hdc cgíimrl‘.eictóIátom.óecmtlCerltcnoru.ímoc‘t.ro

i NOMENCLATPLOS‘ USMLB‘IL T

0,01. 0,001 101100101,..100wm“Mm m‘

paraluña . Y

aSmIDELswXi‘OsmP'cSroImwSim m l _ —_- _—

Miria Kilo Mili (‘emi Dcca "‘ Hecto Deci ._ -—_ —

‘ MULTIPLOS. — — _—

l

ó Estéreo cúbico. D.metr‘ ecisterco. d—_—_— _

’l i

l l

1*\| v"

N.


( 259 ) metro á 109 bajo cero: la zona inmediata es menos rigorosa en sus inviernos: la tcrc’era, entre las aguasdel Sangre y las orillas del Crati, esta poblada de naranjos cuasi espontáneosíei termó

metro no baja nunca de cero en la última zona, y los calores de verano suelen ser escesivos: la palmera, el aloes, y la higuera de

Indias crecen en sus llanuras y en las costas. Así la Italia posee los climas opuestos y ve prosperar, bajo su cielo afortunado, los

. árboles y los frutos de las comarcas templadas de la Europa, así como muchas plantas tropicales. Granos, maiz, y arroz abundantísimo en el Piamonte; la vid,

el olivo. la higuera, y los limoneros; seda preciosa y miel cele brada, son los frutos del suelo italiano mas preciados Los senos de la tierra abundan en mármoles de todas clases, en hierro, en

cobre. en plomo, en alumbre, azufre, piedra pómez y otros pro— ductos minerales. Los ganados de Italia son buenos: sus caballos muy estima dos yEl susgenio mulas excelentes. de son las artes, de la poesia y de las letras parece in- Y‘ gónito en el espíritu italiano: las ciencias todas han encontrado

siempre en Italia talentos poderosos, ora para crearlas. ora para. impulsarlas, ora para mantenerlas fecundas y brillantes en todos los períodos de su historia. Ningun pueblo ha tenido dias de triunfo, de gloria y de grandeza mas espléndidos; ninguno ha caido mas profundamente en los abismos de la crueldad y de la bajeza humana; no hay, por

último, ejemplo mas doloroso en los anales del mundo. que el de la cruda expiacion de este pueblo al través de los siglos. Nuestros dias son testigos dela evolueion histórica mas tras cendental que haya experimentado el pueblo italiano: la consti tucion de su unidad política y nacional. ¿Llegará Italia á ser, co mo la quería el ilustre Fóscolo, una, gram/e, libera, independente. El poder temporal de los Pontífices, institucion antigua y vene

randa: la sorda reaccion de los príncipes desposeidos: la tradicion y los intereses de localidad: la idea ardiente de Roma Capital

que agita el espíritu público, y las grandes complicaciones de la política europea, á punto de estallar de un momento á otro, son

obstáculos de inmensa magnitud, que mantienen todavía en las Las Cortes españolas adoptaron el sistema en toda su integridad por ley de

19 de Julio de 1849, cuyo artículo 13 lo hace estensivo á las posesiones de Ul— tramar.

Los valores recíprocos entre este y el antiguo sistema nacional corren en tablas minuciosamente calculadas por hombres competentes Entre ellas reco

mendamos las que contiene el escelente Catecismo de nuestro amigo D. Pasca sio P. Sancérrit, de cuyo precioso opúsculo pueden sacar los Profesores de ins truceion primaria un gran partido para facilitar ú la. juventud del País la ad quisiciou de estos interesantes conocimientos.


(260) re iones de la duda la suerte de la Italia. La uerra se cierne sobre su cabeza, como el buitre sobre su presa: su destino pen de de ella. y oscila entre las probabilidades de cien v:ctorias, y I

la tunesta seguridad de un nuevo tratiado de (,‘mnpojormzo.

Entre tanto sus rentas, su comercio y su industria sufren lmponderable detrimento. Con todo, aun en medio de situaclon tan preñada de dificultades, el pueblo italiano trabaja con atan en la eonservacion de su crédito, mantiene'en pié de guerra su ejérci to, mejora su marina, resuelve en el sentido de la unidad las

cuestiones municipales, civilesy políticas, y lleva adelante sus obras públicas, entre las cuales descuella el túnel colosal del

monte Cenis. El sistema métrico decimal está. promulgado como cl único lelral en toda Italia, 1v )or la convencion de 1865 entre ella, la U Francia, la Suiza ' la Bóluica. las monedas de ilata de 20 ' de h 10 untmwa . , de, 1 y de? tmncos., «stan .‘.' ‘ rsujetas 2 l. la misma ley,

y contienen 835 de metal fino y 165 de aleacion. Con todo, úsansc todavía las antiguas medidas y monedas,

y creemos conveniente dar á conocer las de los principales esta dos anclados, que son las de uso mas comun en las diferentes re

g iones del reino. von este motivo a l iuntarúnos tambien la situa cion y circunstancias particulares de cada uno. ‘ ESTADOS SARDOS.

Este era el nombre de los estados del Rey de Cerdeña an tes de 186i. La Isla de Cerdeña, que les daba título, está situa da en el mediterráneo y ocupa el espacio comprendido entre los 383 52’ y 41o 18’ de latitud N. y los 74° 18’ y 76° 8’ de longi— tud al E. de nuestro meridiano, estimlndose su superficie en 40,432 kilómetros cuadrados, y su poblacion en 588,064 habi

tantes. Esta isla es montañosa y enfermiza: se divide en dos sec ciones administrativas que tienen por cabeceras respectivas las

Ciudades de Cagliari y de Lassari. _ Tiene minas de plomo. ocres y salinas: abunda el coral en sus costas: su suelo es fértil, y da frutas y viros estimados. Los

animales domésticos que se crían en la isla se distinguen por su pequeña estatura.

Se labra el hierro, se fabrican aceites y jabones: tiene hila dos de seda, y los habitantes se consagran bastante á la pesca dela anchova, de las sardinas y del atun, principalmente. En tierra firme contaban los Estados sardos con la Saboya,

el Piamonte, Monferrat, Niza y Génova. La Capital de la monar quiaxera Turin (Torino), ciudad asentada á la orilla de la con

fluencia del l’ó y del Dora-Riparia.


(261) PUERTO-RICO. ESTADOS SARDOS.

Medidas de longitud.

NOMBRES.

DrvIsIoNEs.

Equivalentea .

———

Legales.

———

'

Usuales.

-—-——

Metros.

Piede manuale. . . . . 8 oncie . . . . . . . . . . Piede liprando. . . . . 12 id . . . . . . . . . . . .

0‘342 0‘514

Raso (vara) . . . . . . - . 14 id . . . . . . . . . . . . .

0‘599

-.

'l‘esa (toesa) . . . . . . . Trabucco (pertica). .

1‘712 3‘083

...

Miglio (milla) . . . . . - 800 trabucchi. . . . . ‘ 2.466‘000

..

5 piedi manuali . - 6 piedi lipmndi . . .

.. .-

Itineraria.

Medidas de capacidad. 1° Para líquidos.

Litros.

Quartino . . . . . . . . . .

. . . . . . . .' . . . . . . . .

0‘343

Boccale . . . . . . . . . . .

2 quartini . . . . . . - .

0‘685

..

..

Pinta. '. . . . . . . . . . . .

2 boccali . . . . . . . . .

1‘369

..

Breuta..........-.. 36 pinte . . . . . . . . ..

49‘280

..

Carro . . . . . .'. . . . . . . 10 brente . . . . . . . . .

492‘800

..

'Cucchiaro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

0‘120

..

Coppo . . . . . . . . . . - - 20 cucchiari . . . . . .

2‘876

..

2‘? Para áridos.

Emina ‘ . . . . . . . . . - .

8 coppi. . . .

...

23‘008

..

Sacco . . . . . . . . . . . . .

5 eminc . . . . . . . . . .

115‘027

.-

PESOS.

kilóg. gram.

Denaro . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . . . . . - . Ottavo . . . . . . . . . . - . 3 denari . . . . . . . . . Oncia . . . . . . . . . . . - . 8 oftavi . . . . . . . . - .

0'001 0‘004 0‘031

.. .. ..

Libbra . _ . . . . . . . .. 12 oncíe . _. . . . . . ..

0'369

-.

Rubbio . . . . . . . . . . . 25 Iibbre. . . . ... .. .

9‘220


(262) MONEDAS.——LAS DEL REINO DE ITALIA. DE COBRE.

'

——

Esrdos.

W

‘Centésimo. . . . . . . . . (de la lirai . - . . .

Mih‘s’.

Pesos. Conti's.

rw W ¡WN

3 80

0

O0 19

. . ..

11 40 1900

0 0

00 57 O0 95

.. --

99 00 19800

Lira . . . . . . . . . . . . . (libra ó franco) . . .

380 00

0

19 00

.. 760 O0 1 .900 00

0 O

38 O0 95 OO

3 centesimi . . . . . . . 5idem .

'. - . .

DE PLATA.

í lira . . . . . . . . . .. ¿lira . . . . . .. . . . .. 2 lira . . . . . . . . . . .. . 'Scudo . . . . . . . . . . -. 5lire......-..

0 O4 95 0'09 90

DE ORO.

10 20 50 100

lire . . lire . lire . lire . .

. . . .

. . . .

.. .. .. ..

. . . .

.. ... ..

. . . .

. . . .

. _ . .

. -

. . . .

.

3 7 19 38

800 600 000 000

00 l 00 3 OO 9 00 19

90 80 50 00

00 00 00 00

_.__.-.___

TOSCANA.

París en nuestros dias, Atenas en la antigüedad y Florencia en la edad media, son las tres ciudades que han tenido la gloria

de elevar á la mayor altura. no una ciencia, un arte; ó unaindus< tria: sino el gran conjunto de las ciencias, de las letras, delas ar tes y de la industria al mismo tiempo. La suntuosa edilidad de la época de Péricles, no fué supe rior á la administracion urbana del gran Médicis: así Florencia, capital un dia de la Toscana, capital hoy del Reino de Italia, es una de las ciudades mas cultas, mas artísticas y mas bellas del mundo. Sus numerosos monumentos públicos son verdaderos mo

delos de arquitectura, y un ejemplo del gusto mas puro: sus pla zas están embellecidas por mas de 150 estatuas. sin contar la

Vénus de Médicis, el grupo de Niobe y otras obras maestras que se custodiar1 en sus palacios y museos: la galería de pinturas que

existe en el Palacio Pitti, contiene la coleccion de cuadros mas admirables de la Europa. Allí mismo se encuentran 70,000 vo lúmenes, y numerosos manuscritos célebres, como los del Tasso, de Maquiavelo y de Galileo: la"]lI0gl¡a BL‘L'C/Lidfld, primera biblio


( 263 ) teca de Florencia, tiene 150,000 volúmenes y 12,000 manuscri

tos. Por último, hasta la mansion de los muertos despierta allí grandes recuerdos: la iglesia de la 8(mm Grace encierra las cenizas del Aretino, de Miguel Angel, de Alfieri, de Maquiavelo y

del gran Galileo.

Las aguas del Arno embelleecn esta ciudad dividióndola en dos partes Su poblacion actual subeá 120,000 habitantes y la total de la Toscana asciende á 1.815.243 almas.

Son muy notables en el cx dncado las ciudades siguientes:

Luca. con 25,000 habitantes, por el esmerado cultivo de sus cam— pos: Siena, por su situacion saludali'c y deliciosa: Limwa, en fin, que tiene 80,000 almas, por su /"ter/afrenta.

.

Posee la Toscana minas de coln'c y de plomo argentd'ero:

trigos, maiz, arroz y vinos. Sus aguas minerales de Corsena son estimadas, y sus canteras de mármol blanco tienen celebridad

universal. Entre los productos de su index/ría se distinguen los som breros de paja de Italia. de escesiva finura: artefactos de cobre: seda y tejidos: el chocolate, la cera, y el aceite de olivas: las pas tas de Italia y los jabones. Los mármoles, cl coral y los mosaicos gozan particularmente de grande estima.

No tenia Toscana mas moneda legal que la de plata. Esta y las medidas que anotamos se usan todavía en muchos puntos del ex-ducado. TOSCANA.

. ll'íédín’as de longitud.

NOMBRES. ___

DIVISIONES.

PUERTO-RICO Eq‘uivalentes. -—

Legales. —— Metros

Usuales. —_

Denaro . . . . . . . . . . . . 1:2 punti . . . . . . . . . .

0‘002

Quatrino . . . . . .. . . .

4 denari . . . . . . . . .

0‘010

.. --

‘Soldo . . . . . . . . _ . . . .

quatrini . . . . _ . . .

0‘029

..

Palmo . . . . . . . . . . . . 10 soldi . . . . . . - . .

0‘291

..

Braccio . . . . . . . . . . . .

2 palmi . . . . . . . . . .

0‘584

..

Pertica . . . . . . . . . . .. 10 idem.....‘. .-L .

0‘910

..

. . . . . . . . . . . . . 1654‘000

..

Itinerario. Miglio . . . . . . . . . . . . . .

Mer/¡/las de superficie. Mets un“ Pcrtica quadrata. . . . . 100 palmi quadrati. . — 8‘615

'l‘avola . . . . . . . . . . . 10 pertiche ídem . , Quadrato. . . . .. . .. 10 tavole. . . . . . . . . .

85‘147 851‘472

..


( 264 ) PUERTO—RICO. TOSCANA. NOMBRES.

Medidas de capacidad. .

———

Equívalentes. AM Legales. Usualcs.

DIVIS,IONES.

1‘? Para líquidos.

ïiíros.

Mezzetta . . . . . . . . . . 2 cuartucci . . . . . . . Boccale . . . . . . . . . - . 2 mezette . . . . . . . . Finsco . . . _ . . . . . . . . 2 boccali . . . . . . . . . Barile . . . . . . . . . . . . . 20 fiaschi . . . . . . . . . .

0‘570 1‘140 2‘27 9 45‘400

.. .. -

2‘? Para áridos.

Quarto . . . . . . . . . . . .

4 metadelle. . . . . . .

6‘042

..

Stajo . . . . . . . . . . . - . Sacco . . . . . . . . . . . . .

4 quarti . . . . . . . . . . 3 Staja . . . . . . . . . .

24‘333 73‘000

. .

PESOS.

kilóg. gram.

Denaro . . . . . . . . . 24 grani . . . . . . . . . . Oncia . . . . . . . . . . . . . 24 denari . . . . . . . . . Libbra . . . . . . . . . . . . 12 oncie . . . . . . . . . . MONEDAS DE PLATA.

Escdos.

0‘001 0‘028 0‘339

..

Milés. Pesos. Gentes.

Denar0............ .-.. .. 001 20 Soldo.. . '. ........ . . 12 denari . . . . . . . 014 40 Lira............... 20 soldi. . . . . .'. .. 300 00

O 0 0

O0 O6 00 72 15 00

—t-—Q.c————

VENECIA.

Contemplamos desgraciado al hombre que poseído del amor de las letras, ó del entusiasmo por las artes, no posee los medios

necesarios para Visitar á la Italia, y no acertamos á comprender,

ni menos á c'alificar á aquellos. que viajando por gusto, consumen su salud y su fortuna en los placeres {útiles ó inmundos. cuando podian enriquecer su espíritu con solo visitar á Roma, á Floren

cia. á Nápoles y á la Ciudad de las lagunas, á Venecia. El territorio de esta, recientemente devuelto á la patria co mun, tiene por límites, la Iglesia al E.: el Tyrol al NJ al O. el lago de Garda, y al S. en parte el Pó y en parte las aguas del mar Adriático. Encierm entre otras Ciudades, con una poblacion total de 2.493,475 habitantes, las célebres fortalezas de Mantua,

Peschiera, Verona y Venecia.


(265) Las manzanas de esta última, pobladas de templos, de pala cios y de monumentos de todas clases, son islas: sus calles son

líquidas: sus carruages son góndolas y sus aceras son muelles. En efecto 117 islotes, separados entre sí por las aguas de las la

gunas, y comunicados por medio de 379 puentes, constituyen el

área de la Ciudad, capital en varias épocas de la República de San Marcos. La plaza de este nombre, á las orillas del puerto, no grande, pero formada por edificios suntuosos, dá una idea es

pléndida de Venecia. Ademas de la Iglesia del mismo Santo, obra del siglo X, erizada de pirámides y'de estátuas, se cuentan

y admiran en esta Ciudad, 36 iglesias católicas, 2 del rito griego, una armenia, un templo luterano, 7 sinagogas, un hospicio para niños espósitos, 2 lazaretos y 23 hospitales. ' El antiguo Palacio Ducal; mansion del Dux y recinto funes to de las sesiones lúgubres de los feroces inguisídores de estado, mira todavía al mar, teatro de la gloria y de la grandeza de este pueblo; pero hace mucho tiempo que tiene mas noble destino. En él se admiran las obras selectas de los principales maestros de la escuela italiana y muchas estátuas antiguas: en él reside hoy una biblioteca de 650,000 volúmenes y 5,000 manuscritos: allí se ven tambien el mapa-mundi de Fra-Mauro, dibujado en 1460, célebre

en toda Europa, y sobre todo allí existe el precioso manuscrito de las leyes lombm'a'as. Con estos elementos no es extraño que, á pesar de la dura

compresion que ha sufrido en este país el principio republicano, ora por la oligarquía aristocrática de los patricios, ora po’r el cx trangero, sea. el pueblo veneciano aquel de toda Italia en que son

mas populares los conocimientos de la lectura y de la escritura. Los gondoleros cantan, al compas de los remos, las estrofas de los

mas grandes poetas. Los arsenales y talleres del puerto, de mas de una legua de

estension, han permanecido durante largo tiempo inactivos, como ha permanecido casi desierto el‘ puerto mismo, centro en otras épocas del comercio mas vasto y mas inteligente de toda Euro pa. ‘¿volverá Venecia, bajo el régimen de la libertad italiana, á

adquirir su antiguo ascendiente mercantil? No es imposible que el genio veneciano logre hacer de su puerto el centro de la. escala de Levante, y reanude sus relaciones comerciales con las nu merosas colonias italianas de esta parte del mundo, interrumpidas

desde la caida de la república y contrariadas sistemáticamente por el Austria, en favor de Trieste.

Su industria tomaría nuevo impulso. Aunque sus fundiciones de hierro, sus explotaciones metalúrgicas, sus cueros y pieles, sus guantes escelentes, sus tejidos de lana y de seda, sus porce

lanas y sobre todo sus magníficos cristales han conservado su re 33


(266) putacion antigua, nuevos mercados aumentarían el ardor del tra bajo y le reconquistarian su esplendor pasado. PUERTO-RICO.

VENECIA.

.

Illedidaade longitud.

Equivalcntes. Legales.

NOMBRES.

DIvIsIoNEs.

——

Usuales.

—— Metros.

Linia . . . . . . . . . . . . - . Oncia . . . . . . . . . . . . . Piede . . . . . . . . . . . . . Braccio da seta . . . . . Braccio da lana . . . . .

10 decimi . . . . . . . . . 12 linie. . . . . . . . . . . . 12 oucie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .. .... ........ .

0‘002 0‘029 0‘348 0‘639 0‘683

. . . . .

. . . . .

Pertica piccola . . - - .

4% piedi . . . . . . . . . .

1‘565

-.

Pertica grande- . . . .

6 piedi . . . . . . . . . .

2‘086

..

Itinerario. Miglio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1739‘000

..

JlIedidas de capacidad. 1° Para líquidos.

Litros.

Quartuccio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

0‘675

Boccale... ..

1‘012

..

2‘700 10‘800 15‘312 64‘800 518'400

.. .. ... ..

5‘207

..

1x1; quartucci...._-

Bozza. ... .0. , . . . . . . . 4 Sccchio . . . . . . . . . . . 4 Miro . . . . . . . . . . . . . . . . . Mastello (para aceite) 6 Anfora . . . . . . . . . . . . . 8

ídem . . . . . . . . . . borre. . . . . . . . . . ... ........... Secchi . . . . . . - . mastelli . . . . . . .

-.

2‘? Para áridos.

Quartarolo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. - . . .

Quarta. . . . . . . . . . . .

4

quartaroli . . . - .

20‘829

..

Mezziuo . . . . . . Stajo . . . . . . . . Sacco . . . . . . . . Moggio . . . . .

2 4 1x} 4

quarte . . . . . . id . . . . . . . . . . . . staji . . . . . . . . . . id. . . . . . . . . . .

41‘658 83‘317 124'975 333‘268

.. .. .. ..

... ... .. ...

.. .. .. _

PESOS.

kilóg. gram.

Oncia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - .. . . . . . . Libbra . . . . . . . . . . . . 12 oncie . . . . . . . . .

0‘038 03477

.. ..

Centinajo . . . . . . . . . . 100 libbras . . . . . . - . Carica . . . . . . . . . . . . 4 centinaji . . . . . .

47,700 190‘800

.. ..

Migliajo ......... ..1000 libbras ......

477‘000

..


(267) MONEDAS. DE COBRE.

——

Escdos. W

Centésimo . . . . . . . . .

. ...

Milés.

Pesos. Ccnlrs.

W W

W

. .

003 80

0

00 19

Soldo . . . . . . . . . . . . . 5 centesimi. . . . .

019 00

0

O0 95

DE PLATA. Lira Austriaca. . . . .

DE ORO.

....

..

380 00

0

19 00

....

4

537 20

2

26 86

I

Zecchino . . . . . . . . .

.

'

Eli-REINO DE LAS Dos SICILIAS.

Componíase esta hermosa monarquía, antes de su anexion al Reino de Italia, verificada en 1860, de dos partes distintas é in teresantes: 1‘? el Reino.de Nápoles; dividido ‘en 15 provincias,

que ocupaba la region meridional de la Península: 2*.‘ la. Sicilia,

isla grande del Mediterráneo, separada del continente por el es trecho de Messina. Definian la situacion y estension de ‘esta monarquía los pa

ralelos 36° 37’ y 42° 54’ con las longitudes estremas 78° 33’ y 84° 42’ al oriente de nuestro meridiano. Nápoles (Nu’poli) era la Capital de todo el reino, y Palermo

la de Sicilia. La poblacion total ascendió en 1860 'á 9.000,000 de habitantes. ¡ Vedere Nápol'i e poi morirte.’ es la exclamacion general'de es

te pueblo, repetida con entusiasmo por los viajeros. En efecto, ellos nos refieren que álos encantos de una' naturaleza deslum hradora reune Parthénope los hechizos de la sirena que halagan

dulcemente el oido. fascinan la vista y subyugan el corazon. Mas esta tierra de los perfumes y de los placeres, propicia sin duda para el hombre exquisitamen‘te sensual, es tambien co

. mo toda Italia, vasto teatro de emociones profundas y de medi taciones graves para el hombre pensador. Los tiempos antiguos, la edad media

y la é P oca moderna hasta. nuestros P ro lnos . dias, han oGrabado. allí su p.aso con caractéres lndelebles. q ue fiJ an. p or . . todas partes la atenclon del VldJel‘O. Ora os hallais en medio de las ruinas del culto de los griegos y de los romanos, cuyos tem plos suntuosos yacen por tierra en fragmentos abandonados: ora


(268) pisais el terreno que removian los ejércitos de Anníbal en su lu cha á muerte con el pueblo romano: allí está Brundusium (hoy Brindis), donde el ambicioso y corrompido Julio sitia con furor

la libertad de su patria, en la persona de Pompeyo y de los de fensores ilustres de la gran República: mas allá huellan vuestros - piés la tierra de Mola, donde cayó’ la cabeza de Ciceron bajo el cuchillo de los Sicarios del astuto y grosero Antonio. En las fal

das del monte Pausilipo yacen los restos de Virgilio que em pañó su propia memoria, coronando con sus versos inmortales la es pléndida fortuna de Octavio, el mas cobarde y el mas sagaz de los tri unviros. a Los monumentos del Cristianismo primitivo no son menos admirables: la nueva f'é se purificaba ora en las lumimzrias huma nas, ora bajo el hierro de los verdugos, ora en fin en la triste oscu ridad de las catacumbas, de donde habia de salir luminosa y triun—

fadora. Ella penetró con rapidez y desde los primeros dins en la. tierra de Nápoles: las substrucciones de esta Capital, abiertas en la roca viva por las manos de los mártires y de los creyentes. son comen/¡ibas mucho mas vastas que las de la misma Roma: estas galerías subterráneas tienen como tres millas de largo y contie nen numerosas tumbas, capillas, rotondas y una iglesia cuyos pi‘ lares, batisterio y alta res están cortados en la roca. Salerno por su parte, guarda las reliquias del evangelista San Mateo, bajo las bo

vedas de una hermosa Catedral, cuyo pórtico todo entero se de

be á las columnas de los templos de Pesto, la Poszïdonia de los paganos, que se halla a corta distancia. El imperio y la. iglesia de oriente disputaron durante mucho tiempo á la iglesia latina, con las armas en la mano, la posesion de

la tierra napolitana. La evolucion católica de la iglesia de occidem te triunfó al cabo en esta lucha. El país, así en el continente co-' mo en la Isla, se cubrió de conventos, y no son pocos los Santos y los Papas ilustres que ha dado á Roma. El convento mas notable por su situacion es, sin duda, el de los camaldulenses, construido en el vértice de una montaña de los alrededores de Nápoles, á una altura de 1,200 piés: desde sus claustros se dominan á la vez las vastas llanuras de la Campania, el lago Averno. descrito por

Virgilio, el lago de Agnano, cuyas aguas agita el hidrógeno que se desprende sin tregua de su fondo: la Saf/diam, monumento temible . de los fuegos subterráneos: el'triste Aguemnte, hoy rio Fusaro:

y_ los alrededores de la antigua Baiu. donde se levautaban en otro tiempo los templos famosos de Diana y de Hércules, y los pala cios de aquellos emperadores romanos, tan vergon'zosos para la dignidad humana, como ominosos para el bien de los pueblos. Si la supersticion, las conquistas, las revoluciones, las ti ranías

de todo linage, han señalado su paso por las dos Sicilias con hue


(269) llas indelebles de ignorancia y de sangre, las erupciones de sus volcanes y los terremotos mas espantosos, no. han causado en ella

menos estragos. Stabia, Herculano y Pompeya desaparecieron en

el año 79 de nuestra era bajo el peso sofocante de una erupcion de lodo, de ceniza y delava, lanzadas entre humo negro y espeso, por las entrañas siniestras del Vesubio: Plinio el naturalista, en contró la muerte en esta catástrofe. En 1783 un terremoto hor

roroso cambió el curso de los rios, formó lagos y levantó colinas: 300 ciudades y aldeas fueron destruidas y bajo sus ruinas pere cieron cerca de 40,000 personas: sus cadáveres envenenaron el

aire, y la peste que sobrevino, arrebató 20,000 infelices mas en

aquellos dias verdaderamente funestos. Cuando se piensa que la tierra de estas comarcas oscila, se agrieta, se hunde y se levanta

casi todos los años bajo los piés de sus habitantes : cuando se re cuerdan las desolaciones que los cartagineses, los griegos, los ro manos, los ostrogodos, los lom bardos, los sarracenos, los franceses y otros pueblos han causado en el país de ambas Sicilias, y cuan

do por último se medita en la profunda influencia de tantas y de tan variadas órdenes monásticas como echaron hondas raíces en este suelo, el ánimo se conturba y no espera encontrar en una tierra de tantas desventuras, mas que la ruina moral del hombre,

junto á esas ruinas imponentes de mármol y de granito que han dejado á su paso todos los tiranos y todas las religiones, que se

han disputado sin tregua el cuerpo y el alma del pueblo napo— litano. . No‘ ha sido así, sin embargo: el gran resorte del espíritu ita liano, comprimido, dislocado en todos sentidos, no perdió nunca

en las Sicilias su elasticidad vigorosa, y siempre que los tiempos lo permitieron, protestó con energía contra todas las opresiones. En nuestros dias un soplo de Garibaldi ha sido bastante para le vantarlo, derrocar una dinastía incompatible con sus progresos,

y atraerlo hácia el gran núcleo de la patria comun. Este mismo espíritu, decaido durante generaciones enteras. pero no muerto, ha mantenido siempre, y á pesar de tantas cau sas contrarias, vivo el genio de las artes, y no sin esplendor la gloria de las letras, y los descubrimientos de la ciencia. En el

vasto edificio de los Estudios, posee Nápoles una magnifica bi blioteca compuesta de 150,000 volúmenes y sobre 3,000 manus

critos muy estimados: el museo artístico se reputa como uno de los mas importantes de la Europa, por las colecciones de obras maestras de la antigüedad que contiene: entre otras se admiran en él el Toro Farnesio, la estátua colosal de Hércules, escultura

superior delaateniense Glycon, y sobre todo la Vénus Callipige,

desnudo hermoso de proporciones perfectas. En la galería de pin turas se encuentran los cuadros mas acabados de la escuela napo


(270) litana y preciosas colecciones de medallas y de mosaicos antiguos. Citarémos por último la célebre biblioteca Brancacciana, funda

da por el Cardenal Brancaccio, que posee otros 150,000 volúme nes y se reputa como la mas antigua de esta Capital.

En la mayor parte de los numerosos conventos de ambas Si cilias se encuentran acumuladas considerables riquezas intelec tuales, no menos importan es que las que hemos citado. Por des

gracia estos tesoros han estado ocultos al pueblo durante muchas generaciones, y seguramente lo estarían todavía sin los grandes

acontecimientos de este siglo. Gracias á la revolucion, las escue las de instruccion primaria se han multiplicado, y las clases des validas pueden instruirse, y confiar á su propia actividad, libres de la limosna monacal, sus propios destinos.

PUERTO-RICO LAS nos SICILIAS.

Jlíedidas de longitud.

NOMBRES. —-—

DIVISIONES.

Equivalentes. Legales. 1

— Metros.

Usuales. -—

Minuto , . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - .

0‘004

Onza..-... . . . . . . . ..

5 minuti..........

0‘022

..

Palmo . . . . . . . . . . . . 12 once . . - .'. . . . . . .

0‘264

..

Braccio (braza) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Passo . . . . . . .. . . . . - . 7 palmi . . . . . . . . . .

0‘705 1‘852

...

Canna . . . . . . . . . . .. 10 id...... . . . . . ..

2‘645

..

Catena . . . . . . . . . . . .

9‘259

..

Miglio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . 1851‘000

..

5 passi . . . . . . . . . .

..

Itineraria.

Medidas de superficie. Mets cuads.

Moggio. . . . . . . _ . . . .

1 canna quadrata. .

7'000

-.

¡Medidas de capacidad. 1'? Para líquidos. Candia . . . . . . . . . . . . . . .' . . . . . . . . . . . . . Barilc . . . . . . . . . . . . 60 carafle . . . . . . . . Botto . . . . . . . . . . . . 12 barili . . . . . . . . . . .

Carro . . . . . . . . . . . ..

Litros. 0‘727 43‘625 553‘500

.. . . ..

2 botti . . . . . . . . .. 1047‘000

..


(271 ) PUERTO-RICO. Equivalentes.

LAS DOS SICILIAS.

Medidas de capacidad.

NOMBRES.

DIVISIONES.

Legales.

2‘? Para áridos.

Líros.

Nm

Quarteruola . . . . . . . . . . . . -.. . . . . . . . . . . . Misura . . . . . . . .1. . . 4 quarteruole. . . . . Quarta . . . . . . . . . . . . 6 misure . . . . . . . . .

Usuales. —

0‘579 2‘314 13‘886

.. ..

Mezzetta . . . . . . . . . .

2 quarte . - - - - . . . .

27‘772

.

Tomolo . . . . . . . . - -

6 mezzctte . . . . . . .

53‘545

..

Carro . . . . . . . . . . . - . 36 tomoli . . . . . . . . . 1999‘620

..

PEsos.

kilóg. gram.

Onza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Libbra . . . . . . . . _ . . 12 once . . . . . . . . . . .

0‘027 0‘321

.. ..

Rotolo . . . . . . . . . . . . 33x} once . . . . . . . . . . Centajo piccolo. . . . . 100 libbre . . . . . . . . . Cantaro grosso . . . . . . 100 rotoli . . . . . . . . . .

0‘891 32‘076 89‘105

.. -. -.

MONEDAS. —

DE PLATA. _

6 carline . . . . . . _ . . . Scudo ó 12 carline. -

Escdos. IlIílés. Pesos. Center. Nm

_

.... ....

0 1

AM W W

969 938

0 0

48 45 96 90

DE ORO.

'Doppia . . . . . . . . . . Quintuple . . . . . .. . . Id . . . . . . . . . . . . , ..

6 ducati . . . . . .

9

15 id . . . . . . . . . 24 30 id . . . . . . . .. 48’

796 4 89 82 490 12 980 24

24 45 48 90

l

Esmoos PONTIFICIOS.

Los Estados de la Iglesia, reducidos en la actualidad á muy poca cosa, ocupan la parte central de la Italia, y tienen por lími tes el Mediterráneo al S. 0., la antigua Toscana al N. O, y al E. y S. E. los montes Apeninos y el ex-reino de Nápoles. Hablando con propiedad, suslímites son hoy el mary las fronteras de Ita

lia que rodean y oprimen por todas partes á Roma, Capital de es— tos estados.


( 272 ) ' Su poblacion como la de nuestra isla, se halla comprendida entre 600 y 700 miZ habitantes. El Tiber, en cuyas orillas se levanta Roma. atraviesa del

N. O. al S. O. todo el país. El lago principal de este es el de Bolsena. Las lagunas pontinas que demoran al S. O. emanan ex

halaciones morbosas que causan frecuentes epidemias. El terreno de estos estados es bastante fértil, pero está en

extremo abandonado: sus pastos sirven todavía—de alimento á aquellos caballos que tanto se estimaban en otro tiempo, antes de su dege’neracion actual: son notables aun sus carneros y sus bueyes corpulentos. Las industrias mas notables son los mosaicos, perlas artifi ciales, sederías, jabones y objetos de alfarería artística, en Roma: las minas de azufre en Baccano: las fábricas de papel y .le hier ro en Ronciglione, y las manufacturas de vidrio, como abalorios

&c. en Viterbo. Sus exportaciones corresponden al estado de su industria y se reducen á duelas de barril, heno, avellanas, aceite ‘de olivas, potasa, sombreros de paja, hojas de sen, sebo natural, lana, cue ros al pelo, nuez de agallas, seda, plumas de adorno, puzzolana,

alumbre, y algun otro artículo natural. Importa cuanto es necesa rio para el consumo de su poblacion. Tal es el estado actual de la señora del mundo y á tal punto han caido sus artes gloriosas y su gran poderío. Si la historia no lo dijera, ‘si tantos y tan suntuo sos monumentos no lo atestiguaran ¿quién podría pensar que este pueblo ha tenido durante muchos siglos, en una mano el destino

político, y en otra el destino espiritual de la parte mas selecta del mundo?

,

Es de notar que Civita-Vcchia, puerto de los Estados del Papa, es Puertofmnco.

.

En punto al sistema de medidas es de seber 19 que desde 1,848 fué decretado en Roma el uso del sistema métrico, aunque

todavía al presente se usa el antiguo como sucede entre nosotros: 29 que la Francia, la Italia, la Suiza y la Bélgica firmaron un

convenio en 1865 por el cual la ley de la moneda de plata será de 835 de fino y 165 de aleacion: así circula en Roma desde

entonces una moneda, la lira (libra), con esta ley : 200 de ellas pesan justamente un kilógramo, de modo que cada una (seme

jante á la peseta de 4 reales de vellon, é igual al franco) pesa 5 gramos y contiene 4 gr. 175 miligramos de plata y 0,825 de ' aleacion.


(273) PUERTO-RICO. ESTADOS DEL PAPA.

Medidas de longitud.

NOMBRES.

DIVISIONES.

Equivalentes. Legales.

_——

Usualcs.

Metros.

Decimo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

0‘002

Minuto . . . .. . . . . . _ .

2 decimi . . . . . . . . .

0‘004

.-

Oncia. (pulgada). . . .

5 minuti . . . . . . . . . .

0‘019

_ -.

Palmo de ara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - Id. (de arquitectos). 12 oncie . . . . . . . . - . Piede . . . . . . . . . . . . . 11} palmo . . . . . . . . . Braccio (braza para telas) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

0‘125 0‘223 0‘298

-. .. ' -.

0‘636

..

'

-.

Braccio (comun). . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ .

0‘848

-.

Canna de ara . . . . . .

9

palmi de ara. .

1‘125

..

Staïolo. . . .. . . . . . . . Canna (comun) .. - . .

5;} palmi . . . . . . . _ . 8 id . . . . . . . . . . - .

1‘284 1‘787

.. .-

2‘234

..

Id. (de arquitectos). 10

id . . . . . . . . . . . .

Jlledidas ilinm'm'ias. Passo . . . . . . .. . . . . . . 5 ' piedi . . . . . . . Catena (de agrinms.). 10 staïoli . . . . . . Stadio . . . . . . . . . . . . 10,000 oncie.. . - . . Miglio (milla) . . .' 1,000 passi . . . . . .

1‘490 12‘845 i 186‘000 1489‘000

Medidas de superficie,

-_ .. .. -.

. Mets. cuads. _.

Palmo“ quadrato . . . . . .‘. . . . . . . . . .

...

0‘05

..

Staïolo id. (m. agrar). . . .‘ '. . _ - .. . . . . . . . . .

1‘65

..

Canna quadrata (arq).100 palm' quad . . . . Cátena (agrims); 100 .staïoli. idem. . .

‘ .4‘99 165‘00

.. ..

577 ‘50

..

Quartuecio . . . . . . . .

3%’ catene iden . . . .

Sc0rzo.'........;..

2

quartucci......

1155‘00

..

Pezza. . . . . . . . . . . - . 1617 escorzo. . . . . . . Quarto [de Rubbio] . . . . . . . . . . . . . . . . - .

2640‘60 4621‘00

.. -.

4 quarte . . . . . . . . 18483,00

..

Rubbio. . . . . . . . . . . .

Medidas para sólidos. r

Mctrs cubes.

Palmo cúbico. . . . . .1,728 oncie cubice. . .

0‘011

..

Canna cúbica. . . . . . .100 palmi cubici.. . .

11‘140

_.

,34


(274) PUERTO-RICO ESTADOS DEL PAPA. Zllrdídas de capacidad. ‘

Equivalentes. Legales

NOMBRES.

DIVISIONES.

Usuales.

_

1° Espirituosos.

_

Litros.

Quartuccio . . . . . . . . . . . Foglictta . . . . . . . . . . 4 Boccale . . . . . . . . . . . 4 Barile. . . . . . . . . . . . 32

... ........... quartucci.... . . . fogliette . . . . . . . boccali . . . . . . . .

0‘114 0‘456 1‘823 58'342

Botta [pipa]. . . . . . 16

.barili. . . - . . . . .

933'460

. . . .

2‘? Aceite.

Quartuccio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

0‘128

Foglietta. .. . . . . . . . . Boccale . . . . . . . . . . .

quartucci . . . _ . . iogliette. . . . . . .

0‘513 2‘053

Cugnatella. . . . . . . . . 4 boccali. . . . . . - . Barile. . . . . _ . . . . . . 28 idem . . . . . . . - . Pcllo ó martello . . . 10 cugnatelle . .. . . Soma. . . . . . . . . . . . . 2 pclli . . . . . . . . . .

8‘212 57‘400 82‘125 164'250

4 4

. -

3'? Aridos.

Quartuccio (de scorzo) . . . . . . . . . . . . . . . .

0‘837

.1‘

Scorzo . . . . . . . . . . . 4

cuartucci. . . . . .

3‘348

Staro. (sextario) . . . . . 5% scorzi. .. . . . . -..

18‘410

Quarta [de Rulrbio] -; 4

stari . . . . . . . . . .

73‘630

Rubbio . . . . . . . . . . . . 4

quarte . . . . . . . .

294‘520

I"ESOS.

Damm"; ....... ..

kilóg.

24 grani

Oncia. . . .'. . . . . . . . . 24 Libbra . . . . . . . . . .. 24 Decina (decena). . . . 10 Cantaro . (quintal) ._ . . 100 Grosso cantare .... . . 1000

denari . . . . - . oncie . . . . . . . libbre . . . . . . 3 ídem . . . . . . . 33 ídem . . . . . . . 339

. .

gramos.

1‘173 28‘256 339‘073 391‘000 907‘000 073‘000

. . -


(275) MONEDAS. DE COBRE.

Qualtrino

Escdos. M. M.

Pesos.

Centre.

baïoco]

....

..

5‘130

Mezzo baïocco. . . .

....

.. .

10‘260

-. ..

0‘2165 0‘513 l

Baïocco . . . . . . . . . . 2 Baïocco . . . . . . . . 5 Baïocco . . . . . . . .

.-.. ....-..

- . 20‘520 - . 41‘040 . . 102‘600

.. .. ..

1‘023 2‘05‘2 5‘130

DE PLATA.

Grosso . . . . . . . . . . . 5 Baïocci. . - . . 102'600 Paolo............ 10 Idem . . . . . ..205‘200

. . 5‘130 .. 10‘260

Papetto . . . . . . ... . 20 Idem . . . . - . 410‘400

. . 20‘520

Testone . . . . . . . . . . 30 Idem . . . . . - . 615‘600 'Mezzo seudo. . . . . . 50 Idem. . . . . 1 026‘000

. . 30‘780 . . 51'300

Scudo ......... .. 10° Id: ó 1°

2 052000

1 02‘600

Paoh .... . . DE ORO. Scudo . . . 2% scudi . 5 scudi . . 10 sc'udi .

. . . .

.. .. . . ..

. . . .

.... .. . . ... . ....

... .-. .-. ...

. . . .

.

2 5 10 20

052‘000 130‘000 260‘000 520‘000

1 2 5 10

02‘600 56‘500 13‘000 26‘000

PORTUGAL.

El reino de este nombre qu‘e, por su naturaleza, no es mas que una hermosa provincia de la España. ocupa el ángulo N. E.

de la Península, y tiene al Atlántico por limites hacia el S. y há cia el O. Su estension está comprendida entre los paralelos 36° 57’ y 42° 5’ de latitud N. y entre los meridianos 56° 42’ y 58° 58’, al oriente del nuestro.

Su poblacion es hoy de 3.693.362 habitantes, que se repar ten entre seis provincias, cuya capital es la Ciudad de Lisboa,

fundada en la desembocadura del Tajo. Los caminos de hierro que deben poner en comunicacion á Lisboa y á Oporto con Ma drid, marchan á su término.

El pais es montañoso; pero el clima es templado y saluda ble: los valles regados por el Miño. el Tajo, el Sadao, el Guadia na, y otros, son fértiles y hermosos.

La naturaleza geológica es rica en minas de hierro, cobre,

plomo, estaño, y se encuentran tambien la plata y el oro. \


.

( 276 )

Su industria consiste principalmente en hilados y tejidos de algodon, de seda y de lana: explota el asfalto y el alquitran mi neral, el mármol, los ocres, la piedra litográfica y la sal ; ‘fabrica vidrio, papel, azúcar, aceite de olivas y queso de leche de ovejas.

,Utiliza la pesca, prepara sardinas en aceite, y produce los frutos meridionales y vinos exquisitos. Las medidas legales de Portugal son hoy las del sistema métrico: las comunes mas usuales todavía, son las que apunta mos. En el sistema monetario de esta nacion, distinguimos las

monedas legales, y las toleradas que circulan en buena cantidad. PORTUGAL.

llledidas de longitud.

— NOMBRES.

mvIsIoNEs.

PUERTO-RICO Equivalentes. Legales.

__

Usuales. ———

Metros.

Linha . . _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pollegada . . . . . . . . . . . . 12 linhus. . . . . . . . . Palmo . . . . _ . _ . . . . . . . . 8 pollegadus. . . . . Pé . _ . . . . . . . . _ _ _ _ . . . . 12 idem . . . . . . _ . .

0‘002. 0‘027 0‘219 0‘328

-.. .. -.

Covado . . . _ . _ . . . . _ . . -

2 pes ó 3 palmos.

0‘660

..

Vara. . . . . . .......... Braga . . . . . _ . . . _ . . . . .

5pulmos..._--.. 2 varas. __...

1‘095 2‘200

-. ..

Milha. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . .

2066‘000

..

Legoa . . . . . . . . ..-.-..

6198‘000

.

Itinerarias.

3 milhas . . . . . . ..

Medidas de superficie. .

Mets. cuads.

Varaquadrada . . . . . . . . . . . . ..,.........L Braga quadrada . . _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Geira (agraria) . . . . .4840 varasquadradas.

1'21 4'84 5856‘40

.. .. ..

Medidaspara sólidos. Metrs. cuba.

Palmo cúbico . . . . . . . . 512 pollegadas cúbc.

0‘231

.-

Pé_oúbico . . . . . . . .....172S ídem . . . . . . . . _ ,

0‘355

..

Tonelada . . . . . . . . _ . . . 100 palmos cúbicos.

1‘065

..


( 277 ) PUERTO RICO PORTUGAL'

.Medidas de capacidad.

Eqaivalentes. Leg/¿des

NOMBRES.

DIYISIONES. l'? Pura líquidos.

l’ote .............. - .

-——

Litros.

Meio quartilho . . . . . . . . . . . . . . .. ........ .. Quartilho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mein canadn . . . . . . . . . . 2 quartilhos. . . . _ Camada . . . . . . . . . . . . . 4 quartilhos. . . . ‘

Usuulcs.

——

0‘174 0‘348 0'697 1004'‘400

6 cauadas ..... . .' .

.. .. -. ..

1‘395

.-

Almude . . . . . . . . . . . . . Barril . . . . . . . . . . . _ . -. Pipa . _ . . . . . . . - .. _ . . - .

2 Potes . . . . . . . IS ulmudes..-..‘-30 idcm . . . . . . . . . .

5‘370 16‘740 301‘320

._ .. ..

Tonelada . . . . . . . . . . . .

L‘ pipas. . . . . . . . . . _

502‘200

..

0‘432 0‘865

.. ..

2“ Para áridos.

Maquiu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . - . Mein outuvu . . . . . . . . - . :3 maqnias. . - . . . . . . . . .

2 nicius outnvus. .

1‘730

..

Quartu . . . . . . . . . . . . . . . Meio . _ . . _ ._ . . . . . . . . . Alqueire . . . . . . . . . . . . Fanega. . . . . . . . . . . . . .

Outnvn . . _ _ _ _ _ .

outavasn. - . .. . 2 quurtas . . . . . . . 2 meios. . . . . . . . . 4 alqueires . . . . _ .

3‘460 6‘920 13‘841 55‘363

.. .. .. ..

Moio. . . . .. . . . . . . . . . .

15 fanegas . . . . . _ .

330‘445

..

PESOS.

Kilóg. gram.

Escropulo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _í _ . . . . . .

0‘001

..

Outava . . . . . . . . . _ . . . _ Onzu . . . . . . . . . . . - .. . . . Quarto arratel . . . . . _ . . Meio arratel . . . . ..-.

0‘003 0‘029 0‘1 I 5 0‘229

.. ... ..

..

3 8 4 2

cseropulos. . . . . outavas . . . . . . . onzas. . ... _ _ - _ . quartos..._.-..

Arrutel ó libra . . . . . . . .

i’ meios. . .. . . .' ..

0‘459

Arroba. . . . . . . . . . . . . .

32 al'rateis . _ _ . . . .

14‘688

..

Quiutal . . . . . . . . _ . . . .

4 arrobas . . . _ _ . . .

53'76?

..

Tonelada de Aduana.. . 51 arrobas . _ _ . _ . . Toneladu de buque. . . . 100 arrobas . . . . . ...

793‘152 1468‘800

.. ..

MONEDAS.

DE coman. _._

Escdos. Mile’s. Pesos. Centros. NN/‘x W Nm

Reis......... . . . . . .. Vintem. . . . .. . . . . . . . .

20 reis. . . . . .

W

000190

0

00 095

0 038 00

0

01 9U0

DE PLATA.

á tostao . . . . . . . . . . . . .

50 rcis . . . . . .

0 095 00

0

04

75

Tostao . . . . _ _ _ _ - . . . . 2 tostaos . . . . ...-.-..

100 idem . . '. . . 200 idem.....

0 190 00 0 38000

0 0

09 19

50 (30

5 tobtuosun. . . . . . ..

500 idnn.....

0 980 00

0

49

O0


DE ORO.

105(7103. '

W

flfilés.

Pesos.

(Ïcnh‘s.

W

W

W

J||0 de corea...._.... 1000 reis . . . . .. 115 de coroa . . . . . . . . . . 2000 ídem. . . . .

1 960 00 :3 9'30 O0

0 l

98 .. i

00 00

¿r coma . . . . . . . . . . . -. 5000 idem. _ . . . Corou . . . . . . . . . . . . . . 10000 ídem . . . . .

9 son 0o 19 600 00

4 9

9o so

on 00

MONEDAS TOLERADAS. DE PLATA.

-—————

Pieza de .......... ..

60 veis . . . . ..

o 112 00

0

05

60

Pieza de . . . . . . . . . . .. Pieza de . . . . . . . . . . .. Pieza de .......... ..

120 idem..-.. 240 ídem. .. . 480 idem..

0 00 0 4‘18 O0 0 S96 00

o 0 o

11 2‘2 44

20 40 su

Pieza de ......... 4000 reis . . . . .. Pieza de ........ 8000 idem..... Pieza de ......... ...10000 ideni.....

7 s40 00 1.5 eso 00 ai 30o 00

:3 7 15

92 84 es

00 00 00

Pieza do . . . . . . . . . . -.30000 idem.....

05 S00 00

29

40

00

DE ORO.

‘Ooh

GRAN BRETAÑA.

La poderosa monarquía inglesa, “ Reino linido de la G ran Bretaña é Irlanda ” ( United Á'mgrlom of Great Brilain and Ire

land) está compuesta de un grupo de islas europeas, compren didas entre el Atlántico, el mar del Norte y la Mancha, llamadas

en conjunto Islas británicas. ' El reino consta de tres grandes divisiones: la Inglaterra, cuya capital es Lóndres, la Escocia. cuya capital es fidimbnrgo, y la Irlanda, cuya capital es Dublin. El gobierno de la nacion rc

side en Lóndres. No tiene Inglaterra ni muchas, ni grandes montañas; pero

el país de Gales, al O y la Escocia al N. son muy montnñosos. Sus rios y arroyos ó son navegables por si, ó están canalizados: sus caminos de hierro constituyen una vasta red, que ponen to dos los puntos del reino en comnnicacion con el litoral. El clima no es ¡nal sano, á pesar de sus lagunas y pantanos;

pero es rudo en los inviernos y mucho menos propicio para la vegctacion que cl de Francia: sn suelo es mucho menor en es tension. menos feraz y menos poblado que cl de ‘esta nacion; sin embargo, su produccion. relativamente á la unidad de super licie. cs doble v mas aun, (¡un la de su ¿mula

rival. Su comer


( 279 ) cio propio, su comercio de comision ó de tránsito, slis giros y sus

operaciones de crédito, muy superiores á las de Francia, son ver daderamente gigantescas.

Inglaterra es una nacion amiga de los pensamientos graves, lenta en mudanzas, oportuna en legislar, previsora en todo, e in

fatigable en el trabajo. El humo espeso de la bulla cubre el cie lo de sus campos y de sus ciudades, y el ruido estridente de sus

maquinas no deja en silencio‘ni las soledades de su tierra, ni los desiertos dilatados de los mares. '* ' Sin minas de oro, su riqueza circula por el mundo entero, como un‘ rio caudaloso, promoviendo en todas partes la produc cion, y despertando el movimiento mercantil. ¿Dónde no tiene

Inglaterra deudores 't Su poblacion europea se descompone así: Inglaterra en Escocia . . en Irlanda . - en

52 32 32

condados con 20.205,426 habitantes. “ “ 3.061,251 “ “ “ 5.764,543 “

116

29.031,220

Pequeña es pues, numéricamente la poblacion de la nacion inglesa, y su trrritorio en Europa (1) que no es tanto como el de Cuba. tampoco es muy grande ¿cómo es que produce tanto y

que puede tanto este pueblo en el mundo? Por el trabajo y por el pensamiento. Calculando en fuerza de hombres el número fa

buloso de sus máquinas de vapor solamente seria fácil encon trar por resultado el equivalente de una poblacion mayor de 60.000,000. \ ' . Su espíritu de perseverancia, su cálculo ‘certero, su previ sion segura y su robusto patriotismo, rno la fortuna, ni- ningun otro elemento fatalista), esplican bastante su grandeza, En: una réplica viva y oportuna, dijo en cierta ocasion el elocuente Fox: "Sí, s1’, aquí nacen y aquí es donde desean morir todos los ingle

“ses; pero mientras viven, abarcan el mundo entero con su pen “ samiento.” Así es como han fundado grandes pueblos, y así co

mo mantienen, bajo el amparo de sus leyes liberales, en las cin co partes d: la tierra,‘e'n Australia, en 'Asia, en América, en

Africa y en Europa 173.557,552 habitantes que componen hoy el vasto imperio británico.

Todas las naciones han recibido de la Providencia el don inapreciable de ver nacer en su suelo hombres escepcionales, ya (l ) La. superficie del Reino Unido es de 31.320,000 hectáreas. La. superficie de la isla de Cuba es de 35.107,776.


(280) por el ingenio inventivo, ya por el estudio de las ciencias, ya por sus fuertes concepciones en favor de la cosa pública; pero des

graciadamente no todas han sabido oirlos, comprenderlos é im pulsados. En la opuesta conducta, estriba realmente la fortuna

de Inglaterra: aparece Ar/twrigkt, y los telares de algodon se multiplican en e'l país de tal modo que en menos de 60 años los obreros de este ramo pasan de 8,000 a mas de 800,000: viene al mundo la máquina de Watt, y el campo, las minas, las ciudades

sacan de ella inmenso partido: Sir Arturo Yung, y Baclrewell' exponen sus ideas sobre la crianza y perfeccionamiento del ga- ' nado indígena, y acerca de la manera mas reproductiva de cul tivar la tierra mejorándola, y los ingleses siguen al uno y al otro y al otro en sus tentativas, los ayudan con buenas libras esterlinas,

y elevan la riqueza agrícola de un suelo ingrato, á un alto gra do de produccion, con la segura esperanza de legar á las gene raciones venideras, terrenos bonificados, que recibieron estériles

de las generaciones pasadas.

.

Una serie, no interrumpida por largos años, de hombres de Estado, ha contribuido á cimentar la grandeza de aquellas pe queïtas islas sobre la ancha basa del trabajo remunerador y de la libertad regeneradora, que son los firmes polos de la fortuna de los pueblos; de aquí nace, y por esto se'sostiene y crece con pu- . janza el poderoso espíritu de empresa que’ anima á todos los hombres de esta sociedad. “ En este país. dice Malte Brun, en donde la aristocracia es “ tan‘ poderosa, se creería que toda mejora gubernamental habia “ de'ser imposible, y que la lucha entre el pueblo y la nobleza “ debiera producirrevoluciones frecuentes; pero no . sucede así, “ porque como el poder ' no salejamas de la legalidad, la nacion

“ tampoco se cree ‘nunca con el derecho de violarla. De este modo, “no pudiendo nadie comprimir el espíritu de asociacion', sus‘ efec

“tos son allí. fecundos. ” Convencidos los capitalistas ingleses por los escritos inmor

talesdeAdams.Smith y deGodvvin, y’por los actos superiores del firme Huskisson, de las grandísimas ventajas de un trabajo

activo en todos losramos de la producciony del'cambio, no oculi'. : .n

tan en el fondo de sus cajas el numerario ó sus equivalentes, para ‘ crear la carestía artificial de este artículo y aumentar el tanto

por ciento de interés, con la ruina segura de los hombres labo riosos. Por cl contrario, ellos buscan con ardor el aumento de los capitales en la multiplicidad de los negocios, ó impulsan

vigorosamente las esplota'ciones rurales, las empresas de la industria, y las mas vastas especulaciones del comercio, abriendo así ancho cauce á las verdaderas fuentes de la riqueza individual y á la prosperidad del Estado.


(281) Una pirámide dorada de gran base y de altísima cúspide representaba en la última Exposicion Universal, la masa de oro producida solamente por el carbon de piedra que el capital in glés extrae de las entrañas de la tierra: este producto se elevó en 1865 á mas de 90.000,000 de toneladas, cantidad superior á

la que explota el resto del mundo. Apenas exporta Inglaterra un tercio de esta suma: su agricultura y su industria son bastante

poderosas para emplear los 60.000,000 (le toneladas restantes. ¡ Qué trabajo, qué riqueza y qué poder tan colosales l Es incontestable que la aristocracia inglesa es la' mas ins truida de toda Europa: que las clases medias tienen en Ingla terra medios superabundantes para profundizar todos los ramos del saber humano, y que tanto la una como las otras contribu yen vigorosamente á resolver las cuestiones mas arduas en la

gobernacion del Estado, y á impulsar los progresos de las letras, delas ciencias, de laindustria y aun de las artes comunes. Pare

ce pues cosa extraña, y en realidad es vergonzoso para esta gran Nacion, que la instruccion primaria no sea completamente gene

ral en el pueblo inglés: ella es vasta y costosa, y extiende sus beneficios á los dos sexos; pero no alcanza todavía á una gran

parte de los campesinos sin fortuna. y está lejos de poder com pararse con la instruccion popular de la Prusia y menos aun con la de los Estados del Norte de la República americana. Si á pe sar de esta grave anomalía, la civilizacion cunde con rapidez en la Islas Británicas, es porque el trabajo incesante de la prensa,

sin trabas ni restricciones perniciosas, no deja nunca en la oscu ridad ni los trámites ni los fallos judiciales; ni las cuestiones de

la política interior, ni los sucesos importantes que se realizan en el extrangero: es porque el derecho de reunion, ilimitado por la ley, pero morigerado por la costumbre, sirve en Inglaterra pa— ra analizar, agitar y hacer triunfar, no pasiones vulgares, sino

ideas de justicia en el órden moral, reformas previsoras y bené fieas en el órden político, medidas trascendentales en el órden económico. En una palabra, el espíritu inglés no dormita jamás en la indolencia, ni confia imbécil en institucion ninguna que no se afianze en la opinion: numerosos medios le sirven para esci tarla y reconocerla, y de ellos mismos se vale para divulgarla desde el palacio de los señores, hasta la choza de los meneste

rosos. La luz penetra así por donde quiera, disipando las tinie blas por todas partes. Mucho se ha ventilado en’ estos últimos años la cuestion de reformar su sistema de pesos y medidas; pero aun predomina la pueril opinion de no aceptar el sistema métrico porque no es de orígen inglés, inclinándose á adoptar simplemente una division decimal para ponerlo en consonancia con el sistema de numera— 35


(232) cion. Es de creer que las prevenciones de un nacionalismo exa gerado, cedan dentro de poco á las sugestiones racionales de la ciencia, y que el pueblo inglés se resuelva á adoptar el sistema métrico mas compatible con la aritmética y con la naturaleza de las cosas, que hoy existe. Dando este paso, Inglaterra contribui

ria poderosamente á la unidad universal en este asunto. PUERTO-RICO. GRAN BRETAÑA.

[Her/¡das de longitud.

Equivalentes. Legales.

NOMBRES.

DIvIsIoNEs.

_.—__

'

Line (línea) . . . . . . . . .‘ . . . . . . . . . . . . . . .

Metros.

0‘000211

Link (eslab. de cada) . . . . . . . . . . . . . . . . - ' 0‘201

Inch [pulgada]. . . . 12 lines . . . . . . . . . 0025.33 Foot (pié) . . . . . . . .. 12 inches . . . . . . . . 0‘304 Yard [vara] . . . . . . . 3 feet. . . . . . . . . . 0‘914 Fathom (toesa). . . . Pole (pértica) . . . . .

2 yards.‘ . . . . . . . 55 yards . . . . . . ..

Us'ualcs.

—- ———-——

.. -.

-’.. .-

1‘829 5‘029

.. .-

' Chain (cada de agrm)100 link. . . . . . . . . . 20‘120

..

Medidas itinerarias. Metros.

Furlong [estadio]. . 40 poles . . . . . . . . . . 201‘160 Mile [milla] . . . . . - . 8 furlongs. . . . . . . . 1609‘280

.. ..

Nautical mile (m? mi.) . . . . . . . . . . . . . . . . . 1852‘000

..

League [legua] . . . . Nautical league (le, gua marítima). . . .

3 miles . . . . . . . . . . 4827'840 . 3 nautical miles. . . 5556‘000

..

Medidas de superficie. Mets. cnads.

Square inch (plg. cd?) . . . .' . . . . . . . . . . . . 0‘00.064 Square foot [pié cd°]144 square inches.. 0‘09 00 Square yard (vr? cd“) 9 square t’eet... . 0‘84 00 Square pole (pér? id.) 30á square poles. . 25‘29 00 Rood . . . . . . . . . . . . . 40 square poles. . 1011‘68 O0 .

... .. .. ..

Medidas para sólidos. Metrs cubes.

Cubic inch (pug. cúb.) . . . . . . . . . . . . . . . . Cubic foot . . . . . . . . .17'28 cubic inches. . Cubic yard . . . . . . -. 27 cubic teet.. .. Load of wood (tarea) 128 ídem ídem. . . .

0‘000. 01 6 0‘028 0‘764 3‘624

.. .. .. ..


(283) PUERTO-RICO GRAN eanuïm.

Medidas de capacidad.

Eqaivalentes.

.

NOMBRES.

Legales

DIVISIONES. 1‘? Para líquidos.

.___

Litros.

.Gill (copa) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -. . . . . Pint(pinta)........ 4gills......,...-. Quart de galon)- . 2 pints . . . . . . . . . . Gallon (galon) . . . - . 4 quarts . . . . . . . . . Firkin (cuñete) . . - - .

Usuales.

_

0‘142 0‘568 1‘136 4‘543

.. .. . --

9 gallons . . . . . . . - .

40‘891

Kilderkin (g barril)- 18 ídem . . . . . . . . . .

81‘782

.

Barrel (barril)..... 36 idem....-...-.

163‘564

..

Hogshead (tercerola) 54 ídem . . . . . . _ . .

245‘346

.

Pipe (pipa)

490‘693

..

2 pipes . . . . . . . . -.' 981‘386

..

...-.

Ton (tonel).......-.

2 hogsheads . . . . -.

.

2° Para áridos.

Peck . . . . . . . . . . . . .

2 gallons. . . . . . . . .

9‘087

..

Bushel (fanega) . . . .

4 pecks. - . .

....

36‘348

..

Sack (saco) . . . . . .. Coomb . . . . . . . . . . . .

3 bushels. . . . . . . . . 4 bushels. . . . . . a . .

109‘043 145‘390

. ..

Quarter (2; de carga).

8 bushels . . . . . . '. - .

29.0‘781

..

Load (carga) . _ . . . . 5 quarters . . . . . . - . 1453‘906 Last [lastre de buque] 10 quarters . . . . . . . . 2907‘813

.. ..

PESOS. Sistema de 12 onzas en libra. kilóg.

gramos.

Grain (grano) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Penny-weight-.. .. . . 24 grains. . . . . . .

0 000.064 0 001.53

-

Ounce (onza) . . . . . . 20 pence-weight .

0 031

..

Pound (libra) . . . . - . 12 ounces. . . . . . .

0 373

..

Sistema de 16 onzas en libra.

Dracm (dracma) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ounce (onza). . . . . .. 16 dracms. . . . . - .

O 002 0 O28

Pound (libra) . . . . . . . 16 ounces . ‘ . . . . .

O 453

Stone [piedra] . . . . . . 14 pounds. . . . . . Quarter [arroba] . . . . 2 stones . . . . . . .

6 350 12 700

-.

Quintal [quintal] . . . .

50 802

-.

Ton [tonelada]. . . . . . 20 cwt . . . . . . . _ . 1016 048

..

4 quarters. . . . . .

.. _

Quintal, ó mejor, Hundredweight se escribe en abreviatura ewt.


(284) MONEDAS.

DE COBRE.

Escalas.

Mílés.

Pesos. Centvs.

Farthing. . . . . . .

....

O 009 500 .

0

00 475

Half-Penny. . - . . Penny. . . . . . . . .

.... ....

0 019 O00 0 O38 000

O 0

00 950 1 900

Half-Shilling. . 6 pence [p. de penny] 0 228 O00

0

11'406

Shilling... . . . 1'2 ídem . . . . . .. . . . a . . 0 456 000

0

22 800

Florin . . . . . . . 2 shillings.. . - -. .. 0 912 000 Halfïcrownn - 2.1¿idem . . . . . . . . . . . 1 140 O00 Crown. . . . . .. 5 idem......-...-.. 2 280 000

0 O 1

45 600 57 O00 14000

DE PLATA.

DE ono.

.

Half-Sovereign- . 10 shillings. . . .

4 560 000

2.

28 000

Sovereign . . . . . . 20 ídem . . . . . -.

. 9.120 000

4

56 000

PRUsIA, Los nuevos límites de esta Nacion permanecen todavía con fusqs entre las nubes de humo de la. batalla de Sadowa. Al . tiempo toca disiparlas para esclarecerlos. . Componíase antes de 1866 de diez provincias que se esten dian á 1278 kilómetros de larga y 400 de ancho, eon una pobla cion de 19.505,691 habitantes: hoy ha crecido como sigue: 1.923.492

habitantes

por la ¿mention del Hanower.

468.311 91.180 960.996 745.063

“ “ ' “ “

“ “ del ducado de Nassau. “ “ de la Ciudad de Francfort “ “ de Holstein y Schleswig. “ “ del Hesse Electoral.

26.000

“ del Hesse Hamburgués.

y con 100.000

“ del Hesse Gran Ducal y parte, aunque pequeña de

-’ . . 23.820.733

Baviera.

A la hora en que estos apuntes se escriben (1867), aun no

ha terminado esta grande evolucion de la Prusia, trascendental para. la Europa. t Es evidente quelel vasto pueblo Aleman, grande por el pen


(285) samiento, glorioso por las ciencias y por la industria, ejemplar en su mayoría por las costumbres, y uno por idioma y por Image, debe al cabo romper las barreras que, desde la edad media, lo han fraccionado, para fundar una patria alemana de grandes destinos. La misma translormacion estamos presenciando en Ita lia, pueblo ilustre por su ingenio y por su historia, pero cuyas inveteradas costumbres son una dudosa garantía de su porve- _

mr. Parece tambien fuera de duda que el Austria, cuyosistema

de gobierno fué siempre incompatible con su propia unidad, no estaba llamada á realizar la unificacion del pueblo aleman, y no

es de extrañar que en el primer momento de la adversidad, per diera, como ha perdido. la direccion de unos espíritus mal Sage; tos, por una política caduca, al carro de sus temeridades. l bera la Prusia mas feliz? Su propósito es sin duda muy ‘elevado, y

sus aspiraciones son verdaderamente alemanas. El tiempo solo puede decirnos, si la Confedemeían del Norte es centro de atrac cion bastante poderoso para los pueblos del'Sur, y Sl, anulando mezquinas resistencias locales y venciendo zelos y envidias es: trañas, llega á ser un dia la. gran pah'ia alemana. Grande sera entonces la gloria de la Prusia, y otro sin duda cl curso de los sucesos y de las ideas de la Europa. . La Capital de Prusia es Berlin. Los caminos ‘de hierro de

esta nacion son quizás los mejores del mundo: sus carruages de segunda clase, son superiores por su comodidad y lUJO, á los

de primera de la Francia. Como en otras páginas de este opúsculo decimos las circunstancias de la mayor parte de los'pueblos de la nueva Confederaeion, limitarémos á poco mas

lo relativo á la Prusia. _ Sus minas en las provincias del Bajo Rhin, de Westfaha y

de las montañas de Hartz son célebres, no solamente por su 1m portancia, sino tambien por la ciencia empleada cn su explota cion, y por los ingeniosos y potentes instrumentosque en ella 6,8 usan. Para dar una idea en breve espacio de este ramo, citarc

mos la fundicion de acero que M. Krupp posee y dirije en Essen, no lejos de la orilla derecha del Rhin : el establecimiento ocupa mas de 200 hectáreas de terreno: cuenta sobre 10.000 obreros y forja las masas mas considerables de acero bajo el poder deun mar— tilldque pesa 50.000 kilógramos, es decir, mas de mil quintales. ’ Fuera de la industria mctalúrgica no. hay ramo que la Prusia de

je de cultivar, á la luz de las teorías mas avanzadas, y con gran' de habilidad y provecho, ni nadie puede echar de menos en el activo trabajo de esta nacion objeto alguno de necesidad, de lujo artístico, ó de mero capricho. . Su actividad no se limita al órden material: la inteligencia


(286) tiene allí campo propicio para todas sus manifestaciones, y. en su carrera no encuentra jamás traba ni estorbo en la investiga cion de la verdad. Sus errores caen ante sus aciertos, y de la v1—

va luz que brota de una incesante elaboracion del pensamiento, surge la virilidad que engrandece el carácter, y la instruccion

que asegura los progresos de la sociedad. Dificil es encontrar en Prusia hombres, mujeres, ó niños que no sepan leer y que no lean.

.

Tal nacion no puede tener una agricultura atrasada; por el contrario, su Monarca, sus hombres de estado, sus sabios, sus

grandes militares y sus activos mercaderes la miran con tanta

solicitud, como los mismos propietarios rurales: todos la cOllSlj deran como la fuente esencial (le la prosperidad pública y como el fundamento principal de la fortaleza del Estado. Así, las en

señanzas que concurren á su aumento y progresos son profusas y gratuitas: la legislacion que rige sus impuestos es moderada y prudente, y los capitales que se destinan á promover la produc cion, son baratos. El 2 O10 mensual del 2 010 acumulado, me

diante el pagaré ó la hipoteca litigiosa y onerosísima, tan comun entre nosotros, es allí desconocido. Por último, la organizacion

militar que, guardada proporcion, ha sido siempre en Prusia, y lo es hoy, mas robusta que en ninguna otra parte, está calculada con tan prolijo respeto á la artes de la paz, que allí, donde todo hombre. sin excepcion de persona, príncipe ó pueblo, ha sido, es ó será soldado en su dia, no se pierden por esta causa accidental, ni el gusto, ni los hábitos de las profesiones normales de la vida.

El servicio es irresarcible y rigorosamente puntual; pero sin me noscabar el período del empeño, tiene la gran ventaja de que se puede alternar con las profesiones permanentes, y como los cuarteles y campos militares de la Prusia contienen siempre es suelas bien organizadas, el soldado no deja nunca de ser un ciu dadano, y su instruccion progresa, lejos de atrasarse, en el ser

vicio. Los campos, que son la verdadera almáciga de los ejérci tos, tienen por esta organizacion una compensacion innegable á

los inconvenientes de este mal necesario: si sul'ren la privacion periódica de sus robustos hijos. no los pierden; y cuando estos vuelven definitivamente á sus hogares aman como antes sus cos tumbres laboriosas y traen una suma mayor de conocimientos, en su espíritu mejor cultivado. '

Los efectos de todas estas causas, verdaderamente propicias á la agricultura, se revelan en su abundante produccion: he aquí

varios números, suficientes para confinuarlos. La pequeña Prusia, como intencionalmente solian llamarla, no hace mucho tiempo, los escritores y aun los hombres de Es

tado de la Francia, está situada bajo un clima rudo é ingrato,


(287) entre los 49° 12’ y 55° 53’ de latitud norte. El signo primero de su bienestar merecido se vé en el aumento de su poblacion: era en 1816 de 10000,000 de almas: en 1864tiene ya cerca del doble, mas de 19.500,000 ¡incremento extraordinario en Euro pa, y cuasi norte americano!

Su suelo se distribuia próximamente como sigue, en 1852: Agricultura,. . . . . 2 175 Horticultura. - . . . 43

Viñedos. . . . . . - .

millas cuadradas. “ “

3

Tabaco . . . . . . _ . ._ 2] Bosques . . . . . . . . . 1.116

“ ' “

" “

' '

El trigo candeal entraba en el cultivo por 15 millones de íanegas, y los otros trigos y demás cereales por cincuenta y uno

y medio; números que de entonces acá se han cuasi duplicado. En 184 fábricas, se elaboraban 736 millones de kilógra mos de remolachas, de las cuales se obtenía un 72; por 100 de azú car. En 1865, eran ya 270 fábricas que trabajaban con dos mil

millones de kilógramos de aquella voluminosa raiz, sobre 170 mi llones de kilógramos de azúcar, que pasaban á la circulacion y al consumo. D

Bien que el suelo de la Francia es mas feraz paro todo, y

bien que la explotacion de la remolacha es hija de la ciencia in

dustrial de esta inteligente nacion, su actividad no ha sido tanta en los ramos que preceden, como la de la Prusia. Atendiendo ahora al incremento del ganado, que es la me dida irrefutable de la superioridad agrícola, en los países bien poblados, se encuentran resultados no menos sorprendentes, con-l

tesados por los escritores especialistas de la misma Francia. En ganado mayor tiene la Prusia: 100 cabezas por cada 214 hectáreas y cada 138 habitantes. La Francia tiene: 100 cabezas por cada 260 hectáreas y cada 185 habitantes. En carneros cría Prusia : 100 cabezas por 140 hectáreas y por 100 habitantes y Francia 100

200

“ 133

La diferencia es pues muy notable. En general, la Prusia, durante los últimos 50 años, ha aumentado su cultivo y su crian

za en mas de 60 por 100. Pero la instruccion popular alcanza

en esta nacion hasta las últimas cabañas ,\ los propietarios rura les tienen, cuando menos, conocimientos bastantes para recono

cer las ventajas y los inconvenientes de las ideas nuevas y de los nuevos instrumentos, y aptitud y gusto para hacer su estudio y sus pruebas antes de rechazados, ó de negar, sin conocerlas,


(288) sus propiedades. Su suelo está surcado por toda suerte de vías, que animan al labrador y al comerciante para lanzarse en toda

empresa: y sus predios rurales. muy especialmente en la Pome rania, situada en la Prusia oriental, desde Koenigsberg hasta Stetin ó hasta Berlin, son modelos de órden, de aseo y de eco

nomía agrícola, bien entendida. Todo el país, provisto de má quinas que utilizan las fuerzas del viento, del agua ó del vapor': de instrumentos perfeccionados, que mejoran el trabajo, econo

mizando jornales: cultivado con sujeccion á las teorías, que al gunos pueblos ridiculizan, sin saber siquiera leerlas; animado en fin por una actividad sa'na é inteligente, explica con claridad la causa de su produccion y de sus progresos, á pesar del clima y

de la inferioridad relativa de su suelo. ' Tales son en realidad las causas que han hecho de la peque ña Prusia un Grande Estado, igual por su energía y por su inte ligencia, á los que tienen una poblacion mayor, y aun doble que la suya.

Los hechos recientes de este pueblo, tan grave en el pen samiento como rápido en la accion, despiertan en todas partes la curiosidad y disculpen los pormenores de esta nota.

PRUSIA.

Illedidas de longitud. ,

NOMBRES.

PUERTO-RICO Equivalentes. ' Legales.

DIVISIONES.

——

Usuales. -—

Metros.

Linie (línea) ......... .-'. ............ . .

0‘002

Zoll (pulgada). .

. . . 12 linien . . . . . . _ _ . .

0‘024

.

Fuss (pie) . . . . . . . . . . . '12 zoll . _ . . . . . . . . . . Elle (vara)..--....... 2fussy1é zoll.-.. Faden (braza) . . . . . . . . (5 fuss . _ _ _ _ _ . . _ . .

0‘288 0‘612 1‘728

.. . .

Ruthe (pértica) . . . . . . . 12 ídem . . . . . . . . . . .

3‘456

..

693'2‘000

-

Itineraria. Meile (milla) . . . . . . . . . 2000 ruthen . . . . . . . Medidas de superficie. Mets. cuads.

Quadrat fuss . . . . . . . . . 144 'quad zoll . . . . . .

0‘083

Idem ruthe . . . _ . . . . . . 144 quad fuss. . . . .

12'000

Morgen . . . . . . . . . . . . . . 180 quad ruthen. . .

‘2160‘000

.


( 289 ) PUERTO-RICO PRUSIA.

Jlíedz'daspam sólidos.

Equivalentes. AM

_

_—— NOMBRES. -——

Legales. DIVISIONES.

Usuales. -—

Metrs cubes.

Kubik fuss . . . . . . . . . . . 1728 kubik zoll. . . . K. Klafter. . . . . . . . . . . . 108 k. fuss . . . . . . . K. Ruthe........... . . 1728 k. fuss ..... . .

.. . .. ..

.. .. ..

Meditíïas de capacidad. 1‘? Líquidos.

Litros.

Quart. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1‘145

-.

30 quart . . . . . . . . .

34‘350

..

Eimer . . . . . . . . . . . . . . . 2 anker. _ . . . . - . Tonne . . . . . . . . ....... 100 quart.........

68‘700 114‘500

-. ..

..

Anker . . . . . . . . . . . . . . . Ohm . . . . . . . . . . . . . . ..'

2 eimer.........

137‘400

Oxhoft . . . . . . . . . . . . . .

1% ohm . . . . _ _ . _ _

206‘100

..

Fass . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . _

219‘846

.-

4 oxhoft ...... . . . 824‘400

..

Fuder.......... . . .

2‘? Aridos.

Maeschen (medidilla). . . . .. . . . . . . . . . . . . . . Metzen (medida) . . . . . . 4 mpeschen . . . . . .

0‘859 8‘436

.. ..

Viertel (cuartillo) . . . . .

4 metzen. . .

-..

13‘744

..

Schefl‘el (fanega) . . . . . Fase (tonel) para cal.. -

4 vierte‘l . . . . _ _ _ . . 4 schefl‘eln . . . . . . .

54‘976 219‘904

.. .-

Malter. . . . . . . . . . . . . . . 12 ídem . . . . . . . . . .

059‘712

-.

Wispel . . . . . . . . . . . . .. 2 malten. .'.._.._ Last (carga) . . . . . . . . . . 60 schfl'eln . . . . . . . .

1319‘424 3298‘560

' .. ..

PESOS MODERNOS

Conforme á la ley de 17 de Mayo de 1856. Kilóg. gram Quentchen ......... . .

10 zent ....... . .

Loth (¿r onza). . . . . . . . 10 quentchen.. . Pfund (libra) . . . . . . . . . 30 1oth . . . . . . . . . Centner [quintal] . . . . . 100 pfund ...... . . Tonne (tonelada). . . . . . 3 centner. . . . . . Schifi'slast (carga).. . .. . 3750 pfund... .... .

0 002

0 0 50 150 1875

017 500 000 000 000

..

.. .. .. .. ..


(290). PUERTORICO PRUSIA.

Pesos antiguos tolerwlys. ’

Eqaivalentes. W , Legales

NOMBRES.

DIVISIONES.

Usuales.

.

'—-—-

-—-—

Kilóg gram. Á__

Quentchen . . . . . . . . . . .

20 zcnt . . . , . . . . . .

0 004

..

Loth . . . . . . . . . . . . . . ..

4ql.lentchen.....

0 Ol4

..

Pfund . _ . . . . . . .;-.-. _ Stein (para luna). . . . .

32 loth . . . . . . . . .. 253 pfund . . . . _ . . . .

0 448 10 000

.. ..

49 300

..

Centner . . . . . . . . . . . . . 110 ídem . . . . ..' . . .

Schifl's pfund . . . . . . . . .

3 centncr... _ . - . .

.147 S40

..

Schifl'slust. . . . . . . . . . . .4000 pfund . . . _ _ . _ _ .

1792 000

.-

MONEDAS MODERNAS Conforme á la convencion alemana de 1857. DE COBRE Y VELLON.

Escdos. BI. M.

'—

W

Nm

Pesos.

Centvs

Nm

W

Pfehhig ........... _.

.

0

3 s0

U

0 19

Groschen . . . . . . . . . . . . 2 groschen . . . . . ‘ _ _ _ _ _

.. .. . .

0 0

19 00 38 00

0 0

0 95 1 90

0

57 00

0

2 85

3 groschen..... . . . . .. DE PLATA.

116 de thaler . . . . . . . ..

.....

0 23-5 60

0

11 78

Thaler . . . . . . . . . . . . . .

. . ..

'J 413 60

0

70 68

Doppel thaler. . , . _ _ _.

.‘. . .

2 827 20

1

41 36

. ... ....

6 543 60 13 087 20

3 6

27 18 54 36

DE ORO.

Halbe krone , . . . . . . . . Krone . . . . . . . . . . . . . . .

MONEDAS ANTIGUAS EN CIRCULACIÓN TODAVIA.

DE COBRE Y DE VELLON.

Escdos. M(763. Pesos.

C’cnlrs.

—--—

W W Nm

Nm

Silbergroschen. . _ . . - . 30 en thaler. . . . 3 silbcrgroschen . . . . . . . .--

0 45 60 0 114 00

0 0

2 '28 5 70

1} reichstha‘.er........

0 114 00

0

5 70


(291) MONEDAS ANTIGUAS EN CIRCULACIÓN TODAVIA.

DE PLATA. _"'

Viergroschen . . . . . . . . .

Fscdos. Milés. Pesos.

Ccntrs.

NM Nm W

Nx/‘N

U

190

0

9 50

Drittengroschen _ _ . _ . - losibelgroschen.

' ..

0

4:36

U

22 S0

ñ thnler . . . . . . . . . . . .. 15 ídem . . . _ . -.

0

684

0

34 20

Gulden . _ . . . . . . . _ . . . 60 Thuler [del norte].. . . . 100 Reichsthaler (del impr'‘')100 24 Gutengroschem. . . 100

0

798

0

39 90

1

330

0

6G 50

Kreuzer. _. . . ídem . _ _ . . . ] ídem .. .. ._ _. -_ .- l ídem

30 Sibelgroschen . . . . . . 100 idem _ _ . . . . J Zweygulden.......-.. 2gulden . . . . ._

1

596

0

79 80

Doppelthaler . . . . . . _ . . 60 sibelgroschen.

2

660

1

33 00

3 4 7

948 503 896

1 97 41 2 25 15 3 r 94 82

15

792

7

DE ORO.

Halbe friedricll . _ _ _ _ . . 2} thaler . . . . . . Dukaten . . . . . . . . . . . . . ..... Friedrich’ . . . . . . _ _ _ _ . _ 5 tlmlcr . . . _ _ ..

Doppel friedrich . _ _ _ _ .

..-.

89 64

o

IIANNOVER. I

Este ex-reino anexado al presente á la Prusia, tenia por lí

mites al N. el mar de este rumbo; el gran ducado de Oldembur go, las posesiones perdidas por la Dinamarca, Hamburgo y el gran ducado de Mecklemburgo-Schwering : quedábanle al E.. la Sajonia prusiana y Brunswick; el Hesse Electoral, los duca dos de Lippe, y los gobiernos prusianos de Minden y de Müns ter al Sur; y le demoraba, por último, al Oeste la Holanda.

Su poblacion es de 1.923,492 habitantes. La Capital lleva el mismo nombre y el país posse hermo sas carreteras, caminos de hierro y buques‘ de vapor, de modo

que su produccion y su comercio gozan de facilidades. Sus rios principales son el Elba, el VVeser y el Ems, que afluyen al mar del Norte, y además el‘Aller y el Leine.


( 292 ) Las montañas de Hartz se levantan en la parte meridional: las llanuras son fértiles, el clima es templado, pero su agricultu- ' ra (poco perfeccionada) no tiene nada de ejemplar. Sus pastos son escelentes. Posee y explota ricas minas de hierro, plata, cobre, plomo

&c.,. particularmente en Hartz. Cría numerosos bueyes y carne ros: sus caballos gozan de mucha estimacion. Su industria recae principalmente en los asfaltos, bronces, cañones, máquinas y hierro laminado: destila aguardiente y hace

aceite. Fabrica barajas, papel, papel de tapizar, paños y tejidos de lana, lino y algodon. Tiene tenerías, salinas, sosas, jabones y

tintorerías. Hay fábricas de azúcar y se elabora el tabaco. Comercia en granos, lana, lino, pesca, productos del país y frutos coloniales,

Las medidas, pesos y monedas oficiales son las de Prusia; pero se usan todavía las que eran peculiares del país. PUERTO-RICO HANNOVER.

Medida de longitud,

Equivalentes. Legales.

NOMBRES.

DIVISIONES.

.._—_

Usualcs.

-_

Metros.

Linie [línea] . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

0‘002

..

Zoll [pulgada] ...... . - 12 linien . . . . . . . . . .

24

.-

Fuss [pié] . . . . . . . . . . . 12 zoll ..... . . _ _ . . .

292

..

Elle [vara] . _ _ _ _ _ . . . . .

2 fuss _ . _ . . . . . . . .

584

..

Klafter [toesa] ...... . . 6 ídem . . . . . . . . . . Faden [brazaj..n..-.. 33 ellen . . . . . . . .. Ruthe [pérticaj . . . . . . . 16 fuss. . . . . . . . . . . .

1‘752 2‘191 4‘674

... .

Itinerario.

Meile [milla].........' 25400 fus ....... .. 7419

..

Medidas de superficie. Mets. cuads. Quadrat fuss . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Idem ruthe. . . . . . . . . . . 256 quadrat fuss. . . .

. 0 0853 21. 8418

..

Morgen . . . . . . . . . . . . . . .4 . .. . , . . . . . . . . . . 2621 0000

..


(293) HANNOVER.

Medidas para. sólidos.

PUERTO-RICO. Equivalentes. W.

Legales. NOMBRES

DIVISIONES.

Usuales.

— ———— Metrs. cúbs.

Kubik fuss . . . . . . . . . . . | . . . . . . . . . . . . . . . . Idem elle . . . . . . . . . . . . S kubik fuss. . . . . Kluftcr . . . . . . . . . . . . .. 144 ídem ídem . . . .

0‘002 0‘020 3‘589

.. ..

Medidas de capacidad. 1‘? Líquidos.

Litros.

Noessel [copa] . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Quartier [cuartillo] . . . . 2 nwssel . . . . . . . . . Kanne (cántaro) ..... . .

‘3 quartier . . . . . . . .

Stübchen . . . . . . . . . . . .

2 kannen . . . . . . . .

Anker . . . . . . . . . . . . . . . 10 stübchen . . . . . . .

0‘487 0‘974

.. ..

1‘947

._

3‘894

..

38‘939

..

Ohm . . . . . . - . . . . . . . . .

4 anker . . . . . . . . . .

l55‘7á8

Oxhoft . . . . . . . . . . . . . -

1% 011m . . . . . . . . .

233‘637

Fuder. . . . . . . . . . . . . ..

4 oxhoft . . . . . . . -.

934‘550

..

'

..

...

2° Aridos.

Sechzehntel [ñïparte]. . . . . . . . . . . . . . . . . . Metze. . . . . . . . . . . . . . . Himten . . . . . . . . . . . . . . Malter . . . . . . . . : . . . . . .

1‘947

-

4 sechzehntel . . . . . 4 metzen . . . . . . . . . 6 hinnten . . . . . . . . .

7‘789 3 l‘l 186‘910

.. .. ..

Last(carga). . . . . . . .. . 10 malter . . . . . . . . .

2990‘592

..

PESOS MODERNOS. Kilóg. gram.

Quint . . . . . . . . . . . . . . . 10 halb-grummc. . .

0 00-5

Neuloth (1} onza) . . . . .. 10 quiut . . . . . . . . . . Pfund (libra) . . . . . . . . . . 10 neuloth . . . . . . . .

0 050 0 500

Cenmer (quintul). . . . .100 pfund.. . .

...

50 000

'

.. .. ..

'

PESOS ANTIGUOS ‘ que se usan en el comercio todavía. Quent . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . Loth (f onza) . . . . . . . . 4 quent . . . . . . . . . . Pfund [libra] . . . . . . . .. loth . . . . . . . . . ..

Centner [quintal] . . . . . . [00 pfund.. . .

...

0 004 0 015 0 468

46 791

.. ..


(294) MONEDAS. DE COBRE.

—-

'_

Es'cdos. M1103. Pesos.

Cenh‘s.

rWN

W

Pfennig.........-.--. 2 pfennige. . . . . . . . . . ..

....

N’ W.

O

456

0

0228

0

9 12

0

0 456

DE PLATA.

Mnriengroschen . . _ . . _.

0

40 00

0

2 000

Groschen . . . . . . . . . . ._ 10 pfennige.....

0

45 '70

0

2 28'3

Gulden ............ ..

1 florin ...... .. 0 95o 00

ThalerDE . . . ORO. . . . . . . _ , . . .. 30 groschen“

0 47 50h

x 1 l 371 00

0 68 550

Thaler . . . . . . . . . . . . .. .... 1 567 00 Dukaten . . _ . . . . . . . . .. 2g thalerdeplnta 3 427 50 Krone [corona-9 thalery 7grosc. de plata] 12 (358 90

0 78 575 1 78 37-5 6 32 945

0.0

DUCADO DE NASSAU.

En estos momentes se pondrán quizás en vigor (1? de Oc tubre de 1867), lo constitucion, las leyes y las ordenanzas de la Prusia, en el estado, no ha mucho soberano, que figuraba en

Europa con este nombre, y que formaba parte de la disuelta Con federacion Germánica.

,

Por lo que hasta boy ha sido, y por loque llegará á ser en ‘ lo futuro, nos interesa pues. conocer sus principales circunstan cias, su situacion, su estensron y sus recursos.

Tenia por Capital á Wiesbaden y por términos de su sobe ranía la Prusia rhenana al N. y al 0.: el Rhin y el Mein al Sur; el territorio de Franclort y la frontera del Hesse gran ducal al Este. ’ Su montuoso suelo es muy fértil: sus pastos son escelent‘es, y entre sus vinos estimados, sobresalen famosos los de Johan nisberg

Wiesbaden, su antigua capital, dista de Mayenza 10 kiló metros y posee 17.000 habitantes. Sus aguas termales son cele bradas y su agricultura florecienté. Tiene una casa de correccion en Díetz: minas de cobre, ni quel y cobalto y fábrica de tabaco en Dillpmbmg: canteras de mármol en Eísensteín: ciudad de 3.600 habitantes es Limhurgo

donde reside el Obispado: aquí se fabrican objetos de ámbar: hay fábrica de papel en NzÍeder-Selters, donde se encuentran ade

mas aguas minerales salutíferas. En ll‘rcilbw'g se fabrica loza y


(295) papel; en Hochheim existen depósitos de vinos, que utilizan en

grande los mercaderes de Francfort y de Mayenza: por último en la Ciudad de Eims, situada en las orillas del rio Lahn, hay baños frecuentados, fundiciones de hierro y mina de plomo argentífero. Aquí se encuentra el camino de hierro para Francfort, en corres pondencia con la línea importante de Coblentz á París. La poblacion total del ex-ducarlo de Nassau, cuya sobera nía acaba de fundirse en la soberanía mas imponente de la Pru sia, asciende á 468 311 habitantes.

PUERTO-RICO NASSAU.

Medidas de longitud.

Equivalentes. W

Legales. .

NOMBRES.

DIVISIONES.

——

Usuales.

_

Metros. _

Linie (línea) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

0‘003 I

.

Zoll (pulgada)..._..-. Fuss (pié) . . . . . . . . . . .

10 linien . . . . . . . .. 10 zoll . . _ . . . . . . .

0'030 0‘300

. .

Elle (vara) . . . . . . . . . . . ' 2 fuss. . . . . . . . . .

0‘600

..

Linie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . - . .

0‘005

_.

Zoll . . . . . . . . . . . . . . . . Fuss . . . . . . . . . . . . . . .. Ruthe . . . . . . . . . . . . . . .

0‘050 0‘500 5‘000

.. . ..

Agrarias.

10 linien . . . . . . . . . 10 zoll . . . . . . . . . .. 10 fuss.. . . . . . . . ’. .

ltinemria. Meile (milla) . . . . . . . ..2000‘ruthen........

1000

..

Medidas (le superficie. Mets. cunas.

Quadrat fuss . . . . . . . . . .

10 quadrat ZOll . . .

0 025

Idem ruthe.. ....--_..

10 id. fuss . . . . . . -.

.25 000

. .

Morgen . . . . . . . . . . . . . . 100 id. ruthen. . . . . 2500 000

.

flledidas para sólidos. Mets cúbes.

Kubik fuss . . . . . . . . . . . Idem ruthe.....,.......

10 kubik zoll . . . . . 10 ídem fuss.. . ..

0 027 27 000

.. ..


(296) NASSAU.

PUERTO - RICO Equivalentes.

Medidas de capacidad.

NV‘: Legales. Usuales.

NOMBRES.

DIvIsIoNEs. _ 1. ° "Para líquidos. Litros .

Achte liter......... . . Viernsel. . . . . . . . . . . . . Halb liter. . . . . . . . . . . . Liter. . . . . . . . . . . . . . . . Maas . . . . . . . . . . . . . . . . Ohm...‘ . . . . . . . . . . . .. \

[3.° de litro] . . . . . . [4.Q de ídem] . . . . . . [medio ídem]... . . . . [litro] .......... . . litros] . . . . . . . . . . 80 maas].........

0‘125 0‘250 0‘500 1‘000 2‘000 160‘000

2 ° Para. áridos

Malter [se divide en décimas y centésimas] . .

100‘000

PESOS. Kilóg. gram.

Richtpfennigu ...... . . . . . . . . . . . . . . . - - - Quentchen . . . . . . . . . . . 4 richtpfennig. . . . Loth . . . . . . . . . . . . . . . . 4 quentchen . . .

0 0 0 0 50

Pfund .............. . . 25 loth . . . . . . . . . . .'

Centner.. . . . . . . . . . . . .100 pfund . . . . . . . . .

001 005 020 500 000

MONEDAS. DE COBRE Y DE VELLON DE PLATA.

..._.

Escuds. Mílés. E Pesos. Contar: WWA/ww

Pfennig.... ... .... ... .... Kreuzer............ . . 4 pfennige. . . . . 3_1dem............... 12 ídem ...... .. 61dem . . . . . . . . . ...... 24 idem........

0 0 0 0

01 06 20 41

71 84 54 28

2 819 60

0 o 0 0 ‘o 1

10 20 40 70 80 40

07 1.4 28 49 56 98

4 484 00

2

0 034 20 0 136 80

U 410 40

DE PLATA.

2]; golden . . . . . . . . . . . . . á ídem,,,,,,,,,,,, _ _ .Gulden _ _ _ _ _ , , _ , , _.,_

.... _,__ _,__

Thaler . . . . . . . . . . . . . . . 1'2 gulden..... . . 2 Gulden . . . . . . . . _ _ . _

....

2 Thaler. . . . . . . . . . . . . 3% gulden..... . .

0 0 o 1 1

201 402 805 40s 611

4o s0 60 s0 20

DE ORO.

Dukaten.............

24 20


'( 297)

FRANCFORT.

Esta Ciudad, cuya denominacion nativa es Fwmkïurt-Am ——Main, así como sus dependencias, ha entrado en la gran con

federacion del norte, y forma hoy parte de la novísima grandeza dela Prusia. Está situada en el ancho y fértil valle del Maine, á la ori lla derecha de este rio. que la corta en dos partes desiguales. Su ‘latitud es de 503 8’ N., y su longitud, respecto de nuestro me ridiano, de 7 8o 49’ ai E. Dista de Mayenza 36 kilómetros, y 588

de la villa de París. Su poblacion total no es mas que de 91.180 habitantes, y sin embargo tiene grandes carreteras y caminos de

hierro en todas direcciones, así como muchos buques de vapor en el Maine. Son objetos de su industria, principalmente, los que siguen: la platería y joyería, los caractéres de imprenta, las cartas de

juego, las fundiciones de hierro y cobre, la imprenta y la litogra fía, en grande escala; el papel pintado, las lanas, tenerías y cue ros barnizados, tabacos y cigarrillos, cerveza y cidra, y por últi

mo, los embuchados y demas conservas grasas alimenticias, que son muy solicitadas.

El comercio es la fuente mas abundante de las riquezas de este pueblo intelijente y activoí Comprende á la vez los negocios de banco, los de mercaderías por mayor, que expide por cuenta

propia y por comision, y las ventas al por menor, en cuyo ramo

Francfort se parece mucho á París, tanto por la perfeccion del surtido, como por su buen crédito, cuanto por la amplitud, lujo y hermosura de sus almacenes.

Esta pequeña sociedad ha sabido, gracias á su ilustracion, fundar y mantener vastas relaciones, no solamente con todos los

países de Europa, sino con la mayor parte del mundo. Así su co mercio, tiene representantes en todas las grandes plazas mercan

tiles. y las decisiones de su bolsa tienen grande influencia y pro ducen efecto en todas partes. Su anexion á la Prusia le prepara, sin duda, nuevos desti nos: de esperar, como de desear, es, que.su sensatez y actividad

lleguen á sacar de ellos mas prosperidad y mayor lustre. 37'


.(298) ' rmucponr.

Medidas de lóízgitud.

PUERTO-RICO Equivalentes.

MA Legales

NOMBRES.

DIVISIONES.

—__

——

'Usualcs.

Metros.

Linie (línea) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Zoll (pulgada). . . . . 12 linien . . . . ..

0'002 0‘024

Fuss, Schulr ó Werkscbuh-12 zolL. . . . .

0‘285

..

Elle (vara) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - . Stab . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Klafter (braza) . .. - . 6 fuss.. . . . . . . . .

0‘548 1‘182 1‘708

-.

Feldruthe (de agrim")

12g ídem. . . . . . . .

3‘558

Waldruthe (de mont)

15 irlem . . . . . . . .

4‘511

-

Medidas (le superficie.

Mets cunda.

Qnodrat fuss (pié cd°) 144 quadrat zoll. .

0 O8

Id. ruthe (pértica id.) 156á ídem fuss. . . .

12 66

..

40 idem ruthcn. . 506 25 4 Viertel . . . . . . . 2025 Ol) 30 morgen —. . . . . 60750 OO

.. . .

Viertel (agrimensura) Morgen (ídem) . . . . . Hufe (charrue). . - . .

“fiíedz'das para sólidos.

Mets. cúbes.

Kubik fuss (pié cub.) 17'28 kubik zoll. . .

0 O23

Idem. ruthc . . . . . . .. 19532; ídem fuss.. .

45 028

Stecken (varilla) . . . . . . . . . . . . . . . . . . - .

0 S74

Gilbert . . . . . . . . . . . .

2 stecken.... - .

1 747

Klafter. . . . . . . . . . ..

3 ídem . . . . . .-

2 621

Stoss . . . . . . . . . . . . .

4 klafter-.. . . .

10 483

..


'

(299) PUERTO-RICO.

FRANCFORT.

M'edírlas de capacidml.

Equivalcntes. W‘

———

NOMBRES.

Legales.

‘ DIVISIONES.

Usuales.

—-— —-

1° Líquidos.

Medidas nuevas.

Schoppen . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .- . . . Jungmass (cáutaro) . 4 schoppen . . . . . . Pfund (lb. para aceit) . . . . . . . . . . . . . . . .

Litros,

082;; 1‘593 0‘518

.. .. ..

Medidas antiguas. O

Schoppen. . . . .\. . . . . . . . .

.........

0‘448

. ..

4 schoppen . . . . . . 4 altmass. . . . . . . .

1‘793 7‘17‘2

.. ..

Ohm . . . . . . . . . . . . . . 20 viertel . . . . . . . . Oxhoft (barrica) .. - - 1g ohm . . . . . . . . .

143‘411 215‘116

.. ..

Zulast (carga) . . . . . . F-uder . . . . . . . . . . . . .

4 ídem . .' . . . . . . . 6 idem . . . . . . . . .

573‘644 860‘466

. L

Stuck. . . . . . . . . . . . . .

8 ídem . . . . . . . . .

1447‘288

..

0'448 1‘7 93 7‘172 14‘314

. .. .. ..

2 mest . . . . . . . . . ‘. 4 .simmer. . . . . .

28‘682 114‘729

.. .

Butte (ma para carbn) . . . . . . . . . . . . . . . .

121‘200

..

Butte (id. para cal) . . . . . . . . . . . . . . . . . .

142‘000

..

Altmass . . . . . . . . . . . Viertel. . . . . . . . e . .

2‘? Aridos.

Viertel . - . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gescheid . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sechter. . . . . . . . . . - . 4 ges heid . . . . . . Mest. - .- . . . . . . . . . . . 2 sec ter. . . . . ... . Simmer . . . . . . . . . . Malter . . . . . . . . . . . .

PESOS. Kilóg gram.

Quenten . . . . . . . . . . .

4 pfennige. . . . .

0 0075

Loth onza] . .. .. .. .. .. Mark [marco]

4 quenten 16 1oth . . . .. .. .. .. .. ...

0O O30 250

.. .

Pfund (libra). . . . . ..

2 mark . . . . . . . .

O 500 '

..

Centner [quintal] . . . 100 ‘pfund

.....

50 O00

..


( 300) MONEDAS.

Posteriores á la Convencion de 1857.

DE COBRE

Y DE VELLON DE PLATA.

Eods. lll.

_

M‘

M. Pesos. Contar:

r‘.—¡\.——\ W W

Heller. . . . . . . ..

4 ptennige. . . . . . 0

003 800

0

O0 19

1 kreuzer . . . . .

4 heller . . . . .

. 0

O15 200

O

00 76

3 ídem . . . . . . ..

12 idem.......

0

O45 600

O

02 28

6 ídem . . . . . . ..

24 ídem . . . . . . . . O

091 200

0

04 56

i gulden . . . . . ..

15 kreuzer . . . . . .. 0

201 200

0

10 06

5 ídem . . . . . . . . Gulden [florin] Thaler [escudo].

30 ídem. . ... . . . . 0 60 ídem . . . . . . . . O 15'} gulden’. . :. . . 1

402 400 804 800 408 400

0 0 0

20 12 40 24 70 42

. 1

609 600

0

80 48

2 thaler . . . . . .. . 3% gulden . . . . . . 2

816 800

1

40 84

484 000

2

24 20

DE .PLATA.

2 gulden. . . . . .. 120 kreuzer.

DE ORO. Ducaten [ducdt’]

.

....

4

BREMEN. t‘)

Esta república tiene una poblacion total de 90,000 habitan tes. Su Capital del mismo nombre contiene por sí sola 65,000. Era Brémen una de las cuatro Ciudades libres de la ex—Confede racion germánica.

Está asentada en las orillas del rioWeser que desagua á 80 kilómetros en el mar del Norte: cuenta 53° 5’ de latitud N. y

nos separa de ella una distancia intermeridiana de 74° 56’ E. Despues de Hamburgo, es Brémen el mayor puerto de la

Alemania septentrional: pueden fondear en él los’ buques que no calen mas que 2m. 15 : los que calan 4m. 25 no pueden re montar hasta la Ciudad, y se detienen en el pueblo de Vegesack, á 40 kilómetros de ella : los buques de mayor calado toman fon do generalmente en Bremerjaven, á los 60 kilómetros mas abajo


(301) Tiene este pequeño Estado un camino de hierro que, por Hannover, lo pone en comunicacion con todas las vías férreas de Alemania, y frecuentan el Weser varias líneas de vapor para di

versos puntos, y en particular para Lóndres y Nueva-York. En su industria ocupan buen lugar los astilleros, las fundi ciones y la construccion de máquinas. Posee molinos de trigo,

máquinas de limpiar y descortezar legumbres y cereales, de tri turar y explotar huesos y de aserrar maderas, movidas por el va por: tiene refinerías de azúcar y fábricas muy considerables de

tabaco. Ejercita tambien la pesca de la ballena, tanto en el Sur como en la Groenlandia. El comercio de esta pequeña é intelijente república es ver daderamente próspero, y muy activo el que hace con la América, las Indias y la China. Sus exportaciones consisten en avena, col za y granos; bueyes y cerdos: cueros, corteza para curtir, hierro,

lana, quincalla,vidriería, jamones y vino: importa maderas de construccion, cáñamo, especies, rom, hierro, zinc, cobre, potasa,

drogas &c. y de los productos tropicales busca el algodon, las pieles brutas, el arroz, el azúcar, el tabaco, &c.

Todas las monedas alemanas circulan en Brémen. Final mente entre esta república, Hamburgo, Hanover, Brunswick, y Oldemburgo se celebró una convencion, adoptando una unidad de peso comun á todos, basada en el sistema decimal y con la

nomenclatura seguida en Prusia. Esta convencion se puso en Vigor desde el 1o de Julio de 1858. PUE RTO-RICO BREMEN.

Medidas de longitud.

Equivalentes. Nm

'_'

NOMBRES.

Legales.

.

DIVISIONES.

Usuales.

_—_-

Metros.

Linie [línea] . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . Zoll [pulgada] . . . _ _ . - . 12 linien _ . _ . . . . . . .

0'002 0‘024

Fuss [pié] . . . . . . . . . . . 12 zoll . . . . . . - . . . . Elle [vara] . . . . . 2fuss.-_.._..... Klafter [toesa] ...... - . 6 ¡dem . . . . . . . . . . . Faden [braza] . . . . . . . . 35} ellen . . ... _ . . . . Ruthe [pértica] . . _ _ . . . 16 fuss. . . _ _ _ _ . . . . . Ruthe [para dosmoutes] 20 í'uss ‘ _ . . . . . . . .

0‘288 0'576 1‘728 2‘160 ¿‘608 5'600

.. .. .. ....

7419‘000

..

,

.

.. ..

Illedida ¿tinc/‘aria.

Meile [milla ó legua]..

de 15 al grado. . ..


(302) PUERTO -RICO BREMEN.

Medidas de superficie.

Eqaivalentes. W Legales Usuales.

NOMBRES.

DIVISIONES.

_

-—-

—-—

Mets. cuads.

Quadrat fuss . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Idem ruthe . . . . . . _ . . . . 256 quadrat fuss. . _ .

O OS 20 48

.. ..

Viertel pfund Rolsnat. . 12 id. ruthen. . . . . 245 76 Morgen ............ . _ 12o id. ¡dem ..... . . . 24.57 oo

.. .

Medidas para sólidos. Metro. cúbs.

Kubik fuss ......... .. 1728 kubik zoll. . ..

0 024 .

K. Klufter . _ . . . . . . . . . .

5 184

216 k. fuss . . . . . . _

.. .

Medidas. de arme.¡dad l‘? Líquidos. Litros.

Mengel . . . . .'. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . .

0‘2.51

..

Quart, de stübchen. . . .

4 mengel . . . . . . .

0‘905

..

Stübchen . . . . . . . . . . . Viertel . . . . . . . . . . . . . .

4 quart . . . . . . . 2 stübchen . . . . . .

3'620 7‘240

.. ..

..

.

Anker-(anclu) . . . . . . . . .

10 idem . . . . . . . . .

36‘200

Ohm . . . . . . . . . . . _ . . . .

40 idem . . . . . . . . .

144‘800

..

Oxhoft (barrica) . . . . - .

60 ídem . . . . ‘ . . .

2l7°200

..

Fuder. . . . . . . . . . . . . . .

4 oxhoft . . . . . . . .

869‘800

..

2° Aridos.

,

Spirit . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4‘631 Viertel, y} de scheii'el. . 4 spint . . . . . . . . . . 18'624 Schefl'el . . _ . _ . -. . . . _ . . 4 Viertel . . . . . _ . . . 74‘096 ' Tonne (medida para sul) 33’; scheffel . . . . . . . 246‘739 Quart. - - . . . ....... . . 10 ¡dem . . . . . . . . . . ‘ 740‘960 Lust '(cargn) . _ . . . . . . . . 4 ‘quurt. . . . . . . - . . 2963‘840 Brunralz . . . . . . . .. . . - . 45 schfl‘el . . . . . . . .. 3334‘326

-.. .. .. . ...

. PESOS

Decimales, segun la convencion de 1858. -'_—U

Kilóg. gram.

Quentchen . . . . . . _ _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Neuloth . . _ _ . . . . . . _ . . 10 quentcherL. . . Pfuud [libra] . . . . . . . . . 10 neuloth . . . . . . . .

Centner [quintal] . . . . . . [00 pfund.. . .

..,

0 008. 0 080 0 800

S0 000

. _

.


( 303 ) PUERTO-RICO BREMEN.

Pesos antiguos.

Equivalentes. W

Legales. NOMBRES.

DIVISIONES.

—-—

Usualcs. —

Kilóg. gram.

Quentchen . . . . . . . . . . .

4 ort . . . . . . . . .

0 0004

..

Loth (á. onza). . . . . . . .

4'quentcheu. . . .

0 0015

..

Pfund (libra) . . . . . . . . . -

32 loth . . . . . . . . . '

0 0480

..

Centner (quintulj.. 116 pfund ...... ._ 55 6800 Tonne (tonelada) . . . . A . 2000 pfund . . _ _ . . . . 960 0000 Schifi‘slast. . . . . . . . . . . . ‘2 tonnen . . . . . . . 1920 0000

.. .. ..

MONEDAs ‘DE COBRE __..

-— '

Escdos. M. III. Pesos. Centvs. W

Sc|1wnre.._-.. . . . . ... 24 schwuren . . . . . . _ . . . . . . . Gros . . . . . . . . . . . . . . 5 schwareu. .

.

W W

W

0

4 60

0

0 23

0 0

ll 60 23 00

0 0

0 58 1 1.5

0 138 00

0

6 90

0 276 00 0 S28 00

0 0

13 80 41.40

7 923 00

3

96 15

DE PLATA.

(igroten . . . . . . . . . . .. 12 ídem . . . . . . . . . . . . . . ... 36 ídem . . . . . . . . . . . .. é thaler........ DE ORO.

Luis (acuñado en Ha uovery en Brunswick). -5 thalers. . . . . . . .

HAMBURGO.

En la orilla derecha del rio Elba, como á 130 kilómetros

del mar del norte, á los 53° 33’ latitud boreal y á los 76° .5’ al Este de nuestro meridiano, demora Hamburgo, Hamburg, rica, grandey hermosa ciudad de'la Alemania, semejante por sus contornos á una media luna. Esta Ciudad está ademas atravesada por el rio Alster, baña

da al Este por el Bill y cortada por una multitud de canales. Po

see dos puertos que abrazan toda su anchura, y ocupan una es tension de 5 kilómetros.


(304) Hamburgo es una república cuya poblacion total no pasa de 230,000 habitantes, de los cuales ocupan la Ciudad y los Subur bios cerca de 170,000. Ella, Lubeck y Brémen son las conocidas

con el nombre de Ciudades anseáticas. Tiene Hamburgo vías férreas para toda la Alemania: para

una parte, por Berlin. llIagdeburgo,Altona, Kiel &c. y para la otra, por Harburgo. Sus líneas de vapores son muchas y la po

nen en comunicacion constante con Amsterdam, D'unkerque, el Havre y Lóndres principalmente. Sus buques mercantes frecuentan todos los puertos del mundo. Por su industria se fabrican objetos de ámbar y de espuma ‘de mar, instrumentos y aparatos de cirugía, jarcias, tejidos de la na, papel, productos químicos, de tenerla, encerados, máquinas y herramientas. Se hacen tambien conservas alimenticias y jabo nes: se elabora el tabaco y se refinan los azúcares.

Hamburgo es la plaza de comercio mas floreciente y de ma yor importancia de toda la Alemania. Sus importaciones principa les son de lana, lino, algodon y sus tejidos: de trigo, arroz, café, azúcar, vino, tabaco y añil. Exporta estos mismos artículos y to

dos los productos de su industria. Los pesos decimales de Hamburgo datan del 19 de Enero de 1858 : en punto á monedas, se debe decir que el Thaler de Pru—

sia, equivalente á 702i de nuestros centavos, circula en esta Ciu dad como moneda legal.

HAMBUBGO. '

Medidas de longitud. '

__—

PUERTO-RICO Equivalentes. NV"

Legales.

NOMBRES.

DrvIsIoNEs.

-—

Usuales.

_—

Metros.

Zoll (pulgada) . . . . . . . . Spann ó Palm (palmo). Fuss (pie) . . . _ . . . . . .. Elle (vara). . . . . . _ . . . .

8 linien . . . . . . . . . 4 zoll . . _ _ . . . . . . . 12 zoll . . . _ _ . . . .. 2 fuss . . _ . . _ . . . ..

0‘02—4_ 0‘095 0‘286 0‘573

,. .. .. ..

Klafter [toesa] . . _ . . . . .

6 idem . . . . . . . . .

1‘719

.

Ruthe [pertica] . . . . . .

14 ídem . . . . . . . . .

4‘01 1

.

'7532'000

.-

Itinerario‘. Meil [milla] . . . . . . . . . . , . .-. . . . . . . . . . . . . .


(305) manoseo.

PUERTO-RICO Equivalentes.

Medidas de supeifz'cíe.

AM

Legales.

NOMBRES. .

DIVISIONES.

Usualcs.

-— Mets. cuads.

Quadra‘t fuss (pié cuado) . . . . . . . . . . . . . . . . . Idem klafter ........ . . 36 quadrat fuss. . . .Idem ruthe.. . ....-. . . . . 196 ídem ídem. . . . Morgan ..........‘................... . .

0 2 16 3957

08 95 07 70

.. .. .. ,_

Medidas para sólidos. Metrs cubos.

Kubik fuss.. . . . . . . . . . 1728 kubik zoll. . . .

0 023

Idem klafter . . . . . . . ..

0 564

...

2 100

..

216 k. fuss . . . . ...

FadeMcuerda de monte) ............... . . '

..

Medickzs de capacidad. l‘? Líquidos. Litros.

(Essel.:.... . . . . . . . ... .............. ...

0‘452

..

Quartier. . . . . . . . . . . . . Kanne............ . . .

2 (essel . . . . . . . . . . 2 quartier. . . . . . . . '

0‘905 1‘811

.. ..

Stübchen ......... . . . Viertel. . . . . . . . . . . . . .

2 kannen . . . . . . . . 2 stübchen. . - . . .

3‘623 7‘245

.. _.

Eimer . . . _ _ . . . . . . . . . .

8 ídem . . . . . . . . . .

28‘982

-.

Anker. . . . . . . . . . . . . .. 10 ídem. ......... Tonne [para aceite de ballena] . . . . . . . . . . . . 32 ídem . . . . . . . . . .

36'229

...

11-5‘927

__

Ohm . . . . . . . . . . . . . . . . 40 ídem . . . . . . . . ...

144‘910

..

Tonne [para cerveza] . . 48 ídem . . . . . . . . . . Oxhoft (barrica). . . . . _ 60 ídem . . . . . . . . . . Fass (para aguardiente) 4 oxhoft. . . . . . - . .

173‘880 217‘360 869‘440

.__ __

0‘859 1‘718

-. -

4 gross mass. . . . . 4 spints. .... . . . . . 2 himten.........

6‘870 27‘480 54‘961

__ .. -

Tonne [para sal] . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Idem [para bulla] . . . . . z. . . . ........ . . . . J Last(carga)........... .................

164‘800 223‘870 3298‘000

.. .. ..

2'? Aridos.

Klein mass..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gross mass...,....... 2klein mass..-... Spint. . . . . . . . . . . . . . . . Himten . . . . . . . . . . . . . . Fass . . . . . _ . . . . . _ . . ..


(300) IIAMBURGO.

PUERTO-RICO Equivalentes.

PESOS.

W Legales. Usuales. NOMBRES.

DIVISIONES.

...-....

..

l. ° Deoimales.

Kilóg. gram.

Quint . . . . . . . . . . . . . . .

10 halb-gramme.

0 005

Neuloth _ . . . _ . . . . . . - -

10 quint. g .... . .

0 0-50

.

._ _.

Pfund . . . . . . . . . . . . . . ‘ 10 neuloth . . . . . . Centner. . . . . . . . . . . . -. 100 pfund . . . . . . .

0 500 50 000

.. ..

2.° Antiguos.

LothG on'/.a).....L . . . . . . . . . . . . . . . . . ..

0 015

Unze [onza] . . . . . . . . . Mark [marco] . . . . . . . . Pfund (libra) . . . . . . . . . Liespfuu . . . . _ . . . _ . . . . Centner [quintal].. Schiffpfund . . . . . . . . . . .

2 lotlr. . . . . . . . . 8 unzen . . . . . . . 2 mark . . . . . . . . 14. pfuud. . . . . . - . 112 ídem.--” 280 ídem . . . . . . . .

0 0 0 6 54 136

Idem . . . . . . . . . . . . . . . .

‘320 ¡dem . . . . . . . -

154 880

Last [carga] . . . . . . . . . 4000 ídem- -. - .' . . Idem (para sal) . . _ . . - . 4800 ídem . . _ . . _ . .

L9.3.6 000 2323 200

..

O30 242 484 776 210 520

.. .. .. .. .. .. ..

.

.. ..

MONEDAS.

DE CUBRE.

Escdos. Milés. Pesos. Claros.

.__

Nm

W

AM

/'W\

Schilling . . _ _ . . . . . . . . ---._.

.

0

7 (30

0

0 38

2 .schillings . . . . _ . . . . . . . . .

. . ..

0

15 ‘¿0

0

0 76

DE PLATA. Pieza de 4 schiliings . . . . . .

. . ..

0 129 00

0

6 45

Pieza de 8 ídem . . . . . _ . . .. Mark (marco corriente)... . .

. . .. . ...

0 258 00 .0 516 00

0 0

12 90 25 S0

Doppel mark (doble marco),

....

1 032 00

0

51 60

20 59

DE ono. Dukaten . . . . . . . . . . . . . . . . .

....

4 42l 80

2

Doppel ducaten... . . .. . . . .

....

8 823 60

4' 41 18


(307) LUBECK.

He aquí un Estado cuya poblacion total se compone de 54 mil 300 almas, de las' cuales cuasi la mitad. es decir, 26,200 habi—

tan la Capital, que dá su nombre al Estado. Lubeck, una de las anseútícas, es Ciudad libre y es ademas

Puerto franco. Determinan su posicion geográfica 53° 52' de la titud N. y 76“ 48’ de longitud al oriente de nuestro meridiano. Es tá situada enla confluencia de los rios Wackenitz yTrave, y como á los 20 kilómetros de la desembocadura de este último, que der rama sus aguas en el Báltico;

Sus industriosos habitantes explotan la ballena. y hacen al midon, cerveza y conservas alimenticias: tienen telares de lona,

fabrican barajas, artículos de quinealla, aceite, jabones y perfu— metía: construyen máquinas é instrumentos mecánicos, pianos

y objetos de hierro, de cobre y de laton. Por último son muy es timados los hilados de oro y de plata que hacen. Lubeck, no obstante su pequeña poblacion, mantiene rela ciones mercantiles muy activas con todos los países ribereños del Báltico, y en particular con la Rusia y la Noruega. Sus importaciones de tierra firme se hacen en parte por la vía férrea que 'posee y en parte por las aguas del rio Trave. por

el canal del 'Steeknitz que une al Trave con el Elba, y por el rio WVackenitz que facilita mucho los cambios con el S. E. de Hols

tein y Mecklemburgo. Las importaciones marítimas consisten en alcohol. droguerías, materiastintóreas, tejidos, vinos ‘ y artículos

manufacturados. Los productos tropicales como maderas finas, azúcar, café, y algodon tienen allí buen mercado. Esparta á su vez, maderas, cereales, cobre, hierro, alquitran, granos oleosos, se bo &c. De la Alemania saca los granos, y de Rusia, Suecia y Fin

landia los demas artículos.

' PUERTO-RICO

LUBECK.

Medidas de longitud.

_"' NOMBRES.

Legales. DIVISIONES.

__. Linie . . . . . . . . . . . . . . . .

Equivalentes. Usualcs. Metros.

... .. ... ..... ...-

0‘002

..

Zoll . . . . . . . . . . . . . . .. 12 linien...-_--.. Fuss . . . . . . . . . . . . . . . . 12 zoll . _ . . . . . . . . Elle . . . . _ . . . . . . . . . . - . 2 fuss . . . . . . . . . . Faden . . . _ . . . . . . . . . . . _ _ _ _ _ . . _ _ _ _ _ . . . . . Ruthe . . . . . . . . 16 fuss . . . . . . . . ..

0‘024 0‘283 0‘576 2‘170 4‘60!

. .. .. _. ..


(308) PUERTO-RICO. LUBECK.

Medida itineraria.

Equivalentes. AM

Legales.

NOMBRES.

DIVISIONES.

Usuales.

—‘— — Metros.

Meile (milla). . . . . . . . . 1600 ruthen . . . . . . .

7363‘000

IlIedidas de superficie.

Mets. cuads.

Quadrat fuss . . . . . . . . . 144 quadrat zoll . . . Idem ruthe........... 2á6idem fuss. . . . _.

0 0S 21 45

: ..

Medidas /’m'a solidos.

Metrs. cúbs.

Kubik fuss.... . . . . . . . 1728 kubik zoll. . . . Faden (tarea de, monte). . . . . . . . . . . . . . . . . .

0 026 '2 12l

.. ..

Medidas de capacidad. 1° Líquidos.

Ort (cuartillo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Plank (copa) . . . . . . . . . 2 ort . . . . . . . . . Quartier [botella]. . . - . 2 plank. . . . . . . . . Kanne [cántaro]. .. . . . 2 quartier . . . . . . Stübchen . . . . . . . . . . . . 2 kannen . . . . . . . Viertel [cuarto] .... . . 2 stübchen . . . . . . Anker(ancla) . . . . . . . . . 5 viertel . . . . . _ . . Ohm [terzon] . . . . . . . . 20 ídem _ . . . . . . . . Fass [brrl. para cerveza] 20 ídem. . . . . . . . .

Litros.

0‘227 0‘455 0‘909 1‘8] 9 3‘637 7‘2’75 36‘375 145‘500 144‘800

.. .. .. __ _ __ ,. .. . __

Idem [id. para rom].. .

30 ídem . . . . . . . . .

218‘250

..

Oxhoft (barrica) . . _ . - .

30 ídem . . . . . . . . .

218‘250

..

Fuder . . . . . . . . . . . . . . . 120 idem . . . . . . . . .

873‘000

..


(309) LUBECK.

Zlíedidas de capacidad.

PUERTO-RICO Equivalentes. Nm

Ucualcs

Legales.

NOMBRES.

DIVISIONES.

__.-, m

2? Aridos. . Litros.

Fas...........

paraiïljggáj:

Schefl'el [fanega] 4 fase. . . . para Í X3535; ' ' Tonne (cuba). . . 4 schetfel . para g 3:35:38 ' ' Dromt . . . . . . . . 3 tonnen . para Í

''

Last (carga). . . . S dromt.. . para g 2213538‘ ' '

8‘673 9‘8’78 34‘694 39'51 1 1 38‘776 158‘056 416‘328 474‘168 3330‘624 3793‘344

PESOS. Kilóg gram.

Quentchen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Loth . . . . . . . . . . . . . . . . 4 quentchen. . . . . Pfund . _ . . . . . . . . . . . . . 32 loth . . . . . . . . . .

Liespfund . . . . . . . _ . . .- 16 pfund . . . . . . .. Centner ............ . . 112 idem . . . . . . . . . Schifl‘pfund . . . . . . . . . . . 280 ídem . . . . . . . . . Idem . . . . . . . . . . . . . . . . 3'20 ídem; . . . . . . . .

Last . . . . . . . . . . . . . . . . .6000 ídem . . . . . . . . .

0 0 0 7 54 136 155 2918

004 015 486 776 485 213 672 000

. . . . . . . .

MONEDAS. DE COBRE.

Ecds.

Milés.

Pesos.

Cantos

,‘_Js__‘ Nm W

Dreiling . . . . . ........

Seischsling . . . . . . . . . . . Schelling. . . . . . . . . . . .

0

2 dreilingen. 2 seichslirgen.

0 U

9 500 19 000 38 000

U 0 0

0 47-5 0 950 1 900

DE PLATA.

Mark fein [marco fino].

....

O 581 400

Thaler (escudo) _ . _ _ . _ Reichsthaler (Rixdale) .

2% mark. . . . . ....

I 453 500 2 196 440

DE ORO.

'

Viertel dukaten. . _ . . . . [:1: de ducado]... Halber dukuten . . . . . .. [é ídem] . . . . ..

l 117 ‘¿00 440 2

Dukaten . . . . . . . . . . . . . [ducado] . . . . . .

4 468 S00

2 ¡dem . . . . . . . . . . . . . . . 5idem.... ...._-_.__ 10idem . . . . . . . ..

0 29 070 0 72 675 1 09 S22

....

5 937 600 22 344 000 44 (SSS 000

0 55 S60 l ll 720 2 23 440 4 46 SS"

1|

l7 ‘¿00 34 400


(310) SUIZA.

La confederacion Helvética es una república federal, com— puesta de 22 cantones, alemanes, franceses é italianos, de los

cuales tiene cada uno su gobierno propio. Una dieta general que se reune en Berna anualmente, rige los intereses interiores y exteriores comunes á toda la nacion, que cuenta hoy 2.510,494

habitantes. Sus fronteras actuales encuentran al S. el reino de Italia, al E. el Tirol, al N. el Gran Ducado de Haden y el lago de Cons— tanza: al O. y S. O. la Francia. Determinan la posicion geográfica

del país, los paralelos 45° 49’ y 47° 50’ de latitud N. y los meri dianos 72° 10’ y 76° 42’ 30” al Este del nuestro. El suelo de la Suiza está erizado de montañas elevadas, y cubierto de lagos numerosos. Las primeras suben hasta la region

de las nieves perpetuas y no presentan mas vejetacion que la de los círculos hiperbóreos: de ellas se desprenden de tiempo en tiempo esas enormes masas de hielo que los geólogos llaman ava

lanches, y que suelen arruinar campos y pueblos. En la falda de las montañas, y en todos los parages en que la altura sobre el ni vel del mar lo consiente, se ven ricos pastos y diferentes cultivos, conducidos con mucha intelijencia y estudió. Del fondo delos lagos y de las lagunas extrae la industria Suiza la turba; y de allí mismo ha sacado la ciencia de este pue

bio, con las habitaciones lacustres, una parte de las costumbres an te históricas de los hombres. El país es rico en toda clase de minas, sumamente industrio so y muy dado á los trabajos de las ciencias, que, en muchos ra mos, deben á sus hombres adelantos importantes. La instruccion primaria hace cada dia nuevos progresos, lle

vando sus nobles beneficios hasta el espíritu de los pastores en los senos de sus montañas. Puede decirse en general que el Rhin, el Ródano, el Tesi

no y el Inn que de estas nacen no circulan con mas abundancia por el país, que los conocimientos humanos por todo el ámbito

de la república. En la mayor parte de los cantones lascostumbres son puras. En muchos de ellos la ilustracion es tan generalque el Estado no tiene necesidad de pagar vijilantes para los edificios públicos : le basta escribir en sus muros este edilicia está puesto bajo la pro teccion de los ciudadanos.

Por último. la. conciencia, el trabajo, la prensa y la pala bra son enteramente libres cn Suiza.


( 311 )

SUIZA.

PUERTO- RICO Equivalentes.

Medidas de longitud.

NOMBRES.

DIVISIONES.

__

__—_.

Metros.

Linie [línea] ....... . . 10 striche ....... . . '

0‘003

..

Zoll (pulgada)...-.-.. 10 linien . . . . . . . . .. Fuss (pie) . . . . . . . . . . . 10 zoll . . . . . . . . . . . .

0‘030 O‘EOO

.

Elle (vara)..., . . . . . ..

0‘000 '

.

P200 1‘800 S‘0O0

. . .

4800‘000

..

2fuss. . . . . . . . . . ..

St'ab [otra]. . ..... . . 2 ellen . . . . . . . . . . Klafter [toesa] ...... .. 6 fuss . . . . . . . . . . . Ruthe [pértica] . . . . . . . 10 ídem . . . . . . . . . . .

.

ltinemria. Wegstunde (legua)... . 16000 fus . . . . . . ...

[Medidas de superficie. Metscuads.

Quadrat íuss....'...... 100 quadratfuss. Idem klafter . . . . . . . . . 36 id. fuss . . . . . . . . Idem ruthe. . . . . . . . . . . 100 id. ídem ..... . .

Jauchart. . . . ......... 400 id. ruthen..

O 09 3 24

.. ..

9 00

..

360 00

..

Illedidas P‘ am sólidos. Mets. cúbcs.

Kubik fuss. ..........1000 kubik 2011.. . ., K. Klafter. ., . . . . . . . . . 216 ídem fuss. . . . .

0 O27 5 832

.. ..

Medidas de capacidad. 1'. ° Para líquidos. Litros.

' Halbe schoppe ..... . .' . ........ . .. ..... . .

0‘091

.

2 hulbe schoppen.

0‘187

..

Viertel maas ...... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

0‘375

..

Halbe maas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

0‘750

..

Maas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ' Eimer. . . . . . . . . . . . . . . maas.... . . . . . . .

1‘500 ‘372.500

.. ..

Schoppe . . . . . . . . . . . . .

Saun..--...I.-.-I...

4eÍmer..--C....

..


(312) ‘

SUIZA.

PUERTO—RICO Equivalentes.

llledidas de capacidad.

___

W Legales.

NOMBRES.

DIvIsIoNEs.

Usuales.

2. ° Para áridos

Litros.

Maaslein . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Vierling (cuarteron). . . Viertel (fanega) . . . . . . . Malter [saco]. . . . . . . . .

4 maaslein . . . . . . .4 vierling..... . . 10 vierteln . . . . . . .

0‘938

..

3‘750 15‘000 150‘000

.. .. ..

PESOS.

Kilg. grama. Onza)........

. D Q Q Q . .

.

. ‘0......

0

o.

Unze (onza) . . . . . . . . .. 16 unzen. ........ 0 031 25 Pfund (libra).. . .. . . . . . 2 loth . . . . . . . . . . 0 500 02 Centner (quintal) ' . . . . 100 pfund. . . . . . . . . 50 000 00

.

. .. ..

MONEDAS.

DE BRONCE. '

Escdos. Miles. Pesos. Gentes.‘

——

Rappe. . . . . . . . . . . . . .

W

....

2 rappen .......... ...

W W W

0

3 80

0

00 19

0

7 60

.0

00 38

O0 95

DE VELLON DE PLATA. 5 rappen .......... . .

. ...

0

19 00

0

I0Ídem.. . . . . . . . . . . .. 20idem..............

.... ....

0 0

38 00 76 00

0 .0190 0 03 80

DE PLATA.

i

v

¿franc..............

....

U 19000

0

1 ídem . . . . . . . . . . . . ..

....

0 380 00

0

1900

2 ídem . . . . . . . . . . . . . .. 5 ídem . . . . . . . . . . . . ..

.... ....

0 760 00 1 900 00

0 0

38 00 95 00

De oro no se acuñan ya en Suiza.

0950


(313) TURQUIA. i

El Imperio Otomano ocupa tambien una vasta porcion de la Europa y del Asia. Con un pié en Jerusalen, reliquia sagrada de los recuerdos cristianos, y otro en la Ciudad de Constantino,

fué en los tiempos de su fe y poderío, terror del Occidente, cu yos pueblos miraba como idólatras: hoy, mutilado y agonizante, nd preocupa mc'nos houdamente á los gobiernos de las naciones

mas poderosas.

'

La agonía sola del hombre enfermo, como lo ha llamado la Rusia. produjo el sangriento litigio de Crimea : su muerte próxi ma entraña los conliictos de una herencia vacante y codiciada,

todos los trastornos de un nuevo equilibrio europeo, y de otro rumbo, incierto y desconocido para la civilizacion actual. No en vano pues, perturba la razon de los hombres de Estado en Eu ropa, la cues'tion de Oriente. . Los límites de la Turquía europea, asunto de estos apuntes, .

se hallan entre los 39° y los 48° 20’ de latitud N. y su diferen cia en longitud está fijada por los meridianos 81° 57’ y 95° 53’ á partir del nuestro. La Rusia y el Austria forman sus fronteras al N: el Austria, el mar Adriático y el mar Jonio, al O. por el S.

tiene á la Grecia, al Archipiélago y al mar de Mármaia y con

fina al E. con el mar negro.

.

-

El país es montañoso, hacia el Sur particularmente: tiene

muchos rios y lagos, siendo el Danubio el principal entre los pri meros, y los de Zaute y Onchrida entre los segundos. El aire es puro y saludable, y los terrenos de gran fertilidad. Su constitu cion geológica no es ménos favorable á la explotacion de los mi perales, que la capa superficial para los trabajos agrícolas: con tiene en efecto, sal, mármoles y tierras de colores diversos; co

bre, hierro y oro, beneficiados sin arte, y por tanto con pocas ventajas. A su vez el suelo dá, cuasi sin trabajo, el trigo, el maiz,

el arroz, azafran, tabaco, rubia y gomas: la vid, el olivo, la na

ranja, el algodon y muchas plantas medicinales. En elimperio se fabrican armas, se tejen el algodon y la lana, y se hacen paños, y hermosos tejidos de seda: su potería lisa

y esmaltada goza de mucha estimacion. La poblacion de Turquía sube á 15.500,000 habitantes. En 'C'onstantinopla, Capital del imperio, tiene esta poblacion al

gunas enseñanzas, miradas con gran descuido por el poder, y con ceño estúpido, cuasi como heregías, por el bajo pueblo. La ins— truccion popular es cuasi nula en el resto del imperio. ‘ '

39.


( 314 ) MEDIDAS Y PESOS. (l)

De longitud....... . . Eudareh ó Pik. . . . . .

0‘680 metros.

Agraria. . . . . . . . . . . . Halebi ó Archin. . . .

0'709 ídem.

Itinerario. . . . . . . . . . . Posta Guidichi . . . . . 7590‘000 ídem. De superficie. . . . . _. . . De volúmm . . . . . . . . . Para. líquidos . . . . . .. Para áridos. . _ . _ . . . .

Deunum . . . . . . . . . . . 1000‘000 ídem cuadrs. Archin . . . . . . . . _ . . . 0‘435 idem cúbicos. Utch yuz-dirhem. .. 0‘999 litros. Kilo . . . . . . . . . _ _ _ _ . . 3-5‘1 ¡0 ídem. '

De peso . . . . . . . .v. . . . Loudra (libra) . . . . . -

0‘565 kilogramos.’

MONEDAS. Ends.

Milés.

Pesos.

Centvs.

N r‘__N—_, WN M"

De cobre.......... . . Bech para . . . . . . Dc plata . . . . . .. _--.. Iirmilik-medjidié.

o 1

oro 00 672 00

o 0

0o 5o S3 60 '

Degoro . . . . . . . . .

4

180 00

2

09 00

Ellilik...........

'O‘——————

RUMANIA. \

Los Principados danubíanos, Moldavia y Valaquia, reunidos bajo un mismo Gobierno, se denominan hoy oficialmente con el epígrafe de esta nota. Romam'a debiera decirse en español, si

hubiera de atenderse al propósito de los habitantes de estas co— marcas al adoptar este nombre. Descendientes de los antiguas r0 manas, no quisieran al parecer confundirse, ni con los Turcos,

sus dominadores de ayer, ni con los Rusos, sus protectores de hov. Tiene el nuevo estado al N. la Transilvania y la Gailitzia:

al E. el Pruth; y al S. y al O. el Danubio Su poblacion total es de 4.350,000 habitantes y su Capital es Bucharest, llamada en

lengua propia Baucourecllt'i, asiento del Gobierno.

El clima es cálido y húmedo: el país fértil. Posee grandes bosques y hermosos pastos {pero el habitante no tiene bastante instruccion para cultivar la tierra -con arte y esmero. (1) La escasa. importancia. que tienen para nosotros las divisiones y sub divisiones de las medidas, pesas y monedas de esta. nacion y de las que siguen,

nos dispensa de darlas y creemos que basta para nuestro objeto fijar la equiva— lencia de las principales.


(315)

'

Produce granos, frutas, legumbres y vinos, y tiene buenos

caballos, muchos ganados y una raza escelente de carneros. Las Mensagerías Imperiales de Francia, la Compañía Da— nubiana del Lloyd austriaco, y la compañía rusa, tienen buenos vapores tanto en Galatz, como en Ibraïla.

La industria del país consiste en fundiciones, paños, seda,

fábricas de papel, almidon y pastas alimenticias. El comercioexporta, trigo, habichuelas, maiz cebada, miel y cera, sal y vino: tabaco, cañamo. lana, sebo, y petróleo .' duelas,

mástiles y tablazon : ganados y cantáridas. Importa joyas, paños, libros, máquinas agrícolas, hierro, te las y carruajes. '

La instrucion pública comienza á fijar la atencion de las familias. y la enseñanza primaria á difundirse por los clmpos. Desde 1866 se ha comenzado á tratar de la adopcion del sistema métrico, y es probable que no tardará mucho esta reso- . Iucion.

Los pesos y las monedas que mas se usan en el país, son las de Turquía; pero circulan tambien las monedas austnacas y

rusas. MEDIDAS Y PESOS. De longitud. . . . . . . . Endese [vara] ..... . . 0‘662 metros. Itineraria. _ . r . . . . . . Mil [milla] . . .. . . . . . . 7848‘000 ídem. De superficie . . . . . . .. Stangenu (toesa cd”).. 3‘85 mets. cuads. Para líquidos . . . . . .. Uka . . . . . . . . . . . . . . ..

Para áridos. . . . . . . . . Oka . . . . . . . . . . . . . . - . De peso . . . . . . . . . . . . Oka . . . . . . . . . . . . . . ..

GRECIA.

1‘315 litros.

1‘540 idem. l 1‘263 kilogramos.

La parte continental del Reino de Grecia, está situada en tre los 36° 22’ y 39° 15’ de latitud N., y se estiende en longitud desde los 87° 3’ hasta los 90c 18’ al E. de nuestro meridiano. Posee numerosas islas en el Archipiélago, y no ha mucho se ha anexado las llamadas Jónicas, por cesion genenerosa que le hizo la Inglaterra. Cuna de las buenas letras, de las bellas artes y de la filoso—

fía especulativa, la Grecia es el país de mas poesía y de mas re cuerdos en toda Europa. Sus montes, sus rios, sus mares y sus is

las, así como sus ciudades existentes ó destruidas, son otros tau


(316) tos monumentos que la poesía, la historia, ó las artes han inmor talizado en la memoria de las naciones modernas.

.

Sus límites encuentran á la Turquía europea por el N., al Archipiélago por el E. y al mar Jonio por el sur y por el O. Su po blacion, comprendiendo las 230,000 almas que pueblan las islas Jónicas, asciende en la actualidad á 1.400,000 habitantes, que tie

nen por capital de la monarquía á Atenas, cuyo puerto es el Pireo. El país es muy montañoso, el clima sano, y l'ertilisimo el sue lo. Sus costas, formadas por golfos y bahías numerosas, ofrecen á

la vista del viajero grandes penínsulas y notables promontorios. Bajo la ominosa dominacion de los Turcos, durante 300 años, la ignorancia hizo mas estragos en ln desolada Grecia

que la ruda inclemencia de los tiempos. Ninguna institueion re generadora, ningun estudio del pasado, ni leyes justas. ni costum

bres sanas, ni vias públicas, ni escuelas para el pueblo; el tipo absoluto del paísconquistado, en sus caractéres mas repuguantes, contribuciones desiguales y vejatorias, servidumbres liceneiosa,

y rigor intransigente, tal era el cuadro que presentaba al mundo la patria ilustre de Sócrates, de Arístides y de Péricles, hasta el

año de 1821. En este año, despues de una guerra cruel y brutal. en la que al fin tomaron parte por el débil la Francia, la Ingla— terra y la Rusia contra el 'l'ureo, se proclamó la independencia he— lénica ‘Desde entonces a r. se han fundado en Grecia estudios para la juventud, institutos para investigar y restaurar las obras de la antiguedad ; se han abierto vías de comunicacion, se ha des—

pertado el amor de los viajes, y se ha comunicado a la navega cion. al comercio, á la industria y á la agricultura un movimiento relativamente grande , que va en progreso y que no hubiera na cido jamas bajo las instituciones de Turquía. Los vicios inherentes á una prolongada servidumbre no se borran nistantaneamente ; pero así el tipo de la belleza antigua, _ como el ingenio primitivo de los griegos, subsisten en la genera cion presente: si todavía la deslustran las huellas visibles de su

degradacion pasada, motivos hay para esperar la mas rápida re habilitacion de este pueblo, por tantos títulos, ilustre. Su nue va vida nacional, su libertad política, su libertad de cultos, la

prensa libre y sus numerosas escuelas comunales no tardarán

en retemplar su genio antiguo, bajo la influencia bienhechora de la civilizacion moderna. El aumento de su poblacion y los progresos de su produc cion é industrias no dejan duda en ello. “ Antes de la guerra de “la insurreccion, dice Malte Brun. habia en el territorio griego “ algo mas de 600,000 almas: á fines de 1829, parecian reduci “das á 250,000 á causa de las pérdidas que el hierro habia cau

“sado en los hombres, y de la disminucion de las mujeres, vendi


(317) “ das por los Turcos como esclavas Al principio de 1830 se com-' “ putaba la poblacion griega de las islas Cyclades en 200,000 “almas: la Grecia regenerada comprendia pues en esta época “ cerca de 450,000 habitantes: y al presente (1842) se evalúa la “ poblacion del reino de Grecia en 700.000 almas. Pero este país “ puede alimentar una poblacion cinco veces mas considerable. ” De modo que la Grecia ha duplicado su poblacion en 26 años, puesto que en la actualidad cuenta 1.400,000 habitantes.

Ocúpase esta poblacion en el cultivo de la oliva y de la vid, el trigo, y otros cereales: del algodon y del tabaco: cria y educa buen ganado y el gusano de la seda. ‘ Explota los mármoles de Paros, las esencias de Esparta, y

los espirituosos de Argóstoli. Tiene manufacturas de seda y al godon en Aténas. en Patras y en Zante: extrae aceites en Cor i'ú y en Amaxichi. y tiene regulares astilleros en Syra. Sus exportaciones consisten en cereales, cuernos de res, cue ros al pelo, seda cruda, seho, aceites, frutas, lana, esponjas y alea cion de cobre y estaño. Importa sederías, tejidos, loza, cristales,

vinos, azucar refinada y caf'e'.

'

Aun se emplean 'en el uso comun las pesas y medidas an teriores á 1836, bien que por ley de 28 de Setiembre de aquel año rigen y se usan tambien las del sistema métrico. Eliminado todo elemento latino de su nomenclatura, diríase, al escuchar los

nombres, que el sistema ha renmntado hasta su origen, ó que ha nacido en Grecia, a pesar de la distancia que media entre el habla antigua, y el habla moderna de los griegos. MEDIDAS Y PESOS. De longitud. . _ _ , . . . _

.

S Kiliostometron. . . . .

0‘001 metro

Hecatostometi‘on . ..

0‘010 ídem.

Pekis

J

1.0 palnmeis. .

ídem.

Ilmemrm . . . . . . . . . . Stadion (estudio) .. . . _

1000 ídem.

U. . ' ' íb‘tremma (fimerra). . L “(Per/ww ' ' ' ' ‘ ' ' Z Stremma [Pelori’onsfi’]

1000 ídem. cuad. 1270 Idem. Idem.

De volúmen . . . . . . . . . Cúbicos Pekis [m. 0.]

1

» Zlqludm' ‘1 ' [moderna]. Pam ' ' ' ' ' ' ' i Litrn Oka (antigua) . . _ _. -. _.

l litro. 1'330 idem.

Para áridos . _ . . . . . .. Koilon ihectólitro). :

100

De peso . . . . . . . . . . - . Moa [minn] . . . . . . . . .

1‘500 kilogramos.

idem. cúb.

litros.

MONEDAS. It'scrlos. Miles. Pesos.

Comes.

De cobre . . . . . . . . . . . . Lepton . . . . . . . . . Ue platau . . . . . . . . . .. Drachmon . _ . . ..

0 0

003 40 340 00

0 0

00 17 17 "0

De oro . . . _ . . . . . . . ._ Icosadrachmon ,.

6

S02 00

3

40 1.0


(31s) RUSIA.

Lleva este nombre el mas vasto imperio de la Europa. Di vidíase no ha mucho en Rusia Europea, en Rusia de Asia que

comprende á la Siberia y las provincias Sur Caucásicas y Rusia de América, cuya poblacion total acsendia á 75.000,000 de ha bitantes. La parte de Asia no corresponde á este lugar, y la Rusia de América ha sido enagenada no ha muchos dias á la Repúbli ca de los Estados Unidos. La Rusia europea será pues el objeto de esta nota. Su po blacion es de 61.010,750 habitantes, cuya capital es San Peters burgo.

Esta sola parte del mostruoso imperio se estiende entre los ' 40° y los 70° delatitud N.. y va su longitud desde los 8.3o 53’

30” hasta los 1303 33’ 30” al Este de nuestro meridiano. La Suecia. el mar Báltico, la Prusia, el Austria y la Tur quía forman su frontera occidental: tiene al S. el mar Negro y el Cáucaso: por el Oriente se divide á sí misma de la Rusia de

Asia, por el mar Caspio, el rio Ural y los montes Urales: y por el N. le ponen límites los hielos del mar Glacial. Asi como la Suiza se distingue en Europa por sus montañas numerosas y elevadas, la Rusia Europea se distingue, pudiera

mos decir, por las estensas llanuras y las vastas depresiones de su suelo. En efecto, de Oriente á Occidente y desde las. cimas del '

Ural hasta los últimos estribos de los montes Karpathos, así co mo de Norte á Sur, desde sus costas lapónicas hasta el mar Ne gro apenas es si se levantan algunas colinas de poca altura, que

se pierden en una superficie triste y monótona de mas de 300,000 leguas cuadradas. Por’ partes, como sucede en las inme

diaciones de Astrakan, baja el suelo hasta 97 metros ‘con respecto

al nivel del mar; y preciso es para encmtrar grandes montañas, ir hasta los estremos del imperio, al Este de la Laponia, al Norte

de la Finlandia, al Sur de la Taurida y á los confines meridiona les de la Europa, donde se levanta el sistema escandinavo y los

montes caucásicos.

La fortuna agrícola de la Rusia reside en una parte de es las llanuras; pero parte mas grande que la Prusia, la. Francia y

la España unidas: en efecto, desde los confines de la Besarabia en el mar Negro, cerca de Odesa, hasta Kiew en la Volinia : des

de Kiew hasta los términos orientales de Perm, al pié de los

montes Urales; desde Perm, pasando por Orenburgo, hasta As


(319) ‘ trakan, en las bocas del Volga, en el mar Caspio; y desde aquí hasta Odesa, comprendiendola Crimea, se miden muy cerca de

70,000 leguas cuadradas, que pudieran llamarse el polígonofértil

de la Europa: la capa de humus puro mide en esta prodigiosa estension de 1 á 2 metros de profundidad. Contando apenas con 200 personas por legua cuadrada, y comprendiendo las vastas estepas cuasi desiertas donde se crían

á. poca costa ganados numerosos é indómitos, como en los llanos y en las pampas de América; todavía es bastante la fertilidad de estas tierras para que la parte cultivada de granos satisfaga las

necesidades del resto del imperio, y lance á los mercados euro peos, trigos escelentes, por mas de 25.000,000 de pesos. Entre sus numerosos rios deben citarse el Dvina y el Pet chora tributarios del mar glacial: el Tornea, el Neva, el Duna,

el Niemen y el Vistula que derraman sus aguas en el Báltico ;

el Dniester y el Unieper que se arrojan en el mar negro: el Don, afluente del mar de Azof: el Volga y el Ural que pagan tributo al mar Caspio. . Las riquezas minerales que la Rusia esplota son el platino, el cobre, el hierro, y el oro que arrastran algunos rios entre sus arenas. '

En los centros principales de poblacion se cultivan con grande éxito las ciencias, los conocimientos industriales y las ar tes; pero la instruccion primaria, aunque va en progreso de al gun tiempo á esta parte en las ciudades, está muy lejos de .ser comun en el imperio. ' Los pueblos que lo componen, de origen distinto, de cos— tumbres, caráctenhistoria y religion diferentes, y con una ci vilizacion tan varia que va de grado en grado hasta los límites mismos del estado salvage, están diseminados en tan vasta es

tension que el imperio se ha sentido siempre débil en sus estre mos apartados, á pesar de los millones de su poblacion absoluta y de su millon de soldados. Concentrar gente y recursos, en bre

ve tiempo y donde quiera que ‘la ocasion lo exija, es el gran pen samiento como la gran necesidad, de este Estado Sus descomu

nales distancias fueron siempre obstáculo grande y causa evidente del aborto de sus planes ambiciosos.

He ahí por qué la mayor parte de sus rios y afluentes están comunicados entre.sí por medio de un sistema de canales, traza

do en los dias de Pedro'cl Grande y continuado hasta los nues tros. Al presente, toda la atencion del imperio Moscovita se con trae á completar la vasta red de sus comunicaciones, por medio

de 'víasférreas, para salvar con rapidez las grandes distancias de los puntos mas apartados y. mas importantes de su estenso territorio. '


.

(320)

El pensamiento profundo y ambicioso del grande hombre se conserva en toda su integridad en los consejos de los Czares. La agricultura, la industria y el comercio, así como el arte mi litar, es decir, la riqueza del Estwb, y sus planes estratégicos, es tán igualmente interesados en estas obras colosales, y se llevan

adelante con ardor. Posible es dudar que el mar Mediterráneo llegue á ser un lago ruso; pero parece evidente que no está re

moto el tiempo en que se ha de oir otra vez aquella voz terrible que, entre humo y sangre, dijo á la Europa “El órden reina en Varsovia”, repetir tambien entre humo y sangre “ El cristianismo

reina en Constantinopla ’Ï! Este será el primero de los cincuenta años de la profecía lúgubre de Santa Helena : entonces reco menzará el gran choque entre el espíritu antiguo y el espíritu de 1789, principio de la edad moderna; de en medio de sus. hor— rores y ¡matanzas saldrá de una vez para lo futuro “ ó 1a Europa

“republicana, ó la Europa cosaca”.

'

MEDIDAS Y PESOS. Dc longitud. . . . . . . .. Archine [vara] . . _ . ..

0‘704 metros.

Itineraria. . . . . . . . . .. Viersta. . . . . . . . . _ . .. 1064‘000 ídem. Desuperficic. _ _ . . . .. Kuadratnaia Sagene.4‘47 ídem.

De rolúmen . . . . . . . .. Kubitchesky fonte...

0‘028 ídem.

Para líquidos . . . . . .. Krouchka (cántara).. Para áridos . . . . _ . .. Garnetz _ . . . . . . . . . ..

1‘229 litros. 3‘280 ídem.

De paso . . . . . . . . . . .. Funt . . . . . . . . . . . . ..

0‘409 kilogramos.

MONEDAS. (Segun la ley de 1849). Ecds.

Milés.

Pesos. C'entav.

“WWA/m

De cobre.

Kopeyka. . . . . . ..

0

15 20

0

De plata...a . . . . . .. Rublo . . . . . . . . -.

1

á 20

0

76 00

Dc 0711....‘. . . . . . .. Ducate . . . . . . . ..

4

5 60

2

28 00

IMPERIO MARROQUI.

00 76

'

Ocupa este imperio la extremidad N. O. del Africa y está situado entre el Mediterráneo, el Océano, Sahara y Argelia. des de los 28° hasta 1os 36° de latitud N. y desde 1os 54° 33’ has ta los 65° de longitud al Este de nuestro meridiano.


(321) Tetuau. en el Mediterráneo: Tánger en el estrecho de Gi braltar: Lama/ze, Rabat/L, Casablanca, 0' Dar el Beidmllfasagan,

Safiï y Mogador en el Atlántico son los puertos marítimos de

mayor importancia. Fez, Mequinez y Marruecos, que es la ca pital del imperio, son las tres residencias del emperador.

,

La poblacion total del imperio asciende á 10.000,000 de habitantes. Las faldas del Atlas, las colinas y las llanuras de Marrue

cos son fértiles y á propósito para toda clase de cultivo : ellas dan el trigo, la cebada. el maiz, el arroz, el millo, toda suerte de le

gumbres y hortaliza. El dátil, los naranjos, la higuera, el olivo &c prosperan por todas partes y adornan los jardines.

La industria de este pueblo produce tapices. y tejidos de lana muy solicitados en Europa: son buenos sus artefactos de cuero, y famosas sus fábricas de armas blancas. Sus obras de es

parto, paja, junco y hojas son muy curiosas: tiene a'demas fábri cas de jabon líquido y tenerías. Comercia en trigos, cebada, especias, productos europeos,

tejidos ingleses, vidriería, pólvora y armas blancas, quincalla &c. tela azul del Senegal, joyería de oro, plumas de avestruz, mar fil, cueros, goma, sen y drogas, camellos de la raza meharis y

esclavos. O

MEDIDAS Y PESOS. De longitud“ . . .. Dread ó codo . . . . . . . Para líquidos . . . . . . . Artal . . . . . ..... - - - . . Para áridos . . . . . . . . Mudd . . . . . . . . . . . . . .

0‘571 metros. 0‘700 litros. 12‘500 ídem.

De peso . . . . . . . . . . . . Rotle [libra] . . . . . . . .

0‘515 kilogramos.

MONEDAS. .

De plata . . . . . . . . . . . Real ó mitskal. . .

1

000

0

50

De oro . . . . . . . . . . . . Bendoki ó butaca.

4

000

2

00

i

_._g.._._.

TUNEZ.

El estado Tunecino no es propiamente una. Regencia; el Bey es soberano político del’ estado y no depende del Sultan sino bajo el aspecto religioso. 40


(322) Túnez está situado entre los 31° y los 37° 20' de latitud N: los 74° 13' y 77° de longitud E. y tiene como 600 kiló

metros de costa en el Mediterráneo hácia la parte norte y orien tal. La porcion meridional del territorio es un vasto Oasis del desierto de Sahara, conocido con el nombre de Bel-etffïdjérich, que significa país de los dátiles. El suelo, árido al sur, es fértil al norte, y el clima es, por lo general, saludable.

La poblaciou es de dos millones y medio y tiene por capi tal á Tunez, separada del puerto por el lago salado Boghaz de 16

kilómetros de circuito. Este lago comunica con la Goleta, puer to y plaza fuerte, por un canal estrecho, que se navega eu las embarcaciones ‘pequeñas llamadas Sandalias, en que se trans portan las mercaderías. Hay establecido un telégrafo eléctrico

entre,Túnez y Alger, y posee comunicaciones al vapor para este punto la Francia y la Italia. P9 aduce cera, algodon, dátiles superiores, aceite, añil, pieles

decarnero y plumas de avestruz. Tiene manufacturas de sedas, de casquetes rojos, frazadas

de lana, albornoces, esterillas, tapices y tejidos de hilo. Fabri ca yataganes, puñales y'cuchillos: tiene tenerlas y talabarterías :

extrae esencias de rosa y de jazmín y hace jabon, pipas y ta baqueras. Exporta los productos de su suelo é industria é imporla ar mas de fuego, algodon hilado, hierro en barras, quincalla, mer— cería, maderas, harina y granos, café y azúcar, licores, especias,

seda y colores.

MEDIDAS Y PESOS.

De longitud. . . . . . . . Draa, arbi ó pik. . . . .

0‘488 metros.

Itinerario . . . . . . . . .. Mil . . . . . . . . . . _ _ . _ _. 1875‘000 idem.

Para líquidos.... _ . .. . M’tar . . _ _ . . _ _ . _ . .. . .

9‘850 litros.

Parau áridos _ _ . . . . . _ - Saa . . . _ _ _ . _ . . . _ _ . _ _

2'75] ídem.

De peso. . . . . . _ _ _ _ . . Cuntaro . . . . . . . . . . . .

50‘000 kilogramos.

MONEDAS.

Ecds. No,

De (‘obre. . . . . . . . . .. Karol), . . . . _;.. De plata.. . _ . . . . _ . .. Burial . _ . _ _ _ _ .. .Ue oro.....,. . . . . . .. Buachra. . . . . . ..

0 0 2

Miles. Pesos.

Centvs.

fú-Jb-ñ W MIN

016 20. 266 00 660 00

0 0 l

00 Sl 13 30 33 00


(323)

REGENCIA DE TRIPOLI.

Beylík ó Regencia situada en la costa del Mediterrráneo, sin

límites determinados al Sur, y entre Túnez al Este y el Egipto al Oeste. La poblacion de Trípoli es de 2.000,000 de habitantes pró ximamente y se distribuye en tres provincias principales: Trí

poli al O. con la capital del mismo nombre para toda la Regen cia: el Fezzan al S. con la ciudad principal de Mourzouk ; y el país de Barka al E. con las ciudades de Derne y Audjélah en el oasis del mismo nombre. El Bey de Trípoli es vasallo del emperador de Turquía. Las costas occidentales de este país son fértiles. Su produc— cion principal consiste en rlátiles,'rubia, azafran, sen y aceitu

nas. La agricultura es nula ó muy poco importante.

Fabrica telas de lana y seda, tapices y esteras : tiene pote— .ría,'hace jabones y esplota la tenerla. Comercía en ganados, algunos cereales, cera virgen, marfil,

oro en polvo. esponjas, goma, plumas &c.. que exporta. Importa joyería, calzado, quincalla, vidriería, perfumes, papel, tejidos de hilo, lana y algodon y productos coloniales.

.

Las monedas de Turquía son oficiales en Trípoli, y se usan todas las medidas de Túnez. La instruccion pública es nula en este país. ' MEDIDAS Y PESOS. De longitud_ . . . . . . . Itinerario . . . , . . . . . . Para líquidos . . . . . . . Para áridos. . . . . . . _ .

Draa, arbi ó pik. . . . . 0‘488 metros. Mil _ . . . . . . . . . . . . . ._ 1875‘000 idem. Bozza . _ . . . . _ . . . . _ . 2‘700 litros. Orbach . _ _ . . . . . . . _ . 1‘6‘74 ídem.

De peso . . . . . . . _ . _ . . Rotal ó rottolo . . _ . _ _

0‘4'97 kilogramos.

MONEDAS. Escdos. Mile’s. Pesos.

Cenizas.

WWW“

De plata . . . . . .. Mah bud . . . . . . . . . . ..

1

748 00

0'

87 40

Idem. . - . . ... . . . Mith cal druam de R’at.

1

964 60

0

98 23


(324)

ARGELIA.

Esta interesante porcion del Africa, conquistada en 1,830 por los Franceses, mide 720 kilómetros de E. á O. y 400 de N. á S. y tiene al N. el Mediterráneo, al S. el desierto de Sahara,

sin límites fijos, al E. el estado de Túnez, y el imperio de Mar ruecos al O. Su poblacion sube á 600,000 habitantes, de los cuales son indígenas como 400,000 y los restantes europeos: la

emigracion española entra por mucho en el rápido aumento de esta parte de la poblacion de Argelia. So divide entres departa mentos denominados de Constantina, que demora al E, de Algar

que ocupa el centro y de 071m que está al Oeste.

Produce el país muchos animales domésticos muy estima— dos, como los asnos, caballos, mulas, camellos y dromedarios:

bueyes, carneros, y cabras excelentes. El jacal, el leon y la pan tera vagan por el desierto. . . En parte del territorio se cultiva el trigo, el maiz, el millo, la cebada, el arroz, el tabaco, el algodon, plantas tintóreas, textiles,

oleaginosas y medicinales. En otras se obtiene el hierro, el co bre, el plomo argentífero, el antimonio, el zinc y el cinabrio.

La industria sericola, las esencias ‘y perfumes: las fábricas de papel : la destilacion de la remolacha: la explotacion del cor cho y la pesca del coral dan, con otras industrias menos impor tantes, buenos prod netos.’ . Comercia principalmente en los productos de su suelo é in dustria. La falta de agua y la profunda ignorancia de este pue blo mantienen la mayor parte del país en estado miserable; pe ro la instruccion pública comienza á difnndirse, los pozos arte

sianos traen con facilidad aguas abundantes á la superficie, y el clima es apto para fomentar la mayoría de las plantaciones de las Antillas. . Sus medidas, pesas y monedas legales son las del sistema

métrico decimal; apuntamos sin embargo las peculiares del país que son las mas usuales. . MEDIDAS Y PESOS. De longitud. . . . . . . . . Draa . . . . . . _ . . . . . . . 0‘500 metros. .ltinerariu. . _ . . . . . . . . Mil (milla) . . . . . . . . . . 1482‘000 ídem. Para, líquidos _ . . . . . . Kolleh . . . . . _ . . . . . . . 16‘66 litros. Para áridos . . . . . _ . . - Tarri . . . . . _ - . . - . - - . .

l9‘97 idem.

De peso . . . . . . . . . . . . Rothl (libra) . . . . . . . .

0‘516 kilogramos.


(.325) MONEDAS. I-'sczlos Milc's.

Pesos.

Genius.

N'w/N

N’

W

Nm

‘ DE cobra. . . . . . . . . . Mozounahm. . . .

1)

0'28 00

0_ 01 40

lle plata. . . . . . . . . . . Pataca chica. . . Dc 0r0............. Soltnni . _ . . . _ ..

U I;

235 G0 ‘¿(35 60

U l

11 78 63 ‘¿S

EGIPTO.

Este país llamado por los Aralies Missír y por los turcos El Kkabit, está situado entre los'paralelos 2; " 50’ y 31'’ 40' de

latitud N. y sus meridiauos extremos

hallan a los 90’ 18' y

101° 48’ al oriente del nuestro. Tiene al Norte el Mediterráneo, al Este cl istmo de Suez

y el golfo arábigo ó nur Rojo: al Sur la Nuhia y ai Oeste la Barbaria y Sahara.

Se divide en alto y bajo l‘lgtipto, eori ‘2.3 prcfecturas el pri meroy 10 el segundo, que comprenden una poblacion de cerca de 3 000,000 de habitantes. El Cairo es la «:ipital : esta, Alejandría

y Suez estan ligadas entre si por un camino dc hierro. La represa y canalizacion de riego del Nilo y el canal de

navegaciou que se esta construyendo actualmente por el istmo, son las dos obras mas grandes y mas henéiicas de nuestros tiempos. El Delta del Nilo es hoy, como ha sido en las épocas mas remotas, la porcion fértil del Egipto: ei resto del país se com

pone de areuales y de montañas tristes _v -iri las. interrumpidas de vez en cuando por alguu risueno uJsis. Entre las producciones minerales se distinguen el mármol, el granito, la sal de las costas _v el carbonato de sosa en los lagos de Natron. Entre sus productos vegetales se cuentan la morcra, el dátil, el higo, la china. las viñas y la cuña (le azúcar: el trigo,

el maiz y las legumbres: el can-amo, ei lino. el algodon, cl papi rus, la c.uña fístula, el sen y el tainarindo. I'll reino animal ofrece

el jacal, el perro montaraz, los cocodrilos y los hipopótainos; y los domesticados, bueyes, camellos, búfalos, ovejas, carneros &c. Sus

caballos se emplean únicamente en la guerra ó como objeto de lujo: los asnos sirven en los Viuges y trabajos ordinarios. La industria marcha en el país con lentitud ; pero los esmer

zos ilustrados del virey la impulsan con constancia y seguramen

te llegará á aclimatarse.


( 3'26 ) Comercio en los productos enumerados. café de la día/ta, en

simientes de lino y ajonjolí, goma arábiga, añll, cochinilla, lino de Bulaq y de Rosete, lana, ópio, arroz, &c. El virey ha fundado establecimientos de enseñanza pública,

museos de antigüedades y de geología, y trabaja con actividad en despertar el espíritu de este pueblo, cuya civilizacion es positiva mente la mas antigua de la humanidad. MEDIDAS Y PESOS. (1) De longitud. . . . . . .. Pik ó mekias . . . . . . . . Agraria . . . . . . . . . . __ Kirat , . . . . . . . _ _ _ _ __ Para áridos . . . . . . _ , . Rubba . _ _ . . _ . . . . _ . .

0‘5-5'2 metros. 185‘80 meta. cuads. 11‘29‘2 litros.

De peso . . . . . . . . . . . . Rottolo [libra] _ . . _ . .

0‘446 kilogramos.

MONEDAS. Escuds. Milés.

Pesos. Gentes.

MN W W w

¡’e plata . . . . . . . . . .. Karat . . . . . . . ..

0

S51 20

0

De oro . . . . . . . . . . . . . Sequin . . . . . . _ .

2

553 60

l . ‘¿7 GS

42 56

Ramona Paasu.

Lleva este nombre la comarca del Asia situada entre los paralelos 25" 45-’ y 393 30' _al N. y entre los meridianos 110° y

127° 33’ al E. del nuestro. Lo limitan al N. el Cáucaso ruso, el mar Caspi0 y el Turquestan independiente: al O. la Turquía

asiática: al Sur tiene el golf'o de Oman, cl estre’cho de Ormus y el golfo pérsico. y le quedan al Este el Afganistan y el Belu kistan.

'

'

Te/zemn es la capital de esta nacion, que se divide en 10 provincias v tiene 9.000,000 de habitantes. Los valles de Ispahan y de Chiraz son los mas fértiles de este reino, compuesto en su mayor parte de llanuras arenosos y

de montañas aridísimas. Al N. y al O. tiene los montes Elwend (l)

Loux líquidos se venden al peso.


( 327 ) y Ararat: sus rios no son ni muchos ni abundantes y el mayor de sus lagos es el de Urmia, que demora al N. O. del reino.

Las riquezas minerales que explota son el cobre, el hierro, el plomo, el mármol y el aceite volátil de nafta, que se encuen

tra en muchos parajes de la tierra, y particularmente en las in mediaciones del mar Caspio. ' En el país se cultiva el gusano de la seda, y se crian came

llos, caballos de raza superior y carneros de finisima lana. El albaricoque, el almendro, el granado, los higos, el moral y el melocoton dan allí frutas abundantes y sabrosas: por último se cosechan trigos, arroz, plantas medicinales, el pistacho ó al fóncigo, cáñamo, lino, algodon y tabaco.

Su industria se distiugueeu la construccion de lujo y mas particularmente en la de los subtes sos: hace chales de cachemira, telas de lana de llos, marroquíes, tapices, tejidos de algodon y de

de las pistolas que son famo cabra y came seda recama—

da de oro y plata, terciopelo, esencias y perfumes, y vidrios de

hermosos colores. Una parte de la poblacion se ejercita en la pes ca de perlas, en el golfo pérsico. Su comercio exporta los productos del país y de su indus tri'a, é importa drogas, cochinilla, añil, té y porcelana de la Chi na, diamantes. marfil, estaño, hierro, pieles, café y azúcar.

'

MEDIDAS Y PESOS. (I) \

De longitud . . . . . . .. Itinerario. . . _ . . . . . . . De supeyïcic . . . . . . . . De volúmen. . . . . . . . .

Zarreh-arak . . . . . . ... Fersakhe ó Fersiuk. . Zarreh-murabe. .. . . . Zarreh-muaakal . . . . .

1‘0'2 6000 1‘04 1‘061

De “o

Men i hechte-abassi. .

2‘8l6 kilogramos.

p

''''‘"‘‘‘'' '

hezar'miscal . . .

metros. ídem. ídem cuadra. idem cúbico.

4‘400 idem.

MONEDAS.

Escuds. Miles. Pesos. Cantos. Www“

Dc co6rc............ Chahi.........

0

0'22 80

0

De plata..... . . . . .. Krau..........

0

440 80

0

22 04

Dc oro . . . . . . . . _ . . .. Toman . . . . . . ..

4

408 00

2

20 40

(1)

Tanto los líquidos como los áridos se venden al peso.

01 04


t 3'28 )

PRESIDENCIA DE BOMBAY.

Sabido es que el pueblo inglés posse casi toda la India, ora como amigo, aliado 6 protector de varios príncipes del Indostan, ora bajo su gobierno directo por derecho de conquista. Las comar cas de los aliados se denominan posesiones tng/tiritas, y las con—

quistadas posesiones inmediatas, cuyas denominaciones dicen bas tante que Inglaterra impera en esta vasta y rica porcion de la tierra. La presidencia de Bombay es una de las tres grandes divi siones de este imperio, que constituyen las posesiones mediatas de Inglaterra en la India. Tiene cuatro distritos y una poblacion de 2.500,000 habitantes.

La Capital es Bombay. sita en una islita del mismo nombre, próxima á las orillas del golfo de Oman y hácia los 19° de lati

tud N. y los 139° 21’lde longitud al Este de nuestra posicion. Su puerto es quizá el mejor de aquella parte del mundo, y puede contener, segun se dice, hasta mil buques en su seno. Tiene una

via férrea hácia elN. O. por Ponna y la costa de Coromandel, y cuenta ademas con cinco líneas de buques de vapor.

Culti'va el café, el papáver, la pimienta, el algodon, la caña de azúcar &c. y cría buenos ganados.

Exp0rta los productos de su agricultura. y de sus bosques é importa trigo. metales. telas, vinos y licores.

Se enseñan en esta Presidencia las lenguas orientales, las ciencias y las artes, en establecimientos vastos y provistos de to dos los elementos necesarios.

MEDIDAS Y PESOS (1) De longitud. . . . . . . . . Gos . . . . . . . . . . . . . . . De pero . . . . . . . . . . . . Serre . _ . _ _ _ _ _ _ _ . _ _ .

MONEDAS. Las de Bengala, sistema de 1835. (1)

Se usan tambien las de Inglaterra.

0‘686 metros. 0‘317 kilogramos.


(329)

PRESIDENCIA DE MADRAS.

Es la segunda de las tres grandes posesiones mediatas de la India inglesa: sus límites son al E. O. y S. el mar, y al N. la Presidencia de Bengala en parte, y en parte los estados de los príncipes indígenas que todavía conservan alguna. independencia bajo la proteccion británica ‘ Comprende esta Presidencia las provincias del Karnálico, de Coïmbatua. Maïsur, el Malabar, Canara, Balaghat y Sircars.

Se divide toda ella en 20 distritos y tiene una poblacion de 22.500,000 almas. La Capital, Madras, hácia los 139 4’ de latitud N. y 136°

29' al oriente, está enla costa de Coromandel, á las orillas del gol fo de Bengala. Su rada viene á tener de 8 á 9 brazas de Fondo á

las dos millas de la costa: á pesar de esto el comercio es activo. y los viajeros tienen quincenalmente los vapores de Calcuta á Suez y todos los meses las Mensagerías Imperiales. Un camino de hierro de 130 kilómetros facilita el movimiento interior. Madras rivaliza con Calcuta por sus establecimientos de enseñanza, sus institutos'científicos y sus publicaciones literarias.

El clima es caluroso pero sano. Exporta esta parte del In dostan, maderas, cera, algodon, pieles, salitre, azúcar y tabaco.

Son célebres sus pañuelos de IlIadms, conocidos en toda la Amé rica ; importa armas, papel, libros, hulla, metales, perfumes, mer cería, quincalla, lona y vinos.

MEDIDAS Y PESOS. De longitud....... . . Jtineraria. . . . . . . . . . . De superficie . . . . . . . . Para líquidos . . . . . . .

Yard ............ . . Cupuduturam . . . _ . . Kahni . . . . . . . . . . . . [se usan las inglesas]

0‘914 metros. 800‘000 ídem. 222‘96, idem..cuadrs.

Para árido:. . . . . . . . Pady . . . . . . . . . . . . .

1‘636 litros.

De peso . . . . . . . . . . .. Vis.

1‘400 kilogramos.

.........

MONEDAS.

La! de Bengala, sistema do 1835. " /

41


(330)

PRESIDENCIA DE BENGALA.

Esta Presidencia, última de las tres grandes divisiones del Indostan, tiene por límites al N. los estados de Maharadja, el Ne pol, Sikim y But.am: al E. el imperio de los Birmanes: al S. el golfo de Bengala y al O. el Afganistan y el Beluliistan. Contiene 1.000,000 de habitantes, y tiene por capital á Calcuta. asiento del

gobierno general de la india inglesa, y centro de estudios impor

tantes de antigüedades, letras, lenguas, ciencias y artes. ’ Posee el país caminos de hierro y hacen su servicio maríti mo las Mensagerías Imperiales. ‘

Abundan en este vasto territorio las minas de todas clases: se crian y explotan, entre los animales domésticos, bueyes, búfa los, camellos, dromedarios, cerdos, cabras, .carneros &c. Entre los indómitos se cuentan el elefante. el rinoceronte, el leon, el ti

gre y el oso: el boa constríctor y otras serpientes. El calor del clima, la constante humedad que proviene de sus lluvias y rios abundantes aceleran prodigiosamente la vege— tacion de toda especie de plantas. El bambú, la morera, las pal mas, el teak,éinnumerables otros árboles vienen allí con ex‘

traordinaria lozanía; el plátano. el arroz, la caña de azúcar, el algodon, el tabaco y el betel; las especias, las gomas, el añil, la

jalapa, el papavcr del opio, el lino, y toda suerte de granos se cul tivan con provecho. Su industria fabrica armas. construye buques, teje el algo don, la lana y sobre todo la seda: extrae el opio, tiene elegante potería, y hace la fina muselina de la. India, tan estimada en todo el mundo. Su comercio es muy vasto, pero la Inglaterra es la que lo hace en mayor escala. Bengala exporta trigos, azafran, y aza fran rumí, algodon,cúrcuma, marfil, diamantes y piedras pre

ciosas: granos oleaginosos, goma laca, aceite de ricino, añil, cá

ñamo de la India, opio, pieles al pelo y cuernos de res, sagú, se derías, salitre, arroz y azúcar. Importa mercaderías inglesas en particular: algodones, me tales y máquinas, mercería, ropas. quincalla, sal, &c.

El sistema (le monedas fué arreglado en todo el imperio in glós de la india, y es uniforme desde 1835. como’ sigue: la anna

=12 pice=0 S 02.8196 centavos: la rapid de la compañía de las indias=16 annas=0 S 45.1136 centavos. Para sumas mayo

res : el lago=100.000 rupias—-el crore=100 lagos ó diez millo nes de rupias.


(331) Hay tambien dos sistemas de pesos: peso de Bazar que apun

tamos mas adelante y peso defilctoría para el comercio internacio nal que es como sigue: . El chittack=52 gramos 92 centígramos. El serre=846 gramos 70 centigramos. El mrmd=33 kilógramos 862 gramos.

Es lo comun tomar 10 mand de bazar por 11 de factoría. El oro y la plata se pesan por la unidad llamada masclta=8 rot— tihs=32 ohan=0. gramos 972. MEDIDAS Y PESOS (l) Dc longitud. . . . . . . . . Itineraria . . . . . . . . . . Ue superficie. . . . . . . . De volúmen........ . . Para áridos. . . . . . . . .

Guz [vara] . . . . . . . . 0‘914 metros. Coss (milla) - . - . . 1829‘000 ídem. Chittack. - _.. . . . . . . 4‘1804 ídem. cuads. Depob . . . . . . _ . _ . . . 6*] 18 idem. cúbic. Pallie. . . . . . . . _ . . . . 5‘453 litros.

Serre ó Sihr . . . . .. P0808 de Bazar ' ' ' ' ' ' á Mand . . . . . . , . . . . .

0‘933 kilogramos. 37‘325 ídem.

MONEDAS. Ecds.

Mil/‘s.

Pesos. Ccntuv.

WNwWW.

Dc cobre . . . . .. 10pice.........______

0 046..

0

02 30

De plata. . . . . .. Rupia sicca (d

1835)..

0 964 ..

0

48 20

De oro... . . . . . Idem de oro ó Mohur. .

13 999 20

6

99 96

0.o

PONDICIIERY. \

Las posesiones francesas de la India son cinco: Chanderna gor. Karikal, Mahé, Ianaon y Pondichery, la mas importante y

el centro general de la gobernacion de todas. La poblacion total es de 216,000 habitantes, de los cuales 2,000 solamente son europeos, y la estension del territorio sube á 48,962 hectáreas.

Pondíclm'y se halla en cl Ïndostan, costa de Coromandel, bajo los 11° 57’ de latitud N. y 146° 5’ de longitud E. su puer to es una rada inmediata. ’ (1)

Los líquidos se venden al peso ó por las medidas inglesas.


332 ) Produce el manioc, cocos, granos oleaginosos, añil, pimienta, aceite de ricino, papaver, algodon, caf'é, betel y sobre todo arroz

abundante. Su industria consiste en establecimientos sericolas, en la ex traccion del añil, en tinturas, en tejidos é hilados de algodon, en

mantelerías, pañuelos imitados de Madras, fundicion y trabajos groseros de cobre.

La poblacion de Pondichery es de 40,000 habitantes entre los cuales no hay mas que 796 blancos; sin embargo en la Ciu dad hay colegios, escuelas de enseñanza mutua, y varios estable cimientos de earidad. Aunque en lo oficial rige el sistema métrico, apuntamos á continuacion las medidas, pesos y monedas que se usan en todas las transaccioneslen el país. MEDIDAS Y PESOS. De longitud. . . . . . . . . Itinerario..... . . . . . . De superficie" . . . . - . De volúm'en . . . . . . . . .

Yard (yarda) . . . . . Cupnduturam . . . . . . Congi . . . . . . . . . . . . . El metro cúbico“ . .

0‘934 800‘000 l3‘30 1‘000

metros. ídem. ídem. cuads. ídem. cúbic.

Para líquidos . . . . . . . Serre . . . . . . . . . . . . . Para áridos. ... . . . . . Mesune . . . . . . . . . . .

0‘484 litros 0‘748 ídem.

De 11030."... . . . . .. Mand....

1‘312 kilogramos.

.

MONEDAS. Escdos. Milés.

Pesos.

(lentos.

“WWW

De c0brc............ Cache . . . . . . . ..

0

003 80

0

00 19

De plata . . . . . . . . . . . Rupia . . . . . . . . .

0

912 00

O

45 60

De oro...... .... ... 8% rupias . . . . ..

3

192 00

1

59 60

—....——

IMPERIO DE LA CHINA.

La vastísima estension de este imperio, entre los paralelos 18° y 41°, y entre los meridianos 170o 57’y 1963 27’ al O. del

nuestro, comprende todos los climas de la tierra, desde los calo res del trópico hasta los frios polares, á causa de sus montañas que suelen subir hasta la region ¡de las nieves perpetuas. Con tiene toda suerte de riqueza mineral, mercurio,. plomo, estaño,


( 333 ) hierro, cobre, plata, oro, sal, bulla, piedras preciosas &c. Sus

bosques abrigan todas las razas de fieras y animales que viven en los demas continentes, y sus campos tienen todas las especies domesticadas y útiles al hombre. Todos los productos peculiares del Asia, y muchísimos de la Europa y de la América vienen espoutz’meamente, ó son culti— vados con minuciosp esmero en la China. Su industria es pacien

te, entendida y brillante. La civilizacion sui generis de estos pueblos es va'stísima y precede en muchos siglos, tanto en la par te moral como en la material, á la de los pueblos mas adelan

tados de la Europa. Su poblacion se estima en 400.000,000 de habitantes y el imperio tiene casi por todas partes ciudades, obras públicas, monumentos é instituciones dignas de un gran

pueblo. La capital del imperio es Pekin y su comercio, grande ya en los puertos, es mucho mayor aun en lo interior y en sus fron

teras.

La China no tiene monedas de plata ni de oro. Las barras de estos metales circulan en el comercio con la simple indica cion de su peso y cuando es necesario, se determina su ley, esto

es, la cantidad de metal fino que contienen. La única moneda oficial es la de cobre, denominada Tsien: es redonda y taladrada

en su centro: se enhebran por centenas, y en lugar de contarlas ó pesarlas; lo que seria largo, se miden á la vara. Los pesos como las demas medidas varían en este imperio

casi hasta lo infinito, no solamente de provincia á provincia y de pueblo ¡’t pueblo, sino de barrio á barrio y hasta de profesion á profesion. Las que anotamos son, sin embargo, las que se dicen mas generales. '

MEDIDAS Y PESOS. De longitud . . . . . _ . . . Ilinemriu. _ - . L . . . Para líquido: y áridos. De peso (l) . . . . . . . . .

Tchi . . . . . _ . . . . . . . Li . . . . . . . . . . . . . . . Ching . . . . . . . . . . . . Kin (libra) . . . . . . . .

0‘355 443‘75 1‘03 l. 0'605

metros. ídem. litros. kilogramos.

MONEDA UNICA. Escdus. f\\’\

Decobre...........Tsien ........ __ (l)

o

Milés. Pesas. I‘W\

NM

0lOO0‘

o

Ccnlvs. 1 y’ \

00 50

M Segun convenio cOnFrancia, tratado de 1858.


(334)

MONEDA IDEAL PARA LOS CALCULOS OFÍCIALES.

Ecds. ‘ Mii/3.»:

Pesos.

Camus.

w ¡N_.A_.—‘ Nxlx NIN

Lima‘ ‘z: . . . . . . . . . . . .. l0 tsien

Si

S00 ..

1

90 ..

JAPON.

El grupo de islas comprendido entre los paralelos 29° y 50° N. y entre los meridianos 143° y 165° al O. del nuestro. no constituye un imperio bajo un gobierno único, semejante al de Rusia ó Francia. como hasta ahora se había creído. Segun ha es

crito el Conde de Montblanc en 1866, las Islas del Japon compo 'nen una verdadera confiada'asian de Estados Soberanos bajo la

presidencia del Teneshi ó Mikado. Al parecer estos Estados vienen sufriendo una crísis de

transfbrniacion política que cuenta algunos años y que sus nue vas relaciones con Europa ha agravado sobre manera en nuestros

dias, dividiendo al país en particz'arios y en adversarios de los estrangeros.

Las Islas mas importantes del grupo son Niphon, Kiusiu, Ieddo, ‘y las Knriles Meridionales: todas están rodeadas por arre cifes y bajos muy peligrosos. La tierra es excesivamente monta ñosa, sugeta á terremotos frecuentes, y está llena de volcanes. La poblacion es de 30.000.000 de habitantes, que tienen

por ca'pital á Kioto residencia. del Teneshi ó Presidente. La fisonomía, la lengua y la religion de estos pueblos son distintas de la de la China, y se pierden, como su orígen, en las oscnridades de la historia. Su culto primitivo denominado Sinto, de que todavía no se tienen ideas precisas 'en Europa, se mez

cló hácia el siglo primero de‘ nuestra era con el Bud/(¿371/0, pro duciendo numerosos conventos de ambos sexos, multitud de

supersticiones y no poca ociosidad á causa de la vida contempla tiva: mas .tarde penetró en el país la doctrina de Con/¡1do y en

el siglo XVI los misioneros llevaron á aquellas 'tierras el cristia nismo, que hizo en poco tiempo numerosos prosélitos. Sin embar

go hácia 1590 hubo una terrible reaccion contra nuestro culto


( 335 ) que, segun los misioneros, costó la vida á 20,000 cristianos, y otra hácia 1638 en la que perecieron sobre 37,000. Desde entonces hasta nuestros dias la Religion católica, ó fué suprimida, ó no ha

hecho grandes progresos en el Japon. . El Japonés cultiva las letras, la poesía y la elocuencia, las ciencias y las bellas artes. Su imprenta da al país buenas y doctas obras. La mejor monografía del maíz y quizás la mas antigua.

con todas sus variedades, su cultivo y su explotacion, traducida al francés por Mr. Bonafous, se debe á, la pluma de un japonés. Las grandes ciudades del Japon son muy populosas y están

llenas de palacios. templos, puentes monumentales y numerosísi mas obras de arte. El clima es sano en general: los calores de verano no son

muy ardientes, á causa de las frescas brisas del mar. El suelo es muy poco fértil de suyo, pero el ingenio, la instruccion agrícola y la actividad de este pueblo industrioso suplen cn gran manera los defectos de la naturalezay obtiene de él los trigos, los granos y casi todas las frutas de la Europa: el moral de- que se hace pa pel, cl alcanlor, cl bambú, la laca, las gomas de barnices, el acei

te, el algodon, la seda y el té son frutos de su esmerado cultivo. El país tiene ricas minas de oro, plata, cobre, estaño, hierro,

hulla, sal, piedras preciosas y tambien se recojen perlas. En su industria se trabajan con arte y esmero los metales, se hacen es maltes, bordados, obras de laca, papel, y porcelana exquisita : se tejen el algodon y la seda. En los dias de la última Exposicion Universal de Paris, se organizaba un cuerpo (le enseñanza destinado á propagar en el Japon las ciencias europeas: tal vez en estos momentos se halla

instalada y dentro de breves años la juventud japonesa, apta pa ra progresar en todos los ramos del saber humano, se hallará á

la altura de la juventud europea. El país no tardará en recojer frutos sazonados de este noble sacrificio. MEDIDAS Y PESOS. De lpngitud. . . . . . . . Hiro [5 spiaku]. . . .

1‘5 [5 metros.

Itinerario . . . . . . . . . . . Ri (legua) 36 tsho. - 4140‘000 ídem.

Dc superficw . . . . . . . . Poo . . . . . . . . . . . . . . Para líguidosy áridos. Sh0o=10 ngoo.. . . .

3‘6443 ídem. cuads. 1‘800 litros.

Dc peso . . . . . . . . . _ _ . Kuane-mé. , _ . . . . . .

1‘750 kilogramos.

MONEDAS. Escuds. WN

Dc cobre........... Tempo . . . . . . .. I); plata . . . . . . . . . .. ltsliibu . . . . _ _ _. De oro. . . . .......... K0ban..-......

0 0 3

Milc's. Pesos. /W\

066 00 660 00 74000

W

0 0 1

Cmícs. W

03 30 33 00 37 00


(336)

AMÉRICA ( l). ‘

Cuando se tiene un Mapa del mundo ante los ojos, la vista recorre vagamente su estension, salva los mares procelosos, se desliza con indiferencia por entre los escollos de los archipiéla gos, y se reposa de momento en momento sobre los continentes.

En esta peregrinacion contemplativa, la historia de la huma nidad, esta Judía errante de todos los tiempos, pasa confusamen te por el espíritu y deja en el ánimo impresiones duraderas. En el campo de Marte, donde no hay ni océanos ni fronteras, donde

todos los climas se confunden en un solo clima, donde todos los hombres se tocan y se tropiezan como los habitantes de un mis mo hormiguero, donde todas las categorías se codean, se empu

jan sin disculparse, se hablan, se preguntan y se responden sin ceremonias, el mapa del mundo se estrecha, se anima al rumor

confuso de mil dialectos, y refleja la vida y el pensamiento de la sociedad humana, varia y distinta en la forma, idéntica en el fon

do de su naturaleza. Diriase que en este grande espectáculo, en este concierto universal de los hombres, hay como una revelacion expontánea, como una muestra inequívoca de la confederacion

necesaria de todos los pueblos: diríase que en la superficie del revuelto mar de las pasiones y de los intereses locales, ocultos en el fango del fondo, sobrenada al fin el espíritu regenerador de la igualdad, de la fraternidad humana. ¡Brillante alucinacion del

tiempo presente, realidad quizás de un futuro relativamente próxiino'. Entre tanto el Africa inexplorada se nos presenta hasta hoy, tal vez sin razon bastante, como una region adversa, inhospita laria, incivilizable, á pesar de los vivos resplandores que el Egipto (1) Las Medidas y Pesos que se usan en este Continente son, con peque ñísinias diferencias, las mismas que se usan en las Naciones Europeas que lo po blaron. Así, en las Repúblicas hispano-americanas subsisten aun as de España, hasta en a uellas en que ya se ha promulgado legalmente el sistema métrico decimal: e Brasil se sirve de las que introdujo Portugal, y en su mayor parte

los Estados—Unidos tienen todavía las de Inglaterra. Las repúblicas que han promulgado el sistema métrico son la. Argentina en 1857, Chile en 1848, y los Estados-Unidos de Colombia, que lo pusieron en vi gor desde 1854. El Imperio del Brasil lo pondrá en ejecucion en 1873.

Omitimos las monedas de todos estos Estados no solo porque en su mayor parte nos son bien conocidas, sino porque nos falta espacio para insertarlas.


(337) lanzó en otros tiempos sobre el mundo de los Hebreos, de los Griegos y de los Romanos. En nuestros dias la república negra de Liberia, nacida bajo el amparo de la verdadera libertad, y ani

mada por el soplo vivificador de la verdadera caridad cristiana, sin pensamiento ulterior de explotacion, exenta de esa funesta proteccion que la codicia ha cubierto hasta ahora con el cínico emblema del gobierno paternal, marcha por sí misma en pos de un brillante destino: vendrá un dia en que su civilizacion sea la civilizacion de todo un continente. El Asia por su parte, ple tórica de gente, gastada en lo físico y moralmente degradada, parece pertenecer completamente álo pasado. La Europa, do minadora del presente, pero malamente equilibrada por sus pro pias ambiciones, acotada como una heredad por una reglamenta cion mutiladora de las facultades del hombre, llena de teorías, sin criterio fijo y‘sin fé viva, dará todavía por mucho tiempo tor rentes de luz al mundo; mas no tiene campo estenso para una

gran multiplicacion de la especie humana, ni en general, libertad bastante para realizar sus nuevos destinos. La América, grande

como la mitad de los otros continentes, bien situada entre los dos grandes Océanos, con infinitos veneros de fortuna, con todos

los climas en una cualquiera de sus zonas, sin gente apenas, sin dinastías celosas y contradictorias, y con instituciones amplias

y generosas, que echarán con el tiempo fuertes raíces; la Amé rica que no limita las aptitudes, ni fuerza el espíritu de los hom bres en ninguna direccion esclusiva,es al parecer la tierra de pro— mision para la humanidad delos tiempos venideros. La Australia, á pesar de su distancia relativa, espera con seguridad los mis mos destinos. Ciertamente los resabios de la época de las conquistas sub sisten en los gobiernos europeos; pero los pueblos que tan cara mente han pagado siempre este cruento‘ sistema, no son al pre sente muy favorables á este modo sangriento y costoso de adqui

n'r: por otra parte las últimas tentativas que, bajo nombres dife rentes, hemos visto, y que pueden repetirse todavía, prueban que

la América de hoy no será fácil presa de estas cacerías. Si el con trato, acto moral iniciado por Guillermo Penn, y practicado en

grande escala por la Francia, por la España y en nuestros dias por la Dinamarca y por la Rusia no estuviera destinado á reem plazar las violencias de la conquista; la emigracion espontánea, cuyas proporciones crecen de dia en dia con los progresos dela navegacion, dará tarde ó temprano este resultado. Ya las corrientes pacíficas de la emigracion europea estan, digamos así, normalizadas hácia la América: las familias del nor

te, irlandesas y alemanas se dirigen en gran número con prefe rencia á los Estados-Unidos: la emigracion meridional, france ' 42


(338) ses, españoles é italianos, menos abundante, se encamina con mas

frecuencia á las repúblicas hispano-americanas ¿No es probable que una y otra corriente tomen mayores proporciones con el tiem pol Los pueblos de oriente que empiezan á ponerse en movi— miento ¿no llegarán tambien á fijar su atencion en el hermoso

porvernir que á todos brinda el nuevo mundo l Un fenómeno social digno de ser analizado nos presenta el vasto continente en sus dos grandes secciones : el poder (le asimila r.iun, tan fuerte en la una. tan débil en la otra ¿qué causas reco

noce? Al Norte emigran las familias completas, al Sur no van de ordinario sino individuos: las primeras descuajan los bosques. fundan la propiedad agrícola. levantan ciudades, promueven ln industria y fomentan la instruccion pública: se radican en fin y al cabo de pocos años miran esta patria adoptiva, como la patria definitiva. Es un hecho que si recuerdan el suelo natal es para invitar á sus deudos á seguir su ejemplo, y con frecuencia, para proporcionarles los mediosindispensables para emigrar. Los se gundos no aman en general el trabajo de los campos: se dise minan por las ciudades y los pueblos, y sus ocupaciones son por

lo comun la bodega, las novedades de París, la lencería, y algu nas veces, las artes y los oficios vulgares. La agricultura, la indus tria inventiva, la enseñanza pública, y el aumento de la pobla cion estable les deben muy poco; es notable que, aun cuando el

matrimonio ó el curso de sus negocios los rr.tengan en el país hasta su muerte, su pensamiento fijoes, casi siempre, redondear una fortuna, grande ó pequeña, para abandonarlo. . Atribuirá una virtud del clima este doble fenómeno, nos

parece poco acertado: ‘ni los climas del Norte son mas templa dos, ni sus terrenos son mas feraces que los del Sur: la estabili dad politica pudiera explicarlo, si ella no fuera parte del hecho mismo que se discute, y en cuanto á la prosperidad económica, ella es evidentemente una consccuenciay no una causa del fe nómeno. A nuestro juicio, la edncacion secular de una y de otra

raza, este clima moral mil veces mas poderoso que los climas físicos, encierra todo el secreto y la explicacion completa de estos hechos. Hubo un tiempo en que las razas del Norte, igno rentes, supersticiosas, y abandonadas, vivían tiranizadas por los

vicios y poco estimadas de si mismas y de los demas; las meri-, dionales brillaban‘ entonces por las artes, por las ciencias y por las armas; ni el clima de estos era'en aquellas épocas mas frio, ni el de aquellos mas tibio que al presente. Un gran concurso de circunstancias favorecía la educacion de los unos y los dotaba de

perseverancia; mientras que para los otros todo era adverso, y todo contribuía á mantenerlos en la oscuridad y el atraso.

Mas tarde, cuando todos los pueblos del mediodía olvidar


(339) ban sus tradiciones y abdicaban en manos 'de la tuerza sus «le

rechos, los pueblos del Norte pugnaban por robustecer y afirmar sólidamente los suyos. Las brillantes victorias que aquellos al

canzaban, en los campos de batalla, bajo el imperio de la obedien cia pasiva, no eran mas que las piras siniestras que alumbrabau

el principio de su decadencia, el oscurccimiento de surazon, la caída de sus libertades; el trabajo sangriento de las revoluciones del'Norte, por el contrario, era la dolorosa gestacion que anun cia 1:1 fecundidad: era la elaboracion del libre examen y de la libre manifestacion del pensamiento, con todas sus consecuen

cias. líll trono y el altar cmbargaban el cuerpo y el alma de los unos: “ Dios y mi derecho ” era la conviccion profunda y el re

sorte inquebrantable de los otros. Las bellas artes y las buenas letras olvidaron al hombre y se lanzaron á las regiones místicas, entre los primeros: la industria se despobló para poblar los cou ventos: el co nercio se redujo á compañías privilegiadas: la na vegacion decaida plegó sus velas: la guerra misma perdió su vi gor y su brillo y la prosperidad meridional, como la poblacion,

tocó en los lindes de la bancarrotay de la miseria. Por el contra rio, los hombres del Norte, llenos de su personalidad, dueños de

su pensamiento y de su actividad, y responsables directamente

de sus actos, fundaron su gobierno dentro de una esfera limitada de accion, dieron mas fuerza á la le

que al funcionario, y se

lanzaron con fé enla corriente de a discusion y del trabajo. Mientras los unos pasaban la vida rezando en las puertas de las iglesias y de los conventos, ó trabajando con la lentitud propia de los reglamentos y de los gremios, los otros oraban en espíritu y en verdad : exploraban atrevidamente, en el órden moral, el mundo de las ideas, y en el órden material, el mundo delas

riquezas.

Ambas razas poblaron la América y ambas trajeron á ella los efectos de su educacion respectiva. La revolucion moral de la primera estaba consumada y al trasplantarse al vasto campo de un nuevo mundo debia dar todos sus frutos: seguridad per sonal completa: raíces profundas al sentimiento religioso indi vidual y ancho campo á todas sus formas, es decir, á todos los

cultos: respeto ilimitado á la propiedad y por consiguiente go biernos electivos, contribuciones previstas y discutidas, y gastos

conocidos y eficaces para el bien de los gobernados: por último la libertad de reunirse, de pensar, de hablar y de escribir, así

como la libertad absoluta del trabajo en todas sus manifestacio nes, constituían la vida misma de estos hombres. Ellos la trans mitieron íntegra á las sociedades que fundaron en las comarcas de la América del Norte, saliendo de ella todos los bienes, como

en otro tiempo salieron todos los males de la caja de Pandora, y


(340) dejando en el fondo el deseo ardiente y la esperanza activa de un perfeccionamiento indefinido. ¿Qué obstáculos serán'bastan te poderosos para torcer ó pervertir sus brillantes destinos? Si la Madre Inglaterra, por una triste veleidad de los tiempos, se empeña ciegamente en coartar sus libertades, sus hijos engran

decidos por la virtud y por el talento, encontrarán aliados, le ha rán una guerra digna y vigorosa, y victoriosos sabrán marc har

con entereza por la senda de las naciones. El parlamento libre de la monarquía inglesa se convertirá facilmente en la cámara republicana: el gobierno supremo será mas brillante y mas pu

ro en las manos de Washington que en las manos de un Jorge. La libertad humana dará un paso hácia adelante, sin vacilacio nes y sin crímenes : el pueblo está educado, y el triunfo de sus derechos no será un pretexto para abandonar el trabajo, sino un grande estímulo para enaltecerlo y desarrollarlo.

Mas ¿cómo se habia educado este pueblo? en las luchas dolorosas y sangrientas de la revolucion inglesa: en las persecu ciones religiosas, en las violencias de los partidos políticos, en los combates de la libertad contra los poderes usurpadores: por

el martirio en las plazas públicas. por la abnegacion en los cam pos de batalla, por la. palabra en las calles, y en las tribunas, por la vírilidad y el sufrimiento en todas partes y durante un si glo entero.

Cuando por estos medios llegaba él á la madurez del pen samiento político, las razas meridionales, sumergidas en los abis— mos del despotismo, ignorantes de sus derechos, supersticiosas,

avezadas á las violencias de la conquista, sin resorte en la con

ciencia y sin amor al trabajo. comenzaban á despertar de su profundo letargo de tres siglos. En el año de 1810 aspi

raba Venezuela á la libertad en el nombre de la Filosofía, Mé jico en nombre de la religion, Chile á impulsos del masonismo: Bolívar, Hidalgo y San Martín eran, con sus escasos amigos, el

cerebro de toda la América de los meridionales: cl pueblo se guia á ciegas estos prestigios ó los combatia con furor, sin com prenderlos. La guerra civil debía devorar varias generaciones antes de que la antorcha de la libertad alumbrara con sus res

plandores los llanos y las pampas de un mundo semi-salvage, y presenciamos en nuestros dias los dolores de la regeneracion, con todas sus peripecias. Ellos no son, ni tantos, ni tan grandes co mo los que sufrió esa misma raza del norte, antes de abandonar la tierra de Europa, y cuyos progresos actuales, así en el uno co

mo en el otro continente tanto nos admiran. Cuando se estudian de cerca y sin pasion pueril los hechos, se reconoce que no hay razon, que no hay justicia alguna en exi gir de los Americanos del ‘Sur, lo que no han podido conseguir


(341) en igual tiempo sus propios padres, en ninguno de los pueblos meridionales de la. misma Europa. En 1789 comenzó la gran re volucion francesa y esta Nacion culta. fuerte y populosa no ha llegado á constituirse todavía: ella ha amasado con su propia sangre dos Repúblicas efímeras, un Imperio despótico y guer rero, una Restauracion sin simpatías, una Monarquía popular, y

otro Imperio vacilante, sin gloria militar y sin libertad política. ¿Ha llegado acaso para Francia el dia de la seguridad, de la li

bertad completa? ¿No está navegando en el proceloso mar de la revolucion? Ciego es el que confunda su estado político con la situacion estable de la raza inglesa: las costumbres públicas, esto es, la educaciou política de esta, está consumada; la de la

otra está lejos aun de su término: la una resuelve las cuestiones mas graves por la ley, espresion fiel de .la opinion: la otra man tiene todavía el interés de los partidos por la fuerza, la ley no tiene otro apoyo. Aquel pueblo la acata y marcha; ó la combate

en las urnas. la reforma y progresa: este la recibe, no la dicta; pugna contra ella, y la sufre ó la derrumba por la violencia, no por la discusion y por el voto. El sufragio de la. primera es res tringido, y sabe usar de él en su provecho: el sufragio de la se gunda es universal y no acierta á emplearlo como le conviene. Los Americanos del Sur no pueden haber adquirido en menos tiempo, mejores costumbres que sus maestros. Ellos han

resuelto en principio todas las dificultades sociales y políticas de nuestro tiempo y sus gobiernos están basados en las máximas de la verdad y de la justicia: les falta práctica y esta se ad— quiere en el ejercicio de la libertad. Las ambiciones turbulen tas que agitan de tiempo en tiempo :1 estos hombres, no son

eternas: ellas pasarán en la América del Sur como pasarán en Francia, como pasaron hace ya mucho tiempo en Inglaterra. ¿Qué motivo racional hay para que así no sea? Permaneciendo en la servidumbre es como únicamente no se f'ormaran jamás

hombres libres. Entre tanto no son sus trastornos, como suele pintarlos la

pasion de los estraños, ininterrumpidos: ha mucho tiempo que, fuera del campo de batalla, no se derrama sangre alguna por causas políticas: depuestas las armas, los hombres contienen sus

resentimientos de partido, y se guardan entre si las considera ciones de la amistad. El trabajo, escaso antes de la revolucion por las trabas sin cuento que lo agoviaban, se ha desarrollado

bajo el amparo de la libertad: lejos de decaer las grandes ciu dades, se mejoran y prosperan: los caminos de hierro comien

zan, y en algunas repúblicas como en Chile gozan ya de cierta importancia. Sus rios caudalosos, de orígen desconocido y de navegacion


(342) peligrosa se exploran en todos sentidos: su suelo fecundo repone con prontitud los males de sus guerrillas pasageras, y su comer cio, proporcional á'su poblacion, aumenta con lentitud pero sin interrupeion. Evidentemente, todas sus rentas, bien ó mal dis

tribuidas por los estados, vuelven á la circulacion y el trabajo se sostiene y aumenta.

.

La América del Sur posee escritores y poetas de primer órden, oradores elocuentes y diplomáticos versados en el derecho de gentes, de una habilidad y de una lucidez incontestables. La deuda de todas las repúblicasjuntas no es para imponer miedo á ningun hacendista, y todo el mundo tiene la conviccion. tanto

en Europa como en América, de que para enjugarla en pocos años no tanto necesitan los Sur americanos de un largo período de paz completa, como de costumbres morigeradas en todos los ra mos de la administracion. La ambicion vulgar de mando, los compromisos de una polí tica interior bastarda. y el desórden consiguiente en el manejo y empleo de las rentas son las causas principales del descrédito,

exagerado á veces por el interés y por la pasion, que de vez en

cuando se une al nombre de algunas de estas repúblicas. Su es casa poblacion relativamente a la estension de sus vastísimas Comarcas, y la índole, los hábitos y la poca instrnccion en los ramos mas útiles del trabajo, que caracterizan á la gran mayoría

de sus inmigrantes agravan un tanto la sitnacion. Mas todos estos inconvenientes carecen de raíces profundas. La. gran crísis de la libertad está consumada; las costumbres de la vida pública

enetran en el corazon del pueblo, los soldados indomables de

iiiindependencia, abrumados por la edad, bajan al sepulcro. ó abandonan con las esperanzas de sus ambiciones las riendas del

Gobierno. Las nuevas generaciones, mas ilustradas y menos avezadas á la vida de los campamentos. buscarán nuevas solucio nes á las dificultades de la política, y asentarán el porvenir de la patria americana en la instruecion de las masas, en la actividad del trabajo, en las luchas viriles é inteligentes de la opinion, ase‘

gurando así la paz y la prosperidad interior. Acaso á fines del presente siglo, los hechos infecundos y dramáticos de sus guer ras intestinas pertenecerán á la leyenda. como los hechos de su gran transtormacion se inscribirán definitivamente en la historia.

A juzgar por la fuerza espansiva de la Dre/noc; acia, y por la ma nera con que ya en nuestros dias se entiende y se practica la

Federacion de'los pueblos, no nos parece temeridad pensar que para aquella época, no haya en todo el vasto continente mis que una sola, grande, libre. poderosa nacion.


lll! El 3. Un Paseo en Gloho. Un meman y e\ Grupo X. Conclusion.

La Exposicion Universal ha sido un hecho tan grandioso,

tan complejo, y de tantas faces, que no es dado á ningun hom bre agotarlo por la narracion. Preciso es pues cortar, asunto tan vasto, por una parte cualquiera y poner un término á esta Memoria, que no lo abarcaría en su extraordinaria variedad,

por mucho que aumentara su volúmen. ¡Dichosos nosotros si en lo que hemos escrito se encuen

tra alguna que otra idea útil, y mas dichosos, si al terminar este trabajo, mas industrial que literario, mas hijo del deber que del gusto, logramos entrever los fundamentos de tantos prodigios, de tanta grandeza, de tantos y de tan rápidos progresos!

_

Mas hemos caminado demasiado en el vasto recinto del memorable campo de Marte :‘el Sena nos ha conducido con fre cuencia á Billancourt, y las vías férreas nos han dado rápido paso hácia Petit'Bourg, hácia Vincennes y hácia Evry-sur-Seinc. Cuantas veces, dentro del vasto Palacio, ó en las sinuosidades

del luminoso parque, ¿no hemos salvado, como por encantamien— to, otras distancias que asombran la imaginacion ? ¿ Cuántas ve ces no hemos pasado repentinamente desde los frios intensos de la Rusia, hasta los calores enfermizos del Africa,: desde el cen

tro de Alemania hasta el centro del Japon'! Tantas marchas y contramarchas, tantos viajes violentos é improvisados, siempre en un mismo plano y cargando nuestro cuerpo sobre nuestras piernas, fatigan al fin el espíritu, y agotan las fuerzas físicas. No se resienten menos las fuerzas de la bolsa, tan necesarias, si no

mas, que todas las otras para poder viajar con fruto .y sobre todo con placer.


(344) Hagamos pues un alto y tomemos una resolucion atrevida : quememos el último cartucho, es decir, el último escudo, pero

quemémoslo con honra. La superficie de la tierra nos ha di cho ya bastante: la invencion del scafizrzdro nos ha permitido ver al hombre marchando por sus propios piés por el fondo pro fundo de las aguas. La materia inerte, ya como es en sí, ya animada por el sentimiento de las artes, ya adecuada á las ne cesidades humanas por la mano activa y poderosa de la indus— tria, ha pasado como un brillante sueño por nuestra vista._ De

jémos pues la tierra y Iancémonos atrevidamente por los aires :

visitemos las tristes soledades que sorprendieron al ilustre Gay Lussac cn la mansion silenciosa de las nubes, y turbemos el repo so de las regiones superiores, ó aventurémonos en sus violentos

torbellinos. ¡ Creeis acaso que se necesita mas valor para nave gar por las ondas desconocidas dela atmósfera que para atra vesar el Atlántico? Si así lo pensais es porque no habeis te nido ocasion de comparar el Globo Godard, con la Almaa’z’a sal va-vida denominada sin igual, ó el Globo Gigante de Nadar con el bote Red, White and Blue (Rojo, Blanco y Azul) No lo dudeis, un paseo en globo es hoy mas cómodo y mas rápido que una vuelta po} la bahía : el rumbo es fortuito, independiente (1) El instinto hace, en los momentos supremos de un naufragio, de una tabla, de un mástil, de un tone], un Soba-vida: cuando las circunstancias lo

permiten se amarrsn entre sí estas cosas y se hacen balsas groseras á las cuales confía el náufrago la prolongacion de su agonía. Las víctimas han sido siempre numerosas en estos casos.

Hace tiempo que los constructores navales, y otros industriales se vienen

ocupando seriamente en multiplicar los medios de salvar á las tripulaciones y viageros en estos trances angustiosos: en la Exposicion eran numerosos los

ejemplares y los modelos de los Salva-vidas de todas clases que hasta hoy se han inventado, y no son pocos los que han ganado gran fama con los eminentes ser

vicios que han prestado ála humanidad en los momentos azarosos de una tem pestad deshecha. ó de un incendio voraz.

Los dos Salva-vidas que citamos en el texto han dado una prueba irrefutable de sus escelentes condiciones navales, y un testimonio mas del valor del hom

bre : ambos han atravesado el Atlántico, con asombro del mundo marítimo. El Red, White and Blue, mide dos toneladas y media, menos en verdad

que el mas equeño de los botecillos que circulan por nuestra Bahía; pero su casco es de hierro, de dobles costados y compartimientos vacíos, como‘ el del

Leviathan : tiene 8 m. de largo 21} de ancho y 1'20 de hueco: hizo la trave

sia desde Nueva-York hasta Londres en 40 dias, con arboladura de tres palos, y tripnlado por el Capitan Hudson, el Capitan Fitch y por la fidelísima Fanny, perra que murió de las fatigas del viaje antes de llegar á puerto. Cuando la fa milia y los amigos de Hudson querían disuadirle de esta empresa peligrosa. cl orgulloso marino respondía invariablemente “ los ingleses han atravesado el “ Océano en el Great Eastern, el mayor de los buques conocidos; yo quiero " atravesar el mar para mostrarles el mas pequeño". ¡En efecto los dos tripulan tes no cabian bien en la embarcacion l

La Sir: igual estuvo colgada á un clavo en la Galería de las Máquinas du


(345) dela voluntad, es cierto; pero los medios de tomar la tierra, 6 de evitar en las regiones superiores la tempestad, son seguros. Ya la muchedumbre de 200,000 espectadores llena la vas

tísima plaza de los Inválidos : los bancos, las sillas, las ramas de los árboles, los balcones de las casas inmediatas y hasta los di

ques del Sena están poblados de gente. ¡Qué grandioso espec— táculo! El Globo Gzgante (1), que Mr. Nadar ha construido á sus expensas. y que consagra á crear un capital destinado al es—

tudio de la atmósfera, sin cuyo conocimiento no es de esperar que se resuelva el gran problema de la navegacion aerostática, se balancea ya grave y solemnemente en medio de la gran pla

za. A medida que sus grandes pliegues se dilatan, el rumor de la muchedumbre disminuye: á medida que el coloso aéreo se

infla, que comienza á mecerse con solemnidad, que tesa las cuerdas de sugecion, cual si estuviera impaciente por romperlas para alejarse de la tierra, la respiracion del pueblo numeroso se contrae: ya atan la barquilla, ya el lastre, compuesto de sacos de arena, se' distribuye simétricamente en su interior y en torno de sus pretiles; el silencio es universal y profundo y no se oyen

sino los latidos de tantos corazones que temen y esperan : no rante la Exposicion. Es una Almadía compuesta de tres tubos puntiagudos, de goma elástica, llenos de aire, forrados de lona, ligados entre sí con bandas del mismo lienzo y consolidados por varios cuartones simplemente amarrados. Tiene como cuatro metros de largo por tres y medio de ancho, y navego con dos velas. entre Nueva-York y Southampton, haciendo esta travesía peligrosa

en 43 dias. Componian toda su tripulacion el capitan John M'ikes, y dos hom bres George Míller y Jerry Mallene. Unn simple hamaca daba descanso alterna tivamente á cada uno de los tripulantes, mientras los otros dos velaban. Es el primero obra dela invencion de Mr. Iwgersaíl, y construyó la segunda. Mr. Perry. ambos de Nueva-York.

¡ Feliz nuestro tiempo que piensa en estas obras y mas felices los tiempos venideros en que se habrá llegado á la perfeccion ! Vendrá un dia en que ningun buque se hará a la mar sin llevar consigo un número suficiente, pro—

porcional á su equipage, de estos Salva'vidas, últímay eficaz esperanza de los náufragos.

(l) Este enorme globo se compone de llS bandas dobles de tafetan blan co que tienen 70 metros de largo por 0‘60 de ancho; se han invertido en él algo mas de 7,000 metros de tafetan, que á 7 francos 25’ el metro. cuestan 52.500 francos: su altura total es de 45 metros : su capacidad 6,098 metros cú bico. Eleva en junto y por efecto del gus del alumbrado, un peso de 4,900 kilogramos. El viage que indicamos en el texto es el sexto de este globo. Sus otras as eenciones han sido dos en París, una en Lion, una en’Bruselas y otra en Ams

terdam. Los productos que se obtienen de estos espectáculos se consagran á una serie de experiencias hechas por una comision científica, con el objeto de estudiar los fenómenos meteorológicos en diferentes regiones de la atmósfera. La. barquilla de este globo es una casilla con diez ventanas. El piso, las paredes, la azotea y los pretiles son de esterilla de juncos, sugetas á una ar

madura sóliday liviana. Puede contener, ademas del lastre y enseres, de 14 á. 16 hombres.

43


(346) hay una mirada que no esté lija y como fascinada por el espec táculo, La tripulacion comienza a entraren la barquilla: Nadar,

hombre corpulento, brillante figura, gefe de la cxpedicion, es el primero que aprieta la mano de sus amigos, y se lanza en clla: luego le siguen, haciendo lo mismo, Camilo Dortois, capitan del Eolo, Simonin, de la escuela de Minas, Brieux de la Normal. Sourel, del Observatorio, Wilfrid de Fonvielle discípulo amado

del sábio Arago, y otros cuyos nombres ignoramos: á poco de esta despedida, aparecen ‘le nuevo nno tras otro en lo alto de la barquilla, despojadbs'del traje de sociedad, bajo la camisa de lana, garibaldina destinada á neutralizar el frio de las altas re

giones, y á dejar al hombre sus movimientos expcditos: cada cual ocupa su puesto: una señal trasmite las órdenes de partir: el lastre se derrama simultáneamente por uno y otro lado: la tension de las cuerdas es grande: la voz ¡larga! resuena con imperio; los viageros saludan á la multitud, que lanza un grito

prolongado, como había sido comprimido, y el Globo parte ma gestuoso á perderse en el‘ seno de las nubes nacaradas. ¡ Sensacion rápida indescriptible, como las alucinaciones de los vértigos! Cuando se marcha á gran velocidad en las vías férreas, los puntos distantes, los hombres, y las cosas trazan lí neas y fajas sinuosas, fantásticas á veces, pero nunca espanto sas: la razon conserva su dominio y por su propio esfuerzo res

tablece los objetos que la vista deforma; en Globo. las ilusiones ópticas, durante un momento, son vertiginosas: si mirais con

fijcza y con valor hacia el punto preciso de partida, os creeis in

móviles en el espacio, y veis descender con asombrosa rapidez, con precipitacion inmensa, el suelo, los hombres y los árboles; las manzanas pobladas de vastos edificios, las torres puntiagu das, las cúpulas soberbias, cl barrio populoso, la inmensa Ciudad misma se hunden á vuestras plantas, por una vertical sin fin, hasla caer en un abismo oscuro, como en la noche final de los eataclismos. Si la barquilla se moco, se oblicua, los edificios y

todas las cosas parecen moverse, quebrantarse, salir de su asien to y sepultarse cn un antro de ruinas espantosas! Pero la angustia de este vértigo opresor es poco duradera:

en cortos segundos el Globo se aleja del lugar de la catástrofe aparente, y nos lleva á una region de equilibrio en donde ni su be ni baja: allí marcha tranquilo en una misma zona, á merced

de los céfiros, y nos permite contemplar el bajo mundo: ¡Pai

sages singulares! Los peñascos escarpados y escabrosos, como las planicies áridas.. parecen arenales; son superficies llanas á la vista, de color mate, que apenas se distinguen por un claro

oscuro vago y. dudoso: las vastas florestas que cubren muchas leguas, parecen porcioncillas aisladas de yerbas delicadas, de


(347) pastos artificiales: los rios caudalosos semejan, de trecho en tre cho, cintas de seda blanca, estrechas como cintas de hiladillo que reflejan con fuerza los últimos rayos del sol: ¡Cnán peque ño parece entónces el gran dominio. la gran peana del hombre!

¿Y es e80, se dice uno á sí mismo, es e30 lo que ¡anto se dispu tan entre sí los poderosos del mundol. . La voz de mando interrumpe las reflexiones silenciosas á que cada cual estaba entregado. Una nube sospechosa que abar caba el distante horizonte y marchaba con velocidad sorpren dente. anunciaba con rumor estraño la tempestad,—¡Arriba.' ¡Arriba! ¡ Fuera 10.51776.’ exclamó con fuerza el capitan, y al pun

to se vaciaron en la atmósfera numerosos sacos de arena: la inmensa máquina, libre de aquella ligadura'misteriosa que por tantos minutos la habia retenido en una misma zona, pareció comprender el peligro que nos amenazaba, y en brevísimos ins

tantes, como de un salto poderoso. se elevó á otra region mas alta y mas serena: el barómetro bajó con rapidez, el termóme-. tro descendió de+12° á 4° bajo cero; las agujas de inclinacion y

de declinacion sufrieron una larga perturbacion antes de encon— trar de nuevo su equilibrio; por último, el estampido agudo de

los rayos, la luz siniestra de los relámpagos, que á veces ilumi naba el Globo. y el estruendo sordo y lejano de los vientos, comprobaban que no habian sido vanos los temores del Areo—

naula que nos dirijia por los tristes desiertos.de la atmósfera. En estos momentos, una curiosidad irresistible nos arrastró á con templar de nuevo los abismos: el espectáculo era terrífico y su— blime ¡sobre nuestras cabezas una atmósfera suavemente azul, y diáfana como el cristal mas puro, daba libre paso á nuestra

vista hácia la region infinita de los mundos, y nos permitia dis tinguir con claridad, á pesar de los rayos del sol, las estrellas de 3*.‘ y 4‘.‘ magnitud: hácia el oriente, la oscuridad nos parecia cercana y creiamos que estaba próxima á envolvernos en sus negras alas: hácia el occidente el sol nos of‘recia una inmensa bola de fuego que caía con lentitud sobre un horizonte lejano,

tras del cual iba á sepultarse para siempre: en fin. hacia nues tros piés, mil y mil ondas de colosal magnitud se sucedian con rapidez, afectando ora un marde llamas, ora inmensas mon

tañas de humo denso, ora profundas cavernas de una oscuridad completa! ¡Ni un ave surcaba por los aires! ¡N' un solo hombre desplegaba sus labios en aquellos momentos solemnes! . . Por un movimiento instintivo me acerqué mas de lo regu lar al viagero á que estaba mas próximo. Sin hablarme, com prendió sin duda mi asombro, y sin mirarme tomó y apretó suavemente mi mano: contemplaba con intensidad un pequeño

instrumento que tenia en la izquierda, y calculaba de memoria: /


(348) era un aneroide de bolsillo, de una construccion en extremo de licada. Tenia este hombre como de 55 á 60 años de edad; su semblante era sereno sin afectacion, impasible pero simpático : su estatura era regular, su contextura fuerte, sus ojos azules, y su cabellera empobrecida y blanca. Su traje, tan distante de la

moda como del abandono, era sério y brillante. Cuando concluyó su observacion y sus cálculos, me miró

con interés y me dijo con familiaridad. .“La tempestad va de

“paso: ha sido grande y recorrerá algunos centenares de leguas; “no quiera Dios que descienda á los campos!” ——Hemos corrido un gran riesgo! “Si: me replicó, el riesgo de morir en el aire . El mismo “que corremos á cada instante y en todo lugar ¡ qué diferencia "hay entre morir en la tierra, en las ondas amargas del mar, ó

“en la region de las nubes? Desde un punto cualquiera del es “pacio, desde un instante cualquiera del tiempo, hasta la inson

“dable eternidad, hay siempre la misma distancia. Y luego, Se “ñor ¿sabeis acaso si lo que llamamos morir no es recomenzar "una vida mejor, mas intelectual. mas pura y mas duradera?” —Tenels una serenidad admirable en los peligros, y una fi-H losofía severa y cousoladora. “La serenidad se adquiere con la costumbre: me he fami “liarizado con estas ascensiones y be visto muchas veces estos

"terribles fenómenos. Estamos como a 4.801) metros sobre el ni “vel del mar: los Pirineos están bajo nuestras plantas, la rasan “te que pasa por ellas se aproxima al vértice del Monte Blanco “y estamos bien distantes aun de la altura del Aconcagua, y "mas todavía del Himalaya, desde cuyas cúspides se observan “tempestades muy frecuentes, mas poderosas y mas brillantes “que la presente. Por lo demas, añadió sonriéndose, soy A/eman’

“y no puedo ménos de tener algo de filósofo. Gracias á las elu “cubraciones pertinaces de mis compatriotas, he aprendido a “separar, siempre que es posible, el pensamiento, de las sensacio “nes vagas; la idea pum, de las imágenes confusas que la oscu “recen. ¡Vivir!. . vivir no es quizás mas que aprender: morir “es, tal vez, llegar á saber. Dios, el Universo, el Hombre, hé

"aquí el gran problema de todos los tiempos, de todas las gene “raciones: su estudio es el mas noble ejercicio de la vida, y de “be ser la vida misma. ¿ mas qué sabemos, miéntras vivimos, de “todo ello? ¡Apénas alcanza nuestro espíritu á deletrear estos “grandes nombres l. . Pero son ya las seis de la tarde y pronto “debemos bajar á tierra ¡esta ascencion no avanzará un solo

“paso hácia la solucion de la navegacion aérea! —Puesto que buscais esa solucion. sin duda que la creeis posible.


(349) “ ¿ Y por qué no l ¡ cómo negarla, cuando casi no ha comen “ zado aun su estudio! Yo preferiré siempre el IWZ miran; “ de Horacio, al tutto mega/‘e del Aretino: vos mismo, que me “ pareceis de las Colonias españolas, debiais tener presente. en

“ toda ocasion dudosa, el ¡quién sabe .’ de vuestro gran Calde “ ron de la Barca. ¿No son en efecto realidades. de hoy, las uto

“ pins de ayer? ¿ Quién sospecharía siquiera los hechos de Hér “ cules, ó las fuerzas de Sanson cuando estaban en la cuna 'l “ ¡ Oh l na’da significan las negaciones inconscientes de la cien “ eia oficial, de los tribunales de la opinion en estas cuestiones : “ aquí, en los límites de lo desconocido, no hay mas que dos

“ campos: el de los que fallan á priori por lo que saben, y en “ virtud de una direccion anterior é incontrastable de su espíri “ tu; y el c'ampo de los que‘ltienen la voluntad de saber mas, y “ sin abandonar la ciencia del pasado, ponen manos á la obra y

“ se lanzan en pos de la ciencia venidera: aquellos lo niegan “ todo: ellos negaron el movimiento de la tierra, y la tierra di ‘ ‘ vulga incesantemeute por los espacios la gloria de Galileo ¡ e “ pur si muore .’ ellos proclamaron como una aberracirm (le! equ’ “ rztu humano la idea de sustituir el vapor del agua á la fuerza “ animal, y ese vapor domina hoy _en la navegacion y en la in “ dustria y hace la grandeza de muchas naciones: ellos en fin,

“ imbuidos en la potencia esteriliza'dora (le la negaczbn, han de “ clarado en nuestros dias que transmitir el pensamiento á' dis “ tancia por medio de las fuerzas magnato-eléctricas, no pasaba “ de ser una brillante ilusion, y sin embargo, Morse, el bene “ mérito de la América, .habia dotado ya á la patria de

“ ‘Vashington, de los beneficios de los telégratbs!.. .... ¿Por “ qué pues habia yo de creer la palabra no de los quietistas de “ la ciencia? La ilustre familia de Ica/‘0. interrumpida durante

‘ ‘ muchos siglos, que reaparece con todo su vigor, con todo su d

6‘ ‘6

movimiento, con todo su entusiasmo, con todos sus sacrificios. buscando ese mas allá que anhelan los hombres, es, lo confieso con orgullo, la familia de mis simpatías.”

—Pero el problema de la direccion permanece estacionario. Estériles parecen hasta ahora los esfuerzos, por otra parte muy plausibles, que ha intentado la mecánica: la electricidad misma se declara impotente, si mis noticias son ciertas. Ni Jacobi en

Rusia, ni el abate Delnegro en Italia, ni Davidson en Inglaterra

han conseguido grandes resultados: no han sido tampoco mas felices Payne, Taylor 'y Page en América, el vizconde de La eressonniere en Lausana, W'agemann cn Francfort; ni Froment,

ni Armanjat, ni Paterson en Francia.

—“ Así es la verdad, por el momento; pero estos trabajos no “ serán infecundos: vendrá su hora. El elemento mecánico no


(350) “ representa, en el estado actual de la euestion, mas que la im

“ paciencia connatural al espíritu humano. que se despierta “siempre que se agita un gran problema. Obreros ardientes. “ quieren sorprender en su entusiasmo el secreto del porvenir:

“ ellos trabajan con ardor creyendo que de sus manos‘ va á salir “ la obra completa, como salió Minerva de la frente de Júpiter. "' Se engañan. pero allanan las asperezas del camino: sus obras “ serán parte de la obra : ellas no son esta; pero esta no será sin ‘ ellas. El rail existía á principios de este siglo, el carro tirado por caballos. rodaba sobre el rail conduciendo enormes pesos : “ la máquina de vapor funcionaba enla misma explotacion y “ frente á frente de uno y otro: por todas partes se hablaba de “ la conveniencia de aplicar el vapor á la traccion ¿ por qué pues “ no se aplicaba? Lo mismo sucedió con la navegaeion: todo 6

“ problema requiere un tiempo para madurar y un hom'bre para “' resolverlo. Pronto, muy pronto se consumará ese tiempo y " aparecerá ese hombre para la navegacion aérea. como apareció

“ “ “ “

Fulton para la uavegaeion marítima. No lo dudeis, el hombre que ha de reunir los elementos dispersos de la aerostacion. está próximo á llegar: un poco mas de estudio acerca de la atmósfera en la atmósfera misma, un nuevo giro á las aplica

‘ a ciones eléctricas, un propulsor que saldrá de los propulsores ‘

conocidos, un productor de hidrógeno, livianoy resistente, y el

“hombre, el hombre del nuevo elemento. no faltará á su hora, _

“ ni en su puesto .”

-¡ Quién sabe.’ iba yo á exclamar, cuando la voz del Capitan vino á impedírmelo ¡listo á las ¡mc/as : (i descender.’ él mismo tiró durante un momento de la cuerda, y mantuvo abierta, por

unos instantes, la válvula que corona el Globo. El gas salió con rapidez y abundancia á perderse en el aire y el Gigante comen zó á bajar con la velocidad de una flecha; mas á poco su movi miento de descenso comenzó á retardarse : eran las capas infe

riores de la atmósfera, que mas y mas densas cada vez, tendian zi mantenerlo en equilibrio. El Capital1 consultaba el barómetro de hito cn hito, y su mano abria de nuevo y con ('ircunspeccion la válvula: el globo continuó descendiendolentamente, hasta

que bajó á una altura conveniente para arrojar el ancla: esta

cayó al fin al suelo, y se arrastró un tanto por el césped, hasta que hizo presa hineándcse en un obstáculo. Poco despues, el

inmenso bajel de seda y de Juncos reposaba tranquilo sobre la madre tierra: estábamos en Longjumeau y el sol lanzaba sus últimos destellos hácia'las alturas, dejando libre el campo á las sombras, que lo envolvian con rapidez por todas partes. Mientras los areonautas acababan sus operaciones para ple gar la inmensa tela, ini compañero accidental de viage y yo nos


( 351 ) dirigimos á la estacion inmediata de la vía fe'rrea, para tomar

asiento y volver a l’aris. Guardamos silencio durante el trayec to: las emociones de la tarde nos inclinaban á una meditacion vaga y muda: nuestro espíritu parecia recogerse en sí mismo. Cuando estuvimos en nuestros asientos, dije, como ha

blando conmigo mismo: -—Evidentemente, el hombre es descendiente y heredero

forzoso de Anteo: su dominio es la tierra; solo cuando sus plan tas se afirman en ella se siente seguro, solo entonces respira con valor, solo entonces es fuerte y dueño de sus movimientos.

“ Y heredero tambien de Dédalo y de Icaro (I ), me repli “ có el viajero, bañando sus palabras en aquella sonrisa bonda “ dosa, que atenuaba admirablemente la contradiccion; en efec

“ to ¡’por qué despojaríamos al hombre de la gran conquista de “ los mares? ¿ por qué lo disuadiríamos de la conquista, mas im " portante aun, de la ancha vía de los aires, que ha emprendido’?

“ Por razon de seguridad- . . - ¡ fútil paradoja! La imaginacion

“ multiplica los siniestros: los tristes nombres de Pilatre-de “ Rozier, de Madama Armaut, la interesante é intrépida viuda de

' ‘ Blanchard, de Arban (2) y de algun otro, que han pereeido la mentablemente en estas aseensiones.dan una tinta lúgubre de

O. l

melancolía a la navegacion aérea, y hacen olvidar el número

ll

relativamente extraordinario de las ascensiones felices: desde

Charles y Robert, hasta Gay-Lussac y Biot, y desde estos has “ ta las ascensiones periódicas y regulares de nuestros dias

I

“ ¡ cuántos y cuántos hombres no han viajado por los aires sin “ el menor accidente! Se puede asegurar que ninguna de las “ desgracias ocurridas en el aire ha sido fatal, y que cada una

“ ha tenido por causa una imprevision ó una imprudencia, que

“ pudieron evitarse. En el Océano aéreo no hay escollos ocultos “ que rompan la quilla del baje1, á pesar de la incesante vigilan “ cia del piloto: las tempestades se ven venir de lé'os, lo mismo

“ y aun mejor que se ven en los mares; pero el bajel de los aires, “ mas rápido y mas libre que el mejor de los buques, puede es-' (1)

La parte científica de la antigua leyenda atribuye á Dedalo la inven

cion de la navegacion á la tela. Su hijo Icaro inventó unas alas para viajar por el aire : se fió á ellas y pereció en el mar que lleva su nombre. (2) l’ilatre-de.Rozier, el mayor entusiasta de la atmósfera. y su ayudan te Romain intentaron la travesía de la Mancha húcia 178'1. Una tempestad. se gun unos, un incendio, segun otros, destmyó (d globo y los estrelló contra la playa, á una legua de Bolonia. La Armant hizo su 67'. y última ascencion el 6

de Julio de 1819 : partió del jardin de Tivoli en un globo con fuegos artificim

les que debía quemar en el aire: el incendio la precipitó abrasadn sobre el te jado de una casa. Arban intentó pasar en 1847 de Barcelona á Italia, con poco

estudio de las corrientes adversas y favorables en aquellos parages y jamásse ha vuelto á saber de él.


(35.2) “—quivarlas casi siempre, y contempladas á sus piés, ó sobre su. “ cabeza, como desde el puerto mas seguro. Hasta que la in— —‘ ventiva del hombre no perfeccione el Ictíneo (1) que se

“ prosigue en España, y mientras la industria no lo propague, “ la navegacion marítima será inferior, en esta parte, á la nave

“ gacion aérea.” ' ‘——Comprendo esas ventajas relativas .v me persuado de que al fin el hombre acabará por vencer los inconvenientes con que hoy lucha la navegacion aérea. La filosofía. la observacion, las ciencias y la industria lo impelen de un modo irresistible en la gran vía de los descubrimientos, y ponen en sus manos cada dia nuevos y poderosos instrumentos, para realizar sus atrevidas concepciones: él posee la familia de los gases y los medios de aumentar y de disminuir fácilmente sus densidades: él gobierna

casi á su antojo las fuerzas misteriosas del magnetismo y la elec tricidad: la mecánica no le opone dificultades insolubles: nue— vas materias, debidas ya á la investigacion. ya al acaso, aumen

tan sus medios de accion y las probabilidades de buen éxito pa ra'su propósito; con todo esto, convendreis conmigo en que el

hombre se siente mucho mejor en la tierra,‘que en la mansion accidental y solitaria de las aves; mas sereno, mas seguro sobre su robusto trono, que suspendido en ese halo, diáfano y. casi im palpable, que lo rodea.

' “Disiento con pena de esa conclusion semi poética. En 10 “primero entran por mucho los hábitos contraídos: marinos hay “que sufren mucho en tierra, que no se sienten bien sino en la “mar: acaso cuando los hombres se hayan acostumbrado á vivir

“en las regiones puras de la atmósfera no podrán tolerar con gusÁ “to, ni el lodo, ni el polvo, ni la aglomeracion, ni el ruido, ni los “olores del aire infecto y corrompido de nuestras ciudades: pro— “bablemente la salud de los que vivan mas tiempo arriba. será “mejor que la de los que vivan abajo. Ya veis que, por esta parte, “no ha tratado la suerte de un modo peor á las aves que al .homw “bre: que el halo es preferible al trono.” “Por otra parte, si yo hubiera de pasar la vida temiendo á “los'peligros de muerte que nos rodean en este mundo, no vería “sin preocupacion las causas que amenazan sin cesar ese trono “que os parece tan firme, y cuyos fundamentos vacilan con fre “cuencia y tienden constantemente á envolvernos en humo y “llamas. ó á sepultarnos, aun en medio de los continentes, en las

“ondas saladas. Lasrevoluciones del globo que habitamos seña “lan su paso en todos tiempos de un modo terrible: esta pelícu- ' (1)

Blurlue a3} Sr. Monturiol destinado á navegar por debajo del agua.


( 353 ) "la terrestre, ó si quereis esta débil corteza, que os inspira tan “ciega confianza. es una insignificante capa de cenizas, una es.

“coria cuyo espesor tiene poco mas de tres milésimas partes del “diámetro medio del planeta; ella encierra una enorme masa

“incandescente en donde entran en una fusion turbulenta la pla “ta, el granito, el platino, y mil y mil sustancias que seguramente “nos son todavía desconocidas: aun cuando no fuera exacta ri “gorosamente la teoría probable de un inmenso calor central,

“siempre seria cierto que en el mundo subterráneo se desenvuel “ven acciones químicas, tempestades eléctricas, incendios pro “digiosos, cuya pujanza y magnitud apenas podemos colegir por “sus colosales efectos. Interrogad, si no, á esos testigos imponen

“tes de la destruccion. pasada ¿qué fué de las poblaciones tran “quilas que presenciaron las tremendas convulsiones, de donde “salieron esas masas enormes de montañas, cuya edad y cuya “posicion' relativas procura definir con claridad Mr. de Beau “montl Los hombres que, como nosotros, vivían confiados en

“el reposo aparente del suelo, y habitaban esas depresiones, “que se formaron é inundaron súbitamente, esas hondas abo “lladuras que llamamos mediterráneos, lagos y golfos, ¿ qué “seguridad tuvieron l Los mil volcanes extinguidos, los mil hvolcanes ardientes que tenemos a. la vista¿no han socavado “con furor las entrañas de la tierra? ¡ Qué inmensas caver “nas bajo nuestras plantas! Las habitaciones lacustres, esos de

“pósitos considerables de armas, de utensilios domésticos que “yacen hoy en el fondo de los lagos, y que el hombre encontra “rá tambien un dia, por muchas partes, en el fondo de los mares,

"nos dicen muy alto el valor real de nuestra estabilidad sobre la

“superficie de la tierra. l Un vacío súbito, una presion repentina "y escesiva en las hondas cavidades del planeta, pueden conmo

“ver vastísimas comarcas y sepultar en un instante las ciudades “mas populosas, bajo sus propias ruinas!” -——Teneis razon: en último resultado, el hombre está suje

to á desaparecer de esta brillante escena de la vida por mil causas fatales, independientes todas de su voluntad: el medio cn que le sorprenda el último trance, no tiene influencia. alguna en este su destino inevitable. Pero nos acercamos á la ciudad

de las luces y de los espectáculos: sus fundamentos parecen in móviles por el momento, ó por lo ménos, sus oscilaciones son

inapreciables; ellas no nos impedirán, si lo teneis á bien, que cenemos juntos, adulando al mismo tiempo los sentidos con el magnífico concierto que dirige Strauss, en el círculo internacio

nal del Parque. -—“De muy buen grado. La hora y el lugar de la invitacion “son muy oportunos.”

.

44


(354) -—Os aseguro con sinceridad, que de todos estos brillantes dias «le la Exposieion, ninguno dejará un recuerdo mas grato en

mi memoria; ninguno una impresion mas fecunda en mi espíri tu, que el de hoy. Considero vuestra amable compañía como un feliz hallazgo. ' —“Sabía, me replicó con su habitual sonrisa, sabía que los “hombres (le vuestra nacion han sido siempre galantesy caba

“llerosos por carácter; pero creía que no desplegaban estas “eualid:ules sino en el trulo con las damas; veo ahora que no sois

“nuÏnos (‘left.rentes para con la edad. La locomotriz ha llegado á “su termino : estamos en la eslacion del Parque. Bajemos.” —l3ujenios y adios zi la locomotriz por hoy. ¿Creeis acaso que este [nodo de traccion sea definitivo, ó ¡’1 lo menos, que esté destinado á una larga duracion, como sucede con las velas de

los burlues por ejemplo i —-"Xo por cierto; creo al contrario que está amenazado muy “de cerca por otros sistemas nacientes. Los capitales compro “mctidos, los intereses creados por los caminos de hierro son

“muy considerables, y las numerosas industrias que de ellos de “pendcn, defcnderán por mucho tiempo su dr/‘echo deposesíon; “mas no es imposible que sncumban ó se transformen. No rc

“cnrro para estas previsiones á 'la sorpresa que puede experi “mcntar de un momento a otro el mundo industrial con la apari "eion de una abundante produccion de las fuerzas magneto-eléc “tricas, aunque no sea ya posible desconocer que la hora está

“próxima. Auriol, ese cquilibrista singular que ha maravillado á “París con sus ejercicios rápidos sobre una bola, ese hombre, pa “recc haber traído al mundo una idea, un ¡tec/¿0 nuevo ¿Habrá “logrado fbeundarla, realizarla Mr. Rebours en su Wagon de

“platalormas Magenta, de peso fugitivo, como algunos 1o llaman i “lil alirma que por este medio, un niño puede conducir un con

"my ¡Virgin/o (kay/(3 París ri illmzsella, aun repasando en el trayecto “sin disminuir la rrlmriu’ml. Las economías consiguientes serian “cuantiosas. Los modelos no son siempre, á la verdad, una de

“mostracion iuconeusa de los nuevos principios, de la' utilidad “real de los ()l)j-‘i‘)5 que representan; pero ¡ guión sabel”. . .

- Si así fuera. resultaria contradiccion entre este hecho y los principios recibidos acerca de la gravedad, de los roza mientos. ‘le la inercia.

——"Dc ningun modo. Todo eso .que llamais gravedad, roza “micntos, inercia, revelaria entónces otro punto de vista;jamás “el hombre ha ago1ad0,jamas agotan’; todas las consecuencias “que encierra una sola verdad. El ‘Vagon Rebours, no seria, da “do el caso, mas que una (le estas consecuencia hasta ahora de

.“sapercibidas. De todos modos, los países que no han emprendi


(355) “do hasta el presente esas obras fecundas, pero costosas, deben “al emprenderlas sondear bien todas las ventajas y los inconve “nientes todos del problema . ” —Pudiera decirse, al ver como se suceden los inventos y como se reemplazan las ideas, que el gran conjunto de los hechos

que llamamos boy “cix'ilizacion." no esta destinado á satisfa cer, sino á estimular las necesidades físicas y morales de la es

pecie humana. N" el cuerpo ni el espíritu reposan: nn atan in cesante los compele y devora. Los inventos de hoy’ amaneeeu

envejecidos al dia siguiente. -—“1V7ÏZ act.um reputrms si quid superesset agena’um. En el ór “den moral, como en el órden fisico, es infinito lo que aun queda.

"por hacer. para pensar que el hombre pueda reposar sobre lo que

“ha hecho. ¿No es doloroso y sorprendente, al recorrer el Gru “1)0 X. de la Exposicion, encontrar de nuevo esta triste confe

“sion, pronunciada bajo la forma de un solemne voto‘ en 1852, “por el Gefe mismo de esta Francia. tan poderosa, tan culta y “tan poblada? Yo quiero conqaistarpm'a la religion, para la m0 “ral. y para el bienestar, esa gran parte de la poblacion que, en este

"país de y de creencias, N0 CONOCE TODAV'IA LOS I’RECEI‘TOS DE “JESUCRISTO! Y si esto pasa en el seno de la Francia, en el cora “zon mismo de la Europa humanitaria y sabia, pensad loque "será de los hombres en esas vastas comarcas del mundo, en “donde reinan soberanamento la ignorancia, la snpersticion, la

“esclavitud y la miseria. ¡Contemplad pues, la magnitud de 'la. "obra y decidme‘ln’ego si ba llegado el momento de reposo: si “el espíritu humano, satisfecho de sí mismo, debe descansar

“tranquilo sobre sus laureles! ” -—Vuestras palabras dilatan el campo de la idea y abren al pensamiento nuevos y hermosos horizontes. Habeis citado el

Grupo X, esta exposicion dentro de la Exposicion, que partici pa del todo y que parece uua entidad distinta: Os confieso que al querer sintetizar este hee/70 singular, nuevo en esta clase de concursos. mi espíritu divaga sin poderlo conseguir. ¿ lils el pre cursor de una de esas grandes revoluciones del sentimiento hu

mano, favorable al progreso del bien l ‘¿ Es una amenaza, una conquista ó simple y sencillamente, una restitncion justa, una reintegracion moral, del trabajador en los mas nobles beneficios

sociales? La significacion precisa del Grupo X se me escapa:

Sus siete clases (I) no me dicen lo bastante. —“ Ellas no comprenden ostensiblemente todo lo que, en su “ fondo filosófico, abraza este importante grupo. Son dignos de “ estudio esos numerosos métodos intuitivos de enseñanza que (1)

Véase la. página. 71.


(356) “ llevan con rapidez al espíritu de los niños los gérmenes de “ una instruccion sana y fuerte: como en su mayor parte tienen “ por objeto á las clases trabajadoras, niños ó adultos, casi todos

“ se distinguen por la economía de tiempo que procuran. Obser ‘ vad los progresos que se les deben : los hijas de los obreros 6a mineros y fundidores del Creuzot. presentan en la Exposicion “ de la sociedad de este nombre, una escritura elegante, una or

“ tografía correcta, cálculos bien resueltos, dibujo de máquinas “ de una ejecucion esquisita. No creais que en estas escuelas se “ deja el alma en las sombras; las relaciones entre el Criador y

“ “ “ “ “

la criatura, se explican y comentan con veneracion: el amor filial, el amor patrio, la fraternidad humana son objeto tam bien de sus bien calculadas conferencias; el trabajo manual es sin embargo el objeto principal de esta vasta asociacion. Como esta pudiéramos citar un número considerable de Sociedades,

“ que dispensan á sus obreros el irismo bien, en Inglaterra, en

“ Alemania y en una gran parte del resto de la Europa. ¿ Qué “ las mueve á restringir las horas de trabajo de la infancia ? “ ¿ Por qué se esfuerzan en cultivar con esmero estas inteligen— “ cias, durante una buena parte del tiempo que, en otras épocas,

"‘ se consagraba íntegro al trabajo físico”!

——Ciertamente por las mismas causas que han producido el gran movimiento de las Sociedades Cooperativas para proveer á las Clases laboriosas de alimentos sanos y de vestidos fuertes é . higiénicos, á precios verdaderamente módicos

—“ Y de habitacion modesta, pero amplia, pulcra, llena de luz y de aire: habitacion propia para hacer olvidar al hombre las fatigas del dia, durante las noches; de la semana. durante las fiestas, sin recurrir á los parages de la. corrupcion : la salud y la moral del pueblo se regocijan y aplauden cada vez que se construye una.” -—“ Notad bien el hecho. No es solamente el poderoso Em “ perad'or de los franceses (1), el protector de todos estos pen

“ “ “ “ “

(1) Ni las revoluciones, ni el carácter activo y generoso, ni la vasta ilus tracion de la Francia, han sido parte hasta ahora, para dotar á esta. Nacion de

una grande iniciativa individual. Hace poco [Enero de 1863], decía el Em-' parador: “ Cuando la iniciativa individual se ejerce con infatigable ardor, el " Gobierno se excusa de ser el único promotor de las fuerzas vitales de la Nacion." Añadamos que tal mision es superior á los medios y á la voluntad de cualquier

Gobierno, y por lo mismo, la mas peligrosa que los errores políticos han podido producir. Querer subrogar la actividad de uno ó de varios á la. actividad de t0— dos, es uerer un trastorno de la naturaleza. humana que anulando al ciudadano retardados progresos morales y materiales de la sociedad. En Francia el Go— bierno se reserva la facultad.de acordar á los ciudadanos cl derecho de reunirse para hacer el bien á sus cspensas, y aunque á veces les presta su apoyo material

con largueza, pocos son los hombres que se deciden á solicitar un permiso para


(357)

“ samientos generosos y trascendentales; no son únicamente las “ grandes explotaciones urbanas, agrícolas é industriales, las

“ “ “ “ “

que emplean el capital en estas obras: las fibras sensibles y el espíritu previsor de la Sociedad moderna se conmueven á. una en presencia de estos nuevos problemas. Ya los indivi— duos, con sus propios recursos, comienzan tambien á resolver los. ¿ No hubo un tiempo, poco lejano de nosotros, en que to

“ das las almas, como todas las riquezas, se eutusiasmaron á por— “ fía, y se volvieron hácia la ereccion de los Conventos. de las

“ Capillas y de las Ermitasl ¡Quién sabe si las Habitaciones

“ obreras, no llegan á ser una necesidad intensa de los tiempos ‘‘ venideros!” ' “ Como quiera que sea, puesto que el grande objeto es m0 “ ralizar al obrero, ennobleciendo su carácter por medio del ‘ ‘ trabajo, estas casas no son ni temporal, ni definitivamente

“ gratuitas; ellas se construy .n con las mayores condiciones de “ una estricta economía y se arriendan al precio mas bajo posi—

“ ble, ó se venden á los maslargos plazos que las circunstancias emplear su tiempo, su inteligencia y su dinero en bien de los demas.—De aquí que el pueblo francés no esté jamás satisfecho, aunque por todas partes se vea cierta influencia bienhechora del Imperio en las obras de la. filantropía y de la

caridad privada. Los pormenores de estas obras, de que hay datos y modelos, traídos de toda Europa, en la Exposicion, ocupan volúmenes y no caben en nuestra reseña. Res pecto de Francia y en corroboracion de esta nota citarémos con brevedad El Ins

tituto de los hermanos de las escuelas cristianas : las diversas Sociedades de ins truccion primaria .' las Asocíacionespolitécnica y filolécnica para los adultos : la Sociedad Franklin para la publicacion de buenos libros, y entre otras semejantes 1a Sociedad de libros útiles á la que el Emperador 1m auxiliado con 40.000 fran cos : la sociedad de proteccion á los niños de las manufacturas : las Sociedades wjpheonistas que, por el estudio de la música. despiertan en el obrero el sen timiento del arte, el gusto de lo bello, alejándolo en proporcion de la taberna.

Las habitaciones cómodas, sanas y baratas para los obreros, de que el Em—

perador ha presentado un ejemplar en la Exposicion, y de las que ha mandado construir fuera de ella grandes edificios : las del Creuzot, Blanzy, París y otras. entre las cuales las de Mulhouse han obtenido una subvencion del Gobierno de 30.000,000 de francos. La Sociedad de Préstamos de la info'nom al trabajo, bajo el patrocinio del Príncipe Imperial: la Sociedad central de salvmnentos de náufi'agos, bajo la pro

teccíon de la Emperatriz : las Oficinas de beneficencia á domicilio: las casas de huérfanos, las de locos, y sobre todas las de enseñanza. para los sordo-mudos y los ciegos. Todas estas obras del bien, implican en Francia la influencia. directa

ó indirecta del Gobierno. En Inglaterra existen sin esta circunstancia. En los Estados—Unidos de América hay pocas, porque todas estas necesidades se satis'

facen de otra. manera: " la igualdad completa entre el Patron y el Obrero, la “ libertad absoluta del trabajo, la profusion de la instruccion primaria, la inicia; “ tiva individual sin traba alguna, la actividad y la prcvision de todas las clases

“ difunden en el país el bieneslar público y privado ” segun la cxplicacion dada or el comisario de esta Naciou.—Véanso los documentos y memorias couteni— os en L’ Enquete du Dixiéme Groupe. París, 1867.


(35s) “ permiten, pero el inquilino ó el comprador tienen la convic " cion de que al llenar las cláusulas del contrato pagan el capi “ tal y los intereses, reintegran el valor de la finca.” —De este modo, .adquieren la propiedad por el trabajo ! Comprendo pues, que puedan decirse á sí mismos, con plena sa tisfaccion, esta habitacion en que se abriga mi familia, es el rc sultado de mis esfuerzos; sin el concurso eficaz de mis semejan tes yo no hubiera podido adquirirla, pero no he estendido la

mano para pedirla, ni he impuesto á nadie la menor privacion para obtenerla. Mas lo que no alcanzo á explicarme es, cómo con un jornal tan miserable puede el jornalero alcanzar estos resul tados. -“ Por la prevision y la economía. Las sociedades de socor “ ros mútuas que se han‘ multiplicado en el seno de todos los “ grandes talleres, de todas las explotaciones importantes. pro “ veen con profusion‘ en los casos de enfermedad: las cajas de “ ahorro, servidas con fidelidad, y utilizadas con severa constan “ cia, conducen al hombre pobre y laborioso, con mas rapidez

“ de lo que se piensa, á una situacion tranquila y desabogada. “ Por otra parte. son muchos los industriales y los grandes ca-— “ pitalistas que consagran una porcion de los beneficios del tra “ bajo á premios de estímulo, y á pensiones de retiro para la ve “ jez, ó para los que se inutilizan por una desgracia. ¡ N0 mas “ miseria para el obrero enfermo. mÏ 7mm arme! á quien [(1' edad ha “ condenado al reposo.’ ha dicho Napoleon III en 1850, y en “ 1866 ha repetido ¡ la industiia tiene sus herir/os, como la “ guerra .’ ” ‘

“ Añadid á todo esto los Baños y los Lavaderos públicos, " cómodos y salubres: recordad los Hospitales, los Manicomios, “ las Convalescencias, los Socorros á domicilio y los Salvamen “ tos de mar.”

“ Mirad ahora esas exhibiciones de aspecto serio, casi po “ bre, que se levantan modestamente no lejos de nosotros ¡ cuán

“ ricas de luz moral, de bien y de porvenir para el alma del “ hombre ! En la una encontrareis, durante las horas del dia,

" numerosos niños de menos de tres años, rodeados de infinitas “ precauciones para su seguridad y bienestar: cunitas y lechos “ cómodos y sencillos, andaderas seguras é ingeniosas, son los “ muebles de esta edad. Aseo esmerado, vigilancia continua.

“ celo incansable de la caridad son sus caractéres distintivos. “ Es este el primer grado de los Asilos modernos, casas dicho “ sas de verdadera maternidad. Aquí dejan las obreras sus niños

‘ durante las horas de trabajo, y aquí Vienen á lactarlos en los t ‘.

momentos de reposo. Entre los dos y tres años, pasan ya estas

“ criaturitas á los Así/08 de enseñanza, propiamente dichos. ¡Her


(359) “ moso y patético espectáculo ! Al compas de los cantos mas pu‘ “ ros y mas sencillos se elevan estas tiernas almas á las grandes "ideas: la Religion con sus máximas fuertes y profundas, la

“ Patria con todos sus dones, la creaeion con el lujo prodijioso “de su inmensa variedad, el respeto al trabajo, la costumbre del “ órden, el amor de la humanidad son los pensamientos que sir “ ven como de alimento continuo á estas preciosas reuniones de “ peqneñuelos. Ann no saben hablar y llegan á conocer los ele " mentos de la lectura, de la escritura, de la numeraeion y aun

" del dibujo. Vienen las horas de comer, y las cestas mejor pro “ vistas se colocan al lado de las mas pobres; el banquete segge “ neraliza, el padiente parte contento con el menea.termo, sin ha— “ cer alarde de su santa obra: la alegría se revela en todos los “ semblantes, y el contento general estalla entre bulliciosas es “ clamaciones ¡Verdaderamente el espíritu de Dios reina en es—

‘a tos Asilos de la caridad l ” -Imposible es que un alma sensible, medianamente cultiva da, no se sienta hondamente conmovida en presencia de estos espectáculos tan tiernos como sublimes. \ ——-“ Sí: involuntariamente el pensamiento vaga silencioso, sien

“ te las consecuencias evangélicas de estas casas de piedad, y se

“abandona á un movimiento de ternura inesplicable, como si un “ eco misterioso repitiera sin cesar ¡smile parvulos venire ad me .’

“¡Sí! en la infancia está la savia generosa dc la humanidad, “¡felices los pueblos que la cultivan con esmero; desgraciados “los que la desdeñan ó corrompen! Aquellos cogen frutos de vi “‘ da y de bendicion : hasta la sombra de estos es mortífera. ” (1) (1) Posee nuestra Capital, al cuidado delas Hermanas de la Caridad. una. Casa de Párvulos qucrcune todas las condiciones de que habla. el texto, y que

dispensa sus saludables beneficios á mas de cien criaturitas de ambos sexos y de

todas las clases de nuestra Sociedad. Debemos este bien, que será un ejemplo inolvidable en el País, al Excmo. Sr. D. Fray Pablo Benigno Carrion, nuestro Diocesano. Su nombre merece el respeto de nuestra generacion y pasará con veneracion á la. memoria de nuestros hijos, como han venido á la nuestra los Arizmendi y los Gutierrez de Cos, los Xiorros y los Rufos, verdaderos bienhe'

chores do la juventud y de la infancia del País. Una triste reflexion ha. asaltado siempre nuestro espíritu cuando hemos vi.

citado nuestro plantel de almas cándidas y puras. destinadas á recibir las si micntes evangélicas que mejoran el cornzon y el entendimiento, en esta edad feliz en que germinan sin obstáculos, para crecer despues lozanas y dar mas tarde frutos de vida y dc bcndicion : cn todas partes hemos sentido latir nuestro

pecho y rebosa!‘ de placer, ul contemplar sus efectos del momento, al pensar en su trascendencia ulterior. ¿ Por que salimos siempre tristes y melancólicos de la nuestra? Porque ella es para el hombre reflexivo una. demostraciou pun

zante. dolorosa de la fnnesta lentitud, de la ausencia. de entusiasmo en que ha caído el alma del País con respecto á todo lo que es moralmente grande‘ y bello. De otro modo ¿no hubiera tenido imitadores en la Isla su piadoao fundador!


(360) “ Pongo tambien en el grupo X. esa otra exhibicion que se “ intitula Proteccion á los animales, cuyos modelos, utensilios,

"cartillas y máximas contienen mas de una utilísima enseñanza. “ ¿Y por qué no la inclniriamos? ¿No entra acaso en el. mismo “ órden de ideas, no contribuye á aminorar el dolor, no propende “á mejorar la condicion moral del hombre, enseñándolo á no en “sa'ñarse brutalmente con los seres inferiores? ” “ Y esa otra que se distingue sencillamente por una cruz “ roja en campo blanco no merece entrar en la enumeracion?

“ está destinada a salvar á los hombres, en los campos de batalla, “de los dolores horribles y á veces de la muerte misma, por la “ pronta curacion de las heridas que en un momento de furor in “ sensato se causan en los combates. Las sociedades para socorro

“de los heridos militares se propagarán en el mundo, y cuando “sean fuertes. ejercerán quizas una grande influencia para evitar “guerras inútiles. Entre tanto, nada hay tan bello en el mundo " moral de nuestros dias como ese sacrificio del hombre, y sobre

"todo de la muger; sacrificio verdaderamente cristiano, que ar “ rostra las privaciones y sufre los inconvenientes de la disciplina “ de los campamentos, para. atenuar el dolor del soldado herido, “ ó para llevar un consuelo al alma que de este mundo se au “ senta.” “ Las incalculables producciones que da á luz diariamente “ la prensa; esa literatura de textos, de apólogos morales, de no 1 No habría en cada cabecera de departamento siquiera una de estas Casas, tan fecundas en placeres puros, tan ricas de porvenir para los pueblos? Segura

mente las madres puerto-riqueñas, tan tiernas como sensibles; seguramente los hombres acsudalados de la Provincia, tan proverbialmente generosos, no han visto estos Asilos de la infancia, ó no han meditado en sus magnas consecuen

cias. Si así no fuera ¡ cuán grande sería la responsabilidad que por nuestra inex plicable indiferencia, contraer-tamos para con Dios y para con la posteridad!

Igual deuda moral cabe á los Departamentos ricos de la Isla, en presencia de la casa de San Ildefonso, en donde bajo las alas de la caridad se salvan de la

ignorancia y de los vicios, numerosas jóvenes pobres. Débese esta en su origen á la iniciativa. de D. Julio L. de Vizcarroudo, cuyo pensamiento nobilísimo fué

prohijado, protejido con calor y llevado á cabo por el Sr Dean D. Gerónimo Usera, Gobernador del Obispado si mal no recordamos, por aquel tiempo. ¡ Oh Madres que amais á vuestros hijos, influid en vuestros Esposos ! ¡Oh hombres que teneis fortuna y valimiento, reflexiouad un tanto en las vicisitudes humanas! . . . . Pensemos todos que donde quiera que se abre una Casa de Pár

vulos, se cierran las puertas de un Presidio, que donde se erige ima Casa de San Ildefonso se inutiliza un triste establecimiento de Reclusas : pensemos á la vez en la. instabilidad de la inconstante fortuna, y asociados íntimamente trabaje

mos todos para multiplicar en nuestro País, en favor de nuestros semejantes, estos templos levantados por la caridad á la instruccion, á la virtud y al amor del trabajo. t Quién nos asegura que no necesitarán de ellos nuestros nietos, nues

tros propios hijos 1. . . . ¡Y cuán pequeño sacrificio, para cada uno de nosotros, en comparacion de tantos y de tan hermosos bienes l


(361) " ticias históricas, científicas y de viages, animadas, sensibiliza

“ ‘las por un grabado correcto: ese número infinito de Evange “ lios, de preces, «le votos religiosos que se reparten á manos

“ llenas por el mundo, como los veis repartir diariamente en el ‘ edificio del Parque que tenemos en frente; todo ese gran mo

vimiento de la parte sana de la literatura popular de nuestros ‘

dias, entra tambien en la grande obra. El espíritu del pueblo

se fortifica, su alma se eleva y su corazon se mejora.” —Comprendo ahora esos clamores que por todas partes se levantan pidiendo la reforma de las prisiones, la revision de las leyes penales, y hasta la abolicion de la pena de muerte. Una educacion que propeude á ennoblecer al hombre á sus propios ‘

ojos, y que intenta purificar su conciencia, es absolutamente in

compatible con toda institucion sensual, cruel ó deprimente. —“ Tencis razon: del contacto de la sensibilidad y de la con “ ciencia humana bien preparadas, brota una luz nueva é inten

“ sa que ilumina los horizontes mas lejanos. La ceguedad del ‘j entendimiento no es menos digna de conmiseracion, que la ce “ guedad de los ojos. La pena de muerte, en materia política,

“ está ya juzgada; es el asesinato jurídico, y á sangre fría, im

“ puesto por el vencedor al vencido, el dia despues de la batalla. “ En general, la historia nos enseña que á estos actos de qruel “ dad la conciencia humana responde siempre con la apoteosís

- “ de la víctima, y con la idolatría dela opinion vencida. En ma “ teria comun, la pena de muerte está en tela de juicio: sus de “ fensores no pueden levantar esta objecion. " Si los Tribunales “ son falibles, si su mision es de reparacion y de justicia. ¿cómo

“ revocarán esta pena irreparable cuando se demuestre la incul “ pabilidad del reo aparente que la ha sufrido?” Creo firme

‘— mente que caminamos con seguridad hacia los sistemas peni “ tenciarios, purgados de los peligros de locura y enervacion, á “ que son, por desgracia, muy ocasionados. La sociedad conver

“ tirá un dia nuestros reos de muerte, en hombres arrepentidos: ‘i hará hombres útiles, en lugar de cadáveres.”

-Intereafugit irreparabíle trampas .’ repliqué yo con marca da tristeza. Mi interlocutor lo comprendió, y apelando á su ingénua sonrisa, trató de imprimirle otro curso á la conversacion. Miran

do su reloj me dijo:

'

“ El sol es en este momento, nuestro antípoda. Hemos ce

“ nado: las notas del concierto han ido á perderse con sus ar ‘ monías, en las armonías mas admirables aun de la tranquila

“ noche, y no nos hemos apercibido de nada. Hora es, si os pa ‘ rece bien, de retirarnos. Las escursiones del dia nos demandan Á

el reposo de un sueño reparador.” 45


( 362 ) —Os acompañaré, si me lo permitís, hasta dejaros en vues tra casa.

-—“ Acepto el obsequio.”

Bajamos las escaleras del Círculo, tomamos carruage y ya instalados en nuestro. vehículo, se reanudó por sí misma la con versacion. —Me parece, Señor, que se .equivocan grandemente los que no ven en las causas del Grupo X mas que un interés di nástico del nuevo Imperio. Hechos de esta magnitud reconocen siempre un orígen mas noble y requieren una explicacion mas

grave. , —“ Mas razon tendrían en atribuir á esta causa los hechos “ todos de la Exposicion completa. Su explicacion sería quizás “ mas justa, si, á lo menos, atendiendo á determinados prece “ dentes, descansara en las propensiones socialistas que, en la

“ mejor acepcion de la palabra, se atribuyen en Europa al hom “ bre ilustre que dirije hoy los destinos de esta gran Nacion. De “ todos modos ¿qué otra cosa de puede hacerpueblo un grande para merecer las simpatías un gran cuandohombre la ac- l ‘í cion del tiempo y de las leyes ha enervado su iniciativa pro— pia, sino es promover y difundir el bien por todas partes, y, “ con as abundancia, en las clases que mas lo necesitan? Sus l‘

“ traba os personales, sus nobles actos, sus esfuerzos decididos . _ la condwzon l. . fzswa. . . y moral del puebla son Ñ uotorios, . . ‘ ‘ para mejorar ’

“ pero si no puede negarse que la buena influencia del Empera “ dor se revela por todas partes en este asunto, _dentro y fuera

'“ de la Exposicion, preciso e's tambien reconocer que el grupo “ X representa un gran movimiento moral de la sociedad mo “ derna.” —A la verdad, ese movi miento es tan esencialmente humani tario; quiero decir, tan nonnatural á la sensibilidad de nuestra

especie, que se hacen inconcebibles lo ‘tardío de su aparicion y la lentitud de su accion entre los hombres ¿Cómo es que los pueb‘los de la antigüedad, que tan grandes cosas hicieron, no nos han dejado niugun monumento en esta vía ‘l “ ¡ Imposible l Ellos no sentían en sí las fuerzas portento sas de la caridad, ni comprendieron nunca la ideafilosq'fico-eco H

6

6 Á

nómíca que encierra en sus entrañas el trabajo :. nosotros mis mos estamos atravesando un período de vacilacion, y tardaré mos mucho todavía en encontrar la alianza mas perfecta del sentimiento y de la idea. Grecia, cuyo vasto ingenio y cuya ín

C

dole suave pudieron ‘elevarla hasta estas hermosas concepcio

6n

nes, se abandonó á los sophistas y se perdió m'iserablemente

u

en un sensualismo tanto mas enervador cuanto fué mas culto. “ Adoró la forma en la muger, en el mármol, en la palabra y


(363.) “ hasta en la idea; pero no penetró jamís en .las regiones del “ sentimiento, no amó al hombre. Sus monumentos inimitables, “ así como los documentos que nos ha dejado en las letras, son

" hijos de un intelecto estético, nunca de una sensibilidad huma

“ nitaria. Sóphocles nos mantiene siempre entre las angustias del “ terror; rara vez conmueve nuestra ternura: la burla de Aristó

" phanes envenena ó mata, y la humanidad paga en sus manos, caramente, la risa cruel con que la engaña. Sus historiadores

narran admirablemente, pero sonembriagan impasibles, sino i ““ ran el dolor moral: sus líricos el cual ánimo en conocie el amor S ‘.

ó lo enardecen en los combates, pero no cantan jamás ni los

6

dolores ni las alegrías de la humanidad : todo en ellos es grie

“ go, ático, poco ó nada hallareis que os revele un sentimiento " universal, cosmopolita. En vano busca Sócrates á Dios, al al

“ ma y á la verdad; lejos de comprenderlo, su tiempo se escan “ daliza de tanta temeridad, y el Areópago de la sabia Atenas,

“ Sanhedrin de la época, extingue al soplo de una sentencia ini “ cua aquella luz viva que lo oíuscay ofende. En vano graba Pla “ ton con rasgos inmortales los caractéres indelebles del justo

“ sobre la tierra; en vano pinta con los colores de la verdad y de " la vida el cuadro seductor de la jeliddad moral del hombre, en “ vano en fin clama ¡desde el fondo de sus entrañas, y denuncia

“ al mundo aquella Caverna sombría y prolongada, triste habita a ‘ ‘.

cion de la inteligencia, en donde el hombre es una sombra. la verdad una. quimera y el bien una ilusion inaccesible ¿Quién

,

podia escuchar su voz sublime, y ayudarlo á mejorar la condi “ cion íïsica y moral del hombre? ¡Quién, cuando Aristóteles, la ‘ a cabeza mas fuerte de la época, tenia el corazon endurecido has

“ ta el punto de prescribir en su Poli/ica, como regla perfecta “ de' conducta, que “el amo debia enviar el esclavo á beber en el

‘ ‘ rio con las bestias! ” —Cuadro desconsolador que yo no esperaba. Talvez Ro ma, menos afeminada, de costumbres mas severas, mas empren dedora y fuerte dejó en gérmen alguna instituciou benéfica qu merezca vuestros elogios. '. “ ¡Ojalá ! Pero no, las il'sioues de la escuela, el entusias “ mo irreflexivo de la primera juventud, no son el criterio de la “ historia. Para los adoradores de la fuerza, Roma será todavía

" por mucho tiempo una sociedad deslumbradora; para nuestro

“ “ “ “ “ “

objeto, Roma es inferior á Grecia. La monarquía de sus tiem pos heróícos empieza bajo los funestos auspicios de la sangre de Remo derramada por la mano fratricida de Rómulo, y aca ba por el suicidio de Lucrecia, violada por la incontinencia de Tarquino. Tal es el resúmen de la historia moral de este pue blo: la sangre y la violencia oscurecen desde la cuna sus po


(364)

t

“ tencias; en su virilidad, bajo la república, es implacable y

“ cruel con la especie hn mana, en su senectud toca los abismos “ de la depravacion y de la bajeza hasta el punto de aplaudir á “ los Bárbaros que desprecian la p'ú'qmra de sus Césares.” “ Ocioso y cruel por educacion y por oficio pide á voces en “las plazas públicas pan y matanzas, Panic et circenses. Los “ grandes nombres que nos ha trasmitido no hacen vibrar jamás

“ las fibras sensibles del corazon : Paulo Emilio, aquel guerrero “ filósofo y melancólico, que se enternece con noble elevacion “ sobre la tumba de sus hijos, y que arenga á sus legiones con H

pureza y magestad acerca de las vicisitudes humanas, Paulo

S‘

Emilio entrega al saqueo setenta ciudades de la Macedonia y

í‘

reduce á esclavitud ciento cincuenta mil Epirotas !

H

aquella virtud áspera, extemporánea y sublime de la época, clama como un energúmeno (ídem/(1. es! Carl/go y nos parece oír un rugido salvage del pueblo romano, cuyo corazon feroz

laton,

“ anhela sojuzgar al mundo.” ' “ En lo interior no es menos horrible el ejemplo que nos ' ha dejado .ste pueblo. Recordad los tormentos de ln aristocra a‘n

cia bajo cl poder de tario, hombre ambicioso y brutal: re— cordad á Syla que manda degollar seis 'nil hombres, a sangre tria, mientras preside el Senado, .lore nu'l en l’rem sto. infini

dad en sus sangrientas proscripciones' Fulvia hiere con placer la lengua de Ciceron, cuya cabeza lívida la encanta: las ma trooas romanas aplauden asesinatos espantosos en el Circo. ‘¿Cómo pueshabl'amos de encontrar en este pueblo sensual y cruel. ocioso y sanguinario, monumentos de amor á la especie

“ humana ? ” “Era preciso que los hombres llegaran á comprender el doloroso y fecundo sacrificio del Calvario: era preciso que la

' voz del amor penetrara en el corazon de la humanidad, para ‘que se disiparan las sombras del mal que le ocultaban las fuen tes inagotables del bien que en sí encierra. Solo dentro de los “ siglos de nuestra era, y á pesar de la influencia antigua, pode 6‘

(f

‘l

H

mos reconocer ia huella augusta dela caridad no conocida por aquellos tiempos: el convento, el cláustro en donde el hom bre se retira del mundo para purificar el espíritu y orar por sus semejantes, el hospital para el enfermo desvalido, la escue la para todos, el respeto á la pobreza, la tolerancia de las opi

“ niones, el ennoblecimieuto del trabajo, el Asilo de los niños, " el mejoramiento de las prisiones, la atenuacion de las penas, y “ la igualdad de todos los hombres ante los ojos de un Dios de

“. misericordia y de justicia, Dios de paz y de amor que se hace “ hombre y da su sangre para rehabilitar nuestra especie, es la

“ grande herencia que nos legó Jesus con su palabra y con sus


(365) “ obras inefables. Cuanto mas se penetre de ellas nuestro es “ píritu, cuanto mas profundamente se grabe.n en nuestro corazou

‘ ' tanto mas fácil nos será practicar el bien y legar á nuestros “ descendientes mayor suma de ‘felicidad. ” —Pura y eficaz es vuestra doctrina; pero presumo que así

como hay hombres bastante pobres para no poder ser útilesá los demás, así tambien hay pueblos sin recursos suficientes para

emprender esa brillante carrera del bien. ¡ Hi país, por ejemplo, la Isla de Puerto-Rico donde ví la luz dcl dia, carece de medios,

es un país pobre para aspirar a tanto !

.

“ Ni hombres ni pueblo hay que no pueda llevar su piedra “ al edificio. Me sorprende, por otra parte, la calificacion de po “ breza que dais á vuestro país ‘No he visitado su interior, bien “ á mi pesar, aunque estuve cerca; pero he visto el ganado que “ exportais, y he probado su carne delicada en Kingston; sé

“ que vuestros pastos son escelentes: en Nueva-York he tenido “ ocasion de ver vuestros azúcares abundantes. y hace muchos “años que Trieste, importa, para consumir _v para reexportar,

“ mucho Café, de vuestro país No me esplico pues esa. pobreza “ que os entristece ; sin duda ella proviene de algun vicio radi

cal en la distribucion de los beneficios que deja siempre el “ trabajo. Tai vez, añadió con su sonrisa atenuantc é insinuativa, “ tal vez vuestra “ Economía pública,” como " vuestra economía “ privada” no son tan rigurosas en su aplicueion reproductiva

“ como conviene á vuestras necesidades. . . ” Aquí terminó nuestra conversacion : habíamos llegado á su casa: Nos apretamos entrambas manos con

ternura, cual si

nos hubiéramos conocido siempre y como en señal de un adios indefinido : cambiamos m eslrax' [urge/as que llevaban por el an verso nuestros nombres, por el reverso nuestras fotografías res

pectivas, y nos deseamos felicidad recíproca.

Eran las dos cuando entré en mi cuarto: me acerqué á la luz y leí su targeta, G. [mil/m‘, Pro/¿verde [nah'Marion Prmzaría, Berlin. ¡ Ah! me dije, cuando los pueblos tienen Profesores co mo este hombre para la instruccion primaria, pueden tener tam

bien fé en el bien y confianza en el progreso. Instintivamente murmnré entonces este pensamiento, mo dificándolo sin advcrtirlo r “¡ Heureux [es ¡’mp/cs eniplis de pienses pensées l”

; Felices, sí, felices los Pueblos llenos de piadosos pensamientos l


(366) 'D

. ocos momentos despues estaba en mi lecho: ni dormía, ni estaba despierto. La Exposicion Universal había terminado para mí, y aunque todas las maravillas del espectáculo desfilaban

confusamente por mi espíritu agitado, no eran ellas las que me inquietaban. Sentía ademas una necesidad moral profunda. un movimiento de gratitud que desbordaba mi corazon. Desde lo

mas íntimo de él daba las gracias mas sinceras, como las consig no en este momento, al Gobierno de mi País y á los hombres de

la Comision Provincial (l) que tan benévolamente me eligieron á fines.de 1866, para ir á París; sin su bondad, yo no hubiera -

gozado de las bellezas de este gran certámcn, ni mi entendi miento se hubiera poblado de nuevas ideas. No menos debo á los Excmos Sres. Conde de Moriana y Marqués de Bedmar,

comisario y vice-comisario regios, así como ¡’i los Sres. Ramirez y Echeverría, secretario y vice-secretario de la comision nacio— nal, cuyos ausilios han sido para mí preciosos. \

Ademas, pensaba yo en aquel momento, como lo publi co ahora con placer, sin la eficaz eooperacion de mi ins truido, inteligente y laborioso amigo D. Luis .Padial y Vizcar rondo, mi inseparable compañero de trabajo (2) ¿cómo hubiera

yo podido clasificar y analizar tantos objetos, reunir tantas notas y llevar á cabo esta Memoria, facilisima tal vez para otros, pero tan árdua como temible para mí i .

Pagado este necesario tributo de agradecimiento, .cjlí en

un sueño tranquilo y alegre, cual si entrara de nuevo en la feliz oscuridad de mi retiro, de donde ciertamente no hubiera yo sa

lido sino en virtud de un deber. ¡ Plegue á Dios que haya acer tado á cuzrplirlo! (l) Componían esta Comision los Sres. D Rafael Lopez Ballesteros, ‘2° Cabo de esta Isla. Presidente.——-Vocales: l). Manuel Sanchez Nuñez, Director de Obras públicas —Ingeuicro de Montes, D Juan Fernandez Ledon.—Arqui teeto público. D. José I. Hernandez —D. Alejandro Jourdan. y D. Francisco Barceló. Vocales de la Junta de Agricultura, Industria y Comercio —D. Fran cisco Lopcz Bago, D Manuel Andino, D. José J. Acosta, l). Antonio Vizcar rondo, D. Juan J. Mangual, D. Juan J. Gorbea, D. Uairlos Gautier, y D. José (_‘‘. Fajardo, miembros de la So ¡edad Económica. (2)

La parte mas importantc'dc los estudios que D. Luis Padial mc ayu

dó á hacer en la Exposicion, además de los.que lic utilizado cn este trabajo, se ha quedado por falta de tiempo en la sombra. Tuvimos cl pensamiento de hacer y de publicar juntos una. obrita “ Armas cn la Exposicion ”: los interesantes y abundantísimos datos que llegamos a reunir sobre este asunto á él se deben. No me ha sido dado incluir en este trabajo ni siquiera un artículo que los diera á conocer en extracto, como era mi intcncion. ¿'l‘endrémos en lo futuro ocasiou propicia para realizar nuestro pensamiento 1. . . .


INDICE DE LA MEMORIA. PARTE PRIMERA. Piernas.

——..

Asus'ros.

I.

lntroduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

II. III. IV.

Descripcion del Palacio y Parque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jardin Central: pesas y medidas : estatuas . . . . . . . . . . . . . . . Historia del trabajo. Galería sin número . . . . . . . . . . . . . . . .. Francia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Paises-Bajos, Prusia, Austria. España, Portugal . . . . . . . . . . Dinamarca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rusia, Trabajo británico antcriora 1_S00 . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rumania. Estados Pontificios, Italia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Egipto . . . . .

. . . . . . n - . . . . o . . . . . . . . . . . . . ' . . . . . . . . . ' ..

‘Galería 15—Bellas artes. Grupo 1.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Francia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Países-Bajos, Bélgica, Baviera, Suiza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Prusia‘. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ _ . . . . . Gran Ducado de Hesse, Gran Ducado de Baden . . . . . . . . . , . VVurtemberg, Austria, España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Portugal. Grecia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Dinamarca, Suecia. Noruega, Rusia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Italia y Estados l’ontificios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Estados-Unidos, Brasil, Confederacion Argentina. y Perú. . . ' Gran Bretaña é Irlanda y sus Colonias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . VI. Galería 2‘——Material y aplicaciones delas artes liberales. Gru po II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

VII.

Galerías Industriales.—Grupos III al X . . . . . . . . . . . . . . . . .

l 6 15 23 25 28 29 30 32 3. 39 40 43 44 45 46 47 48 49 51 52 55 64

PARTE SEGUNDA VIII.

PUERTO-RICO, en la Exposicion. . . . . . . . . _ . . . . .—. . . . . . . .

IX.

Motores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Receptores de fuerza animal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Molino de viento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Molino Mmrath . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Motores hidráulicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Turbina Scbielle.—-Eje vertical. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Eje horizontal. . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Turbinillas. . -, .................. --- ............... .. . Caballo de vapor ................................... - -

Máquinas de vapor ................................. - Máquinas fijas . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . _ . . _ . . . . . . . . . . -. Precios de diversas máquinas de vapor . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Locomotoras Rutcras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Motor Hicks .......................... _ - . ......... - . Otros motores ....................... ... _ _ . . . . . . . . . -.

'Generadores de vapor ............................... _ Economizador de Green ............................. -

Reguladores de los motores .......................... -. Cables Telodinámicos y Grasa Korf. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

72 78 79 82 85 90 93 96 97 100 101 102 110 113 125 130 .134 137 138 142


( 368 ) Asus'ros.

X.

XI.

Píslxu.

Artes y Oficios y Trabajos públicos ....................._ Construcciones...................................... _ -

147 147

Materiales........................... . .' .... - .'..... _ .

149

Carreteras ......................................... - n Bosques y Sierras ...... . - , . . _ _ . . _ _ _ . . . _ _ . . _ . . . _ , _ _ _ _ Hierro........................................... - .

156 157 158

Máquinas útiles en las carreteras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Puertos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - . . .

159 167

Scafandros ....................................... - _ . 'l‘répano ............ - -. ............................ _ _

108 170

Dragas y Bombas......................... _ -........ _ ._ Transportes, Carpintería y ebanistería. ................. - .

171 173

Alfarería.-- ....................................... - . Agricultura .......................... _ _. .......... - .

176 181

Seleccion y Razas, Estabulacion y Corrales.-... _ - .- - . . - - . Desagiies y Riegos ................................. --

1.85 188

Instrumentos de labranza y Arados de vapor . . . . . . . . . . . . .

206

Abonos y Rotacion de cosechas....................... _.

229

Precios de abonos é instrumentos .......... _ _ . .... . _ , . - -

242

PARTE TERCERA. XII.

Noticia sucinta y pesas, medidas y monedas de las Naciones.

Sistema Métrico decimal .................... . --_ - . Europa. . .Italia . . . . . . . . . . . . . . _ . . ..' ................ _. —... —

Estados-sardos ........................... - Toscana .......................... - - . . . . . . . Venecia .................................. _ -

260 262 264

-—

Ex-rcino dc las Dos Sicilias ...... “.-., .... _.

267

— — —

Estados I’ontificios .................... -..- -Portugal ................................... _ . Gran Bretaña ................. . . . ......... _. Prusia ..................................... - n Hannover . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . . . - Ducado de Nassau ........................ -.

271 275 278 284 29 1 294

Francfort . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Brémen .................................. - -

297 300

._.

Lubeck .................................. ...

307

—— —--

Suiza .................................... _ Turquía ................................. - . Rumania .... .'. ................ "a . . . . . . . --

310 313 314

-—

Grecia.................................. .. .

315

'—

Rusia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - -

318

Africa. . . .Imperio Marroquí . . . . . . . . . . . . . . . .‘. . . . . . . . . . . --

XIII.

.2‘51 257

320

Tunez .......... -. . ....................... - -

321

——

Regeneia de Trípoli ....................... - -

323

—-

Argelia .... --- ...................... -. .--.

324

—-

Egipto.................................. - -

325

Asia. _ . . . Reino de Persia .......................... --

326

Presidencia de Bombay .................... _ .

328

-—

Presidencia de Madrás--.--.- _.-..---.-.-__-

329

-—

Presidencia de Bengala.................. . . .. - .

330

Pondichery . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . . . . . - .

331

'—

' Imperio de la China ...................... . -

332

-— Japon . . . . . -. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . América.......................................... .. -

334 336

Un Paseo en Globo.-—Un Aleman y cl Grupo X —Conclusion.

343


‘l ' lllüllfitlll'llil ‘

MAS NOTABLES QUE CONTIENE ESTA MEMORIA.

Páginas. Líneas.

Léase.

“___

3.--. 10..-.

11..-. 12.--. 12.-13.--. 26.--.

28.--. 33.--. 36---. 39.4-.

39.--. 70.--. 78.--. 86.--.

5.--. ‘28,--. 12.--. 9.--. 20.--. 4---. 15.-7.-41.-45--23.-25.-46.-2o.-6.-27.--. 24.-19--9.--. 31.-.. 32.--. 31---. 37.-.-

86.--. 91.--. 93.--. I0I.... 101.--. 101.... 102.-l02fL104.-l04.-... ' 104.--. 116.--. 144.--. 145.--. 175.-.. 205.--.

dantcsca, (1).--. .--. .. _ Sudowa . _ _ . . . _ . . _ _ . . . _. arado, casas.--. ................ .--. ___. . . -. construccion, ..... - - .... ... XVI, ................ -. que (licitar. ._ . . .--... -. loza .................. -. Oñel ................. .. .

Mosith ..... - -. ........ - . las galerías . - .. 1) ....... - . su departamento........ _ .

duntcsca (ll : Sadowa basas

arado;

»

construccion:

'

XVI : que: dicilur losa Okel Month la galería. su departamento respectivo

I)ubosg.--. ---- ._ .. .-- .

Dubosq

auxiliar ............... _ . cubierta . . _ . . . . . . . _ . . J. -

anular

aspas de hierro ........ _ Belhonard.-- ......... - . agua, . . u u . . . . - - - . . . . . no donde ...... - . . ........ - .

los pensamientos. ...... . .

coronada

aspas de lona Bethouard agua: son de sus pensamientos

Patente. . . . . . . . . . . . . . . . _ -

Potente

distmga---. .--. . . . . ..-_ páginas 00 y 00. .-- .__. nuestros constructores . - - -

distingan páginas 65 y 66 nuestros buenos constructores

de diu. ................ - . se drcine.--..r......... -.

de dia en dia

blandones -........... . -

blandos cogines

Kim . - .. . . - ........... - ú. su vez. . . . . ...--. .--.

Him ú la vez

se decide

muecas.-_. . . . ..

muescas

Motor para seda ....... _ .

Motor para una. fábrica do

Un rayo.--....-_...--..;s

Un rallo

4000 pesos ........ ..-. . .

2700 pesos en Londres ó Liverpool

sedería

240 -... 248.--. 261.--. 275..-. ‘ 320.--. 328....

Breutauu'............ -. su naturaleza . . . . . _ . . . . _ Entre las líneas 30 y 31 falta el epígrafe .... - . 2....

Posse . . . . . . . _ . . . . . . . . . .

Brenta

la naturaleza A frica Posee


."

.0. ‘


Acerca de este libro Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo. Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir. Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted. Normas de uso Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas. Asimismo, le pedimos que: + Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares; como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales. + No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos propósitos y seguro que podremos ayudarle. + Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine. + Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de autor puede ser muy grave. Acerca de la Búsqueda de libros de Google El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.