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TELÉGRAFOS
SUBMARINOS H -A DE
LAS ANTILLAS.
EMPRESA TRASATLÁNTICA Y ESPAÑOLA.
Este cuaderno no se publica. Se ha impreso para el uso exclusivo de los Sres. Consejeros Reales, llamados á dar su dictamen en este asunto.
LISTA de algunos empresarios del Telégrafo Trasatlántico que formarán parte de la nueva Compañía española-americana-inglesa , proyectada para extender el telégrafo desde Nueva York á la Habana. ANGLO-AMERICANOS. MR. PETER COOPER.
de
MR. CYRUS W. FIELD.
»
MR. W1LSON G. HUNT.
»
Nueva York.
MR. HIRAM O. ALDEN. » MR. JAMES EDDY. » MR. DUDLEY A. FIELD. » MR. C. A. BÜRGESS. » MU. GUILLERMO P. CROSBY. Boston.
Presidente de la Compañía telegráfica de Nueva York, Terranova y Londres. Director del Telégrafo Atlántico. Vicepresidente de la Compañía telegráfica de Nueva York, Terranova y Londres. Director gerente del Telégrafo Atlántico. Residencia actual en Londres. Director de la Compañía de Nueva York, Terranova y Londres. Director del Telégrafo Atlántico.
> Accionistas.
INGLESES. Cónsul de la Gran Bretaña en Nueva York. Director del Telégrafo Atlántico. MR. R. JARD1NE. Residencia á St. Johns. Colonia de New Brunswick. MR. D. B. STEVENS. » » » » MR. HIRAM HYDE. » Halifax. Colonia de Nueva Escocia. MR. J. C. COGSWELL. » » » » MR. E. M. PRICE. » » » » EL HONORABLE E. M. ARCIIIBALD.
Eslos accionistas para la nueva Compañía representan actualmente un capital asociado deRs. vn. 40.000.000. Representante de la Compañía en Madrid. MR. HORATIO J. PERRY.
INTRODUCCIÓN.
La extensión del telégrafo eléctrico á las colonias europeas en las Antillas , se ha hecho una necesidad política y comercial. Es indudable que se realizará. Cuatro empresas distintas solicitan actualmente del Gobierno'de S. M. la concesión de una parte de la línea. Una vez colocado el cable trasatlántico que unirá la Europa con el Continente americano, el impulso del mundo comercial para lograr su continuación hasta las Antillas se hará irresistible , y este año ó el otro, bien ó mal, por poco favor que encuentren sus exigencias, al fin serán satisfechas. El asunto, pues, merece fijar toda la atención del Gobierno español. Es de los que pueden afectar vitalmente la suerte de sus posesiones en Ultramar. Según se trate este asunto, tomándole á tiempo y elevándole á la esfera política, ó bien dejándole arrastrarse por las vias solamente de la especulación comercial, puede producir beneficios incalculables para la metrópoli y colonias, ó al contrario puede llegar á ser perjudicial. Mas adelante tratamos del íilibusterismo en los Estados Unidos. ¿Cómo ha de encontrar la España medios hábiles para establecer el telégrafo con las condiciones y garantías que debieran exigirse, haciendo pasar la línea á través de la Confederación de tal modo que nunca pueda caer en manos ni sufrir la influencia de aquella gente no amiga? Afortunadamente las demás potencias europeas y los estados del Norte de la Confederación tienen el mismo interés que España en encontrar la solución satisfactoria de esta cuestión; solución que solo puede dejar de encontrarse por la indiferencia de los Gobiernos, permitiendo que las obras se hagan en pequeños trozos, por diferentes empresas, sin plan general y sin previsión política. El camino de todas las Antillas es por los Estados Unidos y por las Islas españolas; no hay otro.
4 Toca, pues al Gobierno español en primer lugar, cuidando de sus propios intereses y aprovechando la circunstancia del apoyo que necesariamente ha de obtener de otros países en este asunto, abarcar en toda su anchura la cuestión de los telégrafos futuros de las Antillas, y conceder desde luego su protección y autoridad al plan que mejores" garantías ofrezca. Asi recogerá las ventajas incalculables del establecimiento inmediato del telégrafo desde Madrid hasta la Habana, é imposibilitará al mismo tiempo el éxito de otros proyectos que no dejarán de surgir y que no podrían inspirarle confianza. El plan expuesto en estas páginas salva todas las dificultades. Trata la cuestión en grande y la coloca desde luego á una altura que la pone para siempre fuera del alcance de los filibusteros; reúne la fuerza moral de todas las potencias para sostener los intereses de cada una; plantea la cuestión en la parte relativa á los Estados Unidos déla manera mas conveniente, y aprovecha la armonía política que existe, tanto en la Confederación misma como en España, Inglaterra y Francia, cuya tendencia es necesariamente conservadora y opuesta á todo cambio del statu quo actual de las Antillas. \ Para la realización de este plan es indispensable el beneplácito del Gobierno de S. M. C ; para su desarrollo completo se necesita el de la Inglaterra , Francia, Dinamarca, Holanda, Estados Unidos y de cuantos Gobiernos de Europa y América tengan á bien asociarse al pensamiento del convenio internacional que asegure la neutralidad del telégrafo.
Es de advertir que en los adjuntos documentos hay poco todavía referente al materialismo de la construcción del telégrafo y los detalles de su establecimiento y explotación. La solicitud se limita casi exclusivamente á tratar de las condiciones generales y la parte política, como la primera que hay que resolver. El representante de los empresarios del Telégrafo trasatlántico, cuyos nombres aparecen en la primera página, se halla, por sus antecedentes y posición bien conocida en ambos países, en condición de proponer al Gobierno español los medios para evitar las dificultades de la travesía por los Estados Unidos, presentándole una gran compañía mista inglesa-anglo-americana-española, que construirá el telégrafo de la Habana áNew York bajo las condiciones y con las garantías aquí expuestas.
5 Si estima el Gobierno esta combinación conveniente á los intereses de S. M., y si se persuadiese de la suficiencia de los medios disponibles para llevarlo á cabo, es indudable que otorgará desde luego la autorización solicitada. Asi conseguirá: la subordinación á la legislación española de toda la línea principal de la Habana á Nueva York, aun cuando nueve décimas partes del derrotero están forzosamente dentro del territorio de los Estados Unidos; sentará el gran principio de las compañías mistas para todas las líneas futuras de telégrafos submarinos abordando las costas de las colonias españolas en su camino para las demás islas y continentes americanos; hará de la Habana un gran centro de reunión para todas las líneas telegráficas de las Antillas y de los países hispano-amer¡canos de ambas Américas; en fin, resolverá en grande y de una vez la parte política de todas las empresas de esta clase, impidiendo que por falta de previsión, ó por el fraccionamiento de la línea principal, resultas en perjuicios que ahora se previenen completamente y que luego podrían, ser inevitables. Después la Compañía tratará con el Gobierno las condiciones especiales para la construcción y explotación de la línea de la Habana á Nueva York. Estas serán siempre importantes, pero son secundarias. El Gobierno queda con su pleno derecho de examinar, de enmendar, de aceptar ó de rechazar los planes y presupuestos presentados por la Compañía , como también de aceptar ó rechazar á la Compañia misma, no siendo conforme á las estipulaciones de la concesión, pues también sus estatutos, la lista de sus accionistas y todo lo que pertenece á su organización estará sujeto á la revisión y á la aprobación del Gobierno. La Compañia no estará constituida definitivamente, ni podrá tener existencia legal alguna, hasta que haya sido asi aprobada y aceptada por el Gobierno de S. M. Pero para que nazca es menester conceder de antemano la autorización de formarla, consignando las condiciones generales de su existencia. Ninguna compañia de esta importancia y con estas condiciones, de Da*
6 cionalidad mista, surgirá espontáneamente como una empresa mercantil cualquiera. Es menester crearla y hacer que en el momento de nacer quede sujeta á determinadas condiciones convenientes á este Gobierno y demás de Europa para disfrutar luego de las ventajas concedidas. Esta es la resolución de la parte política en el asunto, que, conforme á lo ya establecido por Inglaterra con la parte Norte de la Confederación en favor del telégrafo trasatlántico, atendiendo también á las futuras líneas proyectadas para las demás Antillas y la América del Sur, espera ahora la aprobación del Gobierno español. Hé aquí los documentos presentados al Gobierno.
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MEMORIAL A S. M. C. Doña Isabel II, Reina de las Españas.
Señora: Los adelantos científicos y mecánicos del siglo en que vivimos marchan con paso gigantesco. Há poco el filósofo Franklin por primera vez sujetó la terrible fuerza del rayo sometiéndola á su voluntad: mas tarde este poderoso agente de la naturaleza fué utilizado por el profesor Morse para trasmitir la escritura del hombre de sitio á sitio, dócil como un correo y rápido como su propio pensamiento. En la bahia de Nueva York, en 18 de Octubre de 1842, fué colocado el primer telégrafo eléctrico submarino por el mismo atrevido inventor. Ya el telégrafo en Europa tiene la extensión de treinta mil leguas castellanas, y en América la de veinte mil leguas próximamente. El ilustrado Gobierno de V. M. no ha permanecido extraño á estas mejoras. La Península está cruzada de hilos eléctricos en todas direcciones, y la isla de Cuba ha participado igualmente del beneficio. Solo faltaba unir los continentes de Europa y América : unir las colonias españolas á la España misma. En este momento los buques de guerra dedos naciones concurren amistosamente para llevar á cabo la primera parte de esta empresa, y el gran cable trasatlántico será colocado, Dios mediante, dentro de un mes. La segunda parte, la de unir la Habana al cable trasatlántico , poniéndola asi en inmediata comunicación eléctrica con el palacio de la Gobernación en esta corte, es la empresa que el que suscribe, sintiéndose con fuerzas suficientes para ejecutarla, tiene la honra de exponer á la alta inteligencia de V. M. humildemente, solicitando su Real autorización y beneplácito para acometerla. Desde la Habana hasta la tierra firme de los Estados Unidos en un punto á propósito para establecer el telégrafo, van seis paralelas de latitud, ó ciento veinte leguas de mar próximamente, las que será preciso vencer por medio del cable eléctrico submarino.
8 Desde ese punto se llegará hasta Nueva York por medio del telégrafo terrestre. Después el enlace de Puerto Rico y las demás islas de las Antillas, y aun del Brasil y del Perú con esta línea principal de la Habana, será comparativamente fácil. Para la ejecución de obras tan considerables solo se necesita que el Real ánimo de V. M. se penetre de la inmensa importancia de su construcción para la prosperidad de sus pueblos en ambos hemisferios, y aun para la del comercio del mundo entero. Los ejércitos, la marina y los gobiernos civiles que el poder de V. M. sostiene en Ultramar estarán tan al alcance de la dirección central como las capitanías generales de la Península, y las autoridades de Cuba y Puerto Rico, al par que recibirán en pocas horas las disposiciones de la voluntad soberana, tendrán aun en menos tiempo noticias secretas y seguras de los cónsules de V. M. en todos los países cercanos. En este concepto, el que suscribe, creyendo poder contribuir por una mejora tan notable y provechosa al mayor engrandecimiento y gloria del ilustre trono de V. M., suplica se digne concederle su augusta protección y el Real privilegio de establecerla, bajo las condiciones que en el pliego adjunto se expresan. Dios guarde la vida de Y. M. largos años para el bien de sus pueblos y la felicidad de los dilatados países españoles. Madrid 30 de Julio de 1857.—Señora.—A L. R. P. de V. M.—Horatio J. Perry.
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PLIEGO de Bases para la concesión solicitada de S. M. C. en el Memorial que antecede. 1. El Gobierno de S. M. concederá á D... y sus sucesores el privilegio exclusivo de establecer y mantener telégrafos eléctricos submarinos en las costas de la Isla de Cuba, Puerto Rico y sus dependencias durante cincuenta años. 2. El concesionario por su parte se obliga á empezar los trabajos para la construcción de la línea electro-telegráfica, que ha de unir la Habana con Nueva York dentro de diez y ocho meses de habérsele entregado la Real Cédula que le autorice para ello, y habiéndose efectuado antes la unión eléctrica de este punto con la Europa, terminando la nueva línea en dos años después; faltando á lo cual la provisión anterior quedará nula y de ningún efecto. En el caso de perder el cable eléctrico-submarino en la tentativa de su colocación, se concederá la próroga de un año para reemplazarlo. 3. El concesionario se obliga á emprender seguidamente el establecimiento de líneas telegráficas submarinas entre la Isla de Cuba y las demás Islas principales de las Antillas y los Continentes americanos, obrando de acuerdo con el Gobierno de S. M. y las autoridades de la Isla de Cuba. 4. Para llevar á cabo la construcción de la línea principal de la Habana á
10 Nueva York, el concesionario formará una compañía de nacionalidad mista, la mitad de cuyas acciones se colocarán en manos de habitantes de la Isla de Cuba, ó bien de subditos de S. M. C , quienes tomarán una parte correspondiente en su dirección y gobierno. Estando suscritas las dos terceras partes de sus acciones, esta Compañía adoptará en asamblea general de los accionistas, y sujeta á las provisiones generales de esta concesión, los estatutos y reglamentación interiores que mas la convengan; los cuales serán luego sometidos juntamente con la lista de los accionistas á la aprobación del Gobierno de S. M., que queda con la facultad de revisar y enmendarlos en lo que sea conveniente á sus intereses ; lograda que sea esta aprobación junto con las condiciones y garantías que sean convenidas con el Gobierno, la Compañía quedará definitivamente constituida como una sociedad anónima, y podrá en seguida entregarse á todas las operaciones propias de su establecimiento para la construcción y explotación de las obras referidas. Habrá un gran libro de inscripción de las acciones de la Compañía y sus cambios de propiedad llevado por duplicado, un ejemplar en las oficinas de la sociedad y otro en las de la Intendencia de la Real Hacienda de la Isla de Cuba. Ningún traspaso de las acciones será valido hasta que conste en debida forma en el libro referido de la Intendencia. El Superintendente de la Real Hacienda de la Isla, tendrá el deber de negarse á toda inscripción ó traspaso de acciones que no deje la tercera parte del número total colocado en manos de subditos de S. M. C. La Real Hacienda por su parle se hará responsable de los perjuicios que se infieran á los interesados por negarse indebidamente á inscribir la colocación ó traspaso de acciones. El Superintendente de la Real Hacienda de la Isla de Cuba intervendrá para fijar la tarifa general de precios por el servicio público de la línea, y esta tarifa no podrá ser variada después sin previo consentimiento del mismo. La Compañía establecerá y mantendrá en buen uso siempre el número de conductores eléctricos submarinos, suficiente para dar salida cada 24 horas á todos los partes que se presenten con este objeto en las diferentes estaciones de la línea. En caso de faltar la Compañía en este concepto, no siendo con motivo de averia sufrida temporalmente por la línea ú otra causa transitoria cualquiera, será lícito para el Gobierno de S. M. reclamar el aumento del número de los conductores eléctricos, y demás medios de comunicación hasta que
11 puedan transmitirse todos cuantos partes acudan dentro del tiempo prefijado. Dado un término razonable para efectuar este aumento y negándose la Compañia á emprenderlo, perderá el derecho exclusivo que la corresponde por la concesión, y el Gobierno se hallará libre para encomendar su ejecución á otra Compañia ó empresa cualquiera. La Real Audiencia Pretorial de la Habana en vista de estas provisiones, y oidas las razones que asistan á ambas partes, decidirá cuándo podrá proceder semejante acción de parte del Gobierno. 5. Las demás compañías que se establecerán con el objeto de extender las líneas telegráficas submarinas á las demás Islas de las Antillas, y los Continentes americanos serán sujetas igualmente á las provisiones generales de la concesión, pero independientes de la Compañia referida en el artículo anterior y libres para adoptar de la misma manera cada una la organización interior que mejor le parezca. Serán de nacionalidad mista según los puntos á que las líneas se dirijan, y en su constitución definitiva se seguirá la analogía de las provisiones del artículo anterior, atendiéndose á las diferentes circunstancias de cada una. 6.
La remuneración que pagará el Gobierno por el servicio de estas línea» telegráficas, y las demás condiciones de su establecimiento definitivo, serán, objetos de un acuerdo especial referente á cada una; en la inteligencia que las Compañías recibirán gustosas en todas las oficinas de las futuras líneas,, tanto en territorio de los Estados Unidos como en las Antillas á telegrafistas de S. M. encargados exclusivamente del servicio del Gobierno español7. El concesionario y sus sucesores tendrán el privilegio de construir en lasIslas de Cuba, Puerto Rico y sus dependencias los trozos de telégrafo eléctrico-terrestre que sean necesarios para enlazar las diferentes líneas submarinas entre sí, y con la Oficina Central de la Habana.
12 8. El Gobierno de S. M. considerará favorablemente cualquiera proposición teniendo por objeto establecer la neutralidad de la gran línea de telégrafos eléctricos de las Antillas proyectada y asegurarla de ser interrumpida aun en tiempo de guerra entre cualesquiera de las naciones interesadas. Se prestará á tratar con quien corresponda de la concesión de esta garantía para los trozos de las líneas que atraviesen sus territorios, en la esperanza de que el pensamiento será acogido del mismo modo por los demás gobiernos, asi que se extenderá el carácter neutral á toda la gran línea de comunicación eléctrica, que unirá la Europa y las dos Américas en beneficio de todas las naciones. 9. Los hilos, maquinaria, útiles, materias químicas y materiales de construcción y de explotación de las líneas telegráficas que se establezcan en virtud de esta concesión, serán admitidas en las colonias españolas libres de derechos: y los buques y embarcaciones empleados exclusivamente en los trabajos de las líneas, y en su servicio, navegarán por las aguas y puertos de las colonias libremente, exentos de toda clase de derechos y de las formalidades aduaneras que no sean las puramente indispensables para acreditar su carácter y evitar que emprendan operaciones comerciales ú otras cualesquiera ajenas á los objetos referidos; en el acto de semejante abuso perderán sus privilegios y serán tratados como buques y embarcaciones ordinarios de su clase.
lo
PROYECTO GENERAL.
Las peticiones de varios empresarios para el privilegio de extender el telégrafo submarino desde los Estados Unidos hasta Cuba, son con el objeto de llevarle únicamente de las costas de la Florida á la Habana. Este plan por sí ofrece pocas garantías á España. El proyecto del cual forman parte las bases que anteceden es mas vasto y mas general. Abraza la extensión del telégrafo eléctrico-submarino á todas las principales colonias europeas de las Antillas, y además á Méjico, Centro-América, Brasil, Buenos Aires, Chile y Perú. Para realizarlo, se propone seguir el mismo sistema empleado para la construcción del telégrafo trasatlántico de Londres á Nueva York, uniendo al antiguo y Nuevo Mundo. Esto ha sido obra de una misma empresa dividida en dos compañías. La primera se titula la del «Telégrafo de Nueva York, Terranova y Londres»; la segunda la del «Telégrafo Atlántico.» La línea de la primera desde Nueva York á Terranova, por una extensión de 380 leguas marítimas , está ya concluida y en explotación; la de la segunda desde Terranova á Irlanda, se colocará en este mismo verano. Estas dos compañías tienen los mismos promotores, y en parte los mismos accionistas. Ambas se componen de anglo-americanos de la parte Norte de la Confederación é ingleses. Son independientes entre sí en lo que concierne á su dirección como sociedades anónimas; pueden estar las acciones de una en alza mientras la otra está en baja; pero el mismo pensamiento y sistema rigen á ambas. Este sistema es el de las compañías mistas. Puesto que el objeto es de unir varias naciones y pueblos diferentes por medio del telégrafo eléctrico colocado en la vía general marítima, se ha creído indispensable dar á las diversas nacionalidades interesadas amplia
14 participación en la ejecución y sostenimiento de las obras, mientras á la vez se conserva en lo posible la unidad del pensamiento. Los ingleses y anglo-americanos se lian unido para establecer el telégrafo de Londres á Nueva York. Ambos Gobiernos les han favorecido, y la obra mas grande de los siglos, la mas sorprendente de todos los triunfos materiales conseguidos por la humanidad, toca ya á su término. Para llevarlo mas adelante desde Nueva York á las Antillas, estos empresarios teniendo actualmente los empleados mas aptos del mundo, la mejor ciencia, los conocimientos prácticos, la maquinaria y los recursos del arte de todas clases á su disposición, quieren entenderse con los españoles, dando á estos igual participación en la empresa, y colocándose para el objeto bajo la dirección de la legislación española, como antes se han colocado bajo la inglesa y americana. Concedido que sea el privilegio solicitado, se llevará á cabo la construcción de los telégrafos submarinos de las Antillas, creando diferentes compañías de nacionalidad mista para cada uno de los grandes trozos de la línea en cuestión. El primer trozo, ó sea la línea principal de Nueva York á la Habana, se confiará á una compañia compuesta mitad de españoles y mitad de los individuos de la gran empresa trasatlántica cuyos nombres aparecen en la primera página. Las condiciones generales para el establecimiento de esta compañia se consignan en el artículo 4.° de las bases para la concesión, sirviendo igualmente como tipo para la creación de todas las demás. Después seguirá la línea de Cuba á Jamaica, y esta se confiará á una compañia de ingleses y españoles, sujeta igualmente á las condiciones de privilegio solicitado, pero independiente de la primera compañia y libre para adoptar la organización interior que mejor le parezca, previa la aprobación del Gobierno de S. M. Otra compañia con iguales condiciones, señalando una parle de sus acciones para ser colocadas en Puerto Rico, continuará el telégrafo hasta esta isla. De aqui será llevado adelante por el mismo sistema, dando entrada á dinamarqueses, ingleses, holandeses y franceses, según la posición geográfica de las islas y colonias de estas potencias, hasta la isla inglesa de Trinidad, conservando siempre en las diferentes compañías el carácter misto referido é interesando los capitalistas de las diversas islas (ó cuando menos de las naciones á quienes dichas islas pertenecen), cada una en la parte de la em-
15 presa que toca en sus propias playas, y la cual puede por lo tanto confiarse mas ventajosamente á su particular previsión y cuidado. Asi todas las colonias europeas de las Antillas se pondrán en comunicación inmediata con los Gobiernos de quienes dependen de una manera que se adapte perfectamente á la diversa organización política de cada una, al par que conserve en la empresa general la suficiente unidad para que sea tratada en ciertos conceptos como una sola. Por ejemplo, se lleva el pensamiento de que toda la línea telegráfica desde la Europa hasta Trinidad, y seguidamente basta todas las naciones hispano-americanas de ambas Américas, se a el objeto de un convenio internacional entre las potencias interesadas, el cual le asegurase de ser interrumpida aun en caso de guerra entre cualesquiera de las naciones contratantes. Será un paso gigantesco dado en favor del comercio del mundo, y ninguna nación se halla mas interesada que España en el establecimiento de tal garantía. Será también el obstáculo mas insuperable que se puede levantar contra los proyectos de los filibusteros en aquellos mares y costas. Si hubiese alguna desventaja para cualquier Gobierno, parece ciertamente que seria de parte de los Estados Unidos en el caso de una guerra con cualquiera potencia europea que tuviese flotas en las Antillas ó el mar Pacífico; pero del mismo Senado de los Estados Unidos ha surgido la idea y la seguridad de que este Gobierno no rehusará entrar en el indicado arreglo general, pues busca su compensación en la extensión de la neutralidad á la parte de la línea telegráfica que atraviesa el Océano, y por vía de Londres se pone en comunicación con los paisesde Europa y de Oriente. Inglaterra tiene actualmente en sus manos los dos cabos del cable trasatlántico en Irlanda y Terranova , lo que la proporciona el poder en tiempo de guerra cerrar la comunicación á los Estados Unidos mientras la conserve en su propio provecho para dar dirección á sus ejércitos y flotas de Canadá y Nueva Escocia, que amenazarán á las fronteras y costas del Norte de la Confederación. Pero la Inglaterra necesita á su vez pasar por los Estados Unidos para comunicar con sus colonias de las Antillas y sus escuadras del Golfo y del Pacífico. Haciendo general y completa la neutralidad del gran telégrafo referido, para todos tiene compensaciones. Sobre todo, en las principales naciones comerciales la seguridad de esta gran via de comunicación eléctrica bajo todas las circunstancias se hace tan vital á sus intereses comerciales, que cualquiera desventaja dudosa ó imaginable en
16 la esfera militar no pesa en la balanza contra consideraciones de tamaña entidad. Afortunadamente para España las ventajas militares y comerciales están de completo acuerdo, y son tan patentes y tan inmensas que las dejamos aqui como fuera de toda duda. El privilegio solicitado del Gobierno de S. M. comprenderá la línea principal solo desde Nueva York hasta el mar que separa á Puerto Rico de la isla dinamarquesa de Santo Tomás; pero asegurará el éxito del plan general y la conservación de la unidad del sistema referido, ya adoptado en dos naciones principales.
MEMORÁNDUM NÚM. i .
CUESTIÓN POLÍTICA.
Para hacer frente al peligro que puede venir á las colonias españolas de parte de los Estados Unidos, es menester contrarestarlo en los Estados Unidos mismos. La aglomeración de gente aventurera de todas naciones que se ha refugiado en ese pais es un elemento perturbardor, pero por sí solo es impotente. Se halla apoyado por una parte considerable de la Union, y esto es lo que hay que considerar en el asunto. Los Estados Unidos no tienen sistema alguno de política exterior. El filibusterismo en los Estados del Sur es una manifestación de la lucha interior entre los Estados libres y los Estados de la esclavitud. De veinte años acá esta lucha se ha hecho constante y terrible. El Sur se encuentra bajo la presión de las ideas abolicionistas, se halla amenazado por el desarrollo superior de poder en el Norte. Inclinaba la balanza en contra suya al admitir la California como Estado libre en \ 849, acaba de perder la batalla también en Kansas. Ya no puede contrarestar el poder del Norte extendiendo la esclavitud á ningún territorio donde no existe, siente desfallecer su poder político en la Confederación, y busca un refuerzo y un apoyo en la anexión de Cuba. Quiere enviar cuatro Senadores y diez y seis Diputados mas al Congreso de la Union, representantes de instituciones análogas á las suyas. Pero este propósito es tan contrario á los intereses y pasiones políticas del Norte como es halagüeño al Sur. Cierto es que la mayoría del pueblo americano se opone al filibusterismo, y constituiría bien dirigida un obstáculo insuperable al progreso de este mal. También es verdad que estos sentimientos conservadores han parecido muchas veces como adormidos. 9
18 Consiste en que las masas honradas y laboriosas de ese pueblo se ocupan por regla general demasiado de sus asuntos particulares, y prestan poca atención al ruido de los demagogos y la agitación de los especuladores en la política. Los filibusteros trabajan por medio de la intriga, la osadía y el engaño, mas cuando quiera las cosas lleguen á cierta importancia, y el pueblo verdadero sacude esa especie de indolencia política, su influencia ha sido hasta aqui siempre irresistible, sin que para ello importase las circunstancias ni las personas que ocupasen los puestos oficiales del Gobierno. Asi la formidable intriga del Sur en i854—55, encaminada á encender una guerra para la conquista de Cuba, y de la cual la conferencia de Ostende era un episodio, fracasó tan pronto como el Norte fué avisado del plan y de la falsedad de los pretestos alegados, para excitar sus pueblos contra España. Sabían los filibusteros que si pudiesen lograr embrollar á las dos naciones, todo el poder de la Confederación iría tras su bandera para sostenerla, mas mientras la paz se conserve- los planes filibusteros serán siempre combatidos en el Norte.
Todo lo que tiende á halagar y á contentar á los Estados del Norte en cuanto á su comercio y á sus empresas industriales con la Isla de Cuba, quita de entre las manos de ios filibusteros ta única palanca que tienen para mover simpatías con sus proyectos en los Estados libres de la Union. El comercio de la Isla de Cuba con los Estados Unidos es exclusivamente con los Estados libres. Cuantas mercancías toma ella son productos del Norte, ningún producto de la Isla se consume en los Estados del Sur. Hasta se puede decir que los azúcares y tabacos de Cuba hacen la competencia mas temible que encuentra el Sur para sus propios productos en los mercados del Norte. Estimular y favorecer el trato comercial del Norte con la Isla, es favorecer á los aliados naturales de España en la Confederación y contrariar á sus enemigos. Es al propio tiempo fomentar poderosamente la prosperidad mercantil de la Isla y aumentar la recaudación de sus rentas.
19 Entre los varios proyectos para establecer el telégrafo eléctrico desde la Habana á Nueva York hay que considerar. Que ninguna Compañia española puede completar la obra. Aun suponiendo que cuente con los mismos recursos, la misma ciencia y conocimientos prácticos en esta clase de trabajos que tienen acreditados los ingleses y anglo-americanos; aun suponiendo vencidos todos los obstáculos materiales y financieros, una compañia española nunca llegará mas que hasla las costas de la Union. En este caso, el Gobierno de S. M. se encontraría á la merced de cualquiera compañia anglo-americana, que quisiera tomar la empresa de completar la línea telegráfica hasta Nueva York, sin que por su parte el Gobierno tuviese la facultad de imponerla condiciones de ningún género, y exponiéndose á que la línea cayese en manos no amigas. Una compañia puramente anglo-americana podría completar la obra, pero después estaría mas ó menos alejada de la influencia del Gobierno de S. M. La Compañia que establecerá Mr. Perry es mista. La mitad de sus acciones estará en manos de españoles, quienes tomarán una parte correspondiente en su dirección y gobierno. Los anglo-americanos interesados son del Norte, y los antecedentes del mismo peticionario son una muestra de las ideas que abrigan en las cuestiones políticas de su pais que interesan á la España. El pensamiento de esta empresa es puramente mercantil, aspira á servir al comercio en grande escala; extenderá sus cables eléctricos á todas las Islas de las Antillas, poniéndolas en comunicación inmediata con los países europeos de que dependen y con quienes trafican. Llegará al Brasil, á Buenos Aires y al Perú. Sus esperanzas de que la neutralidad de este gran medio de comunicación y su conservación aun en tiempo de guerra serán aseguradas bajo la garantía de todas las potencias marítimas, han sido expuestas ya, y sus trabajos en este concepto prometen el éxito mas feliz. El interés propio de la empresa la aconsejará á hacer los esfuerzos posibles , para ser colocada cuanto antes en una posición tan ventajosa para la seguridad de sus capitales, y para una explotación provechosa. El mismo interés alejará siempre de sus consejos todo pensamiento político propio de cualquiera clase que sea. La participación de los anglo-americanos é ingleses en esta empresa, es
20 una garantía de que será llevada á cabo pronta y seguramente. Su nacionalidad mista, la circunstancia de que el lazo está con el Norte y no con el Sur, y hasta la grandeza del plan, son garantías morales para el Gobierno español superiores á todas cuantas pudieran concebirse de otra manera.
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MEMORÁNDUM NÚM. 2.
CUESTIÓN MATERIAL.
En cuanto á la construcción material del telégrafo submarino de la Habana se debe tener presente que los ingleses y anglo-americanos interesados son los mismos que han establecido ya felizmente, después de repetidas pérdidas del cable, el telégrafo submarino trasatlántico hasta Terranova, y que en este mismo verano lo concluirán en toda su extensión á través del Océano. Todos cuantos datos existen hasta el dia relativos á la travesía desde la Habana á Nueva York los poseen ellos como otros. Pero ni los estudios hidrográficos hechos hasta ahora, ni los conocimientos actuales en cuanto á la influencia del corriente del golfo para desgastar el cable eléctrico en unión con los peligrosos fondos de corales, los arrecifes y las costas difíciles de abordar con seguridad, deberían en su concepto conducirles á fijarse por ahora en ningún trazado determinado, ni á hacer proposiciones definitivas de ninguna clase sobre los detalles de la construcción, que luego resultarían tal vez equivocadas ó imposibles. Se necesitan en su concepto otros estudios muy especiales y detenidos para poder elegir el mejor trazado y para formar una idea siquiera aproximada del coste de las obras. Pero se puede afirmar desde luego y con toda seguridad, que ninguna compañía posible cuenta con tantos medios de todas clases, tanta experiencia práctica, tantos conocimientos científicos y mecánicos para vencer las dificultades materiales de la empresa, fuesen los que fuesen, como esta mitad inglesa-anglo-americana de la nueva compañía mista que se formará con los españoles para el establecimiento del telégrafo á través el golfo de Méjico hasta la Habana.
22 Basta apuntar aqui, que el mismo célebre inventor del telégrafo submarino, inventor también de las máquinas eléctricas de que se sirven en el dia las líneas telegráficas de esta Península y que llevan su nombre, el ilustre profesor S. F. B. Morse, es el empleado de esta Compañia, como también lo es el no menos célebre John W. Brett, constructor del telégrafo mediterráneo de Francia á África. Toda la mejor ciencia de los paises mas experimentados en esta clase de trabajos, está actualmente á la disposición especial de esta empresa. El cotejo de la lista de nombres para la nueva Compañia , con la lista de los directores y empleados principales de la Compañia Telegráfica de Nueva York, Terranova y Londres , bastará para poner en claro la verdad de estas palabras. Pero aunque no se ha creído oportuno entrar detenidamente ahora á considerar los detallas de la construcción y explotación de esta línea, se puede consignar desde luego: Que la nueva Compañia proyectada completará la unión eléctrica de la Habana con Nueva York, Londres y Madrid en el término de dos años, sin subvención alguna de parte del Gobierno español ni de ningún otro, pidiendo solo en caso de perder su cable eléctrico en la tentativa de colocarlo, lapróroga de un año para reemplazarlo. Que cuando sus estudios especiales sean completos, se presentará á la aprobación del Gobierno, con sus planes, sus presupuestos y sus ideas completas y detalladas, para que con ayuda de la facultad de la Dirección de Telégrafos de este reino se acuerde lo que mas convenga, prestándose desde luego, pues asi conviene á la índole de esta empresa verdaderamente internacional , á que el Gobierno determine por sí las condiciones de policía y resguardo de sus intereses políticos en el servicio de la línea que juzgue necesarios, en entera confianza de que ningún interés del Gobierno pueda mpulsarle á imponer condiciones de esta clase que sean ó innecesarias ó demasiado onerosas para el buen servicio de la línea. En cuanto al precio del servicio del telégrafo para el público, la Compañia ha consignado su idea de que la tarifa debería ser fijada por el Superintendente de la isla de Cuba de acuerdo con el secretario de Hacienda de los Estados Unidos, en imitación del plan adoptado por Inglaterra y los Estados Unidos, en el caso del telégrafo trasatlántico, y que una vez acordada esta tarifa no pueda ser variada sin previo consentimiento de los mismos. 1
2
1
V. primera página.
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V. última página.
25 La Compañía desea que para el servicio del Gobierno español, el Gobierno mismo nombrase sus agentes ó telegrafistas propios para todas las estaciones principales de la línea, quienes tendrán á su cargo exclusivo la trasmisión y recibo de los partes del Gobierno y autoridades de S. M. C , sin que los empleados de la Compañía tengan que mezclarse para nada en este servicio, sea en territorio de los Estados Unidos, en Cuba ó en las provincias Británicas. La garantía de neutralidad para esta línea, ampararía las personas de estos empleados aun en tiempo de guerra. Por otra parte, los medios en uso en los Estados Unidos proporcionarían al Gobierno de S. M. la seguridad de que sus partes telegráficos pasarán por Francia é Inglaterra hasta la Habana, sin que nadie ni los mismos telegrafistas puedan leer la significación, ni siquiera conocer el idioma en que van redactados. Mas todas estas y demás condiciones del establecimiento práctico y explotación de la línea deberían ser tratados detenidamente cuando venga la Compañía misma con sus estatutos, planes, estudios y presupuestos para ser definitivamente constituida por el Gobierno de S. M.
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RESUMEN.
Es menester comprender que en el asunto de los telégrafos eléctrico-submarinos de las Antillas, y mayormente en el de la Habana á Nueva York, el fraccionamiento de la línea entre varias empresas pequeñas, seria el abandono completo de los intereses españoles en lo que toca á la Union Americana. La línea de la Habana á Nueva York tiene una extensión de 400 leguas castellanas próximamente, de las que una Compañia puramente española pudiera construir cuando mas, unas 30 leguas, hasta Cayo Hueso de la Florida, dejando 370 leguas dentro del territorio de los Estados Unidos, sobre las que el Gobierno español no ejercería influencia alguna. Las pequeñas empresas anglo-americanas llevarían adelante los partes telegráficos de Estado en Estado, de mano en mano, hasta Nueva York, y el resultado práctico seria, que en cualquier evento faltaría al Capitán General de Cuba la seguridad de sus comunicaciones telegráficas con Madrid, precisamente cuando mas las necesitase. Recibiría también noticias falsas de los telégrafos del Sur de la Confederación. Estos males son incidentales. Se previenen completamente en el plan aqui presentado. Asi la línea de la Habana no se fraccionará, ni caerá por ninguna parte de ella en manos de los filibusteros. Sobre todo, asi el Gobierno español conseguirá la facultad de imponer condiciones y exigir garantías hasta en territorio extranjero, pues aun cuando tan gran parte de la línea esté físicamente dentro de la jurisdicción de otro gobierno, la Compañia entera deberá su existencia al Gobierno de S. M.: dependerá de la legislación española, y la mitad de sus individuos serán siempre subditos españoles. También, como el servicio del Gobierno estará exclusivamente en manos de sus propios agentes y telegrafistas lo mismo en territorio de los Estados Unidos como en Cuba y en las provincias de Inglaterra, la seguridad de sus comunicaciones será completa bajo todas las circunstancias.
26 Por lo tanto no es de suponer, que con la idea equivocada de dar la concesión del telégrafo submarino de la Habana á una compañia española, optará el Gobierno de S. M. para el fraccionamiento de la línea y la nulidad de su propia influencia sobre nueve partes en diez de la distancia recorrida, podiendo hacerla dominante sobre la línea entera. Ademas si se rompiese la continuidad del sistema aquí expuesto, ya felizmente planteado entre la Inglaterra y los Estados del Norte de la Confederación , todo lo demás viene á tierra. Las grandes empresas que han vencido el obstáculo del Océano, no seguirán sus obras mas allá de Nueva York; y la idea de la neutralidad del telégrafo eléctrico entre la Europa y las dos Américas, que ya ha despertado tan fuertes simpatías en las nacionesm arítimas, quedará destruida. No es de creer, que con la interposición de 30 leguas de telégrafo concecidas á una pequeña empresa cualquiera, el Gobierno quiera malograr el pensamiento expuesto en estas páginas, impedir su desarrollo, y privar á las naciones de Europa de una mejora tan vital á la seguridad y buen gobierno de sus colonias en Ultramar.
APÉNDICE.
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APUNTE de los privilegios concedidos por el Gobierno de Inglaterra y sus colonias á las Gompañias que establecen el telégrafo submarino trasatlántico de Londres á Nueva York. i. COLONIA
DE
TERRANOVA
Y
SUS
DEPENDENCIAS.
Privilegio exclusivo de traer cables submarinos á las costas de las colonias de Terranova, Labrador y sus dependencias durante cincuenta años. Concesión de cincuenta millas cuadradas de territorio en Terranova al completar el telégrafo eléctrico hasta «Cape Bretón.» (Está ya concluido y en explotación.) Concesión de cincuenta millas cuadradas adiciónales al colocar el telégrafo desde Terranova á la Irlanda. (Se colocará este cable submarino, Dios mediante, dentro de un mes.) Concesión de cinco mil libras esterlinas en dinero para construir un camino al lado del trozo de telégrafo terrestre que une estos dos cables submarinos. Garantía del interés de cinco por ciento sobre cincuenta mil libras esterlinas duranle veinte años. Remisión de derechos de importación sobre todos los materiales importados para el uso de la Compañia. 2.
COLONIA
DE
PRINCE
EDWARDS
ISLAND.
P.ivilegio exclusivo de traer cables eléctricos á sus costas durante cincuenta años. Concesión de mil acres de tierra. lina subvención de trescientas libras anuales durante diez años 3.
COLONIA
DE
LA
CANADÁ.
Privilegio de construir líneas telegráficas en varias direcciones en esas provincias como ramales del cable submarino. Remisión de los derechos de importación sobre todos los materiales importados para el
30 uso de la Compañia. (El telégrafo submarino no toca directamente en las costas de la Canadá.) 4.
COLONIA
DE
LA
NUEVA
ESCOCIA.
Privilegio exclusivo de traer cables telegráficos de Europa á sus costas durante veinte y cinco años. 5.
GOBIERNO
DE
LONDRES.
Ademas de estos privilegios concedidos en sus colonias, el Gobierno déla metrópoli proporciona los dos mayores buques de vapor en su marina real, el Agamemnon y Saint lean d'Acre, para la colocación del cable trasaltlántico. El vapor Cyclops para reconocer los estudios hechos del fondo del mar Atlántico.
P O R LOS E S T A D O S UNIDOS. 1. ESTADO
DE
MAINE.
Privilegio exclusivo de traer cables eléctricos de Europa á sus costas durante veinte y cinco años. 2.
GOBIERNO
DE
WASHINGTON.
Los dos mayores buques de vapor de su marina de guerra, el Niágara y el Susquehana, para la colocación del cable trasatlántico. El vapor Arctic para hacer los estudios del fondo del mar Atlántico. Otro vapor de guerra para hacer otros estudios en las costas de Terranova.
Habiendo fracasado la primera tentativa de colocar el cable de Irlanda á Terranova el año pasado, los dos Gobiernos han vuelto á destinar los mismos buques para las operaciones de este año.
LISTA de los Directores y altos Empleados de la Compañia telegráfica submarina de Nueva York, Terranova y Londres. DIRECTORES EN MUEVA YORK. MR. MR. MR. MR. MR.
PETER COOPER. MOSES TAYLOR. CYRUS W. FIELD. MARSHALL O. ROBERTS. WILSON G. HUNT.
MR. PETER COOPER MR. CYRUS W. FIELD MR. MOSES TAYLOR PROFESOR S. F. B. MORSE MR. DAVID D. FIELD
Presidente. Vicepresidente. Tesorero. Director científico. Consejero lega!.
MR. JOHN. W. BRETT MR. AMBROSE SHEA MR. FEDERICO N. GISBORNE
Director gerente, Londres. Director gerente, Terranova. Ingeniero en jefe.
M A C B I D , 1858.—Imprenta de José Rodríguez, fraclori Oí