Salamone: ¿obra infame?

Salamone: ¿Obra infame?

Análisis sobre los motivos de la construcción de una colección de edificios-hito en la pampa húmeda en el contexto de la década infame, sus características, recursos y objetivos alcanzados.

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El siguiente texto es el resultado de la investigación, redacción y edición de Adrian Ortelli, para ser presentado como examen final de Historia de la Arquitectura III cátedra Gil Casazza, Universidad de Buenos Aires, durante el mes de febrero de 2013. Se permite el uso parcial o total bajo la condición de la publicación de mi autoría y la URL de descarga.

¡Gracias por leer!

Adrian Ortelli adrianortelli@gmail.com

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Índice:

Introducción

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Contexto internacional:

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Contexto nacional:

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Arquitectura gubernamental:

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Buenos Aires y el desarrollo económico:

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Salamone: su relación con Fresco

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Objetivos de sus edificios

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Recursos compositivos

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El espacio en la obra de Salamone

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Consecución de objetivos

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Conclusión

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Bibliografía

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Listado de obras

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Introducción:

La obra de Francisco Salamone permaneció escondida a la vista de todos durante 50 años. Al mismo tiempo que causa fascinación por su expresividad, atrevimiento y volumen de producción, plantea muchos interrogantes.

Durante las dos últimas décadas su obra se ha difundido rápidamente. Se la documentó intensa y detalladamente. Se la estudió y relacionó con el modernismo, el expresionismo, y con el futurismo, siempre desde la estilística. Pero en la apreciación general todavía la fascinación formal sigue superando a los interrogantes y las reflexiones. ¿Cómo es posible, o siquiera concebible, la construcción de tan grande serie de monumentos en pueblos de una escala tan reducida? ¿Cuál es su significación? ¿En qué términos de necesidad política o conveniencia estratégica se pensaron? ¿Qué situación de poder entre gobierno y pueblo configuran? ¿Cómo ha sido afectada la vida de los habitantes por la presencia de esas obras? ¿Porqué obras de tal magnitud fueron ignoradas tanto tiempo?

Si pensamos que los gobiernos autoritarios y corruptos que construyeron esas obras no son una parte de la historia de la que sentirnos orgullosos, es necesario comprender los motivos por los que se construyeron para poder aprender la lección y no repetir errores. Cabe reflexionar sobre si los edificios de la década infame son obras también infames.

Aclaración: Aclaración:

No vamos a considerar en nuestro análisis ejemplos puntuales de edificios de Salamone, sino que vamos a tomar de algunos de ellos cualidades particulares pero constantes en su obra.

Analizaremos su obra cual si fuera un corpus, para poder entender los condicionantes y la semántica subyacente tras el lenguaje que entre todas articulan, apoyando lo expuesto con algunas fotografías.

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Contexto internacional: Para poder interpretar su obra es necesario conocerla y ponerla en contexto. Procedamos desde lo general a lo particular, y ubiquémonos en el contexto del período de entreguerras del siglo XX: Luego de la primera guerra, se acrecentaba la conflictividad entre los dos grupos de poder que intentaban extender su predominio: la democracia liberal vencedora por un lado, y el movimiento obrero por el otro. En medio de esta rivalidad surge el fascismo, una ideología caracterizada por el corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista. Su base intelectual se basa en el sometimiento de la razón a la voluntad y a la acción, y en un nacionalismo victimista que conduce a la violencia contra quienes son identificados como enemigos del estado, todo esto difundido por un importante aparato de propaganda.

El primer ejemplo claro de gobierno fascista es el gobierno de Benito Mussolini (1922-1943). El gobierno de Adolf Hitler (1933-1945) toma su modelo casi textualmente y lo lleva hasta las últimas consecuencias. El tercer ejemplo claro es el gobierno de Francisco Franco (1936-1975), que continuó por fuera del período de influencia global del movimiento.

Era crucial para el fascismo poder lograr una coincidencia plena entre los conceptos de Nación y Estado, idealizando al Estado como resumen de la esencia de lo “nacional”. Para su establecimiento estos gobiernos requerirán de diversos canales de expresión de su ideario y control de la población.

En palabras de Alberto Petrina: “El acelerado desarrollo de las potencias centrales requerirá antes de desembocar en la segunda guerra mundial, de una retórica formal expresiva de esta atmósfera de agresiva competencia y exaltación nacionalista.”

La arquitectura era un aspecto clave en la simbolización de los valores e ideales fascistas. Podemos considerar cada edificio de arquitectura fascista como un recurso para el adoctrinamiento, un medio de control sutil pero efectivo del comportamiento de la población.

Los propulsores de esta arquitectura tomaron aportes tanto del modernismo, racionalismo y futurismo como símbolo de efectividad, como también componentes neoclásicos e historicistas apelando al repertorio formal y compositivo ya conocido y aceptado por la mayoría de la población.

Con gran disparidad y diversos matices, podemos resumir como constante de esta producción características la monumentalidad, la síntesis de modernidad y clasicismo, y la intención de simbolizar la totalidad y efectividad del Estado-Nación.

Contexto nacional: En Latinoamérica encontramos gobiernos y movimientos fascistas o con rasgos filofascistas. Brasil, Colombia, Costa Rica, México, República Dominicana, y Bolivia tuvieron en mayor o menor medida algún tipo de incidencia fascista. El movimiento también hizo su aparición en Argentina con la sucesión de gobiernos militares y civiles unidos bajo el denominador común de “Década Infame”.

Muchas de las ideas y métodos fascistas continuaron aplicándose por gobiernos populistas y militares hasta el restablecimiento de la democracia en 1983. Nótese que a partir del golpe de estado del 30 hacen aparición los militares como una presencia constante durante las 5 décadas siguientes, en forma de gobierno militar o en forma de amenaza latente de golpe.

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Hagamos foco en la “Década Infame”: dicho período comienza en 1930 con el golpe de estado cívico-militar que derroca al presidente Hipólito Yrigoyen y pone a José Félix Uriburu como dictador.

A éste lo seguiría la dictadura de Agustín Pedro Justo, y los gobiernos civiles de Roberto Ortiz y Ramón Castillo, quien fuera derrocado por un golpe militar en 1943. Todo el período se caracterizó por el fraude electoral sistemático, la corrupción generalizada, y la represión a los opositores (incluso se llegó a proscribir al partido del que fuera miembro Yrigoyen, la UCR).

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1 y 2 - Adolf Hitler y Benito Mussolini, José F. Uriburu y Agustín P. Justo. La orientación filofascista es evidente, incluso en la adopción de los uniformes.

3 - Acto nazi celebrando la anexión de Austria al tercer Reich. Luna Park, 10 de abril de 1938. El evento contó con la asistencia de unas 20.000 personas.

Arquitectura gubernamental: De la misma manera que en sus países de origen, los gobiernos locales propulsaron la construcción de una serie de edificios gubernamentales de la misma inspiración y finalidad. Las cuatro corrientes arquitectónicas en las que se categoriza esta producción evidencian su profusión: -

Monumentalismo (Arqs. Bustillo y Guido) Futurismo pampeano o Art decó protoperonista (Arqs. Salamone y Virasoro) Neocolonialismo (Arq. Noel) Racionalismo funcional.

Todas estas corrientes tienen en común el objetivo de desarrollar una estética de Estado fuerte, el adoctrinamiento de la población mediante el uso de diversos lenguajes, y un marcado eclecticismo, apreciable en forma de debate entre las distintas vanguardias y tradiciones académicas.

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Algunos ejemplos contemporáneos de arquitectura gubernamental donde se puede apreciar la adscripción oficial a la arquitectura académica de una forma ecléctica: 1- Palacio Municipal Mar del Plata (Bustillo) 2- Catedral de Bariloche (Bustillo) 3- Proyecto de matadero municipal para Mar del Plata (Bustillo) 4- Banco Nación (Bustillo) 5- Pabellones Hospital Rawson (Virasoro) 6- Hospital Policial Churruca (Noel)

Buenos Aires y el desarrollo económico: El interior de la provincia de Buenos Aires era por esos años un territorio escasamente habitado. Los pueblos eran básicamente agrupaciones de pequeños productores rurales que trabajaban en grandes latifundios, fueron fundados durante la conquista del desierto (hacía solo 50 años), espaciados entre 50 y 100 Km (la distancia máxima que puede recorrerse con caballo o carreta), distribuidos según una lógica de interés productivo y comunicados radialmente por el ferrocarril. Su infraestructura era mínima: en general no mucho más que una iglesia frente al terreno vacante de la futura plaza y la estación del tren. Las dependencias estatales eran construcciones espontáneas, realizadas a discreción y suerte de las autoridades locales.

A pesar de los muy cuestionables métodos de represión y fraude, durante el período se llevó adelante un proyecto de crecimiento económico basado en el desarrollo agropecuario y la sustitución de importaciones, donde los pueblos del interior de Buenos Aires eran clave para conseguir este objetivo. Uno de los gobernadores de la provincia, Manuel Fresco, instrumentó entre los años 36-40 importantes planes de obra pública para estos pueblos, que los proveyeron de buena parte de la infraestructura con la que hoy cuentan: se pavimentaron muchos caminos, se construyeron municipalidades, plazas, mataderos, cementerios, hospitales y diversas obras de saneamiento. También se promulgó la ley de colonización agrícola, se promovió la salud, la educación y se mejoraron las condiciones de vida para los trabajadores rurales.

La simultaneidad de la gobernación de Fresco en la provincia con los gobiernos cívico-militares nos habla de una coincidencia de ideas políticas. Llegó también a la gobernación mediante el fraude electoral, manteniendo esta práctica como constante. Instituyó la obligatoriedad de la enseñanza católica, siempre exaltando el sentimiento patriótico. Mediante una administración corrupta pero eficiente, controlaba la totalidad de los ámbitos gubernamentales de la provincia. Su pragmatismo se resume una frase suya: “nosotros no dejamos hacer ni dejamos pasar, intervenimos”. Como H3 GIL CASAZZA - Trabajo Final

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evidencia absoluta de su alineamiento con las ideas fascistas, es sabido que tenía en su despacho un retrato de Mussolini.

Tomemos los siguientes elementos como razones de peso suficiente para justificar el núcleo de nuestro objeto de análisis: la obra de Salamone, su función simbólica y de adoctrinamiento: -

La interminable extensión pampeana como un territorio a poblar intensivamente, una “segunda vuelta” de la campaña del desierto que terminaría de arraigar los pueblos fundados.

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La necesidad de contar con los símbolos cívicos del poder que se estaba instaurando.

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Por último, la decisión política: la administración fraudulenta era una forma expeditiva y eficaz de actuar. Sin este medio no se podían reunir los medios para una obra pública de semejante magnitud en un lapso tan breve.

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Dos distintos aspectos de la vida de Fresco: 1- En un acto oficial junto al Obispo de La Plata Dr. Anunciado Serafini. 2- Fresco era enérgico en todos los aspectos de su vida. Fue un notable esgrimista, que incluso llegó a batirse a duelo por haber sido ofendido en un debate… ¡filosófico! 3- El fraude electoral como práctica usual durante el período, reflejado por el humor popular en el periódico “Reconquista”.

Salamone: su relación con Fresco El gobernador Fresco requirió al inicio de su mandato la colaboración de Francisco Salamone, un arquitecto y empresario de la construcción ítalo-argentino nacido en 1897 en Catania. Su producción más importante fue realizada durante los 4 años de la gobernación de fresco, construyendo aproximadamente 65 edificios públicos de tipologías muy concretas: municipalidades, cementerios, mataderos y plazas. Todas estas obras tuvieron como destinatarios a los pueblos del interior de la provincia, el escenario de acción del crecimiento económico y la expansión ideológica que buscaba Fresco.

“Lo que Fresco dispone, lo construye Salamone”, y "no se mueve un ladrillo sin que lo diga Bustillo", eran frases que circulaban popularmente en esa época. Nos ilustran rápidamente de la relación entre arquitectos y gobernadores en aquel entonces.

Aunque el volumen de su producción y el rango temporal en la que queda circunscripta es remarcable, lo realmente notable de la producción de Salamone es su cualidad simbólica: la audacia

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de su escala, lo personalísimo de su lenguaje, la síntesis de ideas arquitectónicas vanguardistas, y el fuertísimo contraste de escala y carácter con los pueblos donde se construyeron.

Arq. Francisco Salamone. Su obra y los relatos sobre él hablan de una persona práctica, severa y meticulosa.

Objetivos de sus edificios La obra de Salamone cumple con objetivos prefijados muy específicos. Se trata siempre de arquitectura publicitaria, reúne arquitectura con decoración y propaganda.

Uno de los objetivos es el simbólico: hemos mencionado previamente la posible interpretación del conjunto de estos edificios-hito como la distribución de dispositivos espaciales que cumplen la función adoctrinar a la población a lo largo de la pampa. De esto se desprende la elección de una de las tipologías edilicias: la municipalidad, y en algunos casos, su plaza. Desde el lenguaje compositivo todas las otras obras colaboran en este sentido, pero la municipalidad es la tipología donde mejor se cristaliza la simbología del poder cívico.

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La construcción del paisaje urbano como símbolo de poder cívico: 1- Azul, 2- Alberti, 3- Pringles. Las plazas principales eran los lugares donde Salamone dedicaba mayor cuidados y carga simbólica. El planteo se resolvía a escala de conjunto y a escala humana hasta sus últimos detalles, incluyendo el reloj de la torre municipal, luminarias, solados, bancos y fuentes.

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Otro objetivo es contribuir en el desarrollo de la economía rural, aportando la infraestructura agropecuaria necesaria. Podemos atribuir a esto la elección del matadero municipal como otra de las tipologías desarrolladas. En estos edificios Salamone toma los más recientes aportes de la técnica frigorífica para el procesamiento vacuno, consiguiendo poder posicionar en excelente lugar frente a otros países productores de carne. También es necesario considerar que estaba vigente el pacto Roca-Runciman, que en 1933 y hasta 1945 establecía compromisos de exportación de carne vacuna con Inglaterra, a cambio de beneficios impositivos y el monopolio de los transportes de Buenos Aires. Casualmente, los trenes utilizados para transportar lo producido hasta Buenos Aires y desde allí a Inglaterra, se concesionaron al mismo país con el que se firmó el pacto.

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Los mataderos se equiparon con la más moderna tecnología disponible. Aunque estaban organizados según una lógica funcional, Salamone dio un importancia fundamental al cuestión simbólica. Queda aquí evidenciado las dificultades de conciliar la función productiva con la simbólica mediante un academicismo protoracional de gran rígidez : 1- Matadero de Azul, 2- Matadero de Balcarce, 3- Matadero de Saliqueló,

El tercer objetivo está fuertemente relacionado con el anterior, es el crecimiento de los pueblos bonaerenses. Para poder aumentar el volumen de producción, hacía falta aumentar la población y mejorar su calidad de vida, y afianzarla al lugar que habitaban. La necesidad no era solamente de infraestructura, era también de identidad, de elementos referenciales. La mayor parte de los pueblos se fundaron en un período muy breve de tiempo y crecieron bajo las mismas condiciones. Había (todavía hoy hay) una especie de identidad común a todos los pueblos productores fundados durante la conquista del desierto, pero carecían de una identidad profundamente propia.

Obviamente todos los edificios públicos aportaron la infraestructura necesaria para cumplir sus funciones específicas, pero no era suficiente: todos eran únicos, distintos entre sí. Cada diseño era original. Son composiciones diversas que utilizan un lenguaje común y refieren al mismo significado.

Desde este punto de vista es notable la elección de la tipología “cementerio” por Salamone, un tipo de edificio de exclusiva necesidad simbólica, relacionada con aspectos humanos que trascienden el poder comunal. Salamone los caracterizó con portales de una monumentalidad comparable a las municipalidades, pero de mucha mayor teatralidad y dramatismo.

1 2 3 4 Los portales de los cementerios son el punto máximo de expresividad en la obra de Salamone, son obras claves en el objetivo de dotar de identidad a los pueblos. Aunque su significado trasciende lo estrictamente cívico, también da a entender que se nace, se vive y se muere en el Estado. 1- Cementerio de Azul, 2- Cementerio de Balcarce, 3- Cementerio de Laprida, 4- Cementerio de Saldungaray

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Recursos compositivos Estando ya en conocimiento de los objetivos perseguidos en el conjunto de la obra de Salamone, buscaremos ahora los elementos presentes en la mayoría de ellas, lo que le da coherencia a pesar de la diversidad. Estas características están trascendidas por un contexto , fueron varias las corrientes arquitectónicas que lo influyeron y ponen en evidencia su eclecticismo: los arquitectos cubistas de Praga, los diseños futuristas italianos, el art decó, y varios de los recursos y elementos de lenguaje comunes a las diversas corrientes del movimiento moderno.

Del papel a la realidad. El movimiento moderno arquitectónico fue anticipado y fuertemente influenciado por las las vanguardias artísticas de principios del siglo XX. Las sugestivas visiones de artistas y arquitectos futuristas marcaron el camino para la posterior producción arquitectónica, incluyendo a la de Salamone.

Salamone compone con aportes de estas corrientes pero usándolas de modo flexible, tomando fundamentalmente su lenguaje. Las constantes más importantes son determinaciones personales de Salamone, entre ellas podemos enumerar: -

MONUMENTALIDAD: La consigue fundamentalmente haciendo edificios de gran tamaño, visibles. Si el tamaño de un edificio cívico es medida del tamaño del estado, se consigue así simbolizar una idea de estado fuerte. Particularmente fuerte es el contraste de escala con todo el entorno existente, existe una clara intención de dar la sensación de estar bajo “todo el peso” del estado. Es constante la forma de acceder a las municipalidades y los cementerios mediante una plaza/explanada con un duro control geométrico/espacial, la transición afuera/adentro es siempre violenta, explotando al máximo el contraste de escalas. Tomemos el único ejemplo del acceso al cementerio de Laprida: luego de acercarnos al portal a través de los 500 metros de una ancha avenida diagonal –la única del pueblo- que nos impide ver hacia los lados por la densa arboleda, accedemos al cementerio por debajo de un inmenso Cristo facetado de 33M de altura, la segunda cruz más alta de Latinoamérica luego del Cristo Redentor.

También podemos hablar de la monumentalidad a escala territorial, las obras son tan numerosas que establecen una lucha contra la horizontalidad con la llanura pampeana no sólo en la campo perceptual de la escala visual, también en el campo intelectual de la escala

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territorial. Se lanzan a la conquista de la llanura, de la que vemos en el horizonte y la que comprendemos en el mapa. Alejandro Carrafanq nos habla de que Salamone “…es la tridimensión de la pampa húmeda, el amojonamiento de la conquista, ese es el concepto, y nada más”.

El acceso al cementerio de Laprida es un buen ejemplo de cómo Salamone utiliza recursos de control espacial como la monumentalidad, la simetría y las visuales dirigidas para simbolizar un Estado fuerte.

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ORIGINALIDAD: Cada uno de sus edificios es distinto a los demás, y distinto al resto de la producción contemporánea. Cada solución es particular, desde la percepción urbana mediata hasta en los detalles de interiorismo. Los artefactos de iluminación, el mobiliario, los símbolos cívicos, las esculturas. No solamente establece diferencias consigo mismo, sino que establece una relación de fuerte contraste con todo el entorno, que los convierte en edificios-hito, en generadores de identidad. Sin embargo esta originalidad tiene la practicidad como límite: Salamone produce obras de una tipología estrictamente definida, utilizando en cada tipología los mismos elementos en configuraciones semejantes y un lenguaje constante. El resultado es una obra personalísima y de gran coherencia.

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Salamone busca la identidad pero con practicidad trabajando dentro de los límites tipológicos. En la tipología “municipalidad” utiliza un basamento horizontal de dos pisos y una torre rematada por un reloj. La disposición es también constante, como remate de una avenida principal frente a la plaza, de marcada simetría, y con oposición horizontal/vertical 1- Municipalidad de Carhué, 2- Municipalidad de Laprida, 3Municipalidad de Guaminí, 4- Municipalidad de Tornquist

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AUDACIA: Además de los molinos de viento, los edificios de Salamone son las únicas estructuras humanas que rivalizan con la absoluta horizontalidad de la pampa, y lo hacen buscando una altura inédita, para esa época y aún hoy en día. Más allá de la altura efectiva como dato concreto, todas sus municipalidades tienen una evidente vocación de elevación,

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acentuando las líneas verticales y recurriendo a proporciones extremadamente esbeltas. Hay en este gesto una evocación romántica y heroica de la fuerza y la victoria.

Torres de Salamone: la audaz aventura de plantarle un contrapunto a la horizontalidad. El “amojonamiento” de la pampa húmeda.

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ALTURA: Separamos la altura de lo audaz de la verticalidad por un simple motivo: la audacia es una percepción subjetiva, pero la altura es una magnitud objetiva y mensurable. Toda torre municipal construida por Salamone es siempre más alta que la torre de la infaltable iglesia cercana. Esto pone el símbolo estatal en una posición de mayor poder que el poder eclesiástico. Aunque los gobiernos del período eran abierta y marcadamente católicos, ubicaron al estado sobre toda otra institución.

Sobre el fondo serrano, vemos la diferencia de altura entre la torre de la municipalidad de Tornquist y la torre de la iglesia.

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MODERN MODERNIDAD DERNIDAD: IDAD Como símbolo cívico, la modernidad de los edificios nos habla de la modernidad y la eficiencia del estado. Salamone desarrolla todas sus obras públicas dentro de los amplios límites de lo que llamamos corrientes modernas de la arquitectura. Desde el exterior, la modernidad es aparencial, exclusivamente compositiva: desecha el uso de los órdenes y la ornamentación clásica, aunque usa profusamente molduras y pseudo-pilastras para conformar la volumetría deseada. Las torres sólo sostienen un reloj y un tanque de agua oculto, no tienen otra justificación que no sea la simbólica. Los volúmenes están siempre revocados y pintados de blanco –otra cualidad exterior típica de los edificios modernos-, con excepción de algunos basamentos revestidos en piedra.

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En los frigoríficos hallamos los ámbitos donde Salamone es más libremente moderno: la configuración sigue una estricta lógica funcional. Las instalaciones eran siempre más actualizadas disponibles, integrando también la técnica como muestra de modernidad.

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SÍNTESIS FORMAL: Salamone maneja el acotado repertorio de formas del modernismo.

Confía en la pregnancia de las formas geométricas sencillas para potenciar la expresión de los edificios. Líneas rectas, planos, ortogonalidad, volúmenes facetados, conos, esferas y círculos son su inventario.

Formas simples, volúmenes puros, planos y ortogonalidad son los elementos del lenguaje compartidos con la arquitectura moderna y que expresan la eficiencia del estado.

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SIMETRÍA: La simetría es otra de las características de la síntesis formal, pero con una importante simbología particular: la permanencia, en este caso, del estado. La simetría transmite sensación de armonía, quietud. Basta pensar en la simetría de las pirámides como símbolo -pregnante y concreto- de la permanencia. Es una determinación tan fuerte, que Salamone la hace primer muchas veces por sobre la funcionalidad. Todas sus municipalidades tienen una planta simétrica, forzando la existencia de locales con uso indeterminado. En el caso de los frigoríficos debe dejar de lado esta predeterminación y priorizar la función por sobre la forma, esta vez coherentemente con el discurso moderno. El estado de abandono que actualmente sufren los frigoríficos, comparado con el buen estado general de las municipalidades, pareciera ser una coincidencia. O tal vez no, imposible saberlo.

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Salamone todavía componía bajo una estricta simetría. En las tipologías con mayor función simbólica (plazas, portales de cementerios, municipalidades) la resolución simétrica es relativamente fácil. En la tipología matadero, se ve forzado a hacer numerosas excepciones.

1- Portal de acceso al cementerio de Saldungaray, 2- Matadero de Laprida, 3- Matadero de Saldungaray

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CARÁCTER AUTORITARIO: Una de las características más importantes a simbolizar. Lograda con la síntesis de monumentalidad, verticalidad, altura y simetría. Son edificios que se imponen, sin lugar a dudas ni a disenso. Hay otro aspecto del carácter autoritario asociado a estas obras que, aunque indirectamente, forma parte de sus características y vale la pena mencionar. Salamone mantenía dentro de su estudio un orden vertical estrictísimo. Su despacho era conocido entre los colegas por la calidad de su documentación y la manera

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expeditiva en que se desarrollaban los proyectos. Este orden era condición imprescindible para poder ejecutar el inmenso volumen de trabajo que significó el diseño, documentación y construcción de las aproximadamente 65 obras bonaerenses en solo 4 años.

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Portal de acceso al cementerio de Laprida. Monumentalidad, verticalidad, altura y simetría son los recursos compositivos que expresan autoridad, y es la obra donde con mayor elocuencia se expresa este carácter.

El espacio en la obra de Salamone Existe una estrecha relación entre los objetivos buscados por Salamone y el uso del espacio. El espacio que circunda las obras Salamónicas queda dispuesto y cualificado de acuerdo a estos objetivos, coherentemente con el lenguaje y los recursos utilizados, a escala territorial, urbana y humana. Veamos entonces cuál es la relación entre espacio, autoridad y doctrina: Espacio y autoridad: A escala territorial ya hemos referido que constituyen una reedición de la conquista del desierto, se logra controlar la llanura pampeana mediante un amojonamiento intensivo.

La otra forma en la que se efectiviza la relación de poder es la repetición de estos símbolos en la zona. Los habitantes de un pueblo que frecuentaban las localidades vecinas podían verificar símbolos semejantes, evidentemente relacionados, en muchas de las localidades de la zona, quedando así acentuado su efecto por la repetición. Destaquemos que la afectación espacial a escala territorial depende exclusivamente de la cualidad simbólica de los edificios y de su coherencia como conjunto de obras.

Distribución geográfica de las obras de Salamone. La mayor densidad se encuentra en la zona central y SO de la provincia, por aquel entonces los pueblos con menor desarrollo.

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A escala urbana y humana, el poder en el espacio se ejerce de dos maneras: La más evidente es que cada municipalidad configura el lugar de residencia del poder comunal, potenciado por el tratamiento espacial y el lenguaje arquitectónico. La segunda es la “omnipresencia”, los edificios-hito son visibles desde toda ubicación dentro de un pueblo, incluso desde una distancia considerable. A diferencia de diversos edificios-hito construidos a lo largo de la historia donde la altura era una medida del orgullo comunal o de la devoción religiosa, en este caso el correlato entre la altura de los hitos es con el área de influencia del poder comunal. Simboliza la “cobertura”, el alcance de su influencia. Otro aspecto de esta omnipresencia es que el estado estaba presente en todos los aspectos de la vida: controlando lo público desde la municipalidad, en las escuelas brindando educación y adoctrinando, en los hospitales, y finalmente en el cementerio. Se nacía, se vivía y se moría en y por el Estado. Aunque Salamone no construyó escuelas ni hospitales en este período, no nos olvidemos que la promoción del desarrollo rural buscada por el gobierno provincial fue llevada adelante mediante otros profesionales.

Una última posible lectura sobre la escala es la de las expectativas de crecimiento para los pueblos.

Viendo las obras el día de hoy están claramente desproporcionadas con respecto al tamaño de las poblaciones, no sería errado pensar que se hayan diseñado teniendo como medida al poder del estado que se quería simbolizar, y al desarrollo esperado para las próximas décadas, algo que nunca sucedió.

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Omniprescencia: A escala urbana, la visibilidad de las obras se equipara con la “cobertura” del Estado. Su escala también da un parámetro de las expectativas de crecimiento que había para los pueblos. 1- Cementerio de Laprida, 2- Municipalidad de Pringles

Espacio y doctrina: doctrina: El conocimiento más importante que intentaban propagar estos edificios es la jerarquía del poder comunal como símbolo del Estado. Dentro de esta jerarquía distinguimos como aspectos fundamentales la autoridad, el orden, la modernidad y la eficiencia. Es difícil separar los medios que Salamone utilizaba para simbolizar cada uno pues están relacionados, pero encontramos estas características como contenido del mensaje emitido en cada una de sus obras.

El otro saber importante que difunden en la población es la identificación de los pueblos. Alberto Petrina nos dice: “En el caso de algunas poblaciones pequeñas como Saldungaray, Salamone “fundará” la identidad misma del pueblo, ya que su diseño abarcará todos los edificios y espacios públicos de relevancia –la plaza, la delegación municipal, el mercado, el matadero y el cementerio-, los que surgirán de la nada en apenas dos años (1937-1938).”

Recordemos que al momento de la construcción de las obras de Salamone, los pueblos de la pampa húmeda promediaban los 50 años y carecían de una identidad propia. En pueblos de esta escala, su pervivencia depende sobre todo del nivel de arraigo de la población al lugar. En tanto no H3 GIL CASAZZA - Trabajo Final

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tuvieran una identidad propia, la persistencia de la población dependía de la coyuntura económica y la benevolencia del clima. Una sequía o una inundación (muy habituales en la zona) amenazaban seriamente la continuidad de un poblado. Había que lograr convertir el “pago” en “la querencia”, colmarlos de elementos significativos en la historia de los habitantes que los relacionaran a cada uno de los pueblos.

Consecución de objetivos Hasta este momento hemos analizado la obra de Salamone desde un punto de vista de ideal atemporalidad, desmenuzando medios y objetivos tal cual él los imaginó. Es propicio analizar el efecto de estos edificios a lo largo del tiempo para verificar si los objetivos perseguidos fueron conseguidos, y en qué medida.

En la agridulce y pendular historia política argentina del siglo XX, podemos describir la historia política de manera muy general como la alternancia de gobiernos civiles y militares desde el golpe del 30 hasta el retorno de la democracia del 83, una constante lucha entre distintos sectores en pugna por el poder que se cristalizó en forma de innumerables intentos de instaurar distintos pactos sociales.

Nuestros edificios-hito, los edificios de Salamone atravesaron esta historia hasta nuestros días ignorados casi por completo, como si los habitantes que los rodeaban y transitaban a diario hicieran un esfuerzo consiente por ignorarlos. Permanecieron en desconocimiento también a nivel académico. Esta desvaloración causó que el mantenimiento que se le diera a la mayor parte de los edificios fuera deficiente, perdiéndose mobiliario, artefactos de iluminación, y sufriendo alteraciones de todo tipo. René Longoni lo resume así: “…un cono de sombra cubrió su obra como si nunca hubiera existido.”

Recién en 1992, The Journal of Decorative and Propaganda Arts edita una extensa nota donde lo “resucita” y lo pone al conocimiento académico internacional. Esta publicación causa mucho interés, motivando que 5 años después se realice una exposición en el Centro Cultural Borges llamada “Francisco Salamone Resurge”, con fotografías de Edward Shaw. Recién aquí la obra Salamónica es vuelta a considerar por el público general y los estudiosos locales (nótese que el interés surgió antes en el público exterior). Se la comienza a catalogar, fotografiar intensamente, recorrer e investigar. Se escriben artículos, se las restaura, aparecen espontáneamente circuitos turísticos que recorren las localidades con sus obras, y quedan finalmente valoradas. Este aprecio pasa, tanto en el público general como en ámbito académico, principalmente por la fascinación que despiertan en tanto composiciones plásticas, por meras sensaciones espaciales y no por apreciaciones sobre el significado aludido ni consideraciones históricas. No se las juzga como edificios-dispositivos sino como edificios-esculturas.

Los objetivos de desarrollo social y económico buscados por los edificios de Salamone fueron incumplidos casi por completo, el aspecto donde sale más airoso es el funcional. La infraestructura que se quiso brindar fue razonablemente pertinente a las necesidades espaciales que la motivaron, y de una permanencia notable. En esa época no existía la necesidad de renovar la arquitectura

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periódicamente, ni el concepto de la arquitectura como bien de consumo. Se construía para durar, la buena arquitectura era la que envejecía bien.

La identificación de los habitantes con su pueblo a través de estos edficios no se verifica. Los habitantes siguen sin poder conciliar su imagen con el resto de la urbanidad circundante, pasan los días al lado de estos monumentos sin comprenderlos, tomándolos como parte del lugar de origen sólo porque estaba ahí cuando nacieron, pero sin entender qué es lo que está haciendo ese objeto ahí, ni quién lo puso.

En este sentido es curioso ver el crecimiento de los cementerios, lugar donde por excelencia se evidencia las creencias que rigen la vida de un pueblo. Tras el gran portal de acceso viene la zona de bóvedas –las familias más pudientes del pueblo-. Todas ellas, invariablemente, son composiciones eclécticas historicistas, mayormente neoclásicas. Luego de las bóvedas sigue un sector de tumbas en tierra, el más popular. Existe en cada una la intención de mantener la memoria del difunto mediante la construcción material de una lápida o un pequeño memorial. Las familias de mayores recursos utilizan los servicios de algún artesano de la piedra, las menos pudientes construyen espontáneamente sus memoriales con materiales tradicionales: ladrillo, mortero, revoque, e incluso pequeñas cubiertas de tejas. En los laterales están los nichos, casi anónimos excepto por una mínima placa de bronce o alguna eventual flor. Ninguna de las tumbas tiene algún tipo de referencia a la escultura del acceso, ni al conjunto del portal, ni a la autoridad que estos representan. Claramente la vida de estas personas está planteada en términos que escapan a la influencia de estos edificios.

Fotografía actual del cementerio de Laprida. El portal se terminó de construir en 1938, aunque pasaron ya 75 años, la escala del portal sigue sin tener relación con la cantidad o la importancia de las tumbas. Además, la zona del cementerio sigue siendo completamente rural. Podemos interpretar de esto la expectativa de crecimiento que se tenía en ese entonces para Laprida, y que claramente el objetivo no fue alcanzado.

En el interior, más de la mitad de las tumbas son sencillas construcciones realizadas muchas veces por los deudos que ninguna relación guardan con el portal salvo la mayor densidad en función de su cercanía, que podemos adjudicarla no tanto a la jerarquía del portal sino a su función de acceso. De hecho, la densidad e importancia de las tumbas también se acrecienta en el acceso secundario.

Por último, la simbolización del poder cívico es algo más compleja de verificar. Por un lado existe el símbolo concreto: la municipalidad con su torre y su reloj, la plaza con sus solados de dura trama geométrica, sus fuentes y artefactos de iluminación. Eso es un símbolo inapelable de autoridad y civismo.

Por otro lado, con la construcción de estos edificios se quiso ejercer un control efectivo de la población sobre la voluntad de las personas, hacerlas afectas a las nuevas ideas políticas. Dada la alternancia entre gobiernos cívicos y militares, es imposible mensurar o siquiera suponer en qué medida este fin fue alcanzado, dado que estas poblaciones no tuvieron un sesgo político definido.

También debemos considerar el gran período durante el que estos edificios fueron deliberadamente ignorados como una muestra de que la población en general daba la espalda al ideario que simbolizaban. Tal vez haya sido indebido juzgar esta producción arquitectónica por su adscripción a una corriente política por sobre otros valores. Martha Nanni opina:

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“…tal designación (Década Infame) ha dado lugar a confusiones funestas sobre el arte argentino. La misma proviene del compás político. En el campo de la creación artística es uno de los momentos más estimulantes. Sin embargo, las interpretaciones provenientes de la “izquierda esclarecida” como de la “derecha cosmopolita” han llevado a conclusiones y omisiones descabelladas.”

El hecho ineludible sigue siendo que debido a su significación autoritaria fueron ignoradas por casi medio siglo. De no haber sido por su nobleza constructiva serían objeto de estudio de la arqueología en vez de la arquitectura.

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Conclusión:

“Salamone es la utopía que no fue. Es el receptáculo perfecto para que cada uno de nosotros pongamos la concepción de utopía que tenemos” (Juan Forn, periodista y escritor)

Una de las instancias iniciales de esta investigación fue la formulación de interrogantes sobre el tema elegido, tarea sencilla cuando existe un tema interesante. Luego de escribir las más sustanciales, sentí la necesidad de poner un título a este cúmulo de interrogantes: “Salamone: obra infame” escribí sin dudar, guiado por el prejuicio de la total inconveniencia de obra realizada por Salamone y su vinculación a gobiernos que valoro personalmente como nefastos.

La profundización de las lecturas, el entrecruzamiento de fuentes, y la observación del estado y la utilización actuales me hizo pensar en la necesidad de un análisis donde se separe la valoración arquitectónica de la ética. En un punto estos edificios no dejan de ser un fin para un medio.

El proyecto político que promovió estas obras está trunco, las obras fueron castigadas con la indiferencia durante medio siglo. Las rivalidades que persistían latentes en la población y en los dirigentes políticos para silenciarlas fueron aquietadas y llegó el tiempo en que volvieron a la luz.

El derrotero incierto que tuvieron las obras las fue limpiando de sus aspectos negativos. Vacías ya del peso de representar un Estado totalitario, son puramente arquitectura, podemos disfrutarlas y aprender de ellas sin prejuicios. Considerar esto me llevó a cambiar sustancialmente el título a: “Salamone: ¿obra infame?”, infame?” como forma de referir a esta dualidad en la valoración.

Aunque un análisis histórico responsable debe intentar no estar contaminado de subjetividades y requiera, para la obra de Salamone, diferenciar (no separar) cuidadosamente lo netamente arquitectónico de las cuestiones éticas y políticas, hay en esta lección de la historia de la arquitectura mucho más para aprender que control espacial, síntesis formal y lenguaje arquitectónico. La lección sólo será aprendida al volver a valorar simultáneamente ética, política y arquitectura, pensándolas desde el presente y proyectándolas al futuro. ¿Cuál es el futuro ético, político, urbano y arquitectónico que considero óptimo para mí y para mis semejantes? ¿En qué qué medida mi hacer actual está configurando este futuro? ¿Cuál es la búsqueda de mis semejantes? ¿Podemos encontrar puntos en común, enriquecer nuestros puntos de vista y trabajar juntos? ¿Coincide mi futuro óptimo con lo óptimo para mis semejantes, o no los los considera?

En este momento de acrecentamiento de la inequidad, amenazas ambientales constantes, crisis energética, superpoblación, sociedades conectadas pero con individuos aislados, consumismo H3 GIL CASAZZA - Trabajo Final

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agudo y globalización con vaciamiento cultural hablar de utopías a escala social es totalmente anacrónico. La escala de las transformaciones requeridas para alcanzar niveles de igualdad éticos y razonables (no utópicos) es aun inimaginable, pero pareciera ser incompatible con la pervivencia del actual sistema económico.

Seguramente no llegue siquiera a ver el inicio de tal era, y aunque reconozco que el aporte individual es infinitesimal, quisiera que entre todos tengamos la tarea diaria de descolgar las utopías del cielo donde están hasta el horizonte, para que sirvan de guía y podamos hablar, debatir, aportar y acordar sobre nuestra vida de una forma ética e integradora. A nosotros, arquitectos, nos toca trabajar sobre aspectos importantísimos de la convivencia: la totalidad de los espacios donde se da la vida humana y su organización estratégica. No puede siquiera siquiera concebirse un futuro si no nos pensamos mutuamente como iguales y actuamos responsablemente cada día en esa dirección. dirección.

¡Un placer compartir con ustedes estos 3 años de historia!

Adrian Ortelli

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Bibliografía:

“Francisco Salamone resurge” Catálogo de la exposición homónima realizada en el CCB en 1997

“Francisco Salamone, una arquitectura de los márgenes” SUMMA+ HISTORIA – Documentos de historia argentina Dardo Arbide Bs. As., DONN, 2004

“La Maniera Salamónica” SUMMA+ HISTORIA – Documentos de historia argentina Mario Sabugo Bs. As., DONN, 2004

“Francisco Salamone: su obra bonaerense” bonaerense” DISTRITO 2 Nº57 René Longoni / Juan Carlos Molteni

Francisco Salamone, entre la escultura y el urbanismo” Revista del CPAU Nº1, Bs. As., marzo 1993 Bellucci Alberto

“Francisco Salamone, el período bonaerense” Inédito, 1998 René Longoni

“Francisco Salamone: Sus obras municipales y la identidad bonaerense” Dirección Provincial de Patrimonio Cultural - 2004 René Longoni

“La Arquitectura del Estado en la Provincia de Buenos Aires 19301930-1945” 1945” Temas de la Academia Nº3 (Agosto 2002) Alberto Petrina

“El discreto encanto de lo atípico en nuestra arquitectura” Temas de la Academia Nº3 (Agosto 2002) Alberto Bellucci

“La modernidad en la pampa bonaerense” H3 GIL CASAZZA - Trabajo Final

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Anales del Instituto de Arte Americano Nº33-34 Longoni, Quinteros, Molteni, Gelves, Bevilacqua.

“Monumental Deco in the Pampas: The urban art of Francisco Salamone” The Journal of Decorative and Propaganda Arts Nº18 (1992) Alberto Bellucci

“El gobierno de Manuel Fresco. Entre la justicia social y el fraude patriótico” patriótico” Cuadernos del CISH 2-3 (1997) María Dolores Béjar

“Mundo Salamone” Estudio VIS - Inédito Ezequiel Hilbert (Director / Productor)

“El Duelo” Duelo” Ensayo (1922) Dr. Juan Heller

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Apéndice: listado de obras y distribución geográfica

PARTIDO Alberti

LOCALIDAD A. Alberti

Alem

Vedia Alem Alberdi El Dorado Carhué Azul

Adolfo Alsina Azul

Balcarce

Coronel Pringles Chascomús Gonzáles Chávez Escobar Guaminí

Laprida

Pellegrini Pilar Rauch

Salliqueló Tornquist

Cacharí Chillar Balcarce Los Pinos San Agustín Coronel Pringles Chascomús A. González Chávez Escobar Guaminí Bonifacio Casbas Garré Laprida San Jorge Pellegrini Pilar Rauch Miranda Cuartel VII Salliqueló Tornquist Saldungaray

Tres Lomas

Tres Lomas

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OBRA municipalidad, remodelación del antiguo palacio municipal (hoy centro universitario), plaza, portal del parque y bóveda en cementerio municipalidad, matadero y mástil de plaza delegación municipal y matadero delegación municipal y matadero delegación municipal municipalidad, matadero y crucifijo portal del cementerio, matadero, plaza, portal del parque y dos cristos (incorporados en el listado por mi autoría) delegación municipal y matadero delegación municipal y matadero. portal del cementerio, escuela, matadero y plaza. delegación municipal delegación municipal municipalidad, matadero, cruz de cementerio, plaza, hospital y ampliación municipalidad municipalidad, matadero y mercado delegación municipal municipalidad, matadero, plaza y crucifijo delegación municipal delegación municipal delegación municipal municipalidad, portal de cementerio, matadero, plaza y corralón municipal delegación municipal municipalidad, matadero y plaza portal del cementerio municipalidad y plazoleta delegación municipal delegación municipal portal del cementerio y matadero municipalidad, remodelación de plaza, remodelación de matadero, crucifijo en cementerio delegación municipal, matadero, portal de cementerio, mercado y plaza municipalidad (ex delegación), matadero y plaza

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