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Nuestro centro de gravedad
Jonás: La secuela
Hazlo ya. ¡Apúrate!
Diciembre 2019 Quiero pertenecer a una iglesia…
CRISTOCÉNTRICA
Jesús en el centro BILL KNOTT
Imagen de portada Pearl Laticia Thambiraj es estudiante de enfermería en el Colegio Terciario Adventista Lowry en Bangalore (India). Ella considera que el servicio a los demás es más importante que el bienestar personal, y espera usar sus habilidades como enfermera en un centro de estilo de vida adventista, para esparcir las buenas nuevas de Jesús en la India. En su tiempo libre, Pearl disfruta de escribir poemas y dibujar. Fotografía: Eike Müller
Quiero pertenecer a una iglesia…
CRISTOCÉNTRICA 10 Nuestro centro de gravedad
13 1888 y los encantos incomparables de Cristo 24 Cristo, mi justicia La Palabra 19 Jonás: La secuela 26 Respuesta a preguntas bíblicas La Iglesia 16 Perspectiva global 18 Voces jóvenes 22 ¿Deberíamos celebrar la Navidad? Una fe viva 20 Una travesía de fe 27 Salud y bienestar 28 ¿Puedo contarle una historia? 30 Fe en crecimiento: Páginas infantiles
Hemos abundado en márgenes, siempre dando vueltas, rara vez cerca del centro. Nos desgastan los vaivenes constantes, en el sopor, pies impacientes, plenos de inquietud. Pero alguien nos llama: «Venid a mí, trabajados y cargados. En el centro de mi amistad todos caminan descalzos, todos disfrutan mi bendición». En su misericordia, Dios ha dado alegrías a su pueblo remanente que le endulzan el camino. Hemos sido bendecidos de saber la verdad fundamental de que somos criaturas de su mano, el acto especial de intención divina, no el accidente de la casualidad. En un mundo que duda un propósito, afirmamos un claro comienzo, aun cuando predicamos el fin. Tenemos la gracia de conocer el sábado, sin el cual, los ruidosos engranajes de este mundo terminarían en una detención improductiva. En ese día vemos y percibimos el ritmo para el que fuimos planeados y creados. El sábado nos guarda, recordándonos cada séptimo día que la vida es gracia, y que la gracia es todo. Somos renovados cuando ponemos en práctica los valores de un reino en el que la salud y la santidad van de la mano como niños que juegan al sol. El alimento y el agua, el descanso y la confianza… estos son dones que añaden vida a nuestros años. Y sabemos que cuando nuestros setenta años lleguen a su fin, aguardaremos el llamado del Dador de la vida, que nos mostrará una vez más el poder de su resurrección. Pero todo ello tiene un Centro. Incrustado en cada creencia fundamental adventista está el que no debemos ni podemos pasar por alto. Cuando entonamos cánticos de la creación, cuando predicamos sobre el tiempo del juicio, cuando dejamos de trabajar antes de la puesta de sol, cuando honramos a Dios con nuestro cuerpo, tenemos que aferrarnos a aquel que era, es y siempre será central para la fe del remanente. Es Cristo el que forma su remanente, no nuestras elecciones ni nuestra vida. Es el conocimiento profundo de su corazón lo que trae coherencia a las verdades que enseñamos, los cánticos que entonamos, la misión y los mensajes que recorren el mundo, como lo expresó Elena White, «como raudales de luz». Hagamos un pacto con el que quiere guardar un pacto con su pueblo, para que conocer a Jesús sea lo principal que hagamos. Que cada sermón, cada lección, cada observancia de su santo sábado, lo coloque en el centro. «Él es anterior a todas las cosas, que por medio de él forman un todo coherente. Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de la resurrección, para ser en todo el primero» (Col. 1:17, 18, NVI). Quiero pertenecer a una iglesia que siempre ponga a Jesús en el centro.
Creemos en el poder de la oración, y aceptamos pedidos de oración que compartimos en nuestro culto semanal de cada miércoles por la mañana. Envíe sus pedidos a prayer@adventistworld.org, y ore por nosotros mientras trabajamos todos juntos en pro del progreso del reino de Dios.
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Cobertura especial sobre el Concilio Anual
Maureen Raj, miembro de la Junta Directiva de la Asociación General en representación de la División Norteamericana, efectúa un comentario durante la presentación y la discusión de varias horas durante el Concilio Anual, en relación a las acciones propuestas como resultado del Documento de Conformidad votado en 2018. Red de Noticias Adventistas
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Cobertura especial sobre el Concilio Anual
Líderes aprueban plan de paridad de diezmos entre las Divisiones
Para 2030, cada División de la iglesia contribuirá el mismo porcentaje de diezmos a la Asociación General.
Adventist World y Red de Noticias Adventistas
La paridad en los diezmos que contribuyen las Divisiones de la Iglesia Adventista a la sede central dominó la discusión del lunes 14 de octubre pasado, durante las sesiones de la Junta Directiva de la Asociación General, conocidas como Concilio Anual. La paridad describe un escenario futuro en el que los trece territorios de la Iglesia Adventista mundial (llamados Divisiones) contribuyan con el mismo porcentaje base de sus diezmos a la sede global de la denominación. Esta usa lo que recibe para financiar las operaciones de la sede y distribuir fondos entre las mismas Divisiones. CÓMO FUNCIONA
La estructura financiera de la Iglesia Adventista incluye el diezmo (el diez por ciento de los ingresos de
cada miembro), dado a la iglesia local. La iglesia local envía el diezmo a la Asociación local, una unidad administrativa que supervisa un área geográfica definida. Aunque la mayoría de los fondos de diezmos permanecen en la Asociación para pagar sus operaciones, los salarios de los pastores y otros proyectos misioneros, una parte es enviada a otras unidades administrativas, lo que incluye a la Asociación General y sus Divisiones. La División Norteamericana, el lugar de nacimiento de la Iglesia Adventista, ha contribuido con un mayor porcentaje de sus diezmos a la Asociación General. Hace tan solo unos años, en 2012, la División Norteamericana contribuía con el 8 por ciento, mientras que el resto de las Divisiones contribuía solo el 2 por ciento.
Un cambio oficial en los Reglamentos eclesiástico-administrativos, votado por la Junta Directiva de la Asociación General en 2011, disminuyó la contribución del 8 al 5,85 por ciento. El plan fue implementado en incrementos consecutivos durante un período de ocho años, como un reflejo de la necesidad creciente de Norteamérica de financiar sus actividades misioneras. En 2018, la Junta Directiva de la División Norteamericana solicitó, mediante voto oficial, un diálogo continuado con la Asociación General para buscar una disminución aún mayor del giro de diezmos a la Asociación General, con el objetivo de alcanzar la paridad (igualdad) en los diezmos entre todos los territorios. La paridad implicaría que Norteamérica ya no sería percibida
El auditorio de la sede mundial de la Iglesia Adventista se muestra repleto al momento en que los miembros de la Junta Directiva se aprestan a analizar temas como la paridad de los diezmos y la declaración propuesta respecto del aborto. Red de Noticias Adventistas 4
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como un «padre» en términos denominacionales, sino más bien «un socio igualitario en lo que respecta a sus responsabilidades y obra misionera», explicó Juan Prestol-Puesán, tesorero de la Asociación General. LA PROPUESTA
Después de casi un año de diálogos con las Divisiones y de las Divisiones entre sí, el 14 de octubre se presentó ante los miembros de la Junta Directiva un plan que será introducido en etapas hasta alcanzar la paridad para 2030. A comienzos de ese año, cada División de la iglesia mundial contribuirá con un 3 por ciento de diezmos a la Asociación General. «Hemos tenido algunas reuniones muy buenas e intensas con los directivos de las Divisiones, incluida Norteamérica –dijo Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista–. Tuvimos diálogos muy serios». De acuerdo con la propuesta, el Reglamento eclesiástico-administrativo 235-19G de la Asociación General, titulado Apoyo a la obra mundial (Plan para compartir los recursos financieros) sería enmendado para incluir una tabla, junto con detalles y explicaciones adicionales que detallan el proceso hacia el logro de la paridad. Al presentar el reglamento enmendado, Wilson comenzó reconociendo el trabajo que la División Norteamericana ha llevado a cabo a lo largo de los años para desarrollar la presencia adventista en el mundo. Los asistentes respondieron con un aplauso de pie, y «amenes». Prestol-Puesán concordó. «Todos los territorios del extranjero tienen una gran deuda de gratitud hacia la División Norteamericana». DISCUSIÓN SOBRE TABLAS
Durante comentarios introductorios adicionales, Wilson aclaró que el diálogo incluyó una diversidad de perspectivas. «¿Estuvieron todos de acuerdo? No –dijo Wilson–. Pero la propuesta
Cobertura especial sobre el Concilio Anual
contiene algunas provisiones que permitirán la discusión» La discusión sobre tablas reflejó esa diversidad. Después de agradecer al personal de la tesorería de la Asociación General por su trabajo, el tesorero de la División Norteamericana, Randy Robinson explicó: «Nos sentimos privilegiados de ayudar al campo mundial. Hemos tenido el privilegio de hacerlo, y seguiremos haciéndolo. Estamos agradecidos por la misión en diversas partes del mundo, pero también somos conscientes de la misión que necesita tener lugar en Norteamérica. Es nuestro deseo traspasar estos recursos al campo local». Los delegados de diversas partes del mundo también expresaron su gratitud a la División Norteamericana por su contribución a la misión mundial. «En nombre de nuestra parte del mundo, me gustaría agradecer a la División Norteamericana», dijo Edward Tupa’i, presidente de la Unión Asociación de Nueva Zelandia. Tupa’i recordó entonces de qué manera llegó el mensaje adventista a su país, gracias al misionero estadounidense Stephen Haskell. «Es algo por lo que siempre estaremos agradecidos». Otros delegados expresaron preocupación por la propuesta. Kathy Proffitt, miembro laico de la División Norteamericana, indicó que la decisión tendría un impacto directo sobre los planes misioneros mundiales. «Entiendo la paridad, pero desafortunadamente, esto no incluirá una igualdad de condiciones –dijo–. Los que tienen menos dinero tendrán que pagar más pero recibirán menos». Otros delegados fuera de la División Norteamericana se mostraron de acuerdo con la propuesta. «Apoyo esta propuesta más que un ciento por ciento –dijo Kenaope Kenaope, miembro de la Junta Directiva proveniente de la División de África Meridional y Océano Índico–. Un hijo que no crece tiene que ser motivo de preocupación para sus padres. Si la División Nor-
teamericana dice que no puede ser el padre, me parece bien. En realidad, ¿por qué un hijo debería quedarse en la casa para siempre? Enfaticemos la capacidad del Dios de la iglesia mundial de ayudarnos a salir adelante». LA DECISIÓN
Después de dos horas de presentaciones y debate, los miembros votaron a favor de la medida. Thomas Lemon, uno de los vicepresidentes generales que presidió la discusión, felicitó a los asistentes por el
Después de casi un año de diálogos con las Divisiones y de las Divisiones entre sí, el 14 de octubre se presentó ante los miembros de la Junta Directiva un plan que será introducido en etapas hasta alcanzar la paridad para 2030. diálogo saludable. «Aunque estamos preocupados por la misión a partir de aquí, podemos alabar al Señor por la misión llevada a cabo, porque estamos en un grupo que representa tantas culturas y grupos del mundo». Después del voto, Dan Jackson, el presidente de la División Norteamericana, agradeció a los delegados que representan a casi doscientas naciones. «Quiero agradecer a nuestros hermanos de la iglesia mundial por el apoyo a la División Norteamericana. Les agradezco mucho. Que Dios los bendiga».
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Cobertura especial sobre el Concilio Anual
A pesar de la incertidumbre, las finanzas están bien encaminadas, afirma el tesorero
Juan Prestol-Puesán dice que las perspectivas positivas se deben a Dios y a la generosidad de los miembros.
Adventist World y Red de Noticias Adventistas
El tesorero de la Iglesia Adventista Juan Prestol-Puesán presenta el informe financiero de la Asociación General ante los asistentes al Concilio Anual 2019. Red de Noticias Adventistas
Juan Prestol-Puesán, tesorero de la Iglesia Adventista, comenzó su informe financiero ante los delegados al Concilio Anual 2019 en Silver Spring (Maryland), al dar el crédito «primero y antes que nada» a Dios, por sus bendiciones. «Deseamos reconocer nuestra dependencia de Dios por su continua presencia, conducción y gracia sustentadora», dijo el 14 de octubre de 2019, al informar sobre las finanzas de la iglesia al 30 de septiembre. Prestol-Puesán dijo que el panorama financiero actual señala una vez más que las cuentas estarían balanceadas para el 31 de diciembre de 2019. Los resultados podrían ser
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mejores, dijo, siempre y cuando los diezmos y ofrendas reportados se mantengan estables, no haya fluctuaciones importantes en las monedas principales y se conserve la disciplina fiscal en lo que respecta a los gastos. Los niveles de liquidez también son claves, enfatizó. «Igualmente fundamental para el éxito financiero es la retención de un adecuado nivel de liquidez, que […] nos ofrecerá una mejor oportunidad de enfrentar los desafíos que nos aguardan». INVERSIONES CON RESULTADOS POSITIVOS
Prestol-Puesán informó que, hasta el 30 de septiembre, los activos netos de
la Asociación General se han incrementado en 1,2 millones de dólares. Esto es el resultado de las ganancias por inversiones. A pesar de la continua volatilidad de los mercados de valores –que no han producido ganancias netas en 2019– la iglesia ha estado invirtiendo «casi exclusivamente» en instrumentos fijos, que acarrean menos riesgos. «Nuestra exposición es mínima – dijo Prestol-Puesán–. Nuestra postura ha mostrado ser sabia». DIEZMOS, TASAS DE CAMBIO Y LIQUIDEZ
Según el informe, en 2018, los diezmos totales se han incrementado 89.094.912 millones de dólares, o un
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3,6 por ciento. (De ese monto, cerca de 56 millones corresponden a la División Norteamericana, y el resto a las otras doce Divisiones). Pero Prestol-Puesán explicó que a pesar del resultado positivo, la realidad al final de 2019 podría ser diferente. «Las cifras actuales indican que es probable que no alcancemos el mismo nivel en dólares que el reportado en diciembre de 2018», dijo. Parte de eso se debe a que las fluctuaciones de algunas de las principales monedas afectan el monto final, que es calculado en dólares. Como ejemplo señaló que el valor del real brasileño ha mostrado disminuciones adicionales en 2019. Al mismo tiempo, Prestol-Puesán mencionó que los porcentajes recomendados en el capital operativo (activos corrientes menos pasivos corrientes) y la liquidez (activos que pueden ser convertidos rápidamente en efectivo para cumplir con los compromisos) son similares a los de hace un año.
por esa disminución, explicó. Las asignaciones (los fondos que la Asociación General distribuye entre las Divisiones), permanecerán una vez más sin cambios en términos de monedas locales, informó Wahlen. También afirmó que la fortaleza continua del dólar estadounidense resulta en ahorros presupuestarios en las asignaciones de la Asociación General. Reconoció al mismo tiempo que esto «contribuirá a presupuestos operativos ajustados para las Divisiones, que tendrán que enfrentar una presión inflacionaria sobre sus operaciones». Se espera que los Gastos Operativos del Edificio (el dinero que se necesita para administrar la sede central de la iglesia) se incrementen en 1,6 millones de dólares debido a las presiones inflacionarias y a otras razones. La asignación a los Gastos Operativos en 2020, sin embargo, se encuentra 540 mil dólares por debajo del dos por ciento del Tope Operativo. Según los Reglamentos eclesiástico-administrativos de la Asociación General,
PRESUPUESTO, ASIGNACIONES Y GASTOS OPERATIVOS
«A pesar de las presiones financieras continuadas sobre el presupuesto de la Asociación General, seguimos confiados en saber que Dios siempre suple los fondos necesarios para cumplir con sus planes».
El subtesorero Ray Wahlen dijo que la fortaleza del dólar estadounidense respecto de la mayoría de las monedas es el factor dominante en el presupuesto operativo de la Asociación General. «Es algo significativo, porque aproximadamente la mitad de los ingresos totales son contribuciones de fuera de los Estados Unidos», expresó. Un segundo factor es que, de conformidad con los Reglamentos eclesiástico-administrativos de la Asociación General, el porcentaje de diezmos que contribuye la División Norteamericana a la Asociación General disminuirá del 6,1 al 5,85 por ciento. Esto representa 2,5 millones, o un 1,5 por ciento menos de ingresos, dijo Wahlen. Los mayores incrementos en los diezmos de esa región han ayudado a compensar parcialmente
—Ray Wahlen, subtesorero de la Asociación General
la sede de la iglesia está autorizada a gastar hasta el dos por ciento de los diezmos de todo el mundo para administrar sus operaciones.
Wahlen enfatizó que hay razones para mostrarse esperanzado: «A pesar de las presiones financieras continuadas sobre el presupuesto de la Asociación General, seguimos confiados en saber que Dios siempre suple los fondos necesarios para cumplir con sus planes». EL FUTURO: A PARTIR DE 2021
Tres elementos relevantes durante el año podrían tener un impacto sobre las operaciones financieras de la iglesia, en especial después de 2020. El primero es una enmienda a los reglamentos que será presentada ante la Junta Directiva para su consideración. La enmienda solicita una modificación en los porcentajes de diezmos que contribuyen las regiones del mundo para operar la Asociación General, que supervisa la obra de la iglesia en el mundo. Otro elemento es una oferta de adquisición de una propiedad de importancia en Hagerstown (Maryland), donde en el pasado se encontraba la casa editora Review and Herald Publishing Association. En este momento, el supuesto comprador aún tiene la opción de cambiar de parecer, dijo Prestol-Puesán. Finalmente, la Corporación de la Asociación General está por construir un depósito en el lado sur de la sede de la iglesia en Silver Spring (Maryland). El nuevo depósito remplazará el actual, que se encuentra en una ciudad cercana. Prestol-Puesán concluyó su informe al agradecer por lo que él denominó «la generosidad de los miembros» y «el gran número de voluntarios y empleados» que proveen servicios en el área financiera. Por sobre todas las cosas, agradeció a Dios, y una vez más expresó su confianza y la confianza de su equipo en la conducción divina. «Dios comprende nuestras circunstancias, momentos y necesidades –dijo Prestol-Puesán–. Él nos guiará, proveyendo de acuerdo a lo que considere mejor». AdventistWorld.org Diciembre 2019
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Cobertura especial sobre el Concilio Anual
Junta Directiva de la Iglesia Adventista analiza Declaración sobre el aborto
La declaración enmendada es aprobada por voto mayoritario.
Adventist World y Red de Noticias Adventistas
Los miembros del mayor órgano de decisión de la Iglesia Adventista deliberaron por dos días, durante el Concilio Anual 2019, sobre la propuesta de una «Declaración sobre la perspectiva bíblica de la vida por nacer y sus implicaciones para el aborto». El documento emergió en septiembre después de un largo período de estudio y discusión entre teólogos, expertos en medicina y ética, administradores de salud y administradores de la iglesia. Varias comisiones y unidades administrativas participaron de la redacción del borrador. Un grupo de trabajo compuesto por veintiséis personas, lo que incluyó a siete mujeres, fue comisionado por la Comisión Administrativa de la Asociación General para «preparar el borrador de una declaración unificada que esté claramente basada en principios bíblicos que enfatizan la santidad de la vida y reconocen los casos y anomalías extremadamente difíciles que pueden enfrentar las mujeres», según los Términos de referencia votados.
UN TIPO ESPECÍFICO DE DOCUMENTO
Los líderes de la iglesia se mostraron enfáticos de que el documento considerado y en último término votado, es una declaración y no un conjunto de pautas para los individuos o las organizaciones de la iglesia. Según lo define la práctica de la iglesia, una declaración votada detalla la posición oficial de la Iglesia Adventista sobre una cuestión determinada, mientras que las pautas ofrecen orientación para la aplicación práctica de un tema específico. Antes de este documento, no se había redactado ninguna declaración sobre la santidad de la vida por nacer. La última vez que la denominación dio a conocer pautas sobre el aborto fue en 1992. A pesar de ello, según Ted N. C. Wilson, el presidente de la Iglesia Adventista, las pautas de 1992 contenían «un enfoque mucho más limitado de este precioso tema». Wilson pasó a aclarar la función que juega la declaración votada en la vida de la denominación de veintiún
Una integrante de la Junta Directiva escucha con atención durante la presentación de la Declaración sobre la Perspectiva Bíblica de la Vida por Nacer y sus Implicaciones para el Aborto. Red de Noticias Adventistas 8
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millones de miembros. «Es una declaración. No es parte del Manual de la iglesia. No tiene por propósito ser una declaración por la cual las juntas y los miembros juzguen a otras personas». Al dirigirse directamente a los líderes de la iglesia, Wilson añadió: «Por favor, instruyan y animen a los miembros para que no hagan eso. Es una declaración bíblica para influir no solo en el mundo sino en nosotros mismos, sobre cómo nos habla la Biblia acerca de la vida». COMENTARIOS INTRODUCTORIOS
«Como bien saben, el tema de la santidad de la vida por nacer es una cuestión sumamente sensible pero al mismo tiempo, hemos tenido el privilegio de estudiarlo», dijo Artur Stele, uno de los vicepresidentes de la iglesia que estuvo al frente de la comisión de redacción y supervisó el proceso. Stele delineó el proceso de redacción del documento, que comenzó con la Comisión de Ética del Instituto de Investigaciones Bíblicas, y se expandió para incluir a la Comisión de Bioética de la Asociación General. Un grupo de trabajo de veintiséis miembros, representando diversos sistemas adventistas de salud, y varias comisiones administrativas de la Asociación General. El proceso resultó en un total de veintisiete versiones del borrador. Peter Landless, que es médico y director de Ministerios de Salud de la Iglesia Adventista mundial, se refirió al temor de que la declaración sea «un arma nuclear contra los sistemas adventistas de salud», aclarando que «la respuesta es “no”». Durante su presentación, Landless también mostró una tabla en la que figuraba el nú-
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mero total de abortos llevados a cabo por las instituciones adventistas de salud el año pasado. Las estadísticas revelan que el número es sumamente pequeño, y que casi todos ellos se relacionan con anormalidades fetales dramáticas que harían imposible la supervivencia fuera del vientre materno. Aunque reconoció que «no tenemos una historia maravillosa en nuestras instituciones de salud» en lo que respecta al aborto, Landless informó una disminución dramática de los abortos desde que se votaron las pautas de 1992. «Tengo que expresarlo con claridad: el objetivo es estar tan cerca como sea seguro de los cero abortos». Stele preguntó a Elias Brasil de Souza, el director del Instituto de Investigaciones Bíblicas, qué significa que la declaración sobre el aborto no esté incluida en el Manual de la iglesia. «No fue preparada para ser incorporada al Manual de la iglesia o a las Creencias fundamentales –dijo de Souza–. Pero este documento representa una orientación para que la iglesia les diga a sus miembros, y al mundo, dónde nos encontramos respecto de este importante tema». De Souza también enfatizó de qué manera se anima a los miembros a que se relacionen con la declaración. «No deberíamos usar este documento como arma para alejar a las personas –dijo–. No deberíamos usarlo para castigar a las personas. Es un documento redentor. Al leerlo con detenimiento, verán que es un documento amable, que reconoce las situaciones difíciles en las que se encuentran algunas veces las personas. En este documento se nos hace un llamado a la compasión». Stele aclaró que se prepararán protocolos y procesos más prácticos. Esto será coordinado inicialmente por los líderes de Ministerios de Salud, que pasará a incluir el desarrollo de pautas para pastores y congregaciones. «Trabajaremos asiduamente y
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con mucho cuidado con individuos de bioética e instituciones hospitalarias –dijo Landless–. Tenemos que, al menos para el comienzo del año próximo, comenzar a producir procesos y protocolos significativos que puedan ser usados para los que trabajan en el frío ámbito de la gestión de salud». DISCUSIÓN SOBRE TABLAS
Las discusiones sobre tablas reflejaron la diversidad de perspectivas sobre el tema. Doug Batchelor, orador y director de Amazing Facts, un ministerio independiente de apoyo ubicado en Norteamérica, fue el primero en pronunciarse a favor de la declaración. «Alabo a Dios porque la iglesia está refiriéndose al problema; me habría gustado que lo hubiera hecho antes. La Biblia enseña que la vida humana es un milagro, un don de la creación de Dios que comienza en la concepción». Batchelor concluyó: «Contar con una clara declaración bíblica sobre el aborto no significa que vamos a atacar a aquellas personas con las que estamos en desacuerdo». Richard Hart, rector de Salud de la Universidad de Loma Linda, un sistema médico operado por la Universidad de Loma Linda y propiedad de la Iglesia Adventista, dijo: «Aprecio el documento por el valor que otorga a la santidad de la vida». Hart, que es médico, aclaró que Loma Linda no ofrece abortos electivos, y pasó a describir varias afecciones médicas críticas en las que acaso puede resultar necesaria la terminación del embarazo. Enfatizó la importancia de una redacción que «permita que el médico y la madre tomen las decisiones más sabias» en esas circunstancias difíciles. Otros delegados plantearon preocupaciones respecto de la omisión del lenguaje que se refiere a las experiencias de violación e incesto, que sí son mencionadas en las pautas de 1992.
Jiri Moskala, decano del Seminario Teológico Adventista de la Universidad Andrews, alabó el documento por su respeto por la vida y sus principios bíblicos, pero también ofreció sugerencias de mejoras. «Esta declaración permanece extrañamente silenciosa sobre el tema más doloroso relacionado con el aborto, a saber, la violación. Espero que no enviemos una señal falsa a nuestras iglesias al omitir en este documento el problema de la violencia y la violación. Creo que se debería incluir la violación». «Realmente me gusta el hecho de que está tan centrado en la Biblia –dijo Kathy Proffitt, una delegada de Norteamérica que se pronunció a favor del documento. El documento menciona a Jeremías 1:5: «Antes de que te formara en el vientre, te conocí». Proffitt conectó esto con el borrador de la declaración: «Dios es intencionalmente el dueño y quien forma a cada infante». EL VOTO
Después del análisis y discusión del lunes, Thomas Lemon, uno de los vicepresidentes de la Iglesia Adventista y quien presidió la sesión, agradeció al grupo por su apertura y franqueza. Los delegados acordaron por consenso continuar con la discusión el miércoles por la mañana, después de que una comisión de redacción tuviera tiempo de incorporar algunos de los comentarios y cambios editoriales a la declaración. Así fue como el miércoles, Stele leyó los cambios efectuados al documento, sobre la base de los aportes y sugerencias de los delegados. La Declaración sobre la perspectiva bíblica de la vida por nacer y sus implicaciones para el aborto fue aprobada por la vasta mayoría de los delegados, dado que solo unos pocos votaron «no» debido a preocupaciones específicas con la redacción del documento.
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Quiero pertenecer a una iglesia…
CRISTOCÉNTRICA
Nuestro centro de gravedad AUDREY ANDERSSON
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stirándose, tocó el juguete y dejó escapar una risita. Le hacía honor al nombre, el señor Tembleque. Su base redonda y pesada implica que no importa cuánto lo empujemos, se mueve de un lado a otro, y entonces queda parado otra vez. En ocasiones, la vida se parece al señor Tembleque. Estamos desequilibrados, empujados en diversas direcciones. En ocasiones como esa, es importante saber cuál es nuestro centro de gravedad: ese punto fijo en el cual todo queda en equilibrio perfecto. Para los cristianos, el centro de gravedad es Cristo. Cuando él ocupa el centro, nuestra vida está en equilibrio. La teoría es simple. La práctica resulta más problemática. COMUNIÓN, NO REGLAS
En ocasiones, reducimos nuestra experiencia cristiana a una lista de reglas y normas que es necesario obedecer. La obediencia es importante. Adán descubrió la dolorosa verdad. No somos salvos, sin embargo, por obedecer; somos salvos por lo que Jesús hizo cuando murió en la cruz. Él no murió por sí mismo; murió por nosotros. Es por ello que obedecemos por amor. Es fundamental conocer la diferencia. Vivir una vida centrada en Cristo se refiere fundamentalmente a una comunión con nuestro Creador y Salvador. Una comunión en la que el centro de gravedad es el amor. Un amor que es tan maravilloso y abarcador que transforma toda la base de nuestro ser. El yo ya no es la fuerza motivadora; por el contrario, el amor de Dios y nuestra comunión con él llega a ser nuestro centro gravitatorio. Sí, hay reglas, pero existen para orientarnos sobre cómo vivir en comunión con Dios y los que nos rodean. UNA VIDA JUSTA
A nivel personal, el amor de Cristo necesita impregnar cada aspecto de nuestro ser: nuestros pensamientos, actitudes y creencias más profundos, y la manera en que su expresión externa afecta nuestra relación con otros. En términos simples, implica vivir una 10
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vida justa. Cristo llega a ser el patrón y la norma de todo lo que hacemos. No es una opción fácil. Requiere la aplicación de virtudes que no están de moda:* humildad, pureza, honestidad, imparcialidad, valor, perdón y tenacidad. El amor de Cristo obra en nosotros, transformándonos en las mejores personas que podamos ser. Desafortunadamente, no es una transformación instantánea, sino más bien la obra de toda una vida. Cada día suceden cosas que procuran alejarnos, apartarnos de nuestro centro de gravedad que es Cristo. Una cantidad de irritaciones menores, como quedar atascados en el tránsito, o eventos que alteran nuestra vida, como la pérdida de un ser querido o una enfermedad seria, tienen el potencial de hacernos olvidar que el amor y la bondad de Dios son el centro firme e inamovible del
universo. La experiencia nos enseña que no importa cuántas veces o hasta qué punto caigamos, si seguimos mirando a Cristo, su amor seguirá atrayéndonos a una relación de restauración con él. Él solo puede hacer eso cuando oramos y estudiamos la Biblia para comprender mejor cómo es vivir una vida justa y humana al mismo tiempo. COMUNIDADES SEMEJANTES A CRISTO
Se dice que Mahatma Gandhi dijo: «Me gusta el Cristo de los cristianos pero no me gustan los cristianos. Los cristianos no se parecen en nada a Cristo». El mejor lugar para probar la verdad de esa declaración es en la iglesia local. Aunque profesamos nuestro amor por Cristo, a menudo, nuestra conducta hacia nuestros hermanos en la fe deja mucho que desear.
#Santuario Transacciones de salvación
Cristo es verdaderamente el centro de las Escrituras, la doctrina, las estructuras de la iglesia y aun la misión. Pedimos a cuatro adventistas de Argentina, Kenia, Nueva Zelandia y Zimbabue que busquen a Cristo en cuatro creencias adventistas claves (que van desde la salvación al Santuario, el estado de los muertos y el milenio). Esperamos que sean bendecidos por estas perspectivas. —Los editores
Imagen: Marcelo Moreira
C
uando veo un banco comercial, a menudo pienso en el Santuario. Como institución financiera, el banco es una parte integral de la infraestructura de las economías modernas. Es el centro neurálgico de las transacciones económicas. En el centro mismo de todas esas transacciones se encuentra el principio contable de la doble entrada. El crédito de una cuenta es posible gracias al débito de otra por el mismo monto. El mismo principio se aplica a los servicios del Santuario. Esa institución es el centro de las transacciones de la salvación eterna de Dios. Pensemos en Adán y Eva en el Edén. Eran culpables. Agacharon la cabeza, avergonzados y atemorizados. Mediante ese acto de desobediencia hacia su Hacedor, incurrieron en una deuda que ni ellos ni su posteridad podían pagar. Pero se interpuso la misericordia, prometiéndoles que vendría alguien y pagaría la deuda que no debía (Gén. 3:15). Uno puede pensar en esta promesa como
Todos tienen alguna historia sobre las ocasiones en que la humanidad de otra persona dejó ver su peor versión. Las mismas cualidades o virtudes que se necesitan en la vida personal son necesarias en nuestras iglesias. ¿Qué sucedería si escucháramos atentamente lo que otros dicen? ¿Qué pasaría si les otorgáramos el don de nuestra atención plena y reflexionáramos antes de actuar? ¿Qué sucedería si demostráramos verdadera humildad, poniendo a otros en primer lugar? ¿Qué pasaría si tuviéramos el valor de enfrentar las fallas propias y de los demás como lo haría Cristo? Hace unos veinticinco años, participé de un proyecto de escritura. En las etapas iniciales, un grupo difícil de manejar, compuesto por más de ochenta escritores, se reunió durante tres semanas. Provenían de diversas
un cheque a futuro, escrito por la divinidad, a nombre de la humanidad. Tenía que vencer y ser cobrado en el Calvario. Hasta entonces, sin embargo, el cheque permaneció ante Israel mediante los símbolos de los servicios del Santuario. Los pecadores que iban cada día con un débito reconocían su bancarrota espiritual y recibían crédito inmediato de la cuenta de vida del Cordero. El nombre Jesús revela la misión del portador de «[salvar] a su pueblo de sus pecados» (Mat. 1:21). Juan atrajo la atención de la multitud hacia Jesús como «el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Juan 1:29). Al aceptarlo, reconocemos nuestra insolvencia espiritual. Al recibirnos, nos acredita su justicia y él toma sobre sí nuestra injusticia. Nuestra deuda queda pagada solamente por su crédito. Jesús es la moneda eterna del cielo en la transacción de la salvación. ¿Cuál es el balance de su cuenta?
Watson Mbiriri se graduó con un doctorado en Antiguo Testamento en el Instituto Adventista de Estudios Avanzados. Vive y cumple su ministerio en Harare, Zimbabue.
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partes del mundo, con trasfondos culturales, expectativas y capacidades diferentes. A la ya fallecida Patricia Habada se le asignó la tarea nada envidiable y hercúlea de coordinar el proyecto. La posibilidad de fracaso era infinita. Pat jamás pareció frustrada o molesta. Fue casi un alivio cuando, promediando el proyecto, Pat se detuvo junto al grupo en el que yo trabajaba y expresó su frustración hacia uno de los demás líderes. Por eso, quedé atónita cuando al día siguiente, reunió al grupo y al líder que había criticado y dijo: «Tengo que disculparme». Explicó cómo y por qué se había sentido resentida y por consecuencia se había comportado de una manera que no era la de Cristo, hacia el otro líder, y le pidió disculpas. Ella fue un ejemplo de lo que significa vivir una vida centrada en Cristo en la comunidad local, y nos enseñó una lección que ninguno de nosotros ha olvidado. Mostró y demostró respeto cristiano por todos.
#Salvación Maravilla de maravillas
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amá tejió una chaqueta para mi hermanita Rhoda. La prenda era única en su clase; una verdadera obra de arte. Al mirarla, se experimentaba un sentido instantáneo de comodidad y calidez, y todo ello encapsulado en algo bello. Era admirable. La chaqueta de Rhoda estaba reservada para ocasiones especiales y para los sábados; no era para todos los días. Cuando desapareció, la buscamos días y días sin parar, pero sin éxito. Si mamá la hubiera hallado en manos de otra persona, la habría comprado sin fijarse en su costo. Estábamos tristes. Mamá también.
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UNA PERSPECTIVA GLOBAL
Nuestra forma de relacionarnos con otros cada día, también en nuestra iglesia local, dista mucho de la iglesia global, ¿o no? Durante los últimos nueve años, he tenido el privilegio de trabajar en la División Transeuropea de la Iglesia Adventista, lo que me ha dado la oportunidad y educación de participar en los procesos globales de toma de decisiones. Es fácil olvidarse la increíble realidad de que el adventismo es una iglesia global y un movimiento mundial. Cada idioma, cada cultura, cada sistema político, junto con sistemas económicos vastamente diferentes, están al cuidado y responsabilidad de los líderes de la iglesia. Pueden surgir diferencias, y por ende, sentimientos heridos y manifestaciones de falta de respeto. Es inevitable: hasta Pedro y Pablo discutieron por cuestiones de conducta. Los líderes son humanos. Pero en mi experiencia, los líderes de nuestra iglesia son hombres y mujeres justos. En general, colocan la voluntad y el
¡La más bella obra maestra de mamá había desaparecido! Lo mismo sucedió cuando el ser humano, la obra maestra de la creación, fue arrebatado por Satanás. Dado que sabía que Adán y Eva quedarían vulnerables a huir de su presencia, el Diseñador Maestro pergeñó un plan para salvarlo. Las consecuencias de apartarse eran terribles, dado que culminaban en la muerte eterna. No obstante, mientras el enemigo se alegraba y celebraba su nueva adquisición, Dios lloró por su obra maestra perdida, «porque la paga del pecado es muerte» (Rom. 6:23). El Diseñador Maestro decidió salvar a la humanidad de la muerte eterna mediante la maravilla de maravillas: el plan de salvación. El plan debía ser ejecutado. La ley relacionada con las consecuencias del pecado seguía vigente. «Sin derrama-
propósito de Dios por sobre sus sentimientos personales. Trabajan y oran por la unidad. Demuestran respeto mutuo, colocando la voluntad de Dios antes que la propia. La enormidad de los desafíos globales para el progreso del evangelio en un mundo malo y confundido solo puede enfrentarse mediante oraciones diarias sostenidas de los miembros por los líderes de la iglesia. Para todo el que quiera vivir una vida semejante a la de Cristo, él dejó en claro las órdenes de marcha: «[Ámense] los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros» (Juan 13:34, 35, NVI). * Un libro útil y estimulante que reflexiona sobre las virtudes es Philip E. Dow, Virtuous Minds: Intellectual Character Development (Downers Grove, Ill.: InterVarsity, 2013). Un artículo útil sobre la importancia de las virtudes es Frank M. Hasel, «Virtuous Thinking», Adventist Review, 5 de enero de 2018.
Audrey Andersson nació en Irlanda, y actualmente es secretaria ejecutiva de la División Transeuropea. Vive en St. Albans, Reino Unido.
miento de sangre no hay perdón» del pecado (Heb. 9:22, NVI). Los pecadores transferían sus pecados a un inocente cordero. El cordero moría. Los pecadores eran perdonados y justificados por la sangre del cordero. Cada pecador llevaba su propio cordero para que sus pecados fueran perdonados. ¡Dios también llevó su cordero, como si él hubiera pecado! Tomó nuestros pecados sobre sí para que no muriéramos por la eternidad. «¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!» (Juan 1:29). De esa manera, Dios readquirió su obra maestra. Jesús, el Cordero de Dios. ¡Qué amor! ¡Qué gran precio!
Martha Mambo es profesora en la Universidad de África Oriental en Baraton, Kenia.
1888 y los encantos incomparables de Cristo DENIS KAISER
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l Congreso de la Asociación General en Minneapolis en 1888 se destaca como paradigma de muchas otras luchas en la historia de la Iglesia Adventista. Podemos percibir el choque entre el joven editor de Señales de los tiempos, Ellet Waggoner, y el presidente de la Asociación General, George Butler, sobre la naturaleza de la ley en Gálatas 3:24, 25, como un compendio de personalidades humanas, una guía de estudio de resolución de conflictos, y una lectura sobre diversas perspectivas de la salvación. La dinámica de ese conflicto se muestra repetidamente en el presente. ¿UNA NUEVA TEOLOGÍA?
Algunos consideran que el Congreso de la Asociación General de 1888 fue un momento definitorio en el que los adventistas se volvieron verdaderamente cristianos. Dado que no hay actas del congreso, algunos han estudiado los escritos de Waggoner y su asociado A. Jones para develar el verdadero mensaje de 1888. Cuando a Elena White se le preguntó poco después del congreso qué pensaba de la nueva luz presentada por esos jóvenes ministros, replicó: «Por qué, si os lo he estado presentando durante cuarenta y cinco años: los encantos incomparables de Cristo. Es lo que he estado tratando de presentar ante vosotros».1 Para ella, ese mensaje no constituía una nueva teología. En el Congreso de la Asociación General de 1883, White había predicado catorce sermones que no eran tan solo una clara presentación del evangelio sino también un ataque apasionado contra el legalismo adventista y las dudas, los temores y la falta de seguridad que naturalmente resultan de él.2 Que algunos percibieron el mensaje de Waggoner y Jones como nueva teología, y que ella se había referido al legalismo adventista cinco años antes, expone sin embargo la triste realidad de que no todos los ministros y miembros de la iglesia predicaban y compartían esos «encantos incomparables de Cristo». DIFERENTES PERCEPCIONES DE LA LEY
Desde 1846, los adventistas han proclamado el mensaje del tercer ángel en referencia a los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús (Apoc. 14:12). Un acuerdo básico sobre la perpetuidad de la Ley, sin embargo, no impidió que los primeros adventistas mostraran desacuerdos sobre su función. Por ello, mientras José Bates consideraba que la obediencia era un prerrequisito para la recepción del evangelio,3 Jaime White enfatizaba que el arrepentimiento, el perdón y la obediencia son posibles mediante la recepción del evangelio.4 En la década de 1850, las interpretaciones sobre la naturaleza de la ley en Gálatas 3 establecieron la base para las discusiones de la década de 1880. Varios escritores adventistas habían afirmado que Gálatas 3 presenta la Ley moral (los Imagen: Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos, 1885. Library of Congress, Geography and Map Division.
Diez Mandamientos) como un Espejo que nos muestra que somos pecadores que necesitamos un Salvador.5 Esa posición estaba cerca de la perspectiva de muchos protestantes que sostenían que Gálatas 3 hablaba de la abolición de los mandamientos. La enfática respuesta de Stephen Pierce en 1857, de que tenía que ser la ley ceremonial la que había sido abolida y no los Diez Mandamientos, pareció servir como un mejor argumento contra la visión prevaleciente que tenían los protestantes del texto.6 Su argumento llegó a ser la posición estándar entre los adventistas por las siguientes tres décadas. Con los años, los ministros adventistas se convirtieron en expertos a la hora de debatir con otros ministros protestantes sobre las creencias adventistas particulares. Los observadores a menudo se convertían al adventismo porque los ministros adventistas por cierto conocían bien su Biblia y a menudo ganaban esos debates. Naturalmente, esos debates competitivos se enfocaban en las peculiaridades adventistas y no tanto en los puntos en común con el cristianismo. Además, puede que los conversos adventistas hayan pensado que obtenían la salvación al guardar el día correcto y hacer las cosas correctas. LA LEY Y EL EVANGELIO EN LA DÉCADA DE 1880
Desde al menos 1884, Waggoner y Jones enseñaron en Señales de los AdventistWorld.org Diciembre 2019
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tiempos y el Colegio Healdsburg la antigua interpretación adventista, de que la ley en Gálatas 3, que nos lleva a Cristo, era la Ley moral antes que la ley ceremonial. No obstante, esa década no era un momento óptimo para presentar esa interpretación a los adventistas. Otros protestantes inspiraron campañas políticas para sancionar e implementar una legislación dominical a nivel local, estatal y nacional. Muchos vieron en esas iniciativas la promoción de la moralidad estadounidense. Cuando el cardenal (católico romano) James Gibbons sumó su influencia en favor de una ley dominical nacional, los adventistas creyeron que las profecías de Apocalipsis 13 y las persecuciones de «la marca de la bestia» estaban a punto de hacerse realidad.7 Dado que la interpretación que hacía Waggoner de la ley en Gálatas parecía sumamente cercana a la perspectiva protestante de ese pasaje, podemos entender por qué Butler y otros sintieron que la «nueva»
interpretación de Waggoner era una puñalada en la espalda en el momento más inoportuno. Butler, que consideraba que la posición de Pierce respecto de Gálatas 3 era una doctrina fundamental, sintió que tenía que hacer frente al problema. Primero buscó el apoyo de Elena White mediante una carta que ella había enviado al padre de Waggoner treinta años antes. Ella respondió que no podía encontrar la carta, añadiendo que no se la habría dado aun si la hubiera encontrado. Le dijo a Waggoner que se abstuviera de agitar el tema en público. Sintiéndose justificado, Butler publicó el libro La ley en la epístola de Gálatas (1886) en respuesta a la perspectiva de Waggoner,8 y lo hizo circular entre los delegados al Congreso de la Asociación General de 1886. Butler sintió que su posición había sido probada cuando D. Canright, un destacado ministro adventista, se volvió una aparente víctima de la visión de Waggoner al rechazar la perpetuidad
#Milenio Cara a cara con Jesús
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e aquí algunas frases y conceptos en los que muchos pensamos cuando analizamos la doctrina del milenio: «el pozo del abismo», «Satanás encadenado», «la segunda resurrección», «Gog y Magog», «el juicio», «fuego del cielo», «el lago de fuego», y la lista podría seguir. De hecho, hasta podemos dar un estudio bíblico sobre el milenio sin mencionar siquiera una vez a Cristo. Entonces, ¿dónde encontramos a Cristo en la doctrina del milenio? Uno de los principales aspectos que a menudo pasamos por alto respecto del milenio es que el pueblo de Dios vivirá y reinará con Cristo «durante mil años» (Apoc. 20:4). En realidad, el milenio describe el reinado de Cristo en el cielo, en preparación para el establecimiento de su reino eterno de gloria en la tierra renovada. Al final del milenio, cuando la Nueva Jerusalén descienda del cielo y Satanás sea liberado de sus cadenas, convencerá 14
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de la Ley dos meses después del congreso de 1886. Para desazón de Butler, Elena White lo reprendió por ello y enfatizó que, dado que se había tomado la libertad de publicitar su perspectiva, Waggoner también debía tener una oportunidad de explicar la suya. Waggoner hizo eso dos años después mediante el libro El evangelio en la epístola de Gálatas.9 Waggoner y Jones tuvieron la oportunidad de presentar sus perspectivas sobre la ley en Gálatas en el Congreso de la Asociación General de 1888. Butler, que no pudo asistir por estar enfermo, preparó a sus aliados para oponerse a la supuesta herejía. Elena White vio el problema real de la reunión no tanto en las diferencias teológicas como en el espíritu irreconciliable y hostil del grupo que apoyaba a Butler. Ese espíritu «no era el espíritu de Cristo».10 El mensaje predicado por los dos jóvenes ministros reveló el «precioso pensamiento de que la justicia de Cristo nos es imputada, no
a las naciones resucitadas de que él, no Cristo, es el príncipe legítimo de este mundo. Elena White describe lo que sucede entonces: «Cristo reaparece a la vista de sus enemigos. Muy por encima de la ciudad, sobre un fundamento de oro bruñido, hay un trono alto y encumbrado. En el trono está sentado el Hijo de Dios, y en torno suyo están los súbditos de su reino […]. En presencia de los habitantes de la tierra y del cielo reunidos, se efectúa la coronación final del Hijo de Dios».* Quizá nuestra perspectiva del milenio se ha enfocado demasiado en la desolación de la tierra y el juicio de los malvados. Quizá deberíamos enfocar más nuestros pensamientos y esperanzas en la posibilidad de pasar mil años en el cielo con Cristo, nuestro Rey y Salvador. ¡Por cierto que nada puede superar ese privilegio! * Elena White, El conflicto de los siglos (Doral, Fl.: Asoc. Publicadora Interamericana, 2007), pp. 645, 646.
Walter Steger es uno de los editores de la Casa Editora Sudamericana en Buenos Aires, Argentina.
por ningún mérito de nuestra parte, sino como don gratuito de Dios. El enemigo de Dios y del hombre no quiere que esta verdad sea presentada claramente; porque sabe que si la gente la recibe plenamente, habrá perdido su poder sobre ella».11 LE LEY EN AMBAS FORMAS LLEVA A CRISTO
A menudo somos incapaces de pensar fuera de los parámetros que alguien ha establecido al comienzo de una discusión. En ocasiones, esos mismos parámetros constituyen una falsa dicotomía. Sin embargo, cuando nos entusiasmamos con un tema, podemos dejar de reconocer la futilidad de la discusión. Durante años, los miembros y los ministros solo vieron dos opciones opuestas. La ley de Gálatas 3 era la ley ceremonial o la Ley moral. Más de una década después, Elena White efectuó una asombrosa declaración que quebrantó los parámetros de la discusión. Ella destacó que «el ayo
para llevarnos a Cristo» eran tanto “la [ley] ceremonial y el código moral de los Diez Mandamientos». Aunque esta última nos muestra que somos pecadores que necesitamos un Salvador, la primera nos muestra cómo y por medio de quién Dios se deshace del problema del pecado.12 Poco después del Congreso de la Asociación General de 1888, Elena White recordó que los adventistas habían por cierto promovido «los mandamientos de Dios», «pero la justicia de Jesús, como de igual importancia, no [había] sido presentada». Aunque «se habla de ella», dijo, «no ha sido entendida». No obstante, ¿qué es la fe de Jesús? Replicó: «Jesús convertido en el ser que lleva nuestros pecados para llegar a ser el Salvador que perdona el pecado. Él fue tratado como nosotros merecemos ser tratados. Vino a nuestro mundo y llevó nuestros pecados para que nosotros pudiéramos llevar su justicia. Y la fe en la capacidad que tiene Cristo de salvarnos en forma
#Muerte No más llanto
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ue un llamado tarde en la noche. Había fallecido. Fue algo inesperado, desgarrador y final. Corrimos a su casa para encontrarnos con su familia. Entré al dormitorio donde estaba allí acostada, como dormida. Su rostro aún estaba tibio, y sus manos plegadas en tranquilo reposo. Estar tan cerca de la muerte parece algo irreal, y me producía dolor. El sentimiento me envolvió como una nube oscura, pesada y espesa, teñida de remordimiento, y privada de todo gozo y esperanza. Su cuerpo permaneció en la casa mientras amigos y familiares pasaban a saludar. Durante esa semana final, el duelo alrededor del ataúd rodeado de flores me resultó catártico. Escuchar historias de su vida y fe en Dios fue un momento memorable y algo que transformó nuestro sentido de finalidad en un esperanzado anhelo. Jesús comparó la muerte con un sueño (Juan 11:11;
amplia, completa y total, es la fe de Jesús».13
El doctor Denis Kaiser es profesor asistente de Historia de la Iglesia en el Seminario Teológico Adventista de la Universidad Andrews en Míchigan, Estados Unidos. Elena G. White, Manuscrito 5, 1889, en Elena G. White, Sermons and Talks (Silver Spring, Md.: Elena G. White Estates, 1990), t. 1, pp. 116, 117. 2 Publicado intermitentemente en la Review and Herald desde el 4 de marzo al 22 de julio de 1884. 3 José Bates, A Seal of the Living God: A Hundred Forty-four Thousand, of the Servants of God Being Sealed in 1849 (New Bedford, Mass.: Benjamin Lindsey, 1849), pp. 60-66. 4 [Jaime White], en Present Truth, Agosto 1849, p. 16. 5 J. N. Andrews, en Review and Herald, 16 de septiembre de 1851, p. 29; J. N. Andrews, Thoughts on the Sabbath, and the Perpetuity of the Law of God (Paris, Me.: Jaime White, 1851), pp. 22, 25. 6 S. Pierce, en Review and Herald, 8 de octubre de 1857, pp. 180, 181. 7 W. W. Whidden, E. J. Waggoner: From the Physician of Good News to Agent of Division (Hagerstown, Md.: Review and Herald Pub. Assn., 2008), pp. 92-94. 8 G. I. Butler, The Law in the Book of Galatians: Is it the Moral Law, or Does it Refer to That System of Laws Peculiarly Jewish? (Battle Creek, Mich.: Review and Herald Pub. Assn., 1886). 9 E. J. Waggoner, The Gospel in the Book of Galatians: A Review (Oakland, Calif.: n.p. 1888). 10 Elena White, Carta 50, 1889, en Elena White, The Elena G. White 1888 Materials (Washington, D.C.: Elena G. White Estate, 1987), t. 1, p. 295). 11 Elena White, en Review and Herald, 3 de septiembre de 1889, p. 546, en Obreros evangélicos (Buenos Aires: Asoc. Casa Editora Sudamericana), p. 169. 12 Elena G. White, Manuscrito 87, 1900, en Elena G. White, Mensajes selectos (Mountain View: Pacific Press Publ. Assn., 1966), t. 1, p. 274. 13 Elena White, Manuscrito 24, 1888, en Elena White, Mensajes selectos (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 2000), t. 3, p. 195. 1
Mar. 5:39), en el que los muertos nada saben (Ecl. 9:5). Esa hermosa hija de Dios se había dormido. Su vida de dolor, pruebas y desafíos insuperables se veía ahora redefinida por el gozo, el propósito, el perdón, la celebración y el amor, solo por medio de Cristo su Señor. Pero teníamos la esperanza de que, aunque las consecuencias del pecado en nuestra vida nos garantizan la muerte (Rom. 6:23), Dios promete que los que creen en él tendrán la vida eterna gracias a Jesucristo (Juan 3:16). Nos paramos al pie de su tumba y entonamos su himno favorito: «En Jesucristo, mártir de paz». Recordé ese amor abarcador de Dios que llevó a Jesús hasta la cruz, al sepulcro y fuera de él. Ese amor, que permanece con nosotros en la vida y la muerte, hace posible la eternidad. Mientras las notas del himno se iban apagando, coloqué con suavidad un lirio blanco sobre el montículo de tierra y susurré: «Nos vemos cuando Cristo venga, hermana».
Hana Greenfield vive en Auckland, Nueva Zelandia, con su esposo y cinco hijos. Está finalizando estudios en consejería, y disfruta de escribir un blog sobre la vida, las relaciones, la curación y el discipulado. AdventistWorld.org Diciembre 2019
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LA OBRA DE CRISTO
Perspectiva global
La salvación restauradora de Dios Nuestro mensaje para el tiempo del fin Este artículo es una adaptación del sermón predicado durante el Concilio Anual, el 12 de octubre de 2019 en Silver Spring (Maryland, Estados Unidos). Se han conservado elementos de la presentación oral.—Los editores.
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e habían formado nubarrones. Se estaba poniendo muy oscuro. Algo ominoso estaba por suceder. De pronto, un terremoto tembló con tanta violencia que los sepulcros se abrieron. De la cruz colgaba el Dador de la vida, el que dio su vida por usted y por mí. Unos momentos antes, uno de los ladrones se había burlado de Jesús diciéndole: «Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros» (Luc. 23:39). El otro ladrón calló al primero. Entonces, volviéndose a Jesús, le dijo: «Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino» (vers. 42). Jesús le replicó: «De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso» (vers. 43). Eso es justificación. ¡Inmediata! Pero la justicia de Cristo no termina con la justificación. Continúa cuando aceptamos el poder del Espíritu Santo de santificarnos, obrando en nuestra vida para que deseemos y obremos según su voluntad, no la nuestra. Veamos a Jesús colgando de la cruz, suspendido entre el cielo y la tierra, humillado, desnudo, sufriendo física y mentalmente, muriendo por ti y por mí. «Se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz» (Fil. 2:8). Jesús murió. Descansó en el sábado, el séptimo día de reposo, y en la mañana del primer día se levantó de la tumba. Ahora ministra por nosotros en el Lugar Santísimo del Santuario celestial, dándonos la oportunidad de la vida eterna. 16
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El autor de Hebreos escribió: «Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. No tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro» (Heb. 4:14-16). Cristo nos ofrece su salvación maravillosa y restauradora. En Hebreos también leemos: «Así que, hermanos, tenemos libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo […]. También tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios. Acerquémonos, pues, con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras» (Heb. 10:19-24). Aquí hay una alusión a la santificación. Cuando aceptamos este maravilloso poder y su manto de justicia, somos facultados para las buenas obras. Es un concepto hermoso lo que está sucediendo ahora en el Santuario celestial. Elena White escribió: «El Santuario en el cielo es el centro mismo de la obra de Cristo en favor de los hombres. Concierne a toda alma que vive en la tierra. Nos revela el plan de la redención, nos conduce hasta el fin mismo del tiempo y anuncia el triunfo final de la lucha entre la justicia y el pecado. Es de la mayor importancia que todos investiguen a fondo estos asuntos, y que estén
siempre prontos a dar respuesta a todo aquel que les pidiere razón de la esperanza que hay en ellos».1 Esto no es solo para los pastores, ancianos o especialistas en la doctrina del Santuario: es para todos. EL TRAJE DE BODAS
Jesús contó una historia interesante sobre una boda. «El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo una fiesta de bodas a su hijo» (Mat. 22:2). Envió a sus siervos y dijo: «Decid a los invitados […]. “Venid”» (vers. 4). Pero no fueron. Peor todavía, «golpearon y mataron» a los mensajeros (vers. 6). El rey estaba furioso, y envió sus ejércitos para destruir a los homicidas y quemar su ciudad. Dijo a sus siervos: «“La boda a la verdad está preparada, pero los que fueron invitados no eran dignos. Id, pues, a las salidas de los caminos y llamad a la boda a cuantos halléis”. Entonces salieron los siervos […] y reunieron a todos los que hallaron, tanto malos como buenos, y la boda se llenó de invitados» (vers. 8-10). Noten que fueron tanto «malos como buenos». En nuestro trabajo tenemos que ministrar no solo a los que pensamos que son buenos; tenemos que ministrar a todos. Asimismo, hasta el mismo fin, la iglesia tendrá gente que ama a Dios y gente que no lo ama, cuando se examinará el trigo y la cizaña. Entonces el Señor salvará a los que estén verdaderamente conectados con él. Pero jamás deberíamos rechazar a otra persona. En la parábola, un hombre llegó sin el traje de bodas. El rey preguntó: «Amigo, ¿cómo entraste aquí sin estar vestido de bodas?» (vers. 12). El hombre no respondió palabra. Entonces el rey dijo a sus siervos: «Atadlo de pies y manos y echadlo a las tinieblas de afuera» (vers. 13). Elena White escribió una hermosa explicación de esta parábola: «El vestido de boda […] representa el carácter puro y sin mancha que poseerán los
verdaderos seguidores de Cristo […]. Es la justicia de Cristo, su propio carácter sin mancha, que por la fe se imparte a todos los que lo reciben como Salvador personal […]. Únicamente el manto que Cristo mismo ha provisto puede hacernos dignos de aparecer [preparados] ante la presencia de Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa de su propia justicia sobre cada alma arrepentida y creyente».2 Ese manto de justicia es la justificación que brinda la vida perfecta de Cristo en lugar de nuestra vida pecaminosa. Entonces aceptamos inmediatamente al Espíritu Santo en nuestra vida, la justicia de Cristo comienza a obrar en nosotros y llegamos a ser nuevas criaturas. «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe, pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas» (Efe. 2:8-10). SALVACIÓN QUE RESTAURA
Permítanme compartir una ilustración poderosa de lo que puede hacer la salvación restauradora de Dios en la vida de un homicida. Don Johnson asesinó brutalmente a su esposa en 1984 y hace poco fue ejecutado en el estado de Tennessee (EE. UU.). Don se hizo cristiano en prisión, y llegó a ser adventista del séptimo día y anciano de iglesia. Por muchos años se hizo amigo de una familia adventista y de otros que le dieron testimonio y lo animaron a ser un firme testigo allí en la cárcel. Dios transformó la vida de Don, que pasó de ser asesino a ser un siervo humilde de Dios. A pesar de ello, el 16 de mayo de 2019, murió por una inyección letal en una prisión de Tennessee. El día de su ejecución, Don rechazó la última comida, pidiendo que se la dieran a algún necesitado. Se mostró calmo mientras lo ataban,
y oró: «Encomiendo mi vida en tus manos. Sea hecha tu voluntad. Oro en el nombre de Jesús, amén». Entonces, mientras las drogas letales ingresaban a su organismo, su última canción fue «Muy pronto veremos al Rey». Don representa a aquellos cuyas vidas son transformadas por el poder del mensaje del evangelio, con la justificación de Cristo que los cubre, y su poder santificador que obra en sus vidas. ¡Qué ilustración de la salvación restauradora de Dios, del mensaje del evangelio, y del mensaje del Santuario de Cristo! Pablo escribió: «Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor para con la humanidad, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna» (Tito 3:4-7). Este es el mensaje que los adventistas tienen que vivir y predicar a medida que ingresamos en los últimos días de la historia de la tierra. Los invito a renovar la visión espiritual y el énfasis misionero, pasando de los desafíos periféricos que nos distraen, y enfocando nuestra atención en ensalzar a Cristo, su Palabra, su justicia, el servicio del Santuario, el poder de salvación de Dios en el gran conflicto, los mensajes de los tres ángeles, el mensaje de salud, la misión final al mundo, su salvación restauradora y su pronta segunda venida. Elena White, El conflicto de los siglos (Doral, Fl.: Asoc. Publicadora Interamericana, 2007), p. 479. 2 Elena White, Palabras de vida del gran Maestro (Mountain View, Cal.: Pacific Press Publ. Assoc., 1971), pp. 252, 253. 1
Ted N. C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista. AdventistWorld.org Diciembre 2019
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Voces jóvenes
Estoy yendo… e iré
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a estaba yendo a algún lado cuando dije «I will go» –sí, iré– por primera vez. Eso fue hace ocho años. Algunos amigos que pertenecían al club misionero de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Adventista del Plata tenían un sueño, y comenzaron a planificar un encuentro internacional para estudiantes que quisieran ser misioneros y presentar sus proyectos a otras personas. La idea era invitar a oradores de todo el mundo para recibir capacitación especializada y ser inspirados para la misión. En esa primera instancia, las cosas comenzaron de a poco, como suele suceder, pero yo era parte del proyecto, e incondicionalmente me sumé a las decisiones que tomaron muchos otros. Hace muy poco tuve la oportunidad de participar en la quinta edición de «I Will Go», este congreso internacional que reúne a personas interesadas en la misión en diversas instituciones educativas de Sudamérica. Acudimos más de 3600 personas a la Universidad Peruana Unión, en las cercanías de Lima (Perú). Me sentí inspirada al escuchar los testimonios y experiencias que compartieron misioneros de diversas partes del mundo. Muchos de los asistentes decidieron ser luces en el mundo, allí donde viven, y responder al llamado de Dios de servir a otros. Ya estaba yendo a algún lado cuando dije «I will go» –sí, iré– por quinta vez. Había comenzado el viaje con algunos amigos en el norte de Argentina. Viajamos con nuestras mochilas por Bolivia y cruzamos a Perú, donde se encuentran las islas flotantes del Lago Titicaca. Después de participar en el congreso, como grupo habíamos planeado visitar las famosas ruinas de Machu Picchu. El profeta Isaías escuchó el llamado de Dios y se mostró dispuesto a que el Señor lo enviara (Isa. 6:8). Estoy segura, sin embargo, que ya estaba dedicado a servir a Dios en algún lado. Fue llamado a una nueva tarea y recibió una nueva misión, pero ya era un misionero. Ya estaba, por así decirlo, «yendo». Hace mucho sentí que Dios me pedía ser misionera, pero me di cuenta de que necesitaba ser misionera donde estaba si es que soñaba que me 18
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enviaran a algún otro lugar. Había leído en El Deseado de todas las gentes que «Cada verdadero discípulo nace en el reino de Dios como misionero».* Por eso, sentí que ese viaje que emprendí con mis amigos también tenía que convertirse en un viaje misionero. No siempre fue fácil. En ocasiones perdí de vista ese importante objetivo y me distraje. Testificar no era tan fácil como había imaginado. No era fácil iniciar diálogos sobre Dios con la gente que nos rodeaba. Cuando llegué al congreso percibí que aunque estaba diciendo «I will go» –sí, iré–, el presente continuo de esa declaración no siempre es fácil de practicar. Para que el tiempo futuro sea una realidad, necesitaba vivir el llamado de Dios en el presente. Las cosas mejoraron después del congreso, y mis amigos y yo pudimos compartir más sobre nuestras creencias con personas que conocimos en nuestros viajes. Nos encontramos con algunos exadventistas que jamás habían pensado en hacer trabajo voluntario, pero que se interesaron después de escuchar de esa posibilidad por primera vez. Nos encontramos con personas que estaban luchando y que carecían de esperanza. A veces confundimos los tiempos verbales, y las cosas se complican. Quizá procuramos hacer muchas cosas para Dios. Quizá entonamos himnos sobre la esperanza y la gracia, con convicción y gusto, pero si no le entregamos nuestra vida a Dios todos los días, si nuestra misión no comienza en casa, podemos perder por completo nuestro blanco. Cada día quiero decir: «Estoy yendo; por lo tanto, iré». * Elena White, El Deseado de todas las gentes (Mountain View, Cal.: Pacific Press Pub. Assn., 1955), p. 166.
Carolina Ramos estudia traducción, enseñanza de inglés y educación musical en la Universidad Adventista del Plata en Argentina. La entusiasma la misión, y disfruta de trabajar con niños y adolescentes.
Devotional
Jonás: J La secuela
onás es un nombre conocido en las tres principales religiones monoteístas. El judaísmo, el cristianismo y el islamismo cuentan la historia algo humorística del profeta renegado que procura huir del Dios vivo. Su experiencia en el estómago del gran pez ha inspirado a muchos artistas a lo largo de los siglos. Tanto libros infantiles, como mosaicos costosos o grandes murales, cuentan la historia de un hombre que tocó fondo y clamó a Dios desde las profundidades del mar. Jonás tuvo por cierto una segunda oportunidad (Jonás 3), aunque requirió mucho más que un viaje alocado por el océano en el estómago de un gran pez para que su corazón se volviera receptivo a la invencible gracia y compasión divinas. Hay otra historia de segundas (o terceras) oportunidades. Sobre la base de las evidencias del mejor manuscrito griego, la mayoría de las traducciones nos dicen que el nombre del padre de Simón Pedro, el discípulo extrovertido, el que siempre hablaba antes de pensar, era Jonás (Juan 1:42).1 Jesús tenía una relación especial con Pedro. Él ve su potencial. Lo invita a su círculo más cercano. En Mateo 16:17, Jesús también lo llama «Simón, hijo de Jonás», vinculando a su discípulo con el tristemente célebre profeta del Antiguo Testamento. Pedro acaba de declarar que Jesús es el Mesías, y Jesús lo alaba: «Porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos». En nuestra imaginación, podemos ver que una gran sonrisa iluminó el rostro de Pedro. Sin embargo, momentos después, cuando Jesús describe su sufrimiento, muerte y resurrección, Pedro aparta al Maestro y lo reconviene con firmeza por hablar de ello (vers. 22). El griego usa un término muy fuerte que exige conformidad. ¡Deja de hablar así, Jesús!, sería una buena manera de expresarlo. La reacción de Jesús es extremadamente fuerte: «¡Quítate de delante de mí, Satanás!» (vers. 23). No hagas el trabajo del tentador, Pedro. ¿Es posible que Jesús haya usado a propósito el «hijo de Jonás» en este contexto, como un juego de palabras basado en el nombre del padre de Pedro, como recordatorio y conexión con el profeta renegado del Antiguo Testamento?2 Debido a la triple negación que hizo Pedro de Jesús, el discípulo se une a Jonás en su huida del llamado de Dios. No quiere seguir a Jesús a la cruz, porque la cruz no es el camino, al menos no para la mente de Pedro. Al igual que Jonás, después de la mañana de la resurrección, Pedro recibe una segunda oportunidad (Juan 21:15-17). Más tarde, cuando Dios le dice que alcance a los gentiles con el evangelio (otro conector con la historia de Jonás), necesita una repetición triple de las instrucciones divinas (Hech. 10:16). Dios ama a los Jonases, Tomases, Pedros y Martas de este mundo. Se especializa en segundas oportunidades. Ve potencial donde nosotros solo vemos desilusión. Ofrece nuevos comienzos donde vemos simplemente un camino sin salida. Y cuando tratamos de huir de él, nos recuerda con paciencia que su bondad y misericordia nos seguirán todos los días de nuestra vida (Sal. 23:6). Es imposible escaparnos de su presencia. Por este tema, véase Barclay M. Newman y Eugene A. Nida, A Translator’s Handbook on the Gospel of John (New York: United Bible Societies, 1980), p. 45. 2 Por más documentación, véase Kevin J. Youngblood, Jonah, Exegetical Commentary on the Old Testament (Grand Rapids: Zondervan, 2013), p. 127. 1
Gerald A. Klingbeil es editor asociado de Adventist World, y alguien que necesita más segundas oportunidades de las que desearía.
Imagen: Dusan Smetana
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Youssry con su hijo Benjamín y su esposa Joan [Cortesía del autor]
Fe en acción
Una travesía de fe
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Algunas travesías poseen más desafíos que otras
acido en una familia cristiana en Egipto, Youssry Guirguis creció en la fe copta ortodoxa. A los dos años, sus padres lo llevaron a un monasterio para que le tatuaran una cruz en la muñeca derecha, una señal de fe para la cultura egipcia. Un cristiano sin ese tatuaje suele ser tratado con desdén y desprecio, y puede ser considerado demasiado débil como para efectuar una declaración pública de su fe. Ser catalogado públicamente como cristiano, sin embargo, no implica una vida fácil, en especial si se asiste a una escuela islámica. Youssry no tuvo la opción de asistir a una escuela primaria cristiana; por lo tanto, asistió a una escuela operada por el gobierno. Como resultado de su fe, Youssry se vio alienado tanto de la institución como por parte de sus compañeros. Los otros niños lo trataban de manera diferente, y a menudo se burlaban de él. Caminaba por los pasillos y calles con el temor constante de que lo golpearan o mataran. En su hogar, sus padres le enseñaron del Dios de la Biblia, y en la escuela pública los maestros le enseñaron sobre el Corán y el islamismo. Aprender sobre el cristianismo en su casa y el islamismo en la escuela lo dejó algo confundido sobre la vida y la espiritualidad. UNA CONEXIÓN ADVENTISTA
Youssry vivía en una aldea pobre de la provincia de Asyut. A los cuatro años, comenzó a trabajar ayudando a su familia, que se dedicaba a construir casas. Sus tareas incluían colocar ladrillos y revolver la mezcla. En el primer día de trabajo, Youssry sintió que extrañaba su hogar. La casa que estaba ayudando a construir era para una familia adventista. El padre de la familia escuchó que el niñito decía que quería irse, y le ofreció algunos bizcochos y algo de beber. Youssry quedó agradecido por el amor y la generosidad que el hombre le mostró, y sintió que ese señor tenía algo diferente. De ahí en más, 20
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cambió su actitud, y siempre estaba ansioso por volver a trabajar allí. A los siete años, Youssry trabajó en la casa de otra familia adventista que era amiga de su familia. Uno de los hijos había asistido a la escuela con el hermano de Youssry, pero después se fue al Colegio de la Unión del Nilo, la escuela primaria y secundaria adventista en El Cairo. Cuando Youssry supo que allí se daban clases de inglés, también quiso asistir. Su sueño era ser guía turístico, y necesitaba manejar bien el inglés. Su familia, sin embargo, no podía pagarle los estudios allí. Después de terminar la escuela secundaria en el sistema educativo del gobierno, volvió a pensar en su sueño de ser guía turístico. Como quería hablar bien inglés, decidió asistir al Colegio de la Unión del Nilo y repetir dos años de educación secundaria, pero en inglés. Había ahorrado gracias a su trabajo en la construcción, por lo que pudo cubrir sus gastos sin ser una carga para su familia.
AL ENFRENTAR OPOSICIÓN
Pocos meses después de ingresar a las residencias estudiantiles del colegio, Youssry enfrentó oposición. Un pastor de una iglesia a la que a veces asistía su familia supo de su traslado y convenció a sus padres de que allí tendría una influencia espiritual negativa. Muy a su pesar, Youssry abandonó el colegio y regresó a su hogar. Un año después, fue aceptado en un colegio terciario de hotelería y turismo de El Cairo y también volvió a tomar clases de inglés en el colegio adventista a la par de sus cursos de hotelería. Mike Munsy, el director del colegio adventista, solía invitar a Youssry a los cultos y oraba y con él. Munsey también lo invitó a su hogar para estudiar y analizar la Biblia. De a poco, el Espíritu Santo comenzó a convencer a Youssry de la existencia de un Dios amante. UNA VIDA EN TRANSFORMACIÓN
En el pasado, Youssry había sido expuesto a la dieta vegetariana debido a los rituales de ayuno en la Iglesia Copta. Entonces, en el colegio adventista, notó que las comidas que se servían eran vegetarianas, y aprendió sobre algunas de las razones bíblicas para adoptar una dieta sana. Cuando encontró el libro El ministerio de curación, de Elena White, lo leyó cuatro veces. Entonces comenzó a creer en el mensaje adventista; le pidió estudios bíblicos adicionales a Munsey y, nueve meses después, fue bautizado. Después de otro año de estudios, Youssry tuvo que abandonar el colegio de turismo porque tenía exámenes los sábados y se dirigió al presidente de la Iglesia Adventista en Egipto para decirle que quería estudiar teología. Era la primera vez que un egipcio expresaba ese interés. Al comienzo, el presidente lo involucró en el colportaje, y más tarde trabajó como pastor asistente en el territorio de Egipto-Sudán. En 2000, Youssry se registró en la Carrera de Teología en la Universidad
de Oriente Medio, una institución adventista en Beirut (Líbano). En 2003, comenzó a estudiar en la Universidad Adventista de Solusi, en Bulawayo (Zimbabue). Como estudiante de sostén propio, Youssry luchó para pagar sus estudios, pero Dios siempre le proveyó algún tipo de trabajo. Allí conoció a su futura esposa Joan. Los dos estudiaron la Biblia con un pastor durante dos años, y entonces se casaron. Youssry concluyó sus estudios en 2006. En 2007, nació Benjamín.
Youssry enseña Hebreo Intermedio en la Universidad Internacional de Asia-Pacífico en Muak Lek (Tailandia). [Cortesía del autor]
DECIDIDO A SERVIR
Después de graduarse, Youssry aceptó un llamado para trabajar como pastor asociado en la iglesia de la Universidad de Solusi y profesor de hebreo bíblico. También continuó sus estudios de Maestría en Religión, que terminó en 2008. Comenzó a ser profesor de tiempo completo en el Departamento de Teología, enseñando diversas asignaturas del Antiguo Testamento. Trabajar en Zimbabue era difícil, porque el país estaba experimentando una hambruna severa y una inflación exorbitante. A pesar de ello, Youssry siguió trabajando fielmente allí hasta 2014, cuando se trasladó junto con su familia a Filipinas, para seguir un Doctorado en Estudios Bíblicos en el Instituto Adventista Internacional de Estudios Avanzados. Para costearse los estudios y sustentar a su familia, Youssry realizó diversos trabajos. También recibió una beca Chan Shun de la Asociación General durante sus últimos dos años. En enero de 2018, Youssry defendió con éxito su tesis doctoral. Ese mismo mes aceptó un llamado para trabajar como profesor del Departamento de Estudios Religiosos en la Universidad Internacional de Asia-Pacífico en Muak Lek (Tailandia).
financieras, para que confíen en Dios, estudien la Biblia, oren con diligencia, y trabajen duro para recibir una educación cristiana. «Esto es cristianismo práctico –dice Youssry–. Acciones como las de Cristo, que solo pueden lograrse por el poder y la gracia divinos, son claves para presentar las buenas nuevas sobre quién es Dios para el mundo que perece».
Michael Chesanek, que ahora vive en el estado de Washington, Estados Unidos, ha trabajado como profesor de inglés como segunda lengua en el Líbano, y corrector de publicaciones adventistas. También disfruta de construir iglesias y escuelas con Maranatha.
UNA VIDA FIEL POR CRISTO Youssry anima a los estudiantes, más allá de sus circunstancias AdventistWorld.org Diciembre 2019
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Descubramos el Espíritu de Profecía
¿Deberíamos celebrar la Navidad? La respuesta acaso lo sorprenda ¿
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ué aconsejó Elena White sobre la Navidad? Algunos, que destacan su don profético, podrían esperar que la prohibiera. Esas personas remontan a la Navidad con la Iglesia Católica y aún al paganismo, lo que dio lugar a la fecha del 25 de diciembre y varias otras costumbres. No encuentran una orden o ejemplo bíblico de observancia del nacimiento de Jesús, y ven poco en la celebración navideña que los lleve a reflexionar u honrar al Maestro. Elena White era consciente de esas preocupaciones, pero eso no la llevó a rechazar la Navidad. Aunque reconoció que «la Biblia no nos da la fecha exacta»1 del nacimiento de Jesús y «la santidad divina no descansa sobre el 25 de diciembre»,2 no instó a ignorar ese día. Por el contrario, dijo que «es posible valerse de [la fecha] con un buen propósito»,3 e instó a los padres a que dirigieran «la atención y las ofrendas de sus hijos hacia Dios y su causa, y hacia la salvación de las almas».4 «Viene la Navidad –escribió–. Ojalá que todos tengáis la sabiduría de hacer de ella una estación preciosa. Que los miembros mayores se unan con sus hijos, de alma y corazón, en esta recreación y entretenimiento inocente, buscando maneras y medios de mostrar verdadero respeto a Jesús, dándole presentes y ofrendas. Que todos recuerden lo que pide Dios. Su causa no puede avanzar sin vuestra ayuda. Que los presentes que acostumbráis daros sean colocados en la tesorería del Señor».5 ¿Y LOS REGALOS?
¿Significa esto que no deberíamos darnos presentes? No necesariamente. «Hermanos y hermanas, mientras estáis pensando en los regalos que queréis ofreceros unos a otros, quisiera haceros acordar de nuestro Amigo celestial, no sea que olvidéis lo que él nos pide. ¿No le agradará nuestra demostración de que no le
Imagen: Alisha Williams
hemos olvidado?»6 Vio propósito en ambas clases de presentes; uno que reconozca a la familia y los amigos, y el otro que honre al Salvador. «Está bien que nos otorguemos unos a otros, pruebas de cariño y aprecio con tal que no olvidemos a Dios, nuestro mejor Amigo».7 Los presentes que nos damos mutuamente deberían ser útiles. «Debemos hacer regalos que sean de verdadero beneficio para quienes los reciban. Yo recomendaría libros que ayuden a comprender la Palabra de Dios o que acrecienten nuestro amor por sus preceptos».8 Otros tipos de presentes, escogidos con cuidado, también podrían beneficiar al que lo recibe. La perspectiva de Elena White sobre los presentes en las fiestas se apartaba claramente de la costumbre. Pone primero a Jesús. Si esto requiere reducir los regalos mutuos para dar allí donde Dios quiere que dirijamos nuestra contribución, seremos más fuertes y felices al hacerlo. «Venid, hermanos y hermanas, con vuestros hijos, aun con los niños de brazos, y traed vuestras ofrendas a Dios de acuerdo con lo que podáis dar. Hónrenle vuestros corazones con melodías y alabadle con vuestros labios».9 ENSEÑAD A LOS NIÑOS
¿No estarán desilusionados los niños si hacemos estos cambios? Elena White, una madre sabia y experimentada, pensó en ello. «Son muchas las cosas que pueden idearse con buen gusto y a un costo mucho menor que el de los regalos innecesarios que con tanta frecuencia se ofrecen a los niños y a los parientes. Así se manifestará cortesía en el hogar y habrá felicidad en él. «Podéis enseñar una lección a vuestros hijos al explicarles vuestros motivos por hacer cambios con respecto al valor de sus regalos y
decirles que os convencisteis de que solíais considerar su placer antes que la gloria de Dios. Decidles que pensabais más en vuestro propio placer y en la satisfacción de ellos que en el progreso de la causa de Dios […]. «Como los antiguos magos, podéis ofrecer a Dios vuestros mejores regalos y demostrarle por vuestras ofrendas que apreciáis el don que hizo a un mundo pecaminoso. Encauzad los pensamientos de vuestros hijos en una nueva dirección, que los haga altruistas al incitarlos a presentar ofrendas a Dios por el don de su Hijo unigénito».10 EL ÁRBOL DE NAVIDAD
Elena White no prohibió el árbol de Navidad, instando incluso que el árbol fuera colocado en la iglesia y adornado con «decoraciones» especiales. Cuando a muchas de las congregaciones se les hacía difícil tener su propio templo, escribió: «Agradaría mucho a Dios que cada iglesia tuviese un árbol de Navidad del cual colgasen ofrendas, grandes y pequeñas, para esas casas de culto […]. Que sus ramas estén cargadas con los frutos de oro y plata de vuestra beneficencia y los ofrezcáis a Dios como regalo de Navidad. Sean vuestros donativos santificados por la oración».11 El principio podría aplicarse también a contribuir con otros aspectos de la obra del Señor, como el ministerio a los necesitados. «Las fiestas de Navidad y Año Nuevo pueden y deben celebrarse en favor de los desamparados. Dios es glorificado cuando damos para ayudar a los que han de sustentar familias numerosas».12 Algunos podrían preguntar, «¿No se prohíbe acaso el árbol de Navidad en Jeremías 10:1-5, que habla en contra de cortar un árbol y decorarlo con oro y plata?» El versículo 3 se refiere al que hacha un árbol como «artífice», la traducción de una palabra hebrea que
¿Cuál es la mejor manera de celebrar la Navidad? Elena White nos desafía a hacer del Señor el centro de la festividad, reservándole nuestros mejores presentes. significa «labrador, tallador». El pasaje se refiere a la formación de un ídolo, uno que no puede caminar o hablar, que tiene que ser llevado, y que una persona no tiene por qué temer (vers. 5). Habla de los dioses falsos, no de árboles de Navidad. ¿Cuál es la mejor manera de celebrar la Navidad? Elena White nos desafía a hacer del Señor el centro de la festividad, reservándole nuestros mejores presentes. Seremos bendecidos cuando la observamos de esa manera. Elena White, El hogar cristiano (Buenos Aires: Asoc. Casa Editora Sudamericana, 2007), p. 434. 2 Elena White, en Review and Herald, 9 de diciembre de 1884. 3 Elena White, El hogar cristiano, p. 435. 4 Ibíd. 5 Elena White, en Review and Herald, 9 de diciembre de 1844. 6 Elena White, El hogar cristiano, p. 436. 7 Ibíd., p. 435. 8 Ibíd. 9 Ibíd., p. 437. 10 Ibíd., pp. 437, 438. 11 Ibíd., p. 438. 12 Ibíd. 1
William Fagal se jubiló en 2015 como director asociado del Patrimonio White, después de más de treinta años de fiel servicio a la iglesia. Actualmente sigue colaborando en tiempo parcial con ese departamento
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omanos 3:28 es un texto clave en la epístola de Pablo a los Romanos: «Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la Ley». Cuando Martín Lutero tradujo este texto al alemán, añadió la palabra «solo» a la palabra «fe». Por eso, la traducción de Lutero dice: «Concluimos, pues, que el hombre es justificado solo por la fe sin las obras de la Ley». Aunque la palabra «solo» no se encuentra en el texto griego, su traducción es teológicamente correcta. Para Martín Lutero, la justificación por la fe era el artículo sobre el cual se basa la iglesia. La justificación sola fide (solo por la fe) era para él, y debería ser para nosotros, el evangelio. Si la iglesia no predica este mensaje, está fracasando en su misión. En 1889, Elena White escribió: «Ni uno en cien entiende […] la verdad bíblica de [la justificación por la fe]».1 ¿Qué diría ella hoy? ¿Entendemos lo que es la justificación por la fe?
LAS ELECCIONES DE DIOS
El plan de salvación incluye tres elementos: la justificación, la santificación y la glorificación. Después de la caída de Adán y Eva, Dios tenía tres elecciones. En primer lugar, podría haberlo dejado morir; esto habría sido justificación sin misericordia. En segundo lugar, podría haberlos simplemente perdonado; esto habría sido misericordia sin justicia. Pero dado que Dios no es solo justo sino también misericordioso, escogió la tercera posibilidad, combinando justicia con misericordia. Al condenar los pecadores a muerte, Dios es justo. Al morir la muerte de ellos en la persona misma de Jesús, Dios es misericordioso. En la cruz, Jesús murió por toda la raza humana, para que podamos vivir (Juan 3:16). Estas son buenas noticias. Dios no se aproxima con demandas sino con un don: el don del perdón, porque «el perdón y la justificación son una y la misma cosa».2 Por medio de la fe, aceptamos ese don. La fe es la mano que acepta este don. La fe es el medio
En qué creemos
La experiencia de salvación
Cristo, mi justicia
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Imagen: Geetanjal Khanna
que Dios ha escogido para imputarnos, es decir, poner en nuestra cuenta, la justicia de Dios. La justicia de Cristo es la vida perfecta y sin pecado de Cristo, y su muerte. Por ello, cuando digo que la justicia de Cristo nos es imputada, quiero decir que: su vida es contada como nuestra vida sus buenas acciones son contadas como nuestras acciones su muerte es contada como nuestra muerte. Su vida y muerte nos son atribuidas; estimadas como nuestras. ¿Hay algo que tengamos que hacer? Sí, tenemos que aceptarlas. No podemos añadir nada a la justicia de Cristo, pero tenemos que aceptarla. ¿Cómo indicamos nuestra disposición de aceptarla? Mediante la confesión y el arrepentimiento (1 Juan 1:9). Si nos arrepentimos sinceramente, recibiremos el don de Dios. La noticia maravillosa es que aun nuestro arrepentimiento es la obra de Dios en nosotros (Rom. 2:4). JESÚS Y LA LEY
Dios «quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad» (1 Tim. 2:4). Por ello, «al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él» (2 Cor. 5:21). ¿Qué es la justicia de Dios? Su bien hacer, sus obras perfectas, porque él es perfecto (Mat. 5:48). En consecuencia, solo la obediencia perfecta a la Ley es aceptable a Dios. Ningún ser humano puede brindar esto a Dios con excepción de Cristo. Él vivió una vida perfecta y santa de palabra y de hecho; entonces, tomó nuestro lugar en la cruz y murió para que pudiéramos vivir. Esta obediencia perfecta –su justicia, la única justicia que Dios puede aceptar– nos es otorgada si creemos. Nos es imputada, es decir, colocada en nuestra cuenta. Esto es justificación por la fe; es así como llegamos a ser justos ante Dios. LA HUMANIDAD Y EL DON DE SALVACIÓN
¿Significa esto que no tenemos nada que hacer en el plan de salvación? No, no es así. No podemos añadir nada al don de la justicia de Cristo; solo podemos aceptarla por fe. Pero una vez que lo hacemos, una vez que somos perdonados y llegamos a ser hijos de Dios, tenemos que aferrarnos al don de la justicia porque podemos perderlo otra vez. «Una vez salvo siempre salvo» no es una enseñanza bíblica. El Nuevo Testamento nos amonesta en repetidas ocasiones diciéndonos: «Retén lo que tienes» (Apoc. 3:11; cf. Heb. 3:14; 1 Cor. 15:1, 2), «[permaneced] firmes en la fe» (Col. 1:23). Es allí donde entra en juego la obediencia. La justificación es la obra de Cristo por nosotros en la cruz y en el Santuario celestial. Es una obra que se lleva a cabo fuera de nosotros; es un cambio de estatus: llegamos a ser hijos de Dios. La santificación es la obra de Cristo en nosotros por medio de su Espíritu; nos cambia a semejanza
de Cristo. Cambia nuestros hábitos, deseos y carácter. En la santificación, Cristo nos crea de nuevo y nos hace aptos para el cielo. «La justicia por la cual somos justificados es imputada; la justicia por la cual somos santificados es impartida. La primera es nuestro derecho al cielo; la segunda, nuestra idoneidad para el cielo».3 La justificación responde a la pregunta: ¿Cómo llegamos a ser hijos de Dios? La respuesta: «Es un don de Dios». La santificación responde a la pregunta: ¿Cómo seguimos siendo hijos de Dios? La respuesta: «Por la obediencia por medio de Jesús». Él obra en nosotros. Es allí donde se lleva a cabo la buena batalla de la fe; donde se produce la batalla entre el espíritu y la carne, lo nuevo y lo viejo, no para alcanzar la salvación sino para retenerla. La justificación y la santificación son dos componentes igualmente importantes del plan de salvación. A quien Dios justifica, también santifica. Es imposible recibir una sin la otra. En otras palabras, somos salvos solo por la fe, pero la fe que salva no está sola, porque produce frutos de justicia, o buenas obras. EJEMPLOS PRÁCTICOS
En la parábola de Lucas 18:10-14, el fariseo dependía de su propia justicia. El publicano reconoció su pecaminosidad, y fue justificado por Dios. Un ejemplo más moderno fue el de John Newton, un impío marinero inglés del siglo XVIII. Trabajaba como comerciante de esclavos y llevó a muchos al pecado. Durante un tiempo, él mismo fue esclavo en África. En su punto más bajo, Dios tocó su corazón, y John Newton llegó a ser no solo cristiano, sino ministro del evangelio y alguien que escribió varios libros y cánticos. Es más recordado por el himno «Sublime gracia», que expresa su experiencia personal: «Sublime gracia del Señor, de muerte me libró. Perdido fui, me rescató. Fui ciego, me hizo ver». Este es el evangelio: el amor de Dios; su don de justificación. Ese fue el mensaje de John Newton en el siglo XVIII. Ese fue el mensaje de Pablo en el siglo I. Este es el mensaje que tenemos que predicar hoy: El amor de Dios, la gracia de Dios y su don de justificación, que pueden ser nuestros por la fe. 1 2 3
Elena White, en Review and Herald, 3 de septiembre de 1889. Elena White, Fe y obras (Buenos Aires: Asoc. Casa Editora Sudamericana, 1984), p. 107. Elena White, Mensajes para los jóvenes (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 2008), p. 26.
Gerhard Pfandl nació en Austria, y fue pastor, profesor de Biblia, secretario de campo y director asociado del Instituto de Investigaciones Bíblicas. Ahora disfruta de una jubilación activa en Burtonsville, Maryland, Estados Unidos, y está sumamente involucrado en su congregación local.
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Respuesta a preguntas bíblicas
Nada que temer P
¿Por qué en la Biblia se habla tan a menudo de «el temor del Señor»?
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El temor es básicamente la reacción humana a una amenaza real o imaginaria. Si se ve la amenaza como sobrenatural, más allá del control humano, el temor se manifiesta como desesperación, que anticipa la muerte. 1. TEMOR NATURAL DE DIOS
Con respecto a Dios, el temor es la respuesta humana natural a su presencia y acciones después de la caída. Cuando Dios descendió sobre el Monte Sinaí, la gente se sintió aterrada por lo que vio, escuchó y sintió, y lo consideró una amenaza potencialmente fatal (Éx. 20:18-20; 19:21). Aun ver a Dios en un sueño era suficiente para causar temor en el corazón humano (Gén. 28:17). En efecto, cualquier cosa sobrenatural era considerada una amenaza posible a la vida humana y causaba temor (Job 4:12-16). Ser consciente de estar en la presencia de Dios producía un temor de muerte (Jue. 6:2-23). Aun las acciones de Dios en la historia aterraron a la gente (Jer. 32:21; Deut. 26:8). Cuando los humanos temieron la presencia divina, temblaron (Éx. 20:18; Isa. 19:16), y se sintieron estupefactos y aterrados (Isa. 33:14; Hech. 7:32). Así se expresa el miedo, mostrando una comprensión integral de la naturaleza humana, según la cual las emociones internas son expresadas en reacciones corporales. Bajo tales circunstancias, la reacción humana común fue salir corriendo y tratar de esconderse de Dios por temor, dándose cuenta, al mismo tiempo, que él era el único que podía preservar la vida. 2. APRENDER EL TEMOR DE DIOS
La solución no es eliminar el temor, porque los seres humanos pecaminosos temen a Dios por naturaleza. La 26
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solución es poner bajo control las reacciones impulsadas por el temor. En consecuencia, el Señor decidió enseñar a las personas cómo expresar su temor de él de una manera que cultive la comunión y el compañerismo. Así surgió a la existencia una frase positiva que se encuentra a lo largo de la Biblia: «el temor de Dios», como característica de los piadosos. Se basa en una comprensión positiva del glorioso Señor como un Dios amante y misericordioso (Éx. 34:6, 7), que busca dar vida, no quitarla, y que es el Redentor de su pueblo (Isa. 43:1, 5). Esta nueva comprensión no es natural, por lo que tiene que ser aprendida (Sal. 34:11). Es aprendida al ser fieles a la ley del pacto divino (Deut. 14:23; cf. 4:10; 17:19; Sal. 34:11-14) y por la sumisión al Señor en la adoración (Deut. 6:13, 14). Al enfrentar al Señor, el temor se expresa en obediencia (Lev. 19:14, 32; Neh. 5:9, 15) y devoción a él (Sal. 119:63), en lugar de temor y temblor, escondiéndose de él. Implica apartarse del mal (Prov. 3:7; 16:6; cf. Hech. 10:35) por la bondad del Señor. Temerlo es amarlo (Deut. 6:2-5). En consecuencia, los que temen a Dios no anticipan la muerte, sino que son motivados por su misericordia (Sal. 147:11). El temor del Señor no se expresa en temor y temblor sino en aguardar en la fidelidad y misericordia divinas. Ya no es temor de muerte sino «manantial de vida» (Prov. 14:27) y «lleva a la vida» (Prov. 19:23). Dios ya no es percibido como el enemigo que busca destruir la vida, sino como alguien que la preserva (Sal. 33:18, 19).
Ángel Manuel Rodríguez se ha jubilado después de trabajar como pastor, profesor y teólogo.
Salud y bienestar
El cáncer de seno Cómo reducir los riesgos Tengo 35 años y en mi familia hay una marcada historia de cáncer de seno. Estoy sana y tengo dos hijas jóvenes y sanas. ¿Qué puedo hacer para reducir el riesgo de sufrir esa enfermedad?
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emos atendido pacientes con una historia similar, y hemos enfrentado ese problema en nuestras propias familias, por lo que nos identificamos con su preocupación. Cualquier información que compartamos, sin embargo, no debería remplazar el consejo de su médico personal, que conoce su caso en detalle. El cáncer de seno es el más común entre las mujeres, tanto en los países desarrollados como en desarrollo. Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que en 2011 murieron 508 mil mujeres por esa enfermedad.1 La incidencia más baja se encuentra en las mujeres de África Oriental, pero esa cifra va en aumento. A medida que se incrementa la expectativa de vida en el mundo en desarrollo, también aumenta la incidencia de cáncer de seno. Esto se ve influido por una creciente urbanización, una menor actividad física y un mayor consumo de alimentos refinados, grasos y calóricos, además del consumo de alcohol. Asimismo, el cáncer de seno suele ser diagnosticado en etapa avanzada en los países de bajos y medianos ingresos, lo que dificulta su tratamiento y produce peores resultados. Algunos factores de riesgo bien documentados del cáncer de seno incluyen: ■■ Historia familiar. La presencia de mutaciones genéticas (genes dañados o que cambian) como los BRAC1, BRAC2 y p53 aumentan significativamente el riesgo de sufrir cáncer de seno. Pero son relativamente raros. ■■ La exposición prolongada a estrógenos producidos por el cuerpo (estrógenos endógenos), como sucede con el comienzo temprano de la menstruación (menarca), tener el primer bebé en edad tardía, y experimentar la menopausia a una edad mayor incrementan el riesgo. ■■ La ingesta de hormonas (estrógenos exógenos/progesterona), como sucede en la anticoncepción oral y también en la terapia de remplazo de hormonas después de la menopausia, puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de seno.
Aproximadamente la quinta parte (el veinte por ciento) de las muertes por cáncer de seno en el mundo pueden atribuirse al uso de alcohol, la obesidad y la falta de ejercicio (la actividad física intencional). Esos factores de riesgo se ven particularmente en los países de ingresos elevados, donde el sobrepeso y la obesidad son más comunes. También se ven en los países de bajos y medianos ingresos, siendo la falta de actividad física el factor más importante en esas regiones. Factores de protección: ■■ Amamantar al bebé tiene un efecto de protección. ■■ La actividad física y el ejercicio periódicos a lo largo de la vida protegen y pueden modificar el riesgo genético.2 ■■ Mantener el peso corporal/el índice de masa corporal ideal resulta protector. Es fundamental buscar ayuda enseguida si se encuentra algún nódulo en los pechos. Cualquier secreción anormal del pezón aparte de la lactancia (en especial de sangre), o dureza, enrojecimiento o sensibilidad anormales en los pechos debería ser motivo de información al médico para que lo investigue. El autoexamen de los senos puede ayudar a mejorar la conciencia y el diagnóstico temprano. Los rayos X y la mamografía son el único método probado de chequeo, y ayudan a salvar vidas. Deberían ser llevados a cabo por profesionales. Si la mamografía no se usa con cuidado, puede resultar en un diagnóstico o tratamiento excesivo. Las intervenciones cuidadosas en el estilo de vida pueden marcar una diferencia. Además, Dios ha prometido estar con nosotros en todas las circunstancias, por lo que, ¡la invitamos a tener buen ánimo! www.who.int/cancer/detection/breastcancer/en/ clincancerres.aacrjournals.org/content/early/2019/05/22/1078-0432. CCR-18-3143 1 2
Peter N. Landless es cardiólogo nuclear certificado y director de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General. Zeno L. Charles-Marcel es especialista certificado en medicina interna y director asociado de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General.
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Hazlo ahora. ¡Apúrate! M ¿Puedo contarle una historia? DICK DUERKSEN
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ahlon estaba comenzando un nuevo trabajo como director del departamento de Rayos X en un hospital de Cape Cod (Massachusetts, EE. UU.). Estaba entusiasmado por la tarea. Le gustaba la novedad de trabajar con colegas nuevos, y de vivir en esa región. Además se sentía muy feliz de estar a solo unos treinta kilómetros de su novia Feryl. La vida era buena, y cada vez mejor. Después de unos días de trabajo, Mahlon llegó a su casa al fin de la jornada y escuchó que sonaba el teléfono. Era una de esas veces en que la persona del otro lado de la línea se rehúsa a darse por vencida. Insiste, sigue llamando y llamando, y el teléfono no deja de sonar. «Creo que respondí porque me sentía irritado de escuchar ese sonido que interrumpía mi placentera jornada», recuerda Mahlon. —Hola. Soy Mahlon. ¿En qué puedo… La voz en el otro extremo interrumpió su saludo. —¿Todavía quieres ir a California? —Audrey, comencé un trabajo nuevo aquí en Cape Cod y no hay manera de que vaya a California, en especial en un futuro cercano.
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Audrey era la hermana de Feryl. —Empaca tus maletas y dile a tu jefe que tienes que ausentarte por un par de semanas. Cuestiones de familia. Te vas ahora mismo para California. —¡No puedo hacerlo! —Sí, puedes hacerlo. Y tienes que hacerlo. Feryl y mamá han tenido que salir de casa e ir a refugiarse en la casa del director del colegio. Papá dice que las va a matar la próxima vez que las vea; ¡y ya conoces a papá! Mahlon escuchaba asombrado. Sabía del temperamento fuerte del padre de Feryl, pero apenas podía creer que llegara a tanto. Mientras escuchaba, sintió que un profundo temor lo embargaba. Audrey continuó: «Por favor, sal inmediatamente para allá. Dirígete a la casa del director del colegio, busca a Feryl y a mamá, y llévalas a visitar a tus padres en Vermont por unos días. Una vez que todo se calme un poco, llévalas hasta San Diego (California) donde vive la hermana del director. Tendrás que ayudarles a hallar un lugar donde vivir allí». —Pero tengo un nuevo trabajo; no puedo ir ahora a California.
—Mahlon, viaja ahora mismo. Esta noche. ¡Ya mismo! *** Mahlon finalmente aceptó, se despidió, colgó y llamó a su jefe. Una hora después estaba en su automóvil, viajando unos treinta kilómetros hacia el norte, hasta la casa del director del Colegio del Gran Boston. Para cuando llegó ya había comenzado a caer la nieve, y sabía que el viaje a Vermont sería un gran desafío. Pero ya con la señora Emily y su novia Feryl en el vehículo, Mahlon condujo en medio de la tormenta. La nieve caía, copiosa, y el viento soplaba, huracanado. Era febrero, y la nieve era pesada y estaba apelmazada, por lo que cubría la ruta y el parabrisas como si fuese un pegamento. «Escucha –le dijo Mahlon a Feryl–. Siéntate en el asiento del conductor y toma el volante. Yo caminaré al lado y te daré indicaciones hasta que salgamos de la tormenta». No había otros automóviles en la ruta. Ninguno. Mahlon caminó mientras, con una mano, procuraba abrir un claro en el parabrisas y, con la otra, se aferraba a la ventanilla para darle indicaciones a Feryl. La mamá Emily iba sentada atrás, aterrada. Era vulnerable al frío intenso, y se había envuelto en todas las mantas que había hallado. Había cerrado los ojos y prácticamente se había convertido en un ovillo. «Finalmente llegamos a casa de mis padres a eso de las tres de la madrugada –cuenta Mahlon–. Para entonces, la nieve había congelado las puertas del auto cerrado, y tuvimos que sacar a Feryl y su mamá por la ventanilla». Permanecieron en Vermont por unos días, preparando de a poco a la mamá para el viaje a California, y asegurándose al mismo tiempo de que el padre de Feryl no supiera dónde estaban o adónde iban. Con el permiso de su jefe, Mahlon condujo casi cinco mil kilómetros, llevando a Feryl y su madre desde Vermont hasta San Diego, en California. ***
«He pensado en ese viaje muchas veces –recuerda Mahlon–. Me dio miedo que me llamaran y que me dijeran algo en forma tan drástica y rápida, pero al final me dio alegría poder hacer ese viaje. Tiempo después, Feryl y yo nos casamos y tuvimos una maravillosa vida juntos. Me siento tan feliz de que ella y su madre pudieron seguir viviendo seguras en San Diego». Es una buena historia; la historia de un acto bueno que se llevó a cabo en una situación difícil. Pero cuando Mahlon había terminado de contarme la historia, añadió un dato más. «Decidí escribir la historia y, al hacerlo, sentí que tenía que llamar a Audrey para asegurarme de que estaba citando sus palabras correctamente. La llamé, le expliqué lo que estaba haciendo, y le pedí que me repitiera lo que había dicho en su llamada urgente esa noche. Su respuesta me dejó helado». «¿Qué llamada? –preguntó Audrey–. Yo no te llamé esa noche. Yo no te dije que dejaras tu trabajo y condujeras hasta Vermont y California con mamá y Feryl. No te llamé en absoluto. Siempre me pregunté cómo hiciste para acudir tan rápido».
Dick Duerksen, un pastor y narrador que vive en Portland, Oregón, Estados Unidos, es conocido en diversas partes del mundo como un «polinizador itinerante de la gracia».
Editor Adventist World, es una publicación periódica internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Su editor es la Asociación General, División de Asia-Pacífico Norte de los Adventistas del Séptimo Día®. Editor ejecutivo/Director de Adventist Review Ministries Bill Knott Director de la publicación internacional Chun, Pyung Duk Comisión de coordinación de Adventist World Si Young Kim, presidente; Yukata Inada; Germán Lust; Chun, Pyung Duk; Han, Suk Hee; Lyu, Dong Jin Editores/Directores asociados, Adventist Review Ministries Lael Caesar, Gerald Klingbeil, Greg Scott Editores en Silver Spring (Maryland, EE. UU.) Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Costin Jordache, Wilona Karimabadi Editores en Seúl (Corea del Sur) Chun, Pyung Duk; Park, Jae Man; Kim, Hyo-Jun Gerente de plataforma digital Gabriel Begle Gerenta de operaciones Merle Poirier Coordinadora de evaluación editorial Marvene Thorpe-Baptiste Editores invitados/Consultores Mark A. Finley, John M. Fowler, E. Edward Zinke Gerenta financiera Kimberly Brown Coordinadora de distribución Sharon Tennyson Consejo de dirección Si Young Kim, presidente; Bill Knott, secretario; Chun, Pyung Duk; Karnik Doukmetzian; Han, Suk Hee; Yutaka Inada; Gerald A. Klingbeil; Joel Tompkins; Ray Wahlen; Ex-officio: Juan PrestolPuesán; G. T. Ng; Ted N. C. Wilson Diseño y dirección artística Types & Symbols A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE. UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. Usada con autorización. A menos que se indique lo contrario, todas las fotografías destacadas pertenecen a © Getty Images 2018. Adventist World es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea del Sur, Estados Unidos, Indonesia, México y Sudáfrica. Vol. 15, No. 12
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Fe en crecimiento
Páginas infantiles
Los dones invisibles ¿Y si estamos rodeados de dones que no podemos ver?
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os martes de noche eran noches horribles, en especial a las 19:00. Una hora antes, yo comenzaba a sentir algo raro en el estómago y me llenaba de temor. Para las 18:30, cuando comenzábamos nuestro viaje, sentía que el estómago se me hacía un nudo. Es que el martes de noche tenía clases de piano con Ludmilla Berkwick, y era lo peor que me podía pasar. Ella daba clases en su casa, un lugar que me resultaba, a los nueve años de edad, un tanto
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extraño. La casa era oscura y parecía que no había sido redecorada en cien años. Sus gatos siempre estaban corriendo entre mis piernas mientras me dirigía a los tumbos hacia el piano. La señora Berkwick no era mucho más alta que yo, y siempre usaba vestidos y largos collares, incluido uno que iba unido a sus anteojos. Sus dedos eran cortos y regordetes, y sus anillos parecían estar pegados a ella en forma permanente. La señora Berkwick comenzaba la lección muy animada: «¿Qué vamos a hacer hoy?», preguntaba con
su acento polaco. Pero no mucho después que yo empezaba a tocar, ella comenzaba a sacudir la cabeza y se la tomaba con las manos. «Oh, no, no y no», murmuraba. La lección de treinta minutos parecía durar horas, estoy segura, tanto para ella como para mí. La verdad es que todo habría sido más fácil si me hubiera aplicado a estudiar piano. Por el contrario, detestaba practicar y a menudo no lo hacía hasta un día antes de la lección, cuando procuraba (ya demasiado tarde) aprender lo que ella me había enseñado la Ilustración: Xuan Le
WILONA KARIMABADI
Tesoro bíblico: «Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación» (Santiago 1:17).
semana anterior. Casi nunca lo lograba, y es por eso que siempre iba a la clase sintiéndose muy mal. Cierto día, muchos años después de que mis clases llegaran a su fin, pensé en la señora Berkwick y la busqué en Google. Para mi sorpresa, aprendí muchas cosas de ella que me hubiera gustado saber antes. Ella había nacido en Rusia, y había sido una niña prodigio en el piano. Se había convertido en una afamada concertista en Polonia antes de la Segunda Guerra Mundial, y era experta en las obras del com-
positor polaco Frederic Chopin. Pero cuando se descubrió que era medio judía, su vida comenzó a correr peligro. Terminó ocultándose hasta que terminó la guerra. Con el tiempo llegó a los Estados Unidos, pero nunca pudo reiniciar la carrera de concertista de piano que había tenido en Europa, por lo que se dedicó a enseñar piano. Si yo hubiera entendido qué pianista especial y extremadamente talentosa era la señora Berkwick, quizá habría hecho mayores esfuerzos y aprovechado mejor sus enseñanzas.
Es probable que a nuestro alrededor haya muchas personas que Dios ha puesto en nuestro camino para que aprovechemos sus increíbles dones, pero no lo sabemos. Y si no lo sabemos, acaso no les demos la oportunidad de que nos ayuden, o no nos esforzamos por aprender de ellos. Al mirar hacia 2020, oremos para que Dios nos ayude a tener los ojos abiertos a los dones que él ha colocado a nuestro alrededor por medio de las personas especiales que él pone en nuestra vida. AdventistWorld.org Diciembre 2019
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DÍAS DE ORACIÓN
BUSQUEMOS EL ESPÍRITU DE DIOS 8-18 de enero de 2020
“Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios”. HECHOS 4:31, NTV
W W W.T E N D AY S O F P R AY E R . O R G