Adventist World November 2023 Spanish

11/2023 ¿Quién eres tú?

Página 10 Identidad en Cristo, no en la crisis Página 15 En el puesto del deber Página 24

Encontremos nuestra identidad en Cristo

10 ¿Quién eres tú?

Mi abuela fallecida, perdura viva Justin Kim

John Peckham

15 Identidad en Cristo, no en la crisis Ronald Kuhn Imagen de portada Ivan Ruiz-Knott, Types & Symbols

18 Perspectiva global Un fundamento seguro Ted N. C. Wilson 21 Voces jóvenes Declaración de dependencia Carolina Ramos 22 Fe en acción Muelas y música Yuri Drumi 24 Misión En el puesto del deber Godfrey K. Sang

26 Respuesta a preguntas bíblicas El evangelio y el Cordero inmolado 27 Salud y bienestar Cómo elegir y evaluar a un dentista 28 ¿Puedo contarle una historia?

El osito rojo de tres patas 30 Fe en crecimiento Una fe inquebrantable

Creemos en el poder de la oración, y aceptamos pedidos de oración que compartimos en nuestro culto semanal de cada miércoles por la mañana.

Envíe sus pedidos a prayer@adventistworld. org, y ore por nosotros mientras trabajamos todos juntos en pro del progreso del reino de Dios.

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Aún parece que escucho la voz de mi abuela materna. Ella, una matriarca de fe, se levantaba a horas irracionales para orar durante cantidades irrazonables de tiempo. Jamás se perdía una reunión de oración, los cultos del viernes de noche, los estudios bíblicos, la Escuela Sabática y el sermón. No solo asistía a las reuniones de la iglesia, sino que se mostraba también activa en la testificación y el evangelismo. Daba estudios bíblicos, financiaba con sacrificio proyectos misioneros, y le contaba a todo el que quisiera escucharla sobre Jesús y su regreso.

Aún parece que puedo escucharla hablando de Dios. Parecía más fervorosa cuando nos hablaba a los nietos. Sacaba su juego de láminas portátiles y señalaba a la estatua de Daniel 2, las cuatro bestias de Daniel 7, la línea profética de los 2300 días, y un cordero sacrificado en el altar de bronce (lo que incluía el diagrama del Santuario), que señalaba a Jesús. A veces yo creía que en cualquier instante entraría en visión, de tanto celo que mostraba.

En cierta ocasión, exasperada con el conductor de la furgoneta de la iglesia (que siempre llegaba tarde a buscarla para el culto), decidió estudiar para sacar su licencia de conducir. La Autoridad de Seguridad del Transporte de Corea del Sur quedó tan impresionada de que una anciana aprobara el examen que la felicitó públicamente por su logro. Ella se sintió mortificada. Entonces, mi tío le compró un automóvil amarillo brillante, en primer lugar, porque estaba orgulloso de ella, pero también porque quería asegurarse de que todos la vieran en la ruta.

Aún en mi recuerdo puedo escuchar su voz. Aunque falleció hace casi cinco años, muchos siguen recordando su voz y especialmente su influencia. La Biblia es clara de que no está mirando desde el cielo, ni que su espíritu sigue habitando su casa. Por el contrario, está durmiendo sin conciencia alguna en una tumba en Pocheon (Corea del Sur).

No obstante, mi abuela fallecida sigue viviendo.

No en el cuerpo o el pensamiento, pero sus oraciones aún viven. No porque esté viva, pero porque Dios escuchó y sigue reconociendo esas oraciones, que son efectivas más allá de su vida. Los que oran pueden fallecer, pero las oraciones que suben a Dios jamás lo hacen.

Su verdad sigue viva. Los estudios bíblicos que dio, las horas que invirtió estudiando e investigando las Escrituras siguen presentes en las mentes de quienes la oyeron. La verdad encarnada en sus consejos, sus hábitos espirituales, sus enseñanzas, su discipulado, su identidad y su labor de madre y abuela siguen presentes en la vida de sus hijos y nietos, tanto biológicos como espirituales.

Su esperanza en la resurrección sigue presente en otros. Aunque su corazón ha dejado de latir, hay muchos corazones que hoy laten con la misma esperanza, anhelando verla otra vez ya resucitada cuando vuelva el Señor. Deseando ver que el Espíritu Santo contestó sus oraciones, y esperando escuchar su voz otra vez cuando la voz del Padre la despierte a la gloria eterna.

Instantánea

Carlos Tenold (izquierda), gerente del Programa de Estudiantes Colportores de la Casa Publicadora Noruega, agradece a Gideon Machogu, de Kenia, por su trabajo. Machogu fue uno de 32 estudiantes matriculados en 2023.

El programa, lanzado en 1965, no se ofrecerá más después de este año.

Tor Tjeransen / Adventist Media Exchange (CC BY 4.0)

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Noticias breves

«El Instituto Internacional Adventista de Estudios Avanzados (AIIAS por su sigla en inglés) se siente honrado de ser sede de este programa interdisciplinario para estudiantes de posgrado que aún no han tenido la oportunidad de profundizar en la intersección de la ciencia y la fe, en un contexto de rigor académico y compromiso con la fe. Creemos que esta iniciativa será de beneficio para las instituciones educativas e iglesias de la región».

—Ginger Ketting-Weller, rectora del AIIAS, al referirse a la reciente certificación de posgrado en Fe y Ciencia.

El programa está diseñado específicamente para educadores y pastores de la División de Asia-Pacífico Sur, y sigue los lineamientos de la creencia adventista en la Palabra de Dios y la exploración del mundo natural por medio de los lentes de la ciencia.

Más de 150 El número de delegados que asistieron al Seminario de Capacitación en el Desarrollo del Liderazgo de las tres Uniones filipinas para Ministerios del Niño, que se llevó a cabo en Ciudad Cebú. Bajo el lema «Salvar la brecha: Cada niño es importante», el evento de tres días buscó promover un ambiente de crecimiento, y capacitar a los líderes para garantizar a los niños un futuro más brillante al darles atención, sanación, inspiración, amor y disciplina. El seminario reunió a una comunidad de personas de intenciones similares inspiradas por la pasión común de establecer un ambiente solícito para los niños, más allá de su trasfondo u origen.

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Mi identidad en Cristo Se les preguntó a los miembros cuál de las siguientes declaraciones describe mejor su compromiso con Jesucristo.

30% He estado comprometido con Cristo desde que era niño, y sigo plenamente comprometido con él en el presente.

16% Mi compromiso con Cristo llegó de repente y fui transformado; ahora estoy plenamente comprometido con Cristo.

38% Mi compromiso con Cristo se ha desarrollado gradualmente durante un período de tiempo, y ahora estoy plenamente comprometido con Cristo.

7% Comprometí mi vida con Cristo en un momento específico de mi vida, pero no duró.

7% No estoy seguro si estoy comprometido con Cristo.

2% No estoy comprometido con Cristo.

N=58.086 Fuente: Datos de la Encuesta Global de Miembros de Iglesia, provistos por la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones de la Asociación General

8000 El número de ejemplares de una Biblia de edición especial (Biblia Abide) publicada por Educación Adventista en la División del Pacífico Sur para el personal de las instituciones educativas adventistas. Esta Biblia contiene recursos adicionales diseñados para apoyar el tiempo personal con Dios y el crecimiento en la relación con Cristo, lo que entonces redunda como una guía para compartir con confianza el amor de Cristo con otras personas.

«Este tipo de proyecto sensibiliza y hasta cierto punto revitaliza el deseo de servir, siguiendo en los pasos de Jesús. Es amor en movimiento. Esperamos que otras regiones de la iglesia pronto hagan lo mismo y se sumen a sus representantes locales de ADRA para trabajar en sociedad» –Luís Mário Pinto, uno de los vicepresidentes de la División Sudamericana, sobre el proyecto conjunto entre el territorio y ADRA Brasil. El 17 de septiembre, el personal que presta servicios en la sede de la División Sudamericana participó del proyecto Amor en Movimiento.

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Noticias breves

«El objetivo del esfuerzo es fortalecer la relación y el aprecio de los jóvenes por Dios mediante el servicio a él, el servicio mutuo y a la comunidad […]. Quisimos tomar parte en reafirmar la visión y el compromiso de la Iglesia Adventista y su mayordomía con la preservación y el amor al medio ambiente, en Santa Lucía».

—Richard Randolph, director de Ministerios Jóvenes de la Misión de Santa Lucía (en el Caribe) y principal organizador del evento, sobre el proyecto de servicio comunitario llevado a cabo en la Misión de Santa Lucía. Más de cien jóvenes de entre 15 y 35 años limpiaron, cavaron y plantaron decenas de palmeras y plantas que dan flores, como parte de la Conferencia Anual de la Juventud llevada a cabo en la isla.

«En este siglo XXI, los métodos del evangelismo tradicional tales como el colportaje puerta a puerta y las campañas de evangelización aún son válidos.

Una persona que no se siente atraída por una campaña puede sentirse tocada por alguna de nuestras producciones audiovisuales.

Somos llamados a decirle al mundo que Cristo viene pronto».

—Abel Márquez, director ejecutivo de Hope Channel Interamérica y director del Departamento de Comunicación de la División Interamericana, respecto del segundo festival de cine en la Unión Misión de Venezuela Oriental. El encuentro de este año fue en la Casa del Artista en Caracas, el 26 de agosto.

Más de cuatrocientas personas se reunieron a ver los filmes en las categorías de drama, videoclip y documental.

Más de 4000 El número de cajas de leche recolectadas por los estudiantes de la Escuela Adventista de Porto Alegre en Brasil. La escuela se asoció con la organización sin fines de lucro, Brasil Sem Frestas («Brasil sin grietas») para ayudar a las familias en situaciones vulnerables, en especial en momentos de lluvias torrenciales y clima frío, cubriendo sus precarias casitas con cajas de leche cortadas a medida. Bajo el liderazgo de la maestra Jozy Araújo, los estudiantes de tercero y cuarto grados comenzaron a recolectar cajas de leche de sus familiares y amigos. El proyecto duró dos meses y fue lanzado con un programa especial en el que los estudiantes aprendieron sobre el proceso de cobertura con cajas de leche; vieron fotografías del producto final, y miraron videos que muestran la reacción de las personas que se habían beneficiado de la iniciativa.

(->) Escuela Adventista de Porto Alegre, Brasil AdventistWorld.org Noviembre 2023

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Noticia en detalle

Ingeniero adventista presenta un robot que puede enseñar la Biblia

La conferencia de GAiN Asia muestra los usos más actuales de la tecnología para la misión.

Marcos Paseggi, Adventist Review

«¿Cómo deberíamos, como instituciones educativas adventistas, prepararnos para el futuro? –preguntó Joo-hee Park, rector de la Universidad Sahmyook Health, al comienzo de su presentación en la conferencia de la Red Global Adventista de Internet (GAiN por su sigla en inglés) en la Isla de Jeju, Corea del Sur, el 15 de septiembre–. ¿Cómo hacer que las personas vengan a nuestras iglesias y escuelas?»

En los siguientes minutos, Park, que es anciano de iglesia y posee un título doctoral en ingeniería y enseñó acerca de sistemas de información médica por 21 años, presentó a Adam, un robot que usa la inteligencia artificial (IA) para responder preguntas bíblicas y enseñar las creencias y doctrinas adventistas.

Park dice que nombró al robot Adam, de conformidad con la estrategia digital de la Universidad Sahmyook, que él llamó Edén Digital. Explicó que ha probado ya por un tiempo este robot de segunda generación.

«Hice que este robot aprendiera la Biblia –dijo–, incluidas las 28 doctrinas

fundamentales de nuestra iglesia». Y agregó que el robot puede comunicarse en varios idiomas.

También explicó que Adam puede aprender cada doctrina y creencia, porque ha sido programado para ello. Para probarlo, le preguntó al robot si podía compartir un versículo bíblico sobre el amor. Unos pocos segundos después, Adam «recitó» Juan 3:16: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito». Entonces añadió, con lo que los participantes consideraron una voz humana sumamente real: «Este versículo destaca el inmenso amor de Dios por la humanidad».

«Si le hacen más preguntas, podrán ver qué nivel ha alcanzado la IA», dijo Park. Luego de lo cual lanzó una importante advertencia. Con la IA, «existe la posibilidad de informar erróneamente –dijo– porque los robots confían en lo que dice la IA. Cuando robots como este lleguen a estar disponibles en todo el mundo, tendremos que asegurarnos de que hayan sido entrenados para enseñar nuestras creencias fundamentales y

Joo-hee Park, rector de la Universidad Sahmyook Health, presenta en GAiN Asia, mientras John Kang traduce sus palabras al inglés. Adam está en la izquierda.

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presentarlas de manera correcta. Es una misión que tenemos para el futuro: aprender cómo usarlos y formularles las preguntas adecuadas».

Explicó que en el presente la iniciativa más primordial en este campo en Corea del Sur es la que procura explicar cómo crear las órdenes adecuadas, de manera de maximizar el uso del robot.

La manera de formularle las preguntas por cierto afectará las respuestas que recibamos, dijo Park. «Para prepararnos para el futuro, es fundamental capacitarse para aprender cómo formular esas preguntas», expresó.

Park contó que pocos días después de su presentación, el robot sería llevado a su oficina en la Universidad Sahmyook Health. «Pasaré el próximo año entrenándolo. Por ello, cuando ustedes terminen haciéndole preguntas a Adam, él les responderá sobre la base del entrenamiento que estoy planeando darle».

Y añadió: «Si visitan nuestra universidad dentro de un año, este robot les dará un recorrido por nuestro campus.

Adam también trabajará como guardia del campus. Podrá trabajar las 24 horas los siete días de la semana, y siempre se mostrará bondadoso».

Park también anunció que la idea es que todos los estudiantes tengan un pequeño robot, que responda a las preguntas que ellos puedan llegar a tener. «En el presente, Adam no está totalmente listo, y lo que les cuento puede parecerles algo que sucederá en un futuro lejano, pero esto estará disponible mucho antes de lo que imaginan. Sé que todos ustedes son líderes y especialistas en ciertas áreas –agregó Park–. Trabajemos juntos y estudiemos de qué manera podemos hacer que esto sea una realidad».

Noticia en detalle

Adventistas de la División Interamericana marchan para poner fin a la violencia

Líderes y miembros se movilizan en procura de congregaciones y comunidades saludables.

Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana

Mujeres y niños de Barquisimeto, Venezuela, marchan durante las actividades de la campaña enditnow.

Unión Venezolana Occidental

Miles de adventistas se pronunciaron desde los púlpitos, las calles, y las comunidades buscando poner fin a la violencia, durante la campaña «enditnow» llevada a cabo el 26 y 27 de agosto en la División Interamericana de la Iglesia Adventista. Esta campaña es una iniciativa global anual que busca movilizar a los adventistas y otros grupos comunitarios en pro de la no violencia en el mundo.

«A veces creemos que un abusador puede ser un extranjero que salta de una ventana o se acerca a una persona en un pasadizo oscuro, pero por lo general no es así –dijo Edith Ruiz, directora del Ministerio de la Mujer de la División Interamericana–. El abuso se produce cuando una persona usa el poder de su influencia para aprovecharse de los vulnerables».

Durante el énfasis de este año, los líderes predicaron sermones y emplearon recursos relacionados con el lema: «Lobos vestidos de ovejas: Cuando los que afirman ser seguidores de Cristo lastiman a los demás».

Ante la violencia omnipresente en hogares y en todas partes, es importante saber que nuestra manera de res-

ponder al abusador, como abusados, marca una gran diferencia en el nivel de sanación que cada uno puede experimentar. «Tenemos que escuchar con nuestro corazón y estar atentos para detectar posibles víctimas de abuso.

Jesús, nuestro buen Pastor, puede sanar las necesidades físicas y emocionales, brindar alimento espiritual, y dar paz, pero tenemos que hacer nuestra parte en iglesias, escuelas y en todas partes», dijo Ruiz.

En Venezuela, los miembros de iglesia salieron a la calle para que los transeúntes supieran que la violencia contra las mujeres y los niños tiene que terminar. «No al abuso. No al abuso infantil. No al abuso contra las mujeres. Sí a Cristo. Sí a la vida», fueron algunas de las exclamaciones que se escucharon en las calles. Las iglesias abrieron sus puertas a las comunidades para hablar contra la violencia en cualquiera de sus formas y animaron a los oyentes a que se expresen contra la violencia en cada rincón del país.

Panamá contó con cientos de feligreses de todas las edades que marcharon con grandes pancartas,

animando a las personas a esforzarse para que la violencia no se cobre más víctimas. Los jóvenes marcharon juntos en representación de su escuela adventista, promoviendo la creación de conciencia sobre la violencia en las escuelas, parques y centros infantiles.

«Ponle fin» fue el énfasis en las iglesias de la Unión Mexicana del Sureste.

«Nuestras iglesias llevaron a cabo seminarios, reuniones de testimonios, y charlas sobre cómo responder al abuso y cómo mantenerse vigilantes contra esta práctica y seguir promoviendo la creación de conciencia, para que nuestras iglesias sean seguras para todos», dijo Silvia Arjona, directora del Ministerio de la Mujer en la Unión Mexicana del Sureste.

En Colombia, cientos de congregaciones llevaron a cabo programas para recordar a los miembros que estén atentos a conductas particulares de los niños afectados por la violencia; señales que pueden mostrar las mujeres, además de las familias; y la violencia contra los ancianos. Asimismo, visitaron a varias comunidades donde se dirigieron a los niños, que participaron en actividades interactivas para identificar cualquier tipo de abuso y saber cómo hablar de ello.

Ante la violencia continua en Haití, las iglesias adoptaron una postura contraria durante los programas del sábado por la mañana y por la tarde.

La psicóloga Laurcelie Alcimé se dirigió a los miembros de iglesia de la Universidad Adventista de Haití en Carrefour, Puerto Príncipe. «Apenas identifiquen algún tipo de violencia, ya sea financiera, sexual o psicológica, sepan que están en presencia de abuso, y tienen que actuar, buscar ayuda y apoyarse en su fe», expresó.

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Noticia en detalle

ADRA celebra su 40° aniversario plantando La iniciativa destaca los esfuerzos de la agencia por mitigar las cuarenta mil árboles en Zimbabue consecuencias del cambio climático.

Noticias de ADRA Internacional

La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) inició las celebraciones de su cuadragésimo aniversario plantando cuarenta mil árboles frutales en Zimbabue.

La iniciativa comenzó en agosto y será completada en diciembre.

El lema del proyecto #plantafruittree es «La protección del ambiente y el cambio climático», lo que destaca el legado de ADRA de implementar esfuerzos prácticos para mitigar las consecuencias del cambio climático y mejorar la salud comunitaria.

«En todo el mundo se están sintiendo las repercusiones de las catástrofes climáticas –dijo Michael Kruger, presidente de ADRA Internacional–. Nuestra agencia humanitaria global ha sido testigo de primera mano de qué manera el clima extremo, la deforestación, los incendios forestales y el desarrollo han producido la extinción de miles de millones de árboles. Al conmemorar cuarenta años de responder a catástrofes, brindar ayuda humanitaria y ayudar al desarrollo, estamos comprometidos a promover iniciativas como plantar árboles, lo que no solo puede mejorar la calidad natural del aire y reducir la polución sino también generar bene-

ficios para los residentes de todas las comunidades».

En el mes de agosto, ADRA inauguró la #plantafruittreeinitiative con la ayuda de los funcionarios de la Comisión Forestal de Zimbabue, llevando a cabo demostraciones públicas en campamentos y plantando los primeros mil árboles en escuelas, granjas, haciendas e instituciones de diez provincias.

Las celebraciones continuaron en setiembre al plantar otros doscientos árboles frutales en el campo de golf del Country Club Newlands Zimbabwe en Harare. Kruger, representantes de USAID (que trabajan junto con ADRA), líderes del gobierno, embajadores de varios países y más de tres mil voluntarios participaron de la ceremonia.

«Reconocemos que el cambio climático cuenta con una amplia gama de impactos, y que inevitablemente posee implicaciones considerables sobre las intervenciones humanitarias y de desarrollo –dijo Judith Musvosvi, directora de ADRA Zimbabue–. Esta entidad está dedicada a promover la sustentabilidad ambiental y crear mayor conciencia sobre el impacto del cambio climático. Se han escogido específicamente árboles frutales

Miembros del Club de Conquistadores participaron de la iniciativa de plantar cuarenta mil árboles en Zimbabue.

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para esta iniciativa porque es menos probable que los corten en el futuro.

Hemos notado que es más difícil que alguien corte un árbol frutal para, por ejemplo, hacer leña».

ADRA invita a todas las comunidades, escuelas, iglesias y organizaciones privadas para que se sumen al movimiento de plantar árboles en vecindarios y compartir sus experiencias en línea con la etiqueta #GoGreenWithADRA. Este año, para el Día Nacional del Árbol, el 28 de abril, la organización lanzó la campaña en los Estados Unidos en el Colegio Adventista Atholton en Columbia (Maryland). Para marcar el cuadragésimo aniversario, los estudiantes plantaron cuarenta árboles en el evento.

«ADRA fomenta cambios positivos –dijo Miya Kim, rectora del colegio–.

Sabemos que ADRA no solo brinda ayuda temporaria a personas en crisis sino que también se queda en las comunidades y se asocia con ellas para construir para el futuro. Queremos que nuestros estudiantes fomenten cambios positivos, y vemos la importancia de invertir y cuidar tanto de la tierra como de su gente. Queremos que conozcan los efectos tangibles y transformadores que incluso plantar un árbol puede tener sobre la gente».

La agencia anima a todos a que se sumen a #GoGreenWithADRA plantando dos o más árboles en sus vecindarios, para participar en soluciones naturales que ayuden a reducir las emisiones de carbono durante años.

ADRA Internacional opera en más de 130 países. La principal tarea de la agencia es apoyar a los necesitados y a los más vulnerables, mejorando sus vidas y ayudándolos a ser más activos y exitosos a la hora de sobreponerse a las dificultades, para que vivan así como Dios lo quiso.

Enfoque misionero

Liseht Santos, División Sudamericana y Adventist World

En Perú, diez mil jóvenes se preparan para ser voluntarios en el extranjero Campamento «Más allá de la montaña» reúne a miles para capacitarlos para el servicio.

Miles de jóvenes adventistas se reunieron del 30 de agosto al 3 de septiembre para el campamento de jóvenes «Más allá de la montaña» en el Parque Zonal San Pedro de Ancón en Lima (Perú). El evento fue organizado por el Departamento de Ministerios Jóvenes de la Unión Misión Sur del Perú.

El evento de capacitación buscó preparar a miles de jóvenes para que sean misioneros donde Dios los llame: en su ciudad, su país o el extranjero. Asistieron más de diez mil jóvenes provenientes de las tres regiones geográficas: la costa, las montañas y la selva.

Los participantes recibieron una capacitación especial para la misión evangélica mediante seminarios, programas voluntarios nacionales e internacionales, y la presentación de la guía de estudios bíblicos «28 Joyas de la Juventud Adventista». Al mismo tiempo, disfrutaron de opciones de entretenimiento en un inmenso lugar que incluye una gran pileta de natación, zonas ecológicas, comedores, un mercado y otros servicios.

El campamento también contó con conciertos en vivo a cargo de varios grupos musicales, como por ejemplo Zimrah (de Argentina), Dulce Alabanza (de Colombia) y varios cantantes peruanos. Además se hicieron representaciones escénicas que destacaron y compartieron mensajes bíblicos.

El orador especial de cada noche fue Joel Flores, evangelista de Nuevo Tiempo. Sósthenes Andrade, director de

El Campamento de Jóvenes «Más allá de la montaña» se llevó a cabo en la Unión Misión Sur del Perú.

Unión Misión Sur del Perú

jóvenes de la Unión Misión del Norte de Brasil, y Eduardo Lucas, un pastor que es misionero en la India, dirigieron algunos de los seminarios ofrecidos.

CEREMONIAS SIGNIFICATIVAS

Durante el campamento, se realizó el lanzamiento de la Misión Caleb 2024. «Durante el evento, miles de jóvenes del sur de Perú mostraron gran entusiasmo sobre las perspectivas», dijeron los organizadores.

Al mismo tiempo, 190 pastores, administradores de la iglesia y jóvenes recibieron su investidura como nuevos líderes de jóvenes adventistas bajo el lema guiador «Salvación y servicio». Asimismo, 176 jóvenes se registraron en el Servicio Voluntario Adventista de la División Sudamericana, y otros 192 se apuntaron para el programa Un Año en Misión. Otros cientos se registraron para otras iniciativas comunitarias y misioneras en Perú y otros países.

El día de grandes emociones se vio coronado por una ceremonia bautismal, en la que 304 personas decidieron dar testimonio público de su fe. Los nuevos miembros fueron recibidos con gran alegría. «Queremos seguir llevando a miles de jóvenes y también a adultos a la oración y la acción misionera –dijeron los líderes–. Es nuestro objetivo seguir

compartiendo el evangelio, siempre trabajando juntos y conectados».

ACERCA DE MISIÓN CALEB

Misión Caleb es un programa de evangelización de la Iglesia Adventista en la División Sudamericana. Su objetivo es promover la participación de los jóvenes adventistas en el servicio voluntario durante las vacaciones escolares, en los ocho países que conforman el territorio. El proyecto anima a todo el que tiene más de 16 años a participar activamente en las actividades comunitarias y de evangelismo, mediante visitas a los hogares, estudios bíblicos y otras actividades. Los que participan en el proyecto Misión Caleb son conocidos como «Calebs», y suelen ir al campo misionero con camisetas especiales y mochilas, Biblias y otros materiales estampados con el nombre y el logotipo del proyecto.

Según los líderes de la iglesia, el mayor logro de Misión Caleb fue la participación exitosa más activa de los jóvenes en la misión de la Iglesia Adventista. «El proyecto ayudó a crear una conciencia de evangelización entre los jóvenes sobre la base de su propia comunión con Dios y despertó la vocación misionera en miles de ellos», dijeron.

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Enfoque

¿Quién eres tú?

La identidad adventista y la presencia de Dios

JOHN PECKHAM

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reguntó Jesús: “¿Quién dicen los hombres que soy yo?” “Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”, le contestaron los discípulos. Jesús les dijo: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”» (Mat. 16:13-16).

Todo se basa en esa pregunta sobre la identidad de Cristo, incluida mi identidad, su identidad y la identidad de todos los demás. «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente», respondió correctamente Pedro (vers. 16).

Jesús de Nazaret ingresó a este mundo como hijo humano, nacido de una mujer galilea común. Si lo hubiéramos visto en un camino polvoriento, quizá ni lo habríamos notado. Jesús parecía un hombre común, pero era mucho más que eso. Era el Hijo de Dios, «el Verbo»; «era Dios»; «era en el principio con Dios» (Juan 1:1, 2). El mismo Verbo que «se hizo carne y habitó entre nosotros» (Juan 1:14). Por ello, fue llamado «Emanuel», que significa «Dios con nosotros» (Mat. 1:23). Solo mediante él –plenamente Dios y plenamente hombre– podía la humanidad reconciliarse con la divinidad, para que los humanos tuviésemos la posibilidad de vivir con Dios para siempre.1 Pero aún no estamos con Dios de la manera en que él lo intentó originalmente: los primeros seres humanos habitaron con Dios en el Edén antes del pecado, cuando Dios caminaba «por el huerto al aire del día» (Gén 3:8). La entrada del pecado afectó severamente la plenitud de la presencia de Dios con nosotros. Satanás se convirtió en «el príncipe de este mundo» (Juan 12:31; 14:30; 16:11) y el mal, el sufriAdventistWorld.org Noviembre 2023

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miento y la muerte llegaron a ser parte de la experiencia humana.

Pero Dios respondió con su gracia maravillosa, prometiendo que un descendiente de Eva vendría y aplastaría la cabeza de la serpiente (Gén 3:15). Esa predicción anticipó que Cristo soportaría el sufrimiento último para derrotar a Satanás y finalmente eliminar el mal, para que Dios pudiese estar con nosotros otra vez en plenitud, y para siempre.

LA PRESENCIA DE DIOS ES CENTRAL A LA FE ADVENTISTA

Muchos identifican la presencia de Dios como el tema central de las Escrituras.2 En consecuencia, la presencia de Dios es fundamental para la teología y la identidad adventistas, y está incrustada en nuestro mismo nombre: Adventista del Séptimo Día.

La parte «Adventista» de nuestro nombre identifica nuestra fe en la segunda venida de Cristo, después de la cual «estaremos para siempre con el Señor» (1 Tes. 4:17). La parte «del Séptimo Día» enfatiza el sábado, el séptimo día apartado para la adoración y el descanso en comunión con Dios, como recordatorio de las obras divinas de la creación (Éx. 20:11) y la liberación (Deut. 5:15).

De estas y muchas otras maneras, la fe adventista está envuelta con la esperanza de la comunión inquebrantable con Dios. Todo junto, el nombre Adventista del Séptimo Día enfatiza la presencia de Dios con nosotros en el «tiempo» (el don del sábado) y la restauración final de la presencia personal de Dios con nosotros (la segunda venida).

Junto con esto se encuentra el sistema del Santuario, por medio del cual Dios nos abre camino para estar con nosotros a pesar de las perturbaciones que produjo el pecado. Toda la historia de la redención se centra en la presencia de Dios, porque la obra expiatoria de Cristo produce el cumplimiento último de las promesas de estar con su pueblo.

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Analicemos un poco más de cerca los tres pilares de la fe e identidad adventistas: el sábado, el Santuario, y la segunda venida.

EL DON DEL SÁBADO

Algunos ven al sábado como una carga, pero es lo opuesto: ¡un gran don de la gracia! Es un don de la presencia de Dios; un día en el que podemos descansar de nuestras obras y no trabajar (lo opuesto a una religión basada en las obras). Como lo explica Jacques Doukhan: «Al obedecer el cuarto mandamiento, el creyente no niega el valor de la gracia», sino que «mediante la obediencia a la Ley de Dios, el creyente expresa fe en la gracia de Dios».3 El sábado es una señal de que Dios salva a su pueblo: Dios santifica a su pueblo como su obra de gracia, y en ella los creyentes pueden descansar.

Como proclama Dios en Ezequiel 20:12: «Y les di también mis sábados, para que fueran por señal entre yo y ellos, para que supieran que yo soy Jehová que los santifico».

El sábado es por lo tanto una señal de la identidad del pueblo de Dios, de los que le pertenecen y han sido salvados por él. Al mismo tiempo, el sábado rechaza cualquier intento de determinar nuestro valor o identidad mediante la productividad o los logros, dado que llama a las personas a descansar en lo que Dios ha hecho y está haciendo.

El sábado es también un día de liberación, que nos recuerda cómo Dios salvó a Israel de la esclavitud de Egipto (véase Deut. 5:15). Isaías 58 ubica también el sábado en el contexto de la preocupación divina por la justicia, llamando al pueblo de Dios para que desate las ligaduras de impiedad, suelte las cargas de opresión, deje ir libres a los quebrantados y rompa todo yugo; para que comparta su pan con el hambriento, albergue a los pobres errantes en casa, cubra al desnudo y no se esconda de

su hermano y sus necesidades (véase Isa. 58:6, 7). Son la clase de acciones que Jesús llevó a cabo en sábado y por las que fue criticado (Mat. 12; Juan 5; cf. Luc. 4:18, 19). Es notable que, en un capítulo sobre el sábado en El Deseado de todas las gentes, Elena White escribió: «Toda religión falsa enseña a sus adeptos a descuidar los menesteres, sufrimientos y derechos de los hombres».4 De esta y otras maneras, el sábado es una señal de lealtad a Cristo, y su reino de amor y justicia desinteresados, por sobre los poderes de este mundo que siguen a Satanás, el dragón (véase Apoc. 12-14). De igual manera, el sábado es un templo en el tiempo; un día que Dios apartó para el descanso y las relaciones, para regocijarse en el amor de nuestro Creador y Sustentador.

En contraste con nuestro mundo obsesionado con los logros, lo que fomenta la ansiedad y el agotamiento, el sábado nos ofrece un momento para celebrar la obra de Dios por nosotros en lugar de enfocarnos en nuestras obras; de estar en comunión con él, disfrutando lo que él ha hecho en lugar de perseguir lo que queremos hacer nosotros; para descansar en él. En una época en la que las personas están cada vez más solas, atareadas, ansiosas y distraídas, ese tiempo sagrado es cada vez más importante.

Entre otras cosas, el sábado nos brinda un tiempo sagrado para una relación sin distracciones con Dios y los demás. ¡Qué gran don! Cristo nos invita diciéndonos: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar» (Mat. 11:28).

LAS BUENAS NUEVAS DEL SANTUARIO

Junto con el sábado, ese templo en el tiempo, se encuentra el Santuario. El Tabernáculo y los templos terrenales prefiguraban el Santuario celestial en el que Cristo intercede por nosotros

El ministerio de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote produce la reconciliación necesaria para la restauración plena de la presencia personal de Dios con toda la creación.

Esta noticia maravillosa nos llama a reflexionar dónde nos encontramos. ¿Seguimos al dragón (Satanás) y sus caminos, o el camino de amor generoso del Cordero? ¿A quién somos leales? ¿Con quién nos identificamos?

Sin la intercesión de Cristo por nosotros, seríamos condenados.

Pero todo juicio le ha sido dado a Cristo (Juan 5:22), y él es defensor de todos los que colocan su fe en él (1 Juan 2:1) y lo identifican como su Salvador y Señor. Sin él no es posible ganar. Pero con él, es imposible perder.

El ministerio de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote produce la reconciliación necesaria para la restauración plena de la presencia personal de Dios con toda la creación. Él obra no solo por nuestra liberación personal sino para corregir todos los males del universo, para traer un reino eterno de amor desinteresado. Si recurrimos a él, nos salvará. Él es suficiente.

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como nuestro Sumo Sacerdote (Heb. 8:1, 2; 9:11, 12), para reconciliarnos con Dios para siempre. ¡Esta es una buena noticia! Sin embargo, hay gente que no la comprende. Cuando muchos piensan en el Santuario, piensan en el juicio, y no en términos positivos. Pensándolo rápido, es comprensible; no nos gusta que nos juzguen. Pero para los que necesitan liberación, el juicio es de hecho sumamente bueno: el amor desinteresado del Cordero derrota y desplaza el sendero cruel y opresivo del dragón.

Imaginen a alguien en un juzgado, aguardando el veredicto.

Todo depende de ese veredicto. ¿Será bueno o malo? No lo sabe. Espera lo que parece una eternidad. Finalmente, llega el veredicto: culpable de todos los cargos. Se le ordena al infractor que pague una restitución plena. ¿Está el hombre consternado o encantado? Depende. Una cosa es ser el acusado y otra es ser la víctima del acusado que aguarda desesperadamente una restitución.

En el segundo caso, el hombre y su familia están encantados. Por fin se ha hecho justicia. Recuperarán lo perdido. El juicio les ha dado liberación.

En las Escrituras, el juicio es algo maravilloso, porque brinda justicia y liberación para las víctimas del mal. Los fieles de las Escrituras claman para que Dios haga justicia.

No cuestionan por qué Dios juzga ni procuran evitar el juicio, sino que a menudo se preguntan por qué Dios no actúa con mayor rapidez y decisión. Mediante los actos que tienen lugar en el Santuario, Dios finalmente hará justicia.

Mediante esos actos, Dios vindica su carácter y hace expiación por nosotros, reconciliándonos con él, para que todos los que deseen ser salvos puedan vivir con él para siempre.

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La historia de las Escrituras es la historia de la búsqueda de Dios de restaurar la plenitud de la presencia divina con nosotros según lo intentó originalmente.

Como escribió Elena White: «Saldréis de la tumba sin nada, pero si tenéis a Jesús lo tendréis todo. Él es todo lo que necesitaréis para resistir la prueba del día de Dios, ¿y no es esto suficiente para vosotros?»5 El dragón y sus seguidores finalmente serán condenados, pero todos los que se arrepientan del mal y abracen el amor generoso de Dios serán perdonados y limpiados (cf. 1 Juan 1:9). Entonces se dirá de Dios: «Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos»; y «tus juicios se han manifestado» (Apoc. 15:3, 4).

De maneras que no podemos siquiera comenzar a describir aquí, el sistema del Santuario revela el hermoso amor y la obra de Cristo por nosotros y en nosotros, para redimirnos y transformarnos; para que podamos estar con él para siempre.

LA GRAN ESPERANZA EN LA SEGUNDA VENIDA

Esto nos trae de regreso a la gran esperanza de la segunda venida. Como se destacó antes, el nombre «Adventista» nos identifica como un pueblo que aguarda y se prepara con ansias para la segunda venida de Cristo.

Después del regreso de Cristo, Dios habitará otra vez con nosotros (Apoc.

21:3). Entonces, «enjugará Dios toda 14

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lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron» (Apoc. 21:4).

Entretanto, los adventistas tenemos la tarea de proclamar los mensajes de los tres ángeles (Apoc. 14:6-12) para ayudar a preparar al mundo para el pronto regreso de Cristo; para estar con Dios otra vez en plenitud. Entre otras cosas, los mensajes de los tres ángeles destacan de qué manera el camino del dragón –que con egoísmo procura cambiar la Ley de Dios, forzar la adoración y dominar el mundo– se opone diametralmente a la senda del Cordero que está trazada con un amor desinteresado.

Al momento de la segunda venida, la presencia personal de Dios con nosotros finalmente será restaurada plenamente. La historia de las Escrituras es la historia de la búsqueda de Dios de restaurar la plenitud de la presencia divina con nosotros según lo intentó originalmente. Dios tanto desea estar con nosotros que Cristo se hizo humano: «Dios con nosotros» en la carne, y murió por nosotros.

En el fin, se dirá: «El tabernáculo de Dios está ahora con los hombres. Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios». Y ya no habrá más maldad, ni sufrimiento ni muerte. Nunca más (Apoc. 21:3, 4; cf. 1 Cor. 2:9).

El mensaje adventista es una teología maravillosa de la presencia de Dios, profundamente entretejida con la historia de la redención como la historia de Dios con nosotros. Es un mensaje de gran gozo, esperanza y amor: ¡Dios con nosotros otra vez y para siempre! No deberíamos presentar tan solo nuestra fe y enseñarla como una noticia maravillosa, sino también vivir y amar de esa manera.

UNA IDENTIDAD ARRAIGADA EN CRISTO

Mientras aguardamos y preparamos el regreso de Cristo, cada uno de nosotros tiene que responder la pregunta de Cristo en forma individual: «¿Quién dices que soy yo?»

¿Quién dices tú que es él? Nuestra manera de responder se relaciona no solo con su identidad sino con la de cada uno. Lo reconozcamos o no, es nuestro Creador, el Señor de todo y el único nombre por el que podemos ser salvos (Hech. 4:12).

Como criaturas de Dios, creados a imagen de Dios, ya somos de valor inmensurable, y Dios nos invita a una relación aún más profunda con él. Si usted cree en Cristo, entonces está en Cristo por fe. Es un hijo adoptado de Dios, con todos los derechos a la herencia que ello conlleva (véase Rom. 8:15-17). Esa es nuestra identidad definitiva.

Como adventistas, nuestra fe se centra en la presencia de Dios. Nuestra identidad se vincula con la espera y la preparación para el regreso de Cristo, considerándonos muertos al pecado, pero vivos en Cristo (Rom. 6:11). En último término, entonces, nuestra identidad está arraigada en Cristo, que fue, es y será; y por medio de quien todo fue creado; quien dio su vida por nosotros; se levantó de los muertos, y aun ahora ministra por nosotros como nuestro Sumo Sacerdote en el Santuario celestial; y quien pronto regresará para llevar a vivir con él a todo aquel que confíe en su nombre, para estar con Dios para siempre. Esa es nuestra identidad: hijos de Dios, arraigados en Cristo, en esperanza. Ojalá que siempre recordemos quiénes somos, y podamos vivir nuestra fe adventista de acuerdo con esa identidad.

Para saber más sobre este tema, véase John C. Peckham, God With Us: An Introduction to Adventist Theology (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 2023).

2 Véase J. Scott Duvall y J. Daniel Hays, God’s Relational Presence: The Cohesive Center of Biblical Theology (Grand Rapids: Baker Academic, 2019).

3 Jacques Doukhan, «Loving the Sabbath as a Christian: A Seventh-Day Adventist Perspective», The Sabbath in Jewish and Christian Traditions, ed.

Tamara Cohn Eskenazi, Daniel J. Harrington, and William H. Shea (New York: Crossroad, 1991), p. 155.

4 Elena White, El Deseado de todas las gentes (Mountain View, Cal.: Pacific Press, 1955), p. 253.

5 Elena White, El evangelismo (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 1994), p. 180.

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John Peckham es editor asociado de Adventist World y profesor de Investigación en Teología y Filosofía Cristiana en la Universidad Andrews.

Identidad en Cristo, no en la crisis La belleza y el desafío de la identidad RONALD KUHN

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Q

uién soy yo? Esta es probablemente una de las preguntas más ¿ complejas que podemos hacernos.

La respuesta toma muchas cosas en cuenta.

Alguien podría decir: «Soy una joven árabe», o «Soy un jugador alemán», o «Soy un policía estadounidense». Joven árabe es una descripción muy general y ofrece información limitada sobre el contexto de la persona. Podría ser una princesa musulmana de Dubai, una egipcia cristiana, o una refugiada siria. El jugador alemán podría ser un nigeriano de la etnia yoruba cuyos padres son de Togo. Podría también ser un jugador de fútbol naturalizado alemán y que ahora posee doble ciudadanía. El policía estadounidense podría identificarse a sí mismo como un ateo que trabaja en Nueva York y que acaba de descubrir por su ADN que tiene herencia holandesa, de nativos americanos, negra africana, irlandesa y mongol.

Como podemos ver, la identidad puede ser descrita desde muchos ángulos difeAdventistWorld.org Noviembre 2023

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rentes: ciudadanía, biología, geografía, religión, cultura y profesión, por nombrar unos pocos.

ASPECTOS DE LA IDENTIDAD

En la mayoría de los casos, la manera en que somos identificados por los gobiernos y comunidades trascienden nuestras elecciones.

Nuestra identidad se ve influida y formada antes de siquiera nacer, tanto en términos de rasgos biológicos como de estructuras sociales. Al crecer, aumentan las posibilidades de consolidar nuestra identidad. La educación y las influencias sociales juegan un papel principal en lo que escogemos incorporar a nuestras identidades.

Dependiendo de dónde vivamos y cuánta libertad tengamos, podemos desafiar ciertas presuposiciones y tomar algunas decisiones difíciles que pueden cambiar nuestra identidad.

Eso puede incluir cambiar de religión, afiliación política o nacionalidad.

Algunas de esas elecciones pueden ser resultado de circunstancias difíciles.

Por ejemplo, un refugiado perseguido por su religión puede tomar la decisión de cambiar su identidad nacional debido al tratamiento cruel recibido en su propio país.

Algunos aspectos de nuestra identidad social y cultural se entienden mejor cuando damos un paso hacia atrás y efectuamos comparaciones con otras culturas. Nací en Brasil, pero solo me di cuenta de algunas facetas profundas de mi herencia cultural brasileña cuando salí de mi país y pude ver mi identidad desde una perspectiva diferente. La interacción con alemanes y latinos (de trasfondo portugués y español) fuera de Brasil me permitió comprender con más claridad mis rasgos culturales germanos y latinos.

Después de vivir fuera de nuestros países natales durante largo tiempo, 16

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podemos experimentar una crisis de identidad. Esta crisis se desarrolla a medida que adoptamos algunos aspectos de la nueva cultura además de la nuestra. En ocasiones, puede existir un choque de valores. Muchos de esos valores no son buenos o malos, sino que señalan maneras diferentes de hacer las cosas. Por ejemplo, alguien de una cultura que se comunica con frases indirectas puede pensar que las personas que hablan de manera directa son maleducadas. Cuando otros desafían nuestros valores, también desafían nuestra identidad.

norma divina porque sabemos que es lo mejor para nosotros, aun cuando contradiga nuestras propias preferencias e inclinaciones. Confiamos en la promesa de que Dios nos da una nueva dimensión de identidad, mediante Jesús, que trasciende y guía toda la comprensión de nuestra propia identidad. «Les daré un nuevo corazón y derramaré un espíritu nuevo entre ustedes; quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen y les pondré un corazón de carne» (Eze. 36:26, NVI).

CIMENTADOS EN LA CREACIÓN

Una comprensión correcta de la identidad debería llevar a las personas a amar y respetar a otros.

Desafortunadamente, pasan cosas terribles cuando la gente usa estereotipos y discrimina sobre la base de diferencias de identidad. Esto sucede con respecto a la raza, el color de la piel y las afiliaciones religiosas y políticas. Parece que la humanidad siempre encuentra una razón para discriminar. Esto se debe a que la discriminación se basa en la naturaleza pecaminosa que tenemos todos los seres humanos. Personas de todos los trasfondos han hecho cosas terribles contra sus propios prójimos y contra extranjeros. De joven aprendí sobre ciertos aspectos de la identidad humana. Allí comprendí que el racismo es un tipo de discriminación entre personas de diferente color de piel. Fui testigo de ello en mi país natal. Cuando a los veintiún años fui al África como voluntario, descubrí que existía también la discriminación entre ciertas tribus, al igual que la discriminación entre diferentes colores de piel en mi país. ¡Quedé atónito! ¿Cómo podía ser eso?

Más adelante, para mi horror, el mundo sufrió la triste realidad del

Los que creen en la Biblia como una revelación del plan de salvación de Dios para el planeta y para ellos como individuos, ven su identidad primordialmente como hijos de Dios (cf. Gén. 1:26, 27; Rom. 8:16). Significa que fueron creados por Dios para crecer en conocimiento y felicidad.

Cuando aceptamos esa verdad bíblica, eso cambia la comprensión de nuestra propia identidad. Nos damos cuenta de que, aunque tenemos que ser ciudadanos de cierto lugar o pertenecer a cierto grupo de personas, nuestra identidad fundamental está arraigada en la gran narrativa bíblica de la historia de la humanidad y en lo que Dios ha hecho y hará para restaurar todo a la perfección.

Comprendemos que hay un código moral de conducta y un ideal de cómo vivir y tratarnos mutuamente.

La gran narrativa de la Biblia incluye el concepto del nuevo reino que Cristo vino a establecer, basado en el amor, la justicia, el respeto y la libertad. Aun en lo que respecta a nuestra libertad, comprendemos que en nuestras elecciones hacemos que los ideales de Dios y su Ley, según se revela en la Biblia, fijen nuestra norma de conducta para la vida. Elegimos la

CÓMO PUEDEN SALIR MAL LAS COSAS

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genocidio de Ruanda. En uno de los países más pequeños del mundo, se enfrentaron dos grupos étnicos.

Eso resultó en la muerte de más de ochocientas mil personas.1 En esa época, la población del país era de unos siete millones.2 Un estudio llevado a cabo por la Universidad Yale estima que hasta el catorce por ciento de la población perdió la vida en ese terrible genocidio.3 Para poner esto en perspectiva, si se aplica ese porcentaje a la población de los Estados Unidos, llegaríamos al impactante número de 46 millones de personas muertas en menos de un año. En Sudáfrica, hoy significarían 8,4 millones de personas, y en Corea del Sur, superaría los 7 millones. La gente puede hacer cosas terribles cuando acepta una visión distorsionada de la identidad humana. Como mencioné, esto ha sucedido y sigue sucediendo en todas partes.

ARRAIGADOS EN CRISTO

Entonces llega Jesús. Él quebranta todas las barreras al amar y relacionarse con todas las personas.

Durante el tiempo que pasó en este mundo, los judíos discriminaban a sus vecinos samaritanos hasta el punto de no hablarles. En una reprensión directa, Jesús ilustró lo que significaba ser un verdadero prójimo mediante la historia del buen samaritano (Lucas 10:25-37). Señaló al samaritano discriminado como ejemplo de bondad y amor, cuando ni los líderes religiosos cumplieron con su deber.

En el libro El Deseado de todas las gentes, Elena White hace una hermosa descripción de la forma en que Jesús trató a los samaritanos: «Jesús había empezado a derribar el muro de separación existente entre judíos y gentiles, y a predicar la salvación al mundo. Aunque era judío, trataba

libremente con los samaritanos, y anulaba así las costumbres farisaicas de su nación. Frente a sus prejuicios, aceptaba la hospitalidad de este pueblo despreciado. Dormía bajo sus techos, comía en sus mesas, participando de los alimentos preparados y servidos por sus manos; enseñaba en sus calles, y los trataba con la mayor bondad y cortesía».4 Es perfectamente normal tener una identidad nacional o comunitaria; no vivimos aislados. Somos parte de grupos que tienen identidades culturales y sociales. El problema radica en usar mal esa identidad, o cuando maltratamos a los que difieren de nosotros.

Nuestra identidad jamás nos tiene que llevar a comprometer nuestros valores cristianos. Jesús jamás quebrantó la Ley. En efecto, elevó la norma, mostrando que se puede quebrantar la Ley en el corazón si detestamos a los demás (Mat. 5:21, 22, NVI).

Nuestra identidad ha sido contaminada y distorsionada respecto del plan original de Dios. Pero hay esperanza, no en seguir la que creemos debería ser nuestra identidad, sino al confiar en quien nos creó.

Para que una máquina funcione bien, necesitamos seguir el manual del creador para saber cómo usarla mejor. Si decimos: Ahora es mía y soy libre de ajustarla y cuidarla como me parezca, podemos tener serios problemas. ¿Le gustaría volar en una aerolínea que ignorara los manuales y mantuviera los motores de sus aviones según le pareciera? Creo que entiende lo que quiero decir. El principio es el mismo. El Creador sabe lo que es mejor para nosotros. También sabe que un enemigo ha dañado su creación original. Afortunadamente, podemos elegir que nos reparen. Dios quiere recrear y grabar en nosotros una nueva identidad. Los corazones

Entonces llega Jesús. Él quebranta todas las barreras al amar y relacionarse con todos. que odian, llegarán a ser amantes.

«Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce» (1 Juan 4:7, NVI).

Ahora la pregunta: «¿Quién soy yo?» ya no resulta compleja si escuchamos al Creador. «Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hechos hijos de Dios. Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios» (Juan 1:12, 13, NVI). ¿Una nueva identidad? ¿Un nuevo yo? ¡Sí! «El que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas”. Me dijo: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”» (Apoc. 21:5). https://www.britannica.com/event/Rwanda-genocide-of-1994 https://www.un.org/en/preventgenocide/rwanda/historical-background.shtml 3 https://gsp.yale.edu/case-studies/rwanda-project 4 Elena White, El Deseado de todas las gentes (Mountain View, Calif.: Pacific Press Pub. Assn., 1955), p. 164.

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Ronald Kuhn es director asociado del Instituto de Misión Mundial de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos.

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La creación bíblica La Iglesia Adventista del Séptimo Día enseña que Dios creó este mundo en tiempos recientes, en seis días literales de 24 horas. Yo creo firmemente en una cronología breve y no en el tiempo profundo, aceptando así la historia bíblica y la indicación del Espíritu de Profecía de que este mundo tiene unos seis mil años. Cuando Dios lo creó, habló y fue creado inmediatamente, no durante largos períodos de tiempo. El séptimo día es un recordatorio de la creación. Señala a Dios como nuestro Creador y Redentor, y es una parte integral de los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12.

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Perspectiva mundial

Un fundamento seguro Basados en la Palabra de Dios – Segunda parte TED N. C. WILSON

POR UN ESTUDIO ADICIONAL VEA: (->) Creencia fundamental 6, «Creación»: es.adventist.org/creencias/

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ste artículo, el último de una serie de dos partes, considera ocho desafíos más que enfrenta la Iglesia Adventista hoy y las respuestas que ofrece la Palabra de Dios. Creemos firmemente y confiamos en la Biblia y los consejos que nos dio Dios mediante el Espíritu de Profecía, según aparecen en los escritos de Elena White. Por un estudio adicional, visite las creencias fundamentales citadas donde figuran textos bíblicos de apoyo e información adicional.

El servicio del Santuario y la justificación por la fe El Santuario del Antiguo Testamento, según le fue revelado a Moisés, es un modelo del Santuario celestial. Cada aspecto revela el gran amor de Dios por sus criaturas y la centralidad del sacrificio y la gracia de Cristo en el proceso de salvación. La iglesia cree y proclama que la obra de la primera sección del Santuario fue completada en el Calvario cuando Cristo murió como Cordero. Las Escrituras muestran que, en 1844, Cristo ingresó a la segunda sección real para comenzar el juicio investigador, y que actualmente intercede como nuestro Sumo Sacerdote. El servicio del Santuario revela el ministerio completo de Cristo, ensalzando su justicia, que nos justifica y santifica, como único camino hacia la vida eterna. Pronto Jesús dejará el Lugar Santísimo, se cambiará las ropas sacerdotales por las reales, y nos llevará al hogar para estar con él, en su segunda venida.

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La falsa doctrina de «la realidad del amor» Una reciente doctrina, «la realidad del amor», ha sido promovida en algunas instituciones adventistas de educación superior. Deriva de «una vez salvo, siempre salvo»; en donde la conducta no es importante, porque «Dios te ama y no le importa qué haces si estás envuelto en su amor». Esa es una doctrina muy peligrosa, que no debería ser aceptada, dado que destruye la comprensión de la justicia de Cristo que nos justifica y santifica. No se deje tentar por esta falsa doctrina.

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POR UN ESTUDIO ADICIONAL VEA: (->) Creencia fundamental 10, «La experiencia de la salvación»: es.adventist.org/creencias/

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POR UN ESTUDIO ADICIONAL VEA:

(->) Creencia fundamental 11,

(->) Creencia fundamental 24, «El ministerio de Cristo en el Santuario celestial»:

«Creciendo en Cristo»: es.adventist.

es.adventist.org/creencias/

org/creencias/

Noviembre 2023 AdventistWorld.org

Fotografía:Sixteen Miles Out

Nuestro nombre es un sermón, que nos dice de dónde venimos, a quién adoramos y hacia dónde vamos.

El sentido de urgencia en el movimiento adventista La urgencia de la segunda venida de Cristo debería estar presente en cada aspecto de la vida adventista, pero algunos parecen haberla perdido. Las condiciones complejas y en deterioro de este gastado mundo deberían despertarnos a la urgencia de proclamar los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6 al 12, anticipando el regreso de Cristo. Jesús indicó en tres ocasiones en Apocalipsis 22 que viene pronto.

Vivamos con el sentido de urgencia que permite que el Espíritu Santo obre en cada uno de nosotros, compartiendo con otros la necesidad de caer al pie de la cruz y estar preparados para la segunda venida mediante la gracia de Jesucristo.1

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POR UN ESTUDIO ADICIONAL VEA: (->) Creencia fundamental 25, «La segunda venida de Cristo»: es.adventist.org/creencias/

Nuestra identidad como iglesia remanente de Dios Algunos miembros parecen haber perdido de vista la identidad y la razón de existir de la Iglesia Adventista como iglesia remanente de Dios. Él llamó a la Iglesia Adventista por una razón particular: para ensalzar a Cristo y su justicia.

Ese es el centro de los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12: que las personas regresen a la verdadera adoración a Dios. Él ha llamado a su iglesia como movimiento singular

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con un mensaje singular en una misión singular, centrados en Cristo y su misión de salvación. Los mensajes maravillosos de la Biblia y el Espíritu de Profecía nos ayudan a ver que los adventistas somos llamados por Dios como un pueblo singular y separado.2 Somos llamados y escogidos para la misión de preparar a las personas para el inminente regreso del Señor.

Nuestro nombre es un sermón, que nos dice de dónde venimos, a quién adoramos y hacia dónde vamos. ¡Deleitémonos en ser adventistas y compartir ese mensaje con todos!3 POR UN ESTUDIO ADICIONAL VEA: (->) Creencia fundamental 13, «El remanente y su misión»: es.adventist. org/creencias/

Acusaciones falsas sobre la relación de la iglesia con el ecumenismo La Iglesia Adventista no participa del ecumenismo comprometedor con otros entes o movimientos religiosos.

Nada puede comprometer nuestra comprensión bíblica de la verdad.

Cultivamos amistades con otras religiones y grupos públicos, para ayudarlos a que comprendan quiénes somos y cómo podemos contribuir positivamente a la sociedad al seguir el método de Cristo de ayudar a las personas física, mental, social y espiritualmente. Tengo el privilegio de reunirme ocasionalmente con funcionarios públicos y compartir con ellos quiénes somos y en qué creemos los adventistas, y termino orando por esos líderes públicos.

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La presencia de los adventistas en diversos grupos de funcionarios públicos o religiosos de ninguna manera implica que se han vuelto ecuménicos y han renunciado o alguna vez renunciarán a sus creencias. Algunas fotografías de estos eventos públicos han sido interpretadas de manera errónea, procurando mostrar que la iglesia está involucrada en el ecumenismo.

Ese no es el caso. Tengan cuidado de acusaciones falsas que afirman que la Iglesia Adventista ha llegado a ser «Babilonia», y que ha comprometido la verdad bíblica. Somos la iglesia remanente de Dios, y seguiremos firmes en la Palabra de Dios. Sabemos exactamente lo que enfrentaremos en el futuro, y creemos de todo corazón en la comprensión profética de nuestro papel en los eventos finales de la historia del mundo, según se delinean en los libros de Daniel y Apocalipsis y El conflicto de los siglos.

POR UN ESTUDIO ADICIONAL VEA: (->) Creencia fundamental 12, «La iglesia»: es.adventist.org/creencias/

Desafíos a la autoridad de la iglesia La Iglesia Adventista comprende que el Espíritu Santo obra por medio de organizaciones estructuradas que el mismo cielo organizó. La iglesia fue organizada de manera única y específica como el movimiento del advenimiento de Dios para los últimos días, para proclamar los mensajes de los tres ángeles y el fuerte clamor final a un mundo que necesita desesperada-

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La autoridad de la iglesia no es un proceso jerárquico, sino un proceso mundial representativo dirigido por el Espíritu Santo. mente el mensaje de la justicia, gracia y salvación de Cristo.

La iglesia se basa en un sistema de comisiones que permite la intervención directa del Espíritu Santo a la hora de tomar decisiones, porque él guía a los líderes y miembros. Cuando las decisiones de las comisiones a nivel mundial se basan en las instrucciones bíblicas y del Espíritu de Profecía y se ven guiadas por la oración humilde, las opiniones y convicciones personales tienen que ser dejadas de lado, y se debe respetar y aceptar la autoridad de la iglesia mundial. Cuando las personas u organizaciones no siguen los principios bíblicos de la autoridad eclesiástica, la iglesia no puede simplemente «expulsar» a las personas o sacarse de encima las organizaciones sin un enfoque sumamente cuidadoso y bíblico de tratar de ayudarlos a darse cuenta de sus errores.

La estructura de la iglesia no es un arreglo administrativo jerárquico; se basa en creencias bíblicas comunes, acuerdos reglamentarios, y un compromiso de trabajar juntos bajo el poder del Espíritu Santo. Aunque se pueden usar medidas disciplinarias, la iglesia trabaja con cuidado para traer a las personas de regreso a la unidad en Cristo por medio del poder del Espíritu Santo. La Biblia y el Espíritu de Profecía están llenos de consejos que nos guían a aceptar la autoridad de la iglesia mundial en congreso, donde se toman decisiones sobre creencias bíblicas, asuntos del Manual de la iglesia, decisiones de gobierno, y otros temas específicos presentados ante la membresía 20

Noviembre 2023 AdventistWorld.org

representativa de la iglesia mundial.4 El Espíritu de Profecía indica que tenemos que trabajar en armonía entre nosotros y con Dios. A nivel de iglesia local, Misión y Asociación, Unión y División, se deberían tomar todas las decisiones de acuerdo y en cooperación con las decisiones de la iglesia mundial. La autoridad de la iglesia no es un proceso jerárquico, sino un proceso mundial representativo dirigido por el Espíritu Santo.

Con la humildad de Cristo, tenemos que respetar la autoridad de la iglesia en todos los niveles, mientras Dios guía a su pueblo en los últimos días de la historia del mundo. Somos llamados a avanzar unidos5 y a la unidad en Cristo (Juan 17; Efe. 4), en nuestra creencia y misión, al aproximarnos al pronto regreso de Cristo.

POR UN ESTUDIO ADICIONAL VEA: Creencia fundamental 14, «Unidad en

y el Espíritu de Profecía, dados por Dios, nos enseñan cómo presentar al mundo el mensaje final de advertencia, llamando a las personas para que regresen a la verdadera adoración a Dios (Apoc. 14:6-12).

Desafortunadamente, hay algunos que denigran, minimizan y repudian el Espíritu de Profecía. Deberíamos estar unidos en nuestra apreciación y respeto a los consejos directos que Dios nos dio en detalle sobre el crecimiento personal y espiritual, la vida de la iglesia y nuestra misión mundial a través del Espíritu de Profecía. Les ruego que muestren un compromiso sólido con la lectura de la Palabra de Dios y el Espíritu de Profecía, y que sigan las instrucciones de Dios para su pueblo remanente de los últimos días, aquellos que están proclamando al mundo el poderoso mensaje profético de salvación de Cristo. ¡Jesús viene pronto!

el cuerpo de Cristo»: es.adventist.org/ POR UN ESTUDIO ADICIONAL VEA:

creencias/

(->) Creencia fundamental 18, «El don

El papel del Espíritu de Profecía en los escritos de Elena White Hay ataques constantes a la aceptación del Espíritu de Profecía según lo dio Dios mediante los escritos de Elena White. Este fue dado a la Iglesia Adventista (Apoc. 12:17; 19:10) como un don precioso de Dios, y es tan aplicable hoy como cuando fue escrito. El gran conjunto de escritos de Elena White fue dado por Dios para guiar a su iglesia remanente en todas las áreas de la vida, llevándonos de regreso a Cristo y su Santa Palabra. La Biblia

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de la profecía»: es.adventist.org/ creencias/

Véase Elena White, Testimonios para la iglesia (Doral, Fl.: Asoc. Publ.

Interamericana, 1998), t. 7, p. 135; Elena White, El camino a Cristo (Boise, Id.: Pacific Press Pub. Assn., 1993), p. 81.

2 Véase Elena White, Testimonios para la iglesia, r. 9, p. 17.

3 Véase Elena White, Mensajes selectos (Mountain View, Cal.: Pacific Press Pub. Assn., 1967), t. 2, p. 458.

4 Véase Elena White, Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 209.

5 Ibíd., t. 5, p. 461.

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Ted N.C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista mundial. Puede seguirlo en X (ex Twitter) en @ pastortedwilson y Facebook: @Pastor Ted Wilson.

Voces jóvenes

Declaración de dependencia

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n el centro del campus de la universidad donde estudio y trabajo, hay un mástil con la bandera; cada día, la izan al amanecer y la arrían al atardecer. Cuando se celebra el día de la independencia de otro país, también se iza la bandera de ese país en un mástil más bajo. Siempre pienso en la cantidad de cambios de banderas en el mástil menor. La única bandera constante es la de mi país.

Cuando hablo con amigos y estudiantes, veo que los cambios en la sociedad nos afectan. Poco a poco, parece que hasta nuestra comprensión apropiada de las verdades Él nos sigue bíblicas se ve amenazada. Me ha sacudido cuán fácilmente puedo caer en confusión invitando a ver si no soy cuidadosa. Veo que necesito orar estar más cerca con fervor y leer mi Biblia para mantener el en su lugar. que nunca, y a ancla El verano pasado visité a mi hermana y su trabajar con él esposo. Allí, en el norte del país, asistí a la de ellos. Estaban llevando a cabo los para ayudar a iglesia «Diez días de oración» en una iglesia muy los que aún no pequeña, pero con personas muy entusiastas quienes podíamos compartir testimonios se han rendido a con y hermosos momentos de adoración cada sus pies. noche. Como es usual en ese programa, recibí una tarjeta para escribir los nombres de las personas por las cuales orar cada día. Fue un gesto simple, que sin embargo encendió una vez más el deseo de enfocarnos más en la oración y la intercesión. Algunas de esas personas no saben que estoy orando por ellas, pero he estado tratando de encontrar maneras de hacer cosas pequeñas para mostrarles que me intereso por ellas.

Otra resolución que he tomado implica leer otra vez toda la Biblia junto con la serie El Conflicto de los Siglos. En esta ocasión, decidí reflexionar en las historias con las personas de mi lista de oración en mente. ¡Qué bendición ha sido! Esos «diez días» se han transformado en cien y, al orar por cosas

específicas, me han recordado que Dios responde diciendo «sí», «no», y «espera».

Para cuando los madianitas llegaron a gobernarlos, los israelitas habían perdido su relación cercana con Dios. Muchos de sus vecinos los habían dominado, o los dominarían. Muchas ideas seculares les habían nublado la mente. Las cosechas de su tierra eran robadas, y había otra bandera que flameaba sobre ellos. Pero el ángel del Señor llegó a Gedeón y, entre muchas cosas, le dijo: «Jehová está contigo […]. Ve […]. ¿No te envío yo? […]. Yo estaré contigo […]. Yo esperaré hasta que vuelvas» (Jue. 6:12, 14, 16, 18b).

Cuán hermoso es ver que a pesar de que nos apartamos, o dudamos o nos falta la fe, aún recibimos oportunidades de reencender la llama de nuestra relación con Dios. Aún hay tiempo. Pero el tiempo es precioso; no tenemos que desperdiciarlo pensando que siempre lo tendremos.

Puede que en nuestros países celebremos el Día de la Independencia una vez al año, pero lo más importante en la historia de nuestra vida debería ser la aceptación de una Declaración de Dependencia Diaria de Dios y su Palabra. Que esa sea nuestra única y verdadera bandera. Él nos sigue invitando a estar más cerca que nunca, y a trabajar con él para ayudar a los que aún no se han rendido a los pies de Jesús.

Carolina Ramos estudia traducción, enseñanza de inglés y educación músical en la Universidad Adventista del Plata en Argentina.

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El doctor Kershner aparece frente a su clínica odontológica improvisada en la Universidad Adventista de Zaoksky en Zaoksky, Rusia, en mayo de 2014.

Fe en acción

Muelas y música Odontólogo estadounidense marca una gran diferencia en Rusia

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ocos habrán oído hablar de John y Cheryl Kershner, un odontólogo y su esposa que viven en Frederick (Maryland, EE. UU.). El matrimonio es muy conocido y una celebridad local en Zaoksky, una localidad a dos horas al sur de Moscú. Los Kershner han hecho unos sesenta viajes a Zaoksky en los últimos treinta años, invirtiendo enormes cantidades de tiempo, energía y recursos en la principal institución educacional de la Iglesia Adventista en Rusia.

John, que se jubiló al cumplir 80 años en junio de de este año, llegó a Zaoksky por primera vez poco después del colapso de la Unión Soviética en 1991. Estableció una clínica dental improvisada con sus propios equipos y dedicó incontables horas para reparar los dientes de niños, estudiantes y del personal, además de los amigos y vecinos de la institución.

Los pacientes potenciales anticipaban ansiosamente su próxima visita. La lista de personas que esperaban empastes y extracciones a menudo se llenaba semanas antes de que realizara el siguiente viaje. Jamás rechazó a nadie; aun después de haber atravesado diez husos horarios desde su lugar de partida, John solía ponerse a trabajar tan pronto como llegaba a destino. Alguien me dijo en cierta ocasión: «La mitad de la población de Zaoksky tiene dientes que revelan una sonrisa brillante, y la otra mitad de los residentes no ve las horas de que John regrese a arreglar los de ellos».

John solía llevar un pequeño equipo odontológico compuesto por adventistas, cristianos e incluso ateos. Zaoksky fue una oportunidad para que esos dentistas e higienistas dentales fueran testigos del amor de Dios. Todos trabajaron duro, sin emitir ni una queja.

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Andrew McChesney

UN DON ESPECIAL

John posee el raro don de la amistad; sabe cómo aceptar y apreciar a los demás. A pesar de su limitado conocimiento del ruso, visitaba los hogares de las familias rusas y se hacía amigo de estudiantes universitarios y líderes, obreros de la construcción, conductores, docentes, pastores y cocineros. Donde estaba presente, de seguro había alegría y celebraciones. Las sobremesas y amistades se hicieron inolvidables.

«Nos deleita ver la profundidad del amor que el Señor ha colocado en el corazón de John –dijo Alexander Salnikov, un talentoso artesano que, junto con su esposa Masha, han recibido a este matrimonio en su hogar, en más de cincuenta ocasiones–. Sabe cómo amar con sinceridad, cómo amar a los que sufren». John se hizo amigos en todas partes: en el hospital local y la iglesia del pueblo; entre los funcionarios del gobierno

John Kershner y su esposa Cheryl.

local; y hasta en los aviones. Incluso recibió el sobrenombre de «Iván Ivanovich», el nombre más común de Rusia. Después de hacerse de muchos amigos a menudo los invitaba a que lo visitaran en Maryland. Algunos que él no podía ayudar con sus equipos limitados en Zaoksky terminaron siendo atendidos en su clínica en los Estados Unidos. ¿Cuántos recibieron atención odontológica? Nadie lo sabe con certeza y, si él lo sabe, no lo dice.

Acaso nadie ha brindado más amor a la Universidad Adventista Zaoksky, ubicada en Rusia, que un matrimonio con espíritu de servicio, que vive a miles de kilómetros.

MÁS QUE DIENTES

Su ayuda ha ido mucho más allá de la boca. A Yelena, hija de Vasiliy Novosad, que supervisó la construcción de Zaoksky en 1986, le diagnosticaron cáncer a los 17 años hacia fines de los años 90. Al ver que no tenía chances de recibir un tratamiento efectivo en Rusia, John la llevó al Consulado de los Estados Unidos en Moscú para pedir que le dieran una visa. Para su deleite, le dijeron que sí. Tiempo después, John y Cheryl cuidaron de Yelena tanto antes como después de una exitosa cirugía llevada a cabo en los Estados Unidos. También pagaron sus estudios superiores en ese país.

Muchos estudiantes han recibido una educación adventista gracias a este matrimonio. Al ver que había jóvenes comprometidos con Cristo que ansiaban estudiar medicina, apoyaron a muchos para que estudien en diversas universidades adventistas. Si no podían conseguir donantes, ellos mismos pagaban sus estudios.

En una ocasión memorable, este matrimonio intervino en nombre de un estudiante de preodontología que tenía una gran deuda en la Universidad Andrews cuando decidieron donar su avión privado al programa de aviación de la institución para cubrir parte de esa deuda. En otra ocasión, John supo que una joven no podía pagar sus dos últimos años de

Fotografía de la familia Kershner

la carrera en la Universidad de Loma Linda. Encontró entonces alguien que lo hiciera. Los estudiantes se han sentido muy emocionados por la bondad de este matrimonio, y han visto cómo Dios respondió sus oraciones fervientes.

John y Cheryl se enamoraron de la música rusa, y a lo largo de los años, han patrocinado parcial o totalmente a más de cincuenta estudiantes en el Departamento de Música de Zaoksky.

Sin su generoso aporte, el departamento probablemente no habría sobrevivido durante años difíciles de crisis. Colaboraron con la adquisición de instrumentos musicales y donaron recursos para que el coro de la institución pudiera viajar a dar conciertos en Rusia y el extranjero. En 2009, organizaron y apoyaron financieramente al coro del Colegio Fletcher de Carolina del Norte, (EE. UU.) que viajó a Zaoksky. Los 45 estudiantes fueron bien recibidos y dieron varios conciertos además de cantar en la semana de oración.

John es un hombre modesto, por lo que habla poco de sus esfuerzos misioneros. Su elocuencia está en sus acciones: una silla de ruedas para una joven lisiada; recursos para comprar medicamentos; pasajes aéreos para

estudiantes en aprieto; vacunaciones; prendas de vestir, alimentos, computadoras, libros de texto. Billetes aéreos para que un músico dé un concierto en Zaoksky; más billetes para que un pastor dé una semana de oración, y la lista continúa. Solo el cielo sabe todos los nombres y circunstancias en las que intervinieron los Kershner para marcar una diferencia en la vida de otros. Sin duda, el amor de ellos por Zaoksky refleja su amor por Cristo. Dejarán un legado duradero, que será continuado por otros misioneros inspirados por su constante dedicación a Jesús.

Como muestra del aprecio de Zaoksky por el apoyo de John a los estudiantes, el centro universitario de la universidad ahora lleva su nombre.

Yuri Drumi, exrector de la Universidad Adventista Zaoksky, Rusia, ha conocido a John y Cheryl Kershner durante tres décadas. Ahora presta servicios como profesor asociado de Misionología en el Seminario Teológico Adventista de la Universidad Andrews en Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos.

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La familia Lale durante unas vacaciones en el Reino Unido en 1978. De izq. a der: Don, Andrew, Ann y Timothy.

Misión

En el puesto del deber Ellos lo dieron todo para el Señor Uno de nuestros colegas, Tim Lale, contó hace poco la historia de sus padres misioneros y su trágico fin mientras prestaban servicios en Zimbabue. Esta es una versión adaptada del relato que aparece en la Encyclopedia of Seventh-day Adventists.1 —Los editores

D

on Lale y su esposa Ann eran docentes adventistas que prestaban servicios como misioneros en Zimbabue. En 1981, fueron asesinados brutalmente por, según se sospecha, rebeldes mozambiqueños en un ataque a la escuela donde enseñaban. Los rebeldes estaban llevando a cabo represalias

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contra un ataque de fuerzas sudafricanas, y los Lale fueron víctimas inocentes de la ira de estos atacantes.

PRIMEROS AÑOS Y EDUCACIÓN

Don Lale nació en 1931 en la Isla de Wight (Reino Unido). De joven, se unió a la Fuerza Aérea Real y, mientras prestaba servicios en Mauricio, comenzó a tomar estudios bíblicos de una familia francesa que lo llevó a hacerse adventista. Cuando regresó a Inglaterra, fue bautizado y asistió al Colegio Terciario Newbold. Durante un tiempo, Lale trabajó para Stanborough Press en el departamento de fotolitografía de la editorial.

El 18 de marzo de 1962, contrajo matrimonio con Ann Smith, quien se había graduado en Newbold como instructora bíblica. Ann había trabajado en el Sanatorio de StanboFotografía: Stanborough Press Archive

rough y como instructora bíblica en una iglesia adventista en Londres. Cuando la Stanborough Press fue reubicada en Grantham en 1966, los Lale se trasladaron también. Él siguió trabajando en la imprenta hasta que ambos se matricularon para cursar un programa de capacitación docente de tres años de duración. Después de graduarse, trabajaron en escuelas de la ciudad.

TRASLADO AL ÁFRICA

En enero de 1975, los Lale recibieron una invitación para prestar servicios en el Colegio de Capacitación Docente de Gwelo (ahora Gweru) en Rhodesia (ahora Zimbabue). El país estaba pasando por un período de inestabilidad después de la guerra de liberación, en la que fuerzas nacionalistas luchaban contra el régimen del primer ministro Ian Smith.

En una carta publicada en la revista British Advent Messenger en 1975, se percibe que los Lale se habían ajustado bien en la vida en África, visitando y disfrutando de las atracciones que Rhodesia tenía para ofrecer. Escribieron: «La situación política se vuelve día a día más incierta, y la guerra terrorista se ha incrementado, pero creemos que el Señor será nuestro refugio y nuestra fortaleza».2 Prestaron servicios en Gweru durante dos años, y sus dos hijos asistieron a las escuelas locales. Timothy, el mayor de los dos, fue a una escuela con internado mientras que Andrew siguió asistiendo a una escuela cercana.

En agosto de 1977, se trasladaron a la Escuela Anderson, a 17 kilómetros al este de Gweru. Se mudaron debido a la inseguridad en la zona de Gweru, y permanecieron en Anderson durante tres años. Más allá de la carga docente regular, Don estaba a cargo de la residencia de varones. En julio de 1978, regresaron a Inglaterra de vacaciones con sus dos hijos, luego de lo cual volvieron a la Escuela Anderson.

En abril de 1980, Rhodesia se transformó en la nación independiente de Zimbabue.

MUERTE Y REPERCUSIONES

En diciembre de 1980, la familia se trasladó a la Escuela Secundaria Inyazura (ahora Escuela Secundaria Adventista Nyazura) en Zimbabue Oriental. Habían respondido a un llamado del director interino para que fueran a Nyazura a cubrir una necesidad emergente. La escuela había sido establecida en 1910, y era una de las más antiguas del país.3 En 1976, había sido clausurada durante la guerra de liberación, pero reabrió en 1979, y los Lale eran parte del programa de reapertura.

Los Lale se acababan de establecer para enseñar allí cuando, el martes 3 de febrero de 1981, fueron atacados por dos hombres armados que los asesinaron a sangre fría.

Ann fue golpeada en la cabeza con un banco, para entonces dispararle a quemarropa. Don corrió a la oficina para buscar ayuda, pero fue seguido por uno de los atacantes que lo golpeó en el pecho con un objeto contundente y cayó; 4 el personal quiso ayudarlo, pero el asaltante amenazó con dispararles si lo hacían. Entonces observaron con impoten-

No podemos comprender por qué suceden esas cosas a los que se comprometen a compartir el evangelio, pero no dejaremos de alcanzar a otros para Jesús, más allá de los desafíos y las circunstancias.

cia cuando apaleó a Don hasta matarlo. El asaltante forzó entonces al personal a recitar eslóganes nacionalistas y los hizo salir del edificio antes de huir hacia las tinieblas.

El homicidio de los Lale conmocionó a muchos, y las principales cadenas de noticias informaron sobre el tema.

Al momento de la muerte de sus padres, Tim estaba en Inglaterra estudiando en la Escuela Secundaria Stanborough mientras que Andrew estaba en Zimbabue. Tim voló a Zimbabue para asistir al funeral. El matrimonio fue enterrado en el Cementerio Solusi en Bulawayo.

El 1 de marzo de 1981, se llevó a cabo una ceremonia de conmemoración en la iglesia de Stanborough Park, a la que asistió el vicealcalde de Watford y un miembro local del Parlamento. La BBC entrevistó a su hijo Tim, poco después de que él y su hermano regresaran al Reino Unido. El joven habló con elocuencia sobre el incidente, su fe en Dios, y su esperanza del pronto regreso de Cristo. Millones de personas de todo el Reino Unido lo escucharon. Los principales diarios también incluyeron el tema en sus titulares, y la Iglesia Adventista de Inglaterra recibió una atención sin precedentes en una nación donde muchos ni siquiera la habían oído nombrar.5 Han pasado más de cuarenta años desde ese trágico evento y Tim aún habla con confianza sobre Dios y su conducción. No podemos comprender por qué suceden esas cosas a los que se comprometen a compartir el evangelio, pero no dejaremos de alcanzar a otros para Jesús, más allá de los desafíos y las circunstancias. No importa dónde estemos, trabajamos «en el puesto del deber», siguiendo a Jesús no importa hacia dónde nos guíe.

Visite encyclopedia.adventist.org y busque «Lale», o use esta dirección: encyclopedia.adventist.org/ article?id=EH3H&highlight=lale.

2 R. D. Vine, «Open Letter—from well-known Britons serving in Rhodesia», British Advent Messenger, 18 de febrero de 1977.

3 «Institutions and Other Entities Located in The Zambesi Union Mission», Seventh-day Adventist Yearbook (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1996), p. 118.

4 D. N Marshall, “Tragic Deaths in Zimbabwe,” British Advent Messenger, February 13, 1981.

5 W. J. Arthur, «Communication», British Advent Messenger, 24 de julio de 1981.

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Adaptado de una entrada redactada por Godfrey K. Sang, investigador histórico y escritor interesado en la historia adventista, que vive en Kenya.

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Respuesta a preguntas bíblicas

El evangelio y el Cordero inmolado P

¿Cuál es el «evangelio eterno» mencionado en Apocalipsis 14:6?

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Apocalipsis 14:6 no brinda una definición explícita del contenido del evangelio. Uno podría y debería asumir que es el mismo evangelio de salvación por fe en la obra redentora de Cristo que se encuentra en el resto del Nuevo Testamento. La verdad es que no necesitamos asumir nada, porque una lectura del libro del Apocalipsis revela la comprensión que tenía Juan del evangelio eterno.

nosotros, reafirmando así nuestra interpretación de la frase «con su sangre». El lenguaje sacrificial introducido en Apocalipsis 1:5, ahora queda visible en la muerte sacrificial del Cordero. Los seres celestiales entonan un himno al Cordero, proclamando que es digno, porque «tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje, lengua, pueblo y nación» (5:9). El concepto de redención queda expresado por medio de la imagen de adquisición de la libertad de los esclavos. El costo para la Deidad fue la sangre/vida del Cordero: la muerte sacrificial de Cristo. Es por medio de su muerte que el Cordero venció las fuerzas del mal y liberó a su pueblo. El evangelio eterno se hizo visible, y continúa siendo visible en el Apocalipsis en la figura del Cordero que fue inmolado.

RESUMEN DEL EVANGELIO (APOC. 1:3-5)

EL CORDERO Y EL PUEBLO DE DIOS

Es precisamente al comienzo mismo del libro que Juan presenta las buenas nuevas de salvación por medio de Cristo, señalando así la importancia central del tema en el Apocalipsis. Juan saluda a su audiencia en el nombre de las tres personas de la Deidad, identificadas como la fuente de «gracia» y «paz» (1:3). Esos son dos términos soteriológicos fundamentales. La gracia es el don de la salvación inmerecida, y la paz señala nuestra reconciliación con Dios por medio de Cristo. Al final de la salutación, Juan ofrece una doxología a Jesús y lo identifica como aquel que «nos ama» y «nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre» (v. 5). Aquí Juan explica de qué manera la gracia y la paz pueden fluir desde la Trinidad hacia nosotros, a saber, mediante la muerte sacrificial de Cristo, que nos redimió del pecado. El amor divino es manifestado en el acto divino de redención que se hizo posible al costo de la sangre y la vida de Cristo. Él murió en nuestro lugar. Ese es el centro mismo del evangelio.

La muerte sacrificial del Cordero no solo se desarrolla mediante el concepto de redención sino también mediante el de purificación. Es una nueva imagen. Los seres humanos están en condición de impureza, separados de Dios y en camino a la extinción, necesitados de purificación. El jabón que purifica es la sangre del Cordero (Apoc. 7:9). Solo al aceptar la oferta divina de la efectividad del Cordero los seres humanos son declarados libres de impurezas morales y espirituales. En consecuencia, la sangre del Cordero permite que el pueblo de Dios esté frente a Dios y al Cordero libre de temor y en servicio a ellos (vers. 15). Es un vívido contraste con los malvados que no pueden permanecer firmes ante el Cordero (6:16, 17). El pueblo de Dios venció al dragón mediante la sangre del Cordero (12:11), en particular cuando lo aceptaron como Redentor. Al fin del conflicto cósmico, Cristo se sienta en el trono como el Cordero inmolado (22:1, 3), garantizando de esa manera que su muerte sacrificial será eternamente efectiva porque es la manifestación más gloriosa del amor divino.

EL CORDERO Y LA REDENCIÓN

La misma comprensión de la salvación aparece en Apocalipsis 5:9 y 10, pero en esta ocasión, se logra mediante la obra del Cordero que fue inmolado por 26

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El doctor Ángel Manuel Rodríguez se ha jubilado después de una vida como pastor, profesor y teólogo.

Salud y bienestar

Cómo elegir y evaluar a un dentista Algunos consejos útiles

E

n cada uno de nuestros recientes tres artículos sobre atención odontológica, mencionamos que en nuestra búsqueda de una salud oral agradable, atractiva y funcional hay varios elementos esenciales que los profesionales hacen y que no podemos hacer por nosotros mismos.

Para tener una salud oral óptima, casi todos deberían visitar a un profesional de manera periódica. Si usted es uno de los millones de personas que no tiene un odontólogo, ya sea porque ha elegido evitarlos, porque se ha mudado hace poco, o por algún otro impedimento, podría remediar la situación, para que la prevención y los tratamientos tempranos, simples, agradables y menos costosos caractericen su experiencia.

Entonces, ¿cómo elegir y evaluar un dentista? Un dentista determinado, por más competente que sea, puede no ser el que usted necesita. Pueden influir factores de personalidad, expectativas y otras circunstancias. Y por supuesto, lo que queremos es un profesional confiable, capacitado y compasivo que efectúe un trabajo serio y de calidad.

En primer lugar, un par de maneras sobre cómo no elegir un dentista: Los sitios de avisos en línea suelen ser poco más que promociones pagas. Desconfíe de ellos, a menos que encuentre un sitio con muchísimas evaluaciones de los pacientes, la mayoría de ellas positivas. Tampoco elija un dentista sobre la base de lo que cobra. Al igual que en muchos otros campos, en odontología, lo más barato suele salir muy caro a largo plazo, y lo más caro no necesariamente garantiza calidad. Tampoco los avisos omnipresentes y bien elaborados son dignos de total confianza.

Un buen comienzo es preguntarle a un amigo que tenga una relación de larga data con un dentista. Y mejor si varios amigos recomiendan un mismo dentista.

Cuando se contacte con el consultorio del odontólogo, puede percibir la actitud de su equipo. ¿Lo escucha la recepcionista? ¿Le responde sus consultas sobre costos, disponibilidad, etc.? ¿Le explican los detalles de forma de pago?

Cuando se encuentra con el profesional, ¿se muestra confiado, amable, paciente y comunicativo con usted? ¿Le explica su condición bucal? ¿Le presenta las opciones de tratamiento y le explica las consecuencias a largo plazo? ¿Lo invita a participar de la toma de decisiones? ¿Comprende sus limitaciones financieras o de disponibilidad, y le sugiere maneras de Fotografía: Elizabeth Lizzie

responder a sus necesidades personales? ¿Le informa sobre el tratamiento, lo que le sucederá y sobre cómo lo afectará? ¿Le interesa saber qué piensa usted? ¿Toma en cuenta lo que usted siente, o su ansiedad y preocupaciones? ¿Está siempre apurado, o se muestra paciente? ¿Le da instrucciones sobre cómo cuidar de su higiene oral? ¿Le toma rayos X y revisa sus encías, tejidos blandos, y se interesa por su salud general? ¿Toma precauciones para no lastimarlo?

Por último, usted debería sentir confianza en que si hay emergencias o problemas futuros, este odontólogo le responderá, se preocupará y actuará para resolver la situación.

La buena salud oral es una parte fundamental de la salud general, y sabemos que Dios, en su misericordia y amor, desea que tengamos una salud plena. Cuando disfrutamos de una salud así, es mucho más fácil que nuestra boca se llene de risa y nuestra lengua de alabanza (véase Sal. 126:2).

Doyle Nick es odontólogo especializado en prostodoncia en Koppel Special Care Dentistry, en Loma Linda, California, Estados Unidos, y director asociado de Asuntos Odontológicos Globales de la Asociación General.

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José Rojas

El osito rojo de tres patas

¿Puedo contarle una historia?

DICK DUERKSEN

J

osé siempre hace lo que su esposa Rut le dice que haga.

Bueno, casi siempre.

Esta vez era diferente. Rut le había dado un ultimátum, sin opciones ni demoras. Llegaría un trabajador social a su casa, enviado por un ente estatal; una persona que inspeccionaría cada armario, cada puerta, y que se aseguraría de que la casa fuera un hogar aceptable para niños de acogida, que necesitaban un nuevo lugar donde vivir.

«Revisarán las llaves de agua, mira28

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rán el refrigerador, se asegurarán de que esté limpio debajo de la cama –le dijo Rut–, y revisarán la puerta que baja al sótano: la que tiene la manija rota. La que te he pedido durante meses que arreglaras… El trabajador social estará aquí el martes por la tarde, lo que significa que tienes que arreglar la puerta, a más tardar, el martes por la mañana».

Era el peor momento para hacerlo.

PLANES ALTERADOS

Como director de la Secretaría de Voluntarios de la Iglesia Adventista, el pastor José Rojas había ayudado a enviar más de cien mil voluntarios a diversas partes del mundo. Por esa razón, había sido invitado a ir a Nueva York para presentarse en el edificio de las Naciones Unidas, el martes por la mañana. El evento consistiría en celebrar el «Año del Voluntario» de las Naciones Unidas.

Por el contrario, Rut le «exigía» que se quedara en casa y arreglara la puerta del sótano. ¡Ya tenía el día cuidadosamente planificado! Tomaría el tren hacia Nueva York y disfrutaría de un desayuno en

el restaurante Windows on the World al tope del World Trade Center. Siempre había querido subir al restaurante de las Torres Gemelas, y esa era su oportunidad. Entonces, después de ver el amanecer desde las ventanas en la cima de la ciudad, iría hasta el edificio de las Naciones Unidas donde se llevaría a cabo la ceremonia.

«Arreglar la puerta» no estaba en los planes de José para ese martes.

Discutieron por ello. José le explicó cuán importante era que estuviera presente en la ceremonia. Rut le recordó qué importante era que él fuera a la ferretería. José se disculpó por no arreglar la puerta, y entonces le recordó cuán importante era representar a la iglesia en la ceremonia.

Rut aceptó sus disculpas, pero siguió diciéndole que tenía que quedarse en casa y arreglar la puerta.

Fue la peor pelea de su matrimonio, y quizá la única vez que Rut había hecho semejante exigencia tan definida. José escuchó, y decidió que, de alguna manera, arreglar la puerta era la prioridad y la voluntad de Dios.

Entonces se quedó en casa. En lugar de desayunar en el restaurante Windows of the World, compartió el desayuno y miró las noticias con Rut en la cocina de su casa en Maryland.

Era el 11 de septiembre de 2001, y las noticias de la mañana llenaron a José y Rut de terror y agradecimiento.

Vieron atónitos cómo subía el humo cuando un avión chocó contra el World Trade Center. El día cobró un significado aún mayor cuando vieron que el vuelo 167 de United Airlines volaba a la torre sur del complejo, matando a todos los que estaban en el restaurante o cerca de él.

«Me salvaste la vida», fueron las únicas palabras que pudo hallar José mientras él y Rut se abrazaban entre lágrimas, allí en la cocina de su hogar. El resto del día estuvo lleno de oraciones, llamadas, más noticias, momentos de oración en familia, y el arreglo de la puerta.

UNA MANO AYUDADORA

Durante los años que trabajó para

la Iglesia Adventista en las oficinas cercanas a la ciudad de Washington, el pastor José también fue voluntario como asesor de políticas internas para tres presidentes de los Estados Unidos. Tanto demócratas como republicanos habían apreciado sus perspectivas, y a veces tenía que ir por la tarde a una pequeña oficina en la Casa Blanca.

Ese mismo día, el doctor Sung Kwon, director de Servicios Comunitarios Adventistas, le pidió a José que fueran juntos a Nueva York para ayudar a la ciudad en crisis. Mientras se preparaban para salir, llegó la noticia de que las Asociaciones del Noreste y del Gran Nueva York se habían comprometido a proveer más de cincuenta pastores para visitar y ministrar a las familias de los fallecidos en las torres. Entonces sumaron a Marty Feldbush, director de Ministerios Adventistas de Capellanía al viaje.

En Nueva York, el capellán Feldbush se reunió inmediatamente con los pastores y los capacitó para la Credencial Oficial de Consejería de Crisis de la Cruz Roja. Los pastores entonces se distribuyeron por la ciudad para apoyar a las familias afectadas por la tragedia.

Después de una reunión con los líderes de la Asociación, los pastores Kwon y Rojas dirigieron a un pequeño grupo hasta la «Zona Cero» de Manhattan.

Allí se encontraron con una vasta pila de escombros y polvo tóxico. Cientos de trabajadores de emergencia recorrían el lugar, buscando desesperadamente señales de algún sobreviviente. Como la catástrofe había tocado en lo profundo los corazones de millares en todo el país, la seguridad se tornó una preocupación, porque demasiadas personas querían ayudar. Algunos tenían mucha capacitación en situaciones de rescate. Otros eran policías, médicos, enfermeras u operadores de grúas. Algunos eran políticos.

«Armamos puestos de apoyo con agua embotellada, frutas, platos de comida, jugos y lugares donde llorar –recuerda el pastor José–. Aunque estaba muy complacido con los restaurantes que donaron comidas de alto contenido proteico, creo que los voluntarios más importantes fueron los que sabían cómo poner el hombro para que las personas

pudieran llorar. Los trabajadores de emergencia y de búsqueda no encontraban a nadie vivo en la pila de escombros. Los bomberos trabajaban durante horas en “la montaña”, entonces pasaban por un puesto para buscar una botella de agua, y comenzaban a llorar descontroladamente en los brazos de alguien a quien jamás habían visto. Alguien que los entendía.

Alguien que lloraba con ellos».

Todos los trabajadores estaban respirando el polvo tóxico que aún se elevaba desde el edificio. Asbesto, carbono, concreto, yeso y plástico quemado parecían haberse vaporizado en una nube espesa que provocaba fuerte tos y ardor de los ojos.

«Del otro lado de la calle estaba el edificio de un banco cuyo sótano hacía las veces de morgue». José se enjuga lágrimas al describir el lugar. «Pero había pocos cuerpos enteros. La mayoría de las personas habían sido aplastadas o quemadas, y los trabajadores a menudo traían solo partes de cuerpos. Fueron momentos terribles».

En la pila, los bomberos hallaron un pequeño oso rojo, un suvenir de la tienda de regalos del restaurante Top of The World. Y luego dos más. Esos ositos llegaron a ser emblemas de esperanza allí en la Zona Cero. Entonces José encontró un cuarto oso, pero este solo tenía tres patas. Había perdido una pata en la tremenda explosión.

Un oso está ahora en el Museo Smithsoniano de la ciudad de Washington.

Otros dos en monumentos conmemorativos del ataque. El cuarto, al que le falta una pata, es un recordatorio constante de cómo Dios obra en nuestra vida cada día.

«El osito de tres patas –dice Rut–.

Siempre me hace llorar, y le agradezco a Dios porque lo hice quedar a José en casa ese día; ese 11 de septiembre de 2001».

Editor Adventist World, es una publicación periódica internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Su editor es la Asociación General, División de Asia-Pacífico Norte de los Adventistas del Séptimo Día®.

Editor/Director de Adventist Review Ministries Justin Kim Director de la publicación internacional Hong, Myung Kwan Comisión de coordinación de Adventist World Yo Han Kim, presidente; Tae Seung Kim, Hiroshi Yamaji, Myung Kwan Hong, Seong Jun Byun, Dong Jin Lyu Editores asociados/directores en Silver Spring (Maryland, EE. UU.) Sikhululekile Daco, John Peckham, Greg Scott Editores en Silver Spring (Maryland, EE. UU.) Enno Müller, Beth Thomas Editores en Seúl (Corea del Sur) Hong, Myung Kwan; Park, Jae Man; Kim, Hyo-Jun Director de plataformas digitales Gabriel Begle Director de integración de sistemas e innovación Daniel Bruneau Gerenta de operaciones Merle Poirier Coordinadora de evaluación editorial Marvene Thorpe-Baptiste Consultor E. Edward Zinke Gerenta financiera Kimberly Brown Coordinadora de distribución Sharon Tennyson Consejo de dirección Yo Han Kim, presidente; Justin Kim, secretario; Hong, Myung Kwan; Karnik Doukmetzian; SeongJun Byun; John Peckham; Hiroshi Yamaji; Joel Tompkins; Ray Wahlen; Ex-officio: Paul H. Douglas; Erton Köhler; Ted N. C. Wilson Diseño y dirección artística Types & Symbols A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE. UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. Usada con autorización.

Adventist World es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea del Sur, Estados Unidos, Indonesia, México y Sudáfrica.

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Dick Duerksen es un pastor y narrador que vive en Portland, Oregón, Estados Unidos.

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Fe en crecimiento

Páginas infantiles

Una fe inquebrantable

A

melia era una joven que amaba y confiaba en Jesús con todo su corazón. Por lo general, hallaba fuerza y alegría en esa amistad. Pero últimamente, la había estado pasando mal.

Perdió su trabajo, su novio había terminado la relación, y un familiar a quien quería mucho había fallecido. Se sentía triste y perdida; algo que jamás había experimentado antes. ¿Por qué me pasa todo esto? se preguntaba.

Una noche, Amelia se sentó en la cama mientras le corrían las lágrimas por las mejillas. Necesitaba ayuda y esperanza. Notó la Biblia en su mesita y la abrió en una página al azar, orando para hallar aliento. Sus ojos se posaron en Jeremías 29:11: «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis». Mientras sus dedos 30

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recorrían las palabras, comenzó a sonreír en medio de las lágrimas.

Ese versículo era justamente lo que necesitaba. Le decía que Dios entendía lo que estaba pasando, y que, aunque su vida era difícil, él tenía un plan para ella; un plan que incluía un futuro lleno de esperanza.

Amelia siguió leyendo. Entonces fue a Génesis y leyó la historia de José. ¡Había tenido una vida muy difícil! Sus hermanos lo trataron mal y hasta lo vendieron como esclavo. Más tarde, fue puesto en la cárcel por algo que no había hecho.

Pero jamás perdió la fe en el plan que Dios tenía para él. Mediante algunos milagros asombrosos, llegó a ser la segunda autoridad más importante de todo Egipto y salvó a todo el país. Gracias a esta historia, Amelia pudo ver que, aun en tiempos realmente difíciles, Dios estaría con ella,

moldeándola y preparándola para algo que aún no podía ver.

Cuando Amelia se acurrucó bajo sus mantas esa noche, le agradeció a Dios por tener la promesa de una esperanza a la cual aferrarse. Él jamás la dejaría luchar en soledad.

A la semana siguiente, Amelia se sumó a un grupo de estudio de la Biblia en su iglesia, junto con otras personas que estaban enfrentando momentos difíciles.

Alguien leyó Romanos 8:28: «Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito» (NVI). Aunque era difícil de entender, Amelia sabía que, de alguna manera, Dios produciría algo positivo en todo eso que le estaba pasando.

La vida no era fácil, y Amelia aún se sentía triste por más que sabía que Dios estaba con ella.

Ilustración: Mugi Kinoshita

BETH THOMAS

Tesoro bíblico: «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis».

Jeremías 29:11

Un día, leyó sobre una mujer de la Biblia que procuró hallar felicidad en los lugares equivocados, pero a quien Jesús le ofreció algo que la haría verdaderamente feliz para siempre. Después de hablar con Jesús, la mujer se entusiasmó tanto que corrió a contarle a sus amigos de él, de cómo conocía toda la vida de ella y se interesaba en su bienestar. La vida de esa mujer cambió por completo. Esto le dio a Amelia una idea.

Comenzó a ofrecerse como voluntaria en un refugio para mujeres y niños sin techo.

Jugaba con ellos, les preparaba la comida, los llevaba a hacer las compras y coordinaba un estudio bíblico semanal. Al compartir su propia experiencia de momentos difíciles, les habló de la fuerza que estaba encontrando en su amistad con Cristo. Halló en Corintios el que llegó a ser su texto favorito: «Bendito sea el

Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren» (2 Cor. 1:3, 4, NVI).

Amelia descubrió que cuando ayudaba a otros, no se sentía tan triste. Quizá ese era el «bien» que Romanos 8:28 había prometido, o acaso era tener algo que compartir con las mujeres y las niñas del refugio.

Siguió buscando la conducción de Dios en su vida. Encontró un versículo en Isaías 43:1 y 2 que dice: «Así dice Jehová, Creador tuyo […], y Formador tuyo […]: “No temas, porque yo te redimí; te puse nombre; mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el

fuego, no te quemarás ni la llama arderá en ti”». Halló consuelo en esas palabras. No importa qué momentos difíciles enfrentara, sabía con quién podía contar.

Su tristeza se transformó en el gozo de ayudar a otros; su desánimo se transformó en determinación; y ese pequeño susurro de duda en su mente, se transformó en una fe inquebrantable, porque había hallado su fuerza e identidad en Cristo. Era una hija de Dios, amada y apreciada de manera incalculable.

Beth Thomas es editora asistente de Ministerios de Adventist Review.

AdventistWorld.org Noviembre 2023

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