AW Espanol - Junio 2016

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Publicación internacional de los adventistas del séptimo día

Vol. 12 No. 6

14 Justicia para todos 16 En el frente de batalla 26 Un lugar seguro

forastero... I G L E S I A

A D V E N T I S T A

Día Mundial del Refugiado Sábado 18 de junio

V É AS E PÁG I N A 1 0


Vol. 12 No. 6 T E M A

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P R I N C I P A L

PA N O R A M A

Porque fui forastero

Este mes daremos énfasis al desafío de servir, en el nombre de Cristo, a los millones que han tenido que huir de la violencia y la opresión en sus países de origen.

Ted N. C. Wilson

El Cristo de la compasión es más que un ideal. Es el modelo a seguir. D E V O C I O N A L

Benjamin D. Schoun

Melak Alemayehu

Recordemos que también fuimos refugiados.

14 Justicia para todos C R E E N C I A S

F U N D A M E N TA L E S

16 En el frente de batalla

Maja Ahac

Historias reales de personas que buscan marcar una diferencia.

20 Yo fui refugiada

Stefan Höschele

Dios es un Dios de justicia, algo importante que debemos recordar al enfrentar la injusticia de este mundo.

22 De traumas y pérdidas V I D A

Blia Xiong, según se lo contó a Terri Saelee

Jesús nos ama aun antes de que lo conozcamos.

24 Los niños refugiados

Mientras existan los refugiados, los cristianos tienen que hacerse responsables.

Compasión plena

12 La canasta

10 Día mundial de los refugiados: ¿Por qué?

M U N D I A L

A D V E N T I S TA

Julián Melgosa

Nuestra obligación hacia los que han perdido casi todo.

L. Ann Hamel

Las necesidades de los niños refugiados son enormes.

D E PA R TA M E N T O S 3 I N F O R M E

MUNDIAL

3 Noticias breves 6 Noticias destacadas

11 S A L U D M U N D I A L El drama de los refugiados ESPÍRITU 21

26 R E S P U E S T A

PREGUNTAS

A BÍBLICAS

Un lugar seguro

27 E S T U D I O B Í B L I C O Prohibido rendirse INTERCAMBIO 28

DE

DE

IDEAS

PROFECÍA

Los pleitos en la iglesia spanish.adventistworld.org

Se necesita con urgencia su apoyo para los refugiados. Las donaciones monetarias son la mejor manera de ayudar, porque permiten que los equipos de emergencia respondan rápidamente frente a las cambiantes condiciones.

Para donar, visite

ADRA.org/refugees

www.adventistworld.org: Disponible en línea en doce idiomas

Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

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Adventist World | Junio 2016

F O T O G R A F Í A :

B E N E D I C T

D O R N O N V I L L E


Refugio en la tempestad Su cuerpo se sacudía entre sollozos mientras yo rodeaba sus hombros con mi brazo. Había tratado de mantenerse sereno mientras me contaba una historia casi increíble de amenazas, violencia, huida y solicitud de asilo. La oración, sin embargo, disolvió sus últimas defensas, porque nada está oculto de «los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta» (Heb. 4:13). Después de orar, Halim* me abrazó con fuerza como rogándome sin palabras: «Por favor, no me suelte». Meses de soledad, temor y espera lo habían llevado hasta la pequeña y vibrante nueva iglesia adventista de una ciudad mediana –de manera increíble, gracias a un cristiano pentecostal–, y el gozo que halló en los demás adventistas se veía reflejado en su rostro anegado por las lágrimas. «Me siento tan feliz de estar con ellos», murmuró. Cuando la violencia generalizada y las matanzas como represalia apuntaron a los jóvenes cristianos de su remoto vecindario, Halim y algunos familiares decidieron huir, concluyendo que, en último término, pedirían asilo en Europa. Cuando pudiera, llevaría a su esposa e hijita de seis meses. Ahora, diez meses después y habiendo completado muchos trámites, aguarda la generosidad de un gobierno abrumado por refugiados no anticipados, hallando esperanza en el círculo de creyentes adventistas que le han dado la bienvenida y le han mostrado su amor. La historia de Halin, aún sin final, me ayudó a procesar las cientos de noticias y fotografías que había visto. Vemos gente apiñada en embarcaciones, rechazada en las fronteras, aguardando en filas interminables. Los contamos por miles y decenas de miles. Cada uno, sin embargo, posee una historia de pérdidas, peligros, esperanzas y tedio. No es de sorprender que otros adventistas estén entre los afectados por el caos económico y político que ahora azota regiones completas del mundo, forzados contra su voluntad hacia un futuro lleno de interrogantes. Sus historias se combinan y entrecruzan con las de millones de otras personas de diversas religiones o de ninguna, todos ellos los «extranjeros» que somos llamados a amar y servir. Al leer esta edición especial de Adventist World, permita que su corazón sea movido por el Espíritu para hacer algo más que simplemente leer. «Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe» (Gál. 6:10). * No es su nombre real.

INFORME MUNDIAL Andrew McChesney

Saw Samuel

elegido presidente de la DAPS

S

aw Samuel, que fue elegido presidente de la División de Asia Pacífico Sur el 22 de marzo de 2016, dijo que buscará nuevas maneras de alcanzar a los muchos budistas y musulmanes de su región, al tiempo que solicita la sabiduría divina para valorar cada día como un don precioso que tiene que ser bien utilizado. La Junta Directiva de la Asociación General, el principal órgano de gobierno de la Iglesia Adventista, eligió a Samuel por unanimidad para ocupar el cargo que dejó Leonardo R. Asoy, quien sucumbió Saw Samuel con su esposa, ante una rara afección a la médula Orathai Chureson, y sus ósea, en enero pasado. Samuel, quien previamente fue hijos Amanda, de 12 años, y secretario ejecutivo de la División Sorawin, de 10. de Asia Pacífico Sur, dijo que sentía D A P S la responsabilidad especial de compartir el evangelio con las personas no alcanzadas de su División, en un territorio de catorce países con una población total de mil millones de habitantes, aunque solo 1,3 millones de adventistas. «La mayor responsabilidad que siento es la de involucrar a los jóvenes y miembros laicos, tanto profesionales como no profesionales, para que alcancen a los chinos, budistas, hindúes, musulmanes y residentes urbanos seculares que no han sido alcanzados –dijo Samuel–. Siento una gran preocupación también por los miembros que han dejado la iglesia, sea que no se conoce su paradero o que han apostatado». Las declaraciones de Samuel indican que tratará de seguir el curso de Asoy, que fue elegido presidente del territorio en el Congreso de la Asociación General en San Antonio (Texas, EE. UU.), en julio pasado. En ese momento Asoy dijo que estaba ansioso de hallar maneras de alcanzar a los budistas y musulmanes. Sin embargo el 12 de enero pasado falleció como resultado de complicaciones del síndrome mielodisplásico, una rara afección en la que la médula espinal no logra producir glóbulos saludables. Tenía 56 años y había sido elegido para remplazar a Alberto C. Gulfan Jr., quien fue presidente durante doce años y perdió la batalla contra el cáncer en setiembre, a los 64 años. Samuel, el primer birmano en ser presidente de la División de Asia Pacífico Sur, dijo que su deseo es movilizar, unir y usar los recursos

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INFORME MUNDIAL dados por Dios tanto a jóvenes, profesionales, miembros de iglesia, medios y tecnología para esparcir el evangelio. Su pasaje bíblico favorito es la oración de Moisés en el Salmo 90, y en especial el versículo 12, donde dice: «Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría». «La vida es breve y preciosa –dijo–. Necesitamos sabiduría de Dios para usar nuestro tiempo, salud, fortaleza y los recursos que Dios nos ha dado». Samuel, que ha sido el presidente interino del territorio desde enero, fue elegido en 2010 como secretario ejecutivo del territorio. Antes de eso, trabajó durante dos años como secretario ministerial de la Unión Misión del Sudeste Asiático en Singapur. El resto de su carrera como pastor y administrador fue en Tailandia. Samuel se graduó en marzo con un Doctorado en Ministerio en el Instituto Internacional Adventista de Estudios Avanzados de las Filipinas. Está casado con Orathai Chureson, directora de Ministerios Infantiles y de Familia de la División de Asia Pacífico Sur, y tienen dos hijos: Amanda, de 12 años, y Sorawin, de 10. «Samuel es muy espiritual, respetuoso, humilde, y un siervo líder orientado a la misión, alguien que Dios usará con poder para que el equipo y todos los miembros de la División de Asia Pacífico Sur mantengan los ojos fijos en Cristo como el Líder de la iglesia», expresó T. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial. A su vez lo animó «para que sea fuerte en el Señor al avanzar con humildad con la tarea que se le ha asignado. Tendrá que apoyarse en Cristo y reclamar la promesa de Santiago 1:5 cada día así como yo procuro hacerlo –dijo–. Es solo mediante la sabiduría divina que podemos trabajar con humildad y efectividad», dijo Wilson. n

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Izquierda: Refugiados aprenden a esquiar en Suecia. Derecha: Niños refugiados hornean pan en un fuego al aire libre, en un evento adventista en Suecia. F O T O G R A F Í A S :

D I V I S I Ó N T R A N S E U R O P E A

Göran Hansen

Refugiados reciben clases gratuitas de esquí Adventistas suecos reciben a cien refugiados con los brazos abiertos

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uando los miembros de la pequeña iglesia adventista de Nyhyttan (Suecia) se enteraron de que un grupo de refugiados llegaría al pueblo, decidieron darles la bienvenida con los brazos abiertos… y clases gratuitas de esquí. Los miembros de iglesia se asociaron con otras organizaciones de Nyhyttan, una comunidad aislada ubicada a tres horas al oeste de Estocolmo, para hallar maneras de ayudar a que sus nuevos vecinos se adapten a la vida en Suecia. Los feligreses decidieron ofrecer clases de sueco y cultura sueca, caminatas por el bosque y prendas de vestir gratuitas de una tienda que recolectó donaciones de la comunidad. Sus planes entraron en acción en septiembre pasado, cuando unos cien refugiados de Siria, Afganistán, Irak y Eritrea fueron trasladados al centro de refugiados operado por el gobierno, un centro de salud que una vez perteneció a la Iglesia Adventista. A pesar de ello, la vida en Suecia mostró ser muy diferente a la de los países de los refugiados, en especial ante la llegada del invierno. Muchos vieron la nieve por primera vez. Así fue que la comunidad recolectó esquíes, botas, patines y ropa de invierno para que los refugiados pudieran participar de las clases gratuitas. «Les dio un poco de temor, y además

hacía mucho frío, pero se divirtieron mucho con los patines y esquíes –dijo Lars Gille, pastor adventista jubilado y coordinador comunitario de los refugiados–. Estas actividades físicas son muy populares, en especial cuando brilla el sol, porque el paisaje es muy hermoso». Cuando la nieve se derritió, los refugiados cambiaron los esquíes por bicicletas y pelotas de fútbol. Además el Club de Conquistadores de Nyhyttan, ofrece diversas actividades interesantes a veinticinco niños que acuden regular­ mente, y la iglesia ha abierto un prescolar para los más pequeños. En un comienzo, la iglesia enfrentó sospechas de parte de los refugiados cuando comenzó a organizar eventos en su propiedad. Algunos no querían entrar al edificio, pero con el tiempo esto ha ido cambiando. Unos cuarenta refugiados asistieron a un concierto de Navidad en la iglesia, y varios visitan un café organizado por la iglesia donde pueden dedicarse a conocer a otros y conversar. Los feligreses invitan periódicamente a los refugiados a sus hogares para que conozcan la cultura sueca en forma práctica y directa. Algunos refugiados le han preguntado a Gille en qué trabaja. Se asombran cuando él les contesta que es pastor, pero la sorpresa se ha transformado en respeto. n


Victor Hulbert

Adventistas ayudan a refugiados

que buscan ingresar al Reino Unido Un grupo de voluntarios viaja ocho horas cada semana hasta el campamento de Dunquerque (Francia)

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espertarse a las cuatro de la madrugada para conducir durante horas y a continuación cruzar a Francia en barco, es un inconveniente menor para Sasha Becejac, uno de los cuatro líderes de la iglesia adventista de Newbold, en el sur de Inglaterra. Cada domingo, llena un vehículo de voluntarios, alimentos y prendas de vestir para el viaje de ocho horas hasta un campo de refugiados en Dunquerque (Francia). En sociedad con los miembros de la pequeña iglesia adventista de Dunquerque, ofrecen el almuerzo, amor y un oído solícito a algunos de los miles de refugiados que tratan de abrirse paso por el Canal de la Mancha –a menudo ilegalmente– para F O T O G R A F Í A S :

D I V I S I Ó N T R A N S E U R O P E A

Izquierda: Omar, de 45 años, es de Irak, y dice que está buscando algo mejor en la vida. Derecha: Mohammed, de 15 años y también de Irak, parado en el lodo fuera de su tienda.

solicitar asilo en Gran Bretaña. Aunque los voluntarios adventistas cocinan los alimentos y les dan fruta fresca, el principal objetivo es brindar primeros auxilios emocionales «diciéndoles simplemente que no están solos, que tenemos toda una congregación en Inglaterra –la tierra a la que quieren llegar– que está orando por ellos», dijo Becjac. ¿Cómo responden los refugiados? «La mayoría de ellos son musulmanes, pero algunos son cristianos –dijo Becejac–. Sin embargo, después de pasar meses en un pantano infestado de ratas, no les importa qué religión tienen quienes están orando por ellos, con tal de que les hagan saber que se interesan y están orando por ellos». Algunos han preguntado por qué los adventistas ayudan en un campo de refugiados en el cual muchos de sus residentes están desafiando abiertamente la ley, dado que buscan ingresar de manera ilegal a Gran Bretaña en lugar de solicitar asilo en el punto de entrada a Europa. Algunos afirman que ayudarlos significa apoyar el contrabando de personas y otras actividades ilegales. Becejac se muestra sensible a esa perspectiva. «Muchos voluntarios vienen sin estar convencidos, y algunos se marchan de igual manera, sintiendo que los refugiados deberían organizarse y limpiar mejor el campamento –dijo–. No juzgo las opiniones personales. Todo lo que sé es que cuanto más paso con esa gente que vive rodeada de miseria pero que en

Arriba: Tim Den Hertog (derecha), ayuda a distribuir frutas en el campamento de Dunquerque. Abajo: Voluntarios adventistas chapotean en el fango mientras visitan a los refugiados del campamento de Dunquerque. F O T O G R A F Í A S :

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muchas ocasiones están más presentables que yo […] más me doy cuenta de que son como nosotros. Anhelan simplemente una vida y un futuro mejores». Mohammed, de quince años, estaba de pie junto a su tienda rodeada de lodo. Me contó que sus padres fueron asesinados por militantes del Estado Islámico en el norte de Irak. A pesar de la miseria que lo rodea, dice tener esperanza para el futuro. Dijo que la ayuda que le brindan los voluntarios adventistas es un salvavidas para él. Otro residente del campamento, Omar, ha estado en Dunquerque durante cuatro meses. Tiene cuarenta y cinco años, pero parece mayor. Una bomba explotó cerca de su pueblo natal de Mala Abdullah (Irak). Él está buscando algo mejor. Becejac dijo que este deseo de Omar y de otros refugiados los ha motivado a él y a otros tres líderes de Newbold –Tim Den Hertog, Jeff Muckle y el pastor asociado Vili Costescu– a seguir organizando los viajes semanales al campamento. «Me siento motivado a ayudar a esta gente –dijo– porque son personas como nosotros, que procuran hallar un futuro mejor». n

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INFORME MUNDIAL

Un refugiado y

Ruben Grieco

su amiga adventista

Un eritreo cuenta por qué huyó a Alemania, y una alemana explica por qué le ayuda

¿

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uiénes son los refugiados en Alemania, y quiénes son los adventistas que les están ayudando? Hallé respuestas a ambas preguntas durante una conversación con Ermias, un refugiado de veinte años proveniente de la intranquila nación africana de Eritrea, y Sylvia Kontusc, una voluntaria adventista que coordina la obra de la Iglesia Adventista hacia los refugiados en la Unión Sur de Alemania. Hablamos en una reunión semanal en la que los refugiados se reúnen en una iglesia adventista a practicar el alemán. Entrevista con Ermias

Ermias, ¿cómo fue que decidió dejar todo y huir de Eritrea? En Eritrea era soldado profesional. No fue una decisión mía. Hubiera preferido trabajar de mecánico, pero me forzaron a trabajar de soldado. En 2000 murió mi padre en la guerra, y tuve que ocuparme de mi familia. Era responsable de mi madre y de cuatro hermanas. Un evento en particular cambió mi vida por completo. Un camión que llevaba armas explotó, cobrándose la vida de cuatro colegas. Otro soldado perdió los pies. Pasé un año en el hospital con fragmentos de metralla en la cabeza y

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una pierna. Estaba casi sordo de un oído. Fui liberado del servicio militar durante unos días para contraer matrimonio. Entonces extendí mi ausencia cinco días más para ganar algo de dinero y ayudar a mi madre. Por eso me pusieron en la cárcel. La prisión estaba formada por cinco contenedores, cada uno albergaba a 38 personas. No había ventanas, ni agua, ni baños. Los soldados me pusieron esposas durante un mes. Me arrastraron afuera tres veces, me golpearon en el piso, me empaparon con agua fría, y así chorreando agua me metieron nuevamente en el contenedor. Durante los ocho meses de mi encarcelamiento, recibía dos rodajas de pan y una taza de té por las mañanas. A la noche compartía una cena simple con otras nueve personas. Una vez al día, a las 6.30, se nos dejaba salir para ir al baño. Me di cuenta de que iría a morir ya sea en la prisión o tratando de escapar. Por ello, elegí escapar, intentando ver si de alguna manera podía vivir.

¿Cómo escapó? Las puertas de los contenedores estaban rodeadas por soldados armados. Un amigo y yo acordamos escapar juntos una mañana. Comenzamos a correr al

mismo tiempo en direcciones diferentes. Miré dónde estaban los soldados, y corrí en la dirección del soldado con peor puntería. Aunque los soldados nos apuntaron a las piernas, sus disparos no dieron en el blanco. Llegué hasta la casa de amigos que me dieron un par de pantalones, una chaqueta y el dinero para comprar un pasaje de autobús hasta la frontera con Etiopía. De allí caminé tres días hasta Adís Abeba, la capital del país. Esa misma noche detuvieron a mi madre y la tuvieron prisionera durante dos meses. En la capital de Etiopía, los militares me llevaron a un campamento de refugiados, donde pasé seis meses. De allí regresé a la capital y encontré un trabajo que me dio lo suficiente para ir a Sudán.

¿Cómo llegó a Alemania? En Sudán me enteré de un amigo que vivía en Alemania. Me dijo que vivía en paz y seguridad, y que tenía buenas perspectivas. Me quedó claro que Alemania era mi esperanza. Trabajé durante siete meses como conductor para ahorrar para el viaje. Pagué 1600 dólares por un viaje de siete días en un camión con 148 niños, mujeres y hombres de Sudán a través del Sahara. En Libia, el camión fue detenido por


D I V I S I Ó N

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el ejército. Nos quitaron todo: el dinero que nos quedaba, los teléfonos celulares y nuestros documentos. Pasé cinco meses en prisión junto con otros cuatrocientos eritreos. Algunos fueron forzados a cargar bombas y armas en vehículos. Un amigo estaba llevando una bomba sobre la espalda cuando el artefacto explotó. Una noche logré escapar y caminar hasta la costa para tomar una embarcación hacia Italia. Durante dos días viajamos 329 personas en una embarcación de tamaño reducido. Barcos de la Armada Italiana nos recogieron y nos llevaron a tierra firme. Después de tres días, logré tomar un tren a Múnich (Alemania). De allí, las autoridades me enviaron a Meßstetten, y entonces a un alojamiento especial, donde ahora estoy viviendo.

¿Cómo comenzó a asistir a la reunión de refugiados de la iglesia? Unos amigos me dijeron que en la iglesia daban clases de conversación. Allí conocí a Sylvia. Sin ella, no habría tenido éxito con las clases de alemán. Sin su ayuda, habría sido enviado de regreso a Italia, y no habría sobrevivido. Sylvia me llevó a un médico que logró ayudarme. Ahora asisto a la iglesia todas las semanas. Estoy esperando saber si puedo quedarme en Alemania. ¿Qué desea usted para el futuro? Siempre tengo temor de que me envíen de regreso y tenga que vivir otra vez esas terribles experiencias. Espero quedarme y encontrar trabajo pronto. Me gustaría que mi esposa estuviera aquí, y quisiera conocer a mi hija de cuatro años. Jamás la he visto. Cuando ella nació yo estaba en prisión. ¿Por qué está agradecido? Durante mi huida, cada noche oraba a Dios. Agradezco al Señor porque me protegió en mi odisea hasta Alemania, y porque me ha cuidado hasta aquí.

Sylvia Kontusc, una voluntaria que coordina la obra adventista con los refugiados.

Entrevista con Sylvia Kontusc

¿Cómo se involucró en esta obra? Siempre he tenido presente el llamado bíblico de Jeremías 29:7, donde dice: «Procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová, porque en su paz tendréis vosotros paz». Entonces vi los informes televisivos sobre los refugiados, algo que me emocionó profundamente. Por ello me acerqué a la municipalidad, y hablé con el responsable de integración. Esa misión concordaba con mi fe. Era lo que quería hacer. ¿Cuál es su trabajo específico con los refugiados? Mis actividades voluntarias han llegado a ser como un trabajo de medio tiempo. Los lunes y martes de mañana ayudo a un trabajador social en un

hogar de refugiados. Los miércoles por la tarde soy voluntaria en una clase de idioma que se reúne en grupos pequeños para practicar diálogos comunes y traducir cartas. En ocasiones, cocinamos juntos y repartimos prendas de vestir. También soy miembro de un grupo que colabora para que los refugiados encuentren alojamiento. A menudo acompaño a los refugiados en sus visitas al médico o a una citación de las autoridades.

¿Qué piensa de su trabajo? Me da una gran satisfacción ver la sonrisa agradecida y alegre de un refugiado. También me gustan los momentos exitosos, como por ejemplo un buen informe de un médico, una audiencia judicial que sale bien, una búsqueda de trabajo que da frutos. Me siento muy feliz cuando me doy cuenta de que he hecho una diferencia en la vida de un refugiado. ¿Qué desafíos particulares enfrenta? Tengo que arreglármelas con mi familia y con el otro trabajo (Risas). ¿Qué consejo le daría a alguien que quisiera responder a un llamado similar a la misión? Estoy convencida de que trabajando aisladamente es difícil alcanzar el éxito. Es importante identificar las necesidades en la ciudad, y entonces incorporarse a las redes y estructuras existentes. Los adventistas del séptimo día tenemos una inmensa ventaja por nuestra estructura eclesiástica que cuenta con sus propios obreros e instalaciones. Tenemos la actitud social adecuada para esta tarea. Es algo muy valioso. Los refugiados que llegan hasta nosotros suelen ser en su mayor parte jóvenes. Invítelos a su círculo más cercano y permítales que sean parte de su vida social. n

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P A N O R A M A

M U N D I A L

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no de los temas más grandes de la Biblia es la compasión. Aparece una y otra vez en las páginas de las Escrituras, en especial al describir el carácter de Dios. «Pero tú, Señor, eres Dios clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad» (Sal. 86:15, NVI). «Ciertamente el Señor juzgará a su pueblo, y de sus siervos tendrá compasión» (Sal. 135:14, NVI). «El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor» (Sal. 145:8, NVI). Quizás uno de los pasajes más hermosos se encuentra en Miqueas 7:18, 19 (NVI): «¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar. Vuelve a compadecerte de nosotros. Pon tu pie sobre nuestras maldades y arroja al fondo del mar todos nuestros pecados». Un don ofrecido a todos

Es interesante que de las cincuenta veces que aparece la palabra «compasión» en algunas versiones de la Biblia,1 la primera mención se refiere a una persona considerada pagana o extranjera: una gentil. Se nos da una vislumbre de la escena en Éxodo 2:5, 6: «La hija del faraón descendió a lavarse al río y, mientras sus doncellas se paseaban por la ribera del río, vio ella la canasta entre los juncos y envió una criada suya para que la tomara. Cuando la abrió, vio al niño, que estaba llorando. Llena de compasión por él, exclamó: “Este es un niño de los hebreos”». La compasión no solo es parte de la urdimbre del carácter de Dios, sino que es un don que él otorga a cada ser humano: la capacidad de tener una conciencia empática frente a las aflicciones de los demás, junto con el deseo de aliviarlas.2 Como la compasión es una parte tan intrínseca de Dios, a lo largo de la

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COMPASIÓN plena Ted N. C. Wilson

Ser como Jesús historia, Satanás ha buscado destruir y anular esa característica en los hijos de Dios. Las guerras, hambrunas, violencia y desensibilización de la sociedad mediante diversos medios –las ansias de poder, el orgullo, el egoísmo, el escapismo, la codicia y el nihilismo, entre otros– buscan apartar nuestros pensamientos de las tribulaciones de otras personas y borrar todo vestigio de compasión de nuestra vida. Jesús nos brinda el antídoto

Jesús brinda el antídoto para un mundo que carece de compasión. Mediante su vida y enseñanzas, Jesús mostró qué significa ser «movido a compasión». En Marcos 1 vemos que un leproso va a Jesús, y de rodillas le suplica: «“Si quieres, puedes limpiarme”. Movido a compasión, Jesús extendió la mano y tocó al hombre, diciéndole: “Sí quiero. ¡Queda limpio!”» (Mar. 1:40, 41, NVI). Después de la prematura muerte de Juan el Bautista, cuando Jesús y sus discípulos trataron de ir «solos en una barca a un lugar desierto», miles de personas corrieron al otro lado del lago para verlos. Cuando Jesús vio la «gran multitud […], tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas» (Mar. 6:32, 34). Más tarde, ese mismo día, alimentó a toda una multitud con apenas cinco panes y dos peces. «Comieron todos y se saciaron» (vers. 42).

Modelos de la verdadera compasión

Aunque el ministerio de Cristo incluyó sin duda satisfacer las necesidades físicas de la gente, Jesús fue modelo de la verdadera compasión al ocuparse del bienestar espiritual de las personas y dirigirlas hacia la única fuente de verdad. Al enfatizar ese punto en el magnífico Sermón del Monte, Jesús dijo: «No os angustiéis, pues, diciendo: “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”, [porque] vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas» (Mat. 6:31-33). La compasión de Cristo es plena. Aunque no ignora las necesidades temporales de las personas, su preocupación última es su bienestar espiritual eterno. Esa compasión plena es la que quiere que demuestren sus seguidores al ministrar en su nombre (véase Mateo 9:35-38). Desesperados por esperanza

Afari3 proviene de un país de Oriente Medio cuya religión predominante es hostil al cristianismo. Su esposo le permitía trabajar en un salón de belleza donde solo interactuaba con otras mujeres. La vida en su hogar era miserable, porque su esposo a menudo la golpeaba y humillaba. Sintiéndose sin esperanza, Afari pensó seriamente en suicidarse. En-


La compasión piadosa no es optativa

Como la compasión es una parte tan intrínseca de Dios, a lo largo de la historia, Satanás ha buscado destruir y anular esa característica en los hijos de Dios . tonces, una de sus clientas del salón de belleza notó su tristeza. Sin nadie más en quien confiar, Afari compartió sus problemas con esa mujer. Las dos se volvieron amigas y, tiempo después, la mujer invitó a Afari a un grupo que se reunía disimuladamente en un hogar, donde aprendió de Jesús. Allí recibió una Biblia, que atesoraba como su posesión más preciada. Pero su esposo encontró la Biblia y la golpeó sin piedad, amenazándola con la muerte. Milagrosamente, logró escapar a la casa de sus padres. Poco después Afari logró contactar a su amiga cristiana, quien pronto la ayudó a escapar hacia un país vecino. Desde allí, Afari ingresó a Europa como refugiada. Halló compasión

Poco después de llegar a Europa, Afari se encontró con dos amigas que también habían escapado del mismo F O T O G R A F Í A :

M .

A S S E R

país por la persecución religiosa. Esas amigas, que habían entrado en contacto con la Iglesia Adventista, le dijeron: «Esa iglesia es el lugar exacto que estás buscando». Hallaron que los adventistas se ocupaban no solo de sus necesidades físicas –alimento, ropa y refugio–, sino que les brindaban el alimento espiritual que tanto anhelaban. Afari dice que le gusta mucho asistir a la Iglesia Adventista, porque es el lugar donde ha «hallado amor, paz, esperanza y bondad. Los adventistas realmente me ayudaron a entender que no estoy sola. Ahora me siento segura», dice. Uno de los líderes adventistas de esa ciudad explica el enfoque de la iglesia: «Sabemos que brindarles solo los elementos humanos no los satisfará. Si solo nos dedicamos a sus necesidades físicas y sociales, no recibirán lo que realmente necesitan. Sus necesidades más importantes son espirituales».

Para el cristiano, la verdadera compasión piadosa no es optativa. Desde el comienzo, Dios ha llamado a sus seguidores para que sean como él, para que hagan justicia, amen la misericordia y se humillen ante Dios (Miq. 6:8). Al reflexionar sobre la obra compasiva encomendada al pueblo de Dios, Elena White escribe: «La abnegada labor de los cristianos del pasado debería ser para nosotros una lección objetiva y una inspiración. Los miembros de la iglesia de Dios deben ser celosos de buenas obras, renunciar a las ambiciones mundanales, y caminar en los pasos de aquel que anduvo haciendo bienes. Con corazones llenos de simpatía y compasión, han de ministrar a los que necesitan ayuda, y comunicar a los pecadores el conocimiento del amor del Salvador. Semejante trabajo requiere empeñoso esfuerzo, pero produce una rica recompensa. Los que se dedican a él con sinceridad de propósito verán almas ganadas al Salvador; porque la influencia que acompaña al cumplimiento práctico de la comisión divina es irresistible».4 Dios nos llama a cada uno, no importa dónde estemos, para ser parte de Todos los Miembros Involucrados, al mostrar su compasión plena para un mundo necesitado. Pidámosle que nos llene con su Espíritu Santo, para que podamos tener la sabiduría y compasión que solo él puede dar. n 1 En

otras ocasiones el término se traduce como «misericordia». de una definición del diccionario. es su nombre real. 4 Los hechos de los apóstoles, p. 90. 2 Paráfrasis 3 No

Ted N.C. Wilson es

presidente de la Iglesia Adventista.

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Sábado 18 de junio

Día Mundial de los

: REFUGIADOS ¿Por que? Benjamin D. Schoun

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«

cada minuto, ocho personas dejan todo para escapar de la guerra, la persecución o el terror», afirma el sitio web del Día Mundial de los Refugiados que ha sido organizado y promovido por las Naciones Unidas.1 En los últimos años se han producido unos quince nuevos lugares problemáticos donde muchos han perdido la vida, muchos otros se han visto amenazados, quitándoseles la capacidad de mantener una existencia segura y pacífica con alimento y refugio adecuados. Algunos de esos lugares son Sudán del Sur, la República Centroafricana, el noreste de Nigeria, Pakistán, Afganistán, Somalia, Ucrania, Irak y, en épocas más recientes, Siria. «Para febrero de 2016, las Naciones Unidas habían identificado 13,5 millones de sirios con necesidad de ayuda humanitaria, de los cuales 6,6 han sido desplazados dentro del país, y más de 4,8 millones son refugiados fuera del país».2 Aunque Turquía está albergando al mayor número de refugiados sirios –solo en 2015, más de un millón ha cruzado a Europa.3 El secretario de las Naciones Unidas Ban Ki-moon dice: «Los refugiados son personas como las demás, como tú y como yo. Antes de ser desplazados, llevaban una vida normal y su mayor sueño es recuperarla».4 ¿Qué está haciendo la iglesia para ayudarlos?

La Iglesia Adventista, junto con los gobiernos y otras agencias humanitarias, ha escogido ofrecer servicios para ayudar a estos refugiados en su camino por las carreteras, las vías del tren, los senderos y los mares, hacia un lugar donde puedan vivir seguros. En

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el extraordinario movimiento humanitario en Europa, dos regiones de la Asociación General están participando de manera directa: la División Transeuropea y la División Intereuropea. La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) se ha involucrado decididamente, como así también Servicios e Industrias de Laicos Adventistas (ASI por su sigla en inglés) en Europa. En enero, los líderes de estas organizaciones asistieron a una cumbre en Zagreb (Croacia), bajo la dirección de ADRA, para coordinar esfuerzos y llevar a cabo una planificación estratégica respecto de las formas más efectivas de participación. Una idea que surgió en esta cumbre fue que la Iglesia Adventista debería planificar un «Día Mundial de los Refugiados» similar al que tiene las Naciones Unidas. El reconocimiento de este día en las iglesias adventistas tiene por objetivo: 1 informar a la iglesia mundial sobre la crisis en Europa y otros lugares, y compartir qué están haciendo las organizaciones adventistas para ayudar; 2 animar a que se ore por los refugiados y por los que trabajan activamente para ayudarlos; 3 compartir algunas historias e informes sobre la verdadera naturaleza de esta crisis humanitaria; 4 ayudar a los miembros de iglesia a que piensen en maneras de relacionarse con los refugiados, sobre la base de las creencias y valores cristianos y adventistas; 5 transmitir las necesidades actuales para que los adventistas que así lo deseen ayuden a suplirlas, lo que incluye donaciones para las tareas en curso; 6 reflexionar en las palabras de Ban Ki-moon: «En el Día Mundial de los

Refugiados, recordemos la humanidad que nos es común, celebremos la tolerancia y la diversidad y abramos nuestro corazón a los refugiados en todo el mundo».5 Un día especial para recordar a los refugiados

El Día Mundial de los Refugiados creado por las Naciones Unidas es el 20 de junio. El Día Mundial de los Refugiados instituido por la Iglesia Adventista es el sábado 18 de junio. Habrá anuncios para los boletines, encartes, videos y afiches en el sitio web de la Asociación General, que todos podrán descargar y usar en sus iglesias.6 Me siento agradecido porque Adventist World ha dedicado el número de junio a la situación mundial de los refugiados. Al leerlo, lo invito a preguntarse: ¿Cómo puedo ser el buen prójimo de esas personas en crisis? Jesús dejó en claro que responder a este tipo de necesidades es una de las evidencias más claras del verdadero cristianismo en los corazones y en la vida de sus seguidores (Luc. 10:30-37; Mat. 25:31-46). n 1 www.un.org/en/events/refugeeday/background.shtml. 2 https://en.wikipedia.org/wiki/Refugees_of_the_Syrian_Civil_War 3 www.bbc.com/news/world-europe-24583286. 4 www.un.org/en/events/refugeeday/2015/sgmessage.shtml. 5 www.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=51208#.Vu4wL_ krKM8. 6 La dirección web para acceder a los recursos del Día Mundial de los Refugiados organizado por la Iglesia Adventista es https://www.adventist.org/en/information/special-days. Busque bajo la fecha 18 de junio.

Ben Schoun es expresidente de la Asociación General de la Iglesia Adventista, y presidente la Comisión de Coordinación de Desplazados en Europa de la Asociación General. F O T O G R A F Í A :

I G O R

M I T R O V I C


Peter N. Landless y Allan R. Handysides

S A L U D

M U N D I A L

REFUGIADOS ¿Qué puede hacer la iglesia?

El drama de los La saga en curso de los refugiados que ingresan a Europa ha estado presente en las noticias. ¿Cuáles son los principales desafíos de salud que enfrentan? ¿Estamos como iglesia colaborando para paliar esta crisis?

E

l drama de los refugiados ha sido descrito como lo que realmente es: una crisis humanitaria. La desesperación, el temor y la desesperanza hacen que las personas huyan de los países donde nacieron y busquen asilo y un nuevo comienzo en otra parte. Es difícil imaginar la desesperación que motiva a las personas a alejarse de sus amados, sus hogares y lo que les resulta familiar, para dirigirse a cualquier lugar que los acepte. Un dolor e incertidumbre semejantes son difíciles de comprender. Ha sido desgarrador presenciar el terrible sufrimiento, estrés, temor e incertidumbre que acompaña a este tipo de tragedia humana. La muerte de un niñito cuyo cuerpo fue encontrado en una playa de Turquía llegó a ser el símbolo internacional de ese dolor. Las infecciones respiratorias, incluida la neumonía, son las afecciones más comunes en esta población especial. Asimismo, son comunes los traumatismos accidentales como resultado de los viajes en embarcaciones atestadas y a menudo inadecuadas para enfrentar la furia de los mares y las inevitables rocas ocultas de los océanos y las costas. La deshidratación y el hambre también son cuestiones significativas que es importante tener en cuenta. ASI Europa ha operado con éxito clínicas móviles en autobuses adaptados a tal efecto, que están equipados con servicios de emergencia y quirúrgicos. ¡Qué gran bendición! Siempre es un desafío gozar de bienestar mental y emocional en circunstancias en que el nivel de angustia y ansiedad crecen muy por encima de lo

normal. Desafortunadamente, debido al gran número de refugiados y los escasos recursos, no siempre se responde bien a esas necesidades. Se ha animado a la Iglesia Adventista para que adopte el ministerio abarcador de salud. Este término moderno para referirse a la obra médica misionera puede describirse como la

Después de ser socorrido en Grecia, sin embargo, vio a personas piadosas en la práctica. ¡Qué testimonio ser las manos del Médico Maestro! ¿Puede usted marcar alguna diferencia en la vida de los refugiados? Podemos orar con fervor por ellos y rogar por el pronto regreso de Cristo y el fin del sufrimiento, la enfermedad,

No todos pueden interrelacionarse con los refugiados, pero todos podemos marcar una diferencia . tarea de satisfacer las necesidades de las personas de manera práctica, al demostrar el amor y la compasión divinas. La iglesia que amamos también se encuentra activa y se dedica a satisfacer las necesidades de los refugiados, pero estas son tan grandes que a veces nuestros mejores esfuerzos parecen solo unas gotas. A pesar de ello, ADRA Internacional (y las agencias que sirven en los países afectados) y ASI Europa siguen aliviando a los refugiados. Junto con esas agencias se encuentran los profesionales adventistas voluntarios de diversas partes del mundo que donan tiempo y dones. Por sobre todo, comparten el amor de Dios de manera práctica, satisfaciendo las necesidades de las personas, que son sus compañeras peregrinas en este mundo quebrantado. Las agencias afiliadas a la iglesia a la hora de coordinar una respuesta de salud han sido testigos de escenas asombrosas, como por ejemplo la médica judía que trató a refugiadas sirias. Un periódico cristiano popular citó a un refugiado musulmán, que expresó que antes de estar en esta situación, había conocido a religiosos despreciables.

las angustias, los desplazamientos y la muerte. Podemos donar a ADRA y a ASI Europa para sostener las valientes y necesarias iniciativas que ellos proveen. No todos pueden interrelacionarse con los refugiados, pero todos podemos marcar una diferencia al compartir nuestros medios y ser la iglesia de Mateo 25, descrita por Jesús con las siguientes palabras: «El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”» (Mat. 25:40, NVI). n

Peter N. Landless es cardiólogo nuclear certificado y director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Allan R. Handysides es ginecólogo

certificado y exdirector del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

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D E V O C I O N A L

Melak Alemayehu

La canasta S

egún el relato bíblico, la vida de Rut presenta con claridad las angustias y también los gozos que puede hallar un refugiado. Recomenzar la vida como una pobre viuda en tierra extranjera era un desafío en apariencia insalvable. Aun así, Rut siguió adelante, y el Señor «bajo cuyas alas» (Rut 2:12) estaba protegida, llenó sus canastas vacías gracias a la generosidad de Booz. En efecto, Booz fue un refugio tangible para Rut y encarnó el Refugio último: el Señor mismo. Es interesante que en el libro de los Salmos, la imagen de Dios como refugio aparece casi cincuenta veces. En efecto, como parte de las leyes del pacto, Dios reveló claramente cómo debería tratar su pueblo al refugiado (o extranjero) que estuviera en medio de ellos. Una de esas leyes era la de las primicias (Deut. 26:1-11). Allí encontramos una canasta llena con las primicias de la cosecha; una canasta que debía ser presentada en primer lugar ante el Señor, y más tarde su contenido sería la comida de los sacerdotes y extranjeros. Los principios subyacentes a esa ceremonia nos ayudan por cierto a descubrir a Dios como el Refugio último de cualquier refugiado. En sus comentarios sobre esa ley, Elena White escribe: «Estas directivas, que el Señor dio a su pueblo, expresan los principios de la ley del reino de Dios, y son específicas, para que las mentes no permanezcan en la ignorancia y la incertidumbre. Estas escrituras presentan la obligación incesante de todos aquellos a quienes Dios ha bendecido con vida, salud y ventajas en las cosas temporales y espirituales».* Los siguientes párrafos señalan algunos de estos principios:

Reconocer. La ley sobre la ofrenda de las primicias comienza indicando el momento en que debía hacerse, a saber, «cuando hayas entrado en la tierra que Jehová, tu Dios te da por heredad, y tomes posesión de ella y la habites» (Deut. 26:1). Era el momento en que los peregrinos finalmente alcanzarían la Tierra Prometida. Todas sus esperanzas, sueños y deseos estaban por hacerse realidad en su propia tierra. Desafortunadamente, en momentos como estos, la mayo-

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ría de nosotros tiende a olvidar la travesía que tuvimos hasta alcanzar el pináculo de la realización. Aun así, la oportunidad que ofrece esta ceremonia –poder reflexionar en la travesía de nuestra vida– nos ayuda a recordar dos cosas importantes: (1) quiénes éramos; y (2) cómo llegamos al lugar donde nos encontramos. Esto nos llevará en último término a reconocer que «toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación» (Sant. 1:17). Expresar. Esta ceremonia destaca el importante concepto de que el reconocimiento tiene que ser más que el mero consentimiento mental. El reconocimiento era expresado al ofrecer una canasta llena de las primicias. Además de ser las primeras desde el punto de vista cronológico, las primicias simbolizaban un producto de calidad deseable. Por ello, no importa cuán ansioso estuviera el agricultor de probar los frutos de su labor, renunciar a las primicias de su cosecha era una expresión apropiada de ordenar sus prioridades. Así como el Señor detesta la ofrenda que no es sincera, aprecia el sacrificio que fluye de un corazón agradecido (Luc. 7:36-50). Enfatizar. El énfasis de la ceremonia se encontraba en Dios. El nombre Yahvé (o «Señor») aparece catorce veces en esta sección, mostrándolo como el punto focal de todos los detalles de la ceremonia. Fíjese que la canasta era colocada en primer lugar frente al «altar de Jehová, tu Dios» (Deut. 26:4). He aquí una lección fundamental: para tener un efecto duradero, toda práctica religiosa tiene que concentrarse en Dios. Recitar. Junto con la presentación de la canasta ante el Señor, el participante tenía que pronunciar lo que se conocía como «la recitación de las primicias» (vers. 3, 5-10). Esas expresiones que Dios prescribió están cargadas de importantes mensajes. Los adoradores recuerdan públicamente el deplorable estado en el que se encontraban sus antepasados como extranjeros. Es una experiencia con la cual se puede identificar toda la humanidad bajo la esclavitud del pecado. Asimismo, la recitación menciona que los oprimidos clama-


Los principios subyacentes a esa ceremonia nos ayudan a descubrir a Dios como el Refugio último de cualquier refugiado. Acaso Rut tenía una canasta vacía en la mano, y la siguiente pregunta en la mente: “¿Podré yo, una extranjera, hallar favor ante los ojos de otra persona para llenar hoy mi canasta?” ron al Señor y que él escuchó sus voces y miró su aflicción. Esa intervención divina colocó un rayo de esperanza en el horizonte. Cuando los redimidos continúan expresando las alabanzas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable, llegan a ser reflectores y permiten que la misma luz brille en la oscuridad que experimentan muchas personas que los rodean (1 Ped. 2:9). Glorificar. Después de presentar la canasta de las primicias y recitar los testimonios, el participante tenía que adorar (literalmente, «postrarse») ante el Señor (Deut. 26:10). Ese gesto de adoración demuestra la actitud de humildad y sacrificio que necesitamos experimentar cuando realmente

queremos glorificar a Dios. Al adorar con humildad, se nos recuerda que fuimos creados del polvo de la tierra; no hay lugar para el orgullo. En realidad, solo una vida salvada para gloria de Dios, y que comparte sus bendiciones con los demás, posee un valor duradero. Incluir. El fin de la ceremonia está marcado por la celebración. Los participantes se regocijan al compartir sus bendiciones con la familia y dos grupos específicos de personas: los levitas y los extranjeros. Es importante destacar que se incluye a los extranjeros en esta celebración y ocupan el lugar que ocupaba el anfitrión de la fiesta. Durante la presentación de la canasta ante el Señor, se responde a las necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales del extranjero. Ellos ahora también tienen la oportunidad de experimentar la bendición de Jehová como su refugio. ¿Dónde está nuestra canasta?

Hay muchas canastas por allí dando vueltas. Algunas están llenas de las «primicias» de fortunas, mientras que otras están vacías, en manos de desafortunados. Reconocer la verdadera fuente de nuestras bendiciones y expresar nuestra gratitud al poner énfasis en el Señor recitando su testimonio, glorificando su nombre e incluyendo a los desafortunados, colocará la canasta desbordante y la vacía en la misma mesa. Recuerde que somos llamados a ser el refugio de los refugiados. n * Elena White, «How Much Owest Thou?», Advent Review and Sabbath Herald, 25 de diciembre de 1900.

Melak Alemayehu es doctorando en Estudios Bíblicos/Antiguo Testamento en el Instituto Internacional Adventista de Estudios Avanzados en Silang (Filipinas). Él, su esposa Mihret, y sus dos hijos, Pheben y Paulos, son originarios de Etiopía. Vol. 12 No. 6 | Adventist World

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C R E E N C I A S

F U N D A M E N T A L E S

NÚMERO 19 Stefan Höschele

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JUSTICIA

omo crecí en una familia adventista, siempre me he preguntado cómo es que la gente puede aseverar que los Diez Mandamientos «ya no son válidos». ¿Ya no son válidos? ¿Qué ventaja tiene robar, tener otros dioses, destruir matrimonios, hacerse ídolos, trabajar siete días a la semana o dar falso testimonio? Quizás, estoy simplificando demasiado, pero honestamente no entiendo por qué algunos afirman que los cristianos ya no estamos bajo la Ley, y que el Decálogo ya no debería ser el punto de referencia de nuestras acciones. Por favor, no me entiendan mal: no soy legalista. No podemos ganar nada ante Dios si meramente seguimos las palabras de Éxodo 20. Además, detesto cuando algunos piensan que son los únicos y definitivos intérpretes de cómo implementar ciertas estipulaciones bíblicas en el presente. A pesar de ello, si alguien me desafía respecto de la legitimidad y autoridad de las normas escritas en las dos tablas de piedra, yo respondo, porque simplemente no existe un buen argumento contra esas obligaciones básicas que tenemos los creyentes en el Creador. Son tan básicas que es razonable verlas como requisitos mínimos si los tomamos al pie de la letra. Después de todo, el joven rico afirmó: «Todo esto lo he guardado desde mi juventud» (Mar. 10:20). Y Jesús no le respondió: «A ver, me parece que en realidad estás equivocado». Para mi tatarabuela, esa fue la razón para llegar a ser una de las primeras adventistas de su región. Por mucho tiempo reflexionó en el texto que dice: «Pues este es el amor a Dios: que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos» (1 Juan 5:3). Cuando se dio cuenta que los Diez Mandamientos son el mínimo básico de justicia por el cual regirnos, su decisión fue sumamente clara.

para

todos De igual manera, los Diez Mandamientos de Dios se aplican a todos. Si la justicia solo existiera para algunos, ¿qué tipo de justicia sería? Por ello, el mandamiento del sábado, el centro del Decálogo, señalaba que no solo los israelitas sino también los extranjeros y aun los animales debían dejar de lado sus trabajos en el séptimo día (Éxo. 20:10). Esto no significa que todo está bien en este mundo solo por aceptar los principios básicos del código moral de Éxodo 20. La mayoría de las sociedades está lejos de ofrecer oportunidades iguales para todos sus ciudadanos. Sin embargo, ¿cómo serían esas sociedades sin las normas que se derivan de las normas divinas? Como miembros de la comunidad y como cristianos, necesitamos un sentido de requisitos mínimos que impidan las peores injusticias.

Para todos

Un ejemplo

En el país donde vivo, la ley es muy importante. Ni se le ocurra siquiera sobornar a un funcionario para evadirla, porque podría meterse en serios problemas. Además es válida para todos. La razón es muy simple: la justicia solo es justicia cuando se aplica a todos. Sin embargo no todos se sienten bien con algunas leyes que tenemos que seguir, pero cuando surgen conflictos serios, es bueno saber que poderosos principios protegen la dignidad humana y estipulan las obligaciones de los ciudadanos.

La situación que experimentamos actualmente en Europa Occidental ilustra esto. Solo en mi país, en 2015 llegaron alrededor de un millón de refugiados. La mayoría de esas familias lloran la muerte de familiares y amigos. Muchos enfrentan persecución o amenazas en sus países solo porque pertenecen a la secta, el partido político o la familia equivocados. ¿Cuál es la manera justa de recibir a esos refugiados que llegan con la esperanza de ser tratados con imparcialidad?

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La lógica de Cristo es exactamente opuesta. Jesús tradujo las prohibiciones que buscan salvaguardar la sociedad en un sacrificio . ¿Cuál es la actitud cristiana que deberíamos demostrar? ¿Cómo puede el principio de la justicia del sábado ser aplicado a esta catástrofe humanitaria? Es bueno recordar que los Diez Mandamientos fueron dados a personas que migraron de un país a otro. Asimismo, Jesús mismo fue un refugiado en Egipto, y en sus famosas palabras sobre el juicio expreso: «Fui forastero y me recogisteis» (Mat. 25:35). Jesús demostró verdaderamente que guardar los mandamientos de Dios con el espíritu correcto es mucho más que tan solo abstenerse de matar, robar o adulterar. En lugar de robar, los cristianos se regocijan en la simpleza voluntaria. En lugar de codiciar, comparten, aun con los de distinta fe, como los muchos refugiados musulmanes que ahora llegan a Europa. Y antes que matar, los cristianos dan la vida, aun por los enemigos. No siempre es fácil amar al prójimo, y no es posible escoger a todos nuestros prójimos. A pesar de ello, el estándar mínimo es válido siempre y para todos. Algunos aquí en Alemania lo olvidan, y quieren regresar a una época en la que, varias generaciones atrás, no había ningún extranjero. Atestan las redes sociales con expresiones llenas de odio e incendian los centros de asilo. Exigen que les disparen a los

LA LEY de

inmigrantes en la frontera, y todo ello, para defender al «Occidente cristiano». La lógica de Cristo es exactamente opuesta. Jesús tradujo las prohibiciones que buscan salvaguardar la sociedad en un sacrificio. No usemos en vano el nombre de Dios, ni siquiera para defender nuestra idea de nación. Prefiramos ser maldecidos por seguir a Cristo. No trabajemos en sábado: demos un día de descanso a todos, y trabajemos seis días para que el reino de Dios se haga realidad. No demos falso testimonio: pronunciemos bendiciones y palabras de esperanza para todos, en especial a los que sufren vidas arruinadas. Ley y amor: ambos son necesarios. La primera, porque hay una norma bajo la cual jamás tenemos que caer; y el segundo, porque Cristo nos mostró la verdadera intención de los mandamientos de Dios. n

Stefan Höschele, Ph.D., fue misionero en Argelia y Tanzania y ahora enseña Teología Sistemática y Misionología en la Facultad de Teología de Friedensau, en Alemania.

Dios

Los grandes principios de la ley de Dios están incorporados en los Diez Mandamientos y ejemplificados en la vida de Cristo. Expresan el amor, la voluntad y el propósito de Dios en relación con la conducta y las relaciones humanas, y están en vigencia para todos los seres humanos de todas las épocas. Estos preceptos constituyen la base del pacto de Dios con su pueblo y la norma del juicio divino. Por medio de la obra del Espíritu Santo señalan el pecado y avivan la necesidad de un Salvador. La salvación es solo por gracia y no por obras, pero

su fruto es la obediencia a los mandamientos. Esta obediencia desarrolla el carácter cristiano y da como resultado una sensación de bienestar. Es una evidencia de nuestro amor al Señor y preocupación por nuestros semejantes. La obediencia por fe demuestra el poder de Cristo para transformar vidas y por lo tanto fortalecer el testimonio cristiano. (Éxo. 20:1-17; Deut. 28:1-14; Sal. 19:7-14; 40:7, 8; Mat. 5:17-20; 22:36-40; Heb. 8:8-10; Juan 14:15; 15:7-10; Rom. 8:3, 4; Efe. 2:8-10; Heb. 8:8-10; 1 Juan 2:3; 5:3; Apoc. 12:17; 14:12.)

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N O TA D E TA PA Maja Ahac

En el frente

T

odo comenzó como un día de descanso «normal». Era un cálido sábado de otoño, lleno de luz. Fuimos a la iglesia en la mañana, y después almorzamos con amigos. Entonces sonó mi teléfono: «Prepárate –dijo la voz en el otro extremo de la línea–. Lo que suponíamos se ha hecho realidad. Miles de refugiados se aproximan a la frontera eslovena». Ni yo ni los demás integrantes del equipo nos cuestionamos jamás la posibilidad de no ayudar. La única pregunta era ¿cómo servir y brindar ayuda humanitaria de la mejor manera posible? Pocas horas después, dimos la bienvenida a nuestro país a los primeros. Parecían muy cansados. Muchos llevaban pequeñas bolsas de plástico con todas sus posesiones. Traté de hablar con ellos, pero no nos entendíamos. Finalmente hallé un adolescente que hablaba inglés. Nos sentamos junto a él y algunos de sus amigos. Les pregunté qué hacían allí, después de semejante viaje. «Tenía dos opciones; o mataba o me mataban –me dijo un joven–. Yo solo quería terminar de estudiar y vivir». Me alegré que ya era de noche, porque no quería que vieran mis lágrimas. La trágica situación de los refugiados ahora era real y personal. Este joven tenía la misma edad que mi hijo mayor, pero huía de la guerra y simplemente trataba de seguir vivo. Su familia había reunido todas sus posesiones y lo habían enviado para que al menos una persona de la familia sobreviviera.

de

Donde ningún ser humano es ilegal

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B R I T T

C E L I N E ,

A D R A

N O R U E G A

No podemos cerrar los ojos

Sería tan fácil hacer de cuenta que los refugiados no están, que no son «dignos» de nuestra ayuda. A menudo son catalogados no solo como refugiados y migrantes, sino también como terroristas. Sin embargo, no soluciona nada creer irrestrictamente muchas de las teorías conspirativas y ver a los seres humanos como amenazas. Durante los últimos seis meses de trabajo con refugiados, no he hallado siquiera uno

BATALLA


M I L A N V I D A K O V I C’ ,

A D R A

E S L O V E N I A

ADRA Eslovenia distribuye agua, alimentos y ropa de abrigo a los refugiados en tránsito en la estación de tren de Dobova, en Eslovenia.

por el cual Jesús no dio su vida; no importa cuán sucio, tiritando de frío, temeroso, hambriento, nauseabundo, enfermo, pequeño o maltratado haya estado. Son seres humanos. Nada más ni menos que eso. Todo ser humano merece la oportunidad no solo de sobrevivir sino también de progresar. Sueño con el día en que demos la bienvenida a todas las personas a la familia de Dios, sin importar de qué país vengan, y sin usar excusas vergonzosas para no aceptarlos. No nos

toca a nosotros decidir quién merece la oportunidad de vivir; solo somos humanos. Es nuestra responsabilidad brindar atención básica, compartir lo que hemos recibido, ser la voz de los que no la tienen, brindar oportunidades a los desvalidos, ser una bendición para la humanidad, así como lo fue Jesús. No están solos

Durante los últimos meses he conocido a mucha gente y escuchado sus historias. He pasado noches sin dormir,

días muy ocupados, y he sufrido conflictos, faltantes de fondos y alimentos, cantidad insuficiente de mantas y zapatos, y muchas otras situaciones difíciles. Lo que más me inspiró durante este período, sin embargo, es que no estuve sola. Muchos otros –que llamo ángeles– se nos unieron. Aparecieron como surgiendo desde la nada. Grupos e individuos estuvieron dispuestos a dar de su tiempo, dinero y esfuerzo para ayudar a miles y miles de refugiados. Fueron de gran ánimo, y muchos compartieron también sus reflexiones conmigo. Lo común en todos nosotros es que, durante nuestro trabajo voluntario, sentimos que recibimos más de lo que damos. Los niños, sus madres y los discapacitados nos brindaron felicidad.

Historias compiladas por Urška Cˇehovin, coordinadora de relaciones públicas y recaudadora de fondos de ADRA Eslovenia.

La

PERSPECTIVA PERSONAL

Los refugiados y los voluntarios cuentan sus historias

Al encontrarme y hablar con refugiados que viajan en tren por Eslovenia, aprendí mucho sobre sus travesías. He aquí algunas de sus historias. –Urška Cˇehovin.

AAMIR: «Soy de Afganistán, y quiero ir a Alemania. He estado viajando con mi familia y un amigo durante un mes. Primero viajamos en automóvil, después en autobús y por barco, y ahora en tren. Fuimos afortunados de tener un verdadero barco. Estaba atestado, porque éramos 65, pero el mar estaba calmo, y llegamos sin problemas. Durante el viaje oímos rumores de que acaso no nos dejen quedar en Alemania y nos fuercen a regresar a Afganistán. A pesar de ello, asumimos el riesgo porque queremos una vida mejor». M I L A N V I D A K O V I C’ ,

A D R A

E S L O V E N I A

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Nos dio verdadero gozo ver la sonrisa de un niño, un bebé con ropa abrigada, un padre que compartía el alimento con sus pequeñuelos, una mujer que recibió disimuladamente productos para su higiene personal. La gratitud que demostraron no se puede expresar con palabras. Incomprendidos

Las burlas y las amenazas que recibimos desde quienes no nos comprenden, también fueron indescriptibles. Jamás experimenté tanta frustración, amargura y enojo por parte de individuos que esparcieron odio en lugar de brindar ayuda. Algunos no aprobaron los esfuerzos de ADRA o los míos. Me insultaron y hasta recibí amenazas. De ese dolor y tristeza, sin embargo, nació en mí la determinación de ayudar aún más.

La

M I L A N V I D A K O V I C’ ,

A D R A

E S L O V E N I A

N O TA D E TA PA

Durante los últimos seis meses de trabajar con refugiados, no he hallado siquiera uno por el cual Jesús no dio su vida . También experimenté la pérdida de algunos amigos que no comprendieron mi motivación. Sin embargo, me hice amiga de muchos otros, de gente que jamás pensé que tendría el privilegio de conocer.

PERSPECTIVA PERSONAL

Una experiencia transformadora

La crisis de los refugiados me ha sacudido, y también ha sacudido a la sociedad en la que vivo. Jamás seremos los mismos. He viajado a muchos lugares y presenciado la pobreza extrema,

(CONTINUACIÓN)

DUŠAN ERHOVNIC: «He estado como voluntario desde el comienzo de la crisis. Soy jubilado, así que tengo tiempo. Además, me encanta trabajar con las personas, y los demás voluntarios son excelentes. Colaboro en turnos de doce horas tres veces por semana. Una semana trabajamos durante el día, y la semana siguiente trabajamos durante la noche. Cada día es diferente. Experimentamos muchas cosas bellas, pero algunos días son muy impactantes. Y esos impactos permanecen un tiempo con nosotros».

U R Š K A Cˇ E H O V I N , A D R A E S L O V E N I A

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JORAM: «Tengo 28 años, y estudio inglés. Debido a la terrible situación de Siria, dejé temporalmente mis estudios para viajar con mi familia a un país más tranquilo. Somos trece personas. En Siria hemos tenido muchas dificultades porque somos kurdos. Siete miembros de nuestra familia fueron decapitados. Uno de mis parientes fue testigo de cómo mataban a sus hijas. Por eso huimos. Todo lo que queremos es una vida normal».

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U R Š K A

Cˇ E H O V I N ,

A D R A

E S L O V E N I A


ayudar. Sin embargo, encontrarme con muchos que piensan distinto fue inspirador y me hizo sentir rica y especial. He sido testigo de momentos históricos, y he escuchado historias personales de quienes tuvieron que enfrentar dificultades extremas en su búsqueda de una vida mejor. También he sido testigo de mucha gratitud. Los refugiados no son muy diferentes del resto de nosotros. Todos queremos

Maja Ahac es directora de ADRA Eslovenia.

Para donar, visite ADRA.org/refugees.

A D R A

E S L O V E N I A

SIMONA POOTOCˇAR, coordinadora de campo de ADRA Eslovenia: «Ayudar en realidad no es una decisión, sino algo que tenemos adentro. A mediados de agosto, decidimos reunir a un grupo de personas que comparten este sentimiento y que quieren ayudar con la situación de los refugiados. Obtuvimos una gran respuesta, y ahora somos un grupo de sesenta personas. He sido voluntaria por muchos años. Durante los últimos nueve, he estado a cargo de perros rescatistas y también he sido jefe del equipo de intervención de desaparecidos de Posavje, Dolenjska y Bela Krajina. He trabajado en muchas situaciones difíciles, pero esta es por mucho la más grande y difícil. Mi cuerpo está cansado, pero mi alma canta».

M I L A N V I D A K O V I C’ ,

A D R A M I L A N V I D A K O V I C’ ,

SAMI: «Mi familia dejó Siria hace dos años debido a la guerra. Estos dos años no han sido fáciles para nosotros. Mi padre es un buen ingeniero civil, pero en Egipto a donde fuimos, no encontraba trabajo. Por eso decidimos probar suerte en Europa. Esperamos comenzar una vida nueva en Alemania. Queremos aprender alemán, para luego estudiar, trabajar y pasar a ser parte de la comunidad». SAMI me presentó entonces a la joven que lo acompañaba: «Es mi amor. Hemos sido felices juntos estos dos años. Esperamos que toda nuestra familia pueda estar segura en un lugar, y entonces nos casaremos».

lo mismo: sobrevivir, vivir en paz, y ser aceptados como seres humanos. Nada más ni nada menos que eso. n

Se necesita con urgencia su apoyo para los refugiados. Las donaciones monetarias son la mejor manera de ayudar, porque permiten que los equipos de emergencia respondan rápidamente frente a las cambiantes condiciones.

E S L O V E N I A

pero la inequidad y la obvia injusticia social jamás fueron tan intensas. Durante el día trabajaba en la oficina, en las tardes y noches ayudaba a los refugiados, y en las mañanas pasaba tiempo con mis propios hijos. Ver a mis hijos me recordaba que aunque ellos tienen posibilidades y oportunidades ilimitadas para el futuro, los niños refugiados ni siquiera pueden trasladarse libremente. Esto es porque hay quienes incluso consideran peligrosos a los niños pequeños. Esa experiencia me cambió. ¿Quedé traumada? Espero que no. ¿Bendecida? Por supuesto. Me considero privilegiada de que se me considere digna de servir a la humanidad, y ni que hablar de ser una voz para los que no la tienen. Me dolió ver a los que no quieren ser la voz de los vulnerables, o que no quieren


T E S T I M O N I O

Blia Xiong, según se lo contó a Terri Saelee

Yo fui

REFUGIADA El viaje de una mujer hacia la libertad

«¡

C

ielo, ayúdame!», clamé con desesperación desde el medio del río Mekong, entre las costas de Laos y Tailandia, mientras la corriente salvaje me arrastraba río abajo hacia lo que creía sería una muerte segura. Estaba acostumbrada a huir; no conocía otra cosa. Las tropas habían estado en la selva desde antes de mi nacimiento y, cuando solo tenía siete meses, mi padre y mi «madre más joven» (la segunda esposa de mi padre) tomó a la familia y huyó de los tiroteos. Por eso, estaba acostumbrada a vivir en la selva, rebuscándonos con la comida y cocinando solo de noche para no ser blanco de ataques. A pesar de ello, luchar contra la corriente del Mekong inundado por el monzón estaba más allá de mi capacidad, y lo sabía. Lo mismo sentía la familia con la que estaba, que me ayudaba porque mis padres habían muerto. Había sido atada junto a otros tres niños (uno de ellos, de cuatro años) a un primo que era buen nadador. Cuando salió la luna, comenzamos a cruzar. Usando cañas de bambú a manera de salvavidas, habíamos estado nadando gran parte de la noche. Entonces escuchamos el canto del gallo. Pronto amanecería. «Voy a cortar la cuerda», dijo mi primo, temiendo una golpiza si veían que nos ayudaba a huir. No obstante, ¿cómo cruzaría yo sola el río con los demás niños para llegar a Tailandia? Cuando cortó la cuerda, la corriente nos hizo girar repentinamente y nos empujó de regreso a Laos. En ese momento clamé por ayuda al mayor poder que conocía. Los ancianos lo llamaban «Dueño del Cielo», o simplemente «Cielo». Decían que era el que había creado todas las cosas y nos había dado la vida. Mi pueblo, los hmongs, eran animistas y adoraban a espíritus. A pesar de ello, a veces clamaban a Cielo pidiendo ayuda. Yo misma había experimentado su poder. De niña, Cielo me había salvado de ahogarme y, más tarde, de ser muerta por una cobra. Ahora, mientras luchaba contra las rugientes corrientes, para llegar a Tailandia sana y salva, mi corazón se aferró a la desesperada esperanza de que ese «Dueño del Cielo» salvara

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DÍA FELIZ: Blia Xiong (segunda desde la izquierda) junto a su hija Panyia y su hijo Shoua (junto a Panyia) en el día de su bautismo. mi vida una vez más. «¡Cielo, por favor, ayúdanos!» Después de eso, logramos de alguna manera dirigirnos otra vez hacia Tailandia. Luchando juntos, llegamos a la ribera, donde logramos aferrarnos a algunas enredaderas y trepar hasta la costa. ¡Cielo me había salvado una vez más! La vida de refugiada

Con la ayuda de otros, finalmente logramos llegar al campamento de refugiados Ban Vinai, donde había otros cincuenta mil hmongs. Una familia me permitió estar con ellos, pero no me trataron bien y tiempo después me obligaron a contraer matrimonio. Mi esposo y yo tuvimos tres hijos, pero me enfermé y quedé muy débil y mi esposo finalmente se divorció de mí. Clamé a Cielo pidiendo ayuda. Una vez más, me escuchó. Poco a poco, recuperé las fuerzas y pude cuidar nuevamente a mis hijos. Un nuevo comienzo

Estados Unidos llevó a cabo entrevistas de reubicación, y mis hijos y yo fuimos aceptados. Fuimos enviados a Madison (Wisconsin). Seguía con severos problemas de salud, pero los miembros de la iglesia adventista local me ayudaron y oraron por mí. Con el tiempo, Dios restauró mi salud, y comencé a estudiar la Biblia. Descubrí que el Dueño del Cielo, que me había salvado aun antes de conocer su verdadero nombre, es el Dios de la Biblia y mi Padre celestial. En 2006, mis dos hijos mayores y yo fuimos bautizados. Desde entonces, no he podido dejar de hablar del amor y el poder sanador de Dios. Soy refugiada, pero ya no soy huérfana. Estoy llena de gratitud por el amor inalterable de Dios. n

Blia Xiong y sus hijos siguen viviendo en Madison (Wisconsin, EE. UU.). Terri Saelee es coordinadora de Ministerios para Refugiados e Inmigrantes en la División Norteamericana. F O T O G R A F Í A S

C O R T E S Í A

D E L

A U T O R


E S P Í R I T U

Elena White

D E

P R O F E C Í A

Los

PLEITOS

en la iglesia

Criticar y desanimar a otros no es parte de los dones espirituales

E

s necesario elevar la mente para que se espacie en las escenas eternas, en el cielo, en sus tesoros, en sus glorias, y que reciba una dulce y santa satisfacción en las verdades de la Biblia. Debería sentir satisfacción de alimentarse con las preciosas promesas que ofrece la Palabra de Dios, y debería encontrar solaz en ella […]. La mente, sin embargo, ha sido empleada en forma muy distinta. ¡Se ha ocupado en recoger la paja! Las reuniones de la iglesia, en la forma como se han llevado a cabo, han sido una verdadera maldición para muchos […]. Estos pleitos fabricados han dado rienda suelta a conjeturas y suposiciones malignas. Los celos han sido alimentados. Ha existido odio, pero no lo han reconocido. Las mentes de algunos han abrigado ideas erróneas, y se han visto inclinados a reprochar sin amor, han medido a otros con la idea que ellos tienen de lo que es correcto, y no han tenido misericordia sino que han abrumado a la persona caída con un peso destructor. Se ha convertido en un asunto muy liviano la tarea de controlar la vida de un hermano, de condenarlo y de mantenerlo bajo condenación. Se ha manifestado celo por Dios, pero sin conocimiento. Si cada uno pusiera orden en su propio corazón, cuando se reúnen, su testimonio sería espontáneo y procedería de un alma llena, lo cual conmovería a las personas que no creen en la verdad. La manifestación del Espíritu de Dios diría a sus corazones

que vosotros sois hijos de Dios. Nuestro amor mutuo debería ser evidente para todos. Entonces hablaría y tendría influencia […]. El amor, no el egoísmo

Ocupaos de la obra individualmente, manifestad celo por la causa y arrepentíos; y después de haber corregido todos los males, creed que Dios os acepta. No murmuréis sino que aceptad la Palabra de Dios. Vedlo con diligencia y creed que él os recibe. Una parte de la obra consiste en creer. El que ha prometido es fiel. Avanzad por fe. Los hermanos […] pueden beber la salvación de Dios. Pueden avanzar con entendimiento, y cada uno puede tener una experiencia personal en este mensaje del Testigo Fiel a los laodicenses. La iglesia siente que se encuentra caída, pero no sabe cómo levantarse. Las intenciones de algunos pueden ser muy buenas; pueden hacer confesiones; sin embargo vi que son observados con sospecha y se los considera ofensores por una palabra pronunciada, hasta que no tienen libertad ni salvación. No se atreven a manifestar los sencillos sentimientos del corazón, porque saben que se los observa. Dios desea que su pueblo le tema y que tengan confianza unos con otros. Los hermanos deberían manifestar tierna compasión en su trato mutuo. Necesitan tratar con mucha delicadeza los sentimientos de los demás. Ocuparse de los males de los demás debería ser la obra más delicada e importante de

todas. Un hermano debería ocuparse de ello con la mayor humildad y considerando sus propias debilidades, para que él mismo no sea tentado. He visto el gran sacrificio que Jesús hizo para redimir a los seres humanos. No consideró su vida demasiado valiosa para sacrificarla. Jesús dijo: «Que os améis unos a otros, como yo os he amado» (Juan 15:12). Cuando un hermano peca, ¿siente usted que podría dar su vida para salvarlo? Si siente en esa forma, puede aproximarse a él y ejercer influencia en su corazón; usted es justamente la persona que puede hablar con ese hermano. Resulta lamentable, sin embargo, que muchos que profesan ser hermanos no están dispuestos a sacrificar ninguna de sus opiniones, ni su juicio, para salvar al hermano. Hay muy poco amor mutuo. Se manifiesta un espíritu de egoísmo. El desánimo ha invadido la iglesia. Los miembros han estado amando el mundo, sus granjas y su ganado. Ahora Jesús los llama a apartarse, a hacerse tesoros en el cielo, a comprar oro, vestidos blancos y colirio. Son tesoros preciosos. El que los posea obtendrá la entrada al reino de Dios. n

Los adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público. Este consejo fue dado en Ulysses (Pensilvania, EE. UU.), el 6 de julio de 1857, y está registrado en Testimonios para la iglesia, vol. 1, pp. 153-155.

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V I D A

A D V E N T I S T A

E

l número de refugiados en el mundo actual marca una tendencia sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados,1 en 2011 había 10,4 millones de refugiados en el mundo. En 2015, esa cifra llegó a los 15,1 millones. Esto no incluye los solicitantes de asilo o los desplazados, los apátridas, y los retornados a su lugar de origen. Si se suman esos grupos, la cifra se aproxima a los sesenta millones de personas. Gran parte del crecimiento reciente está asociado con los conflictos de Siria, Afganistán, Somalia y Sudán del Sur. La mayoría de los refugiados termina en países vecinos, pero muchos otros llegan a destinos más distantes, de manera que esto se convierte en una cuestión mundial. Muchos de nuestros lectores acaso observaron individuos tocados por esa tragedia, y algunos tendrán la oportunidad de amistarse con ellos y brindarles la calidez humana que les falta. Los desafíos de esas víctimas son colosales. Niños, adolescentes, adultos y ancianos son desplazados a la fuerza desde sus aldeas, pueblos y ciudades locales debido a la persecución, el conflicto, la violencia o la violación de los derechos humanos. Mientras huyen, muchos son objeto de predadores que siguen ejerciendo la violencia, la extorsión, el robo y otras formas de agresión. Aun en sus destinos y bajo protección legal, los refugiados pueden seguir siendo acosados y discriminados. Los niños son los más vulnerables. Muchos son testigos del horror o pierden sus padres, hermanos y amigos. Como resultado, terminan en manos de algún pariente distante, o simplemente buscan sobrevivir por su cuenta. Muchos corren riesgos de abusos físico, emocional y sexual, de explotación, o de ser forzados a cometer actos de violencia (por ejemplo, como niños soldados). Las consecuencias del trauma

Los efectos del trauma pueden ser experimentados a largo plazo, aun mucho tiempo después de la desaparición de la amenaza. Según la persona y las circunstancias, pueden desarrollar el trastorno por estrés postraumático (TEPT), una grave afección psiquiátrica. Según el DSM-5,2 los individuos con TEPT han recibido el impacto de un evento traumático en al menos una de las siguientes maneras: Fueron receptores del ataque o agresión. Fueron testigos directos de una acción contra otra persona. Se les dijo que un familiar o amigo cercano era víctima del trauma o la muerte violenta. Estuvieron expuestos a experiencias traumáticas de otros (esto se aplica a quienes trabajan en servicios de emergencia tales como la policía, los bomberos, etc., quienes muy a menudo enfrentan los resultados del trauma y pueden desarrollar TEPT). Una vez que los individuos han sido «traumatizados» por un acontecimiento o conjunto de ellos, experimentan «síntomas de intrusión», tales como recuerdos recurrentes y angustiantes, pesadillas, recurrencia, angustia psicológica prolongada y reacciones psicológicas.

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De

traumas y

pérdidas Las realidades diarias de los refugiados Julian Melgosa

Al mismo tiempo, evitan con persistencia pensamientos, recuerdos, objetos, personas y circunstancias relacionadas con el evento. Las víctimas también experimentan alteraciones cognitivas (por ejemplo, no recuerdan importantes partes del evento, creen que todos están contra ellas, o son incapaces de concentrarse). Su humor también puede verse afectado (marcado cansancio, sensación de inutilidad o tristeza), y pueden tener ataques de enojo o violencia contra sí mismos u otras personas. Cómo brindarles apoyo

Cuando los síntomas mencionados se encuentran presentes de manera continua durante más de un mes, se puede diagnosticar TEPT, y a partir de allí los afectados necesitan ayuda profesional. Aun los que no alcanzan niveles clínicos, sin embargo, sufren seriamente y necesitan el apoyo de otros seres humanos amantes y dedicados. He aquí algunas maneras de ayudar a los refugiados o desplazados: ■■ Infórmeles de las señales y síntomas del trauma, y ofrézcales esperanza. Esto les garantiza que sus problemas son conocidos, que otros los han experimentado, y que hay una salida. ■■ Trabaje con grupos pequeños, en especial si son niños. En las escuelas y comunidades, a menudo ha sido útil F O T O G R A F Í A :

B A U D O U I N

N A C H


Textos bíblicos para

reunir a cinco o seis jovencitos para compartir sus experiencias y enseñarles pensamientos y conductas saludables. ■■ Ayúdeles a cultivar un nivel básico de confianza. Después de sus terribles experiencias, la mayoría no confía en nadie. Un cristiano solícito puede, poco a poco, mostrar compasión y ofrecer ayuda práctica, para provocar el crecimiento de la confianza. ■■ Bríndeles todo lo que pueda de lo siguiente: oportunidades educativas, presencia de familiares, un empleo, una identidad cultural, tradiciones de sus regiones, deportes y otras actividades La oración ferviente, y también la repetición físicas y acceso a la atención médica y/o mental. Los datos de versículos bíblicos que ofrecen seguridad, son muestran que todo ello contribuye a la recuperación. ■■ Provéales de experiencias religiosas. El estudio de Mollica3 grandes herramientas para aliviar el dolor de con los refugiados mostró que los que participan de actividades los que sufren el desarraigo. A continuación religiosas tienen un tercio menos de probabilidades de llegar a presentamos algunos ejemplos:1 un TEPT que los no religiosos. Esto abre la oportunidad para que los miembros de iglesia activos se hagan amigos, oren «En su angustia clamaron al Señor, y él los salvó y compartan las promesas de Dios (véase el recuadro). de su aflicción. Los sacó de las sombras tenebrosas y ■■ Ofrézcales oportunidades de artes creativas como rompió en pedazos sus cadenas». forma de terapia. Hablar (una importante avenida para Salmos 107:13, 14 la sanación emocional) no siempre es posible, debido a las inhibiciones, el idioma y las barreras culturales. «El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la La música, la pintura o la escultura en arcilla pueden sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: “Tú eres facilitar una avenida para que las víctimas se abran y mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío”». procesen sus experiencias traumáticas. Salmos 91:1, 2 ■■ Equípelos con estrategias de autoayuda. Esto puede ser brindado fácilmente por profesionales de «Te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás salud mental (psicólogos, consejeros, trabajadores refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! sociales). Pero cuando ellos no están disponibles, puede ser que personas sagaces y de buen corazón No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela les den habilidades prácticas y aun estilos de día, ni la peste que acecha en las sombras ni la conductuales y mentales adaptativos que les ayuden plaga que destruye a mediodía». a enfrentar sus desafíos. El simple acto de amar a un Salmos 91:4-6 individuo en estas circunstancias acaso se convierta en la terapia más eficiente. «Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos Dios espera que cuidemos de los refugiados, y que mis temores». usemos nuestros recursos para ayudarlos (Lev. 19:34; Salmos 34:4 Isa. 58:6-11). Seamos tan compasivos hacia los refugiados como queremos que el Señor lo sea con nosotros. n «El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por 1 Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Mid-Year Trends 2015 cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los (Ginebra, Suiza). 2 American Psychiatric Association, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorpobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, ders, Fifth Edition (DSM-5) (Washington, D.C., EE. UU.: 2013). 3 R. F. Mollica, X. Cui, K. McInnes y M. P. Massagli, «Science-based Policy for Psychosoa proclamar liberación a los cautivos y libertad a los cial Interventions in Refugee Camps: A Cambodian Example», Journal of Nervous and prisioneros, a pregonar el año del favor del Señor Mental Disease 190, no. 3 (2002): 158-166. y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo, y a confortar a los dolientes de Sión». Isaías 61:1-3

compartir

El doctor Julián Melgosa, originario de España, es director asociado del Departamento de Educación de la Asociación General y editor asociado de la Revista de educación adventista (ediciones internacionales).

1 Los

textos bíblicos han sido extraídos de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 de Biblica, Inc.® Usada con autorización. Todos los derechos reservados.

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INFORME ESPECIAL

H

ace poco pasé tres semanas en Oriente Medio. En mi última noche en Estambul, caminaba de regreso a mi hotel cuando en la oscuridad divisé una pequeña silueta. Era un niño sentado en la acera con las piernas encogidas hacia el pecho y la espalda apoyada en la pared. Aunque estaba en la penumbra, los dos pequeños paquetes de pañuelos de papel que vendía

LOS NIÑOS

Las víctimas más vulnerables de las situaciones

estaban acomodados bajo la luz de las farolas de la calle. Los niños refugiados de Estambul a menudo venden pañuelos de papel a los transeúntes. Este niño llamó la atención, y me detuve. Al arrodillarme vi lágrimas en sus ojos. Tenía quizá siete u ocho años, y estaba muy triste. Al mirar su rostro inocente y anegado por las lágrimas sentí deseos de consolarlo. No hablo su idioma y sabía que él no hablaba el mío, pero deseaba comunicarle que me interesaba en él. Esperaba que lo captara, aunque no entendiera mis palabras. Saqué veinte liras, se las di, y tomé uno de sus paquetes de pañuelos. Como el precio suele ser de una lira, esperaba que esto lo hiciera sonreír, pero no fue así. Su dolor era mucho más profundo. Golpeó entonces su corazón con la mano varias veces. Una amiga que me acompañaba me dijo que ese gesto quería decir: «Gracias, muchas gracias». Aun así, jamás sonrió. No tenía manera de consolar al muchachito. Coloqué mi mano en su rodilla y oré por él. Pedí a Dios que sanara su corazón y proveyera para sus necesidades y las de su familia. Esperaba que tuviera familia. Necesidades inmensas

Las necesidades de los niños refugiados son inmensas. No solo se han visto forzados a huir de sus hogares; la mayoría ha sido testigo de situaciones traumáticas y violencia. En psicología, se define trauma como «un suceso estresante que está fuera del ámbito de la experiencia humana usual». Es algo común, sin embargo, entre los refugiados. Según Judith Herman, experta en trauma de la Facultad de Medicina de Harvard, un evento es considerado traumático, no porque se produzca en raras ocasiones, sino porque sobrepasa nuestra capacidad normal de procesarlo. Un evento traumático puede ser

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L. Ann Hamel

cualquier cosa que represente una amenaza a la supervivencia. Dave Ziegler, psicólogo que trata niños y familias afectadas, dice que todo lo que interfiere con el desarrollo óptimo de un niño puede considerarse un tipo de trauma. Según Ziegler, el abandono es considerado la forma más generalizada y persistente de trauma, y posee el mayor impacto a largo plazo en el desarrollo de un niño. Los niños refugiados suelen carecer de los recursos emocionales y físicos necesarios para el desarrollo saludable, y los efectos a menudo duran hasta bien entrada la vida adulta. Donald Meichenbaum, uno de los fundadores de la terapia cognitiva conductual y autor del libro Manual para el profesional: Tratamiento de adultos con estrés postraumático, señala que el cincuenta por ciento de la población psiquiátrica general posee una historia de victimización, y que hasta el ochenta y cinco por ciento de los que tienen diagnósticos severos tales como esquizofrenia o trastorno bipolar informan una historia de abuso o situaciones traumáticas. Las investigaciones recientes han hallado que el estrés severo y crónico hace que los sistemas corporales produzcan una respuesta inflamatoria que lleva a la enfermedad. El Estudio de Experiencias Adversas en la Niñez, que es el estudio de salud pública más grande acerca del impacto de los traumas de la niñez sobre el desarrollo de las enfermedades crónicas, halló que la experiencia de situaciones traumáticas en los niños eleva de manera significativa el riesgo de desarrollar F O T O G R A F Í A :

A D R A


problemas de salud física y emocional en la adultez. Las investigaciones sobre el impacto de las situaciones traumáticas han hallado que el estrés tóxico puede perjudicar físicamente el cerebro en desarrollo de un niño. Cuando el cerebro de los niños está sobrecargado de hormonas del estrés, esto afecta su capacidad de aprender en la escuela y de cultivar relaciones de confianza con los adultos y sus compañeros.

Al mismo tiempo, los refugiados luchan para cubrir sus necesidades básicas de alimento y abrigo. Sin la ayuda de otros, la vasta mayoría de esas familias no podría cubrir sus necesidades más básicas. Los especialistas en situaciones traumáticas reconocen que los niños que carecen de los recursos físicos y emocionales para un crecimiento saludable corren riesgos de desarrollar problemas físicos y emocionales a largo plazo. Los niños refugiados también necesitan conectarse con personas que los amen, los cuiden y comprendan sus experiencias. Así como los expertos han descubierto que las situaciones traumáticas cambian el cerebro, también saben que un apego seguro tiene un impacto sobre la estructura física del cerebro, los circuitos del cerebro que establecen los cimientos del desarrollo posterior y la resiliencia emocional. El apego al que les brinda atención los protege del efecto de la situación traumática y alivia su impacto.1 Por ello, debería enfatizarse el apoyo a las familias de refugiados y sus comunidades. Necesitan sentir que son parte de una comunidad más amplia. El apoyo social es el factor más predictivo de la resiliencia postraumática ante situaciones de catástrofe.2 Los niños refugiados también requieren un sentido de estabilidad en la vida. Necesitan regresar todo lo posible a una rutina predecible. La escuela brinda un sentido de seguridad para los niños refugiados que tienen la fortuna de poder estudiar. La mayoría de nosotros no tiene la oportunidad de trabajar con los refugiados, pero todos podemos ayudar para cubrir sus necesidades básicas por medio de presentes y donaciones. Mediante nuestras actitudes y oraciones, también podemos brindar un ambiente seguro y aceptación en las culturas en las que vivimos. Jesús dijo: «De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis» (Mat. 25:40). n

REFUGIADOS

traumáticas y las pérdidas Los niños son vulnerables

La vulnerabilidad de los niños refugiados captó la atención de los medios en septiembre pasado, cuando un niñito de tres años se ahogó mientras su familia trataba de cruzar el Mar Mediterráneo desde Turquía hacia Grecia. Todos nos emocionamos al ver la imagen de ese muchachito yaciendo boca abajo en la arena, vestido con una camiseta roja y pantalones cortos azules. Pocas semanas después de que su cuerpo fuera arrastrado hasta la costa, me encontraba en Bodrum (Turquía). Vi las tiendas que vendían chalecos salvavidas a los refugiados que querían tomar precauciones extras para realizar el peligroso cruce por el Mediterráneo en busca de una vida más segura. ¿Es posible que olvidemos la imagen de ese niñito yaciendo allí boca abajo en la arena? ¿O la de su hermano de cinco años, que también se ahogó en esa fatídica noche? Satisfacer sus necesidades

Lo primero y más importante que necesitan los niños refugiados es un sentido de seguridad. La familia cuyos niños murieron en la costa de Bodrum huían de un país donde nadie los quería y donde sus vidas estaban en peligro. Como sus opciones eran tan limitadas, escogieron tratar de ingresar a otro país que tampoco los quería, un país que solo les daba asilo temporario. Sin embargo, la esperanza de asilo temporario era suficiente para llevarlos a asumir el enorme riesgo de cruzar el mar en medio de la noche en una embarcación demasiado pequeña para brindarles la seguridad que necesitaban. La seguridad es la primera y más importante consideración a la hora de satisfacer las necesidades de los niños refugiados y sus familias.

1 Centro 2 George

del Niño en Desarrollo, Universidad Harvard. Everly, Escuela de Salud Pública Johns Hopkins.

La doctora L. Ann Hamel es psicóloga y vive en Berrien Springs (Míchigan, EE. UU.). Hamel, que es experta certificada en estrés traumático e integrante de la Academia Estadounidense de Expertos en Estrés Traumático, colabora con la Asociación General interviniendo en situaciones de crisis y brindando atención y apoyo a los misioneros.

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R E S P U E S T A S

A

P R E G U N T A S

B Í B L I C A S

Un

¿Cuál fue el propósito de las ciudades de refugio en el Antiguo Testamento?

lugar seguro

Las ciudades de refugio fueron seleccionadas de entre las ciudades levíticas como lugares de asilo para personas que causaran la muerte a alguien de manera accidental o involuntaria. Estaban bajo la protección del Señor mediante el sistema sacerdotal. Eran seis, y estaban ubicadas en lugares centrales de Israel, permitiendo así que los sospechosos de homicidio hallaran refugio en ellas hasta que se investigaran sus casos y se diera el veredicto (Deut. 19:2-4; Núm. 35:23, 24). Examinaré la legislación para comentar sobre sus principios y valores fundamentales. 1. Restringía el papel del vengador de la sangre (Go‘el): Una de las funciones de un pariente cercano de la persona que perdía la vida (heb. go‘el, «redentor») era restaurar el orden dentro de la sociedad. Esto se lograba al ejecutar al asesino. Era una práctica común en todo el Antiguo Cercano Oriente y, a menudo, el vengador mataba indiscriminadamente, como un acto de venganza, a varios miembros de la otra tribu. Las ciudades de refugio servían para controlar esa sed de venganza, al requerir que la acusación de homicidio fuera demostrada en una corte, donde se podían evaluar las pruebas y tomar una decisión final. Si la persona era hallada culpable, el redentor o vengador de la sangre era el ejecutor de la sentencia al cobrarse la vida del homicida. En otras palabras, la función del redentor de la sangre quedaba bajo la jurisdicción del derecho civil (Núm. 35:12). 2. Establecía una importante distinción legal: Mediante la institución de ciudades de refugio, se establecía una importante distinción legal entre el homicidio premeditado y el accidental. La corte estaba obligada a examinar las pruebas, el instrumento usado para provocar la muerte, el estado mental durante el supuesto homicidio, la relación previa entre la víctima y el homicida, y las circunstancias que terminaron con esa muerte (por ej., si la persona fue empujada desde un lugar alto, si la persona fue golpeada por la cabeza voladora de un hacha; véase Núm. 35:16-23; Deut. 19:4, 5). La responsabilidad de la asamblea era juzgar «entre el que causó la muerte (el supuesto homicida) y el vengador de la sangre conforme a estas leyes» (Núm. 35:24). Si la asamblea

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determinaba que el homicidio era accidental, era responsabilidad del vengador dejar «que el acusado [regresara] a la ciudad de refugio adonde huyó» (vers. 25, NVI). Esto implicaba que a esas personas se les brindaba una escolta para protegerlas en sus viajes a la ciudad de refugio. 3. Respondía al derramamiento de sangre inocente: El derramamiento de sangre inocente no solo perjudicaba la vida social y espiritual de las personas, sino que también contaminaba la tierra sobre la cual se derramaba la sangre. Si no se respondía a esa situación, Dios, el dueño de la tierra, la abandonaría. La vida era demasiado preciosa; y la única manera de purificarla era por medio de la ejecución del homicida (Núm. 35:33, 34). La pena capital afirma el valor de la vida al demandar la vida del homicida. En consecuencia, había un lugar para la función del redentor de la sangre, aunque las ciudades de refugio limitaban esa función al impedir que se diera muerte al homicida accidental y el derramamiento de sangre inocente (Deut. 19:10). Tales personas hallaban refugio en el Señor y eran intocables, a menos que abandonaran el lugar de refugio, en cuyo caso el vengador de la sangre podía darles muerte (Núm. 35:26, 27). 4. Importancia de la ley: Quizás el detalle más importante de la legislación es que la persona tenía que permanecer en la ciudad hasta la muerte del sumo sacerdote (vers. 25, 28). La implicación era que quitar la vida siempre es un asunto serio y, aunque en casos de homicidio involuntario no se requería la pena capital, había que responder al crimen. La muerte del sumo sacerdote es contada como la muerte de los homicidas accidentales, haciendo posible que estos últimos regresaran a su hogar. La significación cristiana es sumamente clara: aunque hemos sido declarados culpables, en el Señor encontramos nuestra «ciudad de refugio». El Redentor de la sangre es nuestro Redentor y, en lugar de castigarnos, su muerte es nuestra muerte. Es la que hace posible que podamos regresar a casa. n

Ángel Manuel Rodríguez se ha jubilado después de trabajar como pastor, profesor y teólogo.


E S T U D I O

B Í B L I C O

Prohibido

Mark A. Finley

rendirse

H

a tenido alguna vez ganas de darse por vencido? ¿Le han parecido abrumadores los desafíos de la vida? ¿ ¿Ha sentido alguna vez que sus problemas eran demasiado difíciles de enfrentar? Si alguna vez experimentó algo así, podrá seguramente identificarse con la viuda pobre e indigente del estudio bíblico de este mes. En medio de su angustia, esta anónima mujer se aferró a un rayo de esperanza, y Dios obró un milagro increíble en su vida. El desafío que enfrentó llegó a ser una oportunidad para que Dios obrara con poder en su vida. Sus montañas de dificultades no fueron trabas para Dios, porque «para Dios todo es posible» (Mat. 19:26).

1

¿Qué tres desafíos enfrentaba esta pobre viuda? Lea 2 Reyes 4:1. ¡Esta mujer sí que tenía desafíos! Su esposo había muerto, sus deudas eran abrumadoras, y los acreedores querían quitarle los hijos y venderlos como esclavos para pagar sus deudas. Su angustia tiene que haber sido casi insoportable. No obstante, he aquí la buena nueva: Dios ve nuestra angustia, y no nos deja solos en nuestras dificultades (véase Isa. 63:9; Mat. 11:28-30; Heb. 7:25).

2

¿Cómo se sentiría si estuviera en lugar de esta mujer? Trate de imaginarlo. Enumere algunas de las emociones que ella habrá sentido.

3 ¿Qué pregunta le hizo el profeta Eliseo, y por qué resulta significativa? Lea 2 Reyes 4:2. He aquí un principio eterno: Dios siempre comienza con lo que tenemos, no con lo que no tenemos. La pregunta de Eliseo tenía por objetivo ayudar a que esta mujer viera que lo poco que tenía, en combinación con su fe, eran los ingredientes suficientes para que el poder de Dios se manifestara milagrosamente. Cuando Moisés se sintió inadecuado para liberar a Israel de la esclavitud de Egipto, Dios le preguntó: «¿Qué es eso que tienes en tu mano?» (Éxo. 4:2). En otras palabras, ¿qué tienes? En el caso de Moisés era un simple cayado. Cuando Jesús alimentó a cinco mil en una colina de Galilea, comenzó con el almuerzo de un muchachito. Con Jesús, un poco es mucho. Comience con lo que tiene. Confíe en Dios y véalo hacer milagros en su vida.

F O T O G R A F Í A :

M U S E O

D E

E R E T Z

I S R A E L

4 Lea 2 Reyes 4:3. ¿Por qué cree que Eliseo le dijo a la mujer: «Ve y pídeles vasijas prestadas a todos tus vecinos»? Dios a menudo nos invita a hacer algo como expresión de nuestra fe. Cuando actuamos por fe, la puerta queda abierta para que él obre poderosamente en nuestra vida.

5

Lea 2 Reyes 4:4. ¿Por qué usted piensa que el profeta le dijo a la viuda y a sus hijos que cerraran la puerta de su hogar al momento de llenar las vasijas? Quizá esto indica que Dios se interesa en los detalles. Acaso los quería proteger de los ladrones. Tal vez quería que pudieran regocijarse en las bendiciones de Dios y alabarlo sin que los vecinos los interrumpieran.

6 ¿De qué manera esta historia nos habla de la bondad y grandeza de Dios? ¿Qué nos dice sobre el cuidado de Dios por los que enfrentan los desafíos más grandes de la vida? Compare 2 Reyes 4:6, 7 con la invitación de Jesús en Mateo 11:28-30 y Hebreos 4:14-16. 7

¿Qué significación tiene esa historia y otras similares para el pueblo del tiempo del fin que aguarda el regreso de Cristo? Lea Mateo 25:31-40; Miqueas 7:8 y Santiago 1:7. Esta lección revela tres verdades eternas y transformadoras. En primer lugar, los desafíos más grandes de la vida son oportunidades para que Dios obre milagros inusuales. En segundo lugar, Dios no nos olvida en nuestros momentos de mayor necesidad. Él está allí en medio de nuestras pruebas para animar, apoyar y fortalecernos. En tercer lugar, y al igual que Eliseo, las personas del tiempo del fin son llamadas a ministrar a los pobres, los indigentes y marginados sociales. Nuestra religión tiene poco valor si no nos transforma y nos hace más compasivos, comprensivos, bondadosos y dispuestos a ayudar a los necesitados. Ojalá que así sea en cada uno de nosotros. n

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INTERCAMBIO DE IDEAS

Huir del peligro,

ANSIAR LA LIBE

La actual crisis de refugiados es la peor desde el genocidio de Ruanda hace más de veinte años. Millones de personas se encuentran afectadas en decenas de países de Oriente Medio y Europa. Al igual que en Oriente Medio, el delito y la violencia son grandes problemas en Latinoamérica. El crimen organizado, las drogas y la corrupción de las fuerzas del orden afectan las vidas de millones de personas. Actividades tan simples como estudiar, ir de compras o ir a trabajar, hacen que la gente corra riesgo de secuestros, tráfico de personas u homicidios. No es de asombrar que muchos traten desesperadamente de ir a lugares como Canadá y los Estados Unidos, donde la amenaza de violencia es menor y pueden criar a sus familias con mayor seguridad.

Los países latinoamericanos

con mayores niveles de crímenes violentos son:

Fuente: CNN

BRASIL

ALEMANIA AUSTRIA DINAMARCA

HUNGRÍA

FRANCIA

EL SALVADOR

JORDANIA

GRECIA

HONDURAS

LÍBANO

ITALIA

MÉXICO

LIBIA

REINO UNIDO

VENEZUELA

TURQUÍA

SUECIA

DEFINICIONES Términos diferentes significan diferentes cosas. Ante algo tan complicado como la inmigración, en especial en la cultura tan altamente politizada de hoy, es importante usar los términos correctos a la hora de describir a las personas y su estatus. Adventist World | Junio 2016

Países que actualmente tienen el mayor número de solicitantes de asilo:

COLOMBIA

Algunas

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Países donde los solicitantes de asilo esperan hallar un hogar:

Los solicitantes de asilo son los que dicen que son refugiados pero cuya afirmación aún no ha sido evaluada definitivamente. En promedio, cada año, un millón de personas solicita asilo. A mediados de 2014, había más de 1,2 millones de solicitantes de asilo. Los desplazados internos son algunos de los más vulnerables del mundo. A diferencia de los refugiados, no han cruzado una frontera internacional en busca de refugio, sino que siguen dentro de sus países. Aunque han huido por razones

similares a las de los refugiados (conflictos armados, violencia generalizada, violaciones a los derechos humanos), los desplazados permanecen legalmente bajo la protección de su propio gobierno, aun cuando ese gobierno haya causado la huida. Los refugiados tienen que trasladarse para salvar su vida o preservar su libertad. Carecen de protección de su país; en efecto, a menudo su propio gobierno intenta perseguirlos. Si otros países no los dejan ingresar, o no los ayudan una vez que lo hacen, pueden estar condenándolos a la muerte o


RTAD

Para hacer una DIFERENCIA EN SU COMUNIDAD En una aldea global como la nuestra, no tenemos que ir lejos para encontrarnos con gente que está tratando de establecerse en comunidades donde acaso no conozcan el idioma, la cultura o las oportunidades que existen. He aquí algunas sugerencias sobre maneras de conectarse con ellos y ofrecerles soluciones: Participe de una escuela de idiomas. Si en su comunidad aún no existe, usted puede iniciar una. Si otra organización ya está operando una escuela de

idiomas, puede ofrecerse como voluntario. Recuerde que no es solo para los niños; los adultos necesitan ayuda para aprender la lengua. O rganice una despensa de alimentos. Distribuya folletos en el idioma de las poblaciones que usted espera alcanzar. Ofrézcales alimentos que les resulten familiares. Una vez más, si ya hay una despensa en funcionamiento, apoye como voluntario o con sus contribuciones.

Provéales muebles usados de calidad. Las personas suelen llegar con poco más que lo puesto. No tienen mucho dinero para amueblar su vivienda. Los

nuevos residentes precisarán mesas, sillas, colchones y camas en buenas condiciones. Asegúrese de que los Servicios Comunitarios Adventistas locales tengan suficientes recursos a mano, o que existan redes comunitarias donde sea posible conseguir muebles usados en buen estado.

Tenga una provisión de materiales religiosos. Las personas que sufren desarraigo a menudo están abiertas al apoyo espiritual. En ocasiones como

Países con el mayor número de personas que huyen de la violencia y la opresión:

AFGANISTÁN ERITREA

esta, puede servirle tener folletos atractivos en la lengua materna de ellos, donde se describa la iglesia y sus actividades, junto con los horarios y la información de contacto.

EN SU ESCUELA Si tiene una escuela (primaria, secundaria o terciaria), usted tiene oportunidades de llegar a los inmigrantes y hacerlos sentir en casa. Escoja una actividad que sea apropiada para cada edad y trate de incorporar una de las siguientes actividades:

IRAK

Organice un día de aptitud física. Tenga puestos donde se mida el peso,

SIRIA

la presión arterial, la flexibilidad, etc. Organice carreras de postas. Sirva

a una vida intolerable en las sombras, dejándolos sin sustento y sin derechos. La condición de apátrida se refiere a alguien que no es considerado ciudadano de ningún país. Hay al menos diez millones de apátridas que viven en decenas de países. Esa condición de carecer de nacionalidad se produce como resultado de la discriminación contra ciertos grupos, el nuevo trazado de las fronteras, y brechas en las leyes de nacionalidad. Fuente: Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados

bocadillos saludables. Si tiene acceso a un gimnasio, organice momentos deportivos. Recuerde mezclar a los participantes, para que no todos los adventistas estén en el mismo equipo. L leve a cabo un festival de arte y manualidades. Distribuya folletos en diversos idiomas por el vecindario, y ofrezca premios en diversas categorías: alfarería, acuarela, pintura, tejidos, etc.

Patrocine una noche de talentos. Ocúpese de que tiendas locales ofrezcan

premios a cambio de publicidad durante el evento. Asegúrese de que el programa esté bien organizado y sea multiétnico.

Organice un torneo de fútbol de un día de duración. Sirva refrescos.

Todas estas ideas, y otras, se basan en el concepto de acción comunitaria. Construya una base de datos de los participantes, para que pueda contactarlos en caso de eventos futuros. Una vez que su escuela se haga conocida como una “amiga de los inmigrantes” y refugiados, crecerá en credibilidad. Su éxito depende de la buena publicidad. Inténtelo, disfrute y refleje los valores del reino de Dios en todo lo que haga.

Vol. 12 No. 6 | Adventist World

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INTERCAMBIO DE IDEAS

¿En qué

lugardel

mund

se encuentra? J U L I E N

H A R N E I S

EN la

VANGUARDIA La situación actual de los inmigrantes y refugiados se ve complicada por el hecho de que muchos de los que huyen de la violencia en algunas partes del mundo no son cristianos, y son vistos con cierta sospecha de estar vinculados con el terrorismo. Esa percepción no es verdadera y tiene que ser rechazada. En efecto, la mayoría de los refugiados ha arriesgado la vida para vivir en países donde puedan criar a sus familias en paz. Los adventistas deberíamos ser parte

Respuesta: En la República Democrática del Congo, los refugiados huyen de sus aldeas después de tiroteos entre el gobierno y fuerzas rebeldes.

del diálogo que busca ofrecer lugares

Los refugiados no son terroristas. A menudo son las primeras víctimas del terrorismo . –Antonio Guterres, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (2005-2015).

para que personas de otras religiones, razas y filosofías se sientan seguras. Comuníquese con los funcionarios de su gobierno local y estatal. Efectúe declaraciones públicas para facilitar que los individuos y familias abandonen sus vidas fracturadas y comiencen de nuevo. Una congregación podría, si así lo

Se necesita con urgencia su apoyo para los refugiados. Las donaciones monetarias son la mejor manera de ayudar, porque permiten que los equipos de emergencia respondan rápidamente frente a las cambiantes condiciones.

Para donar, visite ADRA.org/refugees

desea, contactarse con las autoridades locales para ser patrocinadores de una familia (o dos o tres) y ayudarlas a reubicarse en la comunidad. Es tiempo de que los cristianos seamos realmente cristianos.

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Adventist World | Junio 2016


Hace

5

«He aquí, vengo pronto . . .»

años

En marzo de 2011, en el contexto de las protestas de la Primavera Árabe en parte del Oriente Medio, la inestabilidad política en Siria motivó enérgicas medidas del gobierno y llevó a una guerra civil en ese país. En diciembre de ese año, un informe de las Naciones Unidas describió el conflicto como «de naturaleza abiertamente sectaria», reflejando el hecho de que gran parte de la violencia parecía generarse en varias sectas musulmanas hacia otras, aunque tanto el gobierno como fuerzas de la oposición lo niegan. El colapso de la infraestructura interna (agua, electricidad, servicios sanitarios, etc.) ha llevado a un fuerte incremento de enfermedades tales como las paperas, fiebre tifoidea, disentería, tuberculosis y difteria, entre otras. La Organización Mundial de la Salud ha informado que el 35 por ciento de los hospitales del país está fuera de servicio, y el 70 por ciento de los profesionales de salud han abandonado el país. El Centro Sirio para la Investigación de Políticas estima que 470 mil personas han muerto por la violencia y las enfermedades, y que 1,9 millones han sido heridas (el 11,5 por ciento de la población). Para marzo de 2015, casi la mitad de la población estaba desplazada, y 3,8 millones de sirios se han convertido en refugiados. La violencia ha alcanzado a regiones de Irak, Líbano y Turquía.

Niños sirios cargan agua en el Campamento Al-Zaatari.

Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

Editor ADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista. Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Guillermo Biaggi, vice-­ presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy, Williams Costa, Daniel R. Jackson, Peter Landless, Robert Lemon, Geoffrey Mbwana, G. T. Ng, Daisy Orion, Juan Prestol-Puesán, Ella Simmons, Artur Stele, Ray Wahlen, Karnik Doukmetzian, asesor legal. Editor ejecutivo/Director de Ministerios de Adventist Review Bill Knott Director asociado de Ministerios de Adventist Review Gerente editor internacional Chun, Pyung Duk Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Jairyong Lee, chair; Yutaka Inada, Germán Lust, Chun, Pyung Duk; Han, Suk Hee; Sung, Gui Mo Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU. André Brink, Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Andrew McChesney Editores de Seúl, Corea Chun, Pyung Duk; Park, Jae Man; Kim, Hyo-Jun Directora de operaciones Merle Poirier Director de asociaciones estratégicas Jared Thurmon Editores invitados Mark A. Finley, John M. Fowler Consultor E. Edward Zinke Gerente financiera Kimberly Brown Asistente editorial Marvene Thorpe-Baptiste Junta administrativa Jayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario; Chun, Pyung Duk; Karnik Doukmetzian, Han, Suk Hee; Yutaka Inada; Germán Lust; Ray Wahlen; Exoficio: Juan Prestol-Puesán; G. T. Ng; Ted N. C. Wilson Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti Consultores Ted N. C. Wilson, Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Guillermo E. Biaggi, Mario Brito, Abner De Los Santos, Dan Jackson, Raafat A. Kamal, Michael F. Kaminskiy, Erton C. Köhler, Ezras Lakra, Jairyong Lee, Israel Leito, Thomas L. Lemon, Geoffrey G. Mbwana, Paul S. Ratsara, Blasious M. Ruguri, Ella Simmons, Artur A. Stele, Glenn Townend, Elie Weick-Dido A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos, Indonesia y México.

Vol. 12, No. 6

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«No es la posición mundanal, ni el nacimiento, ni la nacionalidad, ni los privilegios religiosos, lo que prueba que somos miembros de la familia de Dios; es el amor, un amor que abarca a toda la humanidad». –Elena White El discurso maestro de Jesucristo, p. 65

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16-074 | 04-16 | © 2016 ADRA Intl., Chris LeBrun


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