02/2021 Sobrevivir las tormentas Página 15 ¿Los planes de Dios o los míos? Página 20
Del temor al asombro
El Espíritu sigue hablándonos Página 24
El cruce del lago BILL KNOTT
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10 Del temor al asombro Bill Knott
14 Una experiencia diferente
16 Con arte
Lisa Froelich
Wilona Karimabadi
18 Perspectiva mundial El secreto de la paz Ted N. C. Wilson 20 Voces jóvenes ¿Los planes de Dios o los míos? Lynette Allcock 21 En qué creemos Satanás dice Lael Caesar 22 Fe en acción Una conversión, la educación adventista y el Espíritu Santo Youssry Guirguis 24 Descubramos el Espíritu de Profecía El Espíritu sigue hablándonos Tim Poirier
26 Respuesta a preguntas bíblicas ¿Qué mandamientos? 27 Salud y bienestar Cambios cognitivos 28 ¿Puedo contarle una historia? La centenaria generosa 30 Fe en crecimiento El amor
n gélido día cuando tenía veintitrés años, me paré junto a una tumba abierta y leí estos versos a familiares de luto: «Todo está bien, aunque la fe y las formas se desgarren en el terror de la noche, y la tormenta ruja para los que oyen una voz más profunda más allá de las olas». Estas palabras pertenecen al poema «In Memoriam», compuesto por Alfred Tennyson en 1850 para conmemorar la muerte de su amigo Arthur Hallam. Los versos hablan de consuelo, certeza y fe, cosas que las personas necesitan junto a una tumba. Diez meses después, me paré junto a la tumba abierta de mi mejor amigo, bajo una llovizna ligera y cuestioné mi optimismo. Jeff y yo habíamos sido amigos desde el comienzo de la escuela secundaria: luchando por sacar la mejor calificación en inglés, química y matemáticas; cantando en cuartetos y coros mixtos; orando juntos cada mañana durante los recesos entre las clases. Ahora ese joven y brillante ministro nos había dejado. Su vida había sido cortada demasiado pronto por un accidente de tránsito. ¿Había, en efecto, «una voz más profunda más allá de las olas»? Me llevó meses descubrirlo; meses duros y dolorosos en los que la seguridad que había brindado a otros no siempre aliviaba mi propia angustia. Las pérdidas aparentemente sin sentido –las esperanzas truncadas, las charlas interrumpidas– parecían esas olas de Galilea que casi hundieron ese otro bote. Me llevó meses –no, años– sobrevivir a otras grandes tormentas y sentir la certeza de esa voz más profunda. Perder a mi amigo fue solo la primera de muchas tempestades que han azotado mi bote en los últimos cuarenta años; otros accidentes, otras enfermedades temidas, arrastraron a seres queridos. Hubo cientos de días frustrantes en los que me pregunté si mi ministerio significaba algo, si se podía efectuar algún progreso. Si alguien más en el bote, además de mí, había perdido la confianza y la esperanza. Aun así, salimos a lo profundo, echamos al mar nuestras redes y nos vemos sorprendidos por el gozo. Este bote cruza el lago muchas veces: para ver que el Salvador aún alimenta a miles con su palabra; para ver su toque sanador que se brinda mediante cientos de manos capacitadas; para ver nuevos conversos sepultados en las aguas y levantados a una vida abundante. Algunas noches, el viento aún sopla; las olas aún castigan la iglesia remanente de Dios con toda la furia de los demonios que Jesús una vez envió a despeñarse sobre el lago. El bote parecerá llenarse de dolor al descubrir cuánto odia Satanás ese arte de la pesca. Y nos necesitaremos mutuamente, para recordarnos que hay un Señor que jamás nos ha dejado, alguien que se alza en el tumulto para dar otra vez la orden: «Calla, enmudece». Sigamos navegando, amigos, y cuando sea necesario, sigamos remando. Ya llegará la gran calma: un puerto eterno y feliz hacia el cual el Señor finalmente dirigirá su embarcación. Permanezcamos, entonces, en la gracia, y en el bote.
Creemos en el poder de la oración, y aceptamos pedidos de oración que compartimos en nuestro culto semanal de cada miércoles por la mañana. Envíe sus pedidos a prayer@adventistworld.org, y ore por nosotros mientras trabajamos todos juntos en pro del progreso del reino de Dios.
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Instantánea
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) y la Iglesia Adventista de Serbia usaron una casa rodante modificada para ofrecer «Escuela sobre ruedas», para atender a niños gitanos. Los maestros ofrecieron actividades divertidas y educativas, servicios de biblioteca y mentores individuales. ADRA Serbia
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Noticias breves
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Fuente: Equipo de Investigación y Evaluación de la ASTR, en colaboración con el Equipo de Investigación de Metanálisis de la Universidad Andrews, n = 56.827
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—Helio Carnassale, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la División Sudamericana, al referirse a un fallo reciente de la Corte Suprema de Brasil que protege los derechos de los guardadores del sábado.
Más de una vez a la semana Cada semana Casi cada semana Una vez al mes Al menos una vez por trimestre Solo una o dos veces Nunca
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«Esto es más que una causa adventista; es un fallo que beneficia a todas las personas que tienen un día de observancia religiosa. Enfatiza nuestra convicción de que la libertad religiosa es un derecho individual, algo que cada ser humano tiene que disfrutar de manera igualitaria».
En la Encuesta Global de Miembros de Iglesia comisionada por la Asociación General, los investigadores hicieron la pregunta: ¿Cuán a menudo durante los últimos doce meses apoyó a otro miembro para que creciera espiritualmente?
8 15,1
Número de participantes registrados en la XVII Conferencia Global Adventista de Internet (GAiN), llevada a cabo en manera virtual del 30 de noviembre al 3 de diciembre de 2020. Participantes de muchos países del mundo escucharon testimonios inspiradores sobre el uso de la tecnología y los medios en el evangelismo, y también recibieron capacitación práctica. El contenido de la conferencia estuvo disponible en cuatro idiomas: inglés, francés, español y portugués.
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3000
Apoyo espiritual
«Hay algunos cristianos que hablan contra los musulmanes, pero eso no es lo que Jesús quiere que hagamos. Queremos cultivar amistades con nuestros vecinos musulmanes y compartir con ellos el amor de Cristo». —Edison Akrawi, director voluntario de relaciones con Oriente Medio en la Asociación del Gran Sídney, al hablar de ser bendición para los musulmanes que viven en Australia. Hay unas 322 mil personas que hablan árabe en Australia.
Noticias breves
«Márcia es la primera a la que le di estudios bíblicos de manera completamente virtual. Fue una inmensa satisfacción conocerla personalmente el día de su bautismo». —Ronaldo Hausen, instructor bíblico voluntario de la iglesia adventista Central de Porto Alegre (Brasil), después de encontrarse finalmente con Márcia Ribeiro, en el día de su bautismo, el 14 de noviembre de 2020.
«También yo aprendí al predicar el mensaje». —Dwayne, un estudiante de sexto año en el Colegio Peterson-Warren de Inkster (Míchigan, EE. UU.), al reflexionar sobre su experiencia como uno de los oradores de las reuniones virtuales de evangelismo, dirigidas por estudiantes de nivel primario de cuatro escuelas adventistas de la Unión Asociación del Lago.
330 Número de casas que la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) construyó, juntamente con muchos voluntarios de Rumania, como parte de la iniciativa «¡Finalmente en casa!», diseñada para ayudar a las familias necesitadas. La casa número 330 fue inaugurada en Valea LungăCricov (Dâmbovița) y resultó una bendición para Gabriel y Verónica Cismaru y sus dos hijos pequeños.
«El perdón es una elección y una travesía. El trauma es un don que sigue brindando resultados. Se apega al corazón y a la mente. Sean compasivos con los que están sufriendo. Hagan todo lo que puedan para prevenir el abuso. Necesitamos asumir responsabilidad por lo que hicimos mal». —Mary DeMuth, escritora y oradora destacada en la Cumbre Contra el Abuso organizada por la División Norteamericana en noviembre de 2020.
Hjelpeaksjon El nombre en noruego de la Campaña de Recolección de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), conectada tradicionalmente al fin de la Semana de Oración Internacional. En 2020, la Iglesia Adventista de Noruega, ADRA y Hope Channel produjeron un programa virtual interactivo de dos horas que también incluyó una subasta de cuadros, fotografías y libros, y que creó conciencia además de recolectar fondos para proyectos de ADRA en África y Birmania. ADRA Noruega AdventistWorld.org Febrero 2021
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Noticia en detalle
Primer ministro de Papúa Nueva Guinea inaugura asamblea adventista
James Marape, que es adventista, insta a los miembros para que se enfoquen en la misión.
Jarrod Stackelroth, Adventist Record
James Marape, primer ministro de Papúa Nueva Guinea usó su discurso en la apertura de la XVI Asamblea de la Unión Misión de Papúa Nueva Guinea para presentar un desafío: «La Iglesia Adventista no está creciendo al mismo ritmo que la población del país. Deberían apuntar a alcanzar un millón de miembros para el fin del siguiente quinquenio». Marape, que es adventista, no pudo asistir en persona al programa de apertura el pasado 29 de noviembre, que fue transmitido en vivo, pero compartió su versículo favorito (Rom. 8:28), y recordó a los asistentes que Dios está al control y sabe lo que es mejor para cada uno, tanto individual como colectivamente. Aunque Marape no influye sobre la estrategia de la Iglesia Adventista, su discurso pareció inspirar a los delegados y fue un punto destacado en el primer día de reuniones. Animó
a la Iglesia Adventista en el país, en un momento en que nuevos administradores asumieron sus cargos. Al mismo tiempo, elogió a los que habían cumplido esas tareas. Gran parte del programa de apertura estuvo dedicado a presentar al equipo administrativo recién designado, que incluye a M. Yani (presidente) y L. Sumatau (secretario), además de agradecer al equipo saliente de K. Elodo y H. Monape. Los cuatro dirigieron unas palabras a los presentes. Los delegados en el auditorio de la Universidad Tecnológica, campus de Lae, se sumaron a visitas internacionales de la División del Pacífico Sur por medio de Zoom. Los informes y cultos de la semana también fueron transmitidos en vivo, para que los miembros de iglesia y los de la región del Pacífico pudieran seguirlos. Según los líderes de la iglesia, un punto central fue la Comisión de
El equipo de sistemas ayudó a que toda la transmisión en vivo por Facebook funcionara sin problemas. Adventist Record 6
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Encuesta, que analizó en profundidad la estructura misionera, los niveles de personal y financiación para hacer frente a algunas de esas cuestiones y ayudar a que las misiones del territorio se movilicen con éxito. La Unión de Papúa Nueva Guinea ha designado una comisión para comunicarse con las Misiones y los miembros y presentar entonces un informe y recomendación final. En la actualidad la Unión cuenta con nueve Misiones y una Asociación. Como el gobierno del país tiene solo cuatro provincias, una de las tareas fue analizar el impacto de adoptar el modelo de cuatro unidades administrativas. En muchas presentaciones se brindó un fuerte énfasis en el discipulado y en la participación total de los miembros, usando como lema «Jesús viene: Participa». Muchos de los informes misioneros dieron testimonio de la efectividad del método de Lectura Bíblica Discovery y de los grupos pequeños adoptados en 2020, dado que encuentros más grandes y el programa de evangelismo «PNG para Cristo 2020» tuvieron que ser abandonados debido a las restricciones por el Covid-19. El experto en establecimiento de iglesias y escritor Peter Roennfeldt, que en los últimos cinco años dedicó mucho tiempo a programas de capacitación en todo el país, se sumó a Glenn Townend, presidente de la División del Pacífico Sur, como orador de los cultos de la semana.
Noticia en detalle
Las discapacidades físicas no son un impedimento para los evangelistas voluntarios
En Brasil, los desafíos físicos no les han impedido compartir a Cristo.
Anne Seixas, División Sudamericana, y Adventist World
Thais Alencar nació y creció en la Iglesia Adventista. Desde que era niña, sus padres la animaron a asumir un papel activo en la comunidad de fe. Era parte del coro de la iglesia y participaba de las actividades de la Escuela Sabática de niños. Aunque la historia de Alencar podría ser similar a la de muchos otros jóvenes adventistas, hay una diferencia significativa. Como resultado de un nacimiento prematuro, sufrió parálisis cerebral y quedó cuadripléjica. Solo se puede trasladar en silla de ruedas. A pesar de sus dificultades motoras, llegó a ser traductora, intérprete y periodista y cursa actualmente una maestría en promoción científica y cultural en la Universidad Estatal de Campinas. El llamado a dedicar su vida a predicar el evangelio llegó a los diez años, mientras su padre estudiaba teología. Ahora, a los veintiocho años, predica a menudo y tiene una clara visión de la manera en que una discapacidad puede abrir puertas para que más personas conozcan del amor de Dios. «Me permite hablar de otros temas, como la esperanza del regreso de Cristo y el evangelio, de una manera única –dijo Alencar–. No creo que tener una discapacidad atrae la atención de otras personas, pero es sin duda una manera que Dios usa para ayudarme a ser testigo al hablar de su poder», añadió.
El pastor Julio Ribeiro y su familia. Ribeiro dice que es fundamental que las iglesias locales cambien la idea preconcebida de que las personas con discapacidades son necesitadas e indefensas. Cortesía de Julio Ribeiro
cer servicios y contenidos que animen y faciliten la obra de evangelización. «El enfoque es incluir a las personas con discapacidades y apoyarlas para que puedan invitar a otros con discapacidades similares a sus grupos», explicó Alacy Barbosa, coordinador del Ministerio de las Posibilidades en ocho países sudamericanos.
TODA PERSONA INCLUIDA
ADAPTACIÓN A NUEVAS NECESIDADES
Con la ayuda de expertos, el Ministerio de las Posibilidades de la División Sudamericana ha estado trabajando para sumar proyectos que incluyan a las personas con discapacidades muy diversas. Una de las iniciativas es crear un relevamiento y ubicar a esas personas y entonces ofre-
Al mismo tiempo los que no tienen discapacidades significativas pueden ayudar a apoyar la misión de evangelistas como ella. Según Alencar, tan solo orar y apoyar activamente ese ministerio puede ser un factor de cambio. Julio Cesar Ribeiro, coordinador asociado y asesor del Ministerio de las
Posibilidades en la región central de San Pablo, se muestra de acuerdo. «La iglesia local tiene que actuar en la capacitación de recursos humanos. Los líderes, maestros de Escuela Sabática, ancianos, predicadores y miembros en general tienen que entender la importancia de otorgar dignidad a las personas con discapacidades», dijo. Ribeiro nació con una malformación congénita en sus brazos. Según él, es fundamental cambiar la idea preconcebida de que las personas con discapacidades son necesitadas e indefensas. «Es importante comprender que el evangelio es poder y gracia, y que está a disposición de todos», expresó.
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Enfoque de noticias División Interamericana
3.676.457 Número de miembros de la División Interamericana al 30 de septiembre de 2020
15:14 El número de minutos y segundos que le llevó a Rubén Gustavo Maltez, un salvadoreño de 18 años, responder correctamente 72 preguntas en la competencia «Conexión Bíblica». La decimoséptima edición del concurso anual se enfocó en el libro de Job, así como en capítulos del libro El conflicto de los siglos, de Elena White. Maltez obtuvo una beca para estudiar cuatro años en la Universidad Adventista de las Antillas en Puerto Rico.
«La comunicación y los medios están ocupando ahora un lugar mucho más grande en nuestra vida y ministerio. Tenemos que asegurarnos de usar el máximo potencial disponible en este momento, porque tenemos un evangelio eterno que compartir». —Elie Henry, presidente de la División Interamericana, durante un consejo consultivo en línea sobre comunicación y medios, dirigido a administradores de las Uniones, directores de comunicación, personal de medios y miembros de la junta directiva del territorio, el 12 de noviembre de 2020.
#Rescate316 La etiqueta de una campaña de evangelismo digital organizada por la Unión Mexicana Interoceánica, que apuntó a un público más joven y fue presentada en Facebook, YouTube e Instagram. Una variedad de esfuerzos de evangelismo digital en 2020 resultó en casi seis mil bautismos en el territorio de la Unión. La campaña fue precedida por la capacitación de miles de jóvenes como instructores bíblicos virtuales. (^-)
3030 Número de paquetes de comida distribuidos a cientos de familias, en el estado de Táchira (Venezuela), afectadas por una importante inundación en noviembre de 2020. Las donaciones fueron financiadas gracias a un acuerdo entre la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) y la Unión Misión de Venezuela Occidental. Más de doscientos voluntarios de la iglesia ayudaron a empacar y distribuir los alimentos.
«Estoy extremadamente exultante por mi elección a esta comisión de alto nivel de las Naciones Unidas. Es lo que uno recibe cuando pone su fe y confianza en Dios. Él ha prometido que cuando lo hacemos, guiará y dirigirá nuestro camino». —Floyd Morris, senador adventista ciego de Jamaica, al referirse a su elección como miembro del Comité de los derechos de las personas con discapacidad de las Naciones Unidas.
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Perspectiva
Dwight Nelson, Pastor de la iglesia adventista Pioneer Memorial, Universidad Andrew
Fotografía: azerberber / iStock / Getty Images Plus / Getty Images
No olvidemos la vacuna Solo un antídoto ofrece un ciento por ciento de protección a los que lo aceptan. Cuando estaba en sexto año en la Escuela Primaria en Takoma Park (Maryland), recuerdo haber ido con mis padres a un centro de salud, donde personal médico nos dio pequeños cubos de azúcar que contenían la vacuna contra la poliomielitis. Por ello, jamás contraje esa enfermedad, que con el tiempo fue virtualmente erradicada del país. Según el Centro de Control de las Enfermedades, «la poliomielitis fue una de las enfermedades más temidas de los Estados Unidos. A comienzos de la década de 1950, antes de que la vacuna estuviera disponible, los brotes de poliomielitis causaban más de 15 mil casos de parálisis por año. Después de la llegada de las vacunas –específicamente, de la vacuna trivalente de poliovirus inactivados (IPV) en 1955 y la vacuna oral trivalente de poliovirus atenuados (OPV) en 1963 (cuando la recibí yo)– el número de casos disminuyó rápidamente a menos de cien en la década de 1960 y menos de diez en la década siguiente».1 El 2 de diciembre de 2020, el Reino Unido fue el primero en aprobar la distribución masiva de una vacuna contra el Covid-19, y pronto lo siguie-
ron otros países. No obstante, ¿por qué hablar de vacunaciones? Porque tenemos que recordar qué son. En los últimos dos siglos, las vacunas han sido el fruto científico de los esfuerzos desesperados de la comunidad médica por erradicar, o al menos detener, el avance de enfermedades fatales. Así de simple. ¿Son remedios científicos perfectos? Es probable que no. ¿Hay acaso algo perfecto en este mundo? Aunque si lo pienso bien, una de las grandes historias bíblicas habla de un antídoto que ofreció una cura del ciento por ciento a los que lo tomaban. GRITOS PENETRANTES
Los hijos de Israel estaban rezongando contra Dios y Moisés (por enésima vez). En esta ocasión, sin embargo, Dios honró sus amargas quejas retirándoles su presencia protectora: «Cuando la mano protectora de Dios se apartó de Israel, muchísimas personas fueron atacadas por estos reptiles venenosos [serpientes del desierto de las cuales Dios los había estado protegiendo]».2 «Gritos penetrantes» llenan el aire de la noche cuando estas serpientes, antes contenidas, atacan a los israelitas en sus tiendas. El pueblo, humillado ahora de su acto de rebelión, exclama a Moisés: «Ruégale al Señor que nos quite esas serpientes» (Núm. 21:7, NVI). Siguiendo la directiva divina, Moisés se apresura a modelar una serpiente de bronce que coloca sobre un palo en el centro de la comunidad. La promesa de Dios es simple: «Todos
los que sean mordidos y la miren vivirán» (vers. 8, NVI). La historia concluye diciendo: «Los que eran mordidos miraban a la serpiente de bronce y vivían» (vers. 9, NVI). La vacunación divina funcionó a la perfección. Los que miraban, vivían; eran sanados por la fe. Jesús le recordó esa historia a Nicodemo y entonces le dijo: «Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna» (Juan 3:14, 15, NVI). Todos. El ciento por ciento de los que miran por fe a la cruz y a su Salvador son sanados de la enfermedad mortal del pecado. MIRAD Y VIVID
Por ello, celebremos la buena nueva de la vacuna divina: «Aunque nos demos cuenta de nuestra condición impotente sin Cristo, no debemos ceder al desaliento, sino depender de los méritos del Salvador crucificado y resucitado. Miremos y vivamos. Jesús ha empeñado su palabra; salvará a todos los que acudan a él […]. A ninguno de los que confían en sus méritos lo dejará perecer».3 Allí está: Una vacuna ciento por ciento eficaz. Miremos entonces a Jesús, y vivamos. www.cdc.gov/polio/what-is-polio/polio-us.html Elena G. White, Patriarcas y profetas (Mountain View, Cal.: Pacific Press Publ. Assn., 1954), p. 456. 3 Ibíd., p. 459. 1 2
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Enfoque
Del temor al asombro BILL KNOTT
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Ni la edad, ni la salud, ni la raza, ni la riqueza nos protegen de un diminuto enemigo que no podemos ver.
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uando éramos niños, a veces nos parecía que controlábamos el mundo. Poníamos nuestros dedos regordetes delante de la cara, y nuestros amados desaparecían, si bien por tan solo un momento. Reíamos, y todos los adultos de la habitación dejaban de hablar para reírse a las carcajadas con nosotros. Llorábamos, y el mundo parecía detenerse, porque todos corrían a sostenernos, limpiarnos, consolarnos o alimentarnos. Orábamos por gatitos y perritos perdidos y (casi siempre) regresaban. Orábamos por la seguridad de los que salían a compartir el evangelio, y ellos volvían con historias que validaban nuestras oraciones. Creíamos que existía una conexión directa entre nuestras acciones y los sucesos a nuestro alrededor. Cuando éramos buenos, el sol atravesaba las nubes. Cuando estábamos enojados, o éramos groseros, egoístas o maleducados, las cosas iban de mal en peor. Las bicicletas y los automóviles se rompían el viernes por la tarde porque no nos habíamos preparado adecuadamente para el sábado. Las amistades se terminaban porque en algún lugar, de alguna manera, había un pecado que jamás habíamos confesado. En nuestro universo, les pasaban cosas buenas a los que tomaban decisiones sabias y adecuadas. A los que vivían sin la Ley les aguardaban cosas terribles e innombrables. Porque finalmente aprendimos que «no hay justo, ni aun uno», nos preguntábamos si el fuego que quemó el granero o el accidente que produjo un hueso quebrado era la manera que tenía el cielo de señalar nuestra inocencia perdida y elecciones deficientes. Eso es, hasta que aparecen eventos tan cósmicos y a escala tan vasta que parece que nada en nosotros puede causarlos. Las economías nacionales se endeudan y las monedas se devalúan. En lugar de la justicia reina la corrupción, y nuestra brújula moral
Fotografía: Matt Hardy
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parece trastocada. Un terrorista ataca una base petrolera a quince mil kilómetros de nuestro hogar y, de pronto, se nos hace difícil conseguir el combustible para nuestro vehículo. Los incendios forestales arden y los icebergs se derriten. Los huracanes y los tifones giran por vastos océanos, para apuntar, parece ser, a lugares donde la miseria será aún mayor. Los corales mueren, las especies se extinguen y las ciudades costeras ven cómo sus torres luminosas sucumben ante el avance del mar. Una gran pandemia arrasa el planeta, llevando a justos e indiferentes, fieles y ateos. Ni la edad, ni la salud, ni la raza, ni la riqueza nos protegen de un diminuto enemigo que no podemos ver. Y con cada muerte por Covid, de alguien que conocemos y amamos, elevamos nuestros llorosos ojos al cielo y murmuramos doloridos: «¿No te importa que perecemos?» Las tormentas de la existencia diaria en el siglo XXI son lo suficientemente reales. Por ello, hemos llegado a darnos cuenta de que hay
No podemos ver que el que dormía inocentemente tiene en sus manos una vasta omnipotencia. 12
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motivos más grandes y tenebrosos que cualquier cosa que hayamos hecho o decisión que hayamos tomado. «Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes» (Efe. 6:12). Al igual que los discípulos que, agotados y temerosos, se aferran al bote anegado, aguardamos con impaciencia ser rescatados: «¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?» (Sal. 13:1). Y allí, en la popa del bote, yace aquel en quien se nos enseñó a confiar, durmiendo el sueño imperturbable de la inocencia y la fe. Es suficiente para hacer que hombres y mujeres rechinen los dientes, porque como regla de lo que llamamos «fe» es que se necesita a todos en una crisis. «Todas las manos a la obra», el lema de la armada cuando las calamidades requieren todo recurso y marinero disponible. Como mínimo, murmuramos, Jesús podría ayudarnos a sacar el agua. Debería empuñar los remos, o bajar el mástil partido. Dado que tenemos una emergencia, asumimos que él también la tiene. Pero él sigue durmiendo –en realidad, descansa– en la concavidad, no ya del bote sino de las manos del Padre. Y mientras sueña con los miles que alimentará y los cuerpos que sanará y los ojos que hará ver, sentimos que nuestra desesperación y pánico se transforman en cáustica indignación. Ahora dejamos escapar lo que antes solo nos atrevimos a pensar: «¿No te importa que perecemos?» «Es mi trabajo, Jesús, el que estoy perdiendo. ¿Cómo comerá mi
familia?» «Es mi vecindario el que destruyó el tifón. ¿Cómo podremos reconstruirlo?» «Es mi vida, mi esposo –el que tú me diste– el que ahora yace en el hospital respirando apenas, sin poder comunicarse». Esas preguntas nacen del temor, pero se antojan de suma urgencia. La fe en un momento así se asemeja a «Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos» (y otras ideas no bíblicas). Insistimos que las respuestas a nuestra crisis yacen en los medios que tenemos a mano: estabilizar el bote, sacar agua y mantener los remos en movimiento. No podemos imaginar a ese que se levanta de su descanso en el fondo del bote y da órdenes a los vientos y a las olas. No podemos ver que el que dormía inocentemente tiene en sus manos una vasta omnipotencia. Su respuesta trasciende nuestra anegada imaginación, porque él controla las fuerzas mismas que nosotros consideramos fatales: «Los vientos y las ondas aún conocen la voz de aquel que las dominó cuando aquí vivió».1 Él sabe que, por terrible que sea, esa tormenta no es la más grande que invadirá nuestro destino. «Los vientos, las olas oirán tu voz: “Haya paz”. Calma las iras del negro mar; las luchas del alma las haces cesar, y así la barquilla do va el Señor hundirse no puede en el mar traidor. Doquier se cumple su voluntad: “Haya paz, haya paz”. Tu voz resuena en la inmensidad: “Paz, haya paz”».2 La calma que crea, y el lamido suave de las olas sobre al bote, ahora estable, son tan sorprendentes como la tormenta que descendió desde los despeñaderos. El dolor y rigidez
de músculos y la tensión mental se disipan gradualmente mientras ahora nos sobrecoge un nuevo y justo temor –o más bien asombro–: el temor que otro opaco discípulo confesó cierta vez en el fondo de otro bote: «Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador» (Luc. 5:8). Sentimos otra vez nuestra profunda indignidad –no como causa de lo que sucedió ni como aquellos cuya mala conducta generó grandes tormentas– pero al ver cómo nos sostiene la gracia aun en emergencias; en especial en las emergencias. El que compartió el fondo empapado de un bote con doce hombres desesperados y atemorizados, ahora comparte el fondo de tu bote mientras observas más allá de la borda un mundo que amenaza con más enfermedades y tormentas. Se perderán más trabajos, y más mascotas desaparecerán. Reconstruir casas y comunidades será un proceso difícil y lento, y las relaciones quebrantadas serán sanadas solo al ritmo de la humildad y el amor. Aún sufriremos cuando nuestros seres queridos respiren por última vez, o caigan en un estado en el que es imposible hablar. Pero hemos visto vitalmente a ese Señor que jamás abandona un barco que se hunde o que mira para otro lado cuando hay calamidades. Recortada contra la agitación de las olas y las nubes amenazantes, vemos la silueta del que se ha comprometido en llevarnos a la playa eterna. Tenemos ahora la certeza de que nada «nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro» (Rom. 8:39): ni la altura de la tormenta, ni la profundidad del mar, ni las crisis actuales o venideras, ni una vida
Fotografía: Thirdman
Dado que tenemos una emergencia, asumimos que él también la tiene.
truncada, ni la muerte retrasada, ni ninguna otra cosa creada. «Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día, pues esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas» (2 Cor. 4:16-18). Katharina von Schlegel, tr. Jane Borthwick, «Be Still, My Soul» (Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Association, 1985), 461. 2 M. A, Baker, «¡Oh, buen Maestro, despierta!» en Himnario adventista del séptimo día (Nampa, Id.: Pacific Press Publ. Assn., 2010), 414. 1
Bill Knott es editor ejecutivo de Adventist World.
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Enfoque
Una experiencia diferente
Para ver y escuchar de una manera distinta
Imaginamos las historias bíblicas mientras las leemos. En la historia de cuando Jesús calmó la tormenta, vemos las olas, escuchamos el clamor de los discípulos, e imaginamos los relámpagos que surcan el cielo. La música y el arte nos ofrecen un punto de vista totalmente diferente. El músico escribe música más calma de lo que imaginamos; el artista usa colores pastel donde imaginamos grandes pinceladas. Los discípulos no se parecen a nosotros; Jesús no es tal como lo imaginamos. Es importante tener perspectivas diversas. Es mediante ellas que comprendemos todo lo que Dios quiere que aprendamos. Adventist World ofrece dos himnos y tres perspectivas artísticas en las páginas siguientes. Escanee el código QR para saber más.
Salvada de las pruebas
L
a estadounidense Mary Ann Baker, quien escribió la letra de «¡Oh, buen Maestro, despierta!», enfrentó muchas pruebas desde temprano en la vida. Sus padres murieron de tuberculosis. Poco después, su hermano contrajo la misma enfermedad. Ella y su hermana contribuyeron con el poco dinero que tenían para enviarlo a Florida, para que se recuperara en un clima más cálido que el de Chicago, donde vivían. Al comienzo, su hermano mostró señales de mejoría, pero pronto empeoró y falleció. Las hermanas no tenían dinero para ir a su funeral o traer el cuerpo de regreso a Chicago.
Aunque había crecido en un sólido hogar cristiano, Baker luchó por conservar su fe después de la muerte de su hermano. «Me volví malvadamente rebelde ante esta dispensación de la providencia divina –dijo–. Me dije que Dios no se interesaba en mí o en los míos». A medida que pasaban las semanas, Dios comenzó a calmar los fuertes vientos y olas de las pruebas de Baker. «La misma voz del Maestro aquietó la tempestad de mi corazón no santificado y le brindó la calma de una fe más profunda y una confianza más perfecta», dijo en referencia a la historia de Marcos 4. Su testimonio personal quedó escrito en el himno. La imagen de Jesús reprendiendo al viento y calmando las olas alivió su espíritu atribulado. No solo se restableció su fe, sino que floreció. Sus palabras fueron incorporadas a una melodía de H. R. Palmer, quien le pidió que preparara varios cánticos sobre diversos temas. 14
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«Cristo, Señor» «Cristo, Señor», el himno que figuraba en el antiguo Himnario adventista bajo el número 21 es resultado del trabajo de tres personas en tres países y en siglos diferentes. Fue escrito en la década de 1750 por una mujer llamada Katharina von Schlegel. No se sabe mucho de ella, más allá de que nació en Alemania el 22 de octubre de 1697. Escribió varios himnos, pero «Cristo, Señor» es el único que ha sobrevivido. El texto, escrito originalmente en alemán, recibió el título «Stille, mein Wille, dein Jesus hilft siegen». Cien años después, en Escocia, las palabras fueron traducidas al inglés por Jane Borthwick. Gracias a esa traducción, el himno ha sobrevivido. Se dice que von Schlegel escribió seis estrofas, pero Borthwick tradujo solo cinco, tres de las cuales se cantan en la actualidad. Aunque se sabe poco de von Schlegel, es evidente que conocía bien toda la Biblia. A lo largo del himno original, incluyó una serie de temas y referencias bíblicas a diversos eventos. En la segunda estrofa, hace alusión al momento en que Jesús calmó la tormenta. La melodía proviene de Finlandia, una obra orquestal compuesta por Jean Sibelius. Este compositor nació en Finlandia y la música refleja partes de la historia de su país. Finlandia fue compuesta en 1899-1900, pero no fue combinada con las palabras de Katharina hasta casi tres siglos después de que fueran escritas. Gran parte de la obra es de naturaleza turbulenta, dado que refleja la lucha nacional del pueblo finlandés. Finalmente, la música vigorosa se transforma en sonidos de esperanza y resolución, creando la serenidad de la melodía que conocemos como «Cristo, Señor». Aún hoy es considerada una obra favorita de los finlandeses.
Lisa Froelich es profesora de música de jardín de infantes y preescolar, además de directora de la banda del colegio secundario en el Colegio Adventista de Spencerville, en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos.
Enfoque
Sobrevivir las tormentas
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embrandt van Rijn fue un artista holandés del siglo XVII que disfrutó de pintar historias relacionadas con Jesús. Abrió su Biblia y estudió los textos para hallar detalles que luego incluía en sus obras. Vio la Biblia como un diario de su propia vida: llena de aventura, momentos difíciles y triunfos al vivir con Jesús. Una mirada al cuadro Cristo en la tormenta del Mar de Galilea* revela la conexión de Rembrandt con la historia. El mar está agitado y el cielo negro, mientras que la vela del bote se rasga y las cuerdas que la sujetan son destrozadas. En el frente del bote están los alarmados y aterrados discípulos, tratando con todas sus fuerzas de salvarse a sí mismos. Un hombre está vomitando por la borda mientras se toma la cabeza en busca de estabilidad. En la parte trasera
del bote vemos a cinco discípulos junto a Jesús. Uno ora, arrodillado. Otro se toma de las ropas de Jesús como diciéndole: «¿Por qué no haces algo?» Entonces vemos al artista, a Rembrandt. Se ha pintado en el bote aferrado a un cabo con una mano y a su sombrero con la otra. ¿Por qué Rembrandt se incluyó en esta historia? ¿Y por qué está mirando a los que observan el cuadro? Porque, al igual que muchos de nosotros, el famoso Rembrandt también experimentó los mares agitados de la vida. Pasó por momentos duros que lo llevaron a preguntarse si sobreviviría. Rembrandt contrajo matrimonio con Saskia, el amor de su vida, y juntos tuvieron cuatro hijos. En pocos años, tres de sus hijos fallecieron, y también su esposa. Él entró en bancarrota y cayó en depresión.
El momento de la historia es importante. Rembrandt pintó la escena justo antes de que Jesús se pusiera de pie para decir a las olas y el viento: «Calla, enmudece». Rembrandt quiere enfatizar un punto de la Biblia y de su propia experiencia: Aun cuando todo parezca sin esperanza en esta vida, Jesús está con nosotros, y él nos dará su paz. *Cristo en la tormenta en el Mar de Galilea, Rembrandt van Rijn, 1633 (óleo sobre lienzo). Esa obra fue robada en 1990 del Museo Isabella Stewart Gardner en Boston.
Neale Schofield es presentador de la serie Masterstroke [El toque maestro], que se transmite en Hope Channel y Adventist Review TV. Ha estudiado en la Galería Nacional de Londres y está completando un doctorado en Historia Religiosa en la Universidad de St. Andrews, Escocia.
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Enfoque
Con arte Dos perspectivas sobre un momento clave de Jesús
La música y el arte ofrecen diferentes perspectivas sobre la misma historia. Escanee el código QR o ingrese a www. adventistworld. org/ imagine-this/.
Laura James Jesús calma la tormenta «La necesidad de verse en la religión que uno ha elegido no es algo trivial –dice Laura James, una pintora e ilustradora que vive en Nueva York–. Con mi trabajo estoy tratando de ofrecer una alternativa a las imágenes “tradicionales” que hallamos en el arte religioso occidental». Quizá el elemento más impactante de Jesús calma la tormenta es la ilustración de Jesús y sus discípulos. Para todo aquel acostumbrado al arte religioso que representa a Cristo y sus seguidores con aspecto anglosajón, su representación de los personajes con piel oscura puede resultar discordante, pero conlleva un profundo significado. «Crecí en Brooklyn (Nueva York) y con mi familia asistíamos a una iglesia cristiana. No se permitían las imágenes de personajes bíblicos, y no había obras de arte en las paredes –dice–. Sin embargo, las Biblias de niños estaban llenas de ilustraciones. Aunque los personajes que lo rodeaban eran de color marrón claro, acaso para reflejar a personas de Oriente Medio, Jesús era increíblemente blanco, con cabellos rubios y ojos azules. Las personas de raza negra o africana tenían invariablemente tonos extra16
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Pintura: Laura James
ños de marrón o gris y, a menudo, aspecto de monos. Esas imágenes me llevaron a creer que esa religión no era necesariamente para mí, que era negra, o que al menos no respetaba a las personas de raza negra». Muchos años después, Laura encontró un libro y recordó que quedó impresionada por las imágenes de ángeles de raza negra en la portada. Era un estilo que ella podía copiar, de manera que lo intentó. «En esa época, estaba interesada en la fotografía y no había pintado mucho. Pero dado que todo tenía contornos negros y parecía como un libro para colorear, me puse a trabajar. Soy una pintora que aprendió sola, inspirada por el arte y la larga tradición del cristianismo etíope», dice. El amor de Laura por la pintura –en especial de acrílico sobre lienzo o madera– se inspiró aún más gracias
a los aportes que recibió de personas que hallaron un renovado significado espiritual por medio de sus trabajos. Esas personas «aprecian los diferentes colores de los personajes bíblicos representados en mi trabajo», dice. Después de una larga tradición de solo ver a Cristo y los personajes bíblicos desde una perspectiva que no representa a las personas de color, verse como parte de la narrativa bíblica del ministerio de Cristo puede cambiar toda la perspectiva de alguien sobre el interés de Jesús en su vida y su gran amor hacia cada persona. Jesús calma la tormenta guarda un significado especial personal para Laura. «Siempre me ha gustado la idea de que Jesús se mantiene en calma y firme al enseñar a los incrédulos, aun al hacer milagros –dice–. Como gran aficionada al agua y al océano, me dio mucha alegría pintar a Jesús en esa escena».
Neil Thorogood Calma en la tormenta «Buena parte del arte comienza en la Biblia –dice Neil Thorogood, ministro ordenado y artista–. Como predicador, disfruto y veo como un desafío la oportunidad semanal de meditar en la Biblia y llevarla en forma vívida a mi congregación. Ese mismo punto de partida se aplica al arte. Me gusta la oportunidad de comenzar con un texto y permitir que se transforme en una imagen». Thorogood, que jamás tuvo educación formal en arte, fue expuesto a esa faceta de la vida por su padre, también un ministro ordenado. Como su padre llevaba un cuaderno donde diseñaba bocetos doquiera iba, Neil dice que se sintió atraído a la pintura desde que tiene memoria. En 1992 fue ordenado como ministro en la Iglesia Reformada Unida, y pronto halló maneras de incorporar el arte a su ministerio, «creando a menudo instalaciones a gran escala como parte de cultos y retiros intergeneracionales», dice. En sus estudios de posgrado pudo combinar el arte con la teología. «Mi tesis consistió en una instalación artística a gran escala que exploró el Padrenuestro como una invitación a la misión. A partir de allí, me vi cada vez más como ministro cristiano y artista. Descubrí el gozo del óleo sobre el lienzo, lo que se convirtió en mi medio principal de expresión, a menudo a gran escala. «Creo que la Biblia es, demasiado a menudo, un libro cerrado para muchos de nuestra cultura –añade Neil–. Eso también puede aplicarse a la iglesia. El arte puede ser un medio de abrir ese libro de manera renovada». Calma en la tormenta presenta una mirada única a la historia de cuando Jesús ordenó al viento y las olas que callaran frente al terror de los discípulos. En lugar de emplear una visión tradicional, Neil presenta la historia desde un ángulo inesperado. «Mientras pensaba, hace más de una
década, sobre una serie basada en la Biblia a la que pudiera ir agregando obras, me atrajo la idea de imágenes vistas desde el aire. Me gusta la manera en que muchos fotógrafos crean imágenes asombrosas desde el aire, y ahora, desde el espacio –dice–. Mi esperanza es que esta perspectiva invite a las personas a detenerse y mirar un poco más, para que puedan ver la historia con nuevos ojos». Esta pieza en particular, una de las más buscadas de Neil, ha sido recreada en muchas versiones. «Funciona bien, en parte, porque la historia en sí es poderosa. Habla de estar a la merced de tantas cosas, y entonces ser salvados por la palabra y la presencia de Jesús. Por ello, muchos se identifican con la historia –dice Neil–. La imagen es poderosa por ese sentido del bote diminuto y frágil en medio del mar vasto y caótico; es el epítome de la vulnerabilidad».
El arte religioso tiene que ver con el mensaje y el significado de una pieza determinada. Para Neil, que halla su inspiración en Rembrandt, Caravaggio, Stanley Spencer, Jackson Pollock y Ron Mueck, la combinación del significado y el medio (óleo sobre lienzo) crea una gran energía cuando pinta. Calma en la tormenta es una pieza que ejemplifica dos de los grandes amores artísticos de Neil: «La textura cremosa de los óleos y la posibilidad de mezclar color sobre el lienzo y permitir que las cosas emerjan a medida que progresa la pintura». Pero también llega a lo profundo del alma. «Yo mismo conozco momentos de oscuridad y profundo temor y pérdida. Esa es una imagen que quiere seguir diciendo que no todo está perdido, y que Dios está obrando aun cuando no vemos lo que está pasando».
Wilona Karimabadi es editora asistente de Adventist World.
Pintura: Neil Thorogood AdventistWorld.org Febrero 2021
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Perspectiva global
El secreto de la paz Certeza en medio de la incertidumbre
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ace más o menos un año, el mundo comenzó a cambiar drásticamente, cuando el Covid-19 inició su diseminación mortal por todas partes. Desde entonces, hemos visto que el mundo se tornó más inestable e incierto. Casi en todos lados vemos incomodidad, inquietud e incertidumbre. Las cosas no parecen mejorar. Muchos están llenos de ansiedad, con temor al futuro. Me recuerda cómo describe la Biblia los últimos días. Jesús dijo: «Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas. Los hombres quedarán sin aliento por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra, porque las potencias de los cielos serán conmovidas» (Luc. 21:25, 26). Aunque los tiempos y las situaciones pueden ser diferentes, el temor y la ansiedad no son nuevos. Al repasar con la ayuda de las Escrituras lo que sucedió hace dos mil años, 18
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vemos el terror en el rostro de los discípulos de Cristo. Lo escuchamos en sus voces mientras eran sacudidos en medio de una tempestuosa tormenta, con la certeza de que se estaban por ahogar en el Mar de Galilea (véase Mat. 8:23-27). Las cosas no habían comenzado así. El día había sido como muchos otros, lleno de actividades, mientras Jesús enseñaba y sanaba a muchos que se agolpaban a su alrededor. Pero llegó el tiempo de alejarse de las multitudes y disfrutar del descanso tan necesario. Cuando el pequeño grupo se acomodó en el bote de pesca y comenzó a navegar sobre el mar en calma, poco sabían los discípulos que se estaba armando una tormenta. Jesús, agotado después de un día atareado, pronto quedó dormido cerca de la popa. Antes de no mucho, sin embargo, la atmósfera cambió y surgió una tormenta. Debido a las montañas y quebradas que rodean el lago, aun hoy el Mar de Galilea es conocido Fotografía: Khoa Võ
por sus repentinos cambios de la calma a la tormenta, en pocos minutos. En el libro El Deseado de todas las gentes, Elena White describe la escena de esta manera: «El sol se había puesto y la negrura de la noche se asentó sobre el tormentoso mar. Las olas, agitadas por los furiosos vientos, se arrojaban bravías contra el barco de los discípulos y amenazaban hundirlo […]. Se hallaban impotentes en las garras de la tempestad, y desesperaron al ver cómo su barco se anegaba».1 Amigos, qué tentador es cuando, al igual que los discípulos, nos hallamos en medio de una tormenta, impotentes y desesperados, olvidándonos que Jesús es nuestro «pronto auxilio en las tribulaciones» (Sal. 46:1). A pesar de ello, él está allí, y así como respondió al clamor desesperado de los discípulos, también responderá a los nuestros. Continuemos el relato en el hermoso libro El Deseado de todas las gentes: «Sus clamores despertaron a Jesús. Pero al iluminarle el resplandor del rayo, vieron la paz del cielo reflejada en su rostro; leyeron en su mirada un amor abnegado y tierno, y sus corazones se volvieron a él para exclamar: “Señor, sálvanos, que perecemos”. Nunca dio un alma expresión a este clamor sin que fuese oído […]. Jesús se levantó. De pie en medio de los discípulos, mientras la tempestad rugía, las olas se rompían sobre ellos y el relámpago iluminaba su rostro, levantó la mano, tan a menudo empleada en hechos de misericordia, y dijo al mar airado: “Calla, enmudece”».2 Instantáneamente la tormenta se detiene. Imagine ese momento: del embate de las olas y el aullido del viento a un silencio sereno, y todo en un instante. Una vez más, el mar está calmo, y también lo están los asombrados discípulos. EN MEDIO DE LA TORMENTA
Hoy día nos encontramos, en efecto, en medio de una tormenta: una tormenta de incertidumbre, ansiedad y temor. Y sabemos que se aproxima una aún mayor. ¿Cómo podemos atravesar esta tormenta y prepararnos para lo que vendrá? En el libro Nuestra elevada vocación se nos brinda esta valiosa perspectiva: «Esa noche, en aquel barco, los discípulos asistieron a una escuela, donde recibieron su educación para la gran obra que debían hacer después. Cada cual tendrá que enfrentar las horas oscuras de prueba, como parte de su educación para una obra superior, para un esfuerzo más devoto y consagrado. La tormenta no fue enviada a los discípulos para hacerlos naufragar, sino como una prueba, y para probarlos individualmente». Sigue diciendo la autora: «Pronto habrá terminado el tiempo destinado a nuestra educación. No tenemos tiempo para perder, caminando a través de las nubes de la duda y de la incertidumbre […]. Debemos permanecer junto a Jesús. Que nadie […] eluda una lección dura, o pierda la bendición de una disciplina severa».3 Qué maravillosa promesa: estar cerca de Jesús en cada tormenta, para recordar que él está a nuestro lado y nos guía, no importa lo que enfrentemos. Qué importante es –ahora más que nunca– que pasemos tiempo leyendo
Eliseo permaneció calmo; ya estaba mirando mediante los ojos de la fe. su Palabra, que ilumina la oscuridad (véase Sal. 119:105), y que nos conectemos con él mediante la oración. ABRAMOS LOS OJOS
La Biblia está llena de ejemplos de personas que hicieron justamente eso al enfrentar situaciones que parecían insuperables. Aunque los ejemplos son muchos, quizá uno de los más asombrosos se encuentra en 2 Reyes 6. El rey sirio envió a un poderoso ejército con caballos y carrozas para rodear por completo la ciudad de Dotán, donde el profeta Eliseo estaba alojado. Temprano por la mañana, el siervo de Eliseo se aterró al ver en el horizonte lo que parecía una muerte segura y exclamó: «¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?» (vers. 15). Eliseo permaneció calmo; ya estaba mirando mediante los ojos de la fe. «No tengas miedo –replicó–, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos» (vers. 16). Entonces hizo algo maravilloso: oró. «Te ruego, Jehová, que abras sus ojos para que vea». El Señor respondió su oración de manera magnífica. El siervo «vio que el monte estaba lleno de gente de a caballo y de carros de fuego alrededor de Eliseo» (vers. 17). Este, mis amigos, es el secreto de la paz. Así es como capeamos la tormenta. Así es como tenemos certezas en un mundo incierto. Vemos mediante los ojos de la fe, creyendo que Dios está cerca, confiando en su Palabra, conectándonos con él mediante la oración, permitiéndole que nos enseñe lecciones valiosas de fe y confianza, brindándonos reavivamiento y reforma, y avanzando con la increíble misión de salvar almas para él en la Participación Total de los Miembros, y todo mediante su poder. ¡Maranata! ¡Jesús viene pronto! A pesar de las circunstancias de grandes desafíos que todos enfrentamos, respondamos cada uno el llamado de Jesús diciéndole: «Señor, yo iré». Como lo expresa el lema de nuestro próximo Congreso de la Asociación General: «¡Jesús viene! ¡Participa!» Elena White, El Deseado de todas las gentes (Mountain View, Calif.: Pacific Press Pub. Assn., 1955), p. 401. Ibíd., p. 302. 3 Elena White, Nuestra elevada vocación (Buenos Aires: Asoc. Casa Editora Sudamericana, 1962). p. 58. 1
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Ted N. C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista. Puede consultar artículos y comentarios adicionales de la presidencia en Twitter: @pastortedwilson y en Facebook: @ Pastor Ted Wilson.
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Voces jóvenes
¿Los planes de Dios o los míos?
M Él me recuerda que si estoy demasiado ocupada para pasar tiempo con él y las personas que coloca en mi camino, algo está mal.
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e sentía irritada. Tenía una larga lista de cosas que hacer y la gente no dejaba de interrumpirme. Al dirigirme a mi escritorio, una colega se puso a hablarme. La escuché cortésmente, mientras en el fondo de la mente iba armando lo que tenía que hacer con urgencia. Finalmente llegué a mi computadora, y justo cuando abría un documento, entró un mensaje a mi celular. Una amiga necesitaba hablar. ¿Tenía unos minutos? Suspiré porque quería ayudarla, pero me pregunté si alguna vez terminaría con todas mis tareas. Había orado a las apuradas esa mañana porque quería enfrentar el tan atareado día. Dios seguramente entendería. Después de todo, estaba trabajando para él. Desacelera, me vino el pensamiento, atravesando mi irritación. «Piensa en estas desviaciones a tus planes como interrupciones divinas». Arrepentida, cerré la computadora y tomé el teléfono. Mientras enviaba mensajes a mi atribulada amiga, se me vinieron un par de versículos a la mente: «Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí» (Mat. 25:40, NVI). Y: «Somos colaboradores al servicio de Dios» (1 Cor. 3:9, NVI). Esas eran ideas asombrosas. ¿Y si el plan de Dios para mí en ese día iba más allá de una lista de tareas que yo había confeccionado? ¿Y si él quería que en ese momento trabajara para ejercer un impacto sobre la vida de alguien? ¿Entregaría mi tiempo? A menudo he puesto más énfasis en las tareas que en las relaciones. Dios entonces tiene que
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corregirme, así logro más equilibrio. Él me recuerda que si estoy demasiado ocupada para pasar tiempo con él y las personas que coloca en mi camino, algo está mal. Necesito fe para renunciar a mis planes y confiar en Dios a través de mi tiempo y mis tareas; eso implica permitir que Dios reacomode mis prioridades. Miro el ejemplo de Jesús. No importa cuánto lo requerían otros, dedicaba tiempo para estar en soledad con su Padre (Mat. 14:23; Mar. 1:35; Luc. 5:15, 16). Reaccionó a las aparentes interrupciones con gracia y amor. Por ejemplo, se detuvo en camino a la casa de Jairo para sanar y hablar con la mujer enferma. Con compasión, enseñó a las multitudes que lo seguían mientras procuraba pasar tiempo con sus discípulos (Mar. 5:21-43; 6:30-34). Elena White comenta: «[Cristo] aceptó los planes de Dios para él, y día tras día el Padre se los revelaba. Así deberíamos nosotros también depender de Dios, para que nuestras vidas sean sencillamente el desenvolvimiento de su voluntad. A medida que le encomendemos nuestros caminos, él dirigirá nuestros pasos».* Ese es el desafío para mí: estar atenta a los planes en curso que Dios tiene para este día. No quiero ignorar las invitaciones de Dios por estar demasiado preocupada con mis propios planes. Quiero estar tan conectada con Dios que acepte, de buena gana, las interrupciones que él haga a mis propios planes. A veces, hay cosas más importantes que mi lista de tareas. * Elena White, El ministerio de curación (Mountain View, Calif.: Pacific Press Pub. Assn., 1959) p. 380.
Lynette Allcock se graduó en la Universidad Adventista Southern y ahora vive en Watford, Reino Unido.
En qué creemos
Muerte y resurrección
Satanás dice S
atanás dice que podemos vivir para siempre. Menos mal que él no es nuestra única opción a la hora de instruirnos. También está Dios. En efecto, fue Dios quien habló primero.
LOS LINEAMIENTOS DE DIOS. LA REFORMULACIÓN DE SATANÁS
En el principio Dios estableció un curso de orientación para la vida que reveló su generosidad natural, una declaración abarcadora pero breve y comprensible que expresa las opciones con claridad: «Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: “De todo árbol del huerto podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás”» (Gén. 2:16, 17). Puedes vivir, pero también tienes la opción de morir. Satanás volvió a expresar las aseveraciones divinas en contraposición a Dios: «No moriréis», dijo (Gén. 3:4). De ser verdadera, esa reafirmación haría de Dios un mentiroso, y establecería a Satanás como fuente de información confiable. Ese era su objetivo. Vivir para siempre no era su idea original. Su esperanza era persuadirnos de que está a la par de Dios; de que ambos ofrecen opciones para vivir; de que sus propias opciones satisfacen más que las de Dios; de que hay una mayor flexibilidad en su surtido de opciones, con su característica fundamental: gratificación instantánea. La vida significa acaparar todo lo posible, y conservarlo, ya sea los frutos, el dinero, el sexo, el poder, las cosas o la fama. Asimismo, Satanás ofrece una plétora de posibilidades más allá de la tumba. Sí, el sepulcro es un lugar para cuerpos en descomposición, pero recuerden: «No moriréis»... Y quiere que creamos estas cosas: El yo inmortal dentro del cuerpo vuela libre cuando el pulso deja de latir; o el ser inmortal sigue transfiriéndose a otros cuerpos; o se manifiesta en nuevas formas de vida más excelsas o abyectas según lo determine el karma; o sufre en las hogueras del purgatorio en proporción al mal que hizo en la tierra, llevando a una purgación final y promoción a la gloria; o su vida dedicada al mal puede condenarlos al fuego eterno; o los que quedan en la tierra pueden comunicarse con los espíritus accesibles de los que se han ido antes. Sí, a Satanás le gustaría que Fotografía: Jan Kopřiva
lo considerásemos una fuente confiable de verdad, y que aceptemos cualquiera de esas opciones como la opción de vida eterna. La atracción de la riqueza de ofertas de Satanás no se encuentra en su variedad: es la idea de que todas nos ofrecen la vida. Generar vida está totalmente más allá de él. Pero la vida eterna sí es una opción: «La paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro» (Rom. 6:23). La cuestión real no es determinar si la vida eterna es posible. Es determinar a quién le creeremos. Muchos recordamos el juego «Simón dice», en el que lo que Simón dice solo es importante de manera tangencial, pero el hecho de que Simón lo dice es lo realmente importante. Nadie tiene que obedecer la instrucción del líder, por más razonable que sea, a menos que sea introducida por la frase «Simón dice». Los únicos mensajes que importan son los de Simón. De la misma manera, Dios quiere que descartemos cualquier consejo más allá del que el Espíritu da a las iglesias, preservados para siempre de estar en conformidad con lo que Satanás dice.
Lael Caesar es editor asociado de Adventist World
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Fe en acción
Nateekan Nithan (tercero desde la izquierda) junto con el autor Youssry Guirguis (izquierda), con quien estudió la Biblia, la hermana de Nateekan, su tía y su esposo y M. Varah, pastor principal de la iglesia de la universidad.
Una conversión, la educación adventista y el Espíritu Santo Una combinación ganadora
N
ateekan Nithan nació en una familia budista de Saraburi (Tailandia), y asistió a la Universidad Internacional de Asia-Pacífico, una institución adventista en Muak Lek, donde obtuvo un título en inglés. Sus padres eran granjeros budistas, pero cuando Nateekannn tenía diez años, su tía se convirtió al adventismo y más tarde, llegó a ser profesora en la universidad adventista. La conversión de su tía introdujo el cristianismo al círculo familiar, y por eso Nateekann decidió asistir a esa institución. MÁS ALLÁ DE LOS DESAFÍOS
Pocos meses después de que Nateekan llegó a la universidad, sus padres ya no pudieron pagarle los estudios y el internado, por lo que se mudó a lo de su tía, para reducir los costos. Lo que le llamó la atención fue que todos sus profesores, aun los de las asignaturas generales, hablaban de Jesús en las clases. ¿Estoy aquí para estudiar inglés o cristianismo? ¿Estoy para estudiar sobre Jesucristo?, se preguntaba. 22
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Sus clases de educación general se titulaban «Vida y enseñanza de Jesús» y «Fundamentos de creencias cristianas». En ellas, los docentes le presentaron al Jesús de la Biblia, en particular el de los Evangelios. Esas clases despertaron en él un profundo interés espiritual, y de a poco, en su corazón se implantó la semilla de la fe. Nateekan se destacó en sus estudios, lo que lo distinguió entre sus compañeros. También se hizo buen amigo de algunos de los profesores. Por las preguntas que les hacía y sus cambios de conducta, Fotografías: Cortesía del autor
El autor, Youssry Guirguis, bautiza a Nateekan Nithan el 19 de septiembre de 2020.
ellos reconocieron que el Espíritu Santo estaba obrando en él; esto los motivó a enseñarle más de Jesús. Le mostraron bondad y compasión, y oraron con frecuencia con él y por él. Nateekan comenzó a ver a Cristo en sus profesores, y esto aumentó su deseo de ser como el Salvador. EL PAPEL DE LOS MENTORES
Mientras estudiaba en la universidad, Dios le proveyó de muchos mentores espirituales. Entre ellos estuvo su consejera académica Anita Sundaresan, que jugó un papel fundamental al preocuparse por su vida académica y espiritual. «Me emocionó mucho el amor y el interés auténtico que me mostró», dice Nateekan. Pronto comenzó a darse cuenta de que ese afecto estaba motivado por el verdadero amor «de hecho y en verdad». Amar «de hecho» significaba hacer algo al respecto, y amar «en verdad» significa amar a un individuo de manera auténtica. UNA VIDA TRANSFORMADA
Cuando Nateekan estaba cerca de culminar sus estudios, se convenció de que Jesús era su Salvador, y quiso ser bautizado para pertenecer a la Iglesia Adventista. A pesar de ello, guardó ese deseo sin compartirlo con nadie. ¿Cómo puedo ser un cristiano, un adventista?, se preguntaba. Necesito el consentimiento de mis padres. Nateekan se graduó en mayo de 2020 con un título de grado en inglés sin haber sido bautizado. Un mes después, regresó a la casa de sus padres y comenzó a ayudarlos en la granja. Su deseo de seguir estudiando la Biblia, sin embargo, seguía firme. Anhelaba saber más de Jesús. Por ello, se contactó con uno de los pastores de la universidad. Nateekan y el pastor
estudiaron la Biblia juntos durante cuatro meses y el sueño de llegar a ser un cristiano adventista finalmente se hizo realidad cuando fue bautizado el 19 de septiembre de 2020. UNA TRAVESÍA EN CURSO
Nateekan quería solicitar trabajo como docente de inglés, pero no podía recibir su diploma porque aún tenía deudas con la universidad. ¿Cómo puedo trabajar como docente si no tengo el diploma?, se preguntaba. También compartió su dilema con el pastor con quien había estado estudiando la Biblia y él le sugirió que presentara su problema a Dios en oración. Dios escuchó y respondió su oración. Tres días antes del bautismo, Dios tocó el corazón de uno de sus profesores, quien pagó sus deudas en la universidad. Nateekan se sintió muy agradecido y asombrado ante el poder de la oración. «Las oraciones pueden mover gigantes que acechan la vida del creyente –dice Nateekan–. El más grande de los gigantes de la vida puede ser derrotado cuando oramos». Y añadió: «El Señor usó a los profesores de la universidad, a mis amigos, a los cultos y a mi tía, para mostrarme el camino a Cristo. ¡Me siento tan agradecido a ellos y a Dios!» Cuando amamos auténticamente a las personas, las atraemos a Cristo. El verdadero amor que muestran entre sí los cristianos debería atraer a otros a la fe.
ficado último de la vida: Jesucristo. Transforma a las personas y las inspira para que sean agentes de cambio. Que las instituciones adventistas de todo el mundo puedan ser centros de evangelización que dirijan a los estudiantes hacia Cristo. Las palabras del profeta Isaías son una amonestación para cada docente cristiano: «Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para lo cual la envié» (Isa. 55:11).
Youssry Guirguis es profesor en el Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad Internacional de Asia-Pacífico en Muak Lek, Saraburi, Tailandia.
NO SOLO UNA HISTORIA DE CONVERSIÓN
Esta no es solo una historia de conversión sino también una historia sobre el poder de la educación cristiana. Es una educación que hace que las personas busquen el signiAdventistWorld.org Febrero 2021
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Descubramos el Espíritu de Profecía
El Espíritu sigue hablándonos El pueblo de Dios siempre necesita consejos
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ace quinientos años, Martín Lutero y otros reformadores exaltaron las Sagradas Escrituras y desafiaron a las personas para que obedecieran la Palabra. Muchos respondieron al llamado, pero algunos afirmaron que eran enseñados directamente por el Espíritu Santo y que no necesitaban someterse a la autoridad de escritos antiguos. En el capítulo «Progresos de la Reforma» en El conflicto de los siglos, Elena White describe de qué manera los reformadores usaron la Palabra de Dios como herramienta poderosa para vencer esta oposición. Hoy día, una herejía opuesta ha logrado inmiscuirse en la cristiandad, y algunos de sus ecos están presentes inclusive entre los adventistas. Al ensalzar correctamente las Escrituras como la regla suficiente de fe y práctica, algunos exclaman: «La Biblia, solo la Biblia», negando la continua voz profética del Espíritu Santo, en los tiempos posteriores al Nuevo Testamento. Los adventistas hemos declarado como una de nuestras creencias fundamentales que el Espíritu Santo obró en el ministerio de Elena White, brindando «consuelo, orientación, enseñanza y corrección» a la iglesia. Hemos señalado la enseñanza de las Escrituras, que afirma que el don de profecía no cesó con los apóstoles, pero que estaría presente en los «últimos días», según lo profetizó Joel (Joel 2:28, 29). Juan nos dice que en el tiempo del fin, el pueblo de Dios poseerá el ministerio mismo de Jesús, que el ángel identifica como el espíritu de profecía (Apoc. 12:17; 19:10). Si interpretamos que sola Scriptura —«la Biblia y la Biblia sola»— significa que los 24
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cristianos solo tienen que prestar atención a lo que ya se escribió hace dos mil años –excluyendo lo que el Espíritu dice hoy a la iglesia– esa posición no guarda diferencias prácticas con la creencia de que el don profético terminó con los apóstoles. Las Escrituras permanecen únicas como la revelación infalible de la voluntad de Dios. Son la norma de carácter, la prueba de experiencia, y la reveladora de doctrinas. Si esto es así, entonces, ¿por qué aceptar los escritos de Elena White? Si la Biblia es plenamente suficiente, ¿qué necesidad existe de continuar con la orientación especial del Espíritu Santo? Jesús nos da la respuesta: «Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad […], y os hará saber las cosas que habrán de venir» (Juan 16:12, 13). Esta promesa se cumplió en la vida y los escritos de los apóstoles, pero el testimonio del Espíritu no terminó con los apóstoles. Las Escrituras registran cómo Dios instruyó a su pueblo mediante mensajeros especiales para reprender el pecado, advertir de peligros venideros, desenmascarar los planes de Satanás, y revelar los resultados de elecciones equivocadas. Eran instrucciones oportunas del Espíritu Santo, diferenciadas de la luz encerrada plenamente en el canon, pero aun así, igualmente necesarias. Dios no ha dejado a su iglesia del tiempo del fin sin la orientación del Espíritu Santo. Esto ha quedado demostrado en la vida y los escritos de Elena White. UNA AYUDA PRESENTE
Analicemos cinco áreas en la que los escritos de Elena White cumplen con los propósitos de Dios para nosotros en forma individual y como iglesia. Fotografías: R. F. Studio
Revelan los planes del enemigo. En los días de Eliseo, el rey de Siria estaba convencido de que espías de Israel se habían infiltrado en su ejército porque el enemigo parecía saber de antemano cuándo y dónde atacarían. Se le dijo al rey, sin embargo, que no era la inteligencia humana, sino el profeta Eliseo de Israel, a quien el Señor le daba información confidencial (2 Rey. 6:8-12). En los escritos de Elena White, no hay tema más abarcador que el gran conflicto entre Cristo y Satanás. La serie «El conflicto de los siglos» muestra que este comenzó en el cielo, continúa en nuestro planeta y en el corazón de cada persona. En forma más específica, se nos bridan perspectivas sobre las estrategias de Satanás para esta guerra contra el remanente: la guerra descrita por Juan en Apocalipsis 12:17. Aunque sabemos que el diablo es como un león rugiente que busca devorar a su presa (1 Ped. 5:8), la voz moderna del Espíritu de Profecía desenmascara sus engaños para que podamos estar más plenamente equipados para seguir la amonestación del apóstol de «resistir» al enemigo y de «velar» (vers. 8, 9). Muestran la mano de Dios en la historia humana. Los profetas interpretaron los eventos de sus días a la luz de las interacciones de Dios con su pueblo y las naciones circundantes. Daniel reveló la soberanía de Dios en la sucesión de reinos que seguirían desde Babilonia hasta la división del Imperio Romano. En el caso de los individuos, a menudo se requiere que la voz profética explique enfermedades repentinas o bendiciones inesperadas. De manera similar, en los escritos de Elena White hallamos descripciones de eventos en los que Dios estuvo involucrado directamente. Un ejemplo es el retiro repentino del ejército superior de la Unión en la Primera Batalla de Manassas durante
la Guerra Civil de Estados Unidos. A Elena White se le mostró en visión que lo que parecía inexplicable en términos humanos había sido obra de la intervención angélica.* Describen los resultados de las elecciones. Cuando Jerusalén fue rodeada por el ejército de Babilonia, el rey Sedequías prometió perdonar la vida de Jeremías si le decía la verdad sobre el futuro de su reino. Jeremías le presentó dos opciones: Rendirse ante el rey de Babilonia y vivir, o pelear, y la ciudad sería destruida (Jer. 38:14-23). Un llamado a rendirse no era lo que Sedequías quería escuchar. Esperaba que Jeremías predijera liberación, anunciando que Dios pelearía para proteger a su pueblo. Sedequías eligió mal, y las palabras impopulares de Jeremías, que habían contradicho a todos los asesores y jefes militares del rey, se cumplieron. Hoy día, aunque la voluntad de Dios se revela ampliamente en su Palabra, hay ocasiones en las que el pueblo de Dios necesita orientación adicional que los guíe. Las instrucciones de Elena White sobre la vida sana ilustran esto. Las investigaciones científicas confirman los resultados positivos de vivir según los principios de salud delineados en sus escritos. Reprenden el pecado. Acaso no hay mayor ilustración de la obra del Espíritu para convencer el corazón humano que la palabra profética que Natán pronunció ante David. David ya estaba familiarizado con el sexto y séptimo mandamientos. Dios, en su misericordia, envió su mensajero para revelar el pecado que David había estado tratando de ocultar, y para transmitirle la verdad que David había procurado ignorar. Quién sabe si David se habría arrepentido por su cuenta, de no ser por la palabra profética comunicada a través de Natán. Mediante los escritos de Elena White, vemos nuestra vida como ante un espejo. A la luz de los principios de la Palabra de Dios, somos lleva-
Dios no ha dejado a su iglesia del tiempo del fin si la orientación del Espíritu Santo.
dos a ver nuestras deficiencias, a reconocer nuestra pecaminosidad, y a aceptar con oración el perdón y la justicia que Cristo ofrece. Aplican las Escrituras. Los primeros cristianos tenían los escritos del Antiguo Testamento que podían estudiar por su cuenta. Aun así, eso no excluía la obra del Espíritu Santo, para llevar sus mentes a una aplicación adicional de pasajes particulares, así como cuando Jesús anunció que las palabras de Isaías 61 –la liberación de los cautivos– se estaban cumpliendo ese mismo día. Hoy día, es parte de la obra del Espíritu Santo señalar y aplicar temas y pasajes particulares de la Palabra, que poseen una significación especial para el pueblo de Dios. Al creer que el Espíritu Santo iluminó a Elena White mediante el don de profecía, somos llevados a un mayor estudio de esos pasajes, cumpliendo el propósito de Dios de seguir hablando a su pueblo mediante su Palabra. *Véase Elena White, Testimonios para la iglesia (Doral, Fl.: Asoc. Publicadora Interamericana, 2003), t. 1, p. 242.
Tim Poirier es vicedirector del Patrimonio White, con sede en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos.
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Respuesta a preguntas bíblicas
¿Qué mandamientos?
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¿A qué mandamiento se refiere la frase «los que guardan los mandamientos de Dios» en Apocalipsis 12:17 y 14:12?
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En ambos pasajes, la obediencia a los mandamientos es una característica del pueblo de Dios para el tiempo del fin, que en Apocalipsis 12:17 se denomina remanente, o el resto de la descendencia de [la mujer] y los «santos» en Apocalipsis 14:12. Por cierto, «los que guardan los mandamientos de Dios» suena demasiado general, por lo que es necesario aclarar la frase. 1. DIFERENTES OPINIONES
Cuando examinamos comentarios escritos en el libro de Apocalipsis, hallamos diversas opiniones. Algunos comentaristas ni siquiera tienen tiempo de explorar su significado y simplemente citan el texto bíblico, para luego analizar otros aspectos del pasaje, como si la referencia a los mandamientos no fuera importante. Para otros, los mandamientos son la Torá, es decir, todas las instrucciones y revelación de Dios en el Antiguo Testamento. Aun otros sostienen que los mandamientos se refieren a la fe del Cordero de Dios que fue fiel y a quien los cristianos tienen que emular. La visión más común es que «los mandamientos de Dios» designan los componentes éticos del decálogo, los últimos seis mandamientos. Sin duda, el contexto determina cuál es la interpretación apropiada. 2. REFERENCIA AL DECÁLOGO
Los dos pasajes en los que se mencionan los mandamientos de Dios pertenecen a la parte central del Apocalipsis (capítulos 12-15:5). En la introducción a esta sección, Juan vio el Lugar Santísimo del Santuario celestial, específicamente, el arca del pacto. En el Santuario celestial, Moisés colocó dentro del arca del pacto 26
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las dos tablas de piedra en la que Dios había inscrito los Diez Mandamientos. Por ello, la visión implica que el ministerio de Cristo en el Lugar Santísimo del Santuario celestial y los Diez Mandamientos jugarán papeles importantes en lo que sigue en el libro. La referencia implícita a los Diez Mandamientos aquí se hace explícita al final de toda la sección, cuando Juan vio otra vez el «tabernáculo del testimonio» en el cielo (Apoc. 15:5). El sustantivo «testimonio» era usado en el Antiguo Testamento para designar a los Diez Mandamientos colocados dentro del arca del pacto, y eso testificaba del pacto de Dios con Israel (Éx. 25:20, 21; 32:15, 16). Esta referencia a los Diez Mandamientos debería ser la primera pieza de información que considerar en la interpretación de la frase «los mandamientos de Dios». 3. MANDAMIENTOS ESPECÍFICOS DEL DECÁLOGO
Quizá aún más importante es el hecho de que en el contexto de los dos pasajes, hay claras referencias a algunos de los Diez Mandamientos. El más explícito se encuentra en el llamado del primer ángel para que la raza humana obedezca el mandamiento al adorar a Dios, «el que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales» (Apoc. 14:7, NVI). La mención de Dios como Creador es tomada del cuarto mandamiento (Éx. 20:8-11), lo que implica que el remanente también guardará este mandamiento. Los seres humanos no tienen que adorar la imagen de la bestia, una violación del segundo mandamiento (Apoc. 14:9). La bestia blasfema el nombre de Dios en violación del tercer mandamiento (Apoc. 13:6). Estos son los primeros cuatro de los diez, pero en Apocalipsis se mencionan otros. Por ejemplo, Apocalipsis 9:20, 21 menciona el homicidio, el adulterio o la inmoralidad sexual; y el robo (véase también Apoc. 13:10; 14:4), y la mentira se menciona en Apocalipsis 14:5. En contexto, la respuesta apropiada a su pregunta es que el pueblo de Dios observará los Diez Mandamientos como señal de fidelidad y gratitud al Cordero.
Ángel Manuel Rodríguez es exdirector del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General.
Salud y bienestar
Cambios cognitivos ¿Son inevitables? Tengo 18 años y mi abuela, que vive con nosotros, sufre de demencia. Mis padres y mis hermanos menores nos ayudan a cuidarla. A veces faltamos al colegio para ayudarla. No siempre es fácil, y me preocupo al pensar en el futuro y qué les pasará a mis padres y aun a mí. ¿Estamos destinados a sufrir de demencia cuando seamos ancianos? Algunos dicen que es inevitable. ¿Se puede prevenir? ¿Tienen algún consejo para nuestra situación específica?
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a demencia es un problema común y en el mundo se estima que aproximadamente 50 millones de personas viven con esa enfermedad. Esa cifra va creciendo, y llegará a 150 millones para 2050. La demencia está incrementándose especialmente en países de bajos y medianos ingresos. Al igual que en el caso de su familia, esta enfermedad no solo afecta a un individuo; sus consecuencias llegan a los familiares, aun a los niños que viven en el hogar (por ej., el ausentismo escolar). Los costos globales relacionados con la demencia son muy elevados. El Informe 2020 de la Comisión Lancet enumera doce factores que contribuyen a alrededor del cuarenta por ciento de las demencias en el mundo: una menor educación en los primeros años de vida, la hipertensión, la obesidad, la falta de actividad física, la depresión, la diabetes, el cigarrillo, el aislamiento social, las discapacidades auditivas, la exposición a la contaminación del aire, las lesiones traumáticas del cerebro y el excesivo consumo de alcohol. Es importante reiterar que la posición de la Iglesia Adventista respecto del alcohol es la abstinencia total. Aunque ridiculizada en el pasado inclusive por científicos, evidencias actuales apoyan esta abstinencia como una opción saludable, confirmando que no existe un nivel seguro de consumo. Fotografía: Rodnae Productions
Muchos factores están más allá de nuestro control en relación con el riesgo de sufrir demencia, lo que incluye nuestros genes e historia familiar. Como adultos, no tenemos control sobre los estudios formales en nuestros primeros años, pero deberíamos animar a los que nos rodean para que completen sus estudios (pensamos en especial en sus hermanos que ayudan a cuidar a la abuela). También hay otras elecciones de estilo de vida que están a nuestro alcance y que pueden prevenir o al menos retrasar el comienzo de la enfermedad. Los cambios de conducta no son fáciles, y necesitamos el apoyo de familiares y amigos comprometidos. Podemos tratar la diabetes, controlar la presión arterial, bajar de peso, responsabilizarnos del ejercicio físico y cultivar las relaciones sociales. Como adventistas, hemos sido bendecidos con un mensaje de salud abarcador y lleno de gracia que influye sobre nuestro estilo de vida de manera simple pero poderosa. Incluye tomar decisiones sabias, hacer ejercicio físico, beber agua pura, creer y confiar en Dios, descansar de noche y disfrutar del reposo sabático, salir al aire fresco todo lo que sea posible, vivir de manera equilibrada (temperancia), ingerir una dieta vegetariana saludable y equilibrada, y disfrutar de relaciones sólidas y de apoyo. Esas bendiciones no son solo para nosotros, sino para compartirlas con nuestros familiares, amigos y las comunidades en las que vivimos. Y por favor, no olviden las mejores noticias más allá de las circunstancias. Dios dice: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad» (2 Cor. 12:9, NVI).
Peter N. Landless es cardiólogo nuclear certificado y director de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General. Zeno L. Charles-Marcel es especialista certificado en medicina interna y director asociado de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General.
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La centenaria generosa
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arece una locura, pero Abuela Frida es conocida como alguien que regala todo, y también es alguien que guarda todo. Frida Tanner nació hace 102 años en Greeley (Colorado, EE. UU.). Su esposo Lew tiene 96 años. «Uno de mis profesores de la escuela secundaria era adventista –recuerda–. Viví con su familia por un tiempo y limpiaba su casa. Fueron muy amables conmigo. Me ayudaron a aprender de Dios y me iniciaron en el adventismo. Mis padres no creían que DICK DUERKSEN una niña tenía que estudiar más allá del octavo grado, por lo que tuve que rogarles para ir a la escuela secundaria. Después de la graduación, el docente adventista los convenció de dejarme ir al Colegio Terciario Madison en Tennessee para estudiar enfermería. Fui bautizada el verano después de terminar el secundario; fui la única luterana de mi familia que se hizo adventista». Después de graduarse con un título de grado, una rareza en esa época, Frida se mudó a Lynwood (California), para ayudar a su hermana viuda a cuidar de sus hijos. *** En 1908, los padres de Abuela Frida habían llegado de Rusia a Colorado, donde se sumaron a otros rusos alemanes granjeros. Ella recuerda el duro trabajo. «Pasé mucho tiempo en el verano trabajando en los canteros de remolachas y sufrí quemaduras por el sol. Tenía once hermanos. Tres murieron de pequeños, pero el resto creció y se trasladó a otros estados».
¿Puedo contarle una historia?
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La familia ha mantenido una estrecha conexión y los primos se han reunido regularmente desde hace más de 30 años. Frida practicó aceptación y amor con sus propios hijos. A medida que crecían, ella y el abuelo fueron modelos de una atmósfera de apoyo y ausencia de críticas respecto de la religión o la política. Lo central era amar «como Dios ama». «Podemos hablar de todo tipo de teologías –dice Frida– pero si el amor no ocupa un lugar central, son solo palabras vacías». Cuando habla de su esposo Lew, le sonríe y estira el brazo para tocar su mano. «Cuando conocí a Lew, realmente me gustó. La primera vez que me besó, me preguntó si me había gustado. Le dije que habría sido mejor si no fumaba», explica riéndose. Ese fue el fin de los cigarrillos y el comienzo de un matrimonio de 68 años. Lew y Frida tienen dos hijas: Carol y Jeanne. «Y una casa llena de hijos y nietos», dice el abuelo. *** En la década de 1950, mientras trabajaba como voluntaria en la sección de niños del Hospital White Memorial en Los Ángeles, Frida descubrió figuras de fieltro o pañolenci de las historias bíblicas. Había personajes de la Biblia, animales y objetos del mundo natural impresos en grandes láminas de fieltro. Había que colorear y cortar una por una, y entonces armarlas para contar historias bíblicas. Ella vio inmediatamente el valor que esas figuras podían tener para contar las historias bíblicas a niños de diversas partes del mundo. Decidió hacer todo lo posible para preparar y distribuir las figuras. «A los niños siempre les han gustado Fotografías: Dick Duerksen
–proclama–. Los fascina. Les gusta tocarlas y pegarlas en el franelógrafo. Juegan con ellas, las pegan y se cuentan las historias de la Biblia. Así es como los niños pueden aprender de Jesús». Durante años, todo el que llegaba a su puerta recibía una pila de figuras de fieltro, marcadores de colores y un par de tijeras. Todos llegaron a ser parte del ejército de recortadores y encargados de colorear. Sentarse en la mesa de la sala y recortar las figuras era un rito de iniciación para los muchachos que querían tener amistad con las chicas Tanner. «Gente de diversas partes del mundo nos escribía pidiéndonos materiales para los niños –cuenta Abuela Frida–. Entonces conseguíamos los materiales y nos poníamos a trabajar. Dependíamos de donaciones; queríamos que los niños aprendieran de Jesús». El trabajo cambió cuando alguien comenzó a fabricar figuras ya coloreadas. Entonces Frida se sumó a «Aventuras de Fe», un incansable grupo de voluntarios con el deseo de evangelizar. Decidieron adquirir conjuntos de figuras de colores que empacaron y enviaron a todo el mundo. La familia de Frida, y sus amigos dedicaban cientos de horas en la mesa de la sala armando los paquetes, hablando de las historias, de Dios, del amor y la vida. «Nuestro hogar era un lugar seguro – dice su hija Jeanne–. Mis padres no eran críticos, sino abiertos y solícitos. Les gustaba recibir gente y se aseguraban de que la mesa del sábado estuviera llena. Esa mesa era un lugar donde todos podían compartir sus reflexiones
sin temor. Allí es donde nos enseñaron a escuchar y respetar a otros; donde aprendimos a tratar los temas difíciles de la vida». *** La Biblia de Abuela Frida siempre está cerca, y junto a ella descansa El Deseado de todas las gentes. Ha leído ambos libros muchas veces. Si los abrimos en cualquier página, veremos notas en los márgenes, lugares donde ha subrayado con rojo, verde o azul. Son palabras que enfatizan el relato de la Biblia que quiere compartir. «Es fácil usar esas figuras para mostrar el amor de Dios en las simples historias de la Biblia, pero es igualmente importante hallar el amor de Dios en las historias realmente difíciles. Las historias simples nos dan una base para evaluar el amor de Dios; es una manera de aproximarnos al mundo. Pero si uno se queda estancado allí, cuando llegue un momento difícil de la vida, no tendremos una forma sólida de enfrentarlo. Tenemos que analizar en profundidad las historias bíblicas más difíciles, los relatos violentos, las historias sobre las mujeres, y aun algunos dichos de Jesús difíciles de entender. Comprender cómo nos ama Dios en todas las Escrituras nos da la capacidad de saber cómo responder en los desafíos difíciles –dice Jeanne–. Mis padres me dieron ese fundamento, por el cual estoy agradecida». A lo largo de los años, Frida ha recibido cartas y tarjetas de agradecimiento de decenas de países. La mayoría ha dicho: «Gracias por recordar a los niños». Provienen de Cuba, Rusia, Ucrania y la India. ¡De todas partes! Abuela Frida las guarda a todas. Tiene cajas y cajas llenas de tarjetas de agradecimiento. «Ahora soy anciana, pero aún me emociona saber que Jesús nos ama», dice mientras clasifica las tarjetas. Entonces sonríe, recordando cuánto ha disfrutado al regalar cosas.
Dick Duerksen es un pastor y narrador que vive en Portland, Oregón, Estados Unidos.
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Fe en crecimiento
Páginas infantiles
El amor ¿Qué es el amor? Dios es amor
Maneras de mostrar amor Hay muchas maneras de mostrar amor a otros, y esto puede diferir según a quién se lo demostremos. El amor que tus padres o abuelos sienten entre ellos es distinto al amor que le demuestras a tu mejor amigo. Pero el amor produce cosas maravillosas en todos nosotros: por eso es tan importante para Jesús. Tenemos una lista de maneras mediante las cuales se puede demostrar amor por alguien. Hemos incluido en esta revista una página especial para colorear. Puedes colorearla, recortarla y regalársela a alguien que amas.
Muestra amor hoy L impia tu habitación sin que te lo pidan. Escribe una nota llena de amor a alguien que parece triste. Ayuda a preparar la comida. P repara una comida simple (si es que tienes la edad suficiente para hacerlo) y sírvela a tu familia. Recoge flores y prepara un bello ramo para otra persona. Busca tu versículo favorito de la Biblia que hable del amor y escríbelo en una tarjeta para regalar.
O frécete para ayudar a tu vecino en el jardín. Habla por FaceTime o Zoom con tus abuelos y cuéntales cosas graciosas. muy bondadoso y Sé paciente con tus hermanos menores. E scribe correos electrónicos alentadores a tus compañeros de clase que estos días no ves. Colorea la siguiente página y regálasela a otra persona.
Estas son tan solo unas pocas sugerencias para ayudarte a comenzar. Puede que se te ocurra alguna otra cosa. Lo importante es recordar que mostrar amor a otros les ayuda a sentir el amor de Jesús. Por ello, comparte tu amor con tantas personas como te sea posible. 30
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Ilustración: Xuan Le
WILONA KARIMABADI
Tesoro bíblico: Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 1 Juan 4:16, NVI
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REAVIVAMIENTO Y REFORMA
Lea escritos inspirados. Aprenda a orar con poder. Equípese para testificar. Encuentre recursos prácticos para su vida espiritual.
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