AW Espanol - Agosto 2017

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Publicación internacional de los adventistas del séptimo día

Vol. 13 No. 8

12 ¿Fama, fortuna o Cristo? 21 El cuidado de Dios 26 Gratitud y generosidad


Vol. 13 No. 8

Publicación internacional de los adventistas del séptimo día

N O TA

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Vol. 13 No. 8

D E

14 ¿Listos para servir?

TA P A

C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

¡Velad!

Anthony Kent

Es una de las historias más importantes que contó Jesús, y una de significado especial para los adventistas.

12 ¿Fama, fortuna o Cristo? 21 El cuidado de Dios 26 Gratitud y generosidad

Stefan Höschele Los dones espirituales no son para salvarse, sino para servir.

21 El cuidado de Dios S E R V I C I O

A D V E N T I S T A

Sandra Doran

8 La justicia abarcadora de Cristo P A N O R A M A

M U N D I A L

Ted N.C. Wilson

Si no es un don, no es justicia de Cristo.

Él conocía la situación, y sabía qué hacer.

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V I D A

A D V E N T I S T A

Las dos Elenas White Rachel Williams-Smith Más allá de la simple frase: «Elena White dice…»

12 ¿Fama, fortuna o Cristo? D E V O C I O N A L

24 Esta es mi posición A R T Í C U L O

James L. Gulley y Norman R. Gulley Simón y Judas estaban a la mesa con Jesús, pero solo una persona sabía qué era lo importante.

E S P E C I A L

Kathryn Proffitt

El llamado al deber es un llamado a ser fieles.

D E PA R TA M E N T O S 3

INFORME

MUNDIAL

3 Informes de noticias 10 Ida y vuelta

11 S A L U D M U N D I A L Las plagas y las enfermedades infecciosas emergentes 26

RESPUESTAS A PREGUNTAS BÍBLICAS

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ESTUDIO

I N T E R C A M B I O I D E A S

Gratitud y generosidad

spanish.adventistworld.org

www.adventistworld.org: Disponible en línea en doce idiomas

Publicada por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

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BÍBLICO

¿Podemos confiar en nuestra conciencia? D E


Prestar atención

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INFORME MUNDIAL Costin Jordache, Adventist World

Adicción a la tecnología

entre los factores de riesgo infantiles

J O R D A C H E

Otros incluyen el abuso, la obesidad y la falta de educación Delegados y adventistas locales casi llenaron el piso inferior del auditorio de Budapest (Hungría) el sábado por la mañana.

C O S T I N

i tuviera que escoger un tema presente en las muchas historias que contó Jesús, elegiría la virtud de estar atentos. Piénselo: El padre del hijo pródigo aguarda –quién sabe por cuánto tiempo– y divisa a su hijo cuando «aún estaba lejos». Se felicita a los siervos por esperar sin cesar el regreso del amo. Se insta a los obreros a velar y orar durante la temporada de crecimiento hasta que quede claro qué plantas son de trigo y cuáles son malezas. El pastor está tan atento mirando el rebaño, que le llama la atención la ausencia del uno por ciento de sus ovejas, y va en su urgente búsqueda. Y entonces está la parábola de las diez vírgenes, cuyo mensaje se resume bien en el título de la nota de tapa de este mes: «¡Velad!» Estar atentos es la intersección entre velar y esperar. Por ello, describe de manera maravillosa la cualidad que necesitan los que proclaman al mundo que están aguardando el regreso de Cristo. No es lo mismo que la hipervigilancia, que hace que los creyentes menos maduros se obsesionen por todo –por cada espasmo de violencia, cada recesión económica– como una «señal» certera de la venida de Cristo. Podemos estar atentos a la cercanía del regreso de Cristo mientras hacemos otras cosas importantes como cumplir con nuestro trabajo, criar una familia, desarrollar un ministerio o hasta descansar en sábado. Estar atentos significa que Jesús –y la promesa de disfrutar de su compañía para siempre– nunca está muy lejos de nuestro pensamiento. En medio de todo lo que hacemos, respiramos una oración de expectativa y anhelo: «¡Ven Señor Jesús, y ven pronto!» Estar atentos es también más probable cuando estamos en compañía de otros creyentes. Sus recordatorios, sus palabras de aliento y sus amables llamados de atención cuando nos distraemos nos ayudan a enfocar mejor nuestra vida y dar nueva prioridad a nuestros calendarios. Velamos y oramos como pueblo del advenimiento, reunido por el Señor para bendecir y ayudarnos mutuamente, y para bendecir y ayudar al mundo. Por eso, es tiempo de velar.

Del 10 al 14 de mayo de 2017, la Iglesia Adventista organizó una histórica conferencia en Budapest (Hungría), enfocada en temas que afectan a las familias, las mujeres y los niños. Tres departamentos de la Asociación General –Ministerios de Familia, de la Mujer y del Niño– se unieron para analizar algunas de las realidades más acuciantes en áreas diferentes pero interconectadas. Más de cuatrocientos delegados de unos sesenta países asistieron al evento que se llevó a cabo bajo el lema «Alcanzar al mundo». El siguiente fragmento ha sido extraído de un artículo más extenso titulado «El poder de la colaboración». –Los editores. Una generación en riesgo

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os sesiones plenarias de la conferencia estuvieron a cargo de Kiti Freier Randall, psicóloga pediátrica del neurodesarrollo en la Universidad de Loma Linda (California, EE. UU.). Randall, que trabaja con niños en riesgo, enfatizó el papel del hogar en el desarrollo infantil: «Aunque otras instituciones de apoyo social cumplen su función, el cuidado familiar es el que resulta efectivo y significativo». Randall contrastó la idílica declaración con la realidad de los riesgos infantiles debido a un gran número de factores. La falta de acceso a la educación, en especial en las niñas, es un riesgo significativo, lo que lleva a otros factores de riesgo como la pobreza, el uso de drogas y el incremento del embarazo adolescente y la violencia de pandillas. La obesidad infantil es otro factor de riesgo, lo que conlleva a «serias consecuencias para toda la vida», expresó.

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T I B O R

medio de las abrumadoras realidades con las que comenzó. La ciencia se está enfocando cada vez más en la idea de resiliencia, «la capacidad de mantener o desarrollar un funcionamiento competente ante los grandes estresores de la vida». Factores tales como el apoyo social, la conexión, las actividades significativas y el ejercicio, llevan a una mayor resiliencia. Cuando se le preguntó de qué manera esas perspectivas afectaban a la Iglesia Adventista, Randall dijo que después de trabajar treinta años con los niños de mayor riesgo del mundo, cree que «la iglesia posee todos los elementos que necesitamos para hacer positiva esa trayectoria. Tenemos la capacidad de brindar significado y esperanza de cultivar las relaciones con adultos sanos, y el acceso a actividades de salud. Si analizamos qué dicen las publicaciones científicas que necesitamos para la resiliencia infantil –concluyó Randall–, todo puede responderse dentro de la misión de la iglesia. Somos llamados a hacer eso: a dar de nosotros en una relación positiva y saludable; a pasar

T I B O R

La desnutrición y el hambre siguen presentes en los niños de riesgo, además del abuso de diversos tipos. Randall explicó en detalle los efectos del trauma y el abuso, mostrando un escaneo cerebral que reveló una diferencia visible en el cerebro de una víctima de abuso. «El trauma, el abuso y la negligencia cambian la composición cerebral», dijo Randall, quien también explicó que en los Estados Unidos, la razón número uno por la que los niños que nacen sanos mueren antes de cumplir el primer año, se debe a que «sus padres los matan». Randall también habló de los factores de riesgo que encierra la adicción a la tecnología. «La tecnología mal usada o usada en exceso, puede tener un impacto en la salud física y mental del niño», explicó, lo que lleva a perturbaciones del sueño, depresión y ansiedad. La profesional desafió a los padres para que no expongan a los menores de dos años a la tecnología. «No es bueno que la tecnología críe a nuestros hijos», dijo. En su segunda presentación, Randall ofreció aspectos positivos en

F A R A G O

INFORME MUNDIAL

Kiti Freier Randall habla sobre los factores de riesgo para los niños, en la conferencia «Alcanzar al mundo», en Budapest (Hungría).

tiempo con los menores y marcar una diferencia en sus vidas». Gabor Mihalec, terapeuta familiar y director de Ministerios de Familia de la Unión Asociación de Hungría, dijo: «Tenemos un don y una oportunidad especiales de recibir perspectivas sobre la vida de las familias, allí donde se producen esas situaciones». ■

F A R A G O

Barna dice a los delegados:

«Estamos en crisis»

U El experto en estadísticas George Barna presenta sus últimas investigaciones en la conferencia «Alcanzar al mundo».

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n aspecto notable de la conferencia «Alcanzar al mundo» fue la presencia de George Barna, conocido autor, investigador y estadístico, cuyas investigaciones han influido sobre la comunidad cristiana en general. Barna, quien presentó dos conferencias plenarias, no tardó en compartir una amplia gama de estadísticas de los Estados Unidos, reunidas por su

compañía American Culture and Faith Institute. Animó a los asistentes de otros países que comprendan los principios detrás de las cifras, ya que señalan tendencias mundiales. Pasó la mayor parte del tiempo explicando el concepto de cosmovisión –un conjunto de filtros por los cuales percibimos el mundo que nos rodea– y el impacto que está teniendo la sociedad en las generaciones más jóvenes.


C O S T I N

J O R D A C H E

global para referirse a cuestiones familiares. «El mundo está cambiando con tanta rapidez y de manera tan marcada que no alcanza con los enfoques y (De izquierda a derecha) Raquel Queiroz de Costa las estrategias Arrais; Heather-Dawn Small; Gabor Mihalec, director tradicionales –dijo de Ministerios de la Familia de la Unión Asociación de Barna a Adventist Hungría; Willie y Elaine Oliver; Miklós Soltész, ministro World–. La iglesia de Estado de Hungría a cargo de Iglesias, Minorías y necesita entender Relaciones Civiles; Linda Koh; Tamás Ócsai, presidente las últimas investide la Unión Asociación de Hungría; y Robert Csizmadia, gaciones disponisecretario ejecutivo del mismo territorio. bles y el significado que esconden los datos, si es que se Barna anunció que, estadísticamente, quiere discipular con efectividad». solo un porcentaje muy pequeño de jóvenes posee lo que denominó una La homosexualidad y otros «cosmovisión bíblica»: solo el 4 por temas sociales fundamentales ciento de los que tienen de 18 a 30 años, Durante la conferencia «Alcanzar y el 7 por ciento de entre 30 y 49. «Estaal mundo», cada uno de los tres mos en crisis –dijo Barna–. Si la iglesia departamentos de la Asociación General no despierta y lo resuelve, el cristianismo –Ministerios de Familia, de la Mujer en los Estados Unidos está en peligro». y del Niño– organizó seminarios El investigador entonces volvió dedicados a elementos específicos de su atención a los padres, haciendo un su área ministerial. Entre otros temas, llamado estadístico a la responsabilidad Willie y Elaine Oliver, directores de parental. Señaló que, aunque los niños Ministerios de Familia, moderaron forman su cosmovisión para los 13 años, un diálogo sobre la homosexualidad y en los Estados Unidos, solo el 5 por ciento temas afines. de los padres con niños de 5 a 13 años Ekkehardt Mueller, director asoposee una cosmovisión bíblica. «Nuesciado del Instituto de Investigaciones tros hijos suelen tomar sus decisiones Bíblicas (BRI), presentó una visión espirituales por defecto, sucumbiendo a general, destacando las investigaciones las normas culturales», afirmó. del BRI para desarrollar perspectivas Barna concluyó de manera positiva, bíblicas sobre el tema. Dejó en claro enfatizando que, si bien no es fácil, la que la Iglesia Adventista no «aprueba cosmovisión puede cambiar si se apren- el pecado de la actividad homosexual». de a formular preguntas y a dialogar Recordó a los asistentes, sin embargo, con los niños y adolescentes, en un que «se distingue entre la orientación esfuerzo por «quitar lo que la cultura ha y la actividad homosexual», y concluyó colocado en sus mentes». diciendo que «los adventistas respeAsimismo considera de gran valor que tamos a todos, sean heterosexuales u la Iglesia Adventista organice una cumbre homosexuales. Reconocemos que todos

los seres humanos son criaturas del Padre celestial y de extremo valor a la vista de Dios». Una presentación estuvo a cargo de Virna Santos, representante de «By Beholding His Love», un ministerio dedicado a equipar a «los individuos, las familias, las iglesias y las escuelas con capacitación bíblica, enseñando los métodos de Cristo para comprender cuestiones relacionadas con las luchas de identidad sexual», y a «facilitar conexiones sanas, auténticas y deliberadas entre la iglesia y las comunidades conocidas como LGBTQIX». El Departamento de Ministerios de la Mujer organizó seminarios centrados en la interacción significativa y deliberada de las mujeres con mujeres de otras religiones. HeatherDawn Small, directora del departamento, y su asociada Raquel Arrais convocaron a oradoras invitadas para inspirar y enseñar a las mujeres cómo relacionarse con diversas comunidades de mujeres. El Departamento de Ministerios del Niño, a cargo de su directora Linda Koh y su director asociado Saustin Mfune analizaron un tema, entre otros, con un enfoque inesperado, pero novedoso. Los seminarios se enfocaron en el impacto y el ministerio a los niños de hogares pudientes. Los presentadores compartieron varias de las principales causas que contribuyen a la factibilidad de que existan problemas emocionales en ese tipo de hogares, lo que incluye las presiones excesivas por parte de padres que quieren seguir mostrándose exitosos. Otro factor de riesgo incluye el creciente aislamiento que por lo general experimentan los hijos de padres acaudalados que a su vez están más ocupados y menos conectados. Se compartieron varios principios e ideas sobre maneras efectivas de ministrar a los niños en esas circunstancias. ■

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INFORME MUNDIAL Marcos Paseggi, Adventist World

Comprometidos con la

Reforma Protestante Simposio Teológico culmina con declaración de consenso

C

asi quinientos años y a doce mil kilómetros del momento y lugar en que Martín Lutero clavó sus 95 «tesis» –o argumentos sobre la justificación por la fe– en la puerta de la iglesia del Castillo en Wittenberg (Alemania), los teólogos adventistas de Sudamérica aprobaron una declaración de consenso sobre el mismo tema. En el XII Simposio Teológico Sudamericano en Libertador San Martín (Argentina), teólogos regionales reafirmaron «los grandes principios del evangelio de Dios». Expresaron asimismo un compromiso renovado con «la proclamación del evangelio eterno» dentro del marco del lema del simposio: «El justo por la fe vivirá». «La declaración refleja nuestro compromiso con la Biblia, que Lutero asumió tan bien –dijo Adolfo Suárez, rector del Seminario Teológico Adventista Latinoamericano (SALT), la organización que supervisa la educación teológica adventista en Sudamérica–. Los adventistas poseemos un compromiso total e irrestricto con la Biblia».

Elías Brasil de Souza, director del Instituto de Investigaciones Bíblicas; y Alberto Timm, director asociado del Patrimonio White en la Asociación General. «Como iglesia, siempre hemos valorado la Reforma porque, en cierto sentido, somos sus hijos», dijo Stele. «No podemos ver la Reforma como un evento histórico único –dijo Timm–. La Iglesia Adventista es heredera de ese movimiento, que defiende esfuerzos continuos por mantenerse cerca de la Palabra de Dios». La declaración votada

En su declaración de consenso de setecientas cincuenta palabras, los teólogos expresaron su deseo de destacar su compromiso con los principios que Lutero derivó de su estudio del libro de Romanos.

«En su epístola a los Romanos, Pablo presenta los grandes principios del evangelio de Dios –expresa el comienzo del documento–. Es allí donde encontramos la doctrina de la justificación por la fe en Cristo». El marco provisto por la Reforma protestante fue reforzado por elementos teológicos distintivamente adventistas, lo que incluye la noción abarcadora de «un gran conflicto entre Dios y Satanás» y «la misión de la iglesia remanente de Dios al mundo». La declaración incluye un compromiso con la creencia en Dios como el Creador y Sustentador de todas las cosas, la decisión de la humanidad de separarse de Dios, y el plan divino para su restauración por medio de Jesucristo. «Reafirmamos la certeza de que somos justificados gratuitamente por la gracia de Dios, sin obras de la Ley», expresa la declaración. El documento reafirma asimismo un compromiso con la Ley de Dios: «Reafirmamos que, por medio de la Ley, que es santa, justa, buena y eternamente vigente, viene el conocimiento del pecado y la necesidad de Cristo para justicia de todo aquel que cree». Noticias de la División Sudamericana y la Universidad Adventista del Plata colaboraron con este informe. ■

Un evento internacional

El simposio reunió a cuatrocientos teólogos y estudiantes de teología en la Universidad Adventista del Plata del 27 de abril al 1 de mayo. Entre los oradores invitados estuvieron Artur Stele, vicepresidente general de la iglesia mundial,

Los asistentes participan de una de las sesiones temáticas, durante el Simposio Teológico Sudamericano en Libertador San Martín, Argentina. U N I V E R S I D A D

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A D V E N T I S TA

D E L

P L ATA


Victor Hulbert, Noticias de las Divisiones Transeuropea e Intereuropea

Radio adventista analiza

nuevas tendencias y tecnologías Conferencia de productores presenta desafíos y oportunidades

E

l mundo radial está cambiando. Lo análogo está transformándose en digital, y las transmisiones de AM y FM están cambiando a servicios de transmisiones por audio digital (DAB), en línea, y a pedido. Los oyentes tienen más opciones y, en el grupo más joven (adolescentes), solo el tres por ciento escucha radio en vivo. Spotify y los medios sociales suplen sus necesidades. ¿Dónde deja esto a las emisoras adventistas? Esa fue la pregunta formulada a 41 productores radiales y expertos de medios en un Consejo Consultivo Radial Paneuropeo llevado a cabo en Bucarest (Rumania) en mayo pasado. Organizado por Radio Mundial Adventista y la División Intereuropea en el Centro de Medios Speranta TV de Rumania, participantes de Letonia a Moldavia y Portugal se informaron sobre las últimas tendencias y recibieron el desafío de actualizar sus estilos de transmisión. Hacia una radio interactiva

Nicolás Moulard, propulsor de Radio 2.0 en Europa y nuevo consultor de medios, tuvo varias presentaciones plenarias. En ellas, señaló que en Francia, 25,5 millones de oyentes de audio digital representan el 50 por ciento de los mayores de quince años. También

destacó que la radio a pedido se ha incrementado un 76 por ciento y que, al desarrollar contenidos, las emisoras y los comunicadores tienen que pensar en «primero el móvil», dado que es la manera en que la mayoría de las personas acceden a los contenidos. «Es necesario ir donde se encuentra la audiencia», dijo Moulard. En la lucha por captar la atención, explicó que ahora se están creando audios para medios sociales, lo que pronto podría transformar por completo la experiencia radial. BBC Radio y la mayoría de las demás emisoras importantes llevan a los oyentes a sitios web y enlaces de medios sociales, dándoles a menudo la oportunidad de mirar o interactuar mediante un enlace de video. Las pequeñas emisoras también están descubriendo los beneficios de la Radio 2.0. David Elisabeth, de Radio AdventLife en París (Francia), lo sabe muy bien. «En el mundo moderno, todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos –dijo–. He aprendido la importancia de estar conectado con mi audiencia aun fuera del estudio». David Hermy administra una pequeña estación de radio adventista en Saint-Malo, en el noroeste de Francia. Dos cámaras de GoPro en el estudio dan a los oyentes una experiencia me-

jorada. «Al comienzo me resultó difícil –confesó–, dado que me hizo más consciente del aspecto visual del estudio». Y me preguntaba: «¿Miro a la cámara o me concentro en el micrófono? ¿Cómo atiendo otro grupo de controles en un estudio de este tipo?» Ahora dice que no podría estar sin ellas. Tanto Speranta TV como RCS Radio en Portugal han ido aún más lejos. Las estaciones combinan radio y TV en el mismo estudio, siendo conscientes de ambas audiencias en producciones que atienden a su público de FM y a Hope Channel en sus televisores o pantallas de televisión. Aportes positivos

Tal convergencia brinda más oportunidades de interacción y, como resultado, de testificación. Stefan Stanciu, parte de un equipo que busca lanzar una emisora digital en Londres, y comentó que la conferencia fue invalorable. «Nos ha mostrado maneras prácticas de trabajar», dijo. Roberto Vacca, de RVS Florencia, agregó: «Escuchar la experiencia de otras emisoras de radio con sus diversos enfoques fue renovador y, una vez más, un desafío». Por su parte Greg Scott, vicepresidente de Radio Mundial Adventista, dijo que el evento superó sus expectativas. «El nivel de entusiasmo por aprender las nuevas posibilidades de Radio 2.0 resultó inspirador –dijo–. Me emocionó ver el alto nivel de intercambio entre los diversos grupos, idiomas y entidades radiales». En la Europa secularizada, los presentadores, los técnicos y los gerentes han recibido el desafío de pensar de manera diferente, de adaptarse a las nuevas tecnologías, de interactuar con sus audiencias a través de medios innovadores, y de enfocarse en la participación total de la radio para compartir esperanza. ■

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P A N O R A M A

M U N D I A L

C

omo miembros de la Iglesia Adventista, es nuestro privilegio rogar al Señor por el reavivamiento, la reforma y la lluvia tardía del Espíritu Santo, mientras proclamamos los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6 al 12, en espera de la pronta segunda venida de Cristo. Tenemos

Ted N. C. Wilson

Sin embargo, algunos grupos o ministerios independientes de diversas partes del mundo parecen reclamar para sí una función profética o correctiva que, a veces, tiende a generar controversias que dividen a las congregaciones y los miembros. Como iglesia remanente de Dios en estos últimos días, es muy importante que miremos a Cristo en busca de unidad para nuestra comisión doctrinal orientada hacia la misión que Dios ha dado a este movimiento profético. «Dios tiene una iglesia en la tierra, que es su pueblo escogido, que guarda sus mandamientos. Está conduciendo, no ramas extraviadas, no uno aquí y otro allá, sino un pueblo» (Testimonios para los ministros, p. 61).

La justicia

abarcadora de

Cristo

Algunos grupos tienden a centrarse en cuestiones tales como la naturaleza de Cristo, intentando definir cada aspecto de ese profundo tema y tendiendo a alentar el perfeccionismo sin pecado. Si bien Cristo vino para tomar la naturaleza humana, tenemos que recordar que, como Hijo de Dios, era perfecto. Como seres humanos finitos, no entendemos plenamente la naturaleza de Cristo, porque fue plenamente divino y plenamente humano. Sin embargo, el don de profecía nos dice que «al tomar sobre sí la naturaleza del hombre en su condición caída, Cristo no participó de su pecado en lo más mínimo» (Mensajes selectos, t. 1, p. 299). Como adventistas del séptimo día no promovemos ni apoyamos ningún tipo de perfeccionismo que dé a entender que una persona se salva por alguna obra o mérito aparte de los de Jesucristo.

Enfoquémonos en Jesús, no en las demás personas que avanzar, unidos en el mensaje bíblico y la misión dada por el cielo, mirando a Cristo en todo lo que hacemos. Elena White escribió: «El secreto de la unidad se halla en la igualdad de los creyentes en Cristo. La razón de toda división, discordia y diferencia se halla en la separación de Cristo. Cristo es el centro hacia el cual todos debieran ser atraídos, pues mientras más nos acerquemos al centro, más estrechamente nos uniremos en sentimientos, simpatía, amor, crecimiento en el carácter e imagen de Jesús» (Mensajes selectos, t. 1, p. 304).

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Justicia que salva


Elena White expresa: «Nadie que pretenda santidad es realmente santo. Los que son registrados como santos en los libros del cielo no son conscientes de este hecho, y son los últimos en jactarse de su propia bondad. Ninguno de los profetas y apóstoles jamás profesó santidad, ni aun Daniel, Pablo o Juan. Los justos nunca tienen semejante pretensión. Cuanto más se parezcan a Cristo, más lamentarán su desemejanza con él; porque sus conciencias son sensitivas, y consideran el pecado más como Dios lo mira. Tienen puntos de vista exaltados de Dios y del gran plan de salvación; y sus corazones, humillados bajo un sentido de su propia falta de mérito, son sensibles al honor de ser contados como miembros de la familia real, hijos e hijas del Rey eterno» (Reavivamientos modernos, p. 56). De manera similar, leemos: «Cuando algunas personas pretenden estar santificadas, con eso dan suficiente evidencia de que están muy lejos de la santidad. Dejan de ver sus propias debilidades y su indigencia. Consideran que ellos reflejan la imagen de Cristo, porque no tienen un verdadero conocimiento de él. Cuanto mayor es la distancia entre ellos y su Salvador, tanto más justos aparecen a sus propios ojos» (La edificación del carácter, p. 6). Énfasis en la misión divina

Hago un llamado a todos los miembros de iglesia a centrarse solamente en Cristo y su justicia, dado que él provee justificación y santificación a todos los que se someten a él cada día. Insto a todos para que permitan que Cristo nos

Como adventistas del séptimo día no promovemos ni apoyamos ningún tipo de perfeccionismo que dé a entender que una persona se salva por alguna obra o mérito aparte de los de

Jesucristo

.

unifique en la tarea evangelizadora de la iglesia, y nos aparte de actividades divisivas. No apoyamos ni recomendamos a grupos que critican y socavan el movimiento remanente de Dios al generar agitación y controversias en las iglesias locales. La iglesia ha establecido claros reglamentos y procedimientos para hacer frente a cualquier desacuerdo metodológico o teológico que pueda surgir dentro de la familia de la iglesia. Es importante que la iglesia remanente de Dios avance en su misión divinamente asignada. Apelamos a

todos, a no buscar una religión perfeccionista y legalista, sino que dependan plenamente, por fe, de los méritos de Cristo y su justicia para nuestra justificación y santificación. Por la gracia de Dios y mediante su poder, tenemos que avanzar con la gran proclamación de los mensajes de los tres ángeles que ha sido encomendada al pueblo de Dios. Se nos dice: «En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en el mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de dirigir la última amonestación a un mundo que perece. La Palabra de Dios proyecta sobre ellos una luz maravillosa. Una obra de la mayor importancia les ha sido confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra atención de ella» (Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 17). Mientras descansamos únicamente en Cristo, el Autor y Consumador de la fe, concentrémonos con firmeza en la misión que nos ha sido encomendada: proclamar los mensajes de los tres ángeles a través del poder del Espíritu Santo. ■

Ted N. C. Wilson es

presidente de la Iglesia Adventista. Puede consultar artículos y comentarios adicionales del presidente en Twitter: @pastortedwilson, y en Facebook: @PastorTedWilson.

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IDA y VUELTA

FRUITION LAB

Ideas con alas IDA Y VUELTA es un artículo/entrevista mensual para Adventist World sobre un ministerio. Este mes entrevistamos a Jeff Tatarchuk y Taylor Paris, cofundadores de Fruition Lab. –Los editores

¿Qué es Fruition Lab? ¿Qué lo inspiró a comenzar? Fruition Lab está trabajando para reavivar la llama de la innovación y el emprendimiento en la Iglesia Adventista. Nuestra misión es inspirar, conectar y educar a los emprendedores motivados para marcar una diferencia. Nos sentimos inspirados de comenzar, porque los adventistas solemos dar mucho énfasis a la misión y el ministerio llevado a cabo solamente por los medios tradicionales de la enseñanza, la predicación y la salud. Pero subyacente a cada uno de ellos, hay buenos principios de negocios y liderazgo. Vemos la necesidad de desarrollar emprendedores que resuelvan problemas y creen empleos, y que provengan de todas las disciplinas educacionales. Si usted es alguien que quiere adoptar una idea, transformarla en una realidad sustentable, y mejorar el mundo que lo rodea, queremos conocerlo y escuchar sus ideas.

Jeff, usted es un pastor y evangelista que se volvió empresario. ¿Puede hablar de ello? Bueno, yo siempre he sido un emprendedor. Pero me gusta pensar que aún soy pastor y evangelista. En efecto, para mí no hay nada más grande que hablar del Creador y Emprendedor original y más completo, el Señor Jesucristo. Me gusta porque creó a la humanidad con la capacidad divina de tomar una idea y hacerla realidad. Quiero ver que más personas descubran su llamado, persigan los sueños que Dios les ha dado, y dejen su marca en el mundo fuera de las cuatro paredes de la iglesia mediante los emprendimientos. Visite nuestro sitio web y presente su idea: FruitionLab.org

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Taylor, usted es un emprendedor serial. ¿Qué tiene Fruition Lab que lo inspiró a iniciar esta propuesta? Había estado buscando mentores, inversores y recursos para hacer crecer mi propia empresa, y me di cuenta de que cada emprendedor con el que hablaba buscaba lo mismo. Fruition surgió de la necesidad de crear una organización que pudiera no solo ayudar sino también ser parte de un ecosistema para influir en los emprendedores. Lo más apasionante de esto es ser capaz de conectarme con personas que quieren maximizar sus ganancias al tiempo que dejan su marca en la comunidad.

Usted llevó a cabo el evento inaugural el verano pasado. ¿Fue tan solo para personas de los Estados Unidos? Para nada. Este es un movimiento global. Hubo gente de todo el mundo. Allan Das, un emprendedor biotecnológico adventista, viajó veintiséis horas desde la India para asistir y presentar su nuevo producto durante la competencia a tal efecto. Se está creando una corriente, y estamos muy entusiasmados por nuestro próximo evento internacional en Houston este mes.

¿Tendría algún consejo para los adventistas que tienen ideas que quieren transformar en realidad? ¡Contáctese con nosotros! Queremos ayudarlo a tener acceso a mentores y a financiamiento para hacer que sus ideas sean una realidad. Hace poco, una firma de capitales se acercó, con la intención de financiar emprendimientos de naturaleza misionera y las mejores ideas. Queremos escucharlo.


Peter N. Landless y Zeno L. Charles-Marcel

S A L U D

M U N D I A L

Las plagas y las

enfermedades infecciosas emergentes ¿Son proféticas?

Vi un aviso en un programa de TV sobre las plagas modernas y las nuevas infecciones que amenazan la vida sobre el planeta. ¿Cuáles son esas plagas? ¿Podrían ser las últimas plagas que menciona la Biblia?

N

o sabemos qué vio usted, pero hay en efecto amenazas de enfermedades infecciosas que es necesario conocer, sea que estén relacionadas con las plagas de Apocalipsis 16 o no. Las plagas bíblicas del fin se producen antes del milenio, e incluyen catástrofes naturales y pestilencia (véase Apoc. 16:10-21). Los problemas actuales de la salud global incluyen trastornos mentales y emocionales, enfermedades degenerativas crónicas (enfermedades no transmisibles, o ENT), nutrición inadecuada y abuso de sustancias. Esas enfermedades incrementan nuestra susceptibilidad a enfermedades infecciosas nuevas y emergentes, como así también a otras antiguas y establecidas. Casi todas las enfermedades virales emergentes se originan en los animales, que sirven como sus depósitos y agentes de incubación. Las mutaciones permiten que los gérmenes desarrollen la capacidad de pasar de los animales a los humanos, y entre un humano y otro. En 2007, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de una aceleración de los índices de emergencia de las enfermedades infecciosas. La aparición de nuevas enfermedades infecciosas por cada década se ha más que triplicado en los últimos cincuenta años, y los brotes por año se han más que duplicado durante el mismo período. Al mismo tiempo, se han vuelto más comunes los organismos resistentes a los medicamentos por el mal uso de los antibióticos. Desde la década de 1970, se han descubierto más de cuarenta enfermedades infecciosas, tales como el Ébola, I M Á G E N E S :

P I X A B AY,

S T O C K U N L I M I T E D

la gripe porcina, la enfermedad de Lyme, la gripe aviar, el síndrome respiratorio agudo grave (SRAG), la chikunguña, el síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio, y el Zika, por nombrar algunas. En términos globales, hoy somos más vulnerables a la diseminación mundial de una enfermedad infecciosa mortal que hace un siglo, cuando la pandemia de la gripe mató, según se estima, entre cincuenta y cien millones de personas. Dado que viajar grandes distancias es más accesible, y que más personas viven en centros urbanos densamente poblados, el potencial para la rápida diseminación de enfermedades contagiosas es sumamente elevado. El contacto cada vez más cercano entre seres humanos y animales, y aun el bioterrorismo, incrementan el riesgo. Los microbios que mutaron pueden no ser reconocidos por nuestros sistemas inmunológicos debilitados. Por ello, si la gripe aviar H7N9 que en China hace poco ha mostrado pasar de las aves de corral a los humanos, sigue mutando, esta podría convertirse en la siguiente pandemia. La OMS y el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos han colocado esto al tope de la escala de alertas, dado que la transformación potencial a una forma más contagiosa entre seres humanos podría producirse en cualquier momento. Una vez que eso suceda, su avance será difícil de contener. En el presente no hay manera de prevenir la transformación del virus. No existe vacuna contra él, ni sistema global comprobado para montar una respuesta rápida adecuada. Si bien de tanto en tanto se producen algunos efectos colaterales, los rápidos cambios ambientales producidos por nuestro irresponsable abuso del medioambiente

han acelerado el riesgo de contagio. Hoy día comprendemos y podemos detectar mejor que nunca las potenciales mutaciones perjudiciales de los virus. La detección y el seguimiento en tiempo real resultan útiles, pero nuestro actual estado debilitado nos deja con escasa protección inmune contra nuevas cepas de los virus. Aunque la gripe por lo general no es mortal para las personas sanas, llama la atención que la mayoría de las muertes por gripe porcina en 2009 se produjo en grupos etarios de bajo riesgo que se daban por sanos. Conservar un estilo de vida equilibrado y saludable ayuda a optimizar las defensas inmunológicas. Evitar exposiciones riesgosas es una salvaguarda natural. Existen claros beneficios de seguir una dieta de base vegetal o libre de productos animales. Lo mismo se aplica a hacer suficiente ejercicio y descansar, como a mantener relaciones saludables. La pregunta probablemente no es: «¿Son estas las últimas plagas?» sino más bien: «¿Estamos preparados espiritual, mental y físicamente para enfrentar las consecuencias apocalípticas que pronto se producirán?» Y además: «¿Estoy haciendo todo lo posible para ayudar a que otros también se preparen?» ■

Peter N. Landless es cardiólogo nuclear certificado y director de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General. Zeno L. Charles-Marcel es especialista certificado en medicina interna y director asociado de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General. Vol. 13 No. 8 | Adventist World

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D E V O C I O N A L

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esús estaba cerca del fin de su ministerio terrenal. Mientras las multitudes que lo rodeaban se hacían cada vez más grandes y todos se mostraban ansiosos de ver al obrador de milagros, el odio de los líderes judíos se intensificó. Creían que la Pascua era el momento perfecto para atrapar a Cristo. Con ese trasfondo, Jesús ingresó a la casa de Simón con sus discípulos y amigos cercanos. Enfoquémonos en tres de los principales personajes: Simón, Judas y María. Simón

Simón puede haber sido uno de los diez leprosos que no se detuvo a agradecer a Jesús después de ser sanado. O acaso era un leproso sanado por Cristo en otro milagro. Está claro que quería mostrar su agradecimiento invitando a Jesús a la fiesta. Simón era fariseo, y esto añade significación a su gesto, dado que muchos fariseos y gobernantes buscaban minar la autoridad de Jesús. Acaso Simón quería reparar su deuda colosal de cuando Jesús lo había curado de la lepra. Era líder, y no quería deberle nada a nadie. Fue así que aprovechó la oportunidad de redimirse. Según Lucas, cuando Simón vio que María ungía a Jesús, comenzó a dudar de que Jesús era el Mesías. María era una conocida pecadora. Simón pensó: Si Jesús fuera realmente profeta, no permitiría que esta pecadora lo tocara. Aquí estaba Simón, salvado por Jesús de la muerte en vida, y en privado dudaba de su sanador. Pero Jesús, siempre con tacto, no lo reprendió públicamente. Por el contrario, le contó una parábola (Luc. 7:40-43). Un acreedor tenía dos deudores. Uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta. Ninguno podía pagar, de manera que los perdonó a ambos. ¿Quién amará más al acreedor? –Aquel a quien le perdonó más –dijo Simón. –Has juzgado correctamente –le dijo Jesús (véase el vers. 43). Con amabilidad pero firmeza, Jesús le dijo: «¿Ves a esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me diste agua para los pies, pero ella me ha bañado los pies en lágrimas y me los ha secado con sus cabellos. Tú no me besaste, pero ella, desde que entré, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con aceite, pero ella me ungió la cabeza [Lucas] y los pies [Juan] con perfume. Por esto te digo […] que sus muchos pecados le han sido perdonados». Simón estaba preocupado por las apariencias de hacer el bien. Pagó la deuda de honor porque quería olvidar todo. Pero no siguió los simples actos de cortesía que eran acostumbrados en esa época. Era un hombre pudiente; seguramente tenía muchos siervos, pero no ordenó que algún siervo lavara los pies de Jesús. No saludó a Jesús con el beso acostumbrado que se ofrecía a los invitados de honor. Quizá Simón descuidó a Jesús a propósito. Quizá calculó que, ante los ojos de sus colegas, sería más fácil si tan solo hacía lo mínimo para pagar su deuda y así olvidarse de todo.

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¿Fama, fortuna o

Cristo? Una historia que revela lo mejor y lo peor de nosotros James L. Gulley y Norman R. Gulley


Judas

El apóstol Juan nos cuenta la reacción de Judas. Mateo y Marcos mencionan que algunos de los discípulos estaban indignados por el derroche de perfume. Sabemos que Judas cuidaba el dinero que usaban Jesús y sus seguidores, dinero que usaba para ganancia personal. Judas preguntó: «¿Por qué no se vendió este perfume, que vale muchísimo dinero, para dárselo a los pobres?» (Juan 12:5, NVI). A él no le importaban los pobres, porque era ladrón (vers. 6). La palabra «ladrón» usada aquí es kleptes, de la que viene la palabra cleptomaníaco, alguien con ansias obsesivas de robar aun cuando no exista una motivación económica. Elena White escribió: «El acto de María contrastaba tanto con su egoísmo que él quedaba expuesto a la vergüenza; y de acuerdo con su costumbre, trató de dar un motivo digno a su crítica en cuanto a la dádiva de ella».1 ¿Conoce usted a alguien que trata de hacer que otros se vean muy mal para quedar mejor? Judas era uno de esos. María

que el anfitrión se había negado a hacer. Pero María no solo estaba usando agua, y no lo estaba haciendo porque era su deber. Era un ungimiento especial. María buscó evitar que la observaran, y su acción podría haber pasado desapercibida. Pero la fragancia del ungüento llenó la habitación. Simón habrá sido uno de los primeros en notar el aroma. María probablemente estaba concentrada en su acción hasta que escuchó que Judas expresaba sus palabras egoístas. Entonces Jesús colocó su marca de aprobación en la acción de María. Con ternura amonestó diciendo: «A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán» (Juan 12:8, NVI). Jesús fue aún más allá. Dijo: «Al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que esta ha hecho, para memoria de ella» (Mat. 26:12, 13). De nadie más dijo Jesús semejantes palabras. No es de asombrar que la historia se encuentre en todos los Evangelios. Es una historia de perdón y redención. Es el relato paradigmático del que no es favorito pero termina con el premio mayor. Jesús defendió a los pobres, los enfermos y los oprimidos. Quizá es por eso que vemos a María a los pies de Jesús, aun cuando está en la cruz. Quizá por eso es una de las primeras con las que habló Jesús después de la resurrección, a la que le pidió que comunicara a otros que estaba vivo. Simón y Judas se mostraron engreídos, sin mostrar que necesitaban la salvación, pero María sabía que era una gran pecadora. Por eso María amaba tanto a Jesús. Su hermosa acción fue un agradecimiento sincero por el generoso amor de Cristo. El amor innegable e inextinguible que sentía por Jesús fue su motivación. ■

«No es de asombrar que la historia se encuentre en todos los Evangelios».

Tiempo antes, Jesús había expulsado siete demonios de María Magdalena (Luc. 8:2, 3). No es de asombrarse entonces que mientras Marta trabajaba, María decidió sentarse a los pies de Jesús. Elena White observó: «María atesoraba en su mente las preciosas palabras que caían de los labios del Salvador, palabras que eran más preciosas para ella que las joyas más costosas de esta tierra».2 Los ricos como Simón se reclinaban a la mesa en canapés amplios y bajos. Esos canapés iban bajando de adelante hacia atrás, y tenían un almohadón para la cabeza. La gente se recostaba sobre su costado izquierdo para comer. Quizá, cuando Jesús se reclinó, con sus pies alejados del centro de la habitación, María se aproximó sin llamar mucho la atención. Jesús había dicho que se acercaba su muerte. En su profundo amor y angustia, María anhelaba honrarlo. Con gran sacrificio personal, compró un recipiente de alabastro con perfume de nardo para ungirlo. Era un ungüento que acaso se originaba en las alturas del Himalaya, en el norte de la India, y era considerado «muy costoso». El precio de trescientos denarios equivalía a trescientos días del jornal de un obrero. Era en verdad un presente digno de un rey. Rompiendo el sello del recipiente, derramó el contenido sobre los pies de Jesús. Entonces se arrodilló, y mientras sus lágrimas se mezclaban con el costoso ungüento, enjuagó los pies polvorientos de Jesús. El verbo griego «enjuagar», ekmassein, es el mismo que se usa para describir el lavamiento de los pies de los discípulos en la Santa Cena. Esa invitada, María, estaba haciendo algo

1 Elena

White, El Deseado de todas las gentes, p. 515.

2 Ibíd., p. 483.

James L. Gulley es médico

investigador del Instituto Nacional de Salud, cerca de Washington D.C. Norman R. Gulley es profesor de investigación de la Facultad de Religión de la Universidad Adventista Southern, en Tennessee (Estados Unidos).

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C R E E N C I A S

F U N D A M E N T A L E S

Stefan Höeschele

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fortunadamente, rara vez siento envidia de otros. Puede ser que luche contra el temor y algo de orgullo pero, ¿envidia? No. Soy pastor y trabajo como profesor universitario y administrador de tiempo parcial, por lo que mi trabajo está lleno de actividades interesantes. Lo que es más, siento que estoy en un lugar excelente donde aplicar algunos de los talentos que Dios me ha dado. Hace poco, sin embargo, me sentí un tanto fuera de lugar y comencé a experimentar un poco de envidia de los que trabajan en otra cosa. Permítame que se lo explique.

¿Cuál es mi lugar en este drama?

Durante los últimos tres años, Europa experimentó el drama más intenso después de la pacífica reunificación alemana de 1989. Solo a Alemania llegaron novecientos mil refugiados. Muchos de ellos habían perdido casi todo. La mayoría llora la muerte de seres queridos. Durante meses, los políticos han discutido cómo alojarlos, y algunos exigen que se reduzca la cifra de personas que llegan. (Aun mis hijos, que siguen de cerca el debate público, se preguntan cómo lograr esto sin recurrir a la violencia. Y me sigo preguntando: ¿Cuál es mi papel en esto como profesor universitario adventista de teología? En la región de Alemania donde vivo, la mayoría de las personas tiene mente secular. Pero hay algo alentador en esta situación de tantos desafíos: los cristianos suelen ser los más activos a la hora de atender a estos refugiados. Los jóvenes y las familias varados en un país completamente extraño necesitan diversas clases de apoyo. Desde ofrecerles cursos básicos de idioma hasta ayudarlos con los trámites, desde invitar a comer a los que solicitan asilo hasta

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NÚMERO 17

¿LISTOS crear mayor conciencia intercultural en la población anfitriona y también en los recién llegados; no hay límites de oportunidades de mostrar el amor de Cristo a los que han dejado atrás países asolados por la guerra. Es allí donde me siento incómodo. Mi esposa terminó el año pasado los estudios en Trabajo Social e inmediatamente consiguió trabajo en una institución que atiende a los refugiados. Desde entonces, ha estado en el frente de la obra humanitaria, mientras que yo continúo enseñando, completando proyectos de investigación y cumpliendo con mis deberes administrativos. ¿Me entiende si le digo que quisiera hacer algo más apasionante, que se parezca más a la vanguardia del trabajo misionero? Por supuesto, me complace que la Iglesia Adventista de Alemania desarrolló rápidamente un proyecto denominado «Juntos por los refugiados». Cada congregación que desarrolla ministerios en ese ámbito puede recibir apoyo de ADRA. Pero yo, ¿qué puedo hacer? ¿Por qué no puedo tener más tiempo para participar de un suceso tan histórico? Aplicación adecuada de los dones

En la comunidad cristiana primitiva, las personas también se preguntaban quién debía cumplir con cada tarea. Enfrentaban tremendos problemas: los pobres necesitan apoyo, había conflictos internos, mala voluntad de parte de la

para

ser

sociedad. Pronto los apóstoles se dieron cuenta de que no podían hacerlo todo. ¿Por qué no llegar a un acuerdo sobre cuestiones de trabajo social (cf. Hech. 6)? Si otros poseían el don del ministerio intercultural (cf. Gál. 2:7-10), tenían que usarlos. No todos necesitan predicar o enseñar. No todos somos trabajadores sociales. Y sí, algunos tienen el don particular de establecer relaciones con los que jamás se sentirían motivados a preguntar acerca de Dios. He aquí un ejemplo destacado de una pequeña iglesia de la región donde vivo. Durante muchos años, unas mujeres de mediana edad y unos pocos miembros mayores han llevado a cabo un servicio muy simple pero muy necesario para la comunidad, al ofrecer dentro del edificio donde viven, un centro para la juventud. Aunque sabían que no eran predicadores, querían apoyar a los necesitados de su pequeño pueblo. Cada día de la semana por la tarde, los jóvenes iban a jugar, socializar o recibir ayuda con las tareas escolares.


Dios nos ha dotado de incontables oportunidades

vir? Hace poco, comenzaron a asistir varios jóvenes de países no cristianos. Un día, preguntaron si podían participar en el culto de adoración. Pronto, diez de ellos entregaron su vida a Cristo. ¿Cómo sucedió esto? Solo unas pocas personas comunes usaron sus talentos

naturales para servir a la comunidad. Dieron de su tiempo, ofrecieron apoyo a las personas con problemas diarios, y compartieron el gozo de ser seguidores de Cristo. Pueden ser poco espectaculares

Los dones espirituales, por lo tanto, no necesitan ser espectaculares. En ocasiones, es difícil distinguir cuando algo es una habilidad «natural» o un don especial de Dios. Esos dones a menudo implican hacer lo correcto y también hacer bien las cosas. Permiten que Dios combine necesidades reales con los que mejor pueden suplirlas, o con los que están listos para el servicio. Aplicar un don espiritual, entonces, significa a menudo darse cuenta de que aun las actividades rutinarias, bien hechas, pueden ejercer un impacto que jamás esperamos. Servir a Dios con nuestros dones a menudo puede parecer algo común. Martín Lutero lo expresó de esta manera: la obra de una criada y de un príncipe, en ambos casos, es un llamado de Dios.

DONES ESPIRITUALES

Acaso usted ha hecho algo durante años, y ya no le parece importante, como prepararse para la sesión de una comisión o enseñar clases que ha enseñado ya diez veces. Puede también ser tan simple como visitar a los refugiados y comer con ellos. (Hace poco disfruté de esa oportunidad. Mi contribución consistió en dedicar tiempo a escuchar, un don que todos recibimos cada día en la misma medida). Después de todo, los dones de Dios no tienen que ver conmigo, ni siquiera con mi ambición de ser un gran ayudador. Tienen que ver con otras personas, y con la manera divina de hacer las cosas. ■

El doctor Stefan Höschele fue misionero en Argelia y Tanzania, y actualmente enseña Misionología y Teología Sistemática en el Seminario Teológico de Friedensau (Alemania).

y misión

Dios concede a los miembros de su iglesia en todas las edades dones espirituales para que cada uno los emplee para el ministerio amante por el bien común de la iglesia y de la humanidad. Concedidos mediante la operación del Espíritu Santo, quien los distribuye entre cada miembro según su voluntad, los dones proporcionan todos los ministerios y habilidades necesarias para que la iglesia cumpla la función ordenada por Dios. Las Escrituras afirman que estos dones incluyen ministerios tales como la fe, la sanidad, la profecía, la predicación, la enseñanza, la administración, la reconciliación, la compasión, el servicio abnegado y la caridad, de manera de ayudar y animar a nuestros semejantes. Algunos miembros son

llamados por Dios y dotados por el Espíritu para cumplir funciones reconocidas por la iglesia en los ministerios pastoral, de evangelización, apostólico y de enseñanza, específicamente necesarios para equipar a los miembros para el servicio, edificar a la iglesia de modo que alcance la madurez espiritual y promover la unidad de la fe y el conocimiento de Dios. Cuando los miembros emplean estos dones espirituales como fieles mayordomos de las fieles gracias de Dios, la iglesia es protegida de la influencia destructora de las falsas doctrinas, crece gracias a un desarrollo que procede de Dios, y es edificada en la fe y en el amor (Hech. 6:1-7; Rom. 12:4-8; 1 Cor. 12:7-11, 27, 28; Efe. 4:8, 11-16; 1 Tim. 3:1-13; 1 Ped. 4:10, 11).

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N O TA D E TA PA Anthony Kent

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ónde estaba usted el 29 de abril de 2011? Acaso lo recuerde. Fue el día de una boda real británica. Y debo admitir que, en ese día, en muchos lugares, parecía no haber otra cosa en la televisión. ¿Quién era la novia? Kate Middleton. ¿Quién era el novio? El príncipe Guillermo. ¿Quién fue sin embargo la estrella de la boda? ¡Pippa Middleton! La hermana de la novia, la dama de honor. Jesús contó cierta vez una parábola en la que diez damas de honor fueron las estrellas del espectáculo. A decir verdad, es una parábola chocante, no porque sea una parábola «mala», sino porque está llena de sorpresas. Prepárese para el asombro. Mejor aún, ¡prepárese! Porque la Biblia dice: «¡Velad!» Con una economía de palabras –solo trece versículos, y ciento setenta palabras en el original griego del Evangelio de Mateo– se presentan imágenes extraordinarias. La mayoría de nosotros puede recordar los difíciles diálogos y las emociones que evocan: emociones de pánico y ansiedad. Al leer la parábola, casi podemos sentir vergüenza ajena por la extraña situación. A los adolescentes les gusta decir: «¡Eso es rarísimo!» para describir una situación difícil de explicar. La parábola describe el evento más raro de toda la eternidad. «El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio» (Mat. 25:1).* «Entonces». Queremos saber: ¿Cuándo es ese entonces? En Mateo 24, hay una representación gráfica de lo que sucede en el mundo antes del regreso de Cristo. Mateo 25 describe lo que sucede en la iglesia –entre los seguidores más cercanos de Jesús, los que están en la fiesta de bodas– justo antes de su regreso. Esta parábola habla de los discípulos

¿

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Tenemos que estar preparados para cualquier cosa, aun al punto del asombro

Durante más de 185 años, los estudiosos de la Biblia se han enfocado en Mateo 25:1-13 para entender lo que Jesús espera del pueblo fiel que aguarda su segunda venida. Ese pasaje ha ocupado el centro del pensamiento y la testificación adventistas a lo largo de su historia. Aquí compartimos una guía detallada y práctica para comprender este relato clave de la Biblia, presentado originalmente en forma de sermón en la iglesia adventista de Spencerville (Maryland, Estados Unidos), en marzo de 2017. –Los editores


del siglo XXI. La parábola posee una frase inusual de tiempo en el comienzo: «El reino de los cielos será entonces como…» Antes, en el capítulo 13 del Evangelio de Mateo, varias parábolas comienzan diciendo: «El reino de los cielos es como…». El trigo y la cizaña. Una semilla de mostaza. Un tesoro escondido en un campo. Una perla de gran precio. La red. Las parábolas de Mateo 25, sin embargo, son únicas. Cuando Jesús contó esas parábolas, Mateo las registró como si estuvieran en tiempo futuro. Describen lo que sucederá en la iglesia justo antes de que Cristo regrese. Por una u otra razón, esta parábola es mayormente ignorada por muchos cristianos. En efecto, escribe alguien en referencia a todos los estudiosos: «Está claro que algunos estudiosos no se interesan en esta parábola, y a menudo la omiten o tratan en forma breve».1 Y si somos verdaderamente honestos, tenemos que reconocer que muchos de nosotros tampoco estamos muy interesados. Esta parábola, sin embargo, posee una agudeza penetrante. Es tan aguda que comienza con un mensaje de advertencia: «Cinco de ellas eran insensatas y cinco prudentes» (vers. 2). Esta parábola parece tan sorprendente y chocante que se presenta un resumen, que prepara a los lectores para la sorpresa que les aguarda.2 Es muy similar a la advertencia que portan muchos contenidos de televisión y video: «Las imágenes pueden herir la sensibilidad del espectador». Una de las primeras sorpresas de la historia que cuenta Jesús tiene que ver con la novia. ¿Qué novia? No hay una mención específica de la novia, pero está allí. Asimismo, la parábola no es conocida como la «Parábola del novio atrasado», o la «Parábola del novio

de medianoche». Por el contrario, es conocida como la «Parábola de las diez vírgenes». Las damas de honor son el centro de atención. Eso en sí mismo nos dice algo de Jesús, el gran Narrador. Su propósito nunca estaba centrado en sí mismo, sino en los demás. En el día de su boda, el énfasis está en los demás. Tampoco se mencionan los invitados. Sí, hay una voz, un «clamor de medianoche» sin identificar, que anuncia la llegada del novio, pero todo el énfasis de la historia está en las damas de honor. En cierto sentido, en esta parábola no hay donde esconderse. Hay solo una opción: los lectores de la parábola solo pueden ser damas de honor. Y si somos otra vez honestos, no parece tratarse una cuestión de género. Las características aquí descritas no son peculiares de jóvenes mujeres. Las características de esas diez personas aparecen en toda la humanidad, en todas las nacionalidades y culturas. De las diez, cinco son sabias o, como algunos comentaristas las describen, «sensatas»3 o «prudentes».4 Las cinco restantes han sido descritas por muchos comentaristas como necias, insensatas, desconsideradas y hasta tontas. Si sentimos tentación de pensar: «Bueno, qué importa», pensemos en lo que escribió Elena White: «Esta parábola ha sido y será cumplida al pie de la letra».5 Y allí comienza la parábola propiamente dicha: «Las insensatas llevaron sus lámparas, pero no se abastecieron de aceite» (vers. 3). ¿Qué eran esas lámparas? Según una de las mejores autoridades, las «lámparas aquí no son las pequeñas lámparas de mano del período herodiano que generarían muy poca luz, sino antorchas». «En las aldeas más pobres, esas antorchas pueden haber sido palos envueltos en trapos llenos de aceite».6 «Algunos estudiosos

han señalado que las antorchas podían arder solo quince minutos antes de ser envueltas con más trapos empapados en aceite».7 El punto claro es que esas lámparas ardían con gran brillo, pero no por mucho tiempo. El propósito de la luz no era iluminar al novio para que hallara el camino en la oscuridad. «La luz era para contribuir a una gran llegada: el novio sería iluminado como el centro de atención; era el momento de gloria, cuando él iba en camino a buscar a la novia».8 Así como muchos reciben un año nuevo con fuegos artificiales espectaculares, las damas de honor tenían que recibir al novio con las luces más brillantes que pudieran conseguir. «Las prudentes llevaron vasijas de aceite junto con sus lámparas» (vers. 4). Algunos estudiosos creen que las antorchas tenían recipientes adjuntos de aceite. No está claro si las insensatas lo son por dejar sus recipientes o, lo más probable, por llevarlos sin aceite.9 Si llevaron recipientes, solo tenían restos de un uso previo. Pero no estaban preparadas. Esos recipientes estaban diseñados para que las lámparas o antorchas fueran sumergidas en el recipiente para maximizar el traspaso del aceite a la antorcha. Los trapos absorbían el aceite como una esponja, quizá mejor que un pedazo de pan duro o una galleta en la leche. «Y, como el novio tardaba en llegar, a todas les dio sueño y se durmieron» (vers. 5). Después de dar mucha información sobre las damas de honor, recibimos los primeros detalles del novio. Y nos preguntamos: «¿Quién es el novio?» La identidad del novio es inconfundible. Todo señala a Jesús. El contexto de la parábola es sumamente específico; el Novio es Jesús. También nos interesa la cuestión del retraso descrito. Nos atrae porque no podemos sino vernos en la historia. Estamos esperando al Novio, ¿no es así?

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Las bodas y las fiestas a menudo terminan alrededor de la medianoche. Algunos quedamos levantados hasta medianoche para recibir un nuevo año, pero poco después nos vamos a dormir. ¿Ha asistido alguno de ustedes a una boda que comenzó a medianoche? ¿Asistirían a una junta de iglesia a medianoche? Otras religiones organizan cultos a medianoche, pero no los adventistas. ¡Nosotros creemos en la reforma prosalud y la temperancia! El término traducido como “medianoche” es en realidad menos preciso en el griego original: es más bien «en el medio de la noche» o «ya bien entrada la noche».11 Sea la hora que sea, sin embargo –sin mucho aviso previo– todas las vírgenes son llamadas a la acción, aun en medio de la noche. Puede ser que hayan estado dormitando, ¡pero ahora ya no! Como se ha señalado, sin embargo, «el pasaje del tiempo no parece jugar un papel fundamental en la historia; la suerte ya ha sido echada hace tiempo cuando las vírgenes insensatas no llevaron aceite».12 Podemos recordar lo sucedido con el transatlántico Titanic, que se hundió provocando una gran tragedia hace poco más de un siglo. La mayoría de los materiales de construcción eran de la mejor calidad, con excepción de los remaches. Los constructores usaron remaches de calidad inferior. Estos elementos, que debían mantener todo unido, no mantuvieron todo unido. En síntesis, no era cuestión de saber si el Titanic se iba a hundir, sino cuándo. Llega entonces el momento decisivo de la historia: ¡se produce el clamor! Para los adventistas, esa frase está llena de imágenes profundas y poderosas. El concepto de «el clamor de medianoche» ha ocupado un lugar central en la historia del remanente. Por ello, los que esperaban el regreso de Jesús en 1844 dieron ese título a una publicación: The Midnight Cry [El clamor de medianoche].

J E N N I

Estamos aguardando que vuelva Jesús. ¡Estamos en eso! Usted y yo somos parte de las diez jóvenes. «Todas las vírgenes habrían estado listas para el esposo si este hubiera llegado cuando lo esperaban, pero los retrasos eran comunes y tendrían que haberlo anticipado; esto nos advierte claramente que la parusía [la segunda venida prometida de Cristo] puede retrasarse. Esto se aplica a los primeros discípulos de Jesús, que esperaban la aparición del reino inmediatamente, y ciertamente para los desilusionados cuando Jesús no regresó y el templo fue destruido en el año 70 [d.C.]».10 Aunque la venida puede retrasarse, se concretará. ¡Jesús promete regresar con poder y gloria! «A todas les dio sueño y se durmieron». Las prudentes o preparadas, no eran supermujeres o superheroínas. El Creador diseñó el cuerpo humano para que duerma cuando está cansado. Recuerden que es el mismo Esposo que dio a la humanidad el sábado para descansar. El texto es transparente aquí. No se durmieron porque habían renunciado a la fe o se habían enfriado espiritualmente. El sueño de las vírgenes –de las diez– era parte de la vida normal. No se las condena por dormirse en medio de la noche. ¿Cuándo duermen acaso los virtuosos? Dormir a medianoche no es pecado. «A medianoche se oyó un grito: “¡Ahí viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”» (vers. 6). La mayoría de nosotros nos preguntamos secretamente: «¿Qué evento comienza a medianoche?» Gracias a la tecnología moderna, algunos pueden mirar eventos deportivos que tienen lugar en otra parte del mundo en una hora «razonable», pero que para ellos comienzan a medianoche; pero eso solo porque se están produciendo en otra parte del mundo. Los eventos suelen terminar alrededor de la medianoche, o eso asumimos.

D O U G L A S

N O TA D E TA PA

«Entonces todas las jóvenes se despertaron y se pusieron a preparar sus lámparas. Las insensatas dijeron a las prudentes: “Dennos un poco de su aceite porque nuestras lámparas se están apagando”» (vers. 7, 8). Hace unos años estuve en Eslovenia dirigiendo reuniones de evangelización. A poco de llegar, sentí los efectos del cambio de hora. Había trabajado todo el día, y además se acumulaba el estrés de pararme a hablar al público. Sabía que esa noche dormiría profundamente. Justo antes de dormir, pensé en la batería de mi teléfono, pero vi que la carga estaba por la mitad y pensé: “Es suficiente; lo puedo cargar mañana”. Me acosté y dormí profundamente. A la mañana siguiente, después de hablar por varias horas en las reuniones, sonó el teléfono y me dieron la noticia repentina y totalmente inesperada de que mi padre –a miles de kilómetros, allá en Australia– había fallecido. Ese día descubrí con cuánta rapidez puede descargarse una batería a medio cargar. Justo cuando quería hablar para ser consolado y ofrecer consuelo, me quedé sin batería. Tenía que hacer


Nada las puede distraer de su objetivo: ¡encender sus antorchas para encontrarse con el novio! planes para un viaje de emergencia, pero el teléfono estaba completamente descargado. Arrojemos un poco más de luz sobre las personas claves de la parábola: «Entonces todas las jóvenes se despertaron y se pusieron a preparar sus lámparas». Las cinco que llamamos «insensatas» conocían al novio. No solo sabían cosas de él, sino que lo conocían. Lo estaban esperando para apoyarlo. Asimismo, estaban asociadas con las que llamamos «prudentes». No se mostraron argumentadoras o destructivas. No llevaron extinguidores de incendio o cubos de agua o arena. No fue su intención ser un estorbo u obstrucción. En efecto, tenían el equipo perfecto: ¡Tenían las lámparas! Pero les faltaba el ingrediente vital: el aceite. En una analogía más familiar, tenían el automóvil, pero sin combustible. Tenían que cumplir una tarea que era una función momentánea en medio de todo el suceso. Al igual que un instrumento de percusión dentro de una orquesta –un triángulo o redoblante tiene que ser ejecutado solo una vez, pero en el momento apropiado–, el ejecutante tiene que coordinar ambos

elementos, tanto el redoblante como el palillo. ¡Pero imaginemos el palillo sin ningún redoblante! Todos aguardan el toque decisivo: los otros ejecutantes lo aguardan; el director de la orquesta lo anticipa; hasta la audiencia lo espera. Pero se hace silencio. Hace dos semanas estaba escuchando al organista de la iglesia, que para terminar el culto ejecutó una hermosa obra que conozco muy bien. Sabía que había una nota grave que tenía que tocar. Por ello, me quedé allí sentado, anticipándola, y él cumplió. En un momento así, uno siente la música no solo en los oídos sino también en todo el cuerpo. Todos sabemos, sin embargo, del desaliento que producen las expectativas no cumplidas, cuando las cosas no salen como uno quiere. Nos producen rechazo las explicaciones insuficientes que dan los que no hacen lo que se espera de ellos. Conocemos también la frase que usan tantos estudiantes no preparados: «¡El perro me comió el cuaderno!» Como lo expresó alguien: «No es solo una falta de planificación, sino pura desconsideración».13 O como lo expresó

el profeta Isaías en el Antiguo Testamento: «Todos ellos son perros mudos, que no pueden ladrar» (Isa. 56:10). El conocido evangelista adventista Mark Finley describe el momento: «Todas las vírgenes estaban viviendo […] en la antesala del reino de Dios; sí, todas durmieron durante la noche, pero las insensatas también parecen haber estado dormidas durante el día que llevó al evento».14 «Las vírgenes insensatas confiaron en su experiencia pasada como si ya tuvieran todo en la vida espiritual. El colmo de la necedad cristiana es descuidar el cultivo personal del alma y creer que todo está bien. Las vírgenes insensatas descuidaron la alimentación del alma».15 Elena White escribió: «La clase representada por las vírgenes insensatas no está formada de hipócritas. Sus componentes manifiestan respeto por la verdad, la han defendido, y son atraídos hacia aquellos que la creen; pero no se han rendido a sí mismos a la obra del Espíritu Santo. No han caído sobre la Roca, Cristo Jesús.16 Se encuentran en el lugar correcto, en el momento correcto. Están conectadas; tienen el equipo adecuado. Pero les falta algo: «“No –respondieron estas–, porque así no va a alcanzar ni para nosotras ni para ustedes. Es mejor que vayan a los que venden aceite, y compren para ustedes mismas”» (Mat. 25:9). Puede sorprendernos un poco que las prudentes no compartan su aceite. Ni siquiera parecen controlar para ver si tienen aceite de más. Acaso saben cuánto tienen, aun sin mirar. La mayoría de nosotros sabe cuánto combustible hay en el auto. Conocemos el estado de nuestra hipoteca o de nuestras cuentas bancarias. Sin embargo, ¿conocemos el medidor de nuestro aceite espiritual tan bien como el medidor de combustible? Recuerdo cuando coordiné un estudio bíblico con un grupo de adolescentes. Quería conocer qué perspectiva tenían de esta parábola, por lo que

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N O TA D E TA PA

la leímos y analizamos juntos. Les pregunté por las prudentes que no compartieron su aceite. La respuesta de un jovencito de quince años fue enfática: «¿Por qué las prudentes deberían perjudicar su posibilidad de entrar cuando las insensatas tuvieron oportunidades de conseguir más aceite? ¿Por qué arriesgar el cielo por ellas?» ¡Es un buen punto! Hay demasiado en juego. Un detalle más específico. Las lámparas o antorchas que usaron las vírgenes hacen que sea prácticamente imposible compartir el aceite. Pasar aire de una rueda a otra también es muy difícil, y bastante improbable. Es como compartir una lapicera durante un examen: es imposible. Un escritor formula esta útil observación: «Las prudentes no regañan a las insensatas ni las juzgan».17 No pierden tiempo en ello. Nada las puede distraer de su objetivo: ¡encender sus antorchas para encontrarse con el novio! «Pero mientras iban a comprar el aceite llegó el novio, y las jóvenes que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas. Y se cerró la puerta» (vers. 10). Así es que, en medio de la noche, las insensatas están tratando de comprar aceite. Podemos imaginarlas yendo a todo tipo de lugares. El contexto de la parábola torna difícil imaginar una tienda abierta, o alguien que venda aceite a esa hora. Quizá comenzaron a pedir favores, a ir a la casa de conocidos procurando pedir prestado o aun rogando por aceite. Y en ese momento llega el novio. En comparación con el extraordinario y largo retraso, el banquete comienza con una celeridad que impresiona. No solo comienza, sino que, lo más importante, ¡se cierra la puerta! ¿A qué le recuerda eso? Un capítulo antes, Jesús se había referido a otra historia donde se menciona una puerta cerrada: la historia de

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Noé (Mat. 24:37-39). Es algo dramática e inequívocamente importante. «Después llegaron también las otras. “¡Señor! ¡Señor! –suplicaban–. ¡Ábrenos la puerta!”» (Mat. 25:11). No se nos dice si las insensatas tuvieron éxito en comprar aceite, pero no es importante. Podrían haber llegado con un camello cargado de aceite, pero era demasiado tarde. El objetivo de las antorchas no se había cumplido. La gran llegada triunfal había concluido. Como lo expresan a veces los entrenadores deportivos: «Se puede regresar a un lugar, pero no se puede regresar a un momento». «“¡No, no las conozco!”, respondió él» (vers. 12). En el versículo 11, las insensatas preguntan –acaso ruegan– que les abran la puerta. Pero no se las abren. El novio ni siquiera sale a hablar con estas «otras», pero parece hablarles a través de la puerta cerrada. Un escritor nos recuerda que uno de los principales requisitos para ser dama de honor consistía en que fueran amigas solteras o familiares de la novia o del novio: «El trivial lapso sin aceite ha llegado a simbolizar una relación en último término falsa: no son parte de la verdadera familia de Cristo».18 El novio les dijo: «No las conozco». Este es el momento en que nos sentimos muy incómodos, pero es al que más tenemos que prestar atención. «Algunas decisiones espirituales solo pueden ser descritas como insensatas. La decisión de ser cristiano, pero no demasiado –que está cerca del centro mismo del significado de esta parábola– es una decisión necia».19 «Por tanto –agregó Jesús–, manténganse despiertos porque no saben ni el día ni la hora» (vers. 13). Así es como llegamos a la lección principal de la parábola de Jesús. En otras palabras: «Conserven la fe. Protejan, preserven y alimenten su fe». Al mantenernos alertas, mostramos

esperanza. Cuando mostramos esperanza, vivimos en anticipación gozosa. Esto supera cualquier vergüenza de que los que dudan nos vean velando. Cuando velamos, anhelamos el regreso de Cristo. Oramos y meditamos en Cristo. Estamos inmersos en él. Cuando velamos, escudriñamos la Biblia y anhelamos escuchar las palabras de Cristo. Cuando velamos, Jesús es una parte natural e integral de nuestra vida: nos acompaña, nos atiende, nos guía, nos guarda, en toda instancia y altibajo de la vida. Cuando velamos, nuestras perspectivas, valores y visión se aproximan más a sus maravillosas perspectivas, valores y misión. Concluyo entonces con las palabras que pronunció el Maestro: «Por tanto –agregó Jesús–, manténganse despiertos porque no saben ni el día ni la hora» (Mat. 25:13). ■ * Los textos bíblicos han sido extraídos de la Nueva Versión Internacional. 1 K. Snodgrass, Stories With Intent: A Comprehensive Guide to the Parables of Jesus (Grand Rapids: Eerdamns, 2008), p. 505. 2 El contenido importante de la parábola y el comienzo de la historia propiamente dicha es retrasada hasta el versículo 3. J. Nolland, A Commentary on the Greek Text (Grand Rapids: Eerdmans, 2005), p. 1003. 3 F. Bruner, Mathew: A Commentary, Vol. 2 (Grand Rapids: Eerdmans, 2004), p. 544. 4 R. France, The Gospel of Matthew (Grand Rapids: Eerdmans 2007), p. 948. 5 En Advent Review and Sabbath Herald, 19 de agosto de 1890. 6 C. Keener, A Commentary on the Gospel of Matthew (Grand Rapids: Eerdmans, 1999), p. 596. 7 Ibíd., p. 597. 8 Nolland, p. 1004. 9 Ibíd., p. 1006. 10 Keener, p. 597. 11 Nolland, p. 1007. 12 Ibíd., p. 1006. 13 Ibíd., p. 1005. 14 M. Finley, Revive Us Again (Nampa: Pacific Press, 2010), p. 49. 15 Ibíd., p. 53. 16 Elena White, Palabras de vida del Gran Maestro, p. 338. 17 Bruner, p. 548. 18 France, p. 950. 19 Bruner, p. 544.

Anthony Kent es secretario asociado de la Asociación Ministerial de la Asociación General.


S E R V I C I O

C

reo que Dios se preocupa de las cosas pequeñas. A veces, es el único que puede resolverlas.

Algo inusual

Salí del trabajo un atareado jueves de tarde, ansiosa de llegar a casa y comenzar a cocinar para el fin de semana. Unos kilómetros después, yo era el primer automóvil de una larga fila que esperaba doblar a la izquierda en un transitado cruce. Entonces sucedió.

El

cuidado de Dios

A D V E N T I S T A

dijeron que tardarían al menos dos horas en llegar. Eric llegó antes de quince minutos. Dejó su auto en una gasolinera abandonada no muy lejos de donde yo estaba. Cruzó la ruta corriendo, tomó mi mano y mi portafolios, y cuando el tráfico se detuvo un momento, cruzamos corriendo al otro lado. No sabíamos qué hacer; el causante de toda la conmoción estaba allí parado, en medio del tráfico. «Si lo pudiera empujar colina arriba podría dejarlo allí en esa entrada». Acto seguido Eric elevó una breve y angustiosa plegaria: «Señor, que alguien por favor me ayude». «¿Necesitan ayuda?»

En ese preciso momento, un desvencijado automóvil ingresó a la gasolinera abandonada. De Sandra él salió un joven que gritó: «¿Necesitan ayuda?» Doran Me quedé sin saber qué decir, convencida de que el joven había sido colocado en esta tierra con ese preciso propósito. Eric le extendió la mano. «Usted es regalo divino –dijo Eric-. Estaba orando para que Dios nos enviara ayuda». El joven señaló hacia el cielo, reconociendo que era creyente. Los tres ideamos entonces un rápido plan y lo pusimos en acción. Corrí a la esquina y detuve el tráfico. El joven se puso delante del auto y comenzó a empujar colina arriba. Eric se colocó detrás de la ventana lateral del conductor, empujando y conduciendo al Vi tres luces de advertencia en el panel del auto y, mismo tiempo. segundos después, el motor se detuvo. Lo primero que Poco a poco, gradualmente, las ruedas se movieron pensé fue en los ansiosos conductores que aguardaban y el automóvil fue ascendiendo en un arco hasta inen la pendiente detrás de mí. ¿Qué sucedería cuando gresar a la gasolinera. Los conductores de ambos lados la luz volviera a verde? Tal vez si me comunicaba con nos dieron el espacio necesario, frenando hasta que el de atrás, él podría ver cómo esquivar mi automóvil, logramos completar la tarea. y hacer que otros lo siguieran. Rápidamente, salí del Finalmente, ya fuera de peligro, todos dejamos auto, quedándome tan cerca como fuera posible, mien- escapar un suspiro de alivio. Una vez más, Eric expresó su gratitud. «Usted ha sido una respuesta a la oración». tras los demás pasaban zumbando por el otro carril. El joven dejó escapar una amplia sonrisa, lo abrazó, «El motor se paró –le dije al conductor–. Tendrá subió a su desvencijado auto, y se perdió en el tráfico. que esquivarme». Ya en calma, a salvo del tráfico y junto a mi autoCon un gesto comprensivo, asintió y se dedicó a hacerlo tan pronto como cambió la luz. móvil, aguardamos la grúa, compartiendo mientras Sentada en el auto en medio del caos, soporté tanto un recipiente de patatas fritas. El cielo se osculos bocinazos, los insultos y el disgusto gene- reció, y el Dios de todas las cosas, grandes y pequeñas, comenzó a colgar, una por una, las estrellas. ■ ral mientras los automóviles me pasaban por derecha e izquierda, conduciendo por el carril equivocado y obligando a otros a hacerse a un lado. Agradecida por tener un teléfono celular, hice rápidamente Sandra Doran es encargada de las escuelas dos llamadas: una a mi esposo, y del Colegio Cristiano de North Tampa en Florida, la otra a la empresa que podía Estados Unidos, un innovador campus de 17 hectáreas que se inaugurará en 2018. venir a socorrerme, pero me

Es maravilloso que el Señor use a los seres humanos

F O T O G R A F Á :

P I X A B AY

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V I D A

A D V E N T I S T A

V

i hace poco la película Cómo todo comenzó con la familia de mi iglesia. Cuando terminó, todos –incluida yo misma– compartimos nuestros sentimientos y reacciones, en medio de inesperadas lágrimas. Lo que pasó es que mientras la miraba, sentí que era parte de la película. Podría haber estado sentada a la mesa con José Bates y su esposa, porque de niña, en las décadas de 1970 y 1980, leí sobre ellos a la luz de una tenue lámpara del siglo pasado. Cuando el maestro Goodloe Harper Bell cortaba leña, reviví el movimiento del hacha para partir los troncos en dos. Los sombreros y vestidos largos que usaban las mujeres de la película podrían haber sido míos, porque yo me vestía de esa manera todos los días, junto con mi madre, solo que nuestros sombreros eran aún más grandes. Experimentar esa regresión en el tiempo no fue la única razón de mis lágrimas. En su mayor parte, se debió a enfrentar dos Elenas White, y sentir el impacto de ambas en mi vida pasada y presente. En otro tiempo y lugar

Primero estaba la Elena White de mi niñez, que escribía los libros de tapa color rojo burdeos o granate (y los de tapa negra también, junto con muchos escritos inéditos que mis padres descubrieron). Por ella me enseñaron a usar sombreros grandes. Elena White dijo: «Los sombreros pequeños que exponen la cara y la cabeza son un indicio de falta de modestia»;1 también supe que había que usar vestidos a centímetros del piso, evitando «el vestido extremadamente largo que arrastra por el suelo, y también […] el exageradamente corto que llega hasta las rodillas, que es usado por cierta clase de mujeres».2 Cuando la Elena White de la película comenzó a decirle a su atónito marido lo que había aprendido de la dieta, me reí cada vez que decía: «Y hay todavía

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Las

dos

Rachel Williams-Smith

Elenas White

¿A cuál de ellas conoce?

más», porque recordé lo que supuestamente había dicho la Elena White que me habían presentado en la niñez. Lo recordaba desde los seis años: dos comidas por día, y «ni un bocado entre […] comidas»,3 junto con lo que ella jamás aconsejó: ayunos semanales, ayunos de diez días, dieta de alimentos crudos y limpiezas de colon, entre otras cosas. Esa Elena White era la razón por la que habíamos vivido en el campo, aislados, aguardando el regreso de Cristo. En una época cuando vivir en la ciudad

era marcadamente insalubre y con frecuencia nefasto, ella había escrito: «Salid de las ciudades».4 Esa Elena era la razón por la que nosotros los niños no podíamos usar la voz, simples efectos de sonido y un grabador a batería para crear versiones animadas de las historias bíblicas, porque había dicho que las representaciones son un pecado (en realidad, jamás dijo algo semejante). Por ella no podía ir a la escuela, sino que tenía que recibir clases sola, en mi casa. Interpretaciones de sus consejos eran la


razón por la que comer una porción de pizza, escuchar música animada, u orar de otra forma que no fuera de rodillas era tan malo como usar pantalones, o joyas, fornicar o quebrantar el sábado. Una persona, no un programa

A los doce años, sin embargo, descubrí a otra Elena White. No era la que quería aplastar casi todo lo que yo anhelaba como niña y que me hacía sentir culpable por cualquier infracción a miles de cosas permitidas y prohibidas. Hastiada de que me dijeran lo que Elena White había dicho, comencé a leer por mi cuenta para conocer su mensaje. Descubrí entonces que contaba maravillosos relatos bíblicos y detallaba la vida de Cristo. Tomé el libro El camino a Cristo, que me ayudó a entregarle mi vida a Jesús. Uno de mis pasatiempos favoritos era escabullirme afuera bajo la luz de la luna para leer sobre Jesús en el Getsemaní. Esa Elena no solo volvió mi corazón a Cristo, sino que también desafió mi manera de pensar, llevándome a cuestionar si mis bien intencionados padres habían entendido todo mal. Me llevó muchos años entender que ellos habían caído en un extremo, pero entonces ya me di cuenta de que algo estaba mal cuando leí la siguiente cita: «Queridos jóvenes, ¿cuáles son las metas y los propósitos de sus vidas? ¿Ambicionan una educación para tener renombre y posición en el mundo? ¿Tienen el pensamiento, que no se atreven a expresar, de estar algún día en la cima de la grandeza intelectual; de sentarse en asambleas legislativas y deliberantes, y de ayudar a dictar leyes para la nación? No hay nada malo en estas aspiraciones».5 Mis padres se habían apartado del mundo y nos habían enseñado a rechazarlo. Esta Elena White, sin embargo, decía: «Cada uno de ustedes puede llegar a distinguirse […]. Escojan una norma elevada y no escatimen esfuerzos

para alcanzarla».6 Procuré imaginarme de pie en el Congreso sin haber ido jamás a la escuela y traté de verme como participante de la política con mi sombrero y vestido largo abogando por algún proyecto de ley, pero no pude hacerlo. Una visión más amplia

Entonces, otra cita susurró a mi corazón la posibilidad de que Dios podría tener un propósito más amplio para mí: «El mundo entero se abre al evangelio. Etiopía tiende sus manos a Dios […]. De toda región del mundo, llega el clamor de corazones heridos por el pecado que anhelan conocer al Dios de amor. Hay millones y millones que no han oído siquiera hablar de Dios ni de su amor revelado en Cristo. Tienen derecho a recibir ese conocimiento […]. Y a los que hemos recibido este conocimiento […] nos toca responder a su clamor».7 Esas palabras resonaron en mi mente como un llamado directo y personal. Quería ser parte de los que alcanzarían a millones de personas pero, ¿con semejante sombrero en la cabeza? Me llevó años, pero finalmente logré enfocarme en los principios, en las grandes verdades subyacentes que no cambian, por las cuales gobernar mi vida y hacer los cambios que fueran necesarios. Más tarde cultivé una comprensión basada en una relación, que me ayudó a aprender cómo alcanzar a la gente sin que mis creencias me enjaularan como si se tratara de una armadura blindada. En efecto, unos días antes de mirar la película, había compartido mi historia de superar el extremismo y adoptar una fe vibrante en un podcast preparado para una audiencia base de sesenta mil personas. ¡Sí!, pensé. ¡Estoy comenzando a llegar a una fracción de esos millones! Entonces, vi la película. La Elena que vi se parecía a la que había des-

cubierto en el pasado. Esa Elena compartía lo que le había sido revelado de la mejor manera posible, pero guiaba a las personas constantemente a la Biblia. Esta Elena decía: «El mundo es vuestra casa», y desafiaba a todos para que hablaran de Dios y de su amor. Creo que hay dos Elenas White. Una es el arma que usan muchos para defender sus posturas preferidas; una figura de recia autoridad que exige una obediencia sin cuestionamientos. La otra fue una persona real que solo trató de contar al mundo las maravillosas verdades que le fueron reveladas, y quiso ayudar a que todos escucharan mejor el latido de amor del corazón divino. Me parece que Cómo todo comenzó capta a esa Elena White, así como vivió en la vida real y quiso que otros la conocieran. Pero no pensé en todo ello cuando procuré compartir mis reflexiones con la familia de mi iglesia. Solo sé que no pude contener las lágrimas. Para ver la película, vaya a artv. adventistreview.org y busque Cómo todo comenzó. ■ 1 Elena

White, Testimonios para la iglesia, t. 1, p. 174.

2 Ibíd., p. 408. 3 Elena 4 Elena 5 Elena

White, Testimonios para la iglesia, t. 2, p. 333. White, Mensajes selectos, t. 2, p. 161. White, Mensajes para los jóvenes, p. 26.

6 Ibíd. 7 Elena

White, La educación, p. 237.

La doctora Rachel Williams-Smith es autora

de la autobiografía Born Yesterday: The True Story of a Girl Born in the 20th Century but Raised in the 19th (Nacida ayer: La verdadera historia de una niña nacida en el siglo XX pero criada en el XIX), y profesora asociada del Departamento de Artes Visuales, Comunicación y Diseño de la Universidad Andrews en Berrien Springs (Míchigan, Estados Unidos).

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A R T Í C U L O

E S P E C I A L

En 1997, la autora toma el juramento de su cargo en la Casa Blanca de parte de Al Gore, vicepresidente de los Estados Unidos.

L

a vida está llena de sorpresas. De jovencita, soñaba con lo que sería de grande. Cuando crecí, decidí ser higienista dental. Más tarde, la vida me llevó en otra dirección y llegué a ser gerente de una pequeña compañía de telecomunicaciones. Jamás imaginé que un día sería embajadora de los Estados Unidos de América. Mi historia prueba que Dios posee un maravilloso plan para cada uno de nosotros. Si nos rendimos a su voluntad, sus planes para nuestra vida serán infinitamente más grandes que lo que podamos imaginar. Compartiré brevemente cómo llegué a ser embajadora, y algunas lecciones que aprendí de mi experiencia. Si desea leer toda la historia, vea «Cómo una adventista se convirtió en embajadora de los Estados Unidos» (en inglés), en www.adventistreview.org/church-news/ story3357-how-an-adventist-became-au.s.-ambassador. Una extraña travesía

Mi travesía comenzó de la manera más improbable. En 1992, el entonces presidente Bill Clinton decidió actualizar la obsoleta Ley de Telecomunicaciones. Gracias a una serie de milagros, se me pidió que representara a la competitiva industria de las telecomunicaciones en un encuentro en la Casa Blanca para analizar la legislación propuesta. Los que asistieron a esa primera reunión terminaron siendo asesores ad hoc de la Casa Blanca en política de telecomunicaciones. Dos años después, me invitaron a una cena con el presidente Clinton y otros veinte empresarios. Oré toda la noche antes de la cena, pidiendo al Señor que me diera las palabras adecuadas. Aunque no sabía bien qué iba a decir, sabía bien qué no decir. Dado que la política en Washington es tan divisiva, no quería que el presidente Clinton supiera que yo ni siquiera era miembro de su partido.

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Adventist World | Vol. 13 No. 8

La autora con el entonces presidente de los Estados Unidos Bill Clinton, después de ser nominada como embajadora en Malta.

Kathryn Proffitt

Esta es

mi

pos c ón La función del embajador

Durante la cena, nos sentamos alrededor de una mesa con el presidente. Para comenzar, nos presentamos e hicimos una breve declaración sobre nuestra industria. Cuando me llegó el turno, comencé bien, dando mi nombre y el nombre de mi compañía. Pero entonces, para mi horror, escuché que comenzaba a pronunciar las palabras que bien sabía jamás habría dicho en forma voluntaria. Anuncié que no era del Partido Demócrata (el partido del presidente), sino que apoyaba a los republicanos. Le

informé entonces al presidente que en la última elección no había votado por él. Además, le dije que cuando él fue elegido, me había sentido tan mal que me puse a llorar. ¡Para entonces, todos me estaban mirando! Después de respirar hondo, continué nerviosamente, diciéndole lo que había pensado decir antes, explicándole a Clinton que apreciaba lo que iba a hacer para apoyar a los consumidores y la libre competencia en el mercado de las telecomunicaciones. Después de una larga pausa, Clinton F O T O G R A F Í A S :

K AT H R Y N

P R O F F I T T


Aunque el debate y la disensión cumplen una función esencial en la tarea legislativa, una vez que se acordaba una norma, se requería apoyo pleno . se puso de pie. Entonces, para sorpresa mía, comenzó lentamente a aplaudir, brindándome una ovación de pie. Clinton jamás me olvidó. Cuando fue elegido por segunda vez, me nominó para ser Embajadora de los Estados Unidos en la República de Malta. Autoridad delegada

Mí título, Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria, significó que tenía poder y autoridad ilimitados para realizar transacciones en nombre de los Estados Unidos. Pero mi autoridad era delegada, condicional a que fuera fiel a las leyes del gobierno de los Estados Unidos, más allá de mis creencias personales. Si no hubiera honrado esa confianza, habría sido llamada inmediatamente y despojada de toda autoridad. Clinton enfatizó la importancia de mi apoyo en una carta que me escribió poco después de mi confirmación por el Senado. En su carta, el presidente explicó que, aunque el debate y la disensión cumplen una función esencial en la tarea legislativa, una vez que se acordaba una norma, se requería apoyo pleno. No solo estaba obligada a apoyar las leyes de los Estados Unidos, sino que se esperaba que me asegurara que todos los integrantes de la misión hicieran lo mismo. Un llamado superior

Me sentí honrada de ser embajadora en Malta entre 1997 y 2001. Todos, sin embargo, hemos recibido un llamado superior. Hemos sido llamados a servir

como embajadores de Jesús, el Rey del universo. Hoy día tengo el honor y privilegio de servir a la Iglesia Adventista mundial como miembro de la Junta Ejecutiva de la Asociación General (véase https:// executivecommittee.adventist.org). Los miembros de esta junta representan a veinte millones de adventistas en más de doscientos países. Después del Congreso de la Asociación General, la Junta Ejecutiva de la Asociación General es la mayor autoridad de gobierno de la iglesia. Suele reunirse dos veces al año, durante el Concilio de Primavera en abril y el Concilio Anual a comienzos de octubre, y en otras ocasiones según sea necesario. La Junta Ejecutiva de la Asociación General está compuesta por representantes de cada División de la iglesia mundial, lo que incluye a líderes, pastores, otros empleados y miembros laicos de la iglesia. Al formar parte de la Junta Ejecutiva, tenemos la autoridad delegada de apoyar fielmente los votos de la iglesia mundial, más allá de nuestra opinión personal sobre el tema. Al igual que con los embajadores, las Uniones y Asociaciones locales, las instituciones y otras entidades de la iglesia también poseen una autoridad delegada, con gran cantidad de poder. Pero ese poder también es condicional. En sus actas constitutivas y estatutos, se requiere, mediante un lenguaje que no puede ser cambiado, que cada Unión permanezca en armonía con las

acciones votadas de la iglesia mundial. Esta condición –el acuerdo de avanzar juntos en armonía con los votos tomados– garantiza nuestra unidad como una iglesia diversa en idiomas, culturas y personas. Avancemos juntos

Satanás usará cualquier tema para dividirnos, distraernos de la misión, y destruir la unidad organizacional que hemos disfrutado como iglesia por más de ciento cincuenta años. Tenemos que avanzar juntos, no permitiendo que ningún tema nos divida. Aunque los reglamentos son importantes, la unidad de la iglesia es una doctrina (véase Creencia Fundamental 14, https://www.adventist.org). La unidad del pueblo de Dios fue una de las últimas cosas por las que oró Jesús, lo que prueba que esta doctrina es de suma importancia para el Señor. Siempre tenemos que mirar a la cabeza de la iglesia –a Cristo Jesús– que rogó a su Padre, durante esa noche de agonía en el Getsemaní pidiendo que sean uno: «Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste» (Juan 17:21). Jesús vendrá pronto. Avancemos juntos, enfocados en la misión, como sus verdaderos embajadores. ■

Kathryn Proffitt fue embajadora de los

Estados Unidos en Malta entre 1997 y 2001.

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R E S P U E S T A S

A

P R E G U N T A S

B Í B L I C A S

Gratitud y generosidad ¿Por qué debería dar ofrendas?

Me permito darle la que acaso sea la mejor respuesta a su pregunta: Es la voluntad de Dios que le demos ofrendas; y su voluntad siempre busca lo mejor para nosotros (Deut. 16:16). El Señor espera que le demos no solo los diezmos sino también las ofrendas (Mal. 3:8). Usted puede preguntarse por qué requiere esto. Presento aquí algunos pensamientos sobre el fundamento teológico de las ofrendas, nuestra motivación de dar, y la naturaleza de las ofrendas verdaderas. 1. Fundamentos teológicos: Veo dos fundamentos teológicos principales para la práctica de dar ofrendas a Dios. El primero se relaciona con la salvación. En la Biblia, las ofrendas a menudo se asocian con la idea de que Dios es nuestro Salvador. Esto es sumamente importante para una teología de la mayordomía; excluye claramente la idea de que nuestras ofrendas contribuyen a la salvación. Sí, una ofrenda nos salvó, pero fue provista por Dios, no por nosotros. Este concepto fue ilustrado en el Antiguo Testamento, en los servicios del Santuario mediante las ofrendas por el pecado y la culpa (Lev. 4, 5; 17:11). Esas ofrendas señalaban el sacrificio del Siervo del Señor que cargaría nuestros pecados para limpiarnos (Isa. 53:4, 5, 10-12). Se cumplió en la persona de Jesucristo, a quien Dios ofreció como sacrificio en nuestro lugar (Juan 3:16; Rom. 3:25). Jesús pagó el castigo de nuestros pecados, haciendo posible que Dios aceptara nuestra ofrenda personal en respuesta a su gracia. El segundo fundamento teológico es el señorío de Dios. El que nos salvó tiene que ser reconocido como nuestro Señor; de lo contrario, seguimos siendo esclavos del pecado. Él nos liberó para su servicio amante. Lo honramos y respetamos como Señor mediante nuestras ofrendas, así como las personas importantes son honradas por medio de presentes (Mal. 1:6-8). Según la visión del tiempo del fin en el Antiguo Testamento, los reyes de la tierra reconocerán el señorío del Dios de Israel y le traerán ofrendas/dones (Isa. 18:7; Sal. 68:29).

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2. Motivación para dar: La motivación básica para dar ofrendas es la gratitud por lo que Dios ha hecho mediante Jesucristo. La ingratitud fluye del egoísmo y engendra idolatría (Rom. 1:21). Estamos agradecidos por la gracia abundante de Dios. En efecto, el cosmos alberga más gracia que mal: «Allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Rom. 5:20, NVI). Esta abundancia viene de Jesucristo quien, aunque era rico, se hizo pobre para enriquecernos (2 Cor. 8:9). La gratitud y el amor a Dios se hacen concretos en nuestras ofrendas, que Dios usa para alcanzar a otros con el mensaje de salvación. En otras palabras, las ofrendas son la encarnación de nuestra gratitud y compromiso con Dios de manera tangible, que son transferidas para suplir las necesidades de los demás. 3. El propósito divino para nosotros: Nuestras ofrendas son dadas a Dios por medio de su iglesia, no a alguien que afirma ser instrumento divino. Él nos las requiere para protegernos de la idolatría y ayudarnos a vencer nuestro egoísmo natural. Podemos ocultar nuestro egoísmo con palabras, pero igual puede mostrar fácilmente su desagradable rostro si nos resistimos a dar liberalmente nuestras ofrendas al Señor. El ego humano se hace particularmente visible en nuestra sed de riquezas materiales, y en la manera de administrarlo. Dios nos ayuda a vencer este poder esclavizante pidiéndonos que le demos nuestros diezmos y ofrendas en respuesta a su gracia y amor. En el proceso, nos transforma en criaturas amantes. En consecuencia, espera que nuestros dones sean una entrega personal (Luc. 21:1-4; 2 Cor. 8:5), voluntaria (Éxo. 25:1; 2 Cor. 9:7), y sistemática (2 Cor. 8:11). Sistemática significa que damos según nuestros medios, asignando un porcentaje específico de nuestras ganancias como ofrenda. No damos porque hay necesidades; damos porque Dios ha sido bueno con nosotros y queremos expresarle generosamente nuestro amor y gratitud. ■

Ángel Manuel Rodríguez vive en Texas

(Estados Unidos), después de una vida como pastor, profesor y teólogo.


E S T U D I O

B Í B L I C O

Mark A. Finley

¿Podemos confiar en nuestra

conciencia?

H

ace poco estaba hablando con un joven sobre la importancia de tomar buenas decisiones. Quedé pensando en una frase que me dijo sin titubear: «Sé lo que está bien o está mal: mi conciencia siempre me lo dice». En una sociedad de normas morales siempre cambiantes, a menudo se nos dice que la manera de atravesar esa ciénaga de confusión es confiar en la brújula de la conciencia. ¿Podemos confiar en nuestra conciencia? ¿Podemos confiar en nuestra conciencia en toda circunstancia? ¿Puede nuestra conciencia llevarnos en la dirección equivocada? En el estudio bíblico de este mes, descubriremos el valor de la conciencia «santificada», y el peligro de confiar en una conciencia que no esté bajo la conducción del Espíritu Santo.

1

¿Cómo describe la Biblia a la naturaleza humana? ¿Cuál es el estado de nuestra condición ante Dios? Lea Jeremías 17:9, 10 e Isaías 53:6. Dios creó a Adán y Eva en un estado de perfección. Cuando pecaron, su naturaleza cambió. Nacemos con una naturaleza caída, por lo que nos resulta más fácil hacer el mal que el bien.

2

¿Qué expresiones usó el apóstol Pablo para describir el estado mental de los que no han rendido sus vidas a Cristo? Compare Romanos 8:7 con Efesios 2:1-3.

3

Dado que nuestra naturaleza es caída, y que sin Cristo tenemos mentes carnales, ¿es seguro confiar en la conciencia sin la ayuda del Espíritu Santo? Lea y resuma los siguientes textos: Hebreos 3:13; 1 Timoteo 4:2; Proverbios 14:12. Sin la ayuda del Espíritu Santo, somos influidos fuertemente por nuestros deseos, el ambiente que nos rodea y la presión social.

4 Dado que nuestra naturaleza es pecaminosa, y que en ocasiones nuestro corazón se ha endurecido por las malas elecciones, ¿nos ha dejado solos Dios para decidir qué está bien y qué está mal? Observe el mensaje de esperanza de Eclesiastés 3:11 y Juan 1:9.

suavemente para comprender su verdad y el plan para nuestra vida. Si respondemos positivamente a la influencia de su Espíritu, tendremos un sentido claro de su conducción.

5 ¿Qué función juega el Espíritu Santo a la hora de afinar nuestra conciencia? Lea Juan 14:16-18; 16:7, 13-15. El Espíritu Santo, la tercera Persona de la Deidad, es el representante divino de Cristo que nos guía a toda verdad. Si deseamos hacer la voluntad de Dios, y estamos comprometidos para agradarlo en todas nuestras acciones, el Espíritu Santo nos guiará en el proceso de tomar decisiones.

6 ¿Cómo afecta la Biblia a nuestra conciencia en el proceso de tomar las decisiones correctas? Compare Salmos 119:105, 130, 133, 140, 160. La Biblia es una «lámpara a [nuestros] pies». Es una «lumbrera a [nuestro] camino». La «exposición de [sus] palabras alumbra». Nuestros «pasos» son ordenados por la Palabra de Dios. No podemos confiar en una conciencia sin la iluminación divina, pero podemos confiar en la conducción del Espíritu Santo mediante una conciencia que haya sido influida, dirigida y educada por la Palabra de Dios. Las Escrituras son la base de toda decisión correcta. Toda inclinación, deseo o tendencia que no esté en armonía con la Palabra de Dios no es producto de una «conciencia santificada».

7 ¿Qué acciones podemos llevar a cabo para asegurarnos de que nuestra conciencia siempre sea guiada por el Espíritu Santo y orientada por la Palabra de Dios? Lea Juan 12:35, 36. Al caminar fielmente en la luz que Dios nos da y tomar decisiones positivas en armonía con su voluntad, su Santo Espíritu nos guiará para que decidamos lo correcto. Podemos tener absoluta confianza de que Dios jamás nos defraudará. Jamás nos dejará librados a nuestros caminos si deseamos servirlo. Él quiere guiarnos para que tomemos las decisiones correctas, y por eso influye en nuestra conciencia. La pregunta siempre es esta y solo esta: «¿Estamos dispuestos a rendirnos a él y permitirle que nos guíe?» ■

Dios nos encuentra en nuestra condición caída. Desde el día en que nacimos, su Espíritu Santo comenzó a guiarnos

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INTERCAMBIO DE IDEAS Espero que mis hijos puedan crecer en una iglesia que ve algo de ruido como señal de una iglesia saludable . –Patricia Coronado, Arizona, Estados Unidos Iglesia ruidosa, iglesia saludable

Cartas ¿Solo una vez al año?

Gracias por el informe «Jóvenes envuelven el mundo con acciones de servicio» (Junio 2017). Me sentí inspirado por los relatos de servicio a la comunidad. Qué maravilloso testimonio del poder de la influencia del cristianismo. Quizá los que participaron en estos eventos vean valioso continuar esas actividades de manera periódica. Los eventos semanales, o al menos mensuales, pueden hacer mucho para que la comunidad conozca la fe que tenemos en Jesús, y nuestro deseo de servir como él lo hizo. Christiana García-Perriera Alcorcón, España

Acepten por favor mi sincero agradecimiento por publicar el artículo «¡La iglesia está viva!» (Mayo 2017). Soy una madre joven, con tres hijos menores de cinco años, y mi experiencia de adoración se ve algo afectada cada vez que un miembro se da vuelta para ver quiénes son los niños que están haciendo ruido. Me encanta lo que expresa el artículo: «Solía irritarme un poco con el ruido de los niños durante el sermón. Pero ahora lo disfruto. Significa que la iglesia está viva». Espero que mis hijos puedan crecer en una iglesia que ve algo de ruido como señal de una iglesia saludable. Patricia Coronado Arizona, Estados Unidos Lector continuo

Leo la columna de Ángel Manuel Rodríguez todos los meses. Disfruto algunas de ellas más que otras, pero siempre me impresiona su amplitud de

conocimientos sobre la Biblia. Disfruté realmente la columna «Cuanto más caliente, mejor» (Mayo 2017), no solo por los puntos específicos de Rodríguez, sino por su manera de enfatizar que tenemos que hacer el bien a nuestros enemigos, uno de los grandes principios del cristianismo. Alex Burroughs Sídney, Australia Palabras, palabras, palabras

Me siento muy satisfecho de pertenecer a la iglesia que describe la nota de tapa «Si no pueden leer las palabras…» (Abril 2017). Los adventistas disfrutamos de llamarnos «el pueblo del Libro», olvidando a menudo que, en muchas partes del mundo, incluso en Norteamérica, la gente no sabe leer tanto como lo imaginamos. ¡Gracias a Dios por los grupos e individuos que hacen del alfabetismo parte de la obra misionera! Jules Stewartson Nueva Jersey, Estados Unidos

Pedidos Y

AGRADECIMIENTOS

Por favor, oren para que los ángeles estén conmigo. Descubrí que mi hijo se ha metido en las drogas. Jeanette, Australia Oren para que mi hija pueda conseguir trabajo. Eliezer, por vía electrónica

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Oren por favor para que mi abuela se sane. Brandon, por vía electrónica Por favor, oren por mi hija, que solo tiene siete años y es diabética. Pecolia, por vía electrónica

Por favor, oren para que Dios me quite los dolores de cabeza y se detenga la caída de mi cabello. Courtney, por vía electrónica Oremos por el éxito de la Iglesia Adventista en la Asociación de Nyanza Central. Asa, Kenia


Una

de las Alcanzar a otros

Gracias por la noticia «La Universidad de Loma Linda inaugura Centro para la Comprensión de las Religiones» (Abril 2017). Estoy agradecida de ver que los adventistas participan en crear caminos de comprensión con los miembros de otras religiones mundiales. Sé que la iglesia opera centros para alcanzar a los budistas, los judíos, los hindúes, y aun a los que son seculares. Creo que entusiasma ver que estamos llevando el mensaje a todas las personas posibles. Bettina Malone Stratford, Reino Unido

mejores

En junio de 2017, Servicios Comunitarios Adventista del Gran Washington (ACSGW) fue nombrada una de las mejores organizaciones sin fines de lucro de la región de Washington D.C. El Catálogo de Filantropía del Gran Washington evalúa a más de cuatrocientas organizaciones de ese tipo en las artes, la educación, el medio ambiente, los servicios humanos y el sector internacional. «Sobre la base de nuestra evaluación detallada, creemos que ACSGW es una de las mejores organizaciones sin fines de lucro de la región –dijo Barbara Harmon, presidenta del Catálogo–. ACSGW ha pasado por un extenso proceso de evaluación, y ha cumplido con los elevados estándares del Catálogo». ACSGW brinda asistencia a jóvenes en riesgo, familias, ancianos y otras personas con problemas económicos. La organización asiste a unas seis mil personas por año. Muchos de los beneficiados pertenecen a poblaciones de refugiados e inmigrantes.

Una gran ayuda

Pautas para las cartas: Envíelas por favor a letters@ adventistworld.org. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.

Quiero que el Señor me dé una doble porción del Espíritu Santo, para que mis parientes se conviertan. Juciara, por vía electrónica

W A C S G

Gracias a mis hermanos y hermanas responsables de traer la revista Adventist World a esta región del mundo. Cada vez, somos bendecidos con consejos bíblicos, aliento y enseñanza. También disfruto los numerosos informes sobre el crecimiento de la iglesia en el mundo. Que Dios los bendiga al seguir llevando el mensaje a su pueblo. Patience Misiri Zomba, Malaui

Un voluntario muestra algunas de las frutas y verduras que están a disposición de los interesados en el Centro de Servicios Comunitarios. El centro atiende a unas seis mil personas por año.

Oren para que pueda continuar con mi ministerio. Shiful, Bangladés Por favor, oren para que el Señor mantenga a mis nietas cerca de mí, y las bendiga. Debbie, por vía electrónica

Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a prayer@ adventistworld.org. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.

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INTERCAMBIO DE IDEAS

163 años

Hace

D

esde el 15 de agosto al 19 de diciembre de 1854, en la cabecera de la Advent Review and Sabbath Herald, se publicó una lista de cinco «doctrinas principales enseñadas por la Review». No se identifica su autor, ni tampoco se explica el porqué de su publicación, o de su ausencia en números subsiguientes. Las cinco creencias fundamentales eran: «La Biblia y solo la Biblia, la regla de fe y conducta». «La Ley inmutable de Dios, según la enseña el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento». «La venida personal de Cristo y la resurrección de los justos antes del milenio». «La tierra restaurada a la perfección y la gloria del Edén, como la herencia final de los santos». «La inmortalidad solamente por medio de Cristo, que recibirán los santos al momento de la resurrección».

Por este camino Según un estudio de la Universidad de Hertfordshire, los habitantes de Singapur son los peatones más veloces del mundo. Con una velocidad promedio de 6,25 kilómetros por hora, caminan más rápido que los neoyorquinos, que lo hacen a un promedio de 5,3 kilómetros por hora. Velocidad promedio al caminar, km/h Singapurenses

Neoyorquinos

6,25

5,3

Fuente: Hemispheres

Ojos DE

niño Fontanas de destellos y gozo Órbitas líquidas de placer Óvalos que preguntan y cuestionan, Reflejo de amor. Brillarán para siempre, Un poder para el bien. – Norma Witter, Sequatchie, Tennessee, Estados Unidos

Frome

PARTE del

INTERCAMBIO La sección «Intercambio de ideas» de ADVENTIST WORLD está buscando contribuciones. Para reflejar el amplio mundo adventista, lo invitamos a enviar: ■ Fotografías de alta resolución (con sus respectivas leyendas e información del crédito correspondiente) ■ Experiencias profundas o humorísticas ■ Breves lecciones espirituales ■ Poemas breves ■ Citas citables Envíelos a Letters@AdventistWorld.org. En la línea de «Asunto», coloque: «Intercambio de ideas».

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5O

PALABRAS O MENOS

Mi

personaje favorito de la Biblia Daniel dio un ejemplo apropiado. Él y sus tres amigos Ananías, Misael y Azarías, aprobaron diversas pruebas después de su cautiverio en Babilonia. Lo mejor de todo, Daniel lo registró en un libro que aún resulta inspirador.

—John Jones, por vía electrónica

Ana oró hasta que obtuvo resultados. Dios honró sus oraciones para pedirle un hijo. Después del nacimiento de Samuel, supongo que oró por las personas que se habían burlado de ella; no para vengarse, sino para que se arrepintieran y conocieran al poderoso Dios al cual servían.

—Agnes Kamowa, por vía electrónica

Me encanta la historia de José, hijo de Jacob. Como su padre lo amaba profundamente, sus hermanos se pusieron celosos. Entonces lo vendieron como esclavo a Egipto, donde sufrió muchas pruebas dolorosas. Pero José no se vengó contra sus hermanos aun cuando tenía poder como para hacerlo. Por el contrario, les demostró amor, perdón y compasión.

—Lawrence Banwar Tesoro, Ginebra, Suiza

Para la próxima, cuéntenos cuál es su promesa bíblica favorita. Envíela a letters@AdventistWorld.org, y como asunto, escriba: «50 Words».

«He aquí, vengo pronto . . .» Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

Editor ADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista. Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Guillermo Biaggi, vice presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy, Williams Costa, Daniel R. Jackson, Peter Landless, Robert Lemon, Geoffrey Mbwana, G. T. Ng, Daisy Orion, Juan Prestol-Puesán, Ella S.Simmons, Artur Stele, Ray Wahlen, Karnik Doukmetzian, asesor legal Editor ejecutivo Bill Knott Gerente editor internacional Pyung Duk Chun Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Jairyong Lee, presidente; Pyung Duk Chun, Suk Hee Han, Yutaka Inada, German Lust, Dong Jin Lyu Editores de Silver Spring, Maryland, EE. UU. André Brink, Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Costin Jordache, Wilona Karimabadi Editores de Seúl, Corea Pyung Duk Chun, Hyo Jun Kim, Jae Man Park Directora de operaciones Merle Poirier Editores invitados Mark A. Finley, John M. Fowler Consultor E. Edward Zinke Gerente financiera Kimberly Brown Coordinadora de evaluación de manuscritos Marvene Thorpe-Baptiste Junta administrativa Jayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario; Pyung Duk Chun, Karnik Doukmetzian, Suk Hee Han, Yutaka Inada, German Lust, Ray Wahlen, Exoficio: Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Ted N. C. Wilson Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti Consultores Ted N. C. Wilson, Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Guillermo E. Biaggi, Mario Brito, Abner de los Santos, Dan Jackson, Raafat A. Kamal, Michael F. Kaminskiy, Erton C. Köhler, Ezras Lakra, Jairyong Lee, Israel Leito, Thomas L. Lemon, Solomon Maphosa, Geoffrey G. Mbwana, Blasious M. Ruguri, Saw Samuel, Ella Simmons, Artur A. Stele, Glenn Townend, Elie Weick-Dido A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE. UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos, Indonesia, México y Sudáfrica.

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