November 2015 spanish

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Publicación internacional de los adventistas del séptimo día

Vol. 11 No. 1 1

Buscamos

hallamos 14

Libres

al fin

20

El poder del pan

24

¿Creó Dios los

dinosaurios?


Vol. 11 No. 11 N O TA

D E

16

TA P A

Buscamos legalismo… hallamos hipocresía

Joseph Olstad

Es bueno definir los términos antes de ponerse a debatir.

14 Libres al fin

C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

El descanso sabático es más que tan solo un símbolo.

20 El poder del pan V I D A

8

P A N O R A M A

Ted N. C. Wilson

Hay vida en la Palabra de Dios.

24

F E

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D E V O C I O N A L

¿De improviso, o después de pensarlo mucho?

Jeff Couzins

Compartir una comida es una manera ejemplar de mostrarnos hospitalarios.

M U N D I A L

Cada miembro, un sembrador

A D V E N T I S T A

Gerald A. Klingbeil

Y

C I E N C I A

¿Creó Dios los dinosaurios?

Raúl Esperante

La Biblia podría tener la respuesta, o no.

25 En camino a Jericó M I S I Ó N

Bernd Sengewald

Nuestra respuesta al llamado divino depende de dónde y cuándo lo escuchemos.

A D V E N T I S T A

Michael Mace

Nunca sabemos cuándo nos tocará ayudar o recibir ayuda.

D E PA R TA M E N T O S 3 I N F O R M E

M U N D I A L

3 Noticias breves 6 Informe de noticias 10 Iglesias de un día

11 S alud M undial La enfermedad de Parkinson

22 E S P Í R I T U D E

P R O F E C Í A

Vida en la naturaleza

26 P R E G U N T A S B Í B L I C A S

¿Qué lugar ocupa el Hijo?

27 E S T U D I O B Í B L I C O Elías: una pregunta y una orden 28 I N T E R C A M B I O

D E

I D E A S

spanish.adventistworld.org

www.adventistworld.org: Disponible en línea en diez idiomas

Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

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Adventist World | Noviembre 2015

i m a g e n d e p o r ta d a : f r e e i m a g e s . c o m / t i j m e n va n d o b b e n b u r g h / M i r a Pav l a k o v i c


Gracia sin fin

INFORME MUNDIAL Andrew McChesney

Adventistas asisten a los migrantes en Europa El presidente de la División Transeuropea fue también un niño de la guerra

M

ientras Europa lucha con el influjo de migrantes, los adventistas de ese continente están incrementando los esfuerzos de alimentar, dar refugio, educar y ayudar en todo lo posible a los refugiados, para que tengan una vida mejor. Raafat Kamal, presidente de la División Transeuropea de la Iglesia Adventista, dijo que la crisis de migrantes le recordó su propia niñez en una guerra de Oriente Una niña inmigrante recibe ayuda Medio, e instó a los advenpara hacer su tarea, como parte tistas para que se unan en de una iniciativa de la Iglesia oración y apoyo a la Agencia Adventista en Mödling (Austria). Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) y las iglesias adventistas que están ayudando a los refugiados. «Personalmente, veo este desafío como una oportunidad de hacer que nuestros huéspedes y nosotros seamos mejores personas –dijo Kamal–. Esta es la belleza de la generosidad compasiva y el servicio a los seres humanos quebrantados». Los líderes europeos están tratando de hacer frente al tremendo incremento de migrantes –mayormente de Siria– que en los últimos meses han arribado a Europa. Muchos quedaron atascados durante semanas en los países de entrada en los extremos del continente, mientras las autoridades se ocupaban de procesar la gran cantidad de solicitudes de asilo. «Los refugiados están realmente exhaustos cuando llegan a Serbia –dijo Igor Mitrović, director de ADRA-Serbia y quien ayudó a abrir un centro de información sobre asilos en la capital del país, Belgrado, a fines de agosto–. A menudo dicen que las experiencias que vivieron (el A u s t r i a

i intento de estar libre de pecado no superó ni siquiera el día de mi bautismo. Había surgido del sepulcro de las aguas bautismales, exultante de gozo, porque había entregado mi vida a Cristo. Después de dos largas series de estudios bíblicos, me había sumado a cinco compañeros para un bautismo sabático que llenó mi corazón de doce años de edad de una profunda alegría. Familiares, amigos y compañeros se agolparon en torno a mí, afirmando la decisión que había tomado y la vida con la que ahora estaba comprometido. Pero ningún mortal (con hermanos) puede avanzar mucho en la senda de la perfección. Unas horas después, mientras caminábamos con mi familia en medio de la naturaleza, comencé a discutir con uno de mis hermanos sobre las tareas escolares o quién ayudaba más en la casa; todos temas sobre los que no valía la pena discutir. Al sentir malestares estomacales, me di cuenta de que acababa de fracasar en mi intento de ser perfecto. Habían pasado menos de tres horas desde que había encomendado mi vida a Cristo, y ya me carcomía la conciencia por haber perdido la paciencia. Mi experiencia es conocida para millones de cristianos y adventistas que recuerdan el momento de su bautismo. Con inocencia esperábamos –y acaso hasta creíamos– que jamás volveríamos a pecar, que el perdón de Cristo por el pasado no sería necesario en el futuro. Pero muy pronto después de entregar nuestra vida a Cristo, descubrimos de nuevo cuánto necesitábamos su gracia y misericordia. Fue allí que realmente comenzamos a vivir la vida del discipulado, no en esas horas fugaces cuando no cometemos errores conscientes, sino en esos días, meses y años cuando nuestro quebrantamiento solo puede ser curado y restaurado por la gracia de Cristo. En el mundo adventista, cada día se bautizan más de tres mil quinientas personas. Acérquese a ellas; sosténgalas; afirme la decisión que han tomado. Entonces, ayúdeles a darse cuenta de que jamás superaremos la necesidad de la gracia, y que jamás seremos salvos por algo ajeno a la justicia de Cristo.

ADRA

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INFORME MUNDIAL abuso, métodos extorsivos de quitarles el dinero, la cercanía a la muerte y la desesperanza), llegaron a ser peores que la destrucción y las balas de sus países». Los adventistas que trabajan con ADRA se encuentran en las líneas de vanguardia de la crisis. Las sedes de ADRA en Croacia y Eslovenia han estado recolectando activamente donaciones para los refugiados de Grecia, Macedonia y Serbia. Un vagón cargado con diez toneladas de ayuda humanitaria fue enviado a Serbia, mientras que otras 2,5 toneladas fueron entregadas sin cargo en la isla griega de Lesbos, por la empresa de aviación Adria Airways, la principal aerolínea de Eslovenia. Los miembros de la Iglesia Adventista en Austria, Alemania, Italia y Gran Bretaña están ayudando a los migrantes de muchos países europeos. «Insto a nuestros miembros para que se cercioren con los líderes locales de la iglesia y las oficinas de ADRA sobre los planes e iniciativas en curso –dijo Kamal, cuya División, con sede en las Islas Británicas abarca a más de veinte países europeos tales como Serbia, Hungría y Grecia–. Si aún no han hecho planes, los animo a iniciarlos y apoyar activamente a ADRA y a la iglesia». La crisis de migrantes le ha traído muchos recuerdos a Kamal, quien creció en el Líbano durante la guerra civil de 1975-1990. En esa circunstancia perdió familiares y amigos en numerosos ataques a su aldea. En cierta ocasión, un cohete impactó en su casa, destruyendo uno de los pisos. Kamal dejó el país en 1984 para seguir estudios de ciencias empresariales y teología en el Colegio Terciario Newbold, una institución adventista de Gran Bretaña. «Los migrantes están atemorizados y no tienen dónde alojarse; muchos han sido testigos de horrores atroces –dijo Kamal–. Tenemos que ayudarlos. Es nuestro deber como seres humanos y como cristianos». n

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Alberto C. Gulfan, Jr.,

es recordado por su interés en el evangelismo El expresidente de la División de Asia Pacífico Sur fallece después de una larga lucha contra el cáncer Andrew McChesney, con informes de la División de Asia Pacífico Sur

A

lberto C. Gulfan Jr., entusiasta evangelista que dirigía entre cinco y seis campañas de evangelización al año –aun durante sus doce años como presidente de la División de Asia Pacífico Sur– falleció el 26 de septiembre, a los 64 años, después de una extensa batalla contra el cáncer. Gulfan, quien fue adventista toda la vida, practicó un liderazgo humilde y tranquilo y una gran afición por el tenis. Sirvió a la iglesia durante 42 años, en una carrera que lo llevó en junio de 2003 a ser elegido presidente de la División de Asia Pacífico Sur, que abarca las Filipinas, Indonesia y otros doce países. Como resultado de su enfermedad, dejó el cargo en el Congreso de la Asociación General 2015. «Fue un maravilloso campeón de la verdad y la proclamación evangélica», dijo Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial en una carta de condolencias a su esposa Helen Bocala-Gulfan y sus tres hijos adultos. «Era un evangelista de corazón. El evangelismo era su vida y su tema constante», dijo G. T. Ng, secretario ejecutivo de la Iglesia Adventista mundial, quien trabajó con Gulfan en el Instituto Internacional de Estudios Avanzados (AIIAS) en la década de 1990. En esa época, Gulfan era presidente de la Unión Asociación Central de las Filipinas, cuyo territorio

incluía la institución. Myron Iseminger, subsecretario de la Iglesia Adventista mundial, dijo que por mucho tiempo recordará su participación en una gran campaña de evangelización llevada a cabo en múltiples sedes en la isla filipina de Mindanao, que concluyó con un bautismo masivo de más de dos mil personas, dirigido por Gulfan. «Creo que todos concordarían que el legado del pastor Gulfan era su entusiasmo por el evangelismo», dijo Iseminger, quien también trabajó en su equipo de colaboradores como tesorero asociado de la División durante tres años. Gulfan ocupó muchas funciones en la iglesia. Fue colportor, pastor de iglesia, pastor distrital, capellán de hospital y educador de salud, director del Departamento de Salud y Temperancia de la Unión, presidente de Misión, secretario ministerial, secretario ejecutivo a nivel de Unión, y presidente de Unión, antes de ser elegido presidente de la División. «Aprecié y me gustó su liderazgo “tranquilo” –dijo Gerald A. Klingbeil, editor asociado de las revistas Adventist Review y Adventist World y quien trabajó con Gulfan en el Seminario Teológico de AIIAS, de 2006 a 2009–. No era un líder bullicioso, sino muy humilde, buscando a menudo el consenso, aunque sabía qué lugar quería


Andrew McChesney

Comida adventista

digna de un rey

Alberto C. Gulfan Jr. en 2010.

Nuevo monarca de Tonga, feliz con los desayunos de coronación

O l i v e r / ANN

E

d e

lo s

E s ta d o s

U n i d o s / W i k i c o m m o n s

coronación: ministros del gabinete, funcionarios, empresarios y ministros de diversas denominaciones. Al monarca, que tiene 56 años, le gustó lo que vio. «El rey, que tiene un interés particular en la salud, se sintió muy complacido de que un programa que promueve el ejercicio y las elecciones saludables de alimentación fuera ofrecido al pueblo de Tonga», informó la publicación Adventist Record del Pacífico Sur. n

M a r i n e s

l nuevo rey de Tonga aparentemente piensa que la comida adventista es digna de un rey. Miles de invitados a la coronación del rey Tupou VI disfrutaron desayunos de cereales y leche de soya producidos por Sanitarium Health & Wellbeing, una gigantesca empresa administrada por la iglesia. «Estamos bastante seguros de que es la primera vez en la historia que pasa algo así», dijo una vocera de Sanitarium. Sanitarium, con sede en Australia y Nueva Zelandia, envió palés de cereales para el desayuno y su popular leche de soya «So Good» a las celebraciones en Nuku’alofa, capital del reino polinesio de 177 islas ubicado a unos 2400 kilómetros al noreste de Nueva Zelandia. Los estudiantes y miembros del Colegio Terciario Adventista de Tonga sirvieron el desayuno durante tres días a unos cuatro mil de los quince mil invitados a los once días de celebraciones. Varias organizaciones, incluidos los grupos de la iglesia, ofrecieron comidas y actividades durante el evento. La Iglesia Adventista ofreció un programa especial que comenzó con una oración a primera hora de la mañana, seguida de treinta minutos de ejercicios físicos y los desayunos saludables en tres lugares de la capital. Las tres sedes estuvieron repletas de invitados a la

d e

que ocupara la iglesia». Por su parte, G. T. Ng describió a Gulfan como «siempre modesto y humilde», y recordó la manera en que los dos disfrutaban de jugar juntos al tenis hace dos décadas. «Cuando jugábamos, jamás lo vi enojarse por perder un juego –dijo–. De hecho, la iglesia ha perdido a un dedicado hombre de Dios y a un valiente soldado de Cristo». Gulfan tenía una memoria excelente, dijo Linda Mei Lin Koh, quien lo conoció durante los nueve años que coordinó los Ministerios del Niño, la Mujer y la Familia para la División. «Sabía que me encantaba comer marang, una fruta filipina –dijo Koh, quien ahora dirige los Ministerios del Niño de la Iglesia Adventista mundial–. Toda vez que iba a la Unión Central de las Filipinas para dirigir seminarios de capacitación, me decía apenas me saludaba que le había pedido a alguien que comprara marangs para mí». Alberto Cuyos Gulfan Jr. nació el 1 de diciembre de 1950 en Cataingan (Masbate, Filipinas). Lo sobrevive su esposa durante 38 años, Helen Bocala-Gulfan, quien fue directora de Ministerios de la Mujer y coordinadora del Ministerio para las Esposas de Pastores. Tienen tres hijos: un hijo llamado Lloyd, y dos hijas, Helen Zella y Jarbien Pol, además de dos nietos. n

C u e r p o

A n s e l

El rey Tupou VI sale de una iglesia después de su coronación en Nuku’alofa (Tonga).

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INFORME MUNDIAL

Presidente de la iglesia se une a

de manera más directa

Andrew McChesney

P i x a b ay

Facebook y Twitter Ted N. C. Wilson busca comunicarse

Dios responde la oración

con un rayo

T

ed N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, lanzó sus propias cuentas de Twitter y Facebook, en un esfuerzo por comunicar mejor y de manera más directa las actividades de la iglesia a los miembros y a otros interesados. Wilson dijo que usará su cuenta de Twitter (@pastortedwilson) y su página de Facebook (facebook.com/pastortedwilson) para compartir sus oraciones personales, materiales favoritos de la Biblia y del Espíritu de Profecía, además de información sobre sus actividades misioneras actuales y fotografías y noticias de sus viajes. «Quiero comunicar mejor a los miembros de iglesia algunas de las fascinantes actividades de la iglesia», dijo Wilson, y agregó que los feligreses podrán entonces contactarse con su pastor, iglesia local y Asociación para saber más sobre esas iniciativas. Wilson cuenta con un pequeño equipo que trabaja con él en los medios sociales, pero todas las actualizaciones pasan por su oficina. Entre otras cosas, intentará usar su página de Facebook para responder preguntas sobre su visión para la iglesia, la vida espiritual y sus actividades. Usted puede enviar sus preguntas a: askpastorwilson@adventist.org. Cada viernes, Wilson responderá tres preguntas. «Qué privilegio es proclamar los mensajes de los tres ángeles a medida que nos acercamos a la pronta venida de Cristo», dijo Wilson. n

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Un colegio adventista de Japón estaba orando por agua Andrew McChesney

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ue Dios responda una oración con un poderoso rayo puede parecer una historia sacada directamente de la Biblia, pero el director de un colegio adventista con internado en Japón dice que eso es exactamente lo que pasó en la institución. El Colegio Saniku Gakuin Hiroshima, una institución enclavada en las colinas cercanas a Mihara, una ciudad a unos setenta kilómetros al este de Hiroshima, enfrentaba una gran escasez de agua en sus viejos pozos, lo que hizo que el personal y los trescientos estudiantes cayeran de rodillas. Entonces, una mañana, un rayo retumbante, con columnas de humo blanco y amarillo, sacudió el campus, causando daños por varios millones de dólares, pero milagrosamente, también hizo que comenzara a brotar agua de los viejos pozos, contó el rector Shiro Onoue.

«El agua de los pozos comenzó a fluir inmediatamente después de la caída del rayo. ¡Aleluya! Sé que Dios nos ayudó». El agua comenzó a desaparecer hace varios años de los ocho pozos de la institución, y el problema llegó a un punto crítico durante el verano de 2014. Temiendo que faltara el agua cuando se reiniciaran las clases, Onoue hizo cavar nuevos pozos en las colinas del campus, a unos 450 metros sobre el nivel del mar. «El agua del campus tiene muy buen sabor, porque proviene del bien conservado sistema de capas freáticas de Japón», dijo Onoue en una declaración dada a conocer por la División de Asia Pacífico Norte de la Iglesia Adventista. En los primeros dos pozos no apareció agua. Un tercer intento cerca del fin del verano encontró una capa freática con agua suficiente para las necesidades del campus. Pero había un problema: el pozo no estaría listo para el comienzo


N

&

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de las clases, debido a varios procedimientos legales y exámenes de la calidad del agua que era necesario completar. El Colegio Saniku Gakuin Hiroshima reabrió según el cronograma escolar, y el personal y los estudiantes comenzaron a orar con fervor por el problema. «Cada día orábamos a Dios para que guiara y protegiera el suministro de agua», dijo Onoue.

Una fotografía aérea del Colegio Adventista Saniku Gakuin, enclavado en las colinas a unos setenta kilómetros al este de la ciudad de Hiroshima (Japón).

Los edificios quedaron a oscuras, porque se cortó la energía eléctrica. Onoue llamó inmediatamente al gimnasio y sintió alivio al saber que todos estaban bien; ordenó a los estudiantes que permanecieran en sus salones de clase mientras las autoridades investigaban la naturaleza de los daños. Así descubrieron que el rayo no había caído sobre el gimnasio sino en una antena de telefonía móvil cerca de la cancha de tenis. Trozos de concreto de la antena yacían desparramados en el suelo como resultado del rayo. La electricidad volvió en horas de la tarde, pero en los siguientes días surgieron otros problemas. Las bombas de agua, los sistemas de extensiones telefónicas, las luces de las calles, los sistemas de transmisión de emergencia y los sistemas de calderas en las casas del personal habían sufrido daños. «Daba dolor de cabeza solo pensar el costo de repararlos», dijo Onoue. Las reparaciones totales terminaron costando el equivalente de cinco millones de dólares, que fueron cubiertos por el seguro que la institución había contratado. Más que un hecho positivo

El rayo

La mañana del 4 de septiembre comenzó con un cielo nublado y sonidos de truenos a la distancia. A las 10.55, cinco minutos antes de que los estudiantes salieran a un receso, una tremenda explosión sacudió el campus. Onoue estaba sentado en su oficina, de espaldas a la ventana. «Me di vuelta inmediatamente para ver qué había sucedido –dijo–. Humo blanco y amarillo se elevaba por detrás del gimnasio, y me di cuenta de que había caído un rayo».

A pesar de todo, el personal docente y no docente comenzó a hallar muchas cosas positivas cuando hicieron un análisis. Ese verano, la institución había remplazado todas las computadoras de su laboratorio de informática con nuevos modelos adquiridos por la División de Asia Pacífico Norte, pero ninguna se vio afectada. Aunque las calderas sí fueron afectadas, las únicas que hubo que remplazar fueron las más viejas, que de todas maneras tenían que ser reparadas. Un obrero de mantenimiento alertó a Onoue diciéndole que algo había pasado con el suministro de agua. Preocupado el director preguntó si el flujo se había detenido por completo. «No –replicó el obrero–. Los pozos que

no tenían más agua ahora están produciendo el doble de lo que daban antes». Onoue no podía creer lo que oía. Preguntó si el medidor de agua había sido dañado o mostraba niveles erróneos. El obrero dijo que él había pensado lo mismo, pero que había comprobado que funcionaban bien. Onoue dijo que el rayo, que en un comienzo había parecido una terrible catástrofe, terminó siendo un milagro divino. «Esa única y gran explosión de energía nos permitió mejorar todos los sistemas viejos –dijo–. Por sobre todas las cosas, estamos agradecidos de experimentar la obra milagrosa de Dios, que permitió que el rayo golpeara la capa freática y brindara suficiente agua para todo el campus». Ya ha pasado más de un año desde la caída del rayo, y la escuela sigue teniendo agua en abundancia. El nuevo pozo ahora está listo para ser usado. Onoue dijo que el incidente ha animado al personal y los estudiantes para creer que Dios está guiando al Colegio Saniku Gakuin Hiroshima, que remonta sus orígenes a la escuela bíblica inaugurada en Tokio en 1898. El nombre de la escuela en japonés significa «escuela educativa triple», refiriéndose así a los aspectos físicos, mentales y espirituales de la educación adventista. Onoue dijo que halló consuelo en las palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios 15:58: «Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano» (NVI). «Mediante esta experiencia, una vez más se nos asegura que el Colegio Saniku Gakuin Hiroshima es una institución construida de manera deliberada por Dios», dijo Onoue.

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Cada miembro, un

sembrador Ted N. C. Wilson

Hay vida en la Palabra de Dios

Nota del editor: Este artículo es una adaptación del sermón del pastor Wilson el pasado 10 de octubre de 2015, durante el Concilio Anual en Silver Spring (Maryland, EE. UU.). Se han conservado elementos de la presentación oral. Si desea una transcripción completa y videos relacionados, visite www.adventistreview.org/church-news/ story3336-everyone-a-sower.

E

stamos viviendo en un momento de cambios sin precedentes. Dios ha pedido a su pueblo remanente, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que prepare el camino del Señor, que dependa completamente de él y reciba el poder de la lluvia tardía del Espíritu Santo. Es tiempo del fuerte clamor final, la proclamación de los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Cristo nos ha llamado a seguir su ejemplo de servicio a los demás al proclamar su verdad y justicia al mundo y anunciar su segunda venida. Los miembros de esta iglesia mundial de casi diecinueve millones de miembros son llamados a asociarse con el Sembrador celestial, Jesucristo, para proclamar su mensaje final de amor, justicia, redención y advertencia profética del tiempo del fin, que pregona el pronto regreso de

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Cristo. Cada miembro, un sembrador; todos nosotros trabajando juntos en la Participación Total de los Miembros bajo la conducción del Espíritu Santo. Parábola del sembrador

En Marcos 4:3-9 Jesús estaba hablando a miles de personas junto al Mar de Galilea cerca de la hermosa llanura de Genesaret. Los oyentes podían ver a los sembradores y segadores, que afanosamente arrojaban la semilla y cosechaban el grano tempranero. Jesús identificó las verdades del cielo mediante parábolas, con referencias simples de lo que sucedía a su alrededor. «El sembrador salió a sembrar; y, al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y se la comieron. Otra parte cayó en pedregales, donde no había mucha

tierra, y brotó pronto, porque la tierra no era profunda; pero cuando salió el sol se quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó, creció y produjo a treinta, a sesenta y a ciento por uno. Entonces añadió: “El que tiene oídos para oír, oiga”». ¡Qué privilegio recibir la Palabra de Dios, escuchar sus enseñanzas, comprender sus directivas para vivir la vida victoriosa por medio del poder justificador y santificador de Cristo! Firmes en la Palabra de Dios

Hoy día, la Palabra de Dios está siendo ignorada cada vez más. Se está volviendo de moda interpretar y aplicar en forma errónea lo que está claramente indicado en las Escrituras. La Biblia es reinterpretada por los que participan de los enfoques de la alta crítica o del método histórico-crítico. Son los que se colocan por sobre las Escrituras y la interpretan según sus propias normas


P A N O R A M A

M U N D I A L

Tenemos que asociarnos con él como sembradores de la verdad . y enfoques. Tenemos que seguir y promover fielmente el método históricobíblico de interpretar las Escrituras, permitiendo que la Biblia se interprete a sí misma. Los adventistas del séptimo día deberíamos adherir cuidadosamente al documento votado el 12 de octubre de 1986, en el Concilio Anual llevado a cabo en Río de Janeiro (Brasil). Este documento, «Métodos de estudio de la Biblia» (en inglés, en www.adventist. org/en/information/official-statements/ documents/article/go/0/methodsof-bible-study/) resume de manera específica cómo estudiar la Santa Palabra de Dios. Tenemos que seguir la perspectiva historicista de las profecías y la comprensión bíblica. Apreciados pastores, docentes, administradores, ancianos de iglesia, líderes y miembros: no permitan que nadie los aparte de una comprensión historicista y de la interpretación histórico-bíblica de las Escrituras. Manténganse firmes de parte de la Palabra de Dios.

la Palabra de Dios en su forma más simple, tal cual se lee. El sembrador siembra la Palabra

¿Qué quería Jesús que entendieran sus discípulos y también nosotros respecto de que cada uno es un sembrador de la preciosa verdad de la Palabra de Dios? En Marcos 4:14, Jesús explica: «El sembrador es el que siembra la palabra». Lucas 8:11 dice que la semilla sembrada es la Palabra de Dios. Las semillas tienen capacidad de germinar. Hay vida en la Palabra de Dios. Mateo 13:37 indica que el Sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre, Jesucristo. No vino como rey sino como sembrador, anunciando la gran cosecha que resultaría después de grandes dificultades. Jesús dejó su hogar celestial para sembrar la Palabra de Dios en esta tierra. Tenemos que asociarnos con él como sembradores de la verdad. «Sus servidores deben salir a sembrar de la misma manera […]. Así los que son llamados a unirse con Cristo deben dejarlo todo para seguirle a él».3

La Biblia tal cual se expresa

Notemos las siguientes instrucciones respecto de aceptar la Biblia como se expresa: «Dios espera de sus seguidores más de lo que muchos piensan. A menos que queramos edificar nuestra esperanza de alcanzar el cielo sobre un cimiento falso, hemos de aceptar la Biblia tal como está escrita y creer que el Señor quiere decir lo que dice».1 «Él procura enseñarles que el camino del Señor debe seguirse siempre muy de cerca, que su Palabra ha de ser aceptada tal como se la lee, y que los hombres no han de idear planes de acuerdo con su propio juicio, sin tener en cuenta su consejo».2 Y en Profetas y reyes, leemos: «Muchos no vacilan en burlarse de la palabra de Dios. Los que creen esa palabra tal como se expresa son ridiculizados» (p. 138). Tengamos oídos que escuchen la Palabra de Dios, y mentes que acepten

Un camino allanado

En Palabras de vida del Gran Maestro, leemos que «en cada mandamiento y en cada promesa de la Palabra de Dios se halla el poder, la vida misma de Dios, por medio de los cuales pueden cumplirse el mandamiento y la promesa» (p. 38). En el mismo capítulo leemos: «Aquellos que estudian la Palabra de Dios con corazones abiertos a la iluminación del Espíritu Santo, no permanecerán en las tinieblas en cuanto a su significado» (p. 18). Y en la página 21 dice: «En los días de Cristo los rabinos interpretaban en forma forzada y mística muchas porciones de la Escritura. A causa de que la sencilla enseñanza de la Palabra de Dios condenaba sus prácticas, trataban de destruir su fuerza. Lo mismo se hace hoy en día. Se hace aparecer a la Palabra de Dios como mis-

teriosa y oscura para excusar la violación de la ley divina. Cristo reprendió estas prácticas en su tiempo. Él enseñó que la Palabra de Dios había de ser entendida por todos. Señaló las Escrituras como algo de incuestionable autoridad, y nosotros debemos hacer lo mismo». Cada pastor, docente y miembro tiene que participar en ayudar para que todos lleguen a ser fervorosos estudiantes de la Palabra de Dios y que luego la compartan. Todos tenemos que ser sembradores de la Palabra –cada miembro, un sembrador–. Esa es la Participación Total de los Miembros en la última gran proclamación de los importantes mensajes de Dios. Cristo quiere que nosotros seamos sus ayudantes para sembrar la verdad. Tenemos que cobrar ánimo porque muchos nos escucharán si sembramos, y recibirán la Palabra de Dios como «oyentes de buena tierra». Este es nuestro gran privilegio. Es con calmado respeto y humildad que todos tenemos que ser sembradores de Dios, mientras dependemos totalmente de él para que nos dirija. Comprometámonos para seguir las instrucciones divinas en su preciosa Palabra y el Espíritu de Profecía, para caminar diariamente con él en el estudio de la Biblia y la oración mientras le permitimos que obre en nosotros para el reavivamiento y la reforma. En el umbral de la eternidad

El lema del último Congreso de la Asociación General, «¡Levántate! ¡Resplandece! ¡Cristo viene!» tiene que ser el fundamento de todo lo que hacemos, a medida que avanzamos en este nuevo quinquenio lleno de incertidumbre. Sin embargo, está aún más lleno de la permanente presencia divina y su conducción. Dios está llamando a la Iglesia Adventista del Séptimo Día para un propósito y una misión particular en los últimos días, para que seamos participantes con el Sembrador celestial.

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P A N O R A M A M U N D I A L

Esta iglesia fue iniciada por Dios mismo en el momento correcto, en el lugar correcto y por la razón correcta, para cumplir Apocalipsis 12:17: un pueblo «que guarda los mandamientos de Dios y tiene la fe de Jesús». Nos encontramos en el umbral de la eternidad. Dios quiere obrar en nosotros y por medio de nosotros como sembradores de su Palabra. Tomen de manera personal y con seriedad este llamado. ¡Hagan algo por Jesús! El reavivamiento y la reforma es un fundamento constante de todo lo que el Señor quiere que hagamos a través de su iglesia remanente, para proclamar los mensajes de los tres ángeles y hacer que la gente vuelva a la adoración del verdadero Dios. A medida que vemos que el tiempo se acerca, renovemos nuestros esfuerzos de participar en todo lo que Dios quiere para su iglesia remanente: la participación de cada miembro en la tarea de ensalzar y compartir a Cristo, su Palabra, su justicia, el servicio del Santuario, su poder de salvación en el gran conflicto, los mensajes de los tres ángeles, el mensaje de salud, la misión final al mundo y su pronta segunda venida. Esa es nuestra obra de sembrar, la que nos encomendó el mismo cielo: que todos trabajemos juntos en la Participación Total de los Miembros bajo la conducción del Espíritu Santo. Pronto, miraremos hacia arriba y veremos que Jesús aparecerá en las nubes del cielo como dijo que lo haría. Vendrá a llevarnos al hogar. Será la culminación de su obra redentora, valiéndose de cada seguidor bien dispuesto para alcanzar al mundo para él. n 1 Testimonios

para la iglesia, t. 5, p. 159. para los maestros, p. 337. de vida del Gran Maestro, p. 19.

2 Consejos 3 Palabras

Ted N.C. Wilson es

presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

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Iglesias de un día Tallos de girasol y construcciones biodegradables Carrie Purkeypile

Izquierda ANTES DE MARANATHA: Los adventistas de Kainja construyeron su primera iglesia con lo que tenían a mano: tallos de girasol secos y «ladrillos» de barro secados al sol. Derecha LISTA PARA LAS PAREDES: Los adventistas de Kainja han estado cociendo ladrillos para las paredes. El techo impermeable ayudará a que las paredes duren años. Quizá usted ha escuchado la frase: «Florezca donde fue plantado». Los habitantes de la pequeña aldea de Kainja (Zambia) acaso jamás hayan oído ese conocido refrán, pero por cierto lo están viviendo. La aldea está rodeada de campos de girasol. Después de cosechar las semillas, estas son prensadas en una ciudad lejana para producir aceite. La congregación adventista cuenta con trece miembros bautizados, pero al menos treinta y cinco personas asisten cada semana, y muchos de ellos son niños. Hasta hace poco, la congregación se reunía en un edificio compuesto casi en su totalidad por tallos de girasol secos. Edificar con tallos de girasol era por cierto ingenioso, pero esto no solucionó sus necesidades. Las termitas y otros insectos atacaron sin piedad la construcción. Alrededor del perímetro, se generaban nubes de polvo, mientras las plagas iban comiendo gran parte de las paredes. Los habitantes de Kainja trabajaron para moldear ladrillos que les permitieran construir una iglesia real. Dedicaron incontables horas para formar y curar ladrillos rojos hechos con la arcilla del lugar. La edificación aún sin techo impresionaba, pero solo hasta que llovía, ya que cuando esos ladrillos de arcilla entraban en contacto con el agua, pronto se desarmaban, dejando apenas vestigios de su existencia. Para mantener sólidos los ladrillos, era necesario un techo de metal. Pero en los siguientes dos años, la iglesia de Kainja no pudo financiar siquiera las planchas más baratas de metal. Ese ciclo llegó a su fin cuando los enormes camiones de Maranatha llegaron a la aldea. En solo unas pocas horas, los equipos erigieron lo que era una respuesta a sus oraciones: una estructura de acero y un techo sólido para protegerlos del calor y la lluvia. La iglesia adventista de Kainja está en mejor forma que nunca, y cada día agradece al Señor. ASI y Maranatha Volunteers International financian e implementan los proyectos «Iglesias de un día» y «Escuelas de un día». Desde el lanzamiento del proyecto en agosto de 2009, se han construido más de 4500 «Iglesias de un día» en diversos países.


S alud

mundial

El

Parkinson y la levodopa

Peter N. Landless y Allan R. Handysides A un colega le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson, y la familia está sumamente angustiada. En este momento tiene 62 años. Ha sido una persona muy activa y destacada en su profesión. He escuchado de nuevos métodos de estimulación eléctrica, y me pregunto si debería mencionárselos a su esposa.

L

a enfermedad de Parkinson es un trastorno difícil que se tornará mucho más común a medida que la población envejezca. Se anticipa que para 2030, se duplicará el número de personas que sufran esta dolencia.1 Para muchos, el uso de la levodopa ha sido muy exitoso, dado que han experimentado una marcada disminución de los efectos de temblores, la lentitud de los movimientos, la rigidez muscular y la disminución de las expresiones faciales. Una tercera parte de los casos está acompañada de demencia, y se ha sugerido que mejorar las capacidades motoras puede retrasar el inicio de tal discapacidad. Por muchos años, los neurofisiólogos han estado experimentando con la estimulación de la región subtalámica del cerebro. La estimulación eléctrica del cerebro humano fue usada por primera vez por Escribonio Largo,2 un médico de la corte del emperador Claudio. Largo usó la raya torpedo para tratar dolores de cabeza y la gota en el año 50 d.C. Cuando se hizo posible generar corriente eléctrica a fines del siglo XVIII, la idea de utilizarla con esos fines se popularizó. Los pacientes con Parkinson han sido el principal objeto de investigación y, en septiembre de 2014, los ganadores del Premio a la Investigación Médica Clínica Lasker-DeBakey fueron Alim-Louis Benabid (neurocirujano del Hospital Universitario de Gre-

noble [Francia]) y Mahlon DeLong (neurólogo de la Escuela de Medicina Emory [EE. UU.]). Sus investigaciones y la posterior traslación a la práctica clínica, han mejorado la vida de miles de enfermos. Se estima que en Estados Unidos, del uno al dos por ciento de los mayores de 60 años sufren la enfermedad,3 y en el mundo serían entre siete a diez millones.4 Los únicos síntomas no son la rigidez facial, la voz apagada, los temblores, la escritura manuscrita reducida, los problemas de equilibrio, la rigidez de los movimientos y el paso arrastrado. El paciente también puede sufrir de depresión, ansiedad, trastornos del sueño, y qué decir de extraños que pueden tratarlo de mala manera, al sugerirle que sufre una deficiencia mental. Antes de la levodopa, la vida de una persona que sufría esta enfermedad era una pesadilla. El problema serio es que se produce un período refractario, donde la medicación parece volverse ineficaz. Benabid y DeLong, junto con otros, han estado utilizando investigaciones y enviando corrientes eléctricas rítmicas a centros cerebrales especializados que ayudan a regular el movimiento, llamados los centros nerviosos subtalámicos. Los ritmos de baja frecuencia empeoran el temblor, pero el pulso más rápido lo disminuye. Mediante la individualización de los estímulos y la utilización de técnicas meticulosas de investigación, estos dos investigadores han preparado protoco-

los que otros han usado para replicar sus resultados. Aún no se sabe si se desarrollará una resistencia a estos estímulos, aunque se ha notado mayor ideación e intentos suicidas. Hay equipos interdisciplinarios, sin embargo, que están usando esta terapia, a menudo con resultados increíblemente efectivos. No deje de hablar con la esposa de su colega, y anímela a estar abierta a esa terapia, pero por tratarse de un tratamiento de vanguardia y en proceso de descubrimiento, es importante que sea llevado a cabo en instituciones avanzadas. La estimulación cerebral profunda, como se denomina, promete una nueva era para tratar el Parkinson o, al menos, un período de remisión que puede hacer sentir más cómodo al paciente. Otras afecciones neurológicas pronto también serán el foco de atención de tales intervenciones. Mientras aguardamos el momento cuando Dios haga nuevas todas las cosas, la posibilidad de experimentar algún alivio de enfermedades debilitantes como esta, nos brinda una esperanza adicional. n 1 Carolyn Tanner, «A Second Honeymoon for Parkinson’s Disease?» The New England Journal of Medicine 368 (14 de febrero de 2013): 675, 676. 2 Michael Okum, «Deep-Brain Stimulation—Entering the Era of Human Neural—Network Modulation», The New England Journal of Medicine 371 (9 de octubre de 2014): 1369-1373. 3 National Human Genome Research Institute, www.genome. gov/10001217. 4 Parkinson’s Disease Foundation, www.pdf.org/en/parkinson_ statistics.

Peter N. Landless es cardiólogo nuclear

certificado y director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Allan R. Handysides es ginecólogo

certificado y exdirector del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

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D evocional

L

os pescadores están ocupados con sus redes. Un hombre aparece en la ribera del lago y comienza a hablar. Más y más personas se congregan a su alrededor. Entonces, son testigos de un milagro. De buena gana, dejan sus redes y, en último término, abandonan su trabajo para seguirlo. Dejan todo lo que les da de comer y, en su lugar, sin seguridad alguna, deciden seguir a alguien que casi no conocen, hacia un futuro incierto (Mat. 4:18-22). ¿Le ha asombrado esta historia en la que Pedro, Andrés, Santiago y Juan parecen dejarlo todo para seguir a Jesús? ¿Se ha preguntado alguna vez si estaría dispuesto a hacer lo mismo, de manera espontánea y casi impulsiva? ¿Cuál es el modelo?

Si usted se parece a mí, sé que le gustaría pensarlo un poco y, por sobre todas las cosas, orar por una decisión tan trascendente. Sé que le gustaría saber todo lo posible sobre la persona a quien está por seguir. He aquí la buena noticia: Pedro, Andrés, Santiago y Juan no tomaron una decisión impulsiva. El incidente específico que registran Mateo, Marcos y Lucas se produjo alrededor del

verano durante el vigésimo noveno año de Cristo, entre un año y medio a dos después de que comenzara su ministerio público.1 Este dato suele ser pasado por alto, pero resulta claro cuando estudiamos con detenimiento el texto bíblico. En Mateo 4:12 leemos: «Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea». La misma referencia se encuentra en Marcos 1:14, y el contexto de Lucas también deja saber que Jesús ya había comenzado su ministerio en Galilea cuando invitó a los pescadores para que lo siguieran. Jesús estaba activo antes del arresto de Juan el Bautista. Sin embargo, estos informes solo se encuentran en el Evangelio de Juan. Allí leemos de las bodas de Caná (Juan 2:1-12), la primera purificación del templo (vers. 13-17), a lo que siguen las sucintas palabras: «Mientras estaba en Jerusalén, en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía» (vers. 23). Juan escribe sobre el encuentro nocturno con Nicodemo (Juan 3:1-21), y que tanto Jesús como Juan el Bautista bautizaban al mismo tiempo. En conexión con este último, leemos: «También Juan bautizaba en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas. Y la

Bernd Sengewald

¿De

improviso o

después de pensarlo

mucho?

De una u otra manera, somos llamados a seguir a Cristo f o t o g r a f í a :

C r i s t i n a

C h i r t e s


Por lo general, los seres humanos necesitamos cierto tiempo, en especial para las decisiones importantes . gente llegaba y se bautizaba, pues aún no habían encarcelado a Juan» (vers. 23, 24). Cuando Jesús llegó a Galilea por segunda vez, su popularidad entre la gente era tan grande que un oficial de la corte real, que vivía a veinticinco kilómetros de donde estaba Jesús, escuchó que había regresado a la región y viajó de Capernaúm a Caná para pedirle que sanara a su hijo (Juan 4:45-47). En resumen, las cuatro personas que en apariencia dejaron todo espontáneamente para seguir a Jesús en realidad tuvieron tiempo y oportunidades de conocer al Señor y Salvador. Estuvieron asociados estrechamente con él, y vieron y experimentaron cómo vivía (Juan 1:35-42). Lo escucharon predicar y vieron sus milagros. Hasta bautizaron en su nombre (Juan 4:2). Jesús no les exigió que tomaran una decisión impulsiva. Poco después de ser bautizado, Jesús los había tomado como sus discípulos de tiempo parcial (Juan 1:35-51) y, ahora, entre un año y medio a dos después, los llamó al discipulado de tiempo completo.2 Por lo general, los seres humanos necesitamos cierto tiempo, en especial para las decisiones importantes. Jesús reconocía este hecho con sus discípulos. Inmediatamente con Jesús

Sin embargo, cuando Jesús llama, también existe un «inmediatamente». Por ejemplo, cuando la samaritana en el pozo de Jacob se convenció de que estaba en presencia del Mesías, inmediatamente dejó su cántaro y se dirigió a su aldea. Allí habló abiertamente y con entusiasmo sobre su nueva fe y, en consecuencia, se produjo un gran movimiento en la población (Juan 4:28-42). Otro ejemplo es el endemoniado gadareno. Jesús no aceptó su ruego de acompañarlo; por el contrario, le dijo que fuera a los suyos y hablara del milagro que se había producido en su vida. El hombre dejó a Jesús y recorrió la región de Decápolis para hablar acerca de su experiencia

(Mar. 5:18-20). Tiempo después, cuando Jesús regresó a la región, cuatro mil personas se dieron cita para verlo. Durante tres días les enseñó y los sanó, concluyendo con una alimentación milagrosa. En contraste con la alimentación de los cinco mil, donde la mayoría de los presentes eran judíos, en esa ocasión, la mayoría eran gentiles de Decápolis. En otras palabras, eran de la región del que había estado endemoniado, y que había comenzado inmediatamente a compartir su experiencia con Cristo (Mat. 15:29-39). «Sígueme»

Es importante tomar lo que hemos aprendido de Cristo, aplicarlo inmediatamente y compartir la bendición con otros. Sin duda, esta es una manera de responder al «sígueme» de Jesús. Aun así, Jesús era cuidadoso, y su servicio por los demás estuvo bien pensado. Conoce nuestro corazón y todo lo que, en ocasiones, él puede requerir de nosotros. De paso, ¿ha notado usted alguna vez que la predicación de Jesús seguía el mismo modelo? En Hechos 1:8 dijo: «Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra». En el primer año y medio de su ministerio, Jesús solo predicó en Jerusalén y Judea. Cuando la resistencia de los líderes religiosos se hizo muy grande, llevó el mensaje del reino a Galilea. Sin embargo, en el camino se detuvo en Samaria (Mat. 4:12) y predicó allí. Cuando la resistencia en Galilea se hizo muy grande (Juan 6:66), ministró en zonas donde vivían los gentiles, lo que incluye a Decápolis (Mat. 16:13).3 Es fácil pasar por alto importantes vínculos y aspectos intrigantes del ministerio de Cristo cuando leemos rápidamente los Evangelios. No siempre es fácil captar la cronología; todo lleva su tiempo, en especial cuando hablamos de seres humanos. El «sígueme» de Cristo aún hoy nos invita a confiarle plenamente nuestra vida. Él sabe exactamente qué es lo que más necesitamos, y cuándo lo necesitamos. n 1 Comentario bíblico adventista (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995), t. 5, pp. 715-717. Compare notas adicionales sobre Lucas 4 en la misma obra, t. 5, gráficos de las páginas 217-224. 2 Ibíd., p. 310. 3 Ibíd., p. 418.

Bernd Sengewald es pastor del distrito de

Schwäbisch Hall en el sur de Alemania. Una versión anterior de este artículo fue publicada en BWgung, el boletín de noticias de la Asociación de Baden-Württemberg, con sede en Stuttgart (Alemania).

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C reencias

NÚMERO 20

fundamentales

Libres al

Gerald A. Klingbeil

fin

Somos salvados para celebrar la liberación

V

iajan en pequeñas embarcaciones que cargan cientos de personas apretujadas en un espacio pensado para unas pocas decenas. Son niños, mujeres, hombres, abuelos y abuelas que procuran alcanzar una tierra mejor. Comienzan su travesía en Irak, Siria, Libia, Sudán del Sur, Somalia, Congo, o algún otro lugar donde los conflictos, el hambre o la persecución, son parte de la vida diaria. Se dirigen a Europa, y los impulsa la esperanza de un futuro mejor, o de la mera supervivencia. Lo arriesgan todo para alcanzar el descanso y la libertad. La terrible situación de esta gente nos recuerda nuestra lucha común por ese descanso esquivo, ese sentido de pertenencia, ese reconocimiento de que finalmente estamos seguros y somos libres. Cuando vemos las barcazas que luchan en el mar entre obstáculos, recordamos nuestra propia travesía en busca de un lugar mejor y verdadero descanso.

Creados para la libertad

Es allí cuando el sábado ingresa en la historia. El sábado es un recordatorio semanal del don más grande de Dios a la humanidad. En efecto, es un don para toda la creación. El séptimo día de la semana nos llama a recordar dos eventos clave de la historia humana. En primer lugar, reconocemos que la vida tuvo un comienzo. Las Escrituras dicen que Dios creó este mundo por su palabra, y así fue (Gén. 1). Invirtió seis días para diseñar y crear un imponente medioambiente y las criaturas más maravillosas. La creación nos habla de un Dios que aprecia los colores intensos, las formas impresionantes y la vida misma. «Acuérdate del sábado» (Éxo. 20:8) conecta nuestros corazones y mentes con

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el momento en que comenzó todo. No fue una nueva teología o una nueva luz que Moisés logró incluir en la expresión fundamental del carácter de Dios que llamamos Diez Mandamientos. Fue un recordatorio de una creación perfecta, de relaciones perfectas y de la capacidad de escoger. Sin embargo, nuestros primeros padres escogieron desconfiar del Creador con quien se habían reunido en el séptimo día de la semana. Es por ello que necesitamos recordar que: «Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día es de reposo para Jehová, tu Dios […]; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el sábado y lo santificó» (vers. 9-11). Descansamos porque él descansó. Descansamos porque nos maravillamos ante su santidad y sus bendiciones. Descansamos porque hemos hallado el descanso de la creación, y confiamos en que nos dará la plenitud. Descansamos porque recordamos. Hay otra importante razón para descansar en sábado. Después de cuarenta años en el desierto, Israel estaba finalmente por entrar a la tierra que les había sido prometida. Una nueva generación se encontraba en el umbral de una experiencia de vida completamente nueva. En lugar de vivir en tiendas, podrían construir sus hogares. Pero necesitaban escuchar una vez más la expresión de la voluntad explícita y el carácter de Dios. Allí aparece Deuteronomio 5. Necesitaban comprometerse, de manera individual y corporativa, con el Dios que había sacado a sus padres de Egipto. El texto bíblico de Deuteronomio 5 es muy similar a la primera proclamación de los Diez Mandamientos al pie del Sinaí. Aun así, existe una marcada diferencia, y se encuentra en el crucial mandato


La observancia del sábado es una decisión consciente, no un suceso casual . sobre el sábado. En lugar de «recordar», el texto bíblico invita a «observar» y «guardar» (vers. 12). La observancia del sábado es una decisión consciente, no un suceso casual. La sorpresa más grande, sin embargo, puede hallarse en la justificación que se da para observar el sábado: «Acuérdate de que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová, tu Dios, te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido, por lo cual Jehová, tu Dios, te ha mandado que guardes el sábado» (vers. 15). El texto realmente torna explícito lo implícito, y busca hablar a una nueva generación. La creación es el fundamento del sábado; la liberación es su expresión más tangible. A partir de allí, cada sábado, Israel (y nosotros también) debía recordar la verdadera condición de la humanidad. Somos criaturas que estábamos perdidas, pero fuimos encontradas; éramos esclavos, pero fuimos liberados; fuimos salvados por un Dios que no solo formó a los seres humanos con sus propias manos (Gén. 2:7), sino que los liberó «con mano fuerte, con brazo extendido» (Deut. 26:8).

nados con el sábado, recordándonos que no es tan solo otro día. En su lugar, el sábado representa el cuidado de Dios por su creación y su actividad salvífica. Y así, el conflicto continúa. Las barcazas que transportan personas desesperadas que buscan refugio, protección y libertad, seguirán en el mar hasta el día en que Cristo venga. El mal, el dolor, la destrucción y el abuso seguirán siendo la moneda más corriente en un mundo enfermo por el pecado, donde cientos de millones caminan sin cesar para hallar seguridad y refugio. A pesar de ello, cada sábado nos recuerda que somos suyos, y que esta vida de fastidios y penas no continuará para siempre. Aquel que siempre está obrando en pro de su creación (Juan 5:17), un día traerá el fin y nos dará la bienvenida al descanso definitivo (Heb. 4): descanso de nosotros mismos; de nuestros débiles intentos de ser justos y santos; de la angustia y el dolor que parecen ser la expresión normal de la existencia. Entonces conoceremos realmente el descanso sabático. Pronto, muy pronto. n

El resto de la historia

* Véase, por ejemplo, Elena White, Manuscript Releases (Silver Spring, Maryland: Ellen G. White Estate, 1990), t. 5, p. 88.

No es de asombrar que Satanás esté tan interesado en destruir el sábado.* En lugar de reconocer nuestro estado de criaturas necesitadas de salvación, el enemigo nos impulsa hacia la autosuficiencia, la justicia propia y la independencia de Dios. La señal eterna de la creación y salvación ha llegado a ser el énfasis de la batalla cósmica entre el bien y el mal. Los siglos y aun los milenios pasados han sido testigos de conflictos a menudo violentos, relacio-

La

Gerald A. Klingbeil es editor asociado de Adventist World, y disfruta cada sábado, mientras aguarda con expectativa el primer encuentro sabático celestial con Cristo.

creación

El bondadoso Creador, después de los seis días de la creación, descansó en el séptimo día, e instituyó el sábado para todos como recordatorio de la creación. El cuarto mandamiento de la inmutable Ley de Dios requiere la observancia del séptimo día como día de descanso, adoración y ministerio en armonía con las enseñanzas y práctica de Jesús, el Señor del sábado. El sábado es un día de deliciosa comunión con Dios y con el prójimo. Es símbolo de nuestra redención en Cristo, señal de nuestra santificación, muestra de nuestra lealtad, y anticipo de nuestro futuro eterno en el reino de Dios. El sábado es la señal divina perpetua de su pacto eterno entre él y su pueblo. La alegre observancia de este período sagrado de atardecer a atardecer, de puesta de sol a puesta de sol, es una celebración de la obra creadora y redentora de Dios. (Gén. 2:1-3; Éxo. 20:8-11; 31:13-17; Lev. 23:32; Deut. 5:12-15; Isa. 56:5, 6; 58:13, 14; Eze. 20:12, 20; Mat. 12:1-12; Mar. 1:32; Luc. 4:16; Heb. 4:1-11).

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N O TA D E TA PA

Buscamos

Joseph Olstad

hallamos A

un a riesgo de parecer de mente estrecha, no tenemos tiempo de considerar cada nueva idea o enseñanza que se cruza por nuestro radar religioso. A menudo escogemos qué analizar de acuerdo con modelos teológicos o paradigmas mentales que sirven para enmarcar o filtrar la información. Por ejemplo, un modelo tal me ayuda a enmarcar una imagen comprensible de la ira de Dios en el Antiguo Testamento con la enseñanza de Cristo en el Nuevo Testamento que nos llama a perdonar a nuestros enemigos. Sin un modelo, termino en una contradicción, o me siento tentado a favorecer o ignorar una parte de la Biblia por sobre otra. Por otro lado, si un estudioso bíblico trata de decirme que en realidad Jesús no era divino, o que los documentos del Nuevo Testamento son una colección de falsificaciones, la mayoría de las veces no siento motivación de siquiera analizar esas posturas. Lo dejo de lado y no intento cambiar mi paradigma para incluir lo que, considero, es un absurdo. Estos paradigmas son esenciales y funcionan bien hasta que olvidamos que los estamos usando. Si eso sucede,

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acaso comencemos inconscientemente a dejar afuera datos esenciales que podrían mejorar nuestros paradigmas y así reflejar mejor la verdad. Puede ser que algunos cristianos, incluidos los adventistas, hayan asumido inconscientemente un paradigma al leer los Evangelios, que los ha llevado a pasar por alto algunos de los puntos más agudos de Cristo. El concepto de legalismo es uno de esos problemáticos paradigmas que merecen una mirada más cuidadosa. Leo y escucho los contornos de ese modelo en todas partes: en las Escuelas Sabáticas, los sermones, las publicaciones y hasta en diálogos casuales: «Los fariseos eran legalistas y enseñaban legalismo». «Jesús reprendió esa actitud y nos enseñó una nueva forma de gracia y amor». «Tenemos que obedecer la Ley, pero sin legalismos». «Obedecer el sábado es legalismo», y así sucesivamente. Dentro de este paradigma, el legalismo parece ser una gran amenaza en los Evangelios; por ello, se cree que las reprensiones y enseñanzas de Jesús corrigen el problema. Pero aquí propongo un paradigma diferente. Al recordar el dicho: «Aquello sobre lo cual nos enfocamos determina lo que nos

perdemos», afirmo que al enfocarnos o asumir el legalismo, hemos dejado afuera a la hipocresía. Cuando comencé a considerar esta distinción, pregunté a algunos amigos de la iglesia si podían mencionar un solo texto de los Evangelios que hablara del legalismo. Como respuesta, recibí el silencio o una referencia a «diezmar la menta y el comino». Acaso usted también pensó en esa frase. Comencemos con ella. Dado que se define legalismo como «guardar la Ley para ser salvo», veamos si Mateo 23:23 es un buen ejemplo de una conducta semejante: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque diezmáis la menta, el anís y el comino, y dejáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello».1 La reprensión

He aquí mi pregunta: ¿Qué está reprendiendo Jesús? ¿Está atacando el legalismo según solemos entenderlo? No lo creo. En efecto, en cierto sentido, es lo opuesto. No está condenando que los fariseos guarden la Ley, más allá de

f o t o g r a f í a :

f r e e i m a g e s . c o m / P e t e r

C a u l f i e l d


¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y tragáis el camello! sus motivos; está condenando su falta de observancia de la Ley. Pero Jesús no se detiene aquí. No solo reprende su descuido, sino que enfatiza que están descuidando las cuestiones más importantes de la Ley. ¿Se dio cuenta? Según Jesús, los fariseos no solo quebrantan la Ley, sino que quebrantan las leyes más importantes. Jesús, sin embargo, destaca otra dimensión de la desobediencia. Es este enfoque que lleva a muchos lectores a ver «legalismo». No solo están descuidando las partes más importantes de la Ley, sino que guardan las menos importantes, para parecer buenos observantes de la Ley. Este último punto les gana una designación especial por parte de Jesús: no «legalistas», sino «hipócritas», que él usa vez tras vez. ¿Y qué decir del diezmado legalista de las hierbas? ¿Quiere Jesús que dejen de diezmar? No. Les advierte que ni las

¿Ha

Mateo 23:24

cosas más importantes, ni las «otras» (como el diezmo) deberían ser descuidadas. Jesús cierra su «ay de vosotros, hipócritas» con una asombrosa metáfora del que cuela el mosquito (note el singular) del agua que bebe, pero prestamente se traga un gran camello hirsuto. La locura de filtrar el agua de esa manera es comparada con la hipocresía de guardar las leyes más diminutas mientras se violan las más importantes. Las agudas palabras de Cristo no se refieren al diezmo (el mosquito) sino que, en cambio, a las masivas supresiones (el camello). Lanza entonces su próximo ay con la metáfora paralela de hermosos sepulcros blanqueados (Mat. 23:27). Pero al mirar adentro, olvidamos su belleza al ver cadáveres en descomposición. Las reprensiones no se centran en el blanqueo y los mosquitos, sino en el camello y los huesos de muertos, que Jesús

visto GORILA? al

El psicólogo Arien Mack dice que «las personas tienen la impresión de que ven lo que está allí, y que lo hacen meramente al abrir los ojos y mirar». Un experimento de la Universidad de Harvard demostró que esto no es así. Se pidió a dos grupos de personas que miraran un juego de básquetbol. El grupo experimental tenía que contar el número de pases entre los equipos. Durante el juego, un hombre vestido con un traje de gorila apareció y permaneció visible en la pantalla durante cinco segundos. Se pidió al grupo de control que mirara el mismo juego, pero sin instrucción de contar los pases. Ese grupo notó fácilmente al entrometido; sin embargo, más de la mitad de los participantes que contaban los pases no notaron la presencia del gorila. Uno de los investigadores preguntó a los del grupo experimental: «¿Vieron a alguien que pasó caminando por la pantalla?» Pero ellos no lo habían visto. –¿Vieron un gorila? –les volvió a preguntar.

f o t o g r a f í a :

f r e e i m a g e s . c o m / t i j m e n

va n

d o b b e n b u r g h

explica como «hipocresía e iniquidad» (Mat. 23:28). Siguiendo con la parábola de Cristo, el paradigma legalista nos ha llevado a enfocarnos en el mosquito y el blanqueo, mientras que el punto crucial de las reprensiones de Cristo se centra en el camello y los huesos de muertos. Cuando unimos todas las imágenes, vemos que Jesús habla de «hipocresía». Puede ser que el legalismo esté presente, pero como paradigma, distorsiona las reprensiones de Jesús a los fariseos en algo que difiere de su intención original. ¿Quién es fariseo?

Al analizar más de cerca estos y otros pasajes similares, la imagen típica de los fariseos comienza a desmoronarse. Los fariseos han sido considerados legalistas por antonomasia: son los que obedecen todas las leyes existentes pero cuya exhaustiva obediencia está

Joseph Olstad

–¿Un qué? –le respondieron. ¿Qué había pasado? Cuando se le dijo al grupo que contara los pases, esto centralizó su atención a la tarea específica, y el cerebro creó un modelo simplificado: balón, hombre, movimiento. El modelo, que funcionó con eficiencia, filtró los objetos irrelevantes, como los gorilas, y esto hizo que los espectadores vieran solo lo que debían o esperaban ver.1 El mismo fenómeno se produce cuando leemos el texto bíblico con la expectativa de confirmar lo que ya sabemos, y olvidamos que poseemos modelos poderosos que podrían estar dejando de lado importantes datos bíblicos. Es lo que ha sucedido con el paradigma del legalismo. Buscamos el legalismo en las páginas de los Evangelios, y nos perdemos el gorila de la hipocresía que se cruza pesadamente por la página.

1 Citas

y análisis tomados de Laurence Gonzales, Deep Survival (New York: W. W. Norton & Company, 2003), pp. 79-81.

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N O TA D E TA PA

infectada por motivos caracterizados por un marco basado en los méritos, las obras, la salvación como premio al esfuerzo, y las mejoras morales por cuenta propia. Cuando más leo los Evangelios y tomo en cuenta cada diálogo que Jesús tuvo con ellos, más problemática se vuelve la perspectiva tradicional. Los fariseos a los que se dirigió Jesús2 necesitan ser redefinidos como prototípicos hipócritas quebrantadores de la Ley, y no como meticulosos moralistas observantes de ella.3 La descripción que hace Elena White no es tan halagadora como la mía. Escribió que su «santidad externa» servía para «ocultar su iniquidad»,4 y que aunque «eran escrupulosos en las observancias rituales, sus vidas eran inmorales y degradadas».5 Con esta distinción en mente, muchos textos bíblicos convergen y son mejor explicados por un paradigma de hipocresía. Por ejemplo, Jesús ordenó a la multitud que hiciera lo que los fariseos y escribas decían hacer, pero que no siguieran el ejemplo de ellos, porque no hacían lo que decían (Mat. 23:2, 3). Elena White notó que Jesús efectuó esta declaración con un propósito más grande en mente: «El carácter de […] los fariseos debía ser expuesto plenamente»,6 porque «no la obedecen [a la Ley] ellos mismos».7 La pregunta apremiante es: «¿Tuvo éxito Jesús al exponer a los fariseos?», ¿o seguiremos repitiendo, como iglesia, cuán perfectamente los fariseos guardaban la Ley, cuando en realidad no lo hacían? En cierta ocasión, Jesús les dijo sin rodeos a los que trataban de matarlo que ninguno de ellos cumplía la Ley (Juan 7:19). Una vez más, notemos la advertencia de Cristo: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía» (Luc. 12:1). La estrategia de Juan el Bautista en Lucas 3 puede arrojar algo de luz sobre la cuestión. Si su audiencia estaba inmersa en una teología de las «obras», entonces, en su llamado final, Juan le erró al blanco. Después de darles un

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emotivo llamado al arrepentimiento, los que escuchaban a Juan preguntaron: «¿Qué haremos?» He aquí la oportunidad de Juan para apartarlos de su moralidad legalista. Pero no, les dice lo que sí necesitan hacer: compartir las prendas de vestir, los alimentos, ser justos a la hora de cobrar impuestos, no extorsionar con falsas acusaciones y contentarse con su salario (Luc. 3:10-14). Veo que el énfasis final de Juan no era aconsejable para una multitud que creía en las obras. ¿Y si la gente pensaba que hacer esas obras le ayudaría a ganar la salvación? Está claro que esa no era su principal preocupación. Asumamos que Juan, que era más que un profeta, conocía mejor a su audiencia que lo que nosotros la conocemos en el siglo XXI, y sabía exactamente cómo terminar su sermón. Necesitaban arrepentirse de sus malas obras y remplazarlas por obras buenas. Por cierto, Juan sí extrajo de sus oyentes la manta que les daba seguridad, una manta que bien podría haberles estado brindando el calor de una falsa seguridad de salvación. Pero esa manta no se llamaba «guardo la Ley para ser salvo», sino «Abraham es mi padre» (Luc. 3:8). El siguiente comentario incisivo de Juan implica que a menos que en Israel hubiera faltante de rocas, no había que depender de la etnia para obtener la salvación automática de parte de Dios. Las motivaciones

En este punto, alguien puede decir: «Está bien, lo entiendo. La hipocresía es un gran problema. Pero respecto de las leyes que los fariseos y otros sí guardaron, ¿no las guardaron acaso por una motivación legalista?» Podría ser verdad, y no debería sorprendernos si existían motivaciones legalistas subyacentes para guardar la Ley, y lo mismo podría decirse hoy. Pero si pudiera demostrarse que los fariseos eran continuos legalistas según nuestra definición, ¿no resulta interesante que, a pesar de ello, Jesús los reprendió por quebrantar la Ley en lugar de criticar sus

supuestas motivaciones legalistas? Cuando Jesús presenta sus motivaciones, habla de aparecer justos delante de la gente, u obtener alabanzas de parte de ella en lugar de ser alabados meritoriamente por Dios. Jesús dijo: «Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, pues lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación» (Luc 16:15) y: «hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres» (Mat. 23:5). Elena White concuerda al expresar: «Su objeto constante consistía en hacer ostentación de su piedad».8 Jesús quería que la gente hiciera buenas obras ante los ojos de Dios, en lugar de hacerlas ante los demás. «Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos» (Mat. 6:1). En contraste con lo que uno podría pensar, Jesús deseaba que sus oyentes dedicaran su obediencia y devociones religiosas a Dios, porque tener a Dios como el receptor de la obediencia propia era el antídoto para la hipocresía. El más grande sermón alguna vez predicado se ocupa claramente de esta cuestión. Piense en el Sermón del Monte (Mat. 6), donde Jesús les da la siguiente receta: Cómo hacer un acto de justicia sin ser hipócrita. Escoja una acción justa o religiosa (por ej., dar al pobre, orar, ayunar). Hágalo en secreto, o de manera imperceptible. Resultado: Solo el Padre verá su acción y lo recompensará según corresponda. Si desea una recompensa de otros en lugar del Padre, siga la receta «Cómo ser un hipócrita», en la que los deberes religiosos se llevan a cabo buscando la máxima exposición pública. En conclusión

El punto crucial de esta redefinición es que mientras el legalismo sea visto como el principal tema religioso que


enfrentó Cristo, la acción de guardar la Ley, no importa la motivación para hacerlo, será atacada. Pero si Jesús en realidad está reprendiendo la hipocresía, entonces el mayor problema es quebrantar la Ley y ser falso. Vuelva a leer los Evangelios, y pregúntese: «¿Qué paradigma calza mejor con las enseñanzas y reprensiones de Cristo?» El modelo que sugiero posee el potencial de liberar a muchos sinceros cristianos para que obedezcan la Ley sin volverse paranoicos de que caerán en el legalismo o fariseísmo. Por el contrario, si queremos ser paranoicos, que sea respecto de la hipocresía religiosa y su manía de quebrantar la Ley. Es tiempo de que las enseñanzas de Jesús sobre la hipocresía vuelvan a ocupar un lugar preponderante. El legalismo ha ocupado ese lugar durante siglos, y si es un problema en su vida o iglesia, entonces por favor confiéselo y, por la gracia de Dios –literalmente por su gracia– destiérrelo. Pero veo que es menor el número de personas que guarda la Ley para salvarse que los que quebrantan la Ley porque piensan que ya están salvos. Esto me suena más a hipocresía que legalismo, y hace que las palabras de Jesús sean tan relevantes hoy como lo fueron hace dos mil años. n 1 Todas las citas bíblicas pertenecen a la versión Reina-Valera 1995® © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Usada con autorización. Todos los derechos reservados. 2 No debemos generalizar: no todo fariseo de Palestina era hipócrita. 3 Aunque puede ser que ambos estuvieran operando simultáneamente. 4 El Deseado de todas las gentes, p. 569. 5 Ibíd., p. 275. 6 Ibíd., p. 563. 7 Mensajes selectos, t. 2, p. 112. 8 El Deseado de todas las gentes, p. 563.

Joseph Olstad se graduó en el Instituto Adventista Internacional de Estudios Avanzados (Filipinas) y la Universidad Andrews (EE. UU.). Vive en Montana (EE. UU.) con su esposa y tres hijas.

Anthony R. Kent

¿Cómo

vivir la sin caer

en el legalismo?

¡El antinomismo ciertamente no es la solución! El antinomismo lleva a un cristiano hacia la hipocresía tan rápidamente como el legalismo. Nuestro Salvador Jesucristo ejemplificó la respuesta. Jesús observó los Diez Mandamientos, pero jamás pudo ser acusado de ser legalista, antinomista o hipócrita. Jesús dijo: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga» (Mat. 11:28-30). No se debe olvidar que Jesús dio los Diez Mandamientos a la humanidad en el Sinaí (1 Cor. 10:1-4). ¡Cumplió y sigue cumpliendo los mandamientos aun en el presente! La abrumadora mayoría de esos mandamientos nos dicen qué no hacer. La gente rara vez es llamada legalista por no tener otros dioses, no adorar imágenes, o rechazar la blasfemia. Los cristianos que no matan, no cometen adulterio, no roban, ni mienten o codician, rara vez son llamados legalistas, y tampoco lo son los que honran a sus padres. Eso hace que quede solo un mandamiento: el sábado. Resulta irónico que los cristianos que descansan en el séptimo día y toman el yugo de Cristo a veces son llamados legalistas, pero los que escogen cargar el yugo «de faraón» para fabricar ladrillos los siete días de la semana son llamados «¡libres!» En lo que a mí respecta, prefiero reposar en la gracia y la bondad de Cristo. No hay pecado alguno ni vergüenza en que nos llamen «¡obedientes!»

Anthony R. Kent es uno de los secretarios asociados de la Asociación Ministerial de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Silver Spring (Maryland, EE. UU.). Vol. 11 No. 11 | Adventist World

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V ida

adventista

Jeff Couzins

El

poder del En Mauritania, los locales suelen compartir un recipiente de pan mezclado con agua.

L

a Biblia dice: «Que nadie los juzgue a ustedes por lo que comen o beben» (Col. 2:16, NVI); sin embargo, la idea simbólica y sociocultural del alimento trasciende lo que comemos. Comer incluye elementos tanto biológicos como socioculturales, y los sociólogos creen que «las prácticas humanas de alimentación pueden entenderse como un sistema de lenguaje».1 Esta idea puede ser aplicada a las familias de la Era Apostólica, donde cada miembro del hogar estaba sujeto a la autoridad del padre. El padre era jefe de todo. Una poderosa representación simbólica de estar bajo el señorío del padre estaba presente en las comidas, cuando todos dependían del padre para comer. En consecuencia, alrededor de la comida y bebida fueron estableciéndose algunas prácticas poderosas.2 Más que el sustento

La devoción de los apóstoles por compartir juntos el alimento (Hech. 2:42) describe un estilo de vida normal para los cristianos.3 El alimento era más que el sustento; era el medio de lograr una comunión más profunda entre los creyentes y el Señor.4 Asimismo, ante las repetidas referencias a comer y beber en las enseñanzas de Cristo, junto con su deseo de compartir los alimentos con personas marginadas por la mayor parte de la sociedad, tenemos la impresión de que para Jesús, comer y beber juntos posee un significado más allá de sus funciones biológicas y socioculturales.5 Cuando analizamos aún más, hallamos que en la Biblia, el alimento está presente en casi todas partes. El lugar del alimento y la comunión suele ser pasado por alto cuando nos enfocamos en los mandamientos y las doctrinas, pero muchos

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pan

sucesos de la Biblia se producen alrededor de la proverbial mesa de los alimentos. ¿Son esas referencias tan solo un registro de necesidad práctica, o existe alguna relevancia espiritual en relación con el alimento y la comunión mutua? El alimento y la salvación

El alimento ocupa un lugar en el plan de salvación. Por ejemplo, comer del fruto prohibido llevó a Adán y Eva al pecado, dado que se apeló a su apetito.6 También fue mediante los alimentos que Dios nos enseñó los medios de salvación.7 Los emblemas de la Comunión son tan solo un ejemplo del vínculo simbólico entre el alimento y la salvación. Otro ejemplo se encuentra en el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento, que señalaba al ministerio expiatorio de Cristo en sus variadas formas y funciones; todas las principales fiestas del Antiguo Testamento hacían referencia al ministerio de Cristo. Una fiesta no es tan solo una porción pequeña de alimento; implica una gran comida. Las principales fiestas eran (1) la Pascua, que señalaba la muerte de Jesucristo; (2) el Pentecostés, que señalaba el derramamiento del Espíritu Santo; (3) la Fiesta de los Tabernáculos, que señalaba la segunda venida de Cristo; y (4) el Día de la Expiación, que señalaba el juicio. Había un propósito mayor, sin embargo, que enseñar tan solo sobre el plan de salvación por medio de las ofrendas. El sistema de sacrificios no solo buscaba mediar el perdón para el pecador sino llevar a las personas hacia una comunión con Dios (véase Lev. 9:22). Las ofrendas por el pecado simbolizaban la confesión de este, y un llamado a la expiación mediante el perdón divino. Las ofrendas quemadas expresaban adoración, gratitud y dedicación a Dios. Las ofrendas f o t o g r a f í a :

M i c h a ł

H u n i e w i c z


de paz simbolizaban una alianza con Dios y la comunión con otros creyentes mediante el acto de comer juntos del sacrificio.8 Versiones más modernas de la Biblia (como por ejemplo la NVI) traducen «ofrenda de paz» como «sacrificio de comunión», indicando así la naturaleza social y cultural de la ofrenda. El servicio de adoración del Antiguo Testamento culminaba en una comida de comunión, de la que participaban todos los adoradores en la presencia de Dios. La adoración a Dios no estaba completa hasta que toda la asamblea –profetas, sacerdotes, levitas y el pueblo– se sentaba a disfrutar de una comida de comunión. Y ese concepto de compartir juntos los alimentos continúa también hasta el Nuevo Testamento. Por ejemplo, cuando Jesús terminó de enseñar, alimentó a los cinco mil. El alimento y las relaciones

Aunque los alimentos no pueden salvarnos, pueden representar la relación que tenemos con Cristo. Por ejemplo, en Lucas 24:41, después de su resurrección, Jesús pidió alimento cuando visitó a sus discípulos en el aposento alto. En Juan 21:9, después de su resurrección, Jesús preparó una comida para los discípulos que habían ido a pescar. En ambas instancias, el Cristo resucitado quiso compartir alimentos y comunión con sus discípulos. Hechos 2:42 dice: «Y [los discípulos] perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones». El partimiento del pan en este versículo indica que los discípulos estaban compartiendo los alimentos y la comunión con otros creyentes. En la Biblia, los alimentos y la comunión van de la mano con la enseñanza doctrinal y la oración. Pero a menudo pasamos por alto esa conexión. El alimento y la comunión no son cosas separadas que se agregan al culto de la iglesia; por el contrario, deberían ser una parte integral de la adoración y el servicio al Dios vivo. Al igual que en el servicio de sacrificios del Antiguo Testamento, podemos decir que la adoración no está completa hasta que compartimos una comida con la comunión del Espíritu. Y esa comunión se extiende aún más allá. En Apocalipsis 3:20, Jesús dice que entrará y comerá con todo aquel que le abra la puerta del corazón. Jesús vincula el alimento y la comunión con una relación consigo mismo. Las Escrituras no solo dicen que Jesús nos acompañará, sino que él mismo dijo: «Entraré, y cenaré con él, y él conmigo» (NVI). Compartir los alimentos y la comunión son aspectos importantes de las relaciones humanas y la relación con Cristo. Todo el que ha sido salvado a lo largo de la historia, es invitado a la cena de las bodas del Cordero de Apocalipsis 19:9.

Aunque en la Santa Cena no participamos de una comida completa, no anula el hecho de que existe una conexión significativa entre el alimento y la salvación. Aunque el alimento no puede salvarnos, la comida puede simbolizar nuestra relación con Dios y la salvación. En 1 Juan 1:3, 4 leemos: «Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos para que vuestro gozo sea completo». La comunión en la iglesia es más que solo pasar buenos momentos juntos. Compartir los alimentos es más que solo comer juntos. Un solo trozo de fruta trajo el pecado a este mundo. De la misma manera, un pedacito de pan y un vasito de jugo de la vid simbolizan el sacrificio de Jesucristo en la cruz.9 El alimento puede parecer un aspecto insignificante del plan de salvación, pero bíblicamente, puede sostenerse que la adoración no está completa hasta que compartimos los alimentos y experimentamos la comunión mutua y con Dios. Vemos un ejemplo de esto cuando Jesús promete compartir los alimentos con nosotros (Apoc. 3:20) si lo invitamos a nuestro corazón. Pocos «actos revelan mayor amistad y compañerismo que el compartir juntos los alimentos».10 Pero la expresión última de compartir los alimentos se encuentra en «la idea apocalíptica de la comida escatológica, o el banquete mesiánico, la fiesta en el reino de los cielos».11 Así es que, dado que estamos sujetos a la autoridad de nuestro Padre celestial, compartamos los alimentos, quizá después del culto del sábado, en nuestros hogares durante la semana, o en las salidas campestres u otras reuniones sociales. Cuando lo hagamos, también estaremos en comunión con Cristo, hasta que él venga. n 1 Jan Michael Joncas, «Tasting the Kingdom of God: The Meal Ministry of Jesus and Its Implications for Contemporary Worship and Life», Worship 74 (2000): 330. 2 Florence Dupont, Daily Life in Ancient Rome, trad. Christopher Woodall (Oxford: Blackwell Publishers, 1989), p. 103. 3 Robert W. Wall, «The Acts of the Apostles: Introduction, Commentary and Reflection», in The New Interpreter’s Bible, ed. Leander E. Keck et al. (Nashville: Abingdon Press, 1995), vol. 10, p. 71. 4 G.H.C. Macgregor, «The Acts of the Apostles», en The Interpreter’s Bible, ed. George A. Buttrick et al. (Nashville: Abingdon Press, 1954), p. 50. 5 Joncas, pp. 330, 331, 346-350. 6 Elena White, Patriarcas y profetas, pp. 33-35. 7 Elena White, El Deseado de todas las gentes, p. 613. 8 Siegfred H. Horn, Seventh-day Adventist Bible Dictionary (Washington, D.C.: Review and Herald Pub. Assn., 1980), pp. 963-966. 9 Elena White, El Deseado de todas las gentes, p. 608. 10 Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista, trad. por Víctor E. Ampuero Matta y Nancy W. de Vyhmeister (Buenos Aires: Casa Editora Sudamericana, 1990), t. 7, p. 779. 11 Ephraim Isaac, «The Significance of Food in Hebraic-African Thought and the Role of Fasting in the Ethiopian Church», en Asceticism, ed. Vincent L. Wimbush y Richard Valantasis (New York: Oxford University Press, 2002), p. 331.

El alimento y los cultos de la iglesia

El vínculo último entre el alimento y la comunión con la salvación, sin embargo, se encuentra en la Última Cena. Jesús tomó el pan y dijo: «Este es mi cuerpo» (Luc. 22:19). Entonces tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre» (ver. 20).

Jeff Couzins es pastor en la Asociación del Norte de Inglaterra, en el Reino Unido.

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E S P Í R I T U

D E

P R O F E C Í A

Vida naturaleza Ellen G. White

en la

E

n obediencia a la Palabra de Dios, y en armonía con su voluntad, hay felicidad. La familia que es gobernada por los principios correctos es un testimonio al mundo del poder de una fe pura y santa; la influencia de tales hogares tiende a controlar, en la iglesia y la sociedad, las influencias corruptoras y contaminantes que ahora nos inundan. La religión de Cristo es poderosa para levantar al caído, y para llevar razón al intemperante, para que puedan ser hallados a los pies de Jesús, vestidos y en su sano juicio. Si los seres humanos amaran más la simpleza natural, y se preocuparan menos por las demostraciones artificiales y novedosas, escaparían a muchas de las perplejidades de la vida, y hallarían mucha más paz, reposo y descanso del que ahora tienen. Dios no impone pesadas cargas sobre sus criaturas, sino que ellas mismas se las traen sobre sí por su negativa a ajustarse a las leyes naturales, y su profundo deseo de satisfacer las demandas de la moda. Esto es lo que desgasta la maquinaria humana al producir una presión constante sobre la mente y el cuerpo […]. Aquel que nos ama nos habla de su tierno cuidado mediante las obras de la naturaleza. Son las evidencias de su sabiduría y poder, y están diseñadas para impresionarnos con el hecho de que hay un Dios viviente, y que podemos confiar en él. «Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero yo os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como

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Dios nos habla mediante su creación

uno de ellos» (Mat. 6:28, 29). La mano de Dios formó cada capullo y cada flor; fue su sabiduría la que les dio sus tonos variados y delicados. ¡Qué belleza ha otorgado a esos silenciosos objetos sin alma, que hoy están en el campo y mañana son arrojados al horno! Si Dios vistió así la hierba tierna y pasajera del campo, «¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?» (Mat. 6:30). El gran Artista Maestro

En nuestro viaje hacia el oeste hemos estado atentos para captar todo lo nuevo e interesante del paisaje. Hemos admirado las elevadas cadenas de montañas en su majestuosa belleza, y sus fortalezas rocosas, que semejan grandes y antiguos castillos. Esas montañas nos hablan de la ira desoladora de Dios al vindicar su Ley quebrantada, porque fueron levantadas por las convulsiones tormentosas del diluvio. Son como poderosas olas que a la voz de Dios se elevaron, inmóviles; como ondas erectas, erguidas en imponentes marejadas. Esas montañas encumbradas pertenecen a Dios; él preside sobre sus fortalezas rocosas. La riqueza de sus minas también le pertenece, como así también las profundidades de la tierra. Si queréis ver las evidencias de que hay un Dios contemplad a vuestro alrededor, al azar. Él habla a vuestros sentidos e impresiona vuestra alma mediante

sus obras creadas. Dejad que vuestros corazones reciban esas impresiones, y la naturaleza será para vosotros un libro abierto, porque os enseñará la verdad divina a través de las cosas familiares. Los árboles elevados no serán considerados con indiferencia. Cada flor que se abre, cada hoja con sus venas delicadas, testificará de la habilidad infinita del gran Artista Maestro. Las rocas macizas y las elevadas montañas que se levantan a la distancia no son el resultado de la casualidad. Hablan con silenciosa elocuencia de aquel que se sienta en el trono del universo, exaltado y excelso. «Hace conocer todo esto desde tiempos antiguos» (Hech. 15:18). Todos sus planes son perfectos. ¡Cuánto pavor y reverencia debiera inspirar su nombre! ¡Cuánto debería el conocimiento de sus obras estimular la percepción de sus atributos! Roca de la eternidad

Dios mismo es la Roca de la eternidad, un refugio para su pueblo, una protección contra la tormenta, una sombra protectora del ardiente calor. Nos ha dado sus promesas, las cuales son más firmes e inamovibles que las alturas rocosas, que las colinas eternas. Las montañas desaparecerán y las colinas serán removidas, pero su bondad no desaparecerá; tampoco será conmovido su pacto de paz para aquellos que mediante la fe hacen de él su confianza. Si


La naturaleza será para vosotros un libro abierto, porque os enseñará la verdad divina a través de las cosas familiares . buscamos a Dios pidiéndole ayuda con tanta firmeza como esas montañas desnudas y rocosas señalan a los cielos, nunca seremos movidos de nuestra fe en él y de nuestra lealtad a su Ley divina. Entonces, ¿por qué no buscar las cosas que hacen a la paz? ¿Por qué, apreciados hermanos, no hacer del reino de Dios y su justicia la primera consideración, con la seguridad de que el Padre celestial les añadirá todo lo necesario? Él os abrirá sendas, y todo lo que hagáis prosperará, porque ha dicho: «Yo honro a los que me honran» (1 Sam. 2:30). Cristo murió por vuestra redención. ¿Será su muerte por vosotros en vano? ¿No tomaréis la mano que os ofrece, y caminaréis con él en la humilf o t o g r a f í a :

i s t o c k / t h i n k s t o c k

de senda de la fe y la obediencia? Dios es pleno amor y abundante en misericordia; pero de ninguna manera él exculpará a los que rechacen la gran salvación que ha provisto. Los longevos antediluvianos fueron borrados de la tierra porque anularon la ley divina. Dios ya no derramará desde los cielos arriba y la tierra abajo, aguas como armas para la destrucción del mundo; pero cuando su venganza sea derramada contra los que desprecian su autoridad, será destruido por el fuego oculto en las entrañas de la tierra, que será despertada por los fuegos del cielo. Entonces, de la tierra purificada se elevará un cántico de alabanza: «La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la

fortaleza sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos» (Apoc. 7:12). «Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos» (Apoc. 15:3). Y todo el que haya hecho del tesoro celestial su consideración primera, dándole un valor inestimable, se unirá en alegres acordes de triunfo. n

Este artículo ha sido extraído de «Notes of Travel: A Sermon on the Cars», publicado en la Review and Herald del 24 de febrero de 1885. Los adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público.

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F e

y

ciencia

Raúl Esperante

¿Creó Dios los

dinosaurios?

V

arias producciones del mundo del entretenimiento han inundado el mercado de productos con temática de dinosaurios. Esas gigantes criaturas, a las que se muestra destruyendo asentamientos humanos completos con tan solo un latigazo de sus colas o un golpe de sus garras, nos resultan intriganates. ¿Creó Dios estas criaturas tan llamativas? ¿Por qué no son mencionadas en la Biblia?

¿De dónde vienen?

Las evidencias de que los dinosaurios existieron son claras: se han encontrado huesos, dientes, huevos, huellas, y hasta muestras de piel. Sin embargo, la imagen de los dinosaurios que revela la ciencia difiere mucho de la que presenta la industria del entretenimiento. Los paleontólogos han logrado estudiar los contenidos fosilizados del estómago y los coprolitos (excremento) de dinosaurios, y afirman que muchos de ellos eran en realidad herbívoros. El estudio de sus huesos y huellas ha revelado que algunos eran pequeños, similares al

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tamaño de una oveja o un perro. Por ejemplo, el estrutiomimo tenía el tamaño de un avestruz, y el compsognato no superaba al tamaño de un gallo. Génesis 1 nos dice que Dios creó los animales terrestres en el sexto día de la semana de la creación, y que les dio «toda planta verde para comer». Los dinosaurios tendrían que estar en este grupo, dado que eran animales terrestres. No debería sorprendernos que la Biblia no los mencione específicamente. En primer lugar, la palabra «dinosaurio» no existía en tiempos de Moisés. En segundo lugar, la Biblia no menciona tampoco muchos otros grupos de animales, como por ejemplo los escarabajos, los tiburones y las estrellas de mar, por nombrar algunos. Al final del sexto día de la semana de la creación, Dios vio que su creación era buena «en gran manera». Esto presenta un problema. Aunque muchos dinosaurios comían plantas, algunos eran grandes y terribles carnívoros que podían constituir un peligro para la vida humana. ¿Podemos considerar que esos dinosaurios gigantes, feroces y en potencia capaces de comer seres humanos eran «buenos»? ¿Cómo encajan estas bestias carnívoras en el mundo perfecto y vegetariano recién creado? La entrada del pecado y los dinosaurios

El relato bíblico de la creación indica que la maldición que siguió a la caída de Adán y Eva (Gén. 3:14-19) causó cambios biológicos que llevaron a modificaciones en la dieta y conducta de muchos animales, produciendo las actuales relaciones de competencia, depredación y parasitismo. Aunque la Biblia no describe estos cambios en

forma detallada, hoy son interpretados como modificaciones genéticas, dado que sabemos por la ciencia que tales cambios requerirían alteraciones genéticas. No sabemos si esos cambios se produjeron inmediatamente, o si fueron apareciendo a lo largo de varias generaciones, pero está claro que eran sumamente evidentes cuando los dinosaurios fueron enterrados por el diluvio. En algún momento de la historia del planeta, los dinosaurios desaparecieron. No existe un registro histórico válido de dinosaurios vivos, a pesar de algunas afirmaciones que se ilusionan en ese sentido. Algunos han especulado que las referencias bíblicas a criaturas míticas podrían basarse en recuerdos culturales de dinosaurios prediluvianos, pero no tenemos manera de confirmarlo. La Biblia menciona el behemot (Job 40:1518) y el leviatán (Job 41:1), que algunos han interpretado como ejemplos posibles de dinosaurios posdiluvianos. Sin embargo, muchos estudiosos creen que el behemot podría ser el hipopótamo, y el leviatán, el cocodrilo. Ambas especies vivían en el Nilo, donde los antiguos hebreos podrían haberlos visto. La incertidumbre sobre la identidad de esas criaturas no justifica afirmar que la Biblia menciona los dinosaurios. La mayoría de los científicos creacionistas cree que los dinosaurios desaparecieron durante el diluvio del Génesis o poco después, pero se necesitan más estudios para comprender mejor a esas criaturas. Descifrar el misterio de su de­ saparición requiere investigaciones rigurosas y exhaustivas, y debería animarse a cristianos interesados en el tema y capaces, para que emprendan esos estudios. Es posible que la investigación sobre los dinosaurios lleve a importantes avances en nuestra comprensión del registro bíblico de la creación y el diluvio. n

El doctor Raúl Esperante es uno de los científicos del Instituto de Investigaciones en Geociencia, y reside en California (EE. UU.). f o t o g r a f í a :

B r e t t

M e l i t i


M isión

adventista

En

camino a Jericó Historia de dos samaritanos

Michael Mace

J

ean-François Pina comenzó su día laboral como de costumbre.* El hombre, casado y con un hijo, fue hasta el hospital, estacionó su automóvil y marcó la hora de entrada. Su tarea radica en ayudar a otros y salvar vidas. Esas vidas dependen de su presteza, capacidad y seguridad. Pina es conductor de una ambulancia en Lille (Francia), cerca de la frontera con Bélgica. Un llamado de rutina

Ese jueves por la mañana, Pina tenía que pasar a recoger a Nayet, un cristiano de sesenta años que debía ir al hospital para hacerse una tomografía. Cuando habían viajado alrededor de una hora, Nayet descubrió que algo le pasaba al conductor. Parecía agitado. Finalmente, Pina le dijo que no se sentía bien. «Me hormiguean los dedos», le dijo. –¿Le sube el hormigueo por los brazos? –preguntó Nayet. Cuando Pina le respondió que así era, Nayet entendió que el conductor podía estar sufriendo un ataque cardíaco. Le dijo a Pina que detuviera la ambulancia. Por un instante, Nayet pensó en llamar a servicios médicos de emergencia, pero calculó que la ambulancia tardaría mucho en llegar para tratar al conductor. Nayet le dio entonces dos medicamentos que tenía en el bolsillo. «Este es para incrementar la fluidez de la sangre –le dijo–, y este otro es para estabilizar el ritmo cardíaco». Bajo circunstancias normales, esto hubiera sido completamente inapropiado, pero ante la urgencia de la situación, f o t o g r a f í a :

A l f

va n

B e e m

y asumiendo un riesgo calculado, Nayet le dio a Pina parte de sus propios medicamentos, sabiendo que eran apropiados en caso de ataque cardíaco. Nayet no es profesional médico; es artista y escritor. Pero cuando Pina ya no pudo seguir conduciendo, le dijo: «¡Deme las llaves! Mi vida no está en peligro; la suya sí. No tenga miedo». Casi me parece oír la voz de Jesús cuando más de una vez expresó: «No temáis; confiad en mí». El paciente pronto se convirtió en conductor de la ambulancia. «¡Voy a conducir rápido!» –No, por favor, no lo haga –dijo Pina–. Jamás ha conducido este vehículo; no lo conoce. A pesar de sus recelos, Pina tenía que admitir que ahora, él era el que necesitaba diligencia y atención médica. Escuchó la voz de Nayet que le decía: «¡En diez minutos estarás bien!» Un enfermo de cáncer en estado terminal estaba animando al conductor de la ambulancia, que estaba sufriendo un ataque cardíaco. Después de actuar de médico, enfermero, farmacéutico y conductor de ambulancia, Nayet asumió el papel de consolador, así como lo prometió Jesús: «Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre» (Juan 14:16). Detrás del volante de la ambulancia, Nayet solo tenía una idea: ir tan rápidamente como pudiera; después de todo, estaba al volante de una ambulancia. Buscó la manera de encender la sirena, pero no pudo encontrar el botón, por

lo que comenzó a hacer señales de luces para que el tráfico los dejara pasar. Cuando llegaron al hospital, los médicos tuvieron que usar el desfibrilador para reanimar a Pina. En menos de diez minutos, el paciente estaba en la sala de cirugía. El médico dijo: «¡Cinco minutos más, y habría sido demasiado tarde!» Entonces el doctor le dijo a Nayet: «Usted le salvó la vida». Rodeado por sus prójimos

Tres horas después, Nayet fue a hacerse la tomografía. Allí se confirmó que el cáncer se había extendido al hígado. Aun así, durmió bien esa noche, sabiendo que había hecho todo lo posible para ayudar a otra persona. ¿Quién fue entonces, de los dos, el prójimo de la otra persona? Nayet era el que necesitaba ayuda, pero sin embargo, fue el que salvó a Pina, el prójimo que debía ayudarlo. El buen samaritano no siempre es el que pensamos. Jesús dijo: «Ama a tu prójimo como a ti mismo» (Mat. 22:39). Nunca se sabe: obedecer esa orden hasta podría salvarnos la vida. n * Esta historia está basada en un acontecimiento que tuvo lugar en abril de 2013. Fue informado en www.lavoixdunord. fr/region/berck-un-ambulancier-suave-par-le-malade-qu-ilia36b49106n1182718.

Michael Mace es escritor independiente, traductor e intérprete francés-inglés. Vive con su esposa Lindie en las Filipinas. Vol. 11 No. 11 | Adventist World

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R espuestas

a

preguntas

bíblicas

¿Qué lugar ocupa el ¿Qué quiere decir la Biblia cuando se refiere a Jesús como «el Hijo de Dios»?

Hijo?

El significado de ese título de Cristo ha sido motivo de serios debates en el cristianismo. La comprensión más básica es que el Señor encarnado nació de la virgen María, por lo que pasó a ser llamado Hijo de Dios (Luc. 1:32; 1 Juan 5:18). Al compartir lo que yo entiendo, espero motivar un continuo estudio de la cuestión. 1. Hijo(s) de Dios: En el Antiguo Testamento, esta frase designa a tres tipos de personas. Los seres celestiales que se reúnen con el Señor en el concilio divino son llamados «ángeles» (en heb., «hijos de Dios»; Job 1:6; 2:1).1 Al momento de la creación se nos dice que «todos los ángeles gritaban de alegría» (en heb. «los hijos de Dios»; Job 38:7]. El pueblo de Dios es llamado «hijo del Señor, tu Dios» (Deut. 14:1; Ose. 2:1; Isa. 45:11). El pueblo llegó a ser hijo de Dios mediante la creación y redención (Éxo. 4:22, 23). Finalmente, el rey de Israel era llamado «hijo de Dios» (por ejemplo en 2 Sam. 7:14). Dios designó al rey como su «primogénito» (Sal. 89:27; Sal. 2:7). En estos casos, la palabra «hijo» es usada en forma figurada. Los seres celestiales son hijos de Dios mediante la creación; los del pueblo de Dios son hijos de Dios mediante la creación y redención; y el rey llega a ser hijo de Dios mediante su designación como rey. En la Biblia, Dios no tiene hijos mediante la concepción natural y el nacimiento. 2. El carácter eterno de Cristo como Hijo: Cristo es el Hijo eterno de Dios. Pablo escribió que «cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer» (Gál. 4:4). Cristo era Hijo de Dios antes de nacer de mujer. Mediante el Hijo prexistente, Dios «hizo el universo» (Heb. 1:2). Sin embargo, su estatus de hijo es particular. Los creyentes nacen espiritualmente de Dios como hijos de Dios, pero el Hijo jamás es descrito como nacido espiritualmente de Dios; es Hijo de Dios, que provino directamente del Padre (Juan 16:28). Tiene vida en sí mismo y la misma voluntad que su Padre (Juan 14:31; 15:10), el mismo carácter (Juan 14:8-11), propósito (Juan 15:16; 16:15; 17:4-8) y naturaleza (Juan 8:58). Aun así, es una persona diferente. Estamos ante un uso metafórico de la palabra «hijo».

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3. Significado metafórico: En nuestra humanidad, la imagen de un niño transmite ciertas ideas obvias. En primer lugar, indica que un niño tiene la misma naturaleza que la de sus padres; son seres humanos. Cuando Cristo es llamado «Hijo de Dios», se nos está diciendo que él, al igual que su Padre, es un ser divino (Juan 5:18). En segundo lugar, un niño puede distinguirse de sus padres. La metáfora del hijo significa que aunque Cristo y el Padre tienen la misma naturaleza, son personas diferentes, lo que implica una pluralidad de personas en la deidad. En tercer lugar, la relación entre los padres y los hijos es única. Su unión es prácticamente indisoluble. La metáfora es por lo tanto un buen símbolo de la profunda unidad que existe en los miembros de la Trinidad (Juan 17:5). En cuarto lugar, un niño humano viene de sus padres por medio del nacimiento natural. En el caso de la Trinidad, sin embargo, el Hijo procede del Padre, no como una emanación divina o mediante el nacimiento natural, sino para llevar a cabo una obra creadora y redentora (Juan 8:42; 16:28). No hay sustento bíblico para la generación eternal del Hijo por parte del Padre. El hijo provino de Dios, pero no fue generado por él. En quinto lugar, la imagen padre-hijo no puede ser aplicada literalmente a la relación divina Padre-Hijo que existe en la deidad. El hijo no es el Hijo natural y literal del Padre. Un hijo natural tiene comienzo, mientras que en la Trinidad, el Hijo es eterno. Transmite la idea de una distinción de personas dentro de la Trinidad, y la igualdad de sus naturalezas en el contexto de una relación amante y eterna. Elena White escribió: «El Señor Jesucristo, el divino Hijo de Dios, existió desde la eternidad como una persona distinta, y sin embargo era uno con el Padre».2 Esta declaración resume el principal propósito de la metáfora. n 1 Los textos bíblicos pertenecen a La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 de Biblica, Inc. Usada con autorización. Todos los derechos reservados. 2 Elena White, Mensajes selectos, vol. 1, p. 291.

Antes de jubilarse, Ángel Manuel Rodríguez fue director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General.


Elías una pregunta y una orden Mark A. Finley

E

n un tiempo de apostasía nacional en Israel, Elías permaneció fiel y obediente a Dios. En nuestra última lección hablamos de la sequía en Israel, la manera en que Dios se ocupó del profeta y el desafío de Elías a los profetas de Baal sobre el Monte Carmelo. Nos maravillamos ante la milagrosa respuesta a las oraciones de Elías en medio de circunstancias prácticamente abrumadoras. En esta lección estudiaremos la perseverancia de fe, la humildad de fe y, en ocasiones, las desilusiones que experimentan las personas de fe. Descubriremos así a un Dios de compasión asombrosa, gracia abundante y poder increíble.

1

¿Qué lecciones aprendemos de la confianza de Elías en las promesas de Dios, y de su fe inamovible aun cuando no recibió una respuesta inmediata a sus oraciones? Lea 1 Reyes 18:41-45. Elías envió a su siervo a la cima del monte para mirar hacia el mar. Cuando no apareció ninguna señal de lluvia, envió al siervo una vez más. Elías perseveró. Lo envió seis veces a mirar; recién la séptima vez el hombre vio una nube oscura del tamaño de la mano de un hombre. La nube era una señal de que venía la lluvia, y que pronto se abrirían las compuertas del cielo. La fe de Elías no se dio por vencida. Perseveró a pesar de las apariencias. Confió en que Dios cumpliría su Palabra.

2

¿Cómo describe el apóstol Pablo la necesidad de perseverar a pesar de nuestros errores pasados, fallas actuales u obstáculos abrumadores? Lea los siguientes pasajes y resuma su respuesta en una frase: 1 Corintios 9:24-28; 2 Corintios 4:7-10; Filipenses 3:12-16.

3

Lea 1 Reyes 18:45, 46. A medida que caía la lluvia, tornándose casi imposible la visibilidad, ¿qué acto de bondad tuvo Elías para con Acab? ¿Qué nos dice esto sobre el carácter de Elías? La bondad de Elías al guiar la carroza de Acab en medio de una terrible tormenta revela su humildad y bondad. El profeta respetaba el cargo real, y se mostró compasivo con alguien que quería quitarle la vida.

S e m l e r

bíblico

O t t o

E studio

4 Lea Romanos 12:20, 21; vea también Proverbios 25:21, 22. ¿Qué consejo dio el apóstol Pablo a los cristianos de Roma que eran perseguidos? ¿De qué manera se aplica esto a nosotros? 5 ¿Se desanimó alguna vez Elías? Lea 1 Reyes 19:1-4; describa la amenaza de Acab a la vida de Elías y la respuesta del profeta. Después de pasar todo el día desafiando a los profetas de Baal sobre el Monte Carmelo, y guiar la carroza de Acab en medio de una terrible tormenta, el profeta estaba física, emocional, mental y espiritualmente exhausto. Frente a la amenaza a su vida de parte de Acab y su esposa pagana Jezabel, Elías quiso darse por vencido.

6 ¿De qué manera respondió Dios a la duda, el temor y el desánimo de Elías? Lea 1 Reyes 19:5-8. Dios no envió un ángel para predicarle a Elías sobre su falta de fe, o su necesidad de tener más valor. Envío un mensajero celestial con alimentos sanos para fortalecer su cuerpo y la bendición divina del descanso. La fe es práctica. En ocasiones, las personas necesitan una buena comida saludable, un poco de descanso y más ejercicio antes que un sermón sobre la fe.

7 ¿Dónde terminó Elías, y cuál fue el mensaje de Dios al profeta sumergido en la duda? Lea 1 Reyes 19:9-15. Elías terminó en una cueva; Dios se acercó al profeta allí donde estaba. El Señor siempre nos encuentra donde estamos. Dios respondió a las dudas de Elías con una pregunta y una orden. La pregunta fue simple y directa: «¿Qué haces aquí, Elías?» En otras palabras: «Elías, tengo un propósito para tu vida, y jamás cumplirás ese propósito en la cueva del desaliento». La orden también fue simple y directa: «Sal fuera y ponte en el monte». En otras palabras: «No vivas en la cueva cuando puedes estar sobre el monte». Dios nos habla personalmente a cada uno, por más que a veces fallemos, nos desanimemos y vivamos en nuestras propias cuevas oscuras. Nos dice: Tengo un propósito para tu vida. Tengo una tarea para ti. Por mi gracia, mediante mi fuerza, sal de la cueva y ponte sobre el monte. n

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INTERCAMBIO DE IDEAS

Necesitamos más de esa religión práctica . M e l i s s a

I s h

Lizwi Alpha Ntuli, Zimbabue

Cartas

Transformaciones extremas, experiencias aleccionadoras

Ante el artículo «Transformación extrema: Un sendero hacia la salud» (Octubre 2015), solo atino a decir «Amén». Necesitamos más de esa religión práctica. He notado que en muchas regiones, nuestro mensaje es bien conocido pero lo que falta es que nosotros, sus portadores, convenzamos a la gente de su poder práctico. Lizwi Alpha Ntuli Zimbabue La esperanza vence a la pérdida

Gracias por publicar el artículo de Wilona Karimabadi (“Cuando la esperanza vence a la pérdida”, Octubre 2015), aunque me produjo recuerdos

tristes y dolorosos, dado que crecí sin ver a mis abuelos. Espero que mis hijos, que tienen una buena relación con mi padre, jamás experimenten esos mismos sentimientos. Gerson B. Batulayan Ashanti, Ghana Hace cien años

Tengo un comentario sobre el breve artículo «Hace cien años» (Julio 2015). Es sumamente probable que el panadero cristiano mencionado sea mi tatarabuelo Tristan Schäffer. Él tenía una moderna (para esa época) panadería de vapor en Heilbronn, en el sudoeste de Alemania. Allá por 1905 se hizo adventista y comenzó a cerrar su panadería los sábados, como describió el periódico citado. En 1905 o 1906, vendió su panadería y se mudó a una pequeña aldea cerca de Poznan (en el Imperio Alemán, hoy día en Polonia), donde compró una granja. Sus vecinos, también granjeros, se preguntaban por

qué no tenía cerdos. Schäffer usó la curiosidad de ellos para compartir su fe. Convencidos por sus explicaciones, varios vecinos también se hicieron adventistas. Más tarde, mi bisabuelo Karl Schäffer contrajo matrimonio con una de las vecinas bautizadas. La decisión de mi tatarabuelo de cerrar su panadería tuvo amplias y duraderas consecuencias para su familia y descendientes. Es maravilloso ver la manera en que Dios usó su historia para influir también en otras personas. ¡Muchas gracias por este artículo! Rafael Schäffer Bensheim, Alemania Una pequeña corrección a «Hace cien años» de Julio 2015: En 1905, Yugoslavia no existía como tal; en esa época, la región era parte del Imperio Austrohúngaro. Andor J. Molnar L os Angeles, California, Estados Unidos

Pedidos y

agradecimientos

Por favor, oren para que Dios sane a mi hija, que se encuentra en el Instituto Oncológico de Oslo (Noruega). Oren también para que mis parientes encuentren a Dios. Valentina, Ucrania

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Oren por favor para que mi familia crea en Cristo. Mis padres no son adventistas, y mis hermanos no saben a qué iglesia ir. David, Malaui

Gracias por orar por nuestro proyecto de construir un templo, que está en proceso. Sigan por favor orando por nosotros. Lily, Reino Unido Pronto tendré un examen muy importante. Gracias de antemano por sus oraciones. Clotilde, Guadalupe


La cabeza, el corazón y las manos

Escribo para referirme al artículo de Youssry Guirguis titulado «La cabeza, el corazón y las manos» (Abril 2015). El título y la descripción son buenos desde el punto de vista religioso, pero incorrectos desde el punto de vista fisiológico. Aunque la función circulatoria está bien descrita, el corazón nada tiene que ver con la decisión. Por supuesto, el corazón late más fuerte y con mayor frecuencia cuando tenemos temor o experimentamos otras emociones intensas, y eso nos mantiene vivos para que el cerebro también trabaje. En la Biblia, toda vez que se menciona el corazón, se refiere al cerebro. El título del artículo debería ser «Con la mente, las manos y el bolsillo». Para muchos, el bolsillo y su contenido es un «órgano» muy importante del cuerpo, tanto así que si se usa con generosidad para beneficiar al evangelismo, este puede producir efectos destacados en el progreso de la obra. Pero si reducimos los intereses (y el uso de nuestra billetera), podemos retrasar la venida del Señor (que es algo no del corazón sino del cerebro). Hiram Darío Rostán L ibertador San Martín, Entre Ríos, Argentina Pautas para las cartas: Envíelas por favor a letters@ adventistworld.org. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.

Ser miembro tiene sus

beneficios

Según investigaciones de la Universidad de Queensland (Australia), ser miembro de más de un grupo social puede estimular la autoestima. Cuanto más se identificaron los niños, los adultos y exresidentes de un refugio para personas sin techo con grupos determinados, mayores fueron los sentimientos de propósito, significado y sentido de pertenencia que recibieron por formar parte de esos grupos. Fuente: The Rotarian f o t o g r a f í a :

f r e e i m a g e s . c o m / BSK

La

INTERNET: Según la Encuesta de Actitudes y Tendencias Globales del Centro de Investigaciones Pew, el 64 por ciento de los encuestados en los países en desarrollo y emergentes dijo que Internet es una influencia positiva sobre la educación, las relaciones personales y la economía. Pero el 42 por ciento la catalogó como una influencia negativa sobre la moralidad. El uso de Internet es mayor entre los jóvenes de buena educación que leen inglés y viven en economías más desarrolladas.

¿buena O

mala?

Fuente: The Rotarian

Por favor, oren para que el Señor nos ayude a completar la construcción de nuestra iglesia, y también por mis finanzas, mi boda y mi ministerio. Zock, Gabón Les pido que oren por mi familia, y para que pueda terminar de pagar la hipoteca. Karon, Estados Unidos

Gracias a las oraciones de muchos, pude asistir al colegio, y pronto tendré los exámenes semestrales. Oren por favor para que Dios me ayude a obtener buenas calificaciones. Se me hace difícil por la ausencia a las clases en sábado, y por haberme enfermado. Abraham, Tanzania

Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a prayer@ adventistworld.org. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a Adventist World, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.

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ARCHIVES

INTERCAMBIO DE IDEAS

GC

Hace

111

8

años

El 4 de noviembre de 1904, Francisco H. Westphal llegó a Chile para dirigir la misión allí. Cuando la obra se expandió, se convirtió en presidente de la Asociación de Chile, cumpliendo esa función hasta 1916. Permaneció en el país hasta que la salud de su esposa hizo que regresaran a Estados Unidos en 1920. Se cree que los primeros adventistas de Chile fueron Claude Dessignet y su esposa, quienes aceptaron el mensaje adventista de parte de D. T. Bourdeau en Francia, inmigraron a Chile en 1885, y se establecieron cerca de Traiguén. En 1906, la misión contaba con siete iglesias y 237 miembros. Para 2014, había 614 iglesias y una feligresía de 109.257. Un jesuita chileno llamado Manuel de Lacunza y Díaz (1731-1801) fue uno de los primeros escritores de América que anunció la segunda venida premilenial de Cristo. Su libro, titulado La venida del Mesías en gloria y majestad circuló en forma manuscrita en España y Sudamérica, pero fue impreso recién después de su muerte. El tema despertó un marcado interés entre los católicos y protestantes de Europa y Sudamérica, lo que hizo que muchos estuvieran abiertos al mensaje adventista.

¿En qué

lugardel

No cuestan mucho, y solo requieren dedicarles breves momentos por día.

Respire profundo: lleva oxígeno al cerebro y energía al cuerpo. Escuche música: las canciones animadas y enérgicas son contagiosas. Muévase: diez minutos de ejercicio pueden darle energía por hasta cuatro horas. Busque la naturaleza: estar al aire libre incrementa la energía y la vitalidad. Caminar afuera incrementa más los niveles de energía que caminar adentro. Beba agua: ayuda a la regulación del cuerpo y a la función cerebral.

se encuentra?

F o t o g r a f í a

e n v i a d a

p o r

D a n t h a p u

R a m b a b u

mund

RESPUESTA: En el sur de la India se ha implementado un ministerio para huérfanos y otros niños. En la fotografía, los graduandos de la Escuela Bíblica de Vacaciones muestran muy satisfechos sus diplomas.

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soluciones para tener más energía

Mire un video gracioso (y apropiado) de YouTube: reír incrementa la presión arterial, el pulso y los niveles de neurotransmisores que nos hacen sentir bien. Expóngase a la luz: las personas están más alertas después de exponerse a la luz. Ingiera bocadillos saludables: los carbohidratos complejos, las proteínas magras y las grasas saludables (yogur, fresas, nueces, aguacates y panes integrales) brindan energía sostenida. Fuente: Women’s Health


«He aquí, vengo pronto . . .»

TED

ESD

ECD

NSD

SID

Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

Imágenes del progreso El Congreso de la Asociación General en San Antonio (Texas, EE. UU.), reunió a adventistas de casi todos los países del planeta. Todas las noches se presentaron informes de cada una de las Divisiones de la iglesia, la mayoría de los cuales pueden verse en Internet. Vea de qué manera Dios está usando a su pueblo para esparcir el evangelio. División de África Centro-Occidental https://youtu.be/JiQxji6fJNs

División Intereuropea http://eud.adventist.org/events/events/ general-conference/

División de África Centro-Oriental https://youtu.be/JiQxji6fJNs

División Norteamericana https://vimeo.com/131616219

División de África Meridional y Océano Índico vimeo.com/133062486

División del Pacífico Sur https://www.hopechannel.com/watch/ changing-history-one-heart-at-a-time

División de Asia Pacífico Norte https://youtu.be/gsyynVbTFIM

División Sudamericana http://gc2015.adventistas.org/pt/vlstreaming/dsa-mission-do-the-extremes/

División Euroasiática https://youtu.be/CYB2swKTIxw

División Transeuropea https://youtu.be/QUVyxqAV3-Y

División Interamericana https://youtu.be/JskXLCEWDFY

Editor ADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista. Editor ejecutivo Bill Knott Editor asociado Gerente editor internacional Pyung Duk Chun Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vice-­ presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy; Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana; G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella S. Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal. Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Jairyong Lee, chair; Yutaka Inada, German Lust, Pyung Duk Chun, Suk Hee Han, Gui Mo Sung Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU. André Brink, Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Kimberly Luste Maran, Andrew McChesney Editores de Seúl, Corea Pyung Duk Chun, Jae Man Park, Hyo Jun Kim Editor en línea Carlos Medley Directora de operaciones Merle Poirier Editores invitados Mark A. Finley, John M. Fowler Consultor E. Edward Zinke Gerente financiera Kimberly Brown Asistente administrativa Marvene Thorpe-Baptiste Junta administrativa Jayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario; P. D. Chun, Karnik Doukmetzian, Suk Hee Han, Yutaka Inada, German Lust, Ray Wahlen, Exoficio: Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Ted N. C. Wilson Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti Consultores Ted N. C. Wilson, Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Leonardo R. Asoy, Guillermo E. Biaggi, Mario Brito, Abner De Los Santos, Dan Jackson, Raafat A. Kamal, Michael F. Kaminskiy, Erton C. Köhler, Ezras Lakra, Jairyong Lee, Israel Leito, Thomas L. Lemon, Geoffrey G. Mbwana, Paul S. Ratsara, Blasious M. Ruguri, Ella Simmons, Artur A. Stele, Glenn Townend, Elie Weick-Dido A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos, Indonesia y México.

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