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José María Bernete Fernández

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Trimestre 2020 Caracoles detritívoros habituales en los acuarios José María Bernete Fernández

ARGoS - nº 15 – 4º

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Caracoles detritívoros habituales en los acuarios

Quería en este artículo presentar tres especies de caracoles que muchas veces nos hemos encontrado en nuestros montajes de acuarios sin saber cómo ni de dónde han podido venir. Así como una guinda final consistente en otro caracol que en este caso introducimos de manera consciente por motivos directamente relacionados con la presencia de los anteriores. Muy frecuentemente llegan a nuestra tienda aficionados preocupados por haber visto un caracol o una puesta de estos. Digo preocupados, porque como casi siempre, después de una breve consulta a través de cualquier medio disponible hoy en día, puede llegarse a una rápida conclusión que personalmente pienso que es errónea. Casi lo primero que se observa tras una búsqueda por internet, es gente solicitando ayuda para eliminar estos habitantes del acuario, o bien testimonios que describen acuarios plagados por incontables caracolitos y que parecen estar en una situación límite. Ante tal panorama, el acuarista que pueda ver esta información, puede llegar a la conclusión de que tiene un serio problema por delante y que debe tomar medidas inmediatas si no quiere ver su acuario abocado a una futura plaga. Como con tantas otras cosas que podemos tener en nuestros montajes acuáticos, es más importante determinar el porqué de la aparición de algo que es indeseable, que buscar la solución rápida para su eliminación, ya que todo acuario que se precie deberá ser entendido como una constante búsqueda del equilibrio ecológico. Con el tiempo todos vamos relativizando los problemas y sobre todo, aprendiendo a caminar hacia su solución de una manera más progresiva y basada en un cambio de las condiciones que lo causaron, más que en la erradicación del problema en sí. En el tema que nos ocupa, los caracoles detritívoros son animales que pueden resultar unos aliados fantásticos para el correcto mantenimiento de nuestros acuarios. Parte importante de una cadena de factores biológicos favorables que dotan a nuestros pequeños ecosistemas acuáticos de una mejor capacidad y estabilidad. Eso sí, en la esencia natural de estos pequeños animales está el aprovechamiento extraordinario de los nutrientes que pueden encontrar en su medio natural y eso, unido a su facilidad para reproducirse en entornos favorables, genera en muchos casos un crecimiento de sus poblaciones por encima de lo deseable. Digamos que hay tres momentos o situaciones donde pueden multiplicarse los caracoles. El primero es tras un nuevo montaje de acuario plantado. Sabemos que muchas especies de plantas son cultivadas fuera de agua. Estas deben de adaptar su tejido al cultivo sumergido y poco tiempo después de su plantación podemos observar numerosas hojas con signos de estar muriéndose. Mientras tanto, la planta genera nuevas hojas y raíces. Los caracoles van a empezar a encontrar entonces más alimento en el acuario, van a limpiar cualquier tejido dañado de las plantas y se observarán puestas con más facilidad. Podemos limi-

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tar evidentemente el desarrollo de los caracoles realizando podas en nuestras plantas para sanearlas según vamos viendo la necesidad. Casi nunca se alcanzan grandes números de caracoles, como para llegar a suponer una preocupación para nosotros. Otra situación en la que se podría observar una rápida multiplicación de estos seres, se daría en un acuario ya consolidado, cuando nos excedemos en la cantidad de comida que introducimos regularmente. Como hemos dicho, estos caracoles detritívoros están habituados a extraer nutrientes del material vegetal en descomposición, que no es especialmente rico en ellos, por lo que, si son capaces de encontrar restos de comida para peces, con esas composiciones tan altamente proteicas, estaremos dando vía libre a su multiplicación difícilmente controlable. Por último, es importante señalar que un acuario con mucho detritus acumulado en su fondo, por una falta de rutina en el sifonado, favorecerá también el desarrollo de la población de caracoles. Resumiendo, un acuario en el que no se sobrealimente y al que se le realicen sifonados frecuentes va a poder tener cierto número de caracoles, pero sin llegar a descontrolarse. Las especies más frecuentemente encontradas en nuestros acuarios y que llegan a ellos de manera fortuita son: el caracol planorbis, el physa y el melanoides. Daremos un pequeño repaso a las principales características de cada una de estas especies.

CARACOL PLANORBIS (PLANORBARIUS CORNEUS).

Origen / Distribución: Abundante en toda la región del Paleártico en Europa, hasta Siberia oriental. Morfología: Son caracoles con una concha de forma circular y aplanada, con giro en dirección contraria a las agujas del reloj, con 4,5 o 5 vueltas. El color más habitual es el marrón-rojizo, aunque se encuentran variedades en tonos azulados, amarillos y rojos. Es un caracol que se desplaza con la concha en vertical, es importan-

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te señalar esto porque es una característica que lo diferencia de otro caracol que podría confundirse con el Planorbis y que muchas veces denominamos “falso Planorbis”, y que tiene por nombre científico Gyraulus acronicus. Tamaño: Los Planorbis llegan a medir hasta 3 o 4 cm, tanto machos como hembras, aunque raramente se observan esas tallas en nuestros acuarios. Diría que 2 cm es la talla mayor que he podido observar en estos animales. Esperanza de vida: Hasta 4 años pueden llegar a vivir. Reproducción: El Planorbis es un caracol hermafrodita que no necesita el cruce con otro individuo para fertilizar sus huevos. No obstante, si tiene oportunidad, tendrá descendencia procedente de un apareamiento (fertilización cruzada). Realiza puestas de entre 10 y 15 huevos en caracoles jóvenes y según algunos autores, hasta 60 huevos en ejemplares muy grandes, que conforman la típica masa gelatinosa y que Planorbarius corneus. Primer plano donde se aprecia tentáculos cefálicos, boca y pie. ©JoseMªCid eclosionan tras 2-3 semanas de incubación. puede mantenerse activo si estas descienden por debajo de los Su alta capacidad reproductiva proviene de la gran ca- 18 grados centígrados aproximadamente. En este último supacidad de realizar puestas con bastante frecuencia. puesto, proceden a cerrar su concha, segregando una sustancia que se endurece en esas situaciones, y así permanecen, hasCondiciones de mantenimiento: ta que suben de nuevo las temperaturas y vuelven a la actividad. El Planorbis es un caracol que, al ser pulmonado, resiste tem- Aunque llega a soportar aguas con un valor de pH 6, realmente es a peraturas altas, por encima de los 30 grados centígrados y, partir del pH neutro (7) donde se encuentra mejor, ya que su concha sufre desgaste en aguas ácidas.

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El GH mínimo para ellos se puede establecer en 6-8 ºd aunque lo ideal es que fuera algo mayor, entre 10 y 15 ºd. Alimentación: Es un caracol detritívoro que se alimenta prioritariamente de restos de plantas y algas, aunque también busca restos de origen animal. No se alimenta de tejido vegetal sano, es decir, no se comerá ninguna planta que esté en buenas condiciones. Por eso mismo, es un gran aliado del aficionado para mantener a raya los desechos en su acuario, ya que puede trabajar en zonas complicadas para llegar con los procedimientos habituales de limpieza, donde un sifón, no cabe al haber por ejemplo muchas plantas, rocas o raíces. Comportamiento: Caracol de actividad preferentemente nocturna, aunque tampoco llega a esconderse como otros, pero sí es evidente que a plena luz se muestra menos activo.

CARACOL MELANOIDES (MELANOIDES TUBERCULATA)

Origen / Distribución: Este de África hasta Sudeste asiático. Morfología: Concha de forma cónica alargada, de color marrón con algunos detalles en marrón rojizo en forma de segmentos con distintos patrones. El número de espiras en su concha oscila entre las 10 y las 15. Tamaño: Hasta 3-3,5cm en el acuario, aunque se observan ejemplares mucho mayores en el medio natural. Esperanza de vida: Aproximadamente 2 años. Reproducción: Caracol hermafrodita que puede reproducirse también sexualmente. Es ovovivíparo

y conserva los huevos en una bolsa en la

zona del cuello hasta que eclosionan. Sobre el número de huevos parece que hay bastantes diferencias según el autor consultado. Lo que está claro es que la capacidad reproductiva de este animal es altísima. Condiciones de mantenimiento: Se puede marcar como rango de temperaturas aceptables por este invertebrado los 18 a

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32 grados centígrados. Aunque es un caracol de agua dulce, en la naturaleza se han observado poblaciones tanto en condiciones de agua salobre como hasta de salinidad marina (1.024 de densidad relativa). Es un caracol muy resistente a la variación de los parámetros del agua, pudiéndose mantener bien en aguas ácidas hasta pH 5,8-6,0 y aguas bastante alcalinas, con valores de hasta 8,5-8,6. Lógicamente, como cualquier caracol, necesita niveles de calcio suficientes para mantener su concha, pero no parece verse tan afectado por aguas blandas y ácidas como otras especies. Alimentación: Al igual que el Planorbis, es un detritívoro/alguívoro que prefiere los alimentos de origen vegetal aunque en todo caso consumiría también los de origen animal. No daña las plantas naturales, ya que no toca los tejidos sanos, solamente consumiría aquellos que se encuentran en mal estado de conservación. Comportamiento: El caracol Melanoides tiene hábitos fundamentalmente noctur-

nos y durante el día suele permanecer enterrado en el sustra-

to. Este comportamiento lo convierte en un caracol muy útil para conservar limpios y bien oxigenados los fondos de un acuario. Eso sí, su increíble capacidad reproductiva puede llegar a abrumar rápidamente al aficionado que descuide las tareas de limpieza en su acuario, así como al que tenga tendencia a la sobrealimentación.

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CARACOL PhySA (PhySELLA ACUTA)

Se hace extensible esta descripción también al caracol Physa (Physa fontinalis) y otros caracoles Physa, con los que comparte muchas características. Origen / Distribución: Suroeste de Europa. Aunque la actividad de los aficionados a la acuariofilia los ha terminado extendiendo por prácticamente todos los continentes. Morfología: Concha de aspecto redondeado ovoide terminado en punta, muy lisa y brillante, en color gris, marrón con puntos de color amarillento. El giro de la misma es en sentido contrario a las agujas del reloj, dando entre 4 y 5 vueltas alrededor de su eje. Las antenas de este caracol son largas y delgadas, prácticamente transparentes y la zona posterior de su cuerpo termina en forma de pico, gran diferencia respecto al anteriormente nombrado Physa fontinalis, que es redondeado. Tamaño: Entre 1,0 y 1,2mm Esperanza de vida: Aproximadamente 1 año. Reproducción: Al igual que los anteriores caracoles descritos, son

hermafroditas, que si no pueden recurrir a una fertilización cruzada, son capaces de desarrollar sus

propios huevos. Se habla de una capacidad reproductora de hasta 50 huevos por semana, lo que explica la facilidad por la que este animal multiplica sus poblaciones si las condiciones de nuestros acuarios les resultan favorables. La maduración sexual la alcanzan tras 6 u 8 semanas de vida. Condiciones de mantenimiento: Están considerados como unos caracoles muy resistentes a la mala calidad del agua en el medio natural, sobreviviendo donde otros han desaparecido. Se van a

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encontrar en todo tipo de aguas respecto al pH, aunque van a necesitar al menos un nivel medio de dureza general (GH), para mantener sus conchas. Muy resistentes también a las bajas temperaturas, hemos encontrado autores que señalan que su rango ecológico oscila entre los 0ºC y los 26ºC. Evidentemente en nuestros acuarios, se demuestra que también soportan temperaturas por encima de esos 26ºC. Alimentación: Otro ejemplo de caracol detritívoro/alguívoro. Como en los casos anteriores, basa su dieta natural principalmente en restos vegetales y algas, aunque no deja de aprovechar ningún resto de procedencia animal. Comportamiento: Suele moverse con bastante rapidez por los acuarios. No tiene un marcado carácter tímido, por lo que no es difícil verlo en cualquier momento del día. Tampoco es raro verlo flo-

tando en la superficie de nuestros acuarios, dejándose llevar por la corriente, gracias a su vejiga llena de aire. CONSIDERACIONES GENERALES.

Vuelvo a hacer hincapié en la idea que quiero transmitir con este artículo. No existe ninguna razón práctica para querer eliminar completamente de nuestros acuarios estos habitantes, que siempre van a resultar beneficiosos para un montaje saludable y equilibrado. Nos realizan funciones de limpieza que generan un efecto positivo sobre la calidad e higiene del agua y del fondo del acuario. Eso sí, su facilidad para reproducirse, los convierte en un estupendo indicador biológico de una posible sobrealimentación o de un déficit en las tareas básicas de limpieza del mismo. Existen muchos animales que podrían eliminar o reducir el número de caracoles, por ser parte de su dieta, aunque siempre habría que ver si por sus características específicas, son compatibles con nuestro acuario y sus habitantes. Por eso no vamos a entrar en este punto más allá de una opción que podría considerarse universal en el caso de que no hubiera ya algún depredador de caracoles, como antes mencionamos. Se trata de Clea (Anentome) helena, que lleva ya unos años en el mercado acuaristico y destaca por su capacidad

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de regular de manera bastante sencilla y natural los posibles incrementos de población de cualquiera de los caracoles anteriormente descritos. A continuación, señalamos de una forma resumida sus principales características.

CARACOL CLEA hELENA. Conocido como caracol “asesino” o también caracol “caníbal”, debido a que basa su dieta fundamentalmente en la captura de otros ca-

racoles de tamaños relativamente pequeños, incluyendo si la escasez de presas es muy alta, a miembros de su propia especie. Ocasionalmente pueden atacar a caracoles de mayor porte, por lo que hay que tener este factor en cuenta a la hora de introducirlo en nuestros acuarios. Anentome (Clea) helena. Cazando caracoles en la superficie. ©JoseMªCid.

Origen / Distribución:

Sudeste asiático

Morfología:

De concha alargada con un característico patrón rallado que com-

Tamaño: 20-21 mm Esperanza de vida: bina un tono oscuro (negro o marrón), con uno claro (amarillo). De Hasta los 8-10 años. su anatomía destaca un sifón, que le permite respirar en la su- Reproducción: perficie. Su espiral es hacia la derecha y da 4 vueltas sobre su eje. Aunque son caracoles sexuales, no hay diferencias aparentes entre ambos sexos salvo en el momento del apareamiento. Sexual. El macho fecunda a la hembra con su pene y esta pone sus huevos de manera individual característica, formando alre-

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dedor del propio huevo una especie de masa translúcida rectangular que algunos autores describen gráficamente como un “al-

mohadón”. Las crías tardan unas 4 semanas en eclosionar. Condiciones de mantenimiento: Estos invertebrados viven en zonas tropicales, donde no existen temperaturas bajas y se observan en aguas de características neutras o alcalinas. Alimentación:

Caracol carnívoro, que puede llegar a buscar restos si no encuentra presas vivas o recurrir como hemos dicho al canibalis-

mo. Para mantenerlos con fórmulas preparadas, se recomiendan productos con al menos un 40-50% de proteína de origen animal. Comportamiento: Es un caracol tímido que no se deja ver especialmente en el acuario. Se puede enterrar si el sustrato se lo permite. Atacará a cualquier habitante del acuario que se encuentre débil, tanto peces como incluso crustáceos. No se puede afirmar que sea peligroso en un acuario con camarones, aunque veamos que alguna vez esté devorando uno, pues probablemente se tratase de un animal en malas condiciones. Se ha visto también que puede atacar a las planarias, aunque no es su presa prioritaria. Pero es un detalle a tenerlo en cuenta.

BIBLIOGRAFíA y WEBGRAFíA:

Animales de agua dulce: un libro de identificación ecológica. Título original: Süßwassertiere. Ein ökologisches Bestimmungsbuch. Helmut Schwab. Moluscos en acuarios de agua dulce y salobre - Parte I: Caracoles. Título original: Weichtiere im Süß- und Brackwasseraquarium - Teil I: Schnecken. O. Zompro, I. Fritsche (2008). www.wirbellose.de www.ecured.cu

Nota de la Redacción Argos: Según la UICN, Melanoides tuberculata está considerado como una especie con un carácter fuertemente invasivo. Esta especie oportunista, actualmente es circuntropical y se desplaza hacia el norte en la zona templada (debido al cambio climático), constituyendo una amenaza para la biodiversidad acuática de las zonas de nueva ocupación.

José María Bernete Fernández Soy José María Bernete Fernández, de 43 años. Propietario de Acuario Santarem, comercio especializado en acuariofilia en Córdoba. Fundado en Octubre de 2.006. Mis intereses principales en mi época de aficionado fueron los acuarios plantados, los cíclidos enanos, los discos y los peces gato, principalmente loricáridos y corydoras. También el mundo del acuario marino, siempre con acuarios de arrecife. Como profesional trato de darle a los clientes la mayor información a nivel técnico que puedo. Lógicamente siempre adaptando la profundidad de lo explicado al tipo de aficionado, sus intereses y sus conocimientos previos. Trabajamos con una máxima siempre: lo primero es el bienestar de nuestros animales. No podemos poner por encima de ello la estética o la impaciencia. Echo mucho de menos las épocas en las que el aficionado podía encontrar literatura especializada, comprar libros publicados por autores de prestigio internacional. Aunque muchas veces no se encontraran editados en castellano, siempre que veía uno hacía lo posible por adquirirlo.

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