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ARTICULO “Excesivos envoltorios y basura electrónica”

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Tras el compromiso decidido en la aplicación por parte de nuestra Federación Empresarial y de todas las asociaciones integradas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el comercio, hemos podido constatar una serie de mantras que no se corresponde con nuestra actividad y unos “sambenitos” que nada tienen que ver con la realidad cotidiana de Canarias.

Al elaborar los primeros informes sobre los ODS hemos observado claramente que el sector del comercio está mucho más concienciado, reciclando más de lo que esperábamos. En esa doble condición de comerciantes y consumidores, detectamos que están concienciados en la importancia de reciclar y en separar los residuos con el objetivo de contribuir a paliar los efectos del cambio climático, así como a evitar los plásticos en los términos que ya define la Ley y eliminar los envoltorios excesivos en los productos que venden.

Acciones como la separación de los residuos forman parte de nuestros hábitos y nuevos estándares de exigencia. Incluso podríamos afirmar que quien no lo haga es claramente un “analfabeto medioambiental” y que las competencias deben estar ya asumidas por los ciudadanos. Ya no se trata de concienciación en los colegios, sino de un compromiso personal para con nuestro planeta y con nosotros mismos si queremos dejar un mundo más justo y sostenible a nuestros descendientes.

Otro aspecto importante son los desechos electrónicos, ya no se concibe la entrega de un electrodoméstico en un punto limpio para su descontaminación. El trabajo ha sido largo y está dando sus frutos.

Pero claro, siempre habrá desaprensivos y “terroristas medioambientales” que no reciclen y por ende no se preocupen por el reto climático continuando con una contaminación sistemática. Aunque debemos ser justos al advertir que la sociedad en su conjunto está logrando importantes avances en materia de concienciación.

Ya no se entiende en el comercio la recogida selectiva del cartón de los embalajes o el aceite usado tanto en los talleres como en la restauración. Tampoco se entiende ya la iluminación led´s, incluso con temporizadores o sensores de movimiento para lograr una mayor eficiencia energética y un considerable ahorro en la factura de la luz, y más en estos tiempos con una tarificación desenfrenada por parte de los especuladores energéticos, desaforados a la caza de las ganancias y escandalosos beneficios por la generación y consumo de energía eléctrica a costa de los consumidores. Y así, podríamos ofrecer infinidad de ejemplos que desgranan conductas cívicas medioambientales destacables y contribuciones individuales que contribuyen a aminorar, con pequeños gestos, nuestra huella de carbono colectiva en el planeta.

Debemos tenerlo claro, estamos en un punto de no retorno en el que nuestra conciencia como sociedad y nuestra contribución al planeta es de mayúscula importancia.

Queda mucho por hacer y concienciar, al igual que mucho insensato que aún piensa que esto no va con él, no contribuyendo con sus actos a mejorar a ayudar a revertir la preocupante situación. Pero no podemos ni debemos desistir y seguir trabajando para lograr compensar esta situación y disminuir las emisiones de gases contaminantes, o el uso de los plásticos que terminan en los océanos.

Ojala muy pronto podamos decir que un comportamiento ejemplar colectivo no solo ahorre consumo en toneladas de plásticos, materias primas y residuos en el planeta, sino que logramos disminuir las cifras de los indicadores negativos de emisiones de gases, basuras y desechos y el reciclaje haga que este mundo sea sostenible y vivir en un entorno más agradable y confortable.

Nada de esto será posible sin que las legislaciones internacionales se unifiquen, las grandes potencias converjan en criterios homogéneos y se apliquen unas medidas conducentes para disminuir los efectos del cambio climático y recuperar el planeta, para lograr no solo un mundo más sostenible sino que la supervivencia sea una realidad a largo plazo, lo contrario sería el final de nuestra humanidad, por muy duro que suene.

(*) Presidente de FEDECO Canarias, AECP Arona y Secretario Gral. de la FTAC

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