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REFLEXIONES EN TORNO A LA ENCÍCLICA FRATELLI TUTTI 05

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Camila Zapata

Camila Zapata

Fratelli Tutti es la tercera encíclica social del Papa Francisco, una carta dirigida a toda la humanidad para reflexionar sobre los problemas que nos aquejan. Fue escrita en 2020, en plena pandemia, como una llamada a toda la humanidad a unirnos en la fraternidad y la amistad social. La Fratelli Tutti, en palabras del Cardenal Pedro Barreto, trata del amor que hace justicia y que busca la paz.

2. Llevar la parábola del “Buen Samaritano” a nuestra vida cotidiana

Vivimos enfocados en nuestros propios intereses y problemas. Ante esta realidad, en "Fratelli Tutti", el Papa Francisco nos recuerda la parábola del "Buen Samaritano". Se relata que un hombre fue asaltado y abandonado a su suerte. Entonces, pasó por el lugar un sacerdote, pero optó por desviar la mirada y seguir su camino. Lo mismo hizo un levita, una figura religiosa. Finalmente apareció un samaritano, un individuo considerado pagano, que se detuvo y brindó ayuda al herido. Jesús plantea una pregunta crucial: ¿quién es verdaderamente el prójimo? La respuesta es clara: aquel que muestra misericordia. Este ejemplo nos invita a revitalizar nuestra vocación como ciudadanos.

4.

El mayor desafío de la encíclica

1. La importancia de tener una Encíclica

Las Encíclicas enriquecen la Doctrina Social de la Iglesia y ofrecen una reflexión profunda a la luz del Evangelio de Jesús, iluminando las realidades de la sociedad a lo largo de la historia. Una Encíclica Social es como un faro de luz y esperanza en un mundo lleno de oscuridad. Entonces, no se limita a ser una simple teoría que se guarda en una biblioteca, sino que es un llamado a la acción social para toda la humanidad y una guía para la labor pastoral de la Iglesia. Toda encíclica está dirigida a las personas de buena voluntad, es decir, no se excluye a nadie.

3. 5.

Cambiar la forma en la que vemos la política

Podríamos considerar que llamar a alguien "político" es un insulto debido a la carga negativa que se asocia a este término. Sin embargo, es fundamental que resignifiquemos esta palabra y entendamos que la política auténtica es aquella que busca el bien común. Todos somos políticos. Debemos superar la mentalidad individualista y estar dispuestos a escuchar tanto las necesidades de las personas como el clamor de nuestra madre tierra. Es cierto que existen diferencias sociales, económicas y raciales, pero debemos esforzarnos por construir una sociedad que sea un mosaico de culturas, razas y propuestas.

El mayor desafío al que nos enfrentamos es abrir nuestro corazón a los problemas de los demás. En el contexto peruano, es necesario observar y tomar consciencia de cómo hay personas que viven en condiciones desfavorecidas. Debemos reflexionar y tomar medidas para crear un mundo más inclusivo y compasivo. Podemos encontrar inspiración en el ejemplo de San Francisco de Asís, quien declaró: "Feliz aquel que ama a su hermano tanto cuando está lejos como cuando está cerca".

Cómo solucionar los conflictos

El capítulo VI de la encíclica "Fratelli Tutti" nos da la clave para llevar a la práctica esta visión esperanzadora: el diálogo Tenemos grandes títulos y responsabilidades en nuestras profesiones, pero no hemos aprendido a dialogar ni a escuchar. Estas dos acciones implican ponerse en el lugar del otro, sin intentar imponer nuestra verdad. Cuando nos acercamos a los demás con cariño y respeto, a pesar de las diferencias sociales, raciales o económicas, las personas se sienten mejor porque en el fondo perciben que somos hermanos y hermanas. La "Fratelli Tutti" nos muestra que este camino hacia la fraternidad no se cumplirá de inmediato, pero nos llama a ser constructores de una nueva sociedad.

Egresada De Exportaci N

CONOCE A IVETTE BARRETO, NUESTRA EGRESADA QUE EMPODERA A LAS MUJERES EMPRESARIAS

Iberoamericanas

Ivette es una mujer que estudió números, pero lleva en su interior un fuerte espíritu social. Después de egresar de la carrera de Administración en la PUCP, se dirigió a España a continuar con sus estudios. Los 12 meses que planeaba quedarse, por coincidencias del destino, se transformaron en 18 años, tiempo en el que aprendió cómo combinar aquellos mundos que la apasionaban. Ahora Ivette Barreto es líder de AMEIB PACHAMAMA, una asociación que busca apoyar a toda mujer recién llegada a España y que quiera emprender. Desde joven, Ivette fue trabajadora y perseverante, “como toda mujer latina”.

Cuando Ivette llegó a España esperaba encontrarse con un mundo distinto, quizás algo un poco alejado de los números que le había traído estudiar Administración. —Yo ya había trabajado en el mundo financiero y me fue muy bien —dice Ivette—, incluso había pasado por la experiencia empresarial familiar. Pero no terminaba de llenarme, no hablábamos de las cosas que a mí me gustaban hablar. Yo quería vincular el mundo económico con el mundo social.

Gracias a una beca otorgada por la fundación Carolina, estudió un máster en Acción Política y Participación Ciudadana en el Estado de Derecho el 2004. En el programa tuvo la oportunidad de vivir en un ambiente multicultural, rodeada de personas de diversos entornos y nacionalidades. Esta experiencia le brindó una perspectiva enriquecedora y reafirmó su convicción de que las alianzas estratégicas son fundamentales. —Siempre le decía a mis compañeros las metas y planes que tenía. Es así como

Queríamos que las mujeres que llegarán después de nosotras no se sintieran tan solas, que no tuvieran que tocar tantas puertas ni invertir tanto tiempo y recursos. Queríamos ofrecerles un camino más sencillo y, sobre todo, queríamos ser un grupo de personas que realmente las entendiera”.

Barreto

una de mis compañeras me ofrece trabajo en la compañía de su padre —comenta. Sin embargo, aquella oportunidad la remitía al mismo punto: ser contable. —Pero decidí continuar — cuenta—. Cada que salía del trabajo de economista, trabajaba en la Federación Española de Inmigrantes, una organización con el objetivo de integrar socio laboralmente a aquellos que llegaban de otros países a España.

Ivette ya había adquirido experiencia en el ámbito asociativo y jurídico. Pero, un día, reunidas en la casa de unas amigas peruanas y con vivencias similares en España, surge la idea de crear un proyecto para aquellas con las mismas ganas de salir adelante. Juntas, decidieron fundar la asociación que llevaría por nombre AMEIB PACHAMAMA. El nombre no era una elección casual, sino un homenaje a la madre tierra, a la mujer que da origen y con sus manos ayuda a dar frutos. Era un símbolo de la conexión profunda con la esencia femenina y la fortaleza que radica en la capacidad de crear y apoyar a otros.

Es así que, en el 2008, oficialmente crearon la asociación, inicialmente destinada a mujeres latinas, especialmente peruanas. Ivette y su equipo se enfrentaron a diversos desafíos, como la falta de recursos económicos propios y la necesidad de financiamiento para poder emprender. Sin embargo, el reto más importante fue el sentimiento de soledad y falta de comprensión que muchas mujeres migrantes experimentaban al intentar establecerse en un país nuevo y emprender sus propios proyectos.

—Queríamos que las mujeres que llegaran después de nosotras no se sintieran tan solas, que no tuvieran que tocar tantas puertas ni invertir tanto tiempo y recursos. Queríamos ofrecerles un camino más sencillo y, sobre todo, quería- mos ser un grupo de personas que realmente las entendiera —expresa Ivette con convicción.

La visión de AMEIB PACHAMAMA no se limitaba solo a brindar apoyo a las mujeres migrantes y emprendedoras, sino también a valorar y promover su talento en España y en Europa. Ivette recuerda rostros de mujeres que llegaron sin certeza de qué hacer en España y que, a día de hoy, pueden triunfar con sus emprendimientos.

—Queremos que todo el mundo reconozca que junto con las personas que inmigran a España llega mucho talento, valores y diversidad cultural. Aportamos emprendimiento, pagamos nuestros impuestos, creamos empresas —concluye Ivette con firmeza.

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