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La transición energética y su impacto en el sector minero en el Perú
from Revista Brújula #97
by AEG PUCP
BAJO LA LUPA
A propósito del evento minero más importante de Latinoamérica: PERUMIN 35, la agenda de este año puso en relevancia la relación de la minería y el medio ambiente. Se discutió su rol como una industria líder en aplicación de tecnologías, progreso socioeconómico y su compromiso con el desarrollo sostenible. Conversamos con dos egresados PUCP Juan Carlos Ortiz, Vicepresidente de Operaciones en Minas Buenaventura S.A. y Gonzalo Tamayo, socio de Macroconsult y ex Ministro de Energía y Minas, para conocer las posibilidades y limitaciones de la minería en el territorio nacional frente a la actual demanda de transición energética global.
La transición energética hacia energías con menor emisión de carbono se ha convertido en un tema de discusión no solo en Perumin si no también en la ONU y ha sido uno de los temas más discutidos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). La meta es clara: para el desarrollo sostenible a nivel mundial. debemos lograr la llamada Carbon Neutrality (neutralidad en carbono) hacia 2050. Para que este objetivo se concrete, una de las herramientas principales es la electrificación de los consumos, reemplazando la electricidad producida a partir de fuentes fósiles por la generada por fuentes renovables.
“Soportar la transición energética va a generar una gran expectativa de desarrollar proyectos en los países que tengan estos recursos minerales y ayudar a que estos países puedan desarrollar sus economías” explica el ingeniero Juan Carlos Ortiz, Vicepresidente de Operaciones en Minas Buenaventura S.A. “Somos claramente uno de los actores principales para soportar esa transición energética que el mundo requiere”.
El cobre, al ser prácticamente el conductor eléctrico por default, se ha establecido como una pieza fundamental en una transición energética caracterizada por la electrificación. Entre Chile y Perú se produce casi el 40% de la producción mundial de cobre. Siendo Perú el segundo mayor productor de cobre después de Chile, podría tomar la demanda global como una oportunidad de progreso social y económico interesante. “Es una gran oportunidad para que ambos países puedan desarrollar estos recursos naturales y orientar esos ingresos para reducir la pobreza en el país y mejorar las condiciones de vida en general de todos los ciudadanos en el país”, comenta Ortiz.
“Los especialistas mundiales en el mercado del cobre te dicen que al año 2030 se va a requerir probablemente 5 millones de toneladas adicionales de cobre a las que se conocen que pueden producirse hoy”, explica el economista Gonzalo Tamayo.
Por tanto, el precio del cobre se mantendrá alto, porque la demanda va a ser sostenidamente mayor que la oferta. “Para el Perú esto supone una ventaja, porque si aumentan las exportaciones, la operación de las minas va a pagar más impuestos y más regalías. Por lo tanto, en ese proceso de transición energética no solamente se van a beneficiar las empresas y los trabajadores de la industria minera, sino también las finanzas públicas, los gobiernos regionales locales y el empleo en general.”
LIMITACIONES EN EL CONTEXTO LOCAL
Si bien el ingeniero Ortiz asegura que 75% de la inversión en los proyectos mineros actuales son para desarrollar proyectos de cobre en el Perú, en los próximos cinco años el Perú no tiene un proyecto de clase mundial de extracción de cobre. “Tenemos proyectos más chicos de 80.000 toneladas, de 50.000 toneladas y eso no cubriría la demanda global. Entonces, es imprescindible la inversión en exploración para seguir descubriendo más oportunidades de desarrollo de minas de cobre; El reto más importante que tenemos como país es subirnos en esa ola que se va a dar en el mundo, porque si no lo hacemos nosotros otros lo van a hacer” De la misma forma, Tamayo comenta “la percepción de fuera es que en el Perú se está haciendo difícil hacer minería, pero en muchos casos por una falta de decisión del gobierno, falta de políticas apropiadas o señales que puedan afectar el horizonte que requiere un inversionista minero”.
CONCLUSIONES
Para Juan Carlos Ortiz, el cobre va a jugar un rol mucho más importante que el petróleo en los años que vienen. Por lo que él considera lo siguiente: “Es una oportunidad en la cual tenemos que generar una industria sólida de largo plazo, responsable socialmente y que pague impuestos para ayudar al gobierno a mejorar las condiciones de vida de todo el país”. Gonzalo Tamayo cierra el tema de oportunidades y limitaciones con la siguiente reflexión: “El 60% de las exportaciones del Perú son minerales y el 30% de los impuestos a la renta dependen de la minería; un millón de personas dependen directamente de la minería. Por cada empleo directo que se crea en este sector hay probablemente unos cinco o seis o siete empleos indirectos”. Sobre esto se refirió a la urgencia de decisiones políticas claras, ya que la minería es crucial para el país y dijo: “Somos el segundo productor de cobre, somos el segundo productor de plata, somos el número seis en oro, estamos en las ligas de campeones”. En conclusión, el tránsito hacia una economía global más verde tiene al mercado global de metales a la expectativa. En este contexto de cambio climático, cumplir con los estándares de sostenibilidad que el mundo demanda es una oportunidad provechosa para la economía del país. Tenemos un vasto potencial geológico que otros países no tienen y tenemos que aprovecharlo.