La dieta mediterránea más que un patrón alimentario, un estilo de vida
PAQUI
2012
Diez ideas básicas para seguir una dieta mediterránea
Las bondades de la dieta mediterránea son conocidas por todo el mundo. Esta pauta nutricional, que más bien es un estilo de vida, combina productos de nuestra agricultura local con recetas y formas propias de cocinar de cada lugar, la práctica de ejercicio y la tradición de nuestra tierra por compartir la comida en las celebraciones . 1
La dieta mediterránea más que un patrón alimentario, un estilo de vida
El aceite de oliva, el oro líquido La cultura del aceite de oliva ha estado ligada al Mediterráneo desde siempre, por lo que se puede decir que la cultura mediterránea desaparece en la franja donde desaparece el olivo. Se puede consumir en crudo y cocinado. Si lo usamos para freír, nos aseguramos de que sus cualidades preservan al 100% la calidad de los alimentos. De este modo, obtenemos un resultado natural y libre de un exceso de grasa, con el que conseguimos que nuestros platos tengan el sabor intenso y característico del aceite sin perder sus propiedades.
¿Es fácil seguir la dieta mediterránea? Seguir las pautas de la dieta mediterránea es sencillo, sólo es necesario llevar una dieta equilibrada y disminuir el consumo de determinadas grasas, así como aumentar el de vegetales y cereales. Además, es aconsejable utilizar formas de cocinar saludables que utilicen poca cantidad de grasa, como sería la cocina al vapor, guisada o a la plancha.
Aportan una gran cantidad de energía junto a nutrientes esenciales. Las frutas y hortalizas han destacado desde siempre, además de por los numerosos nutrientes que aportan, por su infinidad de sabores y colores.
2
La dieta mediterránea más que un patrón alimentario, un estilo de vida Con la llegada de la primavera y el aumento de las horas de sol, comienzan ade aparecer una gran variedad de frutas y verduras Alimentos primavera
Por todos es sabido que, para muchas personas la llegada de la primavera viene acompañada de una sensación de debilidad física y/o cansancio intenso. Son dos claros síntomas de lo que se conoce como astenia primaveral. La astenia primaveral suele aparecer durante las primeras semanas de la estación, cuando el cuerpo se está acostumbrando al alargamiento de las horas de sol y a los cambios de temperatura. Hay claves para superarla y consisten en mantener una adecuada alimentación que ayude a fortalecer el sistema inmune y a aumentar la carencia de vitamina D, producida en los meses de invierno por la exposición a escasas horas de sol. Acelgas, alcachofas, berenjenas, apio, cebolletas, espárragos, espinacas, habas, lechugas, zanahorias y tomates encabezan la lista de verduras de las que podemos disfrutar en los meses que despiden el invierno y nos acercan al verano. Hay muchas maneras de cocinarlas: como base de ricos guisos, como guarnición, como ingrediente de incontables revueltos y en ensalada, claro. Todos ellos son alimentos ricos en vitaminas del grupo B y vitamina C, y en minerales como el hierro, el magnesio, el calcio y/o el potasio. El cambio de clima también se refleja en las fruterías que se visten de alegres y llamativos colores acompañados de dulces fragancias: níspero, piña, pomelo, albaricoques, cerezas, ciruelas, fresas... La fruta de la primavera es la más variada y sabrosa del año. Esta inundación de colores se debe en gran medida a los compuestos fotoquímicas. Estos compuestos son esenciales para mantener un buen estado de salud, y debemos obtenerlos a través de nuestra dieta porque no se producen por nuestro organismo. Entre ellos destacan:
Frutas
Primaverales
Aceites y Verduras
Las características principales de esta alimentación son un alto consumo de productosvegetales (frutas, verduras, legumbres, frutos secos), pan y otros cereales (siendo el trigo el alimento base), el aceite de oliva como grasa principal y el consumo regular de vino en cantidades moderadas.
3
La dieta mediterránea más que un patrón alimentario, un estilo de vida BENEFICIOS Las propiedades saludables que se le atribuyen se basan en la constatación de que, aunque en los países mediterráneos se consume más grasa que en los Estados Unidos, la incidencia de enfermedades cardiovasculares es mucho menor.3 ,4 Las causas de tales propiedades parecen estar en el mayor consumo de productos ricos en ácidos grasos monoinsaturados,5presentes en el aceite de oliva (que reduce el nivel de colesterol en sangre). También se atribuye al consumo de pescado, en especial pescado azul,6 rico en ácidos grasos ω-3 y, finalmente, al consumo moderado de vino tinto (por sus antocianos). El vino también está asociado a otro efecto cardioprotector denominado la paradoja francesa.7 Parece ser que la dieta mediterránea está asociada con un menor riesgo de deterioro cognitivo leve tanto durante el envejecimiento como durante la etapa de transición entre la demencia o deterioro cognitivo leve a la enfermedad de Alzheimer.8
• .
4
La dieta mediterránea más que un patrón alimentario, un estilo de vida DIETA MEDITERRANEA
Ejemplo de un día de esta dieta: • Desayuno: 1 infusión con ½ taza de leche descremada. 2 tostadas de pan integral untadas con queso blanco y mermelada. Jugo de 1 pomelo exprimido. • Almuerzo: 1 filete de pescado con ensalada de porotos, garbanzos, choclo y arvejas, condimentada con aceite de oliva y aceto balsámico. 1 fruta fresca con cáscara. • Merienda: 1 bol de frutillas y 6 almendras rociadas con yogur descremado. Jugo de 1 naranja exprimida. • Cena: cazuela de arroz integral, lentejas, huevo duro, brócoli, zanahoria, champiñones, zapallo en cubos, ají rojo, queso en cubos y cebolla de verdeo (todos los vegetales cocidos), condimentada con mayonesa dietética aligerada con aceto balsámico. Compota de pera o manzana.
VINOS
5
La dieta mediterrรกnea mรกs que un patrรณn alimentario, un estilo de vida
BB bBBBLLTT
BODEGAS BO
BOD
FRUTAS
VERDURAS
6