Weapon Social Club - Javier Arcenillas

Page 1














Weapon Social Club En lugares como Knob Creek, una población de Kentucky donde se celebra la mayor feria de armas del mundo, los más de 20.000 asistentes que acuden durante un fin de semana consideran que su posición respecto al derecho reconocido en la Segunda Enmienda a tener Armas de guerra es más que legítimo. ¿No tiene algo que ver el derecho con las 30.000 personas que mueren al año en Estados Unidos por arma de fuego? La respuesta de la práctica totalidad de los asistentes a la feria es siempre la misma: Las armas no matan, mata la persona que está detrás . Entrar en este santa santorum de las armas es sencillo: basta tener diez dólares a mano, o cinco si eres menor de doce años, para pagar la entrada. Una vez en el recinto llama la atención la ausencia de policías o miembros del ejército americano, en un lugar en el que hay un arsenal con el que empezar la III Guerra Mundial. Los encargados de que no se produzca ningún incidente son los miembros de la seguridad privada del Gun Range , y hacen bien su trabajo, ya que en toda la feria no se produce ningún percance. Aquí el ruido se hace ensordecedor y el olor a pólvora inunda el entorno. Un ruido y un olor que llega hasta las grandes carpas metálicas donde se ubica un centenar de tiendas variopintas. La banderas sudistas son una constante en los establecimientos donde se puede encontrar y reparar todo tipo de armas, comprar de segunda mano, juguetes, munición de toda clase, manuales para fabricar explosivos, libros, insignias, imaginería de la Segunda Guerra Mundial, simbología nazi, bombas, ropa, material exclusivo de la guerra de Vietnam, algún misil e incluso algún que otro tanque. Esto es puro frikismo , puro amor por lo que dispara, retumba y explosiona. Esto es Knob Creek.




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.