Desafíos del arte en el siglo XXI El arte contemporáneo posee una dicotomía, al parecer, diversa a la tradicional pintura – escultura: arte conceptual o arte formal (retiniano). La discusión actual parece no tener solución. La diferencia radica en que el arte formalista y estético dio más importancia al medio con el cual el artista (emisor) transmite un mensaje al público (receptor). El cuadro posee un valor cuasi sacro, como un ícono religioso, destruyendo la cadena comunicativa y haciendo obsoletos el resto de sus componentes. El objeto (medio) sustituye al lenguaje como significado del arte. Arte se convierte en el fetichismo del objeto. El arte conceptual, al contrario, se enfatizó en el mensaje, llegando a tal extremo que no fue necesario más el objeto de arte, convirtiendo al lenguaje escrito y oral en el mejor y ,en alguno casos, único medio. Sin embargo un primer desafío para nosotros los artistas del siglo XXI es lograr integrar ambas posiciones haciéndolas parte de nuestra tradición. Para aquellos ajenos al tema hago una breve reseña del desarrollo del arte conceptual basado en tres autores: Simón Marchán Fiz, Octavio Paz y Joseph Kosuth. Posteriormente daré mi punto de vista al tema, proponiendo soluciones y ejemplos de un par de obras para el desarrollo integral del arte contemporáneo. Padre del conceptualismo, Marcel Duchamp (1887 – 1968) produjo una obra que surgió como reacción al arte objetual: arte interpretado por la mente en lugar de la retina. Todo sucede en la mente del artista que utiliza un medio (que en al caso de Duchamp podría ser cualquier objeto) para trasmitir un concepto, una idea al público. Es así como el ready-made “La fuente” de R. Mutt (seudónimo del artista) parte la historia y el desarrollo del arte moderno y contemporáneo. Con esta obra Duchamp prescinde de la técnica del artista para trasmitir una idea. Además cuestiona la autoría, la unicidad de la obra, la función del artista y en consecuencia del arte.
La fuente, Marcel Duchamp (1887-1968), Ready Made firmado con pseudónimo R. Mutt
“El ready-made es una crítica del arte “retiniano” y manual: después de haberse probado a sí mismo que “dominaba el oficio”, Duchamp denuncia la superstición del oficio. El artista no es un hacedor; sus obras no son hechuras sino actos… En segundo momento el ready-made pasa de la higiene a la crítica del arte mismo. Al criticar la idea de factura Duchamp no pretende disociar forma y contenido. En el arte lo único que cuenta es la forma. O más exactamente: las formas son las emisoras de significados. La forma proyecta sentido, es un aparato de significador. Ahora bien, las significaciones de la pintura “retiniana” son insignificantes: impresiones, sensaciones, eyaculaciones. El ready-made enfrenta a esta insignificancia su neutralidad, su no-significación.” (Paz, Octavio, La apariencia desnuda, La obra de Marcel Duchamp, Alianza Editorial, S.A., Madrid, pg. 33).
La obra duchampiana sienta las bases para el desarrollo del arte en el sigo XX y XXI, dándole su propia identidad. El arte formalista, que se había asociado desde el principio a la estética, se transforma en un arte que se cuestiona a sí mismo, a su función. “… el arte cambió su enfoque, pasando de la forma del lenguaje hacia un planteamiento sobre lo que se estaba diciendo. Lo cual quiere decir que cambió la naturaleza del arte, pasó de un cuestionamiento morfológico a un cuestionamiento de función.” (Entrevista a Kosuth).
El arte formalista asociado al gusto dio al arte una función decorativa. La discución sobre el buen gusto y el mal gusto es imposible: el mal gusto de ayer es el bueno de hoy. Como dice Octavio paz: “sobre gustos no hay nada escrito”.“Las consideraciones estéticas son efectivamente “siempre” ajenas a la función o “razón de ser” de un objeto. A menos y que, por supuesto, la “razón de ser” del objeto sea estrictamente estética. Un ejemplo de objeto puramente estético sería un objeto decorativo, ya que la principal función de la decoración es la de “añadir algo de manera que termine siendo más
atractivo; adorno, ornamento”, y esto se relaciona directamente con el gusto. Y esto nos lleva directamente al arte y la crítica “Formalista”. El arte Formalista (la pintura y la escultura) es la vanguardia de la decoración y, hablando estrictamente, uno podría afirmar razonablemente que su condición de arte es tan mínima que en su sentido funcional no podrían ser arte en realidad, sino puros ejercicios de estética.” (Kosuth, Joseph, El arte después de la filosofía, 1969).
La obra de Joseph Kosuth como artista se basa en la reflexión sobre los mecanismo de producción de significado. Para entender las dimensiones sociopolíticas e históricas de nuestro tiempo intenta comprender como construimos el significado en el arte. Es por esta razón que escribe “El Arte después de la filosofía”, donde discute dialécticamente el arte formalista, la estética del arte contemporáneo, la función de arte, el artista y el crítico. “Ser un artista en la actualidad significa cuestionar la naturaleza del arte. Si uno cuestiona la naturaleza de la pintura, no puede estar cuestionándose la naturaleza del arte. Si un artista acepta la pintura (y la escultura), está aceptando la tradición que viene con esta. Esto se debe a que la palabra arte es general y la palabra pintura es específica. La pintura es “un tipo” de arte. Si haces pinturas ya estás aceptando (no cuestionando) la naturaleza del arte. Por lo tanto, estás aceptando que la naturaleza del arte es la tradición europea de la dicotomía pinturaescultura.”(Joseph Kosuth). Sin embargo objetivos como democratizar el arte, eliminar el objeto de arte único, revolucionar la propiedad del arte no fueron alcanzados. El mercado del arte, en su infinita flexibilidad, se adaptó a las nuevas actividades artísticas, coleccionando fotos, instrucciones escritas, declaraciones y cualquier clase de subproductos. En 1953 Robert Rauschemberg exhibe un Dibujo de De Kooning el cual borró. Con esta pieza el autor pretendía cuestionar la naturaleza fundamental del arte, provocando al espectador a considerar si borrar un dibujo de otro artista podía ser un acto creativo así como si el trabajo sólo era arte porque el famoso Rauschemberg lo había hecho.
Dibujo de Kooning (1904-1997) borrado por Robert Rauschemberg (1925-2008), 1953.
Hoy en día el dibujo es una pieza más de coleccionar, al igual que el telegrama que envió a la galeria Iris Clert en 1961 titulado “Este es un autorretrato de Iris Clert si yo lo digo” o la Mierda de artista de Piero Manzoni enlatada y vendida por su peso en oro. El hermetismo al que ha estado sujeto el arte desde sus inicios es vigente. Podríamos afirmar que con más fuerza que nunca. Sin embargo una de las respuesta del arte formalista a la cuestión es el Pop Art. Es innegable el aporte de dicho arte al acercamiento al público. Aunque se mantiene el objeto como medio, su fabricación en masa, de manera industrial, el uso de imagénes comunes traídas de la publicidad, logra romper con la unicidad de la obra y con el hermetismo del arte.
Andy Warhol 1928- 1987 serigrafía sobre lienzo.
La obra de Andy Warhol, trabaja la imagen idéntica repetida hasta la monotonía. Imágenes comunes que cualquier persona puede entender logrando la despersonalización del objeto, volviendolo típico más que individual. La obra de arte en representaciones o funciones, más que en cosas. Por ejemplo, “un cuadro pop es un acontecimiento congelado, tropieza con nosotros instantáneamente y entonces ha cumplido su cometido, nunca necesitamos volver a mirarlo, es desechable”. (Smith, Edward Lucie, Pop Art, Coceptos de Arte Moderno, Stangos, Nikos).
Es desechable porque es algo que la sociedad y el observador ya ha visto, pierde interés en el objeto que trata la obra, esto producto de esa masificación y comercialización que caracteriza a la sociedad capitalista y consumista de la época.
Bansky, óleo y aerosol. Sin título.
Toda esta iconografía fue absorbida posteriormente por la práctica del grafiti en Europa. Desde los grafitis de la banda de punk CRASS, hasta la invasión de ratas en los muros parisinos por Bleck le Rat. Sin embargo nadie a tenido tanta acogida y tanto éxito como Bansky.
Bansky, grifo de agua, tisa y marco de madera. Sin título.
La obra de Bansky logra capturar temáticas contemporáneas sin abandonar la tradición clásica. Haciendo alusiones permanentes de los pintores del pasado y de sus mismas obras, el artista se conecta con la tradición, absorbiéndola y transformándola en un lenguaje contemporáneo. Sus obras día a día adquieren más poder y el mismo artista se reinventa cambiando continuamente de medio: en sus últimos trabajos se pueden apreciar instalaciones, ensambles y performance. Sin embrago creo que no existe un performance más significativo que el haber colgado una obra suya en la Tate Gallery, el cual duró más de dos semanas sin ser detectado y posteriormente fue comprado por la misma institución. Aun con talento y estilo, puede pasar una eternidad antes del que el llamado mundo del arte se de cuenta de lo que un artista hace. Todo depende de tener los contactos adecuados pero, si se elimina al intermediario, el mundo del arte se puede sorprender.
Bansky, Fotografía, Sin título.
La mayoría de sus obras al utilizar la calle como espacio de exposición han acercado su arte al público en general, rompiendo con el hermetismo generalizado del arte. “Con su arte subversivo, este vándalo esta asombrando al Mundo del Arte, y de paso, obteniendo una jugosa ganancia… Con sus imágenes en blanco y negro, niñas abrazándose a armas de destrucción masiva, imágenes de Churchill y Lenin con peinados punks, imágenes de ratas tallando hoyos en las calles; un arte que ha sido inspirado por la resina de cannabis y la programación diurna de televisión. Banksy está ganando notoriedad y no se corta frente a nadie. Los años noventa pudieron haber sido de Hirst, Gavin, Saatchi y los YBAs. Puede que en la década del 2000 el mundo del Arte regrese a las calles y alabe a los artistas vándalos como Banksy, por honor, gloria y estilo.” (Rivero, Guillermo, “Nunca me
disculpo, perdónenme pero así yo. Bansky”, http://www.artfacts.net/index.php/pageType/newsInfo/newsID/1797/lang/3)
Bansky, Sin título. Aerosol y óleo.
Bansky ha logrado sintetizar el arte conceptual, con el arte formalista y el arte callejero. Su obra logra capturar la atención tanto del público del mundo del arte como la de aquellos ajenos a este. Su lenguaje provocador, sincero y simple logra responder a las demandas de un tiempo donde la saturación o el vacío no son digeribles. Su arte es político, crítico, estético y conceptual.
Bansky, resina, vidrio madera, metal. Sin titulo.
Creo que el desafío para nosotros, los artistas del siglo XXI es complejo y emocionante. Debemos solucionar la nueva dicotomía, haciendo síntesis entre el arte formalista y conceptual, rompiendo definitivamente con los circuitos cerrados para crear un arte inclusivo. Arte para la gente. Ambos, antes que negarse, se pueden complementar. Las preguntas siempre serán las mismas, más no las respuestas, que dependen del momento y lugar específico de la historia humana: ¿qué es arte?, ¿quién es el artista o qué es un artista?, ¿para que arte?, ¿cómo romper el hermetismo del arte?, ¿es viable una lucha contra el circuito comercial artístico?, ¿arte para la retina o para el pensamiento?, o ¿arte para la retina y el pensamiento?. No creo que estemos viviendo el fin de nada, ni del arte, ni de la pintura, ni de la escultura, ni del conceptualismo… sin embargo es innegable un proceso de cambio y transformación. El arte, como extensión nuestra, está vivo y como tal sujeto al permanente cambio. El desafío está en entender el arte conceptual y el formalista como parte de la tradición. La moda de cortar con todo tipo de conexión con el pasado ya pasó. El presente demanda volver a entender las raíces para poder darle sostenibilidad a las estructuras artísticas venideras. Bibliografía Paz, Octavio, La apariencia desnuda, La obra de Marcel Duchamp, Alianza Editorial, S.A., Madrid. Kosuth, Joseph, El arte después de la filosofía, 1969. Marchán, Fiz, Simón, Del arte objetual al arte de concepto(1960-1974) : Epílogo sobre la sensibilidad "postmoderna" : Antología de escritos y manifiestos. Smith, Edward Lucie, Pop Art, Coceptos de Arte Moderno, Stangos, Nikos. http://www.banksy.co.uk (Página oficial del artista) Rivero, Guillermo, “Nunca me disculpo, perdónenme pero así yo. Bansky”, http://www.artfacts.net/index.php/pageType/newsInfo/newsID/1797/lang/3)
Nota Debido al carácter informal de la obra de Bansky no hay suficiente información sobre sus obras.