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La caza del perro negro

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La noche carmesí

La noche carmesí

hAziel conoció A FernAndA . La primera vez que la vio fue en el parque, donde solía reunirse con sus amigos le robaba a su hermana mayor y gustaba de usar maquillaje exagerado, el junto a sus dos hermanas, lo obligaban a ir cada domingo a una bodega en

en recostarse sobre el suelo a ver cómo las nubes se deformaban; en las historias de narcos que contaban sus amigos: en los cuarenta y dos cráneos bañados en sangre, las cuarenta mandíbulas, los treinta y un huesos largos, en tanto sólo los separa una cortina que se transparenta con la luz del Ya eres mío. Lo soy

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le huía: tú tienes el diablo adentro pero, de alguna forma, le gustaba la imagen satánica dada por su madre, conseguía el bazuco a sus amigos; quien andaba por las calles asustando niños o reclutándolos; quien molestaba niñas y se encerraba con ellas en pudo sobrellevarlo casi con orgullo, pero su paciencia se convirtió en odio Mi niña, ya te perro de tu padre

El perro yacía en medio de la calle iluminado por la luz naranja del lugar, alguien cosió una cabeza humana: una cabeza hinchada y sangrante daga: Ámame, otra vez Hijo, ¿qué has hecho? participar de un segundo bautizo, sólo así lograría zafarse del pecado que noche calurosa, pero la lámina del techo funcionaba como un aislante

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