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Catalina Fonseca
EQUILIBRIO ENTRE LA ARQUITECTURA Y LA MATERNIDAD
Catalina Fonseca es un ejemplo de resiliencia, determinación y amor por su familia y su profesión. Desde su infancia, mostró interés por el diseño y la arquitectura.
Aunque su amor por los animales la llevó a considerar otras opciones, fue el encuentro con su futuro esposo lo que la llevó a decantarse por la arquitectura.
“Él estaba estudiando Ingeniería Civil, entonces pensando a futuro fue el motivo por el que me decidí por arquitectura y me encanta; estoy muy contenta de haber tomado esa decisión”.
Una vez terminada la carrera y casada, Cathy, como le dicen en su círculo cercano, se enfrentó al desafío de equilibrar su carrera en la construcción con su papel como madre. Optó por dedicarse por completo a la crianza de sus hijos en los primeros años, lo que implicó poner en pausa su desarrollo profesional. Aunque este período fue difícil, Catalina encontró motivación en el amor por sus hijos y la convicción de que estaba tomando la decisión correcta.
Uno de los mayores desafíos al combinar la maternidad con su trabajo en la construcción fue encontrar el equilibrio entre ambos roles. Desde llevar a sus hijos a la obra hasta garantizar su bienestar mientras ella trabajaba.
“A veces son meses de trabajo fuera de casa, entonces se trata de buscar el lugar adecuado para tenerlos contigo y llevarlos a la obra. Nunca decidí dejarlos en casa o molestar a las abuelitas; siempre estuvieron conmigo, eso se nos complicó muchas veces, pero se pudo lograr conforme pasó el tiempo”.
La experiencia de Catalina como madre ha influido profundamente en su enfoque y estilo de liderazgo en el ámbito profesional. Su capacidad para manejar múltiples tareas y resolver problemas con calma y determinación ha sido fundamental para su éxito en la construcción y la crianza de sus hijos.
Como líder en el sector de la construcción, ha enfrentado algunos desafíos debido a su género. Sin em- bargo, ha demostrado su valía a través de su trabajo duro, dedicación y habilidades de liderazgo, basadas en empatía y determinación. Así, se ha ganado el respeto y la admiración de sus subordinados.
Entre las anécdotas que le ha dejado combinar la maternidad con su profesión como arquitecta, recuerda con cariño la vez que llevó a su hija a una obra en una zona indígena. A pesar de las dificultades logísticas, Katty valoró la oportunidad de compartir su pasión por la construcción con su familia y la comunidad local. Esta experiencia le recordó la importancia de su trabajo y el impacto positivo que puede tener en la vida de las personas y comunidades de Chiapas.
“Fuimos a perforar un pozo de 200 metros de profundidad, y la gente de ahí se acercaba a ver cómo es, porque son cosas diferentes. A mi hija la veían como una muñeca; la gente quería cargarla y me la pedían. Yo estaba un poco preocupada por la obra, pero también, por otro lado, viendo a la niña. Fue una experiencia bonita porque, al final, la comunidad te abre las puertas de su casa y, aunque ni siquiera hablan tu idioma, aprendes a interactuar con las personas”.
Como madre y profesional, ha encontrado su mayor logro en el equilibrio y la paz interior. Aunque ha enfrentado desafíos y obstáculos en el camino, ha aprendido a confiar en sí misma y en su capacidad para superar cualquier adversidad. “Encontrar ese equilibrio ha sido uno de los retos más fuertes”, admite.
Para otras mujeres que buscan equilibrar la maternidad y una carrera en la construcción, Catalina ofrece palabras de aliento y consejo: “No será fácil, pero sí será posible. Decirles que no se desesperen; yo soy creyente de Dios, de ahí me tomo para poder ir superándome y logrando objetivos. Continúen y nunca se den por vencidas”.
Finalmente, en cuanto a sus metas y proyectos futuros, Catalina tiene como objetivo seguir creciendo y mejorando tanto en su carrera como en su papel como madre. Su enfoque está en ser la mejor versión de sí misma y encontrar la felicidad y la satisfacción en cada aspecto de su vida.
Katty En Corto
¿Qué te inspira?
“En el trabajo, el poder ayudar, el ver cómo puedes mejorar un entorno, desde poder hacer un proyecto de una casa, ver como la familia la disfruta, hasta una perforación de un pozo, que va a llevar agua a una comunidad y mejorar la calidad de vida de las personas, el hacer caminos y así poder mejorar la educación, salud, económica de muchos lugares en donde a veces no es fácil llegar, el poder ayudar y mejorar las condiciones de vida de muchas personas me motiva mucho. Y como mamá mis hijos son mi mayor motor” el día que no tengo ganas de continuar porque es la realidad, todos pasamos por días difíciles, es ahí cuando el pensar en mis hijos me hacen siempre continuar y luchar por ser mejor persona.
¿Cuál es tu película favorita?
La vida es bella
¿Cuál es tu libro de cabecera?
Hábitos Atómicos
¿El mejor consejo que te han dado?
Siempre de la mano de Dios
¿El mejor consejo que tú has dado? El mismo: Siempre de la mano de Dios esde temprana edad, Claudia López se vio influenciada por el sector de la construcción, ya que su padre era ingeniero. Aunque en un principio no tenía en mente seguir sus pasos, su pasión por las matemáticas y el cálculo la llevaron naturalmente hacia la ingeniería civil.
¿Cómo te defines?
“Soy una mujer fuerte, antes creía que era todo lo contrario, muy insegura, pero me he enfrentado a muchos retos y los he superado, soy mujer, muy apasionada de la vida, de la naturaleza, de los animales, me gusta todo eso, mi profesión, mi familia, soy una persona muy entregada a Dios”.
Si pudieras regresar y platicar con la Cathy de 19 años que estaba a punto de casarse, ¿Qué le dirías?
“Que los tiempos de Dios son perfectos, porque a veces me cuestiono ¿Si no me hubiera casado tan joven qué sería de mí? Pero aunque planeas, las cosas se van dando como son, no hay un libro que diga, este es el camino ideal para una mujer, no hay algo que te diga que es mejor ser mamá primero que profesionista, o profesionista antes de ser mamá, las cosas pasan por más que hagas planes. Estoy contenta con lo que he vivido, yo le diría que no llore tanto, que no sea tan extremista al pensar que no va a poder, que antes de decir no puedo, que lo intente”.
“La ingeniería civil tiene muchas ramas; puedes desarrollarte desde lo académico, estar en campo o en investigación. Entre las carreras que investigué, me encantó la ingeniería civil y me enfoqué en ella”.
Ingresar a la universidad como una de las pocas mujeres en su carrera no fue fácil, pero estaba decidida a seguir adelante y demostrar sus capacidades. Con preparación constante, apoyo familiar y respaldo de amigos, Claudia se graduó como Ingeniera Civil en 2004. Ese fue solo el comienzo de una carrera que se caracterizaría por la colaboración.
Su experiencia laboral inició incluso antes de graduarse, durante el sexto semestre de la carrera, cuando decidió unirse a su padre en el sector de la construcción. Esta oportunidad le permitió adquirir experiencia práctica en varios aspectos del trabajo, desde la elaboración de presupuestos hasta la gestión de proyectos.
Su dedicación y habilidades la motivaron a seguir aprendiendo, por lo que decidió dar el siguiente paso académico para adquirir mayores conocimientos.
“No quería quedarme solamente con una licenciatura; soy una persona a la que le gusta estar preparada, trato de avanzar y abordar temas que no conozco. La Maestría de Administración de la Construcción me llamó la atención, y por eso decidí inscribirme”.
Para Claudia, la colaboración y las redes de apoyo siempre han sido un principio fundamental en su trayectoria profesional, ya que reconoce que ningún proyecto puede llevarse a cabo de manera exitosa sin un equipo comprometido. Considera que trabajar en equipo no solo implica compartir ideas y recursos, sino también cultivar relaciones sólidas basadas en la confianza y el respeto mutuo.
“Si colaboramos entre todos, pode- mos lograr un gran proyecto. Me encanta liderar proyectos y estar detrás de cada área, pero si trabajamos juntos, todo es más rápido, se hace mejor y obtenemos mayores beneficios”.
A lo largo de su carrera, Claudia ha cultivado relaciones sólidas con colegas, clientes y socios comerciales a través de su dedicación al trabajo duro y su ética profesional. Ella entiende que cada persona que conoce puede ser una fuente de apoyo y orientación, y siempre está dispuesta a colaborar y compartir su experiencia con los demás.
“Pertenezco al Colegio de Ingenieros Civiles, a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y al Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias. Trato de estar involucrada en grupos donde pueda enriquecerme de ideas. A través de estas coordinaciones, conoces a personas, métodos y estrategias que te permiten salir adelante. Por eso siempre he dicho que pertenecer a diversos sectores es bueno, siempre y cuando te organices; ese es el secreto”.
Agrega que la colaboración no solo ha sido clave para el éxito de sus proyectos, sino también para su crecimiento personal, ya que al trabajar con otros y compartir ideas, puede aprender y crecer de manera más rápida y efectiva. Además, la colaboración le ha brindado la oportunidad de establecer una red de apoyo sólida que la ha ayudado a superar desafíos y alcanzar sus metas.
Para Claudia, la clave para mantener un equilibrio entre su vida profesional y personal radica en saber cuándo ponerse diferentes “chalecos”. Cuando está en el trabajo, se enfoca completamente en sus responsabilidades profesionales, pero cuando está en casa, se dedica por completo a su familia. Este enfoque le ha permitido disfrutar de lo mejor de ambos mundos.
Finalmente, como consejo para los jóvenes que están comenzando en la industria, enfatiza la importancia de la participación en organismos, ya que brindan oportunidades para aprender y crecer, además de establecer conexiones valiosas y construir una red sólida de apoyo. Esto les permitirá ampliar sus horizontes y abrirse a nuevas oportunidades en su carrera profesional.